Conociendo más el lugar (Cam)[+18]

por **Elisabeth M. Delacroix** Sáb Jul 17, 2010 7:18 am

Recuerdo del primer mensaje :

Hacía un día bastante expléndido, demasiado para quedarme en casa por lo que fingí un dolor de cabeza ante las doncellas y me escabullí por la ventana de mi cuarto, esperando que todos estuvieran demasiado ocupados por sus vidas para preocuparse por mi estado.
Me cambié de vestido, utilizando el del servicio ya que los míos eran demasiado estravagantes, como los odiaba...
Tras mi gran hazaña me encaminé por las calles parisinas en busca de algo distinto hasta llegar a un mercado el cual prometía tener cosas suculentas y distintas.
Los puestos estaban situados en filas y sus comerciantes regateaban los precios con los tan codiciados compradores los cuales, solían aprovecharse de las necesidades de los demás. Mi vista sin embargo, se posó en uno de los tenderetes donde me paré observando una sencilla horquilla con una flor delicada en su extremo.

por **Elisabeth M. Delacroix** Mar Jul 27, 2010 6:40 am

Nos hizo girar el la cama hasta quedar sobre mí. La verdad es que estaba siendo realmente dulce y cuidadoso pero sin perder toda esa picardía que mostraba en su expresión y sus gestos. Al sentir sus labios en mi cuello, mordí mi labio inferior, deseosa por sentirlo de una vez en su totalidad aun que el haber visto su virilidad me hizo sonrojarme y dudar acerca de que pudiera entrar en mí.

Dejé de pensar cuando atrapó uno de mis pezones, esa zona tan erógena y se dedicó a estimularla con su boca. Jadeé sin poder evitarlo pues cada una de sus caricias lograba estremecerme y hacerme sentir como nadie.
El rubor inundó mis mejillas al escuchar su susurro. Era el primer hombre que me veía desnuda por lo que mi pudor aun era bastante grande.

Su boca se deslizó hacia mi otro seno mientras me dedicaba a enredar una de mis manos en su cabello y con la otra a acariciar su espalda, deslizando distraídamente mis dedos por ella. No sabía que hacer ni como actuar pero de algo estaba segura, quería aprender todo aquello que pudiera para hacerlo sentir tal y como él hacía conmigo.

Un gemido leve escapó de mis labios al sentir sus dientes juguetones sobre mi pecho, contrastando con aquella dulzura. Miles de escalofríos recorrían mi piel al sentir su aliento contra mi piel, erizándola por completo.
Mi agitada respiración y los fuertes latidos de mi corazón, resonaban acelerados en mi pecho pero se intensificaron al ver como continuaba con aquellos besos hasta a mi vientre.

No sabía como pedírle que me hiciera suya de una vez, que dejara esa dulce tortura que lograba enloquecerme. Tal vez era más fácil de lo que yo lo pensé pero en ese momento, pensar, no era una de las cosas que podía hacer con claridad.

por **Cam Rohan** Vie Jul 30, 2010 5:11 am

Me deslicé hacia abajo hasta que mi rostro quedó a la altura de su sexo. Le besé los muslos poco a poco, acercándome a su feminidad pero sin llegar a rozarla nunca con la boca, pues mis dedos estaban puestos en ella, introduciéndose mientras que el pulgar acariciaba el rosado botón que producía el placer.

Cuando estuvo lo suficientemente ardiente, mi lengua se aventuró a explorar entre los sedosos rizos de su entrepierna primero con delicadez aumentando el ritmo después, debido en parte al movimiento involuntario de las caderas de Elizabeth. La sujeté por las piernas para que me dejará lamerla, explorarla, darle placer...

-Te dolerá menos así...-le susurré relamiéndome. Mis labios sabían ahora a sal.-Relájate, Eli...

Volví a su rostro, a besarla un poco más mientras mi rodilla se encargaba de abrirle las piernas lo suficiente como para acomodar ahí mi cuerpo. Mientras la besaba de manera realmente apasionada comencé a penetrarla. Cuando su cuerpo se tensó supe que empezaban los dolores.

Le hablé en una mezcla de francés e inglés suusrrándole palabras cariñosas para calmarla. Mis manos y mi lengua se ocuparon de sus pechos, su cuello, su boca...tratando de contrarestar el dolor que sentía con cada una de mis lentas pero profundas embestidas.

por **Elisabeth M. Delacroix** Vie Jul 30, 2010 8:13 am

Observé como Cam descendió hasta quedar a la altura de mi feminidad. No pude más que mirarlo mientras mordía mi labio inferior con deseo al sentir cada uno de sus besos sobre mi piel. Dejé reposar la cabeza sobra la almohada con un suspiro, confiando en él. Sus dedos se adentraron en mi sexo, logrando hacerme jadear.

Sabía que ya se estaba acercando el momento decisivo y que el dolor sería inevitable pero él de nuevo logró desactivar mi tensión. Su lengua comenzó a deslizarse por mi feminidad haciéndome gemir al descubrir algo tan placentero. Mis manos se enredaron en sus rizos a la vez que arqueaba mi cadera hacia él en un acto involuntario.

Su voz sonó con ternura, intentando que no me tensara o aquello resultaría peor para mí. Intenté relajarme tal y como me había pedido, centrándome simplemente en aquel beso apasionado. Se acomodó entre mis piernas comenzando a entrar en mí. Un quejido de dolor se escapó de mis labios sin poder evitarlo pero quedó ahogado en aquel beso.

Mis uñas se clavaron en su espalda como acto reflejo al dolor que sentía el cual con cada movimiento de sus caderas iba disminuyendo dando paso a una corriente eléctrica que recorría mi columna. Cuando por fin me relajé gracias a las caricias que me propinaban sus labios y a los leves susurros, el dolor desapareció casi por completo y los gemidos se escapaban de mis labios debido al placer que me invadía de nuevo en aquella mezcla extraña

por **Cam Rohan** Vie Jul 30, 2010 4:23 pm

El cuerpo de Elizabeth se mostraba incómodo debido a la invasión de mi miembro en él. No obstante, no me detuve, llenándola por completo hasta que sentí que la última barrera que me dejaba fuera de ella se rompió y me sentí totalmente adentro. Inseguro comencé a aumentar el ritmo de mis embestidas buscando el placer de ambos. Sus uñas aflojaron la presión en mi espalda indicándome que el dolor ya no era tan fuerte. Con un gemido de agradecimiento la penetré nuevamente esta vez con más fuerza, casi sin poder contenerme.

Tenía los dientes apretados y el sudor me empapaba la espalda y los brazos. Era tan inmenso el deseo que sentía por Elisabeth que casi no me atrevía a seguir; pero lo hice. Atrpando sus labios con los míos y entrlanzando nuestras manos comencé aquel rítmico vaivén en el que mi miembro entraba y salía de su cuerpo. Sus piernas se enlazaron a mi espalda formando una presa de la que no podría escapar.

Era tan cálida, tan inocente...No como esas otras mujeres que no sentían el sexo de una manera más trascendental. Elizabeth era una chica adorable y tierna con la que me estaba sintiendo realmente bien. Demasiado bien, y eso me asustaba...Si mis sospechas hacia ella estaban siendo ciertas me metería en un buen lío y...

-Ah...-me mordí el labio cuando una descarga de placer me recorrió el cuerpo haciéndome sentir débil Miré a Elizabeth. Sus ojos eran preciosos y sus pecas estaban acentuadas por el rubor de sus mejillas. Le acaricié el rostro con el pulgar antes de dar una fuerte embestida que nos hizo temblar. Girando hacia un lado la dejé a ella sobre mí y le sonreí con ironía.

-Creo que es hora de que tu me hagas el amor a mí-le pedí ayudándola a cabalgarme. Me gustaba verla moverse sobre mí, con el cabello resbalando sobre su rostro como un hermoso manto.

por **Elisabeth M. Delacroix** Vie Jul 30, 2010 4:44 pm

Todo se intensificó cuando él notó que mi cuerpo dejaba de estar tenso y dolorido. Lo sentía entrar y salir de mí con mayor rapidez e intensidad. Sus labios buscaron los míos en un apasionado beso en el que me dejé llevar mientras que nuestros cuerpos se movían a un mismo ritmo. La verdad es que toda mi inseguridad había desaparecido por completo y solo quedaban mis sentimientos hacia él y la primera experiencia compartida.Con sencillez, entrelazó nuestras manos quedando así totalmente a su merced y no me importaba en absoluto.

Pequeños jadeos y gemidos se escapaban de mis labios a cada nueva penetración las cuales se tornaban más apasionadas conforme aumentaba el deseo y el placer entre los dos.Quería sentirlo más asi que tras titubear un poco, me atreví a enredar mis piernas en su espalda mientras mordía mi labio inferior.

Sentía la mirada de Cam sobre mí y no pude evitar sonrojarme pero, a pesar de ello, no esquivé su mirada.Dirigió uno de sus dedos a mi rostro, acariciándolo con suavidad, volviendo a mezclar toda aquella atracción y pasión con una gran ternura. Sin que esperase aquel movimiento, volvió a entrar en mí pero con fuerza y desición. No pude reprimir un fuerte gemido. Esperaba que no hubiera sido demasiado sonoro como para que alguien nos oyera.

Giramos sobre las sábanas hasta quedar mi cuerpo sobre el suyo, entonces, me pidió que fuese yo la que le hiciese el amor. No pude evitar que el rubor de mis mejillas se incrementara pero lo hice. Empecé a moverme sobre su cuerpo con suavidad y lentitud. Mis manos estaban apoyadas en su pecho y mis rodillas se encargaban de sostener el peso de mi cuerpo.

Mis labios descendieron hasta posarse en su cuello. Deslicé mi lengua por su piel para después juguetear con mis dientes. El movimiento de mis caderas era más intenso por lo que mis jadeos chocaban contra su piel. Mi mente no dejaba de dar vueltas a qué pasaría cuando todo el momento de pasión acabara. ¿Él se marcharía sin más o tal vez fuera tan perfecto como pensaba?

por **Cam Rohan** Vie Jul 30, 2010 5:12 pm

Sus movimientos hacían que llegase más y mejor a su interior. Eché la cabeza hacia atrás uniéndome a sus gemidos, no queriendo reprimirlos por más tiempo. Cuando su boca exploró mi cuello, jugueteando con dientes y lengua sentía una tensión nueva en mi miembro y supe lo que pasaría.

Con un fuerte gemido temblé y apreté los dientes cuando mi simiente se derramó dentro de ella. Jadeé notando el alivio y el cansancio. Abracé a Elisabeth, recostada en mi, aún con mi miemrbo dentro y me percaté de que tendríamos que limpiar su entrepierna manchada de sangre, sin duda. Le acarcié los rizos y la suave espalda.

-¿estás bien?-susurré-¿Te ha dolido mucho?

No imaginaba lo que debía sentir cuando mi virilidad había roto su virginidad. Suponía que era un dolor atroz debido a la expulsión de sangre. Al pensar aquello, la aferré más contra mi cuerpo en un intento de hacerle olvidar el dolor incial. Mis manos acariciaron sus nalgas describiendo círculos sobre ellas.

por **Elisabeth M. Delacroix** Vie Jul 30, 2010 5:28 pm

Mis rápidos movimientos, a la vez que mis caricias, lograron hacer que Cam llegase al climax. Sentí el tibio líquido en mi interior, ahora era completamente suya pero estaba el problema de quedar embarazada en el cual preferí no pensar. El placer me había recorrido por completo pero, para una primera vez sabía que no podía esperar nada más que eso pero no me importaba.

Me acosté sobre su pecho, atenta al latido de su agitado corazón que empezaba a disminuir su ritmo volviendo a la normalidad. Esperaba que sus fuertes brazos me rodearan y así fue. Me atrajo con suavidad contra su cuerpo mientras sus manos acariciaban mi espalda y mi cabello. Jamás me había imaginado que hacer el amor era así, sin duda era mejor de lo que había pensado.

Escuché las preocupadas sonrisas de sus labios que me hicieron sonreír. Parecía él más asustado que yo y eso que era mi primera vez no la suya.
-Tranquilo, no es nada más que un pequeño pellizco-le expliqué con dulzura para que no se preocupase. Todas mis amigas de España con las cuales había hablado sobre cómo sería vivir el momento, habían tenido la misma idea de un dolor insoportable, nada que ver con la realidad.

Me aferró más a su cuerpo y no pude evitar reír levemente. Actuaba con tanta dulzura que realmente me conmovía, me sentía como una auténtica princesa y protegida entre sus brazos. Con las yemas de mis dedos me dediqué a realizar dibujos sobre su torso desnudo. Era feliz. Lo que nadie había logrado en todos estos años, él lo consiguió en minutos.

Mis ojos se fijaron de nuevo en los suyos, profundos, en los cuales me quedé prendada. Estaba segura de que debía confesarle toda la verdad y eso haría, ya no podía volver atrás.
-Cam, debo decirte algo...-musité sonrojada, escondiendo la cara contra su pecho

por **Cam Rohan** Vie Jul 30, 2010 5:43 pm

Respiré algo más tranquilo al saber que no le había dolido tanto. Solté una suave risa y me acurruqué más contra ella preprado para quedarnos medio dormidos...Aunque primero tenía que limpiar todo, eso sí. Y avisar a Gastón de que estábamos aquí arriba. Era un tipo simpático con el que me llevaba bastante bien así que tal vez me dejara quedarme allí arriba más rato.

Elizabeth murmuró que tenía que contarme algo. Entreabrí los ojos y la miré, feliz. Le tapé la boca con la mano y le susurré.

-Aguarda un minuto. Voy a traerte paños para que te limpies...Llevarás sangre-la besé en la frente y la hice deslizarse por mi cuerpo hasta que quedó tumbada boca arriba sobre la cama. Contemplé su cuerpo desnudo y entorné los ojos.

-Voy a salir de aquí antes de que esto se alere un poco más-dije mirándome abajo-.No tardo nada.

Me vestí apresuradamente. Quizás podía incluso conseguir sábanas limpias y podríamos echarnos un pequeño sueñecito. Necesitaba descansar después de llevar todo un día caminando.

Convencer al tabernero fue fácil. Me proprocionó algo de agua y toallas que me ayudó a transportar hasta la habitación junto con unas sábanas y unas pocas piezas de fruta para comer. Le di las gracias y entré nuevamente con una sonrisa. Me aproximé hasta la cama con el agua y me incliné sobre sus piernas desnudad y entreabiertas. Empapé una toalla con agua fresca y comencé a limpiarla con delicadeza. Sabía que el agua fría la calmaría.

-¿Qué era eso que tenías que decirme?

por **Elisabeth M. Delacroix** Vie Jul 30, 2010 5:57 pm

Estaba lista para confesarle toda la verdad de quién era yo y saber si seguía aceptándome sin que fuera una doncella pero entonces tapó mi boca para que no dijera nada y me limitase a esperar. Depositó un leve beso en mi frente que me hizo sonreír, resignándome a esperar allí tumbada a que él trajera algo para limpiar todo el desastre que mi virginidad había causado.

No pude reprimir una risa por su comentario. La verdad, no esperaba que pudiera recuperarse tan pronto pero antes que nada debíamos de hablar. Admiré su cuerpo con total libertad mientras se vestía con rapidez para salir y dejarme sola en la habitación.

Me estiré en las sábanas, notando una leve punzada en mi bajo vientre la cual sabía que era debido a lo que acababa de ocurrir por lo que no me preocupé. Dejé caer la cabeza sobre la almohada, deseando con todas mis fuerzas que mi situación social no cambiara su forma de verme en ninguno de los sentidos pero nunca podía saber como reaccionaría.

A los pocos minutos lo vi entrar de nuevo por la puerta de la habitación con agua y paños. Que se preocupara por mí de esa forma era muy agradable. Iba a levantarme para limpiar mi feminidad cuando él empezó a hacerlo por mí. El frescor del agua me hizo soltar un suspiro de sorpresa pero agradecí aquella frescura.

Abrí la boca ante su pregunta. La verdad es que habría preferido contárselo en otro momento pero ya no iba a volver a salir corriendo.
-Yo...verás...no soy doncella ni sirvienta...-dije ruborizada mirando hacia otro lugar

por **Cam Rohan** Mar Ago 03, 2010 6:51 am

La miré un instante mientras la sonrisa se borraba de mi cara. Suspiré y cerré los ojos.
-Has dicho que te apellidabas Delacroix,¿verdad?-me senté en el borde de la cama- ¿Eres rica, Elisabeth?

Me había metido en un buen lío. Todo es más sencillo si ambos somos de la misma clase social. Pero si su familia era poderosa...Nadie le perdonaría lo que había pasado entre nosotros. Por no hablar de...

-Hemos de ir a ver a mi abuela...Hay una planta que interrumpe los embarazos-me agaché para buscar su ropa-. Es sólo por precaución; no será bueno para ti que te quedes embarzada sin estar casada y encima de un ...gitano.

Probablemente Elizabeth se alejaría de mí para siempre. Su familia se pondría en mi contra eincluso dirían que la había violado si con ello e vitaba la verguenza que el tener un lío conmigo iba acarrearles. La miré con tristeza mientras se vestía.

-¿Por qué no me lo has dicho antes? Acaso...¿me has utilizado?-de repente sentí la ira creciendo dentro de mí-¿Soy el resultad de un acto rebelde por tu parte?

por **Elisabeth M. Delacroix** Mar Ago 03, 2010 7:02 am

Al ver como su expresión cambiaba totalmente, supe que mis temores eran acertados. Ya sin duda no era para él cualquier chica si no una chica rica por culpa de mi estúpido apellido el cual no me importaba en absoluto. Asentí con la cabeza ante su pregunta, aun que fue más una reflexión por su parte, asimilando aquello.

Habló sobre embarazo, su abuela y una planta, hasta ahí no vi nada mal hasta que al unir todo y mezclarlo con las palabras "bueno para ti" ya no me pareció igual.
-Ya claro...bueno para mí-susurré con tristeza. Tras ese golpe al considerarme exactamente igual que todas las niñas ricas y mimadas no pude más que empezar a vestirme de nuevo, evitando mirarlo. No entendía como le había podido dar tan si quiera el beneficio de la duda si ya sabía lo que pasaría.

Terminé de colocar mi vestido cuando él volvió a hablar. Le iba a explicar el porqué pero, de nuevo, fastidió todo con sus palabras. La rabia y la frustración se apoderaron de mí dandome la fuerza necesaria para volver a mirarlo ahora con una pizca de odio en la mirada. Al final él era igual que todos.
-¿De verdad de crees una de esas estúpidas niñas mimadas? Si quiero hacer algo rebelde me voy lejos donde no me encuentren, no me acuesto con el primero que veo arriesgando todo a nada-dije con las mejillas encendidas por la ofuscación del momento

por **Cam Rohan** Jue Ago 05, 2010 5:33 pm

-¡No , claro que no creo que seas una de esas niñas tontas!-la miré desesperado porque entendiese-Pero. ¡Mírame!

"Soy gitano", quise añadir, pero las palabras se me atascaron en la garganta. la miré con los ojos muy abiertos y las manos extendidas.

-¿No te das cuenta de que podrían repudiarte por mi culpa? ¿Qué ningún hombre que pudiese darte un futuro te querría a su lado? Para los blancos sólo soy escoria y si tú...-me acerque hasta ella y posé mi mano en su vientre-concibes un bebé mío te obligarán a bandonarlo como tuvo que hacer mi madre...

Suspiré y me senté en la cama con la cabeza entre las manos. No quería admitir que el rato que había pasado con Elisabeth había sido el mejor en mucho tiempo. La miré; sus rizos oscuros, piel blanca y ojos claros...La quería toda ella y por eso no podía tenerla.

-No soy bueno para una señorita como tu-le sonreí de lado, triste-. Sólo soy un pobre diablo.

por **Elisabeth M. Delacroix** Jue Ago 05, 2010 5:48 pm

Él dijo que no me consideraba una niña mimada y yo simplemente no lo creí. Ya no sabía que esperar de él pues él mismo se estaba considerando inferior y hablaba de casarme con alguien de mi condición por dinero. Como se notaba que no me conocía en absoluto.

Se acercó hasta mí continuando aquella frase, posando sus manos en mi vientre y yo no pude más que dar un paso hacia atrás. No quería debilitarme ahora, tenía que ser adulta, fuerte y pensar con la cabeza fría.
-Si tengo un hijo será solo cosa mía, ya me encargaré de darle un futuro sin que lo arranquen de mis brazos-dije apretando la tela de mi vestido con fuerza.

Lo último que dijo antes de volver a la cama no dejó de dar vueltas en mi cabeza. Al parecer todo esto le daba tanto miedo porque era la misma historia que habían vivido sus padres pero yo no abandonaría a mi bebé por nada del mundo, aunque tuviera que trabajar de cortesana.
-Todo el mundo cree saber lo que es bueno para mí pero siempre os equivocais-comenté caminando hacia la puerta de la habitación- Ha sido un gusto conocerlo, señor, espero que no tenga que volver a soportar mi presencia.-respondí volviendo a aquel trato cordial del principio

La verdad es que estaba deseando alejarme de cualquier mirada para poder llorar tranquila, después tomaría la decisión de qué hacer, cuando todo aquello no estuviese tan reciente. Me sentía como una tonta y como una cualquiera, realmente no era agradable estar así.

por **Cam Rohan** Sáb Ago 14, 2010 6:18 am

Elisabeth salió por la puerta y yo me quedé solo y aturdido en la cama. ¿Porque siempre lo estropeaba todo? Ahora mismo sólo me apetecía acurrucarme en su piel cremosa y hacerle el amor una y otra vez y susurrarle palabras en el lenguaje antiguo de los gitanos mientras le tocaba el cabello.

Sin embargo ella se iba, me dejaba. Y lo peor era que si realmente estaba embarazada la tratrían de ramera. Y eso era algo que yo no estaba dispuesto a consentir. Me puse en pie y salí tras ella. La divisé bajando las escaleras cabizbaja. Corrí hasta ella y la atrapé entre mis brazos para apoyarla contra la pared.

-¿Estás llorando?-le pregunté al ver una suaves lágrimas deslizándose por sus mejillas-¿te he hecho llorar?-le quité una con el dedo y la lamí. Era salada- No te enfades; no sabes lo quees vivir en la calle sin tener nada que llevarte a la boca. Amigas mías se prosituyen y muchas acaban suicidándose. ¿No lo entiendes? ¿No entiendes que eso no puede pasarte a ti?

"Porque eres demasiado buena y dulce y eso te aplastaría", quise añadir, pero me callé. La miré con firmeza.

-Prométeme que si descubren esto y te echan de casa vendrás a vivir al campamento. Porque, si de verdad tiene un hijo, ya no será sólo asunto tuyo. un gitano jamás deja atrás a sus hijos.

por **Elisabeth M. Delacroix** Sáb Ago 14, 2010 8:45 am

Mis pasos rápidos por la escalera se vieron interrumpidos por su cuerpo, dejándome atrapada contra la pared, expuesta a él. Las lágrimas rodaban por mis mejillas y aún así él preguntó que si lloraba ¿tan poco evidente era?. La verdad es que a pesar de todo, no estaba enfadada solo dolida por la baja estima que me había otorgado solo por ser de otra clase social y eso, no era justo.
-¿Y tú no entiendes que seré yo la que decida mi vida?-dije levantando la cabeza para mirarlo a los ojos con esa furia que contenía en ese momento.

Luchaba contra mí misma para no abrazarme a él entre lágrimas ¿cuándo habíamos pasado de la felicidad al drama?. Volví a bajar la mirada a mis manos, las cuales seguían aferradas a la tela de mi vestido. Conocía que la vida no era fácil pero yo no quería la vida que llevaba y sin duda, era justo lo que él quería que me casase con un rico por el que solo sentiría repulsión y llevara una vida acomodada.

Me pidió que le prometiera algo, que fuera al campamento si estaba embarazada. Nunca rompía mis promesas por lo que no iba a prometerle algo así. Negué con la cabeza centrándome en sus ojos con esa dulzura que durante la pelea se había esfumado por culpa de sus palabras.
-Solo te prometo que lo sabrás...

Si estaba embarazada de verdad, no podía volverme una carga para él, no quería ser eso, una molestia y una piedra en el camino. La mejor opción sería irme lejos, fuera de Europa a algún lugar donde solo fuera una mujer más entre tantas y mi hijo siempre tendría todo sin necesitar de un padre aun que por las esquinas me acusaran de prostituta

por **Cam Rohan** Sáb Ago 14, 2010 6:12 pm

-Oh no no-dije empezando a cabrearme de verdad-. Si estuvieses embarazada yo tendría el mismo derecho que tu de criarlo-la miré con los ojos entrecerrados-.Te persiguiré a donde quiera que vayas y me llevaré a mi hijo si intentas arrebatármelo-dije cabreado.

Vale que le había hecho daño pero, un bebé era cosa de dos. Sólo de imaginarme un chiquillo de rizos oscuros, piel morena y enormes ojos claros se me enternecía el corazón.

-Y aunque tú decidas tu vida y te paezca muy valiente y mue cahci vivir como mendiga o prostituta...eso sólo me hace ver que eres una niña y que no tienes ni idea de lo que pasa fuera-Si. Había conseguido enfurecerme.-Te estaré vigilando Elisabeth, como un auténtico halcón y si he de raptarte y esperar a que nazac mi criatura lo haré.

Y tras decir eso la solté y esa vez fui yo el que se marchó indignado escaleras abajo. Pasé como una exhalación entre las mesas medio vacías ya y abría la puerta de golpe. Sin mirar atrás, salí afuera perdiéndome en las calles que eran mi terreno...

off: damos el tema por cerrado?? Very Happy

Cam podría ir alguna vez a espiarte a tu hogar XD

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