Un día de cultura con ella (Lenneth)

Recuerdo del primer mensaje :

Había mandado a una de mis doncellas a avisar a Lenneth de que el próximo viernes quedásemos en vernos en la biblioteca por la mañana. Recibí una respuesta positiva y ya me moría de ganas porque llegase el día. Desde que eramos pequeñas nos conocíamos debido a la amistad de nuestras familias. A pesar de que yo vivía en Italia seguíamos nuestra amistad por carta y a veces veraneaba en París y compartíamos aventuras y sueños. Las dos teníamos un buen corazón y nos sentíamos atraídas por la vida de las personas mas desgraciadas. Muchas veces nos escapábamos para ver a los niños del orfanato y llevarles juguetes...esos recuerdos no los había olvidado.
El martes llegó y me preparé para el reencuentro y darle la noticia de que me quedaba a vivir en París.
Aunque el cochero y mi nana insistieron en que fuese en el coche de caballos decidí llegar en mi caballo, montándolo yo misma.
Al llegar busqué a Lenneth impaciente por la biblioteca preguntándome cuánto habría cambiado y si seguiría pensando igual que en nuestra niñez.

No daba crédito a lo que Lenneth me decía creí que sus padres habían muerto en un accidente. No me salían las palabras. Jamás había pensado que los vampiros existiesen pero si lo hicieran tampoco les hubiese pensado como seres buenos y bondadosos por lo que no me extrañaba aquello que me contaba Lenneth. Pero era demasiada información en una mañana como para poder asimilarla.
Me llevé las manos a las sienes.

- Esto es demasiado para mi, Lenneth... yo no tenía ni idea de la existencia de esos seres y no acabaría de creérmelo si lo que dijeses no fuese tan serio pero ahora te creo. ¿ Por qué no me lo habías contado?- la pregunté imaginando lo duro que había sido para ella mientras la abrazaba de nuevo.
Lenneth correspondió a mi abrazo y tras su respuesta recordé que no me había explicado algo importante.
-Explícame que te ha pasado antes con el libro. - la pedí mientras observaba su rostro.- Y no me mientas, te lo ruego.- le pedí con semblante serio y preocupado.

-Duna....te lo mandé en aquella carta...-Dije haciendolá recordar la carta que le mandé una semana después de lo ocurrido.-Duna sé que es muy intenso esto que te estoy diciendo, pero es la verdad...-Dije mientras seguía abrazada a ella.-Duna....me quitaron algo muy preciado....no sabes..lo que sufrí...y si te lo debí de decir antes, pero pensé que te habías disipado en el aire.-Dije con burla en las ultimas palabras.

Me pidió que le explicara que me había pasado con el libro y sus adornos de plata, pero ni yo misma tenía la mínima idea de lo que había pasado. Fuese lo que fuese, no era un buen aurgurio.
-¿Creés que tengo algo relacionado con esos seres?-Dije con miedo a que fuera una afirmación al 100%.

Aún seguía abrazada a Duna y sus manos estaban alrededor de mi cuerpo. Al principio me acariaba lentamente, pero despues me acariciaba fuertemente y muy rapido, como si estuviera intentando darme calor y reconfortarme por el embrollo que se había formado al haber encontrado una carta con similitud de la que había encontrado de pequeña.

Todo lo anterior era irrelevante ahora me centré en lo que había pasado con la plata e intenté hacer memoria de todas las leyendas y libros que había leído sobre vampiros y licántropos. No recordaba si a los vampiros la plata les afectaba en algo sólo con tocarla pero recordaba que a los licántropos se les asesinaba con balas de plata.
Todo me empezaba a confundir un poco.
Agarré a Lenneth por los brazos sacudiéndola un poco.
- ¿Te ha mordido alguien , Lenneth? Contesta ¿ te ha mordido alguien? - pregunté hecha un manojo de nervios asustada por pensar que mi amiga se convirtiese en uno de esos animales fieros y malvados.
Observé el rostro de mi amiga asustada buscando en ella algún indicio de que estaba cambiando.

-Bueno...pues hace unos días....tuve un encuentro, pero ningun vampiro me ha mordido ni ningún licantropo....que yo sepa...-Me quedé pensando en que me podría estar pasando. En que me podría estar convirtiendo. Era todo demaisado irracional.-No me ha mordido nadie, Duna, pero la otra noche, cuando iba camino del orfanato donde suelo trabajar en el turno de noche, una amiga mia y yo estabamos hablando normalmente y entonces un vampiro nos ataca, pero lo eliminamos.-Pensé. Tenía que tener cuidado con mis palabras.

-Pero...ese vampiro estuvo a punto de morderme pero no lo hizo.-Me separé un poco reconfortada de Duna y la miré a los ojos.-Pero....¿Como es posible...convertirse en estos seres?¿O que pasa?-Pregunté sabiendo que Duna sabia más que yo. Intenté recordar algún otro encuentro con cualquier otro ser de otra raza, pero no me llegaba nadie a la mente, hasta que una mirada de ojos marrones volvió a mi mente. Si. Me acabo de acordar de Violette y el apasionado encuentro con ella en los bosques. Fue fugaz y hermoso. Me pregunto que estará haciendo. Al recordar la cara de Violette, una sonrisa tonta apareció en mi rostro ocultandomela con mi mano timidamente.-jejejeje-Una risa traicinore me delató mi feliz recuerdo.

Alcé una ceja incrédula. Algo debía de haber pasado.
Me levanté y comencé a andar rodeando la mesa donde estábamos pensativa... vamos duna, todas esas novelas deberían haberte servido para algo.
- ¿Segura que no te mordió , Lenneth? ¿Aunque fuese sólo un mordisco?-insistí mientras presionaba mis sienes con mis dedos. - Hay que ira ver a algún brujo , un curandero o un gitano no lo se..a lo mejor estamos a tiempo de frenar esto.- hablé esperanzada mientras volvía a donde estaba ella.
Entonces su risita y su expresión atontada me hicieron fruncir el ceño.
- Neth? -la pregunté.- Dios mío dime que no te has dejado engatusar por un vampiro...-dije llevándome una mano a la cabeza.

-Duna, no me ha mordido nadie-Dije con toda la seguridad del mundo. La risa traicionera me delató-Duna, tranquila, no me he dejado engatusar con ningun vampiro.-Dije segura de mi misma. La vi que seguía pensando y caminando alrededor de la mesa.
-Duna cielo, puedes sentarte, no te va a comer la silla-Dije con tono burlón. Estaba concentradísima pensando si tendría yo una cura para lo que me esté pasando-Lo mismo no me ocurre nada y solo es una alergía o algo parecido Duna, quien sabe.-Dije para calmar a Duna a la vez que la cogía del brazo e intentaba mandarla hacia la silla para que se sentara de nuevo.

-Dunita, sientate por favor.-Dije preocupada.-Por cierto, ¿y tu?-Dije para que pudiera pensar en otra cosa.-¿Que tal llevas el estar en París?-A ver si cambiando de tema, se calmaba un poco y pensaba en otra cosa. Vi que se había parado y justo a unos metros por detrás de Duna, vi a alguien que nos miraba fijamente, como si el tema que estuvieramos desarrolando le interesara de algún modo. Le miré por un instante y se dió la vuelta desapareciendo entre la gente. Me quedé mirando en dirección hacia la puerta de la biblioteca, pero volví mi mirada hacia la mesa donde estabamos desde el principio.
-Duna...¿Has visto a aquella persona?-Dije mientras miraba a Duna severamente.

Decidí hacer caso a Lenneth y dejar el tema que parecía incomodarla aunque a mí no se me olvidaría, me quedaría allí en la biblioteca buscando más cosas sobre la plata y los vampiros. Era realmente extraño y no conocía enfermedades o alergias relacionadas con la plata , aunque confiaba en su palabra y creía que no la habían mordido no acababa de sacarme de dudas ¿ y si la drogaron con alguna hierba o la emborracahron? Si fuese de ese modo nada hubiese sabido ella...
Me senté a su lado suspirando intentando ignorar lo acontecido , obedeciendo.Tampoco quería asustarla demasiado con mi comportamiento , quizás demasiado exagerado , quizás demasiado calmado... pues si todo lo que hoy había descubierto era cierto la gente no tenía ni idea del peligro que corría por aquellas calles de noche. Nadie o muy pocos conocían de la existencia de esos seres y los que lo hacían... ¿ qué se supone que debíamos hacer ahora? ¿combatirlos? Según Lenneth eran una amenaza pues habían acabado con la vida de sus padres. ¿ Pero cómo podríamos...nosotros, débiles e ineptos humanos acabar con una bestia tan potente y de tanto poder como un vampiro? Había leído sobre su poder de persuasión sobre los humanos sin distinción de sexo. ¿ Cómo matar a alguien que puede controlarte?
Las palabras de Lenneth me sacaron de mis pensamientos y volví mi vista a ella que fruncía el ceño observándome.
Me encogí de hombros ante su pregunta ya que aún no había conocido a mucha gente ni había hecho grandes cosas aquí en Paris, había conocido a mi prima desaparecida y me había llevado una gran sorpresa al conocer su trabajo. Saber que era cortesana había sido par mí algo difícil de asimilar pero sabía que aunque fuese con el tiempo acabaría confiando en mí y podría dejar ese trabajo e intentar ser la dama que un día fue.
- Bien, aún no tuve muchas aventuras... estuve conociendo la ciudad y su gente, viajando por todo tipo de lugares pero nada interesante- le contesté omitiendo la información sobre mi prima pues aún no sabía si ella quería que los demás conociesen su verdadera identidad. Que supiesen que no era una vulgar cortesana si no hija de un Lord. La historia de Elinor era algo que me había afectado demasaido emocionalmente pues era realmente doloroso ver a alguien como ella realizando ese trabajo cuando podía mantenerse ella misma con el patrimonio de sus padres.
Sonreí a Lenneth mientras seguía la dirección de su mirada pues parecía centrada en algo más allá de nosotras... me pregunté su había seguido correctamente la dirección de su mirada pues no veía nada ni nadie sospechoso.Parecía como si observara algo pero yo no veía nada.
- No, allí no hay nadie, Lenneth. - la observé confusa. ¿ Qué la estaba pasando? Quizás tenía alucinaciones. Empezaba a preocuparme por su estado de salud severamente. Lenneth parecía estar pasando por algo que yo no podía entender por michos libros que hubiese leído - Quizás deberíamos irnos ya. ¿ Has venido sola o te espera el cochero?- parecía que necesitaba descansar. El día de hoy había sido muy intenso y con demasiados sucesos extraños. Esperaba que ella se fuese en su carruaje para poder quedarme unos minutos mas y poder leer sobre los vampiros, quería ayudarla antes de que fuese demasiado tarde.

-Sí, he venido en un carruaje.-Dije volviendo mi atención hacia Duna. Parecía que fruncía el ceño por algo. Ella no vió nada, qué raro. Juro que vi a alguien que me miraba de reojo justo detras de la estantería, como me estudiaba con la mirada. Pero entonces decidí levantarme de la silla y prepararme para irme a mi casa. La verdad, la carta, el contacto de la plata, todo me resultaba muy inquietante. Con la elegancia de mi categoría, me levanté y pude ver a Duna que estaba sentada en la silla.

-¿No vienes?-Dije confusa al verla que ella no recogía ni se movía.-¿Te inquieta algo, querida amiga?-Dije mientras me volvía a sentar. Entonces caí en la cuenta que posiblemente se estuviera sobrecargando de pensamientos de investigación paranormal y que podría yo estar relacionado con todo aquello. La miré por un instante a la cara y ella me miró.

-Duna, no me pasa nada, de verdad-Dije para tranquilizarla aunque no iba a conseguir mucho.-La verdad...es que he tenido alguna que otro evento reciente, pero es muy probable que tenga que esperar a que estemos en un sitio más privado.-Dije mirando fijamente a Duna. Al ver que no respondía a mis palabras o simplemente estaría pensando, iba a pasarle una mano por delante de sus ojos y cuando voy a levantar la mano, la quemadura de mi mano de hace un instante, esta rosada. Es decir, si antes lo tenía rojizo, ahora lo tenia como una mancha rosa.

Suspiré aliviada, me sentiría mejor si a Lenneth la llevaba un cochero pues no me preocuparía. Todo aquello era demasiado anormal , hasta para mis novelas. Parecía que se cumplía lo que un día me dijo mi madre: a veces la realidad supera la ficción.

- Oh, genial. ¿ Cuándo nos veremos de nuevo? Bueno, mandaré a un mensajero a tu casa para concretar una nueva cita pronto.- le dije mientras me mantenía en la silla para revisar aquello libros cuando ella se fuese, no quería incomodarla investigando sobre lo que le pasaba con ella delante, seguramente le molestaría que la estudiase como a un bicho raro y prefería que pensase que no era nada importante.

Pero Lenneth no era tona, se sentó a mi lado de nuevo dándose cuenta que no iba a acompañarla por lo que volvió a sentarse a mi lado. Se notaba que era de la realeza por la forma de andar y de expresarse capaz de dejar fascinado a cualquiera que la observase sin mencionar la belleza de su rostro y la expresión viva de su mirada.

- No, amiga sólo quería asegurarme mirando algunos de estos libros, pero no te preocupes. Ve y descansa que yo te mandaré un mensajero más adelante.- le expliqué sonriendo para

Había vuelto a mirar uno de los libros que habíamos cogido antes y contemplaba la hermosura de su tapicería recorriendo con msi dedos el dibujo de éste.
Estaba escuchando a Lenneth aunque seguía en mis pensamientos , iba a decirla que de qué estaba hablando. Me picaba la curiosidad por aquello que me tenía que contar.

Giré mi rostro hacia ella que se observaba la mano asombrada. Le cogí con brusquedad la mano mientras la observaba, la quemadura ya casi había desaparecido.
abrí los ojos de par en par asombrada por lo que estaba sucediendo ¿ qué clase de brujería era esa?

- ¡¡ Lenneth!! - exclamé sorprendida aún con su mano apresada por mis dedos. No daba crédito a lo que leía sabía de la regeneración de los vampiros y licántropos por los libros que me había leído. Las cosas cada vez me asustaban más pero no podía dejar a Lenneth en eso sola.- ¿ Sigues pensando que no te psa nada? - pregunté con ironía mientras me levanté colocándome la capa que había dejado en una silla anteriormenre.

-Tenemos que irnos de aquí, es peligroso.- le dije mientras cogía los libros y entre ellos el que había guardado Lenneth anteriormente con el grabado en plata. Teníamos que alejarnos de la gente e investigar sin temores. Cualquiera que se enterara de lo que le pasara a Lenneth podría acusarla de bruja.

De repente vi a Duna que recogía todos los libros y salía en busca del libro que había dejado en la estantería. Yo aun me quede sentada en la silla mientras veia el numero que estaba montando Duna en frente de todos los presentes de la biblioteca.



-Duna cielo, ven-Dije mientras le mostraba la silla. Una vez que se sentó en la silla la miré fijamente a los ojos. Ella estaba muy divertida con la pila de libros agarrados a su pecho como si su vida dependiera de ello. -Duna estoy bien, no me pasa nada o a lo mejor quiero evitar y pensar que me esta pasando algo, pero no pasa nada.Aqui dentro de la biblioteca no me ocurre nada, ¿esta bien?-Dije para que hubiese quedado claro. Duna se calmó de la exitacion que llevaba por dentro y se coloco con una compostura adecuada. Nos sentamos a la mesa y abrimos los libros. El de los vampiros lo dejamos al final del todo y yo me puse a ver el de "Hechizos Varios". Miré y mire pero no había nada de lo que me pasaba que explicara algo.


Miré en direccion a Duna y ella pareció encontrar algo interesante, lo que me dejó a cuadros cuando ví, la firma de quien había escrito el artículo de aquella pagina que Duna leía con tanto esmero. No había duda. Me acerqué a Duna para ver que mis ojos no me engañaban, pero Duna me puso una mano en el pecho intentando apartarme del libro.


-Duna...-Duna me miró seria. Siempre la había visto alegre, emocionada, pero esta vez me estaba asustando mucho.

Decidí ceder a las palabras de Lenneth con un suspiro y dejé caer los libros de mi pecho en la mesa. - Está bien, está bien. Me sentaré.- cedí mientras me sentaba e intentaba calmarme con las palabras de Lenneth. Por mucho que me repitiese aquello de que estaba bien mil y una veces yo sabría que era mentira. Alguien que estaba bien no pasaba por aquellos sucesos extraños sacados de un libro de misterio. Pero no quería seguir con el tema, encontraría pruebas que me ayudasen a convencer a Lenneth de que debíamos visitar una curandera o incluso alguna bruja.

Comenzamos a escudriñar entre los libros, ella cogió uno sobre hechizos y yo uno titulado " la bestia acecha " , pasaba las páginas con rapidez buscando algo que pudiese ayudarnos, buscando inconscientemente la palabra plata y encontré un articulo que hablaba de cómo exterminar a un vampiro. Hablaba de las estacas y sobre los mitos falsos como las cruces y el ajo, pero mi asombro se maximizó al llegar al final del artículo , dejándome helada y posiblemente pálida. No podía creer aquello que leía.

Lord Marco Di Bello. Miembro de la A.S

El nombre de mi padre. ¿Por qué diablos mi padre había hecho un artículo sobre las formas de matar a un vampiro ? ¿ Qué sabía ...o mejor dicho qué había sabido él acerca de todo ello? Mi pecho intentaba respirar más rápidamente pero mi vestido no daba para más. Lenneth me observaba confundida por el sonido que hacía al respirar y dirigió su mirada hasta el artículo el cual tapé con la mano mientras intentaba respirar.

¿ Mi padre era un cazador de vampiros?

Al final dejé que Lenneth echase un vistazo con mi vista fija en la mesa de la biblioteca, en la que me aferraba , esperando desmayarme en cualquier momento. Todo el día de hoy había sido demasiado para mí, como una pesadilla de la cual quería despertar.

- ¿ Qué demonios es todo esto , Lenneth? - pregunté confusa mientras observaba su gesto al descubrir el contenido de aquel artículo y el nombre de mi padre impreso en el.

No habia buena reaccion en Duna. No me podría estar imaginando lo que podría estar pensando ahora Duna por esa dulce cabecita que tiene.

¿Su padre cazaba vampiros? -Pensé dandole vueltas a mi cabeza. Ahora Duna era la que necesitaba de mi apoyo. -Posiblemente fuera una colaboración que hizo para completar el contenido global del libro, porque por lo que pude observar, en el libro había varios artículos chiquititos con la firma de varias personas-No solo el del padre de Duna estaba en el libro, si no también....oh cielo santo.

Me llevé las manos a la boca en modo de sorpresa y pude sentir que el alma se me caía a los pies. Quité el libro a Duna de las manos para verlo con claridad. Si mis ojos no me engañaban, el nombre el cual veía en el libro, era nada más que ni nada menos que el de mi madre, Maribella Grace Blunt.
¿Que hacía ahí el nombre de mi madre?-Pensé poniendome ahora en la misma situación que Duna. Ahora no sabía que pensar. Lo unico que pude pensar era que cogieramos varios libros, y que nos fueramos a otro lugar más privado dado que la biblioteca comenzaba a llenarse de gente.

Agité suavemente el hombro de Duna para sacarla de sus pensamientos por un momento y cuando lo hice, me miró severamente y una sonrisa volvio a su cara. Menos mal que por lo menos esto lo tiene controlado.

-Duna, he pensado que cojamos varios libros para unos días y así podamos estudiar con mas determinación a lo que podríamos llegar a avanzar en esta incognita que nos ha aparecido de repente y así saber que pasa, porque tu padre era un cazador, aunque no me extrañaria porque, pero lo que me mosquea de verdad es esto.-Le señale donde ponía el nombre de mi madre.-Que hace el nombre de mi madre en este libro.

Suspiré negando con la cabeza con incredulidad. Mi padre jamás me había hablado de ello, aunque ahora entendía porque mi madre me prohibía leer aquellos libros, no quería que mi padre se enteraba y el sentimiento de hacer lo indebido hacía que aún me atrajeran mas esas cosas.
Intenté atar cabos sueltos con aquellas noticias tan escalofriantes pero no estaba preparada para ello, era demasiado para tan poco tiempo.
Volví en mí con ayuda de Lenneth y escuché lo que me decía. ¿ su madre también estaba metida en esto? Leí su nombre con atención y luego volví al mirada a ella con el ceño fruncido.
- Tenemos que marcharnos.- volví a la estantería y cogí unos cuantos libros más. Lenneth tomó los de la mesa y nos dirigimos a la salida pasándonos por la mesa donde la encargada nos daría el visto bueno para prestarnos los libros. Lenneth era de la realeza y yo una dama de clase alta por lo que no pudo impedimentos pero su mirada sí fue algo extraña mientras contemplaba los libros.
- Tengo que regresar a mi casa, prometí a mi prima que la visitaría. Leeremos sobre esto y nos pondremos en contacto más tarde ¿ te parece? - le pregunté a Lenneth un poco nerviosa mirando a nuestro alrededor.
Mu hubiese gustado estar juntas en aquellos momentos pero tenía que irme y hablar con mi nana sobre ello, siempre había vivido con nosotras y seguramente podría ayudarme con todos esos interrogantes.
Besé la mejilla de Lenneth apresurada y me quité la capa haciendo un saco con ella para los libros. Me monté en mi yegua Lune colocándome el vestido como si fuese un pantalón de hombre. Siempre había preferido montar de esa forma a la forma que debía hacerlo una dama pues me parecía más cómoda y dejaba más libertad a la hora de galopar .Miré desde lo alto a Lenneth por última vez mientras volteaba a Lune con ayuda de las riendas para marcharnos.
- No te preocupes, estarás bien pero si pasa cualquier cosa antes de nuestro encuentro házmelo saber.- le dije con preocupación mirándola con firmeza. Que mi padre hubiese sido un caza vampiros no hacía que me olvidase del incidente de Lenneth con la plata y su extraña regeneración. Tenía mucho que investigar.¿ Lenneth podría ser un licántropo? Eso explicaría muchas cosas, pues los licántropos eran cazadores de vampiros desde sus inicios pero si mi padre también lo era ¿ yo sería un licántropo aún no transformado? ¿Era eso lo que Lenneth sufría? ¿ Una transformación?