Los pecados de color carmesí son revelados con el viento [privado]

por **Ginebra Le Boursier** Mar Ago 02, 2011 2:41 pm

Recuerdo del primer mensaje :

Durante milenios su existencia había sido creada en vano, eso cambio después del siglo anterior. La joven consiguió salir del cascaron que bloqueaba su habla con las demás criaturas, una vida sin sonido para ella había sido una vida sin color. Una pintura blanca pura y sola con colores monocromáticos para llenarla. EL neófito recuerdo de su pasado se centraba especialmente en su vida en Castilla para luego viajar y viajar donde el viento llevara su travesía hacia lo desconocido. Su hogar se encontraba en el centro del bosque por lo cual salía durante las noches a encontrar algún alimento.En un leve momento sintió el deseo de cantar, nunca había cantado en público aun siendo una actriz.
~ Lacrimosa dies illa
Qua resurget ex favilla
Judicandus homo reus.
Huic ergo parce, Deus:
Pie Jesu Domine
Judicandus homo reus.
Huic ergo parce, Deus:
Pie Jesu Domine~

Logro cantar con voz melodiosa, se encontraba tan calmada y serena que olvido el hambre voraz que sentía y quemaba dentro de su interior. Deseosa continuo caminando sin rumbo fijo, sin ningún sentido.

por **Ginebra Le Boursier** Jue Ago 04, 2011 7:49 pm

Sintió que sus piernas eran abiertas por unas manos que hacían su piel arder con el contacto. Se deslizaban dentro de ella generando una deliciosa fricción entre ambos cuerpos. Todo fue lento nada apresurado y sin embargo llegaron al clímax, la cúspide del placer. Se acurruco al lado del hombre que era suyo. Se detuvo a recorrer bien los datos memorias que a su mente llegaron bombardeando y abrumando la calma. En un efímero momento ve a la mujer que había visto antes estallar en cólera gritando sobre un hijo y “bicho raro”. No lo entendía pues fue tan efímero que no comprendió lo que pasaba. Su mente daba vueltas sobre esa escena llegando a hacer su propia interpretación sobre esta. –Supongo que la mujer quedo embarazada de alguien y le gritaron que sería nada más que un bicho raro- pensó durante unos segundos sin desconfiar de loukas del todo. En ese instante se puso en el lugar de la mujer si fuese humana y pudiera tener hijos, los defendería a garras y dientes sobre cualquier persona que se entrometiera. Sin embargo, no podía intentar comprender ese sentimiento no había tenido hijos. El único que tenia no era de su propio vientre pero lo amo como si realmente fuera su carne. Puso la misma situación que vivió esa mujer a con lo que paso ahora. Si pudiera tener hijos ¿serian bichos raros? ¿personas marginadas por la sociedad?.

por **Eyra Erikdóttir** Vie Ago 05, 2011 4:40 am

La danza entre nuestros cuerpos había finalizado tras una cúspide sublime. Ahora, yacía en el lecho abrazando a Ginebra, dejando que mis músculos y mis latidos se relajaran de nuevo. Llevé una de mis manos tras mi cabeza y dejé que una sábana ocultase sutilmente mis piernas desde mi cintura. Suspiré complacido y clavé mis ojos en el techo del habitáculo, dejando que mis preocupaciones, mis pensamientos, me asaltaran con la guardia baja y me hicieran prisionero de ellos.

De pronto, sentí el cuerpo de Ginebra algo tenso, como si algo hubiera perturbado su paz. ¿Qué podría haber sido? Nada había cambiado desde hacía unos minutos. No había mantenido contacto con el exterior de la sala en la que habíamos hecho el amor, por lo que nadie podría estropear su tranquilidad. A no ser que el culpable se hallara en ese mismo habitáculo. Entonces comprendí lo que sucedía.

- Tengo un pasado, Ginebra.- comenté entre murmuros apesadumbrados.- Y si quieres respuestas, sólo tienes que formularme las preguntas.

Quería realmente que ella confiara en mí, que me conociera en cada una de mis facetas. La de asesino, cuando me convertí por primera vez. La de casanova, en mis tiempos jóvenes y rebeldes. La de impulsivo, cuando decidí casarme con Nara sólo por la culpabilidad que sentía al haberla transformado sin querer. La de cobarde, por haberla dejado sin una explicación coherente. En fin, yo era como era por mi experiencia. Y no quería ocultársela a Ginebra. Había supuesto, y pondría la mano en el fuego, en que ella había estado leyendo mis pensamientos.

por **Ginebra Le Boursier** Vie Ago 05, 2011 11:15 am

-Lo siento, tus recuerdos llegaron a mi sin que hiciera nada-dijo un poco nerviosa por temor a que Loukas se enfadara. –Es normal no recuerdo muy bien cómo evitar que mis habilidades salgan a flote cuando no quiero, son involuntarias en mi- volteo a verlo con una mirada suave su inconsciente no dejaba de decir o gritar cosas sobre matar. Desde que había dejado de matar por placer esa voz nació y se quedaba ahí. –No es nada, solo vi un recuerdo que me perturbo un poco- sonrió tranquila no parecía del todo segura. No era por él, sino por las preguntas que tal vez le haría, no hablaba mucho sobre lo que había pasado en su propia vida.

-No tengo nada que preguntar- no se mostraba cansancio en ella. Era bastante normal durar despierta toda la noche hasta los primeros instantes de la mañana, se le había formado esa costumbre. No estaba cansada ni tampoco se consideraba una persona con mucha energía. El tiempo en mayoría la pasaba tranquila y sin acercarse mucho a la gente. Logro aclarar su mente durante un rato solo para descansar. -¿Tú no tienes ninguna pregunta más?-

[OFF: Mi imaginacion ToT]

por **Eyra Erikdóttir** Vie Ago 05, 2011 6:47 pm

Cabeceé ligeramente y asentí una sola vez.

- ¿Qué pensamiento fue el que te perturbó?- le pedí con voz dulce y un atisbo de curiosidad.

Me acomodé mejor en el lecho, dejando que su cabeza reposara sobre mi pecho y fuese testigo de mi relajado tún tún bajo mi piel.

Mientras esperaba su respuesta, cerré mis ojos para descansarlos y mi mano izquierda empezó una ruta de senderismo por su pálida y gélida piel de porcelana, trazando formas con la yema de mis dedos y a veces, simplemente dejando deslizar mi mano por su espalda.

Off: Mi inspiracion tambien me abandonó e_e'

por **Ginebra Le Boursier** Vie Ago 05, 2011 7:46 pm

-Algo de un bicho raro o algo semejante- contesto jugando con los cabellos de Loukas tratando de agarrar alguno sin que se le fuera como agua en las manos. –No lo vi muy bien, muchas veces parecen confusos – me acerque levemente hacia sus labios besándolos de la manera más tierna que podía permitirse. –No creo que sea de mucha importancia, lo vi como si fuera una espectadora más-

Su garganta seca quemaba demasiado, ardia, sus sentidos aumentaron demasiado. –Loukas….necesito- se encontraba lamiendo su cuello hasta que un par de segundos después lo mordió de una manera brusca. Quemaba, tenía demasiada necesidad de beber ese elixir de la vida humana. Bebió todo lo que pudo de su cuerpo, la almohada también se encontraba llena de sangre e incluso su boca se encontraba totalmente bañada en ella. Quería beber aun mas sin dejar ni una sola gota pero si lo hacía moriría inevitablemente a menos de que lo transformara antes de eso. –Lo siento…- desvió su mirada hacia otro lugar.

[OFF: ToT]

por **Eyra Erikdóttir** Sáb Ago 06, 2011 7:00 am

Ella me habló de "un bicho raro" al que no pude identificar en mi mente. Entreabrí los labios para volver a preguntar, cuando sus manos se detuvieron en su juego con mis cabellos. Pronunció mi nombre con un deje de necesidad que me erizó la piel y luego... sus colmillos se clavaron en mi garganta, succionando poco a poco mi sangre.

Sentía cómo mi esencia abandonaba mi cuerpo. Me sentí como cuando Jacqueline me atacó en el bosque. Entonces lo comprendí. Supe que todos los vampiros querían lo mismo: sangre. Y que con esa finalidad, eran capaces de seducir, mentir y demás triquiñuelas crueles, para lograrlo.

Me sentí estúpido por haber confiado en aquella vampiresa. Me sentí horripilantemente embaucado. Y mientras mi cuerpo se iba apagando, la ira empezó a cegarme como latigazos en mi espalda. Forcejeé y aullé para que me soltara, hasta que lo hizo y se disculpó.

Mis ojos se habían nublado, veía las cosas desenfocadas, mis latidos eran escasos y a un ritmo muy pausado, demasiado. Me sentía mareado y aun así, salté del lecho, posicionándome en una esquina del habitáculo lo más lejos posible de ella. Entonces proferí un gruñido sonoro y lleno de rabia. Mi mirada se inyectó en odio y no era capaz de poner voz a las palabras ofensivas que gritaban su liberación de mi boca.

por **Ginebra Le Boursier** Sáb Ago 06, 2011 10:26 am

-Yo no mentí, Loukas- se acercaba lentamente a él, alzando una mano para depositarla en su hombre y los ojos inundados en lágrimas. Si leía sus pensamientos encontraría las barbaridades que pensaba de ella. No quería sufrir de nuevo un abandono. –No te he mentido en ningún momento y menos para conseguir sangre- desde el primer momento fue sincera sin ningún sentido sus lagrimas caían.

Se encontró en un momento de debilidad. En su cabeza debía entrar la idea de sus parejas no duraban mucho por un error como este, los únicos que entendían a los vampiros eran otros vampiros. La sangre era un líquido carmesí que necesitaban beber cada 3 días antes de morir de hambre. –Entiendo que me odies- con su mano limpia su boca. Si él deseaba irse no podía hacer nada, no lo detendría con alguien al que comenzó a odiar. Por un momento pensó en el hombre del que bebió su sangre y el analizaba fascinado el hecho convirtiéndose en su donador. –Desde un principio debí haber ido con Adam- pensó suspirando con pesadez. Nada nuevo en su vida y ella no entendía, quería morir, sin algo que detuviera tu vida se sentía morir de nuevo como en su caso. Era peor el dolor que sentía ahora que el que Alexander le provoco cuando la convirtió. –Al igual que tu he hecho cosas horribles por el monstruo que llevo dentro, ¿puedes entenderme?-

~Mátalo así se arreglan las cosas. Matar es divertidísimo a que si, Deméter~

-Supongo que debo contarte esto. En mi pasado fui humana viví en Castilla, España. Hija única de una pareja joven, al igual que tu arrase con la vida de mi madre al nacer. Fui de clase baja en ese entonces, un día saliendo de con el panadero. Un borracho me arrincono en un callejón quitándome la virginidad de una estocada y tratándome de matar al final. Cuando cumplí los veinte me llevaron a la fuerza a una casa de clase alta. El hombre que me convirtió lo hizo por placer y porque mi rostro era semejante al de su amor humano. Mi transformación fue dolorosa. En los primeros siglos fui una neófita demasiado sedienta produje estragos en todos los lugares a los cuales iba. No era para beberla, sino en ese entonces me fascinaba verla correr como agua entre mis manos. Los estragos también fueron en un pequeño sector de Grecia. Me nombraron "Deméter de la sangre" por eso. – tubo que revelar el pasado del que tanto se avergonzaba.

por **Eyra Erikdóttir** Sáb Ago 06, 2011 10:51 am

Ginebra se acercó al Loukas trastornado por la ira y posó su mano en mi hombro para intentar sosegarme. Ese gesto lo malinterpreté como si quisiera volver a atacarme, así que con otro gesto me deshice de su contacto y volví a alejarme de ella, mirándola con mis dientes preparados por si debía morderla, mis garras en posición defensiva y algunos gruñidos que escapaban de entre mis labios. Aún así, escuche su historia. Al finalizarla, me encontraba algo más calmado, pero seguía con la guardia alta por si sus colmillos volvían ha obedecer a sus tripas hambrientas.

- Soy licántropo y eso me hace ser impulsivo y algo irascible.- comenté entre dientes.- Pero no por eso voy mordiendo a quienes se acercan a mí.- fruncí la nariz como mueca al recordar aquél episodio en el que Ginebra me había mordido.- Tu tienes el poder para frenar tus ansias igual que yo controlo las mías.

Alcé levemente mi labio superior como amenaza y relajé ligeramente mi musculatura, sin dejar de medir cada uno de sus gestos. Si volvía a tocarme, no dudaría en atacarla.
Sin mediar más palabra tomé mi ropa y me fui vistiendo con rapidez, sin dejar de fulminarla de vez en cuando. Entonces me dirigí a la puerta cerrada de la habitación y tomé el pomo con decisión, volteándome hacia ella una vez más.

- Podrías haberme matado, Ginebra.- susurré con frialdad y rencor en mi voz antes de salir del habitáculo y emprender el camino de regreso hacia la puerta de salida de la casa.

por **Ginebra Le Boursier** Sáb Ago 06, 2011 2:57 pm

Salió de la habitación corriendo para solo ver al hombre que había comenzado amar desaparecer por el umbral de la puerta principal. El lobezno se sentó enfrente de ella con unos ojos que demostraban más de lo que quería decir. –Entiendo no te preocupes- hablo suavemente demostrando que podía mantener la compostura en esos momentos. –Sé que he cometido un error- acerco su mano para acariciar las orejas del lobo a lo que recibió un mordisco duro. Apretaba suavemente su mandíbula contra la piel de su mano. –Duele, ¿lo ves? me has herido .Aunque supongo que me lo merezco después de todo- dirigió su mirada hacia el cielo manchado por estrellas y la luna que podía ver por horas y horas. –Solo quería que entendiera…que si yo lo matara haría todo lo posible para salvarlo- susurro sonriendo.

~¿Por qué no te das cuenta que a los mortales les das miedo? ¿Porque en vez de acercárnosles los matamos? Suena 10 veces más divertido~

-¿Por qué no puedo cerrar la boca interiormente, Ron?- sintió que el lobo la miro como si estuviera loca.

[OFF: ¿Habriras el siguiente post? o estas muy enojado conmigo D:]

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