El ángel de la muerte ronda la taberna (Yudea)

por **Cassandra Albrioni** Mar Abr 19, 2011 9:45 pm

Otra noche en París ¿qué haría hoy? En verdad estaba algo aburrida y quería divertirme, pero ¿a dónde ir? ¿Qué hacer? Eran las preguntas que una y otra vez rondaban mi mente. ¿Teatros? No, ya estaba aburrida de las mismas obras una y otra vez ¿Algún café? No, también me había obstinado de ellos, mucha gente hablando de socas superfluas y que no me interesaban en absoluto.

A veces pensaba que los humanos podían ser criaturas fascinantes, otras veces pensaba en lo absurda que era su vida. A decir verdad yo no era quién para juzgar eso, yo solo era una observadora a través del tiempo. Edificios, modas, arte… todo podía cambiar pero si de algo estaba segura es de que yo no cambiaría.

Una hermosa mujer de tez blanca, joven, de cabello dorado, largo y con suaves rizos que caían en su espalda, de ojos azules como el cielo de la mañana; siempre rondaría por el mundo, noche tras noche presenciando todo los a avances, retrocesos y desgracias de la humanidad, hasta que un día algún ente reclamara mi alma.

Caminé por unas oscuras calles parisinas, en realidad no era que llevara mucho en París, así que no tenía idea de en dónde me encontraba, seguí vagando sin rumbo alguno. De pronto, observé un letrero luminoso ‘’Taberna’’ decía aquel anuncio. Pensé un momento y me decidí a entrar, jamás había estado en una y se que mis ropas se veían algo finas para el lugar, pero no me importó. Soy inmortal y no hay muchas cosas a las que le tenga miedo y menos a humanos. Sería ilógico tenerle miedo a la comida.

por **Yudea** Miér Abr 20, 2011 7:13 pm

Caminaba por las calles, su vista se paseaba sin interés por su alrededor cuando algo llamo su atención, no fue su belleza o su elegancia, había muchas cosas así en el mundo, fue más bien lo extraño de su presencia no encajaba en aquel paisaje burdo y hostil, su imagen delicada parecía un fantasma pasando irreal por las lapidas viejas de un cementerio. La vio entrar a una taberna y su curiosidad aumento, logrando sacar una risita divertida de sus labios.

Por mera inercia camino hasta el lugar entrando tras ella, el olor a tabaco y licor le inundo los sentidos y no tardo en encontrarla, con las finas ropas y las joyas tenia las miradas de todos los presentes sobre ellas. Sonrió ante el hecho y camino hasta quedar frente a la joven.

- no me diga, aburrida?- pregunto ladeando un poco el rostro y acercándose a ella pero sin invadir el espacio personal, solo lo suficiente como para un conversación “amistosa”- es decir de que otra forma alguien con su apariencia entraría aquí?- vio la mirada de ella sobre el y soltó una risita divertida que sonó algo tétrica pero era su naturaleza- bien si se lo pregunta yo si lo estaba- haciendo una reverencia teatral- yudea me llaman y al nombre respondo. Cuál es el de la “intrépida dama”- sentía su presencia, alguien como ella en aquel lugar podía ser sorprendente para una humana pero ella no lo era, no… su belleza era demasiado irreal para una humana, su presencia tampoco correspondía a la de una. Ella no tenía nada que temer en un lugar como ese.

por **Cassandra Albrioni** Jue Abr 21, 2011 8:58 pm

Al entrar percibí aquel olor a tabaco y alcohol, con paso elegante me dirigí hacia una mesa, no sin antes coquetear con la mira a algunos mortales ¿Qué puedo decir? Estaba aburrida y además esa era una buena técnica para atraer presas, hombres que caían rendidos ante mis pies.

En seguida, percibí el olor de un vampiro que resaltaba entre el resto de los olores. Aquel vampiro osado se dirigía hacia mí sin temor alguno. Le dirigí una mirada un poco arrogante, hasta que se acerco lo suficiente a mi persona. Sin previo aviso el vampiro habló y yo lo escuché divertida.

Cuando terminó le hablé con mi voz aterciopelada y sensual, la cual era típica en mí: - pues sí monsieur, como puedo adivinar estoy un tanto aburrida y por lo que dice somos dos – reí suavemente para luego continuar- ¿le parece muy extraña la presencia de una dama como yo en este lugar? – sonreí divertida cuando lo observé hacer una reverencia teatral.

Hice un ademán con la mano, indicándole que si deseaba sentarse podía hacerlo. Después de aquel gesto musité:- Bueno me hago llamar ‘’La gran condesa Albrioni ‘’ si ha estado pendiente de la prensa, verá alguno que otro ‘’escándalo’’ relacionado con una mujer un poco extréntrica- reí nuevamente al recordar, que solamente cuando antes de llegar a París había pagado a la prensa para que saliera en todos los medios mi llegada, se podría decir que pagué por algo de escándalo. Seguidamente volví a hablar: - pero mi nombre es Cassandra Albrioni. Usted ¿no cuenta con apellido monsieur Yudea? –.

por **Yudea** Lun Abr 25, 2011 3:14 pm

Yudea se enderezo con una sonrisa en los labios- rara? Mm mas bien sobresaliente, vuelva a su casa tome un collar de perlas y lancelas al fango a la luz de una luña llena y vera como resaltan

Contesto respodio tomando su mano y llevándosela a los labios sentándose después donde le había indicado. Escucho sus palabras y una mueca se dibujo en su rostro- apellido? Supongo que lo tengo pero no para usted, soy simplemente yudea y los apellidos surgen solo cuando los necesito y cambian como cambian los vientos.

Ella había hablado de escándalos y el busco en sus memoria… algunas cosas aparecieron y sonrio al lograr hubicarla en su mente- por que tanto escándalo si por si misma puede llamar lo suficiente la atención?- pregunto mientras re recargaba en uno de sus brazos mirándola, vaya si aquella era una mujer interesante.

Ella era bella excéntrica y con una seguridad que se marcaba en cada uno de sus gestos, de su andar “gran condesa” sin duda le venía como anillo al dedo y sonrió al recordar que en algún momento a el le habían llamado simplemente “conde” era increíble como ella solicitaba un apellido cuando en otro tiempo ni siquiera habían pedido su nombre.

-Y dígame que le trae a parís? Algo en especial o solo estaba aburrida- sonrió haciendo énfasis en aburrida, pues al parecer el aburrimiento es el que había llevado a ambos a conocerse.

por **Cassandra Albrioni** Vie Abr 29, 2011 12:15 am

Me causó gracias la metáfora del joven Yudea, así que sonreí divertida. El caballero de forma cortes besó mi mano a modo de saludo, pero hace años que no sentía los labios de un inmortal sobre mi piel, ni siquiera como saludos, por lo cual aquel gesto me causó una extraña, pero divertida sensación.

A decir verdad este vampiro me resultaba físicamente atractivo, claro es una cualidad de los vampiros ser bellos, pero en mis gusto yo era más exigente y no todos me parecían igual de hermoso. Reí suavemente ante su pregunta, escuché divertida a mi acompañante hasta que terminó de hablar.

En seguida hablé con mi tono elegante y mi voz suave como el terciopelo, típica en mí: - Bueno Monsieur, solo diré que me gusta vivir la vida en grande, divirtiéndome y odio la vida que llevan algunos vampiros, que se mantienen ocultos como ratas y a veces hasta alejados de todo. Yo al contrario prefiero ser conocida por los vivos y por los muertos. – mire a mi alrededor y continué - y como verá estoy presente en todos lados- reí suavemente.

- Tengo algunas posesiones en París, además de eso esta fue una ciudad muy especial para alguien muy querido, y bueno pretendo ver si me divierto en esta bella ciudad y además digamos que recorrer los pasos de esa persona- hice una breve pausa y continué - y usted monsieur ¿cómo vive la inmortalidad? ¿Es de París o viene por algún motivo especial?- pregunté con cordialidad y elegancia, mientras lo miraba a los ojos.

por **Yudea** Miér Mayo 11, 2011 9:41 pm

Yudea sonrio- realmente creo que resaltaria y seria el foco de atencion sin necesidad de las noticias en los periodicos, tienes usted una personalidad...unica supongo es la palabra- se quedo un segundo pensando en las palabras de su acompañante y su rostro se torcio en un gesto de concentracion- especial? No hay lugares especiales para mi, despues de los años todo parece demaciado similiar, simplemente vivo mi muerte sin demaciadas complicaciones, tomo todo cuanto quiero y satisfago mis deseos. No jusgo mis acciones por buenas o malas si no por cuanto las deseo y en este preciso momento no tengo nada que ocupe mi mente ni inunde mis emociones; como puede ver simplemente hago lo que deseo.

Era la verdad muchos creian que era u ser complejo lleno de contradicciones alguien que podia vivir en el bien y el mal sin problemas que daba caricias como muerte sin problema ni rasgo discriminatorio algono, la verdad es que basicamente era demaciado simple. La verdad es que vivia y hacia lo que deseaba sin prejuicios ni tipo alguno de ataduras. Aquella era una forma de vida hasta cierto npunto vulgar; aunque por supuesto nadie pobre decirle vulgar a la imagen de hombre sofisticado, elegante y atractivo que portaba.

Algo tenia en comun con aquella mujer, no soportaria jamas vivir escondido como una rata de alcantarilla como si fuese algo que calificace para permanecer oculto, cuando el era simplemente algo que debia ser admirado... reverenciado.

- Que piensa hacer esta noche mi estimada condesa?

por **Cassandra Albrioni** Vie Jun 03, 2011 12:00 am

Escuché con atención a mi interlocutor y sonreí ante su halago. Así que le parecía única, era divertido que alguien que me acababa de conocer pensara eso de mí. A nuestro alrededor el ambiente era totalmente extraño, a mi parecer, en realidad era la primera vez que entraba a uno de estos lugares, el olor a cigarro y alcohol lo inundaba todo, se mezclaba lentamente con el olor a sangre.

Miré a mi acompañante a los ojos, tenía un bello color de ojos. Y entonces musité: - entonces hace lo que le place, eso me parece muy bien il mio signore- hice una breve pausa y reí suavemente debido a que mi italiano se había escapado en aquella oración, a continuación proseguí: – no juzgar las acciones me imagino que le ayudan a sobrellevar la inmortalidad. A decir verdad esta noche no he planeado nada…. Pero puede que a medida que pase la velada se me ocurra algo o tal vez usted me quiera proponer alguna cosa- sonreí socarronamente.

Tenía muy claro que si me daba sed o me aburría mucho podría divertirme con alguno de aquellos mortales, leí sus mentes veía aquellos oscuros y bajos instintos reflejados. Había en especial un muchacho, era joven y deseaba experimentar muchas cosas en su vida, pero no creo que las pudiera cumplir pronto, pues estaba sentenciado a morir.

El joven tenía un fetiche típico de la época, nos miraba con un deseo increíblemente morboso. Tal vez más adelante podríamos jugar con él y dar paso a la muerte que ya tocaba su puerta, después de todo nosotros éramos los ángeles de la muerte, por tal motivo podíamos matar indiscriminadamente y sin arrepentimiento. Una duda surgió en mi cabeza y se la expresé: - ¿qué desea está noche monsieur?

por **Yudea** Miér Jun 08, 2011 1:06 am

Spoiler:

Yudea capto su atencio sobre uno de los precentes penas durante una fraccion de segundo...su mirada se desvio un poco hacia el sujeto y una sonrisa se dibujo en sus labios... que interesante... se recargo de la barra y le sonrio a la hermosa mujer frente a el.

- le gustaria probarlo?- sonriendo de medio lado, las presas jovenes y bellas eran sus favoritas, pero sentia verdadera curiosidad por como gustaba aquella belleza de degustar sus alimentos, en los personal le gustaba tomarse su tiempo disfrutarlos seducirlos, saborearlos en mas de una forma antes de arrancarles la vida- que me dice mi estimada condesa, algo de "sana diversion?

El joven continuaba mirandolos, tal vez habia notado algun destello de atencion y se sintiese orgulloso de ello, obviamente no sabia lo que una mirada de alguno de los dos posia significar.

por **Cassandra Albrioni** Jue Jul 07, 2011 5:37 pm

Mi acompañante me sonrió con complicidad, en seguida supe que había captado lo mismo que yo. Reí suavemente ante sus preguntas, le sonreí a mi interlocutor y exclame: -no sería mala idea tomar esa alternativa, aunque no sé si desea hacer algo antes y guardarlo para el final-.

Desvié la mirada hacia lo que sería una futura presa, le guiñe un ojo de forma muy sensual y luego mire a mi acompañante nuevamente. Entonces, exclamé: - monsieur Yudea siento un poco de curiosidad al pensar ¿cuál es su estilo para cazar? ¿Cuáles son sus presas favoritas? ¿Sería tan gentil de darle respuesta a mis interrogantes, por favor?-

Sería un tanto sospechoso que una pareja estuviese en aquella taberna sin pedir nada, así que le hice un gesto con mi mano al camarero para que se acercara. No tardó nada en venir, de forma muy amable y encantadora le pedí que me trajera una copa de vinotinto, el joven me sonrió y asintió con su cabeza. Luego, le pregunte al vampiro que me acompañaba: -¿le apetece algo?- una sonrisa un poco burlona se dibujo en mis labios, pues era obvio que si se le antojaba algo no sería del menú.

por **Yudea** Jue Jul 07, 2011 11:35 pm

La sonrisa se acentuó y un tono divertido asomo en sus labios en la respuesta- curioso, estaba por preguntarle lo mismo- ladeo el rostro mientras contestaba sin problemas- disfrutarlos… en esencia eso es lo que me gusta… seducir…cazar…saborear… en mas de un sentido- viendo de reojo al joven que había llevado la bebida a la condesa- lo mismo- hablo cuando dirigió la mirada a el, su mirada se acentuó sobre el joven y este se removió inquieto ante tanta insistencia hasta por fin marcharse por el trago del “caballero”

-ahora condesa- hablo ladeando el rostro en un gesto coqueto y amistoso- eh saciado su curiosidad? Si es así, considero justo que apacigüe la mía, como le gusta cazar? Me intriga saber si podríamos llegar a compartir una presa o si nuestros gustos nos difieran y sea imposible- aunque claro no creía que fueran cueles fueran sus costumbres se acercara a algo imposible. El deseo básico era el mismo, después de eso todo lo demás eran simples decorativos que siempre se podían combinar.

por **Cassandra Albrioni** Miér Jul 20, 2011 7:38 pm

Asentí ante su respuesta: - perfecto, entonces no tendremos problemas con respecto a eso- respondí con cortesía. - Seguro my lord, ha satisfecho mi curiosidad… – me quedé observando a mi interlocutor antes de proseguir: -hasta cierto punto, me parece algo gracioso que tuviésemos la misma incertidumbre, aunque imagino que es normal preguntarse la forma de cazar de los demás – crucé mis piernas y arreglé mi cabello en un gesto un tanto presumido.

-Me gusta cómo diría… jugar con mis presas, ese juego de seducción, caza, engaño y hasta un cierto grado de crueldad son de mi agrado – reí ligeramente- me alegra saber que usted no es de esos pacifistas atormentados – observé a Yudea con aprobación - creo que compartir una presa con usted será algo muy interesante – hablé con un tono misterioso y sonreí con malicia.

por **Yudea** Vie Jul 22, 2011 7:38 pm

Sonrio llevándose la bebida a los labios y la observo con un brillo entre cómplice y travieso en los ojos- compartirla condesa?- pregunto sin que la sonrisa se borrase de sus labios- no será que me ve ya como otra presa?- medio broma medio en serio y es que la verdad a el no solo se le antojaba compartir una presa con ella… viéndola frente a el, con aquella piel inhumanamente blanca y ese rostro irrealmente hermoso el deseo de incrustar los colmillos en su cuello le sobrepasaba…

Cazar a aquel muchacho posiblemente le colmara la sed y el deseo, quien sabe dicen que hay veces en la que el preludio, el deseo no concedido es mas delicioso que la simple satisfacción momentánea de la realización solo unos momentos antes de que se vuelva pasado… por su parte el no cambiaria ni uno solo de sus caprichos cumplidos por simples anhelos pero si podía intentarlo esta vez, por supuesto intentar no siempre incluye una certeza si no mas bien una posibilidad y la suya incluía saborear en mas de un sentido a aquel delicioso joven y de permitírselo… probar el exquisito cuello de la condesa…

El sentimiento que aquella mujer despertaba en el era diferente al de las demás, aunque era hermosa y desearla era inevitable también le agradaba… del tipo que se conserva, del tipo con el que solo compartir una copa parece ya placentero

por **Cassandra Albrioni** Miér Ago 03, 2011 11:54 pm

Lo observé beber y luego escuché a Yudea quien me sonreía y hablaba con cierto tono de picardía. Reí ante lo que dijo, la sola idea de considerar como mi presa a otro vampiro en cierto modo era tentadora y graciosa a la vez.

-Como presa… -susurré pensativa, sin mirar a mi acompañante. Hace años que no probaba la sangre de otro vampiro. Deslicé la punta de uno de mis pálidos dedos, sobre el borde de la copa que se encontraba frente a mí. – ¿qué tal está su bebida? – pregunté haciendo que cierto tono de broma se colara entre mis palabras, después de todo no es lo mismo una copa de vino para un humano que para un vampiro.

¿Qué estaría pensando aquel vampiro? Sus palabras me dejaron un tanto intrigada, por lo que exclamé: - ¿No desea compartir? ¿Acaso prefiere conseguir una presa por su cuenta? Sus palabras me han dejado un tanto intrigada monsieur ¿mi actitud o algo en mi forma de comportarme, le ha resultado tan… como diría “amenazante” – hice énfasis en aquella última palabra y proseguí- que le ha dado la idea de que lo veo como una presa? – pregunté con toque inocente, ocultando la picardía en mi voz, sin embrago dejaba que esta se reflejara en mis ojos.

por **Yudea** Lun Sep 26, 2011 12:20 pm

Sonrio- no lo suficientemente buena, preferiría la que se marcho en un interesante recipiente por la puerta hace unos instantes- escucho lo que le decía y sonrio- amenazante? No, tentadora si… pero posiblemente podríamos dejar ese asunto para después… la prese se aleja cada vez mas, estaba algo exitado mientras estaba aquí…ahora, puedo sentir su corazón regresando poco a poco a su ritmo normal, la sangre de alguien completamente aterrado es exquisita, como el licor, la de un humano extasiado es igualmente atrayente, dulce y embriagante… hoy se me antoja de esa manera… usted que dice?- llevándose nuevamente la bebida a los labios- le molesta compartir?

El cantinero por momentos los observaba, al parecer eran un espectáculo interesante aunque solo estaban hablando- o es que- sonrio- el vislumbrarme como presa le parecio tan atrayente que no lo saca de su cabeza?- sonriendo con el comentario ligero. Dar de su sangre era normalmente algo que no haría, solo con una mujer en los últimos 500 años, no recordaba si lo había hecho antes… pero la dama frente a el… con ella podría considerarlo…

A lo lejos el corazón humano tomo su ritmo natural… parecía que la emoción había pasado, estaba tranquilo ahora, si iban tras el… debía enloquecer ese corazón nuevamente, de modo que latiera como si quisiese salir del pecho de su dueño.

por **Cassandra Albrioni** Sáb Oct 01, 2011 6:00 pm

Las palabras del vampiro eran simplemente deliciosas, el solo hecho de escuchar como describía la excitación del joven que antes había estado ahí, me hacía agua la boca. Le sonreí mostrándome de acuerdo con sus palabras y dije: -Monsieur, solo puedo decir que sus palabras han hecho que mi sed crezca de una manera considerable. -

Reí un momento y alcé mi rostro de una forma un tanto engreída - tan grande es su ego monsieur, que cree que por un simple comentario ya invade mis pensamientos…- aunque en realidad la idea de probar la sangre de un inmortal como aquel no sonaba tan mal, recordaba el vigor y el éxtasis que podía llegar a producir la sangre de un vampiro.

Me levanté con sutil elegancia y deposité unas monedas sobre la mesa, para pagar la cuenta. Entonces miré al vampiro y exclamé: - entonces, vayamos a enloquecer a aquel suculento corazón-.

por **Yudea** Jue Oct 13, 2011 12:05 am

Rio ante el comentario, que si su ego era tan grande? por supuesto que lo era, se encogió de hombros y le vio- que puedo decir? soy un chico malo- pagando la cuenta y levantándose, tendiéndole el brazo en un gesto teatral- vemos por ese corazón preciosa dama- sonrió llevándolo.

Tomaron un carro y se adelantaron en la calle, el sonido del joven corazón retumbaba cada vez mas fuerte en sus oídos hasta que estuvo al alcance de su vista, indico al chófer que se detuvieran y salio dejando la puerta abierta, interceptando la muchacho cuando se acercaba a ellos... curioso, pues no parecía exactamente como si lo interceptaran, el chico había casi caminado hacia el, como las moscas a la miel- buenas noches- le saludo y miro descuidadamente al interior del coche, logrando que el joven siguiera su mirada y sonrió al notar como su ya agitado corazón se aceleraba aun mas... - quisiéramos hablar contigo, por que no subes?- y aunque uso su poder de persuasión estaba seguro que el joven no se había percatado de ellos, pues embelesado había subido sin chistar, yudea subió después de el dejándolo en medio de los dos.

por **Cassandra Albrioni** Dom Oct 30, 2011 8:40 pm

Me mordí el labio de forma suave al escucharlo decir “soy un chico malo” eso podía ser tentador, tomé su brazo cuando me lo ofreció aceptando la propuesta, le sonreí en correspondencia a la sonrisa que me había ofrecido y salimos.

Esto era algo, umm como lo podría definir ¿excitante?, si era excitante la caza, el salir detrás de aquel corazón con un vampiro prácticamente desconocido. El retumbar de ese joven corazón era una hermosa melodía que resonaba en mis oídos y la seguridad y premeditación de Yudea eran algo extraordinario.

Una vez que interceptamos a nuestra presa, mi deseo por ella crecía, aguardaba en el auto escuchando al vampiro mientras hacía su papel, con tal naturalidad y maldad que hacía que mi sed creciera. Controlé mis deseos y una vez que el joven entró al auto, crucé mis piernas, y me lleve la punta de uno de mis dedos hacia mis labios, le mire sobre mi hombro y le sonreí con picardía. ¿Y ahora que haría Yudea? Me moría por seguir viendo como actuaba en la caza.

por **Yudea** Jue Nov 24, 2011 10:03 pm

El chico subió y no cabía duda que aun bajo el hechizo de yudea sus ojos no podían evitar buscar la belleza de la mujer a su lado, sabia como es que el joven debía estar viéndola, debía pensar que era maravillosa, que su belleza era casi antinatural y mágica, recordaba como tantas veces el habia visto a su maestro pensando en lo maravilloso que era, en que quería aquella presencia y al volverse un vampiro mas se había dado cuenta de lo simple que habia sido su perspectiva y su existencia.

-Mi estimada dama parece que su belleza ah hechizado a nuestro acompañante- dijo como si hiciese un reproche- como espera que podamos hablar si despliega de esa forma todo su encanto?- pregunto al ver como el muchacho se quedaba como un tonto completamente cautivado por su sonrisa, aquello era bueno, podía sentir el deseo crecer en el muchacho, su sangre casi bullendo en sus venas, el chico se volvía a casa segundo un bocado mas y mas apetitoso. Se adelanto y ordeno en voz baja que les llevasen a las afueras de la ciudad... necesitarían un lugar solitario donde jugar con su bocado.

por **Cassandra Albrioni** Sáb Dic 17, 2011 7:58 pm

Aquel chico que minutos antes había estado hipnotizado por Yudea, ahora me miraba con sus grandes ojos que me recorrían y parecía que quisiera ver más de lo podía. Leía sus pensamientos claramente, su deseo por Yudea y por mí, su mente imaginaba infinidad de escenas y su cuerpo sin intención reaccionaba a los pensamientos, su sangre se calentaba y su corazón cantaba de una forma un poco acelerada, pero exquisita.

Cuando el vampiro habló, el joven al caer en cuenta de sus palabras se sonrojo e hizo acopio de toda su fuerza para apartar su vista de mi y luego mirar hacia el frente y no ser imprudente al mirar a mi acompañante. Reí suavemente por lo que dijo Yudea y respondí:- oh! Monsieur que se puede hacer cuando una dama es hermosa, es hermosa –reí nuevamente, luego proseguí- además tal vez nuestro joven invitado… -hablé con sensualidad- ni siquiera quiera hablar. A veces las palabras parecen estar demás- miré al vampiro con complicidad.

por **Yudea** Mar Ene 10, 2012 3:43 pm

Viro la mirada suavemente a la condesa, precavido, no estaba hablando parecía que tuviese miedo de cometer alguna tontería y yudea se acerco jalando al chico por la cintura y poniéndolo de lado, de frente a la condesa, sus manos acariciaron levemente su vientre y sus colmillos levemente crecidos acariciaban la piel de su cuello, dejando que su aliento le erizara la piel.

-no es acaso una mujer hermosa?- pregunto a su oído mientras con su mano libre le sostenía el mentón, manteniendo su cuello expuesto para el- acaso no harias todo para hacerla feliz?- murmuro y el chico asintió en medio de una neblina de confusión en la que solo podía obedecer. El vampiro mayor sonrió y enterró un poco los colmillos, solo haciéndolo sangrar un poco para lamer la sangre que salía…el humano, solto un gemido de placer- creo que le te anhela condesa.

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