Desvíos... -Libre-

por **Fergus Sinclair** Dom Abr 29, 2018 5:26 pm

7:30 am

Los primeros rayos del escondido sol cubrían las nubes que habitaban a esas horas de la mañana en el cielo parisino lo que quería decir que mi trabajo había terminado por este día o tal vez por esta noche, mire a mi alrededor los animales diurnos comenzaban a salir, comencé a caminar en dirección a mi hogar, siempre seguía el mismo camino el cual me lo sabia como la palma de mi mano... pero con lo sucedido la ultima vez no tome el sendero diario, seguí un desvió que había encontrado hace algunas noches atrás. Mis ropas dejaban ver que la noche había sido dura, había luchado con un licantropo hambriento sediento de sangre, tenia un corte en el brazo que había sido producido por las garras de aquella bestia ademas estaba lleno de lodo y con algunas prendas rasgadas, mi rostro según creía debería tener algunos arañazos, pero nada de que preocuparse.

Llegue al campo desolado la primavera se habia demorado en llegar y cubría una fina capa de nieve, haciendo del paisaje algo único y magnifico para cualquier espectador. Me sentía algo agotado, al parecer el desvió había salido mas largo de lo que creí en primera instancia, el sueño me vencía y el frió me acompañaba en mi pausado caminar. Camine hacia un tronco que había en aquel campo, tome asiento para intentar controlar lo que mi cuerpo pedía, descansar. Saque del interior de mi malgastado abrigo la petaca que en su interior tenia Whisky, necesitaba un poco para cobrar calor y poder seguir, pero... me jugo una mala pasada...

10:15 am

Mis ojos se abrieron como si solo hubiera dado una pestañeada, la luz que se reflejaba en la nieve me había encandilado, abrí y cerré los ojos reiteradas veces hasta ya poder ver todo normalmente, me di cuenta que me había quedado dormido sobre aquel tronco, mi ropa ahora estaba mas húmeda de lo normal y mi brazo ardía, por no haber hecho las curaciones devidas, agradecía que fuera de día ya que si hubiera sido noche quizás no estaría aquí. Deje mi ballesta y el arsenal que me acompañaba a un lado y cuidadosamente me saque el abrigo y la camisa, el frió inmediatamente calo en mi cuerpo que se había abrigado por la gran cantidad de whisky que había tomado hace algunas horas, la camisa que llevaba puesta estaba pegada a la herida causada por las garras de la bestia, respire hondo y la saque con gran rapidez, solo se oyó mi grito salir de mis labios, algo de piel y comenzó a sangrar nuevamente. - Maldita bestia... para la próxima no quedaras viva - dije entre dientes mientras cortaba un poco de camisa para limpiarme la herida, vertí un poco del licor sobre la herida y apreté la mandíbula para contener el grito. Mi cuerpo se estremeció, no le di importancia y cubrí la herida con otro trozo de camisa apretando la herida.

Me apoye en el tronco y me quede ahí... el sangrado no paraba y me sentía débil... bebí lo poco que quedaba de Whisky y volví a cerrar los ojos.

por **Orianna Gustav** Vie Mayo 04, 2018 9:14 pm

Luego de un viaje de trabajo, no sé si podría llamarlo así, puesto que fue una noche agotadora, lleno de ron, tabaco y poca ropa, pero ya el día había comenzado y el trabajo había terminado, tome mis monedas y me fui a disfrutar del sur de parís, mientras caminaba por las calles coincidí con un niño que vendía pequeños conejos, lo dude varias veces, pero al darme cuenta ya había pagado y tenía en mis manos un pequeño conejo blanco, ahora que lo pensaba ¿Qué haría con el? Bueno ahora era solo una cosita peluda adorable, me concentre en mimarlo mientras caminaba ignorando que me desviaba del camino y me adentraba a los campos y sembradíos, solo basto un tiempo para reaccionar y ver a mi alrededor que me encontraba rodeada de una fina capa de nieve en el suelo, pero lo suficiente para verse blanca hasta el horizonte.

Gire como si estuviese perdida, pero no tenia a nadie a mi alrededor para pedirle ayuda, una fuerte brisa fría hizo que mi pequeño conejo saliera de mis brazos y corriera a través de la nieve, corri tras el tratando de alcanzarlo y tomarlo, peor su tono blanco y la nieve me hacía confundir, solo podía ver mientras saltaba por la nieve, no sabia cuanto había corrido pero ya me encontraba agotada, me detuve tomando un poco de aire, de pronto vi que algo se movia atrás de un tronco, ahí debía estar el pequeño conejo, me acerque silenciosamente con la intención de no asustarlo, al acercarme mi sorpresa al ver un hombre.

El estaba dormido o inconsiente no podía saberlo bien, a su alrededor había armas y rastros de sangre, su vestimenta estaba rasgada, seguro había sido atacado por una bestia, pues los arañasos en su rostro eran leves y podía pero marcados podía verlos, su brazo tenía una herida fuerte, y no muy lejos de él había una botella de whisky vacía, necesitaba ayuda, me acerque a pasos lentos pero firmes, me senté muy cerca de él y puse mi mano entre su mejilla y su cuello para saber si seguía con vida, el aroma a sangre y alcohol se mezclaba con la nieve, por suerte aún seguía con vida, no pude evitar suspirar y cerrar los ojos en muestra de alivio sería una pena encontrarle muerto en medio de este lugar, no retire mi mano de su mejilla pero con la que tenía libre saque mi pañuelo del bolsillo y limpie su rostro cubierto de suciedad, sangre y whisky.

por **Fergus Sinclair** Vie Jun 29, 2018 4:04 pm

En la negrura de mi sueño continué intentando que el día gris me diera un poco de calor, suspire ampliamente y quede ahí, pensando en la noche anterior analizando lo que había salido mal, como debía ser para la próxima vez, claro era que estaría más preparado, más trampas, mas fuerzas, mas ferocidad, necesitaba con urgencias ponerme en práctica, el letargo llegaba a mi cuerpo, lentamente, quedando en blanco o mejor dicho en negro.

¿Cuánto había pasado? Sentí un aroma dulce la pesadez de mis ojos me impedía abrirlos, el hielo se apoderaba de mí, ¿el sangrado? Al parecer se había detenido, sentí un calor en mi cuello y como si de un choque de adrenalina mi mano se levantó y agarre la frágil y débil brazo de una mujer que al parecer intentaba de prestarme ayuda. Mir parpados cedieron y mi mirada se fijó en ella, había invadido mi espacio personal y eso, no se lo permitía a casi nadie. – No sé qué es más imprudente, si usted ayudando a un desconocido o yo deteniendo su acto de bondad – dije con cierto desdén, era evidente que no estaba en una posición favorable ante la vista de cualquiera yo era un indigente que había sobrevivido a una batalla campal. – Si yo fuera un asesino y usted me ayuda seria mi cómplice – aun continué con el mismo tono de voz, tomando su pañuelo y estrechándoselo de vuelta – No ensucie su prenda conmigo - ¿Bondad? Claro que no, tan solo la soberbia de sentirse superior a cualquiera, y si aun en mi estado me sentía un poco más arriba.

Me acomode como pude, aguantándome el dolor que me carcomía por dentro, ya tenía yo a mis sirvientes que cuidarían mis heridas y me harían el tratamiento habitual, por que no existía cazador que llegara sin rasguño a su hogar. Tome la botella de whisky y la vertí en mis manos con la misma me lave el rostro y válgame Dios como ardieron los malditos rasguños, la mire a ella y sonreí – Disculpadme si soy un… un… pedante – no estaba arreglando la situación, solo quería saber el ¿Por qué? De la ayuda ¿Que había detrás de aquello? ¿Que esperaba ella? Me acomode y apoyando mis dos brazos en la tierra logre ponerme de pie, evidentemente poco duro la estabilidad y me tambalee golpeándome la espalda con el tronco que había atrás – Es claro que necesito más tiempo para reponerme – dije a modo de gracia, los días no eran precisamente lo mío y aun cuando tenía mil horas más prefería quedarme ahí, y seguir con mi meditación. -¿Por qué lo hace? ¿O siempre ayuda a cualquiera que esté en mi condición? – me atreví a preguntar.

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