[Priv]¿Quien eres tu? [Carmmine]

por **Lilith Guillory** Sáb Jul 02, 2011 6:36 am

Corre, corre, corre, corre…

Me iban a pillar si no me daba más prisa. Guardé corriendo el collar de oro en mi bolso y seguí corriendo evitando a la gente, pasando bajo los carruajes parados y los que circulaban por medio de la calle. Intentando que no me atropellasen. Pero lo más importante era que no me cogiesen. No quería que me matasen….

Me subí a unas cajas y me encaramé a una vaya de madera. Miré hacia atrás el hombré me buscaba. Me tiré al otro lado de la vaya y caí al suelo rodando. Salí corriendo sin nisiquiera limpiarme el polvo o la tierra. Sin mirar si me habia hecho algo. Nada. Cuando crei que me iban a estallar los pulmones paré despacio. Cogiendo aire. En un lado de la calle, oculta, en la sombra, donde no fuese molestia a los caballeros y señoras que paseaban por allí. Ni que yo fuese un parasito. Me limpie la tierra. Por suerte habia caído bien.

Miré a todos lados aun recuperándome. Los habia perdido. Menos mal. Ya crei que iba a darme algo. Pero habia conseguido el collar. Por ese collar iba a poder sacar mucho dinero. Si. Me puse recta al oir a alguien gritar, un policía. Corriendo me agaché tras unas cajas. Donde no pudiesen verme. La gente como yo no eramos bien vistos en estas calles. Pero habia que admitir que aquí era donde podía sacar más provecho, como hoy. Aunque si bien también era donde era más peligroso. Pero nunca me habían cogido y nunca lo harian.

Me asomé tras las cajas y miré a mi alrededor. La policía habia pasado de largo, menos mal. Iba a poder volver victoriosa hoy. NO me caian bien la gente emplumada y llena de caprichos. Además eran malos. Pero una ley que habia aprendido en el cmapamento era que aunque no nos gustasen. Esos eran los que poseían más cosas y a los que eran más facild e sustraer. Por suerte para mi, mi cara infantil me facilitaba mucho esta labor.

Que calor tenia. Y encima habia perdido a mi monito. Seguramente volveria solo a casa y creo que yo también debería volver por que se estaba empezando a ahcer de noche y no me gustaba estar lejos del cmapamento de noche. Por que por la noche es cuando nos matan como a ratas. Hoy ya era bastante de noche. Me choqué contra algo o alguien.

O.O

O no…o no… Miré despacio hasta arriba, habia una emplumada. Corriendo la empujé ligeramente y me dispuse a salir corriendo, a huir de allí. A huir. El miedo me habia atenazado, la muerte, lso recuerdos, las imágenes, las lagrimas. Pero yo no iba a morir no… Me giréy tiré pero…no! Me habia cogido del brazos. Con fuerza. Tiré pero no me soltaba. Tenia mucha fuerza. Miré hacia atrás, era una mujer…era extraña, pero me tenia cogida con fuerza y me miraba.

-Suelteme suélteme.

Patalee en el suelo con mis pies descalzos intentando que me soltase. Pero no lo hacia. Se habría creido que me habia perdido? No lo creo. Mis ropas me clasificaban como una gitana. Algo malo para los emplumados. Seguí tirando, intetandoq ue me soltase

por **Carmmine Von Misson** Mar Jul 05, 2011 3:28 am

Hastiada por pasarse todo el día en casa decidió ir de compras, no es que fuese realmente vanidosa, pero ahora tenía alguien a quien quería impresionar. Se sentía de nuevo como si fuese una joven mortal de diecisiete años sin mayor preocupación que aprender y disfrutar su juventud. Por fin estaba recuperando todo ese tiempo que por culpa de su padre le habían arrebatado, en cautiverio aborde de Victoire. Eran malos recuerdos, y se acarició suavemente las sienes esperando alejarlos, había mejores cosas que pensar.

Decidió salir sola, le pidió al cochero que la esperara en una de las cafeterías de la zona mientras dejaba que los dóciles corceles descansaran del viaje desde su mansión en las afueras de la ciudad. Ya había caminado por la vitrina de varias de las tiendas, y no había encontrado ni un solo vestido que llamase si atención, pero aún le quedaba más de la mitad del centro comercial de París que aún no había recorrido.

Finalmente una de las vitrinas exteriores de una de las tiendas había llamado su atención, contenía un maniquí con un precioso vestido de un intenso rojo. De pronto un golpe en su costado le había quitado la concentración, y giró ágilmente para ver de quien se trataba.

Tomó del brazo a aquella frágil jovencita, o eso le parecía, mientras ella trabaja de forcejear aunque era obvio que no podría competir con su fuerza.

- Te están persiguiendo – le dijo al oído para que se calmase y dejase de llamar aún más la atención de la gente que a esas horas paseaba por aquella concurrida calle.

No sabía porque le importaba, acabaría haciendo algo imprudente, pero así era ella, demasiado ingenua como para dejar a alguien en problemas aun sin saber si se merecía ayuda alguna. Ya con una segunda mirada notó que la jovencita era una gitana, esa manera de vestir la delataba, pero iba descalza, algo sin duda poco común, además de que debía ser molesto.

- ¿En qué problemas te metiste? – dijo señalando a un policía que miraba hacia todos lados desde la acera del frente, pero sin soltarla en ningún momento – No tengo intenciones de entregarte, así que no te preocupes –

Acto seguido se paró detrás de ella, para interrumpir el campo visual del policía, mientras la soltaba finalmente. Si quería huir estaría bien, era algo completamente normal tratándose de una completa desconocida, pero algo de compañía no le vendría mal aquella noche.

por **Lilith Guillory** Miér Jul 06, 2011 1:50 am

Me asomé por un lado de la mujer. El policía seguía allí. Levanté mi mirada a los ojos de ella. ¿Por qué me habia ayudado? Lo más normal seria que me entregase, o que me hubiese gritado por chocarme con ella. Si…eso era lo más normal. Pero…está mujer…la continue mirando…no parecía para nada normal. Pero seguía sin cuadrarme.
Por fin me soltó el brazo y yo la miré. Era hora de salir corriendo a mi refujio en mi casita. No quería acabar muerta. Y fiarme de una emplumada….no…me daba miedo…

Me giré dispuesta a salir corriendo antes de que me viese el policía. Pero cuando apenas habia dado dos pasos me paré de golpe y mi cara se puso blanca como la tiza a la vez que un temblor recorría todo mi cuerpo. Empezando por mis pies, pasando por mis piernas, mis brazos, subiendo por mi columna y acabando en el cuello. O.O Por esa calle mirando en cada callejón por el que pasaban atentos a cualquier señal estaban el hombre y la mujer a la que le habia cogido el colgante. Como…como se enterasen. Gritarian, el policía se enteraría, esta mujer no me ayudaría, me entregaría, el policía me arrestaría, me quitarían todo, me encerrarían y leugo me matarían. O…directamente el policía o el hombre me matasen de un tiro como a mi papá. P ues como me habían dicho otros gitanos, para ellos no eramos más que ratas. Con las que se divertían pero que si molestaban las quitaban del medio. Otro escalofrio peor que el primero me recorrió el cuerpo. No quería morir. Era muy joven. Y aunque quisiese volver con mis papas. Aun no podía hacerlo. Se lo prometí a esperanza.

Miré a un lado de la calle, tiendas, al otro tiendas..Ninguna valla por la que saltar, o callejón en el que esconderme. Por un lado venia el policía por el otro el hombre y la mujer. No tenia escapatoria. Me cogerían. Me cogerían. A no ser que….solo tenia una solución. Una pequeña solución. ¡La emplumada!. Pero…pero…jo…no querria ayudarme. Estaba segura. ¿Porqué iba a ayudar a alguien como yo alguien como ella? No, no lo haría. Pero era la ultima solución que me quedaba y pedia porfa porfavor que saliese bien.

Volví a girarme mirando a la emplumada. Poniendo cara de niña pequeña asustada. Aunque la verdad esta vez no me hacia falta fingir mucho. Pues verdaderamente estaba asustada, palida y temia lo peor. La miré suplicante pidiendo ayuda. Bailaria para ella, o le ayudaría en alguna tarea, le daría todos mis ahorros, le leería el futuro gratis. Lo que fuese. Todo menos…menos…que me pillasen.

Dudé si decir algo. Pero crei que no seria necesario que solo seria una perdida de tiempo. Le hice un gesto con la cabeza a los dos emplumados que se acercaban cada vez y que jus me verían de un momento a otro y luego con la mano señalé detrás de ella donde estaba el policía que también se acercaba cada vez más. Luego me miré a mi misma y leugo a ella. Dando a entender que era mi única oportunidad que tenia que ayudarme a huir. Esperaba con todas mis fuerzas que me entendiese. Que fuese al menos una emplumada lista y de buen corazón, aunque habia pocas así, casi ninguna, y me ayudase.

por **Carmmine Von Misson** Jue Jul 14, 2011 12:12 am

Cuando la soltó, la joven gitana no hizo lo que se esperaría, huir. Se quedó parada frente a ella mirando hacia los lados, dejando a la vista aquel rústico y pintoresco bolso del que un casi imperceptible brillo dorado provenía, aclarándole a Carmmine el puzle por completo, descubrimiento que consiguió hacerla esbozar una sonrisa de satisfacción.

La miró con aquellos suplicantes ojos, hasta que una imagen no tan antigua se le vino a la mente, haciéndola esbozar una leve sonrisa. Janosh y sus ojos como esmeraldas. Era un gitano al igual que la jovencita, pero en cuanto a costumbres, eran abismalmente diferentes ya que él bien podría ser el más noble de los gitanos.

- Janosh me regañará si no ayudo a uno de los suyos – dijo seguido de un suspiro, sin importarle realmente que la joven entendiera o siquiera escuchara.

Con un ágil movimiento de su mano tiró de aquel hilo dorado que buscaba escaparse de su bolso, y se lo puso frente a su rostro, el collar de la discordia, pensó. Luego antes de que pudiese arrebatárselo comenzó a girarlo como si fuese una hélice entre sus dedos, para que no lo perdiera de vista en ningún momento, menos luego de que intentara devolverlo a su dueña original.

- ¿No es tuyo verdad? – dijo mirándola divertida pero con un poco de desaprobación – Es mejor que se lo devolvamos a la señora –

Quizás aquello la asustara un poco, pero no se refería a presentarse frente a ella y entregárselo junto a unas disculpas, después de todo no era su problema. Dio un último giro al collar entre sus dedos, para luego lanzarlo casi a ras del suelo y con una aterradora precisión, a los pies de la alterada dama que en esos momentos miraba a todos lados, probablemente buscando a la chica. Primer problema resuelto.

Observó como la mujer sintió el golpecito en su pierna, de lo contrario no se hubiese inclinado a recoger su collar, para luego mirar aliviado a su esposo, que por el contrario aún seguía escrudiñando el lugar probablemente en busca de la causante de tal embrollo. Así que ante ello suspiró, algo fastidiada, aunque en el fondo algo bueno podría salir de esto.

- Creo que no sirvió de mucho – dijo llevándose una mano a su sien, cosa que hacía cuando necesitaba pensar, o al menos creía que para eso funcionaba – Siguen buscándote – dijo señalando primero al policía y luego a la pareja dueña del collar – Sé buena y acompáñame de compras – dijo luego de guiñarle un ojo a la joven gitana.

Claro que eso de ir de compras no era por mera vanidad, aunque el vestido rojo aun lo quería para lucirlo ante Victorio, su color favorito, pensó. Sacudió esas ideas de su mente, ya estaba pensando en nimiedades, lo importante ahora era sacar a la gitana del aprieto, y no sacaba nada con haber devuelto el collar pues seguían persiguiéndola y tarde o temprano la reconocerían con esas ropas tan peculiares que llevaba, aún más al andar descalza por la calle ¡Mala forma de pasar desapercibida!

Así que con una sonrisa en su rostro le indicó la tienda que tenían al frente, quizás iba a divertirse bastante más que en un día de compras normal.

Spoiler:

por **Lilith Guillory** Lun Jul 18, 2011 10:07 am

Alargué la mano pero fue demasiado tarde. Me habia quitado el collar que yo le habia quitado a la otra emplumada. Joooo. Pero era mio!! Quedé absorta mirando el collar que giraba. Era mio. Yo lo habia robado. Me habia costado mucho.
-
¿No es tuyo verdad? – Siiii!! Yo lo habia cogido ahora era mio!! – Es mejor que se lo devolvamos a la señora –

O.O ¿Qué? ¿Qué? Esta emplumada está loca! No puede. No, me matarán. De un disparo. Me comencé a poner más palidad. Tenia miedo. Debia de haberme metido en una tienda o o….era lo único que podía hacer…..Vi como lo lanzaba y me llevé las manos a la boca. Estaba loca. Jooo. Que puntería!! Le dio en la pierna a la emplumada que lo cogió. Pero el hombre malo seguía buscándome. No iba a buscarme y leugo a matarme. Y encima no habría servido de nada por que no tenia ni el collar.

- Creo que no sirvió de mucho. Siguen buscándote– lo se, lo se, lo se – Sé buena y acompáñame de compras

La miré de compras? Yo? Vi como me señalaba una tienda que habia a un lado. De compra con una emplumada. No! Nunca…pero….Me quedé mirando al policía que pareció verme y corriendo del miedo me metí en la tienda que decía. Sintiendo como se metia ella detrás.

Respiré agitada. Me habia librado. Ya no me verían. Estaba... O.O Miré con la boca abierta el lugar donde estaba. Era…Era….increible. Enorme gigante. Estaba lleno de ropa de emplumados. Seguro que costaba mucho dinero. Y había muchas emplumadas probándose ropas. Di un paso al frente con la boca entreabierta mirando. Nunca habia entrado en un sitio así.

….

Me estaban mirando. Las miré yo y les saqué la lengua. No habia sido mi idea entrar aquí so listas. Y no venia a robaros tontainas. Les volví a sacar la lengua. Y entonces vino la encargada que no me habia visto sacar la lengua. Pero seguro que no quería a una rata en su tienda. Pfff. Que mala. Ahhh. Venia con un palo. Ahhh.

-Joven vayase de aquí. No queremos problemas en nuestras tiendas. Ni ladronzuelas si es lo que sois. Largo fuera…aquí no hay nada que te interese. –Movio el palo.-Vamos. No me escuchaste?

Di un paso atrás poniendo cara de asustada. Yo no quería problemas joo. Me topé con la emplumada que me habia “ayudado” y robado el collar que yo habia robado. La miré un seugndo.

-Deje de molestar a las damas.

Pero yo no quería molestar joo! Habia venido con ella. Esperé a ver si la emplumada que me habia ayudado decía algo. O lo dejaba pasar y me echaban a palo. Espero que fuese lo primero por fis. Que yo no estoy siempre robando jo. Solo cuando lo necesito. No si hoy no era mi día.

por **Carmmine Von Misson** Miér Jul 20, 2011 7:29 pm

La había asustado casi tanto como la había hecho enfadar, tendría que recompensárselo luego pero por el momento lo importante era sacarla de la vista de quienes la perseguían, ya que pese a que a primera vista parecía justificado debido a aquel robo, la pena que le darían sería desproporcionada considerando el trato que la policía solía tener con los gitanos hoy en día. Carmmine estaba segura que la pequeña debió haber tenido un fuerte motivo para haber robado ese collar, ya que no le parecía en absoluto uno de esos truhanes que robaban más por vicio que por necesidad. En parte, esto último era lo más triste, que una niña tan pequeña, que seguramente apenas llegaba a los quince años, tuviese que dedicarse a eso para sobrevivir. Debía considerarse afortunada, aunque en el fondo ella misma supiera que tener todo ese patrimonio no le serviría de nada si no le quitaba la soledad ¿Qué iba a hacer con ello? ¿Comprar amigos? ¿Una mascota? Para que después cada vez que los mirara a los ojos sintiera aquella amarga hiel en los labios.

Volvió a poner su atención en la joven, finalmente había entrado a la tienda, pero esas cavilaciones le hicieron tardar un poco en seguirla, y al hacerlo solo se encontró con que se había metido en más problemas, pero esta vez no eran su culpa.

Vio a la encargada de la tienda amenazarla con un palo, tratando de ahuyentarla de lugar, seguramente discriminándola por lo que veía en ella. Aquello la sacaba de sus casillas, así que casi sin darse cuenta se interpuso entre la mujer y la pequeña, tomando con firmeza el palo de madera, y tal vez incluso con demasiada fuerza, tanto que pudo sentir en apenas audible sonido de la madera astillándose entre su mano.

- La damita viene conmigo – dijo con un tono calmado, que no expresaba ni de cerca la rabia que sentía ante aquel trato tan cruel - ¿Acaso también tengo prohibida la entrada? – dijo soltando el palo de madera, que con la impresión que le había causado a la encargada de la tienda tuvo como destino el suelo.

Hizo el gesto de limpiarse la mano, haciendo relucir un anillo de zafiro azul, dándole a entender así que no le convenía seguir tratando a la joven gitana de aquella manera. De los labios de la mujer, salieron a tropezones unas cuantas disculpas, que no le parecían sinceras en absoluto, y que eran más bien palabras vacías para evitarse algún problema con los que serían los verdaderos propietarios de la tienda.

- No debe disculparse conmigo – dijo con una perfecta sonrisa, que en el fondo escondía el mismo cinismo de las palabras que había usado la mujer – Sino con la señorita Guillory – dijo poniéndose detrás de la pequeña, y posando sus manos en sus hombros.

Las mejillas de la mujer se llenaron de un rubor provocado por la rabia y la humillación, pero acabó por ceder, disculpándose con la mirada baja. En lo que tenía referencia al nombre de la joven, lo había averiguado a través de los dones que la inmortalidad le habían concedidos, así que solo había sido cosa de escudriñar en su mente un poco para obtener aquellas dos palabras. Lilith Guillory.

por **Lilith Guillory** Vie Jul 22, 2011 6:52 am

La emplumada extraña se puso delante mia y se acercó a la mujer del palo. Cogiéndolo con fuerza. Y le plantó cara. ¡Por mi!. Ahora si que estaba absolutamente confusa. Haber por que una emplumada primero me para, me ayuda, luego me quita mi collar y lo tira y despúes vuelve a ayudarme. No me lo explicaba. Estaba hecha un lio

Entrecerré los ojos al oir como el palo caia de los brazos de la dependienta y sonaba con un ruido molesto en el suelo. Vi como se disculpaba con la emplumada y no pude evitar mirar a la dependienta. Seguro que lo hacia por que le daba miedo. Anda por que no le pegas con el palo tmabien a la emplumada que me habia defendido ehh…sencillo. Por que era como ella y tenia dinero. Lo normal vamos. No era un rata como yo.

- No debe disculparse conmigo – ¿A no? – Sino con la señorita Guillory

Me cogió y me puso delante ella y puso sus manos en mis hombros que se tensaron solos al notar sus manos. Conmigo se iba a disculpar? Eso tenia que verlo yo.
O.O No salía de mi asombro cuando la vi disculparse ante mi. Era increíble que lo estuviese haciendo. La verdad esque era la primera ves que veía a algún emplumado disculparse ante una gitana. Era un hecho extraño que nadie creería si se lo contaba.
Además…Como habia sabido la emplumada mi apellido. Yo no se lo habia dihco. No habia abierto mi boca en todo el tiempo. A lo mejor era más rara de lo que creía. O era bruja. Como la que habia en el campamento. A unque la del campamento también era gitana y era muy simtatica. La dependienta se fue con la cara gacha muy muy humillada. Por haber tenido que disculpase ante una gitana. Pero eso a mi me habia hinchado de alegría. Y asombro.

Me dejé guiar por la emplumada extraña entre las estanterías de ropa. Y cuando paró mirando un vestido, toquetee mis pulseras. Ante de soltar con una voz tranquila, y dulce, pero a al vez algo chillona de niña.

-Gracias.

Era la primera palabra que le decía desde que me habia chocado con ella. Y bueno. Creo que para empezar no está mal. Pero tenia que buscar la forma de librarme de todo y volver al campamento. No me fiaba de nadie de este lugar. Seguro que alguna está esperando para llamar a un policía o tenderme una trampa. O podia sacar provecho a esta emplumada. No se.

por **Carmmine Von Misson** Mar Jul 26, 2011 5:38 pm

Sonrió complacida al ver que la mujer acaba de disculparse e irse a atender o lo que fuera su trabajo en la tienda, buscaría a alguien más que las atendiera luego pues creyó que hacerla disculparse de esa manera ya sería bastante humillante para ella… Quizás se le había pasado la mano, pero ya no sacaba nada con arrepentirse.

Se acercó a una de las estanterías más que nada por inercia, pues ya se había olvidado por completo de aquel vestido rojo que le había robado la mirada hace unos momentos, así que ahora simplemente veía y esperaba por algo que no estaba buscando. Estaba perdida entre las telas de colores cuando la voz de la joven gitana la traía de vuelta al mundo real, Carmmine no pudo evitar sonrojarse tontamente cuando le escuchó agradecerle, tal vez fuese su voz infantil o el gesto en sí. Era la primera vez que le hablaba siquiera, así que significaba bastante para ella.

- Si te refieres a lo de la dependienta, no hay de que, solo era lo apropiado – dijo obviando todo el ajetreo del collar – Lamento… lamento haberte arrastrado hasta aquí – dijo algo apenada.

No era su intención fastidiarla con todo esto, que seguramente le incomodaba, pero ella también se sentía algo sola. Y no es que no supiera apreciar la compañía de las personas con que trataba todos los días, pero necesitaba algo diferente, algo que ni ella misma conocía. Dio un suspiro antes de volver a mirarla directamente, aun algo apenada.

- Si quieres irte, puedes hacerlo – dijo volviendo la vista al vestido rojo que había antes –No voy a retenerte aquí si no quieres –

¿Qué era aquello que sentía? Era como si tuviese miedo de apresar su naturaleza pero también miedo de dejarla sola para que se hiciese daño. Pero pensó que era tonto sentirse así pues apenas la conocía, así que se maldijo a si misma por pensar de forma tan infantil y se dirigió al vestido rojo que la había encandilado antes, espero que la jovencita decidiera lo que quería hacer. Pero ignorando lo que ocurría afuera…

Pensándolo mejor, había sido una mala idea haberle dicho que podría irse ¿Y si seguían buscándola afuera? No creyó que en un rato se hubiesen rendido, pero ¡Maldición! ¿Por qué se preocupaba tanto? Pero ya no era su decisión, sino de la niña, así que trato de ocultarle su rostro de preocupación cuando se frotó la tela del vestido en su mejilla para sentir la suavidad de lo que parecía ser terciopelo.

por **Lilith Guillory** Mar Ago 02, 2011 2:21 am

La oyó disculparse, pero la verdad me daba igual, habia gente peor y nunca de disculpaban asi que. Después de lo de la emplumada dependienta esta emplumada habia conseguido mi respeto. Si la primera emplumada que lo consigue ya se puede sentir agradecida.

- Si quieres irte, puedes hacerlo . No voy a retenerte aquí si no quieres –

¿Ahora me echaba? No entendía a esta emplumada ni a lo lejos de que iba?. Primero me ayuda, leugo me roba el collar que yo habia robado, me ayudaba con la dependienta y conseguía que me pidiesen perdón..y ahora me echa?? Me estoy liando un poco bastante. ¿

Iba a decirle algo pero se puso a mirar un vestido de super emplumada rojo y yo suspiré y me di la vuelta para irme de allí. Pues a la, devuelta al campamento que ya es hora. Y mañana tengo que bailar. Abrí la puerta de la tienda y me quedé de piedra al ver al policía. Di un paso atrás y cerré la puerta escondiéndome detrás de la emplumada buena.

Me cogí fuerte a su vestido pero el policía me habia visto y estaba abriendo la puerta de la tienda. Bueno…algo bueno…que las otras emplumadas creían que me habia ido…creo. Pero el poli no. Ay que hago….Ay que hago…. Sentí como empezaban ponerme muy nerviosa. Y pensaba en disparos, en aquella noche en mi papá y mi mamá. Miré a la emplumada y corriendo me metí entre un montón de ropa muy rara de emplumadas, intentando que no se me viese. Sin embargo no solté el bajo de la falda de la emplumada que estaba a mi lado. Me abracé a mis rodillas. Tenia miedo. Tenia mucho miedo. Me iba a encontrar, me iba a matar…como a mis papás….tengo miedo…tengo miedo… Cerré más fuerte mi mano alrededor del bajo del vestido de la emplumada. Ahora no tenia a esperanza y venían a por mi. Solo estaba ella. Por favor necesitaba que me ayudase una vez más y no me iría. Estaria con ella.

Tengo miedo tengo miedo…

por **Carmmine Von Misson** Miér Ago 03, 2011 12:38 am

Suspiró resignada al ver que la niña se acercaba a la puerta para salir, dispuesta al dejar el bendito vestido en su lugar para seguirla hasta ver que llegase a su hogar de forma segura, después de todo era bastante tarde, y aunque el policía fuese la mayor preocupación, habrían un montón de peligros más esperando el momento apropiado para saltar sobre ella. Carmmine no supo en que momento la niña se convirtió en su responsabilidad, pero era lo que sentía, y no iba a dejarla sola hasta saber que se encontraría segura, en su hogar con su familia… ¿Tendría familia? Se preguntó, ella misma era en su exterior una joven de diecisiete años, y muchas veces le habían preguntado por qué andaba sola en París con su corta edad, siendo la verdad, el hecho de que no tenía familia, y si es que tenía, no la conocía ni le interesaba conocerla. ¿Qué suerte correría Lilith cuando sus ojos dejaran de vigilarla?

De pronto, de reojo vio como la niña volvía a ella, o más bien detrás, a esconderse, así que dirigió su mirada hacia la puerta para acabar maldiciendo a su suerte. El policía seguramente había revisado todas las tiendas que aún permanecían abiertas, cosa que la extrañó muchísimo ¿A quién le había robado el collar la niña? ¿Había sido a alguien importante? Era lo más probable, sino aquella búsqueda hubiese acabado sin tomarse tantas molestias.

- Cámbiate en uno de los probadores – le dijo mentalmente a la niña – No te asustes, esto es solo un pequeño truco – dijo previendo que fuese a asustarse al oír su voz en su cabeza.

Cogió un vestido que más o menos creyó de su talla, un lindo vestido de un suave celeste, como el color de cielo que Carmmine no había tenido la oportunidad de ver desde que fue transformada. Se lo tiró encima, sonriéndole para que supiese que estaría ahí, que no tenía que temer y que no dejaría que nada malo le pasara.

- Cámbiate y yo lo distraeré – dijo de nuevo mentalmente, y señalándole con el índice el lugar en que se encontraban los probadores – Cuando estés lista solo di “Estoy lista, Carmmine” e iré a sacarte de ahí –

Suspiró para tomar algo de decisión para acercarse al tosco policía, tendría que hacer uso de sus dotes, aunque no necesariamente los sobrenaturales, quizás solo parte de su encanto para distraerlo y averiguar a quién le había sido arrebatado, momentáneamente, aquel collar. Así que caminó hacia la puerta por la que el sujeto acababa de entrar, con una coqueta sonrisa, perfecta pero fingida, para distraerlo mientras la niña se escabullía a los probadores.

por **Lilith Guillory** Sáb Ago 06, 2011 4:06 am

O.O Me estaba hablando la emplumada. Pero no lo había dicho en alto. Tiene que ser una bruja…como la del campamento. Si…si no se….Los emplumados normales no te dicen cosas en la cabeza.

Pero ese ahora no era un gran problema. Lo peor es que el policía estaba aquí y la emplumada medio buena me había dicho que me cambiase en unos…Probadores? Que eran probadores. Miré la tienda, no sabía que era una cosa tan rara. En ese momento un vestido de niña emplumada me cayó en la cabeza. Lo cogí y miré a la emplumada había sido ella. Estaba segura. Pero…para que quería un vestido tan feo?

-“Cámbiate y yo lo distraeré” Miré donde señalaba su dedo y vi salir a una mujer con ropa en la mano. Ah!!! Quería que me pusiese ese vestido tan feo para poder huir sin que el policía me viese. “Cuando estés lista solo di “Estoy lista, Carmmine” e iré a sacarte de ahí”

Asentí aunque no estaba segura de que eso funcionase. Además a lo mejor era de cobarde eso. Quien sabía. Ahora eso da igual. Lo único que quiero es salir de esta tienda de emplumadas malas con un policía que quería matarme y volver a mi casita con esperanza y mi monito. Y lo haría aunque tuviese que vestirme como una emplumada.

Corriendo me metí en uno de esos “probadores” y cerré la cortinita. Me quité corriendo mi camisa, los pañuelitos que llevaba atados en la cintura y la falda y cogí ese vestido tan raro y…. ¿Pero cómo se ponía esto? Uy…esto parece muy difícil…Haber... Me lo metí por la cabeza y como pude empecé a abrochar botones que parecían que iban juntos y a tirar de cuerditas extrañas que había por todos lados. Aguante la respiración como apretaba esto. Bueno da igual.

Me miré en un espejo y me quité mi pañuelo de la cabeza poniéndolo con las demás cosas. Volví a mirarme las pulseras de los tobillos las tapaba este vestido pero las de las muñecas…. Me asomé por la cortinita y vi pasar a una mujer con dos guantes asomando por su bolso. Sonreí picara y cuando la mujer pasó por delante mía saqué un brazo por la cortinita y cogí los dos guantes. Me los puse. Quedan raros con las pulseras pero bueno. Me puse mi bolso y cogí mi ropa en brazos. No la iba a dejar aquí ni loca. Nunca. Era M I A.

Bueno ahora qué? A sí! Tragué saliva y cogí aire para luego soltarlo en una voz alta pero tampoco demasiado alto.

-Estoy lista, Carmmine.

¿Era eso lo que tenía que decir no? ¿No habría metido la pata? Espero que no y que la emplumada me ayude de verdad y no sea todo una trampa para reírse de mí y que luego el policía me mate. Seguro que no. Seguro que no. No seas tonta Lilith.
Me cogí más fuerte a mi ropa esperando que la emplumada Carmmine viniese.

por **Carmmine Von Misson** Jue Ago 11, 2011 6:13 am

“Podías haber sido perseguida por un policía más agradable” dijo para ella misma cuando vio al policía de más cerca, era un sujeto un poco tosco, pero esperaba que al menos tuviese buenos modales, después de todo creyó que la pequeña iba a tardar lo suyo tratando de ponerse uno de esos “molestos vestidos”, como los solía llamar Victorio. Aquello le sacó una leve risa, seguramente dándole algo de ternura a sus facciones… Siempre que pensaba en él acababa así.

Se paró frente al sujeto con una sonrisa en los labios, y saludándolo con un leve gesto de su mano, tratando de analizar su estado para saber qué clase de peligro corría Lilith. Por algún motivo parecía alterado, demasiado como para ser un pequeño robo común y corriente, además el collar ya había sido devuelto a su dueña. Era sin duda extraño.

Comenzó a hablar con él, pero a pesar de un par de miradas con otras intenciones que el hombre le dirigió, parecía demasiado urgido en encontrar a la niña como para prestarle más atención a Carmmine, así que algo hastiada tuvo que rebajarse a usar una de sus habilidades especiales para atraer la atención del sujeto. Lo miró fijamente a los ojos, tratando de inducirle un estado de tranquilidad para distraerlo y sacarle algo más de información.

Sus ojos se abrieron un poco más de lo habitual al oír quienes eran aquellos a quienes les había sido arrebatado aquel collar de la discordia. La esposa del procurador de París… bendita sea la suerte de la pequeña, que no pudo encontrarse con peores victimarios que ellos. Eso explicaba el por qué el policía estaba tan urgido tratando de encontrarla…

- No creo que una niña gitana se atreviese a entrar en una tienda como esta, Monsieur – dijo tratando de hacerle sentir la confianza suficiente para que finalmente saliera de la tienda y pudiesen acabar sus compras en relativa paz. Pero el policía insistió en revisar la tienda de cabo a rabo.

No había mucho donde esconderse además de los probadores, pero a estas horas no había tanta gente y solo uno de ellos estaba ocupado, adivinen por quien. Suspiró cuando lo vio acercarse a los probadores, pensando en una forma de no irrumpir, ya que claramente estaría dispuesto a hacerlo con tal de encontrar o quedarse con la tranquilidad de haber buscado meticulosamente.

- Mi hermanita esta en ese probador – dijo interponiéndose entre él y el lugar donde estaba Lilith, justo escuchó la voz de ella diciéndole que ya estaba lista, y por su bien esperó que así fuera - ¿Qué tal te quedó el vestido? Si no puedo ir por otro que te siente mejor – dijo asegurándose de que el policía y Lilith la oyesen – Con su permiso – le dijo para correr un poco la cortina para hacerle saber a ella que el sujeto seguía ahí.

Finalmente se decidió a entrar al probador con ella, haciéndole un gesto con la mano para indicarle que no podía salir aun, porque… No pudo seguir pensando en ello cuando la vio con el vestido, era sin duda un cambio drástico, chocante, que la dejó casi sin palabras, de no ser porque le faltaba llevar los zapatos y el cabello tomado de otra manera, perfectamente podría pasar por una damita de su clase.

- Te queda estupendo – dijo en voz alta sin darse cuenta si el sujeto la oiría o no – Solo hace falta un broche para cogerte el cabello -

por **Lilith Guillory** Dom Ago 21, 2011 3:04 pm

¿Qué tal te quedó el vestido? Si no puedo ir por otro que te siente mejor – Era ella la emplumada y estaba muy cerca. – Con su permiso

Movió la cortina y con rapidez reculé hasta el fondo del probador con mi ropa en la mano. No puedo negarlo tengo miedo. Huelo el olor del policía y el aura que desprende me da miedo. No es bueno.

La cortina volvió a abrirse y yo me puse en guardia asustada por si era el policía pero mis musculos se relajaron ligeramente al ver entrar a la emplumada. Acaso se habia rendido al policía y me iba a entregar? No Lilith no pienses eso tonta. Sabes que ella está de tu parte. Ella no es mala. Ella es buena. Cuantas veces va a tener que ayudarte para que le creeas? Soy demasiado cabezota…no cabezota no…precavida…si eso si…

Vi la cara que se le quedó a la emplumada al mirarme con aquel horrendo y apretado vestido. Seguro que decía que estaba horrorosa y me lo quitaba corriendo por que decía que me quedaba fatal. Por que esque estaba segura que iba a decirlo. Vamos que si.

- Te queda estupendo – Ves ya decía yo que me quedaba fat….O.O que ha dicho? No…no puede ser…creo que escuché mal. – Solo hace falta un broche para cogerte el cabello.

Pues no, creo que escuché perfectamente. Trague saliva y me giré para que me atase todas las cuerdecitas estas que tenia en la espalda el vestido. Cuando me las estaba atando crei que me asfixiaba ahora si que me apretaba la cosa esta. Ufff. Volví a girarme y le tendí mi ropa de gitana.

-No la pierdas.-Tragué saliva y me acerqué a ella. Quizás yo tuviese 14 años pero aparentaba bastantes menos y ella aunque aparentaba pocos estaba segura a decir por su aura que tenia fuerza de sobra. Por lo que extendí, con algo de repugnancia, todo hay que decirlo no pude evitarlo, ante el contacto, mis brazos hacia ella y me cogió. Tapando entre nuestros cuerpos mi ropa de verdad. Cogí aire y hundí mi cabeza en su hombro. Para ocultar mis facciones y poder pasar desapercibida delante del policía malo.-¿Nos vamos hermanita?

dije para que el policía me escuchase y así seguir la treta que habia empezado la emplumada. Aunque puag ella mi hermana. Ni hablar yo no tenia hermanas. Además seguro que era muy vieja.

por **Carmmine Von Misson** Miér Ago 24, 2011 12:35 pm

Se veía realmente bien así, y de no ser porque me había fijado perfectamente bien en sus rasgos antes, ahora no hubiese podido reconocerla, tal y como ahora ocurriría con el policía, ya que se encargó de escudriñar en su mente, y la única imagen que tenía de la pequeña eran sus ropas y un rostro demasiado borroso como para reconocerlo. Así que suspiró aliviada. Pero tuvo que despabilar cuando se volteó, viendo que no se había podido atar los lazos del vestido, cosa que le sacó una pequeña sonrisa.

Era la ternura que le provocaba esa niña, le hacía pensar en lo que le habría costado ponerse el vestido sin ayuda, tal como ella cuando era pequeña. ¿Había sido feliz durante ese tiempo en Alemania? Cuando todas las cosas eran más simples y tranquilas, cuando no habían mayores preocupaciones que las lecciones y el ballet, y aún más importante, cuando podía sonreír honestamente. Abrió los ojos de nuevo y se dio cuenta de que ya había acabado de atar los lazos del vestido.

La vio girarse y tenderle su ropa, de forma algo brusca, cosa que le hizo pensar que no le agradaba en absoluto, así que le regaló una amarga sonrisa mientras la tomaba para cargarla y disponerse a salir del probador, para ver si podían pasar la prueba de fuego a ojos del policía.

- No tienes para qué ocultarte, te ves preciosa así – “además el policía no alcanzó a ver tu rostro” continuó diciéndole mentalmente.

Suspiró antes de salir del probador, no quería salir de la tienda, porque no era buena idea ya que si la pareja estaba afuera, estaba más que segura que al menos la mujer podría reconocer a la pequeña. La ropa de ella ahora sería un problema, casi la única forma que tenían de reconocerla, aunque entendía que no quisiese desprenderse de ella, había sido un problema traerla, así que cuando estuvieron al lado de uno de los aparadores de madera, bajó a la pequeña, dejando caer su ropa al suelo y rápidamente escondiéndola bajo el mueble, lejos de la vista de todos.

- Aun quiero probarme el vestido rojo – dijo mirando de reojo al policía mientras la tomaba de la muñeca para llevarla a donde estaba el vestido - ¿Tu qué opinas? –

¿Por qué no podía tener un día de compras normal? O siquiera un día normal, en que pudiese salir y vivir como si fuese… una persona normal ¿Pero eso nunca iba a ocurrir, verdad? Esbozó una sonrisa irónica cuanto pensó en eso, y soltó la mano de la pequeña para coger el vestido. Sabía que le quedaría perfecto, y si no, siempre podía recurrir a Yulianna para que se lo ajustara, pero debía hacer tiempo hasta que el policía se fuera. Así que no le quedaba de otra que probárselo, pero tampoco podía dejar a la niña sola para que se metiera en problemas.

- ¿Me compañas? Necesitaré ayuda con el cierre – dijo con una sonrisa mientras llamaba a una dependienta – Quiero ver zapatos a juego con los vestidos cuando salgamos – pidió amablemente.

por **Lilith Guillory** Lun Ago 29, 2011 6:34 am

Abrí los ojos de golpe ante sus palabras. Bueno y sus no palabras. Eso significaba que el policía malo no sabia que yo era yo. Osea que yo era la que habia quitado el collar y no una niña emplumada cualquiera. Que divertido….digo que bien… Estoy pensando en usar trajes de estos por si alguna vez me vuelve a pasar algo parecido aunque no me gusten.

Me sacó de allí y miré al policía conteniéndome todas todas las ganas que tenia de sacarle lalengua. Esque era tan tan apetitoso hacerlo…pero como no quería buscarle más problemas a la emplumada no hice nada. Me bajó al suelo y tiró mi ropa al suelo, metiéndola debajo de un mueble. O.O O.O
¿Qué hace con mi ropa? Mis pañuelos todo…no quiero quedarme sin ellos…son unas de las pocas cosas que me quedan de mi mamá….Hice un puchero…Pero en ese momento la emplumada Carmmine me cogió de l amuñeca y tiró de mi. Alejándome de mi quería ropa que me miraba con pena por dejarla allí traicionada por un feo traje de emplumada que apretaba por todos lados. Bueno haber pensemos bien y de buena forma sobre la emplumada. Ella sabe que el policía me reconoce por mis ropas. Por lo que las ha dejado escondidas hasta que el policía asesino malo se vaya y entonces volveremos a por msi ropas y podré quitarme este vestido tan incomodo si! Seria eso. De todas formas yo no iba a irme sin mis ropas.o y rápidamente escondiéndola bajo el mueble, lejos de la vista de todos.
Miré a Carmmine que me preguntaba por el vestido ese de emplumada que tenia pinta de ser más molesto que el mio. Yo me encogí de hombros y ella lo cogió. Me balancee mirando de reojo mi preciosa ropita. Tenia que cogerla…sobretodo los pañuelos…

- ¿Me compañas? Necesitaré ayuda con el cierre – ehhh?? Otro cierre pero si no habia sido capaz ni de atarse los suyos propios.Como iba a atárselos a la emplumada. Que cosas más raras….– Quiero ver zapatos a juego con los vestidos cuando salgamos

Por poco me atraganto al oir eso. ¿Zapatos? Esas cosas tan incomodas que usaban en los pies? Miré mis pies descalzos y moví mis deditos. No, yo no quería llevar eso que ya me habia provado los de un chico del campamento y eran feos, incomodos, hacían daño en los dedos y no te dejan mover con tranquilidad.

La emplumada tiró de mi y entramos en aquel cuadradito que se llamaba probador. Me senté en un banquito pequeño que habia de madera y miré a la emplumada que me miraba fijamente. A lo mejor me habia traido aquí para torturarme mmm…quien sabe… Pero…ainsss…..puedo ser una gitana, puede quitar algunas cosas, peeerooo….no soy mala. No, no. A si que miré a la emplumada a los ojos y le pregunté.

-Gracias. Pero no entiendo. ¿Por qué me ayudas tanto?

Dije con mi voz aun algo infantil. No podía evitarlo era demasiado renacuaja para mi edad. Lo decían muchos gitanos en el cmapamento.

por **Carmmine Von Misson** Dom Oct 02, 2011 2:27 am

No entendía nada, un montón de preguntas comenzaban a asediarla, ¿Por qué la ayudaba tanto? ¿Por qué… le importaba tanto? Había ayudado muchas veces, sí, pero nunca se había involucrado al punto de llegar a ser sobreprotectora como lo estaba haciendo ahora. Podía culpar a su solitaria infancia como hija única, podía culpar a su actual condición, podía incluso culpar al dios de los cristianos, y no serviría de nada porque hacerlo no le daría las respuestas que necesitaba, que tal vez se encontraban en cosas mil veces más mundanas que esas.

Solo necesitaba compañía, tal vez volver a creer en la bondad e ingenuidad de las personas, pero la gente que la rodeaba no solía caracterizarse por eso. ¿Era eso lo que hacía tan diferente a la pequeña? Ni siquiera cuando tuvo la edad de ella había interactuado con personas así. Solo niñas que presumían de sus juguetes y de sus vestidos. ¿Había sido como ellas? No, incluso se veía reflejada un poco en la joven gitana, pero también veía lo que le gustaría ser. Le envidiaba esa libertad y espontaneidad que sabía usar de forma tan natural…

Su pregunta la sacó de aquellos pensamientos, y parpadeó un par de veces, algo perpleja mientras buscaba una respuesta medianamente razonable. Se quitó los zapatos de tacón que le quitaron algo de su altura, y puso una mano en el hombro de la niña, para luego mirarla con una sonrisa.

- Tal vez porque me agradas – dijo encogiéndose de hombros mientras hacía más amplia la sonrisa – Quien sabe – Si, era esa ternura unida a su extraño carisma lo que la había atrapado.

Se volteó y se desabrochó el vestido que llevaba, dejando a relucir el corsé y el resto de la ropa interior, mientras dejaba su vestido a un lado para probarse aquel que había cogido hace unos instantes, de un rojo intenso muy similar al de su cabello. Rápidamente acabó de ponérselo, y se abrochó los lazos con la maestría que solo la experiencia podía darle, se volteó para ver a la niña.

- ¿Qué tal me queda? – dijo de nuevo con una sonrisa – Sé honesta – dijo soltando una pequeña risa.

Prácticamente se había olvidado de todo el problema anterior, del policía, de la poco simpática dependienta de la tienda… Aquello le añadía algo de cotidianeidad a su vida, una agradable cotidianeidad, que tal vez necesitaba de forma urgente. Después de todo el propósito original por el que había salido de su casa esta noche había cambiado radicalmente, ahora solo… estaba de compras con “su hermanita”.

Spoiler:

por **Lilith Guillory** Miér Nov 02, 2011 11:32 am

La miré esperando una respuesta. Pero en vez de responderme la emplumada buena se quitó los zapatos esos tan feos que tenían punta en el talon. Desde leugo están locos estos emplumados con lo bien que se estaba descalza. Me encogí un poco cuando sentí su mano en mi hombro. Ah….ah…me esá tocando me está tocando. Tranquila Lilith, tranquila, …

La miré asintiendo con una cara entre sonrisa y confusión. ¿Por qué le caia bien? Creo que me he perdido del todo. Desde cuando a los emplumados le caen bien las niñas gitanas. Creo que desde nunca. Desde luego esta era una emplumada muy muy rara. Pero eso la hace mejor. Me soltó y se dio la vuelta mientras veía como se quitaba el horripilante vestido de emplumada y se empezaba a poner el que habia cogido rojo. Pff desde leugo con lo incomodos que son estos trajes…a mi me pica todo. Yo prefiero mi ropita que está tirada debajo de un mueble. Jus… al menos aun tengo mis pulseritas. Volvió a darse la vuelta la emplumada y me miró otra vez.

Ufffff que pregunta más difícil me ha hecho. Y ha dicho que diga la verdad…creo que eso era ser honesta. Y bueno yo no era mentirosa…no mucho pero esque…no le iba a gustar nada nada lo que me parecía el vestido y me iba a echar de allí seguro, y leugo me iba a entregar al policía y ya ni que le cayese bien ni nada. Pero…jus esque…vamos Lilith se valiente. Tu dile la verdad y punto y final eso si.

-Pues no se. A mi me parece feísimo e incomodisimo. Pero…también este.-dije señalando el que tenia puesto.- Y si ati te gusta este. Pues mmm no está tan mal para ser un vestido de emplumada. Aunque a mi no me gusta nada de nada.

Me encogí de hombros quitándole importancia a eso y me apoyé en la pared. Me preguntaba si el Señor mono habría llegado a casa. Espero que si. Auqnue yo iba a tardar un poco en llegar a casa.

por **Carmmine Von Misson** Vie Nov 25, 2011 4:08 pm

La observó mientras en su cara se ponían ciertas muecas de contradicción. No era una pregunta tal difícil ni importante, aunque bueno, no podía saber que pasaba por la cabeza de la pequeña gitana, y tampoco se le había ocurrido preguntarle si entendía lo que iba diciéndole. De cierto modo fue gracioso, más que nada porque podía descifrar, con algo de ayuda de sus dones, la encrucijada que había en la mente de la niña. Iba a reír, tal vez soltar una sonora carcajada, pero las palabras de su imprevista acompañante la detuvieron, por lo menos hasta que acabó de hablar.

No pudo contener la risa, era un cuadro tan gracioso que de no haber estado en un lugar tan público se hubiese tenido que sentar en el suelo para no perder el equilibrio. Aunque también podía ser debido a la falta de razones para reír de esa manera, como si junto que el hecho de quitarle la vida, le hubiesen quitado también las ganas de vivir, las ganas de disfrutar de la vida y de la nueva libertad que tenía.

- Agradezco tú… sinceridad – dijo alisándose el vestido, dándole los últimos toques a la prueba del vestido – Pero, te ves bien como “emplumada” pequeña – comentó utilizando aquella palabra tan graciosa que nunca antes había escuchado.

Luego en un gesto casi automático llevó sus manos al cabello de la pequeña para quitarle unos cuantos mechones del rostro, pero al ver que volvían a su lugar con los movimientos de la niña, buscó en su propio cabello uno de los broches plateados que llevaba. De a poco se había olvidado del motivo por el que estaban ahora escondidas, seguía con esa sensación extraña en el pecho, pero no sabía si era bueno o no, porque de cierto modo podría hacerle bajar la guardia, dejando así en peligro a la niña.

- Ojala no tuvieses que esconder el rostro ahora – dijo pensando en que probablemente el policía podría seguir afuera – Pero ya tendrás que tener cuidado de hacer travesuras por aquí, porque no siempre habrá una “emplumada buena” que te ayude – dijo usando parte del conocimiento que pudo robar fugazmente de su mente.

Notó que estaban demasiado cerca, en una complicidad que no era más que una quimera, que incluso podría estar incomodando más a la niña. Así que dio un paso atrás y se volteó para salir del probador, cerrando los ojos al salir y esperando que el policía ya se hubiese aburrido de buscar a su presa.

por **Lilith Guillory** Lun Ene 30, 2012 3:48 am

Miré como ser eia muuucho. Pues yo no le veía la gracia ninguna gracia la verdad…pfff. Que royo…A mi sinceridad? No se ha enfadado? No me va a llevar ocn lso emplumados? Menos mal…que si no…¿¡Que?! Yo como emplumada??? Era una mentira de emplumado verdad? Por que todos saben que lso emplumados mienten mucho mucho. Incluso a sus amigos. Pero bueno yo no puedo ser una …emplumada puaj…-

Vi como acercaba una mano a mi y me ponía algo tiesa pero cuando vi que solo me quitaba un pelo de la cara me relajé. A menos mal esque mehabia asustado, crei que iba a pegarme o algo…Vi como se quitaba una orquilla de stas plateadas que usan los emplumados y me lo puso a mi….bueno…smi pañuelo ya me ayudaba. Pero claro…como habia tenido que quitármelo para que no me viese le poli malo pues…tenia todo el pelo despeinado. Pues…no … en eso tiene razón. E smuuy improblable que haya una emplumada buena..ella misma era una cosa rara que habia parecido una emplumada beuna…Quizás…no fuese una emplumada de verdad.-

Sonreí un poquito muuuy poquito pero entonces se dio la vuelta y salió del sitio ese donde se cambian de ropa. ¿Qué habia pasado? Habia hecho yo algo mal? Ohh….o…o no…o se habia cambiado de idea e iba a decírselo al policía malo para que el policía malo me cogiese y luego cuando me cogiese me matase….oh…oh….yo noq ueria eso….

Me asomé por las cortinitas despacio y cuando vi que el policía salía salí yo corriendo y cogí mi ropa de donde la habia tirado la emplumada beuna. Volví corriendo donde estaba ella y le tiré del vestido despacio para que me mirase.

-Me la puedes guardar?-la miré con cara de niña buena y hablando dulce y muy bajito.-Era de mi mamá. No quiero perderla.

La seguí mirando pestañeando mientras seguía tendiéndole la ropa. Los pañuelos eran de mi mamá y mis pulseras…era de las pocas cosas que me quedaban…no quería perderla….Además la emplumada me habia caído bien…algo dentro de mi corazoncito de gitana me decía que podía confiar en ella. Un poco. Por que aunque yo me comportase ocmo una niña pequeña sabia cuando algo estaba bien y cuando no…y creo que estoe stbaa bien.

PD: Los einto mucho muhco mucho por el retraso…pero entre una cosa y otra….apenas he tenido tiempo..prometo ser más rápida ahora si deseas seguir claro…

por **Carmmine Von Misson** Jue Feb 02, 2012 10:43 pm

¿Acaso se lo había imaginado? Frunció un poco el ceño cuando salía, no, ¿Por qué habría de sonreírle la pequeña? Si en el fondo no esperaba le confiara en ella, como quien le confía la vida a un pariente o a un amigo, así que acabó por concluir que había sido su imaginación mezclada con lo que quería ver en la realidad, formando así un paisaje con colores distorsionados a causa de un cristal.

Solo suspiró. En parte era alivio al ver que el policía había desistido de su cacería en al menos esta tienda, aunque en realidad ya era bastante tarde como para estarse preocupándose por algo tan banal como un collar que encima había sido devuelto a su dueña. El otro motivo del suspiro, era que ahora no había tanto peligro, ni nada que justificara que la pequeña que le había iluminado la tarde se quedara con ella. Era triste, porque tenía miedo de perder ese sentimiento que recientemente le había llenado el pecho.

- ¿Eh? – fue todo lo que pudo salir de sus labios cuando sintió aquellos tironcitos en lo que sería su vestido nuevo, así que miró a la pequeña con un leve destello de tristeza en los ojos – Ah, claro – dijo tomando la bola que formaba la ropa de la niña - ¿Te parece si la doblamos y pedimos que le hagan un paquete para que no se ensucie? – preguntó, aunque más bien le estaba informando lo que haría, al tiempo que miraba a la dependienta que trató de arrebatarle las prendas de las manos – No, lo haré yo, solo tráigame la caja del vestido de la niña y las guardaré ahí – ordenó mientras con suma delicadeza comenzaba a doblar los pañuelos.

Debían ser muy especiales si eran de su madre, y para ella debían ser el más grande de los tesoros, pero eso solo podía intuirlo, porque de propia madre y de su antigua vida no tenía más que los recuerdos, muchos de ellos poco gratos. Bueno, no venía al caso pensar en ello, así que en cuanto se dio cuenta ya había acabado su labor y tenía la caja a su disposición para resguardar ese tesoro.

- No puedes ir descalza ¿Sabes? – preguntó mientras cogía la caja entre sus brazos, casi abrazándola como si temiera que le fuera arrebatada – ¿Te pondrías zapatos de charol? ¿Solo por esta vez? Luego puedes tirarlos si quieres – dijo señalando unos bonitos zapatos negros como de tu número, y con la mirada dirigiendo a la dependienta, quien luego se los acercó a la pequeña - ¿Qué dices? – preguntó con una amable sonrisa para tratar de convencerla.

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