AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Una criatura ¿Compasiva? [II Part] [Gianella Massone - Janelle Chifflet]
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Una criatura ¿Compasiva? [II Part] [Gianella Massone - Janelle Chifflet]
Carmmine se había dormido en los mullidos asientos del carruaje, no era solo el agotamiento físico lo que la aquejaba, era también su mente la que estaba fastidiada por toda esa situación. Ciertamente no sabía cómo es que acababa involucrándose en situaciones como esas, y estaba ocurriendo bastante a menudo, así que en definitiva era cansancio acumulado.
Fue un error haberse quedado dormida ¿Qué sería de ellas si Gianella despertaba de pronto? La atraparía con la guardia baja, y así no podría defender a Janelle ni a ella misma. Pero en el fondo no importaba, ya estaba dormida y ese estado de estupor no sería fácil de alejar, aun con los pequeños saltos que daba el carruaje debido a lo irregulares que eran los caminos que salían del centro de la ciudad. Ojalá a sus improvisadas acompañantes les molestara tan poco como a ella.
La licántropo estaba dormida gracias a uno de los trucos de Janelle, Carmmine cargó con ella hasta sentarla en el carruaje, dejándola cómodamente en el asiento, para que fuese ocupado solo por ella en caso de que se moviese entre sueños. Esperaba que siguiese dormida al menos hasta que la pudiesen ponerla en un entorno seguido donde no se pudiese herir ella ni tampoco al resto. ¿Qué sentía por alguien como ella? Tal vez un poco de empatía, pero no era en absoluto recíproco…
La joven bruja debería estar aún más cansada que la propia Carmmine, ya había sido atacada y muestra de ello era el fuerte golpe que se había dado en la cabeza, así que cuando la vio actuar tan ágilmente se sorprendió un poco. Después de que había accedido a acompañarla, no pudo sino sentirse aliviada. Tenía un grado de empatía muchísimo mayor y una adorable ingenuidad, que pensó serían capaces de contener la ira de la licántropo, o de al menos evitarles más daños.
El relinchar de los caballos cuando el cochero les ordenó detenerse, fue lo que terminó por despertar a Carmmine, haciéndola llevar instintivamente las manos a los ojos para frotárselos para acabar de despertar. Casi se había olvidado de aquella compañía que tenía en estos instantes.
- Ya llegamos – susurró despacio mientras corría un poco la cortina de la ventana del carruaje - ¿Aún sigue dormida? – preguntó con el mismo volumen de voz para no despertar a Gianella.
El cochero abrió la puerta y la ayudó a bajar mientras le pedía que mantuviese a los corceles en silencio mientras esperaba que Janelle bajase para poder tomar a la licántropo y llevarla a la pequeña guarida subterránea, perfectamente acondicionada.
Carmmine
Fue un error haberse quedado dormida ¿Qué sería de ellas si Gianella despertaba de pronto? La atraparía con la guardia baja, y así no podría defender a Janelle ni a ella misma. Pero en el fondo no importaba, ya estaba dormida y ese estado de estupor no sería fácil de alejar, aun con los pequeños saltos que daba el carruaje debido a lo irregulares que eran los caminos que salían del centro de la ciudad. Ojalá a sus improvisadas acompañantes les molestara tan poco como a ella.
Gianella
La licántropo estaba dormida gracias a uno de los trucos de Janelle, Carmmine cargó con ella hasta sentarla en el carruaje, dejándola cómodamente en el asiento, para que fuese ocupado solo por ella en caso de que se moviese entre sueños. Esperaba que siguiese dormida al menos hasta que la pudiesen ponerla en un entorno seguido donde no se pudiese herir ella ni tampoco al resto. ¿Qué sentía por alguien como ella? Tal vez un poco de empatía, pero no era en absoluto recíproco…
Janelle
La joven bruja debería estar aún más cansada que la propia Carmmine, ya había sido atacada y muestra de ello era el fuerte golpe que se había dado en la cabeza, así que cuando la vio actuar tan ágilmente se sorprendió un poco. Después de que había accedido a acompañarla, no pudo sino sentirse aliviada. Tenía un grado de empatía muchísimo mayor y una adorable ingenuidad, que pensó serían capaces de contener la ira de la licántropo, o de al menos evitarles más daños.
Mansión Von Misson
El relinchar de los caballos cuando el cochero les ordenó detenerse, fue lo que terminó por despertar a Carmmine, haciéndola llevar instintivamente las manos a los ojos para frotárselos para acabar de despertar. Casi se había olvidado de aquella compañía que tenía en estos instantes.
- Ya llegamos – susurró despacio mientras corría un poco la cortina de la ventana del carruaje - ¿Aún sigue dormida? – preguntó con el mismo volumen de voz para no despertar a Gianella.
El cochero abrió la puerta y la ayudó a bajar mientras le pedía que mantuviese a los corceles en silencio mientras esperaba que Janelle bajase para poder tomar a la licántropo y llevarla a la pequeña guarida subterránea, perfectamente acondicionada.
Carmmine Von Misson- Vampiro Clase Alta
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Re: Una criatura ¿Compasiva? [II Part] [Gianella Massone - Janelle Chifflet]
Carmmine reacciono mejor de lo que esperaba. Se ofreció a ayudar y llevar a Gianella a su casa, lo cual me hizo sacar una sonrisa de alivio. Ya en el carruaje, no pude evitar descansar un poco durante el viaje, había sido un día largo y vaya que fue toda una aventura, pero aun no terminaba. Una sacudida me despertó haciéndome recordar donde estaba y mire a loba. La examine y di la señal de que aun dormía plácidamente. Me baje del carruaje y admire por un rato la entrada a la mansión de la vampiresa. A decir verdad, no me sorprendía que viviera en aquel lugar, pero aun así era impresionante.
-Quizás luego debas ducharte, no creo que a Gianella le agrade mucho olfatear su olor en ti.-le sugerí. Por una experiencia que había vivido hacia un tiempo, aprendí que no a todos los licantropos les gustaba oler su propio aroma pegado a otros. Mucho menos tener el aroma a su enemigo en la ropa.-También deberíamos sacarle tu aroma de su ropa.-agregue mientras la cargaba dentro.
-Um... Cuanto tiempo habrá pasado ya?-recordé de pronto al estar dentro de la casa de Carmmine. Recordaba que cuando había salido de casa, el sol aun no había tocado el horizonte mientras iba para el trabajo. Luego del ataque, el sol ya se había escondido del todo, solo quedaba una ligera claridad en el cielo, pero luego no conté el tiempo que paso desde que me reencontré con Gianella fuera del hospital hasta ese momento. De pronto, mis tripas rugieron y me sonroje como un tomate.-Oh... Se suponía que cenaría en el restaurante, pero con todo esto...-desde que había conseguido mi puesto de chef, cenaba en el descanso para no llegar tarde al trabajo y mucho menos para no quedarme sola cuando los demás empleados descansaba.
Sonreí tímidamente, algo avergonzada, puesto que sabia que Carmmine no comía, solo bebía sangre. Esperaba que mi apetito no despertara su instinto de vampiro o algo así, de otro modo me vería en problemas.
-Quizás luego debas ducharte, no creo que a Gianella le agrade mucho olfatear su olor en ti.-le sugerí. Por una experiencia que había vivido hacia un tiempo, aprendí que no a todos los licantropos les gustaba oler su propio aroma pegado a otros. Mucho menos tener el aroma a su enemigo en la ropa.-También deberíamos sacarle tu aroma de su ropa.-agregue mientras la cargaba dentro.
-Um... Cuanto tiempo habrá pasado ya?-recordé de pronto al estar dentro de la casa de Carmmine. Recordaba que cuando había salido de casa, el sol aun no había tocado el horizonte mientras iba para el trabajo. Luego del ataque, el sol ya se había escondido del todo, solo quedaba una ligera claridad en el cielo, pero luego no conté el tiempo que paso desde que me reencontré con Gianella fuera del hospital hasta ese momento. De pronto, mis tripas rugieron y me sonroje como un tomate.-Oh... Se suponía que cenaría en el restaurante, pero con todo esto...-desde que había conseguido mi puesto de chef, cenaba en el descanso para no llegar tarde al trabajo y mucho menos para no quedarme sola cuando los demás empleados descansaba.
Sonreí tímidamente, algo avergonzada, puesto que sabia que Carmmine no comía, solo bebía sangre. Esperaba que mi apetito no despertara su instinto de vampiro o algo así, de otro modo me vería en problemas.
Janelle Chifflet- Mensajes : 186
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Re: Una criatura ¿Compasiva? [II Part] [Gianella Massone - Janelle Chifflet]
Su cuerpo había dejado de responderle drásticamente desde el momento en que había visto por unos segundos un pájaro acercársele. Tras una profunda respiración producto del esfuerzo que había estado realizando en esa situación sintió cómo su cuerpo se hacía muchísimo más pesado, como si el suelo y la gravedad la llamaran a darle un abrazo; y cómo su mente se perdía sin aparente camino de regreso. Cayó de rodillas y finalmente su cabeza tocó el suelo sin reacción, con sus ojos semicerrados tratando de encontrar una explicación lógica a semejante malestar. Ella por lo general resistía un poco más...y eso era lo que le extrañaba hasta el momento en que no pudo seguir reflexionando, ya que había caído profundamente dormida.
Durante los instantes siguientes sintió unos cuantos movimientos de manera involuntaria, pero que eran insuficientes para hacerla despertar o reaccionar de manera instintiva. La loba estaba domada, de momento. Pero pasó el rato, y a los pocos minutos en que sus ahora "salvadoras" estaban a salvo bajo la imponente residencia de la mujer inmortal Gianella empezó a moverse un poco más. Parecía atrapada por algo; parecía querer escapar...su rostro angustiado daba cuenta de ello.
Durante los instantes siguientes sintió unos cuantos movimientos de manera involuntaria, pero que eran insuficientes para hacerla despertar o reaccionar de manera instintiva. La loba estaba domada, de momento. Pero pasó el rato, y a los pocos minutos en que sus ahora "salvadoras" estaban a salvo bajo la imponente residencia de la mujer inmortal Gianella empezó a moverse un poco más. Parecía atrapada por algo; parecía querer escapar...su rostro angustiado daba cuenta de ello.
Gianella Massone- Licántropo Clase Baja
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Fecha de inscripción : 24/01/2011
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Re: Una criatura ¿Compasiva? [II Part] [Gianella Massone - Janelle Chifflet]
Comencé a poner atención en el aroma de Gianella que se había impregnado en mi ropa cuando la joven humana habló de ella, nunca antes había tenido encuentros de ese tipo por seres de la especie de la licántropo, antes había tratado con algunos licántropos pero prácticamente de su clase, y siempre en un plano cordial, así que aparte de lo que Azael, su creador y ferviente enemigo de los licántropos, le había comentado un par de veces no tenía ni la más remota idea de cómo tratar un caso como este.
Se limitó a asentir mientras la conducía al sótano de su casa, que distaba bastante de lo que se estimaba era la imagen que un sótano debería tener, era más bien una casa subterránea dentro de la casa principal, incluso había un par de habitaciones con sus respectivos baños, un salón y un estudio que hacía las veces también de biblioteca, era de todo menos un lugar oscuro y húmedo como se acostumbraba. Ella misma había ordenado su acondicionamiento antes de habitar la casa. La razón. Obvia. Podía perfectamente dormir en su habitación en la planta alta, con las gruesas cortinas férreamente cerradas, pero habían ocasiones en que necesitaba esa sensación de seguridad que solo la claustrofobia podía otorgarle. Era una suerte contar con un lugar así ahora.
Lo de ella era fácil, una ducha, perfume, lanzar el vestido al incinerador y ya, pero ¿Cómo demonios iban a quitar el aroma de Carmmine de las ropas de la licántropo? No podían jugar a las muñecas con ella, bañarla y vestirla con uno de sus vestidos, aunque al parecer era la única forma. Dejó a Gianella en uno de los sofás del salón, mientras pensaba en un plan.
- Puedo darme una ducha rápida – dijo encogiéndose de hombros – Pero ¿Cómo le quitamos mi aroma a ella? Además no creo que quiera ponerse uno de mis vestidos –
No le daba asco ni nada por el estilo, pero claramente no quería tocarla más de lo necesario, Janelle era mucho más dócil para esas cosas, pensó. De pronto que quedó mirándola como una boba cuando escuchó su estómago ¡Cómo no había reparado en eso antes! Ella no había comido nada desde que la encontró en aquel callejón, quizás incluso desde antes. Se regañó por no haber pensado en eso… La miró un poco extrañada cuando le sonrió tímidamente, bien podía ser porque estaba algo avergonzada pero no calzaba. Recordó que era y dio un paso atrás.
- No te preocupes, te sorprendería saber que hacen también con la sangre que usan en el hospital para las transfusiones – dijo bajando la mirada algo triste al recordar la forma en que debía sobrevivir – Es cosa de tener los contactos adecuados –
Se volteó y se dirigió a una de las habitaciones donde preparó la bañera con agua caliente para la licántropo, pensó que hasta sería una buena idea que se despertara y se bañara ella misma, pero era irreal, todo era irreal esta noche. Regresó rápidamente con Janelle.
- ¿Crees que puedas darle un baño antes de que se despierte? – dijo cogiendo a la licántropo en brazos para llevarla a la habitación donde había preparado todo – Mientras puedo ir por algo de comer para ti y a ver si hay algo de ropa de mí… de hombre, creo que le sentará mejor que mis vestidos –
Se sonrojó cuando estuvo a punto de decir “mi novio”, claro que había ropa de él, pero andaba de viaje, así que seguramente había dejado algo que pudiesen usar, en lo que respectaba a la comida, tendría que cocinar algo rápido y afortunadamente era buena cocinando comida para humanos. Solo esperaba que no fuese a despertarse mientras no estaba, así que mientras dejaba a Gianella en manos de Janelle, fue a buscar en uno de los cajones de la mesita de noche un revólver lo suficientemente manejable. Para entregárselo a la joven en caso de cualquier eventualidad.
- Prométeme que vas a usarlo si se despierta y trata de hacerte algo – dijo poniéndoselo en las manos, al momento que comenzaba a arrepentirse de dejarlas solas – O quizás sería mejor que no me fuera – dijo algo acongojada.
Se limitó a asentir mientras la conducía al sótano de su casa, que distaba bastante de lo que se estimaba era la imagen que un sótano debería tener, era más bien una casa subterránea dentro de la casa principal, incluso había un par de habitaciones con sus respectivos baños, un salón y un estudio que hacía las veces también de biblioteca, era de todo menos un lugar oscuro y húmedo como se acostumbraba. Ella misma había ordenado su acondicionamiento antes de habitar la casa. La razón. Obvia. Podía perfectamente dormir en su habitación en la planta alta, con las gruesas cortinas férreamente cerradas, pero habían ocasiones en que necesitaba esa sensación de seguridad que solo la claustrofobia podía otorgarle. Era una suerte contar con un lugar así ahora.
Lo de ella era fácil, una ducha, perfume, lanzar el vestido al incinerador y ya, pero ¿Cómo demonios iban a quitar el aroma de Carmmine de las ropas de la licántropo? No podían jugar a las muñecas con ella, bañarla y vestirla con uno de sus vestidos, aunque al parecer era la única forma. Dejó a Gianella en uno de los sofás del salón, mientras pensaba en un plan.
- Puedo darme una ducha rápida – dijo encogiéndose de hombros – Pero ¿Cómo le quitamos mi aroma a ella? Además no creo que quiera ponerse uno de mis vestidos –
No le daba asco ni nada por el estilo, pero claramente no quería tocarla más de lo necesario, Janelle era mucho más dócil para esas cosas, pensó. De pronto que quedó mirándola como una boba cuando escuchó su estómago ¡Cómo no había reparado en eso antes! Ella no había comido nada desde que la encontró en aquel callejón, quizás incluso desde antes. Se regañó por no haber pensado en eso… La miró un poco extrañada cuando le sonrió tímidamente, bien podía ser porque estaba algo avergonzada pero no calzaba. Recordó que era y dio un paso atrás.
- No te preocupes, te sorprendería saber que hacen también con la sangre que usan en el hospital para las transfusiones – dijo bajando la mirada algo triste al recordar la forma en que debía sobrevivir – Es cosa de tener los contactos adecuados –
Se volteó y se dirigió a una de las habitaciones donde preparó la bañera con agua caliente para la licántropo, pensó que hasta sería una buena idea que se despertara y se bañara ella misma, pero era irreal, todo era irreal esta noche. Regresó rápidamente con Janelle.
- ¿Crees que puedas darle un baño antes de que se despierte? – dijo cogiendo a la licántropo en brazos para llevarla a la habitación donde había preparado todo – Mientras puedo ir por algo de comer para ti y a ver si hay algo de ropa de mí… de hombre, creo que le sentará mejor que mis vestidos –
Se sonrojó cuando estuvo a punto de decir “mi novio”, claro que había ropa de él, pero andaba de viaje, así que seguramente había dejado algo que pudiesen usar, en lo que respectaba a la comida, tendría que cocinar algo rápido y afortunadamente era buena cocinando comida para humanos. Solo esperaba que no fuese a despertarse mientras no estaba, así que mientras dejaba a Gianella en manos de Janelle, fue a buscar en uno de los cajones de la mesita de noche un revólver lo suficientemente manejable. Para entregárselo a la joven en caso de cualquier eventualidad.
- Prométeme que vas a usarlo si se despierta y trata de hacerte algo – dijo poniéndoselo en las manos, al momento que comenzaba a arrepentirse de dejarlas solas – O quizás sería mejor que no me fuera – dijo algo acongojada.
Carmmine Von Misson- Vampiro Clase Alta
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Re: Una criatura ¿Compasiva? [II Part] [Gianella Massone - Janelle Chifflet]
-Sotano? Esto no es ningún sótano...-pensaba cuando admiraba el lugar que estaba debajo de la mansion de la vampiresa. Dejo a la loba en un sofá con mucho cuidado de no despertarla y me dijo que no habría problema en quitarse el olor a lobo, pero el problema real era quitarle el aroma a Gianella. Me pidió que yo la bañara y casi inmediatamente mi mente se puso a trabajar en un plan para ello, que incluyera no despertarla innecesariamente. Carmmine se alejo un momento hacia un mueble y regreso con algo que luego puso en mis manos... Algo frío y mortal... Un arma. Si algo me daba temor mas que cualquier otra cosa, era algo tan frío como un arma como aquella que la vampiresa me había dado. Trate de no pensar.
-Tu ve.-le dije.-Puedo manejar esto.-le dije con una sonrisa de seguridad. Ella dudo un instante por la expresión de su rostro, pero termine convenciéndola, me indico donde estaba el baño y se retiro.
Cuando se hubo ido, mire de nuevo el arma quedándome petrificada por un momento... Mis manos dejaron de responder e hicieron que se cayera al suelo haciendo un sonido seco y apagado. De repente volví a sentir mis manos y me aleje de esa cosa. Como pude, cargue a Gianella hasta el baño, pero no pensaba meterla en la ducha o eso la despertaría con certeza. Sin embargo la acosté con mucho cuidado dentro de dicha tina y con cuidado de no despertarla o hacer movimientos bruscos que la despertaran, la desvestí. Deje la ropa a un lado, agarre una toalla de mano y abrí el grifo del lavabo. Espere que el agua se calentara un poco mientras olía los jabones que había en aquel baño.
-No se para que un vampiro quiere jabones, pero quizás alguna de estas pueda ayudar un poco y sacarle el aroma a vampiro.-pensé. Elegí un jabón que no tenia un perfume muy fuerte, pero lo suficiente como para quitarle el olor. Lo pase por la toalla luego de remojarla un poco, me arremangue las magas de mi vestido y comencé a limpiarla. Habré tardado un rato cuando tocaron la puerta muy suavemente y con voz baja dije "adelante". Carmmine había regresado con ropa de hombre, lo mas probable era que se tratara de algún familiar, lo cual no era muy probable, pero tampoco imposible. O quizás se tratara de un novio o marido, mas probable. Luego se secar a la licantropa y confirmar que la ropa que había traído no tenia aroma alguno, la vestí.
-Supongo que servirá.-dije en voz baja. La volví a cargar para llevarla de nuevo al sofá mientras recordaba el arma que me había dado.-Oh, lamento... Eso... No me gustan las armas, me ponen nerviosa.-me disculpaba mientras acomodaba a Gianella en el sofá, poniendo su cabeza sobre un cojín y tapándola con una manta que habían traído.
Vi la bandeja con comida que la vampira me había traído y me aparte para comer mientras le agradecía las molestias. Mientras cenaba, la vampiresa le echaba un ojo a la loba. Cuando hube terminado, le agradecí de nuevo y me acerque una silla cerca de Gianella, pero un poco distanciada por si acaso despertaba. Solo paso un momento de silencio hasta que, casi sin darme cuenta, comencé a recitar algo parecido a un conjuro en otra lengua. Recordaba que se usaba para calmar el espíritu después de un día malo y se recitaba al dormir para que la persona pudiera despertar mas relajada, tranquila y sin sentimientos o emociones negativos. No sabia si funcionaria con un licantropo, pero aun había humanidad en ella, así que confié en eso.
-Tu ve.-le dije.-Puedo manejar esto.-le dije con una sonrisa de seguridad. Ella dudo un instante por la expresión de su rostro, pero termine convenciéndola, me indico donde estaba el baño y se retiro.
Cuando se hubo ido, mire de nuevo el arma quedándome petrificada por un momento... Mis manos dejaron de responder e hicieron que se cayera al suelo haciendo un sonido seco y apagado. De repente volví a sentir mis manos y me aleje de esa cosa. Como pude, cargue a Gianella hasta el baño, pero no pensaba meterla en la ducha o eso la despertaría con certeza. Sin embargo la acosté con mucho cuidado dentro de dicha tina y con cuidado de no despertarla o hacer movimientos bruscos que la despertaran, la desvestí. Deje la ropa a un lado, agarre una toalla de mano y abrí el grifo del lavabo. Espere que el agua se calentara un poco mientras olía los jabones que había en aquel baño.
-No se para que un vampiro quiere jabones, pero quizás alguna de estas pueda ayudar un poco y sacarle el aroma a vampiro.-pensé. Elegí un jabón que no tenia un perfume muy fuerte, pero lo suficiente como para quitarle el olor. Lo pase por la toalla luego de remojarla un poco, me arremangue las magas de mi vestido y comencé a limpiarla. Habré tardado un rato cuando tocaron la puerta muy suavemente y con voz baja dije "adelante". Carmmine había regresado con ropa de hombre, lo mas probable era que se tratara de algún familiar, lo cual no era muy probable, pero tampoco imposible. O quizás se tratara de un novio o marido, mas probable. Luego se secar a la licantropa y confirmar que la ropa que había traído no tenia aroma alguno, la vestí.
-Supongo que servirá.-dije en voz baja. La volví a cargar para llevarla de nuevo al sofá mientras recordaba el arma que me había dado.-Oh, lamento... Eso... No me gustan las armas, me ponen nerviosa.-me disculpaba mientras acomodaba a Gianella en el sofá, poniendo su cabeza sobre un cojín y tapándola con una manta que habían traído.
Vi la bandeja con comida que la vampira me había traído y me aparte para comer mientras le agradecía las molestias. Mientras cenaba, la vampiresa le echaba un ojo a la loba. Cuando hube terminado, le agradecí de nuevo y me acerque una silla cerca de Gianella, pero un poco distanciada por si acaso despertaba. Solo paso un momento de silencio hasta que, casi sin darme cuenta, comencé a recitar algo parecido a un conjuro en otra lengua. Recordaba que se usaba para calmar el espíritu después de un día malo y se recitaba al dormir para que la persona pudiera despertar mas relajada, tranquila y sin sentimientos o emociones negativos. No sabia si funcionaria con un licantropo, pero aun había humanidad en ella, así que confié en eso.
Janelle Chifflet- Mensajes : 186
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Re: Una criatura ¿Compasiva? [II Part] [Gianella Massone - Janelle Chifflet]
- ...
----------
- ¡¡No puedo creerlo, los ha matado!!
- Miren esas heridas...no son de un humano común...
- ¿Acaso está loca?
- No, no está loca...¡está maldita! ¡es un animal!
- ¡Esperen! ¡Y-yo nunca quise...! ¡Déjenme explicarles!...
- Siempre confiamos en ti, Gianella...
- Pero hacerle esto a tus padres...
- ¡¡En serio!! ¡¡Yo nunca querría hacer algo así!!
- ¡¡SILENCIO, DEMONIO!!
- ... P-pero...
Me apuntaron con sus armas, con su corazón dándome la espalda. Sus ojos ya no demostraban la amabilidad que siempre habían tenido conmigo. Sólo pude ver odio, temor, impotencia...y una sensación muy fuerte de injusticia. Me levanté como pude, pidiendo clemencia...pidiendo perdón...cayendo de rodillas otra vez. Las lágrimas fueron sucediéndose una tras otra, la desesperación corriendo por mi mente y mi cuerpo...y la frustración creciendo cada vez más.Los disparos empezaron a escucharse uno tras otro, pero no hubo sangre. Ni siqueira hubo un cuerpo al cual apuntar. Yo ya había estaba corriendo delante de quienes ahora querían vengarse, querían hacer justicia con antorchas, escopetas y otros objetos. Todo mi pasado, mi presente y mi futuro habían sido hecho pedazos por la mala suerte...por mi maldita suerte.
Las lágrimas siguieron bajando al tiempo que Milán quedaba atrás, y el rencor empezó a surgir desde ese instante...
----------
Las muecas de Gianella se fueron haciendo cada vez más evidentes, igual que el movimiento de su cuerpo. Estaba escapando, sí...volvía a escapar de las personas que habían cambiado sus sonrisas por un odio enfermizo hacia ella. No la perdonaron, y ella tampoco lo haría. Presionó sus dientes cada vez más tensa, cerrando los ojos con mucha fuerza, incluso escuchándosele un quejido leve.
----------
Seguía corriendo sin descanso, parecía que iban a alcanzarme, que iban a acabar conmigo...hasta que una luz me cegó por completo, viéndome de inmediato en un lugar completamente blanco. "¿Qué es esto?" me pregunté y me vi con mi apariencia actual, con mi edad actual. Y alguien me llamó. Sí, no podía ser otra persona, esa voz la podía reconocer al otro lado del mundo. Me volteé para verla, pero la luz fue desapareciendo hasta que todo se hizo completamente negro...
---------
Abrió los ojos bruscamente, y se inclinó hacia adelante sentándose, llevándose una mano al pecho. Ignoró todo: no sabía donde estaba, no sabía si había alguien con ella o con quién se encontraba. Sólo ella estaba en su mente, sólo ella estaba en el corazón que ella intentaba alcanzar con sus manos presionando inútilmente su piel. Cerró los ojos y una palabra fue la única que salió de sus labios en un susurro lleno de nostalgia, angustia y esperanza al mismo tiempo.
- Sybelle...
----------
- ¡¡No puedo creerlo, los ha matado!!
- Miren esas heridas...no son de un humano común...
- ¿Acaso está loca?
- No, no está loca...¡está maldita! ¡es un animal!
- ¡Esperen! ¡Y-yo nunca quise...! ¡Déjenme explicarles!...
- Siempre confiamos en ti, Gianella...
- Pero hacerle esto a tus padres...
- ¡¡En serio!! ¡¡Yo nunca querría hacer algo así!!
- ¡¡SILENCIO, DEMONIO!!
- ... P-pero...
Me apuntaron con sus armas, con su corazón dándome la espalda. Sus ojos ya no demostraban la amabilidad que siempre habían tenido conmigo. Sólo pude ver odio, temor, impotencia...y una sensación muy fuerte de injusticia. Me levanté como pude, pidiendo clemencia...pidiendo perdón...cayendo de rodillas otra vez. Las lágrimas fueron sucediéndose una tras otra, la desesperación corriendo por mi mente y mi cuerpo...y la frustración creciendo cada vez más.Los disparos empezaron a escucharse uno tras otro, pero no hubo sangre. Ni siqueira hubo un cuerpo al cual apuntar. Yo ya había estaba corriendo delante de quienes ahora querían vengarse, querían hacer justicia con antorchas, escopetas y otros objetos. Todo mi pasado, mi presente y mi futuro habían sido hecho pedazos por la mala suerte...por mi maldita suerte.
Las lágrimas siguieron bajando al tiempo que Milán quedaba atrás, y el rencor empezó a surgir desde ese instante...
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Las muecas de Gianella se fueron haciendo cada vez más evidentes, igual que el movimiento de su cuerpo. Estaba escapando, sí...volvía a escapar de las personas que habían cambiado sus sonrisas por un odio enfermizo hacia ella. No la perdonaron, y ella tampoco lo haría. Presionó sus dientes cada vez más tensa, cerrando los ojos con mucha fuerza, incluso escuchándosele un quejido leve.
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Seguía corriendo sin descanso, parecía que iban a alcanzarme, que iban a acabar conmigo...hasta que una luz me cegó por completo, viéndome de inmediato en un lugar completamente blanco. "¿Qué es esto?" me pregunté y me vi con mi apariencia actual, con mi edad actual. Y alguien me llamó. Sí, no podía ser otra persona, esa voz la podía reconocer al otro lado del mundo. Me volteé para verla, pero la luz fue desapareciendo hasta que todo se hizo completamente negro...
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Abrió los ojos bruscamente, y se inclinó hacia adelante sentándose, llevándose una mano al pecho. Ignoró todo: no sabía donde estaba, no sabía si había alguien con ella o con quién se encontraba. Sólo ella estaba en su mente, sólo ella estaba en el corazón que ella intentaba alcanzar con sus manos presionando inútilmente su piel. Cerró los ojos y una palabra fue la única que salió de sus labios en un susurro lleno de nostalgia, angustia y esperanza al mismo tiempo.
- Sybelle...
Gianella Massone- Licántropo Clase Baja
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Re: Una criatura ¿Compasiva? [II Part] [Gianella Massone - Janelle Chifflet]
Aquella desconfianza de dejarlas solas no se le iba a ir de un momento a otro, así que raudamente corrió escaleras arriba a su habitación, donde podría intentar disfrutar de un breve baño y pensar en por qué se estaba comportando como lo hacía ahora. ¿Era demasiado ingenua? ¿O tal vez era demasiado amable? Eso no importaba ahora, ya había dejado actuar a su instinto protector, y no se quedaría tranquila hasta que el asunto se resolviera de forma satisfactoria para las tres.
Sabía que no habría nadie más en casa a estas horas, así que debía darse prisa en aquel baño para poder ir a cocinarle algo a Janelle, sin duda era una forma muy extraña de tener visitantes, pero tal vez fuese mejor que nada. Estos pequeños sobresaltos en su vida, la hacían al mismo tiempo un poco más interesante, y más le valía que así fuera, sino una existencia tan larga perdería sentido si se volviera por completo aburrida y rutinaria.
No había tiempo para pensar en eso, así que salió rápidamente del baño, con apenas una bata de seda, cuando vio su vestido algo maltrecho por todo lo que había ocurrido, por su estado, mucho menos valía la pena salvarlo de las llamas, sin mencionar que no quería tener encima el aroma de la licántropo en ella. Se vistió y se dirigió a la cocina, no quería perder tiempo, porque en cualquier momento Gianella podría despertar, desorientada y enfadada, constituyendo un peligro.
Como pudo bajó las escaleras con una bandeja de comida, considerando la condición de la mujer que yacía dormida, llevó comida suficiente para ambas, eso sumado a las ropas de hombre que había encontrado. “Espero que no te enfades conmigo por darle tu ropa”, pensó para sí misma.
Dejó la bandeja y se encaminó al baño, aterrada por aquel silencio, que lejos de tranquilizarla presagiaba lo peor, por lo que suspiró aliviada al ver que Janelle estaba a salvo, aunque el arma estaba tirada en el piso… Parpadeó un par de veces, sin apenas fijarse en la licántropo, y recogió el arma para volver a guardarla en su sitio mientras terminaba el baño, porque le parecía de mal gusto estar observando aquello.
Quería dejarse caer en el sofá, tal vez volver a dormirse, pero el nerviosismo comenzaba a invadirla, por lo que lo único que atinó a hacer fue apoyarse en una de las paredes del salón, viendo como el sofá era ocupado por la dormida Gianella. Volvió a suspirar aliviada. Pero sabía perfectamente que eso no significaba nada, porque en cualquier momento despertaría y nadie sabría qué hacer. Era eso una de las cosas que más la aterraban, no tener las cosas bajo control o tener un bendito plan que seguir, pero no era el caso, no esta vez.
Se sobresaltó cuando Gianella abrió los ojos de pronto, pero acabó más extrañada que asustada al oír aquel nombre que salía de sus labios ¿Sería algún familiar? ¿Alguna amiga? No podía saberlo a ciencia cierta, y tal vez nunca lo averiguaría, pero si la había mencionado de aquella manera era por algo, así que sin duda era alguien importante. Por unos instantes le ganó la empatía y sintió una tristeza terrible, que trató de ocultar en su rostro, le pareció una mujer frágil, por más que su orgullo la hiciera lucir de la forma contraria.
- ¿Qué vamos a hacer ahora? – dijo en un leve susurró mientras despegaba su espalda de la pared para acercarse un poco al centro del salón.
No podía pensar en mucho, solo que si era la mitad de orgullosa de lo se imaginaba, no reaccionaría bien ante el hecho de que la hubieran dormido y traído de aquella manera a la casa de “una chupasangre”. Solo cabía esperar, y ser cautelosa, porque si se acerca demasiado a ella podía acrecentar aún más su ira.
Sabía que no habría nadie más en casa a estas horas, así que debía darse prisa en aquel baño para poder ir a cocinarle algo a Janelle, sin duda era una forma muy extraña de tener visitantes, pero tal vez fuese mejor que nada. Estos pequeños sobresaltos en su vida, la hacían al mismo tiempo un poco más interesante, y más le valía que así fuera, sino una existencia tan larga perdería sentido si se volviera por completo aburrida y rutinaria.
No había tiempo para pensar en eso, así que salió rápidamente del baño, con apenas una bata de seda, cuando vio su vestido algo maltrecho por todo lo que había ocurrido, por su estado, mucho menos valía la pena salvarlo de las llamas, sin mencionar que no quería tener encima el aroma de la licántropo en ella. Se vistió y se dirigió a la cocina, no quería perder tiempo, porque en cualquier momento Gianella podría despertar, desorientada y enfadada, constituyendo un peligro.
Como pudo bajó las escaleras con una bandeja de comida, considerando la condición de la mujer que yacía dormida, llevó comida suficiente para ambas, eso sumado a las ropas de hombre que había encontrado. “Espero que no te enfades conmigo por darle tu ropa”, pensó para sí misma.
Dejó la bandeja y se encaminó al baño, aterrada por aquel silencio, que lejos de tranquilizarla presagiaba lo peor, por lo que suspiró aliviada al ver que Janelle estaba a salvo, aunque el arma estaba tirada en el piso… Parpadeó un par de veces, sin apenas fijarse en la licántropo, y recogió el arma para volver a guardarla en su sitio mientras terminaba el baño, porque le parecía de mal gusto estar observando aquello.
Quería dejarse caer en el sofá, tal vez volver a dormirse, pero el nerviosismo comenzaba a invadirla, por lo que lo único que atinó a hacer fue apoyarse en una de las paredes del salón, viendo como el sofá era ocupado por la dormida Gianella. Volvió a suspirar aliviada. Pero sabía perfectamente que eso no significaba nada, porque en cualquier momento despertaría y nadie sabría qué hacer. Era eso una de las cosas que más la aterraban, no tener las cosas bajo control o tener un bendito plan que seguir, pero no era el caso, no esta vez.
Se sobresaltó cuando Gianella abrió los ojos de pronto, pero acabó más extrañada que asustada al oír aquel nombre que salía de sus labios ¿Sería algún familiar? ¿Alguna amiga? No podía saberlo a ciencia cierta, y tal vez nunca lo averiguaría, pero si la había mencionado de aquella manera era por algo, así que sin duda era alguien importante. Por unos instantes le ganó la empatía y sintió una tristeza terrible, que trató de ocultar en su rostro, le pareció una mujer frágil, por más que su orgullo la hiciera lucir de la forma contraria.
- ¿Qué vamos a hacer ahora? – dijo en un leve susurró mientras despegaba su espalda de la pared para acercarse un poco al centro del salón.
No podía pensar en mucho, solo que si era la mitad de orgullosa de lo se imaginaba, no reaccionaría bien ante el hecho de que la hubieran dormido y traído de aquella manera a la casa de “una chupasangre”. Solo cabía esperar, y ser cautelosa, porque si se acerca demasiado a ella podía acrecentar aún más su ira.
- Spoiler:
- Les pido me disculpen por la tardanza, pero estaba de ausencia por cosas de la universidad, ahora retomaré el ritmo de siempre
Carmmine Von Misson- Vampiro Clase Alta
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Re: Una criatura ¿Compasiva? [II Part] [Gianella Massone - Janelle Chifflet]
La licantropa parecía dormir con mayor comodidad. Carmmine estaba parada contra una pared vigilandola y tenia una expresión pensativa y preocupada. No le culpaba... Ninguna de las dos podía saber que pasaría en cuanto despertara Gianella... Por mi parte, esperaba que aceptara la ayuda que pensaba ofrecerle o al menos que entendiera que nadie quería lastimarla. De pronto despertó sobresaltada y con una mano en el pecho murmuro un nombre. Si lo había dicho con tal tono de voz y con esa expresión que apenas conocía, era porque aquella persona llamada Sybelle era importante para ella. Aunque tenia curiosidad por aquello, no quise molestarla con preguntas personales. Ya de por si, teníamos cosas que resolver primero.
-Em... Como has dormido?-le pregunte sin saber si me había escuchado realmente y pensando en la respuesta a la pregunta de Carmmine sobre que hacer ahora que estaba despierta. Ni yo lo sabia.-Mis disculpas por haberte dormido y traído hasta aquí sin tu consentimiento. No podía dejarte en el estado en el que te encontrabas allá.-me disculpe en ese instante.
Gianella empezó a examinar la habitación con la mirada con cuidado. Duda en decirle que era la casa de la vampira... Pensé que eso debía decírselo ella misma, yo no me atrevía. Me miro inexpresivamente, aun cansada, yo solo sonreí.
-Espero que no te moleste que te haya cambiado la ropa, la que tenias puesta se ha... arruinado un poco.-le explique de la mejor manera que pude.-Como... te encuentras?-le pregunte de la manera mas segura que pude para que no se asustara o se pusiera a la defensiva.
-Parece que se encuentra un poco mejor que antes.-pensé al mirarla. Recordé lo que la vampiresa me había contado fuera hospital cuando estábamos interrogando a la loba y se me había ocurrido una idea. Pero la descarte al segundo.-Mala idea, Jane... Es mala idea dejar que una licantropa pase la noche en la casa de un vampiro... Imagínate el tremendo lío que se armaría...-eran como perros y gatos. No podías hacerles compartir un cuarto sin que se pelearan al minuto. Suspire... Era una verdad que desesperanzaba a cualquiera. O al menos, a mi. Mi única opción entonces, era dejarla en algún algo donde pasar la noche o si tenia a alguien, acompañarla hasta dicha persona.
-Em... Como has dormido?-le pregunte sin saber si me había escuchado realmente y pensando en la respuesta a la pregunta de Carmmine sobre que hacer ahora que estaba despierta. Ni yo lo sabia.-Mis disculpas por haberte dormido y traído hasta aquí sin tu consentimiento. No podía dejarte en el estado en el que te encontrabas allá.-me disculpe en ese instante.
Gianella empezó a examinar la habitación con la mirada con cuidado. Duda en decirle que era la casa de la vampira... Pensé que eso debía decírselo ella misma, yo no me atrevía. Me miro inexpresivamente, aun cansada, yo solo sonreí.
-Espero que no te moleste que te haya cambiado la ropa, la que tenias puesta se ha... arruinado un poco.-le explique de la mejor manera que pude.-Como... te encuentras?-le pregunte de la manera mas segura que pude para que no se asustara o se pusiera a la defensiva.
-Parece que se encuentra un poco mejor que antes.-pensé al mirarla. Recordé lo que la vampiresa me había contado fuera hospital cuando estábamos interrogando a la loba y se me había ocurrido una idea. Pero la descarte al segundo.-Mala idea, Jane... Es mala idea dejar que una licantropa pase la noche en la casa de un vampiro... Imagínate el tremendo lío que se armaría...-eran como perros y gatos. No podías hacerles compartir un cuarto sin que se pelearan al minuto. Suspire... Era una verdad que desesperanzaba a cualquiera. O al menos, a mi. Mi única opción entonces, era dejarla en algún algo donde pasar la noche o si tenia a alguien, acompañarla hasta dicha persona.
Janelle Chifflet- Mensajes : 186
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Re: Una criatura ¿Compasiva? [II Part] [Gianella Massone - Janelle Chifflet]
Se mantuvo por un par de minutos igual de ausente que cuando despertó, buscando la tranquilidad y el control que había perdido durante ese agitado sueño. Una voz le hizo rápidamente voltear la cabeza hacia el origen de ésta, y ensanchó las pupilas al ver de quién se trataba. Casi por acto reflejo miró hacia donde sentía muy cercana otra presencia y se mordió el labio: eran las mujeres que había enfrentado a las afueras del hospital. ¿Por qué estaban con ella? ¿Acaso…le habían cuidado?
Escuchó a la mortal y recibió la respuesta que estaba buscando. Gruñió con suavidad, lo suficiente para que su disgusto fuera escuchado. La mujer volvió a hablar y recién ahí se dio cuenta que no tenía sus ropas habituales. Era ropa de hombre, fina…
Cerró los ojos y gruñió más fuerte, queriendo conservar la calma, pero su instinto no le dejaba tranquila. Ignoró toda pregunta y todo comentario e hizo prevalecer sus inquietudes, demandando por supuesto respuesta inmediata y convincente.
- ¿Por qué…me trajeron aquí? Yo busqué herirlas, busqué matarlas…y sin embargo me tienen aquí con vida. Allá nunca les pedí compasión, y veo que no me obedecieron. – gruñió más fuerte, disgustada.- No tengo nada que darles, así que ¿qué diablos quieren de mí? Y quiero la verdad, sé cuando están mintiendo.
Escuchó a la mortal y recibió la respuesta que estaba buscando. Gruñió con suavidad, lo suficiente para que su disgusto fuera escuchado. La mujer volvió a hablar y recién ahí se dio cuenta que no tenía sus ropas habituales. Era ropa de hombre, fina…
Cerró los ojos y gruñió más fuerte, queriendo conservar la calma, pero su instinto no le dejaba tranquila. Ignoró toda pregunta y todo comentario e hizo prevalecer sus inquietudes, demandando por supuesto respuesta inmediata y convincente.
- ¿Por qué…me trajeron aquí? Yo busqué herirlas, busqué matarlas…y sin embargo me tienen aquí con vida. Allá nunca les pedí compasión, y veo que no me obedecieron. – gruñió más fuerte, disgustada.- No tengo nada que darles, así que ¿qué diablos quieren de mí? Y quiero la verdad, sé cuando están mintiendo.
Gianella Massone- Licántropo Clase Baja
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Re: Una criatura ¿Compasiva? [II Part] [Gianella Massone - Janelle Chifflet]
Gianella parecía una verdadera ermitaña actuando de esa forma, incluso pudo resistirse a aquella voluntad de ayudar que Janelle dejaba entrever con cada pregunta que le hacía para conocer su estado. Era casi como si no soportara tratar con nadie. ¿O tal vez era temor disfrazado? No podía saberlo, solo sacar esas innecesarias conjeturas. Innecesarias porque al final lo que importaba era la reacción que tendría la licántropo y la forma en que podía solucionar este asunto, ya que por más que Carmmine le permitiera quedarse todo el tiempo que estimase necesario seguramente ella no aceptaría.
Avanzó de forma cautelosa para ponerse al lado de Janelle en caso de cualquier eventualidad cuando escuchó aquellos gruñidos que hacían latente su malestar. Tenía que buscar alguna forma de hacerla entrar en razón, pero en la medida de lo posible sin humillarla por ello ni sacar a relucir lo que sabía de ella y forma de vida. Así que se limitó a cruzarse de brazos mientras la observaba atentamente.
- ¿Acaso eres tan ciega? – dijo con un poco de cruda firmeza – Janelle y yo solo queremos ayudarte, pero es algo que no podemos hacer si tu no pones de tu parte – dijo algo enfadada, pero no con ella, sino con el hecho de que sus orgullos chocaran al extremo de viciar todo intento por ayudarla.
Miró el techo y suspiró sonoramente, pero se resignó y le señaló la bandeja que tenía el otro plato de comida aún caliente. Hasta que por un instante se dio cuenta que ella misma no sabía el motivo por el que la estaba ayudando, motivo que Janelle parecía tener claro, pero no ella, así que no podía darle esa respuesta que tanto buscaba.
- Yo no quiero absolutamente nada de ti, excepto que aceptes la ayuda que queremos darte – dijo de forma más calmada, sin sonar en absoluto altiva – Piensa ¿Qué podría querer yo de ti? ¿O Janelle? – dijo optando por buscar que ella misma reflexionara sobre el asunto, porque sabía que nunca podría hacerla pensar de otro modo.
Avanzó de forma cautelosa para ponerse al lado de Janelle en caso de cualquier eventualidad cuando escuchó aquellos gruñidos que hacían latente su malestar. Tenía que buscar alguna forma de hacerla entrar en razón, pero en la medida de lo posible sin humillarla por ello ni sacar a relucir lo que sabía de ella y forma de vida. Así que se limitó a cruzarse de brazos mientras la observaba atentamente.
- ¿Acaso eres tan ciega? – dijo con un poco de cruda firmeza – Janelle y yo solo queremos ayudarte, pero es algo que no podemos hacer si tu no pones de tu parte – dijo algo enfadada, pero no con ella, sino con el hecho de que sus orgullos chocaran al extremo de viciar todo intento por ayudarla.
Miró el techo y suspiró sonoramente, pero se resignó y le señaló la bandeja que tenía el otro plato de comida aún caliente. Hasta que por un instante se dio cuenta que ella misma no sabía el motivo por el que la estaba ayudando, motivo que Janelle parecía tener claro, pero no ella, así que no podía darle esa respuesta que tanto buscaba.
- Yo no quiero absolutamente nada de ti, excepto que aceptes la ayuda que queremos darte – dijo de forma más calmada, sin sonar en absoluto altiva – Piensa ¿Qué podría querer yo de ti? ¿O Janelle? – dijo optando por buscar que ella misma reflexionara sobre el asunto, porque sabía que nunca podría hacerla pensar de otro modo.
Carmmine Von Misson- Vampiro Clase Alta
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Re: Una criatura ¿Compasiva? [II Part] [Gianella Massone - Janelle Chifflet]
Gianella no estaba nada contenta, tal como me lo esperaba. No creía que fuera entender tan rápido que solo queríamos echarle una mano y nada mas. El gruñido que me habia dedicado confirmaba que aun estaba molesta... Carmmine se acerco con cuidado hasta mi lado para evitar que me lastimara, le hablo de una manera severa como madre que se pone estricta ante el niño.
-Tal como tu naturaleza es herir... incluso matar... mi naturaleza es todo lo contrario al tuyo: ayudar y ofrecer seguridad si se da el caso.-le dije por mi parte tratando de sonreír.-Es tan simple como eso. No quiero nada a cambio, solo quiero estar segura de que estarás bien.-agregue, siendo honesta hacia ella.
Escuche a Carmmine suspirar, quizás aquello no le estaba gustando, pero de alguna manera trataba de aguantar y hacerle entender a la loba que solo le ofrecíamos ayuda sin nada a cambio. Señalo la bandeja que contenía la comida para ella, por si acaso tenia hambre. No seria bueno que le agarrara hambre y su instinto de licantropo se despertara de nuevo. Carmmine volvió a hablar de forma mas suave y calmada intentando que Gianella pensara sobre las cosas que estaba pasando allí mismo. Yo aun estaba pensando en como proceder con la licantropa... Comenzaba a sentir el sueño de nuevo, pero trataba de mantenerme despierta y en alerta por si llegara a pasar cualquier cosa... o por si llegaran a decir algo importante.
-Ese golpe en la cabeza me ha dejado muy cansada... No me extraña que quiera dormir, mi pobre cabeza quiere descansar para recuperarse... Pero esto aun no termina, debo aguantar.-pensaba para mi misma rezando al mismo tiempo que todo aquel rollo terminara con un final feliz... Aunque pensaba casi en finales como en los libros, una parte de mi deseaba que terminase igual de feliz... pero eso dependería de Gianella y Carmmine.
-Tal como tu naturaleza es herir... incluso matar... mi naturaleza es todo lo contrario al tuyo: ayudar y ofrecer seguridad si se da el caso.-le dije por mi parte tratando de sonreír.-Es tan simple como eso. No quiero nada a cambio, solo quiero estar segura de que estarás bien.-agregue, siendo honesta hacia ella.
Escuche a Carmmine suspirar, quizás aquello no le estaba gustando, pero de alguna manera trataba de aguantar y hacerle entender a la loba que solo le ofrecíamos ayuda sin nada a cambio. Señalo la bandeja que contenía la comida para ella, por si acaso tenia hambre. No seria bueno que le agarrara hambre y su instinto de licantropo se despertara de nuevo. Carmmine volvió a hablar de forma mas suave y calmada intentando que Gianella pensara sobre las cosas que estaba pasando allí mismo. Yo aun estaba pensando en como proceder con la licantropa... Comenzaba a sentir el sueño de nuevo, pero trataba de mantenerme despierta y en alerta por si llegara a pasar cualquier cosa... o por si llegaran a decir algo importante.
-Ese golpe en la cabeza me ha dejado muy cansada... No me extraña que quiera dormir, mi pobre cabeza quiere descansar para recuperarse... Pero esto aun no termina, debo aguantar.-pensaba para mi misma rezando al mismo tiempo que todo aquel rollo terminara con un final feliz... Aunque pensaba casi en finales como en los libros, una parte de mi deseaba que terminase igual de feliz... pero eso dependería de Gianella y Carmmine.
Janelle Chifflet- Mensajes : 186
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Re: Una criatura ¿Compasiva? [II Part] [Gianella Massone - Janelle Chifflet]
- Ustedes son las ciegas – respondió secamente a la vampira que defensivamente se posaba al lado de la humana, preparándose para cualquier eventual ataque que la licántropa podría realizar y que, sin embargo, no vendría. Estaba demasiado débil como para atacar, y en eso Gianella no era nada de tonta, al menos estando con sus instintos controlados. Bufó negando con la cabeza ante las explicaciones que ambas dieron, y miró de reojo el alimento cuyo olor le llamaba enormemente la atención, y cuyo posible sabor era deseado por su estómago, pero no por su mente.
Alzó una ceja sin necesidad de reflexionar como la mujer pálida le había emplazado a hacer, y se incorporó como pudo, ahogando un quejido que no fue suficiente para mermar sus intenciones. Apenas se sostenía, pero su intención estaba clara.
- Estaré bien si me dejan en paz. Voy a recuperarme por mi cuenta, sin su ayuda. ¿Tanto les cuesta entender eso? – preguntó con rabia, aunque el gruñido fue mucho menor de lo que ella hubiera querido expresar.- Comprendo sus ideales de ayuda y todas esas cosas, de hecho lo comprendo mejor de lo que ustedes piensan. – explicó revelando detalles que no se arrepentía de mencionar, porque ella no se arrepentía de nada.- Pero no quiero nada de ustedes, absolutamente nada. - sentenció con dureza.
Alzó una ceja sin necesidad de reflexionar como la mujer pálida le había emplazado a hacer, y se incorporó como pudo, ahogando un quejido que no fue suficiente para mermar sus intenciones. Apenas se sostenía, pero su intención estaba clara.
- Estaré bien si me dejan en paz. Voy a recuperarme por mi cuenta, sin su ayuda. ¿Tanto les cuesta entender eso? – preguntó con rabia, aunque el gruñido fue mucho menor de lo que ella hubiera querido expresar.- Comprendo sus ideales de ayuda y todas esas cosas, de hecho lo comprendo mejor de lo que ustedes piensan. – explicó revelando detalles que no se arrepentía de mencionar, porque ella no se arrepentía de nada.- Pero no quiero nada de ustedes, absolutamente nada. - sentenció con dureza.
Gianella Massone- Licántropo Clase Baja
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Re: Una criatura ¿Compasiva? [II Part] [Gianella Massone - Janelle Chifflet]
“¡Esta mujer no entiende nada!” dijo para ella misma al oír que iba a recuperarse por su cuenta, y de verdad Carmmine no quería más problemas, por lo que simplemente empuñó las manos al ver que ignoraba a Janelle, porque sí, a una vampiresa podía ignorarla por motivos más que obvios implícitos en la naturaleza de ambas, pero no a la joven que inocentemente buscaba ayudarle. Incluso llegó a pensar que sería mejor sacar a Janelle de ese sótano para llevarla a una de las habitaciones superiores, para poder dejar encerrada a la licántropo el tiempo necesario para que se recuperara y se largara si aquello quería.
- Si comprendes “mejor” que nosotras mismas el por qué de nuestra ayuda, quiere decir que eres una inconsecuente – dijo con un poco de desprecio mezclado con desesperación por hacerla entender – Inconsecuente con tus propios ideales – recalcó.
Seguramente decir aquello conseguiría un efecto mayor, ya fuese bueno o malo. Por un lado podía por fin entender y rendirse ante la ayuda que querían prestarle, o bien podía enfadarse aún más por insultar su orgullo, ya que en el fondo era eso, un fuerte golpe que buscaba debilitar su orgullo. Puso sus manos suavemente en los hombros de Janelle, ya que intuía que en cualquier momento podría caer debilitada por el cansancio, volviendo más fuerte el eco en su mente que decía que debía sacarla de esa habitación para que descansara. Pero no, tenía que volver a abrir la boca.
- En un último caso – dijo de nuevo con voz firme – Te lo exijo por haber atacado a Janelle, o te quedas aquí hasta que lo estimemos necesario, o te llevo amarrada al cuartel de policía por haber tratado de asesinarla – continuó, hablando completamente en serio - Sabes perfectamente bien que puedo hacerlo, y que estas demasiado débil como para defenderte – le recordó para mostrarte el panorama completo de la situación, aunque prácticamente sonaba como una amenaza.
- Si comprendes “mejor” que nosotras mismas el por qué de nuestra ayuda, quiere decir que eres una inconsecuente – dijo con un poco de desprecio mezclado con desesperación por hacerla entender – Inconsecuente con tus propios ideales – recalcó.
Seguramente decir aquello conseguiría un efecto mayor, ya fuese bueno o malo. Por un lado podía por fin entender y rendirse ante la ayuda que querían prestarle, o bien podía enfadarse aún más por insultar su orgullo, ya que en el fondo era eso, un fuerte golpe que buscaba debilitar su orgullo. Puso sus manos suavemente en los hombros de Janelle, ya que intuía que en cualquier momento podría caer debilitada por el cansancio, volviendo más fuerte el eco en su mente que decía que debía sacarla de esa habitación para que descansara. Pero no, tenía que volver a abrir la boca.
- En un último caso – dijo de nuevo con voz firme – Te lo exijo por haber atacado a Janelle, o te quedas aquí hasta que lo estimemos necesario, o te llevo amarrada al cuartel de policía por haber tratado de asesinarla – continuó, hablando completamente en serio - Sabes perfectamente bien que puedo hacerlo, y que estas demasiado débil como para defenderte – le recordó para mostrarte el panorama completo de la situación, aunque prácticamente sonaba como una amenaza.
Carmmine Von Misson- Vampiro Clase Alta
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Re: Una criatura ¿Compasiva? [II Part] [Gianella Massone - Janelle Chifflet]
Gianella no estaba cooperando con Carmmine y yo, y eso me preocupaba... Decía que no quería nada de nosotras y no esperaba que lo quisiera. Solo esperaba que simplemente se dejara poco a poco... Carmmine empezaba a impacientarse y podía notarlo en su tono de voz cuando se dirigió a la loba. Me puso la mano en el hombro notando que estaba cansada, mi cara lo decía... Luego se volvió de nuevo a Gianella y prácticamente la amenazo. Incluso me puse algo nerviosa... No me parecía bien aprovecharse cuando alguien estaba débil... Pero recordé que se trataba de enemigos naturales y eso me ponía mas triste.
-Debe haber alguna situación donde perros y gatos trabajan juntos...-me decía a mi misma tratando de pensar en algo. Me sentía algo extraña... Como alguien que estaba en el lugar correcto, pero en el momento equivocado. Incluso sentía que no debía estar allí en ese momento. Con cuidado me pare y levante ambas manos mientras sonreía por los nervios.
-De acuerdo, tranquilas... No nos pongamos amenazas o esto ira a peor y estoy segura de que nadie quiere que esto termine en una pelea desastrosa o algo peor.-hable para ambas.
Gianella no parecía contenta y tampoco Carmmine. Deseaba en lo mas profundo de mi ser, que las tres pudiéramos ser amigas, pero yendo paso a paso, no de repente. Y el primer paso siempre era la confianza, comencé por eso. Tenia que convencerla a las dos de que podíamos confiar la una a la otra sin tener la guardia alta, excepto tal vez por el instinto lobuno de Gianella que hacia que actuara inconscientemente.
-Gianella-me dirigí hacia ella sabiendo que lo que podría decir, probablemente seria algo arriesgado, pero tenia que intentarlo.-Aun estas débil, como digo Carmmine. Dices que puedes reponerte... Bien, si puedes hacer eso, muy bien, pero nos gustaría que te repongas aquí hasta que te sientas completamente bien. Si te quedas y pasas el resto de la noche, te prometemos que al amanecer, te iras y cada una seguirá su camino como si todo esto no hubiera pasado.-le propuse.
Tal vez no lograría ser amiga de ninguna, pero por lo menos me conformaba con que ambas estarían bien. Eso era lo que mas me importaba.
-Si no quieres, esta bien, te llevaremos a algún lugar donde puedas descansar, siempre y cuando sea bajo un techo.-agregue. Pensé que mi oferta era mejor, pero tenia fallas que se veían como se ve a través del agua.
-Debe haber alguna situación donde perros y gatos trabajan juntos...-me decía a mi misma tratando de pensar en algo. Me sentía algo extraña... Como alguien que estaba en el lugar correcto, pero en el momento equivocado. Incluso sentía que no debía estar allí en ese momento. Con cuidado me pare y levante ambas manos mientras sonreía por los nervios.
-De acuerdo, tranquilas... No nos pongamos amenazas o esto ira a peor y estoy segura de que nadie quiere que esto termine en una pelea desastrosa o algo peor.-hable para ambas.
Gianella no parecía contenta y tampoco Carmmine. Deseaba en lo mas profundo de mi ser, que las tres pudiéramos ser amigas, pero yendo paso a paso, no de repente. Y el primer paso siempre era la confianza, comencé por eso. Tenia que convencerla a las dos de que podíamos confiar la una a la otra sin tener la guardia alta, excepto tal vez por el instinto lobuno de Gianella que hacia que actuara inconscientemente.
-Gianella-me dirigí hacia ella sabiendo que lo que podría decir, probablemente seria algo arriesgado, pero tenia que intentarlo.-Aun estas débil, como digo Carmmine. Dices que puedes reponerte... Bien, si puedes hacer eso, muy bien, pero nos gustaría que te repongas aquí hasta que te sientas completamente bien. Si te quedas y pasas el resto de la noche, te prometemos que al amanecer, te iras y cada una seguirá su camino como si todo esto no hubiera pasado.-le propuse.
Tal vez no lograría ser amiga de ninguna, pero por lo menos me conformaba con que ambas estarían bien. Eso era lo que mas me importaba.
-Si no quieres, esta bien, te llevaremos a algún lugar donde puedas descansar, siempre y cuando sea bajo un techo.-agregue. Pensé que mi oferta era mejor, pero tenia fallas que se veían como se ve a través del agua.
Janelle Chifflet- Mensajes : 186
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Re: Una criatura ¿Compasiva? [II Part] [Gianella Massone - Janelle Chifflet]
La vampira únicamente logró que la rabia y el rencor que Gianella sentía se incrementase aún más. Su mirada se agudizó, haciéndose más fiera y dando a entender que su corazón bombeaba con toda la fuerza y energía que su cuerpo no tenía, y que apenas le hacía mantenerse en pie. Aquellas últimas palabras las interpretó sin dudar como una amenaza, y entreabrió la boca para hacer notar su dentadura lupina ya presente, además de hacer más sonoros y notorios los gruñidos que se generaban en su garganta. - No tienes derecho a exigirme nada...-se le escuchó decir con la respiración cada vez más lenta y profunda, y con los ojos azules a punto de cambiar de color. Y en esa misma posición fue que le desafió, aunque tuviera grandes posibilidades de salir perjudicada, lo que realmente no creía suceder.- Puede que mi cuerpo esté débil...pero mi espíritu es mucho más fuerte que el tuyo...ya que tú no tienes alma, maldita rastrera...-respondió sin asco, y hubiera seguido hablando de no ser por la intervención de la humana, que ya parecía una auténtica mediadora.
¿Qué sabía esa humana acerca de sus deseos de pelear? De no ser por su debilidad actual la sangre ya estaría corriendo en esa habitación; y estaba haciendo un gran esfuerzo para contenerse, ya que si intentaba siquiera un movimiento agresivo como estaba...las consecuencias no serían buenas. Detestaba esos instantes, sin embargo, los aprovechaba a cabalidad.
- ¡No quiero que me lleven a ninguna otra parte que no sea la puerta de salida de este lugar! ¡Me sentiré completamente bien una vez fuera de aquí! ¡No las quiero cerca de mí! ¿Por qué les importa tanto la salud de la persona que les atacó y casi les mató? ¡¡Déjenme en paz, maldita sea!!
Sus ojos superaron la transición verdosa y se hicieron amarillos. Las cosas iban de mal en peor...aunque peor para la loba.
¿Qué sabía esa humana acerca de sus deseos de pelear? De no ser por su debilidad actual la sangre ya estaría corriendo en esa habitación; y estaba haciendo un gran esfuerzo para contenerse, ya que si intentaba siquiera un movimiento agresivo como estaba...las consecuencias no serían buenas. Detestaba esos instantes, sin embargo, los aprovechaba a cabalidad.
- ¡No quiero que me lleven a ninguna otra parte que no sea la puerta de salida de este lugar! ¡Me sentiré completamente bien una vez fuera de aquí! ¡No las quiero cerca de mí! ¿Por qué les importa tanto la salud de la persona que les atacó y casi les mató? ¡¡Déjenme en paz, maldita sea!!
Sus ojos superaron la transición verdosa y se hicieron amarillos. Las cosas iban de mal en peor...aunque peor para la loba.
Gianella Massone- Licántropo Clase Baja
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Re: Una criatura ¿Compasiva? [II Part] [Gianella Massone - Janelle Chifflet]
La vida era complicada, a momentos se ponía peor, pero en la vida de Carmmine aquello no venía más que por aquellos pequeños traumas que apenas la dejaban dormir. Todo había estado tranquilo desde hace un tiempo, no habían pesadillas, no habían ganas de huir, ni tampoco más sobresaltos que las sorpresas que Victorio solía darle de vez en cuando. Al menos hasta aquel instante en que decidió detenerse a recoger a la joven bruja de aquel inmundo callejón en que había sido atacada. Claramente no se arrepentía, pero si cuestionaba al caprichoso destino que la tenía ahora a punto de dejar que su instinto se apoderara de sus acciones, no era nada bueno, tenía que resistirse.
No pudo evitar que un pequeño amago de sonrisa se esbozara en sus labios frente a las proposiciones de Janelle, tanto que acarició suavemente su hombro en un cariñoso gesto. ¿Cómo podía existir gente así en una época de tanta decadencia moral? Sin duda había tenido suerte de encontrarse con ella, con una persona que aun creía en una bondad intrínseca en los seres… bueno en todos los seres. Aquello se le antojaba como una pequeña brisa refrescante, pero era una lástima que no pudiese contra el cortaviento con que estaba revestida el alma de la licántropo.
- ¿Quieres que te dejemos salir para que te desplomes al dar dos pasos fuera de mi casa? – preguntó algo resignada – No quiero meterme en problemas cuando encuentren tu cuerpo tirado cerca de aquí, ¿Qué tal si llamamos a… cómo se llamaba? – fingió que recordaba el nombre, pese a que recordaba nítidamente en su memoria el tono con que Gianella la había llamado - ¡Sybelle! Eso ¿Si gustas podemos ir a buscarla? –
Volvió a suspirar mientras tomaba el mentón de Janelle para que la mirara a los ojos. De verdad no quería hacer aquello, pero era mejor utilizar sus poderes para intentar adormecerla que dejar que viera la inminente transformación de la mujer, aunque en parte la creía poco probable debido al cansancio que su cuerpo demostraba.
- ¿Quieres dormir, verdad querida? – dijo con una sonrisa tranquila mientras buscaba con su mirada hacerla llegar a cierto estado de estupor. Era útil de vez en cuando tener esos malditos poderes que le había concedido su creador – Anda, dejemos que ella descanse un rato y piense en las opciones que le diste – le susurró, pero de forma que la licántropo también escuchara, al tiempo que la cogía en brazos para llevarla a una de las habitaciones.
Era momento de que descansara mientras ella trataba de arreglar las cosas de la manera más civilizada posible, ya que si algo había aprendido del desgraciado de su padre era que si tocabas ciertos puntos débiles podrías forzar para conseguir una negociación más… favorable. Solo era cuestión de que Janelle aceptara dormir por unos instantes, para poder buscar que Gianella se transformara y gastara la poca energía que le quedaba para así conseguir contenerla hasta que volviera a la normalidad en la forma de una dócil mujer dormida.
No pudo evitar que un pequeño amago de sonrisa se esbozara en sus labios frente a las proposiciones de Janelle, tanto que acarició suavemente su hombro en un cariñoso gesto. ¿Cómo podía existir gente así en una época de tanta decadencia moral? Sin duda había tenido suerte de encontrarse con ella, con una persona que aun creía en una bondad intrínseca en los seres… bueno en todos los seres. Aquello se le antojaba como una pequeña brisa refrescante, pero era una lástima que no pudiese contra el cortaviento con que estaba revestida el alma de la licántropo.
- ¿Quieres que te dejemos salir para que te desplomes al dar dos pasos fuera de mi casa? – preguntó algo resignada – No quiero meterme en problemas cuando encuentren tu cuerpo tirado cerca de aquí, ¿Qué tal si llamamos a… cómo se llamaba? – fingió que recordaba el nombre, pese a que recordaba nítidamente en su memoria el tono con que Gianella la había llamado - ¡Sybelle! Eso ¿Si gustas podemos ir a buscarla? –
Volvió a suspirar mientras tomaba el mentón de Janelle para que la mirara a los ojos. De verdad no quería hacer aquello, pero era mejor utilizar sus poderes para intentar adormecerla que dejar que viera la inminente transformación de la mujer, aunque en parte la creía poco probable debido al cansancio que su cuerpo demostraba.
- ¿Quieres dormir, verdad querida? – dijo con una sonrisa tranquila mientras buscaba con su mirada hacerla llegar a cierto estado de estupor. Era útil de vez en cuando tener esos malditos poderes que le había concedido su creador – Anda, dejemos que ella descanse un rato y piense en las opciones que le diste – le susurró, pero de forma que la licántropo también escuchara, al tiempo que la cogía en brazos para llevarla a una de las habitaciones.
Era momento de que descansara mientras ella trataba de arreglar las cosas de la manera más civilizada posible, ya que si algo había aprendido del desgraciado de su padre era que si tocabas ciertos puntos débiles podrías forzar para conseguir una negociación más… favorable. Solo era cuestión de que Janelle aceptara dormir por unos instantes, para poder buscar que Gianella se transformara y gastara la poca energía que le quedaba para así conseguir contenerla hasta que volviera a la normalidad en la forma de una dócil mujer dormida.
Carmmine Von Misson- Vampiro Clase Alta
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Re: Una criatura ¿Compasiva? [II Part] [Gianella Massone - Janelle Chifflet]
Nada estaba dando resultado... Gianella era un lobo solitario que creía que no necesitaba la ayuda de nadie, cuando en realidad era lo que mas necesitaba en ese momento. Carmmine menciono el nombre que la loba había murmurado cuando se despertó, pero lo dijo de tal manera que no me pareció correcto. No estábamos llegando a ningún lado de esa manera, Gianella no nos comprendía y nosotras no la comprendíamos a ella. Ni siquiera se molestaba en comprender nuestra generosidad...
-Que? Pero... Yo... Esta bien...-dije algo confusa y cansada cuando Gianella me dijo que fuera a descansar.
No me parecía buena idea dejar a la licantropa sola, a saber que cosas haría para salir de un lugar desconocido para ella. Tampoco quería tener que dormirle de nuevo... Pero quizás pudiera hacer algo para que no pudiera salir por su propio bien. Accedí de mala gana salir de la habitación para ir a dormir, pero una vez que estaba fuera del cuarto murmure unas palabras que para Carmmine era desconocida pero era común entre los brujos. Aun preocupada seguí a la vampiresa hasta una habitación que tenia para que yo pudiera pasar la noche. Cuando me dejo a solas, me senté en la cama y rogué para que mi hechizo funcionase.
-Yo también estoy algo débil, por lo que mi hechizo puede estar frágil... Pero espero que no sea el caso...-no le había dicho nada a Carmmine sobre mi hechizo, pero era el conjuro para un escudo a la inversa. Un escudo protegía las paredes y salidas de la habitación especialmente para Gianella. La vampiresa no tendría problemas en entrar y salir a gusto, por lo que no lo notaria. El escudo en vez de proteger a la persona del exterior, protegía a la persona que estaba en el interior para que no pudiera atravesarla hasta que yo lo anulara.
No me saque la ropa que llevaba encima por si acaso surgiera algo y me metí como estaba en la cama usando solo una sabana, estaba bastante cansada como para notar el frío o el calor. Esperaba que la noche pasara tranquila y que pudiera despertar al amanecer y no en medio de la noche otra vez.
-Que? Pero... Yo... Esta bien...-dije algo confusa y cansada cuando Gianella me dijo que fuera a descansar.
No me parecía buena idea dejar a la licantropa sola, a saber que cosas haría para salir de un lugar desconocido para ella. Tampoco quería tener que dormirle de nuevo... Pero quizás pudiera hacer algo para que no pudiera salir por su propio bien. Accedí de mala gana salir de la habitación para ir a dormir, pero una vez que estaba fuera del cuarto murmure unas palabras que para Carmmine era desconocida pero era común entre los brujos. Aun preocupada seguí a la vampiresa hasta una habitación que tenia para que yo pudiera pasar la noche. Cuando me dejo a solas, me senté en la cama y rogué para que mi hechizo funcionase.
-Yo también estoy algo débil, por lo que mi hechizo puede estar frágil... Pero espero que no sea el caso...-no le había dicho nada a Carmmine sobre mi hechizo, pero era el conjuro para un escudo a la inversa. Un escudo protegía las paredes y salidas de la habitación especialmente para Gianella. La vampiresa no tendría problemas en entrar y salir a gusto, por lo que no lo notaria. El escudo en vez de proteger a la persona del exterior, protegía a la persona que estaba en el interior para que no pudiera atravesarla hasta que yo lo anulara.
No me saque la ropa que llevaba encima por si acaso surgiera algo y me metí como estaba en la cama usando solo una sabana, estaba bastante cansada como para notar el frío o el calor. Esperaba que la noche pasara tranquila y que pudiera despertar al amanecer y no en medio de la noche otra vez.
Janelle Chifflet- Mensajes : 186
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Re: Una criatura ¿Compasiva? [II Part] [Gianella Massone - Janelle Chifflet]
La loba italiana ya no sabía qué hacer. No podía entender por qué tanta intencionalidad de ayudarle por parte de ambas, sobretodo de la humana que terminó marchándose por iniciativa y con ayuda de la mujer chupasangre. Ella les había atacado sin previo aviso y sin motivo, y no sólo habían tranquilizado sus instintos, sino que la habían llevado a la casa de su mayor enemigo natural y se estaban preocupando por ella. ¿Qué diablos estaba pasando por esas cabezas? ¡Y para colmo no le hacían caso! ¿Cómo no enojarse y estar al borde de la conversión? Quizás no era para una reacción tan excesiva, pero Gianella era así: impulsiva, desafiante, una luchadora innata a pesar de todas las circunstancias que pudieran atosigarle y dejarle sin opciones.
Sin embargo, para ella siempre había una alternativa, sin importar de qué tipo fuese. Y si esa alternativa implicaba hacerse respetar por la fuerza, la tomaría sin dudarlo un segundo. Y siguiendo esa línea fue que su cuerpo comenzó a despedir más calor de lo normal, tensándose sus músculos y acelerándose drásticamente los latidos de su corazón desbocado al escuchar de los labios de la vampira "aquel" nombre. Su mirada se agudizó aún más y su boca forrada de colmillos empezó a temblar de ira. - Cómo te atreves... -susurró con un filo que podría cortar piedras.- a manchar ese nombre...con tu inmunda boca...
Pero el insulto se quedó en nada. Había sido tan bajo el volumen de su intervención que al parecer las mujeres no lo habían escuchado, y para colmo de malos se habían ido como si nada, como si ella no estuviera allí. Gravísimo error. Sus pie derecho se movió hacia adelante y en un gran impulso buscó la puerta de la habitación con intenciones tan claras como el brillo de sus ojos dominados por el deseo salvaje de destrucción, el mismo que le había controlado y que por desgracia les había hecho encontrarse con esas mujeres que no le dejaban tranquila, a excepción de este momento en que le habían ignorado deliberadamente.
El bestial grito emitido por la mujer de cabellos negros varió de la ira al dolor en un sólo instante tras un sonido de choque contra la puerta abierta. Gianella quedó desconcertada y movió la cabeza horizontalmente para sacarse la sensación de aturdimiento de encima habiendo retrocedido un par de pasos.- ¿Qué demonios? - Reintentó con otra embestida y el choque de nuevo ocurrió, haciendo que sus piernas flaquearan y le hicieran caer de rodillas. - Qué diablos sucede...-gruñió para sus adentros, pero ese gruñido se exteriorizó al sentir una única presencia volver y aparecer en el marco de la puerta que no había podido traspasar. Entreabrió la boca dejando ver toda su filosa dentadura y se puso de pie una vez más para enfrentarla, colocando sus garras en posición propicia de combate. Si querían tenerla tranquila, tendrían que herirla de muerte y amarrarla, algo que no estaba demasiado lejos de ocurrir si la cosas continuaban de esa manera.
Sin embargo, para ella siempre había una alternativa, sin importar de qué tipo fuese. Y si esa alternativa implicaba hacerse respetar por la fuerza, la tomaría sin dudarlo un segundo. Y siguiendo esa línea fue que su cuerpo comenzó a despedir más calor de lo normal, tensándose sus músculos y acelerándose drásticamente los latidos de su corazón desbocado al escuchar de los labios de la vampira "aquel" nombre. Su mirada se agudizó aún más y su boca forrada de colmillos empezó a temblar de ira. - Cómo te atreves... -susurró con un filo que podría cortar piedras.- a manchar ese nombre...con tu inmunda boca...
Pero el insulto se quedó en nada. Había sido tan bajo el volumen de su intervención que al parecer las mujeres no lo habían escuchado, y para colmo de malos se habían ido como si nada, como si ella no estuviera allí. Gravísimo error. Sus pie derecho se movió hacia adelante y en un gran impulso buscó la puerta de la habitación con intenciones tan claras como el brillo de sus ojos dominados por el deseo salvaje de destrucción, el mismo que le había controlado y que por desgracia les había hecho encontrarse con esas mujeres que no le dejaban tranquila, a excepción de este momento en que le habían ignorado deliberadamente.
El bestial grito emitido por la mujer de cabellos negros varió de la ira al dolor en un sólo instante tras un sonido de choque contra la puerta abierta. Gianella quedó desconcertada y movió la cabeza horizontalmente para sacarse la sensación de aturdimiento de encima habiendo retrocedido un par de pasos.- ¿Qué demonios? - Reintentó con otra embestida y el choque de nuevo ocurrió, haciendo que sus piernas flaquearan y le hicieran caer de rodillas. - Qué diablos sucede...-gruñió para sus adentros, pero ese gruñido se exteriorizó al sentir una única presencia volver y aparecer en el marco de la puerta que no había podido traspasar. Entreabrió la boca dejando ver toda su filosa dentadura y se puso de pie una vez más para enfrentarla, colocando sus garras en posición propicia de combate. Si querían tenerla tranquila, tendrían que herirla de muerte y amarrarla, algo que no estaba demasiado lejos de ocurrir si la cosas continuaban de esa manera.
Gianella Massone- Licántropo Clase Baja
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Re: Una criatura ¿Compasiva? [II Part] [Gianella Massone - Janelle Chifflet]
Deslizó unos centímetros su espalda contra la pared exterior de la habitación en que yacía la joven bruja que caía en lo que esperaba fuese un profundo sueño inducido tanto por el cansancio como por sus propios poderes. Solo al percatarse que dormía pudo suspirar aliviada, aunque no del todo porque el problema de fondo aun no se hallaba del todo resuelto, y a ella le quedaba demasiada humanidad encima como para tomar una medida más drástica…
Parpadeó perpleja al escuchar un fuerte golpe, pero luego volvió a relajarse al pensar que no era más que aquella mujer destrozando el salón subterráneo de su residencia, así que en realidad no tenía tanta importancia ya que para bien o para mal el dinero jamás había sido una verdadera prioridad, y tal como iban las cosas no lo sería en lo que le restase de eternidad. Volvió a suspirar con un gesto cansado y despegó su espalda de lo que se le había antojado un cómodo respaldo para pensar. Ya no podía seguir pasando por alto las maldiciones de la licántropo, ni el hecho de que podría seguir haciéndose daño contra lo que creía eran las duras paredes que revestían el salón.
- ¿Qué dem…? – alcanzó a decir sin darse cuenta al notar que la mujer no podía atravesar el marco de la puerta a pesar de estar abierta, y no fue sino hasta que recordó aquel murmullo que salió de los labios de Janelle que se imagino una respuesta - ¿Piensas destrozar mi casa? – dijo alzando una ceja divertida mientras veía la posición de ataque que la licántropo comenzaba a mostrar.
Se llevó una mano a los labios para contener una pequeña risa que amenaza con aflorar, la que seguro ofendería aun más a Gianella, y acabó por sentarse en el piso a casi medio metro del marco de la puerta, mientras de forma infantil acercaba el dedo índice para saber si la habitación quedaba vetada para ella también, tras lo cual sonrió complacida al ver que no era así.
- Esto me recuerda a un mito ¿Sabes? – dijo mientras colocaba sus piernas en forma de mariposa y apoyaba su codos en las rodillas, y a su vez el rostro en sus manos – Ese de que los vampiros no pueden… no podemos entrar a una casa sin ser invitados antes ¿No es irónico? –
De cierto modo, también era fascinante tratar de buscarle una explicación más o menos razonable a los poderes de Janelle, pero aquello sería como tratar de desentrañar científicamente que era ella misma, un cuerpo desprovisto de ciertas funciones y que se movía más que nada por el influjo de la sangre ajena en sus venas.
- Bueno – dijo suspirando nuevamente - ¿Llegamos a un acuerdo o te dejo que te sigas estampando contra la pared? – dijo recalcándole el hecho de que no podría atravesar aquella pared imposible para atacarla por más que se golpeara contra ella.
Parpadeó perpleja al escuchar un fuerte golpe, pero luego volvió a relajarse al pensar que no era más que aquella mujer destrozando el salón subterráneo de su residencia, así que en realidad no tenía tanta importancia ya que para bien o para mal el dinero jamás había sido una verdadera prioridad, y tal como iban las cosas no lo sería en lo que le restase de eternidad. Volvió a suspirar con un gesto cansado y despegó su espalda de lo que se le había antojado un cómodo respaldo para pensar. Ya no podía seguir pasando por alto las maldiciones de la licántropo, ni el hecho de que podría seguir haciéndose daño contra lo que creía eran las duras paredes que revestían el salón.
- ¿Qué dem…? – alcanzó a decir sin darse cuenta al notar que la mujer no podía atravesar el marco de la puerta a pesar de estar abierta, y no fue sino hasta que recordó aquel murmullo que salió de los labios de Janelle que se imagino una respuesta - ¿Piensas destrozar mi casa? – dijo alzando una ceja divertida mientras veía la posición de ataque que la licántropo comenzaba a mostrar.
Se llevó una mano a los labios para contener una pequeña risa que amenaza con aflorar, la que seguro ofendería aun más a Gianella, y acabó por sentarse en el piso a casi medio metro del marco de la puerta, mientras de forma infantil acercaba el dedo índice para saber si la habitación quedaba vetada para ella también, tras lo cual sonrió complacida al ver que no era así.
- Esto me recuerda a un mito ¿Sabes? – dijo mientras colocaba sus piernas en forma de mariposa y apoyaba su codos en las rodillas, y a su vez el rostro en sus manos – Ese de que los vampiros no pueden… no podemos entrar a una casa sin ser invitados antes ¿No es irónico? –
De cierto modo, también era fascinante tratar de buscarle una explicación más o menos razonable a los poderes de Janelle, pero aquello sería como tratar de desentrañar científicamente que era ella misma, un cuerpo desprovisto de ciertas funciones y que se movía más que nada por el influjo de la sangre ajena en sus venas.
- Bueno – dijo suspirando nuevamente - ¿Llegamos a un acuerdo o te dejo que te sigas estampando contra la pared? – dijo recalcándole el hecho de que no podría atravesar aquella pared imposible para atacarla por más que se golpeara contra ella.
Carmmine Von Misson- Vampiro Clase Alta
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Re: Una criatura ¿Compasiva? [II Part] [Gianella Massone - Janelle Chifflet]
- Tu casa me importa una mierda – escupió con ira, cual rugido – Lo único que quiero es que me dejen salir, ¡y alejarme de ustedes!
La risita fue corta, pero tan exasperante para la loba que tuvo que contenerse de volarle aquella boca y rostro a golpes, pero eso no era a causa de que sintiera alguna especie de compasión (¿Por alguien como ella? ¡Ni hablar!) por aquel muerto viviente que ahora se sentaba y jugueteaba con la situación actual, confirmando que ella no tenía las limitaciones que Gianella sí tenía; sino que porque a pesar de ser más impulsiva y brusca con sus instintos afuera, la italiana no era en absoluto tonta, y no iba a arriesgar alguna lesión de su mano o de alguna otra parte de su cuerpo. Estaba completamente atrapada.
Ignoró deliberadamente su comentario aparentemente casual y terminó por estabilizar su postura corporal, cruzándose de brazos. Dirigió sus ojos feroces a los inmortales de su interlocutora, clavándolos en una mirada que si se tradujera en acciones equivaldría a un asesinato con estaca y cabeza degollada incluida, con “sutiles” desmembramientos hechos con garras y colmillos hijos de la Luna Llena. El suspiro que prosiguió no terminó por relajar a la pelinegra, pero acalló momentáneamente el vibrar animal de sus cuerdas vocales, haciendo que éste se tradujese en palabras que disfrazaban de muy buena forma su desesperación. – No tengo un cerebro tan pequeño como para hacer eso. Hasta yo tengo ese tipo de límites, por si no lo creías – alzó una ceja, hablando con tan mal gusto que parecía estar masticando excrementos de animales – No quiero ningún puto acuerdo, dile a esa humana que quite el conjuro o hechizo o la mierda que haya hecho y me deje salir de aquí. ¿Qué es lo que no entienden de esa petición? ¡No les pido nada del otro mundo! ¡Me iré y les dejaré en paz! ¿Acaso no es eso lo que quieren? – rodó los ojos y luego los cerró unos segundos, entreabriendo la boca para dejar entrar un poco más de aire de los que su nariz permitía ingresar a su cuerpo - *Me estoy forzando…demasiado…tengo que terminar con esto pronto…* - reflexionó para sus adentros, dejando pasar olímpicamente aquel tan delicado como evidente detalle característico de quien, para su desgracia, estaba con el control de la situación.
La risita fue corta, pero tan exasperante para la loba que tuvo que contenerse de volarle aquella boca y rostro a golpes, pero eso no era a causa de que sintiera alguna especie de compasión (¿Por alguien como ella? ¡Ni hablar!) por aquel muerto viviente que ahora se sentaba y jugueteaba con la situación actual, confirmando que ella no tenía las limitaciones que Gianella sí tenía; sino que porque a pesar de ser más impulsiva y brusca con sus instintos afuera, la italiana no era en absoluto tonta, y no iba a arriesgar alguna lesión de su mano o de alguna otra parte de su cuerpo. Estaba completamente atrapada.
Ignoró deliberadamente su comentario aparentemente casual y terminó por estabilizar su postura corporal, cruzándose de brazos. Dirigió sus ojos feroces a los inmortales de su interlocutora, clavándolos en una mirada que si se tradujera en acciones equivaldría a un asesinato con estaca y cabeza degollada incluida, con “sutiles” desmembramientos hechos con garras y colmillos hijos de la Luna Llena. El suspiro que prosiguió no terminó por relajar a la pelinegra, pero acalló momentáneamente el vibrar animal de sus cuerdas vocales, haciendo que éste se tradujese en palabras que disfrazaban de muy buena forma su desesperación. – No tengo un cerebro tan pequeño como para hacer eso. Hasta yo tengo ese tipo de límites, por si no lo creías – alzó una ceja, hablando con tan mal gusto que parecía estar masticando excrementos de animales – No quiero ningún puto acuerdo, dile a esa humana que quite el conjuro o hechizo o la mierda que haya hecho y me deje salir de aquí. ¿Qué es lo que no entienden de esa petición? ¡No les pido nada del otro mundo! ¡Me iré y les dejaré en paz! ¿Acaso no es eso lo que quieren? – rodó los ojos y luego los cerró unos segundos, entreabriendo la boca para dejar entrar un poco más de aire de los que su nariz permitía ingresar a su cuerpo - *Me estoy forzando…demasiado…tengo que terminar con esto pronto…* - reflexionó para sus adentros, dejando pasar olímpicamente aquel tan delicado como evidente detalle característico de quien, para su desgracia, estaba con el control de la situación.
Gianella Massone- Licántropo Clase Baja
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