The night is my life {privado}

por **Kei Koizumi** Sáb Abr 02, 2011 12:49 am

Recuerdo del primer mensaje :

Siempre le había gustado el invierno, aún siendo humano. Desde que se había transformado en un ser que vivía bajo la oscuridad de la noche el clima había dejado de ser algo por lo cual preocuparse. Aún así, amaba esa estación del año.

Era justo por esa razón que salía en estos días simplemente a caminar por las calles de esta ciudad a la que apenas estaba acostumbrándose. Aunque eso era un decir. Vivir en una u otra ciudad no le parecía un gran inconveniente. Por eso era que le gustaba viajar tanto. No sentía apego por ningún sitio en específico. Había logrado crear lazos con ciertas personas a lo largo de su historia, pero aún así, una vez que ya no estaban allí, sus razones para quedarse en el mismo sitio desaparecían.

Ahora estaba allí porque había seguido a una persona que le era importante. Y por ello, era casi seguro que se quedaría hasta que algo hiciese que la situación cambiase.

Estaba distraído cuando se dio cuenta de que no sabía qué camino había tomado. Había avanzado sin prestar atención. No era como si fuese a extraviarse, solo que había perdido el sentido de lo que hacía por un momento.

Por esas calles ya no había mucha gente. Se detuvo de improviso y su vista se encontró con algo que le pareció peculiar. Era una niña. Y no pudo luchar contra el impulso de acercarse a ella. No sabía por qué, simplemente quería hacerlo.
Estaba en la otra acera, así que cruzó, quedando a un par de metros de ella y le sonrió de manera amable.

-Buenas Noches...
Sintió que se estaba arriesgando, se había aproximado sin tener idea de lo que estaba haciendo o d elo que quería decir.

por **Kei Koizumi** Jue Abr 14, 2011 7:16 pm

Aquello debía saber realmente mal por la reacción que tuvo al beberlo. Pero aquel muchacho al dárselo había puesto esa cara llena de confianza, dejándole saber que estaba tan seguro como todas las veces acerca de lo que hacía.

Se sorprendió un poco escucharle decir eso acerca del amanecer. Había levantado la cara un poco, serparando la cabeza de la mano en la que la había estado apoyando. Pero su asombro no duró mucho.

Yo tratando de no hacer nada descabellado para que no se diera cuenta y ahora me dice que lo sabía... No pudo evitar sonreír.

-¿Qué clase de habilidad posees? -preguntó simplemente por curiosidad.
Luego se movió un poco viendo el cielo.

-No me pasara nada, aún falta un poco, tengo tiempo suficiente para llegar a casa...
Aún así, era mejor marcharse, así ella podría descansar.

-La próxima vez, seguro que traeré a ese chico conmigo... Así puedes decirle que sabía horrible... seguro que se lo tomará en serio y se esforzará por cambiar el sabor...
Dijo riendo. Y era verdad, Junno era un maníaco a veces. Sobre todo con su trabajo.

-Y espero conocer a Honey entonces... -se puso de pie tranquilamente.
Acomodó su cabello y luego se acercó a ella.

-Te veré pronto, entonces... y traeré algo para ti... Aunque si hay algo en especial que quisieras, sólo dímelo...
No había mucho que quisiese para él mismo, pero le gustaba poder cumplir los deseos de otros. Era una vieja manía.

por **Jazhara Elsbeth** Mar Abr 19, 2011 8:08 pm

Me mordí el labio inferior al escuchar su pregunta, nadie nunca me preguntaba eso, ¿Yo, poderes? Eso era irreal, yo sólo tenía la capacidad de ver colores alrededor de la gente y con eso podía estar segura de no meterme con gente mala, gente que pudiera hacerme daño o que quisiera llevarme al hospital. Yo odiaba el hospital. Con el hospital siempre venían los doctores enojones, las preguntas, los servicios sociales y luego la terquedad de querer llevarme a algún lugar al que yo no querría ir. -Veo colores alrededor de la gente Sentí que le debía la verdad, después de lo que me había traído y de que me hubiera tratado como si yo fuera importante para él. Tal vez había dicho algo malo.

Bostecé sin poder evitarlo, la mañana ya era inminente y yo no había pegado ojo, además tenía ganas de ver si ese brebaje que me había tomado serviría también para ahuyentar las pesadillas que eran precisamente las que más me espantaban. Las pesadillas me perseguían y no me dejaban en paz, odiaba las pesadillas. Asentí con la cabeza al hecho de que la próxima vez vendría Junno con él, el ángel detrás de la poción mágica aunque sinceramente no pensaba decirle que sabía feo, pensaba darle las gracias porque eso era lo que se hacía, ¿cierto? -Yo... no sé... quierooo... Me quedé pensando, ya tenía un abrigo y tenía comida y probablemente al siguiente día ya no tendría fiebre, o al menos eso esperaba. ¿Qué más podía pedir? Me abrigué mejor con mis mantas y me hice un ovillo mirándolo con ojos agradecidos. -Gracias Como si hubiera cambiado el tema decidí mejor agradecerle a él, no quería ser egoista ni nada por el estilo y ya me había traído mucho más de lo que yo probablemente merecía.

Le dediqué una última sonrisa, la última antes de dejar que la neblina del sueño me invadiera por completo y cayera yo en el abismo de los sueños esperando que el sueño que me estaba esperando ahí debajo no fuera el de siempre. Yo quería soñar con princesas y príncipes, carruajes y caballos, castillos y flores. ¿Era mucho pedir?

off: perdóname v_v es que no tenía imaginación

por **Kei Koizumi** Jue Abr 21, 2011 4:25 pm

Off: no te preocupes que justo ahora creo que yo ando peor @_@

-Colores ¿eh? Me pregunto qué habrás visto en mi...
Lo había dicho en voz baja, aquel comentario era más para sí mismo. De todos modos el no podía entenderlo bien.
Se acercó y le dio un beso en la frente. De algún modo ella le despertaba ese lado de su personalidad, que rara vez salía a flote.

-Que tengas dulces sueños...
Le susurró aquella frase mientras acomodaba su cabello con un movimiento sutil.
Se quedó allí viéndole mientras se quedaba dormida. Dentro de poco el tendría que regresar y abandonarse al sueño, mientras la ciudad despertaba junto con el día.

Por ahora estaba bien de ese modo, no tenía prisa aún. Podía sentir la cercanía del amanecer, sabía hasta qué punto podía quedarse fuera.

Había despertado a Junno en medio de la noche, pero seguro que le encontraría listo para hacer sus labores del día, aunque no estaba muy seguro de todo lo que hacía. Hasta ahora no había intentado leer su mente, y era la misma razón por la cual tampoco lo había hecho con aquella niña.

-Duerme... nos veremos después...
Y al verle caer ante el sueño, acarició su cabello un momento. Le costó un rato el decidirse a marcharse, pero finalmente lo hizo.
Esperaba verle pronto de nuevo...

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