AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Hogueras en la noche (Pasado) [Elinor C. Carstairs] ◊◊
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Hogueras en la noche (Pasado) [Elinor C. Carstairs] ◊◊
En la oscuridad las ígneas lenguas deseaba acariciar el cielo nocturno, alzarse en la oscuridad entre aquellas llamas iluminadoras, tocar las estrellas. Aquel bosque en la noche se veía demasiado iluminada, anunciando la presencia de aquello viajantes que se habían establecido con sus carrozas en aquel llano. Pero no solo sus hogueras anunciaban la presencia, el sonido de la música, al percusión, daban a entender que aquella noche no iba a ser tranquila, sino todo lo contrario, algo se celebraba entre cantos, percusiones y sonidos de la guitarra.
Si Emhyr hubiese sabido que en unos pocos años terminaría en París, y que su condición como brujo, cambiaría con una mordida en la media noche, tal vez no se hubiese abandonado a aquel grupo de gitanos y no gitanos en su viaje, o si, pero la verdad su historia en París es otra historia muy diferente a la que ahora nos situamos. Ya que, ahora estaba en Rumanía, en los bosques lejanos de la capital, cerca del río con aquellos gitanos que regresaban a España, lugar donde ahora tenía objetivo llegar pero, le quedarían demasiados meses, con aquel curioso, de viaje para alcanzar aquel lugar.
La mujeres danzaban alrededor de las hogueras con su curioso canto, sus caderas se movían agitando las faldas voladoras, los dedos y muñecas movidas con la gracia natural, al igual que sus espesas melenas. Las palmas seguía al canto y la percusión de los timbales, las guitarras movían sus cuerdas en la alegre vibración. No solo en aquel lugar estaban aquellos que forman parte del curioso grupo, parejas que furtivamente habían escapado de la ciudad, deseaban disfrutar del festejo, los curiosos y otros más despistados, terminaban allí.
A pesar de aquella variedad de personas, de algún modo Emhyr destacaba por su físico, no disimulaba su extranjería para nada, sus facciones eran finas y orientales, incluso su ropa, a pesar de ser humildes y no llamar mucho la atención, no era lo que precisamente vestían los de alrededor, ni los más pobres. Y solo su físico destacaba, también aquel modo de tocar la guitarra.
Un hombre a su lado le sonreía mientras también tocaba la guitarra, Emhyr el respondió de aquel modo, para no hacerlo, ya que aquel hombre había sido la persona que le había acogido como un miembro mas de su familia en aquel viaje, le había regalado aquella guitarra y le había enseñado a usarla.
De repente la melodía finalizo, y ambos dejaron de tocar las guitarras, la gente paró un instante de bailar y aplaudía animada. Una muchacha mucho más joven que el turco, de unos quince o dieciséis años se acerco por su espalda y con sus brazos rodeo su cuello, Emhyr se tensó mientras ella le susurraba.
Una mala mirada por parte del turco a la chica, y unas palabras amables para echarla, ella insistió.
-¡Largo! -Él movió sus hombros para apartarla, ella le dio un mordisco en el lóbulo de su oreja, un pequeño beso en la mejilla, y le miro con picardía, el guitarrista de su lado rió, Emhyr volvió su rostro a éste mirándole con reproche.
-Jajajajaja... Ya sabes como es ella pero...Que no me entere que le toque un pelo a mi hija... -La sonrisa de aquel hombre que le había acogido se apago y su tono se volvió más seria. -Sino te obligaré a formar parte de la familia de la manera que menos deseas...
Emhyr volvió los ojos.
-No lo dudes. -Respondió resoplando y de nuevo ambos comenzaron a tocar la guitarra en una nueva melodía.
Si Emhyr hubiese sabido que en unos pocos años terminaría en París, y que su condición como brujo, cambiaría con una mordida en la media noche, tal vez no se hubiese abandonado a aquel grupo de gitanos y no gitanos en su viaje, o si, pero la verdad su historia en París es otra historia muy diferente a la que ahora nos situamos. Ya que, ahora estaba en Rumanía, en los bosques lejanos de la capital, cerca del río con aquellos gitanos que regresaban a España, lugar donde ahora tenía objetivo llegar pero, le quedarían demasiados meses, con aquel curioso, de viaje para alcanzar aquel lugar.
La mujeres danzaban alrededor de las hogueras con su curioso canto, sus caderas se movían agitando las faldas voladoras, los dedos y muñecas movidas con la gracia natural, al igual que sus espesas melenas. Las palmas seguía al canto y la percusión de los timbales, las guitarras movían sus cuerdas en la alegre vibración. No solo en aquel lugar estaban aquellos que forman parte del curioso grupo, parejas que furtivamente habían escapado de la ciudad, deseaban disfrutar del festejo, los curiosos y otros más despistados, terminaban allí.
A pesar de aquella variedad de personas, de algún modo Emhyr destacaba por su físico, no disimulaba su extranjería para nada, sus facciones eran finas y orientales, incluso su ropa, a pesar de ser humildes y no llamar mucho la atención, no era lo que precisamente vestían los de alrededor, ni los más pobres. Y solo su físico destacaba, también aquel modo de tocar la guitarra.
Un hombre a su lado le sonreía mientras también tocaba la guitarra, Emhyr el respondió de aquel modo, para no hacerlo, ya que aquel hombre había sido la persona que le había acogido como un miembro mas de su familia en aquel viaje, le había regalado aquella guitarra y le había enseñado a usarla.
De repente la melodía finalizo, y ambos dejaron de tocar las guitarras, la gente paró un instante de bailar y aplaudía animada. Una muchacha mucho más joven que el turco, de unos quince o dieciséis años se acerco por su espalda y con sus brazos rodeo su cuello, Emhyr se tensó mientras ella le susurraba.
Una mala mirada por parte del turco a la chica, y unas palabras amables para echarla, ella insistió.
-¡Largo! -Él movió sus hombros para apartarla, ella le dio un mordisco en el lóbulo de su oreja, un pequeño beso en la mejilla, y le miro con picardía, el guitarrista de su lado rió, Emhyr volvió su rostro a éste mirándole con reproche.
-Jajajajaja... Ya sabes como es ella pero...Que no me entere que le toque un pelo a mi hija... -La sonrisa de aquel hombre que le había acogido se apago y su tono se volvió más seria. -Sino te obligaré a formar parte de la familia de la manera que menos deseas...
Emhyr volvió los ojos.
-No lo dudes. -Respondió resoplando y de nuevo ambos comenzaron a tocar la guitarra en una nueva melodía.
Última edición por Emhyr Van Emreys el Dom Abr 10, 2011 11:40 am, editado 1 vez
Emhyr Van Emreys- Licántropo Clase Baja
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Re: Hogueras en la noche (Pasado) [Elinor C. Carstairs] ◊◊
Habia cumplido los 17 años, aunque aun cuando tenia 16 aparentaba el cuerpo de una chica de 18 o 19 ¿mi regalo de cumpleaños? Un viaje de tres semanas a Rumania con todos los gastos pagados para dos personas. Evidentemente, la persona acompañante era mi mejor amiga y los que me habian invitado a ese viaje habia sido el burdel de Inglaterra donde las dos trabajabamos. Habiamos llegado a Rumania hacia dos dias y habiamos hecho un poco de turismo juntas pero aquella noche yo tenia ganas de salir a solas y ella me lo concedio. Me puse un vestido mas o menos decente pero sin salir de mi habitual vestimenta que habia cogido de llevando un año trabajando en el burdel. Encima me habia puesto una capa y me puse la capucha dandole un abrazo a mi querida amiga y saliendo del hotel donde nos hospedamos evidentemente en habitaciones separadas.
Empece a andar por las calles de Rumania dejandome llevar por mis pies, sin pensar en la direccion por la que me llevaban. Llegue a unos bosques y una extraña melodia que si habia escuchado alguna vez no lo recordaba, lo habia olvidado como habia olvidado toda mi vida pasada. Asi que segui la musica. Con mis pequeños y graciles pies sorteando todos los obstaculos que podia encontrarme en el camino. Hasta que llegue a un pequeño campamento de gitanos, mi entrada llamo la atencion de todos los presentes. Mis graciles movimientos eran como los de una bailarina y la capa no dejaba ver mi cuerpo. Lo que si hice fue quitarme la capucha mirando a todos los presentes con mis penetrantes ojos color chocolate. Dejando que mi cabello cayera por encima de la capucha y por encima de mi espalda. Se produjo un incomodo silencio que se prolongo durante unos segundos, la musica se habia acallado cuando yo habia aparecido. Mire a los musicos deteniendome en uno que no parecia gitano mas bien parecia de otro sitio. Pero no tuve tiempo de nada mas dos mujeres gitanas me cogieron de las manos y me atrajeron hacia ellas y me quitaron la capa que llevaba dejando a la vista mi vestido y mi cuerpo.
Pero no me senti extraña, la musica volvio a sonar y una de las mujeres que me habian quitado la capa me cogio de la mano y me invito a bailar. Sonrei y me deje llevar por la musica, cogiendo rapidamente el ritmo y bailando alrededor de la hoguera con las demas mujeres. Que aunque no era gitana (y eso se notaba por mis facciones al lado de las demas mujeres) me sentia totalmente bien recibida. Baile durante unos minutos hasta que mis piernas empezaban a negarse a sostenerme por lo que me sente en el suelo. Justamente al lado del hombre que no parecia gitano, nuestras miradas se cruzaron un segundo, un segundo en el que mi corazon empezo a plapitar como un loco.
Empece a andar por las calles de Rumania dejandome llevar por mis pies, sin pensar en la direccion por la que me llevaban. Llegue a unos bosques y una extraña melodia que si habia escuchado alguna vez no lo recordaba, lo habia olvidado como habia olvidado toda mi vida pasada. Asi que segui la musica. Con mis pequeños y graciles pies sorteando todos los obstaculos que podia encontrarme en el camino. Hasta que llegue a un pequeño campamento de gitanos, mi entrada llamo la atencion de todos los presentes. Mis graciles movimientos eran como los de una bailarina y la capa no dejaba ver mi cuerpo. Lo que si hice fue quitarme la capucha mirando a todos los presentes con mis penetrantes ojos color chocolate. Dejando que mi cabello cayera por encima de la capucha y por encima de mi espalda. Se produjo un incomodo silencio que se prolongo durante unos segundos, la musica se habia acallado cuando yo habia aparecido. Mire a los musicos deteniendome en uno que no parecia gitano mas bien parecia de otro sitio. Pero no tuve tiempo de nada mas dos mujeres gitanas me cogieron de las manos y me atrajeron hacia ellas y me quitaron la capa que llevaba dejando a la vista mi vestido y mi cuerpo.
Pero no me senti extraña, la musica volvio a sonar y una de las mujeres que me habian quitado la capa me cogio de la mano y me invito a bailar. Sonrei y me deje llevar por la musica, cogiendo rapidamente el ritmo y bailando alrededor de la hoguera con las demas mujeres. Que aunque no era gitana (y eso se notaba por mis facciones al lado de las demas mujeres) me sentia totalmente bien recibida. Baile durante unos minutos hasta que mis piernas empezaban a negarse a sostenerme por lo que me sente en el suelo. Justamente al lado del hombre que no parecia gitano, nuestras miradas se cruzaron un segundo, un segundo en el que mi corazon empezo a plapitar como un loco.
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Re: Hogueras en la noche (Pasado) [Elinor C. Carstairs] ◊◊
Sus dedos se deslizaban ágiles por aquellas cuerdas que vibraban en su cantar alegre y animado, Emhyr parecía más atento a su guitarra que aquello que le rodeaba, ya que, había descubierto apenas unos meses algo nuevo, un don con respecto a la música y su amor por ella, ya que en aquellos meses había conseguido superar a aquel gitano que a su lado tocaba con la guitarra; solo le bastaba con oír el sonido una vez o que alguien se lo tararease simplemente, y él lo tocaba fiel e incluso conseguía mejorarlo. Pero no solo imitaba los sonidos, miles de ellos surgían en su cabeza creados de la nada queriendo expresar aquello que no no solía mostrar, su música incluso contaba indirectamente con sus melodías aquella historias ocultas que había quedado atrás en el pasado del turco, aquel temeroso secreto que con mucho cuidado guardaba, por qué... El pasado pasado era, y Emhyr sabía que no volvería a aquel pasado, era demasiado difícil, demasiado... ¡Puff! Solo el quedaba huir. Huir, huir y huir de él, buscar un medio para poder crear una nueva vida, y desarrollar su parte de brujería, la cual, la verdad se le daba bastante regular. Prefería adquirir los conocimientos del mundo y su parte sobrenatural, experimentarlo, ya que a aquellas alturas del mundo era un brujo algo mediocre, conseguía sobrevivir con pequeños trucos de magia barata y magia real, pero sencillos, y si la cosa iba mal, su labia era la mejor salvadora.
Las hogueras continuaban con su hechicera danza ígnea, los timbales hacía que los corazones latiesen con más fuerza de la cuenta y que los cuerpos se dejaran llevar por las hipnóticas melodías. Emhyr continuaba enfrascado en su mundo de la música, aislado, hasta que de repente sintió un codazo de su barbudo compañero, éste con los ojos le señalo a algo o alguien. Si, una muchachita de pelos castaños, con vestiduras que resaltaban entre aquellos que formaban parte de aquel campamento. A Emhyr la verdad le pareció muy atractiva, y en cuanto observo como ella le miraba y rápido apartaba su mirada sonrió ante el gesto.
De repente otro codazo.
-No me refería a eso. -Dijo el gitano a su lado con gesto malicioso. -Terminamos melodía, Enmanuel quiero tocar algo más tranquilo.
Emhyr de nuevo le lanzo una mala mirada por el codazo, pero luego le sonrió.
Las guitarras y timbales cesaron en su melodía rítmica y alegre, todos aplaudieron y en cuanto vieron a Enmanuel, uno de los gitanos más ancianos levantarse y tomar el centro con su violín, enseguida se sentaron, era una señal para el silencio, y así se hizo éste.
El violín no comenzó como se esperaba, tranquilo o silencioso, comenzó enérgico, pero su melodía no era alegre, todo lo contrario, melancólico como si un recuerdo quisiese nacer de entre aquellas enérgicas cuerdas. Aquella anciano movía sin parar sus dedos y aquella cuerda, un anciano que se veía débil, pero sin saber de donde, derrochaba con aquel violín una increíble energía. Todos enmudecían incluso aquellos que habían estado antes cuchicheando.
De la nada aquella chica que antes había estado molestando, hija de su compañero, apareció, bailaba de un modo lento alrededor de aquel anciano, de un modo extraño pero melodioso con respecto a al melodía, sus brazos parecían acariciar el aire lento, su cuerpo de ondulaba flexible y sus cabellos ondeaban hermosos, de vez en cuando le lanzaba otra mirada fugaz a Emhyr.
Emhyr había dejado su guitarra a un lado, se había levantado y cruzando sus brazos contemplaba al anciano con aquella escena que hechizaba, ciertamente, como si el violinista con su música complementará a los movimientos de la joven de la gitana, y como si aquella danza fascinantes de la gitana complementase a la melodía de aquel violín hermoso.
El turco noto sus miradas, éste no le respondió contemplaba al anciano que a la joven aunque indirectamente busca a la joven de cabellos castaños, hasta en algún lado la vio. Una mirada fugaz tras otra, y Emhyr desapareció en la oscuridad, volviendo a aparecer pasado los minutos nocturnos al lado de la chica de cabellos castaños.
Las hogueras continuaban con su hechicera danza ígnea, los timbales hacía que los corazones latiesen con más fuerza de la cuenta y que los cuerpos se dejaran llevar por las hipnóticas melodías. Emhyr continuaba enfrascado en su mundo de la música, aislado, hasta que de repente sintió un codazo de su barbudo compañero, éste con los ojos le señalo a algo o alguien. Si, una muchachita de pelos castaños, con vestiduras que resaltaban entre aquellos que formaban parte de aquel campamento. A Emhyr la verdad le pareció muy atractiva, y en cuanto observo como ella le miraba y rápido apartaba su mirada sonrió ante el gesto.
De repente otro codazo.
-No me refería a eso. -Dijo el gitano a su lado con gesto malicioso. -Terminamos melodía, Enmanuel quiero tocar algo más tranquilo.
Emhyr de nuevo le lanzo una mala mirada por el codazo, pero luego le sonrió.
Las guitarras y timbales cesaron en su melodía rítmica y alegre, todos aplaudieron y en cuanto vieron a Enmanuel, uno de los gitanos más ancianos levantarse y tomar el centro con su violín, enseguida se sentaron, era una señal para el silencio, y así se hizo éste.
El violín no comenzó como se esperaba, tranquilo o silencioso, comenzó enérgico, pero su melodía no era alegre, todo lo contrario, melancólico como si un recuerdo quisiese nacer de entre aquellas enérgicas cuerdas. Aquella anciano movía sin parar sus dedos y aquella cuerda, un anciano que se veía débil, pero sin saber de donde, derrochaba con aquel violín una increíble energía. Todos enmudecían incluso aquellos que habían estado antes cuchicheando.
De la nada aquella chica que antes había estado molestando, hija de su compañero, apareció, bailaba de un modo lento alrededor de aquel anciano, de un modo extraño pero melodioso con respecto a al melodía, sus brazos parecían acariciar el aire lento, su cuerpo de ondulaba flexible y sus cabellos ondeaban hermosos, de vez en cuando le lanzaba otra mirada fugaz a Emhyr.
Emhyr había dejado su guitarra a un lado, se había levantado y cruzando sus brazos contemplaba al anciano con aquella escena que hechizaba, ciertamente, como si el violinista con su música complementará a los movimientos de la joven de la gitana, y como si aquella danza fascinantes de la gitana complementase a la melodía de aquel violín hermoso.
El turco noto sus miradas, éste no le respondió contemplaba al anciano que a la joven aunque indirectamente busca a la joven de cabellos castaños, hasta en algún lado la vio. Una mirada fugaz tras otra, y Emhyr desapareció en la oscuridad, volviendo a aparecer pasado los minutos nocturnos al lado de la chica de cabellos castaños.
Emhyr Van Emreys- Licántropo Clase Baja
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Re: Hogueras en la noche (Pasado) [Elinor C. Carstairs] ◊◊
El hombre que habia estado sentado al lado de aquel hombre moreno que me habia llamado la atecnion y con el cual habia cruzado una mirada para despues apartarla y sonrojarme un poco se levanto y empezo a tocar un violin. Aquella melodia hizo que mi corazon se encogiera... aquella melodia evocaba al recuerdo. Unos recuerdos que yo no podia tener o que podia tener pero no recordaba. Suspire, con un suspiro que casi no se oyo. Pero a pesar de eso la melodia era preciosa y hizo que me quedara mirando al hombre que la tocaba y la hacia posible.
Algunas veces envidiaba a esas personas, los gitanos. Vivian en familia algo que yo quizas habia tenido pero que no recordaba, podian compartir vivencias con aquellas personas que los amaban por encima de todo, podian sentir el calor humano de alguien que lo daria sin decir nada. Eso era algo que extrañaba pero sabia que lo habia sentido hacia tiempo pero solo era una sensacion ni siquiera sabia si era verdad. Pero no entendia como la gente podia despreciar a esas personas que ante todo eran atentas y cariñosas, que invitaban a todos los que querian a escucharlos y compartir con ellos las noches algo que a mi se me antojaba precioso. Viviamos en na epoca en que era dificil decir algo y no ser condenado por brujeria o algo peor. Pero como cortesana que era aun estaba mas condenada, solo queriamos ganarnos la vida. No eramos como ellos, nos condenaban porque eramos diferentes que ellos.
Busque con la mirada a aquel joven de cabello moreno que me habia hechizado con una sola mirada. Lo encontre y al sentir como nuestras miradas conectaban de nuevo un escalofrio recorrio mi espalda de nuevo aparte la mirada sonrojada pero con una sonrisa en mis dulces labios. Muchas miradas fugaces y que acababan de la misma manera siguieron a aquella primera mirada. Pero lo vi irse internandose en la oscuridad que nos envolvia mi mirada se entrsitecio clavandose en aquel mismo suelo donde estaba sentada comodamente.
¿Pero quien me creia que era yo? Nadie se fijaria en una chica de 17 años como yo, era como pedir que alguien me pidiera matrimonio. Era algo imposible, no solo por mi edad si no por mi oficio de cortesana. Creia que no volveria a verle jamas pero algo me sorprendio, escuche unos pasos a mi izquierda. Y alli vi a aquel hombre de cabellos morenos. Al verle me sonroje pero por algo no podia apartar la vista y le miraba rozando para que sus ojos se posaran de nuevo en mi.
Algunas veces envidiaba a esas personas, los gitanos. Vivian en familia algo que yo quizas habia tenido pero que no recordaba, podian compartir vivencias con aquellas personas que los amaban por encima de todo, podian sentir el calor humano de alguien que lo daria sin decir nada. Eso era algo que extrañaba pero sabia que lo habia sentido hacia tiempo pero solo era una sensacion ni siquiera sabia si era verdad. Pero no entendia como la gente podia despreciar a esas personas que ante todo eran atentas y cariñosas, que invitaban a todos los que querian a escucharlos y compartir con ellos las noches algo que a mi se me antojaba precioso. Viviamos en na epoca en que era dificil decir algo y no ser condenado por brujeria o algo peor. Pero como cortesana que era aun estaba mas condenada, solo queriamos ganarnos la vida. No eramos como ellos, nos condenaban porque eramos diferentes que ellos.
Busque con la mirada a aquel joven de cabello moreno que me habia hechizado con una sola mirada. Lo encontre y al sentir como nuestras miradas conectaban de nuevo un escalofrio recorrio mi espalda de nuevo aparte la mirada sonrojada pero con una sonrisa en mis dulces labios. Muchas miradas fugaces y que acababan de la misma manera siguieron a aquella primera mirada. Pero lo vi irse internandose en la oscuridad que nos envolvia mi mirada se entrsitecio clavandose en aquel mismo suelo donde estaba sentada comodamente.
¿Pero quien me creia que era yo? Nadie se fijaria en una chica de 17 años como yo, era como pedir que alguien me pidiera matrimonio. Era algo imposible, no solo por mi edad si no por mi oficio de cortesana. Creia que no volveria a verle jamas pero algo me sorprendio, escuche unos pasos a mi izquierda. Y alli vi a aquel hombre de cabellos morenos. Al verle me sonroje pero por algo no podia apartar la vista y le miraba rozando para que sus ojos se posaran de nuevo en mi.
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Re: Hogueras en la noche (Pasado) [Elinor C. Carstairs] ◊◊
El esquema de fragilidad quedaba roto con cada uno de los movimientos extravagantes de aquel anciano violinista, sonidos improbables y rompían el silencio con su extraño llanto, parecía como si fuerzas sobrenaturales fuesen quien llevase cada nota emitida por el instrumento. Tal era la fascinación que creaba que incluso la atención de los ahora convertidos espectadores había olvidado la presencia de la danzarina muchacha.
Emhyr había recorrido la oscuridad de la noche, se había perdido en ella tras alguna de los carruajes, se había borrado del mapa, por unos minutos, pero como si fuese un animal acechante aprovecho aquellos minutos para observar a su víctima desde aquella tinieblas, y de la nada se dispuso a su lado, o más bien a su espalda.
Un instante se mantuvo en aquella posición, sin que ella se diese cuenta de que estaba allí, no fue hasta que sus ojos de nuevo se cruzaron y ella los agachara dejándose llevar por el sonrojo cuando noto turco que le había pillado en su juego del escondite, Emhyr no pudo evitar de nuevo reír al verla reacción de aquel modo, la verdad no era la primera vez que veía a una mujer reacción de aquel modo con su mera presencia, sobre todo solían ser mujeres mucho más jóvenes que él, como aquella.
Aprovechando el aire distraído de la multitud, Emhyr por un instante desconecto su oído atento al violín, el cual quedo en segundo plano, y tomando su valor descarado dio el primer paso.
Ella parecía estar de nuevo atenta al violín, pero él notaba que estaba más atenta a su presencia que al espectáculo, Emhyr la observó de arriba abajo, al tenerla más cerca era más fácil fijarse en su físico y confirma su belleza y atractivo.
Los dedos disimulados del turco rozaron el antebrazo de la chica, así acariciantes creaban un cosquilleo que finalizaría en la punta de los dedos de aquella.
-Me pregunto... ¿Qué se le habrá perdido en un lugar como éste? -Su voz sonó suave, melosa, con aquel acento que le hacía denotar su extranjería, un acento hermoso y ronroneante en el aire.
Emhyr había recorrido la oscuridad de la noche, se había perdido en ella tras alguna de los carruajes, se había borrado del mapa, por unos minutos, pero como si fuese un animal acechante aprovecho aquellos minutos para observar a su víctima desde aquella tinieblas, y de la nada se dispuso a su lado, o más bien a su espalda.
Un instante se mantuvo en aquella posición, sin que ella se diese cuenta de que estaba allí, no fue hasta que sus ojos de nuevo se cruzaron y ella los agachara dejándose llevar por el sonrojo cuando noto turco que le había pillado en su juego del escondite, Emhyr no pudo evitar de nuevo reír al verla reacción de aquel modo, la verdad no era la primera vez que veía a una mujer reacción de aquel modo con su mera presencia, sobre todo solían ser mujeres mucho más jóvenes que él, como aquella.
Aprovechando el aire distraído de la multitud, Emhyr por un instante desconecto su oído atento al violín, el cual quedo en segundo plano, y tomando su valor descarado dio el primer paso.
Ella parecía estar de nuevo atenta al violín, pero él notaba que estaba más atenta a su presencia que al espectáculo, Emhyr la observó de arriba abajo, al tenerla más cerca era más fácil fijarse en su físico y confirma su belleza y atractivo.
Los dedos disimulados del turco rozaron el antebrazo de la chica, así acariciantes creaban un cosquilleo que finalizaría en la punta de los dedos de aquella.
-Me pregunto... ¿Qué se le habrá perdido en un lugar como éste? -Su voz sonó suave, melosa, con aquel acento que le hacía denotar su extranjería, un acento hermoso y ronroneante en el aire.
Emhyr Van Emreys- Licántropo Clase Baja
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Re: Hogueras en la noche (Pasado) [Elinor C. Carstairs] ◊◊
Habia visto aquella chica que bailaba al sonido del violin, habia visto las miradas que le daba al joven de cabellos morenos. Pero el sonido de aquel violin hacia que todo desapareciera, bueno mentia, todo menos él. Mi mente estaba atenta al violin pero tenia en todo momento a él presente. Era algo que no se borraba de mi mente.
No sabia que me pasaba con él, todos los dias trabajaba con hombres y no me mostraba pero con aquel hombre era diferente... cada vez que le miraba a los ojos sentia como mi corazon bombeaba con fuerza y como mis mejillas adquirian color. Y por eso debia apartar la vista. Era extraño pero quizas era porque ese chico me interesaba y no era como los hombres con los que trabaja ya que de ellos no sentia nada.
Pero mientras mi cabeza seguia con esas cavilaciones, un escalofrio recorrio mi cuerpo, sus dedos recorrian mi antebrazo hasta los dedos de la mano. Los sentia calientes pero ademas sentia como un escalofrio recorria mi cuerpo hasta que sus dedos dejaron de tener contacto con mi piel era extraño lo que habia sentido pero me habia gustado la sensacion de sus dedos reccorer mi piel. Aunque hubiera sido la piel de mi brazo.
Su voz, era aun mejor de lo que me habia imaginado en un principio. Todo en aquel hombre me atraia, me hacia querer conocerle mas. Por eso le mire y aunque me sonroje consegui que mis labios se despegaran y consiguieran articular una frase comprensible.
-En un principio diria que nada y que el destino me trajo aqui. Pero ahora solo sostengo lo del destino. Creo que si tengo una razon para estarme aqui.
Dije con una sonrisa inocente pero a la vez dulce y picara. Era algo que siempre me pasaba. Nuestros ojos habian conectado de una forma especial y por lo visto se negaban a separarse.
No sabia que me pasaba con él, todos los dias trabajaba con hombres y no me mostraba pero con aquel hombre era diferente... cada vez que le miraba a los ojos sentia como mi corazon bombeaba con fuerza y como mis mejillas adquirian color. Y por eso debia apartar la vista. Era extraño pero quizas era porque ese chico me interesaba y no era como los hombres con los que trabaja ya que de ellos no sentia nada.
Pero mientras mi cabeza seguia con esas cavilaciones, un escalofrio recorrio mi cuerpo, sus dedos recorrian mi antebrazo hasta los dedos de la mano. Los sentia calientes pero ademas sentia como un escalofrio recorria mi cuerpo hasta que sus dedos dejaron de tener contacto con mi piel era extraño lo que habia sentido pero me habia gustado la sensacion de sus dedos reccorer mi piel. Aunque hubiera sido la piel de mi brazo.
Su voz, era aun mejor de lo que me habia imaginado en un principio. Todo en aquel hombre me atraia, me hacia querer conocerle mas. Por eso le mire y aunque me sonroje consegui que mis labios se despegaran y consiguieran articular una frase comprensible.
-En un principio diria que nada y que el destino me trajo aqui. Pero ahora solo sostengo lo del destino. Creo que si tengo una razon para estarme aqui.
Dije con una sonrisa inocente pero a la vez dulce y picara. Era algo que siempre me pasaba. Nuestros ojos habian conectado de una forma especial y por lo visto se negaban a separarse.
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Re: Hogueras en la noche (Pasado) [Elinor C. Carstairs] ◊◊
Emhyr no apartaba sus ojos de aquella desconocida, la cual de repente vio como un reto nocturno, llevaba demasiado tiempo sin ver una mujer como aquella, más le pareció no ver una de aquel físico y aquellos gestos. Sintió deseos de volver a acariciar si piel, pero no de aquel modo efímero, como acababa de hacer, sacándole de nuevo los colores, los cuales, le hacía parecer inocente y graciosa.
Sin esperar contestación, más rechazo por su atrevimiento, escucho la voz de aquella chica. Él no paraba de sonreír de aquella forma atractiva y cortes.
El silencio nocturno repentino se hizo, y aquello hizo que Emhyr volviese su vista hacia el violinista. La melodía había finalizado y enmudecido al mundo de tal manera que tardaron unos minutos largos en contestar.
Observando a la danzarina gitana que antes había rechazado, mirándole de aquel modo, frunciendo el ceño con enfado, solo se le ocurrió una idea.
-Si, debe de ser el destino lo que te ha traído aquí, de algún modo ya lo sabía, solo te esperaba. ¿Quieres conocer a ese destino?
Una mirada pícara, pero a la vez misteriosa la cual creaba bastante curiosidad se dibujo en los ojos castaños del turco, el cual con todo atrevimiento se atrevió a tomar la mano de aquella desconocido para tirar de ella con suavidad esperando... O el rechazo o esta siguiese su invitación por la nocturna.
Sin esperar contestación, más rechazo por su atrevimiento, escucho la voz de aquella chica. Él no paraba de sonreír de aquella forma atractiva y cortes.
El silencio nocturno repentino se hizo, y aquello hizo que Emhyr volviese su vista hacia el violinista. La melodía había finalizado y enmudecido al mundo de tal manera que tardaron unos minutos largos en contestar.
Observando a la danzarina gitana que antes había rechazado, mirándole de aquel modo, frunciendo el ceño con enfado, solo se le ocurrió una idea.
-Si, debe de ser el destino lo que te ha traído aquí, de algún modo ya lo sabía, solo te esperaba. ¿Quieres conocer a ese destino?
Una mirada pícara, pero a la vez misteriosa la cual creaba bastante curiosidad se dibujo en los ojos castaños del turco, el cual con todo atrevimiento se atrevió a tomar la mano de aquella desconocido para tirar de ella con suavidad esperando... O el rechazo o esta siguiese su invitación por la nocturna.
Emhyr Van Emreys- Licántropo Clase Baja
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Re: Hogueras en la noche (Pasado) [Elinor C. Carstairs] ◊◊
Algo de aquel hombre al que no conocia me atraia, sus ojos, su rostro, sus manos... todo, me atraia a él. Pero no del modo en que siempre me atraian los hombres si no de una forma que combinaba esa forma y otra de querer conocerle mas. Porque para mi el se estaba convirtiendo en un misterio indescifrable, de aquellos misterios que necesitabas horas y horas para saber lo que tenias que hacer. Eso es lo que me pasaba ahora a mi con él.
Todo se habia vuelto en silencio primero pense que mi mente me estaba jugando una mala pasada. Pero despues descubri que no, que el silecio era porque el violinista habia acabado. Todos se habian quedado en silencio absoluto mirando al hombre y a a joven gitana bailarina. Los unicos que rompiamos la regla eramos él y yo. Despegue mi mirada de el un momento para ver al hombre, pero mi atencion se la llevo la muchacha la cual miraba a mi acompañante con el ceño fruncido y alternando su vista conmigo. En sus ojos pude leer lo que pasaba celos, pero en aquel momento nada me importaba. Solo él y yo.
Sus palabras me sorprendieron, pero eso solo hizo que mi sonrisa inocente pero sensual a la vez volviese a salir. Mirandole con sensualidad en los ojos, deseando evadirme con él olvidarme hasta de mi nombre con él. Bueno, eso tampoco seria muy dificil habia olvidado toda mi vida. Y no dudaba que pudiese volver a pasar. Pero cuando tiro de mi mano me impulse para ponerme de pie. Mirandole a aquellos ojos castaños que me estaban hipnotizando cada vez mas.
-La verdad es que estoy deseando conocer al destino. Porque de algun modo o otro esto tenia que pasar.
Dije mirandole a los ojos, con mi mirada mas sensual. No lo habia hecho queriendo la sensualidad era una parte de mi que salia cuando le venia en gana algo que ya me habia acostumbrado y que no me daba ni cuenta cuando pasaba. Asi que ahora solo esperaba que hiciera conmigo lo quequisiera o que me llevara a algun sitio porque me habia quedado a su merced sin oponer resistencia.
Todo se habia vuelto en silencio primero pense que mi mente me estaba jugando una mala pasada. Pero despues descubri que no, que el silecio era porque el violinista habia acabado. Todos se habian quedado en silencio absoluto mirando al hombre y a a joven gitana bailarina. Los unicos que rompiamos la regla eramos él y yo. Despegue mi mirada de el un momento para ver al hombre, pero mi atencion se la llevo la muchacha la cual miraba a mi acompañante con el ceño fruncido y alternando su vista conmigo. En sus ojos pude leer lo que pasaba celos, pero en aquel momento nada me importaba. Solo él y yo.
Sus palabras me sorprendieron, pero eso solo hizo que mi sonrisa inocente pero sensual a la vez volviese a salir. Mirandole con sensualidad en los ojos, deseando evadirme con él olvidarme hasta de mi nombre con él. Bueno, eso tampoco seria muy dificil habia olvidado toda mi vida. Y no dudaba que pudiese volver a pasar. Pero cuando tiro de mi mano me impulse para ponerme de pie. Mirandole a aquellos ojos castaños que me estaban hipnotizando cada vez mas.
-La verdad es que estoy deseando conocer al destino. Porque de algun modo o otro esto tenia que pasar.
Dije mirandole a los ojos, con mi mirada mas sensual. No lo habia hecho queriendo la sensualidad era una parte de mi que salia cuando le venia en gana algo que ya me habia acostumbrado y que no me daba ni cuenta cuando pasaba. Asi que ahora solo esperaba que hiciera conmigo lo quequisiera o que me llevara a algun sitio porque me habia quedado a su merced sin oponer resistencia.
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Re: Hogueras en la noche (Pasado) [Elinor C. Carstairs] ◊◊
Los pasos invisibles creados en aquella oscuridad que envolvía a ambos desconocidos, sonaban ya lejanos de las hogueras, ya que Emhyr sin soltar su mano le había llevado hacia donde estaban las carrozas y los caballos de aquel campamento improvisado.
Las estrellas hacían de pequeños faroles en el cielo, dando luz a la nocturna. La mayoría de los gitanos se divertían alrededor del fuego, sus voces lejanas daban fe de ellos, pero algunos había vuelto a sus casa-andantes buscando envolverse en el manto de Morfeo.
De repente se detuvieron, jadeantes por la carrera. El turco había notado aquellas miradas fascinantes y seductoras de la chica sin nombre, ya que desconocía éste y la verdad poco le importaba.
Emhyr tomándola por la cintura la obligó con suavidad a pegar su cuerpo contra el suyo, de nuevo le echo otro vistazo al físico de aquella belleza, porque ciertamente no había visto una mujer como aquella, que provocase aquel deseo, aquel fuego que en su interior se removía.
Había pensado no ser descarado, pero aquello no solía ir con la persona de Emhyr.
Su mano acariciante se deslizó por el rostro de aquella chica, sin tener reparos sin pudor, una sonrisa suave, divertida y sus ojos brillaron con deseo, un deseo que en su mente se refrenaba, ya que por aquel instante anhelaba sentir la piel de aquella chica acariciando la suya misma, sentir aquellos labios que se le había antojado dulces, sabrosos. Pero debía de ser cauto, ya que no deseaba asustarla o recibir el rechazo, aunque iba a asumir el riesgo.
Su rostro se inclino, suspiro lentamente y sus labios acariciaron los de ella superficialmente, creando un leve cosquilleo entre ambos, luego los retiro cautos, el relincho de los caballos sonó ligero rompiendo aquel silencio y aquel gesto precavido.
-¿Quieres dar un paseo?-Susurro cerca de sus labios, con aquella voz ronroneante, mientras sus ojos fijos en los de ella echaba un vistazo rápido a las monturas que cerca se situaban.
Las estrellas hacían de pequeños faroles en el cielo, dando luz a la nocturna. La mayoría de los gitanos se divertían alrededor del fuego, sus voces lejanas daban fe de ellos, pero algunos había vuelto a sus casa-andantes buscando envolverse en el manto de Morfeo.
De repente se detuvieron, jadeantes por la carrera. El turco había notado aquellas miradas fascinantes y seductoras de la chica sin nombre, ya que desconocía éste y la verdad poco le importaba.
Emhyr tomándola por la cintura la obligó con suavidad a pegar su cuerpo contra el suyo, de nuevo le echo otro vistazo al físico de aquella belleza, porque ciertamente no había visto una mujer como aquella, que provocase aquel deseo, aquel fuego que en su interior se removía.
Había pensado no ser descarado, pero aquello no solía ir con la persona de Emhyr.
Su mano acariciante se deslizó por el rostro de aquella chica, sin tener reparos sin pudor, una sonrisa suave, divertida y sus ojos brillaron con deseo, un deseo que en su mente se refrenaba, ya que por aquel instante anhelaba sentir la piel de aquella chica acariciando la suya misma, sentir aquellos labios que se le había antojado dulces, sabrosos. Pero debía de ser cauto, ya que no deseaba asustarla o recibir el rechazo, aunque iba a asumir el riesgo.
Su rostro se inclino, suspiro lentamente y sus labios acariciaron los de ella superficialmente, creando un leve cosquilleo entre ambos, luego los retiro cautos, el relincho de los caballos sonó ligero rompiendo aquel silencio y aquel gesto precavido.
-¿Quieres dar un paseo?-Susurro cerca de sus labios, con aquella voz ronroneante, mientras sus ojos fijos en los de ella echaba un vistazo rápido a las monturas que cerca se situaban.
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Re: Hogueras en la noche (Pasado) [Elinor C. Carstairs] ◊◊
Deje que aquel desconocido, me llevara por la negrura de la noche. No me importaba a donde, solo me importaba el echo de estar con él. Casi habiamos corrido hasta alli, sorteando con agilidad los diferentes obstaculos que el bosque nos ponia. Aun me parecia increible que una chica como yo hubiese levantado la curiosidad de un hombre como él. Para mi era algo increible el que eso hubiera pasado y ademas que me hubiera pasado a mi.
Cuando paremos mire a mi alrededor recuperando el aliento, pero al sentirme pegada a su cuerpo hice que mi atencion estuviera de nuevo centrada en él. Mis manos se posaron en el torso de aquel hechizante hombre, en aquel torso cubierto por la camisa pero en la que podia sentir todos y cada uno de sus musculos. Aquello solo ocasiono que de nuevo mis ojos pudieran ser hechizados por los suyos.
Mis labios se morian por al menos rozar aquellos del hombre, cerre los ojos al sentir el tacto de aquella mano con su piel. Pero de pronto, senti unos suaves labios contra los mios. Mis mejillas se sonrojaron al sentirlo, pero me era placentero. Es como no quisiera que nunca se separaran porque en cierta parte asi era. No queria que aquel momento tan magico se perdiera.
-Claro, si es con usted iria al fin del mundo si hiciera falta.
Al acabar de hablar mis labios atraparon uno de los labios de mi acompañante, lo deje alli unos segundos mirando sus ojos. Dejando que mis labios sintieran la tibieza del labio contrario y luego lo solte con delizadeza. Con un leve sonrojo aun en mis mejillas. Aquel hombre era algo que nunca habia visto, mis manos en su camisa, nuestros ojos conectados y nuestros labios que se habian unido tan solo unos segundos.
Cuando paremos mire a mi alrededor recuperando el aliento, pero al sentirme pegada a su cuerpo hice que mi atencion estuviera de nuevo centrada en él. Mis manos se posaron en el torso de aquel hechizante hombre, en aquel torso cubierto por la camisa pero en la que podia sentir todos y cada uno de sus musculos. Aquello solo ocasiono que de nuevo mis ojos pudieran ser hechizados por los suyos.
Mis labios se morian por al menos rozar aquellos del hombre, cerre los ojos al sentir el tacto de aquella mano con su piel. Pero de pronto, senti unos suaves labios contra los mios. Mis mejillas se sonrojaron al sentirlo, pero me era placentero. Es como no quisiera que nunca se separaran porque en cierta parte asi era. No queria que aquel momento tan magico se perdiera.
-Claro, si es con usted iria al fin del mundo si hiciera falta.
Al acabar de hablar mis labios atraparon uno de los labios de mi acompañante, lo deje alli unos segundos mirando sus ojos. Dejando que mis labios sintieran la tibieza del labio contrario y luego lo solte con delizadeza. Con un leve sonrojo aun en mis mejillas. Aquel hombre era algo que nunca habia visto, mis manos en su camisa, nuestros ojos conectados y nuestros labios que se habian unido tan solo unos segundos.
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Re: Hogueras en la noche (Pasado) [Elinor C. Carstairs] ◊◊
En cuanto Emhyr iba a retirar aquel contacto, entre ambos cuerpo, de repente sintió como con aquella suave mordida, ¡más bien! Placentera y provocadora mordida, atrapaba su labio mirándole con aquellos ojos hermosos, dejando a la vista toda la voluptuosidad que ella desprendía, no solo por su físico sino con aquella miradas demasiado ígneas.
Roto el contacto entre aquellos labios, Emhyr rió divertido al ver sus mejillas sonrosadas, aquel tipo de gesto en las mujeres, le parecía muy gracioso, incluso parecía un reflejo de la leve inocencia, a pesar de que muchas de las mujeres por las que había pasado entre los brazos del turco no la poseyera, pero si poseían ese tipo de vergüenza y tal vez ese cosquilleo interno, que él conseguía causarles. Para Emhyr aquello era un buena señal.
Un beso muy efímero, antes de romper la atadura que había creado con sus brazos, y de nuevo él volvía a tirar de su mano guiándola hacia donde estaban los caballos.
El bosque espeso rodeaba todas aquella carrozas de madera, pintadas con colores curiosos y dibujos extraños, que usaban los gitanos contra el mal de ojo. Ahora la oscuridad de la noche parecía estar más iluminada que nunca para ambos, las estrellas se consumían con fuerza y la hierba se enmudecía poco a poco con las gotas del rocío.
Los cascos de los caballos rozaban aquella hierba, Emhyr se acerco a uno tordo, y comenzó a desatarlo. Solo llevaba una cabezada, de cuero regastado, bien colocada, pero ninguna silla, la verdad a Emhyr no le preocupaba aquello, ni el montar a pelo, ni el “tomar prestado” al animal.
-¿Te atreves?
Roto el contacto entre aquellos labios, Emhyr rió divertido al ver sus mejillas sonrosadas, aquel tipo de gesto en las mujeres, le parecía muy gracioso, incluso parecía un reflejo de la leve inocencia, a pesar de que muchas de las mujeres por las que había pasado entre los brazos del turco no la poseyera, pero si poseían ese tipo de vergüenza y tal vez ese cosquilleo interno, que él conseguía causarles. Para Emhyr aquello era un buena señal.
Un beso muy efímero, antes de romper la atadura que había creado con sus brazos, y de nuevo él volvía a tirar de su mano guiándola hacia donde estaban los caballos.
El bosque espeso rodeaba todas aquella carrozas de madera, pintadas con colores curiosos y dibujos extraños, que usaban los gitanos contra el mal de ojo. Ahora la oscuridad de la noche parecía estar más iluminada que nunca para ambos, las estrellas se consumían con fuerza y la hierba se enmudecía poco a poco con las gotas del rocío.
Los cascos de los caballos rozaban aquella hierba, Emhyr se acerco a uno tordo, y comenzó a desatarlo. Solo llevaba una cabezada, de cuero regastado, bien colocada, pero ninguna silla, la verdad a Emhyr no le preocupaba aquello, ni el montar a pelo, ni el “tomar prestado” al animal.
-¿Te atreves?
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Re: Hogueras en la noche (Pasado) [Elinor C. Carstairs] ◊◊
Mis ojos clavados en los suyos cuando le mordi el labio, queria provocarlo. Algo en el me atraia y hacia que me comportara de aquella manera pero de otro modo tambien salia mi parte mas "de mujer" por decirlo de alguna manera. Eso se podia demostrar con el rojo de mis mejillas. Aquello me hacia ver inocente algo que me encantaba, pero que sabia que yo no tenia... lo habia perdido hacia mucho tiempo pero no en todos los sentidos.
Me beso y correspondi, mirandole despues a los ojos y verme tirada hacia los caballos. Miraba todo lo que nos rodeaba no me importaba el sitio mientras estuviera con él. Vi los caballos y sonrei, me encantaba montar en caballo y sabia hacerlo bastante bien. Pero como no recordaba mi vida anterior no sabia si era normal o no porque quizas de pequeña habia montado y eso me venia como un acto reflejo.
Cuando le escuche sonrei traviesa, para mi los retos eran algo que se tenian que cumplir si o si. Asi que era mejor no retarme. Con esa sonrisa le respondi y me acerque a un caballo blanco el cual me acaricio con el morro cuando le desate. Sujete la cabezada que tenia y me subi agilmente al caballo. Tampoco me importaba cabalgar sin silla seguro que era mucho mas comodo para el animal.
-Me atrevo. ¿Donde quiereis ir?
Dije mirando a mi acompañante con una sonrisa, esperando que se subiera al caballo y me dijera donde ibamos. Los caballos estarian de vuelta por supuesto ademas apostaria lo que fuera a que sabian volver solitos alli. Otra cosa no pero los caballos eran animales listos, sabia cosas de los animales y no tenia ni la mas minima idea de porque.
Me beso y correspondi, mirandole despues a los ojos y verme tirada hacia los caballos. Miraba todo lo que nos rodeaba no me importaba el sitio mientras estuviera con él. Vi los caballos y sonrei, me encantaba montar en caballo y sabia hacerlo bastante bien. Pero como no recordaba mi vida anterior no sabia si era normal o no porque quizas de pequeña habia montado y eso me venia como un acto reflejo.
Cuando le escuche sonrei traviesa, para mi los retos eran algo que se tenian que cumplir si o si. Asi que era mejor no retarme. Con esa sonrisa le respondi y me acerque a un caballo blanco el cual me acaricio con el morro cuando le desate. Sujete la cabezada que tenia y me subi agilmente al caballo. Tampoco me importaba cabalgar sin silla seguro que era mucho mas comodo para el animal.
-Me atrevo. ¿Donde quiereis ir?
Dije mirando a mi acompañante con una sonrisa, esperando que se subiera al caballo y me dijera donde ibamos. Los caballos estarian de vuelta por supuesto ademas apostaria lo que fuera a que sabian volver solitos alli. Otra cosa no pero los caballos eran animales listos, sabia cosas de los animales y no tenia ni la mas minima idea de porque.
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Re: Hogueras en la noche (Pasado) [Elinor C. Carstairs] ◊◊
El reto fue lanzado por los labios de Emhyr que continuaba al lado del animal tordo esperando en el silencio, un silencio que quedaba roto por la lejana percusión y los cánticos femeninos producidos cerca de las hogueras.
Ella se aproximo a una de las monturas con aquellos delicados movimientos, con aquella ardientes miradas lanzadas al turco, el cual sonrió con cierta satisfacción en cuanto pudo observar su respuesta dada por la acción.
Emhyr estaba apoyado en el animal tordo mordiéndose el labio de un modo pensativo, aunque su mirada daba claro que aquellos que se le pasaba por la cabeza tenía intenciones maliciosas. Un golpecito en el trasero al animal que dio un pequeño respingo, y aquella risa que se hizo algo sonara, mientras negaba.
Tomar una larga rama del suelo y un salto con la misma agilidad que ella y quedo sentado detrás de aquella chica, con una postura insólita elegante: Espalda bien, erguida y aquella piernas que no se aferraban al animal, sino que caían por su propio peso, haciendo de equilibrio. Emhyr siempre había sido un buen jinete desde muy joven, había podido tener todos los caballos que deseará, es más en sus años en la escuela Acemi Oğlanı, solo había sido enseñado a ser un simple soldado de infantería, ellos de debían de abarcar los diferentes puntos del mundo del guerreo, incluso la caballería. Pero todo aquello la verdad quedaba muy en su pasado, ya no iba a llegar a ser jenízaro... El destino se había torcido de tal modo que los sueños de grandeza quedaban solo en eso... Sueños.
-Prefiero compartir la montura. -Sin disimulo su cuerpo se había aproximado demasiado al de ella, sus manos se apoyaron cintura por un instante. -Pues, ¿a dónde vamos? Manejas tú, llevanos a lo desconocido. -Aquella manos apoyadas en la cintura dejaron atrás su contacto, y sus brazos envolvieron su cuerpo, así tomando Emhyr la libertad de tomar por un instante las riendas. -Pero antes, voy a enseñarte una cosa. Va a bailar para ti.
Las riendas se tensaron, y un simple golpe hizo que el caballo comenzará su caminar adentrandoles entre los árboles. Emhyr apretó sus tobillos en los flancos del animal el cual comenzó a llevar pesado su paso. Aquel palo largo que Emhyr portaba fue adelantado al paso del animal que comenzó a estirar una pierna tras otra de un modo elegante, con la intención de pisar el ramaje, creando así un leve balanceo entre ambos que le hacía parecer seguir alguna invisible y desconocida melodía.
-Bueno, aquí tenemos su baile. Cuando decidas nuestro camino. -Emhyr besó el hombro de aquella completa desconocida. -Toma las riendas y marca el camino, llevame a lo desconocido.
Ella se aproximo a una de las monturas con aquellos delicados movimientos, con aquella ardientes miradas lanzadas al turco, el cual sonrió con cierta satisfacción en cuanto pudo observar su respuesta dada por la acción.
Emhyr estaba apoyado en el animal tordo mordiéndose el labio de un modo pensativo, aunque su mirada daba claro que aquellos que se le pasaba por la cabeza tenía intenciones maliciosas. Un golpecito en el trasero al animal que dio un pequeño respingo, y aquella risa que se hizo algo sonara, mientras negaba.
Tomar una larga rama del suelo y un salto con la misma agilidad que ella y quedo sentado detrás de aquella chica, con una postura insólita elegante: Espalda bien, erguida y aquella piernas que no se aferraban al animal, sino que caían por su propio peso, haciendo de equilibrio. Emhyr siempre había sido un buen jinete desde muy joven, había podido tener todos los caballos que deseará, es más en sus años en la escuela Acemi Oğlanı, solo había sido enseñado a ser un simple soldado de infantería, ellos de debían de abarcar los diferentes puntos del mundo del guerreo, incluso la caballería. Pero todo aquello la verdad quedaba muy en su pasado, ya no iba a llegar a ser jenízaro... El destino se había torcido de tal modo que los sueños de grandeza quedaban solo en eso... Sueños.
-Prefiero compartir la montura. -Sin disimulo su cuerpo se había aproximado demasiado al de ella, sus manos se apoyaron cintura por un instante. -Pues, ¿a dónde vamos? Manejas tú, llevanos a lo desconocido. -Aquella manos apoyadas en la cintura dejaron atrás su contacto, y sus brazos envolvieron su cuerpo, así tomando Emhyr la libertad de tomar por un instante las riendas. -Pero antes, voy a enseñarte una cosa. Va a bailar para ti.
Las riendas se tensaron, y un simple golpe hizo que el caballo comenzará su caminar adentrandoles entre los árboles. Emhyr apretó sus tobillos en los flancos del animal el cual comenzó a llevar pesado su paso. Aquel palo largo que Emhyr portaba fue adelantado al paso del animal que comenzó a estirar una pierna tras otra de un modo elegante, con la intención de pisar el ramaje, creando así un leve balanceo entre ambos que le hacía parecer seguir alguna invisible y desconocida melodía.
-Bueno, aquí tenemos su baile. Cuando decidas nuestro camino. -Emhyr besó el hombro de aquella completa desconocida. -Toma las riendas y marca el camino, llevame a lo desconocido.
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Re: Hogueras en la noche (Pasado) [Elinor C. Carstairs] ◊◊
Mis manos acariciaban el cuello del precioso animal en el que estaba subida, sentia su calor y su sedoso pelaje el cual estaba bien cuidado y peinado. Seguro que las mujeres de aquel lugar los cuidaban para que estuvieran fuertes y hermosos asi como tambien lo harian los hombres. Nuestras miradas conectaban la una con la otra y se notaba que las dos ardian en deseos que mucho tacharian de obcenos.
Me sorprendio el tenerlo detras de mi pero sonrei cuando senti sus manos en mi cintura. No me apartaba ni mucho menos me gustaba sentirlo, si el no se apartaba yo tampoco lo hacia. Aunque parecia que ninguno de los dos tenia intencion de separarse. Sus manos cogieron las riendas del aquel hermoso animal y cogiendo mis manos con las suyas. Un leve sonrojo se deposito en mis mejillas pero deje que el aprtara mis manos y el condujera al animal. Me dije en todo momento lo que hacia y sonriendo al ver al animal queriendo pisar el ramaje.
Aun seguia sin creeme como un hombre como él, misterioso y atractivo, se habia podido fijar en una cortesana como yo que ni siquiera recordaba su vida a partir de los 16 años. Es mas, de solo hace un año. Pense en algun sitio que hubiera visitado en el tiempo que llevaba en Rumania. Mi amiga y yo habiamos recorrido las profundidades del bosque, si algo peligroso para dos personas solas. Y mas dos mujeres pero eramos intrepidas y no teniamos miedo a la desconocido algunas veces...
Asi que cogi las riendas y conduje al animal entre los arboles con verdadera practica, lo llevaba a paso lento para poder apreciar la hermosura del bosque en aquella noche. Mi respiracion era acompasada a la del hombre moreno que iba detras de mi. En un momento determinado, hice al animal que girara. Y encontre la senda que estaba buscando, aquella senda estaba realmente limpia pero tampoco cuidada. Se notaba que no pasaban muchas personas por aqui. Estaba muy retirada y era imposible encontrarla si no habia estado antes. Yo habia estado una de mis primeras noches en Rumania. A ambos lados de la senda habian flores de todos los colores posibles. Al final, habia un rio. Era un sitio muy intimo y al que no se podia acceder facilmente. Mire por encima de mi hombro al hombre que iba conmigo.
-¿Este sitio, te parece desconocido?
Dije con una sonrisa pareciendo mas un elfo travieso que una chica de 17 años. Pero no me importaba porque lo que de verdad queria era estar a solas con aquel hombre que en solo unos segundos me habia embrujado como nadie lo habia hecho jamas.
Me sorprendio el tenerlo detras de mi pero sonrei cuando senti sus manos en mi cintura. No me apartaba ni mucho menos me gustaba sentirlo, si el no se apartaba yo tampoco lo hacia. Aunque parecia que ninguno de los dos tenia intencion de separarse. Sus manos cogieron las riendas del aquel hermoso animal y cogiendo mis manos con las suyas. Un leve sonrojo se deposito en mis mejillas pero deje que el aprtara mis manos y el condujera al animal. Me dije en todo momento lo que hacia y sonriendo al ver al animal queriendo pisar el ramaje.
Aun seguia sin creeme como un hombre como él, misterioso y atractivo, se habia podido fijar en una cortesana como yo que ni siquiera recordaba su vida a partir de los 16 años. Es mas, de solo hace un año. Pense en algun sitio que hubiera visitado en el tiempo que llevaba en Rumania. Mi amiga y yo habiamos recorrido las profundidades del bosque, si algo peligroso para dos personas solas. Y mas dos mujeres pero eramos intrepidas y no teniamos miedo a la desconocido algunas veces...
Asi que cogi las riendas y conduje al animal entre los arboles con verdadera practica, lo llevaba a paso lento para poder apreciar la hermosura del bosque en aquella noche. Mi respiracion era acompasada a la del hombre moreno que iba detras de mi. En un momento determinado, hice al animal que girara. Y encontre la senda que estaba buscando, aquella senda estaba realmente limpia pero tampoco cuidada. Se notaba que no pasaban muchas personas por aqui. Estaba muy retirada y era imposible encontrarla si no habia estado antes. Yo habia estado una de mis primeras noches en Rumania. A ambos lados de la senda habian flores de todos los colores posibles. Al final, habia un rio. Era un sitio muy intimo y al que no se podia acceder facilmente. Mire por encima de mi hombro al hombre que iba conmigo.
-¿Este sitio, te parece desconocido?
Dije con una sonrisa pareciendo mas un elfo travieso que una chica de 17 años. Pero no me importaba porque lo que de verdad queria era estar a solas con aquel hombre que en solo unos segundos me habia embrujado como nadie lo habia hecho jamas.
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Re: Hogueras en la noche (Pasado) [Elinor C. Carstairs] ◊◊
La oscuridad cada vez parecía envolverles con más fuerzas, ya que la espesura de los árboles deseaban ocultar a la luz de la luna y sus faroles tintineantes en el cielo. Emhyr no sabía hacia donde le guiaba, pero ver el sendero y el saber el camino de vuelta le tranquilizaba, aunque en su cabeza poca preocupación había más la de conseguir su objetivo en aquella noche, que le pareció la más cálida en Rumanía, a pesar de que aquel país fue más bien frío.
Mientra agradable balanceó del moviente del caballo, le llevaba a ambos a un mar de serenidad, el joven turco sentía su interior enervado o más bien, el latir de su corazón lo era, contenido en no dar un paso en falso que creara el error.
Emhyr podía sentir las miradas de aquella joven, algo más ardientes que antes. El turco sonrió con satisfacción, como si hubiese ganado cierta batalla, y al observar ésto dejo su paciencia atrás para llevar a cabo la acción.
Sus dedos soltaron las manos de la joven, así las riendas cayeron sobre el cuello del animal, el cual se inclino y comenzó a caminar sin guía, dirigiéndose al camino que conocía, es decir hacia los carros.
De nuevo sus manos quedaron posadas sobre las caderas de su acompañante y el primer beso fue posado sobre la suave piel de aquella joven, justo en su hombro. Ella le preguntó por el camino, él no le contesto ya que su mente estaba más distraída en la acción de sus manos y labios, que con delicadeza actuaba.
Dedos atrevidos sobre la delicada tela que envolvía el cuerpo de aquella joven, dedos, que recorrían el camino de sus caderas hasta llegar a sus muslos, tirando poco a poco de la tela, para dejarlos al descubierto y a merced de las caricias de sus manos.
Su aliento creaba un agradable cosquilleo en el recorrido que sus labios iban marcando, desde su hombro, su cuello...
Su otra mano continuaba en su cintura, atrayendo a su cuerpo contra el suyo, aferrándola de tal modo que no permitiese escaparse de aquel lujurioso deseo que Emhyr sentía por ella.
Mientra agradable balanceó del moviente del caballo, le llevaba a ambos a un mar de serenidad, el joven turco sentía su interior enervado o más bien, el latir de su corazón lo era, contenido en no dar un paso en falso que creara el error.
Emhyr podía sentir las miradas de aquella joven, algo más ardientes que antes. El turco sonrió con satisfacción, como si hubiese ganado cierta batalla, y al observar ésto dejo su paciencia atrás para llevar a cabo la acción.
Sus dedos soltaron las manos de la joven, así las riendas cayeron sobre el cuello del animal, el cual se inclino y comenzó a caminar sin guía, dirigiéndose al camino que conocía, es decir hacia los carros.
De nuevo sus manos quedaron posadas sobre las caderas de su acompañante y el primer beso fue posado sobre la suave piel de aquella joven, justo en su hombro. Ella le preguntó por el camino, él no le contesto ya que su mente estaba más distraída en la acción de sus manos y labios, que con delicadeza actuaba.
Dedos atrevidos sobre la delicada tela que envolvía el cuerpo de aquella joven, dedos, que recorrían el camino de sus caderas hasta llegar a sus muslos, tirando poco a poco de la tela, para dejarlos al descubierto y a merced de las caricias de sus manos.
Su aliento creaba un agradable cosquilleo en el recorrido que sus labios iban marcando, desde su hombro, su cuello...
Su otra mano continuaba en su cintura, atrayendo a su cuerpo contra el suyo, aferrándola de tal modo que no permitiese escaparse de aquel lujurioso deseo que Emhyr sentía por ella.
Emhyr Van Emreys- Licántropo Clase Baja
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Re: Hogueras en la noche (Pasado) [Elinor C. Carstairs] ◊◊
Off: Siento la tardanza T-T
Me baje del caballo con delicadeza y profesionalidad y mientras esperaba que el tambien bajara acaricie el morro de aquel animal que reclamaba mi atencion. Pero de pronto mis manos se notaron retenidas y aquellas manos que sostenian las riendas se soltaron y hicieron que las soltaran. Aquel precioso animal se fue y mire a mi acompañante. Sus labios recorriendo mi piel, empezaban a hacer mella en mi. Sus manos recorrian mi cuerpo al igual que sus labios que me hacian estremecerme y querer mas. Gracias a sus acciones las cintas que sujetaban mi vestido se desataron y el vestido cayo al suelo dejandome en ropa interior.
Sus brazos no dejaban que me separase de su cuerpo, aunque para ser sinceros no queria separarme de su cuerpo. El deseo crecia en ambos cuerpos de una forma desmedida y los dos queriamos caer en el pecado. Mis manos empezaron a psear por su cuerpo hasta llegar a su camisa, mis labios recorrieron el camino de su mandibula a su cuello y a la inversa para despues bajar de nuevo a su cuello. Quedandose alli mientras mis manos ya habiles empezaron a desabrochar la camisa. Dejando a la vista aquel torso bien formado.
Aquel hombre me hacia sentir algo que nadie me habia hehco sentir hasta aquel momento pero era algo que no me importaba. ¿Porque? Facil, era una cortesana y no recordaba mas vida que esa asi que no me podia sentir nada por mis clientes y esa era la cruda verdad.
Me baje del caballo con delicadeza y profesionalidad y mientras esperaba que el tambien bajara acaricie el morro de aquel animal que reclamaba mi atencion. Pero de pronto mis manos se notaron retenidas y aquellas manos que sostenian las riendas se soltaron y hicieron que las soltaran. Aquel precioso animal se fue y mire a mi acompañante. Sus labios recorriendo mi piel, empezaban a hacer mella en mi. Sus manos recorrian mi cuerpo al igual que sus labios que me hacian estremecerme y querer mas. Gracias a sus acciones las cintas que sujetaban mi vestido se desataron y el vestido cayo al suelo dejandome en ropa interior.
Sus brazos no dejaban que me separase de su cuerpo, aunque para ser sinceros no queria separarme de su cuerpo. El deseo crecia en ambos cuerpos de una forma desmedida y los dos queriamos caer en el pecado. Mis manos empezaron a psear por su cuerpo hasta llegar a su camisa, mis labios recorrieron el camino de su mandibula a su cuello y a la inversa para despues bajar de nuevo a su cuello. Quedandose alli mientras mis manos ya habiles empezaron a desabrochar la camisa. Dejando a la vista aquel torso bien formado.
Aquel hombre me hacia sentir algo que nadie me habia hehco sentir hasta aquel momento pero era algo que no me importaba. ¿Porque? Facil, era una cortesana y no recordaba mas vida que esa asi que no me podia sentir nada por mis clientes y esa era la cruda verdad.
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Re: Hogueras en la noche (Pasado) [Elinor C. Carstairs] ◊◊
Cuanto ambos había bajado del animal el escenario en el que se encontraba estaba cercano a aquellos carros que en la oscuridad se fundían, vacíos y somnolientos de toda presencia. La música lejana había vuelto a su cenit de percusiones y hogueras salvajes, pero a ellos poco le importaba.
Emhyr había iniciado su atrevido juego con ella sin apenas pedirle permiso pero en cuanto se vieron a ambos desconocidos enredados en aquel juego de caricias ansiadas movidos por el ardor, una sonrisa victoriosa se dibujo en los labios del turco que no sabía como se había deshecha de las ropas de aquella joven sin nombre.
En la poca desnudez tibia que asomaba por su piel, Emhyr detuvo sus manos para contemplarla en ropa interior situándola así frente a él.
De nuevo ambos se vieron enzarzados en aquel anhelo de poseer el uno al otro, en aquella lujuria que se desvelaba a través de aquellos labios ansiados que creaba en la piel morena del turco escalofríos ígneos. Ella no se refrenaba, parecía dispuesta a seguir su ritmo ya que sus manos delicadas se paseaban por su cuerpo dispuesta a deshacerse de cada uno de los botones que abrochaban a su camisa.
Emhyr por un instante la detuvo y tomándola por la nuca una efímera sonrisa confiada le dedico mientras sus ojos pardos y brillantes por la excitación se clavaban en los de ella justo antes de que sus labios rozaran los suyos, al principio en una caricia superficial que dejaba tras de sí el cosquilleo y luego de un modo salvaje bebiesen de los suyos olvidando donde estaba, embriagándose por ellos.
Sus manos continuaban recorriendo cada centímetro de piel de ella, mientras la estrechaba entre sus labios. La piel de aquella joven a pesar de su calor comenzaba a enfriarse, aquellos bosques helados envolvían a ambos con su gélido aliento. Emhyr se lo pensó dos veces antes de decir aquello.
-Vas a coger frío de esto modo... -El vaho de sus labios revelaba la respiración agitada y la aceleración de su corazón en el pecho. Un beso cálido y largo poso en los labios de ella antes de continuar con sus palabras -Entremos en aquella carroza... Sígueme...
Emhyr había iniciado su atrevido juego con ella sin apenas pedirle permiso pero en cuanto se vieron a ambos desconocidos enredados en aquel juego de caricias ansiadas movidos por el ardor, una sonrisa victoriosa se dibujo en los labios del turco que no sabía como se había deshecha de las ropas de aquella joven sin nombre.
En la poca desnudez tibia que asomaba por su piel, Emhyr detuvo sus manos para contemplarla en ropa interior situándola así frente a él.
De nuevo ambos se vieron enzarzados en aquel anhelo de poseer el uno al otro, en aquella lujuria que se desvelaba a través de aquellos labios ansiados que creaba en la piel morena del turco escalofríos ígneos. Ella no se refrenaba, parecía dispuesta a seguir su ritmo ya que sus manos delicadas se paseaban por su cuerpo dispuesta a deshacerse de cada uno de los botones que abrochaban a su camisa.
Emhyr por un instante la detuvo y tomándola por la nuca una efímera sonrisa confiada le dedico mientras sus ojos pardos y brillantes por la excitación se clavaban en los de ella justo antes de que sus labios rozaran los suyos, al principio en una caricia superficial que dejaba tras de sí el cosquilleo y luego de un modo salvaje bebiesen de los suyos olvidando donde estaba, embriagándose por ellos.
Sus manos continuaban recorriendo cada centímetro de piel de ella, mientras la estrechaba entre sus labios. La piel de aquella joven a pesar de su calor comenzaba a enfriarse, aquellos bosques helados envolvían a ambos con su gélido aliento. Emhyr se lo pensó dos veces antes de decir aquello.
-Vas a coger frío de esto modo... -El vaho de sus labios revelaba la respiración agitada y la aceleración de su corazón en el pecho. Un beso cálido y largo poso en los labios de ella antes de continuar con sus palabras -Entremos en aquella carroza... Sígueme...
Emhyr Van Emreys- Licántropo Clase Baja
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Re: Hogueras en la noche (Pasado) [Elinor C. Carstairs] ◊◊
Sabia que estabamos cerca de las hogueras porque aunque apagada nos llegaba la musica, pero a mi lo unico que me importaba en ese momento era mi acompañante y lo que estaba haciendo con él. Porque queria enseñarle lo que podria sentir una mujer y lo que yo le podia hacer sentir a él. Mis manos habiles desaprochaban lentamente cada boton de su camisa.
Senti como sus manos frenaban las mias y luego senti uno de sus dedos tocar aquella cicatriz de mi nuca, pero no pude pensar en nada mas. Sus labios se encontraron con los mios y yo solo pude auparme un poco mas y abrazarme a su cuello para seguir besandole. Ahora ya no me importaba nada mas, ni lo que pasara. Solo queria hacer realidad aquel desoe que habia en mi interior. Empezaba a tener frio pero el anhelo de estar a su lado era mas fuerte que cualquier cosa. Senti sus palabras y cogi mi vestido que estaba en el suelo para seguirle.
Cuando entremos, cerre la puerta sin importarme nada deje caer el vestido de entre mis dedos y me acerque a él caminando de forma sensual. Pero cuando llegue a su lado solo me aupe de forma rapida y junte mis labios con los suyos, besandole con todo aquel deseo que tenia dentro de mi. Cogi su nuca para acercarlo mas a mi y poder besarle mas intensamente.
-¿Crees que estas preparado para conocerme y poseerme?
Dije de forma retadora, si a mi tambien me gustaba retar a la gente y sabia que el iba a aceptar mi reto y lo iba a seguir hasta el final. Yo tambien sabia ser traviesa cuando queria y para que mentir?? Me encantaba serlo.
Senti como sus manos frenaban las mias y luego senti uno de sus dedos tocar aquella cicatriz de mi nuca, pero no pude pensar en nada mas. Sus labios se encontraron con los mios y yo solo pude auparme un poco mas y abrazarme a su cuello para seguir besandole. Ahora ya no me importaba nada mas, ni lo que pasara. Solo queria hacer realidad aquel desoe que habia en mi interior. Empezaba a tener frio pero el anhelo de estar a su lado era mas fuerte que cualquier cosa. Senti sus palabras y cogi mi vestido que estaba en el suelo para seguirle.
Cuando entremos, cerre la puerta sin importarme nada deje caer el vestido de entre mis dedos y me acerque a él caminando de forma sensual. Pero cuando llegue a su lado solo me aupe de forma rapida y junte mis labios con los suyos, besandole con todo aquel deseo que tenia dentro de mi. Cogi su nuca para acercarlo mas a mi y poder besarle mas intensamente.
-¿Crees que estas preparado para conocerme y poseerme?
Dije de forma retadora, si a mi tambien me gustaba retar a la gente y sabia que el iba a aceptar mi reto y lo iba a seguir hasta el final. Yo tambien sabia ser traviesa cuando queria y para que mentir?? Me encantaba serlo.
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Re: Hogueras en la noche (Pasado) [Elinor C. Carstairs] ◊◊
A pesar de que la oscuridad que en la noche emanaba, esta pareció tragarse la escasa luz que los rodeaba en cuanto entraron a aquella carroza desordenada.
Ciegos los ojos solo podían dejarse envolver por los sonidos y el tacto de sus pieles tentadas a rozar la suya con la otra con ansiedad e impaciencia, a experimentar entre lo desconocido de las sombras.
La puerta sello la música de las hogueras que quedaba lejana como un mero murmullo sin importancia. Ella se aferro a él como si de un animal que ataca a su presa se tratara, cedía a los deseos plasmados por sus labios devoradores de los suyos propios.
Sus manos se deslizaba por la piel semidesnuda, ella se había deshecho del vestido que antes la ataba, y él se deshacía poco a poco de las pocas prendas que podía encontrar en su paso por el recorrida de aquella cálida piel.
Tomándola entre sus brazos sin separar los labios dulce de ella, saboreándolos con ansiedad y cierta violencia la tumbo sobre las enredadas telas. A pesar de la oscuridad del carromato, Emhyr a ciegas conocía perfectamente aquel lugar, conocía cada rincón a la perfección. La camisa quedo desprendida de su dueño, dejando que el calor se posara directamente entre el contraste de las pieles. La piel de Emhyr era morena, demasiado cálida, marcada por unas pocas cicatrices... Si, pocas, para las que en un futuro le esperarían. Además de aquellos escasos tatuajes que había comenzado un ritual en su piel que nunca terminarían en cada uno de sus viajes.
Emhyr despegó sus labios y reteniendola en aquella cama provisional por las muñecas susurro sobre sus labios con aquel acento ronroneante y seductor.
-Nunca se esta seguro de conocer a alguien por completo... Pero, asumo el riesgo al poseerte.
No fue ni un “si” ni un “no”. Con respecto al deseo de poseer su cuerpo en su lecho, estaba la pregunta segura, el conocerla... Ya se vería al amanecer, Emhyr era de aquellas personas que en su vida había aprendido una regla fundamental para su supervivencia “No apegarse nunca a nadie por motivos sentimentales...”. Esa era la norma, y dudaba que la rompiese esa noche... ¿o tal vez hubiese una excepción?
Palabras que quedaron calladas tras la bus queda y el roce lento de sus labios sobre los suyos, los cuales, se paseaban deleitándose ante la suavidad del tacto. Aquel fue un cambio brusco, ya que la violencia quedo atrás y la impaciencia, dejando asomar la calma detenida.
No a llego a besar sus labios solo los acariciaba al igual que aquellas mejillas y cuello donde se perdía... Sus manos cuidadosas dibujaban su figura deteniéndose en el sentir el tacto de aquellos hermosos pechos, ahora desnudos y placenteramente excitantes.
Ciegos los ojos solo podían dejarse envolver por los sonidos y el tacto de sus pieles tentadas a rozar la suya con la otra con ansiedad e impaciencia, a experimentar entre lo desconocido de las sombras.
La puerta sello la música de las hogueras que quedaba lejana como un mero murmullo sin importancia. Ella se aferro a él como si de un animal que ataca a su presa se tratara, cedía a los deseos plasmados por sus labios devoradores de los suyos propios.
Sus manos se deslizaba por la piel semidesnuda, ella se había deshecho del vestido que antes la ataba, y él se deshacía poco a poco de las pocas prendas que podía encontrar en su paso por el recorrida de aquella cálida piel.
Tomándola entre sus brazos sin separar los labios dulce de ella, saboreándolos con ansiedad y cierta violencia la tumbo sobre las enredadas telas. A pesar de la oscuridad del carromato, Emhyr a ciegas conocía perfectamente aquel lugar, conocía cada rincón a la perfección. La camisa quedo desprendida de su dueño, dejando que el calor se posara directamente entre el contraste de las pieles. La piel de Emhyr era morena, demasiado cálida, marcada por unas pocas cicatrices... Si, pocas, para las que en un futuro le esperarían. Además de aquellos escasos tatuajes que había comenzado un ritual en su piel que nunca terminarían en cada uno de sus viajes.
Emhyr despegó sus labios y reteniendola en aquella cama provisional por las muñecas susurro sobre sus labios con aquel acento ronroneante y seductor.
-Nunca se esta seguro de conocer a alguien por completo... Pero, asumo el riesgo al poseerte.
No fue ni un “si” ni un “no”. Con respecto al deseo de poseer su cuerpo en su lecho, estaba la pregunta segura, el conocerla... Ya se vería al amanecer, Emhyr era de aquellas personas que en su vida había aprendido una regla fundamental para su supervivencia “No apegarse nunca a nadie por motivos sentimentales...”. Esa era la norma, y dudaba que la rompiese esa noche... ¿o tal vez hubiese una excepción?
Palabras que quedaron calladas tras la bus queda y el roce lento de sus labios sobre los suyos, los cuales, se paseaban deleitándose ante la suavidad del tacto. Aquel fue un cambio brusco, ya que la violencia quedo atrás y la impaciencia, dejando asomar la calma detenida.
No a llego a besar sus labios solo los acariciaba al igual que aquellas mejillas y cuello donde se perdía... Sus manos cuidadosas dibujaban su figura deteniéndose en el sentir el tacto de aquellos hermosos pechos, ahora desnudos y placenteramente excitantes.
Emhyr Van Emreys- Licántropo Clase Baja
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Re: Hogueras en la noche (Pasado) [Elinor C. Carstairs] ◊◊
OFF: Siento la tardazan, problemas personales
Parecía que el no poder vernos, hacia que nuestros otros sentidos estuvieran mas a flor de piel, mientras nuestros labios se unían para desatar aquel deseo que ardía en ambos cuerpos me sentí desprendida de mis prendas restantes. Sintiendo como caían al suelo, quedándome completamente desnuda ante él. Él sería el único poseedor de mi cuerpo aquella noche... no le diría mi trabajo... no, no aun. No quería que lo supiera, mi trabajo no era el mejor visto en la sociedad y la verdad es que no estaba en condiciones de decirlo ahora.
Sus brazos me alzaron en vilo, sin que le dejara de besar y me vi tumbada con fuerza en una cama, haciendo que mi cabello se esparciera allí. Solo le mire a los ojos, buscándolos en aquella oscuridad que nos envolvía. Los encontré, mi mirada se iba acostumbrando a la reinante oscuridad y había podido ver sus ojos. En ellos veía deseo, excitación y ganas de poseerme. Sentía su piel contra la mía. Pero cuando quise mover mis manos para acariciarle pude notar que me las retenía. Eso hacía que sus acciones me excitarían mas. Porque desearía tocarle pero no podría.
Aquella calma que empezó después fue algo que nunca había experimentado en ningún momento pero en gusto, deje que me soltara las muñecas y jadee por sus manos en mi cuerpo y mis pechos. Pase mis manos por su rostro notando cada una de sus facciones. Pasando mis dedos suavemente por aquellos labios que me volvían loca bajando hacia su pecho donde dibuje cada pectoral con mis finos dedos.
Pase mis labios por su oreja, lentamente rozándolos en cada momento pasando por sus mejillas, por sus labios pero nunca besando. Hasta que llegue a su cuello, allí me detuve empecé a rozar suavemente para después de unos segundos empezar a morder suavemente y dar pequeños besos que excitarían hasta el más fuerte de los hombres y yo lo sabía. Lo hacia lentamente, deleitándome con cada una de mis acciones.
Parecía que el no poder vernos, hacia que nuestros otros sentidos estuvieran mas a flor de piel, mientras nuestros labios se unían para desatar aquel deseo que ardía en ambos cuerpos me sentí desprendida de mis prendas restantes. Sintiendo como caían al suelo, quedándome completamente desnuda ante él. Él sería el único poseedor de mi cuerpo aquella noche... no le diría mi trabajo... no, no aun. No quería que lo supiera, mi trabajo no era el mejor visto en la sociedad y la verdad es que no estaba en condiciones de decirlo ahora.
Sus brazos me alzaron en vilo, sin que le dejara de besar y me vi tumbada con fuerza en una cama, haciendo que mi cabello se esparciera allí. Solo le mire a los ojos, buscándolos en aquella oscuridad que nos envolvía. Los encontré, mi mirada se iba acostumbrando a la reinante oscuridad y había podido ver sus ojos. En ellos veía deseo, excitación y ganas de poseerme. Sentía su piel contra la mía. Pero cuando quise mover mis manos para acariciarle pude notar que me las retenía. Eso hacía que sus acciones me excitarían mas. Porque desearía tocarle pero no podría.
Aquella calma que empezó después fue algo que nunca había experimentado en ningún momento pero en gusto, deje que me soltara las muñecas y jadee por sus manos en mi cuerpo y mis pechos. Pase mis manos por su rostro notando cada una de sus facciones. Pasando mis dedos suavemente por aquellos labios que me volvían loca bajando hacia su pecho donde dibuje cada pectoral con mis finos dedos.
Pase mis labios por su oreja, lentamente rozándolos en cada momento pasando por sus mejillas, por sus labios pero nunca besando. Hasta que llegue a su cuello, allí me detuve empecé a rozar suavemente para después de unos segundos empezar a morder suavemente y dar pequeños besos que excitarían hasta el más fuerte de los hombres y yo lo sabía. Lo hacia lentamente, deleitándome con cada una de mis acciones.
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