DRINKING BLOOD [Lestat De Lioncourt]

por **Asagi Dunkelheit** Lun Feb 28, 2011 3:52 pm

Siguiendo el rastro del alcohol que guía mis pasos sigilosamente entre calles, entre borrachos, voy a “divertirme” un poco, la vida no puede ser más vertiginosa, sin embargo me aventuro en ella, fingiendo ser humano.

Con el abrigo blanco que contrasta con mi piel y la elegancia que poseo en movimientos me adentro a aquel lugar donde hombres en su mayoría, beben hasta querer morir, si supieran lo efímero que a veces eso es…

Me voy hasta la barra donde una selectiva “cosecha” de vinos me espera… medito un rato en que pedir, pero verdaderamente no lo sé.

Son tantos y quisiera probarlos todos…

Medito más… pareciendo “estúpido” y “extranjero” para los que no saben que llevo viviendo en estas tierras más de lo que se imaginan.

La dación de difícil y contemplo las botellas saboreando “ficticiamente” su sabor…

por **Lestat De Lioncourt** Mar Mar 01, 2011 4:54 pm

Desde una esquina observe como se colmaba la taberna mientras con un fino pañuelo de seda blanco limpiaba mis labios con sutileza de algún rastro de sangre de aquel que fue mi exquisita victima. Me aproxime a la barra con elegancia, la doncella frente a mi me ofreció uno de los mejores vinos del lugar.

Simulaba beber, me distraía con las risas y gritos de las criaturas del lugar, indagaba en sus pensamientos en busca de información, de diversión, algo que pudiera llevarme a una próxima aventura y hacer mis nocturnas cacerías más interesantes.

Una figura inquietante de un extranjero llego a mi entre los tantos pensamientos que rondaban en mi mente.

por **Asagi Dunkelheit** Dom Mar 06, 2011 5:45 am

Elegancia… esa era la palabra que buscaba para describirle.

Aquel ser igual que yo, tomo asiento, seguro de sí al pedir semejante vino, y yo aun con un debate en la cabeza… no sabía si saludarle o apresurarme a preguntarle por el liquido embriagante, la calma volvió a mí, después de unos segundos, al percibir el fresco aroma de sangre en su piel.

- ¡Buenas noches! Monsieur… no quisiera incomodar a tan fino y elegante caballero, pero quisiera que me diera la opinión de aquel vino que a sus labios mojan casi como un beso.

Quizá había sido demasiado para una simple pregunta, pero sonreí y me mantuve firme, con mi “gran acento francés” para no parecer un tonto extranjero como muchos había seguramente pensado.

por **Lestat De Lioncourt** Mar Mar 08, 2011 2:02 pm

Voltee mi rostro en dirección hacia donde provenía aquella voz. Le mire por unos instante y luego sonreí cortésmente. Su francés era perfecto no era el tonto extranjero que me habían manifestado las mentes del lugar.-

Con un gesto le sugerí que se sentara a mi lado.-

Es un Cabernet Sauvignon de Château Latour, monsieur... –indique mientras alzaba levemente mi copa y observaba el vino de color rojo intenso con matices violáceos-

Baje mi copa y le mire nuevamente

Tiene un aroma a ciruela y leve sabor herbáceo – agregue con una sonrisa-

por **Asagi Dunkelheit** Mar Abr 05, 2011 5:37 pm

“Belleza, presencia, Elegancia… Y Modales”

¿Qué más podía esperar de semejante “caballero”?

- Es usted un experto comparado con mi ignorancia claro está, si me permite, quisiera pedir la botella para los dos y quizá si gusta charlar solo un poco… aunque parece ya lo estamos haciendo.

Le mire mientras llevaba la copa a sus labios, seguro que se deleitaba con aquel sabor y sin dudarlo, pedí la botella en un tono francés algo vergonzoso, esperando respuestas, y buscando con la mirada un sitio “cómodo” entre todo el barullo que se armaba.

por **Lestat De Lioncourt** Vie Abr 08, 2011 6:27 pm

Es una de las cosas que he aprendido en estos años, mas no se sienta usted ignorante, monsieur –susurre con amabilidad antes de responder a su invitación- Seria un placer, pero he de confesarle que debido a mi “condición” no podré acompañarlo a beber, sin embargo, estaré encantado de charlar con usted.

Extendí mi mano de forma segura hacia él, solicitando la suya con todo respeto. Podía sentirlo algo incomodo o intimidado con mi presencia, aunque podría estar equivocado y todo aquello no ser mas que un producto de mi imaginación.

Lestat De Lioncourt – dije a modo de presentación estrechando suavemente su mano-

por **Asagi Dunkelheit** Sáb Abr 09, 2011 2:34 am

- Asagi Dunkelheit por cierto, es un placer conocerle, estoy a sus servicios.

Estreche su mano, como un “ligero” gesto de compañerismo, era un hombre poco común, tenía un toque encantador del lenguaje tanto corporal como del habla.

- Muchas gracias, lamento escuchar lo de su “condición” yo espero que se recupere del todo, si me permite busquemos algún lugar donde podamos sentirnos mas cómodos ambos.

Busque con la mirada un lugar, un rincón entre todo ese olor y todo el ruido que se podía escuchar, lleve la botella en manos, y después vi aquel perfecto lugar, junto a una gran ventana, con la vista a más que la calle, la luna y la oscuridad.

- Quizá aquel lugar estaría muy bien.

Le dije en un tono amable y cortes, aquel hombre despertaba en mi una curiosidad.

- Sera mi imaginación, pero Monsieur supongo que lleva mucho viviendo en Paris… Ya que ni yo que llevo “un gran tiempo” conozco tan bien de vinos, como usted, o será que no tengo ese don de apreciar una buena bebida, aunque casi siempre me deleite con alguna.

Mi sentido de la comunicación era algo torpe, si era bien sabido que no conocida nada, puesto que me había encontrado “en muchos lugares” de este país y en situaciones “no muy buenas”

por **Lestat De Lioncourt** Lun Abr 11, 2011 6:40 pm

El placer es mío, monsieur Dunkelheit –dije sonriendo al tiempo que me instalaba de pie junto él a una distancia prudente-

Casi al mismo tiempo, posamos la mirada en la mesa libre junto a la ventana que daba a la calle, lejos, apartada de aquel bullicio. Un lugar apropiado para que dos jóvenes entablaran una grata conversación acompañados de una excelente botella de vino.

Si, esta muy bien –comente-

Le seguí elegantemente através de la taberna hasta llegar al lugar que habíamos previsto para compartir la velada. Observe por la ventana la Luna que ornamentaba el cielo y nos acompañaría esa noche. Cuando oí la voz de mi camarada, me acomode en la silla y le mire directo a los ojos. Su mirada era algo melancólica, su apariencia elegante y sombría. Esas características solo formaban parte de su natural encanto. Podía percibir en la mente de más de alguna persona, hombre y mujer, el hechizo que le había causado mi interlocutor.

Visite Paris cuando aun era mortal, viaje junto a un muy buen amigo, gracias a la ayuda de mi madre. He regresado nuevamente a la ciudad hace un par de meses tal vez… -susurre con tranquilidad-

Le sonreí con travesura como un niño que oculta un secreto.

En una taberna también puede deleitarse con una exquisita “bebida” –dije de forma socarrona y golpee suavemente mi sien- El sabor del vino y el de mejor calidad. Con envejecimiento se obtiene una noble fineza, mejora notablemente el sabor. –Comenté- Se puede aprender mucho cuando se lleva viviendo tanto tiempo ¿No lo cree usted?

Le contemple por unos instantes, en ningún momento aparte mi vista de sus ojos. Deseaba saber de donde provenía aquel hombre, que hacia en este lugar. Le miraba como si pudiera descifrar todo con solo observarlo detenidamente.-

por **Asagi Dunkelheit** Lun Abr 11, 2011 7:59 pm

La profundidad con la que me sumerjo en su mirada, es tanta como la noche, como la luna, tiene ese encanto, hasta quizá más, un ser único, inteligente y sabio, me emocionaba estar frente a alguien así me deleitaba con ese tipo de charlas, una sonrisa suya que hace desparecer el viento, llevándose las nubes lejos, que cubren a su naturaleza a su amante la luna…
estaba exagerando con mi poesía, pero no pude evitar inspirarme al verle esa expresión tan serena, como el momento que pasábamos a pesar de no estar muy lejos de aquel ruido, era como encerrarnos en una burbuja… y sentirla flotar mientras llega a la luna, quien nos cubre mas y mas con su luz.

Así de pronto el ángel que está en sus ojos me murmura, escuchando gran parte de su “vida” un mínimo, pero prestando atención, la requería de parte de mí.

Tan suave como una caricia, como el viento que golpeaba mi rostro y hacia danzar mis largos cabellos, fue su habla, tan encantadora, tan amena. Me serví de aquel vino, de todas formas había llevado dos copas por si se ofrecía, aunque me lo había dejado claro, el no podría debido… a “su condición” la cual desconocía.

- Se puede apreciar mucho… y de todo, no solo del vino, no solo de la humanidad, no solo de los sentimientos, no solo del cambio que sufre esta parte del mundo… en esta eternidad… así es… se puede apreciar muchísimo es una de las ventajas, de ser lo que somos.

Levante mi copa y mire atreves de ella, mientras le platicaba, mientras intercambia palabras, en un tono profundo como es costumbre mía.

El ver su sonrisa, fue un impacto para mi, que envidie por instantes ese gesto, “ya quisiera yo poder sonreír así”, me dije mientras le miraba, pocas veces, para no decir nunca, alguien me hacia sonreír por completo.

- Es bueno viajar en compañía… espero que disfrute mucho estando aquí, al menos siento que París está en su punto de disfrute, no como años anteriores.

Desvié la mirada para observar el panorama, que bello estaba, más con aquella luna, mirándonos y llevándonos lejos de aquel mundo simple.

- Tiene usted una gran mirada, digna de un caballero, presta atención, pocas veces eso hace la gente quien le acompaña.

Me inquietaba lo que pensaría al mirarme así de esa forma… ¿Qué seria?

por **Lestat De Lioncourt** Vie Abr 15, 2011 3:52 pm

Aquel joven lograba seducirme con su embeleso ante cada uno de mis gestos. Preste total atención a cada una de sus palabras y le observe recrearse con la copa de vino en su mano.

Tome la copa destinada para mí que se hallaba junto a la botella de vino. ¿Cómo podía deleitarse con el sabor de aquella bebida? Vertí un poco de aquel licor en el vaso. Al menos debería aparentar ante los presentes que compartía un trago con el joven frente a mí.

Exactamente por ser lo que somos, monsieur–susurre mirando el liquido en el interior de mi copa- El vino no tiene sabor para mi y debo fingir lo que para usted parece algo natural…

No podía beber, ni comer. Lo único que deseo y deseare por toda la eternidad será la sangre. Que esta contenga la leve esencia de algún licor o algún tipo de droga, solo logra alterar ligeramente el sabor de aquello que sacia mi sed y apetito.

El aura misteriosa y romántica que rodeaba a mi compañero, me intrigaba de sobremanera. Poseía una delicadeza digna de un caballero, un poeta apasionado. Sus rasgos orientales le otorgaban una fina expresión en su rostro. Un gesto tranquilo y el orgullo reflejado en su semblante.

Usted despierta mi curiosidad–declaré-

por **Asagi Dunkelheit** Lun Abr 18, 2011 1:00 am

Como desperdiciar noches como estas…Las madrugadas, siguen siendo eso, solo mañanas de azul añil con el aroma de la neblina resbalando por el suelo, como las lagrimas que se dibujan en mi rostro, como las palabras que escribo al escuchar esta canción que sale de mi ser, gritando su dolor, gritando su soledad, mostrando sus heridas, mostrando su sentido de derrota. Un alma que se avergüenza de querer hacer algo… que tal vez no sea lo mejor, es un sueño estúpido que requiere años de trabajo, y la mente solo dibuja expresiones tristes de esperanzas, a un sueño que tal vez jamás cumplirá.

Sensaciones como si derritiera la noche sobre nosotros, se escapan los susurros, los suspiros se entrelazan, todo es enteramente de nosotros, le miro a los ojos, como si le estuviera orando, siento como el corazón se me oprime.

Siento que cuando la siguiente palabra que oiga provenir del caballero me envolverá hacerme caer, miro atreves del cristal, la cuidad en mis pies esta, y su mirada me persigue al igual que sus palabras resuenan una a una dentro de mí. “Fingir”… y si eso es la vida… cuando le escucho sobre el vino y lo insípido que resulta para él, me lleno de preguntas estúpidas… que no parecen tener respuestas.

- No me he puesto a pensar claramente, pero usted tiene la razón me he cegado, eso es lo que pasa, solo añoro el sabor, quizá mi subconsciente crea ilusiones que para mí son reales, tiene razón, por lo que somos hay cosas que ya no son como antes para nosotros… el pasado se queda y aun añorabas cosas “pequeñas” de aquellos días donde solíamos “estar vivos”

Una balada en mi mente creció de repente, al compas de la sabiduría de aquel hombre, era tan cierto, aunque rompió el cristal de mi ilusión me alegro que lo hiciera, yo era joven e ingenuo a un.

- ¿curiosidad?... Yo deseo poderle responder, o tal vez despejar un poco aquel sentimiento, es un gran sentimiento, es tan tentador, tan lleno de posibilidades, es el sentimiento que parte de toda creación o conocimiento, la curiosidad, deseo que me exponga sus inquietudes…

Le mire mientras bebíamos un poco más esta vez mi paladar, no sintió nada, el espejo de una falsedad más se quebró y la verdad salió a la luz depositándose en la oscuridad de mi vida.

por **Lestat De Lioncourt** Jue Abr 21, 2011 10:11 pm

Estamos condenados a ser unos habitantes eternos de la noche y unos vampiros eternamente atormentados. –declaré con tono tranquilo y le sonreí con afecto. Luego confesé- Aunque he de ser sincero y debo decirle, que disfruto ver la noche con estos viejos ojos, me encanta poseer estos sentidos preternaturales y adoro mi velocidad vampírica. Valoro mis facultados. Pero no niego que la vida es un milagro y posee su particular magia, pero así hermosa y todo, me fascina ser lo que soy; Un vampiro, un ser intemporal que no puede disfrutar otra vez de una copa de vino o algún plato de comida.

Contemple al joven frente a mí. Se hallaba levemente sumergido en sus pensamientos. Cada vez que pronunciaba alguna palabra acrecentaba una tenue melancolía que se reflejada en sus ojos, pero había algo más, una pasión y pureza con las que me deleitaba. Me pareció que estaba meditando sobre su vida, recordando, aceptando su condición o tal vez despertando de alguna ilusión que con sencillas palabras yo había destruido.

Escuchar su comentario sobre la curiosidad que él despertaba en mí, me sorprendió. Jamás había conocido a alguien que estuviera tan dispuesto a despejar mis inquietudes y se sintiera complacido ante mi curiosidad.

¿Qué hace en la taberna monsieur? ¿Y por qué se decidió a hablarme en lugar de haber ignorado mi presencia?-pregunté curioso mientras le observaba beber nuevamente de su copa, pero esta vez pude notar algo diferente en aquel simple gesto.-

por **Asagi Dunkelheit** Mar Abr 26, 2011 5:36 pm

“Eternamente atormentados”… sin duda alguna ese era el tipo de palabras que más se clavaban en mi mente, haciéndome recordar el tiempo que llevaba aquí, las experiencias, que sin duda me enseñaron mucho a lo largo de mi camino, tenía razón, quizá yo solo fingía un poco de “vida” aun así le escuche atento, aquel hombre sabio podía enseñarme más de lo que yo a él, más de lo que yo había aprendido. La quietud en mis acciones no estaban en sincronía, la melancolía que emanaba, recordando que el alba jamás a mi regresaría y yo a ella tampoco, el no disfrutar de lo que yo “presumía” disfrutar, ¿todo mentira?... Así es la vida de un ser eterno. Su curiosidad a pesar de todo no eran las preguntas comunes que me hacían eso me alegro en gran parte y apenas sonreí con “algo de felicidad”

- Usted tiene razón, aunque muchas veces me gusta engañarme, decir que vivir así es lo mejor, al menos supongo que lo vivo como realidad y disfruto de cada noche y cada persona que conozco, quizá después de todo ser “Eternos” no nos hace “Atormentados”, si bien podemos enamorarnos, aunque sea momentáneo o doloroso, pero aprender y ser sabios cada día, cada tiempo, quizá tampoco podamos probar ciertos sabores, pero descubrimos algunos cuantos que los demás no perciben en el aire, como el de la melancolía, soledad e incluso el de la muerte y el más exquisito, el de la sangre que nos mantiene vivos. ¿me equivoco Monsieur?

No quería ser grosero, así que mostré mi amabilidad en las palabras, a pesar de ver la noche caer, el vino oler, pero no saborear, estaba seguro que podía disfrutar del sabor de la compañía, que ahora me ofrecía. Sus preguntas, deseaba contestarlas tanto, como el escuchar mis respuestas, pero quería que fueran de los más humildes, sin tener que presumir, sin engalanarme ante tal caballero.

- ¿Qué hago aquí?... Bueno en sí venia de vez en cuando a ver a un cliente, pero… vine a buscar diversión, cosa que está ligada con su segunda pregunta Monsieur, cada vez que alguien me dirige la palabra o yo a él, se torna interesante, al menos mas cuando es alguien a quien no conozco, pues tanto podemos conocernos y llegar a ser buenos conocidos, amigos, socios, pero lo más importante y donde empieza la diversión, es entablar conversación, ver qué cosas interesantes puedo aprender, como esta noche, Monsieur, me ha enseñado que voy por la vida con una venda en los ojos que yo mismo cree, usted es un hombre sabio y puedo aprender más esta noche… que los años que llevo viviendo aquí…

Tome mi copa y bebí de nuevo, buscando el sabor de lo interesante entre este liquido y aquellos ojos cristalinos.

por **Lestat De Lioncourt** Sáb Abr 30, 2011 10:59 pm

Me disculpo, aquel adjetivo; “atormentados” es una descripción más propia para este ser ante usted. Debido a mis innumerables experiencias, la conciencia es uno de mis enemigos. –Aclaré- Y no se equivoca monsieur. He de decirle que a pesar de mis inusitados remordimientos, se que todo cuanto he hecho, lo volvería a repetir. Porque como dice, aprendemos de todo cuanto nos rodea, y eso incluye nuestros errores.

Levanté la copa y aspire el aroma del vino, semejante a otros en su esencia original, sin embargo, este variaba en el aroma del fruto, su fermentación y envejecimiento. Luego volví a depositar la copa sobre la mesa y atentamente, mirando a los ojos de mi interlocutor, escuche la respuesta que esperaba con ansias.

¿Sabio? Para él yo era un hombre sabio… Esa fue su respuesta. Busca diversión esta noche, por eso se hallaba en esta taberna y opto por dirigirme la palabra. Estaba en busca de una conversación interesante y deseaba conocerme. Pues bien si en algo coincidíamos era en esto. Ambos queríamos divertirnos esta noche, estábamos en busca de una aventura y teníamos curiosidad o interés el uno por el otro. Lo peor que podría hacer en estos momentos era abandonarlo, esfumarme como si nunca lo hubiera conocido. Pero no pensaba en aquella posibilidad. Deseaba conocerlo más y extrañamente me había empezado a encariñar con él.

Es algo natural el querer creer que podemos seguir disfrutando de lo que solíamos hacer cuando éramos mortales –le comenté con tranquilidad sonando lo mas amablemente posible. Luego agregué recordando algo que había escuchado de un antiguo vampiro- Dicen que ninguno de nosotros cambia realmente con el paso del tiempo, que sólo nos volvemos más como somos. Pero el vino, la comida, el deseo carnal… todo aquello es arrastrado por el tormentoso deseo o necesidad de sangre humana.

Seguía siendo el mismo de siempre. Yo era así cuando estaba vivo; El inquieto, el curioso, el impaciente, el vanidoso Lestat. El que siempre lo echaba todo a perder por el amor o una buena pelea. El transcurso de los años, no habían alterado mi esencia, ni mi alma.

por **Asagi Dunkelheit** Mar Mayo 03, 2011 10:07 pm

Aquel intercambio de palabras se tornaba de lo más fresco para mi, aquel aroma, de elegancia se profundizaba en mi cuerpo, era como si él me meciera con un soplo fino, era cierto que no podía sonreír por completo ante alguien, por hipocresía, ironía, o por simple juego, pero de pronto comencé a hacerlo, solo por amistad, aquel gesto amable que hizo que mis mejillas se alzaran, como si de un niño pequeño con juguete nuevo se tratara, recuerdo que jamás a nadie le había mostrado aquel lado mío, esta sería una primera vez, eran ciertas sus palabras, no deseaba contradecirles.

En verdad, ¿Cuánto hemos sufrido el y yo?... tan solo por el hecho de lo que somos.

- No se disculpe Monsieur, aquella dulce palabra, también me pertenece, también me describe, no le parece que ambos vivos de alguna manera aquel dolor, los humanos son tan codiciosos, guardan el rencor en otras personas, son incapaces de ver sus propias faltas, se hieren sin esfuerzos, sin darse cuenta que en su mano poseen una maravillosa vida, que de alguna forma u otra nosotros perdimos o sacrificamos por la “eternidad”, así que no se disculpe, le aseguro que un servidor también ha pasado demasiados “Momentos a tormentosos” desde su nacimiento, y más aun, desde su trágica
transformación. Me encantaría poderle contar aquellos, para que sepa la razón. De mis expresiones elidas, tristes pero irónicas. Sin embargo no está en mis manos acaparar tan bello momento.

Esas palabras de su parte hacían mi ceguera más clara, es como si de alguna forma me devolviera, la “vida”, sus expresiones, aquellos ojos, tenían cierto toque, no era de sufrimiento, pero tampoco de felicidad, simplemente de algo diferente que yo no era capaz de obtener, no estaba tan infeliz con su vida, seguro era eso. Volví a poner un poco más de ese vino en mi copa, esta vez le serví a mi acompañante de una forma educada y sutil, lo cristalino de nuestras copas, mientras se rellenaban me recordaba a nuestro corazones, llenos y vacios, cuando la muerte ataca… a nuestro seres “amados” que siguen siendo humanos, me recordó… a aquella ocasión… […] me absorte en la copa… tanto como pude, que de alguna manera unas imágenes borrosas y dolorosas vinieron a mi mente…

- La verdad… es que vamos cambiando, lo vamos haciendo, quizá en mi caso, cambie radicalmente al descubrirme y aceptarme después de tanto tiempo, he querido borrar ese cambio en mí, pero me es imposible, porque esto es lo que soy y ahora no lo puedo borrar, si no sepultar en la muerte.

Me lleve la mano al pecho, al corazón, bueno a lo poco que me quedaba de este, recordando cada parte de mi vida, pero después sonreí, había cambiado tanto, en tan “poco tiempo”, que yo mismo, me sorprendía de todo aquello.

por **Lestat De Lioncourt** Sáb Mayo 21, 2011 12:22 am

¿Trágica transformación? –Al escucharlo repetí aquellas palabras en mi mente.

Muy pocos son los vampiros, que no tienen una historia trágica de contar sobre su transformación. Por supuesto, están aquellos que aceptan rápidamente su nueva naturaleza, unos que no podrían imaginar otra condición o forma de “vida” y por ultimo, los que no son capaces de soportar una eternidad y deciden destruirse. Por lo general, sus vidas ya habían sido infortunadas y como vampiros eran muy débiles. Pero este ser frente a mi, no era de esa clase, él era fuerte, poseía un espíritu vigoroso y un alma apasionada la cual se manifestaba en sus ojos.

Aquel joven me tenía intrigado, me acomode para mirarlo de frente, directo a los ojos mientras volvía a llenar nuestras copas. Tenia todo el tiempo del mundo, disponía de el a mi antojo y estaba dispuesto a oír su historia. Lo mire largamente en silencio, le prestaría toda mi atención, lo escucharía atentamente. Esperaba que continuara con su relato. ¿Qué había sucedido en su vida, con su transformación? ¿Qué se ocultaba detrás de aquellas palabras que habían ensombrecido su alma y su semblante?

Capte por accidente unas imágenes confusas en su mente.

Ansío contemplar esas imágenes, escuchar todo cuanto desees contarme –dije con naturalidad. Deseaba conocerlo a fondo-

Me detuve. Hice una pausa prolongada, desvíe mi mirada por un instante y contemplé el firmamento como suelen hacerlo los mortales, pero percibiendo la escena con mi sensibilidad vampírica. La Luna sonríe resplandeciendo impávida, nos envuelve con su belleza y nos contagia con su romance. Y las estrellas, tan mágicas que con sus destellos, cualquier sitio adquiere un lindo encanto, inclusive la taberna en la que nos localizábamos. Gire mi rostro mirando a nuestro alrededor y luego volví a posar mis ojos en el rostro de mi interlocutor.

Cuénteme –Me dirigí a él con respeto y una voz afectuosa-

Quería permitirle continuar con su relato, que me contara su historia con detalles.

por **Asagi Dunkelheit** Lun Mayo 23, 2011 7:36 pm

- Todo es trágico… ¿sabe por qué?... nosotros carecemos de lo que se llama sabor, nos desespera muchas veces, pero al probar la sangre, al sentirla, descubrimos que es lo único que tiene sabor, lo mismo pasaría si en lugar de sangre fuera agua, alguna comida, algún vino, la sangre es algo común y lo único que nos da sabor, lo único que nos hace tener esa sensación como antes… solo eso… es trágico que algo tan simple nos deje tranquilos y vivos después de probar algo de humanidad.

No había encontrado persona con la que me pudiera desarrollar tan atentamente y tan a la ligera, porque tenía un encanto que me hacia confiar, algo que me decía que con el no había que temer, parecía tan atento, como un buen escritor, como si estuviera leyendo un libro que encontraba cada vez más interesante e intrigante cada vez que pasaba de una página a otra, pero aquí me tenía a su merced para aclararle cualquier duda.

- Desde mi nacimiento estuve marcado con todo esto, con todo aquello, que llaman misterio, con la sangre, con el temor, con la huida, con enemigos detrás de mi cuna. Mi madre era heredera del el reino Schwarzschild…

un reino que la dejo escapar, que la dejo morir, un reino que se hubiera hecho tan hermoso si no fuera por el miedo que le recorrió ante un “hombre” ante unos ojos rojos, ante el miedo y la destrucción Un mensaje en medio de la noche, la historia de tinieblas se escribió, las cruces de las casa del cementerio se doblegaron, ante su llegada siendo arrastrado en un carruaje sin jinete, con aquellas extrañas criaturas, aquellos caballos, con los ojos escarlatas, con cuernos en la cabeza y colmillos en la boca, las calles solitarias, la gente miedosa esperando que aquel… Rey pasara congelando el agua, secando las rosas, oscureciendo la luna, cabalgando entre las calles con velocidad, para solo tomar entre sombras a aquella princesa…. Llevándosela lejos, a otro lugar, muchos le hacían muerta, muchos le buscaban aun, muchos la creían impura pero lo cierto es que el temido rey de Dunkelheit se había enamorado de una mortal, siendo él un vampiro puro, aplaudido por su gallardía, por su oscuro poder de doblegar a la peor criatura… pasaron unos cuatro años y aunque no lo crea, jamás tomo su sangre, porque la amaba y esa era la prueba, resistir sus propios deseos, sin embargo el deseo carnal no, desnudando la belleza de aquella bella mujer, unos meses después en ese vientre fue concebida una vida… ¡Que se suponía era… Amor, era quien representaba su unión! Pero para el Rey no era así, sus sueños de vivir junto a quien amaba se vieron truncados… por aquel hijo que consideraba bastardo, el había abandonado riquezas, poder por el amor y ahora un bebe se lo venía a arrebatar todo… fue entonces que le abandonaron con solo unos cuantos años dejándolo en manos de una vampiresa que se apiado de él solo por ser hijo de aquel Rey que huyo… “Hacia aquel viaje” Los años pasaron, el miedo se reflejo en el rostro serio y sin expresión de su pequeño, el solo susurraba palabras dulces, palabras de amor, a quien siempre le abrazo y le beso, aquella que con amor le obsequio la única melodía de amor aquella que le concibió, ese único objeto que le hacía salir del miedo y le recordaba que era humano huyendo del pálido rostro, de la indiferencia de su padre.

Trate de ser sigiloso con los detalles, pues si bien aquellos podían ser peligrosos, había demasiado de por medio, antes de continuar, sorbí un poco de mi copa, era como regresar atrás de nuevo recordando aquello, miraba las escenas en los ojos de mi acompañante.

- Pero eso no era todo el rey antes de irse, antes de dejarlo y abandonarlo tomo su pequeño cuello, enterrando aquella infernal llama, dejando un sello… y musitando unas pequeñas palabras…: “De veintiún años morirás, de veintiún años nacerás, la marca entonces se activara, es tu castigo un error mío, cargaras con el pecado de la infelicidad, de la tristeza y de la juventud arrebatada de mi amada, son sueños, quédate en el destierro… Para siempre con el apellido, para siempre con el nombre, Asagi Dunkelheit, tu nacimiento es manchado, maldecido, te perseguirán las deudas que deje en mi camino, mis enemigos” el tormento de la eternidad… de la noche, de las oscuridad, del desamor, de la simplicidad de la vida… Hijo mío.

y ¿Qué hizo su madre?... solo pedirle perdón porque el amor que le tenía al rey era más grande… Solo eso… Amor, de ahí reside mi nacimiento, mi trágica transformación, y no solo eso… de amor también surge otro capitulo que no he podido borrar con el tiempo… lamento si le he aburrido, lamento si esto no le parece correcto pero debo confesar algo, nadie sabe hasta ahora mi verdadera historia quizá me guarde los detalles porque serian enormes ahora… como los pecados que cargo y me persiguen…

Le sonreí mientras sostenía el alhajero que colgaba en mi pecho regalado y hecho por mi madre…

por **Lestat De Lioncourt** Mar Jul 05, 2011 1:18 am

Escuche con atención su peculiar opinión sobre nuestra forma de alimentarnos. Sinceramente no podría imaginarme esta nueva vida sin tener que beber la sangre de mis asesinos y succionar cada uno de sus recuerdos. No puedo comparar la sangre con el agua. No compartía su opinión. La sangre no era algo común. Era la vida misma de cada persona que moría entre mis brazos después de aquel maravilloso y embriagador baile cuerpo a cuerpo. Aquel elixir impregnado de memorias, experiencias, anécdotas. Toda una historia. Toda la esencia de aquella hermosa victima. Sin embargo, guarde silencio y continúe escuchando su historia mientras lo observaba atentamente.

Su narración respecto a su vida parecía bastante siniestra. Cada uno de los personajes tenía un papel protagónico en la historia y sin la esencia de uno de ellos, el relato perdería su encantamiento. Me hablo sobre la juventud de su madre y el destino que le fue forjado causado por el temor de su reino a una criatura. Una criatura que a su paso dejaba tras de él, solo muerte y caos. Y aquel ser era su padre, un vampiro perdidamente enamorado de una princesa. Pero era un amor, a mi juicio, egoísta. ¿Cómo era posible que no amara a su hijo? No conocía esa clase de vampiros que tuvieran la capacidad de dar vida a un ser. Mas de uno de mis camaradas, desearían tener descendencia y a alguien a quien proteger, más aun, si ese alguien es su propio hijo. Sin embargo, aquel individuo veía este niño como un simple rival. Un enemigo que venia a arrebatarle todo lo que poseía. Me entristeció oír algo así y sentí algo de desprecio por ese vampiro quien fue su padre.

Contemple a mi interlocutor beber nuevamente. Guarde silencio esperando que continuara con su historia. Ansiando oír el resto. Sostuve su mirada, con interés mientras deslizaba la punta de uno de mis dedos sobre el borde de mi copa que aun contenía vino.

Continúe atento, curioso y ansioso. Escuchando cada palabra, capte las imágenes de su mente, sobre su vida, sus sueños y tragedias.

¿Amor? Todo reside en eso. ¿Acaso el amor es un sentimiento capaz de causar tanto dolor? He amado a muchas personas, he amado a mis victimas, sin embargo, jamás he conocido aquel amor que experimentan los mortales. Jamás ame a una mujer de esa manera. Mi amor por Nicolás, Gabrielle, Louis y la pequeña Claudia no era un sentimiento que pudiera comparar con lo que acababa de contarme el joven Dunkelheit. Pero, si, sufrí por ellos, por su odio, por su abandono. Algo me estaba incomodando, no lograba descubrir que era.

Respondí a su sonrisa afablemente, mientras lo observaba sostener algo en la mano. En su mente descubrí, que era un recuerdo de su madre.

Lo escucho con toda mi alma. No me ha aburrido monsieur. Créame que no tiene absolutamente nada que lamentar. –declaré con amabilidad y ternura-

Recorde lo que dijo, un capitulo mas en su vida que estaba marcado por el amor. Sentimiento muy complejo lleno de alegrías y tristezas.

¿Desea contarme algo más? –Pregunte curioso- Continúe, por favor. No deseo interrumpirlo. - dije, invitándolo-

por **Asagi Dunkelheit** Sáb Jul 09, 2011 4:22 pm

Me sorprendí de su reacción realmente esta persona quería saber mucho más de mí, se me hacia irónico, es que muchas veces fui patético al momento de relacionarme y hablar de mí, siempre pensado las reacciones de las personas sobre mi historia, sobre mi origen, es cierto que odio ciertas cosas de eso, una de ella una simple palabra “Amor” Y… ¡¡Es que de ahí he nacido!! Eso me dio vida y también amo esa palabra, que paradoja, no quiero vivir solo así porque sí mi vida tiene motivos más grandes que la venganza o cargar con un apellido tan innecesario, poco a poco me encargaría de cada cosa, solo hacía falta hallar una persona que me hiciera sentir todo lo que mi padre sintió por mi madre, y de ese modo lograría entender mejor las cosas. Mire a mi compañero, apenas sonreí, me degustaba poder interactuar con personas así de dedicadas, el encuentro tomaba más excitación y eso me agradaba.

- Está bien, Sabe usted me emana confianza y creo poder continuar solo un poco con este relato… Mis padres… Más bien mi padre me dejo atado a dos de sus fieles sirvientes un brujo y un vampiro los cuales se dicen existieron mucho antes que la humanidad inclusive se especula que son hermanos, el más cercano a mi “Padre” fue el que funge como mayordomo el brujo “Isaak Fernand” el me enseño los buenos modales, la cultura y otras cosas, por supuesto lo poético lo herede y desarrolle solo, sin embargo no tengo idea de quienes de mis padres eran así, considero que el otro sujeto el Vampiro “León” ha sido como un tío, un tipo muy aguerrido, pero también una bestia, con ellos fui creciendo hasta el día de mi muerte, viajamos demasiado juntos, me enseñaron sistemas políticos a tratar con la gente y muchas cosas más que hoy en día forjan la persona que soy.

Pasaron varios años después de mi completa transformación, yo debo de admitir que tuve un momento de oscuridad donde me odiaba, porque no podía aceptarme cual bestia sanguinaria que soy, así que me uní con un grupo de cazadores para exterminar a los de mi raza y a otros más, sin embargo como todo juego sucio hubo traiciones, siendo yo uno de los que encabezaba el mejor “grupo” mate a una persona importante “El prometido de una mujer” Yo no tenía idea, pues cuando uno mata, realmente no interesa quien sea la persona, pero ese error me costaría parte de mi vida, una noche una mujer fue testigo de cómo tomaba la sangre de varios niños, hombres y mujeres, ella me llamo “Aquel que hace llover sangre” y se desvaneció, tuve que llevármela, quería cerrarle la boca, matarla para que no hablara jamás sin embargo ella se mantuvo al margen diciendo que no recordaba nada, que era una persona que ya no tenía a donde ir, pero fue cruel después de incidentes ella tenía el rol de mi “Esposa” por así decirlo. Admito que me encariñe con esa mujer, que fue la primera que me hizo descubrir que poseía un lado humano todavía, pero ella era la espía del otro bando, la mujer que buscaba venganza porque mate a su prometido… “la debilidad del hombre más fuerte es el amor de una mujer” y eso es cierto… No me crea pero yo lo viví, tome el valor de enfrentar las cosas, sin embargo yo quien arrebato su felicidad también se la devolví porque al leer una carta me rebelo que ella estaba enamorada de mi y que había sacrificado su vida para no “Delatarme” y neciamente fui tras de ella, presenciando su muerte, acabando con mis enemigos, comprendí con su muerte que debía aceptar mis pecados y los castigos de estos.

De pronto recordar aquello me hizo sentir débil, nefasto, humano… No estaba acostumbrado a mostrar emoción alguna, aquellos momento fueron pocas experiencias que me habían servido para continuar como soy hasta ahora, sorbí nuevamente el vino, otro tanto solo para ocultar que realmente amo expresarme de una manera triste y le sonreí, continúe nuevamente con un tono más alegre.

- Después de eso volví como “El hijo prodigo” Siempre he sido una bestia aunque no lo aparente supongo que eso es parte de nosotros, a veces deseo arrancar este lado humano, porque no me dejara mentir, a veces los sentimientos nos destrozan de alguna manera lo hacen y siempre me ha perseguido el amor, nací de él y créame, justo no quiero amar, hay una persona detrás de mi convenciéndome que me ama que yo puedo hacerlo y es cierto juego con las emociones, pero a veces puedo creerle, porque él es un ser como nosotros, otro vampiro aunque no estoy del todo seguro, me llego a detestar…. Hasta ahora mi vida ha transcurrido con dolor, lo admito, pero también con sabiduría, no me dejo vencer, yo soy muy egoísta amo la soledad, la amo tanto que me tiene en un vacio intenso… Muchos Vampiros no pueden comprenderme, porque si bien pude haber tenido mucha compañía, pero yo solo quiero soledad, mientras ellos buscan una pareja para no caer en los brazos de la diosa de la llamada muerte, sin embargo eso es mejor que estar en este vacío y no sentir nada… “Los sentimientos se pudren y se hacen polvo… Después no queda nada”… Quizá esté equivocado hay muchas opiniones en el mundo, usted mismo puede estar en desacuerdo conmigo… Así que ya conoce otra faceta de Dunkelheit que nadie había tenido el privilegio de escuchar.

La burbuja que nos mantenía a flote de esta conversación se elevo aun más, pensé que llagaríamos a los borbotones de Champaign que el añil del cielo nos regala. Todo estaba llevándose de una manera amena que admito que yo admiraba a ese hombre, nadie me había hecho sentir todo aquello que ahora cargo, fue como vaciar toda el agua del cántaro que estaba a punto de reventar me sentí aliviado, era un poco egoísta de mi parte pensar así. Pero creo que era momento de que me escucharan y dejar de escuchar por un momento. Muchas voces en mi interior aclaman reclamantes.

por **Lestat De Lioncourt** Mar Ago 09, 2011 8:00 pm

Me alegra oír eso, pues tengo toda la intención de seguir escuchando su historia y conocer más sobre usted. –declare con naturalidad y respeto. Después de todo, no quería que mi acompañante terminara pensado que no prestaba atención a sus palabras y que la historia de su vida me fuera irrelevante o absurda-

Criado por una especie de tutores, muy lejos de sus padres. Un brujo y un vampiro, una combinación bastante peculiar. A los vampiros no nos gustan los hechiceros. Somos capaces de engañar a los mortales, pero con los hechiceros la historia es diferente. Estos detectan todo tipo de detalles sobre otros seres sobrenaturales. Tiene que ver con el involuntario y constante ejercicio de sus poderes. Aunque debo admitir que a veces pueden llegar a ser importantes aliados.

Seguí escuchando a Asagi y hubo algo en su historia que volvió a captar mi atención. Mi estimado amigo debía saber que todos pasamos por aquella situación. Aquella donde nos odiamos y nos consideramos una verdadera abominación, en especial cuando no deseamos la vida eterna y nos es otorgada en contra de nuestra voluntad. Pero jamás imagine que su desprecio fuera tan intenso como para destruir a otros de su especie. Debo admitir que me sorprendió. Continúe prestando atención a su relato y como esperaba una mujer, hermosa sin duda, fue solo una pieza más de una cruel y horrorosa traición. Un destino trágico para dos seres que se aman. Un triste final. Contemple su rostro con una perfecta mascara de indiferencia, era incapaz de expresar algún sentimiento en mi rostro. ¿Cómo debo actuar? Sentí un leve malestar en mi pecho. No he experimentado un amor como el que mi interlocutor me describía, pero logre entender al vampiro. Puedo comprender sin problemas el dolor de otra criatura. Sin embargo, cuando me sonrío, fui capaz de corresponderle con una jovial y dulce sonrisa.

Su vida, su sufrimiento ha estado ligado al amor desde antes de nacer. ¿Como interpretar todo lo que estaba relatándome? Amar a alguien no puede ser una pesadilla, pero soy consiente que tampoco es un maravilloso sueño. Lo escuche, lo observe y asentí lentamente una sola vez. No porque estuviera de acuerdo o en desacuerdo con su opinión en cuanto a aquel sentimiento tan complejo e incomprensible. Sino, porque había logrado conocer algo más sobre él. Por que me había permitido oír su historia depositando un poco de su confianza en mí.

Abrí un poco mi boca, pero solo un suspiro escapo de entre mis labios. Deseaba opinar y comentar algo sobre lo que acaba de expresarme, pero no sabía por donde empezar. Finalmente clave mis ojos en los suyos, me incline hacia delante apoyando mis brazos sobre la mesa dispuesto a dirigirle la palabra a mi acompañante.

Entonces debería sentirme afortunado… –comente con una pizca de humor y sonríe. Luego junte las palmas de mis manos entrelazando mis dedos, estaba dispuesto a expresarle con respeto mi opinión- Somos capaces de hacer cosas inimaginables motivados por el amor. A veces puede salvarnos o salvar a quien amamos. –Extendí una de mis manos para tomar mi copa de cristal e inclinarla levemente de un lado a otro contemplando como danzaba el vino en su interior- A veces creemos amar alguien, pero nos equivocamos y cuanto más ama uno, mejor conoce la trágica pérdida del amor… –Lo mire fija e intensamente a los ojos- ¿Estar solo, es lo que realmente desea? Porque vivir sin emociones, tarde o temprano lo llevaran a lanzarse a los brazos llameantes de la muerte manifestada en una gran hoguera. Hay alguien interesado en permitirle experimentar nuevamente el amor. Es diferente a otros vampiros porque interpretando sus palabras, usted no busco esta compañía. Aquella criatura fue puesta en su camino y me pregunto si son sus temores los que le impiden darse otra oportunidad…

He cometido demasiados pecados en nombre del amor, pero no me arrepiento, ni del más insignificante. No me excuso, ni siento remordimiento alguno ante mis acciones. ¿Qué significa amar como lo hacen los mortales? No he tenido esa oportunidad, ni siquiera se si la tendré. Por ahora, en mi corazón continua siendo invierno y no distingo primaverales colores. Si existe ese ser que logre despertarme de este letargo, de este profundo sueño, no es algo que me preocupe o interese en estos momentos. No ahora, cuando frente a mi se encontraba una criatura fascinante.

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