AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Here I am [Soren]
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Here I am [Soren]
Recuerdo del primer mensaje :
El dia habia transcurrido de una manera tortuosamente lenta, el tiempo se habia convertido ahora en su mas temido y respetado enemigo, rogaba a veces al cielo que transcurriera con mas lentitud y otras que avanzara sin aquel sosiego que parecía embargarlo siempre que deseaba rapidez, aquel dia no era la excepción quería que el sol se ocultase ya y asi poder salir en búsqueda de aquella tienda que por dueño tenia a un vampiro, suponía, que de dia no lograría encontrarlo a el sino algun ayudante, quizas el mismo que le habia ayudado a hacer la comida de la velada.
Salio de su piso con la camisa blanca y el chaleco negro por encima, bajando los peldaños a grandes zancadas, aquellos a pedazos se caían y arrastraban consigo el murmuro de las voces de antaño, a veces temia que lo que se hablaba arriba resbalase hasta el primer piso directo a oídos de cualquier transeúnte. Salio varias horas antes del ocaso por temor de no dar con prontitud con la tienda y que entonces, cuando quería que el tiempo cesase de andar este comenzara a hacerlo con mayor prisa.
-disculpe- abordo a un señor que pasaba por la calle -¿sabe donde esta la tienda de antigüedades?- le cuestiono recibiendo un bufido y una negación por respuesta, el señor paso de largo con un andar presuroso, al parecer el tiempo también a el lo agobiaba, un divertido juego debía ser aquel para decidir hacerlo con la mayoría de las personas.
-doamna…podría indicarme ¿Dónde queda la tienda de antigüedades?- le cuestiono a una señora de porte ostentoso, supuso que debería saber dado que sus telas y objetos parecían ser piezas de arte de algun museo de tierras lejanas, la señora asintió dándole las indicaciones a duras penas, negando y repitiéndolas, cambiando siempre algun detalle –no debería tardar en llegar- le indico antes de marcharse con aquel pomposo andar y vaivén de caderas. Suspiro andando por las calles indicadas en un tormentoso silencio.
La ultima vez que se habían visto se habían quedado dormidos, el carruaje habia llegado antes del ocaso de modo que habia tenido que marcharse sin despedirse, habia entregado al caballo y habia emprendido el camino de regreso, durmiendo la mayor parte del tiempo y recibiendo los mismo cuidados. Dejo caer la nuca sobre la espalda observando los nombres de los puestos que se alzaban de un lado a otro de la calle, se fijo entonces en uno diferente del resto y se imagino co claridad a Soren dentro de el.
Toco a la puerta intentando abrirla aunque esta parecía estar cerrada, pego el oído a la puerta tocando nuevamente –hola…- llamo en voz baja alejándose unos pasos para inspeccionar el lugar desde afuera.
El dia habia transcurrido de una manera tortuosamente lenta, el tiempo se habia convertido ahora en su mas temido y respetado enemigo, rogaba a veces al cielo que transcurriera con mas lentitud y otras que avanzara sin aquel sosiego que parecía embargarlo siempre que deseaba rapidez, aquel dia no era la excepción quería que el sol se ocultase ya y asi poder salir en búsqueda de aquella tienda que por dueño tenia a un vampiro, suponía, que de dia no lograría encontrarlo a el sino algun ayudante, quizas el mismo que le habia ayudado a hacer la comida de la velada.
Salio de su piso con la camisa blanca y el chaleco negro por encima, bajando los peldaños a grandes zancadas, aquellos a pedazos se caían y arrastraban consigo el murmuro de las voces de antaño, a veces temia que lo que se hablaba arriba resbalase hasta el primer piso directo a oídos de cualquier transeúnte. Salio varias horas antes del ocaso por temor de no dar con prontitud con la tienda y que entonces, cuando quería que el tiempo cesase de andar este comenzara a hacerlo con mayor prisa.
-disculpe- abordo a un señor que pasaba por la calle -¿sabe donde esta la tienda de antigüedades?- le cuestiono recibiendo un bufido y una negación por respuesta, el señor paso de largo con un andar presuroso, al parecer el tiempo también a el lo agobiaba, un divertido juego debía ser aquel para decidir hacerlo con la mayoría de las personas.
-doamna…podría indicarme ¿Dónde queda la tienda de antigüedades?- le cuestiono a una señora de porte ostentoso, supuso que debería saber dado que sus telas y objetos parecían ser piezas de arte de algun museo de tierras lejanas, la señora asintió dándole las indicaciones a duras penas, negando y repitiéndolas, cambiando siempre algun detalle –no debería tardar en llegar- le indico antes de marcharse con aquel pomposo andar y vaivén de caderas. Suspiro andando por las calles indicadas en un tormentoso silencio.
La ultima vez que se habían visto se habían quedado dormidos, el carruaje habia llegado antes del ocaso de modo que habia tenido que marcharse sin despedirse, habia entregado al caballo y habia emprendido el camino de regreso, durmiendo la mayor parte del tiempo y recibiendo los mismo cuidados. Dejo caer la nuca sobre la espalda observando los nombres de los puestos que se alzaban de un lado a otro de la calle, se fijo entonces en uno diferente del resto y se imagino co claridad a Soren dentro de el.
Toco a la puerta intentando abrirla aunque esta parecía estar cerrada, pego el oído a la puerta tocando nuevamente –hola…- llamo en voz baja alejándose unos pasos para inspeccionar el lugar desde afuera.
Última edición por Anuar Dutuescu el Dom Dic 26, 2010 10:59 pm, editado 2 veces
Anuar Dutuescu- Humano Clase Baja
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Re: Here I am [Soren]
-deben ser como los cuadros…no todos logran descifrar su verdadero contenido, porque todos cuentan una historia- murmuro y había sido aquel el motivo por el cual en un principio no había deseado que el vampiro viera su galería y ahora no importaba porque sus cuadros re regaban por todo Paris en casas humildes y de gente trastornada y dudaba volver a crear como lo habia hecho antes y como en su momento le habia librado de tantos pesares, su único medio de expresión, creía el, su arte, mas querer también era arte y en la mas pura esencia.
Le miro cuando dijo aquello, lo guardaba como a un tesoro decía el, le recordaba que habia alguien entre tantas personas especial en la medida de ser preciado ¿Qué tenia el que le recordase al vampiro? No le hacia falta nada mas que cerrar los ojos e inspirar, la textura de su cama le traia fugaces imágenes, el olor de la pintura le recordaba aquel lienzo vivo, las sandias daban a todo un toque pintoresco aunque no estaban ya en temporada de.
Lo pensó unos instantes ¿no vivía Gerard con el? ¿y no le habia amenazado la ultima vez que se habían visto? Mas si pretendía pedirle a Soren un trato indiferente con Eric el debía intentar lo mismo, ver a Gerard como uno mas, sin recelo ni sentires porque era su amigo a fin de cuentas –me parece bien- aseguro en voz baja pensando –podria venir aquí y después partir…o podrías ir a mi piso, lo que te parezca mas conveniente- murmuro fijándose en un objeto en el suelo, una pequeña muñeca de porcelana, una bailarina, no era mayor a la extensión de su mano y le fata un brazo a la pobre mujer. Se agacho recogiendo el objeto, recorrió con el dedo índice su rostro y silueta preguntándose, que podia ser tan maravilloso en aquel cuerpo.
Alzo la mirada nuevamente sonriendo de medio lado -¿te importa si la conservo?- le cuestiono con apacible calma, mostrándole el objeto reposando en su mano a la altura de su rostro.
Le miro cuando dijo aquello, lo guardaba como a un tesoro decía el, le recordaba que habia alguien entre tantas personas especial en la medida de ser preciado ¿Qué tenia el que le recordase al vampiro? No le hacia falta nada mas que cerrar los ojos e inspirar, la textura de su cama le traia fugaces imágenes, el olor de la pintura le recordaba aquel lienzo vivo, las sandias daban a todo un toque pintoresco aunque no estaban ya en temporada de.
Lo pensó unos instantes ¿no vivía Gerard con el? ¿y no le habia amenazado la ultima vez que se habían visto? Mas si pretendía pedirle a Soren un trato indiferente con Eric el debía intentar lo mismo, ver a Gerard como uno mas, sin recelo ni sentires porque era su amigo a fin de cuentas –me parece bien- aseguro en voz baja pensando –podria venir aquí y después partir…o podrías ir a mi piso, lo que te parezca mas conveniente- murmuro fijándose en un objeto en el suelo, una pequeña muñeca de porcelana, una bailarina, no era mayor a la extensión de su mano y le fata un brazo a la pobre mujer. Se agacho recogiendo el objeto, recorrió con el dedo índice su rostro y silueta preguntándose, que podia ser tan maravilloso en aquel cuerpo.
Alzo la mirada nuevamente sonriendo de medio lado -¿te importa si la conservo?- le cuestiono con apacible calma, mostrándole el objeto reposando en su mano a la altura de su rostro.
Anuar Dutuescu- Humano Clase Baja
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Re: Here I am [Soren]
-Es verdad... todos los objetos guardan una historia – Comentó caminando hasta su propio escritorio y comenzando a recoger y organizar los papeles desperdigados por doquier - ¿Sabes cual es el lema de mi tienda? Es 'Compre con su corazón y no con su bolsillo' – Le comentó acomodando los papeles en un montonsito, despejando así una parte del escritorio – No le vendo a todo el que entra por esa puerta... no me importa el dinero, para alguien como yo, acumular riquezas es simplemente absurdo, cuando llega un nuevo cliente, le estudio y observo con detalle, descubro primero las razones por las cuales quiere comprar el objeto y si realmente lo valora desde su corazón y no solamente quiere llenar una pulca vitrina en su mansión, se lo vendo -
Dejó escapar un suspiro, mientras se agachaba para recoger los libros de contabilidad de la tienda ahora caídos bajo el escritorio – Por eso no vendo mucho – Comentó gateando y metiéndose bajo el escritorio, donde descubrió la pluma que había estado buscando desde el comienzo de la noche – ¡Aquí estabas niña traviesa! -
Invitar a alguien a su casa no era un paso fácil, nadie más la conocía. No había invitado nunca a Anuar no porque desconfiara de él, sino porque pensaba que debía ser algo más especial, quería darle la importancia que se merecía. - Es bastante cerca de aquí, un par de cuadras, si puedes venir aquí, podríamos ir caminando – Le explicó y entonces se le ocurrió que Anuar se preguntaría el porque no lo invitaba esa misma noche, Gerard ya no vivía con él, a raíz de su semana bajo tierra, el pobre muchacho había regresado a vivir con sus compañeros en la residencia.
-No te pido que vallamos ahora porque... - Agregó aún bajo la mesa, sintiendo las mejillas coloradas – Está muy desorganizado... no quiero que pase como con la tienda, quiero que vallas a mi casa y esté presentable para ti – Concluyó, terminando de recoger los libros y la pluma, asomó su cabeza por debajo del escritorio y entonces vio cuando Anuar cogía la bailarina.
- ¡Nooooo! - Gritó y se golpeó la cabeza con el borde del escritorio – ¡La estatuilla maldita del carnaval del diablo! No la toq...ques – Demasiado tarde, el chico ya la tenía en sus manos.
Dejó escapar un suspiro, mientras se agachaba para recoger los libros de contabilidad de la tienda ahora caídos bajo el escritorio – Por eso no vendo mucho – Comentó gateando y metiéndose bajo el escritorio, donde descubrió la pluma que había estado buscando desde el comienzo de la noche – ¡Aquí estabas niña traviesa! -
Invitar a alguien a su casa no era un paso fácil, nadie más la conocía. No había invitado nunca a Anuar no porque desconfiara de él, sino porque pensaba que debía ser algo más especial, quería darle la importancia que se merecía. - Es bastante cerca de aquí, un par de cuadras, si puedes venir aquí, podríamos ir caminando – Le explicó y entonces se le ocurrió que Anuar se preguntaría el porque no lo invitaba esa misma noche, Gerard ya no vivía con él, a raíz de su semana bajo tierra, el pobre muchacho había regresado a vivir con sus compañeros en la residencia.
-No te pido que vallamos ahora porque... - Agregó aún bajo la mesa, sintiendo las mejillas coloradas – Está muy desorganizado... no quiero que pase como con la tienda, quiero que vallas a mi casa y esté presentable para ti – Concluyó, terminando de recoger los libros y la pluma, asomó su cabeza por debajo del escritorio y entonces vio cuando Anuar cogía la bailarina.
- ¡Nooooo! - Gritó y se golpeó la cabeza con el borde del escritorio – ¡La estatuilla maldita del carnaval del diablo! No la toq...ques – Demasiado tarde, el chico ya la tenía en sus manos.
Soren Kaarkarogf- Vampiro Clase Baja
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Re: Here I am [Soren]
Su reacción le hizo por un segundo pensar en soltar la estatuilla y dejarla estamparse y perderse nuevamente en el suelo, mas algo se lo impidió y no estuvo seguro que fuese un instinto subjetivo -¿Cómo podría esto estar maldito?- le cuestiono girándole entre sus dedos, avanzano rodeando los demás objetos en el suelo hasta donde Soren estaba, sujetándola por los pies frente a la vista de ambos, era inusual como aun después de haber sido el contenedor de una posesión su mente no concediera la realidad de aquel hecho ¿Cómo podia un objeto brindar buena o mala suerte? Conocía la brujería mas aquellas cosas eran diferente, un objeto no podia definir el rumbo de las cosas.
-¿Qué ocurrirá ahora?...debo hacer algun ritual para anular la maldición- le cuestiono en completa calma, sentandoce para observar la figurilla ante sus ojos, le giraba entre sus dedos recorriendo su esbelta figura, sus ojos se fijaron en aquellos de porcelana y por un segundo le pareció que lo observaban con fijeza. Suponia que la maldición suponía algunos sucesos catastróficos para su persona, quizas una impedimenta a la felicidad o un trayecto rápido a la muerte, quizas eran solo discrepancias ante sus ideas, cual fuese el motivo era ilógico y divertido.
-¿y si la regreso a su lugar...anulare asi la maldición?- su mirada se perdió sobre el suelo, quizas tenia alguna base del mismo material, o iba montada sobre una caja de madera, quizas era e broche de un alhajero o la tapa de un polvero, recordaba que su madre tenia uno con una paloma en la parte superior, la sujetaba de ahí para destapar el embase y usar su contenido, recordaba también toser cuando aquel polvo blanco rozaba su rostro.
-no concibo que este objeto pueda estar maldito- confeso depositándolo sobre la mesa -¿en que se basa esta leyenda?- demasiadas preguntas se formulaban en su mente como para intentar acallarlas todas -¿Cómo la has conseguido? ¿y porque tienes un objeto maldito aquí?- enarco una ceja virando el rostro de un lado al otro, mareado, por la falta de información.
-¿Qué ocurrirá ahora?...debo hacer algun ritual para anular la maldición- le cuestiono en completa calma, sentandoce para observar la figurilla ante sus ojos, le giraba entre sus dedos recorriendo su esbelta figura, sus ojos se fijaron en aquellos de porcelana y por un segundo le pareció que lo observaban con fijeza. Suponia que la maldición suponía algunos sucesos catastróficos para su persona, quizas una impedimenta a la felicidad o un trayecto rápido a la muerte, quizas eran solo discrepancias ante sus ideas, cual fuese el motivo era ilógico y divertido.
-¿y si la regreso a su lugar...anulare asi la maldición?- su mirada se perdió sobre el suelo, quizas tenia alguna base del mismo material, o iba montada sobre una caja de madera, quizas era e broche de un alhajero o la tapa de un polvero, recordaba que su madre tenia uno con una paloma en la parte superior, la sujetaba de ahí para destapar el embase y usar su contenido, recordaba también toser cuando aquel polvo blanco rozaba su rostro.
-no concibo que este objeto pueda estar maldito- confeso depositándolo sobre la mesa -¿en que se basa esta leyenda?- demasiadas preguntas se formulaban en su mente como para intentar acallarlas todas -¿Cómo la has conseguido? ¿y porque tienes un objeto maldito aquí?- enarco una ceja virando el rostro de un lado al otro, mareado, por la falta de información.
Anuar Dutuescu- Humano Clase Baja
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Re: Here I am [Soren]
Se levantó sobándose la cabeza, saliendo debajo de la mesa, observando la calma con la que el chico hablaba sobre una maldición, seguramente no creía ni una sola palabra lo que decía, lo cual era sumamente irónico, teniendo en cuenta de el circulo social del chico se componía de vampiros y brujas. Escuchó sus preguntas, la curiosidad se reflejaba en sus ojos como se reflejaría en los de un niño de 5 años que recién descubre que al correr por las calles, la luna lo persigue a sus espaldas. Sintió ternura por su ingenuidad y se acercó a él tomando la estaquilla gitana entre sus manos.
-Hace unos meses, cuando no nos conocíamos aún, hice un negocio con un comerciante Gitano que siempre me vende cosas interesantes – Comenzó a contarle, mientras caminaba por la sala hasta el pegante que había sido olvidado en el suelo con la previa conmoción – Hace parte de una colección de 13 estatuillas, todas pertenecieron a un gitano famoso por sus trucos y sus tesoros, hace cientos de años, antes de morir, el gitano las maldijo – Explicó tomando el pegánte, para organizar la pieza que se había safado.
“Aquel que no sea sangre de mi sangre que toque mi tesoro sufrirá de una espantosa muerte” - Declaró con tono solemne – “Pero aquel hijo de mis hijos, recibirá buena suerte en sus hurtos por el resto de su vida” Eso narra la leyenda... en otras palabras, si eres gitano, la maldición no te afecta y por el contrario recibes buena suerte – Explicó recordando al gitano Cam Rohan que había ido a la tienda huyendo de la dueña del restaorante Dupon y el detective Charles – La verdad es que, no podía evitar tener las estaquillas de mi tienda, además de ser preciosas obras de escultura en bronce, tienen una maravillosa historia llena de aventuras gitanas a sus espaldas -
Con una notoria torpes, colocó el pedazo fragmentado en su lugar sin encajarlo bien, le temblaban los dedos mientras lo hacía y entrecerraba los ojos como si aquella proeza fuera demasiad compleja. Cuando al fin pudo encajarla como era la presionó esperando que el pegante hiciera efecto.
-Hace unos meses, cuando no nos conocíamos aún, hice un negocio con un comerciante Gitano que siempre me vende cosas interesantes – Comenzó a contarle, mientras caminaba por la sala hasta el pegante que había sido olvidado en el suelo con la previa conmoción – Hace parte de una colección de 13 estatuillas, todas pertenecieron a un gitano famoso por sus trucos y sus tesoros, hace cientos de años, antes de morir, el gitano las maldijo – Explicó tomando el pegánte, para organizar la pieza que se había safado.
“Aquel que no sea sangre de mi sangre que toque mi tesoro sufrirá de una espantosa muerte” - Declaró con tono solemne – “Pero aquel hijo de mis hijos, recibirá buena suerte en sus hurtos por el resto de su vida” Eso narra la leyenda... en otras palabras, si eres gitano, la maldición no te afecta y por el contrario recibes buena suerte – Explicó recordando al gitano Cam Rohan que había ido a la tienda huyendo de la dueña del restaorante Dupon y el detective Charles – La verdad es que, no podía evitar tener las estaquillas de mi tienda, además de ser preciosas obras de escultura en bronce, tienen una maravillosa historia llena de aventuras gitanas a sus espaldas -
Con una notoria torpes, colocó el pedazo fragmentado en su lugar sin encajarlo bien, le temblaban los dedos mientras lo hacía y entrecerraba los ojos como si aquella proeza fuera demasiad compleja. Cuando al fin pudo encajarla como era la presionó esperando que el pegante hiciera efecto.
Soren Kaarkarogf- Vampiro Clase Baja
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Re: Here I am [Soren]
Escucho con atención la historia que el vampiro comenzaba a contarle como si fuese un cuento de esos que las madres narran para mandar a la cama a su angelillos, de aquellos cargados de emoción, aventuras y finales felices, los engaños que una madre hacia para robarle una sonrisa a sus criaturas y abrirle la puerta a los sueños que, tomando diversas figuras se mezclaban con las fantasías, los sueños eran mundos paralelos creados para gozar y después no poder recordar, el fin y el inicio no importaban sino las aventuras que en medio sucedían, le gusto imaginarse su vida como un sueño, sin un inicio ni un fin sino solo las experiencias que valían la pena.
Se acerco a el tomando la estatuilla de entre sus manos -¿Por qué las has tocado entonces?- le cuestiono apaciblemente pensando en cuántas muertes estrafalarias podían existir, podía ser aplastado por un carruaje, sentir como sus huesos se molían y después perecer sobre el camino por heridas internas, podía también morir ahogado sobre todo si tenía en cuenta que no sabía nadar, o quizás morir entre las lenguas de fuego de una hoguera fuesen peor castigo. Podrían conocer su agrado por los hombres, su agrado por Soren, lo condenarían entonces a la tortura quizás como en la época de la inquisición de había hecho, rechino los dientes al imaginar aquello, si, seguramente la tortura sería la peor de las muertes.
-si crees en la maldición no deberías haberla tocado- murmuro frunciendo el ceño porque quizás el no se preocupase en demasía por su propia muerte mas pensar en la del vampiro no le sentaba bien, el era una creatura eterna…no podía partir antes que el mismo. Apretó con suavidad el brazo contra el resto de la figurilla suspirando ¿Por qué su curiosidad se había detenido en aquel artefacto y no en cualquier otro? –te tiemblan las manos ¿te encuentras bien?- le cuestiono observándole con curiosidad y tangible preocupación, se imagino entonces que las paredes colapsaban y moría aplastado, que drástica solia ser su mente, negó imperceptiblemente humedeciendo sus labios los cuales parecían una tormenta de arena.
Se acerco a el tomando la estatuilla de entre sus manos -¿Por qué las has tocado entonces?- le cuestiono apaciblemente pensando en cuántas muertes estrafalarias podían existir, podía ser aplastado por un carruaje, sentir como sus huesos se molían y después perecer sobre el camino por heridas internas, podía también morir ahogado sobre todo si tenía en cuenta que no sabía nadar, o quizás morir entre las lenguas de fuego de una hoguera fuesen peor castigo. Podrían conocer su agrado por los hombres, su agrado por Soren, lo condenarían entonces a la tortura quizás como en la época de la inquisición de había hecho, rechino los dientes al imaginar aquello, si, seguramente la tortura sería la peor de las muertes.
-si crees en la maldición no deberías haberla tocado- murmuro frunciendo el ceño porque quizás el no se preocupase en demasía por su propia muerte mas pensar en la del vampiro no le sentaba bien, el era una creatura eterna…no podía partir antes que el mismo. Apretó con suavidad el brazo contra el resto de la figurilla suspirando ¿Por qué su curiosidad se había detenido en aquel artefacto y no en cualquier otro? –te tiemblan las manos ¿te encuentras bien?- le cuestiono observándole con curiosidad y tangible preocupación, se imagino entonces que las paredes colapsaban y moría aplastado, que drástica solia ser su mente, negó imperceptiblemente humedeciendo sus labios los cuales parecían una tormenta de arena.
Anuar Dutuescu- Humano Clase Baja
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Re: Here I am [Soren]
Levantó el rostro hacía el humano al escuchar su pregunta y lo miró con extrañeza como si la respuesta no fuera de por si ya muy obvia.
-Porque... ya estoy muerto – Aseveró como si fuera obvio – La maldición no puede 'matarme', aunque sospecho que lo de la mala suerte si es cierto – Continuó arrugando la nariz – Hace unos meses un gitano llamado Cam Rohan, se escondió en la tienda por un robo de comida en un prestigioso restaurante de la ciudad donde trabaja mi empleado – Le explicó, recordando aquello como si hubiese sido ayer – Un detective, con un par de policías y la mismisima dueña vinieron a la tienda porque algún chismoso le vio entrar aquí, robar comida no es la gran cosa, pero da la casualidad que ese día un importante noble había ido a almorzar y acusaron al gitano y a mi ayudante que tenía un trabajo de medio tiempo allí como mesero, de tener un complot para envenenarlo o algo así -
Resopló frunciendo el ceño, pensando en como los burgueses acusaban a inocentes de cualquier estupidez, perdidos dentro de su ostentoso ego, como si, buscaran llamar la atención todo el tiempo, sintiéndose importantes por el mero título con el que habían nacido.
-Debiste haber visto como Cam enfrentaba a los policías y como salió ileso de toda la pelea, escapó tan hábilmente, que hasta yo mismo me sorprendí ¿Y sabes que? Previamente su mirada se había posado en una de las estatuillas que estaban exhibidas en el estante, se paró allí y la tomó entre sus manos sin saber sobre ellas... era como si le hubiesen llamado silenciosamente – Continuó diciendo señalándole el lugar donde Cam se había parado, al final del corredor – Y escapó sin un rasguño, valla si le dio buena suerte al gitano -
Le quitó la estatuilla de las manos a Anuar, no de manera brusca pero si con urgencia, no le gustaba para nada que la sostuviera, Soren no creía en todas las leyendas populares y mitos urbanos, pero era mejor prevenir.
- Y a la semana siguiente unos ladrones llegaron a la tienda y me dispararon justo aquí – Continuó mostrando con su mano el omóplato derecho – No me mató pero me trajo mala suerte, así que no la toques más de la cuenta – Dictaminó con vehemencia. - No te preocupes por mis manos... es que soy torpe para estas cosas, tengo la motricidad fina de un mapache tuerto -
-Porque... ya estoy muerto – Aseveró como si fuera obvio – La maldición no puede 'matarme', aunque sospecho que lo de la mala suerte si es cierto – Continuó arrugando la nariz – Hace unos meses un gitano llamado Cam Rohan, se escondió en la tienda por un robo de comida en un prestigioso restaurante de la ciudad donde trabaja mi empleado – Le explicó, recordando aquello como si hubiese sido ayer – Un detective, con un par de policías y la mismisima dueña vinieron a la tienda porque algún chismoso le vio entrar aquí, robar comida no es la gran cosa, pero da la casualidad que ese día un importante noble había ido a almorzar y acusaron al gitano y a mi ayudante que tenía un trabajo de medio tiempo allí como mesero, de tener un complot para envenenarlo o algo así -
Resopló frunciendo el ceño, pensando en como los burgueses acusaban a inocentes de cualquier estupidez, perdidos dentro de su ostentoso ego, como si, buscaran llamar la atención todo el tiempo, sintiéndose importantes por el mero título con el que habían nacido.
-Debiste haber visto como Cam enfrentaba a los policías y como salió ileso de toda la pelea, escapó tan hábilmente, que hasta yo mismo me sorprendí ¿Y sabes que? Previamente su mirada se había posado en una de las estatuillas que estaban exhibidas en el estante, se paró allí y la tomó entre sus manos sin saber sobre ellas... era como si le hubiesen llamado silenciosamente – Continuó diciendo señalándole el lugar donde Cam se había parado, al final del corredor – Y escapó sin un rasguño, valla si le dio buena suerte al gitano -
Le quitó la estatuilla de las manos a Anuar, no de manera brusca pero si con urgencia, no le gustaba para nada que la sostuviera, Soren no creía en todas las leyendas populares y mitos urbanos, pero era mejor prevenir.
- Y a la semana siguiente unos ladrones llegaron a la tienda y me dispararon justo aquí – Continuó mostrando con su mano el omóplato derecho – No me mató pero me trajo mala suerte, así que no la toques más de la cuenta – Dictaminó con vehemencia. - No te preocupes por mis manos... es que soy torpe para estas cosas, tengo la motricidad fina de un mapache tuerto -
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Re: Here I am [Soren]
-el ser que vive dos veces puede también morir dos- le indico con calma negando, podría quedarse atascado en algun sitio sin techo, podrían capturarlo un grupo de empedernidos en asesinar vampiros, podia dejarlo atado a un árbol y aguardar por la salida de sol, podían prenderle fuego a su vivienda y dejarle morir en sueños, podían suceder tantas cosas de las cuales su imaginación era participe, no sabia entonces que haría porque con mayor facilidad aceptaría que el vampiro habia decidido marcharse y dejarlo atrás como un vago recuerdo de su vida inmortal mas fácil seria aquello a aceptar que no le volveria a ver jamás, que de algun modo irracional habia perecido y el jamás sabria la verdad.
-podrias escribir un libro de aventuras de tu vida- murmuro sonriendo de medio lado, observando el lugar imaginándose al habilidoso gitano correr de un lado a otro, sorteando golpes y regalándolos a diestra y siniestra, riendo a los cuatro vientos y jactándose de sus habilidades adquiridas en las calles y por el hurto, no antes habia conocido a uno y levantaban en el una extraña curiosidad, aquellos seres que valiéndose de sus cuerpos decidían vivir en la libertad aunque aquello implicase ser marginados y perseguidos por las autoridades al tener practica, éticamente erróneas. Si por ética se llamaba al criterio de un rey en lo correcto debían estar.
No dijo nada cuando le quito el artefacto de las manos, si realmente estaba maldito el tiempo que en sus manos yaciera no cambiaria el hecho, moriría de una forma trágica y si sus palabras eran ciertas no quedaba nada por hacer –te compararía mas con un topo- sonrio de medio lado –supongo que entonces…no puedo quedarme con ella- asegura en voz baja con cierto deje de tristeza, esperaba un si por respuesta, podría examinarla entonces con detalle, podría ver en ella lo que a el le faltaba y aunque no pudiese poseerlo lograría comprender lo que ahora no podia.
-podrias escribir un libro de aventuras de tu vida- murmuro sonriendo de medio lado, observando el lugar imaginándose al habilidoso gitano correr de un lado a otro, sorteando golpes y regalándolos a diestra y siniestra, riendo a los cuatro vientos y jactándose de sus habilidades adquiridas en las calles y por el hurto, no antes habia conocido a uno y levantaban en el una extraña curiosidad, aquellos seres que valiéndose de sus cuerpos decidían vivir en la libertad aunque aquello implicase ser marginados y perseguidos por las autoridades al tener practica, éticamente erróneas. Si por ética se llamaba al criterio de un rey en lo correcto debían estar.
No dijo nada cuando le quito el artefacto de las manos, si realmente estaba maldito el tiempo que en sus manos yaciera no cambiaria el hecho, moriría de una forma trágica y si sus palabras eran ciertas no quedaba nada por hacer –te compararía mas con un topo- sonrio de medio lado –supongo que entonces…no puedo quedarme con ella- asegura en voz baja con cierto deje de tristeza, esperaba un si por respuesta, podría examinarla entonces con detalle, podría ver en ella lo que a el le faltaba y aunque no pudiese poseerlo lograría comprender lo que ahora no podia.
Anuar Dutuescu- Humano Clase Baja
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Re: Here I am [Soren]
-¿Tu crees? - Indagó ante la afirmación de que podía morir dos veces – Quizás... pero lo que si es cierto, es la mala suerte que me ha traído – Se quedó pensativo – Aunque pensándolo bien... he tenido mala suerte desde siempre – Se encogió de hombros como si aquello no tuviera mucha importancia.
-¿Un libro? - Exclamó entre sorprendido y divertido - ¿Quien lo leería? - Preguntó intentando alejar la atención de Anuar de la estatuilla porque si le pasaba algo al chico por culpa de la maldita figura, no se lo perdonaría nunca. - El problema sería que el mejor capitulo no podría ser escrito – Continuó con un fingido suspiro de abatimiento – El capitulo más emocionante de mi vida, debería mantenerse en secreto...- Agregó comenzándo a sentirse avergonzado de nuevo, sus mejillas coloreándose en rojo – Ya sabes... el capitulo donde apareces tu -
Carraspeó sin devolverle la estatuilla, escuchando como el chico lo comparaba con un topo, ¡el colmo! De inmediato intentó pensar en un animal al cual pudiera parecerse Anuar, pero nada vino a su mente por el momento, quizás un zorro porque era astuto o un gato por su delicado y elegante andar, pero de todas formas el topo seguía siendo un animal mucho más feo, torpe y cegatón... frunció el ceño entendiendo al fin porque le había llamado así.
-Tu eres un conejo enano – Dijo al fin luego de pensárselo muy bien – Un conejo terco de orejas caídas – Agregó estirando los labios en un involuntario puchero.
- ¿Porque te gustan las cosas malditas? - Se quejó volviéndo a mirarle a los ojos – Te gusta rodearte de vampiros y cosas peligrosas ¿Eh? ¡Conejo travieso de orejas caídas! -
(( Conejo de orejas caidas:
))
-¿Un libro? - Exclamó entre sorprendido y divertido - ¿Quien lo leería? - Preguntó intentando alejar la atención de Anuar de la estatuilla porque si le pasaba algo al chico por culpa de la maldita figura, no se lo perdonaría nunca. - El problema sería que el mejor capitulo no podría ser escrito – Continuó con un fingido suspiro de abatimiento – El capitulo más emocionante de mi vida, debería mantenerse en secreto...- Agregó comenzándo a sentirse avergonzado de nuevo, sus mejillas coloreándose en rojo – Ya sabes... el capitulo donde apareces tu -
Carraspeó sin devolverle la estatuilla, escuchando como el chico lo comparaba con un topo, ¡el colmo! De inmediato intentó pensar en un animal al cual pudiera parecerse Anuar, pero nada vino a su mente por el momento, quizás un zorro porque era astuto o un gato por su delicado y elegante andar, pero de todas formas el topo seguía siendo un animal mucho más feo, torpe y cegatón... frunció el ceño entendiendo al fin porque le había llamado así.
-Tu eres un conejo enano – Dijo al fin luego de pensárselo muy bien – Un conejo terco de orejas caídas – Agregó estirando los labios en un involuntario puchero.
- ¿Porque te gustan las cosas malditas? - Se quejó volviéndo a mirarle a los ojos – Te gusta rodearte de vampiros y cosas peligrosas ¿Eh? ¡Conejo travieso de orejas caídas! -
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Soren Kaarkarogf- Vampiro Clase Baja
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Re: Here I am [Soren]
-no estoy seguro de creer en la suerte- aseguro observando nuevamente los objetos que sobre el suelo yacían trozados en mil piezas diferente, se inclino comenzando a rebuscar algun otro que llamase su atención aquella noche tenia la intención de escuchar mil historias esplendidas para recordar cada dia, cada recordar que las fantasías existían y las realidad de algunos eran los sueños de los desdichados ¿Qué adolescente encerrado en su hogar no desearía poder andar sobre la espalda de un vampiro entre tejados? Sonrio de medio lado recogiendo un diminuto trozo de madera tallada a mano, con algunas figurillas en relieve y los bordes astillados.
-yo lo leería- confeso sin voltearle a ver, rebuscando sobre el suelo el resto de los trozos de la madera, quizas el ver los trozos pegados le diese otro significativo al objeto y esque se habia debido al encuentro de dos grandes caballeroso por…su mente se negó a llamarse a si mismo damisela -¿y porque no habrias de escribirlo?...podria ser un libro anónimo y podia estar relatado como alguna fantasía de un hombre que se imagina que hubiese ocurrido sino estuviese todo el dia en su diminuta habitación- rio por lo bajo ladeando el rostro de lado a lado.
-¿enano?- repitió cuestionándole aquello, se acerco mas al vampiro solo para resaltar sus varios centímetros de mas –no…no me gustan las cosas malditas- asevero inclinando el rostro en dirección a el –me gustan los topos- sonrio jugando, porque con Soren habia aprendido que los juegos eran divertidos –y quizas las piezas de porcelana de bailarinas de circos malditos que ayudan a los gitanos y dan mala suerte a los demás, si…quizas esas me gustan- puntualizo como si pudiese ser aquello verdad, la habia tomado por casualidad, no, la habia tomado por su belleza peculiar porque aun siendo de porcelana en su pecho un corazón parecía palpitar, como si por la noche cobrase vida y bailase sobre los estantes, jugando a ser de verdad.
-yo lo leería- confeso sin voltearle a ver, rebuscando sobre el suelo el resto de los trozos de la madera, quizas el ver los trozos pegados le diese otro significativo al objeto y esque se habia debido al encuentro de dos grandes caballeroso por…su mente se negó a llamarse a si mismo damisela -¿y porque no habrias de escribirlo?...podria ser un libro anónimo y podia estar relatado como alguna fantasía de un hombre que se imagina que hubiese ocurrido sino estuviese todo el dia en su diminuta habitación- rio por lo bajo ladeando el rostro de lado a lado.
-¿enano?- repitió cuestionándole aquello, se acerco mas al vampiro solo para resaltar sus varios centímetros de mas –no…no me gustan las cosas malditas- asevero inclinando el rostro en dirección a el –me gustan los topos- sonrio jugando, porque con Soren habia aprendido que los juegos eran divertidos –y quizas las piezas de porcelana de bailarinas de circos malditos que ayudan a los gitanos y dan mala suerte a los demás, si…quizas esas me gustan- puntualizo como si pudiese ser aquello verdad, la habia tomado por casualidad, no, la habia tomado por su belleza peculiar porque aun siendo de porcelana en su pecho un corazón parecía palpitar, como si por la noche cobrase vida y bailase sobre los estantes, jugando a ser de verdad.
Anuar Dutuescu- Humano Clase Baja
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Re: Here I am [Soren]
Soren solía creer en la suerte, aunque no mucho en el destino. Realmente creía que alguien le había hecho un maleficio para que la mala suerte lo acompañara por la eternidad, no era la primera vez en toda su existencia que le pasaban cosas así, siempre terminaba metido en líos absurdos y con problemas que se le salían de las manos.
Se quedó pensando en lo del libro y le pareció una buena idea de que fuera anónimo, así podría omitir ciertas cosas privadas que no estaba seguro de querer que fueran expuestas al público. Se le fueron iluminando los ojos conforme la idea se iba formando en su cabeza y comenzaba a soñar y a imaginarse el libro impreso con caratula de cuero y ribetes dorados, exhibido en las librerías como toda una obra maestra. Las futuras generaciones lo leerían y se convertiría en un par de decenas de años en una auténtica leyenda.
-Y cuando me convierta en leyenda en el futuro, podré aparecer esporádicamente a incautos en los callejones o a niños a través de sus ventanas y se crearan más historias fantásticas al rededor de la gente que asegura haberme visto en las sombras – Exclamó con ensoñación. Y entonces Anuar lo volvió a la realidad demostrándole que era más alto que él.
Soren se empinó en la punta de los pies para quedar al mismo nivel de Anuar y depositó un corto y fugaz beso en sus labios, sin tocar sus cuerpos y sin ser intencional, se sintió como una verdadera doncella empinándose para alcanzar a su caballero. Sus mejillas se tornaron carmesí, esta vez frente a la idea, era extraño imaginarse así mismo como una chica, pero en momentos como ese, podía jurar que sentía como una. Si es que claro, las mujeres sentían así, porque no tenía una buena referencia además de las cosas que a veces hablaba con Claire al respecto.
- Tal vez sea yo una doncella Topo – Murmuró sin abrir los ojos, parándose de nuevo normal, volviendo a quedar centímetros más bajo que él - ¿Que crees? -
Se quedó pensando en lo del libro y le pareció una buena idea de que fuera anónimo, así podría omitir ciertas cosas privadas que no estaba seguro de querer que fueran expuestas al público. Se le fueron iluminando los ojos conforme la idea se iba formando en su cabeza y comenzaba a soñar y a imaginarse el libro impreso con caratula de cuero y ribetes dorados, exhibido en las librerías como toda una obra maestra. Las futuras generaciones lo leerían y se convertiría en un par de decenas de años en una auténtica leyenda.
-Y cuando me convierta en leyenda en el futuro, podré aparecer esporádicamente a incautos en los callejones o a niños a través de sus ventanas y se crearan más historias fantásticas al rededor de la gente que asegura haberme visto en las sombras – Exclamó con ensoñación. Y entonces Anuar lo volvió a la realidad demostrándole que era más alto que él.
Soren se empinó en la punta de los pies para quedar al mismo nivel de Anuar y depositó un corto y fugaz beso en sus labios, sin tocar sus cuerpos y sin ser intencional, se sintió como una verdadera doncella empinándose para alcanzar a su caballero. Sus mejillas se tornaron carmesí, esta vez frente a la idea, era extraño imaginarse así mismo como una chica, pero en momentos como ese, podía jurar que sentía como una. Si es que claro, las mujeres sentían así, porque no tenía una buena referencia además de las cosas que a veces hablaba con Claire al respecto.
- Tal vez sea yo una doncella Topo – Murmuró sin abrir los ojos, parándose de nuevo normal, volviendo a quedar centímetros más bajo que él - ¿Que crees? -
Soren Kaarkarogf- Vampiro Clase Baja
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Re: Here I am [Soren]
Lo pensó unos instantes asintiendo –no solo jamás seras olvidado sino que seras los sueños de tanta gente- murmuro con calma, como el sonido que hacían las olas al lamer la arena en las playas o asi lo creía el, cierto era que aparte del muelle y las olas que furiosas alzaban espuma en las piedras no conocía ningun otro manto acuífero tan grande como debía ser el océano, las lagunas no se comparaban ademas aquellas solian ser estáticas y los ríos con sus cauces rápidos y volátiles no le permitían imaginarse el mar.
Cerro los parpados cuando le beso y no se atrevió a abrirlos aun cuando le hablo, pensar e imaginar con los ojos cerrados resultaba indudablemente mas simple que pretender hacerlo con un mundo que le distraía –yo creo…que no importa que seas…sino quien eres- susurro no muy seguro de sus palabras, con Soren tendía a no pensar las cosas dos veces sino pronunciar lo que su interior le dictaba que dijera.
Entre abrió los parpados topándose con la mitad de aquel rostro, bajando unos milímetros la mirada para verle mejor –pero…en todo caso el enano serias tu- sonrio contra sus labios ubicando el trozo de madera sobre un estante vacio que días atrás seguramente habia estado debidamente acomodado –aunque te digo si no nos apuramos no podremos reparar nada- asevero comenzando a creer que debería quedarse ahí el dia entero para arreglar aunque fuese una cuarta parte de la tienda, buscar diminutas piezas y armarlas como rompecabezas no era una tarea fácil.
Cerro los parpados cuando le beso y no se atrevió a abrirlos aun cuando le hablo, pensar e imaginar con los ojos cerrados resultaba indudablemente mas simple que pretender hacerlo con un mundo que le distraía –yo creo…que no importa que seas…sino quien eres- susurro no muy seguro de sus palabras, con Soren tendía a no pensar las cosas dos veces sino pronunciar lo que su interior le dictaba que dijera.
Entre abrió los parpados topándose con la mitad de aquel rostro, bajando unos milímetros la mirada para verle mejor –pero…en todo caso el enano serias tu- sonrio contra sus labios ubicando el trozo de madera sobre un estante vacio que días atrás seguramente habia estado debidamente acomodado –aunque te digo si no nos apuramos no podremos reparar nada- asevero comenzando a creer que debería quedarse ahí el dia entero para arreglar aunque fuese una cuarta parte de la tienda, buscar diminutas piezas y armarlas como rompecabezas no era una tarea fácil.
Anuar Dutuescu- Humano Clase Baja
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Re: Here I am [Soren]
Ser olvidado. Ese era el más grande de sus temores. Porque para un inmortal la muerte y la vejez dejaba de tener sentido, pero si las personas que apreciabas te olvidaban ¿Que te quedaba? Era como morir en vida. Quizás debería tomarse en serio eso de hacer algo importante que fuera recordado por las futuras generaciones, comenzar un proyecto, una investigación, escribir un libro... ¡Realmente aportaría algo de valor a la humanidad!. Debía pensar aquello con más calma.
La respuesta de Anuar le hizo sonreír. Podría ser cualquier cosa y Anuar valoraría eso ¿verdad? Quería creer que interpretaba a la perfección esas palabras.
-Entonces seré tu topo vampiro y doncella – Murmuró dejando escapar una risita – Seré tu caballero, tu príncipe y esclavo... cualquier cosa – Finalizó abriendo los ojos con expresión soñadora, ese tipo de expresión que sólo un idiota enamorado podría tener. Casi podía escuchar las voces de la gente chismosa en las calles 'Mirad ahí va el profesor Kaarkarogf ¿le veis esa sonrisa? Está perdidamente enamorado, pobre hombre'.
- Si...- Asintió con un largo suspiro, ver el lugar de esa manera le frustraba, pero si terminaba pronto eso significaba que podría dedicar más tiempo a Anuar y quizás intentar remendar el estúpido error que había cometido con el vestido. - Hagamos esto más ordenado, siéntate en mi escritorio y yo te iré pasando los objetos que hay que pegar con sus respectivas piezas, ya vez que no soy muy bueno para ese tipo de reparaciones meticulosas, pero conozco las cosas que hay en la tienda, así que me rendirá buscándolas ¿Que te parece? -
La respuesta de Anuar le hizo sonreír. Podría ser cualquier cosa y Anuar valoraría eso ¿verdad? Quería creer que interpretaba a la perfección esas palabras.
-Entonces seré tu topo vampiro y doncella – Murmuró dejando escapar una risita – Seré tu caballero, tu príncipe y esclavo... cualquier cosa – Finalizó abriendo los ojos con expresión soñadora, ese tipo de expresión que sólo un idiota enamorado podría tener. Casi podía escuchar las voces de la gente chismosa en las calles 'Mirad ahí va el profesor Kaarkarogf ¿le veis esa sonrisa? Está perdidamente enamorado, pobre hombre'.
- Si...- Asintió con un largo suspiro, ver el lugar de esa manera le frustraba, pero si terminaba pronto eso significaba que podría dedicar más tiempo a Anuar y quizás intentar remendar el estúpido error que había cometido con el vestido. - Hagamos esto más ordenado, siéntate en mi escritorio y yo te iré pasando los objetos que hay que pegar con sus respectivas piezas, ya vez que no soy muy bueno para ese tipo de reparaciones meticulosas, pero conozco las cosas que hay en la tienda, así que me rendirá buscándolas ¿Que te parece? -
Última edición por Soren Kaarkarogf el Vie Dic 17, 2010 3:03 pm, editado 1 vez
Soren Kaarkarogf- Vampiro Clase Baja
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Re: Here I am [Soren]
Asintio avanzando hasta el escritorio, cuidando donde sus amplios zapatos se ubicaban sobre el suelo, procurando no trozar mas ningun objeto, o pedazo del mismo, que pudiese aguardar sobre el piso ser levantado y re ensamblado, no deseaba además provocar algun accidente, sus manos se mantenían lejos de los estantes y su mirada recorría sus pies, no sabia si la maldición era real o no y prefería ahorrarse cualquier imperfecto que pudiese atentar contra su integridad física.
Tomo el bote con el pegante antes de llegar a la mesa y sentarse en la silla, con un suave rechinido de la misma botando entre las paredes como un eco en un cañón, la hizo rechinar nuevamente arqueando su cuerpo hacia atrás, sonriendo de medio lado ante un descubrimiento magnifico, se meció de adelante a atrás haciéndole sonar con el bote bailando entre sus manos, como debía ser en una fiesta, con la melodía y la coreografía a su libre criterio.
-y mientras puedes contarme mas historias- aseguro no logrando dejar aquella necesidad de lado, porque ahora pretendía aprender todos esos cuentos que en su niñez le habían sido negados, necesitaba historias que poder contar cuando estuviese grandes, historias que recordar para no abrumarse en su soledad solo esperaba no envejecer como aquellos hombres que comenzaban a perder los dones del hombre, sus manos temblaban pegadas a los huesos, sus ojos no veian mas alla de su nariz, el olfato y el oído les fallaban y no lograban ya digerir los alimentos, no temia de aquellos males sino de olvidar, olvidar aquellos perfectos momentos de su madurez, olvidar a quienes alguna vez fueron importantes ¿Qué si al ver aquel rostro que ahora tenia en frente…no lograba recordar su nombre?
Debia dejar de pensar en el futuro y centrarse mas en el ahora –quizas deba buscar un trabajo…-indico al aire jugando con el bote nuevamente –podría intentar en una cafetería…o quizas de terrestre en el muelle ¿no hablan de eso en la academia?- le cuestiono con indiferencia, porque era extraño comenzar a tomar responsabilidades en las que antes siquiera habia pensado.
Tomo el bote con el pegante antes de llegar a la mesa y sentarse en la silla, con un suave rechinido de la misma botando entre las paredes como un eco en un cañón, la hizo rechinar nuevamente arqueando su cuerpo hacia atrás, sonriendo de medio lado ante un descubrimiento magnifico, se meció de adelante a atrás haciéndole sonar con el bote bailando entre sus manos, como debía ser en una fiesta, con la melodía y la coreografía a su libre criterio.
-y mientras puedes contarme mas historias- aseguro no logrando dejar aquella necesidad de lado, porque ahora pretendía aprender todos esos cuentos que en su niñez le habían sido negados, necesitaba historias que poder contar cuando estuviese grandes, historias que recordar para no abrumarse en su soledad solo esperaba no envejecer como aquellos hombres que comenzaban a perder los dones del hombre, sus manos temblaban pegadas a los huesos, sus ojos no veian mas alla de su nariz, el olfato y el oído les fallaban y no lograban ya digerir los alimentos, no temia de aquellos males sino de olvidar, olvidar aquellos perfectos momentos de su madurez, olvidar a quienes alguna vez fueron importantes ¿Qué si al ver aquel rostro que ahora tenia en frente…no lograba recordar su nombre?
Debia dejar de pensar en el futuro y centrarse mas en el ahora –quizas deba buscar un trabajo…-indico al aire jugando con el bote nuevamente –podría intentar en una cafetería…o quizas de terrestre en el muelle ¿no hablan de eso en la academia?- le cuestiono con indiferencia, porque era extraño comenzar a tomar responsabilidades en las que antes siquiera habia pensado.
Anuar Dutuescu- Humano Clase Baja
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Re: Here I am [Soren]
Observó con curiosidad como el chico parecía divertirse con algo tan simple como el sonido de la silla y ladeó la cabeza como estudiando su comportamiento no muy seguro de entender. A veces los humanos disfrutaban de pequeños detalles, aún más que de grandes cosas de valor, pero no todos tenían esa capacidad de descubrir el valor de esos detalles efímeros e invisibles para otros. Asintió ante su petición a Soren le encantaba hablar sobre los objetos de la tienda y a veces lograba aburrir a los clientes que salían despavoridos de la tienda por el molesto dueño.
Se giró y con una fuerza inhumana, tomó la pesada estantería de maderas que yacía en el suelo levantándola y poniéndola de nuevo en su lugar, una estela de polvo amarillento se esfumó en el aire en el acto. Acto seguido levantó otro estante del mismo tamaño, este exhibía las marcas del golpe cortesía de Eric, la madera estaba desquebrajada y astillada en una esquina, debía recordar contratar a un carpintero para arreglarla, por lo pronto no pondría ningún objeto pesado allí. Se apresuró esta vez a recoger los objetos que parecían en perfecto estado en el suelo, poniéndolos ordenadamente en los estantes más altos primero, mientras escuchaba las palabras de Anuar.
-¿Un nuevo trabajo? - Exclamó empinándose para colocar una cajita de madera pintada de rojo sobre la superficie de la estantería – Oh interesante... ¿Pero seguirás dedicándote al arte también? - Agregó curioso. No estaba mal encontrar otras fuentes de dinero, sólo esperaba que Anuar tuviese cuidado al escoger un trabajo acorde a sus capacidades, pues no lograba imaginarlo forjando espadas en una herrería.
- ¿Quieres saber una historia? - Dijo momentos después tomando un objeto del suelo que parecía estar partido en tres pedazos, se agachó de nuevo y haciéndo a un lado otros escombros los reunió todos en la palma de sus manos. - Pero primero dime si seguirás con la galería -
Se giró y con una fuerza inhumana, tomó la pesada estantería de maderas que yacía en el suelo levantándola y poniéndola de nuevo en su lugar, una estela de polvo amarillento se esfumó en el aire en el acto. Acto seguido levantó otro estante del mismo tamaño, este exhibía las marcas del golpe cortesía de Eric, la madera estaba desquebrajada y astillada en una esquina, debía recordar contratar a un carpintero para arreglarla, por lo pronto no pondría ningún objeto pesado allí. Se apresuró esta vez a recoger los objetos que parecían en perfecto estado en el suelo, poniéndolos ordenadamente en los estantes más altos primero, mientras escuchaba las palabras de Anuar.
-¿Un nuevo trabajo? - Exclamó empinándose para colocar una cajita de madera pintada de rojo sobre la superficie de la estantería – Oh interesante... ¿Pero seguirás dedicándote al arte también? - Agregó curioso. No estaba mal encontrar otras fuentes de dinero, sólo esperaba que Anuar tuviese cuidado al escoger un trabajo acorde a sus capacidades, pues no lograba imaginarlo forjando espadas en una herrería.
- ¿Quieres saber una historia? - Dijo momentos después tomando un objeto del suelo que parecía estar partido en tres pedazos, se agachó de nuevo y haciéndo a un lado otros escombros los reunió todos en la palma de sus manos. - Pero primero dime si seguirás con la galería -
Soren Kaarkarogf- Vampiro Clase Baja
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Re: Here I am [Soren]
Le observo levantar los estantes con aquella facilidad, el siquiera podia imaginar poseer aquella fuerza seguramente sus brazos se desgarrarían antes de lograr alzar aunque fuese unos centímetros el estante del suelo, agito las manos con disimulo cuando la estela de humo amarillento se alzo entorno a la estancia dispersándose cuando larga y alta era esta.
-claro que si…solo me e tomado un descanso- le indico con una media sonrisa de lado, porque se veía incapacitado a decir la verdad, que sus cuadros habían sido vendidos para recaudar el dinero entregado a Soren después del incidente en la fiesta, que por ello mismo ahora no poseía dinero mas alla del que usaba para comprar la leche para Lit, por que los lienzos no eran precisamente objetos que las personas tendiesen a regalar y de seguir de aquella manera en pocas semanas terminaría sin nada, con los bolsillos vacios y dos bocas que alimentar, necesitaba un trabajo con urgencia y ya poco le importaba si usaba en el sus cualidades o no.
-nunca llegue a pintarte- recordó en voz baja volteándole a ver, sonriendo ampliamente y asintiendo haciendo asi que el flequillo le ondease sobre la frente dejando entre ver sus tupidas y bien definidas pestañas –quiero saberlas todas- asevero aguardando el momento en que Soren depositara las piezas a unir para comenzar con aquella labor, su mirada seguramente se cansaría antes que la de la mayoría de las personas, en algunos años con seguridad comenzaría a necesitar gafas, pintar a obscuras y hacer aquel tipo de trabajo no eran de las cosas que ayudaban a mantener una optima visión, mas aunado a su gusto por leer de noche y ante la luz de una única vela.
Se inclino hacia enfrente escuchando con atención la historia que el vampiro tenia para contarle aunque no le veía a el su mirada yacia fija en algun punto de la mesa, le era mas fácil asi imaginar lo que sus oídos escuchaban y su mente razonaba, el sitio en el que estaba se veía suplido por imágenes de su mente, vividos paisajes y voces claras, rostros nítidos y olores desconocidos, como si realmente su mente pudiese remontarle a aquel sitio. Un errado afán de los soñador.
-claro que si…solo me e tomado un descanso- le indico con una media sonrisa de lado, porque se veía incapacitado a decir la verdad, que sus cuadros habían sido vendidos para recaudar el dinero entregado a Soren después del incidente en la fiesta, que por ello mismo ahora no poseía dinero mas alla del que usaba para comprar la leche para Lit, por que los lienzos no eran precisamente objetos que las personas tendiesen a regalar y de seguir de aquella manera en pocas semanas terminaría sin nada, con los bolsillos vacios y dos bocas que alimentar, necesitaba un trabajo con urgencia y ya poco le importaba si usaba en el sus cualidades o no.
-nunca llegue a pintarte- recordó en voz baja volteándole a ver, sonriendo ampliamente y asintiendo haciendo asi que el flequillo le ondease sobre la frente dejando entre ver sus tupidas y bien definidas pestañas –quiero saberlas todas- asevero aguardando el momento en que Soren depositara las piezas a unir para comenzar con aquella labor, su mirada seguramente se cansaría antes que la de la mayoría de las personas, en algunos años con seguridad comenzaría a necesitar gafas, pintar a obscuras y hacer aquel tipo de trabajo no eran de las cosas que ayudaban a mantener una optima visión, mas aunado a su gusto por leer de noche y ante la luz de una única vela.
Se inclino hacia enfrente escuchando con atención la historia que el vampiro tenia para contarle aunque no le veía a el su mirada yacia fija en algun punto de la mesa, le era mas fácil asi imaginar lo que sus oídos escuchaban y su mente razonaba, el sitio en el que estaba se veía suplido por imágenes de su mente, vividos paisajes y voces claras, rostros nítidos y olores desconocidos, como si realmente su mente pudiese remontarle a aquel sitio. Un errado afán de los soñador.
Anuar Dutuescu- Humano Clase Baja
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Re: Here I am [Soren]
-No digas nunca – Declaró girándose y caminando hasta la mesa – Más bien 'no aún', pero algún día lo harás y realmente espero que sea pronto, porque quiero ver si de verdad parezco un topo cegatón – Bromeó pensando en que podría trabajar Anuar que no fuera la pintura, quizás en la cafetería de la Universidad hubiese alguna vacante para un cocinero o mesero ¿Pero sabía Anuar cocinar? No lo creía, la vez que le preparó la sopa de verduras no parecía tener mucha idea de como hacerlo. También estaba la biblioteca del campus, la bibliotecaria estaba muy vieja y ya casi no podía distinguir ni su propia nariz, seguramente buscarían a una persona para su remplazo ¿Pero sabía Anuar de libros?.
Nunca se preguntó que tipo de estudios tenía Anuar, quizás podría hacer algunas averiguaciones en la Universidad y conseguir algo temporal para él.
-Mira esto – Exclamó caminando hacía él y mostrándole el objeto que yacía partido en 3 pedazos. No era difícil de adivinar que se trataba de una ave, una no común de la fauna Francesa al menos, ni de la Europea hasta donde había leído. Tenía un enorme pico concavo y brillantes colores pintados sobre la madera tallada. Tenía las alas partidas, la cola y parte del pico astillado, esperaba que Anuar pudiera arreglarla.
-Es una 'Ara', vulgarmente llamada 'Guacamaya' en el idioma nativo del país donde proviene, nunca he visto una de verdad, pero dicen que son enormes, que inclusive con sus colas pueden superar el medio metro, usan el enorme pico para partir semillas y bayas en la selva Amazónica, en America del Sur – Explicó colocando las piezas frente a Anuar, organizándolas en el orden que correspondía para que pudiera pegarlas.
-Los conquistadores las vieron por primera vez hace más de 400 años y regresaron al viejo mundo con historias de coloridas y fantásticas aves que tenían la facultad de hablar el idioma de los humanos ¿Puedes imaginarlo? Aves que pueden hablar – Agregó con gesto soñador – Esta pieza en particular fue tallada por un artesano Criollo, un mestizo de Indio Americano y Portugues que vendía su arte en el mercado de Rio de Janeiro en Brazil hace 50 años -
(( La pieza en madera:
http://www.flickr.com/photos/payino/2324995473/#/
Nunca se preguntó que tipo de estudios tenía Anuar, quizás podría hacer algunas averiguaciones en la Universidad y conseguir algo temporal para él.
-Mira esto – Exclamó caminando hacía él y mostrándole el objeto que yacía partido en 3 pedazos. No era difícil de adivinar que se trataba de una ave, una no común de la fauna Francesa al menos, ni de la Europea hasta donde había leído. Tenía un enorme pico concavo y brillantes colores pintados sobre la madera tallada. Tenía las alas partidas, la cola y parte del pico astillado, esperaba que Anuar pudiera arreglarla.
-Es una 'Ara', vulgarmente llamada 'Guacamaya' en el idioma nativo del país donde proviene, nunca he visto una de verdad, pero dicen que son enormes, que inclusive con sus colas pueden superar el medio metro, usan el enorme pico para partir semillas y bayas en la selva Amazónica, en America del Sur – Explicó colocando las piezas frente a Anuar, organizándolas en el orden que correspondía para que pudiera pegarlas.
-Los conquistadores las vieron por primera vez hace más de 400 años y regresaron al viejo mundo con historias de coloridas y fantásticas aves que tenían la facultad de hablar el idioma de los humanos ¿Puedes imaginarlo? Aves que pueden hablar – Agregó con gesto soñador – Esta pieza en particular fue tallada por un artesano Criollo, un mestizo de Indio Americano y Portugues que vendía su arte en el mercado de Rio de Janeiro en Brazil hace 50 años -
(( La pieza en madera:
http://www.flickr.com/photos/payino/2324995473/#/
Soren Kaarkarogf- Vampiro Clase Baja
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Re: Here I am [Soren]
-oh si- exclamo asintiendo energéticamente –y uno muy atractivo cabe decir- susurro encogiéndose de hombros porque realmente no se imaginaba como un topo podia ser, en cualquier sentido, un ser remotamente atractivo, la estética no le hacia justicia al pobre animal, vivir bajo tierra comiendo gusanos no hacia de el un animal mas interesante quizas el hecho de a pesar y lograr ver era el motivo por el cual fuese un ser interesante, cavando túneles a ciegas, cuando niño le gustaba imaginárselos con grandes cascos de chillantes colores para poder verse aun estando alla abajo, y diminutas velas sobre las cabezas alumbrando su andar, se imaginaba que aquella luz jamás se extinguía.
Observo el objeto que le mostraba con atención, aquellos chillantes colores captaban su atención completamente, sus dedos rozaron con delicadeza y lentitud el contorno del pico del ave, se la imagino entonces postrada sobre el respaldo de la silla, entablando una amena charla con el sobre el clima del Amazonas y la dieta que solia llevar para mantenerse en forma, quizás le explicaría también el asombroso cuidado que debía tener con su plumaje para mantenerlo asi de radiante y colorido, pudo escuchar inclusive la clara voz que manaba de su pico al moverse, una voz en extremo aguda y des armoniosa.
-realmente guardas tesoros aquí- murmuro tomando el pegante para comenzar con su labios, vertió una minima cantidad en las partes que debía unir, observando la madera astillada y partida en algunas zonas, diminutos huecos quedaban vacios y era su deber idear la forma de dejarla lo mas intacta posible, quizas con alguna especie de pasta que se endureciera podría pintarla después procurando tener el mismo color y textura que el resto de la creación aunque, lo que menos deseaba era introducir parte de su destreza en aquellas obras de antaño.
-seria fantástico poder conocer esos lugares- asevero con rostro iluso observando el objeto, aquella ilusión que un niño poseía al ver el pino puesto en la casa, con el olor natural embargando la casa entera y las respectivas botas colgadas de la chimenea –aunque sea en historias los conoceré- aseguro sonriendo de medio lado revisando que hubiese quedado bien pegado el objeto.
Observo el objeto que le mostraba con atención, aquellos chillantes colores captaban su atención completamente, sus dedos rozaron con delicadeza y lentitud el contorno del pico del ave, se la imagino entonces postrada sobre el respaldo de la silla, entablando una amena charla con el sobre el clima del Amazonas y la dieta que solia llevar para mantenerse en forma, quizás le explicaría también el asombroso cuidado que debía tener con su plumaje para mantenerlo asi de radiante y colorido, pudo escuchar inclusive la clara voz que manaba de su pico al moverse, una voz en extremo aguda y des armoniosa.
-realmente guardas tesoros aquí- murmuro tomando el pegante para comenzar con su labios, vertió una minima cantidad en las partes que debía unir, observando la madera astillada y partida en algunas zonas, diminutos huecos quedaban vacios y era su deber idear la forma de dejarla lo mas intacta posible, quizas con alguna especie de pasta que se endureciera podría pintarla después procurando tener el mismo color y textura que el resto de la creación aunque, lo que menos deseaba era introducir parte de su destreza en aquellas obras de antaño.
-seria fantástico poder conocer esos lugares- asevero con rostro iluso observando el objeto, aquella ilusión que un niño poseía al ver el pino puesto en la casa, con el olor natural embargando la casa entera y las respectivas botas colgadas de la chimenea –aunque sea en historias los conoceré- aseguro sonriendo de medio lado revisando que hubiese quedado bien pegado el objeto.
Anuar Dutuescu- Humano Clase Baja
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Re: Here I am [Soren]
Atractivo no era un adjetivo con el que Soren se describiría así mismo. Porque en su criterio, la belleza iba más allá de lo físico, en su juventud en el castillo, siempre fue criticado duramente por su madre por no tener un físico más apropiado para un hombre, demasiado delgado, demasiado escuálido, demasiado ojeroso, demasiado pálido... demasiado diferente a su hermano, quien parecía más un fuerte vickingo que un joven príncipe.
-Atractivo... es un adjetivo que me resulta extraño para referirme a mi mismo – Comentó mientras volvía a buscar con la mirada en el suelo otros objetos que no estuviesen dañados y pudiera ponerlos en ella – Eres la primera persona que piensa que yo puedo llegar a ser atractivo o algo así... mi madre siempre dijo que con mi físico nunca podría casarme – Le explicó levantando un dedo en alto e imitando a su madre -“Soren, estás muy escuálido, pareces enfermo, deja de pasar tanto tiempo en la biblioteca y sal a cazar lobos como tu hermano Casper, ninguna mujer querrá un esposo como tu de seguir así” -
Se agachó y recogió unas vasijas en bronce, talladas meticulosamente con arabescos, no habían sufrido con el impacto, así que se apresuró a ponerlas en los estantes, organizándonos de tal forma que las figuras gravadas en ellas formaran una buena composición.
-Me pregunto que diría si supiera que ahora un hombre me encuentra atractivo – Agregó pensativo y ya podría imaginarse a su madre desmayándose de la impresión, a su padre desterrándolo del castillo y a un pueblo deseando con fervor que se le fuera castigado por tal enorme pecado - ¿Tus padres creen en Jesus? - Preguntó volviendo su vista hacía el chico que seguía pegando el espléndido pájaro.
- Oh... si, muchos tesoros hay aquí, 200 años son mucho tiempo para recolectar objetos e historias – Agregó sonriendo – Yo no he viajado mucho... aunque me gusta mucho la idea de descubrir nuevas cosas...creo que... me falta... valor – Aceptó con un carraspeo en la voz, agachándose para recoger otro objeto, esta vez una muñeca de trapo que lucía muy vieja y traía una pierna descocida y el algodón había comenzado a salirsele.
-Atractivo... es un adjetivo que me resulta extraño para referirme a mi mismo – Comentó mientras volvía a buscar con la mirada en el suelo otros objetos que no estuviesen dañados y pudiera ponerlos en ella – Eres la primera persona que piensa que yo puedo llegar a ser atractivo o algo así... mi madre siempre dijo que con mi físico nunca podría casarme – Le explicó levantando un dedo en alto e imitando a su madre -“Soren, estás muy escuálido, pareces enfermo, deja de pasar tanto tiempo en la biblioteca y sal a cazar lobos como tu hermano Casper, ninguna mujer querrá un esposo como tu de seguir así” -
Se agachó y recogió unas vasijas en bronce, talladas meticulosamente con arabescos, no habían sufrido con el impacto, así que se apresuró a ponerlas en los estantes, organizándonos de tal forma que las figuras gravadas en ellas formaran una buena composición.
-Me pregunto que diría si supiera que ahora un hombre me encuentra atractivo – Agregó pensativo y ya podría imaginarse a su madre desmayándose de la impresión, a su padre desterrándolo del castillo y a un pueblo deseando con fervor que se le fuera castigado por tal enorme pecado - ¿Tus padres creen en Jesus? - Preguntó volviendo su vista hacía el chico que seguía pegando el espléndido pájaro.
- Oh... si, muchos tesoros hay aquí, 200 años son mucho tiempo para recolectar objetos e historias – Agregó sonriendo – Yo no he viajado mucho... aunque me gusta mucho la idea de descubrir nuevas cosas...creo que... me falta... valor – Aceptó con un carraspeo en la voz, agachándose para recoger otro objeto, esta vez una muñeca de trapo que lucía muy vieja y traía una pierna descocida y el algodón había comenzado a salirsele.
Soren Kaarkarogf- Vampiro Clase Baja
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Re: Here I am [Soren]
-¿prefieres que diga que eres incomodo de ver?- le cuestiono enarcando una ceja con gracia, rio por lo bajo siguiéndolo con la mirada mientras apretaba con suavidad una pieza de madera contra la hora aguardando a que el pegante secara en su lugar –realmente dudo eso- aseguro en voz baja, porque cuando dos personas estaban juntas sin un sentimiento mayor se debía a la atracción ¿cierto? Si, entonces alguien mas antes que el debió haber pensado que era atractivo y el habría pensado lo mismo.
Sonrió ante su imitación de quien debió haber sido en antaño su madre, no supo bien porque mas se imaginaba a una mujer de rubios y rizados cabellos, con aquellos tan azules como los de Soren aunque con una gelidez impropia de una dama, de sonrisa imperturbable aunque tan hipocrática que hacia perfecto juego con aquellos ojos de hielo, ni delgada ni regordeta, vestida en exóticas telas y extraños peinados, con las joyas mas valiosas de la región y el maquillaje mas remarcado en la alta alcurnia, quizas como su propia madre, una mujer sumisa ante los deseos de su marido, asintiendo y obedeciendo.
Se sorprendió de su ultima cuestión –yo…- murmuro bajando la mirada –mi padre era muy devoto, un hipócrita diría yo, asistíamos todos los domingos y fiestas de guardar, orábamos y hacíamos ofrendas ¿pero sabes? Yo creo que lo hacia porque temia irse al infierno por todos sus pecados- le confeso indiferentemente, como si el hecho de que su padre pudiese irse a aquel indeseado lugar no causara en el un sentimiento de incomodidad que ciertamente no existía, seguramente después se reencontrarían y tendrían una eternidad para seguirse maldiciendo.
-creo que antes creía en el, después de lo de Angeliqué no quedo nada mas que agradecerle…pero mi padre insistía en que habia que rezarle pidiendo por su bienestar estoy seguro que celosamente le pedia que hubiese sido yo y no ella- suspiro observando la muñeca de trapo –si tienes aguja e hilo yo podría arreglar eso- asevero, porque llevaba tres años haciendo su propia ropa, dominaba ya el harte del zurcido.
Sonrió ante su imitación de quien debió haber sido en antaño su madre, no supo bien porque mas se imaginaba a una mujer de rubios y rizados cabellos, con aquellos tan azules como los de Soren aunque con una gelidez impropia de una dama, de sonrisa imperturbable aunque tan hipocrática que hacia perfecto juego con aquellos ojos de hielo, ni delgada ni regordeta, vestida en exóticas telas y extraños peinados, con las joyas mas valiosas de la región y el maquillaje mas remarcado en la alta alcurnia, quizas como su propia madre, una mujer sumisa ante los deseos de su marido, asintiendo y obedeciendo.
Se sorprendió de su ultima cuestión –yo…- murmuro bajando la mirada –mi padre era muy devoto, un hipócrita diría yo, asistíamos todos los domingos y fiestas de guardar, orábamos y hacíamos ofrendas ¿pero sabes? Yo creo que lo hacia porque temia irse al infierno por todos sus pecados- le confeso indiferentemente, como si el hecho de que su padre pudiese irse a aquel indeseado lugar no causara en el un sentimiento de incomodidad que ciertamente no existía, seguramente después se reencontrarían y tendrían una eternidad para seguirse maldiciendo.
-creo que antes creía en el, después de lo de Angeliqué no quedo nada mas que agradecerle…pero mi padre insistía en que habia que rezarle pidiendo por su bienestar estoy seguro que celosamente le pedia que hubiese sido yo y no ella- suspiro observando la muñeca de trapo –si tienes aguja e hilo yo podría arreglar eso- asevero, porque llevaba tres años haciendo su propia ropa, dominaba ya el harte del zurcido.
Anuar Dutuescu- Humano Clase Baja
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Re: Here I am [Soren]
Sonrió con la respuesta del chico, muchas personas le habían rechazado en vida, el mismo Soren aceptaba no ser muy carismático tampoco, pero si Anuar le consideraba atractivo, así lo comparara con un topo o con un murciélago, le generaba una sensación de gozo inexplicable. Le escuchó hablar sobre su padre y no le sorprendió la manera en como se refería a él, con total apatía, el mismo se habría referido de esa manera de su propio padre si aún viviera, creía poder entender ese sentimiento de estar a la sombra de alguien más.
Caminó hasta la mesa y puso la muñeca de trapo sobre la mesa de madera, al lado de los fragmentos que aún faltaban por pegar de la Guacamaya. La muñeca tenía el cabello negro en enrolados crespos, su tez era oscura quizás por la mugre y el paso de los años, traía un vestido rojo con bordes blancos de franela.
-Quizás deba contratarte yo aquí – Bromeó buscándo en unos cajones de madera, detrás del escritorio en donde se sostenía el candelabro - ¿Que cosa no puedes hacer con esas manos? - Preguntó mientras revolvía los contenidos y finalmente sacaba un dedal, aguja e hilo de color rojo escarlata. Puso el hilo y todo lo demás en la mesa y tomó el candelabro para pasarlo a un lugar más cercano al escritorio así Anuar no tendría que esforzar tanto la vista, decidió colocarlo a un lado en una de las estanterías que previamente había alzado del suelo.
Ante la mención de Angelique, quiso preguntar sobre lo que realmente había pasado esa vez, Anuar no le había contado mucho la última vez que habían hablado sobre su hermana, recordaba que esa noche estaban en casa del pintor y... bueno, se había entregado completamente a él por primera vez. Tragó saliva pensando en como abordar un tema tan delicado, pero sentía curiosidad y quería, conocer más a su humano, saber todo de él, poco a poco, como se disfrutaría del más delicioso de los elixires.
- ¿Que pasó con Angelique cuando eras más joven? - Se atrevió a preguntar al fin, no queriéndo que Anuar se sintiera incómodo, así que continuó recogiendo y poniendo más objetos caídos en la estantería, organizándolos con sumo cuidado.
Caminó hasta la mesa y puso la muñeca de trapo sobre la mesa de madera, al lado de los fragmentos que aún faltaban por pegar de la Guacamaya. La muñeca tenía el cabello negro en enrolados crespos, su tez era oscura quizás por la mugre y el paso de los años, traía un vestido rojo con bordes blancos de franela.
-Quizás deba contratarte yo aquí – Bromeó buscándo en unos cajones de madera, detrás del escritorio en donde se sostenía el candelabro - ¿Que cosa no puedes hacer con esas manos? - Preguntó mientras revolvía los contenidos y finalmente sacaba un dedal, aguja e hilo de color rojo escarlata. Puso el hilo y todo lo demás en la mesa y tomó el candelabro para pasarlo a un lugar más cercano al escritorio así Anuar no tendría que esforzar tanto la vista, decidió colocarlo a un lado en una de las estanterías que previamente había alzado del suelo.
Ante la mención de Angelique, quiso preguntar sobre lo que realmente había pasado esa vez, Anuar no le había contado mucho la última vez que habían hablado sobre su hermana, recordaba que esa noche estaban en casa del pintor y... bueno, se había entregado completamente a él por primera vez. Tragó saliva pensando en como abordar un tema tan delicado, pero sentía curiosidad y quería, conocer más a su humano, saber todo de él, poco a poco, como se disfrutaría del más delicioso de los elixires.
- ¿Que pasó con Angelique cuando eras más joven? - Se atrevió a preguntar al fin, no queriéndo que Anuar se sintiera incómodo, así que continuó recogiendo y poniendo más objetos caídos en la estantería, organizándolos con sumo cuidado.
Soren Kaarkarogf- Vampiro Clase Baja
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