I.J. Raiders of the lost Ark [Eylith Enhydra]

La irlandesa de cabellos negros miraba al anfitriona de grata forma, desde luego no se arrepentía del en el día de atras haberla detenido y llevado de vuelta a su despacho para hablar más amplio y tendido, para ahora tener la posible aliada pues por ahora todo iba viento en popa de manera muy grata, y el alago hacía ella no era por cumplir, de verdad ambas pesaban asi, Eyltih entrecerraba los ojos mientras asentía con la cabeza, si, la nueva España era un lugar peligroso, pero la que estaba acostumbrada a viajar y a estar en lugares peligrosos era la melliza pelirroja, que ya a pesar de su juventud era fuego puro, caos hecha piel, y ya en uno de sus viajes a unas ruinas se había visto envuelta entre licántropos y ayudando en batalla a estos por un territorio, al cual no acabó muy bien con el susodicho que ayudo, pero eso era problema de la pelirroja.
Pero finalmente toda experiencia era buena, y eso seguía siendo una pizca de saber más que tenía Wenkyel que observaba silente, sin duda estudiando todo lo que allí se estaba diciendo, con la mirada perdida en un punto fijo, mentras que Eylith se acomodaba jugando con el mechón de su pelo negro azabache, sin duda se ponía interesante eso que se empeaban a traer entre manos.


Sin duda Annabeth se notaba que para ser tan joven había visto tantas cosas como alguien sobrenatural o que posea los dones de la magia, eso decía mucho a favor de la mujer frente a las hermanas, que parece que quedó sumamente satisfecha por la habilidad de la pelirroja que sonrió gratamente. -Veo que tiene unas amistades muy interesantes, desde luego alguien que te pueda ofrecer ese tipo de hechizos no es ninguna broma querida.- Asegura la bruja de melena negra, que Wenkyel pueda mantener más tiempo ese hechizo puede ser muy util sobre todo cuando sea sumamente útil.
-Ten en cuenta que no solo puedo cambiar la apariencia mia, si no puedo hacer que otros la cambien durante un tiempo limitado, lo cual para dar esquinazo o en caso de emergencia puede ser util, pero si tengo que mantener por ejemplo a nosotras tres con la apariencia alterada mi capacidad de mantener este mismo se acorta.- Aclara la pelirroja, ciertamente Wenkyel no solo podía cambiar su apariencia en su totalidad, si no que podía cambiar la de una persona ajena con tan solo tocandole, pero la capacidad de mantener era mucho menor, pues mantener ese tipo de hechizo sobre un tercero era mas agotador.


Escuchó con interes a Annabeth mientras la observaba coger el libro y el lapiz y anotar, sin duda la chica tenía un don muy poco usual, Wenkyel la observaba con curiosidad mientras ambas hermans la escuchaban sobre lo que se podría allí, ciertamente Eylith había leido algunas cosas aunque nada en concreto, pero enarcó una ceja ante los interesantes datos que estaba dando la joven anfitriona. Wenkyel tambien se mostró sumamente interesada en sus palabras ya que la observó con ambas cerjas enarcadas.
De hecho la pelirroja se mostró sumamente entusiasmada cuando Annabeth hablaba de la "Llorona" esas cosas la encantaban a la bruja de naranja melena, ciertamente Eylith pensaba que por eso iba tan alegremente a investigar las tumbas, no importandole lo que se puedan encontrar dentros, mientras que Eylith observó a la anfitriona pensativa. -No creo que sea mentira, te sorprendería lo que he leido...lo que he visto, ciertamente creo que la noche comparte más criaturas de las que conocemos convencionalmente, Wenkyel le encantan estudiar esas criaturas.- Dice Eylith.
Wenkyel mira a su hermana y termina por asentir con la cabeza. -Tengo recogida ciertos datos que son pruebas o indicios de que no solo existes los vampiros y los licántropos, si no que la noche comparte diversa criaturas y algunas realmente escalofirantes, tengo curiosidad por la llorona, normalmente estas criaturas suelen dar pasos a más enigmas o incluso resolver ciertos puzzles.- comentó la pelirroja mientras Eylith asentía para observar a Annabeth. -De hecho hace tiempo ande tras la pista de estrañas criaturas, pero ya hablaremos de eso cuando tengamos tiempo si asi lo desea. Pero puede que tras esas estrañas criaturas haya otra reliquia.- Sonrie la bruja en una satisfacción por sus deducciones, mientras acariciaba su barbilla pensativa.

Eylith miraba a la anfitriona con atención, entrecerró los ojos pensativa mientras miraba a su melliza de cabellera rojiza, mientras escuchaba con atención e interes la información nueva que revelaba Annabeth, ladeaba la cabeza escuchandola, sin duda le pareció altamente curiosa, al igual que Wenkyel que frunció el ceño mirandola antes de enarcar una ceja, sin duda era un trato muy curioso, vender conocimientos a cambio de comodidades y un contrato de lealtad, ese pacto de no agresión que si por lo que sea traicionas eres teletransportado automaticamente a las mazmorras para tener un castigo ejemplar, eso hizo que las mellizas se mirasen a la vez, y enarcaran la ceja, a veces casi parecieran gemelas en algunas expresiones, aunque había un parecido notable entre ambas, miradas gelida como el hielo, que parecen que te atraviesen con esa mirada. Mira a la anfitriona. -Ese hechizo es....sencillamente magnifico.- Comenta la bruja de negros cabellos, mientras que Wenkyel afirma con la cabeza, sin duda ambas pensando lo divertido que sería tener un hechizo asi con algunos objetos de valor que escondian en la mansión Enhydra, desde luego si era algo util.
-Esos hechizos son algo fascinante y los secretos que con tanto celo ocultan, es un buen trato.- Aseguró la pelirroja sintiendo quizá cierta emoción por esa información revelada, Eylith movió la mano en indicación que se calmara un poco, demasiado curiosa a veces.


Escuchaba las palabras de ella, desde luego le sorprendió lo que comentó, de echo el que tuviera contactos con bibliotecarios de la inquisición, Eylith enarcó nuevamente la ceja y sonrio de medio lado ante eso. -Si, algunos son ciegos que se creen escuadrones de la muerte con el unico proposito de matar herejes, pero cuando he tenído que hacer el paripé con ellos, he descubierto algunos miembros que parecen tener más cerebro del que parece, no tan cegado por la creencia de deidad como para no ver frente a sus narices.- Comenta Eylith pensativa, la ultima vez que estubo en la santa sede tuvo que aguantar a los inquisidores. - He conocido inquisidores muy interesantes, pero para mí muy pocos son los que destacan, esa mente cuadrada incapaces de ver más allá me pone nerviosa, odio la incultura..y la falta de raciocinio..- Dice de manera tajante Eylith, mientras que Wenkyel ladea la cabeza. -Si, yo conocí un inquisidor español interesante, un tipo encantador ciertamente, pero ahora, bah...aunque tendre que enterarme a un grupito que tienen operando en París, solo por saciar curiosidad, pero ahora ese no es el caso, pero por si sirve tengo a un miembro algo embobado, lo cual depende de que le pida se muestra flexible prestando libros para que les eche un ojo, aunque todo depende de que le pida claro.- Comentó la pelirroja.


-Lamento eso.- Atajó Eylith cuando escuchó lo de la purga, leyendo entre lineas que algo no muy bueno ocurrio para la anfitriona a juzgar por el tono que utiliza para hablar, ella inclinó levemente la cabeza, más despues ambas quedaron en silencio escuchando lo que había leido, la joven tenía una gran memoria sin duda alguna, mientras las dos mujeres brujas miraban con interes a Annabeth. -Sí, hay que saber colocar el conocimiento, a veces este es como un puzzle que si no sabes colocar te deja dando vueltas en un circulo vicioso.- Suspira la pelinegra, mientras que Wenkyel se levanta con las manos entrelazada a su espalda, paseando por la instancia mirando la decoración, su hermana la siguió unos instantes con la mirada antes de volver a fijarse en Annabeth.
-Estamos ansiosas por empezar esta empresa, siento que podemos sacar mucho jugo.-Se relame con cierta ambición la mujer de cabello negro, mientras que la pelirroja observa a ambas sonriendo con ansias de empezar. -Me agradan los vampiros por norma general, ¿es de fiar su amigo?- Pregunta Wenkyel mientras sonrie con ganas de empezar también.

La pelirroja observaba con paciencia a la anfitriona, mientras mantenía los labios sellados pensativa, mientra su claros ojos paseaban por la instancia, a pesar de parecer distraida con sus propios pensamientos en realidad tenía una concentración absoluta a las palabras de Annabeth, lo que hizo que volviera a observarla despues de la información dada por esta, Eylith la miraba aun con ese semblante serio, mientras que Wenkyel entrecerraba los ojos ligeramente para despues mirar a su hermana cuando esta irrumpió pensativa por las palabras dichas por la preciosa anfitriona que tenían justo delante. -La edad oscura... se llama asi por ser un periodo en teoria realmente aterrador, no solo por enfermedades tan tremendas como esa, si no por ser un periodo donde se mermó realmente la población y que hay muy poca información o hechos historicos de aquella epoca, es como si en ese tramo de tiempo la historia se perdiese, un agujero oscuro que se queda incognita en esa fracción de tiempo.- Alegó Eylith mientras ladeaba la cabeza. - Se dice que en el Vaticano tienen cosas de aquella epoca, lo que daría por echar un ojo...- Comentaba ella pensativa, mientras que Wenkyel enarcaba una ceja para finalmente asentir con la cabeza.
Más la conversación se volvió a tornar a la insistencia de Annabeth por firmar ese pacto, aunque Wenkyel mentiría si no confesase que lo que dijo de los herederos el hechicero Merlín, todas las leyendas tienen tanta base de verdad que la gente se sorprendería.


Las mellizas se miraron entre ellas y sonrieron de medio lado ambas, notandose un enorme parecido familiar, realmente si Wenkyel tuviera el pelo negro parecerían hasta gemelas, de no ser por que Eylith tenía el rostro mas redondeado que el de su hermano, y en realidad, si vieran a las tres Enhydra parecerían hermanas y no primas, aunque si algo caracterizaba a los Enhydra era ese deje de locura que tenían de una forma u otra que los hacían ser muy abierto de miras, Wenkyel sonrió divertida finalmente para sorpresa de la hermana. -Está bien, me parece justo por el conocimiento y es una buena forma de saber que ninguno de los dos lados sea traicionado, yo firmo ese contrato siempre y cuando me dejeis leer hasta la letra más minuscula.- Se animó la discola pelirroja finalmente, mientras mantenía una sonrisa maliciosa.- Como comprenderá quiero saber que no es un contrato que me ata a mí las manos dando poder a otros de fastidiarme...por decirlo de forma delicada.- Comentó la pelirroja mirando a Annabeth.


Escucharon las palabras de la anfitriona mientras Eylith entrelazaba los dedos con aire tranquilo recostada en su ansiento mientras que la pelirroja se hacia una pequeña una trenza con un mechon de pelo. -La iglesia se alimenta de la ignorancia ajena.- Dijo Wenkyel mientras que la morena afirmaba. -Siempre lo ha hecho, el individuo es inteligente, pero en grupo la humanidad se comporta como ovejas, a veces los cainitas tienen razón en llamarlos rebaño...pues la iglesia los adormece, el miedo es usado para dominarlos, y con mucho exito...la ley de haz lo que diga y no lo que yo haga.- Comentó Eylith en respuesta a las palabras de Annabeth, pero tenía mucha razón ¿quien dice que Jesucristo no fuera hechicero? Quizá hay algo oscuro detras de todo esto. -Yo tengo una hipotesis sobre Jesucristo, todo lo que dice la biblia solo fue algo orquestado para alzar la deidad de Dios y tener tanto seguidor...la verdad es que todo eso me despierta ideas retorcidas.- Confesó Wenkyel, guardandose el compartir su descabellada teoria a no ser que la anfitriona de verdad quisiera oirlo.


La cuiriosidad por el vampiro crecía en la morena, un vampiro con buen fondo...no era algo habitual, ni siquiera los Enhydra, siendo una familia antigua con muchos vampiros en sus miembros, casi todos los Enhydra son tarde o temprano recibían el abrazo del vampiro, y aun asi, siendo familia tenían propia malicia y a veces cosas demasiado oscuras con otros miembros de su familia, algo demasiado bizarro, quizá por que la sangre de Malkav estaba en ellos, de una forma un tanto estraña, todo sea dicho, más el cabeza de familia de los Enhydra era un vampiro milenario siendo el ta-ta-tarabuelo de las jovenes, muchas generación de separacíon, se dice que Bloondy heredó sus ojos, negros como la noche.
-Es estraño un vampiro con tan buenas intenciones...solo por experiencia permitirnos el lujo de la duda en principio.- Saltó la pelirroja, aunque no con un tono amenazante ni mucho menos. No era la intención, solo era una forma sincera de decir que les costaba creer que un hijo de la noche como son los vampiros fueran 100% bondadosos, no por que no pudieran, solo la naturaleza que los llevaba aunque ellos fueran inconscientes de esto.


-Sería de gran ayuda que investigara y volver a concertar una reunión para los preparativos.- Dijo Eylith mientras sonreía, más las palabras a continuación hiceron que las dos hermanas se mirasen a la vez y despues clavaran los claros ojos en Annabeth. -Firmaremos el pacto.- Aseveró Eylith mientras la pelirroja asentía totalmente de acuerdo. Las hermanas mantuvieron la sonrisa de medio lado dejando escapar una sonrisa. -Verás no piense que somos unas pretenciosas, pero es una realidad, las Enhydra como ya hemos mencionado somos muy adineradas, toda la familia en general, podemos financiar lo que necesitemos, asi que no nos importa dar algo de dinero si asi lo necesitan, y más si vamos a ser parte de esto.- Wenkyel sonrió de manera amable mientras las dos se inclinaron indicando que les dejaran leer el pacto a firmar que pedía la anfitriona.

La pelirroja miraba a la anfitriona con interes, mientras escuchaba sus palabras, ladeaba la cabeza pensativa, ciertamente la enemistad entre licántropos y vampiros era legendaría y la familia de los Enhydra era de los pocos que habían más o menos salvado esas diferencias, que sus dos hermanos mayores fueran convertidos en licántropos fue un golpe duro para sus abuelos, todos vampiros, los Enhydra elegían a gran parte de su familia para seguir con el abrazo y que su linaje continuaba con la sangre de los malkavian, por eso todos tenían cierto grado de locura, aunque en su mayoria se debía a un desdoble de personalidad, el herudito y el lascivo macabro...salvo Bloondy, que a saber por qué su locura era distinta a la de sus familiares, tal vez por que ya estaba loca antes de recibir el abrazo, o por que la convirtió alguien ajeno a la familia, preguntas que se quedaban sin respuesta.
Wenkyel miró a su hermana y nuevamente a Annabeth, escuchando cada palabra, Wenkyel parecía distraida desde fuera, pero realmente estaba analizando esa "peste" que comentaba la anfitriona, desde luego la epoca oscura debe tener unos suculentos secretos, o al menos asi se le antojaban a la pelirroja.


Sacudió su melena naranja mientras se mordia el labio pensativa. -Si, los vampiros y los licántropos llevan milenios enfrentados, tengo un cuadro en la mansión de la edad media de tamaño real donde hay una representación clara de un licántropo enfrentandose a un vampiro, lo curioso es que los humanos suelen interpretarlo de manera equivocada.- Comentó la pelirroja, ese cuadro naturalemente no se encontraba en el salón de la mansión si no en la biblioteca, y ocupando gran parte de la pared. -Los cambiantes siempre han salido perdiendo en estas cosas, en mi opinión infravalorados...hay un gran potencial en esas bestias..- Aseguró Wenkyel, mientras se inclinaba hacia alante. Era logico que la unica recopilación de esa epoca fueran vampiros que la vivieron, pero las mellizas por esperiencia saben que cuanto más años tiene un vampiro menos humanidad conserva.
-Quizá podamos ayudar a conseguir más información, el cabeza de nuestra familia es un vampiro muy antiguo...anterior a esa epoca, seguramente vivió todo eso.-Añadió Eylith mientras quedaba pensativa, lo que hizo que Wenkyel la observarse y menease la cabeza. -Pero no puedo prometer nada, aunque seamos sus descendientes es alguien...complicado.- Concluyó la bruja de pelo negro. -Es un sadico.- Terminó Wenkyel sin miedo a lo que Eylith quería suavizar respecto a su antepasado, la familia tenía muchas paginas negras pero se las habían ingeniado para hacer creer de cara a la galería que eran solo leyendas sin fundamento.


Wenkyel sonrió a Annabeth cuando aseguró que no solo el vaticano tenía información, saber que su gremio tenía jugosos libros, objetos y otros que podría tener acceso hacía que ambas brujas se relamiesen, por ese ansia de poder, y el contrato a firmar que aseguraba la fidelidad les daba esa tranquilidad para compartir algunos de sus secretos a cambio de otros. Ademas de que no dijo ninguna mentira, la iglesia se aprovechaba de la credulidad, superstición, miedo e ignorancia para cubrir con su poder, era por eso que las Enhydra veían necesario las donaciones y el bailarles el agua para una buena relación y de esa forma estar cubiertas en cuanto a ser un posible objetivo de inquisidores, dos brujas nigromantes sería un premio jugoso, Eylith bien sabía de su afición por quemar brujas, no había que despertar a la bestia que era la iglesia, lo mejor era comprarlos, ¡malditos corructos! unas monedas, unas palabras amables, unas financiaciones y practicamente podrías hacer lo que quisieras sin que te mirasen, y los pobres temerosos de dios con fé verdadera se veían obligados a tomar las ordenes de los de arriba por mucho que vieran la corruptela, su fé se lo prohibia, Wenkyel casi sentia pena.


Wenkyel sonrió cuando la joven Annabeth parecío interesada en sus retorcidas hipotesis. -No descarto que Jesucristo fuera mago como tú bien dices, pero tambien me parece que era un revolucionario, un revolucionario que quería destacar y que hiló a la perfección un plan para conseguir adeptos a su idea...a su plan.- Comentó la pelirroja mientras rizaba un mechon de su pelo alrededor del pelo. - ¿Como hacerlo? pregona la palabra de que es el enviado de una deidad suprema, unos trucos de magia como convertir el agua en vino, andar sobre las aguas y la gente estaría con la boca abierta creyendo en lo que él les dijera, luego como toda revolución merece un sacrificio, pienso que su plan de morir estaba desde el principio, uno de sus adpetos Judas Iscariote era el mas debil y facil de comprar, yo creo que Jesus lo orquestó todo, sabía que él le traicionaria y era perfecto, morir por su causa...inspirar a sus seguidores, él y sus apostoles convertidos en martires y el milagro de resucitar al tercer día...piensalo...¿No es un plan perfecto para empezar con un cambio? manipular a los seguidores que cada vez eran más y más...¿por que las demas religiones sucumbieron? por que no se mostraron como lo hizo él...todo esto es una teoria claro...pero la veo cierto sentido.- Medito la pelirroja, miró a su hermana y a la anfitriona queriendo saber que opinaban de su teoria, si le veían algun sentido o algo descabellado.


Tras meditar sobre teorias y demás siguieron con el tema que las atañía, ese concrato que seria como un pozo de conocimiento y un tú me das y yo te doy, las gemelas se miraron, y se inclinaron cuando en escena al fin apareció el concrato nombrado por Annabeth que aclaraba los puntos, sin dudas ambas sonrieron, secretos y secretos, los que no pueden ser divulgados, pero eran brujas a fin de cuentas, los secretos entre las brujas eran excesivamente comunes, aunque sus razones de no divulgar eran también debido a que peligraban sus vidas.
Eylith mira el contrato leyendolo, mientras Wenkyel observa a la joven que tiene en frente unos segundos antes de bajar la mirada al contrato tambien.
Una vez leido observan como la joven está acostumbrada a esa firma, ciertamente las mellizas el cortarse y usar su sangre tampoco le es indiferente, ya que las dos tienen un profundo secreto, usando la peligrosa magia de sangre, teniendo que cortar su piel para dibujar runas en sus hechizos más peligrosos. Sin problemas las mellizas responden de igual manera para dejar una elegante firma con su propia sangre para completar a su vez. -Está hecho...- Asegura Eylith sonriendo de una maliciosa forma, Wenkyel también sonrie de esa macabra forma antes de dejar escapar la carcajada.