I will show you my world [Privado]

por **Yohann V.Wood** Jue Mar 24, 2011 3:52 am

-Su mirada se percataba debil para la fuerza con la que usualmente miraba a los demás que estaban a su lado, era impredicible pues tantas veces como su carácter irradiaba promesas de muerte eran las mismas en las que sus suspiros emigraban a un lugar pacifico en donde ni se imaginaban volver…imaginó que volverían después de haber estado en el infierno meditando sobre una estancia ilusa tan patética que incluso el propio dueño les obligaba a volver a su lado.

Las hebras de su cabello se chocaban entre ellas contra un caos con nombre de brisa, una chica era la que estaba en su visión mientras las flores chocaban confiadas de su poder contra el cuerpo de Yohann, eran débiles, podría pisarlas podría incluso quemar el jardín si quisiera pero nunca podría exterminarlas, porque los débiles parecían reproducirse como insectos en una tarde de verano. ¿No le gustaban las flores? ¿el campo? ¿su belleza? Obvio que si o hubiera entrado de malos modos.

Pero esa mujer era parecida a un pájaro encerrado en una jaula, la había contemplado en diversas reuniones siempre apresada por los demás debido a un defecto físico, defecto que no le importaba pues había conocido a filosofos ciegos que habían muerto con sus ideas, los gusanos estarían orgullosos de esas letras que devoraban sin orden alguno…le había llamado pero dudaba que acudiese, incluso dudaba que lo hubiera hecho tan pronto, alzó la vista hacia ella pisando aun mas fuerte, pero no lo suficiente como para que pensara que lo hacia asi por ella, el carecia de sentimientos pero no de sentido común. Cuando quedaba con alguien era para verle la utilidad y no para mostrarse como tantas otras veces, un demonio-

Pensé que me dejarías solo.

-Su primer encuentro con ella, un baile en donde debido a su nivel social debía de acudir, había rechazado otros bailes pero como un “conocido” suyo le había pedido ir por una jugosa petición no tuvo mas remedio que ir, aquella mujer era la única que parecía no divertirse igual que como él, que tampoco era que se divirtiese demasiado entre las damas con mas maquillaje que cerebro o con más polvo en los bolsillos de lo que indicaban sus prendas, no vaciló al acerarse a ella, era la única interesante…asi surgió aquella cita, asi surgió una primera cita entre ambos-

por Invitado Dom Mar 27, 2011 5:45 pm

Caminaba contando los pasos, sintiendo la brisa del viento juguetear con los mechones de cabello que se escapaban del chongo que impedía que fuese toda su cabellera la que se bamboleara y flotara en el aire; escuchaba los murmullos y el eco de los pasos de la gente a su alrededor un ta ta ta entremezclado y discrónico inundaba las calles parisinas mientras que lo que resonaba más fuerte era el taconeo de sus propios pasos y los de su hermano Efraín.

-Si mi Padre se llega a enterar de esto...
-Es por eso que no se enterará... Efraín, sabes que no me gusta ocultarle nada, pero por el bien de ambos es mejor que solo se entere de que te acompañé de compras
-Regresaré por ti en dos horas, ni un minuto más ni un minuto menos... dos horas
-Si hermano

Una ligera sonrisa se dibujó en su rostro al escuchar aquella voz recientemente conocida mientras se aferraba con fuerza al brazo de su hermano y sentía un ligero apretón en respuesta, su paso aminoró y por ende el eco de sus tacones también; su hermano retiró su brazo como apoyo tomándola de la mano para entregársela al extraño y colocando la otra sobre su espalda.

-Pense que me dejarías solo

Reconoció aquella voz y atinó a negar con la cabeza mientras su hermano resoplaba a lo bajo entregándole al joven la delicada mano de Amira, no llevaba a Shamir cosa que era extraño, pero a Efraín no le pareció prudente que llevara al pequeño león blanco cuando supuestamente él la estaría cuidando.

-En dos horas…
Fué todo lo que su hermano dijo, no alcanzó a distinguir si se había dirigido a ella o a su acompañante, o si solo había lanzado las palabras al aire para que ambos las captaran; lo que si sabía era que su querido protector no estaba muy conforme con dejarla aparentemente sola, depositó un suave beso en la frente de Amira, posiblemente inclinó la cabeza hacia el joven en señal de saludo y se retiró

- Jamás faltaría a mi palabra, es solo que tuvimos problemas para llegar hasta aquí
Dirigió su rostro hacia aquel joven, casi como si sus ojos se entornaran y lograsen mirarlo; pero no era así el azul que estos reflejaban no tenían vida y servían únicamente como espejo para aquel que mirase dentro de ellos.

- Espero puedas disculpar la tardanza
Cerró los ojos mientras terminaba la oración con una sonrisa, inhaló profundo separando cada partícula de olor que flotaba en el ambiente, reconociendo el perfume de 6 diferentes flores, la loción discreta pero fuerte que Yohann traía y la estela casi imperseptible del olor a sauce que su hermano había dejado; dejó escapar el aire de sus pulmones esperando una respuesta, algún movimiento

por **Yohann V.Wood** Vie Abr 01, 2011 6:28 am

-Sonrio de medio labio cuando aquel hombre habia aparecido en su vista, al principio solo la habia escuchado a ella porque para que negarlo cuando no le gustaba algo lo evadia y la familia de Amira no era precisamente devota del pensamiento de Lionel o del modo que tenia de comportarse, mientras sus ojos estaban completamente puestos sobre los del hermano quien ya sabia desde un principio que habia perdido la batalla asintió cuando escucho lo de "dos horas".

Un limite apreciable hasta que vinieran a buscarla, tomó la mano de la joven ladeando el rostro al ver que la presencia hostil se marchaba y luego admiraba el rostro de la muchacha, era hermosa aunque ella no se pudiera contemplar lo era, el color azul de sus ojos habria embrujado a mas de una persona en su camino lo cual no queria indicar ya no lo habian hecho con Yohann.

Acarició entonces la mejilla de Amira palpando desde su mejilla hasta su mentón volviendo a suspirar, amaba corromper las almas de las personas, era algo que lo hacia muy bien aunque se veia demasiado cruel, Amira era tan inocente que Yohann apenas lo soportaba pero no era del tipo de personas que pondrian el rostro d ela joven ante un muerto y dirian "esto es la realidad" discurso pronunciado por muchos ineptos a lo largo de la historia-

No te preocupes, Paris no se va a mover aunque yo lo iba a hacer ya no hay marcha atrás en que te enseñe al menos algunas zonas de este jardin que te gusten.

-Una vez que habian hablado, tomo con suavidad la mano de Amira volviendo a caminar, habia escogido un camino de piedras que daba a un bosquecito en donde muchos animales tenian una casa alli, despues a la cabaña abandonada que daba lugar a una zona un poco más oscura y luego volverian, tenia pensado para la vez siguiente quedar en otro sitio pero esta vez queria corromper su sentido del olfato solo manchado de flores, queria que oliese el barro mojado, que sintiera el aullido de los lobos, el pelaje de una ardilla..cosas asi-

¿Preparada?

por Invitado Lun Abr 04, 2011 12:25 am

Afianzó su mano en la ajena, cerrando los ojos al sentir el cálido roce sobre su rostro, había pocas personas a las que se les fuera permitido aquel tipo de acrecamiento... mas que nada porque ella no lo permitía, solía sobresaltarse a sobremanera cada que alguien la rozaba; pero con Yohann todo era diferente, desde la forma en como la abordó aquella noche en el baile, la manera en como solía dejarle recados con los sirvientes, y como había una mezcla de dulzura, remordimiento e insitacion en su toque.

- París se mueve junto con nosotros... y si te hubieras movido, seguro no hubieses ido muy lejos ¿cierto?
Esperaba que la respuesta fuera que no, aunque sabía que con alguien como él podría esperarse una respuesta cruda, fría y falta de tacto como había escuchado hablarle a varios conocidos en las reuniones en las que habían coincidido; pero no le importó, se limitó a sonreir y a volver a abrir los ojos.

- Hazlo...
Afirmó con la cabeza mientras caminaba al compas marcado por su acompañante, sintiendo el cambio en la textura bajo sus pies, el relieve aumentaba y el sonido era como crepitante, con eco y monótono, pero le gustaba.

- ¿Hacia donde iremos?
Tomó con mas fuerza la mano de Yohann al sentir como si sus pies testerearan por que las piedras se abrian paso debajo de ellos jugueteando a hacerla perder el equilibrio, con su otra mano tomó el brazo del chico para mayor soporte pegando un poco su cuerpo al suyo.

- Solo dime que serás mis ojos... yo seré tus manos
Tenía claro que sus demás sentidos estaban mas desarrollados, por lo que podía ser no solo sus manos, sino la nariz, los oidos y la boca del muchacho... pero quería mostrarle que también él podía aprender a sentir la suavidad del alma de una persona, para ella, eso era lo único que le faltaba a aquel hombre que se había atrevido a desafiar lo que dijeran en la mansión Farjat

por **Yohann V.Wood** Vie Abr 08, 2011 6:21 am

No...no podria

-Ella, era la segunda persona que le veia como era en su estado más dulce quizás cariñoso pero Yohann nunca mostraba estas cualidades a las personas, es más despreciaba a la sociedad y los maltrataba como viles insectos que se adueñaban de todo lo que estaba a su alcance, desde los perros hasta las personas eran odiados por él pero como siempre habia excepciones entre los humanos y Amira era una de ellas. No era pena lo que sentia debido a su ceguera sino que interiormente estaba tranquilo a su lado, apretó su mano tomando la cintura de la muchacha prontamente mientras miraba hacia el frente con una sonrisa en los labios. ¿Sus ojos? ¿que pasaria si Amira viera el mundo como lo veia el propio Yohann?.

La muerte era como un segundo nombre para él, la pobreza, la ambición, se habian hecho eco de su manera de ser igual que solo amaba 4 cosas en su vida, la musica, la filosofia, el silencio y la naturaleza. quizás amaria más cosas pero aun no lo habia descubierto porque solo se notaba débil con todas esas cosas, su debilidad era un pecado que no podia permitirse, abandonó los pensamientos escupiendo sobre ellos cuando Amira volvio a hablar asintiendo silenciosamente, tomandole firme de la mano y la cintura cuando el relieve iba en aumento-

Se que te gustan los animales, por eso creo que vamos a ver muchos esta vez

-Dijo vamos a ver, porque ya que Yohann era sus ojos tenia pensado guiarle en lo que quisiera, en dejar que tocase a los animales que las mujeres no harian, seria gracioso decir "toca y dime que sientes" pero luego cuando lo fuera a tocar la biscosidad de alguna babosa le hiciera retirarse, seria una pequeña broma que despues de todo el habia gastado hasta a los hombres que prontamente habian exclamado maldiciones en frances, los animales que mas le gustaban a Yohann eran los de aspecto salvaje, no los podias dominar solamente con las ganas por eso eran para él los preferidos. No tardaron mucho en llegar hasta donde se habia impuesto ese objetivo.

Finalmente le solto de la cintura al ser un nivel llano. Se arrodilló diciendole que levantara primero un pie y luego el otro, ya que cuando lo hizo le quitó las zapatillas y las puso a un lado, para que sintiera la hierba en sus pies desnudos, la mezcla de humedad y sequedad, como caminabas con tranquilidad, eso le gustaba, caminar sin preocuparse de que o quien estaria mirandole, las mujeres que iban alli miraban siempre al suelo con temor de los bichos, algo que repugnaba a Yohann porque el no importaba si tenia un insecto enorme en el pie andando, solamente se dedicaria a lo suyo, a caminar por la hierba ya que él, era un enamorado de la naturaleza-

por Invitado Sáb Abr 09, 2011 11:53 pm

Aquella voz tan melodiosa, armoniosa, pacífica y dulce la hacían sentir segura y protegida, el énfasis que le daba a las palabras y el sutil cambio en el tono cuando el joven notaba que estaba hablando de forma tierna la alegraban y avergonzaban; Jonás había dicho inumerables veces que el joven Wood no era de confiar que esa sonrisa burlona y de maiz elaborado, coultaban la mente de un gran sádico; Efraín, tan alegre como era, optaba por un tono seco y distante cuando el nombre "Yohann" salía de sus labios; pero para ella, lo que no era capaz de ver no tenía significado aunque sus hermanos lo dijesen porque sabía que lo que percibía tenía mayor peso, para ella la compañía de Yohann significaba nuevos horizontes y un sin fin de sensaciones.

- Iré y haré lo que me digas... pero si algún animal ataca, lo único que sabre hacer será dejarte atrás y correr por mi vida
Bromeó, sabría que no dería capaz... ni moral ni fisicamente, no se atrevería a dejar a Yohann atrás aunque eso significase salvar su vida, así como no podría dar más de unos pasos sin perderse, tropesarse o salir mal herida; una pequeña risa escapó de sus labios en cuanto sintió como el muchacho levantaba levemente su vestido atrapando su tobillo ordenandole sostenerse sobre un pie para poder retirarle su zapatilla y hacer lo mismo con el otro; la hierba estaba húmeda y al contacto provocó un ligero escalofrío en su espalda dibujando una sonrisa en sus labios, sus dedos se hundieron un poco en la tierra fría a cada paso que daba, las plantas de sus pies eran participes de mil sensaciones provocadas por el roce juguetón del pasto y por los pequeños animales que se adherían a su piel para disfrutar de un leve paseo.

-¿Qué son?
No sabía que era lo que sentía caminando sobre sus pies, pero sabía que no era producto solo del roce de la hierba, sabía que había algo más -Ponmelo en la mano se detuvo en seco tomando el brazo de Yohann fuertemente mientras levantaba levemente su pie derecho indicandole de esa forma en donde se encontraba ese algo que recorría parte de su cuerpo, una sonrisa aparecío en su rostro expectante.

por **Yohann V.Wood** Dom Abr 17, 2011 4:20 pm

Seria lo mejor que podrías hacer sabiendo que eres tan rápida

-Bromeo por primera vez, sabia muy bien lo que decia la familia de Amira respecto a Yohann e incluso era evidente que lo decian todos de él porque no era un hombre muy de fiar especialmente porque con los demás siempre actuaba en un papel que aun no habia descubierto un guión, no le gustaba la sociedad que como corderos hacía lo que querían otras personas pero no porque ellos lo querían, el mundo de los ricos consistía en los bailes, las fincas...en quitar a otros de su camino y en engancharse con los más ricos como si la unica meta fuera seguir siendo rico a toda costa, pero ella era distinta, no conocia como era el sabor del dinero ni el olor del mismo porque tenia las facciones de una mujer sumamente atractiva y no el arrugado rostro de las arpias que estaban todo el tiempo pensando en el dinero.

Cuando finalmente empezaron a caminar ella preguntó algo, aunque no le habia prestado al principio mucha atencion porque estaba quitandose sus propios zapatos imitandola, alli no venia casi nadie, es más nadie conocia ese sitio salvo el asi que se estaba aprovechando pordecirlo de algún modo de que solo lo conocía él, elevó el rostro para toparse con una mariposa pero luego escucho que ella le estaba pidiendo que le dijese que tenia en el pie, con una sonrisa asintió diciendo "ya voy, ya voy".

Aun se sorprendia de que era asi de suave con ella, quizás porque le agradaba y no tenia que preocuparse de ser quien es, no le miraba a los ojos azules con temor, tampoco estaba a punto de taparse los oidos porque le habian propuesto algo acerca del dinero, todo lo que querian de Yohann eran su bolsa de oro, por eso la mayor parte de las ocasiones se escondía con una sonrisa en los labios de todo lo que queria la sociedad. Se arrodilló mirando al insecto, era una mariquieta que caminaba por si pie y de paso una pequeña oruga inofensiva-

Te haran sentir muchas cosquillas, al menos no son venenosos

-Bromeo colocando la mariquita primero, era grande pero no demasiado al menos parecia no ser ninguna cria...luego le puso la oruga ambos caminaban por su mano aunque la mariquita mucho más nerviosa, invadiendo terreno, caminando por todos lados mientrs la oruga se quedaba mirando todo moviendo la cabezita y andando poco a poco como si fuera una pequeña babosa, se quedo cerca de ls manos de Amira mirando tambien aquellos insectos con una sonrisa en los labios-

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