AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Volviendo a casa [Soren]
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Volviendo a casa [Soren]
Recuerdo del primer mensaje :
Se sentó encima de aquella valija de diminutas dimensiones que mantenía guardada en el fondo de la parte inferior de su cama, repleta con polvo y telarañas la habia tenido que lavar una y otra vez hasta que el olor a humedad habia cedido y se había perfumado con un agradable aroma de madera y almendra. Apoyo todo su peso comenzando a cerrar el cierre, una labor difícil tenia que asegurar teniendo en cuenta las dimensiones del objeto, el tiempo que pasarían fuera y por ende la ropa que debía llevar. Además habia metido entre aquellas prendas los pocos, nulos y escasos objetos que había mantenido consigo desde su llegada de Rumania, quizás su padre los quería de vuelta y le parecía un descaro y desinterés total no llevarlos, aunque cavia la posibilidad de que regresase con ellos, porque iba a regresar o por lo menos eso esperaba.
Doblo las mangas de su camisa de lino blanca y acomodo sus cabellos con un rápido movimiento de muñeca. Observo lo que habia sido su vivienda por cuatro años y anoto en una diminuta hoja algunos recuerdos para Lit e indicaciones, porque aunque habia hablado ya con ella al respecto del viaje debía recordar que era una persona importante de su vida, a un lado de la hoja blanca y envidiable caligrafía yacía una diminuta bolsa de cuero con algunas monedas yacentes en su interior, las cuales, tintinearon en el sonido no de la codicia sino de la humildad al golpetear contra el mueble de madera vieja. Dinero suficiente para pagar el piso y la comida de un mese pues ganaba mucho más, y por mucho se refería aun a un mínimo, como cargador que como su verdadera vocación y anhelo.
Inspiro fuertemente para llenar sus pulmones con el aroma de aquel lugar y a su vuelta comenzaría a remodelarle, cambiaria la ventana rota y sellaría el agujero que se encontraba en el baño aunque ahora en épocas de escaso frio y venidero calor comenzaba a ser, mas que algo incomodo un defecto agradable –volveré- susurro con la maleta a cuestas y los brazos temblándole con suavidad. Cerro la puerta de la habitación andando por la galería hasta toparse con aquel amplio marco sellado con madera lijada que le habían colocado después del incidente con la joven bruja y los delincuentes que habían llegado hasta el primer piso de aquel edificio, pensó, y desde aquella ocasión no había vuelto a sufrir daños tan severos en aquel, y ahora, no tan frágil cuerpo.
-¡cuidado!- bramo ofuscado, dejando caer su maleta para apresurarse a ayudar a aquellos escualitos hombres que con perladas frentes y temblorosos brazos colocaban el inmenso ataúd sobre el carruaje que les llevaría a la estación, porque intentar llevarlo a cuestas seria un suicidio sin precedentes, los brazos se le caerían seguramente antes de llevar la mitad de la distancia recorrida aunque estaba ya acostumbrado a cargar aquello era, pues lo estaba comprobando ya, un objeto demasiado pesado.
Trepo al carruaje después de que el ataúd estuvo debidamente acomodado y no pudo evitar rozar con el dorso de su mano la tapa superior del mismo cuestionándose al respecto de la persona que yacía bajo aquella superficie, el mismo se había encargado que el ataúd estuviese completamente sellado quería, que aunque el ferrocarril se saliera de la vías y el ataúd cayese dentro del agua, que aun en aquel instante completamente fantasioso estuviese totalmente sellado, que su interior no se mojase y el ser que yacía dentro tampoco, pues se imagino los rayos del sol como el agua, sinuosa y flexible. Y si su interior se mojada con aquellos magníficos y amarillos…ni pensarlo.
El camino a la estación le resulto agobiantemente largo y se cuestiono a si mismo si el viaje a su natal seria igual de sofocador pues las ansias le carcomían por dentro y cada minuto en espera era un minuto de agonía que parecía jamás terminar y de asi hacerlo, vendría otro igual y a su espera un millón más de aquellos, como si no fuese suficiente preocuparse por el bienestar de su primo Vasile.
Y como si no fuese dueño de su propio cuerpo el tiempo de agonia que habia pasado dentro de la carreta era ahora contradictorio pues los minutos pasaron rapidos y la espera fue inexistente, de pronto, se encontraba viendo como subían su maleta y el ataúd en la parte trasera del coloso de metal en el cual viajaría, de pronto comprendió la magnitud de todo aquello y el agobio no se hizo esperar, desabotono su camisa moviendo sus manos sobre su rostro con rapidez, como si sufriese algun bochorno de aquellos que no conocía. Partirían en quince minutos y la mayoría de las personas aguardaban ya en el interior de aquella pesada estructura ¿habia ideado Soren la forma para lograr verse por las noches? Buscaría un lugar cercano a la parte trasera, eso era seguro.
Y de nuevo como si su cuerpo fuese controlado por alguien más recobraba la conciencia en uno de los tantos asiento, uno que le permitía observar a través de la ventanilla como el cielo de pintaba del color del arrebol, el fuego y el oro se fundían en una sola inmensidad y los cielos se tañían con el resonar del corazón de aquel invento del hombre ¿andaban ya o seguían varados? No lo sabia, lo único que sabia era que anhelaba ver por aquella misma ventana el castillo que le indicaría su llegada.
Se sentó encima de aquella valija de diminutas dimensiones que mantenía guardada en el fondo de la parte inferior de su cama, repleta con polvo y telarañas la habia tenido que lavar una y otra vez hasta que el olor a humedad habia cedido y se había perfumado con un agradable aroma de madera y almendra. Apoyo todo su peso comenzando a cerrar el cierre, una labor difícil tenia que asegurar teniendo en cuenta las dimensiones del objeto, el tiempo que pasarían fuera y por ende la ropa que debía llevar. Además habia metido entre aquellas prendas los pocos, nulos y escasos objetos que había mantenido consigo desde su llegada de Rumania, quizás su padre los quería de vuelta y le parecía un descaro y desinterés total no llevarlos, aunque cavia la posibilidad de que regresase con ellos, porque iba a regresar o por lo menos eso esperaba.
Doblo las mangas de su camisa de lino blanca y acomodo sus cabellos con un rápido movimiento de muñeca. Observo lo que habia sido su vivienda por cuatro años y anoto en una diminuta hoja algunos recuerdos para Lit e indicaciones, porque aunque habia hablado ya con ella al respecto del viaje debía recordar que era una persona importante de su vida, a un lado de la hoja blanca y envidiable caligrafía yacía una diminuta bolsa de cuero con algunas monedas yacentes en su interior, las cuales, tintinearon en el sonido no de la codicia sino de la humildad al golpetear contra el mueble de madera vieja. Dinero suficiente para pagar el piso y la comida de un mese pues ganaba mucho más, y por mucho se refería aun a un mínimo, como cargador que como su verdadera vocación y anhelo.
Inspiro fuertemente para llenar sus pulmones con el aroma de aquel lugar y a su vuelta comenzaría a remodelarle, cambiaria la ventana rota y sellaría el agujero que se encontraba en el baño aunque ahora en épocas de escaso frio y venidero calor comenzaba a ser, mas que algo incomodo un defecto agradable –volveré- susurro con la maleta a cuestas y los brazos temblándole con suavidad. Cerro la puerta de la habitación andando por la galería hasta toparse con aquel amplio marco sellado con madera lijada que le habían colocado después del incidente con la joven bruja y los delincuentes que habían llegado hasta el primer piso de aquel edificio, pensó, y desde aquella ocasión no había vuelto a sufrir daños tan severos en aquel, y ahora, no tan frágil cuerpo.
-¡cuidado!- bramo ofuscado, dejando caer su maleta para apresurarse a ayudar a aquellos escualitos hombres que con perladas frentes y temblorosos brazos colocaban el inmenso ataúd sobre el carruaje que les llevaría a la estación, porque intentar llevarlo a cuestas seria un suicidio sin precedentes, los brazos se le caerían seguramente antes de llevar la mitad de la distancia recorrida aunque estaba ya acostumbrado a cargar aquello era, pues lo estaba comprobando ya, un objeto demasiado pesado.
Trepo al carruaje después de que el ataúd estuvo debidamente acomodado y no pudo evitar rozar con el dorso de su mano la tapa superior del mismo cuestionándose al respecto de la persona que yacía bajo aquella superficie, el mismo se había encargado que el ataúd estuviese completamente sellado quería, que aunque el ferrocarril se saliera de la vías y el ataúd cayese dentro del agua, que aun en aquel instante completamente fantasioso estuviese totalmente sellado, que su interior no se mojase y el ser que yacía dentro tampoco, pues se imagino los rayos del sol como el agua, sinuosa y flexible. Y si su interior se mojada con aquellos magníficos y amarillos…ni pensarlo.
El camino a la estación le resulto agobiantemente largo y se cuestiono a si mismo si el viaje a su natal seria igual de sofocador pues las ansias le carcomían por dentro y cada minuto en espera era un minuto de agonía que parecía jamás terminar y de asi hacerlo, vendría otro igual y a su espera un millón más de aquellos, como si no fuese suficiente preocuparse por el bienestar de su primo Vasile.
Y como si no fuese dueño de su propio cuerpo el tiempo de agonia que habia pasado dentro de la carreta era ahora contradictorio pues los minutos pasaron rapidos y la espera fue inexistente, de pronto, se encontraba viendo como subían su maleta y el ataúd en la parte trasera del coloso de metal en el cual viajaría, de pronto comprendió la magnitud de todo aquello y el agobio no se hizo esperar, desabotono su camisa moviendo sus manos sobre su rostro con rapidez, como si sufriese algun bochorno de aquellos que no conocía. Partirían en quince minutos y la mayoría de las personas aguardaban ya en el interior de aquella pesada estructura ¿habia ideado Soren la forma para lograr verse por las noches? Buscaría un lugar cercano a la parte trasera, eso era seguro.
Y de nuevo como si su cuerpo fuese controlado por alguien más recobraba la conciencia en uno de los tantos asiento, uno que le permitía observar a través de la ventanilla como el cielo de pintaba del color del arrebol, el fuego y el oro se fundían en una sola inmensidad y los cielos se tañían con el resonar del corazón de aquel invento del hombre ¿andaban ya o seguían varados? No lo sabia, lo único que sabia era que anhelaba ver por aquella misma ventana el castillo que le indicaría su llegada.
Anuar Dutuescu- Humano Clase Baja
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Re: Volviendo a casa [Soren]
Sonrió de medio lado pensando en la decena de castigos que la sociedad tenia para aquello, en antaño se les exponía al publico mientras eran sometido a diversas y poco convencionales torturas, otras veces estas se realizaban en privado y creía firmemente que más morbo se encontraba en aquellas absoluciones que en el pecado mismo ¿qué habia de malo en amar a quien la naturaleza no dictaba? No demasiado…a nadie más afectaba y sin embargo aquellos azotes y desmembramientos iban en contra de todo rastro humano. Habia leído alguna vez sobre aquellas estrafalarias maquinas que utilizaban aunque eran libros vetados por la iglesia y la sociedad, solo un curioso imprudente como el podría buscar tales libros, alguien a quien la sociedad le importaba poco aunque pertenecía aun a ella en la medida de lo mínimo y posible.
-no creo que debamos pensar demasiado en eso…el hacerlo nada podrá evitar en tal caso que seamos sorprendidos- y se cuestiono entonces si nadie les habia escuchado gritar en aquella sinfonía inusual, un conjunto de gemidos y vocablos inconclusos ¿y si alguien en el edificio lo sabia ya?...no habia pensado antes en ello –aunque si llegase a ocurrir…apreciaría más que dejaras la ciudad a que intentaras de alguna forma evitar…lo que sea que la ley dicte que se hace- pues no estaba seguro, no habia escuchado antes que dos hombres hubiesen sido encontrados juntos, no por lo menos en la última década.
Quería besarle, que tentador y perfecto sonaba aquello y que molesto y sinuoso a la vez, debía contenerse por hacer algo que el vampiro le aseguraba deseaba también, que difícil se volvia entonces contener los actos que su cuerpo le incitaba a cometer -¿esque acaso pensabas que podríamos quedarnos alla?- rio por lo bajo negando, no intentaba rehacer la familia que nunca habia tenido ni tampoco volverse de alguna forma el hijo que jamás habia sido, regresaba por culpabilidad y quizás algo más, en sus planes no estaba quedarse allá.
-abandona ya esa opción…no planeo quedarme…no amenos que el este demasiado enfermo- la voz le tembló y apretó con fuerza el borde de su camisa…perecería ante sus ojos -¿puedes beber vino?- le cuestiono con tranquilidad introduciendo un nuevo trozo de manzana en su boca, de lo contrario terminaría oxidándose.
-no creo que debamos pensar demasiado en eso…el hacerlo nada podrá evitar en tal caso que seamos sorprendidos- y se cuestiono entonces si nadie les habia escuchado gritar en aquella sinfonía inusual, un conjunto de gemidos y vocablos inconclusos ¿y si alguien en el edificio lo sabia ya?...no habia pensado antes en ello –aunque si llegase a ocurrir…apreciaría más que dejaras la ciudad a que intentaras de alguna forma evitar…lo que sea que la ley dicte que se hace- pues no estaba seguro, no habia escuchado antes que dos hombres hubiesen sido encontrados juntos, no por lo menos en la última década.
Quería besarle, que tentador y perfecto sonaba aquello y que molesto y sinuoso a la vez, debía contenerse por hacer algo que el vampiro le aseguraba deseaba también, que difícil se volvia entonces contener los actos que su cuerpo le incitaba a cometer -¿esque acaso pensabas que podríamos quedarnos alla?- rio por lo bajo negando, no intentaba rehacer la familia que nunca habia tenido ni tampoco volverse de alguna forma el hijo que jamás habia sido, regresaba por culpabilidad y quizás algo más, en sus planes no estaba quedarse allá.
-abandona ya esa opción…no planeo quedarme…no amenos que el este demasiado enfermo- la voz le tembló y apretó con fuerza el borde de su camisa…perecería ante sus ojos -¿puedes beber vino?- le cuestiono con tranquilidad introduciendo un nuevo trozo de manzana en su boca, de lo contrario terminaría oxidándose.
Anuar Dutuescu- Humano Clase Baja
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Fecha de inscripción : 25/06/2010
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Re: Volviendo a casa [Soren]
- Por más que intente no pensar en eso... es imposible no tener que hacerlo... es algo que siempre ha sido así y probablemente nunca cambie, en casi 300 años que llevo en este mundo, no he visto un cambio significativo en el pensamiento de las personas respecto a los valores y la ética - Opinó - Aunque, por supuesto no descarto la posibilidad de que en algún futuro, este tipo de pensamientos cambien y quizás una relación como la nuestra sea aceptada... - Se quedó unos momentos en silencio pensando en si debía hacer énfasis en que si Anuar compartía la eternidad con él, quizás ese tiempo utópico en el que una relación como esa fuera algo normal, llegaría.
- No podría irme sin ti... ya no logro imaginarme como sería volver a estar sólo... bueno en realidad si me lo imagino - Comentó y el rubor volvió a instalarse en sus mejillas - Sería como esos tres meses que no nos vimos - El vampiro sirvió el vino en ambas copas hasta llenarlas por la mitad, por el ajetreo del tren, el vino se le regó un poco, mojándose los dedos - Yo se... que a ti esas cosas.... digo los besos y...bueno...no te hacen mucha falta... pero a mi si - Susurró apenas y ahora su cabeza y orejas competían en color con las ciruelas. Escuchar que no pensaba quedarse en Rumanía fue un alivio, no porque no le gustara el país (Ni siquiera lo conocía) sino porque volver a comenzar desde '0' sería tedioso.
- Oh si, vino si puedo tomar, de hecho también puedo tomar café y otros líquidos, el asunto es que no me saben a nada, es como beber agua, lo cual es una lástima porque el olor del café es exquisito y volvería a morir por probarlo - Comentó rápidamente avergonzado de tocar el 'otro' tema y le ofreció la copa a Anuar - Cuando era joven no había café, por lo menos no en Suecia así que nunca lo pude probar, tampoco pude probar el chocolate y lamento infinitamente no poder hacerlo, porque he leído sobre la cafeína y serotonina - Explicó con expresión lastimera.
- ¿Sabías que la cafeína inhibe el sueño en los seres humanos? También es energizante - Le explicó con su mejor voz de profesor - ¿Y sabías que el chocolate produce placer? La serotonina afecta el sistema nervioso y estimula los sentidos ¿No es increíble que todas esas cosas puedan ser producidas por unas plantas?-
- No podría irme sin ti... ya no logro imaginarme como sería volver a estar sólo... bueno en realidad si me lo imagino - Comentó y el rubor volvió a instalarse en sus mejillas - Sería como esos tres meses que no nos vimos - El vampiro sirvió el vino en ambas copas hasta llenarlas por la mitad, por el ajetreo del tren, el vino se le regó un poco, mojándose los dedos - Yo se... que a ti esas cosas.... digo los besos y...bueno...no te hacen mucha falta... pero a mi si - Susurró apenas y ahora su cabeza y orejas competían en color con las ciruelas. Escuchar que no pensaba quedarse en Rumanía fue un alivio, no porque no le gustara el país (Ni siquiera lo conocía) sino porque volver a comenzar desde '0' sería tedioso.
- Oh si, vino si puedo tomar, de hecho también puedo tomar café y otros líquidos, el asunto es que no me saben a nada, es como beber agua, lo cual es una lástima porque el olor del café es exquisito y volvería a morir por probarlo - Comentó rápidamente avergonzado de tocar el 'otro' tema y le ofreció la copa a Anuar - Cuando era joven no había café, por lo menos no en Suecia así que nunca lo pude probar, tampoco pude probar el chocolate y lamento infinitamente no poder hacerlo, porque he leído sobre la cafeína y serotonina - Explicó con expresión lastimera.
- ¿Sabías que la cafeína inhibe el sueño en los seres humanos? También es energizante - Le explicó con su mejor voz de profesor - ¿Y sabías que el chocolate produce placer? La serotonina afecta el sistema nervioso y estimula los sentidos ¿No es increíble que todas esas cosas puedan ser producidas por unas plantas?-
Soren Kaarkarogf- Vampiro Clase Baja
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Re: Volviendo a casa [Soren]
-¿Cuántos mas habrá alla afuera escondidos?- se cuestiono a si mismo en voz baja porque era inevitable no comenzar a imaginar aquellas parejas de hombres, y mujeres quizás también, escondidos de los ojos de la sociedad, fingiendo quizás no ser quienes no eran más fingiendo que no ocurria algo que adoraban, que no amaban a un indebido y que se sentían conformes con ello ¿cómo podría alguien sentirse conforme cuando debía fingir ser lo que la sociedad llamaba “normal”? Una ley estipulada en la biblia, una ley sin fundamentos.
Abrio los parpados de hito en hito y le observo como si de sus labios hubiese manado una funesta mentira -¿me crees alguna especie de hombre frígido?- y de pronto, no estuvo seguro que querer escuchar su respuesta asi que sin darle tiempo a contestar la incógnita prosiguió hablando -no tienes idea de cuánto te anhele…que no lo exponga con obviedad no implica que no exista, que no me guste pensar que podríamos caer en el mero acto…no implica que el hecho no me agrade- en aquellos preciosos instantes se contenía por no rodearle con sus brazos y fundir sus labios en una prolongado beso.
Meneo la cabeza intentando dejar atrás el asunto, no era ningún hombre desabrido, deseos no le faltaban quizás solo superar sus propios miedos ¿por qué sino se contenía? Porque temia volverse como uno de aquellos hombres que en antaño tanto habia aberrado –realmente no suelo tomar esa clase de cosas- se limito a decir ¿comentarle que se debía a falta de ingresos? No valía la pena decir aquello.
-algo al respecto habia leído…¿entonces una persona que bebe café o chocolate estará más alerta?- le cuestiono con curiosidad porque comenzaba a aprender que uno debía cuestionar solo aquellas cosas que realmente le importasen. Observo con fijeza la copa con vino –no creo que sea buena idea que yo tome eso- le parecía que Soren nunca le habia visto ebrio y con sinceridad podia decir que, aunque desconocía la cantidad de copas que necesitaba para perder el raciocinio no debía ser demasiado, la ultima vez que habia tomado y no habían sido sino dos jarros, o por lo menos en ese punto dejo de recordar lo ocurrido, habia terminado en medio de un callejón con un dolor de cabeza estrafalario y la memoria revuelta.
Tomo otro trozo de manzana ingiriéndolo con lentitud –oh ¡por cierto! ¿lograste aprender algo de Rumano?-
Abrio los parpados de hito en hito y le observo como si de sus labios hubiese manado una funesta mentira -¿me crees alguna especie de hombre frígido?- y de pronto, no estuvo seguro que querer escuchar su respuesta asi que sin darle tiempo a contestar la incógnita prosiguió hablando -no tienes idea de cuánto te anhele…que no lo exponga con obviedad no implica que no exista, que no me guste pensar que podríamos caer en el mero acto…no implica que el hecho no me agrade- en aquellos preciosos instantes se contenía por no rodearle con sus brazos y fundir sus labios en una prolongado beso.
Meneo la cabeza intentando dejar atrás el asunto, no era ningún hombre desabrido, deseos no le faltaban quizás solo superar sus propios miedos ¿por qué sino se contenía? Porque temia volverse como uno de aquellos hombres que en antaño tanto habia aberrado –realmente no suelo tomar esa clase de cosas- se limito a decir ¿comentarle que se debía a falta de ingresos? No valía la pena decir aquello.
-algo al respecto habia leído…¿entonces una persona que bebe café o chocolate estará más alerta?- le cuestiono con curiosidad porque comenzaba a aprender que uno debía cuestionar solo aquellas cosas que realmente le importasen. Observo con fijeza la copa con vino –no creo que sea buena idea que yo tome eso- le parecía que Soren nunca le habia visto ebrio y con sinceridad podia decir que, aunque desconocía la cantidad de copas que necesitaba para perder el raciocinio no debía ser demasiado, la ultima vez que habia tomado y no habían sido sino dos jarros, o por lo menos en ese punto dejo de recordar lo ocurrido, habia terminado en medio de un callejón con un dolor de cabeza estrafalario y la memoria revuelta.
Tomo otro trozo de manzana ingiriéndolo con lentitud –oh ¡por cierto! ¿lograste aprender algo de Rumano?-
Anuar Dutuescu- Humano Clase Baja
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Re: Volviendo a casa [Soren]
-Deben existir más como nosotros... - Murmuró tan bajo que las palabras casi se perdieron con el ruido del tren – No podemos ser los únicos - ¿O si? Se cuestionó, en esos instantes y entonces lo que dijo Anuar provocó nuevas y diversas reacciones en él. El vampiro se sintió más avergonzado aún (si era eso posible) y cerró los ojos unos instantes como si fuera a recibir un golpe directo en la cara.
A pesar de lo vergonzoso, Soren estaba increíblemente feliz con aquella revelación, quería cuestionarle sobre el tema pero no tenía el valor, pues siempre terminaba sintiéndose como una especie de acosador o como un morboso cuando lo intentaba, finalmente luego de tantas tentativas, sabía por boca propia de Anuar, que el también le deseaba de igual forma y que esos encuentros no eran fruto de un momento de feliz, sino que era algo que el humano deseaba de la misma manera que él.
“Que no lo demuestre no significa que no lo sienta...” Se repitió mentalmente y sonrió como un idiota, de hecho una risita escapó de sus labios, una risita pícara y confidencial, el vampiro se quedó cachado escuchando lo siguiente y asintió rápidamente con la cabeza.
-Si... si bebes mucho café no te da sueño – Le explicó – Si tomas chocolate en las mañanas, tendrás más energía durante el día, en teoría eso debería pasar – Explicó y cuando se disponía a alzar su copa para hacer el brindis que tenía en mente, el chico había dicho que no le convendría beberlo, Soren hizo un puchero e ignoró la última pregunta.
Aún con el ceño fruncido, se llevó la copa a los labios y tomó un trago de vino, luego se asomó rápidamente por el pasillo estirando la cabeza tanto como podía, estaba desierto y los murmullos de las personas apenas se escuchaban de los compartimientos en la punta delantera de ese vagón, quizás porque era de noche, la gente había decidido dormir, concluyó.
Sin pensarlo dos veces, tomó el rostro de Anuar con su mano derecha, para acercarlo contra el suyo y sus labios se unieron a los del humano en un choque eléctrico de incalculables voltios. El vampiro abrió los labios con cuidado, colándose en la boca de su amante y pasándole el vino que aún no había tragado, le acarició con su lengua sin despegarse, sin darle tregua a otra cosa que tragar el vino y corresponder el beso.
A pesar de lo vergonzoso, Soren estaba increíblemente feliz con aquella revelación, quería cuestionarle sobre el tema pero no tenía el valor, pues siempre terminaba sintiéndose como una especie de acosador o como un morboso cuando lo intentaba, finalmente luego de tantas tentativas, sabía por boca propia de Anuar, que el también le deseaba de igual forma y que esos encuentros no eran fruto de un momento de feliz, sino que era algo que el humano deseaba de la misma manera que él.
“Que no lo demuestre no significa que no lo sienta...” Se repitió mentalmente y sonrió como un idiota, de hecho una risita escapó de sus labios, una risita pícara y confidencial, el vampiro se quedó cachado escuchando lo siguiente y asintió rápidamente con la cabeza.
-Si... si bebes mucho café no te da sueño – Le explicó – Si tomas chocolate en las mañanas, tendrás más energía durante el día, en teoría eso debería pasar – Explicó y cuando se disponía a alzar su copa para hacer el brindis que tenía en mente, el chico había dicho que no le convendría beberlo, Soren hizo un puchero e ignoró la última pregunta.
Aún con el ceño fruncido, se llevó la copa a los labios y tomó un trago de vino, luego se asomó rápidamente por el pasillo estirando la cabeza tanto como podía, estaba desierto y los murmullos de las personas apenas se escuchaban de los compartimientos en la punta delantera de ese vagón, quizás porque era de noche, la gente había decidido dormir, concluyó.
Sin pensarlo dos veces, tomó el rostro de Anuar con su mano derecha, para acercarlo contra el suyo y sus labios se unieron a los del humano en un choque eléctrico de incalculables voltios. El vampiro abrió los labios con cuidado, colándose en la boca de su amante y pasándole el vino que aún no había tragado, le acarició con su lengua sin despegarse, sin darle tregua a otra cosa que tragar el vino y corresponder el beso.
Soren Kaarkarogf- Vampiro Clase Baja
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Re: Volviendo a casa [Soren]
-y quizás ellos piensen lo mismo…- susurro sonriendo de medio lado saber que quizás habia más gente con sus mismos problemas le hacia sentirse en cierta manera desconocida tranquilo y relajado. Porque quizás en algun momento de su vida pudiese toparse con uno de aquellos y los azares del destino les harían confesar sus pecados quizás entonces lorgaria comprender cosas que ahora resultaba complejas y delicadas. Aquellas personas seguramente, aunque quizás no, habían logrado resolver obstáculos que ellos dos mantenían aun en su relación y seria agradable poder hablar con alguien al respecto.
Sus parpados se cerraron por reflejo, su mano se apoyo sobre la rodilla del vampiro y sin embargo le resulto extraño sentir algo, aparte de su lengua, introduciéndose en su boca hasta llenarla. Solo el sabor que comenzó a tañer en su paladar le indico de lo que se trataba. El vino que se habia rehusado a beber pues conocía su bajo perfil de aguante que tenia ante las bebidas alcohólicas y con sinceridad podia asegurar que no pretendía armar un borlote a medio viaje aunque, y sin poder mentir cavia mencionar la libertad con que se habia sentido en aquella ultima ocasión, en que el mundo le valio poco y aun menor lo que de sus labios escapaba a oídos ajenos, aquella ligereza de poder andar por el mundo sin pesares.
Cernió su mano sobre su rodilla, apretando la tela entre sus manos, oprimiendo con firmeza su piel y aunque tuvo el impulso de alejarse y dejar caer el vino sobre sus vestimentas el beso le fue una mayor tentación. Trago de un solo movimiento todo el líquido escarlata que había introducido en su boca y le pareció que sobre su garganta escocía como sal sobre una llaga.
Se separo con lentitud relamiendo sus labios con rapidez por si en ellos había quedado algún rastro que dejase como evidencia lo ocurrido. Y sin apartar su mano de su rodilla suspiro ampliamente –me vas a embriagar- susurro sonriendo de medio lado dejando escapar un sonoro bufido que sonó más como una extraña risa. Apoyo su nuca sobre el respaldo observándole. Le pareció entonces que dos semanas en ese tren serian una tortura.
Sus parpados se cerraron por reflejo, su mano se apoyo sobre la rodilla del vampiro y sin embargo le resulto extraño sentir algo, aparte de su lengua, introduciéndose en su boca hasta llenarla. Solo el sabor que comenzó a tañer en su paladar le indico de lo que se trataba. El vino que se habia rehusado a beber pues conocía su bajo perfil de aguante que tenia ante las bebidas alcohólicas y con sinceridad podia asegurar que no pretendía armar un borlote a medio viaje aunque, y sin poder mentir cavia mencionar la libertad con que se habia sentido en aquella ultima ocasión, en que el mundo le valio poco y aun menor lo que de sus labios escapaba a oídos ajenos, aquella ligereza de poder andar por el mundo sin pesares.
Cernió su mano sobre su rodilla, apretando la tela entre sus manos, oprimiendo con firmeza su piel y aunque tuvo el impulso de alejarse y dejar caer el vino sobre sus vestimentas el beso le fue una mayor tentación. Trago de un solo movimiento todo el líquido escarlata que había introducido en su boca y le pareció que sobre su garganta escocía como sal sobre una llaga.
Se separo con lentitud relamiendo sus labios con rapidez por si en ellos había quedado algún rastro que dejase como evidencia lo ocurrido. Y sin apartar su mano de su rodilla suspiro ampliamente –me vas a embriagar- susurro sonriendo de medio lado dejando escapar un sonoro bufido que sonó más como una extraña risa. Apoyo su nuca sobre el respaldo observándole. Le pareció entonces que dos semanas en ese tren serian una tortura.
Anuar Dutuescu- Humano Clase Baja
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Re: Volviendo a casa [Soren]
De no haberle correspondido el beso, el vino obviamente se habría regado, de alguna manera Anuar tendría que haberselo tomado si no quería quedar con una mancha rojiza en su ropa. El vampiro separó sus labios contento al haber logrado su cometido y meneó la cabeza lentamente frente a lo que dijo Anuar.
-No es eso... es sólo que un brindis no se puede hacer si no se bebe vino – Exclamó, entonces tomó su copa y la alzó en alto - ¡Brindo por nuestro primer gran viaje! - Exclamó con solemnidad – Que sea agradable, divertido y que el padre de Anuar esté saludable - Agregó - ¡Salud! - Y se llevó la copa a los labios para apurar un par de tragos, naturalmente no supieron a nada, era como beber agua.
Curiosamente aunque su lengua no pudiera registrar sabores como la lengua de un vivo, los besos de Anuar si tenían sabor. No podía especificarlo ni compararlo con nada, pero estaba seguro de que sabía a algo delicioso – Tus labios son como todos los chocolates y el café que no he probado nunca – Murmuró distraído, sumido en sus pensamientos - ¿Porqué será que las cosas saben mejor si son prohibidas? - Se preguntó girando esta vez su rostro hacía el chico.
- El alcohol y las mujeres son la perdición de los hombres – Comentó y usando el dedo índice y el corazón, su mano izquierda caminó hasta colarse por detrás de Anuar, rodeándolo por la espalda y bajando hasta su cadera, luego se inclinó ligeramente, hacía él y sus labios fueron a dar cerca a oído – Tu eres mi pecado y mi perdición -
-No es eso... es sólo que un brindis no se puede hacer si no se bebe vino – Exclamó, entonces tomó su copa y la alzó en alto - ¡Brindo por nuestro primer gran viaje! - Exclamó con solemnidad – Que sea agradable, divertido y que el padre de Anuar esté saludable - Agregó - ¡Salud! - Y se llevó la copa a los labios para apurar un par de tragos, naturalmente no supieron a nada, era como beber agua.
Curiosamente aunque su lengua no pudiera registrar sabores como la lengua de un vivo, los besos de Anuar si tenían sabor. No podía especificarlo ni compararlo con nada, pero estaba seguro de que sabía a algo delicioso – Tus labios son como todos los chocolates y el café que no he probado nunca – Murmuró distraído, sumido en sus pensamientos - ¿Porqué será que las cosas saben mejor si son prohibidas? - Se preguntó girando esta vez su rostro hacía el chico.
- El alcohol y las mujeres son la perdición de los hombres – Comentó y usando el dedo índice y el corazón, su mano izquierda caminó hasta colarse por detrás de Anuar, rodeándolo por la espalda y bajando hasta su cadera, luego se inclinó ligeramente, hacía él y sus labios fueron a dar cerca a oído – Tu eres mi pecado y mi perdición -
Soren Kaarkarogf- Vampiro Clase Baja
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Re: Volviendo a casa [Soren]
-…a mi hermana le daban jugo de uva cuando hacían brindis- aseguro recordando, porque según su padre no tenia la edad para probar tales objetos de desdicha y perdición, según su padre darle jugo de uva engañaría a su ojo poco conocedor e inocente y aun de aquella manera podrían hacer los brindis como si todos los integrantes de la familia hubiesen consumido alcohol, aunque algunos vinos se hacían de uva…ese no era el punto.
-salud- repitió en voz baja observando como el contenido del recipiente comenzó a desaparecer entre los labios del vampiro hasta no quedar rastro de el sino solo en su aliento. Que mas deseaba el que verle en pie y entero, quizás se habia vuelto pastor o algun hombre de esos que pretendían salvarse a si mismo fingiendo salvar a los demás, si de algo conocía a su padre era de ser sumamente contradictorio en cuanto a lo que decía y lo que hacia.
Lo pensó unos instantes indagando en sus palabras la verdad que latente se encontraba escondida entre líneas y pesares ¿por qué las cosas prohibidas sabían mejor? Debía ser algo psicológico debía suponer –lamentablemente no conozco a uno ni a otra- susurro y a pesar de desconocerlos tenia su propia perdición y no era de todos los hombres lo cual la hacia especial, lo hacia especial.
-y nada más puedo pedir- sonrio sobre su mejilla besándole con rapidez aunque repetidas ocasiones –no creo que sea correcto…si alguien viene nos va a ver- asevero en voz baja inclinandose un palmo hacia atrás, con sus mano izquierda sobre la cintura ajena y la derecha sobre el asiento que le mantenía sentado.
Sus mejillas estaban del color del arrebol, ya fuese por el consumo del alcohol o la idea de que podrían verles en aquella comprometedora posición ¿qué dirían entonces? ¿qué le estaba sacando una basura del ojo?
-salud- repitió en voz baja observando como el contenido del recipiente comenzó a desaparecer entre los labios del vampiro hasta no quedar rastro de el sino solo en su aliento. Que mas deseaba el que verle en pie y entero, quizás se habia vuelto pastor o algun hombre de esos que pretendían salvarse a si mismo fingiendo salvar a los demás, si de algo conocía a su padre era de ser sumamente contradictorio en cuanto a lo que decía y lo que hacia.
Lo pensó unos instantes indagando en sus palabras la verdad que latente se encontraba escondida entre líneas y pesares ¿por qué las cosas prohibidas sabían mejor? Debía ser algo psicológico debía suponer –lamentablemente no conozco a uno ni a otra- susurro y a pesar de desconocerlos tenia su propia perdición y no era de todos los hombres lo cual la hacia especial, lo hacia especial.
-y nada más puedo pedir- sonrio sobre su mejilla besándole con rapidez aunque repetidas ocasiones –no creo que sea correcto…si alguien viene nos va a ver- asevero en voz baja inclinandose un palmo hacia atrás, con sus mano izquierda sobre la cintura ajena y la derecha sobre el asiento que le mantenía sentado.
Sus mejillas estaban del color del arrebol, ya fuese por el consumo del alcohol o la idea de que podrían verles en aquella comprometedora posición ¿qué dirían entonces? ¿qué le estaba sacando una basura del ojo?
Anuar Dutuescu- Humano Clase Baja
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Re: Volviendo a casa [Soren]
Soren volvió a hacer otro puchero al escuchar a Anuar advertirle. Frunció el ceño molesto pues no quería alejarse de él, luego de tanto tiempo separado de él no soportaba tenerlo cerca y no poderle besar y estrecharlo entre sus brazos, la noche en que se habían vuelto a ver en el teatro y posteriormente en casa de Anuar no había tenido la posibilidad de besarle mucho y no porque no tuvieran privacidad en el piso del humano, sino porque luego de lo ocurrido en el teatro, no se sentía del todo tranquilo como para dejarse llevar y entregarse al momento.
Pero ahora moría de ganas por volverlo a besar y le molestaba sobremanera saber que tenía razón, que no debía acercarse demasiado, que podrían ser descubiertos y eso sería catastrófico. Su mente comenzó entonces a volar como siempre, a construir castillos en el aire buscando soluciones sobre como poder besarle sin ser visto ¿Donde podría esconderse?.
-¡No es justo! - Se quejó cruzándose de brazos – Hace mucho tiempo que no te veía y luego estuvimos ocupados preparando el viaje y ahora... no puedo ni siquiera besarte – Refunfuñó y agregó – Creo que será mejor quedarme metido en el ataúd... así por lo menos no tendré que fingir -
Observó que Anuar aún no se bebía el resto del contenido de su copa - ¿No te gusta el vino de Grocellas? - Le preguntó con su carita de niño regañado – Si no te lo terminas, el brindis no tendrá su efecto y necesitamos buena suerte en el viaje -
Pero ahora moría de ganas por volverlo a besar y le molestaba sobremanera saber que tenía razón, que no debía acercarse demasiado, que podrían ser descubiertos y eso sería catastrófico. Su mente comenzó entonces a volar como siempre, a construir castillos en el aire buscando soluciones sobre como poder besarle sin ser visto ¿Donde podría esconderse?.
-¡No es justo! - Se quejó cruzándose de brazos – Hace mucho tiempo que no te veía y luego estuvimos ocupados preparando el viaje y ahora... no puedo ni siquiera besarte – Refunfuñó y agregó – Creo que será mejor quedarme metido en el ataúd... así por lo menos no tendré que fingir -
Observó que Anuar aún no se bebía el resto del contenido de su copa - ¿No te gusta el vino de Grocellas? - Le preguntó con su carita de niño regañado – Si no te lo terminas, el brindis no tendrá su efecto y necesitamos buena suerte en el viaje -
Soren Kaarkarogf- Vampiro Clase Baja
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Re: Volviendo a casa [Soren]
Nadie dijo jamás que la vida era justa, mucho menos con dos seres que no tenían derecho a permanecer unidos, la justicia como siempre se hacia sorda y el desafuero hacia acto de presencia jactándose con rebullido aclamamiento como si en efecto fuese a ella a quien esperaban –fingimos todo el tiempo…solo que ahora no tenemos a donde huir cuando queremos alejarnos de esa mentira…fingir que en verdad no ansió tenerte cerca, asistir a la realidad- pronuncio tales palabras como leídas de algunos verso y sin aguardar mucho más aparto sus manos del ajeno pues el sentir su piel de marfil solo alzaban en el anhelos.
-además no deberías estresarte tanto ¿planeas que estemos asi en mi…la casa de mi padre? Seguramente nos saca a escobazos si nos descubre- asintió con suavidad pues recordaba que todo ruido proveniente de su antigua habitación, aquella que solia compartir con su hermana y que estaba en su mayoría adornada por rosas y pardos colores, con vestidos y zapatos por doquier, solo una esquina se mantenía intacta a sus gustos, una esquina donde yacían una caja de madera con un cerrojo sin encadenar, solo a aquella esquina podía recurrir para sentirse parte de esa habitación.
Entorno la mirada al suelo y en las vueltas y curvas que la madera hacia descubrió que era fundamental encontrar a su padre ¿cómo si no vivir? ¿con el peso de su muerte acaso? Suspiro ampliamente sintiendo nuevamente aquel bochorno y encierro –necesitamos buena suerte- repitió sujetando entre sus dedos la copa con el liquido que sin bien ser sangre le recordaba tanto aquel liquido vital que corria por sus venas en ese momento, escucho con claridad como su corazón tamboriteaba como en alguna orquesta ante el alalí.
Termino con el contenido en tres amplios sorbos aunque su rostro se desfiguro al instante dando a entender su falta de conocimiento en el tema ¿debia haberlo bebido asi de rápido? Que mas daba –no me contestaste…¿has aprendido Rumano?- le cuestiono nuevamente pues de otro modo no lograría entender nada de lo que sucedía. La garganta le escoció nuevamente y el arrebol antes de extinguirse tomo mayor intensidad, como si bajo su piel dos hogueras crepitaran con violencia y fogosidad, la sensación primero molesta erradico toda discrepancia de sus pensamientos, toda duda e incertidumbre fue erradicada por un segundo se sintió tranquilo, aquella tranquilidad que tanta falta le hacía.
-¡por cierto! Deberías saber cosas antes de llegar, será mejor prevenir, mi padre es sumamente religioso asi que no hagas ningun comentario que ofenda a la iglesia o cualquier santo o pontífice porque terminara echándote de casa. No le digas que esta bien y que esta mal porque bajo su techo las cosas se hacen como el lo manda y no le des ninguna clase de semilla, tiene reacciones a la mayoría de ellas y no es fácil de tratar eso- asevero asintiendo, debía haber muchas otras cosas que estaba olvidando mas tenia dos semanas para recordar.
-además no deberías estresarte tanto ¿planeas que estemos asi en mi…la casa de mi padre? Seguramente nos saca a escobazos si nos descubre- asintió con suavidad pues recordaba que todo ruido proveniente de su antigua habitación, aquella que solia compartir con su hermana y que estaba en su mayoría adornada por rosas y pardos colores, con vestidos y zapatos por doquier, solo una esquina se mantenía intacta a sus gustos, una esquina donde yacían una caja de madera con un cerrojo sin encadenar, solo a aquella esquina podía recurrir para sentirse parte de esa habitación.
Entorno la mirada al suelo y en las vueltas y curvas que la madera hacia descubrió que era fundamental encontrar a su padre ¿cómo si no vivir? ¿con el peso de su muerte acaso? Suspiro ampliamente sintiendo nuevamente aquel bochorno y encierro –necesitamos buena suerte- repitió sujetando entre sus dedos la copa con el liquido que sin bien ser sangre le recordaba tanto aquel liquido vital que corria por sus venas en ese momento, escucho con claridad como su corazón tamboriteaba como en alguna orquesta ante el alalí.
Termino con el contenido en tres amplios sorbos aunque su rostro se desfiguro al instante dando a entender su falta de conocimiento en el tema ¿debia haberlo bebido asi de rápido? Que mas daba –no me contestaste…¿has aprendido Rumano?- le cuestiono nuevamente pues de otro modo no lograría entender nada de lo que sucedía. La garganta le escoció nuevamente y el arrebol antes de extinguirse tomo mayor intensidad, como si bajo su piel dos hogueras crepitaran con violencia y fogosidad, la sensación primero molesta erradico toda discrepancia de sus pensamientos, toda duda e incertidumbre fue erradicada por un segundo se sintió tranquilo, aquella tranquilidad que tanta falta le hacía.
-¡por cierto! Deberías saber cosas antes de llegar, será mejor prevenir, mi padre es sumamente religioso asi que no hagas ningun comentario que ofenda a la iglesia o cualquier santo o pontífice porque terminara echándote de casa. No le digas que esta bien y que esta mal porque bajo su techo las cosas se hacen como el lo manda y no le des ninguna clase de semilla, tiene reacciones a la mayoría de ellas y no es fácil de tratar eso- asevero asintiendo, debía haber muchas otras cosas que estaba olvidando mas tenia dos semanas para recordar.
Anuar Dutuescu- Humano Clase Baja
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Re: Volviendo a casa [Soren]
Refunfuñó malhumorado pero sabía que Anuar tenía razón. Y no sabía porque le molestaba tanto si, en el fondo el había fingido desde siempre. - Mi vida nunca ha sido sincera – Reflexionó, por primera vez admitiéndolo, desahogándose – Al ser lo que soy... nunca puedo ser completamente honesto, siempre debo aparentar ser un humano normal para protegerme... de no ser así, no podría tener un trabajo en la sociedad – Le explicó mientras tomaba la botella de vino y se servía otro trago en su copa – Cuando era humano. También tenía que fingir... fingía que me interesaba en las cosas que decía mi padre, las finanzas de nuestros negocios, el prestigio de nuestro apellido – Suspiró largamente tomando la copa y observando vagamente su reflejo en la superficie rojiza del vino.
-Ahora... también debo fingir contigo – Concluyó – Debería estar acostumbrado... pero por más que uno lo intente, no poder expresarse... es aterrador, es por eso que el arte me libera, en un lienzo, puedo ser quien realmente soy – Se llevó la copa con el vino a los labios y bebió un corto trago con expresión ausente.
-No... aún no he aprendido Rumano ¿Sabes porqué? - Le preguntó girándo el rostro hacía él - ¿Recuerdas cuando le pedí a la vaca que nos diera un poco de su leche en la granja cuando viajamos a la cabaña? - Su mirada se desvió hacía el paisaje en la ventana, los campos de olivos habían terminado y daban paso a las montañas – Algunos vampiros tenemos el Don de Lenguas... no solo nosotros, también otras criaturas mágicas, por lo que, podemos aprender un idioma escuchándolo repetidas veces... no es el mismo proceso cognitivo de las personas, es un aprendizaje diferente – No sabía como explicarlo, porque era una habilidad no algo que hubiese aprendido.
- Espera... ¿Me...me vaz a presentar...con tu padre? ¿En serio? - Exclamó al fin y por su movimiento brusco, la copa bailó entre sus dedos y algo del vino se regó en la punta de sus dedos. - Y...o yo... ¡no se que... voy a decirle! ¿Cómo debo vestirme? ¿Que ofrenda debo llevarle?... oh dios...- Tartamudeó mordiéndose los labios, olvidando advertirle a Anuar que no bebiera tan rápido o el alcohol le haría efecto.
(( ahora si me salio decente el post D: ))
-Ahora... también debo fingir contigo – Concluyó – Debería estar acostumbrado... pero por más que uno lo intente, no poder expresarse... es aterrador, es por eso que el arte me libera, en un lienzo, puedo ser quien realmente soy – Se llevó la copa con el vino a los labios y bebió un corto trago con expresión ausente.
-No... aún no he aprendido Rumano ¿Sabes porqué? - Le preguntó girándo el rostro hacía él - ¿Recuerdas cuando le pedí a la vaca que nos diera un poco de su leche en la granja cuando viajamos a la cabaña? - Su mirada se desvió hacía el paisaje en la ventana, los campos de olivos habían terminado y daban paso a las montañas – Algunos vampiros tenemos el Don de Lenguas... no solo nosotros, también otras criaturas mágicas, por lo que, podemos aprender un idioma escuchándolo repetidas veces... no es el mismo proceso cognitivo de las personas, es un aprendizaje diferente – No sabía como explicarlo, porque era una habilidad no algo que hubiese aprendido.
- Espera... ¿Me...me vaz a presentar...con tu padre? ¿En serio? - Exclamó al fin y por su movimiento brusco, la copa bailó entre sus dedos y algo del vino se regó en la punta de sus dedos. - Y...o yo... ¡no se que... voy a decirle! ¿Cómo debo vestirme? ¿Que ofrenda debo llevarle?... oh dios...- Tartamudeó mordiéndose los labios, olvidando advertirle a Anuar que no bebiera tan rápido o el alcohol le haría efecto.
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Última edición por Soren Kaarkarogf el Sáb Abr 02, 2011 7:34 pm, editado 1 vez
Soren Kaarkarogf- Vampiro Clase Baja
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Re: Volviendo a casa [Soren]
Lo pensó unos instantes reflexionando en lo que el vampiro acababa de decir, no era la primera vez y seguramente no la ultima en que le decía que no era del todo sincero con el y comenzaba a suponer que jamás llegaría a serlo por lo menos no en la medida en que una pareja convencional podia hacerlo ¿le diría entonces cuando ansiaba más que nada morderlo? ¿Le contaría de aquellas ocasiones en que habia deseado callarlo de un bofetón, erradicarlo de su vida para no sufrir más? Y vaya si seria cosa fácil hacer aquello, bastaba con colocar sus manos sobre su cuello y cerrar los ojos, contar o cantar quizás alguna canción de su mejor agrado, una nada que le tranquilizase y le invitase a olvidar aquel mundo en el cual estaba de pie, ignorar los golpes que seguramente, mas por reflejo que por sentimiento, terminaría dándole en el rostro y sobre los brazos aunque en un par de minutos se encontraría inerte sobre el suelo ¿le contaría acaso de aquellas veces?
El mismo habia pensado en salir huyendo en más de una ocasión, en otras tantas se habia sentido cono un miserable y depreciable ser, quizás de ser un poco más violento de lo que era hubiesen terminado ya gritando, soltando perjurios y alguno que otro golpe…no deseaba una relación de aquellas de modo que se alegraba de poseer un carácter más bien pacifico aunque aquello mismo era lo que en ocasiones le parecía llevaba la relación en decadencia.
-no creo que sea del todo verdad…hay muchas otras cosas en las que no finges y si lo haces es por tu seguridad- ya fuese física o emocional, pensó –y sin embargo te e asegurado que conmigo no debes fingir- quizás se refería al motivo de no poder manifestar su cariño en público…cual fuese el caso ya habia hablado y poder alguno podia regresar el tiempo a lo que no habia sido aun.
-comprendo…entonces escucharas alla escuchándome hablar y escuchando a los demás- murmuro más para si mismo que para el vampiro, porque las palabras al salir de su boca y no permanecer solamente en su cabeza adquirían un carácter diferente, se volvían reales y más fáciles de comprender, como si en el aire se adhiriesen a otro aspecto, algo que les hacia claros y concisos.
Enarco una ceja dejando escapar una suave risotada que se ahogo al instante al recordar que iban en un tren y era ya de noche –no tienes que llevarle nada…eso seria bastante extraño además no te voy a presentar como mi novio…seguramente nos correría de la casa a ambos pero eso no implica que no te vaya a conocer y quizás al final me diga, que mi buen amigo Soren es una gran persona aunque algo torpe- sonrio ampliamente en un gesto que desencajaba con el resto de su rostro y colocando su mano con delicadeza sobre la copa del vampiro la alejo de su agarre vertiendo el contenido sobre sus labios logrando escapar de aquel maremoto de pesares.
El mismo habia pensado en salir huyendo en más de una ocasión, en otras tantas se habia sentido cono un miserable y depreciable ser, quizás de ser un poco más violento de lo que era hubiesen terminado ya gritando, soltando perjurios y alguno que otro golpe…no deseaba una relación de aquellas de modo que se alegraba de poseer un carácter más bien pacifico aunque aquello mismo era lo que en ocasiones le parecía llevaba la relación en decadencia.
-no creo que sea del todo verdad…hay muchas otras cosas en las que no finges y si lo haces es por tu seguridad- ya fuese física o emocional, pensó –y sin embargo te e asegurado que conmigo no debes fingir- quizás se refería al motivo de no poder manifestar su cariño en público…cual fuese el caso ya habia hablado y poder alguno podia regresar el tiempo a lo que no habia sido aun.
-comprendo…entonces escucharas alla escuchándome hablar y escuchando a los demás- murmuro más para si mismo que para el vampiro, porque las palabras al salir de su boca y no permanecer solamente en su cabeza adquirían un carácter diferente, se volvían reales y más fáciles de comprender, como si en el aire se adhiriesen a otro aspecto, algo que les hacia claros y concisos.
Enarco una ceja dejando escapar una suave risotada que se ahogo al instante al recordar que iban en un tren y era ya de noche –no tienes que llevarle nada…eso seria bastante extraño además no te voy a presentar como mi novio…seguramente nos correría de la casa a ambos pero eso no implica que no te vaya a conocer y quizás al final me diga, que mi buen amigo Soren es una gran persona aunque algo torpe- sonrio ampliamente en un gesto que desencajaba con el resto de su rostro y colocando su mano con delicadeza sobre la copa del vampiro la alejo de su agarre vertiendo el contenido sobre sus labios logrando escapar de aquel maremoto de pesares.
Anuar Dutuescu- Humano Clase Baja
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Re: Volviendo a casa [Soren]
Negó con la cabeza y agitó la mano que no sostenía el vino cuando le escuchó hablar – No, no no... contigo no finjo... no me refiero a eso, quiero decir, que tengo que fingir sobre nuestra relación, ante los demás, pero contigo... puedo ser yo la mayoría del tiempo – Le explicó y no resistió el impulso de tomar la mano del humano entre la suya. Su mano izquierda viajo con disimulo a encontrarse con la de Anuar que descansaba a un lado de sus piernas y entrelazó los dedos con los de él.
-Confieso que al comienzo si fingía... un poco contigo... pero era porque... no sabía como complacerte... no te conocía bien – Continuó diciendo, la tibieza de la mano del vivo, era tan real, tan agradable, que le recordaba el porque existía y que valía la pena estar allí en medio de la nada en un tren a vapor, con un futuro incierto, pero con él.
Vampiro tonto y enamorado. Vampiro torpe que no comprende.
Se sintió aliviado con la respuesta de Anuar y que lo llamara 'Novio' le hizo colorear los cachetes y que una risita escapara de sus labios, tuvo el impulso de llevarse la mano a la boca como siempre hacia cuando le sorprendía esa risa nerviosa, pero la tenía ocupada con la copa.
- Entonces... soy tu novio – Murmuró y pronunciar la palabra se le hizo tan extraño, a lo mejor era porque nunca la había usado antes para referirse a si mismo – Siempre me había preguntado que eramos... entonces somos novios... - Murmuró, de nuevo una risita escapó de sus labios, esta vez producto de la acción de Anuar que de repente se robaba su vino. - Novio, novio, novio... que bonito suena – Exclamó con la mirada fija en el suelo, a lo lejos en el pasillo escuchó (gracias a su fino oído) los pasos de alguien, pero no venían en su dirección, seguramente alguien que iba al baño.
-Confieso que al comienzo si fingía... un poco contigo... pero era porque... no sabía como complacerte... no te conocía bien – Continuó diciendo, la tibieza de la mano del vivo, era tan real, tan agradable, que le recordaba el porque existía y que valía la pena estar allí en medio de la nada en un tren a vapor, con un futuro incierto, pero con él.
Vampiro tonto y enamorado. Vampiro torpe que no comprende.
Se sintió aliviado con la respuesta de Anuar y que lo llamara 'Novio' le hizo colorear los cachetes y que una risita escapara de sus labios, tuvo el impulso de llevarse la mano a la boca como siempre hacia cuando le sorprendía esa risa nerviosa, pero la tenía ocupada con la copa.
- Entonces... soy tu novio – Murmuró y pronunciar la palabra se le hizo tan extraño, a lo mejor era porque nunca la había usado antes para referirse a si mismo – Siempre me había preguntado que eramos... entonces somos novios... - Murmuró, de nuevo una risita escapó de sus labios, esta vez producto de la acción de Anuar que de repente se robaba su vino. - Novio, novio, novio... que bonito suena – Exclamó con la mirada fija en el suelo, a lo lejos en el pasillo escuchó (gracias a su fino oído) los pasos de alguien, pero no venían en su dirección, seguramente alguien que iba al baño.
Última edición por Soren Kaarkarogf el Sáb Abr 02, 2011 9:10 pm, editado 1 vez
Soren Kaarkarogf- Vampiro Clase Baja
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Re: Volviendo a casa [Soren]
Desvió los melados orbes a aquel punto en que sus pieles se encontraron y se entrelazaban ahora sus dedos con una exuberante perfeccion como si sus manos hubiesen sido creadas para embonar solo en presencia del otro –supongo que aun te quedan algunas cosas por conocer, quizás aun no me conozca del todo pero para eso habrá tiempo ¿cierto? Ya existirá el momento en que podamos decir que nos conocemos plenamente- viro el rostro observándole con cierto destello fugaz en sus pupilas y con rapidez, cual estrella fugaz, hurto un beso de sus labios de aquellos callados y jamás devueltos, como si fuese el primero.
-desde hace mucho…- pensó, desde aquella ocasión en que le habia asegurado que nunca antes habia tenido una relación formal con alguien, el mismo día que habia conocido los placeres que el cuerpo podia otorgarle y aquel mismo en que se habia soltado de las cadenas que se aferraban a su pasado para comenzar a buscar un mejor futuro –podemos ser lo que quieras- corrió su cuerpo hasta apoyar su mejilla sobre el hombro ajeno, dejando caer su mano, la que sujetaba la copa, sobre el regazo del vampiro, la habia vaciado con rapidez y comenzó a sentirse liviano, como un globo.
Más de cuatro meses de castidad, y si bien no eran acciones que realizasen demasiado a menudo anhelaba ahora su tacto, sus labios y su cuerpo, lo anhelaba quizás al pensar en que con facilidad se vería privado de el los próximos meses, le tendría tan cerca y sin embargo incapaz de tenerlo realmente. Cerro los parpados con el olor del vino sobre sus labios y el sueño alejándose con rapidez, como aquel caballo en la granja que piafaba por su libertad y en el cual habían volado y tocado la luna ¿Qué abría sido de aquel brioso corcel?
-podremos ir a los lugares que solia visitar cuando niño…te enseñare el campo que habia cerca de mi casa donde jugaba a ser pájaro…quizas este aun mi habitación…quizás siga asistiendo a la misma catedral- susurro estrechándose contra el.
-desde hace mucho…- pensó, desde aquella ocasión en que le habia asegurado que nunca antes habia tenido una relación formal con alguien, el mismo día que habia conocido los placeres que el cuerpo podia otorgarle y aquel mismo en que se habia soltado de las cadenas que se aferraban a su pasado para comenzar a buscar un mejor futuro –podemos ser lo que quieras- corrió su cuerpo hasta apoyar su mejilla sobre el hombro ajeno, dejando caer su mano, la que sujetaba la copa, sobre el regazo del vampiro, la habia vaciado con rapidez y comenzó a sentirse liviano, como un globo.
Más de cuatro meses de castidad, y si bien no eran acciones que realizasen demasiado a menudo anhelaba ahora su tacto, sus labios y su cuerpo, lo anhelaba quizás al pensar en que con facilidad se vería privado de el los próximos meses, le tendría tan cerca y sin embargo incapaz de tenerlo realmente. Cerro los parpados con el olor del vino sobre sus labios y el sueño alejándose con rapidez, como aquel caballo en la granja que piafaba por su libertad y en el cual habían volado y tocado la luna ¿Qué abría sido de aquel brioso corcel?
-podremos ir a los lugares que solia visitar cuando niño…te enseñare el campo que habia cerca de mi casa donde jugaba a ser pájaro…quizas este aun mi habitación…quizás siga asistiendo a la misma catedral- susurro estrechándose contra el.
Anuar Dutuescu- Humano Clase Baja
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Re: Volviendo a casa [Soren]
-Siempre habrá tiempo mi pintor, tu y yo somos los dueños del tiempo - Sintió como si un relámpago de chispas le hubiera golpeado por la boca cuando el humano le había besado, sus celestes ojos brillaron con anhelo ante el contacto y sus palabras fueron como música para sus oídos – No se a que sabe el vino de grosellas... pero tus labios son más embriagantes que 10 botellas -
El vampiro intentó robarle otro beso, pero un ruido en el corredor le hizo quedarse quieto, atento como un gato en medio de la noche, mientras prestaba atención a lo que decía intentaba identificar el ruido que había escuchado fuera y si se acercaba al compartimiento, todas las cosas que le prometía el chico sonaban maravillosas, Soren quería conocer todas ellas y muchas más, descubrir donde se había criado y más sobre su historia, sus lugares, la gente que veía en las mañanas y el lugar donde compraba pan o verduras. Sería un viaje maravilloso hacía lo más profundo de su corazón.
-Si podemos ser lo que queramos... quiero que seamos invisibles – Comentó y entonces se atrevió a hacer lo que deseaba desde el comienzo de esa noche, se inclinó sobre él, casi aprisionándolo contra la pared, entonces mordió su barbilla suavemente y luego se aferro a su labio inferior mordiéndolo suavemente, para culminar en un beso de verdad, no como esos cortos besos que se habían dado desde que el tren había comenzado su andar, uno en donde la pasión se desbordó incontrolablemente a través de su boca.
- Seamos descarados sólo por esta noche – Logró decir, partiendo el beso – Irresponsables y atrevidos, sólo por esta noche – Ahora su mano se había soltado de la de él y se había colado por debajo del saco que traía Anuar, acariciando la tibieza de su piel y contrastándola con la suya de hielo.
El vampiro intentó robarle otro beso, pero un ruido en el corredor le hizo quedarse quieto, atento como un gato en medio de la noche, mientras prestaba atención a lo que decía intentaba identificar el ruido que había escuchado fuera y si se acercaba al compartimiento, todas las cosas que le prometía el chico sonaban maravillosas, Soren quería conocer todas ellas y muchas más, descubrir donde se había criado y más sobre su historia, sus lugares, la gente que veía en las mañanas y el lugar donde compraba pan o verduras. Sería un viaje maravilloso hacía lo más profundo de su corazón.
-Si podemos ser lo que queramos... quiero que seamos invisibles – Comentó y entonces se atrevió a hacer lo que deseaba desde el comienzo de esa noche, se inclinó sobre él, casi aprisionándolo contra la pared, entonces mordió su barbilla suavemente y luego se aferro a su labio inferior mordiéndolo suavemente, para culminar en un beso de verdad, no como esos cortos besos que se habían dado desde que el tren había comenzado su andar, uno en donde la pasión se desbordó incontrolablemente a través de su boca.
- Seamos descarados sólo por esta noche – Logró decir, partiendo el beso – Irresponsables y atrevidos, sólo por esta noche – Ahora su mano se había soltado de la de él y se había colado por debajo del saco que traía Anuar, acariciando la tibieza de su piel y contrastándola con la suya de hielo.
Soren Kaarkarogf- Vampiro Clase Baja
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Re: Volviendo a casa [Soren]
-somos entonces invisibles- asevero sobre su oído, su cuerpo se contrajo cuando su espalda toco la pared, cercana al ventanal que en aquellos instantes llevaba el grueso trozo de tela cubriéndola por la mitad y quizás mas abajo. Dejo la copa en el suelo sin importarle si estaba llegaba a rodar y terminaba quebrándose, sus manos se hundieron en los cabellos de trigo y oro del vampiro a la par que su rostro iba y venia cuales olas de embarbecido mar para besar al vampiro con aquella fogosidad que le era ya imposible reprimir y cuan difícil era negarse cuando el pecado yacía ya en sus labios.
-podemos serlo porque deseamos…- ¿Dónde quedaba pues su usual raciocinio? Olvidado en un rincón de sus bastos pensamientos, olvidado junto con aquella voz que la gente solia llamar conciencia, en un recóndito lugar llamado abismo, a donde iban a dar todas las cosas inservibles, porque en aquellos instantes pensar no valia de nada.
-¿y que será de las demás noches?...mi pequeño niño de cabellos de oro- recordaba aun cuando le habia contado aquella poesía en Rumano, aquella prosa que jamás olvidaría. Se ayudo con el nuevo peso adquirido para ser el quien se encontraba acorralando al otro, en un frenesí de besos y caricias. Su lengua viajo de el interior de su boca a la ajena, sus manos trazaron mil caminos en su cabeza y sobre su espalda, resbalando cual cascada de agua desde sus hombros hasta sus rodillas, estrechando entre sus manos la tela del pantalón.
Ceso, dejando escapar su cálido y embriagante aliento sobre el rostro ajeno, ceso, observándole como si en su interior se debatiese hasta la muerte, dos caballeros bien peculiares vestido uno de bronce y el otro ce cromo, uno con jifero y el otro con lanza, nacidos bajos el mismo sino crecidos de diversa madre –no seria correcto- susurro entrecerrando la mirada, tirando desde la parte de atrás de sus rodillas para hacerle recostarse sobre el asiento ¿qué hora seria ya? –alguien podría vernos- no verlos no porque eran invisibles –alguien podría escucharnos-
-podemos serlo porque deseamos…- ¿Dónde quedaba pues su usual raciocinio? Olvidado en un rincón de sus bastos pensamientos, olvidado junto con aquella voz que la gente solia llamar conciencia, en un recóndito lugar llamado abismo, a donde iban a dar todas las cosas inservibles, porque en aquellos instantes pensar no valia de nada.
-¿y que será de las demás noches?...mi pequeño niño de cabellos de oro- recordaba aun cuando le habia contado aquella poesía en Rumano, aquella prosa que jamás olvidaría. Se ayudo con el nuevo peso adquirido para ser el quien se encontraba acorralando al otro, en un frenesí de besos y caricias. Su lengua viajo de el interior de su boca a la ajena, sus manos trazaron mil caminos en su cabeza y sobre su espalda, resbalando cual cascada de agua desde sus hombros hasta sus rodillas, estrechando entre sus manos la tela del pantalón.
Ceso, dejando escapar su cálido y embriagante aliento sobre el rostro ajeno, ceso, observándole como si en su interior se debatiese hasta la muerte, dos caballeros bien peculiares vestido uno de bronce y el otro ce cromo, uno con jifero y el otro con lanza, nacidos bajos el mismo sino crecidos de diversa madre –no seria correcto- susurro entrecerrando la mirada, tirando desde la parte de atrás de sus rodillas para hacerle recostarse sobre el asiento ¿qué hora seria ya? –alguien podría vernos- no verlos no porque eran invisibles –alguien podría escucharnos-
Anuar Dutuescu- Humano Clase Baja
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Re: Volviendo a casa [Soren]
La intensidad con la que Anuar había correspondido al beso, sólo empeoró las cosas. Soren podía fingir muchas cosas, de hecho su vida era una mentira en la mayoría de los aspectos, pero fingir que no deseaba el contacto de esos labios blasfemos y esa piel de ángel era simplemente imposible. Todo en él expresaba el anhelo que sentía, la forma en como las pupilas de sus ojos se agrandaban robándole espacio al azulado mar, la forma en como cada uno de los vellos de su piel se erizaban con su cercanía, definitivamente no podía y no quería fingirlo.
Su mente entonces comenzó a maquinar la manera de estrechar ese contacto, sin importar lo que pudiese pasar o lo que la gente pudiese decir. Él había esperado demasiado tiempo y en ese justo instante, al sentir sus manos lánguidas resbalar por su espalda en esa danza prohibida, creía que su pecho explotaría y saldría disparado para todas partes ese deseo malsano e incontrolable.
-Nunca será correcto – Murmuró poniéndose de pie y estirando la mano para tomar la de Anuar e indicarle que se levantara – Siempre existirá el peligro de que nos vean, nos escuchen y nos juzguen – Declaró y haló al humano para que quedara de pie a su lado en el compartimiento – Y siempre querré más de ti – Concluyó, entonces inclinó su rostro con expresión avergonzada, lo que diría a continuación era de las cosas que más le ponían nervioso, aún cuando tuviera tanta confianza con Anuar, nunca sería fácil de admitir.
- T...tengo hambre – Susurró apenas, no se atrevía a mirarlo a los ojos tan siquiera, la copa y la botella de vino habían quedado olvidados junto a las manzanas y las ciruelas – Ven conmigo – Le invitó y soltándole la mano, salió del compartimiento, para caminar por el pasillo.
Su mente entonces comenzó a maquinar la manera de estrechar ese contacto, sin importar lo que pudiese pasar o lo que la gente pudiese decir. Él había esperado demasiado tiempo y en ese justo instante, al sentir sus manos lánguidas resbalar por su espalda en esa danza prohibida, creía que su pecho explotaría y saldría disparado para todas partes ese deseo malsano e incontrolable.
-Nunca será correcto – Murmuró poniéndose de pie y estirando la mano para tomar la de Anuar e indicarle que se levantara – Siempre existirá el peligro de que nos vean, nos escuchen y nos juzguen – Declaró y haló al humano para que quedara de pie a su lado en el compartimiento – Y siempre querré más de ti – Concluyó, entonces inclinó su rostro con expresión avergonzada, lo que diría a continuación era de las cosas que más le ponían nervioso, aún cuando tuviera tanta confianza con Anuar, nunca sería fácil de admitir.
- T...tengo hambre – Susurró apenas, no se atrevía a mirarlo a los ojos tan siquiera, la copa y la botella de vino habían quedado olvidados junto a las manzanas y las ciruelas – Ven conmigo – Le invitó y soltándole la mano, salió del compartimiento, para caminar por el pasillo.
Soren Kaarkarogf- Vampiro Clase Baja
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Re: Volviendo a casa [Soren]
Se levanto cuando la mano del vampiro se lo indico y mientras avanzaban por el pasillo su mirada penetraba en los demás vagones vacios en su gran mayoría, diminutas estancias con muros desde el suelo hasta el techo, con asientos paralelos y un marco para entrar del tamaño de un hombro amplio. Avanzaba intentando amortiguar sus pisadas con la alfombra de opaco color aunque en aquella pasividad nocturna sus pisadas le sonaban como truenos y su respiración un huracán, intentaba, intentaba a callar su cuerpo y sin embargo este gritaba a los cuatro vientos su paradero “detente ya, los van a ver, cállate, cállate ya” Su corazón era un toque de guerra, el estruendo de los tambores tañían el alba antes de la batalla, ambos hombres de debatía aun y el suelo que en alguna ocasión habia sido verde y frondoso se pintaba de escarlata y los yugos se doblegaban ante el enemigo, resonaban los cañones que por pisadas llevaban nombre, temblaban los mares y se calentaba el aire, se extasiaban los hombres que con sevicia seguían combatiendo en un campo en que solo ellos yacían y para el ocaso aun no habia un ganador.
-¿tienes que?- le cuestiono en voz baja dirigiendo su mirada a su rostro, comprendiendo entonces a lo que se refería y lo que conllevaba aquello, observo, por reflejo, el dorso de su brazo y aquellas líneas verdosas más bien invisibles ahora -¿A dónde vamos?- le cuestiono en un susurro que se extinguió poco después de manar de sus labios. Andaba detrás de el, observando sus pies al andar, observando su propio andar no creía que nadie pudiese descifrar en ellos lo que en verdad escondían ¿Quién podría imaginarse que tras un joven rubio de mares por ojos y el corazón de un pollo existía el más hábil de los predadores y por caza única tenia a los hombres?
Llevo una mano a sus propios cabellos, desacomodándolos distraídamente y por un segundo le pareció que quemaban.
-¿tienes que?- le cuestiono en voz baja dirigiendo su mirada a su rostro, comprendiendo entonces a lo que se refería y lo que conllevaba aquello, observo, por reflejo, el dorso de su brazo y aquellas líneas verdosas más bien invisibles ahora -¿A dónde vamos?- le cuestiono en un susurro que se extinguió poco después de manar de sus labios. Andaba detrás de el, observando sus pies al andar, observando su propio andar no creía que nadie pudiese descifrar en ellos lo que en verdad escondían ¿Quién podría imaginarse que tras un joven rubio de mares por ojos y el corazón de un pollo existía el más hábil de los predadores y por caza única tenia a los hombres?
Llevo una mano a sus propios cabellos, desacomodándolos distraídamente y por un segundo le pareció que quemaban.
Anuar Dutuescu- Humano Clase Baja
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Re: Volviendo a casa [Soren]
Detente ya Soren, no seas idiota. No te comportes como un irresponsable, ¡piensa en las repercusiones y las consecuencias de lo que estás a punto de cometer!.
"Estoy cansado de actuar siempre correctamente." Fue la respuesta que le dio a su propia consciencia que le imploraba a gritos, mientras a travesaba el pasillo del vagón, Escuchaba los pasos de Anuar atrás suyos ¿No iba ebrio ya? Se preguntó, con esa manera de beber tan rápida se lo imaginaba caminando con algo de dificultad.
¿Le has embriagado a propósito? Realmente... eres el colmo Soren.
No, claro que no, no fue a propósito. No necesito embriagar a Anuar para engañarlo o convencerlo de hacer lo que yo quiera, ha dicho que soy su 'novio' así que no tengo la necesidad.
Y mientras se debatía mentalmente el vampiro y el humano pasaron varios compartimientos, quizás unos cinto desde que abandonaron el propio, con el rabillo del ojo observó que la mayoría de los pasajeros se encontraban dormidos, desde madres con niños en brazos, hasta hombres elegantes de negocios, la mayoría se encontraba ya en brazos de morféo, debían ser quizás las 11 de la noche y el movimiento del vehículo les había mecido como una cuna. Sólo vio a una mujer pensativa, mirando por la ventana, su maquillaje de ojos estaba corrido, quizás había llorado y no podía conciliar el sueño.
Pasó el último compartimiento y entonces sólo quedó el cuarto de baño y la bodega en donde se encontraba su Ataúd. Tomar esa decisión le costó milésimas de segundo, por que ahora no era impulsado por la consciencia sino por el deseo. Agarró a Anuar por el brazo y con un movimiento rápido le metió dentro de la bodega, de inmediato cerró la puerta tras de si y la poca luz que había entrado al abrir la puerta, se desvaneció dejando todo en una oscuridad absoluta.
Soren distinguió las figuras en la penumbra, cajas por aquí y por allá, unas ovejas inclusive dentro de una cerca al fondo que llevaban probablemente a otra ciudad, los animales se revolvieron nerviosos y se escuchó un – Beeee – En la oscuridad.
- No se porqué pero siempre termino besándote en los lugares más raros – Murmuró con su perlada sonrisa abierta de par en par, sus colmillos finos como los de un felino adornando la vista y dando levez destellos en la oscuridad o quizás sólo en su imaginación. El vampiro se inclinó sobre Anuar y lo aprisionó contra la pared. Resultó que había una caja de madrera que contenía papas y yucas justo ahí por lo que el humano terminó sentado sobre ella y el vampiro aprovechó esto para inclinarse sobre él y no darle chance a que esquivara sus labios, que por supuesto fueron directo a parar en su boca.
"Estoy cansado de actuar siempre correctamente." Fue la respuesta que le dio a su propia consciencia que le imploraba a gritos, mientras a travesaba el pasillo del vagón, Escuchaba los pasos de Anuar atrás suyos ¿No iba ebrio ya? Se preguntó, con esa manera de beber tan rápida se lo imaginaba caminando con algo de dificultad.
¿Le has embriagado a propósito? Realmente... eres el colmo Soren.
No, claro que no, no fue a propósito. No necesito embriagar a Anuar para engañarlo o convencerlo de hacer lo que yo quiera, ha dicho que soy su 'novio' así que no tengo la necesidad.
Y mientras se debatía mentalmente el vampiro y el humano pasaron varios compartimientos, quizás unos cinto desde que abandonaron el propio, con el rabillo del ojo observó que la mayoría de los pasajeros se encontraban dormidos, desde madres con niños en brazos, hasta hombres elegantes de negocios, la mayoría se encontraba ya en brazos de morféo, debían ser quizás las 11 de la noche y el movimiento del vehículo les había mecido como una cuna. Sólo vio a una mujer pensativa, mirando por la ventana, su maquillaje de ojos estaba corrido, quizás había llorado y no podía conciliar el sueño.
Pasó el último compartimiento y entonces sólo quedó el cuarto de baño y la bodega en donde se encontraba su Ataúd. Tomar esa decisión le costó milésimas de segundo, por que ahora no era impulsado por la consciencia sino por el deseo. Agarró a Anuar por el brazo y con un movimiento rápido le metió dentro de la bodega, de inmediato cerró la puerta tras de si y la poca luz que había entrado al abrir la puerta, se desvaneció dejando todo en una oscuridad absoluta.
Soren distinguió las figuras en la penumbra, cajas por aquí y por allá, unas ovejas inclusive dentro de una cerca al fondo que llevaban probablemente a otra ciudad, los animales se revolvieron nerviosos y se escuchó un – Beeee – En la oscuridad.
- No se porqué pero siempre termino besándote en los lugares más raros – Murmuró con su perlada sonrisa abierta de par en par, sus colmillos finos como los de un felino adornando la vista y dando levez destellos en la oscuridad o quizás sólo en su imaginación. El vampiro se inclinó sobre Anuar y lo aprisionó contra la pared. Resultó que había una caja de madrera que contenía papas y yucas justo ahí por lo que el humano terminó sentado sobre ella y el vampiro aprovechó esto para inclinarse sobre él y no darle chance a que esquivara sus labios, que por supuesto fueron directo a parar en su boca.
Soren Kaarkarogf- Vampiro Clase Baja
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Re: Volviendo a casa [Soren]
Se encontraba pues siguiéndole a paso lento hasta la parte final del tren sobre y dentro del cual viajaban, dos puertas que deparaban en caminos totalmente diferentes aunque no habia tenido tiempo suficiente aun ni el aburrimiento necesario para investigar la estructura del coloso de metal, desconocía el lugar donde dormía por ejemplo la mujer que les habia llevado para cenar o donde estaba el baño, porque debía haber uno, asi como el lugar exacto en que se almacenaba la comida y las cocinetas, y esque en un solo día no habia sentido aun la necesidad de inspeccionar quizás alguien con delirios de persecución habría buscando ya las múltiples salidas, existentes o no.
Sintió como su cuello se movió con brusquedad al ser halado al interior de una de aquellas dos puertas, que tras su espalda se cerró con suavidad sellándoles dentro de un cuarto obscuro, una habitación en la cual apenas y podría vislumbrar la punta de su nariz. Las habilidades que la sangre le habían otorgado meses atrás se habían comenzando a desvanecer y hacia ya una cantidad considerable de semanas su falta de visión nocturna y agilidad le habían excluido al ámbito humano nuevamente.
-quizás te gustan mas - susurro dejando caer su cabeza sobre el hombro derecho, con una suave y melódica risa que no permitió a sus labios abrirse ni a sus dientes mostrarse, agradecía que en aquella ocasión el sonido de las ratas no llegase hasta sus oídos y que en aquel lugar no viajasen víboras sino ovejas ¿Qué tanto daño podría causar una oveja? A menos que tuviese un super valido “para, para, que cosas mas raras piensas”
Sus pensamientos se vieron irrumpidos por un inclinamiento involuntario de su cuerpo, termino cayendo sobre unas cajas rígidas de madera quiso suponer. Atrapo sus labios sin bien apenas los sintió cerca, sujeto su cuello con sus manos impidiéndole alejarse de el, y tiro con suavidad para acercarle más a el, se encontraba ahora algunos centímetros mas abajo de lo usual, algunos varios pues se encontraba en una silla quizás demasiado alta.
-si alguien entra puedes esconderte en tu ataúd- asevero contra sus labios, el por su parte podia refugiarse tras aquel montón de cajas, las ovejas nose inquietarían por su presencia. Sus mejillas ahora ígneas resplandecían como dos candiles –aunque no se me ocurre quien podría entrar- concluyo sin comprender de donde venían aquellas palabras. Bajo sus manos doblando las mangas de su camisa sin cesar el vaivén de besos. Su lengua entraba y escapaba de la boca ajena, sus labios jugaban y formaban, sus dientes sujetaban y oprimían, su raciocinio por otra parte se habia esfumado.
Sintió como su cuello se movió con brusquedad al ser halado al interior de una de aquellas dos puertas, que tras su espalda se cerró con suavidad sellándoles dentro de un cuarto obscuro, una habitación en la cual apenas y podría vislumbrar la punta de su nariz. Las habilidades que la sangre le habían otorgado meses atrás se habían comenzando a desvanecer y hacia ya una cantidad considerable de semanas su falta de visión nocturna y agilidad le habían excluido al ámbito humano nuevamente.
-quizás te gustan mas - susurro dejando caer su cabeza sobre el hombro derecho, con una suave y melódica risa que no permitió a sus labios abrirse ni a sus dientes mostrarse, agradecía que en aquella ocasión el sonido de las ratas no llegase hasta sus oídos y que en aquel lugar no viajasen víboras sino ovejas ¿Qué tanto daño podría causar una oveja? A menos que tuviese un super valido “para, para, que cosas mas raras piensas”
Sus pensamientos se vieron irrumpidos por un inclinamiento involuntario de su cuerpo, termino cayendo sobre unas cajas rígidas de madera quiso suponer. Atrapo sus labios sin bien apenas los sintió cerca, sujeto su cuello con sus manos impidiéndole alejarse de el, y tiro con suavidad para acercarle más a el, se encontraba ahora algunos centímetros mas abajo de lo usual, algunos varios pues se encontraba en una silla quizás demasiado alta.
-si alguien entra puedes esconderte en tu ataúd- asevero contra sus labios, el por su parte podia refugiarse tras aquel montón de cajas, las ovejas nose inquietarían por su presencia. Sus mejillas ahora ígneas resplandecían como dos candiles –aunque no se me ocurre quien podría entrar- concluyo sin comprender de donde venían aquellas palabras. Bajo sus manos doblando las mangas de su camisa sin cesar el vaivén de besos. Su lengua entraba y escapaba de la boca ajena, sus labios jugaban y formaban, sus dientes sujetaban y oprimían, su raciocinio por otra parte se habia esfumado.
Anuar Dutuescu- Humano Clase Baja
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Re: Volviendo a casa [Soren]
El oído de un vampiro era increíblemente fino, ese era uno de los cambios más significativos en su paso de mortal común a criatura de la noche, Soren recordaba el shock que había significado para él, despertar a la noche siguiente de la transformación, pudiendo escuchar cientos de cosas que antes no podía. La cantidad de información que había llegado a su cabeza en esos momentos lo confundió y enloqueció por semanas. El vampiro podía escuchar conversaciones que se llevaban a cabo en otras habitaciones y si se concentraba lo suficiente, inclusive los sonidos más bajos, como el zumbido de un mosquito.
¿Entonces porqué en ese momento sólo podía escucharlo a él?
Susurros, roces de telas, el agitar de sus parpados como delicadas alas de mariposa, su respiración tibia y su corazón palpitando con ímpetu, llevando esa deliciosa sangre a través de sus venas.
Casi ni le permitió hablar, porque cada que Anuar cortaba un beso para decir alguna palabra, Soren le daba 5 más, sellaba su boca con besos apresurados y desesperados, con el desespero de 4 meses de austeridad ¡Estaba al borde de la locura! Y sus manos comenzaron a desabrochar los botones de la camisa del humano, casi arrancándolos en el proceso.
El olfato de un vampiro es increíblemente sensible, no tanto como el de un licántropo, por supuesto, pero si lo suficiente como para oler y distinguir la sangre a varios metros de distancia, capaz de distinguir el olor de un lobo o de un humano para determinar su naturaleza sin tener contacto con su piel.
¿Porqué de repente todo olía a Anuar? No podía registrar nada más, e inclusive el hedor a lana y aserrín de las ovejas en la esquina, había desaparecido para dar paso sólo al dulce olor de su piel. Anuar olía a pintura y a mar, a madera húmeda y a humo, olía a pecado y a seducción, si es que, esas dos cosas podían ser olidas.
Soren besó cada trozo de piel que descubrió de su pecho con cada nuevo botón que quitaba, hasta llegar a su ombligo. Rió sin hacer ningún sonido, rozando sus colmillos contra esa piel tersa y apetitosa ¿Debía morderlo ya? ¿No había llevado al chico a ese lugar porque tenía hambre?, el vampiro se agachó hasta quedar de rodillas frente a Anuar que continuaba sentado en las cajas, parecía un fiel ciervo frente a su alteza real, le miró con devoción y sus manos acariciaron los muslos aún cubiertos por la tela del pantalón.
- ¿Por qué no puedo controlarme cuando estoy contigo? - Le preguntó - ¿Por qué lo eres todo cuando estoy contigo? -
¿Entonces porqué en ese momento sólo podía escucharlo a él?
Susurros, roces de telas, el agitar de sus parpados como delicadas alas de mariposa, su respiración tibia y su corazón palpitando con ímpetu, llevando esa deliciosa sangre a través de sus venas.
Casi ni le permitió hablar, porque cada que Anuar cortaba un beso para decir alguna palabra, Soren le daba 5 más, sellaba su boca con besos apresurados y desesperados, con el desespero de 4 meses de austeridad ¡Estaba al borde de la locura! Y sus manos comenzaron a desabrochar los botones de la camisa del humano, casi arrancándolos en el proceso.
El olfato de un vampiro es increíblemente sensible, no tanto como el de un licántropo, por supuesto, pero si lo suficiente como para oler y distinguir la sangre a varios metros de distancia, capaz de distinguir el olor de un lobo o de un humano para determinar su naturaleza sin tener contacto con su piel.
¿Porqué de repente todo olía a Anuar? No podía registrar nada más, e inclusive el hedor a lana y aserrín de las ovejas en la esquina, había desaparecido para dar paso sólo al dulce olor de su piel. Anuar olía a pintura y a mar, a madera húmeda y a humo, olía a pecado y a seducción, si es que, esas dos cosas podían ser olidas.
Soren besó cada trozo de piel que descubrió de su pecho con cada nuevo botón que quitaba, hasta llegar a su ombligo. Rió sin hacer ningún sonido, rozando sus colmillos contra esa piel tersa y apetitosa ¿Debía morderlo ya? ¿No había llevado al chico a ese lugar porque tenía hambre?, el vampiro se agachó hasta quedar de rodillas frente a Anuar que continuaba sentado en las cajas, parecía un fiel ciervo frente a su alteza real, le miró con devoción y sus manos acariciaron los muslos aún cubiertos por la tela del pantalón.
- ¿Por qué no puedo controlarme cuando estoy contigo? - Le preguntó - ¿Por qué lo eres todo cuando estoy contigo? -
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