Las cartas sobre la mesa

por **Yudea** Dom Abr 29, 2012 1:33 am

La había encontrado, después de casi dos meses la había encontrado, había intentado escapar de él… pero no la dejaría hacerlo…

Sostuvo los papeles en sus manos mientras su vista se perdía en las nubes fuera del avión… hacia casi medio año había comenzado una relación con la mujer que más le había interesado en su vida… ella le había dicho que no creía en en amor y el había aceptado iniciar una relación así… había luchado había hecho de todo para enamorarla y había funcionado…o eso había creído.

Pero que otra cosa podía ser? Había notado como sus ojos se iluminaban al verlo como su cuerpo respondía a sus caricias y como sonreía cuando estaba con el…entonces qué carajo había pasado? Se había atrevido por fin a proponerle que asentaran su relación, estabilidad amor y ella… ella lo había dejado…se había marchado. Había tomado sus cosas y suplemente había desaparecido.

Se masajeo las sienes, no había podido dormir bien en las últimas semanas, no importaba lo que tomase simplemente sus males tenían nombre cuerpo y forma y hasta que no la hiciera volver no iba a estar tranquilo. Suspiro e intento relajarse el resto del viaje, pero no lo logro. Nada más aterrizar subió al auto que había rentado de antemano y se dirigió al lugar donde debía estar a aquella hora, el investigados que había contratado le había dado pelos y señales de su paradero y su actual horario asi que simplemente la espero fuera del edificio en el que se supone estaba… no iba a entrar por ella porque si lo hacía seguramente terminarían montando una escena… no… no confiaba en si mismo. Mejor esperarla afuera… Pero si creyó que no tenerla durante casi dos meses había sido malo, aquella maldita espera, parado junto al auto… era agonizante…

Lo peor es que lo único que sabía era que la quería con el… pero no tenía idea de cómo la convencería para regresar con el…lo cierto era que el limite seria su paciencia…si ella no volvía era capaz de secuestrarla…

por **Mina Wayne** Mar Mayo 01, 2012 5:05 am

No sabia que horas eran pero por como me sentía, era uno de esos días - o noches, aun no lo descubría-donde mi mejor amante era la cama vacía y yo, plenamente feliz con ella, me rendía a nuestro enamoramiento…. pero claro, lo bueno nunca dura, y el despertador celoso no tardo en interrumpirnos con un griterío excesivo y medio melodioso, nunca el coro de Chop suey me había sonado tan fastidioso. Levante la almohada para que fuera esta quien opacara el ruido, pero el furor de system of a down seguía provocándome una pesada migraña. Justo estaba a punto a extender el brazo para agarrar el aparatejo y estamparlo contra la pared pero algo extraño paso… la cama se hundio por un peso ajeno y cuando menos lo pense un brazo rodeo mi cintura, jalándome a su pecho desnudo.

Humm… al parecer mi cama no estaba tan vacia que digamos…

Lentamente baje mi almohada, para echarle un ojo al galancito de tez bronceada que se medio incorporaba sobre mi para alcanzar el despertador, con gesto somnoliento apago la alarma y de la misma forma se hundio sobre las almohadas, cubriéndome con sus fuertes brazos. ¿Quien demonios era?... apenas llegaban a mi retazos de muy pocos recuerdos de la noche anterior, y el esforzarme en recordar mas solo aumentaba mi dolor de cabeza. Como pude me zafe de los brazos del desconocido y me puse encima la primera camisa larga que encontre en el suelo. Caminando descalza me masajea las sienes mientras iba al baño.

--- Juro que ya n lo hare… --- Maldije arrastrando las palabras, pero sabiendo de antemano que mentía. Vi mi reflejo con la melena castaña alborotada, la sombra del sueño, el cansancio y de un delineado en los grandes ojos pardos, tenía algunos moretones en los brazos, la camiseta holgada y con el estampado de los yankees de new york… justo esa desalineada chica era yo, era un asco de persona ¿Como podia “el” pensar en algo verdadero conmigo?

Humm.. Y de nuevo aparecía el en mis pensamientos…No, olvidalo. Continua con tu vida. Me regañe y me dirigi a la cocina, y sin dejar se rebuscar en los anaqueles me tope con el control remoto en el fregadero. Prendi el televisor de la sala que estaba frente a la cocina, sin importarme el ruido que esta hacia. Por mi que el chico se despertara, solo quería que ya se largara… En un canal hablaban de Spinetta, en el siguiente un choque increíble de un auto donde el auto quedaba destrozado pero el tipo salió caminando, quejas del facebook y las lamentables noticias que le hacen a uno entrar las ganas de quedarse en la cama hasta el partido definitorio del sábado. Mientras miraba, abría la botella a medias de vodka y la echaba a una caja de carton de leche ya vacio, solo para dar un trago. En el canal de programación me fije en la hora y casi escupo el trago que ya llevaba en la garganta. Era bastante tarde, y yo tenia que llevar mis trabajos a la galería. Me di un baño muy muy express, y me arregle como alma que lleva el diablo, jop! hasta la cruda se me olvido, fue hasta que recogía los 4 lienzos y los acomoda en sus estuches, cuando desperté al desconocido… porque si, aun no recordaba su nombre. Lo saque casi desnudo al pobre, pues no se apuraba y me coloque la boina y corri escaleras abajo, se que me dijo algunas cosas pero no lo escuche, tampoco lo espere, apenas y me detuve para saludar al portero de la entrada. Sujetando los estuches sali a la calle, mirando en ambas direcciónes, esperando que el taxista que habia llamado con antelacion se dignara a aparacer…

Dios!
es que todo tenia que ser una carrera constante?

por **Yudea** Jue Mayo 03, 2012 6:01 pm

Cruzado de brazos, recargo contra el auto observo como la, literalmente, mujer de sus sueños y pesadillas salia apresuradamente, es que acaso nunca podía estar a tiempo en ningún lado? casi se formo una sonrisa en sus labios, pero el peso de la realidad se lo impidió. ella realmente lo había abandonado, sin decir adiós, sin decir nada simplemente había desaparecido. La habia buscado como un loco, habian pasado mil y una cosas por su cabeza, donde estaba? que le habia pasado? y si habia sufrido un accidente? y si alguno de sus no pocos "no simpatizantes" le habia hecho algo? los primeros dias habían sido ag agonizantes... después...las señales se habian ido mostrando. Sus conocidos se mostraban de mas tranquilos... parecía que era el unico que no habia sido avisado de su partida.

La observo varios segundos, ella no lo miraba. Frunció el ceño ante el pensamiento, es que ahora no era mas que un recuerdo olvidado para ella? apretó los dedos en sus brazos y aguanto la ira- Te vez bastante bien para ser el fantasma que no abandona mi mente- hablo buscando obtener su atención, con len titud se enderezo. No podia hacer movimientos demasiado bruscos, en primera instancia por que ella era como un animalito salvaje. No debía dejarla reaccionar y en segundo, por que el era un verdadero animal salvaje, un movimiento demasiado apresurado y sus emociones lo dominarían...eso no podia ser nada bueno ni para el...ni para ella.

Su mirada se quedo calvada en la chica, pequeña... bonita...encantadora... la observo de pies a cabeza con intensidad... era toda, completamente ella, el pequeño cuerpo que tan fácilmente podía levantar, la pequeña muchacha que se amoldaba a su cuerpo tan bien que asustaba, la que lo relajaba con solo verlo después de los dias malos... la que le habia sacado las únicas verdaderas risas que habia dado al mundo... y sin embargo se habia marchado. Le habia dado todo y estaba seguro de haberla conquistado y sin embargo se habia marchado!- ya te haz cansado de corretear Sybelle?- pregunto tomando su mentón y levantándolo cuando llego a su altura...tan pequeña. tan exquisitamente pequeña. Amaba la forma en que podía envolverla por completo- debiste saber que vendría por ti...- susurro y el tono que usaba con sus socios salio un poco, suave...amenazante y grave.

por **Mina Wayne** Dom Mayo 06, 2012 5:55 am

El sol de la tarde no era tan intenso como en otros días pero aun en su “capacidad media” era plenamente capaz de hacerme arder los ojos de vampiro que cargaba, por suerte, estos mismos, débiles y cobardes, eran protegidos por mis lentes de sol. Con una mano acomode mi boina de forma ladeada y luego busque arreglar mi cuello, de alguna forma trataba de sacarme el look “express” que llevaba esa mañana a uno mas decente. Era sumamente importante esta entrevista, no solamente porque había pasado dos veces intentando que me dieran la oportunidad de una cita, y porque llevaba dos meses viviendo de las sobras de un préstamo para mantenerme muy por debajo de la media, sino porque trabajar en el Village Studio Theatre, era realmente toda una oportunidad. Un aliciente para comenzar a armar los trozos de mi patética existencia. Jajaj vivía como una vagabunda en comparación a la lujosa vida de excesos que había pasado con el por esos largos meses juntos, tal vez si hubiera sido un poco más ambiciosa me habría quedado mas tiempo…. pero no lo era, su dinero jamás me importo ni tampoco tenía caso el prolongar lo inevitable. El amor eterno no existe, ni el vivir felices por siempre, era mejor cortar por lo sano antes de que doliera demasiado. Pensar en el Village Studio Theatre me hacia sentir mejor, si, era mucho mejor, me motivaba… conocía mi talento e incluso la noche anterior ya había festejado que tenia la oportunidad, solo quedaba hoy hacer la magia… divise el taxi al dar la vuelta en mi calle y afiance el agarre de los estuches para acercarme a la calle y entonces una voz grave y familiar se alzo, obligándome a mirar de frente, obligándome a prestarle a atención, como esos clímax tensos en las películas de suspenso. Fue un segundo de vacilación y todos mis pensamientos, buenos y malos, se congelaron en una peligrosa sensación de alerta. Mis estuches se cayeron al piso, fue inevitable!

--- ¿Quién corre? --- Pregunte en un susurro estupefacto, mas el instinto de contradecir, de defenderme que la verdadera intención de hacerlo. ¿Como había logrado encontrarme? mares y largas millas nos habían separado, ninguno de mis pocos amigos sabía de mi paradero y nadie en realidad conocía sobre mi familia… yo era un ser libre, sin pasado ni futuro… y siempre que huía de algún lugar: era para siempre. El pasmo no me dejo reconocer otra sensación hasta pasados segundos, el placer fugaz de que alguien de verdad fuera tras de mí, que me encontrara…. la súbita alegría de volver a verlo, pero todas esas sensaciones se atenuaron ante el recelo que me provocado su gesto y su voz dura, su tensa mirada… me había encargado de borrar por completo mi existencia al mundo extranjero, pero entonces… ¿Cómo? eso tambien me dejaba mucho que pensar---. Yudea… --- Tan intimo su nombre…--- ¿what?, ¿como llegaste aquí?

Y en eso el taxi llego, aplastando uno de los estuches que habia llegado a la calle… eso era una mala señal.

por **Yudea** Dom Mayo 06, 2012 5:45 pm

-como dices?- sonrió sin la mas mínima expresión de alegría, mas bien con amargura, el gesto se dibujo sínico en su rostro, en el rostro atractivo que jamás había provocado que alguna mujer escapara, jamás antes Yudea había tenido que perseguir a alguien…aunque debía decir, que solo la mujer de su vida podría hacerlo actuar de semejante manera irracional.

Un atisbo de orgullo le invadió el pecho, bien ella había escapado y lo había hecho bien, le había tomado mas de lo que había esperado encontrarla, su pequeña ninfa era absolutamente impresionante, una mujer sin igual y era suya aunque ella aun no lo aceptara.

-bien, tome un avión y después de eso eh llegado en auto- haciendo una seña detrás de el y mirando por un segundo hacia el auto que le habían conseguido para que pudiese moverse en la ciudad, ya le enviarían uno de los suyos al día siguiente por la mañana. No se acostumbraba a moverse en algo que no había sido arreglado especialmente para el- pero si tu pregunta es… como te encontré- sus la intensidad de sus ojos se volvió casi palpable- entonces te diré que con mucho, ciertamente mucho esfuerzo Sybelle- el taxi llego aplastando sus pinturas. El acontecimiento mezclo sus sentimiento de enojo con los de pena y soltó un suspiro- sube al auto, te llevare a comprar unas nuevos- la tomo por el brazo no dispuesto a permitir que se marchara. Ya casi podía escuchar sus negativas, pero sin esperar a que pudiese hacerlo la jalo hacia el auto- entra…

Ella tenia muchas, muchas cosas que explicarle, no solo lo había dejado si no que además se había marchado como una ladrón, en la penumbra y sin atreverse siquiera a decir adiós, se había escondido como las ratas. Oh… pero que bien lo había hecho la pequeña.

por **Mina Wayne** Lun Mayo 07, 2012 8:42 am

Siempre me habían dicho que Yudea era un hombre peligroso, que sus mercados y su éxito no eran particularmente porque fuera un “muy buen hombre de negocios” pero que bah, los oía como si me hubieran estado hablando mientras llevara hijo de la luna tarareándose en mis audífonos: ¿que era malo porque…? que hacía que…? que era capaz de que…?, no había querido escuchar ni siquiera la mitad, me basto con ver esa sonrisa insolente y el que asistiera a una de mis exposiciones de arte con una copa de coñac y su otra mano sosteniendo el Armani colgado al hombro.

Me termino por convencer el escucharlo hablar sobre las dobles intenciones de mis pinturas, de la música, de la vida, del éxito…. el galancito bien vestido supo jugar muy bien con su juego fino de poker pero no conto con que su pequeña artista ya fuera buena jugando con los reyes y ases, no lo deje ir pero tampoco le di grandes alas, en todo momento fui sincera y contrario a lo que se pudiera pensar esta vez quise hacer las cosas bien, tener citas sin alcohol, aguardar para el sexo, pasear a lugares desconocidos, mantener el mismo circulo de amistades, nunca compartimos mucho de nuestro pasado pero era el presente de ambos la misma cosa.

Su dulzura me desconcertaba, me hacía sentir pérdida, en mi experiencia con hombres había perdido toda esperanza en ellos. No importaba que tan fabulosos pudieran mostrarse, tarde o temprano se mostraban tal cuales son… aun así, Yudea me gustaba y aunque no estaba dispuesta a darle un corazón que destrozar, quería disfrutarlo. Quise tomarme las cosas con calma, pero a los 3 meses acabamos viviendo juntos… que puedo decir? no era perfecta. Jamás, en todo el tiempo que pase a su lado me mostro algún indicio del peligro al “que tanto me advertían”, Yudea era paciente, era romántico, era gentil… era un poco excéntrico, pero no eran sino sus locuras y las mías una mezcla explosiva y fascinante. No había ocurrencia que no hiciéramos, que no alcanzáramos…

Ah! claro! ¿como no encontrarme? tenia todo el dinero del mundo para sacarme hasta del fondo del mar, si era ahí a donde había decidido nadar.
Aun así ahora era distinto, las cosas estaban hechas, por mi parte ya habíamos terminado y justo cuando sentía esa mirada dura y amenazante sobre mí, el mal presentimiento se transformo en una especie de aprensión. Me acerque a recoger los estuches que se habían salvado buscando la forma de meterme de un brinco en el taxi pero este me sujeto, un escalofrió tenebroso me atravesó el cuerpo. “No pelees, no le des la contra…” mire en ambos lados buscando algún rostro conocido y justo cuando tomaba asiento en el lugar del copiloto, desee que el chico de tez bronceado del que tanto había blasfemado de pronto saliera y me rescatara… no me agradaba en lo absoluto ese recuentro… no me agradaba su semblante fríamente furioso, frustrado, tan desconocido.

---- Iba al Village Studio Theatre…. tengo una entrevista de trabajo --- Confesé con voz firme, plenamente convencida, tratando de ser inmune a su dolor aunque todo en mi gritaba que lo consolara. Pero en vez de eso lo hería mas, esperando que el implícito “no voy a regresar” fuera claro y a la vez sutil para no alterarlo.

por **Yudea** Mar Mayo 08, 2012 11:57 pm

Se inclino para colocarle el cinturón de seguridad y sonrió, esta vez sus sonrisa tenia cierto deje de diversión, ella hablaba en serio? En verdad esperaba que dijese “oh disculpa” y se marchara sin mas? Nunca creyó que su pequeña ninfa pudiese llegar a ser tan ingenua… pero que podía esperar? Después de todo ella había creído que podría estar con el y después solo separarse, ella le había hecho mil advertencia, le había hablado claro. Nunca supo que ya era suya, que no importaba lo que dijese no iba a irse de su lado… el tiempo separados que llevaban era solo…un medio tiempo.

-entonces indícame la dirección, te llevare y esperare a que salgas- hablo mientras encendía el auto y se podía en marcha, a pesar de usar un chofer la mayoría del tiempo era un conductor excelente, la mayoría de la veces les dedicaba algo de tiempo a sus choferes, aunque todos eran “profesionales” siempre tenia que ajustarlos a su gusto, como lo hacia con todo, autos, casas, empresas, incluso mujeres, todos y cada uno tenían que ser ajustados, no importaba lo bueno que fueran siempre tenia que hacer cambios para que fuesen perfectos para el, todos excepto sybelle, con aquel cuerpo pequeño y carácter fuerte, completamente libre y llena de inteligencia… no había tenido que hacer ningún ajuste con ella y precisamente por eso no esta dispuesto a perderla, no importaba si en el camino tenia que luchar con ella o… bueno, recurrir a métodos algo…menos convencionales.

Se detuvo en el primer semáforo que vio al terminar la calle- sabes sybelle? Puedo ser muy, muy paciente, te llevare a tu entrevista y te esperare afuera, seguramente prefieres que no interfiera en tus asuntos verdad?- y sonrió, era la primera vez que hacia una amenaza real a su pequeña ninfa, pero lo sentía casi inútil, casi podía oír la voz interior de la joven enviándolo al diablo- puedo ser muy paciente cuando me lo propongo sybelle, mientras estas en tu entrevista puedo usar muy bien mi tiempo- ya que la había encontrado necesitaba tomar medidas para que no volviese a escapar.

por **Mina Wayne** Vie Mayo 11, 2012 6:57 am

Replegada al asiento mire de reojo su proceder, de pronto el cinturón de seguridad se transformo en una cadena y su sonrisa en una advertencia. Estaba comenzando a marearme… y no, esta vez no era el alcohol. Yudea estaba igual que siempre con su esnobismo, muy guapo y sofisticado aun cuando ahora tenia el aspecto de alguien que ha dormido poco y que además no tiene planes de hacerlo, y junto a él venía todo lo demás… el perfume italiano, el olor a cuero nuevo, el ronroneo de un motor eléctrico, abrumada por un fuerte dejavu tenía la sensación de que si abría la portezuela interna del maletero encontraria el tacón de mi zapatilla roja, el abrigo verde, el maletín de pinceles, todos mis desastres mezclados con sus discos musicales y entonces el diría “¿Tienes que dejarlo todo regado, Sybelle?”

--- Sube hasta la quinta avenida, vas a topar con la avenida Le Clede y tomaras a la izquierda, hasta el final--- Explique fríamente… casi de forma mecánica, las cosas no estaban saliendo de acuerdo al “plan”. Vino después un silencio contundente, frio… había extrañado mucho a Yudea, pero verlo, estar ahí bajo la forma en la que había llegado me ponía más inquieta que feliz. ¿Desaparecer un día sin más no había dejado las cosas claras?... esa era una situación que nunca había experimentado, el pasado siempre se quedaba atrás, no me perseguía y de paso me daba un aventon a mi futuro. Su amenaza me hizo fruncir el ceño pero no hable, estaba demasiada estupefacta y entonces… sonó mi celular con la misma canción de Nirvana de toda la vida: "Smells Like Teen Spirit", me sobresalte pero no saque el celular de la bolsa, era la alarma, recordando donde debía estar a esa hora. Aun asi, el sobresalto de la música me dio valor--- Conozco tu paciencia, Yudea…. y tu dedicación, pero no se que esperas. ¿Qué haces aquí, Yudea?, ¿qué pretendes? ---Tenia la garganta seca--- Te lo abverti, te dije que tarde o temprano iba a terminar, crei que las cosas estaban claras

por **Yudea** Miér Mayo 16, 2012 11:04 pm

Rio con animo al escuchar las palabras de su pequeña ninfa, era cierto que se lo había dicho, tomo aire y sonrio mientras conducía- por supuesto que lo dijiste pequeña, dijiste que no creías en compromisos ni en relaciones a largo plazo y cosas de ese estilo y recuerdas lo que dije verdad?- se giro a mirar la un segundo, aun con la sonrisa pintada en los labios y los ojos llenos de un brillo malicioso- dije que entendía- asintió volviendo al vista al frente siguiendo las instrucciones que la joven le había dado- Pero desgraciadamente para ti ninfa mía… es que entender no es lo mismo que estar de acuerdo, por supuesto parece que tu pensaste que aceptaba tus términos, deberías aprender a leer la letra pequeña de los contratos sybelle, en mi ha estado escrito por todas partes desde el principio…no te dejare marchar- Se estaciono frente al edificio que la chica le había señalado y se bajo dándose la vuelta para abrirle la puerta, al hacerlo su sonrisa sínica y maliciosa volvió a ser clara en su rostro- suerte en tu entrevista sybelle, aunque estoy seguro de que sabes, que no lo necesitas…- abriendo la puerta se hizo un paso aun lado para dejarla salir, ya la habia encontrado, la parte mas difícil ya había pasado; tener que estar lejos. Ahora lo demás era cosa de niños simplemente mantenerla a su lado, por las buenas…o por las malas.

Espero hasta que se marchara y reviso el lugar, había una cafetería justo frente al edificio asi que….por que no? No era precisamente la clase de lugar que frecuentaba pero podía hacer una pequeña excepción por ahora, se sentó en una de las mesas que daban a la calle y se coloco los lentes oscuros, después del viaje el sol le molestaba un poco. Necesitaba hacer un par de llamadas, una muchacha de aspecto dulce se acerco a el ofreciéndole una “carta” y el la tomo simplemente señalando con un dedo lo que necesitaba mientras hacia sus llamadas, necesitaba que siguieran vigilando a su pequeña y escurridiza ninfa, que consiguieran nuevas pinturas y por supuesto el lugar donde iba a quedarse deja estar justo como sus necesidades distaban, odiaba tener que hacer arreglos después de instalarse.

Terminadas las llamadas simplemente se sento a esperar, algo de café y un par de aperitivos, no necesitaba mas, simplemente que su ninfa no decidiese darle demasiados problemas cuando el cambio de horario lo tenia en bajo.

por **Mina Wayne** Jue Mayo 17, 2012 7:47 am

Spoiler:

Which is your problem?

Mis dedos tamborilearon lánguidamente sobre el estuche, hasta que terminaron por cerrar el zíper de este en un gesto indolente, tajante. Mi expresión era tan templada como el susurrar dócil del motor eléctrico, como el de su voz atenta… pero mi mente parecía dar tantas vueltas y vueltas como las llantas de un auto deportivo a plena carrera clandestina. Mis ideas derrapaban en una autopista de confusión, donde las palabras de Yudea solo aumentaban los kilómetros a recorrer, a veces también el impulso. Mis pulmones reclamaron una bocanada de aire que le diera aire a mi cerebro y me ayudara. Lo miraba de reojo, sobrecogida en el asiento… ¿estaba acaso dispuesta a dejar sus negocios, su vida y sus amigos solo por una oportunidad más? espera! ¿Me estaba informando que mi opinión importaba un bledo?...

--- Esto es una muy muy… de veras muy mal broma, Yudea, no puedes estar hablando enserio, ¿crees que me vas a obligar a retractarme? --- El me sonrió, yo fruncí el ceño, muda de la indignación por sus amenazas, por sus imperantes “informes”. De pronto me estaba sintiendo como una de sus empleadas…. esas a las que tanto había maltratado con exigencias a través del teléfono mientras yo, sentada sobre sus piernas le insistía en caricias para que las dejara en paz. Para mi suerte en este momento, no tenía defensoras. Aunque realmente no las necesitaba, siempre había bastado conmigo misma, hoy no podía ser la excepción…. salí del automóvil de un brinco, sabedora que no era una broma, convencida del todo ahora que volvía a sonreírme. Sujetando entre mis manos mis cosas y dedicándole una mirada fulminante, que no disminuía ni un ápice su furia hacia él. Me dirigí al interior sin mirar atrás, tomando el elevar hasta el segundo piso, justo donde estaban las oficinas del edificio. Cuatro personas esperaban antes que yo, solo podía verse al fondo la figura de la coordinadora. Una mujer menuda que ofendía todos los principios de modernidad en su vestir caduco… quise distraerme en su cabello rubio, en ella sentada en su escritorio tras aquellas paredes de cristal que recreaban su oficina… todo lo que me distrajera de mi tenebrosa realidad. Yudea había vuelto, estaba afuera y me había sentenciado con una facilidad que parecía nunca haberme querido de otra forma diferente que como quería a sus acciones en la empresa. Con codicia, y desdén.

Por lo regular las entrevista fueron rápidas, lo tardío fue una llamada de poco más de la hora y cuarto que la mantuvo antes que yo. Nuestro encuentro fue rápido y muy frío, no solo porque mis pensamientos quedaran muy lejos de donde deberían estar, sino porque la misma coordinadora ya parecía de antemano muy predispuesta a acogerme… sin ni siquiera ver mis obras. Y otro mal presentimiento se aparecía… firme los papales que Cloe me indicaba, y en un apretón de manos le agradecí por todo, dejándole mis trabajos… de camino a la salía me acerque a los grandes ventanales y pude ver su vehículo allí estacionado todavía, tranquilo y lujoso, brillando en amenaza… y entonces el jubilo, el enojo e incluso el miedo, se mezclaron con la adrenalina en algo peor… no iba a atraparme… no! no lo iba a hacer! Mi solo razonaba en la idea de correr.

Apresurándome al baño de mujeres, voltee mi bolso en el tocador para derramar todo lo que contenía… mi cartera, el bolsito del maquillaje, un cepillo pequeño, cupones de descuento, el celular, las llaves de la casa, un botellón de agua, dos ligas, una lima de uñas, una cajita de brochos, el pinta uñas azul y mis tijeras… pasando la mano por mis cabellos, trate de pensar en algo sacando la boina y arrojándola contra el lavado.

Presurosamente recogí mi cabello en una trenza que finalmente acomode con los brochos en mi monto. Me apresure a delinearme los ojos de forma más marcada y recalcar los labios en un labial rojo que jamás usaba, pero que guardaba como un viejo regalo de la suerte. Me saque el abrigo rojo dejándome con el blusón blanco de tirantes que llevaba el símbolo de la paz y apresurándome a un baño me saque el pantalón y lo corte a la altura de los muslos con las tijeras… siempre había tenido experiencia destruyendo ropa. Una vez disfrazada de nuevo arrastre las cosas a la bolsa y me dirigí a la puerta, la abrí unos centímetros cuando vi hombres sospechosos y la volví a cerrar, recargándome tras la puerta pensando que hacer… una ventana alta pero lo suficientemente grande fue mi salvación.

Adentrándome al último cubículo y usando el mismo inodoro, me subí como pude, quebrando de una patada de mis botas la ventana, tumbando los restos de vidrio para después poder apoyar en ella. Mis manos y mi pierna izquierda se astillo, pero pude bajar de un brinco al callejón. Sali corriendo al final de este, doblando la esquina para continuar… si mi memoria no fallaba, el metro subterráneo quedaba a dos calles.

por **Yudea** Vie Jul 20, 2012 12:10 pm

Las horas pasaron y cuando le avisaron que le chica ya estaba de salida sonrió cerrando el celular, la espero pero nunca salió. No tenía mucha paciencia así que marco preguntando por ella… le dijeron que estaba en el baño y no salía. Se quedó pensativo apenas un par de segundos antes de levantarse como resorte dejando unos billetes en la mesa y corriendo a los alrededores del edificio. Encontró lo que buscaba cuando vio los vidrios rotos en el callejón. Apretó los puños y salió corriendo.

-búsquenla a los alrededores, se les escapo incompetentes!- hablo por el, celular comenzando a caminar por la calle, se detuvo unos instantes y respiro hondo “piensa piensa yudea…” se calmo rápidamente y volvió a sacar el celular revisando el GPS… a donde iría su ninfa? A donde iría? No quería que la encontrara no iba a cruzarse frente al edificio, sabría que el la vería… entonces al otro lado…y que había? La estación del metro!

Levanto la vista ubicándose y comenzó a correr en dirección al metro, busco como loco intentando encontrarla pero no la veía por ningún lado, no había nada… se había rendido cuando la vio…la ropa era diferente pero reconocía su caminar. Sonrió y arranco a correr, estaba entrando al metro y apenas y alcanzo a llegar hasta ella antes de que las puertas se cerraran, la rodeo por la cintura y la jalo a su cuerpo. La gente se apretujo pegándolo a las puertas y el jalo a sybelle con ella, respiraba agitadamente y la giro observando el horrendo maquillaje que llevaba, soltó una risotada al verla- oh por dios ninfa mia…tanto así quieres huir? Pues vételo sabiendo- hablo con la voz agitada- no te dejare ir…no mas- y antes de que pudiese su ninfa volviese a escapársele a decir cualquier cosa la tomo del rostro acercándola a sus labios. La beso, la beso por que la habia extrañado, la beso por que habia momentos en que la desesperación lo habia carcomido, y la beso por que la amaba y esta vez, no se le iba a escapar.

por **Mina Wayne** Dom Jul 22, 2012 5:12 am

No se a cuantas pobres personas empuje para poder llegar a las escaleras subterráneas del metro, pero el punto es que nadie era mas pobre que yo en ese momento. ¡Era una idiota¡ Solo a mi se me había ocurrido liarme con uno de los hombres mas influyentes de Europa, como si fuese cualquiera y creer que podía tratarlo de la misma forma. Como un espectro me llegaron a la mente las discusiones que había escuchado tras la puerta, las negociaciones, las suplicas en los mensajes de mail camuflajeados, los rumores de sus trabajos turbios, las pruebas de su poderío... casi me voy de boca cuando pretendí pasar a trote la baranda de seguridad... una que exigía cuatro dolares para permitirme su acceso. Maldije al maldito aparatejo en un par de groserías antes de regresar por donde había venido, tarde mas en dedicarle una mirada al distraído guardia de seguridad antes de tomar vuelo y saltar la restricción apoyándome en ella. Escuche la llamada de atención pero no me detuve metiéndome entre las personas para perderme de vista.

¿A donde iba a ir? Era una hora a pico, los transportes se habían retrasado y el lugar estaba rebozar de personas, todas impacientes, vigilando con recelo sus bolsos o maletas... me senté en una de las bancas, hundiendo mi rostro entre mis manos mientras pensaba... ¿que demonios iba a hacer? Volver a mi departamento no era una opción pero ahí estaban todas mis cosas... y no conocía a muchas personas en los ángeles. Tal vez si iba con aquel tipo del antro de la semana pasada... el transporte llego y las personas se hicieron una masa horrible obstruyendo el camino, trate de empujar a unos cuantos pero un mastodonte hizo presión para sacarme del bulto. Comencé a hiperventilar del puro estrés, caminando de un lado a otro hasta que por fin todos subieron... muy tarde fue cuando un brazo, como siempre, me alcanzo. La gente apretaba alrededor reforzando el abrazo estrecho entre ambos... ambos estabamos agitados, y en todo su sarcasmo resentía el coraje... muy pese a mi indignación, me senti ligeramente amedrentada. Como una presa atrapada por el cazador. Senti sus labios sobre mi con demanda posesiva, amenazándome en silencio. Mis brazos subieron a su cuello para rodearlo y a traerlo a mi... atrape su labio inferior entre mis dientes haciendole abrir su boca de forma apresurada, buscando profundizar. Mi mejor carta era jugar su juego --- Tu ganas, Yudea... tu ganas --- Le susurre por bajo de todas las voces--- Iremos a donde quieras, pero vamos primero a mi casa... tengo cosas que tomar antes...

por **Yudea** Lun Jul 23, 2012 9:34 pm

No!- negó con inesperada pasión mientras sus bazos la estrechaban mas fuerte contra su cuerpo, aun mas de lo que ya los obligaba a estar la multitud, apretando los dientes como si estuviese aguantando algún pesar- no vas a jugar conmigo como un estúpido niño nuevamente sybelle, no vamos a jugar en tu territorio, tu vienes conmigo, a mi lado, donde perteneces así tenga que amarrarte a la maldita cama- lo susurro entre dientes, el ya había jugado bajo las reglas de sybelle y había salido perdiendo, eso no iba a volver a suceder.

Aferro el cuerpo de la joven contra su cuerpo y levanto la vista negándose a mirarla, negándose a darle pie de negociación, pero sin soltarla en medio de la gente, el tren avanzo por los rieles como si todo estuviese bien y Yudea sabia que su propio mundo estaba volviendo a su sitio con todo bajo control, con cada pieza en su lugar como debía ser. La gente se abalanzo para bajar en la siguiente estación y el hizo lo prudente, estar entre tanta gente no era precisamente su ideal de transporte. Afianzo la muñeca de la pequeña fiera que traía de la mano y salió de ahí, sintiéndose perdido pero sin siquiera mostrar una milésima parte de esto, su andar era siempre seguro al igual que su expresión. Sintió el golpe de aire menos cargado de…gente en el rostro al salir del subterráneo y miro su alrededor, parecía que su dama, la suerte estaba especialmente feliz con el ese día así que ahí estaba…un taxi libre- vamos pequeño pajarillo, te mostrare tu nueva jaula de oro- le susurro nuevamente al oído mientras abría la puerta del taxi y la hacia entrar tan discretamente como podía.

-41 Buckingham Palace Road- dijo al taxista, no tenia idea de en que estación se había bajado pero dado que existían esas cosas mágicas llamadas taxis tomaría ese camino. El Hotel 41 no era el Ritz, pero lo prefería, estaba entre los mejores del reino unido lo cual era lo suficientemente bueno y por encima de todo cumplían el mas mínimo de los caprichos de sus clientes, no importaba que fuera, podían hacer que un prostíbulo fuese elegante si era necesario… claro no es algo que se leyera en las guías de turistas, pero eran especialmente claros en recalcar cuan mimados tendrían a sus clientes.

por **Mina Wayne** Mar Jul 24, 2012 9:12 am

Los brazos se cerraron entorno a mi cuerpo, muy superiores a cualquier cadena, eran mas bien el cerrojo de su gran caja fuerte. ¿La clave? solo podía encontrarla dentro de su cabeza... para quedar libre no había otra forma mas que hacer trampas. Aun con mis brazos alrededor de su cuello, deje ocultar mi rostro en este, insistiendole al oído lo importante que era que fuéramos a mi casa, pero contundentes habían sido sus replicas, su personal juramento de no volver a confiar en mi.... y no me devolvió ninguna otra palabra ni miramiento. Algunas personas nos dedicaban miradas curiosas... algunas recorriendo el porte elegante de Yudea, otros recorriendo el largo de mis piernas descubiertas, no pude encontrar en absolutamente nadie, algún indicio de reconocimiento al miedo que me estaba invadiendo. No podía negarlo, entre los kilometros de frustración avanzados, había una pizca de preocupación temerosa... y eso solo me hacia sentir mas furiosa.

No hice dramas y lo seguí hasta fuera del metro, conteniendome de dedicarle una mirada desdeñosa a su broma de la jaula, me subí al taxi, reclinando mi cabeza en el respaldo y cerrando los ojos... deseando que al abrirlos siguiera en mi habitación, maldiciendo a la resaca y a mi estomago revuelto. Pero al abrirlos solo me encontre al gesto reservado y arrogante de Yudea... podíamos engañar al mundo pero no al uno del otro, ambos echábamos chispas por los ojos. El taxi se estaciono y lo vi hacer el procedimiento de pagar para salir consigo, no pude entornar la mirada al ver el lugar.

--- Mandalas pedir entonces, pero quiero mis cosas --- Le frene justo antes de entrar a la puerta, cediendo a medias... --- Yudea, hazme caso! sabes que esto supera cualquier locura... es casi un maldito secuestro --- Trate de hablar controlada, auqneu rechinaba los dientes y mi deseo de correr crecia a cada segundo... casi me rio a mis adentros. ¿Habia dicho casi?

por **Yudea** Mar Jul 24, 2012 3:29 pm

Ante la pequeña berrieta de su pequeña ninfa no pudo mas que embozar una sínica sonrisa y girarse hacia ella, con toda la calma del mundo levanto la mano que tenia sujeta y llevándola a sus labios, la beso en un gesto “romántico”- tienes razón mi pequeña ninfa, esto es casi un secuestro… solo que yo no pienso pedir ningún tipo de rescate- aseguro volviendo al vista al frente- llamare a alguien para que recoja tus cosas y las lleve al nuevo departamento en cuento este todo listo- aseguro mientras asentía a un hombre que se acerco a el ofreciéndole algo que yudea tomo, eran un juego de llaves.

No había visitado el lugar previamente pero había dado ordenes de que sus cosas fueran llevadas y su secretario se había encargado personalmente de que todo estuviese a su gusto y en la habitación que le gustaba. Subió hasta esta y aunque no lo demostró sintió un sincero alivio al entrar y cerrar la puerta tras de si, la habitación era amplia, como un pequeño departamento, la decoración era en blanco y negro y el techo sobre la amplia cama de aparente cristal. Arrastro a sybelle hasta ella y la lanzo sin mucho cuidado, sonriendo cuando su pequeño cuerpo reboto un par de veces, se aflojo la corbata y desvió la mirada a la caja de madera que le aguardaba, la abrió y su sonrisa se amplio- tengo un pequeño regalo para ti sybelle- hablo mientras sacaba un aro decorado de la caja, parecía un hermoso brazalete, con pequeños diamantes incrustados a su alrededor, un diseño sumamente sencillo.

Con la sonrisa en el rostro puso una mano sobre el pecho de la joven presionándola contra la cama, su cuerpo se movió rápidamente inmovilizando sus piernas y apenas tomándose el tiempo de hacer un gesto para quitarse los cabellos de la frente tomo la mano izquierda de la joven y coloco brazalete, la pieza hizo un “clic” al cerrarse y la sonrisa que se dibujo en el rostro de yudea no decía nada bueno. El ajuste de la joya era tan preciso que no podía verse siquiera el broche, puesto parecía una sola pieza, un simple aro de oro con pequeñas incrustaciones- ahora sybelle, sabré donde estas sin importar donde vayas- mostrándole su propia muñeca- te va a la perfección- si sales de Londres amor mío… esta vez morirás, si no eres mía- susurro mientras pasaba sus dedos por el rostro de la joven- no serás de nadie. Sintiendo la creciente excitación inundarle el cuerpo, ahora ya no podría escapar… y ahora que estaba ahí….necesitaba poseerla.

por **Mina Wayne** Mar Jul 24, 2012 6:28 pm

Había conocido a hombres obsesionados antes, desde los tipos patéticos que envían millares de mensajes al msn, llamadas jamás devueltas, y hasta lloriqueos en poemas de mala rima, también había conocido a los bastardos como el ex de prepa que me retuvo bajo la amenaza de sus puños cerrados, tal y como había sido el matrimonio de mis padres. Yo no podía tolerarlos más de un tiempo, a ninguno de ellos… podían ponerte un montón de caras, pero todos los hombres tenían una misma naturaleza. Aun con toda mi maldita experiencia, Yudea me dejaba mas despierta que una pastilla de éxtasis. Solo que sin la excitación, para mi desgracia… siempre tenía que superar el límite, ir más allá de la estúpida exageración rumbo hacia lo inimaginable. Hasta ahora me daba cuenta de la sordidez de sus formas con tal de alcanzar lo que quería.

Lo seguí por la recepción en una rabieta silenciosa, conteniendo la mueca de desprecio que me provoco la habitación lujosa… Cuando la puerta cerro tras de mí, mis piernas temblaron, fue casi un alivio caer sobre la cama. Vigile sus movimientos dejándolo parlotear, regodearse a sus anchas, incluso cediendo sobre la cama recostada a medias, sosteniéndome del codo izquierdo para no hacerlo del todo. Mis piernas le permitieron acomodarse entre ellas, flexionadas a cada lado de su cuerpo. Moví mi muñeca contemplando la trampa de diamantes… hasta para eso era fino!

--- Me sorprende todo lo que uno puede hacer con un poco de dinero… --- Fue apenas lo que pude atinar a decir, todavía sin poder procesar la cadena perpetua que me estaba imponiendo, todavía sin creerme que estaba hablando enserio… La desesperación estaba acelerando mi pulso y podía sentir el acceso adicto por aire, las ganas de un cigarro y el ardor en los ojos que contenían un llanto, pero solo atine a morder mi labio inferior, lastimándolo… desquitándome un poco para seguir manteniéndome entera. Baje mi brazo para sostenerme ahora de ambos, resbalando la mirada para evitar la ajena---. ¿Y Village Studio Theatre?, ¿Y mi vida, Yudea?, ¿Cuáles son tus planes para mí?

por **Yudea** Jue Jul 26, 2012 12:13 am

Yo debería retenerte en mi departamento- hablo acariciando descuidadamente una de sus mejillas, moviendo uno e sus dedos hacia el labio que la chica mordía tan ferozmente, sonrió ante la idea de lamer la roja piel maltratada por aquellos labios- tenerte desnuda y encadenada a la cama es una idea sumamente tentadora- hablo poniendo la mano libre en el vientre de la chica, acariciando su piel cálida y suave, buscando el montículo de sus senos- pero no lo hare, te dije que seguirías trabajando cierto? No soy tan tirano como parezco nena- hablo sonriendo cuando jugueteo con uno de sus pezones, el sabia que la chica estaba al borde del colapso, el miedo, la frustración y la ira debían ser un ramillete de frustración en su interior.

Los dedos que acariciaban la mejilla de la chica fueron bajando hasta centrarse en la piel de su cuello- sabes cuanto te extrañe mia? No… no creo que lo sepas, tu llégate a mi pensando en irte desde el principio- bajo los labios a su cuello mordisqueando la piel pero sin hacer daño, simplemente era demasiado oral como para quedarse quieto- todo el tiempo…mientras abrías las piernas para mi… mientras dormías en mis brazos, solo contabas el tiempo para irte- sonrió y una risilla divertida salió de sus labios, no lo dijo en voz alta pero seguramente ese era su castigo, el karma debía existir después de todas las mujeres a las que había desechado mia le habia dejado… desgraciadamente para la chica a el no le iba lanzarse a la resignación y el dolor. No abia podido conseguir la devoción y el amor de la chica, podía vivir con ellos, pero al menos tendría su cuerpo uno que según entendía tan fácilmente cedía…entonces por que no quedárselo para su uso exclusivo?- tu vida seguirá igual que siempre mia no tienes que preocuparte, pero si crees que un poco de dinero puede hacer maravillas ve sabiendo que tanto puede hacer- sus dedos se enredaron el los cabellos de la pequeña muchacha y tomándole por la nuca la sujeto para asegurarse que le viera a los ojos- pero pasaras tus noches complaciéndome, si alguien te toca lo matare- sonrio- si alguien te ayuda a intentar escapar, también lo matare. Y si sales de Londres como ya te he dicho, entonces te matare a ti.

por **Mina Wayne** Vie Jul 27, 2012 10:16 pm

Mi propio cuerpo se hundía en la cama buscando la forma de que –de algún modo- me tragara consigo, pero entre mas caía, mas lo hacia Yudea sobre mí. De mirarlo tanto me canse, su presión, su calor, pero más que nada, su imposición me sofocaba. Los ojos buscaron alguna ruta de escape en esa muy lujosa jaula, una que brillaba en oro diseñada para bellos ruiseñores, o avecillas del amor, a esas aves quizás si podría gustarle un lugar así. Su libertad a cambio de comida y mimo al día, pero para una simple paloma como lo era yo… la luz de una ventana a media tarde me llamaba… ¿Cuántos pisos arriba estábamos? me reí a medias como correspondiendo a su caridad de no tenerme atada o amordazada en el armario, aunque por mucho que lo pintara solo me imaginaba así. Ahora incluso las palomas eran mejor cosa que yo, al menos ellas si tenían alas.

--- Without belt? Son of a bitch, thanks! --- Eleve mi mentón echando el cuello hacia atrás, dándole espacio a continuar con la caricia húmeda de sus labios. Mis ojos se cerraron por inercia, buscando el consuelo en la obscuridad… Vodka, necesitaba un buen trago de Vodka. O cuando menos una maldita cerveza para poder digerir la información. Todo había sido demasiado rápido, esta mañana no tenía problemas de ningún tipo, estaba feliz por mi nueva propuesta de trabajo aunque me quejara del chico desconocido y la resaca… ¿Cuántas horas habían sido de eso?, ¿4?, ¿4 y media? justo ahora mi vida era arrastrada por los caprichos de un master. El coraje flujo a mi garganta como un tekila mal preparado recordando cada una de las lagrimas que había derramado una vez partí de su lado, de mi vida con el en Londres. El chico al que yo le había llorado en nada se parecía a ese que tiraba de mis cabellos para que lo mirara… no, no eran el mismo, por mucho que compartieran rostro. Su amenaza final me dejo desarmada, si es que había tenido defensa alguna antes… tarde en responder, tarde en abandonar su mirada convencida para centrarme en su sonrisa de rey. Tome su rostro desde la base de este al cuello, deslizando mis dedos bajo sus orejas y lo jalo hacia mí en un arranque, no lo bese, mas mis labios quedaron cerca --- ¿Serias capaz de matarme, Yudea?

por **Yudea** Sáb Jul 28, 2012 2:18 am

De un jalón rompió la blusa de la chica, estaba lleno de ira reprimida, de dolor que no pretendía mostrar, tampoco le iban los golpes pero debía sacarlo de alguna forma… mancillar aquella preciosa piel con moretones no le parecía una opción valida- lo haría Sybelle… saberte muerta es mejor que saberte en una cama ajena… - hablo ronco mientras se levantaba un poco y de una vez la levanto en brazos, ella poseía un peso insignificante, era pequeña y delgada, podía levantarla con uno solo de sus brazos, por supuesto lo hizo con dos para mayor comodidad. Camino hacia el amplio baño de la habitación, poniéndola en el suelo se separo para preparar el jacuzzi, en la habitación había sido todo arreglado a su gusto y a sus costumbres que no le costo lo mas mínimo poder hacerlo, cuando estuvo listo comenzó a sacarse la ropa y dirigió una mirada a la chica- quieres terminar de quitarte la ropa tu o te la quito yo?- pregunto, el amor que sentía por la chica no se comparaba en lo mínimo a lo que podría haber sentido por cualquiera de las amantes de una noche que habían pasado por su cama, incluso por las que habían durado mas de una noche…a pesar de ello aun no la adoraba lo suficiente como para aceptar los brazos ajenos, las huellas de caricias ajenas en el cuerpo de la pequeña.

Entro en el agua y le extendió la mano- ven aquí sybelle- le llamo, dándole “algo” de libertad en medio de su encierro, el sabia lo mucho que la chica odiaba las ataduras, pero como estaban las cosas y después de la forma en que había escapado de el, no pensaba aflojar sus amarres, le daría toda la libertad que pudiese conseguir en lo largo de la correa imaginaria que había puesto alrededor de la chica.

por **Mina Wayne** Sáb Jul 28, 2012 7:20 am

--- Estas enfermo ¿te lo han dicho? --- Hablo el coraje... Pero bien irónico que el mismo rasgara mi blusa blanca, partiendo en dos el emblema afresado de la paz que se pintaba en ella. Un escalofrió caminó por mí espina dorsal, ese mero gesto lo decía todo… pesadamente mis manos soltaron el fuerte aferre de su rostro, conteniéndome las ganas de hacérselo girar de una bofetada. Mientras se retiraba para sujetarme en brazos, tuve que retornar el gesto de morder mis labios. Esta vez no para herirme, sino para evitar el impulso de herirle mas a él. Nada bueno podía esperarme si seguía enlodando su ego… pero vaya que el enlodaba el mío, arrojándome al suelo recordándome el juguetito, la muñeca de carne que me planeaba convertir. Comencé a hiperventilar…

Tenía que tranquilizarme, tenía que pensar pero la desesperación era demasiado grande. En mi rincón lo vi ir y venir preparándolo todo y agradecí ese tiempo a solas para buscar un poquito de voluntad… ¿Vodka? Una buena Hada Verde era lo que necesitaba. Dulcísimo sabor del anís, rápida para perder la cabeza y hasta el cuerpo entero, nada mejor, aun cuando fuera tan claro su final amargo. Su voz me atrajo, ladeando la vista a su torso ahora descubierto. Lo mire un segundo, la puerta no estaba cerrada… ¿Cuántos metros haría para que me dieran un certero golpe a la nuca?, aun no estábamos en Londres, ¿me matarían antes? El lugar debía estar con alta vigilancia, estaba en sus terrenos… esta partida ahora la ganaba el. Tenía que aceptarlo, solo así las cosas serian más fáciles: aceptar. Solo así, podría salir de esa con un poco de dignidad que me hiciera continuar…

--- Creo que ya hiciste suficiente --- Hice una mueca, tarde en ponerme de pie, lo mismo en quitarme los zapatos y aun cuando acepté su mano, apenas y la apreté para sentarme en la orilla del jacuzzi. Me baje los short cortos, seguido de las bragas y me gire a las aguas dándole la espada, impidiéndole el espectáculo, impidiéndole ver también las marcas de los brazos, del pecho que seguramente no iban a agradarle. Aun de espaldas me tome mi tiempo para desabrochar el sujetador, cubriendo mis pechos con el brazo al momento de dejar caer la prenda a un lado. Ladee el rostro para verle sobre mi hombro--- ¿Ni siquiera un poco de vino para celebrar tu triunfo? debió ser una búsqueda muy larga...

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