Recién despierto [priv camila]

Recuerdo del primer mensaje :


Hacía treinta y cinco minutos el sol se había escondido; y la noche empezaba a dejar salir a las criaturas por sus caminos. Por fin podía ir a sentir el aire y el fresco de las afueras. No tenía que estar mas encerrado. Corrí cual niño; saliendo desde la ventana, para así empezar a disfrutar de la calidez del bosque. Siempre era un buen lugar para comenzar el "dia" nocturno.
Me puse a mirar un momento los animales alrededor y a subir de vez en cuando a algún árbol. Ese día era especialmente hermoso, la luna estaba en lo alto de la pendiente. Cubierta por algunas nubes muy débilmente y se podía notar que era un cuarto de luna bellísimo. Me mordí los labios al verla y me tiré desde la punta de una rama al piso, revolcándome en las hojas; por alguna razón las hojas del bosque siempre estaban acumuladas y limpias, como si fuesen renovadas cada mañana. Me estiré sobre ellas y luego de estas casi media hora de mi "día" allí me puse de pié, moví mi cuello haciéndolo crujir y entrelacé mis dedos haciendo que suenen de la misma forma. La verdad no estaba muy bien vestido, así que ya pronto comencé a dar la vuelta hacia la casa. Había estado durmiendo como un perezoso ese día, sin levantarme de la cama ni siquiera para practicar algo de piano. Simplemente había estado muy flojo.

Cuando volví a mi casa, que estaba justamente delante del bosque; subí por la ventana y me desvestí en el balcón, mirando a la luna mientras me ponía una chamarra color negra algo transparente y unos pantalones negros gastados en las rodillas y un poco mas abajo; me senté allí en el piso aun mirando hacía el bosque, estaba especialmente hermoso y comencé a ponerme unas botas de cuero con algunos enganches de plata a los costados.

-Ahh ~~ Hoy será un buen día, no?

Pregunté como si esperara respuesta alguna y comencé a tirar mis cabellos hacía atrás, lamiendo mis labios de un especial rojo carmesí. Por alguna razón mis labios siempre parecían lucir hinchados y daban un toque sensual en mi habla. Me apoyé sobre la baranda del balcón y me quedé mirando hacia abajo, con una sonrisa de lado a lado, abanicando mis pies sobre el piso. Aún no se me ocurría bien donde iría ahora; faltaban casi dos horas para tener que ir al teatro; por lo que tenía un buen tiempo libre y no lo quería ocupar comiendo o algo así. No tenía hambre aún. Quizá un poco ganas de cocinar, eso siempre me relajaba; pero sería interesante tener alguien para quien preparar comida... últimamente no era tan fácil conseguir invitados que no quisieran robar la mitad de las cosas de la casa.

Estaba feliz, ella se estaba tomando muy enserio la ida al teatro, aquello me emocionaba, por que significaba que tendría que dar mas de lo que siempre doy, para así ofrecerle un buen espectáculo! Aquellas cosas llenaban mi corazón seco y muerto de vida. Como si aquél órgano volviese a latir por arte de magia. Era indescriptible mi amor por la música, y más aún cuando se trataba de satisfacer los deseos de alguien con ella.

-Ohh! Eso sería bueno, me hace falta algo de vida en esta casa... Mi papa no ha estado últimamente... Así que ando un poco solitario.

Susurraba, al tiempo que ya iba preparando las cosas en la cocina. Sonriendo al ver que ella había saludado amablemente a la ama de llave; al parecer era bastante agradable con todos y no era simplemente por el hecho de que le haría de comer o de que me había engañado. Ella parecía realmente adorable en todo momento.
Me asombré de repente cuando acepto la comida picante y sonreí de oreja a oreja. Eso era fantástico! No había muchas personas de ese lugar que te gustara la comida picante, ya que de por si, francia no era un lugar tan amante de esas comidas. Por lo que me quedé con una sonrisa que a cada momento se volvía mas grande, empezando a poner agua a calentar y dos woks en el fuego lento. Decidí que cocinaría algo de arroz picante con verduras y carne de pollo y pescado salteada. Pues ella había dicho que cocinara lo que me guste y en realidad no había nada que realmente me gustara en esos momentos. Pero esa era una de las mejores cosas que sabía hacer. Así que esperaba que le guste, sino me sentiría algo apenado.

-Cocinaré arroz, con carne de pollo y pescado salteado, con verduras al wok. Espero que te gusten las verduras, en cualquier caso las omitimos!

Susurré mientras tomaba una taza y ponía tres de arroz. Usualmente era una taza por persona, pero no sabía que tanto comía y aparte tenía que preparar para la ama de llaves, así que mataría dos pájaros de un tiro. Ya que no me iba a dar tiempo a cocinar dos veces y llegar al teatro. Le sonreí con cuidado y señalé un armario que había al lado, haciéndole seña para que saque los platos y vasos que estaban allí. Luego me encargaría yo de los cubiertos. Me quedé pensativo; que deberían tomar? Quiza un vino? Es que la ama de casa solía beber agua sola, no le agradaba el sabor del vino, pero yo no sabía si aquella gatita querría o no.

-Quieres vino para cenar? O te gustaría alguna otra cosa? Creo que tengo la mayoría de lo que sea bebida aquí...

Le sonreí con ganas mientras movía un poco el arroz, esperando a que se empiecen a hacer; pues la carne se hacía bastante rápido. Y si no quería que nada se queme, se pase o quede crudo tenía que esperar. Volví a mis pensamientos sobre la bebida, realmente probablemente teníamos todas clases de bebidas, ya que era algo que los vampiros podíamos tomar sin dificultar. Pero al comida era mas complicado; se podía comer muy poco y después era muy difícil digerirla, aparte de no tener demasiado gusto a menos que sea bastante picante, por lo que era todo un dilema la comida para los vampiros. Siendo contrario el tema de las bebidas.

Claro que iria a hacerle compañia después de todo yo estaba acosrumbreda a estar sola pero no creia que las demás personas lo estuvieran, e incluso yo estando acostumbrada me agradaba recibir visitas o salir a ver a las personas que me importaban, mi casa me parecia grande y vacia asi que no podía imaginar que pensaba Hero al ver aquella casa mucho más grande que la mia y con nada de gente alrededor, aunque vivir en el bosque parecia ser magnifico.

-Me parece bien lo que cocinaras - sonrei - me gustan las verduras por eso no te apures - arregle un mechon de mi cabello - aunque de pequeña las odiaba sabes, pero bueno deje de ser pequeña hace mucho.
Observe con suma atención como comenzaba a cocinar las cosas, Hero parecia saber en verdad lo que hacía y por unos momentos me dio mucha envidia ya que mis aptitudes culinarias no eran nada parecidas a las suyas. Sabía cocinar pero necesitaba de muchisima paciencia y más inspiración porque por extraño que soñase si no era así todo me salía mal. Además de que por lo general olvidaba un ingrediente o dos de la receta, eso sin importar cuantas veces antes la hubiese preparado.
Mis pensamientos se vieron interrumpidos cuando Hero me sonrio y me hizo una seña; por lo que me dirigi hacia el armario, al abrirlo vi los platos y los vasos pero como no sabía quienes comeriamos decidi sacar tres de cada uno y los puse con cuidado en la mesa para después volverme a Hero y seguir observando como cocinaba.

- Vino estaría bien - respondi si separar mi mirada de las manos que habilidosamente cocinaban todo. Yo no era mucho de beber vino pero en aquellos momentos me daban ganas de comer de aquella manera puesto que consideraba un ocasión especial todo aquello, conocer personas nuevas siempre era todo un suceso y dado la situación de nuestro encuentro me parecia más adecuado acompañar la cena con vino.

Vaya que Hero es bueno cocinando - pense en voz alta y al darme cuenta me ruborice un poco - lo siento hable en voz alta.

Asentí a aquella afirmación por su parte mientras movía con suavidad la olla, preparando una salsa aparte, para condimentar aquella comida. La verdad me preocupaba un poco el hecho de que ella luego notaría que yo no comería nada; pero esperaba que eso no la incomode... La verdad recién en ese momento me había puesto a pensar, por lo que no sabía bien como haría. Ya uego me ocuparía yo de eso.

-Ohhh! Me han dicho que la mayoría no comen verduras de pequeño. Yo no lo recuerdo; pero seguro que no era la excepción! Espero que te guste ~

Susurré al tiempo que seguía preparando las cosas con sumo cuidado. Sintiendo como la chica miraba minuciosamente que es lo que hacía. Estaba feliz; por un lado nadie antes me había visto cocinando. Sino que la mayoría solo veían el resultado; así que también tenía un poco de nervios. La idea en general de aquella comida era simple, solo que había que cocinarla en tiempo y forma, para que salga realmente tierna. Ya apenas pasaron unos cinco minutos, comencé a preparar la carne; primero condimentando un poco el wok con las verduras, dejándolas reposar, poniéndoles algo de condimento arriba. La miré de reojo y asentí con muchas ganas. Ella estaba poniendo los platos y se veía algo perdida. Puso tres; por lo que seguro esperaba que y también comiera. Miré hacía arriba y rápidamente se me ocurrió una quizá; buena idea.

-Ohh Yo no comeré aún; sabes hoy tengo trabajo y si voy con el estómago lleno, no puedo cantar del todo bien... Ohh genial! Te acompañaré con una copa de vino de ser así!

Asentí con ganas y abrí despacito mis ojos, mirándola de perfil. Que era lo que ella había dicho? Realmente lo había dicho en voz alta. Y había provocado que todo mi rostro se ponga de color rojo intenso. Solo atiné a bajar la cabeza y negar un poco. Sonriendo, dejando ver mis dientes uno a uno. Estaba realmente avergonzado. Principalmente por que ella aún no había probado nada y al parecer tenía algo de expectativas, que tenía miedo de no cumplir.

-Pero... si aún no he terminado... Como puedes decir eso? Igual, realmente gracias ~ Me encanta cocinar~~ Y dime... Que haces para vivir? Cuéntame de ti por favor~~ Quiero saber mas

Acepté vergonzosamente su cumplido, mientras la carne se terminaba de hacer y empezaba a acomodarla junto con el arroz, empezando a hacer minuciosamente la presentación. Era mi parte favorita pues dejaba salir a mi imaginación; creando formas y figuras bonitas con la comida.

En algunos puntos sentía que debía dejar de observar a Hero, porque no es muy agradable que mientras uno intente cocinar pacificamente alguién más llegue y se te quede mirando como yo lo estaba haciendo en esos momentos pero me era simplemente imponsible retirar la mirada, continuaba fascinada tal cual lo estan los niños pequeños ante alguna novedad.
El hecho de que no recordara si le gustaban las verduras o no de pequeño, hizo que yo soltara una pequeña risita pero en forma de burla ni por ofenderle solo que me parecía en cierta forma encantador, el sueño de todo niño debía ser olvidarse de las verduras por lo que en aquellos momentos más de uno debía envidiar a Hero aun sin conocerle.

Me sorprendi al saber que no comería y a la vez me sentí sumamente avergonzada pues entonces practicamente cocinaba para mi, por si fuera poco había dicho que tenía trabajo y debía cantar lo que hizo sentir mal ya que senti que le robaba el tiempo que podía utilizar en alguna otra cosa. Me moví sin siquiera darme cuenta y me dirigi a guardar un plato de donde le había sacado.
-Espero no quitarte tiempo que podrias emplear en otra cosa - gire mi vista hacia los platos - lo ultimo que quiero es causarte molestias ¿sabes?.

Y con cada segundo que pasaba en aquel sitio me sentía más boba ya que primero sentia que le robaba tiempo y despues comenzaba a decir cosas sin darme cuenta. Aunque mi comentario sobre el y la cocina lo hubiese hecho incluso si me hubiesen dado la oportunidad de cambiarlo ya que verle sonrojado no tenia precio.
- Perdona es que algunas veces digo las cosas que pienso en voz alta sin querer decirlas, pero pues eso es lo que me parece a mi - sonrei y camine de regreso a ver que hacía una vez más mientras comenzaba a responder sus preguntas.
- Veras yo trabajo en el café de París, ya que la paga es más que suficiente para mantenerme a mi misma - rei - estar sola tiene sus ventajas y como la casa ya les pertenecia a mis padres pues eso fue algo por lo que no tuve que preocuparme en lo más minimo; mi casa no sera para nada comparable a la tuya - observe a mi alrededor - pero es suficiente para mi sola - volvi a observarle de nuevo - espero algún día me visites, sería todo un honor para mi

Abrí suavemente los ojos cuando ella se rió de mi y bufé, sacando la lengua de forma graciosa. No era algo que me había molestado, solo me había sorprendido tal risita acerca de la tristeza de no poder recordar. Aunque claro, aquello era solo algo mínimo, el problema iba cuando las memorias se van y no regresan; cuando los rostros de las personas no aparecen... No en un plato de verduras. Así que luego de la lengua le dediqué una suave sonrisa, mientras me dedicaba a adornar y terminar la comida para ella. Estaba contento de poner ofrecérsela a alguien con tal carisma entretenido y divertido.

-Noo ~ Si no estaba haciendo nada! En realidad estaba haciendo tiempo hasta la hora de trabajo. Por favor come todo lo que quieras y más! Lo único que podría estar haciendo en lugar de esto es cantar y no tengo muchas ganas... Ah.. gracias!

Sonreí cuando ella guardo el juego de mesa que estaba de más. Esas eran cosas que agradecía pues, algo que odiaba era guardar o lavar los platos. La ama de casa era una de las cosas cosas que tenía que hacer. Ya que yo me encargaba de gran parte de los labores. Menos de guardar y lavar los platos. Aquello era algo que odiaba. Y nunca lo haría mientras pudiese hacer que alguien mas los haga por mi.

Y allí seguía mi sonrojo, suspirando de vergüenza cuando ella seguía hablando, era como si ensuciara mas el camino con cada palabra que decía, así que solo pude empezar a reír, llevando el plato a la mesa, para dividirlo en varias partes y poner una gran medida en el plato de la muchacha; la mayoría de las personas temían servirse un segundo plato, así que usualmente lo que hacía era servir un gran y enorme plato, para que aquello no se necesite.
Empecé a asentir a sus palabras, mientras buscaba un vino bueno en la bodega que había a un lado; aquella era la mas chica de las bodegas, pues luego había mas vinos abajo de papa. A el le gustaban mucho y siempre los coleccionaba o se los regalaban, así que decidí sacar uno bastante bueno y lo serví como mi papa me había enseñado, dejándose lo al lado para ahora servirme a mi mismo y tomar un buen trago, antes de acomodarle los cubiertos y dejarle todo preparado.

-Espero no incomodarte taaanto, por que se que estarás incomoda. Pero me gusta ver a las personas disfrutar de lo que cocino! Aparte me miraste con esos ojos grandes desde que empecé así que yo te miraré igual como venganzaaa!!

Reí divertido y me cubrí los labios, mientras me movía a los lados, tomando cada tanto un poco mas de vino y mirando el reloj cada algún tiempo. No podía llegar tarde, hoy era un día importante.
Había unas personas nuevas que al parecer iban a ir y parecía ser bastante importante que hace la performance al pie de la letra, así que aún con toda la relajación que ella le había dado estaba algo nervioso.

-Ohh en el café?! Y nunca te he visto? Haces turno tarde o mañana? Yo suelo ir de noche, pasadas las diez, cuando el sol esta bien bajo voy allí a tomar una copa de whisky... Pero nunca te he visto! Omm...

Dejé salir un pequeño quejido, pues realmente me hubiese gustado conocerla y aparte que nunca me olvidaba de las mujeres rubias claras, me gustaban bastante y mas cuando tenían la piel así de pastel como ella. Poco a poco me recargué, observando como comía y le saqué la lengua para robarle el pedasito que se estaba por meter a la boca, masticándolo un poco. Tenía gusto en mi paladar y rico olor, esperaba que este bueno.

-Mm? Les pasó algo a tus padres? ... Puedes no responder si eso deseas!

Aclaré mientras seguía molestándola, bebiendo cada tanto de mi copa de vino.

Reí incluso más al verle sacarme la lengua, gesto que solo había visto en niños pequeños pero como me volvía a decir a mi misma, Hero era un niño en el cuerpo de un adulto joven; me levante en las puntas de mis pies para poder observar curiosa como estaba quedando el plato y me sorprendi al verlo, lucía incluso mejor decorado que lo que soliamos entregar a los clientes en el café, lugar en el que se suponía todo tenía que lucir pulcro y hermoso sin embrago aquella comida le ganaba por mucho a cualquier cosa que hubiese yo entregado con anterioridad o visto en algún otro sitio.

Sonreí al oirle decir que no le causaba problemas alguno, asi como cuando sonrei de nuevo cuando me agradecio que guardara el plato; lentamente me daba cuenta de que al lado de Hero sonreia más de lo usual y no solo me sentia tranquila y comoda si no que sentia que le conocia desde mucho tiempo atras, suposicion bastante ridicula pero inevitable de recorrer mi mente.

Una vez que hubo terminado de preparar aquel plato y lo acerco a mi asi como los cubiertos y el vino, me quede inmovil y abri los ojos como platos justo como el que tenía enfrente... ¿verme comer? ¿a mi?, esa era una de las cosas más vergonzosas que pudiera pasarme, a mi punto de vista eso era casi tan vergonsozo como el hecho de que me hubiese visto desnuda.
- Pero... pero - intente responder a sus palabras pero sabía en lo profundo de mi que su peticón y venganza eran bastante logicas, después de todo yo me había pasado pegada a Hero lo más que pude para verle cocinar - esta bien, solo no te rias si es que como gracioso esta bien - tome un bocado y ... - Hero, esto esta muchisimo más delicioso de lo que esperaba - deje de hablar para concentrarme en el plato que tenia enfrente mio dado que aquella comida era todo un manjar para mi.

Trague el bocado que tenía en la boca para asi poder responder de nuevo a Hero, aunque por breves segundos casi respondia con la boca llena y que falta de educación sería esa ante alguien tan atento conmigo.
- Tengo turno de mañana, solo que algunas veces lo cambió por el de la tarde, asi que ahi esta la razon de que no me hayas visto; ese turno me parece más practico sabes asi puedo salir por la tarde como una persona normal y hacer algunos otros asuntillos de noche con mis otras formas - tome un poco de vino y justo cuando iba a tomar otro bocado Hero estiró la lengua a lo que no pude evitar más que darle el pedazo.

Di un sorbo más al vino cuando pregunto por mis padres, aunque no era algo de lo que me molestara hablar, se mostraba comprensivo si no quería hacerlo.
- Pues mi madre aun vive dado que es una cambiaformas y de ahi he sacado el don - sonreí - pero esta en el campo le agrada la tranquilidad y mi padre - guarde un ligero silencio y para despues observarle fijo - murió ya que el era completamente humano y pues nosotras envejeciamos más lento que él, cosas de la vida supongo - sonrei y continue comiendo del plato y sin dejar de observar la comida restante hable - Y tu ¿qué puedes contarme de ti mismo? - hice la pregunta tal vez demasiado abierta pero no queria incomodarle con alguna cosa.

Una risotada escapó de mis labios al ver como se ponía así de nerviosa y solo me apoyé sobre mis manos, mientras movía la cabeza esperando verla probar bocado. Abrí mis labios cuando ella lo hizo, como esperando ansioso a ver como es que estaba la comida. La verdad, me preocupaba algunas veces, el hecho de no poder probarla en su entero sabor me ponía algo nervioso. Desearía poder seguir comiendo esas comidas tranquilamente y con el gusto real que conllevan las comidas.

-No me reiré, lo juro (?) Hahaha

Cubrí mis labios y luego me mordí los labios con ganas, quedándome callado mientras le miraba, moviéndome de un costado hacia otro, para pronto agarrar una copa de mi vino, bebiendo suavemente. Hacía bastante que no bebía vino, pues prefería licores mas fuertes; pero el líquido rojo tenía un sabor especial y ciertamente recordaba a la sangre. Le miré desde el rabillo cuando ella al fin comió y tragué dejando fluir una enorme sonrisa blanca, apoyando palma con palma, bajando apenas la cabeza, dando las gracias naturales de mi país natal.

-Ohh~ Me alegro mucho que te guste ~ Ohh turno de mañana... Que lastima!

Dije inconsciente y dejé salir un bufido, aún así mirando como comía de vez en vez, escuchándola atentamente. Probablemente, luego me iría a anotar un poco las cosas de esa chica. Para así no olvidarla; su rostro, estaba algo seguro de que lo recordaría, pero ya las cosas que me decía seguro que no. Eso me ponía algo mas algunas veces, pero no había caso; tendría que convivir con aquello por siempre. Asentí a sus palabras y estiré mi espalda contra la silla, mientras miraba hacía arriba y al enorme reloj de pared de un lado. En media hora tendría que marcharme y realmente no quería.

-Ohh... Eh? No sabía que los cambia formas envejecían lentamente... Ohhh Y cuantos años tienes tu? Que cosa rara, tampoco me lo imaginaba a eso. Ya veo, entonces ciertamente, son cosas de la vida misma.

Asentí al escuchar del fallecimiento de su padre. De alguna forma me hacía sentir un poco culpable, el hecho de que los seres inmortales o de envejecimiento lento existieran... No sabía si era bueno o malo. Siempre he dicho que quiero vivir solo cien años. Pero no sabía exactamente como reaccionaría al llegar a esa edad o si llegaba... De todas formas a los vampiros los pueden matar al igual que a cualquier ser con inmortalidad. El hecho de poder sobrevivir a muchas mas cosas y no envejecer... No nos hacía dioses ni mucho menos. Sino que era casi una maldición, al menos para mi, que no terminaba de entender la idea de vivir por siempre.

-De mi... Mmm Y-yo... No recuerdo muchas cosas, cuando era mas chico, emm me pegue en la cabeza? O algo así. Mi padre trabaja introduciendo empresas a diferentes países, así que usualmente no está en casa... Y solo tenemos a la ama de llaves. Ninguna otra persona. Ella es como mi madre, me cuida y me ayuda cuando lo necesito. Luego esta el hombre que lleva el carro; pero no vive aquí.

Dije con diversión, explicando todo; pestañeando al ver como pasaba el tiempo. Realmente algunas veces o pasaba rapidísimo o no pasaba nunca! Ya casi se haría el horario y tendría que despedirme de ella. Puse algo de mala cara y le miré con las mejillas algo infladas, suspirando abrumado.

-Pronto tendré que irme al teatro; pero volverás, no es cierto? Yo siempre estoy aquí en el día hasta las ocho o nueve de la noche... Luego de eso me voy... Pero puedes venir cuando quieras!

Continue comiendo lo que estaba en el plato y a medida que el contenido disminuia sabía que lo hacía también el tiempo que estarí ahi puesto que Hero comenzo a la hora cosa que para mi significaba que su hora de espectaculo estaba cerca así como el momento de despedirme de aquella casa se encontraba proximo; como no quería retrasarle no ser una molestia comence a comer más rapido pero sin descuidarme ya que si no era suficiente que Hero me observara cosa que me apenaba, si comenzaba a comer como alguien que jamás en su vida hubiese probado alimentos me sentiria muchisimo más avergonzada de lo que ya estaba, aunque la verdad me alegre de su ligera molestia al saber que trabajaba por las mañanas, de haber tenido otro horario me hubiese encantado ser en el que Hero asistia al café pero me era imposible o más que eso no me era funcional para mis planes ni forma de vida, aun así no pude evitar sonreir al oirle bufar como un pequeño caprichoso.

Una vez hube oido su pregunta sobre mi edad y el envejecimiento de los cambiaformas, tome un poco más de vino para que la comida bajase más pronto.
- Pues si envejecemos más lento, pero para serte sincera no se la razón de esta caracteristica en particular que poseemos solo se que aparentamos la mitad de la edad que en realidad tenemos - le sonrei de medio lado - Hero, a una dama jamás se le pregunta su edad es de mala educación lo sabias - estire mi dedo para darle un ligero golpecito en la nariz y después reir - pero dado que no soy una dama normal no me importara decirtelo, veras tengo 42 años - continue con la comida en mi plato, la verdad es que lo de mi edad era bastante curioso ya que para mi era normal aquello pero no podía imaginarme ni remotamente como era envejecer como las personas normales.
Muchas de las personas que había conocido en mi juventud antes de dejar París ahora lucian mayores que yo y ni siquiera me reconocian o creian que era hija de mi misma, cosa que no negaba por obvias razones pero me causaba cierta gracia.

Era basntante extraño que no recordara muchas cosas de su infancia y la duda que hubo al decirme que se había golpeado la cabeza, reí para mis adentros mientras contibuaba comiendo y le escuchaba esa clase de cosas volvian más evidente para mi que era algo especial y diferente junto con el que no saliera de día, comence a poner más a Hero en la zona de probable vampiro en mi mente cosa que cada vez estaba más segura de que era. No insisti con la historia de su vida puesto que no siempre es agradable contar esa clase de cosas y mucho menos a alguien que acabas de conocer.

Comía los ultimos bocados de aquella deliciosa comida cuando menciono que ya se acercaba la hora de que se fuera, por lo que con rapidez comi lo restante y al igual que antes lo baje más rapido con el vino.
- Claro que volvere, además tenemos un trato recuerdas - alce la ceja y sonrei - ya te dije que me siento ansiosa de oirte cantar asi que es más que obvio que volvere y gracias por la invitacíon - hice una leve inclinación para mostrar mi gratitud y suspire - supongo que va siendo hora de irme

Me sorprendí cuando ella dijo eso y abrí la boca mirándola. Estaba asombrado de eso, no tenía idea de aquella característica de los cambia formas; por lo que me quede en mi mundo unos momentos, hasta sentir un toque en mi nariz. Cosa que me bajo un poco a la tierra e hizo que mis mejillas se sonrojaran un poco. Cubriéndome los labios para reír libremente; escuchando con atención las palabras que salían de su boca. 42...? Eso era muchísimo mas de lo que pensaba y era bastante mas de mi propia edad, ya que apenas tenia 26 años. Esta situación si que me había tomado por sorpresa.

-Ammm... Perdón~ Es que tenía curiosidad. Pero por que no se pregunta? Ohh y a un hombre si se le pregunta es educado o es lo mismo?

Pregunte con extrema inocencia en el asunto, pestañeando un momento, escuchando como ella hablaba sobre ello. Me parecía genial y mucho mejor que cualquier cosa. La idea de poder vivir mas que un mortal pero no ser inmortal me seducía completamente. Ya que al menos envejecían. Y estar para siempre en la misma edad como lo tendría que estar yo hasta que muriera, era bastante frustrante. Por lo que tenía una sonrisa pegada en el rostro, intentando imaginar como sería aquello. Aunque pensándolo bien... Que la infancia dure el doble de lo normal no era tan entretenido, etapas molestas, donde usualmente causas problemas y desagrados. Ya que, aunque no recordaba la mía, podía ver a los demás niños, realmente molestos.

-Oye! No te atragantes! Tsss... Puedo esperar, lo siento si te apuré.

Dije frunciendo el entrecejo, ablandándome rápido. Mostraba una sonrisa amable, mientras le acomodaba los cabellos y movía la cabeza a los lados estirándome hacía atrás. Me sentía algo triste, no quería que la velada terminara ahora y estaba algo ansioso por que ella fuese a verme. Pero actualmente era muy difícil llevarla al teatro ese mismo día. Aparte que preferiría que ella llegue sola al lugar y yo esperarla en la puerta. Ya que me ponía nervioso la idea de ir junto a ella al teatro de vampiros. Y que ella se enterara antes de entrar que era en ese lugar.

-Ohh... No tengas tantas expectativas de mi, por favor. Es vergonzoso, aparte mira si no las cumplo? Sería una tragedia! Mejor piensa que será feo, así al menos no te llevas una desilusión ~

Jugué mientras empezaba a levantarme con mi copa en la mano comprobando las cosas que tenía dentro del bolso, bebiendo cada tanto. Hasta que luego de unos momentos volví la ama de llaves recordando que el chófer ya había llegado para llevarme al trabajo y que debía fijarme si llevaba todo. Cosa que me hizo avergonzar, ya que realmente parecía una madre retando a su hijo por sus pertenencias. Agaché la cabeza y asentí avergonzado, mirando de reojo a la rubia inflando un mohín.
Asentí luego a la señora que tanto apreciaba y volví a ver si estaba todo. Escuchando nuevamente hablar a la mujer "Quiere que llame a otro carruaje, para llevarla a algún lugar? O le armo una habitación?". Allí fue cuando me sorprendí, claro! No había ofrecido aquello, como siempre era algo bruto con las cosas.

-Cierto!! Dime, si quieres hospedarte tenemos habitaciones de más! Y sino en poco rato llega otro carruaje y te alcanza a donde quieras. Si?

Expliqué mientras terminaba por completo el vino de mi mano, apoyándolo en la mesa. Sonriéndose de lado con tranquilidad; esperando que ella no se ofenda por mi torpeza. Ya que la ama de llaves tubo que recordarme aquello y no lo hice por mi mismo.

Se disculpaba al oir mi edad, no sabía si aquello era bueno o malo pero pues la verdad yo estaba acostumbrada a como pasaban los años por mi después de todo era lo único que conocía y por tanto para mi eso estaba más que excelente, pero ahora que el preguntaba sobre la edad de los hombres pues... en mi vida los comentarios sobre la edad de las mujeres jamás se preguntan eran comunes pero analizando aquello nunca los comentarios habían girado en torno a edad de los hombres o sobre que no era de educación preguntarsela a ellos pero no tenía ni la más remota idea de poque era todo de aquella manera.
- Para serte sincera jamás en mi vida he sabido porque a las mujeres no puede preguntarsele la edad - reí - pero sobre los hombres nada, así que Hero ¿Cuál es tu edad?

La curiosidad sobre aquel tema me mataba puesto que su aspecto era de un jovén de una edad relativamente cercana a la que yo aparentaba, aún así no podria estar segura de si la edad que me daba era la real o era... bueno una edad simplemente aparente pero que más daba ya, en aquellos momentos me sentía sumamente feliz consideraba ya que me encontraba con un nuevo y probablemente gran amigo por bastantes años, cosa que como un ser que envejece lento buscaba ya que vivir aquella vida sola o viendo morir a aquellos humanos que consideraba mis amigos no era algo que presisamente quisiera; por lo que si dejaba este mundo y tenía un amigo que viviera después de mi me sentiria bien aunque un poco triste de dejarle solo.

Afortunadamente para mi no me atragante como Hero mencionaba, ni parecía haber hecho el ridiculo como me lo imaginaba yo poer lo que tenía aún más razones para sentirme alegre, la comida estaba terminada y Hero podría irse a su espectaculo cosa que disminuyó mi alegria por breves instantes para despues der interrumpida por las expectativas que tenía yo sobre él y ante los comentarios que salían de su boca por lo que no pude evitar reir.
- Tengo altas expectativas porque se que no me desepcionaras además con lo que he oido me ha bastado para estar segurisima de eso así que deja de ser tan humilde que tienes una voz preciosa y lo sabes a la perfección así que dejame elogiarte un poco.

Al ver a Hero pararse, me quede sin saber que hacer o como actuar a continuación sin embargo antes de pararme para comenzar a despedirme, me perdí de nuevo en lo que él hacía y en como organizaba o revisaba un bolso; me sorprendí un poco al oir a la ama de llaves regresar para indicarle que revisara que no olvidara nada, aquello parecía una escena entre madre e hijo pero mi sorpresa fue mayor al oir preguntar si me llevaban un carruaje o me arreglaban un cuarto y es que sentía que había causado suficientes problemas inesperados por una noche y además al día siguiente mi trabajo me esperaba puntual, sin añadir que aún tenía tiempo de sobra para continuar vagando por lo bosques o por la ciudad y ver que me encontraba por lo que para mi tanto la estancía aquella noche como el carruaje no eran opciones, no en aquellos momentos.

- Muchas gracias por tu amabilidad pero me temo que debere rechazar ambas ideas - le sonrei al ama de llaves y depués observe a Hero - es que aun quiero hacer algunas cosillas, aun me queda bastante rato para que mi gatita interna se sienta calmada y con ganas de dormir - sonreí de medio lado ya que sabía que él comprendería todo aquello - además mi trabajo me espera mañana temprano y bueno ya te imaginaras - finalmente termine parandome de donde aún me encontraba sentada - tal vez en otra ocasión me sea posible aceptar tales propuestas pero por el momento me es imposible - sonreí ya que ahora solo me faltaba salir de aquella bella casa y partir de nuevo a donde me llevara el destino.

Abrí un poco mis labios cuando ella pregunto mi edad y deje salir una sonrisa tímida. El hecho de decirle que tenía apenas veintiséis años y ella era mucho mas grande que yo, me intimidaba realmente, así que tuve que tomar coraje y mirando hacia abajo dejé salir mi edad en un claro susurro de "veintiséis" y saqué mi lengua, de forma burlona; como inquiriendo que era mas joven que ella. La verdad era que aparentaba veinte años; pero es que había sido convertido hacía siete años, donde tenía diecinueve... Así que naturalmente parecía mas joven. Aún no sabía cuando empezaría a parar mi edad. Quizá en esos veintiséis... Probablemente si, ya que mi rostro no iba a poder disimular tener treinta años, cuando cumpla estos.

-Ahh? Jajajaja, no digas así! Ohhh no me hagas quedar mal!

Aproveché a decir con diversión mientras esperaba la respuesta al carruaje o la habitación. Aunque realmente me olía que ella no querría quedarse. Tenía instintos animales al fin y al cabo. Y una de las cosas que he aprendido es que los animales odian estar encerrados. Y prefieren hacerlo todo solos o con libertad. Así pues no me sorprendí ante aquellas palabras, mas aún me sonrojé pues habían sonado tan tiernas que sentí ganas de abrazar a aquella gatita y acurrucarla entre mis brazos nuevamente. Ella era realmente bonita de ambas formas; pero me hacían volver loco los gatos; y en general los animales.

-Awnn ~~~ Yo quiero jugar con gatita pronto! Vuelve pronto, ahora salgamos, yo si tengo que ir en carruaje.

Espeté riendo, mientras caminaba hacia afuera, acomodando mis cabellos un poco. Empezaba a ir con tranquilidad hacía el carruaje de montar, dejando adentro mis pertenencias mientras la ama de llaves lo revisaba una segunda vez. Aquello era lo habitual, pero aún así era como una madre que hacía pasar vergüenza a su hijo frente a los amigos. Por lo que dejé salir un bufido, negando sin poder hacer nada. Yo sabía que usualmente me olvidaba cosas y por eso aquella mujer lo hacía. No tenía por que enojarme.

-Bien, entonces hoy mismo conseguiré la entrada para la próxima función, así que no te retrases y vuelve pronto! Ten cuidado hoy y si necesitas volver ella esta aquí día y noche, así que...

Dejé salir sin terminar la oración y le acaricie los cabellos mirándola desde un poco mas arriba. Ella era pequeña, a pesar de ser de bastante edad, seguía siendo bajita para lo que era mi tamaño. Luego de acariciarla empecé a ir hacia lo que sería mi transporte y me subí poco a poco, quedando con la puerta abierta dirigiendo a ella. Saqué mi lengua y me apoyé en el respaldar, sintiendo como el señor que manejaba cerraba mi puerta, haciendo que solo pueda ver a la rubia por la ventana. Dejé largar un quejido de mis labios y bufé mirándola desde allí, agitando mi mano para despedirme, sintiendo como arrancaba el carruaje...

Veintiséis años eso me decía que tenía pero su rostro aparentaba menos edad, la verdad es que no podía estar completamente segura de que era verdad aquello, aunque si decía que esa era su edad bueno pues le era funcional ya que parecía más joven pero pasaba bien por la edad que decía tener.
Me sacó la lengua como indicando que era más joven que yo cosa que pude haber refutado diciendo que mi edad aparente era 21 por lo que era más joven que el le gustase o no, pero repito lucía más joven y solo me arriesgaba a que terminara burlandose más sobre mi edad.

Definitivamente no necesitaba preocuparse sobre mi regreso a aquella mansión, después de todo con trato o sin trato, regresaría a visitarle en alguna de sus formas pues quien puede sentirse desatendido con semejantes amabilidades y buenas conversaciones, ser una gatita mimada por Hero regresaba a su mente y era una sensación magnifica, si aquel lugar denominado el cielo existiera debía de ser algo similar además que mejor que platicar con alguien a quien no tuviera que ocultarle lo que era y lo que solía hacer, porque con otros amigos y amigas debía omitir prácticamente la mitad de su vida. Cuando comenzó a caminar le segui como toda la noche había hecho, pero en esta ocasión mis piernas se negaban a avanzar más aún con todo y ese detalle le seguí como si nada me pasara.

Su bufido me hizo desviar mi atención hacía el ama de llaves que revisaba aquel bolso, y observe a Hero preguntandome si tenía tan mala memoria puesto que el comentario sobre si llevaba todo se había hecho ya ahora le revisaban las cosas; y por un momento me dio envidia, mi memoria era tan cruel que no me permitia no omitir el minimo detalle y algunas veces era lo que más se necesitaba omitir algo.
Repentinamente sus palabras me arrebataron de mis pensamientos pero aún así al oírle no pude evitar más que sonreír.
- Perfecto, me pasare por aqui lo más pronto que pueda y muchisimas gracias por todas tus atenciones - incline levemente mi cabeza - de verdad que estoy sumamente agradecida contigo.

Su mano acaricio mis cabellos y me mantuve inmóvil en mi sitio, ya que quería abrazar al joven con corazón de infante más no sabía si era lo mejor; me abstuve de aquello y simplemente le observe caminar hacia su transporte desde el cual me sacó la lengua de nuevo acto al cual reaccione riendo.

Una vez se hubo puesto en marcha, sonreí y agite mi mano hasta que la viste me impidió verle y permanecí inmóvil hasta que el sonido ya no llego a mis oídos; me gire entonces a la amable ama de llaves y con una sonrisa le exprese mi gratitud y le indique que me pasaba a retirar.
Lo que había pasado en aquel lugar me había llenado de alegria pero mi hora de partir era esa, sonreí de nuevo al ama de llaves para después girarme y caminar en dirección al lugar por el que mi piel gatuna había llegado a aquella casa, al balcón de Hero y una vez que hube desaparecido de la vista de la mujer, me llene de gozo ante la idea de irme en forma animal de aquel sitio pero al ver mi vestido me detuve no podia arruinarlo y simplemente comencé a caminar en mi forma humana dejando que la oscuridad del bosque me tragara y mi instinto me llevase de nuevo a París.

Asentía mientras ella explicaba que volvería a pasar. Estaba ansioso por que aquello ocurriera y ya estaba pensando en que pediría el mejor asiento para que ella ese cómoda y no tan rodeada de vampiros. Era casi seguro que los iba a poder reconocer y eso me ponía un poco triste. Ya que no tenía idea como iba a reaccionar realmente. Quizá se enojaba o quizá lo entendía. Ella era una cambiaforma de todos modos... Y por alguna razón me daba la impresión que ella lo entendería o quizá eran mis ganas de querer que ella sea así y poder conservarla como una amiga... Pocas personas me querían, ya que no era una persona que le caiga bien a la gente. Mucho egoísmo y molestias de por medio. Caprichos, que siempre quería cumplir. Pero del mismo modo, yo cumplía los caprichos a los demás. Por esa razón siempre he dicho que no cambiaría eso de mi...

-Yo estoy feliz de que lo hayas disfrutado! Quiero que me pagues con mucha atención! Ahora que se que eres mayor, me abusaré (?)!

Bromeé riendo suavemente, mientras cubría mis labios suavemente; entrecerrando mi mirada, al tiempo que ya empezaba a marcharme. era triste de alguna forma, ya que no quería irme aun. Pero no había otra forma, una de las leyes que teníamos en el teatro era no faltar sin previo aviso y no me veía con la suficiente autoridad como para fallar una norma así. Aún en mi asiento, podía sentir el suave tacto de sus cabellos, tan suaves y sedosos, me daban ganas de peinarlo por horas y acariciarlos suavemente una y otra vez. Era inexplicable, pero realmente ella me había agradado al punto tal, que probablemente no me aburriría de ella... Y eso era raro, usualmente las personas me aburrían al cabo de dos meses o tres. Pero sentía que me aburrirían desde el inicio, como una clase de premonición y por ese mismo motivo no solía encariñarme con las personas, solo las trataba bien y con cariño, pero nunca demostrándolo demasiado, ya que siempre era un problema demostrar demasiado amor o afecto a una persona. Exactamente en esos momentos me estaba pasando y me daba miedo... Dejar mis sentimientos y ser lastimado... Era de alguna forma doloroso... Con solo imaginarlo...

-A-ahh...

Abrí los ojos al ver que ya llegaba al teatro y me quedé perplejo, al parecer me la había pasado pensando acerca de todo eso y con evidencia me había afectado un poco.
Sacudí mi cabeza y levante mi mirada, empezando a caminar hacía adentro, saludando a todos los que estaban a mi paso. Pues hoy era el cantante principal y había algunos posters colgados a los lados.
Y allí fue, donde sin mas, empecé a hacer de esa noche, una noche sumamente especial. Con un humor tangente. Estaba feliz, emocionado, nervioso, todo al mismo tiempo.