Romeo y Julieta... ¿un clásico? (Asagi Dunkelheit)

por **Yulianna Fiódorovna** Lun Abr 18, 2011 4:27 pm

22:00. Teatro. Romeo y Julieta. Shakespeare.

Hermoso. Sin duda lo era. Y ese fue su primer pensamiento al entrar en el teatro. Todos los que la conocían sabían que era una de sus pasiones; los actores, las actrices, el público que enloquece en cada acto, flores que vuelan si la función ha gustado; música, y cada vez una obra que engancha más y más. Pero hoy era diferente. Al fin había llegado, se había estrenado. "Romeo y Julieta: William Shakespeare". Apasionante. Así lo era para ella. Una de sus obras favoritas, pero ¿Y el autor? Lo amaba. Lo hacía con cada letra, y cuanto más leía más se enamoraba. ¿Acaso se había vuelto loca? Podría ser, pero estaba segura de que esa, su pasión, jamás la abandonaría.

Yulianna aparece con un vestido rojo, con zapatos dorados, su melena de color oro recogida con un moño sencillo, y con sus nuevos pendientes con su piedra favorita: el rubí.

Avanza por el teatro. Ya queda menos. Está a punto de llegar a su destino. Ya ha llegado. Y no está sola.

-Buenas noches, caballero. -dije saludando a un joven que lleva ropa elegante. -¿Apasionado de Shakespeare? ¿Del teatro? -agrega ella con una dulce sonrisa y se sienta cogiendo un abanico. Sin duda, y por su forma de ser, extrovertida por naturaleza, ella entablaría conversación sin ningún problema. Pero "Shhhh". No era el momento, o quizás sí. Pero la obra había comenzado. El narrador comenzó a hablar. Voz de hombre, como se había imaginado. ¿Y ahora qué? Primeros actores. Comienza el diálogo, ¿y después? Una joven de cabellos dorados: Julieta. Hermosa y perfecta.

Yulianna no cabía en sí de lo feliz que se sentía. ¿Qué más podría ocurrir en esa estupenda velada?
Entonces notó que su piel se erizó. ¿Qué había pasado? Quizás su acompañante la había rozado sin querer. Pero ella solo sabía que había notado algo. Y no sabía bien el qué, pues quizás su piel había reaccionado así ante el ambiente del teatro. Hacía un poco de frío.

Y de pronto se volvió a su acompañante. Le miró por un instante, aunque de él nada sabía. Por el momento.

por **Asagi Dunkelheit** Sáb Mayo 07, 2011 2:39 pm

Una noche no bastaba para ir a disfrutar de aquel lugar, siempre me encantaba ir de aquí a allá, pero ver de vez en cuando “obras” que el hombre escribía, no era tan malo, en mi mano estaban aquellos volantes, yo caminaba rumbo al teatro, como siempre de esa manera elegante, olvidando la chaqueta formal de nuevo, solo la camisa el chaleco y aquel “bastón de lujo” que en la punta llevaba una rosa roja, mi emblema, mi sello, ¿Qué se presentaría hoy?...

Escrito romántico, trágico, dramático, era como la vida misma y de por medio el amor, el cosquilleo que se transmitía en mi cuerpo era único, no había tenido la oportunidad de tener algo “de tiempo para mí”, esta ocasión, podría no solo conocer a la afamada obra, quizá si a alguien, eso era lo emocionante después de todo, la noche era para mí, la ocasión perfecta para hacer que más de un puñado de estrellas se junten el terciopelo como armando una charla.

Camine lentamente atreves de elegancia, de perfumes, de peinados, de moda, de romance, de soledad, de toda esa gente adinerada como yo, pero más presuntuosa, algunos pobres querían pasar también, pero estrictas normas, no les dejaban, fue cuando tome asiento, que vi, había uno libre, “dama o caballero” eso me preguntaba sin darme cuenta que un susurro, un canto, cargado de pasión me envolvió de pronto, aquel telón se abría lentamente.

No me dio tiempo para hablarle, mis ojos azules se absortaron como la suavidad del mar, en su piel color arena, apenas me acerqué a ella, me incline un poco, si demasiado, para susurrarle, el rose de su piel contra la mía, era justo la sensación en la que el agua toca la arena y la moja sin recato.

- No soy tan apasionado al autor Madame, pero si al teatro, las emociones siendo espectadores me atrapan me hechizan pero no tanto como su belleza.

Susurre de manera sugerente a su oído mientras miraba la escena narrada.

- Asagi Dunkelheit Madame.

Tome su mano y la bese, al mismo tiempo que de mi pecho saque aquel “sello” personal una rosa.

por **Yulianna Fiódorovna** Sáb Mayo 07, 2011 2:54 pm

Y aquella velada pasó a ser más que una simple noche en el teatro. Dejó de ser solitaria, quizás un poco amarga, pero sobretodo sombría. Y eso era lo peor de mi vida. De nada servía levantarme por las mañanas y llegar a mi empresa en la que cientos de muchachas estaban dispuestas a gastar parte de su fortuna y todo solo por un vestido. Pero... ¿cómo era posible? Eso pensaba yo la mayoría de las veces, pero de nada servía, pues seguía ocurriendo cada día. Y así podía cada mediodía llegar a mi casa, a mi gran casa, y comer. Sí, en un enorme salón, lleno de lujos, con una hermosa vajilla, y con cubertería de plata, aunque de nada servía, porque estaba sola. Totalmente sola.

Y entonces miré al elegante hombre. Cabello negro, traje oscuro, bastón con una rosa roja, y esos ojos. Azules como el mar. Y esa suavidad, pues el tacto de su piel era tranquilo, sereno, agradable... y sobretodo dulce.

Yulianna escuchó atentamente sus palabras. ¿Se trataría de un casanova más? No, más bien parecía un poeta, un romántico... un soñador de maravillas. Ella aún no lo sabía, pero no podía quitarle los ojos de encima. Estaba encandilada. ¿Qué le pasaba?

Y el primer acto continuaba, pero ella seguía absorta en la belleza de él, de Asagi.

-Me llamo Yulianna Fiódorovna Osolin. -logró decir, justo antes de acercarse un poco más a él. Podía sentir su respiración contra su oído; era como una melodía. Y no se pudo apartar de él.

por **Asagi Dunkelheit** Sáb Mayo 07, 2011 10:05 pm

Que romántica escena, es como aquella melodía seductora, cargada de pasión, como si un pianista describiera las caricias de sus mayores deseos y fantasías, ese era el momento meloso del día, tenerle ahí, justo pegada a mi piel, justo de esa manera, tan mía, era como si le cantara solo para ella, sin censura y nada más.

- Hermoso nombre, algo peculiar pero valioso además de diferente, usted es la estrella, usted es mi Julieta esta noche, en este escenario que se pinta para dos, nadie más nos interrumpirá, al menos dejaremos de ser espectadores y actuar para los demás.

Palabras y mas palabras eso era lo que me caracterizaba, siempre con un toque especial, ¿Qué era?, ni yo lo sabía, pero era de esa manera en la que podía entablar conversaciones con los demás, sin perder mi peculiar personalidad, le mire a los ojos, con una pequeña sonrisa, eso ya estaba hecho, mi intereses en ella estaba colocado, mire la escena un poco más, aquellos problemas que no dejaban a un amor en paz y estable, pero ningún amor lo era, el autor se había equivocado, porque narraba solo la historia de dos sujetos, sin embargo en la vida real, había más crueles, con un drama sobre cargado, critique hacia mis adentros, antes el teatro solía ser monótono pero ahora podía reír de ello.

- Le emociona… ¿aquello?... Madame.

Señale con la mirada la escena, bueno no era que me pusiera a discutir, pero si quería pedir una tan sabia opinión de una bella mujer.

por **Yulianna Fiódorovna** Dom Mayo 08, 2011 4:42 am

En sus adentros se maldecía por aquello. Era cómo si con sus palabras pudiera comprarla, como si bastase una frase para tenerla en sus manos. Pero ella no era así. No era tan fácil. Así que se apartó de él. No demasiado, pero si suficiente para que se notase la distancia que en aquellos momentos los separaba.

-Bonitas palabras. ¿Es usted poeta? Parece quererle hacer la competencia al protagonista de esta noche; a Shakespeare. -dijo ella sonriendo. Entonces él preguntó. Le dijo que si le gustaba la obra, y obviamente ella contestaría encantada, pues la obra le apasionaba.

Yulianna clavó sus ojos azules sobre los suyos, y sin pestañear dijo:

-Esta es la tragedia de los amores imposibles entre dos importantes herederos de familias adineradas, dos familias de Verona enfrentadas a muerte. Y el desenlace, aunque triste, es como debe ser. Eso me gusta. Que no por ser una historia de amor, deben acabar los dos juntos. Pero mueren por amor, y eso es romántico. -continuaba mirándole, examinando cada centímetro de su piel.

-Y dígame -dijo en voz más baja -¿Usted sería capaz de morir por amor?-continuaba mirándole. ¿Qué tenían sus ojos? Eran peculiares, extraños, así como su blanca piel, así como su cabello, así como sus finas manos, las cuales sujetaban un hermoso bastón. Sin duda era una persona que sobresalía sobre el resto; debía ser de clase alta, y de lo que Yulianna estaba totalmente segura era de que llamaba la atención. Allí donde fuera. Y sobretodo con las mujeres.

por **Asagi Dunkelheit** Dom Mayo 08, 2011 9:21 pm

Morir por un amor, era algo que siempre me platee en la eternidad y fuera de esta también, fue algo que me dejo caer, como si me retara, como si me animara a una batalla de comentarios “fingidos” en amabilidad, amar, amor, morir, vivir, sufrir, revivir, eso era un deseo banal, nada fuera de lo normal, ¿Qué es lo que busca el “ser humano”?... simple amor y compañía, le hace daño la soledad, necesita de alguien para amar para que se introduzca en los sueños, como de de un invitado se tratase, es una emoción que ellos mismos no comprende, tampoco yo, pero la conozco y la he vivido, aquella mirada que desnudaba y saboreaba mi piel empezaba a “intrigarme” era mi encanto el que me tenia ahí de esa forma nada más, no es que cada noche buscara una nueva víctima, era solo mera compañía.

- Disculpe Madame, pero me temo que no, yo no soy un poeta, soy nefasto como cualquiera, no tengo aquellas prosas y rimas, ni versos en mis palabras, solo un poco de dulzura y amabilidad, solo eso y nada más, si de decepciono, lo siento, ni soy escritor, ni trovador, un simple hombre de negocios soy.

Escuche su opinión, era algo que se conocía ya de la obra, pero no me importaba que ella musitara, que pusiera espacio, entre nosotros como a un párrafo de aquel “escritor” me importaba poco, volví a mi asiento, sin decir ninguna palabra, mis dedos acariciaban la rosa costosa, hermosa, de piedras preciosas, mientras observaba aquel caballero hacer su aparición, su amor era como una fugaz caricia, “Romeo y Julieta” una obra que quizá no podre olvidar, no por el impacto si no por su voz.

- ¿Esta bromeando cierto?

Dije en un tono “amable y sugerente”. ¿Morir por amor?, al principio fuer una pregunta mediocre para mí, pero tenía algo de razón en un poco de lo que decía, ella tenía la vida justo en un parpadeo no como a mí, que morí y aun sigo respirando y saboreando delicias.

- Si es por alguien que vale la pena, con gusto Madame, pero eso depende de mí y mis expectativas, de que tan “importante llegue a ser aquel ser “a quien daré mi amor”, aunque si hablamos con la sinceridad en la boca, véame, júzgueme, yo ya morí de amor.

.sonreí, porque eso es lo que ahora me quedaba, eso y nada más.

por **Yulianna Fiódorovna** Lun Mayo 09, 2011 8:56 am

Yulianna observaba con curiosidad a aquel jóven. Su blanca piel, aquellos ojos llenos de intriga, sus manos que sujetaban con suma delicadeza aquella flor... todo era en cierto modo intrigante para ella.

Escuchó atentamente sus palbras, y también se fijó en su movimiento: había vuelto a su silla. Ahora se podía decir que corría el aire entre ellos.

Le miró y sonrió. Él estaba mirando la obra. Parecía que le gustaba, pero seguro que no tanto como a ella. Pues le encantaba.

-¿Ve su forma de hablar? Por eso digo que usted parece un poeta. -dijo ella.

Cuando dijo que juzgase ella misma, no pudo lograr entender del todo sus palabras. ¿A qué se refería? ¿Ya había muerto por amor? Eso no era posible; sería ironía. Y en ese preciso momento Romeo murió por amor, y después Julieta. Tras unas palabras del narrador, la obra había finalizado, pero esta vez sin el típico "y vivieron felices para siempre", pues ambos protagonistas habían fallecido.

por **Asagi Dunkelheit** Vie Mayo 13, 2011 10:02 pm

Soledad y amor, fue lo que finalizo en aquella obra, no era un mal sabor de boca hasta ahora, me sentía extraño, era tanto drama, no me iba, era como sufrir mucho, sentía una ligera incomodidad, pero quizá, si, así era el amor, pero no estaba en las condiciones de dar una opinión clara, aquella que se volvió mi acompañante me impacto, me decía poeta, pero yo, era más nefasto que cualquier criatura, poetas eran aquellos que sienten una conexión entre un sentimiento y otro, que viven, que saben lo que la gente siente, quizá yo solo lo hacía como juego, porque me aprovechaba del sentimiento, al finalizar la obra nos paramos a aplaudir, a despedir a los actores entre flores y agradecimientos.

- Para ser un poeta se requieren de sentimientos, de pensamientos, de elegancia y de fragancia propia, dudo que un caballero como yo las posea, dudo que sea capaz de poder introducirme por ese mundo y sacar las mejores prosas, rimas e incluso sonetos, quizá mi forma de hablar es la más “común” para mi…

Le susurre esas palabras y volvía mirar cómo se despedían todos, todos se iban, el teatro se iba vaciando, pero yo me quede ahí en mi asiento, esperando, con los dedos en la frente como examinando, como pensando y reflexionando el trasfondo de todo aquello. Ahora no sabía a dónde ir, si quiera pensaba en el mensaje dado por aquel autor, por aquel poeta que murió de amor junto a sus personajes, por tragedia y dramatización.

por **Yulianna Fiódorovna** Dom Mayo 15, 2011 9:18 am

La obra finalizó y Yulianna lanzó unos claveles a los actores. Le había gustado mucho, aunque debía admitir que aquel extraño y a la vez peculiar joven la tenía intrigada, y le había distraído.

De nuevo negó ser poeta. Y ella rió. Era un necio, y ella solo deseaba hacerle un cumplido. Le miró. Permanecía callado, parecía que estaba pensando.

Se acercó a su lado, y susurró en su oído: "Cada poema es único. en cada obra late, con mayor o menor grado, toda la poesía. cada lector busca algo en el poema. Y no es insólito que lo encuentre: ya lo llevaba dentro". -Le miró fijamente -Y usted lleva dentro la poesía, los sentimientos y el amor.-Sonrió calidamente y observó su bastón. Era robusto y hermoso.

-Y dígame... ¿A dónde le llevará el destino esta noche? ¿A su casa? ¿Hacia su esposa? ¿Con sus hijos? -Intentaba ser cortés con él, pero no se le ocurría mucho que decirle. En ese día, a Yulianna, le faltaba inspiración.

por **Asagi Dunkelheit** Mar Mayo 17, 2011 1:01 am

La especie de tranquilidad que se empezaba a emanar del lugar me dio un gran sabor de boca, deseaba hacer algo más, si, era cierto, no tenía a donde ir, quizá sí, pero estaba aburrido así que me quedaría un poco más, pero aquella dama que me susurraba su admiración a mí, sería mi compañía esa noche, bueno no es que prometiera a alguien un encuentro pero quizá esto podría ser interesante, después de todo ambos admirábamos la poesía, el teatro y la actuación que vivíamos día a día.

- Gracias Madame, no soy un gran poeta, pero tratare de complacer lo mas que pueda.

Sonreí de nueva cuenta, y me levante acomodando con elegancia todo mi esplendor, escuchándole atenta, su curiosidad era única y me preguntaba ¿esposa?... realmente jamás me vi con una, por diversos motivos, quizá lo pensaba por los añillos que portaba en los dedos, ¿hijos?, mucho menos, considerando que el amor, si me ha tocado pero no tanto, así que sin ser descortés empecé de nuevo a sonreír, quizá sus preguntas me hicieron más gracia de lo que ella imaginaba, pues mi “vida” no era exactamente un gran libro.

- No lo sé Madame, me gusta ir donde la noche me lleve, pero aun no se qué hacer. ¿Esposa e Hijos?, me temo que se equivoca, alguien como yo no posee esposa, mucho menos hijos, de ser así, ¿no cree que ellos estarían acompañándome?...

Bueno no es como si no tuviera a alguien, tal vez sí, pero bueno ese era otro tema muy aparte, reí divertido al escuchar sus preguntas.

por **Yulianna Fiódorovna** Vie Mayo 27, 2011 7:46 am

Sonrió al escuchar su risa. La verdad era que se había entrometido demasiado. Mucho al preguntar tanto.

-Bueno... no está mal del todo eso de formar una familia... ¿no? -dijo con una sonrisa. -Pero yo eso no lo sé. -Dijo contestando retóricamente, pues así estaban igualados: respuesta por respuesta...

-Entonces por lo que veo querido poeta... ¿está libre esta noche? -Preguntó amablemente. No estaba mal del todo la idea de pasar con él más tiempo, ir a tomar algo... quien sabe, conocerse un poco más. Pues aún no sabía casi nada de él.

Miró tras de él bromeando. -Como veo viene solo... -dijo con una radiante sonrisa. -Entonces me permitirá invitarle a una copa de vino... ¿verdad? -Preguntó observando la rosa que portaba entre sus manos, la verdad, llenas de alajas. Quizás miraba mucho por su aspecto.

Spoiler:

por **Asagi Dunkelheit** Vie Jun 03, 2011 2:59 am

Una mujer jamás se había atrevido a invitarme una copa pero sería interesante la idea, ¿Por qué no?, pero cuando menciono todo aquello de formar una familia, para ser sincero es que yo ya lo había pensado, por otro lado era cosa a la que no me atrevía tocar uno, mis gustos sexuales se desviaban de vez en cuando y quien decía atarme ahora como “pareja” era un simple hombre, además dar paso a tener un hijo con una mujer me sería imperdonable, sabiendo que nací de una forma “no tan deseada” así que no, era uno de mis peores miedos por ahora.

- Sería bueno, pero no he encontrado una persona adecuada para hacerlo, hace tiempo la tuve, pero como el viento, prefirió marcharse y morir junto a un invierno…

Me levante y recordé que sí, antes a alguien le prometí formar una familia, peor aún a lo que me enfrento es que los veré morir antes que yo… eso siempre ha pasado con los demás.

- Pues que tal si cenamos algo, charlamos y disfrutamos de un exquisito vino, quizá podamos conocernos mucho más a fondo y hacernos “Amigos” o simples conocidos dependiendo de donde nos lleven las circunstancias.

Le ofrecí mi brazo para que saliéramos de lugar, y mientras íbamos charlando un poco, solo para profundizar en los detalles.

- Estar solo… siempre he estado así ahora que lo pienso, también he sido libre y seguiré siéndolo, justo con un ancho mar, tan profundo y hermoso, tan infinito y cristalino como el cielo pretendo ser…
claro tendré estrellas que representaran “Amigos” empezaran a hacerse muchas pero después desaparecerán y mi luna… esa un no tiene un lugar especial… ¿Usted qué opina que estoy siendo egoísta?

Spoiler:

por **Yulianna Fiódorovna** Vie Jun 03, 2011 5:12 pm

Yulianna escuchó sus palabras. Frunció el ceño pues no le había entendido a la perfección, pero por lo que parecía alguien, un ser muy querido para él había fallecido. Eso la había pillado por sorpresa. ¿Sería Asagi un alma solitaria? No lo sabía, pero entonces tenían algo muy importante en común, pues ella también lo era. Y eso le dolía en el alma, y había abierto una enorme herida en ella. Y hacía que sufriese, pero no lo haría esa noche. No ese día también. Necesitaba tener un momento de paz. De diversión, y Asagi le estaba dando conversación.

-Me parece perfecta la idea de comer algo. Me muero de hambre.
-Dijo con una cálida sonrisa, intentando quitarle hierro al asunto. No quería disgustarle con sus palabras, sino que sonriese al pasar esa velada junto a ella.

Tomó su bajo y comenzó a bajar las escaleras del teatro, junto a aquellas personas de clase también alta. Todos con sus hermosas joyas, trajes, parejas... Pero ninguno era como su acompañante, pues sin duda Asagi era alguien especial. Algo le caracterizaba y le hacía diferente del resto. -Yo también he estado y estoy sola. Pero finalmente... supongo que me acostumbré. Es difícil, pero lo logré, aunque por mucho que tenga nunca logro saciar ese vacío que hay dentro de mi. -Ésto lo dijo mirando sus profundos ojos, dirigiéndose a algún lugar en el que poder comer algo. Tenía hambre.

Spoiler:

por **Asagi Dunkelheit** Sáb Jun 04, 2011 1:56 am

La soledad es como el mar, tan grande, tan hermosa pero con demasiados peligros, solo puede servir para admirarse, o simplemente para introducirse a sus profundidades. Todo un coctel de sabores se presenciaba con el sabor de aquella palabra, era como la madrugada, fresca e imposible de amarla. El ver a aquella dama era una representación hermosa de la humanidad, en la vida debíamos encontrar en otras personas un sentimiento en común que nos uniera como “Amigos” o “conocidos” pero por lo menos sincronizaríamos y ahora lo más evidente es que la soledad meneaba sus olas porque estábamos dejándola irónicamente sola.

- Iremos a un buen lugar, para poder disfrutar de esta noche.

Sonreí y empezamos a caminar entre la multitud, quien nos viera diría que parecíamos una pareja recién casada, pues aquella frescura y aquellas acciones nos delataban, lo cierto es que me gustaba aquella idea, por lo menos esta noche tendría buena compañía.

- Le aseguro que no está sola Madame… por ahora yo estoy a su lado, es cierto que la soledad cuesta, pues es como un vicio pero podemos tomarla como aventura y como parte de uno sin entender el porqué… es cruel y fría pero en la soledad descubrimos miles de sentimientos… que creímos inexistentes.

Las calles eran adornadas de una paz increíble, mientras miraba al cielo y a mi acompañante escuchando atenta mis palabras.

por Contenido patrocinado

Romeo y Julieta... ¿un clásico? (Asagi Dunkelheit)

Romeo y Julieta... ¿un clásico? (Asagi Dunkelheit)

Re: Romeo y Julieta... ¿un clásico? (Asagi Dunkelheit)

Re: Romeo y Julieta... ¿un clásico? (Asagi Dunkelheit)

Re: Romeo y Julieta... ¿un clásico? (Asagi Dunkelheit)

Re: Romeo y Julieta... ¿un clásico? (Asagi Dunkelheit)

Re: Romeo y Julieta... ¿un clásico? (Asagi Dunkelheit)

Re: Romeo y Julieta... ¿un clásico? (Asagi Dunkelheit)

Re: Romeo y Julieta... ¿un clásico? (Asagi Dunkelheit)

Re: Romeo y Julieta... ¿un clásico? (Asagi Dunkelheit)

Re: Romeo y Julieta... ¿un clásico? (Asagi Dunkelheit)

Re: Romeo y Julieta... ¿un clásico? (Asagi Dunkelheit)

Re: Romeo y Julieta... ¿un clásico? (Asagi Dunkelheit)

Re: Romeo y Julieta... ¿un clásico? (Asagi Dunkelheit)

Re: Romeo y Julieta... ¿un clásico? (Asagi Dunkelheit)

Re: Romeo y Julieta... ¿un clásico? (Asagi Dunkelheit)