Hasta la más bella rosa tiene espinas {Anuar}

¿Era libre? ¿lo era realmente? Venia formulándose esa cuestión desde que habia salido de su humilde morada, habia llegado a la conclusión después de mucho analizar que no lo era, uno nacia siendo libre y con el paso de los años su libertad se extraviaba ya fuese en el ajeno o en uno mismo, con la banales cuestiones sin sentido, las cosas que anheladas se quedaban sin realizar, era esclavo de si mismo, una marioneta de nadie.

Hecho la nuca sobre la espalda dejando caer sus rojizos cabellos hacia atrás dejando entrever su perlada frente, era como el marfil blanco y exquisito, relucía de una belleza tal y cual que no eran si bien exuberantes sino extrañas, poseía un misticismo como de los tiempos de los cesares y los augustos, de la época de la barbarie humana. Su tez siempre palida, observo el astro rey, sintiendo su calor lamerme la piel, acariciar su rostro como susurrándole cosas en alguna lengua muerta, en un tintineo perfecto que le era imposible reconocer, su piel comenzó a enrojecer, del sol manaba oro liquido que calentaba su tersa piel, relamió sus labios dándoles aquel inusual y especial brillo que desaparecería en cuanto comenzase a hablar, observo el firmamento libre de toda nube, quedo cegado unos instantes por lo que anduvo a tientas.

La herida que atravesaba su estomago era aun visible no por menos tangible, las suturas le atravesaban de costado a costado, iba mejorando gracias a los ungüentos que le habían recetado aunque y seguramente, no seria ni la primera ni la ultima vez que algo similar le ocurriese, su vida comenzaba a perder aquella monotonía tan usual de los últimos años y no sabia si para bien o para mal aquello le agradaba. Curiosidad o caprichoso sentimiento que le obligaba a preguntar, cuestionar cosas que aveces era mejor no saber, quizá, demasiado para un simple humano, humano con sinceridad, simple seria mentir, era un laberinto uno fácil se resolver si se le conocía a fondo y un enigma aun asi, quizá, demasiado complejo para si mismo.

Entreabrio los parpados con los ojos color de miel resplandeciendo tras los hilachos de alguna tela exótica que parecían sus pestañas, diviso alla a lo lejos dos figuras son fogosas melenas que parecían mas lenguas de fuego que oscilante contra el viento bailaban como debían haberlo hecho en antaño las criaturas de los bosques ¿creia acaso en todo eso? Creer era algo sobrevalorado ¿de que servia creer o no? Las cosas existían y punto sin importarle sino creia en ellas o no.

Avanzo lentamente entre los sembradíos agitando las manos a su alrededor con cierta delicadeza, llevaba una camisa blanca a medio brazo por encima de los codos , y unos pantalones del color del trigo que cualquiera podría pensar el mismo habia intentado hacer aunque, solo se debía a su escases de dinero y aun asi su necesidad de vestidura.

Llego por fin con aquellas dos jóvenes ¿le comenzaba a jugar una mala broma su mente? Estaba viendo doble, o quizá no , no era bueno entablando conversaciones, no lo era no lo fue y jamás lo llegaría a ser aunque la curiosidad lo obligaba a no pasarlas de largo, no no lo haría.

Habia andando observando a su alrededor hasta la proximidad de aquellas dos jóvenes el tacto de uno de ellas le arrebato los pensamientos de golpe, lo obligo a aterrizar los pies en la tierra y dejar sus enigmáticas cuestiones de lado ¿Qué si era real? Lo era, asi suponía que lo era, se palpo unos instantes el torso herido y seguidamente el pecho, asintiendo tranquilamente, aveces el también se preguntaba si era real, si su aliento no era mas que aire o su palpitar un simple sonido sordo para cualquier otro ¿lo era acaso, una ilusión? No, era un soñador, un pesimista, un artista y un curioso pero no una ilusión, nadie lo habia creado.

-lo mismo pregunto yo, no son ustedes una mala jugada de mi mente, un espejismo- le cuestiono alzando su mano para posarla sobre la de la pelirroja, crispo sus labios en una diminuta sonrisa al sentir s terso rostro, rozo con la punta de su dedo el contorno de su mejilla y de sus labios, dejándola caer por su barbilla para verla mejor ¿Por qué tanta insistencia habia en su mirada con observarlo con tal fijeza que le hacia solo sentirse curioso? El cabello de la joven era mas colorido que el propio, el de el que tan sosegado lucia, falto de brillo sino mas bien del color de la bebida, un rojo no escarlata ni carmín sino ocre, algo inusual, sus mejillas coloradas por el sol se movieron cuando su rostro sufrió un espasmo, un escalofrió que le recorría desde la nuca hasta la parte baja de la espalda erizándole el bello –son gemelas- cuestiono ahora mas tranquilo, le gustaba entablar una conversación cuando esta llevaba a algun lado o con eso lograba saciar su curiosidad y suponía que a ambos puntos llevaba esta.

Relamio nuevamente sus labios sintiendo el hambre sofocarle el estomago, rugio como un monstruo aprisionado en una celda resguardada, como un deformado eco por el pasar el tiempo apenas y un susurro, ruborizo levemente por aquel gesto imprudente de su cuerpo, no deseaba que el resto de mundo conocería su hambruna no por gusto sino por carencia de capital ¿Cuánto ganaba un artista marginado? No demasiado debía admitir, lo habia aprendido con el paso de los años y el desprecio de las personas.

No aguardo por respuesta alguna sino que por el contrario desvio su mirada a la otra joven, percatándose en una y otra con fijeza tal, como la que u artista tiene con sus cuadros y este no encontraba diferencia aparente ¿enverdad su mente no le comenzaba a fallar? –disculpen el atrevimiento, puedo saber sus nombres- cuestiono curioso aunque una curiosidad bien disimulado bajo un manto de indiferencia mal colocada, que oscilaba mas al interés y daba un traspié en lo banal.

La escucho con una curiosidad tal que se vio incapacitado de alejar sus ojos color de miel del rostro de la joven, hablaba de una forma poetica casi ruin por su sinceridad, era como un acertijo, a el mismo le gustaría poder hablar con aquel enigma mas solo lograba avecez dar a relucir su entendimiento con palabras incomprensibles, pensamientos al aire que nadie lograba orden de una forma elocuente, mas la elocuencia estaba sobrevalorada como todas las cosas importantes y lo diminuto.
-educación, lamentablemente no tuve el gusto de poseer eso aun asi me disculpo doamna- aseguro inclinándo imperceptiblemente la cabeza hacia enfrente, en un gesto de sinceridad y cordialidad –un gusto mi nombre es Anuar- les indico con tranquilidad porque los nombres para el eran poco menos que referencia porque ¿en que parte del nombre estaba impregnada nuestra esencia? ¿en que extremidad del cuerpo el nombre? Caprichos de los padres colocar tales señas a sus hijos para referirse a ellos con facilidad y que la sociedad pudiese también saber quiene eran además de que, eran dejar un legado, un apellido que perduraría quizá, hasta la eternidad y con el apellido cada miembro seguía vivo, muerto en los recuerdos y latiente en un simple apellido, abrumantemente ilógico.

Desacomodo su cabello relamiendo sus labios una vez mas para observar su alrededor, le parecía algo extraño toparse con alguien en esos lugares por eso esque habia ido ahí, pensando en tranquilidad, la tranquilidad misma que habia buscado en el bosque días atrás y no habia logrado encontrar sino por el contrario un caos, esperaba que esta vez no ocurriese algo parecido pues salir nuevamente con vida suponía de una suerte que estaba seguro el no poseía ni por equivocación, la desgracia era su fiel nodriza y la suerte no su cunero.

-y bien lamento la intromisión pero levantan en mi cierta curiosidad…que hacen por aquí si se puede saber y no es falta de educación- cuestiono seguidamente observando a una y otra, parecían un complemento perfecto, y aunque no las conocía suponía por su forma de hablar y comportamientos que la que enfrente tenia poseia aun carácter mas firme, reacio e inflexible, por otro lado que detrás se habia escondido parecía la viva imagen de la virginidad, casta y pura, inocente no por menos ¿Cómo le verían a el? Como el monstruo por el que la sociedad le habia tachado ¿demente acaso? O solo un artista demasiado inusual quizá, sonrio de medio lado crispando sus labios, parecía un atrevimiento lo que iba a decirles pero tenia que hacerlo, quizá mas adelante .

-la humildad no preferente en ningún sentido…al igual que todo lo demás puede ser falsa, de vale ser simplemente como uno asi fue y será- aseguro con tranquilidad, el no era una persona humilde, no asi lo creía quizá pesimista y por pesimista no se entiende deprimente sino solo realista, tan realista que a veces llegaba a ser un tanto humilde, falsa humildad, no pretendía asi serlo sino que simplemente la gente mal interpretaba todo, como era costumbre y nada novedoso.

Miro de soslayo a la gemela que detrás yacia, poseía un rostro quizá un tanto mas aniñado casi poetico y melodioso, como si la música misma y las rimas hubiesen sido su madre y padre y la belleza le habia acogido sobre su manto, se deleito con su imagen sin pretender decir nada ni insinuar cosas con su mirada, como bien podia y debía asegurar sus ojos eran la puerta de su alma y aunque estos aveces no la reflejasen y parecía mas que no la poseía, eran siempre sinceros, no sabían mentir, no estaban entrenados para eso.

-nosotras…no veo curiosidad alguna por parte de su hermana mas no es ese el punto…aunque tampoco se porque asi lo hago a mi parecer y razonamiento soy una persona mas en este inmenso mundo sin mucho de interesante y espero que mis palabras no maten su curiosidad- le dijo en la brevedad posiblemente observando ahora a la joven que hablaba con el de una forma casi amena, aunque no podia evitar de vez en vez sentir sus palabras pesadas, casi como imprecisas puñaladas que si bien podían o no pretender herirlo al final se disolvían en el aire por cuenta propia.

Escucho los ruidos y sus palabras, sonrio de medio lado encogiéndose de hombros –no debe ser vergüenza para nadie, nadie elige su destino y mas honroso es sufrir de hambre que vender el cuerpo o alma- aseguro mordiéndose la lengua, quizá por un tiempo seguiría pensando asi mas debía admitir era tentadora la idea de robar, venderse o simple y sencillamente suicidarse ¿Por qué lo haría? Porque era fácil y tentador mas también de cobardes y el, el no era un cobarde –me gustaría poder brindarles algo de comida mas no estoy yo en mejor posición- asevero tranquilo, le era indiferente el estatus social de las personas lo único realmente triste era no poseer dinero suficiente para asistir a la sobras teatrales, dramas tan bien montado que seria productivo asi observarlos.

¿Qué hacia el por esos lares? No demasiado –sali de mi humilde morada a andar un rato, después de cuatro días quizá en cama caminar seria productivo, mis pies me trajeron aquí…y sin mas las e visto y e venido casi como atraído…no podría decir a ciencia cierta que hago aquí, dejar volar mis pensamientos quizá…inspirándome…es incierto y decir algo seria mentir- le indico suspirando ampliamente al tiempo que se llevaba una mano al estomago, no por hambre sino para palpar la herida –talvez les apetezca andar un rato en busca de algo que comer…podríamos…tomar prestado algo de comida…- murmuro ceñudo jamás antes lo habia hecho mas las circunstancias le ponían en dirección a ello.

(no te preocupes igual hasta ahora podria haberte contestado =))

-miento y al mismo tiempo les digo toda la verdad ¿creerían ustedes una farsa como esa? Hay que aprender a confiar y creer aun lo que no es verdad, porque mas se sabe de una persona por sus engaños que por sus verdades- aseguro intentando no sonar del todo absurdo como solia hacerlo o como solian las personas decirle que sonaba porque aveces, uno decía tanto algo que por mucha mentira que fuese y tanto engaño resultase al fin de cuentas terminaba tomándose por verdad y eso era un problema, no distinguir ya la falsedad de lo realista ¿era en realidad incoherente con sus palabras? O solo eran lo que le decían y habia aprendido a creer –en ese caso pierda entonces todo interés, que mi historia esta bien en su lugar, en el pasado, no tengo afán de revivirla contándola o explicándola, y no veo otra forma en que la descubra dado que no queda vestigio de ello, asi que les recomiendo desaborde porfavor toda pisca de curiosidad que pueda llevarnos a tener un mal inicio- le pidió de forma amable y sincera, no le agradaba que se le cuestionara sobre si mismo, es decir sobre sus inicios y su historia, su pasado, para muchos eso marcaba el camino de cada quien ese era el verdadero problemas, las personas y el se incluían tendían a hacer de sus problemas en la infancia parte de ellos mismos y eso, no revelaba en ningún momento la verdadera naturaleza de cada quien, de modo que lo que realmente interesaba en su parecer eran las acciones tomas en dada ocasión y proceso eso, era lo que realmente identificaba a las personas.

-no niego si pretendo hacerlo, esa es una verdad relativa, no es siempre necesario pero el cuerpo pide y necesita de ciertas cosas necesarias, y doamna lamento decirle que, vender el cuerpo o alma es vender la libertad en si, por mucho que la gente se esmere en negarlo se pierde parte de la esencia en el acto- le indico observándola el cuando minimo no seria capaz de por ejemplo vender su virginidad a un precio tan elevado que podría vivir de eso el resto de sus días, no lo haría porque en el acto se perdería a si mismo y perderse era la cosa mas sencilla y sosegante de la vida misma.

-poco ortodoxos- repitió rebosante de curiosidad y un brillo peculiar en su mirada, asintió comenzando a andar con tranquilidad ya un tanto menos alegre que como habia llegado, no blandía ya sus brazos sintiendo el aire acariciar su rostro sino que se limitaba a aspirar y llenar sus pulmones de la fresca y cálida brisa de aquel pintoresco dia, comenzaba a sentir algo de calor mas no podia despojarse de ropaje alguno pues llevaba solo el pantalón y la camisa, desabrocho los dos primeros botones suspirando ampliamente al tiempo que desfajaba la misma doblándole aun mas las mangas –y puede saberse a no ser una molestia cuales son esos servicios- cuestiono volteándolas a ver por el rabillo del ojo, de poder agacharse se hubiese sacado los zapatos pero el dolor en su estomago era aun demasiado como para hacer un movimiento tan brusco y mal pensado. El estómago le sono y como si mil abejas zumbasen en su interior sintio como le hacia caricias desde el interior, le decia sutilmente las ganas que tenia de un bocado, mas sabia bien como aguantar el hambre, no por nada habia estado viviendo en la miseria por años.

Sonrio de medio lado dejando entre ver su nívea sonrisa, casi como si alguna ostra hubiese dejado sus perlas sobre sus labios –no lo soy ni asi deseo serlo- asevero con tan gracia y tranquilidad que se notaba en sus palabras una segunda oración una implícita quizá o algo inclusive mas escondido, porque tenia razón y no mentia, no deseaba ser una persona convencional, para volverse tan corto de mente como el resto o la mayoría por no decir toda y salvo algunas excepciones de la sociedad, aquellos mismos que le habían marginado y por quienes ahora se encontraba en ese embrollo, con un hambre voraz y tal que comeria lo que fuese sin pensarlo dos veces, tan insaciable era su hambre como su curiosidad.

Le observo detenidamente sin moverse ni un palmo, no sabia el porque aquellas jóvenes tenían la buena, mala o indiferente acción de tocar su rostro, le parecía casi como si no pudiesen creer lo que sus ojos veian, casi como si realmente se les hubiese figurado que era un espejismo, un crucigrama y drama creado por sus propias y retorcidas mentes, porque hasta los pensamientos mas castos podían ser pervertidos por diversos factores no siempre ajenos a uno, el lo sabia o pretendía asi hacerlo –no me ha ofendido solo le aviso lo que podría suceder si se esmera demasiado en ello- le indico asintiendo suavemente porque quisiese o no sabia bien que cuando algo realmente dolia las cosas se callaban, no se iban por las calles pregonando ni contando cuanto melodrama a toda persona que preguntándose, nadie asi lo sabia y pretendía que asi continuase, su padre quizá aun recordaba aunque dudaba que después del completo abandono involuntario y voluntario siguiera viviendo, suspiro bajando un tanto la mirada.

-se lamentaran siempre y cuando la persona guarde su esencia, porque a quien asi no le importa la a desbordado tanto que que mas da si da un poco mas o un poco menos, aun asi estoy de acuerdo no hay porque entrar en tales razonamientos no dignos de un primer encuentro- levanto una mano colocándole sobre su nuca para revolver con lentitud su sedoso cabello de uno a otro lado, y como caprichoso su cabello cayo nuevamente grácil sobre su perlada frente, sus mejillas comenzaban a sonrosarse por el constante roce del astro rey, sentía el calor lamerle el cuerpo, dejando en el una sensación de calidez poco propia en el, no acostumbraba salir, nisiquiera hablar con personas, sus últimos días habían sido los mas interesantes en años.

Andubo algunos pasos sintiendo como las ramillas que del suelo brotaban se metían entre sus telas rozando sus lampiñas piernas, relamió sus labios mordiéndose el inferior en un arranque de hambre, no planeaba arrancarlo y digerirlo sino que simplemente engañaría a su estomago, escucho atentamente lo que decía aun andado, con una mano sobre su frente en horizontal para cubrir el sol de sus delicados ojos adecuado ya a la luz de una vela, quizá era por ello de su palidez o su tan reciente accidente –oh…lamento haber sacado una conclusión apresurada y errónea esperaba algo menos…ortodoxo- le indico con tranquilidad pensando en como ayudar en ese caso, porque estaba seguro de no poder levantar siquiera un costal de manta con harina dentro, tampoco podia hacer agacharse o caminar con rapidez, nisiquiera suponía poder ir detrás de ningún animal, que inútil comenzaba a sentirse, suspiro nuevamente dejando escapar todo el aire que sus pulmones eran capaces de contener, por unos segundos se olvido de inhalar mientras divagaba en lo que seria y lo que no era.

-entonces les gustan los truques- pregunto intrigado nuevamente –aunque y pese a todo lamento si llego a ofenderlas, pero realmente es esto lo que pretenden y hacen usualmente- les cuestiono echando nuevamente la nuca sobre la espalda esta vez cerrando los parpados completamente, los rayos del sol como oro liquido caian pesadamente sobre su rostro cegándole –trabajar a cambio de comida…realmente esperaba otra cosa mas si asi es que ustedes gustan les ayudare en la medida que me sea posible- asevero con certeza y sinceridad, haría tanta donde su herida se lo permitiese e inclusive un poco mas.

Arrugo el entrecejo pensando, le confundían sus palabras ¿acaso le decía que le mentia y lo que el suponía creer por verdad y que se le habia negado era nada mas que la verdad? El mismo se confundía de una forma tal que le costaba ya pensar en algo mas, curiosidad, la misma que le sofocaba el razonamiento y lo llevaba a tales extremos, extremos en los cuales no le gustaba estar porque comprender lo era todo si comprendía se sentía agusto y sino comenzaba a perder sus estribos y terminaba por hacer cosas que no pensaría siquiera con la reposada.

Les miro con los parpados bien abiertos tanto que sus amielados iris se veian dilatados como una aceituna, la pupila no era mas que un negro punto en la inmensidad de el blanco lienzo y las venas que si apenas a una distancia considerable lograban verse como hilachos rojos, sutura, no habia dicho nada sobre ninguna sutura si acaso apenas y habia mencionado una herida y aun asi no recordaba haber hablado sobre ella ¿no lo era asi cierto?¿cierto?, su expresión se relajo al instante, no quería que se percatasen de su asombro y no porque asi fuese malo sino porque podría ponerlas a la ofensiva –suturas…se bien que las tengo mas no recuerdo asi haberlo comentado- le indico de forma tranquila y causa pausada, el camino se bifurco dejándoles en un invisible sendero a una humilde morada donde dos hombres, padre e hijo debía suponer hacían el trabajo pesado, no pudo evitar y por mucho que asi lo intentase, sentir un vacio en el estomago que no causado por el hambre le enfriaba el interior como un tímpano de hielo, le recordaba tanto al padre que no pudo tener, la familia que le fue arrebatada sin asi el poder hacer nada, suspiro pesadamente llevándose una mano a la espalda para seguir andando ya que comenzaba a sentir cierto malestar que no seguramente era causado por tanto andar.

Contemplo la escena desviando la mirada ¿para que martirizarse de esa manera? No tenia caso –agradezco sus intenciones pero si no ayudo no tengo porque recibir parte del agradecimiento- asevero con tranquilidad porque quien no asi se esmeraba no tenia derecho de recibir la gratificación del esfuerzo además que, por no haber hecho anda no tendría el mismo gusto de recibirlo ni mucho menos el satisfacerse a si mismo a sabiendas que habia colaborado en algo, seria solamente una acción mas. Relamio su labio inferior andando cada vez con mayor esfuerzo, palpo las herida en su estomago mordiéndose el labio inferior con vigor, tanto que seguramente de uno a otro momento comenzaría por sangrar, alzo la mirada un poco observando el rostro del joven que en compañía del ser mayor hacían el trabajo, no pudo desviar su mirada por unos instantes, no era su afán demostrar sus tendencias sexuales y no esque prefiriese aunos antes que otros simple y sencillamente como buen artista conocía que el amor y tales sentimientos no tenían parámetros por el genero y no debía asi ser, aun su virginidad no le permitía hablar de otro amor que no fuese el platónico –lamento no ser de ayuda, pero de intentarlo asi hacerlo seguramente seria necesario ir corriendo de vuelta al hospital, espero ustedes comprendan- murmuro tomando aire para seguir hablando, prefirió no hacerlo sino que un impulso de dolor y cansancio lo obligo a apoyarse con suavidad de uno de los hombros de Cannette desvariando la mirada y ahogando un amplio suspiro, tomo aire y le solto con suavidad aminorando en consideración el paso –caminar no resulta tan bueno dada la ocasión- aseguro en un tono apenas y audible sonriendo de medio lado con sorna hacia si mismo.

-no ha sido su culpa ni asi deben sentirlo solo…ha sido inesperado- aseguro pensando si eran alguna clase de adivinas o gitanas quizá, que hacien uso de sus dotes para adivinar su pasado preciso e incierto futuro, porque era tan fácil cambiar el rumbo de las cosas, casi como si todo estuviese ya predestinado aunque eso debía ser meramente una ilusión, que motivo tendría sino vivir si todo estuviese ya escrito, cada acción, cada palabra, cada momento, entonces uno no existiría porque uno era el momento preciso en que se encontraba. Relamio sus labios pensando en como habían llegado a aquella acertada conclusión.

Observo como andaba, corria con la melena al viento como fogosas lenguas de fuego abriéndose paso por el viento, en un baile perfecto y místico con el cual posiblemente cualquiera podría deleitarse, y el no era la excepción, mientras se apoyaba en el frágil cuerpo de la gemela que se habia quedado con el y observando a la que habia salido corriendo en dirección a los otros dos hombres, se pregunto entonces que clase de personas eran, a el no le gustaba prejuzgar puesto que lo hacían siempre con el y le resultaba burdo, absurdo, insensato –esta bien que vaya sola- cuestiono observando aun abrirse paso con sus pelirrojos cabellos.

-y como hará eso…no podemos dejarla trabajar sola- aseguro entrecerrando los parpados, no planeaba simplemente quedarse sentado mientras la joven se partia quizá la espalda en bien de los tres, no podia ni quería asi hacerlo, tendio su mano hacia ella sonriendole -ven vamos a ayudar-

{lamento lo corto no ando con mucha inspiración}

-no me preocupo no dudo de su fortaleza, solo no me parece justo dejarla hacer todo sola- asevero relamiéndose los labios a tal grado de dejarlos bastante húmedos, justicia, la misma que existía solo en un mundo paralelo y el delos tontos, aquellos que aun luchaban por ella como si realmente un dia fuesen a lograr hacer que algo del mundo cambiase, la gente no era justa y las cosas jamás cambiarían, eran esas cosas que la sociedad se encargaba de dejar asi, al igual que el hecho de menospreciar los diferente e inusual.

Observo como parecía hacer una clase de puchero o algun parecido deformando su rostro con tales acciones, sonrio de medio lado crispando sus propios labios al tiempo que escuchaba sus palabras –créame señorita cuando le digo que e soportado peores dolores…ahora solo hágame el favor de no preocuparse tanto- le pedi asiendo un asentimiento con la cabeza para comenzar a andar con tranquilidad sujetando la mano de la pelirroja, y pese a ser ambos pelirrojos el cabello de Anaur se distinguía por aquel color opaco, como todo lo demás en el “estas sosegado, vive ya, vuelve ya” pensó desvariando en sus propios pensamientos, vivir ¿acaso no estaba vivo? Quizá, o quizá era vida en muerte aun mas irónica que la de los vampiros, debía suponer.

Observo a Ankhiara y a los otros dos hombres ¿era la belleza realmente solo un camuflaje? Le parecía que quien poseía la belleza del alma no podría llegar a ser en ningún momento una persona con poca belleza exterior dado que era el reflejo de todo mas, una persona bella podia siempre tener negro el interior, prefería pues, no dejarse llevar por las apariencias y no permitirse ningún deseo por lo que veía “eres mucho mas que eso” se repetía cada que su lado humano amenazaba con salir a flote y quebrarle los nervios tentándolo, era mucho mas que solo lujuria podia asegurar, se entregaría en cuerpo y alma el dia que alguien lograrse robársela, era un artista y un soñador, aunque dudaba que esa persona pudiese llegar y de serlo asi, que se dignara a fijase en el, pero también era un pesimista.

-Canette…es encerio esto lo que hacen normalmente para conseguir comida- le cuestiono con tranquilidad porque aun no daba aprecio a que fuese verdad.

Sonrio de medio lado pensando en sus palabras porque estaban llenas de verdad que el mismo habia conocido por caprichos de la vida misma, experiencias que nada bueno le habían dejado sino un profundo dolor en el pecho, le oprimía y le sofocaba en su tiempo, alla antes cuando era mas joven y no tenia a nadie, y no esque ahora tuviese a alguien sino que por el contrario habia aprendido a hacer de la soledad una compañía bella, era la única que jamás le habia abandonado y que sabia que jamás lo haría, aunque y de igual manera era una compañía aterradora, demasiado reservada y celosa, poco habladora y apática…eternamente con el y era esa eternidad de la que temia cada que con ella se topaba ¿Qué acaso jamás se marcharia? Todo lo demás asi lo hacia y la soledad, en algun momento debía también marcharse.

-la verdad es relativa y no la misma para nadie, no juzgare por lo que me dices ni tampoco por quien eres porque lo quien eres no te marca como persona sino como uno mas, juzgare por el trato y los sentimientos porque tampoco los pensamientos nos marcan, no juzgare de ser posible- le indico, iba diciendo conforme los pensamientos se arremolinaban en su cabeza de modo que con poca elocuencia habia dejado salir tales palabras de sus labios, ciertamente eso planeaba pero lo que uno planea no es siempre el resultado esperado, no juzgaría hasta donde pudiese no hacerlo.

-la verdad me ha abofeteado varias veces sin titubear, ahora…yo reto a la verdad a mostrarse nuevamente- le dije con tranquilidad intentando asi contestar su pregunta, mirando de soslayo a la otra gemela que se encaminaba ya con andar rítmico a la choza acompañada del anciano y el joven de menor edad mas no asi menor que el mismo, porque su forma de hablar y ver las cosas no era propia de un joven de sus edad, mas si de alguien que habia experimentado por las vida las mismas perdidas y ausencias y ahora posiblemente se encontraba por descubrir algo tan fascinante como la existencia de vampiros y licántropos, un escalofrió recorrió su rostro y su rostro se compungió suavemente, recuerdos o malditos recuerdos que provocaban sentir dolor nuevamente.