AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Here I am [Soren]
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Here I am [Soren]
El dia habia transcurrido de una manera tortuosamente lenta, el tiempo se habia convertido ahora en su mas temido y respetado enemigo, rogaba a veces al cielo que transcurriera con mas lentitud y otras que avanzara sin aquel sosiego que parecía embargarlo siempre que deseaba rapidez, aquel dia no era la excepción quería que el sol se ocultase ya y asi poder salir en búsqueda de aquella tienda que por dueño tenia a un vampiro, suponía, que de dia no lograría encontrarlo a el sino algun ayudante, quizas el mismo que le habia ayudado a hacer la comida de la velada.
Salio de su piso con la camisa blanca y el chaleco negro por encima, bajando los peldaños a grandes zancadas, aquellos a pedazos se caían y arrastraban consigo el murmuro de las voces de antaño, a veces temia que lo que se hablaba arriba resbalase hasta el primer piso directo a oídos de cualquier transeúnte. Salio varias horas antes del ocaso por temor de no dar con prontitud con la tienda y que entonces, cuando quería que el tiempo cesase de andar este comenzara a hacerlo con mayor prisa.
-disculpe- abordo a un señor que pasaba por la calle -¿sabe donde esta la tienda de antigüedades?- le cuestiono recibiendo un bufido y una negación por respuesta, el señor paso de largo con un andar presuroso, al parecer el tiempo también a el lo agobiaba, un divertido juego debía ser aquel para decidir hacerlo con la mayoría de las personas.
-doamna…podría indicarme ¿Dónde queda la tienda de antigüedades?- le cuestiono a una señora de porte ostentoso, supuso que debería saber dado que sus telas y objetos parecían ser piezas de arte de algun museo de tierras lejanas, la señora asintió dándole las indicaciones a duras penas, negando y repitiéndolas, cambiando siempre algun detalle –no debería tardar en llegar- le indico antes de marcharse con aquel pomposo andar y vaivén de caderas. Suspiro andando por las calles indicadas en un tormentoso silencio.
La ultima vez que se habían visto se habían quedado dormidos, el carruaje habia llegado antes del ocaso de modo que habia tenido que marcharse sin despedirse, habia entregado al caballo y habia emprendido el camino de regreso, durmiendo la mayor parte del tiempo y recibiendo los mismo cuidados. Dejo caer la nuca sobre la espalda observando los nombres de los puestos que se alzaban de un lado a otro de la calle, se fijo entonces en uno diferente del resto y se imagino co claridad a Soren dentro de el.
Toco a la puerta intentando abrirla aunque esta parecía estar cerrada, pego el oído a la puerta tocando nuevamente –hola…- llamo en voz baja alejándose unos pasos para inspeccionar el lugar desde afuera.
Salio de su piso con la camisa blanca y el chaleco negro por encima, bajando los peldaños a grandes zancadas, aquellos a pedazos se caían y arrastraban consigo el murmuro de las voces de antaño, a veces temia que lo que se hablaba arriba resbalase hasta el primer piso directo a oídos de cualquier transeúnte. Salio varias horas antes del ocaso por temor de no dar con prontitud con la tienda y que entonces, cuando quería que el tiempo cesase de andar este comenzara a hacerlo con mayor prisa.
-disculpe- abordo a un señor que pasaba por la calle -¿sabe donde esta la tienda de antigüedades?- le cuestiono recibiendo un bufido y una negación por respuesta, el señor paso de largo con un andar presuroso, al parecer el tiempo también a el lo agobiaba, un divertido juego debía ser aquel para decidir hacerlo con la mayoría de las personas.
-doamna…podría indicarme ¿Dónde queda la tienda de antigüedades?- le cuestiono a una señora de porte ostentoso, supuso que debería saber dado que sus telas y objetos parecían ser piezas de arte de algun museo de tierras lejanas, la señora asintió dándole las indicaciones a duras penas, negando y repitiéndolas, cambiando siempre algun detalle –no debería tardar en llegar- le indico antes de marcharse con aquel pomposo andar y vaivén de caderas. Suspiro andando por las calles indicadas en un tormentoso silencio.
La ultima vez que se habían visto se habían quedado dormidos, el carruaje habia llegado antes del ocaso de modo que habia tenido que marcharse sin despedirse, habia entregado al caballo y habia emprendido el camino de regreso, durmiendo la mayor parte del tiempo y recibiendo los mismo cuidados. Dejo caer la nuca sobre la espalda observando los nombres de los puestos que se alzaban de un lado a otro de la calle, se fijo entonces en uno diferente del resto y se imagino co claridad a Soren dentro de el.
Toco a la puerta intentando abrirla aunque esta parecía estar cerrada, pego el oído a la puerta tocando nuevamente –hola…- llamo en voz baja alejándose unos pasos para inspeccionar el lugar desde afuera.
Última edición por Anuar Dutuescu el Dom Dic 26, 2010 10:59 pm, editado 2 veces
Anuar Dutuescu- Humano Clase Baja
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Re: Here I am [Soren]
(( Eres mi vicio Anuar Dutuescu! me tienes que dar un poquito de ti en modicas dosis, me lo recomendó el doctor - Respondiendo -))
El fin de semana de novela romántica que había planeado para el pintor, se había visto interrumpido por numerosos imprevistos, le parecía inclusive, increíble que tanto hubiese pasado en 3 noches. Sin embargo no se arrepentía de nada, con las desventuras, habían llegado también las cosas buenas, ahora Soren tenía en su memoria, momentos hermosos, gravados con fuerza, a los cuales recurriría en los momentos tristes para recordar que eso que había anhelado secretamente por tanto tiempo, si que existía. La noche del lunes había tenido que darle clase a una chica Rusa por orden directa del decano, eran clases particulares y no le gustaba para nada la idea de tener que favorecer a unos riquillos, sólo porque pagaban más por unas clases particulares, además la niña parecía tener nulo interés por aprender.
Luego de la clase, había vuelto a la tienda para darse cuenta del espantoso desorden. No se había vendido casi nada, pero aún así debía pagar el alquiler del local y por supuesto pagarle al asistente, no se había hecho inventario en todo el mes por su falta de tiempo (y cabeza) por lo que muchos pedidos no habían podido recibirse y algunos de sus proveedores estaban molestos. Era toda una dicha de que no pudiera enfermarse de estrés como los humanos, de lo contrario, estaría quejándose de dolores en todas partes. Pero Soren más que nadie sabía que era su culpa, la tienda había sido descuidada gracias a su semana bajo tierra, la preparación de las clases para no perder su trabajo y por supuesto el viaje con Anuar.
Pero como si no pudiera ser aún peor, esa misma noche de lunes, había aparecido el joven vampiro que había mordido a Anuar semanas atrás, Eric se había mostrado muy molesto y le había provocado, terminado todo en una absurda disputa que había dado como resultado, la semi-drestrucción de la tienda. Eric había tirado las estanterías de madera sobre su cabeza en varias ocasiones y ahora la madera yacía astillada y partida, con todos los objetos desperdigados por el suelo, la cortada en su frente por la cual el día anterior había corrido sangre escandalosamente ya se había cerrado, pero el lugar continuaba tan espantosamente desordenado y sucio, como un campo luego de pasada una guerra.
Soren decidió darle un día libre a su empleada para no tener que darle explicaciones al porque de la inesperada destrucción y pensaba que sería mejor organizar las cosas por si mismo, pero mientras observaba el desbastador panorama, al lado del escritorio, comenzaba a pensar seriamente en si debía cerrar la tienda en definitiva y dedicarse sólo a la educación.
Entonces fue cuando escuchó a alguien tocando la puerta, levantó el rostro mientras gritaba - ¡No hay servicio, pase mañana! - Y entonces escuchó la inconfundible voz de Anuar.. - ¡Mierda! - Exclamó girándo en redondo llevándose las manos a la cabeza como una quinciañera que ha sido sorprendida por su novio, cuando aún viste la pijama de dormir y trae la mascarilla de aguacates en la cara.
¡Ni siquiera se acordaba que llevaba puesto! No se había afeitado y las gafas las había tenido que pegar con cinta en todo el puente de la nariz porque no había tenido tiempo de ir a comprar unas nuevas (además de necesitar ahorrar). - ¡Vooooy! - Gritó, intentando pasar por encima de las estanterías caídas y demás cachivaches que ahora lucían inservibles, como pudo logró llegar a la puerta y pasándose una mano por el cabello en un vago intento de organizarlo (en realidad quedó peor) abrió la puerta asomando su cuello por entre el agujero que acababa de abrir, observando al chico de sus sueños, tranquilamente parado allí.
- H...ola que... sorpresa tan... sorpresa – Murmuró.
El fin de semana de novela romántica que había planeado para el pintor, se había visto interrumpido por numerosos imprevistos, le parecía inclusive, increíble que tanto hubiese pasado en 3 noches. Sin embargo no se arrepentía de nada, con las desventuras, habían llegado también las cosas buenas, ahora Soren tenía en su memoria, momentos hermosos, gravados con fuerza, a los cuales recurriría en los momentos tristes para recordar que eso que había anhelado secretamente por tanto tiempo, si que existía. La noche del lunes había tenido que darle clase a una chica Rusa por orden directa del decano, eran clases particulares y no le gustaba para nada la idea de tener que favorecer a unos riquillos, sólo porque pagaban más por unas clases particulares, además la niña parecía tener nulo interés por aprender.
Luego de la clase, había vuelto a la tienda para darse cuenta del espantoso desorden. No se había vendido casi nada, pero aún así debía pagar el alquiler del local y por supuesto pagarle al asistente, no se había hecho inventario en todo el mes por su falta de tiempo (y cabeza) por lo que muchos pedidos no habían podido recibirse y algunos de sus proveedores estaban molestos. Era toda una dicha de que no pudiera enfermarse de estrés como los humanos, de lo contrario, estaría quejándose de dolores en todas partes. Pero Soren más que nadie sabía que era su culpa, la tienda había sido descuidada gracias a su semana bajo tierra, la preparación de las clases para no perder su trabajo y por supuesto el viaje con Anuar.
Pero como si no pudiera ser aún peor, esa misma noche de lunes, había aparecido el joven vampiro que había mordido a Anuar semanas atrás, Eric se había mostrado muy molesto y le había provocado, terminado todo en una absurda disputa que había dado como resultado, la semi-drestrucción de la tienda. Eric había tirado las estanterías de madera sobre su cabeza en varias ocasiones y ahora la madera yacía astillada y partida, con todos los objetos desperdigados por el suelo, la cortada en su frente por la cual el día anterior había corrido sangre escandalosamente ya se había cerrado, pero el lugar continuaba tan espantosamente desordenado y sucio, como un campo luego de pasada una guerra.
Soren decidió darle un día libre a su empleada para no tener que darle explicaciones al porque de la inesperada destrucción y pensaba que sería mejor organizar las cosas por si mismo, pero mientras observaba el desbastador panorama, al lado del escritorio, comenzaba a pensar seriamente en si debía cerrar la tienda en definitiva y dedicarse sólo a la educación.
Entonces fue cuando escuchó a alguien tocando la puerta, levantó el rostro mientras gritaba - ¡No hay servicio, pase mañana! - Y entonces escuchó la inconfundible voz de Anuar.. - ¡Mierda! - Exclamó girándo en redondo llevándose las manos a la cabeza como una quinciañera que ha sido sorprendida por su novio, cuando aún viste la pijama de dormir y trae la mascarilla de aguacates en la cara.
¡Ni siquiera se acordaba que llevaba puesto! No se había afeitado y las gafas las había tenido que pegar con cinta en todo el puente de la nariz porque no había tenido tiempo de ir a comprar unas nuevas (además de necesitar ahorrar). - ¡Vooooy! - Gritó, intentando pasar por encima de las estanterías caídas y demás cachivaches que ahora lucían inservibles, como pudo logró llegar a la puerta y pasándose una mano por el cabello en un vago intento de organizarlo (en realidad quedó peor) abrió la puerta asomando su cuello por entre el agujero que acababa de abrir, observando al chico de sus sueños, tranquilamente parado allí.
- H...ola que... sorpresa tan... sorpresa – Murmuró.
Soren Kaarkarogf- Vampiro Clase Baja
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Re: Here I am [Soren]
Se encontraba pues, aguardando a algunos pasos de la puerta, observando la construcción en la cual dentro yacia y eso quería suponer, el vampiro y su tienda, se la imaginaba con paredes obscuras y tapices de antaño traídos en navíos desde el otro lado del mundo o quizas importantes tapetes de Arabia o algun país bajo de las tierras Africanas, le gustaba imaginarse el sitio tapizado de mascaras tribales y alhajeros que en alguna época una bella doncella habia poseído entre sus manos, quizas de alguna renombrada mujer como Catalina la grande, o alguna obra perdida de Tirso de Molina o Lope de Vega, recordaba haber leído Fuenteovejuna a temprana edad, en una de sus muchas fugas a la biblioteca, se habia enseñado a leer con aquella clase de libros.
Se le antojaba ver los estantes repletos con piezas valiosas, objetos por los cuales los ricos pagarían fortunas por poseer y seguramente en su capacidad vampírica Soren habría podido recaudar tales y valiosos objetos en sus años sobre la tierra, quizas un cuadro que en antaño no fuese valioso hoy dia costara quizas un trillar de francos a los mas excéntricos coleccionistas, se cuestiono si las cosas que le habia entregado al vampiro se encontraban exhibiéndose en aquellos estantes de madera tallada a mano, con libros escritos en garigoleado y dagas de dudosa procedencia. Quizás nadie se había interesado en los objetos que él le había dado al vampiro, quizás seguían en los estantes para limitarse a ser observador por los ojos de los curiosos que entraban a ver si algún objeto tenía la capacidad de llenar su alma, aquel espacio que los humanos parecían dejar vacío.
Se imaginaba a los antiguos dueños de dichos artefactos merodeando en los pasillos de la tienda que frente a el yacia resguardada tras una puerta y altas paredes, se cuestiono entonces si su madre rondaría también aquel sitio y negó, pensar en esas cosas no podia mas que causar dolor. Sus pensamientos se vieron interrumpidos al ver el rostro del vampiro asomarse por una rejilla entre la puerta y la pared, frunció el ceño observándole.
-¿e venido en mal momento?- le cuestiono antes de todo saludo, observando a ambos lados de la calle antes de acercarse y apoyar una mano sobre la pared y otra en la puerta, robándole, como un gallardo príncipe lo haría, un beso de aquellos inexistentes sino solo para los amantes, atrapo con sus labios los ajenos y aunque fue solo un segundo sintió que la espera del día valía la pena, que el tiempo podía seguir siendo su adversario si con ello podía recibir uno de esos besos cada noche ¿en cuánto iría la cuenta?
Asomo la mirada al interior de la tienda, no logrando ver mucho mas allá -¿quieres que regrese después?- le cuestiono con calma, sabia ya como llegar a aquel sitio y podría hacerlo cada que sintiese la necesidad de estar ahí.
Se le antojaba ver los estantes repletos con piezas valiosas, objetos por los cuales los ricos pagarían fortunas por poseer y seguramente en su capacidad vampírica Soren habría podido recaudar tales y valiosos objetos en sus años sobre la tierra, quizas un cuadro que en antaño no fuese valioso hoy dia costara quizas un trillar de francos a los mas excéntricos coleccionistas, se cuestiono si las cosas que le habia entregado al vampiro se encontraban exhibiéndose en aquellos estantes de madera tallada a mano, con libros escritos en garigoleado y dagas de dudosa procedencia. Quizás nadie se había interesado en los objetos que él le había dado al vampiro, quizás seguían en los estantes para limitarse a ser observador por los ojos de los curiosos que entraban a ver si algún objeto tenía la capacidad de llenar su alma, aquel espacio que los humanos parecían dejar vacío.
Se imaginaba a los antiguos dueños de dichos artefactos merodeando en los pasillos de la tienda que frente a el yacia resguardada tras una puerta y altas paredes, se cuestiono entonces si su madre rondaría también aquel sitio y negó, pensar en esas cosas no podia mas que causar dolor. Sus pensamientos se vieron interrumpidos al ver el rostro del vampiro asomarse por una rejilla entre la puerta y la pared, frunció el ceño observándole.
-¿e venido en mal momento?- le cuestiono antes de todo saludo, observando a ambos lados de la calle antes de acercarse y apoyar una mano sobre la pared y otra en la puerta, robándole, como un gallardo príncipe lo haría, un beso de aquellos inexistentes sino solo para los amantes, atrapo con sus labios los ajenos y aunque fue solo un segundo sintió que la espera del día valía la pena, que el tiempo podía seguir siendo su adversario si con ello podía recibir uno de esos besos cada noche ¿en cuánto iría la cuenta?
Asomo la mirada al interior de la tienda, no logrando ver mucho mas allá -¿quieres que regrese después?- le cuestiono con calma, sabia ya como llegar a aquel sitio y podría hacerlo cada que sintiese la necesidad de estar ahí.
Anuar Dutuescu- Humano Clase Baja
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Re: Here I am [Soren]
Se sonrojó intensamente cuando los labios del chico rozaron los suyos en ese beso prohibido para ambos, allí en medio de la calle y a la vista de todos. Casi sintió que el corazón se le saldría del pecho. Con una mano agarró a Anuar por el brazo sin responder aún a su pregunta y lo metió de un tirón dentro de la tienda, cerrando la puerta de un golpe sordo, luego con esa misma fuerza le aprisionó contra la misma, acorralándolo con su propio cuerpo y mordiendo esos labios debidamente, en un beso como debía ser.
-Nunca es mal momento para tus labios – Susurró apenas separándose, embriagándose con el aliento tibio del pintor.
Separó entonces su rostro, recordando el desorden en el que se encontraba su tienda. Aunque desorden no era la mejor palabra para llamar aquello, 'destrucción' quedaría mucho mejor para ser francos. Recordó también que estaba sin afeitar, con el cabello revolcado, con las gafas rotas y apenas pegadas con cinta y con la ropa mustia por el polvo, una camisa remangada hasta los codos y guantes que antes eran blancos y ahora lucían cafés por la mugre de los objetos que había estado intentando recoger. Por último traía un pantalón holgado con un roto en la rodilla derecha fruto de un encuentro violento que no quería recordar.
- ¿Como has encontrado mi tienda? - Comentó de nuevo sintiéndose avergonzado por su apariencia, llevándose un dedo a la barbilla para rascársela. - Ejm... - Carraspeó – Lo que queda de ella... he de decir – Bajó la cabeza con gesto abatido – Que vergüenza... -
-Nunca es mal momento para tus labios – Susurró apenas separándose, embriagándose con el aliento tibio del pintor.
Separó entonces su rostro, recordando el desorden en el que se encontraba su tienda. Aunque desorden no era la mejor palabra para llamar aquello, 'destrucción' quedaría mucho mejor para ser francos. Recordó también que estaba sin afeitar, con el cabello revolcado, con las gafas rotas y apenas pegadas con cinta y con la ropa mustia por el polvo, una camisa remangada hasta los codos y guantes que antes eran blancos y ahora lucían cafés por la mugre de los objetos que había estado intentando recoger. Por último traía un pantalón holgado con un roto en la rodilla derecha fruto de un encuentro violento que no quería recordar.
- ¿Como has encontrado mi tienda? - Comentó de nuevo sintiéndose avergonzado por su apariencia, llevándose un dedo a la barbilla para rascársela. - Ejm... - Carraspeó – Lo que queda de ella... he de decir – Bajó la cabeza con gesto abatido – Que vergüenza... -
Soren Kaarkarogf- Vampiro Clase Baja
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Re: Here I am [Soren]
Se dejo guiar dentro de la tienda apresurándose a andar dentro y por el impulso que llevaba el empujón hacia atrás le hizo golpear suavemente su espalda contra la pared, por un segundo no supo que sucedía y por un segundo aquello le remonto al pasado, una noche de luna llena en que de forma inconsciente habia llegado al bosque para dejar su sombria imaginación elevarse en el manto obscuro, formas y después reflejarse en el cuadernillo que llevaba, recordaba que aquella vez el vampiro le habia empujado al suelo con cierta brusquedad que le habia robado el aliento, aunque, aquellos pensamientos de dispersaron al sentir sus labios sobre los propios.
Entreabrió los labios acercando sus labios nuevamente, aquellos hasta que su mirada se desvió por encima del hombro ajeno encontrándose con aquel desorden, la tienda parecía haber sido presa de un terremoto producido solo en su interior, tomo los costados de Soren apartándolo con suavidad para comenzar a andar hacia los escombros de los estantes y las piezas de antaño, seguramente lo que antes de entrar habría creído ya no podría ser, si en algun sitio habia estado el libro de Tirso de Molina ahora debía yacer deshojado bajo aquel montón de trozos de diversos objetos, destrozado para yacer solo en la memoria de su autor.
Se inclino sujetando una pieza de algo entre sus manos –e preguntado a varias personas – confeso con calma alzando la mirada al resto del local, aquello comenzaba a no agradarle -¿estas bien?- le cuestiono avanzando nuevamente hacia el, tomando su mentón entre sus dedos y examinando su rostro, para examinar seguidamente el resto de su cuerpo, sus manos recorrieron sus costados y su torso, sus brazos y su cuello, su mirada cayo como cascada por su cuerpo, buscando alguna anomalia no encontrada -¿Qué…que sucedió?- le cuestiono reprimiendo el impulso de maldecir entre aquellas dos palabras, porque no le agradaba la idea de que Soren sufriese aquellas cosas y el siquiera se enterase, no le agradaba porque el era quien debía irse antes, el era el humano y no el inmortal.
Entreabrió los labios acercando sus labios nuevamente, aquellos hasta que su mirada se desvió por encima del hombro ajeno encontrándose con aquel desorden, la tienda parecía haber sido presa de un terremoto producido solo en su interior, tomo los costados de Soren apartándolo con suavidad para comenzar a andar hacia los escombros de los estantes y las piezas de antaño, seguramente lo que antes de entrar habría creído ya no podría ser, si en algun sitio habia estado el libro de Tirso de Molina ahora debía yacer deshojado bajo aquel montón de trozos de diversos objetos, destrozado para yacer solo en la memoria de su autor.
Se inclino sujetando una pieza de algo entre sus manos –e preguntado a varias personas – confeso con calma alzando la mirada al resto del local, aquello comenzaba a no agradarle -¿estas bien?- le cuestiono avanzando nuevamente hacia el, tomando su mentón entre sus dedos y examinando su rostro, para examinar seguidamente el resto de su cuerpo, sus manos recorrieron sus costados y su torso, sus brazos y su cuello, su mirada cayo como cascada por su cuerpo, buscando alguna anomalia no encontrada -¿Qué…que sucedió?- le cuestiono reprimiendo el impulso de maldecir entre aquellas dos palabras, porque no le agradaba la idea de que Soren sufriese aquellas cosas y el siquiera se enterase, no le agradaba porque el era quien debía irse antes, el era el humano y no el inmortal.
Anuar Dutuescu- Humano Clase Baja
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Re: Here I am [Soren]
El rostro de Anuar se transformó lentamente por la preocupación y era de esperarse, con el estado en el que estaba la tienda, le permitió que lo revisara, mientras pensaba como podría explicarle lo sucedido sin que el chico se sintiera mal y se preocupara más. Recordaba que la vez anterior en el muelle, Anuar se había sentido culpable por la posible perdida de su trabajo y no había sido agradable en lo absoluto observar su rostro triste. No quería que se repitiera lo mismo así que intentó cuidar sus palabras.
-Todo ha sido mi culpa – Comenzó diciendo, porque era cierto. Sus celos, sus miedos, su cobardía, eran las principales causas de esa desafortunada sucesión de hechos – Yo estoy bien, por eso no te preocupes – Se apresuró a aclarar, cuando el chico examinaba su cuerpo por posibles heridas.
Suspiró buscando un lugar donde acomodar al chico – Espera un momento – Comentó, caminando por entre los objetos caídos cuidando de no pisar los objetos ni dañarlos, hasta el escritorio y se agachó para recoger la silla de madera – Siéntate aquí... ¿Te apetece un café? - Preguntó aunque no estaba muy seguro de poder encontrar el café y algún cuenco donde prepararlo.
Mientras buscaba el cuenco y los granos de café continuó con su relato - ¿Recuerdas que me enterré por una semana? Bueno... la tienda quedó sola durante ese tiempo, aunque mi ayudante estuvo viniendo como siempre, sin embargo una sola persona es insuficiente para atenderla y hay ciertas cosas que sólo puedo hacer yo, como la parte de cuentas y los inventarios, aprobar pedidos y cosas así, así que debido a mi ausencia, muchos pedidos se atrasaron y muchas otras cosas se desorganizaron... - Explicó encontrando finalmente el cuenco debajo de algunos papeles.
-Todo ha sido mi culpa – Comenzó diciendo, porque era cierto. Sus celos, sus miedos, su cobardía, eran las principales causas de esa desafortunada sucesión de hechos – Yo estoy bien, por eso no te preocupes – Se apresuró a aclarar, cuando el chico examinaba su cuerpo por posibles heridas.
Suspiró buscando un lugar donde acomodar al chico – Espera un momento – Comentó, caminando por entre los objetos caídos cuidando de no pisar los objetos ni dañarlos, hasta el escritorio y se agachó para recoger la silla de madera – Siéntate aquí... ¿Te apetece un café? - Preguntó aunque no estaba muy seguro de poder encontrar el café y algún cuenco donde prepararlo.
Mientras buscaba el cuenco y los granos de café continuó con su relato - ¿Recuerdas que me enterré por una semana? Bueno... la tienda quedó sola durante ese tiempo, aunque mi ayudante estuvo viniendo como siempre, sin embargo una sola persona es insuficiente para atenderla y hay ciertas cosas que sólo puedo hacer yo, como la parte de cuentas y los inventarios, aprobar pedidos y cosas así, así que debido a mi ausencia, muchos pedidos se atrasaron y muchas otras cosas se desorganizaron... - Explicó encontrando finalmente el cuenco debajo de algunos papeles.
Soren Kaarkarogf- Vampiro Clase Baja
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Re: Here I am [Soren]
Avanzo sorteando las montañas de piezas rotas y hojas destrozadas, parecía bailar ubicando sus amplios pies sobre cualquier espacio vacio en el suelo, con tanto desorden apenas y podia verse el color del suelo, todo aquello le parecía una reliquia y se entristeció de ver el sitio en aquel estado casi, como si fuese el mismo el dueño y no importando no ser observo el desastre con rostro sumiso y ennegrecido, porque seguramente se habían perdido piezas valiosas y, el trabajo del vampiro.
-me apetece saber que ocurrió- aseguro en voz baja escuchando su relato sin observarle ni por error, sus orbes amielados divergían entre los estantes vacios y los caidos, los objetos enteros sobre el suelo y los que, no con tanta suerte se habían roto en uno y mil pedazos, se fijo también en alguna otra muestra en el sitio de lo que pudiese haber ocurrido, no era difícil imaginarse un terremoto dentro de aquel sitio horas o días atrás, quizás inclusive un torbellino de aquellos que solían azotar los navíos.
-intentas decirme entonces que esto se debe a la desorganización ¿es enserio?- le cuestiono con gesto indiferente, no creía ser tan tonto para creer algo como aquello, cavia la posibilidad de aquello si los objetos en el suelo en lugar de estar rotos estuviesen intactos mas quería suponer que el estrés no podia provocar a alguien desperdiciar tantos años de memorias de aquella manera.
-no importa…pasare la noche aquí para ayudarte- le indico con calma, con una decisión tomada y un carácter tan terco que imposible era siquiera creer que podría hacerle cambiar de parecer, se arremango la camisa blanca hasta los codos y comenzó a buscar trozos parecidos “que tus delicadas manos sirvan de algo ahora que ni para pintar las usas” el pensamiento le atravesó la cabeza como una flecha envenenada, tanto habia sacrificado por darle al vampiro y ahora, algo o alguien mas se encargaba de dejarlo en la misma mísera situación, en esta ocasión solo sus servicios podia brindar, dinero alguno para lienzos habia.
-¿tienes algo con que pegar?...quizás algún excéntrico las prefiera pegadas- sonrió de medio lado comenzando a rebuscar con los dedos en aquel mar de piezas de colores las que parecían pertenecer al mismo objeto, era difícil dado que no poseía una visión digna de envidiarse por la noche y a falta de luz solar.
-me apetece saber que ocurrió- aseguro en voz baja escuchando su relato sin observarle ni por error, sus orbes amielados divergían entre los estantes vacios y los caidos, los objetos enteros sobre el suelo y los que, no con tanta suerte se habían roto en uno y mil pedazos, se fijo también en alguna otra muestra en el sitio de lo que pudiese haber ocurrido, no era difícil imaginarse un terremoto dentro de aquel sitio horas o días atrás, quizás inclusive un torbellino de aquellos que solían azotar los navíos.
-intentas decirme entonces que esto se debe a la desorganización ¿es enserio?- le cuestiono con gesto indiferente, no creía ser tan tonto para creer algo como aquello, cavia la posibilidad de aquello si los objetos en el suelo en lugar de estar rotos estuviesen intactos mas quería suponer que el estrés no podia provocar a alguien desperdiciar tantos años de memorias de aquella manera.
-no importa…pasare la noche aquí para ayudarte- le indico con calma, con una decisión tomada y un carácter tan terco que imposible era siquiera creer que podría hacerle cambiar de parecer, se arremango la camisa blanca hasta los codos y comenzó a buscar trozos parecidos “que tus delicadas manos sirvan de algo ahora que ni para pintar las usas” el pensamiento le atravesó la cabeza como una flecha envenenada, tanto habia sacrificado por darle al vampiro y ahora, algo o alguien mas se encargaba de dejarlo en la misma mísera situación, en esta ocasión solo sus servicios podia brindar, dinero alguno para lienzos habia.
-¿tienes algo con que pegar?...quizás algún excéntrico las prefiera pegadas- sonrió de medio lado comenzando a rebuscar con los dedos en aquel mar de piezas de colores las que parecían pertenecer al mismo objeto, era difícil dado que no poseía una visión digna de envidiarse por la noche y a falta de luz solar.
Anuar Dutuescu- Humano Clase Baja
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Re: Here I am [Soren]
Por supuesto el chico no creería algo como eso, era difícil imaginar que los estantes estuviesen destruidos de esa manera y todos sus objetos desperdigados por doquier, sólo por el descuido de un dueño, era obvio que allí había ocurrido algo más. No quería mentirle a Anuar, sabía muy bien lo que podía causar el no decir la verdad o el no contar las cosas a tiempo, no quería crear intrigas o malentendidos con la persona que más le importaba.
Sonrió realmente conmovido con la intención del chico de ayudarle a organizar, una mano le serviría de mucha ayuda, especialmente porque Soren era malísimo con las manualidades. Comenzó a buscar algo de pegante para darselo, abriendo cajones los cajones del escritorio y buscando en la bodega por unos momentos. Pronto regresó con una botella.
-La verdad... no es sólo por mi descuido que este lugar esta así – Comenzó a decir cuando volvía y le pasaba el pegante – Gracias, por cierto – Agregó dejándole un suave beso en la mejilla derecha, apenas un pequeño roce cariñoso. - No se como decírtelo... es bastante incómodo para mi – Se giró dándole a espalda, pensando en la mejor manera de hablar del incidente con Eric, porque no quería sonar como un crío poniendo una queja, además la violenta reacción de Eric había sido impulsada por sus propios errores.
- Tu...amigo... el vampiro, vino ayer – Explicó dándole la espalda – Estaba muy molesto por lo que... ocurrió semanas atrás en la fiesta y... bueno... peleamos – Dijo al fin carraspeando – Una pelea que... bueno, terminó en todo esto -
Sonrió realmente conmovido con la intención del chico de ayudarle a organizar, una mano le serviría de mucha ayuda, especialmente porque Soren era malísimo con las manualidades. Comenzó a buscar algo de pegante para darselo, abriendo cajones los cajones del escritorio y buscando en la bodega por unos momentos. Pronto regresó con una botella.
-La verdad... no es sólo por mi descuido que este lugar esta así – Comenzó a decir cuando volvía y le pasaba el pegante – Gracias, por cierto – Agregó dejándole un suave beso en la mejilla derecha, apenas un pequeño roce cariñoso. - No se como decírtelo... es bastante incómodo para mi – Se giró dándole a espalda, pensando en la mejor manera de hablar del incidente con Eric, porque no quería sonar como un crío poniendo una queja, además la violenta reacción de Eric había sido impulsada por sus propios errores.
- Tu...amigo... el vampiro, vino ayer – Explicó dándole la espalda – Estaba muy molesto por lo que... ocurrió semanas atrás en la fiesta y... bueno... peleamos – Dijo al fin carraspeando – Una pelea que... bueno, terminó en todo esto -
Soren Kaarkarogf- Vampiro Clase Baja
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Re: Here I am [Soren]
Tomo el pégame sonriendo torpemente al sentir sus labios sobre su mejilla, ladeando el rostro para sentirle mas cerca y con un calor inusual como aquel que habia sentido la ultima noche de viaje, aquel calor que le habia embargado después de drenar un cuerpo humano –no tienes porque agradecer…lo hago con gusto- asevero sentándose sobre el suelo, haciendo un hueco moviendo los objetos con las manos y comenzando la extenuante búsqueda, la misión de buscar y reparar, no debía ser tan difícil su tacto le ayudaría a saber si las piezas pertenecían al mismo objeto.
No le volteo a ver, mantuvo su mirada fija en su labor aunque sus oídos estaban atentos a lo que sus labios expelían, atento porque la curiosidad era siempre grande en el como un furtivo animal que con los anillos se volvia cada vez mas ocioso, le parecía que habia aprendido a dominarlo o sencillamente ya no habían tantas cosas inusuales en su vida, lo que en un principio habia sido asombro se volvia ahora monotonía, negó, para sus adentros, aquellos jamás podría llamarse monotonía, era un sueño, variado y coloridos en el cual le gustaba vivir sin importar los estrechos y pedregosos caminos por los cuales a veces debía andar.
Sus manos se cernieron entorno a las piezas que sujetaba en aquellos instantes mientras se levantaba girándole a ver con seriedad y el entrecejo fruncido, no era capaz, no podia comprender o no quería asi hacerlo, pensar que, aquel lugar habia quedado asi por culpa de Eric, por culpa de su amigo -¿no podían haber hablado?- le cuestiono bufando un suave ardor le hizo bajar la mirada hasta las piezas que sujetaba entre sus manos, la palma de su mano derecha sangraba delicadamente, las escarlatinas gotas de dulce sangre resbalaban por su mano hasta caer al suelo, estrellándose contra el mismo para formar un diminuto charco sin forma, un manchón en la lejanía.
-lo lamento- murmuro con tranquilidad siguiendo con su labor, se sento nuevamente separando las piezas -¿te lastimo?- le cuestiono en voz baja, apenas y con ganas de cuestionar no estando seguro de si quería o no saber la respuesta, sabia ademas que sus heridas sanaban de una noche a otro de modo que le era prácticamente imposible terminar lo contrario.
No le volteo a ver, mantuvo su mirada fija en su labor aunque sus oídos estaban atentos a lo que sus labios expelían, atento porque la curiosidad era siempre grande en el como un furtivo animal que con los anillos se volvia cada vez mas ocioso, le parecía que habia aprendido a dominarlo o sencillamente ya no habían tantas cosas inusuales en su vida, lo que en un principio habia sido asombro se volvia ahora monotonía, negó, para sus adentros, aquellos jamás podría llamarse monotonía, era un sueño, variado y coloridos en el cual le gustaba vivir sin importar los estrechos y pedregosos caminos por los cuales a veces debía andar.
Sus manos se cernieron entorno a las piezas que sujetaba en aquellos instantes mientras se levantaba girándole a ver con seriedad y el entrecejo fruncido, no era capaz, no podia comprender o no quería asi hacerlo, pensar que, aquel lugar habia quedado asi por culpa de Eric, por culpa de su amigo -¿no podían haber hablado?- le cuestiono bufando un suave ardor le hizo bajar la mirada hasta las piezas que sujetaba entre sus manos, la palma de su mano derecha sangraba delicadamente, las escarlatinas gotas de dulce sangre resbalaban por su mano hasta caer al suelo, estrellándose contra el mismo para formar un diminuto charco sin forma, un manchón en la lejanía.
-lo lamento- murmuro con tranquilidad siguiendo con su labor, se sento nuevamente separando las piezas -¿te lastimo?- le cuestiono en voz baja, apenas y con ganas de cuestionar no estando seguro de si quería o no saber la respuesta, sabia ademas que sus heridas sanaban de una noche a otro de modo que le era prácticamente imposible terminar lo contrario.
Anuar Dutuescu- Humano Clase Baja
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Re: Here I am [Soren]
La pregunta de Anuar fue irónica y le hizo sentir como un verdadero imbécil. No se cuantos mil años de evolución humana y dos vampiros terminaban resolviendo las cosas a golpes por razones tan mundanas como los celos, el orgullo y el ego. ¿Que quería demostrarle a Eric? Pensaba en esos instantes en que la pregunta quedó en el aire. ¿Que Anuar le pertenecía? ¿Que Anuar le quería más a él? ¿Que ese era su territorio? Justo en ese momento, todas esas razones le parecían vacías y sin sentido.
-Hablamos... - Dijo al fin – Luego de que el joven Eric lanzara las estanterías contra mi cabeza y de que yo lo mordiera... - Casi tuvo el impulso de llevarse una mano a los labios y reir. Sonaba tan ridículo cuando lo contaba en palabras, se sentía tan idiota, pero debía hacerlo, Anuar tenía que saber. El olor embriagador de la sangre de Anuar le hizo sentir un escalofrío por el espinazo, no había bebido desde el incidente en el pueblo y aunque ya no se sentía plenamente lleno, tampoco estaba hambriento, sin embargo ese detalle era algo que no podía pasar por alto.
Era algo inconsciente. Se giró sin pensar y cuando pareció caer en cuenta de lo que hacía, ya se encontraba agachado a la altura de Anuar, con sus ojos fijos en la cortada que el humano se había hecho en la palma con algún pedazo de porcelana. Parpadeó como siendo consciente de lo que hacía y se alejó un paso como si hubiese visto una araña peluda - Perdona -
Se quedó sentado esta vez un poco más retirado de Anuar, pensando en como explicar lo sucedido con Eric sin que sonara tan ridiculo.
- A veces hay cosas que... dos vampiros sólo pueden solucionar a golpes – Dijo al fin y se dio cuenta de que definitivamente había sonado tan ridiculo como había creído - ¿Sabías que Eric tiene un gran poder? Puede controlar mis acciones con su mente... yo no se manejar esa técnica o contrarestarla – Explicó alzándose de hombros – Debí haberla aprendido, resulta muy útil en un combate... - Se llevó la mano derecha al lado correspondiente en la cabeza y la depositó allí por debajo del cabello, donde iniciaba la frente – Me encuentro bien ahora y Eric también debe estar perfectamente, no nos hicimos daño en organos vitales ni nada por el estilo, sólo un par de patadas, golpes, aruñones, cosas así – Finalizó.
-Hablamos... - Dijo al fin – Luego de que el joven Eric lanzara las estanterías contra mi cabeza y de que yo lo mordiera... - Casi tuvo el impulso de llevarse una mano a los labios y reir. Sonaba tan ridículo cuando lo contaba en palabras, se sentía tan idiota, pero debía hacerlo, Anuar tenía que saber. El olor embriagador de la sangre de Anuar le hizo sentir un escalofrío por el espinazo, no había bebido desde el incidente en el pueblo y aunque ya no se sentía plenamente lleno, tampoco estaba hambriento, sin embargo ese detalle era algo que no podía pasar por alto.
Era algo inconsciente. Se giró sin pensar y cuando pareció caer en cuenta de lo que hacía, ya se encontraba agachado a la altura de Anuar, con sus ojos fijos en la cortada que el humano se había hecho en la palma con algún pedazo de porcelana. Parpadeó como siendo consciente de lo que hacía y se alejó un paso como si hubiese visto una araña peluda - Perdona -
Se quedó sentado esta vez un poco más retirado de Anuar, pensando en como explicar lo sucedido con Eric sin que sonara tan ridiculo.
- A veces hay cosas que... dos vampiros sólo pueden solucionar a golpes – Dijo al fin y se dio cuenta de que definitivamente había sonado tan ridiculo como había creído - ¿Sabías que Eric tiene un gran poder? Puede controlar mis acciones con su mente... yo no se manejar esa técnica o contrarestarla – Explicó alzándose de hombros – Debí haberla aprendido, resulta muy útil en un combate... - Se llevó la mano derecha al lado correspondiente en la cabeza y la depositó allí por debajo del cabello, donde iniciaba la frente – Me encuentro bien ahora y Eric también debe estar perfectamente, no nos hicimos daño en organos vitales ni nada por el estilo, sólo un par de patadas, golpes, aruñones, cosas así – Finalizó.
Soren Kaarkarogf- Vampiro Clase Baja
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Re: Here I am [Soren]
Escuchaba sin prestar atención porque prefería sumirse en la labor de arreglar los objetos antes de decidir prestar atención de mas a lo relatado y terminar molesto, mas de lo que se encontraba ya. Aquel momento le remonto a su niñez cuando debía hacer oídos sordos a los insultos de su padre y las palabras hirientes que soltaba en su contra, como puñales parecían atravesarle hasta dejarle mal herido, agonizando y con el rostro sumido en lagrimas ahora, decidía hacer lo mismo, escuchar y no asi razonar los hechos, se habían golpeado claro estaba y no habia nada mas que saber.
-no te disculpes- le pidió tajantemente y a pie de renglón, entre sus piernas encontraba ya algunas piezas similares, seguramente pertenecientes al mismo objeto, comenzó a intentar unirlas y saber como iban antes de vaciar el agente pegante sobre ellas para ensamblar todo nuevamente, limpio la escasa sangre contra su chaleco prosiguiendo con la ardua labor en que se convertiría aquello. No lo sabia y tampoco asi le interesaba aquello, no necesitaba saber quien tenia mas poder para compensar el hecho de que lo hubiesen querido descubrir en una riña, quizas Eric habia causado el mayor daño y aquello no asi excusaba las acciones del vampiro a un lado suyo.
-¿quizas asi hubieras logrado causarle mayor daño no?- le cuestiono suspirando ampliamente le molestaba mas por el simple hecho de importarle ambos ¿Qué hubiese hecho el si alguno de los dos hubiese terminado de gravedad? Con altas posibilidades se hubiese encargado de el hasta su recuperación o en el peor de los casos muerte, mas con ninguno volvería a comportarse igual, porque su nombre no bastaba para impedir una segundo encuentro y que egoísta y burdo era aquello, pensar que podia ser el objeto que cesase una guerra.
-no me interesa saber quien empezó…pero si quien decidió terminar- murmuro volteándole a ver, no estaba molesto por lo menos no en la medida que la desilusión se apoderaba de el, aletargaba su rostro incitándole en un suave murmullo a regresar a su piso, aquel que a trozos se desboronaba -¿suena menos absurdo por venir de labios de un vampiro?...esque ustedes no comprenden- su voz se apago a cada palabra, terminando en un inaudible siseo, no comprendían asi como el a ellos no lograba tenerlos.
Pego la primera pieza del objeto, imaginándose en un juego de paciencia.
-no te disculpes- le pidió tajantemente y a pie de renglón, entre sus piernas encontraba ya algunas piezas similares, seguramente pertenecientes al mismo objeto, comenzó a intentar unirlas y saber como iban antes de vaciar el agente pegante sobre ellas para ensamblar todo nuevamente, limpio la escasa sangre contra su chaleco prosiguiendo con la ardua labor en que se convertiría aquello. No lo sabia y tampoco asi le interesaba aquello, no necesitaba saber quien tenia mas poder para compensar el hecho de que lo hubiesen querido descubrir en una riña, quizas Eric habia causado el mayor daño y aquello no asi excusaba las acciones del vampiro a un lado suyo.
-¿quizas asi hubieras logrado causarle mayor daño no?- le cuestiono suspirando ampliamente le molestaba mas por el simple hecho de importarle ambos ¿Qué hubiese hecho el si alguno de los dos hubiese terminado de gravedad? Con altas posibilidades se hubiese encargado de el hasta su recuperación o en el peor de los casos muerte, mas con ninguno volvería a comportarse igual, porque su nombre no bastaba para impedir una segundo encuentro y que egoísta y burdo era aquello, pensar que podia ser el objeto que cesase una guerra.
-no me interesa saber quien empezó…pero si quien decidió terminar- murmuro volteándole a ver, no estaba molesto por lo menos no en la medida que la desilusión se apoderaba de el, aletargaba su rostro incitándole en un suave murmullo a regresar a su piso, aquel que a trozos se desboronaba -¿suena menos absurdo por venir de labios de un vampiro?...esque ustedes no comprenden- su voz se apago a cada palabra, terminando en un inaudible siseo, no comprendían asi como el a ellos no lograba tenerlos.
Pego la primera pieza del objeto, imaginándose en un juego de paciencia.
Anuar Dutuescu- Humano Clase Baja
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Re: Here I am [Soren]
-Quizás... - Aceptó, aunque ahora le parecía más que absurdo, pero en el momento, mientras la rabia lo consumía, probablemente hubiese hecho lo que fuera por generar el mayor daño en su contrincante, después de todo así era como funcionaban las peleas. El que ganaba se llevaba el honor del otro ¿no? Y por supuesto la doncella.
Soren observó a 'su' doncella, ahora sentado en el suelo pegando con dedicación la figurilla partida, pensando en si todo lo que hacía realmente valía la pena o por lo menos tenía algún sentido. Habían aún tantas cosas por aprender sobre las relaciones entre individuos que se sentía abrumado por no saber como reaccionar en situaciones como esa. ¿Debería sentirse orgulloso por ello? ¿Debía la doncella sentirse protegida y feliz de que su príncipe hubiese luchado por ella?.
Meneó la cabeza alejando esos pensamientos tan absurdos. Para empezar Anuar ni siquiera era mujer.
- En ese caso... fui yo quien terminó la disputa – Se apresuró a decir, intentando mientras tanto descifrar la expresión de Anuar y lo que estaba pensando pues parecía ¿molesto? ¿O era simple indiferencia? Leer a Anuar siempre era difícil, a veces creía haber encontrado la clave para descifrar su encriptado idioma. - Si... suena menos absurdo... porque los vampiros somos más bestias que personas y nos dejamos llevar más por el instinto – Aclaró pero se apresuró agregar – Aunque claro... eso no significa que justifique mis acciones... tal y como se lo dije a Eric ayer... su rabia, este desorden y todo lo que ha pasado... es lo que me merezco por los errores que he cometido y parte de la evolución humana es saber aceptar esas cosas y afrontarlas, no puedo seguir siendo un cobarde por el resto de la eternidad... no luego de todo lo que ha pasado... si siguiera con la misma actitud, sería como si no estuviera aprendiendo ¿verdad? ¡Eso si que sería absurdo – Concluyó frunciendo el ceño, aún acurrucado en el suelo frente a él.
Soren observó a 'su' doncella, ahora sentado en el suelo pegando con dedicación la figurilla partida, pensando en si todo lo que hacía realmente valía la pena o por lo menos tenía algún sentido. Habían aún tantas cosas por aprender sobre las relaciones entre individuos que se sentía abrumado por no saber como reaccionar en situaciones como esa. ¿Debería sentirse orgulloso por ello? ¿Debía la doncella sentirse protegida y feliz de que su príncipe hubiese luchado por ella?.
Meneó la cabeza alejando esos pensamientos tan absurdos. Para empezar Anuar ni siquiera era mujer.
- En ese caso... fui yo quien terminó la disputa – Se apresuró a decir, intentando mientras tanto descifrar la expresión de Anuar y lo que estaba pensando pues parecía ¿molesto? ¿O era simple indiferencia? Leer a Anuar siempre era difícil, a veces creía haber encontrado la clave para descifrar su encriptado idioma. - Si... suena menos absurdo... porque los vampiros somos más bestias que personas y nos dejamos llevar más por el instinto – Aclaró pero se apresuró agregar – Aunque claro... eso no significa que justifique mis acciones... tal y como se lo dije a Eric ayer... su rabia, este desorden y todo lo que ha pasado... es lo que me merezco por los errores que he cometido y parte de la evolución humana es saber aceptar esas cosas y afrontarlas, no puedo seguir siendo un cobarde por el resto de la eternidad... no luego de todo lo que ha pasado... si siguiera con la misma actitud, sería como si no estuviera aprendiendo ¿verdad? ¡Eso si que sería absurdo – Concluyó frunciendo el ceño, aún acurrucado en el suelo frente a él.
Soren Kaarkarogf- Vampiro Clase Baja
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Re: Here I am [Soren]
Aveces se olvidaba que Soren era un vampiro, aveces olvidaba que su corazón no latia y aquel cariño que se profesaban parecía mas una utopia, como si viviesen en una farsa por el simple hecho de permanecer juntos, no concebía el momento en que se habia convencido a si mismos de que aquello era una realidad ¿Cuántas veces no habia dicho Soren que los vampiros no amaban? ¿no lo hacia acaso el? ¿no era entonces posible resistirse a los impulsos? No dudaba de su propio cariño porque, cuando uno se cuestionaba si amaba al otro el amor se extinguía para siempre, si realmente sucedía no cavia duda en el asunto.
-para mi sigue sonando igual de absurdo- asevero en voz baja escupiendo las palabras al suelo, porque le hablaba de la evolución humana cuando su acción se escondía tras el instinto vampírico, la cabeza le daba vueltas y sintió como la sangre latía en sus sienes agolpándose como caballos en pleno galope, pego la siguiente pieza intentando enfocarse en ello, mantenía la mirada entrecerrada y el pulso firme, no podia haber margen de error en aquella operación y pasaría de aquella forma el resto de la noche evadiendo lo que pudiese hacerle daño.
-sus motivos debieron de haber tenido y en verdad espero que para ustedes sean suficientes- se limito a decir acallando todo lo demás que pudiendo o no decir decidía extinguir en su pecho sintiendo un diminuto nudo en su garganta oprimiendo su respiración y en verdad esperaba que por lo menos algo hubiesen sacado de todo aquello –no puedo exigirte dejar de hacer cosas…pero puedo pedirte que intentes no hacerlas ¿cierto?- le cuestiono volteándole a ver, con el flequillo dando sombra a la mitad de su rostro –no esta en el curso de la vida que te vayas tu antes que yo…¿Qué si en una de tus riñas no salen victorioso? ¿Qué si no hubieras cesado la pelea?...no estoy dispuesto a perderlos…solo dos amigos tengo y solo dos quiero- recito observando la pieza que entre sus manos tenia, reestructurada con pegamento y agiles manos.
-para mi sigue sonando igual de absurdo- asevero en voz baja escupiendo las palabras al suelo, porque le hablaba de la evolución humana cuando su acción se escondía tras el instinto vampírico, la cabeza le daba vueltas y sintió como la sangre latía en sus sienes agolpándose como caballos en pleno galope, pego la siguiente pieza intentando enfocarse en ello, mantenía la mirada entrecerrada y el pulso firme, no podia haber margen de error en aquella operación y pasaría de aquella forma el resto de la noche evadiendo lo que pudiese hacerle daño.
-sus motivos debieron de haber tenido y en verdad espero que para ustedes sean suficientes- se limito a decir acallando todo lo demás que pudiendo o no decir decidía extinguir en su pecho sintiendo un diminuto nudo en su garganta oprimiendo su respiración y en verdad esperaba que por lo menos algo hubiesen sacado de todo aquello –no puedo exigirte dejar de hacer cosas…pero puedo pedirte que intentes no hacerlas ¿cierto?- le cuestiono volteándole a ver, con el flequillo dando sombra a la mitad de su rostro –no esta en el curso de la vida que te vayas tu antes que yo…¿Qué si en una de tus riñas no salen victorioso? ¿Qué si no hubieras cesado la pelea?...no estoy dispuesto a perderlos…solo dos amigos tengo y solo dos quiero- recito observando la pieza que entre sus manos tenia, reestructurada con pegamento y agiles manos.
Anuar Dutuescu- Humano Clase Baja
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Re: Here I am [Soren]
Para Anuar seguía siendo absurdo que pelearan, porque, él no era quien sentía esos sentimientos oprimiéndole el pecho como su le hubiesen entregado una daga de madera en todo el corazón. Anuar no sabía lo que eran los celos ¿o si?. No, Anuar no podría entender, el dolor y la soledad de Eric era algo que sólo otro inmortal podría tan siquiera imaginar, eran demasiado distintos en muchas cosas, para empezar estaba vivo.
Se quedó muy quieto escuchando la petición del chico, no muy seguro de estar entendiendo a que se refería con sus palabras ¿No quería que volvieran a pelear porque temía perderlos? De nuevo el brote de ese sentimiento molesto en su interior, Soren sintió que se le iba subiendo un no-se-que a la cabeza que le palpitaba mientras escuchaba al humano tratarle al mismo nivel que a Eric.
Dos amigos que no quería perder. Dos amigos que quiere por igual.
Una risa renesonó en el interior de su cabeza. Una risa burlona y cargada de cinismo. Dios... ¿Tendría que vivir el resto de sus días con esa sensación tan desagradable? De repente sentía que podría matar a Eric si volvía a cruzarse en su camino aunque fuera por equivocación. Necesitaba saber... realmente necesitaba escucharle decir que, él era más importante que Eric, que no eran iguales.
Pero no se lo preguntaría nunca. Algo del orgullo que creyó había muerto el día de la disputa con Eric se manifestó allí para impedirle hablar y quedar como un imbécil que ruega por cariño. Como siempre había sido. Pero no esta vez.
- No volveré a luchar con él – Declaró con el ceño fruncido y muriéndose de rabia por dentro – Se... que él es importante para ti – Agregó y cada palabra le supo como a una esponja de metal con la que se le sacaba brillo a los trastes de la cocina.
Se quedó muy quieto escuchando la petición del chico, no muy seguro de estar entendiendo a que se refería con sus palabras ¿No quería que volvieran a pelear porque temía perderlos? De nuevo el brote de ese sentimiento molesto en su interior, Soren sintió que se le iba subiendo un no-se-que a la cabeza que le palpitaba mientras escuchaba al humano tratarle al mismo nivel que a Eric.
Dos amigos que no quería perder. Dos amigos que quiere por igual.
Una risa renesonó en el interior de su cabeza. Una risa burlona y cargada de cinismo. Dios... ¿Tendría que vivir el resto de sus días con esa sensación tan desagradable? De repente sentía que podría matar a Eric si volvía a cruzarse en su camino aunque fuera por equivocación. Necesitaba saber... realmente necesitaba escucharle decir que, él era más importante que Eric, que no eran iguales.
Pero no se lo preguntaría nunca. Algo del orgullo que creyó había muerto el día de la disputa con Eric se manifestó allí para impedirle hablar y quedar como un imbécil que ruega por cariño. Como siempre había sido. Pero no esta vez.
- No volveré a luchar con él – Declaró con el ceño fruncido y muriéndose de rabia por dentro – Se... que él es importante para ti – Agregó y cada palabra le supo como a una esponja de metal con la que se le sacaba brillo a los trastes de la cocina.
Soren Kaarkarogf- Vampiro Clase Baja
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Re: Here I am [Soren]
-ambos lo son- articulo con calma cesando de hacer aquello, lo pensó unos instantes y algo no sonaba del todo bien, se mordió el labio inferior dejando las cosas a un lado, se giro hacia Soren observándole sabia por que su interior le dictaba que algo habia quedado en el aire, haciéndolo pesado e incomodo, algo que no sabia que –Soren…ambos son mis amigos ¿lo comprendes cierto?- le cuestiono –es para mi lo que Gerard es para ti- murmuro no muy seguro si su comparación estaba bien fundamentada.
Fue entonces que lo descubrió ¿no se habia sentido el celoso por Gerard? ¿no habia crecido en su interior la incertidumbre al saber que vivía con el? ¿Por qué un extraño, cuando mínimo suyo, conocía la casa de su pareja y el, ni la ubicación conocía? Eran celos, debía suponer, el mismo sentimiento que azotaba su cabeza, se acunclillo frente a el buscando la manera de remediar aquello –No porque sea mi amigo implica que lo amo, lo aprecio y estimo…pero mi corazón ya pertenece a alguien- murmuro a su oído besando su mejilla –ambos son mis amigos si, pero decidi solo ser pareja de uno ¿no?...- apoyo sus manos sobre sus piernas inclinándose hacia el.
-ahora hay que arreglar este desastre- asevero con aquella pasividad que parecía adherida a su rostro, beso sus labios, un beso que prometía ser corto y que le dejo pegado a el, un beso que tuvo fin en la punta de su nariz –cada persona tiene su lugar, el merecido y querido…el tuyo se encuentra muy por encima de los demás, no deberías dudar eso-le indico entregándole el bote con pegamento.
Sonrio de medio lado –si separas las piezas terminaremos mas rápido- le indico cuestionándose, como era posible que el enojo desapareciera con la rapidez que le habia azotado, imposible era enojarse al grado de desear no verle, por que estaba seguro que en el camino de regreso un arranque de rabia lo atacaría, rabia hacia si mismo, por haberle dejado solo.
Fue entonces que lo descubrió ¿no se habia sentido el celoso por Gerard? ¿no habia crecido en su interior la incertidumbre al saber que vivía con el? ¿Por qué un extraño, cuando mínimo suyo, conocía la casa de su pareja y el, ni la ubicación conocía? Eran celos, debía suponer, el mismo sentimiento que azotaba su cabeza, se acunclillo frente a el buscando la manera de remediar aquello –No porque sea mi amigo implica que lo amo, lo aprecio y estimo…pero mi corazón ya pertenece a alguien- murmuro a su oído besando su mejilla –ambos son mis amigos si, pero decidi solo ser pareja de uno ¿no?...- apoyo sus manos sobre sus piernas inclinándose hacia el.
-ahora hay que arreglar este desastre- asevero con aquella pasividad que parecía adherida a su rostro, beso sus labios, un beso que prometía ser corto y que le dejo pegado a el, un beso que tuvo fin en la punta de su nariz –cada persona tiene su lugar, el merecido y querido…el tuyo se encuentra muy por encima de los demás, no deberías dudar eso-le indico entregándole el bote con pegamento.
Sonrio de medio lado –si separas las piezas terminaremos mas rápido- le indico cuestionándose, como era posible que el enojo desapareciera con la rapidez que le habia azotado, imposible era enojarse al grado de desear no verle, por que estaba seguro que en el camino de regreso un arranque de rabia lo atacaría, rabia hacia si mismo, por haberle dejado solo.
Anuar Dutuescu- Humano Clase Baja
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Re: Here I am [Soren]
De repente Anuar comparaba a Eric con Gerard. Parpadeó confuso ¿Podía ser eso posible? Pensó por unos instantes en lo que sentía por Gerard y recordó que había estado dispuesto a arriesgarse por él en una ocación. Le apreciaba inmensamente, casi le veía como el hermano menor que nunca había tenido y adoraba la idea de que fuera su alumno, de poder enseñarle muchas cosas, sin embargo no podía imaginarse así mismo besando y acariciando a Gerard como lo había hecho con Anuar... quizás sólo bebiendo de su sangre.
-No deseo besar a Gerard... - Murmuró y entonces se quedó estático y en silencio cuando Anuar se había acercado aún más, diciéndo esas cosas cerca de su oído. Encendiendo ese fuego interior que, sólo ese chico podía encender. Y entonces fue como si se hubiese montado en un cohete de metal, como aquel que salía en el libro de Julio Verne y viajara a toda velocidad directo a las estrellas. Cerró los ojos perdiéndose en en los labios del chico, flotando en algún punto no conocido del espacio sideral, en donde sólo existía la verdad que de los labios de Anuar brotaba y ese desbordante sentimiento de ser alguien realmente especial para él. No un amigo más.
¡Tengo un lugar en su corazón! Gritó con todas sus fuerzas a las estrellas y planetas a su alrededor ¡Un lugar que es sólo mio y de nadie más! Agregó hasta quedarse afónico.
Cuando volvió a la tierra, a Francia y más concretamente a París, es decir, cuando Anuar decidió cortar el beso, se encontró sonriendo como un auténtico tonto. Todo rastro de ese sentimiento nauseabundo y molesto, desapareciendo para dar paso a un color amarillo muy intenso en su interior. Ignoró la petición del chico lanzándose sobre él como un cachorro juguetón, tumbándolo sobre unas cajas detrás de él. Buscó los labios que anteriormente se le habían negado y volvió a besarlo, sin prisas y sin intención de terminarlo pronto, apoyó sus brazos a ambos lados del cuerpo del chico quedando sobre él, aprisionándolo contra su cuerpo.
-No deseo besar a Gerard... - Murmuró y entonces se quedó estático y en silencio cuando Anuar se había acercado aún más, diciéndo esas cosas cerca de su oído. Encendiendo ese fuego interior que, sólo ese chico podía encender. Y entonces fue como si se hubiese montado en un cohete de metal, como aquel que salía en el libro de Julio Verne y viajara a toda velocidad directo a las estrellas. Cerró los ojos perdiéndose en en los labios del chico, flotando en algún punto no conocido del espacio sideral, en donde sólo existía la verdad que de los labios de Anuar brotaba y ese desbordante sentimiento de ser alguien realmente especial para él. No un amigo más.
¡Tengo un lugar en su corazón! Gritó con todas sus fuerzas a las estrellas y planetas a su alrededor ¡Un lugar que es sólo mio y de nadie más! Agregó hasta quedarse afónico.
Cuando volvió a la tierra, a Francia y más concretamente a París, es decir, cuando Anuar decidió cortar el beso, se encontró sonriendo como un auténtico tonto. Todo rastro de ese sentimiento nauseabundo y molesto, desapareciendo para dar paso a un color amarillo muy intenso en su interior. Ignoró la petición del chico lanzándose sobre él como un cachorro juguetón, tumbándolo sobre unas cajas detrás de él. Buscó los labios que anteriormente se le habían negado y volvió a besarlo, sin prisas y sin intención de terminarlo pronto, apoyó sus brazos a ambos lados del cuerpo del chico quedando sobre él, aprisionándolo contra su cuerpo.
Soren Kaarkarogf- Vampiro Clase Baja
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Re: Here I am [Soren]
Sonrio de medio lado –yo tampoco quiero besar a Eric- asevero con calma, no solo aliviado de haberle hecho ver la diferencia entre ambos sino de haberse hecho a si mismo percatarse de aquellos innecesarios celos que no hacían sino complicar el momento, recordaba aun como presa de aquel arrebato de ira e incertidumbre había salido de la cafetería para después no verle por una semana, una semana de tortuosos pensamientos, si algo le pasaba a aquel, su vampiro, no estaba seguro de hasta que punto seria capaz de llegar y tampoco estaba seguro de querer planteárselo, porque no deseaba verse en una situación como la que su negativa mente se esmeraba aveces en plantearle.
Dejo escapar una suave risotada cuando el vampiro se abalanzo sobre el estrechándolo entre un montón de cajas y su propio cuerpo, la risa se ahogo en aquel beso, sus labios pereciendo bailar una coreografía que solo los amantes podían conocer, viro el rostro apoyando su mano derecha sobre su cuello y la izquierda sobre su pecho, donde su corazón debería latir y podía jurar sentirlo, un suave tamboriteo que nunca antes se había detenido a presenciar, su ponía atención casi podía sentirlo.
Su cuerpo estremeció cuando su lengua busco espacio en los labios ajenos, aun conociendo cada recoveco con maestría su cuerpo se esmeraba en hacerle sentir como la primera vez, le hacia temblar bajo sus caricias y anhelar aquellos labios cuando nunca antes habia anhelado nada, no con la intensidad de mil soles –solo tus labios deseo, solo contigo quiero descubrir el mundo- pronuncio entrecortadamente a causa de los besos.
Bajo sus manos por su cuerpo hasta su cintura, jalando suavemente de el para estrecharlo contra su propio cuerpo, era el momentos como aquel que le rogaba al tiempo detenerse, sus más grandes plegarias eran pronunciadas para el, besaba, mordía y jugaba con sus labios como si a cada roce de estos manase algun preciado elixir, mas no hacia falta aquello para desearlos, entreabrió los parpados para observarle con aquella cercanía.
Dejo escapar una suave risotada cuando el vampiro se abalanzo sobre el estrechándolo entre un montón de cajas y su propio cuerpo, la risa se ahogo en aquel beso, sus labios pereciendo bailar una coreografía que solo los amantes podían conocer, viro el rostro apoyando su mano derecha sobre su cuello y la izquierda sobre su pecho, donde su corazón debería latir y podía jurar sentirlo, un suave tamboriteo que nunca antes se había detenido a presenciar, su ponía atención casi podía sentirlo.
Su cuerpo estremeció cuando su lengua busco espacio en los labios ajenos, aun conociendo cada recoveco con maestría su cuerpo se esmeraba en hacerle sentir como la primera vez, le hacia temblar bajo sus caricias y anhelar aquellos labios cuando nunca antes habia anhelado nada, no con la intensidad de mil soles –solo tus labios deseo, solo contigo quiero descubrir el mundo- pronuncio entrecortadamente a causa de los besos.
Bajo sus manos por su cuerpo hasta su cintura, jalando suavemente de el para estrecharlo contra su propio cuerpo, era el momentos como aquel que le rogaba al tiempo detenerse, sus más grandes plegarias eran pronunciadas para el, besaba, mordía y jugaba con sus labios como si a cada roce de estos manase algun preciado elixir, mas no hacia falta aquello para desearlos, entreabrió los parpados para observarle con aquella cercanía.
Anuar Dutuescu- Humano Clase Baja
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Re: Here I am [Soren]
En varias ocaciones, Soren había tendido la impresión de que luego de un momento tan abrumante de felicidad (justo como aquel) iba a despertarse para encontrarse en un viejo y desgastado ataúd en Suecia. Seguro que todo era un sueño que había tenido durante el día, un sueño muy detallado en el cual, conocía a un pintor en un bosque y terminaba sumergiéndose en una increíble aventura en la que se entregaba por primera vez a una persona que creía querer de verdad.
Abrió los ojos esperando despertar en la oscuridad de su ataúd y se encontró con el rostro de Anuar aún allí, se encontró con su tibio aliento, pronunciando cosas que parecían ser producto de su propia cabeza y de un sueño que nunca pensó se haría realidad. Ser importante para alguien, sentirse querido por lo que realmente era, sin tener que fingir.
-Estaba muy...molesto – Aceptó al fin, porque en ese momento el orgullo había desaparecido y no le importaba cuan patético pudiera parecer – Sentí tanta rabia... que a la primera provocación de Eric, no dudé en responder a los golpes como un animal – Comentó separándo sus labios de los del chico, pero sin quitarse de encima de él. - ¿Que debo hacer con estos sentimientos Anuar? - Le preguntó mirándolo con inocencia.
- Nunca...nunca me había sentido así... nunca había sentido la necesidad de mostrarle a alguien más que... - Se quedó callado, porque le pareció que decir que Anuar le pertenecía era bastante falto de modales, Anuar no era una pertenencia, era una persona – Soy tuyo – Dijo al fin invirtiendo los papeles – Nunca habría peleado contra Eric de haberle conocido en otras circunstancias... no es un mal hombre, sólo está... fuera de control... como la mayoría de nosotros – Murmuró – Entonces dime... ¿Va a ser así siempre? ¿Iré por ahí peleando contra otros como una bestia, sólo para sentirme seguro? -
Abrió los ojos esperando despertar en la oscuridad de su ataúd y se encontró con el rostro de Anuar aún allí, se encontró con su tibio aliento, pronunciando cosas que parecían ser producto de su propia cabeza y de un sueño que nunca pensó se haría realidad. Ser importante para alguien, sentirse querido por lo que realmente era, sin tener que fingir.
-Estaba muy...molesto – Aceptó al fin, porque en ese momento el orgullo había desaparecido y no le importaba cuan patético pudiera parecer – Sentí tanta rabia... que a la primera provocación de Eric, no dudé en responder a los golpes como un animal – Comentó separándo sus labios de los del chico, pero sin quitarse de encima de él. - ¿Que debo hacer con estos sentimientos Anuar? - Le preguntó mirándolo con inocencia.
- Nunca...nunca me había sentido así... nunca había sentido la necesidad de mostrarle a alguien más que... - Se quedó callado, porque le pareció que decir que Anuar le pertenecía era bastante falto de modales, Anuar no era una pertenencia, era una persona – Soy tuyo – Dijo al fin invirtiendo los papeles – Nunca habría peleado contra Eric de haberle conocido en otras circunstancias... no es un mal hombre, sólo está... fuera de control... como la mayoría de nosotros – Murmuró – Entonces dime... ¿Va a ser así siempre? ¿Iré por ahí peleando contra otros como una bestia, sólo para sentirme seguro? -
Soren Kaarkarogf- Vampiro Clase Baja
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Re: Here I am [Soren]
Se quedo bajo el observándole mientras hablaba, acariciando sus brazos con tranquilidad y sin cuidado de donde sus dedos llevaban aunque con aquel suave roce que un relojero debía envidiar –debemos eliminarlos- aseguro con tranquilidad y firmeza, a aquella clase de sentimientos habia que erradicarlos sin mas, impedirles vivienda dentro de uno, necesitaban contrarrestar, como una guerra que no podían aquellos vencer pues de ser asi no quedaría nada mas que enojo, molestia y una ira irracional contra quienes nada tenían que ver o en su defecto al causante de dicho sentimiento, el no deseaba que Soren terminase odiando a Eric o en el peor de los casos, a el.
-tiene un dolor aquí- murmuro colocando su mano sobre el pecho del vampiro, apretándolo con suavidad –que no lo deja en paz- le indico recordando hasta donde le habia llevado a obrar aquel recuerdo doloroso, la imagen del sacerdote contra la pared pidiéndole a gritos clemencia resonó en sus oídos obligándole a abrazar a Soren –eso yo no lo puedo decidir…¿vale la pena todo esto…-señalo el resto de la tienda con la mirada –por unos instantes de seguridad?- le cuestiono suponiendo que solo Soren podia ser moderador de aquella respuesta.
-no puedo detenerte de pelear si con eso eres feliz…solo no esperes que el dia que me quede en medio decida estar de brazos cruzados porque no importa que, me quedaría contigo- aseguro quitando algunos mechones de su frente, lo habia comprobado ya cuando nisiquiera le conocía y en el bosque, recordaba aun la herida causada por el hombre lobo en su vientre, recordaba el agonizante dolor y los días siguientes en cama, recordaba el incidente en los campos y las quemaduras que le siguieron, recordaba la curación de la bruja y la desaparición de la misma.
-tiene un dolor aquí- murmuro colocando su mano sobre el pecho del vampiro, apretándolo con suavidad –que no lo deja en paz- le indico recordando hasta donde le habia llevado a obrar aquel recuerdo doloroso, la imagen del sacerdote contra la pared pidiéndole a gritos clemencia resonó en sus oídos obligándole a abrazar a Soren –eso yo no lo puedo decidir…¿vale la pena todo esto…-señalo el resto de la tienda con la mirada –por unos instantes de seguridad?- le cuestiono suponiendo que solo Soren podia ser moderador de aquella respuesta.
-no puedo detenerte de pelear si con eso eres feliz…solo no esperes que el dia que me quede en medio decida estar de brazos cruzados porque no importa que, me quedaría contigo- aseguro quitando algunos mechones de su frente, lo habia comprobado ya cuando nisiquiera le conocía y en el bosque, recordaba aun la herida causada por el hombre lobo en su vientre, recordaba el agonizante dolor y los días siguientes en cama, recordaba el incidente en los campos y las quemaduras que le siguieron, recordaba la curación de la bruja y la desaparición de la misma.
Anuar Dutuescu- Humano Clase Baja
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Re: Here I am [Soren]
No esperaba que Anuar le resolviera esa duda, porque seguramente era de esas cosas que sólo uno podía resolver. Pero el chico decía que debían eliminarlos, entonces así sería. Los eliminaría, lentamente debía aprender hacerlo, como había aprendido tantas cosas gracias a ese humano. Sintió su mano sobre su pecho y sonrió débilmente a pesar de todo.
-Es irónico... que sienta dolor... algo que ya está muerto – Comentó escuchando las palabras del chico, se quedó pensativo frente a lo que decía sobre si valía la pena o no, giró su rostro y observó a su alrededor, Anuar tenía razón, no valía la pena llegar a esos extremos por un sentimiento así, entonces una vez pasada la preocupación por saber lo que el chico pensaba y sentía sobre Eric, la segunda preocupación llegó a su mente y fue consciente de lo terrible que era que su tienda estuviera en ese estado.
-Tienes razón... mi pobre tienda – Murmuró observándo el panorama con melancolía – Hay tantas cosas que me ha costado tanto conseguir y que han sobrevivido a los años, llevando historias maravillosas en su interior... y ahora están por ahí en el suelo – Comentó con un prolongado suspiro – Pero soy afortunado de tener al experto en reparaciones justo aquí conmigo – Agregó depositando un beso fugaz en los labios.
- Por cierto ya que lo mencionas... tengo una pregunta... - Dijo al final, cuando le escuchó decir que no se quedaría de brazos cruzados, comezó a sentirse colorado mientras pensaba como formularla - … ¿Tu pelearías por mi? - Dijo al fin. No lograba imaginarse a Anuar dándose golpes con otro (¿quizás Gerard?) en un bar.
-Es irónico... que sienta dolor... algo que ya está muerto – Comentó escuchando las palabras del chico, se quedó pensativo frente a lo que decía sobre si valía la pena o no, giró su rostro y observó a su alrededor, Anuar tenía razón, no valía la pena llegar a esos extremos por un sentimiento así, entonces una vez pasada la preocupación por saber lo que el chico pensaba y sentía sobre Eric, la segunda preocupación llegó a su mente y fue consciente de lo terrible que era que su tienda estuviera en ese estado.
-Tienes razón... mi pobre tienda – Murmuró observándo el panorama con melancolía – Hay tantas cosas que me ha costado tanto conseguir y que han sobrevivido a los años, llevando historias maravillosas en su interior... y ahora están por ahí en el suelo – Comentó con un prolongado suspiro – Pero soy afortunado de tener al experto en reparaciones justo aquí conmigo – Agregó depositando un beso fugaz en los labios.
- Por cierto ya que lo mencionas... tengo una pregunta... - Dijo al final, cuando le escuchó decir que no se quedaría de brazos cruzados, comezó a sentirse colorado mientras pensaba como formularla - … ¿Tu pelearías por mi? - Dijo al fin. No lograba imaginarse a Anuar dándose golpes con otro (¿quizás Gerard?) en un bar.
Soren Kaarkarogf- Vampiro Clase Baja
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