Gianella Massone

DATOS BÁSICOS

DESCRIPCIÓN PSICOLÓGICA

Al hablar de Gianella, los que alguna vez la conocieron inmediatamente destacan su fiereza y su terquedad a la hora de defender sus ideales siempre enfocados a los débiles y desvalidos y sus necesidades, además de su particular forma de tratar con los demás: sarcástica y directa con los que no le simpatizaban (vampiros y aristócratas principalmente); leal y protectora con los que se habían ganado su respeto y su cariño, sobre todo los vinculados a la desaparecida Casa de la Esperanza. Todos la recuerdan como una persona tremendamente pasional e intensa, perseverante e irascible; capaz de darlo todo por sus protegidos, postergando permanentemente su propia felicidad en beneficio de la de otros.

Sin embargo, todas esas características son tan solo recuerdos actualmente. Los que dicen haberla visto no han podido interactuar con ella debido a su capacidad de escabullirse y perderse entre los callejones en muy pocos segundos, como si no quisiera convivir con nadie. Una mujer arisca que no razona, que se guía sólo por sus instintos los cuales han tomado control de ella para protegerla, alejada de aquella Gianella que al menos te permitía una defensa antes de darte un veredicto, ahora solo ataca sin oír nada, no deja que nadie se le acerque y menos que le toquen quizás producto de sus heridas y de aquel encierro en contra de su voluntad. Eso ha dado paso a infinidad de rumores que deberán confirmarse cuando alguien sea capaz de encontrarla a ella y a una solución. Eso si es que sobrevives a su instinto, claro…

…porque si no solo habrá silencio y sangre en el piso.

HISTORIA

24 de marzo de 1804, una fecha difícil de olvidar para muchos, así como tan fácil de olvidar para otros. Lo que fue disfrazado para la prensa y el común de la gente como un incendio provocado por la caída de una vela en realidad fue el resultado de un brutal y despiadado ataque de la Inquisición en contra de su administradora, sin importarle que hubiera ancianos y niños en el edificio. Liderados por Astor Gray, los inquisidores transformaron la paz de la Casa de la Esperanza en el mismísimo infierno, y tras un enfrentamiento feroz entre ambos licántropos, la casa de acogida se derrumbó producto del fuego, con Gianella como parte de sus escombros tras haber salvado heroicamente a todos sus protegidos.

Y precisamente fueron ellos los que regresaron en más de una ocasión a las ruinas de aquella icónica mansión de las zonas bajas de París en búsqueda de respuestas, de algo que les dijera si su líder y objeto de admiración había sobrevivido, o si al contrario había caído junto con uno de sus mayores logros. No hallaron nada, y algunos se resignaron, mientras que otros mantenían incluso hasta hoy la esperanza de ver sus ojos azules otra vez. La que nunca se “resignó” fue Gianella, quien fue encontrada por un licántropo fanático de la experimentación y llevada a su hogar, siendo curada de sus heridas más graves –las que aún permanecían en su cuerpo a pesar de casi un mes de regeneración silenciosa bajo lo que quedaba de un muro, principalmente quemaduras – y cuidada hasta que despertó siete meses después. Pero no fue un despertar cualquiera.

Fue un despertar lleno de tensión, de miedo; de la obvia incertidumbre involucrada al estar tanto tiempo dormida y no tener la más remota idea de dónde estaba, por qué estaba allí y con quién; pero más importante –y grave-, desconocer su propia identidad. Miró sus manos y se quitó las vendas, encontrándose de lleno con las cicatrices del fuego. Apenas pudo levantarse de la cama, pero le bastó para encontrar un espejo y verse su rostro y su cuerpo regado de feas marcas. De haber estado convaleciente se habría preguntado cómo fue que no perdió el ojo, pero lo único que se preguntaba era qué le había pasado para estar así.  Y lamentablemente para cuando el hombre se apareció, Gianella asumió – o su instinto lo hizo – que él había sido el responsable.

Aquella noche la bestia regresó de la peor manera, manchando la casa –y sus fauces- con sangrienta desesperación. Asesinó brutalmente al hombre que humildemente le había otorgado sus cuidados y con la sangre inocente de su salvador en su cuerpo, salió al exterior donde se perdió dejando atrás los restos de tan atroz crimen. Desde entonces deambula por las zonas abandonadas de París en búsqueda de su pasado, totalmente bloqueada por su instinto que busca protegerla a toda costa ya sea escapando rápidamente o destruyendo cruelmente a quien sienta como amenaza.

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DATOS EXTRA

- Tiene tendencias sádicas y caníbales.

- Posee marcas de quemaduras en prácticamente todo el cuerpo, siendo las más notorias las de sus manos, pecho, espalda y rostro. Sobre todo por esta última, mantiene su cuerpo cubierto por una capucha, además de tener el pelo actualmente hasta la mitad de la espalda.

- Tal y como antes, sus ojos se vuelven amarillos brillantes cuando se enfurece o se excita.

- Se transforma en esto:

Spoiler:

gracias a αgusτınα• de sourcecode