Out of Sickness (Libre)

por **Ionus Petri** Dom Nov 18, 2018 7:33 pm

La noche era misteriosa y enigmática, tanto que no soñaba con una noche así en pleno otoño. Su mirada solamente estaba fija en el fuego de la hoguera que se movía delante de sus ojos, mientras en su mente estaban divagando pensamientos variados que no tendrían ninguna relación entre ambas. Todo para que entonces se diera cuenta de que el frio ya estaba acechándole en sus huesos y que del frio tenía que cobijarse.

Levantándose poco a poco, se fue metiendo en su carpa con lentitud, sin ninguna prisa alguna en realidad pensando en su amada pelirroja y como la había salvado de los gitanos vecinos. Malditos malhechores, estaba convencido de que algún día les devolvería el favor y no de muy buenas maneras. Cuando estuvo ya dentro de su tienda, dentro de su espacio personal descubrió de nuevo un cofre como los muchos otros que había recibido hasta entonces. Se sentó en el suelo, cerca del cofre misterioso del que desconocía su contenido. Tuvo que bostezar una vez para después estirarse.

Estaba cansado de las sorpresas pero si era de Seelie de seguro iba a abrirlo.

Solo que cuando leyó la tarjeta supo que no era de ella, si no, del clan gitano vecino que al parecer comprendieron que Ionus y los demás gitanos solamente querían pasar el resto de sus vidas en paz y armonía por lo que parecía que en ese cofre habría paz….o al menos eso pensaba. Quería pensar que la ofrenda de paz estuviera en el cofre que estaba delante de si mismo. Ladeo la cabeza de lado a lado, se cruzó de brazos, jamás había estado tan inseguro en abrir un cofre después de abrir tantos que en cierto modo si sabía de quien eran esos cofres que recibía. La irregularidad, es decir, lo inesperado, la sorpresa o el estupor son elementos esenciales y característicos de la belleza. La humanidad, pero, para sorpresa mía, cuanto más quiero a la humanidad en general, menos cariño me inspiran las personas en particular. Y la tarea que enfrentan los devotos de la no violencia es muy difícil, pero ninguna dificultad puede abatir a los hombres que tienen fe en su misión. ¿Debería de abrir el cofre que tenia aún delante de su persona? ¿Si o no? Era una difícil decisión pero enseguida levanto la mirada al ver que los gitanos reían y estos volvían a sus tiendas para meterse dentro de lo que eran sus camas improvisadas con cojines y telas de sedas robadas.