AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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El ángel caído [Jin]
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El ángel caído [Jin]
Que me lleve el diablo pero que por favor halle algún infeliz humano del que alimentarme ésta noche, maldecía en mi interior, buscando casi a la desesperada algún mendigo o algun jovenzuelo solitario al que poder arrinconar en una de esas calles parisinas y succionar su elixir hasta unos segundos antes de matarlo, borrarle la memoria e irme a casa feliz y satisfecha, quitándome aquella hambruna que ahora me desgarraba la garganta y me impulsava a atacar a cualquier humano que se me cruzara.
Llegué al puente que cruzaba el río Senna y decidí caminar por él, observando cada rostro como si se tratara de una suculenta hamburguesa. De pronto, unos gritos me alarmaron y volví mi vista hacia el río, dónde un bebé lloraba de forma desgarradora, pues el pobre se estaba ahogando. Llevada por mis instintos más humanos, salté del puente y me zambullí en el agua, sin pensar en la imagen que daba, ni en el vestido mojado, ni en mi maquillaje corrido. Sólo me preocupé de buscar al niño.
Nadé durante minutos hasta que por fin localicé el aroma del pequeño humano, enredado entre la maleza que rodeaba el río. Lo tomé entre brazos y lo acuné, no pudiendo resistirme a sonreírle de modo maternal mientras dejaba que el pequeño enrollara su manita en mi dedo índice.
Llegué al puente que cruzaba el río Senna y decidí caminar por él, observando cada rostro como si se tratara de una suculenta hamburguesa. De pronto, unos gritos me alarmaron y volví mi vista hacia el río, dónde un bebé lloraba de forma desgarradora, pues el pobre se estaba ahogando. Llevada por mis instintos más humanos, salté del puente y me zambullí en el agua, sin pensar en la imagen que daba, ni en el vestido mojado, ni en mi maquillaje corrido. Sólo me preocupé de buscar al niño.
Nadé durante minutos hasta que por fin localicé el aroma del pequeño humano, enredado entre la maleza que rodeaba el río. Lo tomé entre brazos y lo acuné, no pudiendo resistirme a sonreírle de modo maternal mientras dejaba que el pequeño enrollara su manita en mi dedo índice.
Arlette- Vampiro Clase Baja
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Re: El ángel caído [Jin]
Paseando entre las calles sin nada realmente interesante que hacer. Quería volver a la mansión, pero por las órdenes que había recibido aún no podía hacerlo. Mi obsesión malsana parecía molestar a alguien por ahí.
No estaba prestándole atención a nada a mi alrededor hasta que escuché el sonido del agua. Me rcargué en el puente, por donde estaba ya transitando buscando con la mirada la causa de aquello. Entonces la vi, aquella... por su olor una vampiresa... y qué curiosa aquella escena. No pude evitar sonreír.
-Que tierno momento me ha tocado ver! -alcé la voz lo suficiente para que pudiera escucharme a esa distancia. Esperaba no molestarla con el tono que había utilizado, porque había sonado tal evz un poco sarcástico. Pero tampoco es que me importara demasiado, si me ponía a pensarlo. Y la sonrisa de medio lado dibujada en mi rostro dudaba que ayudara a ignorar mis palabras.
Pero ¿que querían? Era divertido y curioso verla intentar rescatar a ese niño. Pero bien, había conocido a un vampiro medio humanista hace poco y él si que era algo extraño para mí, ella sin embargo no me provocaba las mismas ideas. ¿es por que era una chica? tal vez.
Le observé curioso, tenía bonita figura, un rostro que no estaba mal, pero la intriga que tenía en ese momento no era por su belleza o su cuerpo, si no por su forma de actuar.
La curiosidad y un poco de aburrimiento y ella había aparecido justo ahora... Una sonrisa divertida y me moví rápidamente quedando frente a ella.
No estaba prestándole atención a nada a mi alrededor hasta que escuché el sonido del agua. Me rcargué en el puente, por donde estaba ya transitando buscando con la mirada la causa de aquello. Entonces la vi, aquella... por su olor una vampiresa... y qué curiosa aquella escena. No pude evitar sonreír.
-Que tierno momento me ha tocado ver! -alcé la voz lo suficiente para que pudiera escucharme a esa distancia. Esperaba no molestarla con el tono que había utilizado, porque había sonado tal evz un poco sarcástico. Pero tampoco es que me importara demasiado, si me ponía a pensarlo. Y la sonrisa de medio lado dibujada en mi rostro dudaba que ayudara a ignorar mis palabras.
Pero ¿que querían? Era divertido y curioso verla intentar rescatar a ese niño. Pero bien, había conocido a un vampiro medio humanista hace poco y él si que era algo extraño para mí, ella sin embargo no me provocaba las mismas ideas. ¿es por que era una chica? tal vez.
Le observé curioso, tenía bonita figura, un rostro que no estaba mal, pero la intriga que tenía en ese momento no era por su belleza o su cuerpo, si no por su forma de actuar.
La curiosidad y un poco de aburrimiento y ella había aparecido justo ahora... Una sonrisa divertida y me moví rápidamente quedando frente a ella.
Jin Kanishia- Vampiro Clase Alta
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Re: El ángel caído [Jin]
El sonido de una voz masculina me alertó de que no me encontraba sola. Alcé la vista y por el aroma que la brisa me traía, supe que se trataba de un vampiro. Como acto reflejo, estreché el bebé más fuerte contra mí, protegiéndole quizás de un arrebato por parte del desconocido, pues no sabía si sus gustos alimentíceos se basaban en la sangre humana infantil. Hice un gesto para desaparecer del lugar, pues no sabía qué clase de inmortal era aquél hombre y no quería arriesgarme a nada con él. Una lucha con un bebé en brazos no era lo ideal del momento. Pero como si el vampiro leyera mis pensamientos, se posó frente a mí con una sonrisa parecida al sarcasmo. Odiaba aquella actitud aunque yo fuera la primera que la llevara a cabo.
- Si buscas comida no te sugiero que husmees entre mis brazos.- le espeté, aludiendo al pequeño humano que de pronto empezaba a sollozar, quizás de frío por permanecer húmedo o quizás por el contacto de mi piel a su alrededor o, muy probablemente, al percibir la tensión en mi cuerpo.
Estreché los ojos, escrutando su rostro para, dado que el silencio se había acomodado en sus labios, hice un gesto para alejarme de la zona y salir del agua, pues aún permanecía con la mitad de mi cuerpo sumergido, mi vestido mojado, mi cabello húmedo caía por mi espalda y mis pechos y desde luego mi rostro no brillaba con su luz habitual. Estaba hecha un desastre y con un pequeño retoño entre brazos, tenía un problema que solventar y no deseaba empezar aquella noche con una disputa.
- Si buscas comida no te sugiero que husmees entre mis brazos.- le espeté, aludiendo al pequeño humano que de pronto empezaba a sollozar, quizás de frío por permanecer húmedo o quizás por el contacto de mi piel a su alrededor o, muy probablemente, al percibir la tensión en mi cuerpo.
Estreché los ojos, escrutando su rostro para, dado que el silencio se había acomodado en sus labios, hice un gesto para alejarme de la zona y salir del agua, pues aún permanecía con la mitad de mi cuerpo sumergido, mi vestido mojado, mi cabello húmedo caía por mi espalda y mis pechos y desde luego mi rostro no brillaba con su luz habitual. Estaba hecha un desastre y con un pequeño retoño entre brazos, tenía un problema que solventar y no deseaba empezar aquella noche con una disputa.
Arlette- Vampiro Clase Baja
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Re: El ángel caído [Jin]
Me reí sin poder evitarlo. Ella estaba a la defensiva, y aunque entendía sus razones, me parecía divertido verla actuando de esa manera. ¿Pero qué decía? Si quisiera alimentarme justo ahora no estaría tan tranquilo y hablándole de esa manera.
-No pienso alimentarme de la criatura que llevas en brazos, así que por eso no te preocupes... -Avance metiéndome al agua -Pero deberías salir de aquí, podría hacerle daño... - la salud del pequeño humano no me interesaba, como su sangre tampoco en ese instante. La toqué ligeramente y me acerqué hasta quedar muy cerca de su rostro.
-Me atraes más tu que él... - le dije con tono sugerente muy cerca del oído, pero me separé casi inmediatamente sonriendo. No quería que me agarrará idea tan rápido, parecía que yo podía lograr provocar a la gente en sentidos no muy buenos. Y aunque poco me importaba, luego resultaban ser conocidos de Kazu o de algún otro y me metía en problemas.Dudaba que este fuera el caso, aún así, quería un poco de plática o algo esta vez... Estaba mortalmente aburrido, y hasta que la noche terminase no podía poner pie en el lugar en el que ahora vivía y en el que me esperaba la persona que me había hecho ceder ante más de una cosa.
-No pienso alimentarme de la criatura que llevas en brazos, así que por eso no te preocupes... -Avance metiéndome al agua -Pero deberías salir de aquí, podría hacerle daño... - la salud del pequeño humano no me interesaba, como su sangre tampoco en ese instante. La toqué ligeramente y me acerqué hasta quedar muy cerca de su rostro.
-Me atraes más tu que él... - le dije con tono sugerente muy cerca del oído, pero me separé casi inmediatamente sonriendo. No quería que me agarrará idea tan rápido, parecía que yo podía lograr provocar a la gente en sentidos no muy buenos. Y aunque poco me importaba, luego resultaban ser conocidos de Kazu o de algún otro y me metía en problemas.Dudaba que este fuera el caso, aún así, quería un poco de plática o algo esta vez... Estaba mortalmente aburrido, y hasta que la noche terminase no podía poner pie en el lugar en el que ahora vivía y en el que me esperaba la persona que me había hecho ceder ante más de una cosa.
Jin Kanishia- Vampiro Clase Alta
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Re: El ángel caído [Jin]
Sus palabras me aliviaron, pero sólo en parte. Algo me decía que no debía fiarme de él y como nunca mis instintos me habían fallado, no les iba a fallar yo a ellos ahora. Su proximidad no me inmutó, más le aparté con la mano en su pecho aunque él ya se había alejado mínimamente de mí. Puse los ojos en blanco y resoplé, clavando mis ojos en el pequeño al que acuné hasta que logré silenciar su llanto. Fue entonces cuanto empecé a caminar hacia la orilla, pasando por el lado del vampiro y rozando mi brazo con el suyo.
- Te equivocas de persona, de lugar y de momento, caballero.- dije entonces, desgarrando parte de mi vestido superior puesto que ya estaba prácticamente seco y quedándome con el corsé rojo y negro y la falda mojada.
Cubrí con la tela al pequeño y volví a acunarle en mis brazos, sentándome en el césped frente al vampiro al que esperaba que se marchara pronto. Los latidos del pequeño eran débiles y para evitar su muerte, dejé que mis colmillos rasgaran la piel de mi muñeca y le ofrecí unas gotas de mi sangre, deseando que tomara sus fuerzas y vitalidad. Dejé que la herida se cicatrizara en sugundos y limpié los labios del niño con la yema de mi dedo índice. Entonces alcé la vista y compové que el inmortal seguía allí, mirándonos. ¿Qué le ocurría? ¿A caso no tenía vida social?
- Te equivocas de persona, de lugar y de momento, caballero.- dije entonces, desgarrando parte de mi vestido superior puesto que ya estaba prácticamente seco y quedándome con el corsé rojo y negro y la falda mojada.
Cubrí con la tela al pequeño y volví a acunarle en mis brazos, sentándome en el césped frente al vampiro al que esperaba que se marchara pronto. Los latidos del pequeño eran débiles y para evitar su muerte, dejé que mis colmillos rasgaran la piel de mi muñeca y le ofrecí unas gotas de mi sangre, deseando que tomara sus fuerzas y vitalidad. Dejé que la herida se cicatrizara en sugundos y limpié los labios del niño con la yema de mi dedo índice. Entonces alcé la vista y compové que el inmortal seguía allí, mirándonos. ¿Qué le ocurría? ¿A caso no tenía vida social?
Arlette- Vampiro Clase Baja
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Re: El ángel caído [Jin]
Qué interesante fue lo que pensé al ver sus movimientos. La seguí con la mirada atentamente, sin perderla ni un segundo de vista. Cada simple movimientos de su cabello, sus ropas y su cuerpo...
Podía escuchar con suma claridad en palpitar de aquel pequeño corazón. Yo no era de los que pensaba mucho cuando se alimentaba, pero justo ahora no me apetecía la sangre del pequeño. Acababa de darme un festín antes de ir allí y aunque siempre decían que la sangre de un inocente era mejor, la verdad es que para mi no había mucha diferencia. Cada vida tenía algo de particular que hacía que la sangre fuera un deleite para el paladar.
Al notar su mirada algo molesta no pude más que sonreír, casi complacido. Esta noche, por lo menos tenía algo que la estaba volviendo interesante... -No creo estarme equivocando... -le dije aquello mientras salía del agua acercándome a ella de nuevo. Pero esta vez me quedé a un par de pasos, no porque aceptara su negativa, eso ni hablar. Era porque realmente me gustaba aquella expresión en su rostro... de alguna extraña manera aquello alimentaba mi amor propio, aunque a algunos eso podría parecerles un tanto fuera de lo común... Realmente disfrutaba de cosas como esa... y por un momento pensé que esa característica me recordaba a alguien que a mi no me agradaba demasiado... pero era la razón por la que estaba por allí perdiendo el tiempo dadas sus órdenes... ¿Quién iba a pensar que me toparía con tan peculiar vampiresa?
Podía escuchar con suma claridad en palpitar de aquel pequeño corazón. Yo no era de los que pensaba mucho cuando se alimentaba, pero justo ahora no me apetecía la sangre del pequeño. Acababa de darme un festín antes de ir allí y aunque siempre decían que la sangre de un inocente era mejor, la verdad es que para mi no había mucha diferencia. Cada vida tenía algo de particular que hacía que la sangre fuera un deleite para el paladar.
Al notar su mirada algo molesta no pude más que sonreír, casi complacido. Esta noche, por lo menos tenía algo que la estaba volviendo interesante... -No creo estarme equivocando... -le dije aquello mientras salía del agua acercándome a ella de nuevo. Pero esta vez me quedé a un par de pasos, no porque aceptara su negativa, eso ni hablar. Era porque realmente me gustaba aquella expresión en su rostro... de alguna extraña manera aquello alimentaba mi amor propio, aunque a algunos eso podría parecerles un tanto fuera de lo común... Realmente disfrutaba de cosas como esa... y por un momento pensé que esa característica me recordaba a alguien que a mi no me agradaba demasiado... pero era la razón por la que estaba por allí perdiendo el tiempo dadas sus órdenes... ¿Quién iba a pensar que me toparía con tan peculiar vampiresa?
Jin Kanishia- Vampiro Clase Alta
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Re: El ángel caído [Jin]
El bebé se relamía los labios con gracia y no pude evitar sonreír de modo maternal mientras jugaba con mis dedos en su vientre, haciendo que el niño riera melódicamente. Me detuve unos momentos, mirándolo de hito a hito. ¿Qué debía hacer? Si le llevaba al orfanato sabía que cuando saliera se convertiría en un mendigo más de las calles, sin olvidar que justamente eran esos de los que me alimentaba normalmente. Me horrorizó la idea de que otro vampiro lo matase... o que yo mismo le atacara sin saberlo. A demás, era de sobra conocido el trato a los que acostumbraban a los huérfanos en un lugar como aquél... ¿dejaría que le atormentaran el resto de su vida? Sus grandes ojos azabache me miraban con curiosidad, sin borrar todavía aquella sonrisa infantil.
Suspiré y empecé a mecerle entre mis brazos, dejando que sus párpados cedieran y se durmiera acurrucado sobre mi pecho. No comprendía porqué no le asustaba mi presencia. Para él, mi tacto debía sentirse frío, mis ojos amenazantes, mi boca peligrosa... ¿A caso había perdido sus instintos de supervivencia?
- ¿Piensas pasarte el resto de la noche aquí?- le espeté al inmortal que aún nos miraba con fijeza y un deje de... ¿curiosidad?
Si su respuesta era negativa, me limitaría a invitarle sutilmente a que desapareciera de mi vista, pues le explicaría que dada mi escasa vestimenta en el tronco superior, no me sentía cómoda manteniendo una conversación con un vampiro que me miraba de aquél modo... como si fuese algo suculento.
Si por lo contrario era positiva, no tendría más remedio que levantarme de aquél césped cargando al niño dormido y empezar a caminar hacia el Orfanato... o quizás hacia mi casa, aún debía decidirme. Pero desde luego, me apartaría de aquél vampiro tan extraño.
- ¿Qué quieres de nosotros?- le pedí, dulcificando mi voz y alzando una de mis cejas para enfatizar mi confusión.
No pensaba hacerle esa pregunta, más bien me la hacía en mis adentros. El problema fue que mi voz tomó el control de mis pensamientos y los exteriorizó. Insegura de querer saber su respuesta, desvié mis ojos de su rostro para clavarlos en los del bebé, con la esperanza de que aquél vampiro no me hubiese escuchado. Aún así, me moría de curiosidad por saber qué le ataba a ese lugar, por qué nos miraba de aquél modo... ¿Me respondería?
Suspiré y empecé a mecerle entre mis brazos, dejando que sus párpados cedieran y se durmiera acurrucado sobre mi pecho. No comprendía porqué no le asustaba mi presencia. Para él, mi tacto debía sentirse frío, mis ojos amenazantes, mi boca peligrosa... ¿A caso había perdido sus instintos de supervivencia?
- ¿Piensas pasarte el resto de la noche aquí?- le espeté al inmortal que aún nos miraba con fijeza y un deje de... ¿curiosidad?
Si su respuesta era negativa, me limitaría a invitarle sutilmente a que desapareciera de mi vista, pues le explicaría que dada mi escasa vestimenta en el tronco superior, no me sentía cómoda manteniendo una conversación con un vampiro que me miraba de aquél modo... como si fuese algo suculento.
Si por lo contrario era positiva, no tendría más remedio que levantarme de aquél césped cargando al niño dormido y empezar a caminar hacia el Orfanato... o quizás hacia mi casa, aún debía decidirme. Pero desde luego, me apartaría de aquél vampiro tan extraño.
- ¿Qué quieres de nosotros?- le pedí, dulcificando mi voz y alzando una de mis cejas para enfatizar mi confusión.
No pensaba hacerle esa pregunta, más bien me la hacía en mis adentros. El problema fue que mi voz tomó el control de mis pensamientos y los exteriorizó. Insegura de querer saber su respuesta, desvié mis ojos de su rostro para clavarlos en los del bebé, con la esperanza de que aquél vampiro no me hubiese escuchado. Aún así, me moría de curiosidad por saber qué le ataba a ese lugar, por qué nos miraba de aquél modo... ¿Me respondería?
Arlette- Vampiro Clase Baja
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Fecha de inscripción : 14/08/2011
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Re: El ángel caído [Jin]
-Nunca he visto a un vampiro haciendo algo como esto... Mi maestro y quienes he tenido relativamente cerca no parecen ser de ese tipo realmente... el único medio humanista que conozco prefiere mantenerse alejado de los seres humanos, lo suficiente para no hacerles daño... pero tu... -ladee la cabeza -... Me intrigas... -Esa última frase había sonado ligeramente diferente, mi voz era más profunda. No lo había hecho a propósito... Estaba omitiendo que casi nunca sentía tal curiosidad ante alguien. Pero mis razones siempre eran más o menos las misma, curiosidad o no tener en qué pasar el rato.
-Por ahora, Sí... -contesté a su pregunta -No tengo razones para marcharme aún... Pero no me malinterpretes - sonreí de medio lado - No espero nada de esto, en realidad... - Mis ojos se posaban sobre ella como lo hacía luego cuando me sentía interesado en pasar un 'rato' agradable con alguien... Ah... pero había un inconveniente y no era el que ella no quisiera algo conmigo.. no, no, era un problema que se me vendría encima después, pero pensar con anticipación no era lo mío.
Quería volver y tomar a mi amante hasta perder la razón, pero no podía hacerlo... así que estaba aquí, frente a la atractiva vampiresa de la cual desconocía su nombre. Pero los nombre no tienen importancia, seguramente lo olvidaría, a menos que algo me hiciese recordarlo. con todo se me fueron las palabras -¿Tu nombre? - tanto tiempo con aquel idiota de Koizumi debía afectarme el cerebro. Esas cosas carecían de sentido... Peor quién sabe, a veces este tipo de cosas pueden resultar interesantes -Jin...- dije como si aquello fuese una presentación de lo más elocuente, lo cual sin duda no era. Tan solo decir mi nombre así no era lo que las reglas esas que nunca seguían indicaban ¿no? Qué demonios... como si me importara...
-Por ahora, Sí... -contesté a su pregunta -No tengo razones para marcharme aún... Pero no me malinterpretes - sonreí de medio lado - No espero nada de esto, en realidad... - Mis ojos se posaban sobre ella como lo hacía luego cuando me sentía interesado en pasar un 'rato' agradable con alguien... Ah... pero había un inconveniente y no era el que ella no quisiera algo conmigo.. no, no, era un problema que se me vendría encima después, pero pensar con anticipación no era lo mío.
Quería volver y tomar a mi amante hasta perder la razón, pero no podía hacerlo... así que estaba aquí, frente a la atractiva vampiresa de la cual desconocía su nombre. Pero los nombre no tienen importancia, seguramente lo olvidaría, a menos que algo me hiciese recordarlo. con todo se me fueron las palabras -¿Tu nombre? - tanto tiempo con aquel idiota de Koizumi debía afectarme el cerebro. Esas cosas carecían de sentido... Peor quién sabe, a veces este tipo de cosas pueden resultar interesantes -Jin...- dije como si aquello fuese una presentación de lo más elocuente, lo cual sin duda no era. Tan solo decir mi nombre así no era lo que las reglas esas que nunca seguían indicaban ¿no? Qué demonios... como si me importara...
Jin Kanishia- Vampiro Clase Alta
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Re: El ángel caído [Jin]
Escuché sus palabras aunque realmente no captaron demasiado mi atención. ¿Curiosidad por mí? No entendía por qué... aunque por supuesto, aquello me halagaba. Adoraba sentirme única y que los hombres vieran en mí el potencial que tenía. Quizás fue eso lo que me llevó acunar al bebé entre el césped, dejándole dormir plácidamente. Me alcé del suelo y me acerqué al vampiro, acariciando su cuello con la yema de mi dedo índice, visiblemente juguetona.
- Vaya... qué lástima, pues. Parece que sí te malinterpreté, vampiro.- murmuré con el tono más seductor y provocativo que poseía antes de perfilar el contorno de su labio inferior y reír a carcajadas, distanciándome de él cuando se presentó.- Soy Eyra.- respondí con un guiño travieso mientras me arreglaba el vestido desgarrado, intentando no mostrar demasiada piel de mis muslos y la de mi escote, aunque era una tarea prácticamente imposible.
Alcé la vista hacia el vampiro que mantenía un semblante algo estupefacto, probablemente por mi repentino cambio de idea. En realidad no deseaba flirtear con él, pues en mi mente sólo me preocupaba el futuro de aquél pequeño durmiente. Sin embargo, su comentario me había ofendido levemente, pues estaba demasiado acostumbrada a que los hombres besaran las huellas que dejaban mis zapatos y que ahora aquél inmortal no me mirase como una mujer... me sulfuró.
- Vaya... qué lástima, pues. Parece que sí te malinterpreté, vampiro.- murmuré con el tono más seductor y provocativo que poseía antes de perfilar el contorno de su labio inferior y reír a carcajadas, distanciándome de él cuando se presentó.- Soy Eyra.- respondí con un guiño travieso mientras me arreglaba el vestido desgarrado, intentando no mostrar demasiada piel de mis muslos y la de mi escote, aunque era una tarea prácticamente imposible.
Alcé la vista hacia el vampiro que mantenía un semblante algo estupefacto, probablemente por mi repentino cambio de idea. En realidad no deseaba flirtear con él, pues en mi mente sólo me preocupaba el futuro de aquél pequeño durmiente. Sin embargo, su comentario me había ofendido levemente, pues estaba demasiado acostumbrada a que los hombres besaran las huellas que dejaban mis zapatos y que ahora aquél inmortal no me mirase como una mujer... me sulfuró.
Arlette- Vampiro Clase Baja
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Re: El ángel caído [Jin]
Me solté a reír después de un momento. no me esperaba esa clase de movimientos, pero debía decir que aquello me gustaba. Pensé en seguirle el juego, pero es que ya había notado en ella esa actitud de que no le interesaba en lo más mínimo y había decidido que era inútil hacer esfuerzos vanos. Aunque ahora veía que ella tenía esa vanidad y orgullo... tonto de mi parte pensar que no, si apenas verle era evidente.
Me acerqué en un rápido movimiento, tomándole del brazo, no lo hice con brusquedad pero había usado suficiente fuerza para hacerle girar hacía mí con un único objetivo. Le robé un beso, no como solía hacerlo, fue algo casi fugaz. Me habría tomado más tiempo y besado de esa forma que se antojaba tal vez demasiado irreverente y atrevida para ser alguien que no conocía, pero de esta forma más simple disfrutaba viendo aquella resistencia automática a mis movimientos y eso... eso me gustaba.
Tener a otros comiendo de tu mano era divertido, pero también lo era causar ese tipo de reacciones. Me había acostumbrado a ello y me parecía la mar de divertido ver los rostros ofendidos, enfadados o el odio en la mirada de otros. Era como un aliciente extraño para mí. Le sonreí con algo de cinismo y saboreé mis labios con un gesto lento y una mirada sugestiva.
Me acerqué en un rápido movimiento, tomándole del brazo, no lo hice con brusquedad pero había usado suficiente fuerza para hacerle girar hacía mí con un único objetivo. Le robé un beso, no como solía hacerlo, fue algo casi fugaz. Me habría tomado más tiempo y besado de esa forma que se antojaba tal vez demasiado irreverente y atrevida para ser alguien que no conocía, pero de esta forma más simple disfrutaba viendo aquella resistencia automática a mis movimientos y eso... eso me gustaba.
Tener a otros comiendo de tu mano era divertido, pero también lo era causar ese tipo de reacciones. Me había acostumbrado a ello y me parecía la mar de divertido ver los rostros ofendidos, enfadados o el odio en la mirada de otros. Era como un aliciente extraño para mí. Le sonreí con algo de cinismo y saboreé mis labios con un gesto lento y una mirada sugestiva.
Jin Kanishia- Vampiro Clase Alta
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Re: El ángel caído [Jin]
Con un risa llena de soberbia aparecía en mis labios, un seco tirón de mi brazo me hizo voltear, quedándome frente a Jin. Le miré enarcando una ceja y a punto de pedirle una explicación por aquél gesto estaba, cuando su boca se entreabrío mínimamente para besar mis labios. Fue a penas un roce, algo tan efímero que ni siquiera podía considerarse un beso. Sin embargo, aquello era más que suficiente para mí para saber que realmente aún albergaba aquél cosquilleo por mí. Y aquella idea me hizo volver a sonreír, pues adoraba sentirme deseada. No obstante, era una damisela y no podía permitir que un hombre se tomara aquellas libertades comigo, pese a haber sido provocado antes por mi, como era aquél caso.
- ¡Osado!- le grité con el ceño fruncido y estrechando mis ojos fingiendo sentirme ofendida e iracunda.
Alcé la mano en la que no me sostenía el brazo y con la palma de la mano extendida, tomé velocidad tirándola unos centímetros hacia atrás para después cortar el aire hacia abofetear la mejilla del vampiro.
Sí... realmente adoraba jugar con los hombres. Eran todos tan sencillos de manipular... Disimulé una risa ladeando mi rostro, fingiendo estar realmente mosqueada. Y mientras aguardaba su reacción, imaginé que sencillamemente refunfuñaría algún insulto hacia mi persona y que finalmente se marcharía del lugar con la dignidad y el orgullo por los suelos. Misión cumplida.
- ¡Osado!- le grité con el ceño fruncido y estrechando mis ojos fingiendo sentirme ofendida e iracunda.
Alcé la mano en la que no me sostenía el brazo y con la palma de la mano extendida, tomé velocidad tirándola unos centímetros hacia atrás para después cortar el aire hacia abofetear la mejilla del vampiro.
Sí... realmente adoraba jugar con los hombres. Eran todos tan sencillos de manipular... Disimulé una risa ladeando mi rostro, fingiendo estar realmente mosqueada. Y mientras aguardaba su reacción, imaginé que sencillamemente refunfuñaría algún insulto hacia mi persona y que finalmente se marcharía del lugar con la dignidad y el orgullo por los suelos. Misión cumplida.
Arlette- Vampiro Clase Baja
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Re: El ángel caído [Jin]
Mi rostro se movió ligeramente debido al golpe. No pude más que sonreír disimuladamente. Hasta ahora, a nadie le había permitido hacer algo así. Pero debía decir que ella tenía lo suyo. Era bella, sin duda… y con la fuerza de un vampiro, aquel golpe no era cualquier bofetada, menos mal que yo era también un ser de la noche y no podía hacerme daño con algo tan simple como eso…
Ah, debía decir que aquello me provocaba. No pude evitarlo. Tomé la mano que había osado tocar mi rostro y le atraje hacia mí. No presté mucha atención, tal vez había sido un movimiento algo repentino y brusco, tal vez no. Pero no creía que prestase atención a eso. Hice lo que no había hecho un momento antes. Mi brazo libre le tomó por la cintura, simplemente para acercarla, para no dejarle escapar fácilmente. Reclamé sus labios en un beso que algún espectador tomaría como apasionado y ardiente. Sentí su resistencia y eso era más que un aliciente para mí. Liberé su brazo, solo para atraerle más hacia mí profundizando el beso, mi mano se entrelazó con su cabello.
Aquella expresión que acababa de ver en su rostro había sido como un llamado para mí, como una invitación a mis sentidos, y yo no era de los que simplemente pensaban en lo que debía o no ser. Si estaba mal o no, no podía importarme menos. Sólo estaba lo que quería o no hacer.
Mordí ligeramente sus labios antes de separarme de ella un poco, solo para ver por completo su rostro. Quería ver su expresión, esos ojos y lo que reflejaran hacia mí en ese instante.
Ah, debía decir que aquello me provocaba. No pude evitarlo. Tomé la mano que había osado tocar mi rostro y le atraje hacia mí. No presté mucha atención, tal vez había sido un movimiento algo repentino y brusco, tal vez no. Pero no creía que prestase atención a eso. Hice lo que no había hecho un momento antes. Mi brazo libre le tomó por la cintura, simplemente para acercarla, para no dejarle escapar fácilmente. Reclamé sus labios en un beso que algún espectador tomaría como apasionado y ardiente. Sentí su resistencia y eso era más que un aliciente para mí. Liberé su brazo, solo para atraerle más hacia mí profundizando el beso, mi mano se entrelazó con su cabello.
Aquella expresión que acababa de ver en su rostro había sido como un llamado para mí, como una invitación a mis sentidos, y yo no era de los que simplemente pensaban en lo que debía o no ser. Si estaba mal o no, no podía importarme menos. Sólo estaba lo que quería o no hacer.
Mordí ligeramente sus labios antes de separarme de ella un poco, solo para ver por completo su rostro. Quería ver su expresión, esos ojos y lo que reflejaran hacia mí en ese instante.
Jin Kanishia- Vampiro Clase Alta
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Re: El ángel caído [Jin]
Otro tirón, más salvaje y brusco, me empujó de nuevo hacia su pétreo cuerpo mientras la otra mano me aferraba de la cintura y me apresaba contra él con fuerza. Demasiada. ¿Qué edad tenía aquél vampiro? Debía ser muy antiguo para que yo no pudiera zafarme de sus manos. Su boca buscó la mira casi con ira, besándome con intensidad y sin inmutarse cuando yo me resistía, forcejeando con él. Me liberó la mano y pensé que por fin me soltaría, pero no fue así, continuando sus labios fundidos en los míos mientras alzaba su mano hacia mi cabello, enredando sus dedos en ellos y empezando a mordisquear mis labios con suavidad. Por unos segundos, sólo unos escasos segundos, había dejado de luchar contra él para dejarme llevar por el placer de una boca como la suya. Pero antes de que pudiera relajarme, él se separó de mí lo suficiente para poder ver su rostro enteramente.
Fruncí el ceño y moví mis manos a su pectoral, empujándole con todas las fuerzas que disponía aunque sin moverme un atisbo, pues su mano seguía aferrándome de la cintura con una fuerza sobrehumana. Ahora sí estaba realmente molesta con aquél vampiro, pues una cosa era un beso inocente, y otro era lo que aquél inmortal quería de mí, o por lo menos, eso sospechaba. No pensaba permitir que volviera a tocarme uno de mis cabellos con sus manos, así que seguí empujándole y forcejeando en sus brazos.
- ¡Suéltame si no quieres morir!- le amenacé, plenamente consciente de la estupidez que acababa de decir, pues si no podía salir de su agarre, ¿cómo podría matarle? Era demasiado viejo para mí y eso le convertía en peligroso. No obstante, no iba a permitir que él se saliera con la suya. No sin antes luchar.
Clavé mis uñas en su pecho, rasgando su camisa y viendo tras aquella tela la marca de media luna que dichas uñas le habían sellado. Dejé que mis colmillos asomaran entre mis labios y proferí un gruñido amenazador, no dudando en clavarlo en su cuello de forma hiriente y salvaje, intentando que aquél gesto fuese suficiente para que él me soltara.
Fruncí el ceño y moví mis manos a su pectoral, empujándole con todas las fuerzas que disponía aunque sin moverme un atisbo, pues su mano seguía aferrándome de la cintura con una fuerza sobrehumana. Ahora sí estaba realmente molesta con aquél vampiro, pues una cosa era un beso inocente, y otro era lo que aquél inmortal quería de mí, o por lo menos, eso sospechaba. No pensaba permitir que volviera a tocarme uno de mis cabellos con sus manos, así que seguí empujándole y forcejeando en sus brazos.
- ¡Suéltame si no quieres morir!- le amenacé, plenamente consciente de la estupidez que acababa de decir, pues si no podía salir de su agarre, ¿cómo podría matarle? Era demasiado viejo para mí y eso le convertía en peligroso. No obstante, no iba a permitir que él se saliera con la suya. No sin antes luchar.
Clavé mis uñas en su pecho, rasgando su camisa y viendo tras aquella tela la marca de media luna que dichas uñas le habían sellado. Dejé que mis colmillos asomaran entre mis labios y proferí un gruñido amenazador, no dudando en clavarlo en su cuello de forma hiriente y salvaje, intentando que aquél gesto fuese suficiente para que él me soltara.
Arlette- Vampiro Clase Baja
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Re: El ángel caído [Jin]
No le solté a pesar de lo que hacía. Además deje escapar mi risa al verle forcejear conmigo e intentar hacerme daño de esa manera. Eso no me dolía, estaba acostumbrado a cosas peores. Ella podría librarse, estaba seguro, solo que no se había dado cuenta de eso. había usado su poder de control mental ligeramente en ella. No quería que lo notará, lo había hecho porque después de tanto, había aprendido a sentir cuando un vampiro era más antiguo que él. Se lo debía a su maestro y a algunos otros. De algún modo podía sentirlo. Pero no había sobrevivido hasta ahora siendo tan iluso.
Entre el forcejeo nos hice que ambos al suelo. no caí sobre ella, pero me aseguré de sujetarle las muñecas e inmovilizarle para que no pudiese hacerme nada más, aunque de algún modo me divertía.
-No sabes cuanto me gusta esa expresión en tu rostro... -le susurré al oído en un tono más que sugestivo. Si, el que fuese agresiva con él, eso le incitaba a seguir... Era algo que no podía evitar. Me encantaba ver en su rostro esas emociones. Quería de ser posible, ver un poco más...
La sonrisa que se había dibujado en mi rostro, entre sarcástica y confiada era algo que molestaba a la mayoría, seguro que ella no sería la excepción, y eso me causaba algo de satisfacción. Le lamí sutilmente el oído para terminar con un ligero mordisco en el lóbulo. Esto era divertido, después de todo...
Entre el forcejeo nos hice que ambos al suelo. no caí sobre ella, pero me aseguré de sujetarle las muñecas e inmovilizarle para que no pudiese hacerme nada más, aunque de algún modo me divertía.
-No sabes cuanto me gusta esa expresión en tu rostro... -le susurré al oído en un tono más que sugestivo. Si, el que fuese agresiva con él, eso le incitaba a seguir... Era algo que no podía evitar. Me encantaba ver en su rostro esas emociones. Quería de ser posible, ver un poco más...
La sonrisa que se había dibujado en mi rostro, entre sarcástica y confiada era algo que molestaba a la mayoría, seguro que ella no sería la excepción, y eso me causaba algo de satisfacción. Le lamí sutilmente el oído para terminar con un ligero mordisco en el lóbulo. Esto era divertido, después de todo...
Jin Kanishia- Vampiro Clase Alta
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Re: El ángel caído [Jin]
Caímos al suelo y él me inmovilizó las manos para que no siguiera arañándole, aunque mis piernas seguían libres y las aproveché para patalear como si me fuese la vida en ello, ladeando mi rostro cuando el vampiro se acercaba a mi rostro, dejando que me lamiera la oreja y mordiera su lóbulo. Me estremecí al contacto de su lengua con mi piel y eso me detuvo unos segundos aquél frenético pataleo. Entonces, él me susurró aquellas palabras y comprendí que no era la fuerza lo que me liberaría de él, sino el mantenimiento de la compostura, el seguirle aquél juego. Jin quería algo conmigo por el simple hecho de que me negaba a ofrecérselo. Pero si le seguía la corriente, quizás...
- Y tú desconoces hasta qué punto me gusta que me dominen.- susurré con picardía, esbozando una frágil sonrisa llena de perversión.
Dejé de forcejear e intenté relajar mis músculos, girando mi rostro hacia el inmortal para buscar sus labios y sellarlos con un beso voraz. Fue largo, profundo, salvaje... pero con la única misión de distraer al vampiro y que teniéndome tan fácilmente comiendo de su mano, fuese él mismo quién me rechazase. Dolería a mi crecido ego, pero era necesario si quería sobrevivir a un ataque sexual, como realmente temía que sucediera. De no funcionar aquella táctica, sólo podría recorrer a una más, aunque con la que no albergaba demasiada esperanza: gritar.
¿Llegaría a esa situación? ¿Me liberaria en cuanto dejase de resistirme? ¿Y si nada funcionara? ¿Sería capaz de tomarme por la fuerza? Mi mente se nublaba y mis fuerzas decaían con ese pensamiento. Pese a haber entregado mi cuerpo a tantos hombres durante mi vida, siempre había sido de forma acordada, queriendo lo mismo. ¿A caso pensaba violarme? ¿A mí? Aquello no me gustaba... no me gustaba la violencia ni el que no tomaran en cuenta mi firme decisión de no entregarme. Sin embargo... ¿realmente era firme? ¿sinceramente no lo deseaba? Quizás por una parte... pero ahogué aquellos instintos en lo más hondo de mi ser, concentrándome en Jin y en que pudiera salir de aquello vivita y coleando.
- Y tú desconoces hasta qué punto me gusta que me dominen.- susurré con picardía, esbozando una frágil sonrisa llena de perversión.
Dejé de forcejear e intenté relajar mis músculos, girando mi rostro hacia el inmortal para buscar sus labios y sellarlos con un beso voraz. Fue largo, profundo, salvaje... pero con la única misión de distraer al vampiro y que teniéndome tan fácilmente comiendo de su mano, fuese él mismo quién me rechazase. Dolería a mi crecido ego, pero era necesario si quería sobrevivir a un ataque sexual, como realmente temía que sucediera. De no funcionar aquella táctica, sólo podría recorrer a una más, aunque con la que no albergaba demasiada esperanza: gritar.
¿Llegaría a esa situación? ¿Me liberaria en cuanto dejase de resistirme? ¿Y si nada funcionara? ¿Sería capaz de tomarme por la fuerza? Mi mente se nublaba y mis fuerzas decaían con ese pensamiento. Pese a haber entregado mi cuerpo a tantos hombres durante mi vida, siempre había sido de forma acordada, queriendo lo mismo. ¿A caso pensaba violarme? ¿A mí? Aquello no me gustaba... no me gustaba la violencia ni el que no tomaran en cuenta mi firme decisión de no entregarme. Sin embargo... ¿realmente era firme? ¿sinceramente no lo deseaba? Quizás por una parte... pero ahogué aquellos instintos en lo más hondo de mi ser, concentrándome en Jin y en que pudiera salir de aquello vivita y coleando.
Arlette- Vampiro Clase Baja
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Re: El ángel caído [Jin]
Sonreí. ¿Qué era lo que intentaba? Primero pataleando de aquella forma y ahora haciendo aquello. Era gracioso, nadie podía negarlo. No aflojé mi agarre, la posición me ayudaba sin duda. Devolví aquel gesto, profundizando aquel beso, enredando su lengua con la mía, reclamándole de una forma diferente y más candente. Cuando me separé de ella le sonreí arrogantemente -Eso sin duda es excitante -aquello fue como un siseo, apenas audible para un ser humano normal, pero ella siendo uno de la misma raza, lo escucharía claro. Me humedecí los labios y hice una mueca con ellos para luego morder mi labio inferior.
Me acerqué a su cuello, besándole sin reparo. Me había acomodado sobre ella, solo por si quería seguir moviendo sus piernas de aquella manera tan frenética. La verdad es que no quería tener problemas, pero ella había logrado provocarme y por ahora no quería detenerme.
Lo único que me haría parar en un momento así era que el aburrimiento hiciera presa de mí. No sabía que más podría hacerlo, pero seguro que hastío era algo que no sentía en este momento. Tomé sus dos manos con una de las mías. Me había cansado de no poder hacer nada más.
Me incorporé observándole con detalle y alzando su rostro ligeramente al tomarle por la barbilla. No había sido brusco, eso no era necesario justo en este momento. -Eres hermosa -dije sin pensármelo mucho. Mis dedos bajaron por su cuello, apenas tocándole, hasta llegar al escote de su vestido. Le veía fijamente a los ojos y con aquella expresión divertida en mi rostro.
Me acerqué a su cuello, besándole sin reparo. Me había acomodado sobre ella, solo por si quería seguir moviendo sus piernas de aquella manera tan frenética. La verdad es que no quería tener problemas, pero ella había logrado provocarme y por ahora no quería detenerme.
Lo único que me haría parar en un momento así era que el aburrimiento hiciera presa de mí. No sabía que más podría hacerlo, pero seguro que hastío era algo que no sentía en este momento. Tomé sus dos manos con una de las mías. Me había cansado de no poder hacer nada más.
Me incorporé observándole con detalle y alzando su rostro ligeramente al tomarle por la barbilla. No había sido brusco, eso no era necesario justo en este momento. -Eres hermosa -dije sin pensármelo mucho. Mis dedos bajaron por su cuello, apenas tocándole, hasta llegar al escote de su vestido. Le veía fijamente a los ojos y con aquella expresión divertida en mi rostro.
Jin Kanishia- Vampiro Clase Alta
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Re: El ángel caído [Jin]
¡Oh, maldición! Parecía que mi estrategia de seguirle el juego no daba el resultado esperado y aquello me asustaba realmente. ¿Sería capaz de...? No, no, no, no... Debía evitar llegar a ese extremo, pues de sobra era conocida la faceta lujuriosa de un vampiro. Debía pensar algo... ¡ya! ¿Pero qué opciones tenía? ¿Volver a forcejear? No, aquello ya me había percatado del efecto que causaba sobre el vampiro, incitándole a querer más de mí. ¿Gritar? Era ya profunda noche y permanecíamos junto al río, a varios metros sumergidos de las calles transitadas. A demás, si me escuchaba un humano poco podría hacer contra el vampiro. Y de tratarse de uno de nuestra raza, apoyaría sin duda al inmortal más antiguo, y en nuestro caso, era mi agresor. O eso creía. Entonces... ¿qué me quedaba?
Mientras, Jin se divertía con mi cuerpo, besándome con intensidad, apoderándose de mi boca y mi lengua revoltosa. Su peso sobre mi cuerpo me dificultaba demasiado las cosas, pues de aquella forma ni siquiera soltándome de su agarre podría escapar. Maldije de nuevo a mi suerte y decidí alargar mi táctica, deseando fervientemente que se aburriera pronto de mí o por lo menos, confiara en mí para darnos la vuelta y que me liberara de su presión, y así podría huir del lugar con el pequeño bebé que dormitaba a escasos metros de mí, ajeno a lo que acontecía.
- Lo sé.- respondí sensualmente, aludiendo a su enaltación a mi belleza sobrehumana.
Su boca recorrió mi cuello y yo me estremecí de placer, aunque intenté llevar muy lejos aquél pensamiento y sensación de satisfacción. No era el momento para deleitarme, ni tampoco la persona. No contra mi voluntad. Aún así, moví suavemente mis caderas, dejando que él entreviera que no tenía miedo sino ánsias de él. Mientras, mi boca se entreabría una y otra vez sobre sus labios... hasta que él se apartó y una pizca de esperanza iluminó mis ojos. Pero me equivoqué. Su sonrisa arrogante manifestó unos pensamientos morbosos de los que temí lo peor. Su mano recorrió mi cuello desnudo hasta acariciar mi mermado escote. ¡Diablos! Aquél vestido húmedo y despedazado probablemente le era una tentación... Decidí entonces pasar al ataque, inclinándome levemente hacia él con unos ojos fierunos para entre abrir rmis labios y morder su cuello con salvajedad, succionando su herida para debilitarle poco a poco. ¿Me dejaría seguir con aquél plan suicida? ¿Se daría cuenta de mis intenciones? ¿Le excitaría más ese gesto osado por mi parte? Las respuestas sólo las tenía él y mientras, yo tiritaba en mi interior, desconocedora de mi destino y mi suerte.
Mientras, Jin se divertía con mi cuerpo, besándome con intensidad, apoderándose de mi boca y mi lengua revoltosa. Su peso sobre mi cuerpo me dificultaba demasiado las cosas, pues de aquella forma ni siquiera soltándome de su agarre podría escapar. Maldije de nuevo a mi suerte y decidí alargar mi táctica, deseando fervientemente que se aburriera pronto de mí o por lo menos, confiara en mí para darnos la vuelta y que me liberara de su presión, y así podría huir del lugar con el pequeño bebé que dormitaba a escasos metros de mí, ajeno a lo que acontecía.
- Lo sé.- respondí sensualmente, aludiendo a su enaltación a mi belleza sobrehumana.
Su boca recorrió mi cuello y yo me estremecí de placer, aunque intenté llevar muy lejos aquél pensamiento y sensación de satisfacción. No era el momento para deleitarme, ni tampoco la persona. No contra mi voluntad. Aún así, moví suavemente mis caderas, dejando que él entreviera que no tenía miedo sino ánsias de él. Mientras, mi boca se entreabría una y otra vez sobre sus labios... hasta que él se apartó y una pizca de esperanza iluminó mis ojos. Pero me equivoqué. Su sonrisa arrogante manifestó unos pensamientos morbosos de los que temí lo peor. Su mano recorrió mi cuello desnudo hasta acariciar mi mermado escote. ¡Diablos! Aquél vestido húmedo y despedazado probablemente le era una tentación... Decidí entonces pasar al ataque, inclinándome levemente hacia él con unos ojos fierunos para entre abrir rmis labios y morder su cuello con salvajedad, succionando su herida para debilitarle poco a poco. ¿Me dejaría seguir con aquél plan suicida? ¿Se daría cuenta de mis intenciones? ¿Le excitaría más ese gesto osado por mi parte? Las respuestas sólo las tenía él y mientras, yo tiritaba en mi interior, desconocedora de mi destino y mi suerte.
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Re: El ángel caído [Jin]
Otra vez no pude evitar reír. SU actitud me recordaba un poco a la mía y por una vez comprendí a mi maestro un poco... o tal vez no... Era hermosa, lo sabía y podía usarlo a su favor. Eso era lo que uno aprendía bajo ciertas circunstancias ¿no era así? Ya estaba olvidando mis razones y lo que tenía en la cabeza poco antes. Así funcionaba todo en mí, no había mucho que hacer al respecto, yo solo seguía mis impulsos cuando se me presentaban, no solía ignorarlos bajo ninún concepto.
Sentir sus movimientos debajo de mi cuerpo era algo realmente satisfactorio. Cuando me mordió no pude más que dejar escapar una carcajada ante tal movimiento. Casi nadie se atrevía a hacer tal maniobra conmigo, salvo dos personas... mi maestro y Kazu... pero claro, mi lindo niño no lo hacía de esa forma, la sensación era tan diferente. Dejé escapar un suspiro. Aquello se sentía bien. Si pretendía hacerme sufrir o desistir eso estaba lejos de lograrlo, comparado con los juegos de mi creador, esto era sin duda excitante del mismo modo, solo que tranquilo y sutil en comparación.
-Eres realmente interesante -entre el tono de burla, aquello lo estaba diciendo en serio -Me gusta tu actitud -Le dije al oído. Justo antes yo no le había mordido, ahora me estaban ganando las ganas de hacerlo, pero quería jugar un poco más -Creo... que puede que esto resulte más que entretenido- le digo al oído, mientras la atraigo de la cintura, disminuyendo por completo el espacio entre nuestros cuerpos, le suelto las manos, cuidando no darle oportunidad de escapar. Le obligué a separarse de mi cuello con un movimiento sútil pero decidido y recorrí su cuerpo con mi mano, apenas tocándole la piel. Quería que sintiera solo aquel leve cosquelleo. En ciertos puntos me detuve, mientras mis labios hacían lo suyo, lamiendo y recorriendo su cuello, hasta lleggar a su clavícula. Dejé escapar un bufido mientras sonreía. Le mordí ligeramente apenas y causando daño en su piel con mis colmillos.
Sentir sus movimientos debajo de mi cuerpo era algo realmente satisfactorio. Cuando me mordió no pude más que dejar escapar una carcajada ante tal movimiento. Casi nadie se atrevía a hacer tal maniobra conmigo, salvo dos personas... mi maestro y Kazu... pero claro, mi lindo niño no lo hacía de esa forma, la sensación era tan diferente. Dejé escapar un suspiro. Aquello se sentía bien. Si pretendía hacerme sufrir o desistir eso estaba lejos de lograrlo, comparado con los juegos de mi creador, esto era sin duda excitante del mismo modo, solo que tranquilo y sutil en comparación.
-Eres realmente interesante -entre el tono de burla, aquello lo estaba diciendo en serio -Me gusta tu actitud -Le dije al oído. Justo antes yo no le había mordido, ahora me estaban ganando las ganas de hacerlo, pero quería jugar un poco más -Creo... que puede que esto resulte más que entretenido- le digo al oído, mientras la atraigo de la cintura, disminuyendo por completo el espacio entre nuestros cuerpos, le suelto las manos, cuidando no darle oportunidad de escapar. Le obligué a separarse de mi cuello con un movimiento sútil pero decidido y recorrí su cuerpo con mi mano, apenas tocándole la piel. Quería que sintiera solo aquel leve cosquelleo. En ciertos puntos me detuve, mientras mis labios hacían lo suyo, lamiendo y recorriendo su cuello, hasta lleggar a su clavícula. Dejé escapar un bufido mientras sonreía. Le mordí ligeramente apenas y causando daño en su piel con mis colmillos.
Jin Kanishia- Vampiro Clase Alta
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Re: El ángel caído [Jin]
Le mordí con violencia, intentando hacerle algún que otro daño, por mínimo que fuera. Pero no funcionó. Al contrario, pues pareció que mi gesto había despertado algo nuevo en mi agresor y me sentía atrapada. Más aún cuando me susurró al oído y atrajo mi cintura contra él. Sabía que no tenía escapatoria y las opciones se desvanecían ante mis ojos sin poder hacer nada por evitarlo.
Jin soltó mis manos pero sin darme oportunidad de huir de su cuerpo. Sus manos empezaron entonces una lenta peregrinación, a penas rozando mi piel. Empezó desde mi tobillo, subiendo por mis piernas y muslos, pasando por la tela de mi vientre, deteniéndose unos segundos de más en mi voluptuoso escote y finalizando el recorrido en mi cuello, agarrándome la nuca para cesar el paseo de su boca por mi garganta hasta la clavícula, lugar elegido para morderme sensualmente.
- Ahh...- gemí ligeramente antes de morderme el labio inferior con tanta fuerza que una gota de sangre brotó de la herida, tiñendo mis labios de un intenso color carmesí.
No me había hecho demasiado daño pero aún así, no pude contener un pequeño jadeo tras quejarme. Después de mi conversión hacía ya siete siglos y medio, jamás nadie me había mordido. Y ahora que experimentaba de nuevo aquella perforación... me gustaba. Pero no podía seguir sin hacer nada, tenía que luchar para deshacerme de él de una vez por todas. ¿Pero qué podía hacer? Tenía las manos libres, podría intentar hacer algo... Pero sabía que él resistiría cualquier dolor físico que le causara. Sin embargo... podría intentar con el mental.
No estaba al cien por ciento de mis habilidades. Cuando se usa el control mental bien para escuchar pensamientos, bien para modificar recuerdos o bien para infligir dolor, se necesita estar en sus cabales, tranquilo, sereno y concentrado. Y en aquél momento, no estaba en ninguno de esos parámetros, así que era consciente de que mi poder sería mínimo, aunque deseaba que fuese suficiente. Cerré mis ojos y dejé mi cuerpo estático mientras Jin seguía vagabundeando por mi piel. Me concentré en él y empecé a extender por su mente un dolor retorcedor... pero ni se inmutó.
- Como oses...- jadeé, ya dándome por vencida pues mis fuerzas estaban al límite y veía mi cruel destino acechándome sin piedad.- Te buscaré y te arrancaré lo único que te cataloga como hombre.- le escupí con repugnancia hacia su persona, removiéndome para que soltara sus colmillos de mi piel y aludiendo mi advertencia a lo que el vampiro poseía entre sus piernas.
Sabía que no era un buen momento para amenazas, no cuando él tenía el control de la situación y yo estaba a su merced. Pero yo jamás suplicaba ante nadie, ni que fuese por mi vida. Antes prefería morir.
Jin soltó mis manos pero sin darme oportunidad de huir de su cuerpo. Sus manos empezaron entonces una lenta peregrinación, a penas rozando mi piel. Empezó desde mi tobillo, subiendo por mis piernas y muslos, pasando por la tela de mi vientre, deteniéndose unos segundos de más en mi voluptuoso escote y finalizando el recorrido en mi cuello, agarrándome la nuca para cesar el paseo de su boca por mi garganta hasta la clavícula, lugar elegido para morderme sensualmente.
- Ahh...- gemí ligeramente antes de morderme el labio inferior con tanta fuerza que una gota de sangre brotó de la herida, tiñendo mis labios de un intenso color carmesí.
No me había hecho demasiado daño pero aún así, no pude contener un pequeño jadeo tras quejarme. Después de mi conversión hacía ya siete siglos y medio, jamás nadie me había mordido. Y ahora que experimentaba de nuevo aquella perforación... me gustaba. Pero no podía seguir sin hacer nada, tenía que luchar para deshacerme de él de una vez por todas. ¿Pero qué podía hacer? Tenía las manos libres, podría intentar hacer algo... Pero sabía que él resistiría cualquier dolor físico que le causara. Sin embargo... podría intentar con el mental.
No estaba al cien por ciento de mis habilidades. Cuando se usa el control mental bien para escuchar pensamientos, bien para modificar recuerdos o bien para infligir dolor, se necesita estar en sus cabales, tranquilo, sereno y concentrado. Y en aquél momento, no estaba en ninguno de esos parámetros, así que era consciente de que mi poder sería mínimo, aunque deseaba que fuese suficiente. Cerré mis ojos y dejé mi cuerpo estático mientras Jin seguía vagabundeando por mi piel. Me concentré en él y empecé a extender por su mente un dolor retorcedor... pero ni se inmutó.
- Como oses...- jadeé, ya dándome por vencida pues mis fuerzas estaban al límite y veía mi cruel destino acechándome sin piedad.- Te buscaré y te arrancaré lo único que te cataloga como hombre.- le escupí con repugnancia hacia su persona, removiéndome para que soltara sus colmillos de mi piel y aludiendo mi advertencia a lo que el vampiro poseía entre sus piernas.
Sabía que no era un buen momento para amenazas, no cuando él tenía el control de la situación y yo estaba a su merced. Pero yo jamás suplicaba ante nadie, ni que fuese por mi vida. Antes prefería morir.
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Re: El ángel caído [Jin]
Me carcajeé ante su desfachatez y limpié mi rostro. Nadie antes se había atrevido a hacer algo como aquello. Eso había removido algo en mi retorcida mente. No sabía si era mi orgullo o qué cosa -según yo, no tenía tanto- pero lo cierto es que ella me estaba provocando en más de un sentido. Bien, el juego se había tornado diferente.
-Sabes que tus palabras solo me provocan -Había sonado más serio de lo que hubiese querido, a pesar de mi expresión y la ironía que aquello significaba. Me acerqué a su oído nuevamente -Inténtalo si puedes -después de aquel susurro lamí su cuello mientras mis colmillos se enterraban lentamente en su piel y la mano que había estado recorriéndole se introdujo debajo de su ropa acariciando sus muslos bien formados. La sensación de su sangre invadiendo mi sistema era algo que no podía menospreciar.
Aquel simple contacto servía para excitar mis sentidos de una forma un tanto irresistible. Al inicio no tenía ninguna intención de llevar esto más lejos, pero ahora mis opciones habían cambiado. Quería someterla, verle suspirar y gemir bajo mi cuerpo y por mis caricias. Así que detenerme era algo que no quería hacer. Dejé sus piernas para aflojar el corset con marcada lentitud mientras besaba su piel con aquel tono que me llamaba la atención. Quería ver desesperación... una real desesperación en esos ojos que me veían con enojo. Bajé hasta sus pechos, aún mayormente cubiertos. Pasé mi lengua con tranquilidad tocando, besando cada pedacito de su piel que estaba al descubierto.
El verle resistirse era como un aliciente para mí y sin embargo, si llegaba a responder de otro modo también estaba bien. Estaba decidido, quería tomarla...
-Sabes que tus palabras solo me provocan -Había sonado más serio de lo que hubiese querido, a pesar de mi expresión y la ironía que aquello significaba. Me acerqué a su oído nuevamente -Inténtalo si puedes -después de aquel susurro lamí su cuello mientras mis colmillos se enterraban lentamente en su piel y la mano que había estado recorriéndole se introdujo debajo de su ropa acariciando sus muslos bien formados. La sensación de su sangre invadiendo mi sistema era algo que no podía menospreciar.
Aquel simple contacto servía para excitar mis sentidos de una forma un tanto irresistible. Al inicio no tenía ninguna intención de llevar esto más lejos, pero ahora mis opciones habían cambiado. Quería someterla, verle suspirar y gemir bajo mi cuerpo y por mis caricias. Así que detenerme era algo que no quería hacer. Dejé sus piernas para aflojar el corset con marcada lentitud mientras besaba su piel con aquel tono que me llamaba la atención. Quería ver desesperación... una real desesperación en esos ojos que me veían con enojo. Bajé hasta sus pechos, aún mayormente cubiertos. Pasé mi lengua con tranquilidad tocando, besando cada pedacito de su piel que estaba al descubierto.
El verle resistirse era como un aliciente para mí y sin embargo, si llegaba a responder de otro modo también estaba bien. Estaba decidido, quería tomarla...
Jin Kanishia- Vampiro Clase Alta
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