El cazador se vuelve la presa en luna llena (privado-Lyriett Moon)

La noche había sido tan confusa como el despertar, ferreo era el sabor que inundaban la boca, sus colmillos aun crecidos rozaban su lengua y los ojos ambarinos se mantenían aun, habíendo recuperado el juicio hace poco, sus ropajes rasgados eran lo que quedaban de un cambio de aspecto, a uno mas grande, y mas musculado, pero al menos le valía para no estar desnuda del todo, y conseguir tapar lo necesario, aunque poco tuvo tiempo para pensar en ello, pues una flecha pasó zumbando al lado de su rostro haciendo un doloroso corte en su mejilla, la chica se llevó la mano a cubrir esta, que escocía de sobre manera, la explicación era muy simple. Plata, la plata la había debilitado, y no era la unica herida que tenía, cuando se incorporó pudo resentirse del hombro, del costado y de la pierna izquierda, en el que aun tenía una flecha de plata rota, la pelirroja dió un aullido de dolor antes de sacarsela y continuar con la huida, o eso es lo que supuso, que huia cuando aun la bestía era la que estaba, aunque tal vez su alter ego había tenido una estratega forma de caza.
Ahogo un grito, cuando un disparo sono cerca de ella, los cazadores la habían visto nuevamente, y tocaba seguir huyendo, aunque seguía siendo rapida aun en forma humana, nada que ver como lo era hacía minutos, se limpio la sangre que goteaba por sus labios, preguntandose de que sería, pero ahora no podía para a meditar en ello, Notredame no estaba muy lejos y sospechaba que eso influia en cuanto al tema de los cazadores.

Tenía que encontrar un lugar donde esconderse, esperar a que esos hombres que la llamaban gritandola "bestia inmunda" entre otras delicadezas, pasaran de largo obviando su presencia y asi conseguir volver a la ciudad, y buscar donde conseguir ropa, esperaba tener algo que ponerse, tragaba saliva de manera costosa, no conseguía despistarlos, quizá un rio ayudaría, otro tiró sono cerca de ella a lo que Lyriett soltó un pequeño grito, y emitió un gruñido mirandoles con sus ambarinos ojos, aunque no estaba en su forma animal su instinto de depredador florecía en ella y la hacía agresiva, sobre todo si sentía acorralada, se deslizó entre los arbustos podía ver los panteones del cementerio a lo lejos, denían estar en el cementerio parisino, más no vió la buena idea de esconderse en él. -¡Dejadme!.- Gritó la licántropo, aunque en vano, pues certeramente fue herida de nuevo en el costado, ella se cubrió la zona aullando del dolor clavando una rodilla en el suelo.

Podía observar como los cazadores se acercaban, pero pronto sus ojos se abrieron con sorpresa, aun con ese brillo amarillo brillante por su condición animal aun florecida en ella. el aroma que captaba era intimidante, notó que de su misma especie, pero más poderoso, pareció hacer una emboscada perfecta contra sus perseguidores dejandoles fuera de combate. Ella abría la boca con sorpresa observando al que compartía su condición, más aun así emitió un gruñido lobino mirandole con temor, no sabía la verdadera intención de este. -H...Hola, vale...no hay por que enfadarse...si este es tu territorio, ya me voy...solo necesitaba huir de ellos. - Dijo con tono de voz suave, dando a entender el estado de sumisión ante el otro licántropo, claramente más poderoso que ella, que hacía un año era una loba. Se fue a incorporar, pero emitió un quejido cubriendose la herida del costado, seguramente con plata en su interior, ardía, tenía que sacarla, pero antes quizás debía que saber las intenciones de ese lobo. -Me llamo Lyriett....es un placer conocerle...- Observó sus ropajes con más atención, parecía alguien importante.

Para su sorpresa el lobo que se apareció fue inesperadamente amable, ella ya se temía un encuentro muy forzado y cargado de hostilidad, más no fue así, el hombre que tenía ante ella se podía decir que era encantador incluso. Tenía un acento extranjero, como ella que su tierra natal era escocia, y ahora en París le había desvelado que sobrenaturales habitaban de noche, suspiró observandole, mientras asentía, no entendía por qué la había salvado, quizá empatía por otro de la misma especie, le observaba, olfateandole, quizá de manera instintiva, se presentó también aunque de manera muy escueta, pues tenía razón había motivo para ponerse en marcha con los cazadores.

La ayudó a levantarse y la loba percibió como usaba sus habilidades, había llegado el momento de escaparse, y ese licántropo sabía como borrar un rastro, eso estaba claro, se sorprendió cuando la tomó de la mano, pero parecía ser una forma de compartír habilidades, ella se movía algo más despacio debido a su herida, la única que no podía sanar por contener un trozo de plata en ella, y la debilitaba. Más se movieron rapido, el licántropo mostró caballerosidad nuevamente cediendo su abrigo a la muchacha para que no quedara tanta de sus encanto femenino descubierto.
Se encargó concienciudamente de eliminar y dejar rastro falso, mientras tanto Lyriett aprovechaba para cubrir su herida y tratar de ayudarle a crear rastro falso, no le gustaba en absoluto sentirse una carga, y mucho más cuando la estaban ayudando, mientras se alejaban Lyriett clavaba la mirada en el licántropo masculino. -¿Por qué me ayudas? ¿solemos ayudarnos entre los nuestros?- Preguntó la muchacha con curiosidad, sabía poco de su propia naturaleza.

La curiosidad se avalanzaba sobre la joven, mientras le observaba, desde luego parecía que hubiera hecho esto varias veces, aunque Lyriett no daba credito todavía, desde que fue convertida no había cruzado con otros lobos, se había cuidado muy mucho de no hacerlo, pues ya que la primera vez que lo hizo, la hizo compartir su sangrante locura animal, y en un año Lyriett había aprendido que en el bosque había menos posibilidades de hacer daño a alguien. -Oye...gracias por todo esto.- Musitó mientras se acercaba al licántropo, su olor le era algo agradable, aunque intuia que podía deberse a ser compañeros de la luna, de hecho iba a acercarse a él cuando empezó a notar su temperatura bajar repentinamente, la herida la debelitó tanto que repentinamente notó como perdía la consciencia o eso creyó, pues lo último que recordó fue ella misma desplomandose en el suelo.

Lyriett había alcanzado a oir la contestación que dió más luz sobre otros hombres lobos, sabiendo más de licántropos que ella claramente, aunque eso no era dificil en absoluto, como ya mencionó anteriormente, pero ahora la loba había caido desmayada por el efecto de la plata, aunque fue un demsayó ligero a fin de cuentas, pues pudo sentir como el hombre finalmente se había acercado a ella para cargarla, aunque estaba demasiado debil para reaccionar, la plata, podía sentir el trozo en el hinterior de su herida, quemandola, haciendola sangrar, y mermando sus fuerzas a pasos exageradamente agigantados, los malditos cazadores había hecho un gran disparo con esas armas, pero su resistencia era mucho mayor ahora con su condición.
Notó como era posada en el suelo nuevament espabilandose ligeramente, abriendo sus ojos ahora azules y no ambarinos como antes, demostrando que la plata la mermaba, le escuchó hablar, más por el aturdimiento no alcanzó a entender bien que era lo que ese lobo le dijo.

La tapo la boca mientras la pelirroja seguía aun aturdida, y pronto descubrió por qué, cuando notó como las garras escarbaban en su herida que empezó a sangrar de sobremanera, la loba apreto la tela entre sus dientes para evitar gritar, pero si se escapó un gutural gemido de dolor, clavando ella sus garras en el humedo suelo arqueandose, la plata al fin fuera, y notaba como se empezaba a curar sus heridas, mientras su calor corporal empezaba nuevamente a aumentar, debido a que se recuperaba, le miró colocandose de nuevo para cubrir su cuerpo, sacudió la cabeza y emitiendo gruñido lobuno aun por el dolor causado de su herida. -Ha dolido mucho...pero gracias.- Ya empezaba a deberle muchisimo a ese licántropo.

Este la ayudo a ponerse en pie, y le observó. -Tranquilo, me siento mejor, puedo seguirte tranquilamente.- Dijo ella para mostrar su fortaleza, mientras le seguia. -¿Tienes un refugio? vaya....no voy a poder pagarte todo lo que hacer por mi señor Vladimir.- Dijo ella, sentia que las demas heridas se iban cerrando aunque esa última le costaba especialmente, olfateaba el lugar para identificar mejor donde se encontraba, mientras seguía al licántropo hasta su refugio.

Seguía a aquel licántropo por puro instinto, ni siquiera sabía hacia donde iban, pero se sentía mejor al seguirle, parecía conocer la zona, y la había rescatado del entuerto en el que se había metido ella por falta de experiencia con su lado animal. Avanzaba esquivando las ramas mientras olfateaba el aire, comprobando que esa amenaza había quedado atras, aunque al haber estado cerca del rio y el rastro falso que había dejado, desde luego era experimentad, además podía oler que tan poderosa era la parte animal de aquel hombre, por fin era grato encontrar a alguien que comportía la locura por la luna de manera tan aferrima, gruñó de manera instintiva mientras seguía a ese licántropo, mientras se alejaban más del cementerío de la coudad, el aroma de esta ciudad parisina se olía ya lejos y solo el aroma a la naturaleza era lo que envolvía el sitio.
Le miró cuando el lobo le preguntó cuanto llevaba en París, ella sonrió de manera afable. -Pues un año, de hecho a la semana de llegar me crucé con quien...me mordió, ni siquiera se como conseguí escapar, parecía un hombre tan encantador, aunque claro...hace un año no sabía que existian ni los licántropos, ni los hechiceros, ni los vampiros...y no sé que más ronda en la noche...espero que no existan las momias.- Dijo con algo de ingenuidad.


Miró como tras seguir por el bosque se abría un pequeño claro, al fondo mientras el lobo dejaba paso libre, parecía que tenía ganas de conversar, al menos para pasar mejor el camino, y ella no iba a ser descortes con quien había resultado ser su salvador. Observó como parecía haber una casa, de cazadores parecía, un refugio donde descansar y llevar la presa para prepararla, miró la espalda del licántropo cuando este mencionó que había posibilidad de que había alguien, eso alteró un poco a la pelirroja, que se acariciaba la herida con algo de alteración por ese comentario, pero igual no había por qué alterarse, si él decia que no ocurria nada, ya la había salvado, no había por que inquietarse, aunque con la herida no se sentía en plenas condiciones. -Está bien...- Dijo con un pequeña atismo de alteración, pero resignada a lo que pidiera el licántropo. Se lo había ganado eso estaba claro.

Entró en la casa ayudada por el anfitrión mientras miraba a todos lados olfateando instintivamente el lugar, si olía a que había habido gente ahí, pero ahora solo estaban ellos dos, el licántropo la dejó sentada en la mesa y pidió que se quedara ahí esperando. Lyriett asintió con la cabeza mientras paseaba la cabeza. Mientras este se fue a por los vendajes se puso a curiosear el sitio, investigando un poco donde estaban. -¿Y cuentame de ti? que solo hemos hablado de mi, no quiero ser el centro...- Dijo en alto para que la oyera. - Que con la molestia de los cazadores no he podido charlar a bien con mi salvador.- Dijo de manera más animosa, dejando ver que no estaba ya tan alterada y se sentía más confiada y con mas tranquilidad, ese lobo transmitia buenas vibraciones, o esa era su impresión. -¿Tienes manada?- Dijo casi sin pensar en lo que estaba diciendo.

Ella paseaba la vista curioseando por la zona mientras el lobo iba a por algo para curarla, mientras ella alzaba la voz para que la oyera al hablar, aunque no recibió en principio respuesta alguna hasta que el hombre volvió con lo que parecía iba a ser una cura más esmerada, la pelirroja ladeo la cabeza con curiosidad observandole, mientras este pedía que volviera a mostrar su herida que aun resentía la plata que había tenido en su interior, asi que simplemente obedeció la sugerencia y oyendo el aviso de que nuevamente eso iba a ser muy doloroso, aunque tal y como tenía de castigada la zona no sería nada que no fuera soportable ya. Asintió con la cabeza volviendo a mostrar la cintura herida, emitió un quejido que se entremezcló con un gutural gruñido lobuno en señal de que efectivamente eso dolía lo suficiente, para que mostrara su naturaleza animal, que reaccionaba ante las heridas de tal tipo.
Apretó los dientes y sacudió la cabeza, más miró el techo mientras sus azules ojos cambiaban a amarillos por la naturaleza animal escondida, pero no protestó más de unos gruñidos. No era tan debil como de primera instancia podía haber parecido, pero las circunstancias habían cambiado muchisimo. Respiró ahogadamente cuando la curaba y observó como nuevamente el amable compañero de condición se tomo la libertad de vendar sus heridas.


Sacudió la cabeza ya mientras la vendaba, poco a poco notaba que sus fuerzas estaban volviendo a manifestarse en ella, sus ojos volvieron al azul, pues solo cambiaron a amarillos por un destello debido al dolor, pero ahora no, más le miró escuchando sus palabras, cosa que hizo que la joven loba enarcara ambas fijas. -Dejadme ayudaros, me he criado en las calles mucho tiempo, ya de humanas sabía donde escuhar...ahora es mas facil, permitidme ayudaros para pagar por haberme salvado.- Adjuntó ella con cierto entusiasmo, queriendole ayudar realmente, mientras le observaba con avidez, previendo que se negaría ante ello pero ella insistiria, le debía la vida y no era para menos, de no ser por él quizá esos cazadoras habrían terminado con sus noches de luna llena y con su vida en general.


Abrió los ojos con cierta sorpresa, cuando el advirtió de que no debía asustarse, empezando a sacar su lado animal, que se manifestaba en un feroz aspecto, eso sin duda, los ojos de la chica se abrieron de par a par, mirando la feroz imagen que ahora ofrecía el licántropo, el gruñido que emitía era absolutamente vibramte, sin duda el olor a lobo golpeo todos sus sentidos, sin duda podía sentir lo que emitia ese lobo alfa, Lyriett emitió suaves gruñidos reconociendo el poder que el lobo frente a ella mostraba. -Eres un alfa...- Inquirió con asombro, no es que supiera mucho de licántropos, pero el instinto lo tenía arreigado en la piel, de hechó es posible que si hubiera aullado Vladimir, ella se habría visto obligada a responder ese aullido, por la respuesta a un lobo alfa. Se levantó y anduvo alrededor de él olfateandole. -Dejadme ser de vuestra manada.- Pidió con cierta euforia.
Sin duda la emoción la embargaba, se relamió cuando el licántropo la ofreció comida, la verdad que ahora mismo la chica estaba en una aptitud visceral y se habría comido un ciervo crudo entero, de hecho paseó la lengua por los labios ante la idea de la carne, pero esté sitio no iba a tener eso guardado en un armarito, asi que simplemente cogió la pieza de fruta que empezó a deborar mientras fijaba su vista en el otro lobo. -Admitirme, os serviré..- Insistió para convencerle, una manada...la idea le gustaba ciertamente.

El conde estuvo a punto de negar su pedido las dos primeras veces mientras estaba buscando restos de alimentos que pudieran quedar allí en la casa, pero ya la tercera vez suspiro levemente veía en sus ojos ánimos y valentía en su hablar este no quería realmente terminar causándole dolor a la joven y teniendo que enterrar su cuerpo, pero por unos instantes pensó que su mentor paso por lo mismo el tenia gente que luchaba junto a el como cazador, el podría a verlos mandado de regreso a sus casa no dejarles hacer su trabajo, ya que era muy peligroso pero cada uno escogía su camino aunque el lobo pensaba que esa elección se tenia que hacer teniendo conocimiento pleno de las cosas que pasarían y de lo que se esperaba que pasara, este suspiro girándose un instante para mirarla atentamente.

-No sera algo sencillo, si te unes a mi enfrentaras a la misma muerte muchas veces, mi camino es un camino de sangre y violencia contra los heraldos de la muerte, los inmortales vampiros criaturas salidas desde la misma oscuridad para causar muerte y destrucción en el mundo de los vivos. No descansare hasta a ver terminado con el maldito que cegó la vida de mi mentor y luego cazaremos a cada una de estas criaturas.

Guardo silencio unos instantes mirándola, viendo sus reacciones incluso sintiendo el aroma de sus sentimientos para saber que era por lo que la joven estaba pasando no era capaz de leer la mente de una persona pero su organismo liberaba distintos olores dependiendo el animo y el humor de esta por lo tanto para un lobo entrenado no le era difícil predecir como se encontraba la persona.

-Es solo un camino de ida, estas segura que quieres adentrarte y si decides hacerlo aun debes demostrarme que puedes defenderte...

Dijo dejando claro que la retaría a combatir ambos, quería saber de que estaba echa no la mandaría a luchar o dejar que se enfrentara u una horda de chupasangres si no estaba seguro de que tenia el poder y la habilidad necesaria quizás no lo tuviera pero si el veía en su estilo de combatir y de luchar la garra lobuna necesaria para aprender podría decidir que era apta para unirse a la manada.

"Some of them want to abuse you
Some of them want to be abused."

La chica estaba entusiasmanda, y bastante emocionada, mordía la pieza de fruta mientras miraba al licántropo, que parece ser que finalmente se resignaba a aceptar a la chica, y dejar que le ayudase en su misión, Lyriett estaba bastante perdida desde que fue transformada, cada vez veía florecer más su lado animal y ahora tenía la emoción de estar frente a otro licántropo, que no contento con eso encima le había salvado la vida, le debia muchisimo, y estaba dispuesta a saldar su deuda, era una loba a fin y al cavo, y no podía evitar tener ese sentido de la lealtad y deber, y ese otro lobo se imaginaba que entendía por que situación tenía ella ahora. Se terminó la fruta y le miro mientras escuchaba sus palabras, con cierta sorprersa, parecía parte de algun tipo de grupo..¿Cazadores? no, eso no podia ser, los cazadores mataban a los lobos y a cualquier sobrenatural.
Miró al licántropo ladeando la cabeza ligeramente. -¿heraldos de la muerte?.- Musitó hasta que comprendió de que era de lo que estaba hablando. - Ah, vampiros...he leido que por naturaleza somos enemigos.- Aclaró un poco pensativa, lo cierto es que ella nunca se había cruzado con un vampiro y ciertamente le inquietaba el momento, había leido que eran muy poderosos.


Chasqueó la lengua pensativa, se estaba curando ya mejor gracias a las atenciones del otro lobo, ladeó la cabeza aun observandole, parece que si le ayudaba era un autentico compromiso que traía con él, entendía el odio de los vampiros si mataron a su mentor, ella no había tenido de eso, al menos en el ambito que se refería a su don del lobo entre sus venas, quizá murió y por eso no volvió a por ella, se quedaba pensativa por sus palabras, ¿estaba dispuesta a enfrentarse a la muerte? pues sí, lo estaba, no tenía nada y ahora podía tener algo, y sentirse útil y no una simple bestia en luna llena. Se mostró algo nerviosa pero decidida a no hecharse atras, podía notar como aquel lobo la olfateaba, posiblemente buscando saber como de decidida estaba la loba a seguir a rajatabla sus palabras.


Levantó la mirada para observarle cuando le dijo que eso era definitivo, Lyriett destelleo los ojos en ese amarillo radioactivo y asintió, mientras se ponía en pie. -Soy muy capaz, es que con la luna llena me quedo muy despistada, ya me habian herido en mi forma de bestia, pero se luchar...bueno..al menos normalmente...no soy experta pero me defiendo.- Con defenderse se refería a que en las peleas solía jugar sucio, por que generalmente los otros eran más grandes que ella, pero ahora con la fuerza sobrehumana por su condición, sonrió de medio lado mirando y miro alrededor. -¿Quieres verlo? no estoy al cien por cien, pero puedo luchar si es lo que quieres.- Dijo con entusiasmo, desde luego un cachorro de lobo, pero si ese lobo la quería poner a prueba lo iba a hacer, la chica era valiente aunque de primeras pudiera parecer algo asustadiza, pero lo unico que la asustaba realmente era su lado animal. Le observa con cautela. -O podemos cazar carne...aun tengo el instinto que me otorga la luna llena.- Dijo la loba, no era ninguna mentira ciertamente.

"Sweet dreams are made of this
Who am I to disagree?"

La licántropa miraba a su igual con cierta ansiedad por el entusiasmo que destilaba, la emoción de la posibilidad de tener al fin una manada, de respaldar a alguien y que alguien le respaldara, quizás su destino es ser beta de una enorme manada, la sonrisa de la muchacha se iba ampliando por segundos, pero su gozo acabó en un pozo. -Oh bueno, esperaré, aunque seguro que igualmente me podrías vencer, no entiendo mucho, pero sé que eres más fuerte que yo, puedo olerlo.- Dijo la pelirroja mientras le observaba, sin duda aquel lobo tenía una paciencia infinita para aguantar el implacable entusiasmo de la joven loba, que mostraba euforia de sacar su instinto animal, tenía ganas de explotarlo y despues de visto lo visto y las habilidades que ese hombre había lucido ella quería tenerlas, aun no había explotado muchos sus habilidades, pero ahora podía empezar a convertirse en algo más que una bestia irracional que se convertía en las noches de luna llena. Más le observó espectante a que aceptara la invitación de salir de caza y permitirse el lujo de dar rienda suelta sus instintos animales, y nada gustaba más un lobo que el placer de la caza, acechar a la presa, y la emoción de conseguir engancharla.


Le miró con cara de inocentona, y con cierta decepción cuando el lobo dijo que sería imprudente salir a cazar, era cierto, los cazadores...estaba tan entusiasmada en conocer a otro lobo que ni se había percatado de lo que hace minutos atras la había salvado de unos cazadores, que posiblemente habrían conseguido segar su vida, desde luego daba igual cual fuera el objetivo del lobo, la había salvado la vida.- Está bien, luego...o al anochecer...algo de carne...algo que corra...- Dijo con entusiasmo, intentando tentar al lobo que no daría su brazo a torcer ni mucho menos. -Bueno, suelo parecer humana la mayoría parte del tiempo.- Aseguró la chica, mientras se tocaba los vendajes, aun lo tenía dolorido, pero con la emoción de las cosas que se le presentaban delante en esos instantes había sido bastante poco inusual, y se había permitido el lujo de emocionarse frente al licántropo.

Le observó cuando finalmente aquel lobo de actitud caballerosa, le ofrecío ir a la planta de arriba, ciertamente no había dormido en toda la noche que había pasado convertida en bestia, y eso a la larga se notaba, estaba cansada, y no solo por las heridas, finalmente se resignó a ceder a las peticiones dadas por el lobo, sin duda era más esperimentado en ese ambito, así que se levantó dispuesta a acceder, ya le asediará a preguntas cuando descanse un poco. -Vale, la verdad es que tengo algo de sueño, supongo que en luna llena no he dormido y estaría haciendo algo que no deberia tal vez.- Sonrió de medio lado y subío al piso de arriba, la cama que había parecía comoda, la verdad es que estaba acostumbrada a dormir en catres que dejaban mas que desear, simplemente se dejó caer sobre la cama, y el cansanció empezó a hacer mella en ella, lo cual hizo que sus azules ojos no tardaran en cerrarse cayendo en brazos de morfeo.

Empezó olfatear primeramente según se iba despertando, abrio en primera instancia los ojos, y miró a todos lados con lentitud, la cama era comoda, razón por la que practicamente se había desmayado sobre la cama, deslizó los dedos sobre la colcha y miró en todas direcciones tratando de recordar donde estaba, tardadando unos segundos en recordar que había pasado, bostezó y sacudió la cabeza, no sabía cuantas horas habian pasado. Sacudió su cabeza y se acomodó su ahora salvaje cabello pelirrojo, se sobresaltó cuando vio ropajes nuevos en el cuarto pues no recordaba que estuvieran ahí antes, no haber oido a nade entrar, pero eso podía ser debido al sueño profundo que había tenido debido al cansanció, sus heridas estaban mucho mejor, gracias a la curación acelerada de los lobos. Más no iba a negarse a unas ropas mejores, ya que las suyas habían sufrido varos percanceres debido a la agitada noche de lado animal indomable.
Aprovechó para adecentarse un poco mientras se preguntaba cuando le había dejado los ropajes, pero gracias a su olfato descubrio que olía a más gente, salió de la habitación ya arreglada.


No pudo evitar observar a quienes ahora adecentaba la casa, parecían tener ropajes muy elegantes, Lyriett les observaba mientras bajaba las escaleras, percibiendo el olor a comida que llenaba el aire, la chica cerraba los ojos con intenciones de captar mejor ese aroma, entonces al llegar observó la mesa puesta, cosa que no pudo evitar humedecer sus labios relamiendose con hambre, mucha hambre, más se sorprendió cuando observó los notables ropajes nobles del licántropo, la pelirroja abrió mucho sus clarividentes ojos mirandole, no se había percatado, no se había dado cuenta que el hombre al que estaba era de clase alta, se puso algo nerviosa, y miró a los lados percatandose de los sirvientes. - Mi señor...- Dijo rapidamente inclinandose. - Siento haber sido tan...descortes antes...no sabía que usted era...¿un noble?.- Preguntó, eso explicaba por qué iba tan acicalado, sin duda no iba con aspecto tan salvaje como ella. -Si, la he descansado muy bien..la cama era muy comoda.- Dijo algo nervosa por el pequeño desvelo que ante ella había acontecido.


Estaba algo perpleja, más miró la mesa, parecía que el esperas que fuera a sentarse, y la joven algo nerviosa lo hizo, mientras le observaba sin dar credito, estaba algo incomoda de tener sirvientes a su alrededor, pero tambien era por que no tenía costumbre de tener alguien alrededor limpiando, miró inquietamente al vampiro, y la mesa con hambre, pero ahora le preocupa sus modales, observó al licántropo con impaciencia, por supuesto que las propuestas dadas antes de saber que era alguien de alta cuna no se echaban para atras. Le había salvado la vida igualmente y se la debía y era una promesa, y ella no dejaba de ser una loba que sabía lo que era lealtad.

Lyriett miraba con atención al hombre lobo, aun sin dar credito delante de quien estaba, era algo inaudito, una noche de luna llena que se había despertado tan complicada había acabado en compañia de alguien de la realeza, que no solo la había rescatado de los cazadores, si no que la había escoltado a una guarida y dado ropa y ahora la ofrecía acompañarle en la comida, la pelirroja tragó saliva mirandole, sin poder apenas levantar la cabeza manteniendose inclinada, era un manojo de nervios, sin saber bien que hacer o que decir, nunca había hablado con alguien que fuera de alta cuna, más cuando le escuchó muchas preguntas inundaron la cabeza de la pelirroja, que buscaba el valor de para volver a dirigirse a él, miraba la mesa, tenía que despertar de esa paralisis por la sorpresa que le causaba todo aquello, y tan de sopeton, finalmente se sentó a la mesa, tenía tanta hambre.


Se sentó mirando al hombre lobo, que daba finalmente más datos de quien era y especificando más, los claros ojos de la loba le miraban ojiplatica, sin dar credito, mientras bajaba a mirar la comida, aun sin atreverse a dar bocado hasta que él empezase, le escuchó atentamente, dió más detalles sobre él, y el misterio era desvelado para la joven de naturaleza licántropa. -Entiendo...pero si eres cazador...¿no deberias haber ayudado a esos otros y matarme a mi en vez de noquearlos a ellos?- Quizá no era la mejor pregunta del mundo, pero fue lo que primeramente se le pasó por la mente, más sacudio la cabeza para despejar su mente, y clavó su clara mirada en los ojos del lobo alfa que tenia ante ella. -Da igual lo que digais, mi deuda con vos sigue en pie.- Recalcó por si debido a esa pregunta había dudado de sus intenciones o su postura por un segundo y no debía ser asi, ella seguía dispuesta a seguirle a la cima o al  infierno, independientemente del destino.


A su señal la muchacha se decidió a comer, la verdad jamas había recordado manjares más deliciosos que aquellos,  comia mientras levantaba la mirada para observarle. -Me encuentro mucho mejor, os ruego que mostreis mi valia mi señor, no os defraudaré, puedo ser muy feroz te lo aseguro...seré una buena guardaespaldas.- Aseguró, quizás presa de la euforia que la invadia por todo lo que acontecía que la atropellaba y abrumaba, no sabía comportarse como una elegante dama, pero parecía que ese licántropo manejaba bien su falta de clase debido a su clase social, y que llevaba mucho dedicandose al hurto, pero a él esas cosas no se le pasaban ni por la cabeza,  degustaba su comida llenando bien el estomago y le observaba esperando que él terminaba de comer para que le diera más luz en como iba a mostrar su valía ante él, cosa que por otro lado lo estaba realmente deseando.

La loba sentía la euforia de estar con otro lobo, quizá los licántropos en el fondo se sentía bien cuando se sentia formar parte de una manada, al menos ahora en ese instante Lyriett se sentia bien en compañia del otro licántropo, pero sobre todo, por que podía oler que era mucho más poderoso que ella, lo percibía, era un macho alfa el que tenía frente a ella, y ella ahora mismo era como un cachorro que saltaba alrededor del lobo adulto con emoción por aprender a eso....ser un lobo, ella quería convertirse en una loba, ser feroz como una aullar y que otros lobos respondieran a su llamado, y aunque ella se notaba que su caracter era muy sumiso y docil como para ser ella una alfa, no lo sería pero no se sentía la necesidad de serlo tampoco, supuso que en las manadas cada uno tendría un papel en concreto.


Dejó escapar un suspiro despertando de sus pensamientos, y mirando a Vladimir con atención, sobre todo cuando la llamó para mostrarle algo, asi que la loba se acerco de saltarina forma mirandole, preguntandose que le iba a mostrar ahora. -¿El qué?- Quiso saber muerta de curiosidad, mientras esperaba que le enseñara algo especial de lobo, como sacar más a la bestia interior, algun tipo de aullido para llamar los unos a los otros, aunque claramente la loba sabía aullar, pero jamas para llamar a otros lobos. Le miraba con atención mientras le seguía, aunque su mirada se ensombrecia lentamente, pues hacia donde le llevaba era lugubre.


Bajaba lentamente detras del lobo, mientras miraba la piedra oscura, el sitio le empezó a dar escalofrios, mientras observaba el brillo tintineante de gruesas cadenas de plata, sabiendo que el tocar metal escocería, tragó saliva, y miró con cierto horror al lobo. -¿Llamar a esto hogar? ¿estar enjaulados? yo...yo no quiero vivir en una jaula....esto no es un hogar...es una carcel.- Dijo notablemente nerviosa por lo que estaba viendo, tragaba saliva con ansiedad, mirando a Vladimir, destellearon sus ojos en color ambar, emitiendo un gruñido mas bien asustadizo.