Los pecados de color carmesí son revelados con el viento [privado]

por **Ginebra Le Boursier** Mar Ago 02, 2011 2:41 pm

Recuerdo del primer mensaje :

Durante milenios su existencia había sido creada en vano, eso cambio después del siglo anterior. La joven consiguió salir del cascaron que bloqueaba su habla con las demás criaturas, una vida sin sonido para ella había sido una vida sin color. Una pintura blanca pura y sola con colores monocromáticos para llenarla. EL neófito recuerdo de su pasado se centraba especialmente en su vida en Castilla para luego viajar y viajar donde el viento llevara su travesía hacia lo desconocido. Su hogar se encontraba en el centro del bosque por lo cual salía durante las noches a encontrar algún alimento.En un leve momento sintió el deseo de cantar, nunca había cantado en público aun siendo una actriz.
~ Lacrimosa dies illa
Qua resurget ex favilla
Judicandus homo reus.
Huic ergo parce, Deus:
Pie Jesu Domine
Judicandus homo reus.
Huic ergo parce, Deus:
Pie Jesu Domine~

Logro cantar con voz melodiosa, se encontraba tan calmada y serena que olvido el hambre voraz que sentía y quemaba dentro de su interior. Deseosa continuo caminando sin rumbo fijo, sin ningún sentido.

por **Ginebra Le Boursier** Miér Ago 03, 2011 8:26 pm

-No te preocupes- estaba un poco preocupada por Rossella por su puesto que siempre se quedaba sola cuando ella no estaba pero últimamente su salud decaía conforme el tiempo. Tenía demasiado miedo a que ella falleciese y la dejase sola. –No tienes que disculparte- no había del por qué hacerlo. Todos tenían deseos carnales y muchos cedían su voluntad ante estos entre los cuales ella misma se incluida. -No le he puesto nombre- dijo sincera -Hace una semana lo encontré vagando por aquí herido, lo recogí y lleve al médico. Luego de eso no quiso irse y al principio uso mi mano de estropajo para morder.- el lobo era juguetón y muy carismático a veces creía que posaba con los lazos y adornos que Rossella le ponía. Lo trataba como un muñeco.

-Cuando lo acogí tenía muy mal carácter, ahora parece un corderito- soltó varias risas de su boca cuando noto que Loukas y el lobo se llevaban completamente bien, era algo natural ya que tenían cosas en común. Sin embargo desde su temporada humana siempre había amado a los animales. Dirigió su mirada hacia el licántropo que cada vez comenzaba a llamar su atención de otra manera diferente, suspiro de una manera insatisfecha pensando en que no podría ser. -¿Crees que podríamos estarlo mimando demasiado?- se acerco a un lado de Loukas acariciando el dorso del lobo mientras este mordisqueaba su mano pero no como antes ahora era menos fuerte y con cuidado. -¿Me ayudarías a elegirle un nombre?-

por **Eyra Erikdóttir** Miér Ago 03, 2011 8:46 pm

Escuché la historia de cómo encontró al animal con sumo interés y sorpresa. En las novelas siempre tildaban a los vampiros como monstruos de la noche, que se alimentaban de humanos, insensibles, crueles, malhumorados... Ginebra era todo lo contrario y me percaté que algo extraño empezaba a crecer en mi pecho y unas mariposillas revoloteaban ansiosas en mi estómago.

- ¿No me invitabas a tomar algo?- le pedí con una sonrisa traviesa.- ¿Qué tal una ginebra?

Reí por mi chiste malo y volví mi atención al lobo por unos segundos.

- No creo que lo estemos mimando, sólo que él decide si irse o quedarse y visto lo visto, ya ha decidido.- le guiñé el ojo y me alcé del suelo para quedarme junto a ella.- Tiene cara de Ron.- comenté con una carcajada, esperando que ella captara la broma de Ginebra y Ron. Sería una família muy alcoholica, pero divertida.

por **Ginebra Le Boursier** Miér Ago 03, 2011 9:03 pm

Se quedo tan distraída vigilando cada mano y movimiento del lobo que no se percato del chiste sobre su nombre, hasta que dejo de mirar al lobo y analizar un poco sobre eso. Al principio no hacia entendido, cuando logro entenderlo rio un poco.

–Gracias por el chiste, creo que tengo botellas en mi casa. Nunca he visto esa bebida en tabernas- admitió aun riendo, casi nunca reía siempre en las reuniones solo sonreía con falsedad como la actriz que era. –No te rías, son chistes muy malos- hizo un puchero algo nuevo en ella. Se había educado así misma a mantener compostura y ser reservada hacia los demás y Rossella se encargo de recordárselo todo el tiempo que podía

-Entonces se llamara Ron y no beberá alcohol, eso te lo aseguro- Durante unos momentos se puso a pensar en el mal carácter que tenía el lobo y lo comparo con la actitud de Loukas cuando lo conoció. Tenían mucha similitud. Recordó que tenía una yegua llamada lily, a cada rato sus criados corrían de ella de ella por su mal carácter. Su risa aumento por pensar que ella superaba con creces el carácter del lobo.

por **Eyra Erikdóttir** Miér Ago 03, 2011 9:16 pm

A Ginebra no pareció hacerle demasiada gracia mis chistes sobre nombres. Supuse que la fatiga empezaba a hacer mella en mi sentido del humor. Entonces, me giré hacia el lobo y dije:

- Bueno, Ron, apuesto a que también estás cansado, ¿no es así?- reí.

Por un momento me pareció ver cómo asentía levemente. Dudaba de que así fuese, pero al fin y al cabo eramos muy parecidos y a los lobos nos encanta dormir mucho. Y más siendo de madrugada.

Ron aulló y después de dar un par de vueltas a nuestro alrededor, desapareció por la puerta de casa. Así que volvimos a quedarnos a solas, es extraño que contara a Ron como alguien más. Sonreí tímidamente y pasé una de mis manos por mi cabello.

- ¿Entonces?- enfaticé, no sabiendo muy bien si su intención era llevarme a su casa, ir a otra parte o simplemente, despedirse en aquél punto. Así que esperé impacientemente alguna señal de sus labios.

por **Ginebra Le Boursier** Miér Ago 03, 2011 9:30 pm

-Te invite a una bebida, lo tengo que cumplir- hizo una aproximación de la hora se imagino que los lugares donde proveían bebidas con alcohol estaban cerrados. Con rapidez se levanto del suelo tomo sin mucho agarre uno de los brazos de Loukas y lo emergió del suelo. Tenía mucha fuerza al pasar el tiempo era una necesidad aprender a manejarla y a utilizarla con cordura. Del mismo brazo con el que lo levanto tiro de él para entrar por la puerta principal, Loukas sería la tercera persona de fuera de la mansión que entraría. La primera había sido su “pequeño tigre” que comenzaba a disiparse en el olvido.

-Tengo vino exageradamente viejo por si deseas un poco- comenzó un recorrido ágil hacia un estante donde más de la mitad eran vinos y todo lo demás se basaba en variedad de bebidas. Lo más curioso es que había vinos que había comprado desde sus primeros años como inmortal. –Puedes escoger y tomar lo que gustes, están tan acumuladas por que hace bastante que deje de beber- rio un poco nerviosa, hubo un incidente en el cual en la taberna del burdel se emborracho con una bebida demasiado fuerte y un cortesano aprovecho para cortejarla. No duro mucho hasta que bebió su sangre ahí mismo.

por **Eyra Erikdóttir** Miér Ago 03, 2011 9:43 pm

Ginebra me tomó del brazo y me guió hacia su casa, hablándome de vinos y de cosas que no me interesaban realmente.

- Te quiero a ti.- susurré para mí mismo, pero con la mala suerte de decirlo en voz alta.

Me pregunté si me había escuchado, deseaba que no fuese así, pues tras la escenita del bosque y aquello, temía que pensara que era alguna clase de especimen semental. Suspiré y empecé a dar vueltas por la estantería, tomando una de esas botellas y sonriéndole.

- ¿Tienes un par de copas?- le pedí, intentando cambiar de tema sin poder ocultar un sincero rubor tras mis mejillas.

por **Ginebra Le Boursier** Miér Ago 03, 2011 9:59 pm

Oyó lo que dijo en voz alta pero no estaba muy segura, en el tiempo había pasado muchas decepciones que la hacían solo detenerse en una noche y nada más que eso. Estaba sumamente confundida al respecto sobre confiar o no confiar en él. Extrañamente esperaría un tiempo más antes de apresurarse y salir pinchada por un error. –Sí, voy por ellas- se quedo pensando en esas cuatro palabras que salieron de sus labios para encantar a sus oídos como una flauta sonora. Tomo ambas copas de otra estantería y le entrego una a Loukas, que con sus acciones cada vez la tenía mas hechizada.

Su habitación estaba plagada de un recuerdo difuso, donde ella y su pequeño tigre se entregaron a los placeres nocturnos. Se sentiría como una estúpida y sobre todo como una resbalosa si llegaba a volver a hacerlo con alguien más en ese lugar. Sentiría como si engañase ocultase algo en un abismo. No podía ser grosera tampoco, tenía una invitada desde que trajo al lobo a su casa, sentía un instinto materno cada vez que la observaba. Debía ser que desde que fue convertida le arrebataron su sueño de tener una familia. Sin embargo, formo una muy grande cuando encontró personas confiables a su lado.

-¿Qué bebidas te gustan?- pregunto un poco curiosa

por **Eyra Erikdóttir** Miér Ago 03, 2011 10:10 pm

Ella pareció no haberlo escuchado, y si lo hizo, disimuló de maravilla. Eso me intranquilizó. ¿Se habría molestado? ¿Quizás incomodado? Avancé unos pasos hasta alcanzar la copa, abrí el vino, eché ese líquido en ambas copas y olisqueé antes de saborearlo.

- Exquisito.- comenté con un tono bromista, imitando a los grandes catadores de vino.- Pero no tanto como tu.- objeté con un guiño.

Tomé asiento pese a no habérmelo ofrecido. Estaba cansado y me apetecía relajar mi musculatura. Tomé otro sorbo y miré a Ginebra con interés y una sonrisa en mis labios.

- Me gusta tomar cosas no demasiado fuertes, me gusta mi estado de sobriez.-reí.- Tomo Metaxa, Ouzo, Rakomelo, Tentura, Tsikouda.. en fin, bebidas típicas en Grecia.

Tras ese comentario eché la cabeza atrás y cerré los ojos.

por **Ginebra Le Boursier** Miér Ago 03, 2011 10:27 pm

En determinado tiempo, no le importo la bebida. A paso firme sin temor se acerco al cuerpo de Loukas y lo rodeo en un abrazo, sentía miedo ella misma se delataba. No quería una decepción mas como la que había marcado su vida, su padre, su gran amor, su único sustento la rechazo desde que la convirtieron a la fuerza solo por un capricho de Alexander. Luego de eso se fue derivando en un sinfín de decepciones que continuaron haciendo heridas a su corazón dejándolo maltrecho y deforme. Aferrándose más al hecho de que había personas que no la dejarían malparada por buscar amor en donde no había nada más que deseo. Acerco su rostro hacia el de el dándole un beso en la mejilla, empezando tímidamente. Si Loukas la deseaba también estaba segura que la besaría en los labios con el amor que tanto tiempo espero de alguien.

-Yo…también- objeto como respuesta a su pensamiento en voz alta, al cual intento huir y escapar por la puerta trasera si se le daba la oportunidad.

por **Eyra Erikdóttir** Jue Ago 04, 2011 5:33 am

Sentí que alguien rodeaba mi brazo y me estrechaba levemente. Sabía que se trataba de Ginebra, pero eso no evitó mi sorpresa. Dejé la copa de vino a un lado del suelo, junto a mi pie, y abrí lentamente mis ojos mientras mi mano derecha se movía a su espalda, acariciándosela y usando la yema de mi dedo índice para dibujarte corazones a través del jersey. Quizás también se sentía agotada y quería dormirse en mi regazo. Sonreí tímidamente a ese pensamiento, pero entonces, ella me miró y acercó sus labios a mi mejilla, besándola efímeramente, con temor. Yo alcé una ceja, incrédulo y mordí mi labio inferior en cuanto mi piel empezó a arder de nuevo.

- No juegues conmigo, Ginebra.- le susurré, tensando ligeramente mis músculos sin poder remediarlo.- Te lo suplico.

Clavé mis ojos en los suyos, seguro de que ella sólo intentaba probarme, como había hecho minutos antes en el bosque. En tal caso, no estaba seguro de si esta vez podría controlar mis instintos y eso me mortificó por dentro, me hizo sentir débil. Pero sus ojos centelleaban de un modo especial y eso dio un vuelco a mi corazón. Sus escasas palabras, respuesta -supuse- de mi anterior pensamiento en alto, parecía ser la señal que aguardaba.

Moví la mano libre, la que no estaba en su espalda, hacia una de sus mejillas, acariciándolas con delicadeza, con mucho cariño. Le sonreí algo nervioso y me acerqué a su rostro. A cada milímetro que recortaba mis latidos se aceleraban. Entreabrí mis labios y besé dulcemente la punta de su nariz. Me aparté unos centímetros y la miré con curiosidad.

Aquella muchacha empezaba a significar algo para mí y no estaba dispuesto a arriesgar una amistad por un desliz que probablemente, yo había malinterpretado. Quizás sólo respondía a otro comentario o probablemente era el inicio de un comentario que por algún motivo no había finalizado. No podía permitirme creer que realmente fuese una señal. Suspiré disimuladamente y mantuve nuestros rostros en contacto sólo por las frentes.

¿Y ahora qué, vampiresita?, pensé para mis adentros.

por **Ginebra Le Boursier** Jue Ago 04, 2011 7:26 am

-Yo nunca he jugado con nadie- desde antes de conocerlo siempre era muy sincera a lo mucho dijo 2 o 3 mentiras piadosas. Jamás mentiría con lago serio como lo que ocurría en la habitación de vino. –siempre ha sido al revés- admitió con un leve tono de tristeza que trataba de ocultar siendo un intento vano.

Sentía una sensación extraña un pequeño revoloteo en su estomago, cosa que conocía con anterioridad. Empezó a darse cuenta que su error siempre había sido el mismo, aventurándose a amar antes de tiempo y sin conocer la intención de la persona. Siempre ingenua, demasiado ingenua. –No lo sé- respondió a su pensamiento tranquilamente, incluso llegaba a leerlos sin que ella se diese cuenta malinterpretándolo como si fuera un comentario salido de sus labios. No recordaba cuanto hacia que no bebía sangre humana pero el hambre en mi interior se aumentaba con tenerlo cerca. Su donador más cercano se encontraba en un burdel y seria descortés de su parte abandonarlo solo para beber sangre de un hombre para el desconocido. Su invitada bruja ni siquiera se imaginaba de su naturaleza y tendría que seguir ocultándola de ella.

En estos momentos no podía ser fría como en los tiempos que ella misma se había bloqueado el habla. Loukas encontró parte de su personalidad y no podía ocultarla de él. Incluso aunque “nero” deseaba matar todo lo que tocaba incluso lo demostró con Asagi. Se consideraba un monstruo miles de vidas muertas a su propia mano a conciencia, conciencia que quiso sangre no para beber pero lo suficiente para bañar su sádica existencia. Creía que un monstruo no tenía el derecho a amar, no merecía amar como otros seres vivos. Lo único que demostraba es que no necesitaba sangre para vivir, tenía la suficiente para matarlos. –No entiendo por qué piensas que juego contigo- dijo suspirando encandilada por el momento –Lo que paso en el bosque fue solo para vengarme de tu pensamiento, pero se me regreso y peor-

por **Eyra Erikdóttir** Jue Ago 04, 2011 7:36 am

Seguíamos frente con frente y cuando ella hablaba, su fresco aliento acariciaba mi rostro dotándome una sensación placentera, como si estuviese tumbado en el césped del bosque, con la brisa nocturna arremolinándose por mis rincones. Pero la simple presencia de Ginebra eclipsaba todo cuanto había conocido que me pudiese parecer bello e inigualable.

- Entonces, ¿ésto no es la continuación de tu venganza?- sonreí tímidamente.

Incliné muy levemente mi cabeza, rozando su nariz para recortar distancias, quedándome a un roce de sus labios. Mis ojos, permanecían clavados en los suyos, centelleantes como fuego.

Entreabrí mi boca de nuevo, sólo lo suficiente como para que mi lengua acariciase su labio inferior de forma muy suave y efímera. Tanto, que hubiese jurado que a penas la había rozado. Pero me pareció suficiente por el momento. Acababa de dar un paso, tanteando el terreno. Ella siempre tendría la última palabra, la decisión.

- Arriesguémonos.- susurré con un hilo de voz, tomando su cintura entre mis manos para acercarla delicadamente a mi cálido cuerpo.

La cuestión era... ¿se arriesgaría conmigo?

por **Ginebra Le Boursier** Jue Ago 04, 2011 8:10 am

-No, no lo es- respondió a su nueva pregunta, no tardo mucho en oír el “arriesguémonos” por parte suya. Una oleada de terror entro por su pecho haciéndola querer huir, correr y todo lo que sus piernas le permitieran. Las preguntas se formulaban en su cabeza “¿Era solo sexo desde el principio” “¿Está jugando?” “¿Qué es lo que sucede conmigo?”. En ocasiones el coraje llegaba de nada y ese momento no era la excepción, el odio florecía en miles de momentos empañando su corazón. No sentía odio extrañamente no lo sentía crecer en su interior, nada había. Su crisis de personalidad la mantenía loca podía a llegar a hacer mucho daño si a ella se lo hacían. Se manejaba prácticamente por un código demasiado simple “Ojo por ojo y diente por diente”.

Acerco sus labios a los suyos primero en un roce y después haciéndolo más profundo deslizando mi mano por su nuca. Antes los recuerdos de Loukas llegaron a ella rápidamente y ahora solo se deslizaban como acciones lentas que tenía poca razón para mantener en cuenta. Se dejaría mesclar con el placer solamente por ahora y no adelantarse a lo que podría salir herida y sangrante. Después de todo una persona que puede estar con alguien con amor, también puede estarlo con otra por lujuria. Su otra mano se aventuro a acariciar su cuello para bajar por su musculatura, palpando y acariciando la extensión de piel que tenia a la mano. Tenía un cuerpo que se veía delicioso y una sangre que olía a un mejor. Su cuerpo a pesar de todo se notaba recio y tosco pero la mantenía timidamente pegada a su calor, durante pocos instantes sintió como si de ella también emanara un poco pero no suficiente para calentarlo por completo. -¿estoy muy fría?-

por **Eyra Erikdóttir** Jue Ago 04, 2011 8:26 am

Ginebra vaciló unos segundos, pero entonces se agarró a mi nuca y empezó a besarme. Primero con timidez y suavidad, para, poco a poco, ir dejando que nos guiara la parte más natural en nosotros. La parte irracional: lo salvaje y pasional.

Pero ella parecía distinta a todas aquellas mujeres que hubiera podido conocer anteriormente. Y no deseaba hacerle daño y mucho menos, que aquella semilla que empezaba a florecer entre nosotros, se viera arrancada por una noche carnal en la que ella quizás se hubiera negado de tener esa opción. Pero ella la tenía y quise enfatizarlo.

- Ginebra... no hay prisa, sabes que puedo esperar para ésto.- susurré en su oído mientras sus manos buscaban mi piel ardiente en deseo.- Me importas más que una noche de lujuria.

Esperé unos segundos, con los ojos fijos en los suyos. Ahora sí deseaba que leyese mi mente, que supiera mis intenciones, que no dudara si pensaba entregarse a mí. Le sonreí de forma angelical y la abracé contra mi pecho, aprovechando el momento para mordisquear el lóbulo de su oreja, siguiendo sus mandíbulas con mis besos, perdiéndome en su fino cuello para brindarle mordizquitos y besos llenos de cariño, deslizándome por la rendija que conducía a mi paraíso personal.

¿Si estaba fría? Eso me hizo reír interiormente. Mi piel destilaba una calidez inhumana y que algo tan suavemente gélido me acariciara, era bienvenido. Sobretodo si se trataba de las manos de Ginebra.

por **Ginebra Le Boursier** Jue Ago 04, 2011 8:52 am

Busco sus intenciones en un poco de su memoria sin llegar a ver todo, solo así confió mas en el abiertamente. Encontró al fin las palabras sinceras que buscaba en un ser humano, siempre dudo que pudiera encontrar a alguien como Loukas. –Eres… lo que he estado esperando todo este tiempo- admitió con tranquilidad dejando la lujuria de lado como si se fuera y pudiese regresar después -¿Por qué me hiciste esperar tanto?- pregunto de nuevo con un poco mas de decisión en vez de limitarse a oír y obedecer, una mujer sumisa al deseo del hombre, como la habían educado en su natal castilla.

Sus caricias daban vida a los pocos rincones de piel que toco, daban vida al cuerpo muerto. Lograban curar su mallugado corazón. Su cuerpo dejo de tensarse al saber lo que sentía verdaderamente era más que una lujuria almacenada. Por alguna razón sintió extraño su contacto en sus recuerdos logro ver una mujer, también lican. ¿Sería su pareja? En ese caso pararía con ese ambiente, no le agradaban las personas infieles. Si fuera su pareja porque sus sentimientos son tan cálidos y llenos de amor. Imagine que se trataba de alguna hermana e intuí que era algo que podía dejar pasar como si nada.

La mayoría de los hombres se hacían pasar por la etapa del Casanova, algo demasiado normal. Ya ni le sorprendía. El que le había enseñado un complejo de fidelidad fue su padre, no volvió a casarse después de la pérdida de su madre. Entendía que las condiciones de salubridad en esa época era casi nulas y tantas personas como ella pudieron perder a su padre o madre en algún accidente no deseado. Incluso perderlos por la aparición de una persona seductora preparada para arrancártelo de tus manos.

por **Eyra Erikdóttir** Jue Ago 04, 2011 9:12 am

Solté una leve carcajada antes de tomarla más fuerte de la cintura y acomodar mi rostro en el hueco de su hombro, oliendo su cabello.

- Decías que no dormías en un ataúd, ¿cierto?- murmuré con una sonrisa pícara en mis labios.- ¿Quieres mostrarme tu lecho?

Me alejé un poco y salté del sillón con Ginebra enredada en mi cintura. Sólo imaginándomela sin ropa, acariciando su piel, perdiéndome en su boca, oliendo su aroma, observando su cuerpo, escuchando sus jadeos... El corazón se me aceleró a un ritmo casi frenético y algo en mí cobró vida.

Entonces recordé sus palabras y no quería dejarlas perdidas en el aire y el tiempo. Merecían algo a cambio, pues su voz dando vida a aquellas palabras, me llenaron un vacío que pensé que siempre permanecería así.

- Siento mi tardanza, madmoiselle. La estuve buscando durante toda mi vida.

Le guiñé el ojo y volví a besarle con fiereza y necesidad, como si mi vida dependiese de ella. Y de algún modo, empezaba a ser así.

por **Ginebra Le Boursier** Jue Ago 04, 2011 9:47 am

Sin pensar demasiado correspondí su beso con el mismo fervor y deseo que el suyo. Entonces literalmente subió corriendo las escaleras esperando que él la siguiese, su habitación era la última alejada de la de Rossella y Virginie. Tratando de evitar su sangre humana y no beberla en un momento de desesperación. Recorrió un pasillo demasiado largo hasta llegar al final. Las habitaciones de toda la casa eran grandes y la suya no se quedaba atrás. Se encontraba sumamente oscuro la ventana totalmente cubierta por una espesa cortina color marrón y cualquier lugar donde la luz entrara totalmente tapado.
-Lo ves, es una cama común y corriente- recordaba el ataúd en el que durmió lleno de tierra del suelo de castilla. Algo totalmente incomodo para ella.

[OFF: Lo siento mi inspiracion se me fue ^^U, prometo que el proximo post sera mas largo]

por **Eyra Erikdóttir** Jue Ago 04, 2011 9:52 am

Ginebra saltó de mis brazos y me guió por unas escaleras y un largo pasillo lleno de habitaciones, algo que me hizo preguntarme si vivía con alguien más. Pero dejé la curiosidad de lado, sólo por unas horas.

Entramos en una habitacion grande y espaciosa, con un lecho bastante amplio y confortable, nada de lo que hubiera imaginado. Sin embargo las ventanas y cualquier resquicio por el que la luz pudiese penetrar, se encontraba tapado. Por ende la habitación estaba muy a oscuras, puesto que a demás de no tener ventanas, seguía siendo de noche y eso dificultaba la visibilidad. Pero no la mía, no la de un licántropo.

Localicé el perfecto cuerpo de Ginebra y volví a estrecharla contra mi pecho para, de un salto, acostarla sobre sus sábanas. En la penumbra, mis manos buscaron su piel tras cada una de sus pieza de ropa mientras mis labios recorrían cada poro de su piel, con más fervor y necesidad que antes.

[Off: tranquila, esta genial ]

por **Ginebra Le Boursier** Jue Ago 04, 2011 1:18 pm

El corazón de mi cuerpo se acelero increíblemente rápido queriendo salir de mi cuerpo. Empecé a amar cada cosa y detalle de Loukas, durante milenios esperaba alguien que me hiciera sentir aun humana. Anhele algo más que ver de nuevo el atardecer, ver sus rayos incendiando a las nubes de un color anaranjado. Pintando el cielo con un crepúsculo. Su padre una vez le dijo “las imágenes se juntan dando una conexión inigualable creando belleza entre el mundo mortal”. Esas palabras pasaron de su cabeza hacia su corazón.Un momento completamente irreal casi mágico, no se trataba solamente de tener sexo. Sentía de verdad que hacía el amor por primera vez. Su niñez había sido arrancada por un hombre ebrio mientras salía a la noche, totalmente inocente. Violentamente saquearon la inocencia de su cuerpo para dejar sola la de su mente.

Dirigió su mirada hacia la de Loukas, los ojos de este brillaban y centellaban de una forma especial. Nada podía igualar esos ojos como el cielo azul que deseaba ver de nuevo tan siquiera unos instantes y logro verlo en los ojos de su amado licántropo. Los roces de sus expertas manos por su cuerpo, la hacía pensar que no había sido la única anteriormente. Deseaba ser la única en el futuro, el pasado no importaba.
El fuego de la lujuria quemaba y aumentaba de tamaño en su propio interior, dañaba y arrasaba con toda su cordura. Susurraba su nombre reprimiendo gemidos siendo absorbidos por el vacio de la habitación. Reclamaba su piel como suya con los mimos a su piel. Fundimos nuestras bocas en besos, cada uno más hambriento y pasional que el anterior.

Arranco y se despidió de las prendas de ropa de Loukas, se libro del estorbo que no dejaba ver a su dios licántropo por completo. Ahora sus manos temblorosas se convirtieron en unas seductoras y exigentes al acariciar la piel descubierta a su merced siguiendo un recorrido no muy largo acariciaba su pecho, con músculos muy bien formados. Levante mis manos abrazándolo y pegando su cuerpo con el mío, esperando a que nuestros corazones anivelaran sus latidos y la respiración fuese en el mismo sentido. Acaricie su fuerte espalda, abrazándolo tiernamente. Mis ojos cafés se sumergieron y nublaron en un rio de emociones indescriptibles para mi.

por **Eyra Erikdóttir** Jue Ago 04, 2011 5:16 pm

Ginebra tomó el control de mi cuerpo por completo, despojándome de mi pantalón, la única pieza de ropa que llevaba desde que había salido de casa a correr hacía unas horas.

Nuestras respiraciones, así como nuestro pulso, aceleró su ritmo debido a la excitación del momento. Sus manos recorrían mi cuello, mis hombros, mi pectoral, mi espalda, mi abdomen, deslizándose suavemente hacia mi miembro que, desde el roce en la sala de vino, había cobrado vida.

Tomé posiciones sobre ella, tomando sus manos para llevarlas hacia su cabeza, alejándolas de mi cuerpo. Ahora era mi turno. Separé sus piernas entre si y abrí las mías para acomodarme sobre sus pechos, con cuidado de no aplastarla. Mis labios buscaron su boca mientras mis manos surcaban sus caricias almacenadas en cada poro de su piel, sellándolos con mi aroma que demostraba cuánto la amaba. Mis dedos desabotonaron sus prendas y las lancé lejos del lecho, fuera de su alcance. Y así, la pude contemplar en su extrema belleza natural.

Había estado con decenas de mujeres desde los diecisiete años humanos, pero juro que ninguna era como Ginebra. Y nunca amé a nadie como a ella.

Su cabello dorado adornaba su angelical rostro como sus voluptuosos pechos salvaguardaban su gran y profundo corazón de mujer. Entonces me propuse la única meta de mi existencia: llegar hasta él y ocuparlo el resto de mis días.

por Contenido patrocinado

Los pecados de color carmesí son revelados con el viento [privado]

Los pecados de color carmesí son revelados con el viento [privado]

Re: Los pecados de color carmesí son revelados con el viento [privado]

Re: Los pecados de color carmesí son revelados con el viento [privado]

Re: Los pecados de color carmesí son revelados con el viento [privado]

Re: Los pecados de color carmesí son revelados con el viento [privado]

Re: Los pecados de color carmesí son revelados con el viento [privado]

Re: Los pecados de color carmesí son revelados con el viento [privado]

Re: Los pecados de color carmesí son revelados con el viento [privado]

Re: Los pecados de color carmesí son revelados con el viento [privado]

Re: Los pecados de color carmesí son revelados con el viento [privado]

Re: Los pecados de color carmesí son revelados con el viento [privado]

Re: Los pecados de color carmesí son revelados con el viento [privado]

Re: Los pecados de color carmesí son revelados con el viento [privado]

Re: Los pecados de color carmesí son revelados con el viento [privado]

Re: Los pecados de color carmesí son revelados con el viento [privado]

Re: Los pecados de color carmesí son revelados con el viento [privado]

Re: Los pecados de color carmesí son revelados con el viento [privado]

Re: Los pecados de color carmesí son revelados con el viento [privado]

Re: Los pecados de color carmesí son revelados con el viento [privado]

Re: Los pecados de color carmesí son revelados con el viento [privado]

Re: Los pecados de color carmesí son revelados con el viento [privado]

Re: Los pecados de color carmesí son revelados con el viento [privado]