Perfumen -Doreen-

por **Iohban** Jue Jun 09, 2011 6:34 pm

Paseo, tranquilo, mirando cada escaparate de las tiendas, no sabía que buscaba, pero en realidad…lo encontraba, generalmente de manera imprevista, aunque me mirasen raro, tenía dinero y era sorpresa, nunca lo tenía…el aroma de Paris, teñido de un ligero sabor agrio por las cenizas de las fabricas y el ruido de las carretas pasando como locas de un lado hacia otro, la tarde era algo… ¿tibia? Podría decir que si, era tibia, no lo sabía, una tibia tarde, ajetreada y tranquila por el momento…

-Deme…un trozo de esa carne…- Pronuncio como puedo al mercader que estaba me miraba, parecía árabe o de esos orígenes, y el hombre sirvió dentro de un pan ahuecado y ancho…arroz y carne con verduras, el aroma de la cebolla salteada en la manteca era inconfundible y luego el sabor de la carne asada…inconfundible, estaba bueno…una especie de sándwich árabe…

Pago al hombre y sigo caminando, paseando con suma lentitud, y siento un aroma, un perfume parecido al que ya había sentido hacia tiempo, frutal…creo…no lo sabía, pero sigo comiendo de mi sándwich extraño y al mismo tiempo persigo buscando el perfume…el aroma…aquella brisa con sabor a frutas que inundaba mi nariz…sabía bien…
Gruño molesto y luego bostezo, sigo paseando por el lugar, y luego comienza a levantar viento, mescla los olores, cuero, comida, perfumes, hombres y mujeres y niños y ancianos…todo se mescla, me marea, me desorienta ¿Dónde estás? Quizás y solo quizás… ¿valdría la pena encontrarlo? Y luego de encontrarlo… ¿Qué haría con eso? Sigo caminando…paso a paso; Veo a una mujer, pero no percibo nuevamente aquel aroma a frutas…vuelvo a gruñir…

Una tibia tarde en el mercado ambulante de aquella extraña ciudad con extrañas personas, comiendo un sándwich extraño persiguiendo algo extraño…todo era extraño en este lugar, pero de cierta forma complacía el saber que no estaba tan raro; Parecía todo sincronizado, la gente yendo y viniendo sin frenarse, muchos iban acompañados y tomados por el brazo, con sus galeras y sus bastones, había mujeres también mirando a los hombres que no estaban solos…sincronizado, aburrido, premeditado, predecible…tibia tarde en el mercado ambulante, meto otro bocado del sándwich en mi boca, camino hacia la mujer, le choco accidentalmente y otra vez llegan a mi nariz un coctel de frutas en perfume, levanto la cabeza… ¿Dónde estás?...no te encuentro, me frustro, miro a todos lados…no te encuentro…

por **Doreen Jussieu** Vie Jun 10, 2011 9:01 pm

Su cuerpo estaba completamente débil. Desde hace varios días la castaña no había podido dormir lo suficiente a pesar de esta acompañada por el teniente. Se sentía mal, bastante frágil y es que tenía varias pesadillas extrañas que no la dejaban en paz pero no tenía ganas de contarlas por temor a burlas o a preocupaciones de sus seres queridos. Aquel día empezaría con el pie derecho. Iría al mercado a comprar cosas para poder hacer una cenar perfecta en el hogar de su amigo el conde. Compraría también los ingredientes necesarios para poder hacer un delicioso pastel de chocolate. Para Doreen todo aquello que tuviera relación con la casa era demasiado relajante y disfrutaba de cada detalle que hacía relacionado con eso. Era cierto que se había escapado de casa por no querer casarse con la persona que su padre le impusiera, pero nunca había despreciado el hecho de servir al hombre, sabía su lugar ante la sociedad, sabia que las mujeres no tenían de voz ni voto más sin embargo aquellos que la amaban la trataban como su igual y la dejaban opinar en las cosas de la vida para poder escoger lo que se quería.

Después de arreglarse un poco, se dio a la tarea de hacer una lista de cosas que tendría que comprar, un poco de carne, verduras, pasta, especias, tofu, de todo para poder dejar la cena perfecta para cada una de las personas con las que vivía. Sonrió guardando el pequeño papel con dinero en la bolsa pequeña que tenía en el vestido. Salió de la casa sin mucho ánimo aun por la falta de sueño y por las pesadillas, necesitaba saber el significado de cada una de ellas, pero no sabía con quien recurrir para que se lo descifraran, decidió tranquilizarse, si buscaba que el día fuera bueno lo más prudente es que apartara sus pensamientos de todo lo malo. Doreen siempre había sido una chica que buscaba lo positivo de las cosas, siempre buscando un pretexto por el cual sonreír, pero los sucesos que estaban pasando por su vida le estaban dejando un cansancio mental que pocas veces era visto y necesitaba un descanso, necesitaba consentirse, necesitaba un poco de paz para encontrarse y seguir de pie. En muchas ocasiones se preguntaba si esa parte positiva y amorosa que tenía era bien vista, si la valoraban y amaban o simplemente llegaba a fastidiar. Opto por la primera opción, ya era demasiada negación en su vida. Soltó su cabello mientras caminaba, el amarre tan fuerte le estaba provocando el dolor de cabeza y quería estar fresca. Tomo una gran bocana de aire, soltó por completo el aire que había adquirido en su interior y por fin sintió relajación formando una sonrisa encantadora en el rostro.

No tardó mucho tiempo en llegar el lugar. La mezcla de olores era evidente. Comida, sudor, ropa nueva. Todo aquello era una mezcla de cosas que a pesar de ser tan distintas, era una especie de armonía. Doreen comienzo a comprar todo lo marcado en la lista, poco a poco su bolsa de mercado se fue llenando. Estaba a punto de comprar lo último cuando al girar de forma suave un cuerpo corpulento chocó contra ella de forma brusca haciendo que las cosas cayeran rodando por el suelo del mercado. La castaña sintió el golpe tan fuerte que se perturbo unos momentos - Ouch - Fue su prime sonido antes de ponerse en marcha para recoger cada una de las cosas - Lamento mi torpeza, no me fije - Su educación le exigía pedir disculpas aunque ella no tuviera la culpa, además no sabía si con la persona que se había chocado se había hecho daño, esperaba que no. Después de recoger las cosas levanto el rostro un poco apenada - Disculpeme joven - Lo miró de manera tímida mientras acomodaba su vestido y le miraba a los ojos. Nunca antes había visto al hombre andar por esos lugares. Se sintió completamente nerviosa pues muchos de los hombres eran demasiado violentos con las damas como ella. Abusadores que solo buscaban eso, pasar un momento de diversión molestando a alguien inofensivo. Dio varios pasos hacía atrás intentando descifrar a su acompañante.

por **Iohban** Sáb Jun 11, 2011 9:20 am

Simplemente me di la vuelta, escuchar unas suaves y dulces palabras que provenían de algún sitio y mirar hacia abajo, solo pasa un tipo con una boina y decido quitársela, veo que el hombre se frena para intentar acotar o quejarse, solo lo miro y veo que el hombre se aleja, había perdido su gorra yo me había ganado una, sonrió y vuelvo a mirar hacia abajo…una bella muchacha me pedía disculpas, por lo que me agacho delante de ella y le ayudo a recoger sus pertenencias, de vez en vez mis torpes manos roan las de ella, pero eso no me impide a nada, solo sigo con la tarea de ayudarle.
Una vez acabada la tarea me levanto y tomando mi reciente adquirido gorro le hago una leve inclinación, le saludo, pero no sonrió, no aun…es decir…¡es una extraña! Aun no se merece ver mi risa, ni nada parecido, aunque una extraña muy bella por cierto y de una forma u otra pienso en algunas cosas locas que corren por mi cabeza…
-Eu sou a única que deveria pedir desculpas a você mulher linda*-. Inclino un poco la cabeza, hablando con un fuerte acento portugués y con una mirada seria, de ojos amarillos profundo y luego me levanto nuevamente, solo para ver el aura de la muchacha, sonrió entonces y veo el brillo de la chica, era algo parecido…quizás a mis ojos, claro…parecido a un color blanco nacarado con un tono algo azulado, luego huelo su perfume y niego con la cabeza…
Parecido, pero no es…muy parecido…
-¿iria deixar esse servidor pode lhe dar ajuda linda?**- Otra vez abro la boca, no aun…no confíes, me alejo un paso de ella, le miro con los ojos entrecerrados y luego me doy vuelta, alzo la cabeza…intento rastrear el aroma a perfume, pero sin embargo siento algo extraño en la boca de mi estomago…llevo hacia allí mi mano y miro a la muchacha, siento como si algo extraño pasara de un momento a otro -¿Dejaría que le acompañe a su hogar?-. Vuelvo a mirar hacia ella, pero solo un momento y sigo mirando por todo el sitio, era algo extraño…sentía que había algún tipo de peligro y debía de ayudarle, después de todo…era un guardián…
Por si fuera poco…levanto la mirada, no había parecido que fuese a llover aunque el día estuviese algo grisáceo, pero así era y…llovía, fuerte, de improvisto, y de repente las personas comenzaban a alejarse buscando refugio, mas yo simplemente levante la cabeza y disfrute de las gotas…cayendo incluso en mi rostro y en mi torso, dejando ver el color marrón bronceado de la mi piel y suelto un largo suspiro…

*yo soy la que deberia de pedirle disculpas a usted bella dama
**dejaria que este servidor puede darle su ayuda bella?

por **Doreen Jussieu** Lun Jun 13, 2011 7:46 pm

El corpulento hombre hacia que la delicada y pequeña señorita se sintiera un poco intimidada, dio varios pasos hacía atrás un poco temerosa. Ningún hombre era delicado y comprensible cuando se encontraban en estas situaciones, no porque no quisieran ser unos caballeros, más bien se portaban como patanes porque la sociedad se los pedía. Le sonrió ampliamente, no podía negar que la tratará de manera delicada y que se ofreciera en escoltarla hasta su hogar era algo encantador. - No se preocupe, aun me faltan dos cosas por comprar - Le sonrió mientras se encogía de hombros - No quiero retrasar su camino - Se sintió un poco nerviosa. Para ser honestos Doreen no sabía de otros idiomas que no fueran el inglés, el francés y el español, pero los manejaba con complicaciones ya que cuando los aprendió no tenía con quienes desarrollarlos. Daba gracias de haber escapado de casa porque ahora tendría la oportunidad de desarrollarlos, pero ese idioma que había hablando el joven no lo sabía. Lo miro completamente confundida - ¿Qué dice? - Sus mejillas empezaron a tomar un tono carmín, que aunque la delataban que estaba completamente apenada, la hacía ver más hermosa de lo normal, más inocente. - ¿Acompañarme a la casa? - Hizo una mueca, no sabía si era apropiado que un hombre desconocido la acompañará a la residencia de su amigo el licantropo, no podía tomarse atribuciones de llevar gente a una casa que no era suya. - No se preocupe, puedo irme sola - Le sonrió con timidez y tomo su mano para darle un apretón en manera de agradecimiento para luego soltarla.

El clima perfecto de París había tomado un tono gris que hizo a la chica formar una mueca en sus labios rosados. Parecía una pequeña queriendo hacer un berrinche cuando algo no le parecía. La lluvia le gustaba, las tardes nublosas y lluviosas pero ahora estaba en la calle buscando los ingredientes correspondientes para poder deleitar a las personas que amaba y si llovía probablemente haría que todo lo que compró se arruinará. Y como si aquello hubiera sido una maldición las gotas de lluvia comenzaron a caer del cielo. Su rostro estaba mojado completamente unos cabellos traviesos se pegaron a la piel de su cuello desnudo, a su rostro y ella solo miro a su alrededor para poder saber donde refugiarse. La castaña volvió a tomar la mano de su ahora acompañante pero ahora tiro de manera suave de esta - Tenemos que cubrirnos de la lluvia, no quiero que las cosas que traigo se echen a perder - Camino de manera torpe por las calles del sector comercial de París. Comerciantes caminaban de un lado a otro resguardando su mercancía. Para mala suerte de Doreen no encontraba donde refugiarse. Una señora de manera amable se acercó a ella entregándole una bolsa de cuero para poder cubrir los alimentos y no se le echaran a perder. La chica agradeció acomodando las cosas, mojarse bajo la lluvia ahora no le preocupaba.

Miro al hombre soltando su mano - Mi preocupación se ha ido - Le sonrió - ¿Cuál era su camino antes de verse conmigo? - Observó a su alrededor. La calle había quedado libre de compradores, uno que otro comerciante se paseaba a un corriendo por el lugar. La chica soltó un suspiro profundo y pronto recibió un gran golpe en la espalda. Esta completamente perturbada se tomo la cabeza al sentir que esta se le movía, se la agarró con fuerza intentando calmar el dolor del golpe - Ouch - Dijo apenas mientras su cuerpo se giraba un poco aun sosteniendo su cabeza para ver que había pasado. Un pobre hombre buscando a su niño entre la lluvia y el lugar había caído y choco contra el cuerpo de la delicada humana. Está tendió su mano con cuidado aun sabiendo que no tenía la fuerza suficiente para levantar al hombre - ¿Me ayuda joven? - Miro de reojo al hombre alto que tenía a un lado y se había ofrecido a ayudarle.

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