Mirando que comprar [Ethan]

por **Aoyama Akemi** Dom Ene 16, 2011 9:52 pm

Aquella mañana había salido del Burdel, digamos que tenía un 'día libre', y con unas cuantas monedas a cuestas salió camino al mercado. Deseaba ver si podía encontrar algún peine con piedrecillas en él, recordando aquellos que usaba en Japón en la casa de geishas, pero no le parecía encontrar nada así.

Sintió una brisa de pronto y cerró mas el abrigo que traía, uno que le quedaba bastante grande pues había sido un 'regalo' por parte de un cliente. Bajo el abrigo solo vestía una blusa blanca, y la falda que traía ya estaba bastante remendada.

Continuó caminando por el mercado, observando cada puesto a ver si encontraba algo que fuese de su gusto. En un puesto vendían muchas telas, pensaba que si conseguía algunas agujas e hilo podría crear algo nuevo de ropa. Pero el tiempo probablemente no le alcanzaría, o quizás la tela estaría muy cara.

Unos puestos mas allá encontró un hombre que si bien no vendía algún adorno para su cabello, si tenía joyas. Entre ellas había un collar muy bonito, con una pequeña piedra, tan minúscula como la uña de su meñique, pero tenía un brillo muy bonito, además de su tono violáceo. Preguntó por el precio pero definitivamente no le alcanzaba, así que solo se limitó a suspirar y seguir caminando por el lugar.

Su rostro usualmente al estar sola podría ser poco expresivo, pero dentro de su palidez, llevaba las mejillas ligeramente sonrojadas, quizás al sentir miradas de la gente.

Finalmente su atención fue capturada por algo completamente distinto. Manzanas. Eran rojas, brillantes y de seguro jugosas. De seguro podría comprar una.

-Buenos días -Dijo suavemente- Quisiera comprar una...-Algo esperanzada solo esperaba escuchar el precio, pero cuando se lo dijeron le pareció algo excesivo.

-Es invierno...quizás es mas cara la fruta en ésta época...si compro igual me quedaría dinero- Pensaba y sacaba cuentas. Al fin y al cabo no quería irse con las manos vacías.

-Entonces la llevo...-Sonrió y metió la mano dentro del abrigo buscando el dinero.

off: Soy horrible con los nombres para los temas. Espero te guste <3

por **Ethan Butler** Lun Ene 17, 2011 10:04 pm

Las cosas comenzaban a marchar mejor. La primera semana creyó que moriría en París al poco tiempo de arribar. Había pasado terribles hambrunas en esas primeras semanas mientras conseguía trabajo, perdiéndose en las sucias callejuelas de la corte de los milagros. Había sobrevivido de sobras en restaurantes y de ocasionales frutas o pedazos de frío y duro pan. Esa mañana de camino al viñedo en donde comenzaría su jornada laboral, pasó por el mercado ambulante con la intención de comprarse un modesto desayuno y así tener fuerzas suficientes para comenzar el arduo trabajo en el campo.

Aún no conocía muy bien los diferentes puestos ambulantes, como tampoco los restaurantes que no aspiraba tan siquiera, pues su presupuesto no alcanzaría, buscaba algo sencillo como el pan o las tortillas de maíz para llenarse la panza sin gastar mucho dinero.

Mientras observaba las diferentes cosas expuestas en los toldones, algunos más humildes que otros y en medio del algarabío causado por los vendedores ambulantes, la vio.
Podría casi asegurar que la mujer más exótica que había visto desde su llegada a esas tierras. Su extrañas facciones eran quizás sólo comparables con su jefa en el viñedo, cuyos ojos eran también ovalados y pequeños. Narices finas y labios pequeños, no estaba seguro de donde venían aquellas damas, pero eran sin duda intrigantes y porque no, hermosas.

Se acercó con disimulo, curioso por su apariencia, cuando escuchó la barbaridad de precio que aquel hombre le estaba pidiendo por una manzana. Ethan no sabía mucho de comercio ni de dineros, pero estaba seguro de que eso no era el costo de una manzana.

-Me parece monsieur, que ese precio es un tanto exagerado – Exclamó con un tono dubitativo. El hombre frunció el ceño obviamente molesto por la intromisión del joven, de no haber sido por él se habría ganado unos pesos extra.

-Es por el invierno, los precios suben – Aseguró el hombre de pronunciadas canas grises y tupidas cejas peludas y disparejas. Ethan alzó una ceja desconfiado, quizás el hombre intentaba engañarlo a él también porque su acento era claramente extranjero.

- Entonces le compraré la manzana a la dama en otro lugar más honesto – Sentenció Ethan con indignación y el hombre pareció enrojecer como una de sus preciadas manzanas ante la perspectiva de perder potenciales clientes y un par de monedas que de por si eran escasas, con una sonrisa forzada, le extendió la manzana a la dama y le pidió el precio correcto.

por **Aoyama Akemi** Mar Ene 18, 2011 9:38 am

Se disponía a sacar del bolsillo interior del abrigo un pequeña bolsa con unos cuantos francos en el interior, aquellos que, literalmente, había ganado con el sudor de su frente y cuerpo completo.

Escuchó entonces, no muy lejos de ella, la voz de un joven que comentaba sobre el precio, y como precisamente ella no tenía problemas en escuchar, y lo hacía bastante bien, tomó atención a lo que dijo y mejor dejó sus monedas donde estaban. Miró al vendedor de reojo y notó su enojo. Claro, podría vender una venta, y a juzgar por su expresión y lo dicho por ese joven, seguramente pretendía timarla.

Volteó a ver a quien le estaba ayudando sin ella haberlo pedido. No sabía que decir, pues por un momento desconfió. ¿Si solo lo hacía por abordarla? Quizás sabía a lo que ella se dedicaba y después pensaba cobrárselo. No es que todo hombre en París fuera así, pero había conocido a cada gañan que debía estar alerta.

Su ceño se vio algo fruncido y cruzó sus brazos, queriendo darse aire de que ella se podía proteger. Miró al vendedor y decidió alzar algo mas su voz- ¿No me querrá ver la cara por no ser de acá verdad? -Volteó nuevamente a ver al joven a su lado sorprendiéndose y negando con su cabeza y manos, moviendolas con gracia aún cuando lo hacía con desespero- No, no es necesario que me compre nada, señor...puedo hacer mis propias compras -Sentenció, pero poco le duró su decisión pues la manzana que había deseado antes ahora se le estaba siendo ofrecida y a un precio justo.

Metió la mano a su abrigo y rebuscó entre el saco, retirando el dinero necesario para dos manzanas- Entonces que sean dos -Pidió, y aunque fue a regañadientes, el vendedor se las dio.- Gracias -Hizo una pequeña reverencia por cortesía al vendedor y dando unos pasos ligeros se acercó a aquel simpático joven que le había ayudado. Aunque aún mirándole con desconfianza.

Estiró su mano y le extendió una de las manzanas, acompañando el gesto con una semi sonrisa plasmada en sus labios algo rojizos por el frío.- Muchas gracias a usted, de seguro habría perdido dinero de no ser por su ayuda, aunque aquello no deja de sorprenderme.
Su mano seguía extendida con delicadeza hacia el hombre. Sostenía la manzana como si se tratase de algún objeto de cristal que debes tratar con cuidado.- Mi nombre es Akemi Aoyama y usted? -Preguntó luego de presentarse diciendo su nombre antes de su apellido, tal cual lo hacían en occidente y finalizó.

por **Ethan Butler** Mar Ene 18, 2011 11:16 am

La mujer terminó comprando dos manzanas, aunque su apariencia era claramente extranjera, parecía dominar perfectamente el francés. Ethan sonrió orgullosamente cuando vio como el hombre le ofrecía un precio correcto y la dama hacía sus compras. Por unos instantes se sintió como un héroe de los libros que por su pobreza no podía leer, pero que sabía que existían ya que las historias recorrían las calles en boca de los niños jóvenes. Había salvado a una doncella el día de hoy.

Su sonrisa se ensanchó mucho más mientras tomaba la manzana y escuchaba aquel extraño nombre que sonaba exótico y delicioso en sus labios – Soy Ethan Butler, es un placer – Comentó haciendo una inclinación con su cuerpo – Gracias por la manzana – Agregó emocionado – Valla... Akemi... que nombre más especial – Comenta le sonaba de un lugar distante, quizás de un reino desconocido por los seres humanos ¿Vendría ella del mundo de los ángeles?.

- El mercado es algo peligroso a veces – Continuó y le dio un buen mordisco a la manzana – Yo también soy extranjero – Se atrevió a decir – Y no podía evitar interferir, verá... ya han intentado timarme antes, han escuchado mi acento y entonces, me han ofrecido precios de locura, justo como lo que acaba de pasar -

por **Aoyama Akemi** Mar Ene 18, 2011 5:27 pm

O era alguien de sonrisa fácil, o simplemente le gustaba tomar la vida con alegría. Esa era la impresión que le daba al verlo sonreír tan ampliamente.

Aquel brazo que sostuvo hace algunos segundos la manzana, ahora caía laxo hacia un lado, ocultando la mano en la manga del abrigo pues le quedaban largas. Su otra mano se alzaba, frotando la manzana en su pecho y luego dándole una mordida. Mientras comía le escuchaba atenta sin poder evitar mirarle con curiosidad.

-Akemi es el nombre que me dio mi madre, creo que su significado traducido del japonés al francés es 'Niña hermosa' .-Mordió una vez mas la manzana, sonriendo de gusto pues tenía buen sabor. Limpió con suavidad sus labios- Aunque lo digo sin querer sonar arrogante.

Pretendía solo despedirse con un movimiento de su cabeza y seguir con su camino, pero allí seguía él...Ethan, quien al parecer tenía mas por decirle, y en verdad ella no tenía apuros como para no escucharle, aunque fuera unos cuantos minutos mas.

Asintió ante la aseveración del hombre y le sonrió gentilmente. Ahora parecía conocer las intenciones que había tenido al ayudarle. Se puso en su lugar, se había preocupado por ella ya que también conocía lo que era estar en un país extraño.- Muchas gracias, Monsieur Butler -Pronunció al menos intentando decir bien su apellido.- Sin su ayuda creo que habría perdido mi dinero, gracias por salir a mi rescate. -Ladeó su cabeza, haciendo que su cabellera se meciera un poco mientras sus mejillas se tornaban ligeramente rosas.

-Me mencionó que es extranjero, pero no me ha dicho de donde, y la verdad es que no reconozco su acento -Dio unos cuantos mordiscos mas a su manzana, ya casi acabándola mientras miraba con cautela a su ahora acompañante- Yo vivía en Nihon...más allá de China. ¿Conoce?

por **Ethan Butler** Mar Ene 18, 2011 9:15 pm

Sin duda una muñequita preciosa. Eso es lo que era. Una pequeña muñeca de porcelana. No dejó de sonreír en ningún momento mientras la escuchaba, de repente una ráfaga de viento helado amenazó con congelare los labios. Se sopló las manos cubiertas por viejos y agrietados guantes de lana para darse calor y le dio otro mordisco a la manzana.

Niña hermosa... ¡valla! - Exclamó con sorpresa – No creo que mi nombre tenga algún significado – Agregó encogiéndose de hombros – Ahora que lo pienso, nunca le he preguntado a Padre porque me lo dio en primer lugar – Explicó y le dio otro mordisco a la manzana escuchando a la dama

- ¿Ni...que? - Estaba claro que no sabía de que rayos hablaba - ¿China? - Se ruborizó rápidamente, avergonzado por su ignorancia y negó con la cabeza rápidamente.

Justo entonces un gitano se atravesó por la mitad de la calle con tres Cabritas que llevaban sendas campanas atadas a sus cuellos – ¡abran paso! - Gritaba el hombre de enormes aros de bronce en sus orejas y una de las cabras, la de color negro en su totalidad, embistió molesta por el bullicio en dirección a Ethan y Akemi. La cabra se soltó de su rienda en un descuido del gitano y con todo el entusiasmo que traía golpeó con su dura frente a Ethan en la pantorrilla tirándolo por el impacto al suelo.

por **Aoyama Akemi** Vie Ene 21, 2011 8:48 pm

De a poco se soltaba y ya no le miraba con tanta desconfianza. Se miraba alguien agradable, alguien con quien podría sostener una conversación, quizás, sin que buscara algo mas en ella.

-Su nombre jamás lo había escuchado, sin embargo suena agradable al oído- Comentó con una sonrisa, que se borró al notar que el hombre no conocía el lugar donde ella vivía. No por decepción, si no porque no encontraba como explicarle. Podría usar un mapa, pero no tenía ninguno a mano...quizás podría dibujarlo.

En eso escuchó el tintinear de unas campanas y los gritos de un hombre, el cual llamó mucho su atención, pues aunque había visto a otros parecidos a él, no había visto ninguno con unos adornos tan grandes en sus orejas- ¿Quién es?- Preguntó a Ethan mientras aún observaba al gitano.

Todo pareció suceder en cuestión de segundos, la cabra escapandose de aquel hombre ruidoso y pintoresco, luego corriendo y finalmente Ethan cayendo al suelo y ella junto con él. Cayó sentada solo porque cuando quiso ayudar al joven en un mal movimiento perdió estabilidad. Se movió agilmente y quedó de rodillas al lado del castaño estirando su mano hacia él- ¿Se encuentra bien?...si es así, me gustaría que caminásemos hacia un lugar donde haya tierra y no pase mucha gente, quiero enseñarle donde quedaba mi hogar...-Estiró la mano hacia otro lado donde encontró una rama, la cual usaría para dibujar en la tierra.

por **Ethan Butler** Dom Ene 23, 2011 8:42 pm

Cayó con fuerza sobre su trasero y la cabra bramó un largo 'Beeeee' y el gitano se apresuró a agarrar las amarras para tomar el control, no parecía del todo muy preocupado por el accidente, quizás porque Ethan no lucía como un hombre rico, su apariencia humilde hacía que la gente no lo viera como a un igual – Lo siento Joven, pero sea más cuidadoso – Exclamó el gitano.

Ethan sintió ganas de reír, porque el incidente le hizo recordar a las cabras del señor Enderson de la granja cercana a la de sus padres, con frecuencia solía ir allí porque intercambiaban leche de vaca por leche de cabra. - No se preocupe por mi – Exclamó con una limpia sonrisa en su rostro – Que cabrita más entusiasta, imagino que con esa fuerza debe dar bastante buena leche – Concluyó.

Se giró hacía la chica notándola en el suelo, realmente no se había fijado que ella había caído también, su expresión se convirtió en una de preocupación, pero luego pasó a desconcierto cuando la mujer mostró total apatía al hecho y no pareció en lo absoluto preocupada ni molesta por haberse caído, de hecho estaba cambiando de tema.

- Valla... gracias, estoy bien ¿Y usted? - Preguntó sintiéndose extraño frente a la situación, normalmente las chicas se quejaban o gritaban asustadas frente a un accidente, aunque fuera pequeño, se levantó rápidamente y tomó la mano de la mujer para impulsarla a que se levantara – Como desee – Agregó curioso frente a lo que ella iba a mostrarle.

por **Aoyama Akemi** Sáb Feb 05, 2011 10:16 am

Se sacudió algo su falda luego de ponerse de pie y miró en dirección hacia donde se iban las cabras. Su rostro se mostraba sereno pues para ella estaba siendo mas importante otro tema que la misma caída. Si ambos estaban bien entonces podía preocuparse de algo mas. Y es que le llamó la atención de que el joven no supiera donde estaba su tierra, pero si lo pensaba un poco mas, seguramente ni siquiera ella lo sabría si es que algún navegante no le hubiera mostrado mapas.

-Eso fue sorpresivo...-Comentó sobre el suceso anterior aunque a ella no se le veía muy sorprendida. Parecía que estaba tan acostumbrada a mostrar calma aún cuando no la sintiera que ya era una costumbre tener ese rostro.- Mas cuando quiero enseñarle algo- En un sitio alejado del vaivén del a gente. Del camino de ésta, Akemi se puso de cuclillas y con la rama comenzó a trazar un dibujo en la tierra. No tenía mucha forma pero hacia el intento de lo que recordaba, quería dibujar algo de lo que había visto en los mapas. Terminó y se puso de pie nuevamente mirando al hombre de reojo- ¿Ve? Esto es parecido a los dibujos que he visto en mapas...Esto seria donde estamos -Indicando con la rama el sector que corresponde a Europa- Y mas allá esa isla es de donde vengo yo -Indicando el sector que correspondía a Japón.

Le miró con una sonrisa, sintiéndose satisfecha por lo que había hecho, aunque su sonrisa se borró un poco cuando mas allá escuchó decir a un hombre la hora que era- No puede ser...debo volver...-Murmuró mirando hacia la dirección del sujeto con el reloj.- Ya me atrasé...Monsieur Butler, fue un gusto el haberme topado con usted el día de hoy...fue mi héroe al ayudarme con el precio de la manzana, pero ya debo marchar, el trabajo me espera...- Hizo uno reverencia para despedirse y agitó su mano diciendo adiós. Terminó alejándose de ahí esperando volver a encontrarlo algún día.

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