Es contagioso [libre]

por **Layla J. Kristiansen** Mar Mayo 10, 2011 2:17 pm

Mi estancia en Francia no había sido fácil, además de que tanto aqui como en muchos lugares, mi gente no era bien vista, y a pesar de que eso era lo menos que nos importaba, aun así, daba cierto recelo.
Todos somos seres humanos ¿porqué debeis tratarnos como bichos raros? Pensé mientras salía de la gran carpa. Había terminado mi sesión de adivinación y estaba exhausta, muy a pesar de que nos dijeran "ladrones" o "chantajistas" no podían dejar a lado su curiosidad de saber su futuro...¡bah!

El crepusculo se iba acercando y las diferentes carpas de entretenimiento iban dando su despedida, claro està, que solamente se cerraba la diversion para los de afuera, porque entre nosotros la noche era simplemente memorable.
El traga fuegos habia encendido la fogata con todo el contoneo de su danza, y los musicos comenzaron a dar las primeras notas.
Los gitanos por naturaleza, habiamos sido privilegiados con dotes artísticos, y el baile y el canto eran aquellos que no los desperdiciabamos para nada.

Una de las ancianas se me acercó y me tomó de la mano. Casi siempre cargaba una capucha ocultando mi rostro puesto que no me gustaba mucho que me viesen ¿porqué? sencillo.

La capa se deslizó rapidamente por encima de mi larga cabellera roja y entonces la luz de las brasas crujientes iluminó mi rostro. Las demas bailarinas se me acercaron a observarme, pocas me habian visto completamente, por lo que al ser nueva, les habia sorprendido ¿acaso nunca habian visto una gitana peliroja? Pensé con notable desacuerdo. Donde sea era asi.
Me puse de pie y entonces sacudí mi pollera. Les di una sonrisa y entonces giré sobre mis talones.

-¿Querían que baile?...pues le demostraré lo que es entregarse a un cuerpo...-dije mística mientras hacía girar los extremos de mi falda y mi cuerpo se movía, al rededor de la llamarada abrasadora de la fogata. Las demas continuaron el ritmo y las panderetas y tamborilones siguieron mas rapido, las voces se elevaron, y la gente de afuera se inmiscuía a lo lejos, contagiandose de la "maldicion" de los errantes

por **Kwon Jae Wook** Miér Mayo 11, 2011 11:05 am

Esa tarde - que ya moría y por tanto, no le hacia daño-, el joven vampiro había ido hasta ese sitio, buscando a aquella niñata loca, se sorprendia a si mismo. No era que le interesara... Es más, no le caia bien... NO! no podía estar pensando asi. No podía mentirse a si mismo. Le tenía ago de estima a la torpe mujer aquella. Notaba las miradas recelosas de algunos.

Se habia armado de toda su seguridad para pisar aquel lugar donde la gente era tan... rara. Suerte que el no solo era un humano de clase alta y gran atractivo, era, todo un vampiro- joven, si y eso que?- y no precisamente un ser que va caminando entre las sombras para no quedar al descubierto. No, el siempre iba por las calles, bajo las farolas con su frente en alto.

Como fuera, olisqueó el ambiente. Todo un kaleidoscopio de aromas. Pero no la sintió. Esa niña ¿en serio quería ser una mujer decente? Movió la cabeza y soltó el aire de sus pulmones con gesto irritado. Detuvo a uno de los jovenes gitanos, un chiquillo de uno trece de edad, posiblemente, y le pregunto por ella.

"No, salió temprano y no ha regresado" Fue esa la respuesta que recibió. Pateó el suelo. Por una vez que hacia algo medianamente bueno!! Y... bueno, no era culpa de nadie. Se cruzó de brazos. Ya que estaba alli, bien podía husmear un poco más allí, aprender cosas que no sabía. Cosas que no se aprenden en los salones de madera con un tutor.

Avanzó entre carpas, carretas y cuerpos. Las llamas los llamaron. Y se quedó alli, de pie junto a una de las carpas, al parecer "esas" gentes, tendrían una fiesta de esas suyas. Hasta eso... no bailaban mal....
Un destello rojizo fuera de la hoguera... Frunció el ceño. El nunca habia visto un cabello como aquel... No hizo nada, más que pasear sus ojillos entrecerrados sobre aquellas personas, en especial, esa chica de cabello como una llamarada y una piel clara, nada que ver con los cuerpos bronceados que la rodeaban

por **Layla J. Kristiansen** Miér Mayo 11, 2011 1:35 pm

La pollera de colores se iba ondeando a medida que me movía, el sonido del tacon bajo de mis sandalias hacia eco junto con el bum bum de los tambores y las castañuelas, los acordeones hacian un tirineo agudo mientras que las voces se alzaban a los cielos.
Mis ojos estaban bien abiertos, y una amplia sonrisa se dibuja extensa en toda mi cara. Las comisuras de mis labios estaban bien estiradas hasta que salí de la ronda jadeante y la mujer mayor, Selena, me había pasado una vasija con vino, a pesar de que no era buena con el alcohol, lo acepté con una radiante sonrisa mientras entre risas me iba alejando de los demás.
No es que yo fuera antisocial, y no es como si yo no quisiera estar con los mios, era simplemente que en noches como esta, me gustaba estar mirando el cielo, la luna ¿era tan parecido a aquella vez?

Di un suspiro mientras caminaba dando zancadas y brincos por el entabicado suelo.
Cuando alcé la vista, un escalofrío recorrió mi cuerpo, justo cuando mis ojos se estrellaron sin freno contra unos hermosos y misticos ojos. Me mantuve imperterrita y entonces solté una sonrisa algo tenue pero dulce a medida que pasaba mi dedo por mi mejilla, y este recogía un mechon suelto, ubicandolo detras de mi oreja.
Caminé detenidamente hacia la silueta que era de por si, mas alta que yo -mi escaso 1.50 y algo era facilmente sobrepasado- La musica era alta al igual quelas risas encandiladas de los gitanos.
Algo me decía "detente" "no vayas" "no, no, no, ¡no!"
Y alli estaba yo, a unos metros de la silueta, con mi ceño levemente fruncido y mi estupida curiosidad. Intenté no tropezarme, no caerme, no hacer el ridículo, se me daba bien, era circense ¿que mas que una atraccion publica? ¡nah! para seros sinceros, yo era diferente, muy diferente.
-¿Acaso no sabeis que no es bien visto que alguien de su... status esté fisgoneando a unos artistas gitanos? -dije detenidamente, y alli estaba yo, con mi barrera defensiva a prueba de sentimientos, a prueba de todo. -No sería bueno que alguien lo viera, en especial alguien de los nuestros...¿o es acaso que el joven busca a alguien? -dije pasando mi mano por la baranda que sostenia la carpa y entonces atravesé la tela y aparecí a su lado, como un hada curiosa, mirandolo escrutante, sin atisbo de miedo, a pesar de saber...que no era, y definitivamente, no era humano.

por **Kwon Jae Wook** Lun Mayo 23, 2011 12:54 pm

La gracia de las danzas de los gitanos, le gusto, muy a su pesar. Era diferente, sensual, te atrapaba sin remedio, no como esos bailes en el salón del palacio, donde todos seguían un protocolo de pasos. Ni siquiera era como las fiestas que celebraban en su natal Corea, o en el pais vecino. Esos también eran coloridos, pero esos bailes callejeros, tenían tanta magia que era imposible no setir las ganas de aplaudir y desnudarse… y ser uno de ellos.

Se imaginó a si mismo, con su pecho apenas marcado, sin vello, y ese color de un pálido bronceado, nada de ese niveo enfermizo que tenían otros vampiros. No podia dejar de ver a esa pelirroja. Mientras por su garganta podia ver descender el vino. Y, entonces, sus miradas se cruzaron. Sintio Algo cuando eso paso, pero aplastó ese sentimiento como si de un mosquito molesto se tratase.

Lo que no esperó, y por ello se le salió de control la mueca de sorpresa, fue que ella se acercara hasta él. Pero en cuanto le dijo aquello, dio un respingo y volvió a su pose altanera de siempre.[/i]
Yo puedo estar donde se me plazca, a ti no te importa. Seré rico, pero no pienso vivir encerrado en una jaula de oro, sabes? La miró aparecer y le dedicó su mirada más fria y mordaz No me gusta esconderme como rata. Me agrada más ser el centro de las miradas… y los tuyos, niña boba, no me asustan, he visto peores cosas…-pero, por la forma en que esa mujercilla lo decía, quizás si que era probable que los gitanos fueran gente m´pas observadora que los ciudadanos “normales” de Paris… Aunque en estos, existían tambien diferencias, podían ser tan… irritantes y preferiblemente, deseaba que esa gente desapareciera, como aquella especie de mujer de la realeza que habia tenido la desgracia de toparse o como aquella zorra con unas agallas y orgullo desbordante como el mismo.
¿Cómo sería esa gitana de cabellos rojizos?

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