Mascarade ( The Phantom)

Recuerdo del primer mensaje :

Buena noche para un baile, una mascarada. Nunca asistia a tales eventos, mucho menos acompañada, pero esta vez era especial. La duquesa de Brunoir celebraba el primer año de su hija, Maria Augustina, y ella era una amiga mia muy querida, a pesar de que nos viesemos muy poco. Me pidio que asistiera y lamentablemente no tuve cómo rechazar su invitacion. No me molestaba ir, me gustaban los bailes, pero era molesto regodearte con gente de alta cuna: creidos, egoistas, celosos, y demás...

En fin, la nieve habia parado de caer pero aun asi, pedi a uno de los sirvientes que me trajera en carruaje. La nieve era mi peor enemiga en el mundo y no queria que me tocase ni un copo porque luego me podria poner mal. Baje con mi vestido negro de ocacion y unos zapatos que hacian juego. Mi mascara la llevaba en la mano, luego me la pondria.

Pasó quizas una media hora. Localice a mi estimada amiga y la salude, felicitando a su esposo y mirando a la jovencita que cumplia años hoy. Era realmente bella, muy agraciada. Les reverencie y colocandome la mascara, me mezcle entre la gente. No hable con nadie, no quise hacerlo tampoco. Logre abrirme paso a las escaleras y subir hasta un cuarto con balcon. Necesitaba algo de soledad y solo alli podria encontrarla: mucha gente y demasiado ruido, realmente toleraba poco a esos humanos.

Me retire la mascara y simplemente mire los jardines, cubiertos por un frio manto blanco. Suspire.
-Si un ángel de la muerte pudiera raptarme ahora, seria el mejor obsequio de esta noche.-dije para mi misma, aunque en voz alta, ya que se escuchaba a la banda que estaba preparando una nueva pieza para bailar.

Tantos gritos, el olor del humo y de cuerpos siendo quemados estaban enloqueciendome, me estaban dando un dolor de cabeza enorme y era ya una tortura escucharlos gritando, pidiendo piedad y ayuda...una que él no les brindaria por su enorme rencor.
Oia sus palabras, el relato de lo que habia sido su vida. Ahora podia entender el porque de su sufrimiento. Todos lo rechazaron y el amor de Alice pudo haber salvado la poca luz que aun ardia en el Fantasma, mas ella se asusto de él y huyo a los brazos de otro ser. No podia creer que ella fuera tan...ciega...Si ella tuviera el mismo rostro que él, de igual manera hubiera sido mi amiga pero ella se cerro como todos. Incluso los padres del hombre.
-Los humanos son de mente cerrada y estrecha.-le dije sin moverme ni mirarlo.-Si viviesen lo que usted ha vivido de vivo y de muerto, entenderian...como yo lo hago.-lo mire a los ojos.-Yo puedo ayudarle...pues tengo algo que proponerle...-pero fue cuando vi la pequeña prenda de la niña que hoy cumplia su primer año. La tome del suelo, quedandome agachada. En un estado de shock del que no pude despertar por unos breves momentos.

Me quede en silencio total, ya no escuchaba los gritos, el aire me olia igual...pero en esa pobre mantita estaba el pobre rostro de la jovencita que ya nunca podra ver el mundo y explorarlo pues el fantasma le habia privado de la vida en un simple instante. Mis ojos abruptamente se habian tornado rojos y por ellos y mis mejillas, corrieron lágrimas de tristeza pura. Desate el hilo de mi vestido que rodeaba mi cadera y la funda con la espada cayo al suelo. Me puse de pie despacio, aun mirando la pequeña tela con el efluvio de la niña y la ligera marca del zapato de Phantom. Inspire hondo.
-Ha culpado a los humanos por culpa de la naturaleza misma...usted se considera un monstruo por que asi lo han visto todos...usted realmente se cree un monstruo? Realmente cree que no tiene salvacion o que ha llegado al punto sin retorno...? No es asi...-lo mire fijamente avanzando despacio.-Usted mismo de ha arrojado a ese punto, sin ver que usted tenia otro camino que tomar para salvarse...Sabe porque realmente su rostro no me da ni miedo, ni pena, ni asco? Porque es algo exterior. Algo fisico. No importa lo fisico...aunque a usted lo hayan discriminado por ello, no todos son asi...-me detuve a corta distancia de él. Eleve un poco la prenda para que la mirase.-Le ha quitado la oportunidad de vida a una criatura ajena a usted que quiza...pudo haber sido como yo...y haberle visto con ojos amables...Esto ha manchado realmente su ser. No importaba si antes habia matado o se habia vengado de otros, al fin y al cabo, todos somos vampiros...-baje la prenda mirandola.-...pero realmente ha manchado su ser con esto...-con esas simples palabras y sin esperar mayor accion, me le acerque y en su mejilla deposite un beso, corto pero vivo.-El infierno no es lo que hacemos vivir a otros...sino lo que nos hacemos vivir a nosotros mismos...-dije en susurro luego parandome bien, mirando el chal.

Me aleje de él de nuevo, caminando a la ventana y mirando el horizonte. Me sentia muy triste, no habia logrado nada alejando a la pobre Duquesa y su familia de aqui...
De mi ser salio una cancion que, sin importar si el fantasma me heria o no, la entone, pues era reflejo de como se sentia mi alma.



A medida que mi voz se entonaba, el fantasma podia ver que a nuestro alrededor, el aire parecia más pesado. Pero no por el olor a humo no por el calor de las llamas que abajo consumian todo...sino porque inconsientemente estaba transmitiendole el como me sentia. Al igual que cuando estabamos en los cimientos de la estructura, el fantasma podia ver un fondo lugubre, triste y desolado, un campo gris y polvoriento, el sol estaba tapado por un centenar de nubes negras y a lo lejos, rayos y truenos se acercaban pero no nos dañaban.
Ya sin importar que, arroje el pobre pañuelito por la ventana, dejando que el viento se lo llevase...asi como el alma de la niña...La realidad volvio, el campo triste se desvanecio y solo estabamos alli, ambos encerrados y tan solo, volvi a esperar mi destino. Si el cantar aquella cancion de Alice me habia pasado factura, el hacerlo de nuevo quizas seria peor...

No tenia ya miedo, no sentia más nada, me senti vacia de nuevo mientras escuchaba sus gritos, su historia de pena y dolor cuando aun sostenia el pequeño chal en mis manos. No sintio nada por mis palabras pero en un momento senti algo suyo...un poco de aquella bondad que estaba tan enterrada en su ser. Le sonrei, ligeramente cambiando mis ojos al bordo.
-Yo no le odio, señor Phantom.-le aclare antes de moverme a la ventana. Entendia muy bien en el como la misma sociedad se estaba pudriendo por el esteticismo. Era algo que por mas que quisiera, no iba a evitarlo. No se equivocaba: las mujeres no eran bellas si no tenian vestidos caros, cinturas pequeñas, mejillas coloradas y pechos prominentes. Los hombres no eran nadie si no hablaban con elocusion, usaban trajes de gala y no poseian un cuerpo y rostro de novela. Todo eso me causaba un gran estres y una depresion muy profunda...

Escuche su recitar y el como se rendia ante cualquier ayuda que quisiera brindarle. Suspire, luego mirando como el pequeño chal se alejaba volando en el viento y perdiendose luego en el horizonte. Senti sus manos en mis hombros y, aun con algo de duda, apoye despacio las mias sobre las suyas y le dije con voz suave:
-Dice usted que no busca ayuda aunque la necesite...-cerre mis ojos.-Quiza habra visto en mi mente cuál fue mi profesion de donde venia. Mi propuesta era curar su rostro. No porque sea un vampiro no tuviera solucion...hay una forma pero...-libere sus manos y entreabri mis ojos. Me voltee despacio mirandole en silencio y con cuidado puse mi mano en su mejilla. Las heridas ya tenian mucho tiempo y quizas apenas podria mejorarle pero queria intentarlo...solo que él no lo aceptaria. Estaba resignado y asi, poco haria.-No sé el dolor que has de haber sufrido, no sé cuantos han caido por ti ni tampoco entendere jamas cómo has logrado mantenerte de pie desde que has renacido a la no-vida...solo sé una cosa.-y le sonrei de forma amplia.-Que tu eres una persona muy bella, no importa cuantos te hayan maldecido en esta vida o la anterior...mis ojos son diferentes y veo ante mi alguien muy hermoso, no importará nunca si otros te ven mal si al menos alguien te ve como yo. Busque y vea que hay más como yo. Por favor, no te rindas ante nada. Ni ante la ayuda que alguien quiere brindarte como a la vida con tu mascara puesta.

Me voltee un poco a la ventana y retire despacio mi mano, pero aun le mire a él.
-Rendirse es lo que realmente mata a las personas. Tan solo cuando uno se niega a rendirse con todo su ser, se gana el derecho noble de caminar por el sendero de la vida...-mire un poco al suelo, recordando a aquel ser que una vez, en reiteradas ocaciones me lo dijo.-Además...si usted es un monstruo, en cuyo rostro otros ven la muerte, y mata por placer...-sonrei y lo mire.-Qué seria yo, que mata por deseos de venganza, por sed y por gula y mi rostro es bello como petalos de flor blanca...?

Mire al suelo con algo de pena y sintiendo mis ojos de nuevo rojos y con lagrimas en los ojos.
-No quiero que se siga perdiendo...no tiene que ser asi...-lo mire de nuevo a sus ojos sin poder calmar mis lagrimas.-Mi sendero no es de belleza ni de bondad...no todos me quieren y no todos me han aceptado...mi cabeza tiene precio entre cazadores, la sociedad humana me ve como un juguete al que pueden sacarle dinero y hasta por vampiros a veces soy ignorada por no comportarme como tal.-mire al horizonte.-Sigo de pie porque sé que en algun momento todo cambiara pero son esas personas quienes me hacen dudar de mis propias esperanzas...y son ellos a quienes luego destripo sin compasion, arrojo al rio para que se ahoguen y bebo de ellos hasta sentirme pesada...pero vacia por siempre...

Sus palabras eran como navjas crudas que se clavaban en cada parte sensible de mi cuerpo. Mi corazon, mi cuello, mi espalda, mi cintura, todo...Estaba demasiado ciego y realmente sentia que debia desistir ante él. No queria que le ayudase a curarse, no deseaba más que arruinarles la noche a los demas, solo buscaba el sufrimiento y realmente, sentia que le hablaba a la pared. Ignore su mirada y me limite a escucharle y a calmar mis lagrimas, enjuagandolas con mi muñeca mas mis ojos seguian rojos y ese efecto no cambia a mi voluntad. Suspire, intentando relajarme pero sus palabras...estaba muy ciego y ya no podria decirle más nada.

Senti la necesidad imperiosa de arrojarme por la ventana y huir, dejarlo y olvidar que alguna vez le conoci; olvidar la tempestuosa noche y olvidar aquel rostro que, más que miedo, me dio curiosidad. Aun no sabia porque, quizas era porque mi lado medico-cientifico queria saber más de aquella cara y ver como se curaba ante la medicina vampira pero debia abandonar tal pensamiento. Mirando el horizonte, se me cruzo la idea de huir pero abrir las puertas y entrar de nuevo, tomando la espada antes de la huida, decapitaria a todos los cuerpos humanos que aun rogaban por la piedad entre las llamas. Si, no estaria mal...una muerte rapida para que mis pensamientos se aclaren y luego mi conciencia dejase de molestarme.

Pero esta idea fue interrumpida cuando aquel fantasma me tomo del menton con sumo cuidado y me hizo verle. Oi su voz, la primera vez en la noche que le escuchaba, y mi mirada se clavo en la suya. Estaba sorprendida...nunca en los siglos de los siglos mios habia escuchado una voz tan sublime y tan bella, y sus palabras...
Al acabar, me solto y espero con una sonrisa mi respuesta pero realmente no sabia como reaccionar o como podia responder...estaba casi paralizada, nunca escuche un canto tan tranquilizador y armonioso en lo que llevo de admiradora de las artes.

Sonriendole de forma amable, le respondi:
-Tengo 321 años, contando los 17 u 18 años que tenia cuando me asesinaron. Usted puede confiar en mi, yo podria enseñarle la luz poco a poco para que vea con mayor claridad cada vez que vea el cielo, podre caminar a su lado, aprendiendo a ver en la oscuridad y ayudandole a que aclare su mente y su corazon...-pero luego agache mi rostro y mire hacia mi costado.-Pero que hay de usted...? Qué me garantiza a mi que no será como otros? Será como otros que luego arrojan mi cuerpo al rio amarrada, esperando a que me hunda y desaparezca? Será como otros que me ponen en la hoguera bajo el grito de bruja?-despues, la pregunta más importante y esta vez lo mire a los ojos.-Usted me ayudara con mi vacio?

En ese momento, escuchamos golpes en la puerta. Oia algunas voces; gritaban y pedian ayuda, eran sobrevivientes que buscaban refugio. Pedian por favor abrir la puerta, acaso nos habian visto en medio de las llamas cuando ascendimos aqui? Mire de reojo la espada, deberia matarlos ahora? La verdadera pregunta seria...qué haria el fantasma...

Desconocia la luz totalmente, como si hubiera nacido con la oscuridad desde que salio del vientre de su madre. Entendia como me sentia y sabia muy bien qué era el vacio que sentia dentro de mi; se alejo un poco y ni por error quise interrumpirle pero estaba espectante a su reaccion, queria saber si aceptaria o si simplemente se rendiria ante lo que podria ayudarle y a mi...y dijo que lo intentaria. Le sonrei ampliamente hasta que los gritos y lamentos de los humanos se hicieron escuchar.

Me dijo que yo habia sido quien los atrajo y lo confese.
-Asi es. Yo los traje aqui.-iba a tomar la espada pero el mismo, camine unos pasos a él conservando aun la distancia entre nosotros.-Los atraje aqui para acabar de una vez con sus vidas. Esos gritos...esos gritos infernales hacen que la cabeza me estalle y que desee arrancar sus cabezas para callarlos. Esos gritos provocan en mi deseos de pisar sus cabezas, empalar sus cuerpos y vengarme de todo lo que me han hecho! Si con la muerte sus labios se silencian y sus gargantas se ahogan con una muerte rápida, pues que asi sea!-luego vi que les gritaba que no tendria clemencia pero aun no habia querido salir. Me dijo que la decision era mia, salvarlos o marcharme con él. Sabia que algo estaba mal conmigo, desde cuando aceptaba escapar con un asesino de su clase? Oh, si...desde que descubri que no es asi porque el quiera...

Camine hacia él con una ligera sonrisa en mi rostro, sintiendo el calor de las llamas y los gritos más fuertes. Alguien hasta estaba rezando el Padre Nuestro.
-Esas personas ya estan muertas...solo que creen que aun no lo estan...-me coloque a su lado sonriendole de forma amable.-Abra. Me ire con usted.-iba a pedirle que me entregase la espada, queria asesinarlos yo misma de forma rápida y casi humana pero realmente lo dude. Seguramente aun desconfiaba de mi, por lo que simplemente permiti que él lo quisiera hacer.

Aun y despues de todo, el Fantasma no confiaba en mi ni en mis palabras. Hasta cierto punto e sido comprensiva pero ahora, era casi hiriente. Es cierto, en verdad, si no hubiera hecho demasiadas tonterias invocando la compañia de aquel ser de la oscuridad, la historia de esta noche quizas habria sido muy diferente. Abrio con calma la puerta, pero solo unos pocos centimetros. Los gritos eran cada vez más fuertes y hacian que apretase mis dientes de la ira. No queria oirlos ya más, queria que murieran de una vez, me disgustaba que sufrieran de tal manera cuando ni siquiera sé si realmente merecen la muerte por algun pecado.

Abrio la puerta y entro de rodillas un joven sucio de cenizas, Phantom profirio unas palabras y en breve, le decapito, tomando la cabeza y cerrando la puerta otra vez. La dejo caer y cedio ante mi la espada que habia robado. Pedia una muestra de mi sinceridad, queria que les matase. La tome sin mayores problemas, para ello los habia guiado a ese piso.
-Como ya le he dicho, sus gritos me ponen de malas...-deje mis ojos teñirse de rojo y una sonrisa de malicia pura se asomo por la comisura de mis labios.-...y cuando eso ocurre, es mejor el silencio...-abri la puerta de par en par, pisando sin importancia aquel cuerpo inerte de un rico que ahora todos olvidarian. Las personas me vieron con miedo, en lo que pedian misericordia, jalando de la base de mi vestido.

-La sangre que ahora fluye en ustedes se convertira en la mia, pedir piedad no hara que se haga borron sobre sus pecados pues, personas miserables, sus gritos y suplicas han colmado mi paciencia. A punta de espada, os dare condena eterna.-la desenvaine a un costado de mi cuerpo.-Llevad con sus almas mi rencor al Infierno.-con unos movimientos ligeros ante la vista pero certeros, les corte la cabeza a todos, algunos huian escaleras arriba pero los persegui y primero les clavaba mi espada en el corazon, luego los decapitaba. Me arroje al salon donde otros se retorcian entre las llamas, a ellos tambien les di su fin. Mis movimientos eran rapidos pero ante los ojos de un vampiro, podria notarse como movia la espada como si danzase, lo hacia con sutileza y hasta con sensualidad, las caras de la muerte que nadie ve...

Solo se escuchaba el sonido del fuego quemando y consumiendolo todo. Ahi estaba yo, con la espada en mano goteando, mi vestido, rostro y labios manchandos de rojo sangre y las llamas parecian temerosas de querer chamuscarme e incendiarme tambien. Parece que no desean aniquilarme a mi. Los cuerpos fluian por las escaleras, lo teñian todo de rojo. Me sentia satisfecha, por fin los gritos habian cesado. Mire hacia el segundo piso, la sombra del Fantasma estaba alli; parecia estarme sonriendo a la vez que veia como habia ejecutado mi obra. Pase mi dedo por la hoja de la espada, probando la sangre que habia alli: una mezcla de mucho, se podria definir, pues senti como si hubiera sangre virgen, sangre diabetica, sangre normal y sangre alcoholica mezclada. Un sabor peculiar realmente.

-Como ve...no temo a sus garras...esto sucede cuando mi ser pierde el control...-volvi a mirar la silueta de él.-Prefiero ser capturada por un angel de la muerte que ser capturada por humanos regordetos a quien no puedo cenar...-le hablaba como si le susurrase pero en si, hablaba casi firmemente. No me molestaba estar manchada, me sentia muy bien...aunque hubiera asesinado a muchos esta noche. Mire al suelo y note que una de las mascaras que alguien porto una vez, se habia salvado del fuego. Tenia forma de mariposa y no estaba mal. La recoji y la observe, sin colocarmela. Busque de nuevo con la mirada al Fantasma, casi preguntandome si habia escapado de mi. Al encontrarlo, le pregunte casi instintivamente:-Y ahora...que sigue...?

No sabia como me sentia realmente. Era una mezcla de extasis y de culpa pero a su vez, de satisfaccion. Era como si gran parte de mis penas o de mis males se hubieran esfumado simplemente con tomar esa espada y matar a quienes, alguna vez, fueron personas. El fantasma me alabó por aquel acto, admitiendo que confiaba en mi. Tomo la cabeza preguntandose lo mismo que yo y luego la arrojo como si de una bola de papel se tratase; camino un poco y yo le segui sin saber muy bien que hacer con aquella mascara que habia recojido.
-Mi padre una vez me dijo que si iba de caceria que era bueno siempre llevarte algun recuerdo de ello...supongo que la conservare.-dije despacio alejandome de aquel lugar con él.

Me di cuenta de que estabamos bajando de nuevo a aquel escondite del que me habia llevado a principios de nuestro encuentro. Al acabar de bajar las escaleras, se acerco a un baul un poco sucio y empolvado. Lo reconoci por las iniciales de la Duquesa...que en paz descanse ahora...
Mientras hablaba, sacaba una pequeña caja de musica con un mono encima, era muy hermoso y me acerque a admirarlo. Lo mire cuando me pidio un favor y yo lo escuche atentamente sin hablar, escuchando al monito en su caja y la extrañamente familiar melodia.

Dejo la caja sobre el baul y fue cuando lo mire con una sonrisa amable y le dije:
-Phantom, yo no olvido nunca a nadie que conozco en esta vida. Podre olvidar algunos lugares que he dejado de frecuentar, pero, nunca olvido con quienes comparti un momento.-me acerque unos pasos a él, dejando la mascara junto a la cajita de musica.-Lo que he vivido con usted esta noche, jamas lo olvidare. Cuando nuestros caminos continuen, siempre recordare sus palabras, quien es y sus dos rostros.-luego desvie la mirada a la singular cajita musical.-No me olvide usted tampoco, aunque solo sea una vaga vision del pasado, de esta noche y nada más, bastara para hacerme sentir bien. Aunque me sienta sola...y aunque sentir la sangre en mi rostro sea algo que me relaje y me haga sentir viva...solo es una ilusion...-lo mire de nuevo sonriendole.-No se preocupe, jamás le olvidaré.

Me acerque un poco a la cajita, era una bonita pieza. Parecia tener ya bastantes años y aun se mantenia muy bien. Intente adivinar el año pero no sabia muy bien cuantos habian pasado.
-Ha dicho que con mi canto, revivi a Alice...mi canto es igual al de ella? Mi institutriz en canto fue muy distinta y creia que era unica.-obviamente por el simple hecho de que mi maestra de canto fue una maestra de Opera con 60 años y, por encima de todos los detalles, era humana.

Cadenas y sollozos venidos de un cuento de terror eran pocos comparados con lo doloroso y terrorifico que sus palabras y peticiones había pronunciado unos momentos antes.
Sabía que la soledad a pesar de ser un tormento eterno para todos los de la estirpe vampirica para el siempre sería el recuerdo, el dolor de una cicatriz de siglos que jamás sanaria, era un ángel solitario y maldito, un ser que quizás en lo más recondito de su ser solo quería estar en la memoria de pocos y en la boca de muchos. El hecho de matar le daba infinito placer, pero nunca como el primero en donde mato por amor, por celos, por una falsa y erronea idea de la traicón, de defraudación, ahora aquella vampiresa conocía su historia y las dos caras de un fantasma que no mostrba misericordía, más aunque la odiaba y al mismo tiempo se encariñaba con ella, debía hacerle esta petición pues después de dos siglos tenía un acercmiento tan profundo, los ojos cerca de su piel marca y de su alma congelada -Ilusión- susurro para si mismo -¿Que diablos es eso?- volteo a verle -Viví con muchas ilusiones en la vida del mortal- suspiraba con serenidad -Le agradezco mucho que usted, me llegué a recordar, yo... creeamme la recordaré, me hizo compañia y fue valiente al soportarla--Es más que un recuerdo de tiempos pasados, presentes y venideros, es usted... el reflejo de lo que yo pude haber sido, como arriba dije es el otro lado de esta moneda del diablo-una sombra y una luz, la musica en el ambiente que revivía el recuerdo, el mismo aroma a polvo e invierno, al fin todo en silencio... sin la marcha de soldados, sin gritos, gemidos o respiraciones agitadas, sin los elegantes violines y la orquesta de la duquesa, sin más risas, ya no había vida al menos no dentro de los cuerpos, fluía en el piso entre el fuego y el viento, manchando las manos de la vampiresa, nutriendo el alma del fantasma.
Silencio abundaba en aquella fuerte y debilitada fortaleza, silencio que se vio roto al momento en que su nombre retumbo en las paredes de aquel cuarto secreto y olvidado, Alice esra mencionada de nuevo.
-Su canto la revivio de distintas formas- dijo en tono serio e insensible -Las piezas que usted interpreto fueran escritas para ella, su composición de nota a nota, era lo que latido a latido sentía al verle, adecuadas a su tesitura y voz- observo la luna -Usted... lleva en su canto una parte muy similar a cada sonido que interpretaba en un principio para mí... en un principio- detuvo sus palabras al ver en su mente todo un collage de los momentos trágicos y sangrientos que aquella noche vivio con su amada masacrada por su propio ángel -Esas canciones eran el presagio del fin de los dias de Alice- dijo reconcoroso -Era mi musa, mi canción le di, y así me pagó, negandome y traicionandome, ella ya enamorada estaba y él se enamoro de su canto alajandola de mí- enfurecido grito -¡No perdonaré su ingratitud, renego aquella noche en no hizo lo que el fantasma le pidio!-vio a Jacqueline -Tu institutriz pese quién halla sido aprendiste de ella bastante bien, cantás como un ángel única, supongo los siglos te hacen mejorar, sin resentimiento puedo decir que cantas mejor que Alice- nuevamente sacó el violín pero esta vez no lo hizo para herir a otros sino asimismo, viondose una sombra con medio violin esbozado, el arco interpreto la más melancolica de sus melodías, mientras observaba la caja, opacando por completo su sonido:



-La música cura el alma y el canto dibuja ilumina la sonrisa de un corazón lleno de penumbras- bajo el violín volviendo a desaparecerlo en medio de la nada fría y oscura -Tu sabes de mi pero... ¿Yo que no se de tí?, tu quizás has visto detrás del rostro al verdadero fantasma más aún yo no puedo ver a esa vampiresa detras del vestido negro ¿que más me ocultas que con mi pasado pueda tenerr sentido ¿que más me puede enseñar y que más le puedo confesar?, en esta noche invernal-

Me contentaron sus palabras, al menos sabia que no seria solo un deja-vú lo que recuerde de mi...Le sonrei, soportarle? Debo admitir que yo estaba impresionada de mi misma por una causa similar: normalmente cuando alguien intenta asesinar a otros, accionaria de forma que obtuviera su merecido pero esta noche, no entiendo aun porqué no lo hice...Aun sentia curiosidad por aquel ser nocturno? Quizas pero ya habian pasado un par de horas y ya sabia el porque de su máscara, su rencor a los humanos, su poder y que él fue la causa de la muerte de Alice...Me senti un poco mal al recordarla. Parecia ser una joven maligna ahora que habia conocido al fantasma.

Me hablo sobre ella de nuevo y en un momento, me parecio ver como si en su pecho hubiese una daga profundamente clavada en su corazon. Obviamente era una alucinacion pero quizas...solo quizas...ella se la habia clavado cuando le rechazó. Me senti mal por haberle preguntado de nuevo de ella pero fue algo peor cuando me dijo que esas canciones, la que alguna vez cante para mi difunto esposo en nuestra boda, eran para ella y eran especialmente para su voz.
-Le confieso que...me siento una intrusa sabiendo eso...Alice me dio aquella cancion para mi boda, hace ya siglos atras, mientras la tocaba en el piano. Me dijo que asi como ella se habia sentido bien cantandola, que yo iba a hacer sentir bien a otros si la entonaba...Me siento un poco mal ahora que lo sé, siento que le he robado algo valioso a usted.-tambien admito que cuando hizo aparecer su violin de nuevo, temi que volviera a hacerme daño pero no lo hizo. En cambio comenzo a tocar una bella sonata.

Camine a los escalones y alli lo observe, tocaba sin importar que la pequeña caja de musica estuviera sonando. Era algo triste la melodia pero muy armoniosa y me robo una sonrisa. Cerre un momento mis ojos, como si dejase que mi alma flotase en ella...me sentia bien.
Cuando finalizo, volvio a desaparecer su instrumento y dejo en su lugar una pregunta. Abri despacio mis ojos pero algo de mi sonrisa se habia esfumado. Torci mis labios y me puse de pie de nuevo, recargando mi espalda en uno de los muros observandole.
-1479. Lo recuerdo muy bien...-senti que no hablaba con nadie, y que por mis ojos, revivia aquella noche de nuevo.-Mi matrimonio estaba arreglado con otro muchacho de clase alta. No habia opinion, no habia un "no" departe de las novias, solo se obedecia y que sea lo que Dios quisiese...En Octubre, hicimos la cena de ensayo y mi padre acabo los papeles para casarnos al dia siguiente. Yo queria desposarme pero algo estaba mal, mi intuicion me decia que si lo hacia, que algo malo iba a ocurrirme. Asi que me lleve a los jardines a mi prometido y le hable, le dije que cancele la boda pues no queria desposarme tan pronto. No recuerdo muy bien pero apenas habia cumplido los 16.-di un suspiro largo y hondo.-Él se puso violento conmigo, me grito que no podia dejarlo asi y senti mucho miedo. Saco una navaja de su manga y trato de clavarmela en el corazon pero yo me movi y me hirio en la cadera. Yo lo golpee con una rama y hui de alli. No podia regresar pues él me hallaria, asi que me adentre en la arboleda que rodeaba el cementerio familiar. Lo perdi pero yo no podia continuar más. Habia perdido demasiada sangre en el camino...Asi que cuando vi las lapidas, pensé "qué mejor forma de morir que ya estando en un cementerio? Pordia morir en paz y nadie me molestaria..." Asi que eso hice. Me recoste en la tumba de mi abuelo paterno y respire lo poco que podia...fue entonces que alguien me halló. Un vampiro. Me tomo con cuidado y me dijo que no temiese porque todo iba a estar bien...y fue alli que me convirtio.

Cerre mis ojos un momento, aun no podia visualizar a quien me habia transformado. Luego hice un amago de sonrisa y continue:
-Al despertar, el sol brillaba y fue allí donde me di cuenta de en qué me había convertido pues habia despertado en una cueva, al resguardo del sol; no podia salir porque sentia un miedo muy fuerte hacia la luz. Asi que me forzé a esperar a que anochezca para huir de alli.-me encogi de hombros.-Ese fue el epilogo del libro de mi no-vida...pero de alguna forma, no me arrepiento de haber encarado a aquel asesino: sino me hubiese negado, el destino no me habria dado una segunda oportunidad y nunca hubiera visto y aprendido tanto del mundo y de cada ser en si...-pensé que seria prudente comentarle de donde aprendi a cantar.-Aunque poco recuerde de mi vida humana, recuerdo que aprendi a cantar pues mi padre vio la facinacion que yo tenia por los teatros y las operas. Contrato a una vieja maestra de cantantes de opera para instruirme bien y encontrar en donde estaba mi verdadera voz.

Con solo mencionar el como me senti al entonar la cancion que mi amiga me habia regalado, menciono con ira que muchos tambien fueron intrusos y ladrones de sus obras. Me dio mucha pena, habian robado su hogar y escondite y sus obras fueron esparcidas. Que no me asegura que algun joven autor haya sido solo un fanfarron que un dia decidio tocar ante otros una obra que encontro tirada por alli? Bethoven? Mozart? Genios de la musica para mi...plagiantes? Lo peor de todo era que la Duquesa tambien estaba detras de esto. Eso fue un golpe duro...ahora no sabia que pensar.

Me dijo que me acercase al baul y viera que no mentia, que todo lo que habia alli, incluyendo la cajita de musica. Estaba por abrirlo pero me mantuve quieta y mis manos quedaron a los costados de mi cuerpo. Senti que si lo tocaba, aun con su permiso, volveria a interferir en su vida. Escuche sus palabras en las sombras hasta que camino de nuevo y saco unos papeles. Estaban algo amarillos, antiguedades sin duda.
Me quede helada cuando extendio unos papeles hacia mi. Por reflejo, las tome mirando el titulo. Era la cancion, en partitura original, que le habia cantado a mi amado.
-Oh...p-pero...-no sabia qué decirle ante ello. Era más que un regalo lo que le estaba dando y no queria ser grosera pero eso era parte de él.-Pero...esto...-dije observandolo de nuevo.-...es su obra, su arte...

Estaba tartamudeando demasiado por lo que solo se quedo callada. Recordo como si fuera una sucesion de fotografias, aquella hermosa noche en la que tocaba la cancion, mientras la cantaba. Los invitados lloraban, los señores me sonreian y en mi amado pude ver un brillo de luz y felicidad que nunca más volvi a contemplar en otro ser vivo.
Suspire, una lagrima salio de mi ojo y contemple al fantasma con una sonrisa radiante ante tal vision que tuve de mi boda.
-Gracias...-fue todo lo que alcance a decir para luego, con algo de impertinencia, camine hasta él y lo abrasé. No sé porque aun pero me senti muy bien con aquel recuerdo, tan fresco y tan vivo, revivido de nuevo. Luego de unos segundos, me separe un poco de él y le dije:-Usted me ha dado algo igual de valioso que esto que yo le dare.-con mi mano libre, solte el broche de la cadena que llevaba al cuello. En ella, colgaba un pequeño dije de oro con una mariposa.-Este dije lo tengo desde hace un siglo y medio. Me ha dado suerte cuando esta se iba de vacaciones con la muerte...quiero que usted lo tenga.-lo coloque en su mano para que no lo rechazase.-Cuidara de usted cuando nuestros caminos sigan sus rumbos...-le dije con una sonrisa calida observandole.

Un regalo tan preciado como aquel, merecia ser guardado por siempre y tratado con suma delicadeza. Temia que algo las arruinase pero luego ya veria donde guardarlas. En si, la cancion estaba en mi mente y mi corazon pero tener las hojas originales en mis manos...era tan valioso como mi castillo y todas las posesiones que alli habia.

El fantasma aun no parecia entender porque no podia aceptarlas en un principio.
-Usted no entiende aun que esto que me esta dando, ya sea una obra de la maldad, es algo valioso. Me esta entregando en mano una obra escrita por su autor original, una pieza con la que la musica puede volver a portar su nombre, la musica con sus talentos puede renacer...Tener esto en mis manos...-las volvi a observar, como si aun no cayera en ficha lo que acababa de darme.-...es igual de valioso que todo el tesoro de Sierra Madre. Y que me dice que no lo es aun más? Lo que hare con ellas será guardarlas, revivirlas mediante el canto en alguna ocacion especial pero es demasiado especial como para dejar que se arruinen con el tiempo...-el tiempo, que jugaba en contra a lo que sea que no tuviese algo de tinte sobrenatural.

Parecia entender que con mi abrazo queria tratar de ablandarle, al contrario, era una simple muestra de afecto. Una manera de agradecerle por su regalo.
Cuando lo quiso rechazar, inmediatamente oculte mis manos de su vista.
-No puede regresarmelo. Me ofenderia hondamente si lo hiciera...-dije con un tono cantarino y hasta, porque no?, inocente.-Fantasma...no importa cuanto se esmere, no lo tomare de nuevo. Quiero que lo tenga, es mi regalo para usted. No todo lo que toca se ensucia...sino, aquel monito estaria roto desde hace ya tiempo.-dije señalandolo con la mirada.-No se menosprecie asi...usted tambien tiene luz...

Pregunto el origen del dije y yo agache la mirada sonriendo con algo de pena.
-Fue en Alemania...todo sucedio muy rapido. Ese pequeño tesoro que tiene en su mano fue bendecido por una bruja antes de morir. Un hombre sucio de cuerpo y alma lo hurtó en su lecho de muerte, escapando con él. Yo lo persegui pues aquella bruja habia sido una empleada fiel a mi durante muchos años. Logre alcanzarlo pero el hombre saco una extraña arma de mano y me disparo en el corazon. Yo tenia el collar en la mano y, de la nada y sin motivo alguno, mi cuerpo se recupero al instante y puse en su lugar a aquel asqueroso ladron.-me encogi de hombros.-Cuando regrese, la hechicera aun estaba con vida. Puse el collar entre sus manos y sin más, me iba a disponer a irme. La pobre mujer debia descansar en paz. Pero me tomo de la mano y me lo dio. Me dijo que mientras yo sea la dueña, la suerte me encontrara aun cuando todo parezca perdido y que, si decido obsequiarlo, la suerte me acompañara aun pero tambien...al remitente.-le sonrei.-Usted ha tenido una vida humana muy mala y triste. Tambien su no-vida ha sido complicada. No sé si crea o no en la suerte pero los que sí creen, pueden bendecirlo. Yo quiero bendecirlo, Phantom...Ese dije ahora es suyo. No se manchara, no se rallara y nunca se rompera porque la suerte nunca lo querra asi.-descubri mis manos con las hojas que me dio.

-Quiero que lo tenga. Es un regalo para usted...sé que quizas por los sucesos ocurridos esta noche, desconfie aun de mi pero mis ojos y mi corazon ven más allá de lo que otros ven. Creame. Quizas encuentre una nueva oportunidad para componer musica y reciba el aclamo que merece, quizas encuentre la fortuna bajo su zapato o quizas viva un amor correspondido. Ese dije lo encontre hace siglo y medio. Medio año despues, conoci a mi difunto esposo, logre curar enfermedades en la sangre, viaje a Asia y...conoci seres interesantes.-incluyendolo a él pero me tome yo misma de ejemplo para ver si lograba hacerle entender.-El Angel de la música no merece contratiempos en su vida, asi sabre que lo ayude.

Ya no podia más, esa era la verdad. Hacia pocos momentos nos habiamos intercambiado el que nos ayudariamos...pero como ayudar a un ser que rechaza la luz que tiene? Es como si se estuviera autocegando. Algo decaida, camine hasta los escalones que habiamos bajado y me sente alli, observando las sombras y cada vez que él se dejaba ver. Hablaba mal de su esfuerzo, de su musica, de mi obsequio y de la vida en si. No me estaba dando por vencida pero sus palabras ya hacian que me dieran ganas de llorarle a la nada. Porque a la nada? Porque no le lloraria a él sino a su corazon. Esta tan enterrado bajo la nieve y capas gruesas de magma solidificado que ya olvido alguna vez que tuvo latidos...

Queria mandarle a callar, a él y a sus palabras tan estupidas pero no podia, no queria perder el control. Hasta que hablo de que la bendicion de la mariposa habia atraido la muerte de mi esposo, ahi no pude quedarme más tiempo callada. Me puse de pie y practicamente le grite:
-No se atreva a hablar asi de él! Cree que todo se logra solo con una fuerza celestial!? Mi amado murio de anemia! Siendo medica, pude salvarlo pero él no quiso! Me pidio que lo dejara morir y asi lo hice! La moraleja de todo es que a pesar de los momentos más dolorosos para nosotros, podamos emprender un mejor camino y brillar!-empece a llorar sin poder contenerme. Estaba muy enojada con él.-Porque no puede ver el lado bueno a las cosas? Porque no simplemente mira a su centro y no solo a la oscuridad? Porque no ve que ha hecho grandes cosas por mas que ahora sea vampiro?Nunca podria ayudarle asi! Usted no necesita ver la luz porque no la quiere!!-luego me di cuenta de como estaba elevando la voz y me di la vuelta.

Me habia exasperado y trate de calmarme. Enjuague mis lagrimas con mis manos. Realmente odiaba cuando alguien podia volverse tan ajeno a sus sentimientos, como si no supiese que los tiene...
Oli la sangre y escuche lo que me pregunto.
No queria responderle, no iba a poder hacerlo sin seguir llorando. Respire hondo y le dije:
-No puedo explicarselo con palabras...-por lo que aun sin voltear, me meti en su mente y le deje una vision:


Ambos estabamos en un pasillo oscuro. Solo. Él llevaba su mascara y la vestimenta que yo le habia visto. Yo me le acerque y le quite aquel antifaz, revelando de nuevo su identidad fisica. Despues, saqué algo más. Quite su rostro y en la cabeza, habia un gran vacio oscuro. Entre en él y a flote busque algo. Alguna señal de que haya algo en él. No vi nada. Solo oia algo de musica. A lo lejos vi a alguien en cuclillas en un suelo de nada oscuro. Era el fantasma. Cuando me acerque y pare frente a él, vi su verdadero rostro. El que era, el que debia ser fisicamente. En cuanto me vio, se coloco su mascara con mucho miedo y evadiendo mi mirada. Yo le sonrei amablemente y extendi mi mano. Él la tomo con algo de temor y temblando un poco. Nos pusimos de pie y saque de los bolsillos de mi vestido dos esferas: una oscura, representacion de la oscuridad, y una brillante y blanca, representacion de la luz. Él tomo la oscura y retrocedio de la blanca, como si fuera un monstruo. La bola negra se desvanecio en sus manos y yo le enseñe la Luz de nuevo. Me puse a jugar con la esfera. Lanzandola arriba y abajo y como su calor, hacia brillar mi rostro. Se la extendi y él, con mucho cuidado, tambien la toco y sonrio, pues ese calor le hizo sentir bien. La mascara que portaba se cayo y derritio en el suelo imaginario. El nuevo fantasma sostuvo la luz con sus manos y, aunque me miraba extrañado, sonrio y la guardo en un bolsillo cercano a su corazon.

La vision acabo y con ella, esa imagen del fantasma con la luz en su pecho.
-Eso es lo que vi...Nieguemelo pero...es un ser con miedo...de luz y sombra a la vez...pero temeroso...y que solo necesita una sonrisa amable externa y algo de calor para poder sentirse bien de nuevo...-hable aun ignorando su mirada.
No dije nada más, solo espere a que se queje, a que dijera cualquier cosa que menospreciase la vida y sus alrededores. Que gritase de mis palabras o que Si asi iba a ser...iba a alejarme de alli. No puedo tratar con alguien asi sin sentirme emocionalmente afectada...

Quizá le importaba lo que ahora le sucedía a su compañera o quizás no... ¿había cometido un probable indiscreción, pero ya tan amargado estaba, tan duro era su corazón que no conocía la respuesta
-¡Si, vamos gritame si eso lo deseas, anda reclama que metí el dedo en la yaga abierta!... herida por herida la deuda esta saldada- dijo mientras recargaba su cuerpo en un muro con el dije en la mano -Quizás ya no quiera la luz, por que allí estuve toda la eternidad, porque es.... el unico espejo en que me veo como el hombre que yo hubiese deseado ser y en la luz solo veo la repugnancia de mi maldecida alma-, con tono derrotado logro escucharse como dejaba caer su peso al suelo, sin que nada ni nadie pudiese ver lo que hacia en la oscuridad de los viejos muros.
Pero fue precisamente entre muros que contemplo en su mente una visión, era Jacqueline con una sonrisa franca y hermosa, dos esferas de sus manos vio, la oscuridad y la luz... tomo a la noche y se alejo del día, pero ella como si fuese un niño jugando entre matorrales curiosos jugaba con la esfera llena de pureza, blanca como la nieve, de nuevo se la ofreció y el fantasma aún temeroso la tomo entre sus manos abiertas, contemplandola leves instantes, acariñandose con ella la guardo cerca de su corazón y después esa luz se fue y otra vez estaba entre sombras, lo único que sintió fue su mano en el pecho, como si todo aquello hubiese sido de verdad.
La escuchó sin decir nada, ni un reclamo o una represalia por haberse adentrado a su mente, cerró los ojos y entonces allí le dijo:
-Quizás la luz sea mi temor porque podría ver con claridad la fealdad de mi alma, podría contemplar mis manos y darme cuenta como estan empapadas de carmesí, podría verme a los ojos y me daría cuenta entonces que el alma de Alice yace allí o probablemente si saco mi corazón palpitante a donde esta esa brillante luz me percaté que la hiedra y la rosa estan juntos atando mis sentimientos, me podría dar cuenta que entre espada y rosa crecen los olivos del alma perdida en olvido- entonces soltó una visión que a nadie había dejado contemplar, pero si algo funcionaba, serviría para que se diera cuenta del ángel y demonio que fue alguna vez



Entonces cuando la visión dio por terminada, sus mano se posaron en la chica que se negaba a verle, a devolver la mirada -Puedo de llamarle miedo, porque yo le llama la ceguera de mi alma, ¿Puede comprenderme ahora, puede comprender porque la luz me atemoriza?- guardo silencio -Lo lamento- y de la nada dejo caer una rosa al piso, caminando despacio a su muro pues ahora era el quién no se atrevía dar la cara -Guardaré el dije, quizás algun día cure mi ceguera y destruya a la hiedra que oprime al corazón...- no dijo nada más solo espero a que ella dijese alguna palabra aunque fuese simplemente para que la herida volviera a sangrar.