A toda marcha [Privado]

“Jake dice que parece que Blakely ha perdido mucho peso desde el juicio de William Overton.”

“Si. Pude ver eso. Yo no le di mucha importancia, pero ahora que lo dices, el se veía mas delgado.”

“Esta bien. Eso es todo lo que necesitaba saber. ¿Podremos vernos antes de que dejes la ciudad?” Talboth pregunto.

“Probablemente.”

Rico colgó y Talboth dejo el teléfono en la mesa.

“¿Sucede algo malo?” Angelo preguntó.
Talboth se acostó de espaldas y jalo a su amante a sus brazos. “El FBI arresto a la gente involucrada con el asesinato de William Overton, incluido Paúl Overton. Evidentemente el quería a su marica hijo silenciado antes de que pudiera hacer mas daño a la familia.”

Angelo levanto una de sus cejas. “¿Eso es bueno, verdad?”

“Si.” Talboth le dio a Angelo un profundo beso. El no estaba seguro si el iba a ser capaz de dejar de sentirse culpable por haber creído a su sobrino capaz de involucrarse con un asesinato.

Angelo quebró el beso y entrecerró los ojos. “¿Que es lo que no me dices? ¿Es acerca de Blakely?”

Talboth sabía que la culpa sobre Rico era algo que necesitaba trabajar internamente, decirle a Angelo que el había sido un idiota no servia para nada. El decidió en lugar de eso hablar de su teoría acerca de Carl Blakely. “Creo que el esta enfermo.”

“Nosotros ya sabemos eso.”

“No. quiero decir físicamente enfermo,” Talboth aclaro.

Angelo descanso su cabeza en la almohada a lado de Talboth. “¿Que tiene que ver eso con que este detrás de mi?”

Talboth sacudió la cabeza. “Yo todavía estoy trabajando en eso. Jake dijo algo que me dejo pensando. El pregunto porque Blakely quería sufrir mi ira po.r unos minutos en la cobertura de las noticias.”

“¿Y?” Angelo preguntó, besando el pecho de Talboth en su camino hacia abajo.

“Yo, no se. Yo necesito ir a la estación. Hay un par de cosas que necesito revisar.”

Angelo se insinuó entre las piernas de Talboth. “¿Que acerca del juego de poker de esta noche? Le dijiste a Bobby que estarías ahí.”

Talboth trenzo sus dedos en el cabello de Angelo mientras su amante tragaba su pene. “Estaré ahí.”

Angelo vio hacia Talboth. “¿Estas seguro que no va a dispararnos o algo?”

Talboth descanso su mano en la parte pequeña de la espalda de Angelo. “¿Con las cámaras de televisión alrededor? No hay oportunidad.”

Angelo se apoyaba contra un lado de Talboth. El había pasado momentos difíciles cuando Talboth le hablo de su idea. Al final el entendió que si la policía fuera capaz de encontrar suficientes evidencias de que Blakely lo había acosado, el igualmente no pasaría mucho tiempo tras las rejas. Entonces con el plan de Talboth le iban a dar una lección a Blakely una de bondad en lugar de venganza.

“Oh, esta aquí el personal de los noticieros. Estaré a lado de ti,” Talboth le dijo, besando a Angelo antes de retirarse.

Angelo estudio a la multitud reunida. Después de llamar a sus amigos cercanos ellos acordaron iniciar una serie de llamadas al GLBT. Cada uno de ellos llamo a alguien que conociera en la enorme comunidad de GLBT de San Francisco, pidiendo ayuda para darle a Carl Blakely un poco de humildad.

Claro que la mayoría de la gente contactada acepto la oportunidad de poner a Blakely en su lugar. ¿Como se atrevía ese hombre de tratar de diseminar su vil mensaje en una de las mayores áreas de GLBT del país?

El levanto la mano a la multitud cuando diviso a Zac, Eric, Trey y Cole. Zac saludo dirigiéndose hacia Angelo.

“Gran concurrencia,” Trey comento viendo alrededor.

“Jules fue a recoger a Bobby a la marina y Kent debe estar por llegar. Desafortunadamente, Marco no podrá venir pero dijo que te mandaba su amor,” Eric le dijo a Angelo.

“Estamos listos,” Talboth le dijo.

Angelo abrió la puerta del pasajero y salio cargando un gran pastel. Ahora que era el momento de presentarle el regalo en la mano a Blakely, Angelo empezó a sentirse tonto.

Talboth debió leerle los pensamientos a Angelo, porque se inclino hacia él y le murmuro. “Solo recuerda lo que ese hombre te ha costado. Tu trabajo, tu paz mental. Uno de sus matones pinto tu carro y la casa de tus amigos…”

“Si ya recuerdo.” Angelo no necesito que Talboth dijera más sobre lo que Blakely había ordenado le hicieran. El solo quería su vida de regreso. “Espero que con esto deje mi culo.”

“El no es tan estupido para continuar el hostigamiento una vez que los medios pongan su atención en ustedes.”

Angelo cuadro sus hombros y levanto el mentón para un beso. Talboth no lo decepciono y le dio uno bueno, no fue hasta que Talboth saco su lengua de la boca de Angelo que el noto las cámaras.

Mierda. Bueno, ahí va mi oportunidad de conseguir un trabajo en la ciudad. El asintió hacia Talboth y camino hacia la casa que rentaba Blakely. Entre mas se acercaba mas empezaba sentirse como el flautista de Hamelin, gay.

Una rápida mirada a su izquierda y derecha lo hizo sentirse mejor sus amigos estaban con él, salvo uno, pero el sabía que Marco estaba en espíritu. Con una profunda respiración. El se detuvo frente a los pequeños escalones de concreto del frente de la casa de Blakely y espero a que Talboth tocara el timbre.

Las tres estaciones de noticieros tomaron sus posiciones para obtener la mejor toma del ‘bondadoso gesto’. La puerta se abrió y alguien a quien Angelo nunca había visto salio ante la multitud reunida.

Talboth le dio un codazo a Angelo. “¿Esta el Reverendo Blakely aquí?” Angelo preguntó.

“¿Quien eres? ¿Que estas haciendo aquí?”

Angelo levanto el pastel. “Nosotros oímos que el Reverendo esta enfermo y quisimos ofrecerle nuestros mejores deseos.”

El tipo entrecerró los ojos. “Tu eres marica, ¿no es así?”

“Si, yo soy un homosexual.” Bueno Señor, nada como salir ante una ciudad entera. No es que hubiera estado en el closet, solo que el nunca abiertamente había anunciado su sexualidad.

“No. lo que quiero decir que eres el tipo quien…” El hombre en la puerta cerró la boca. “Carl no puede recibir visitas.”

“¿Que diablos hace toda esa gente en mi jardín?”

Angelo sonrió cuando la voz que gritaba la pregunta bastante alto para que los reporteros captaran en sus micrófonos era la de Carl Blakely.

La puerta se cerró y el pudo oír voces comenzar a elevarse. Después de unos segundos la puerta se abrió y un delgado Carl Blakely estaba frente a Angelo. “¿Que significa esto?”
Una vez que Angelo le mostró el pastel de ‘recupérate pronto’. “A pesar de nuestras diferencias, he oído que no te encuentras bien. Nosotros venimos juntos hoy para traerte esto.”

Mientras Angelo sostenía la respiración, la cara de Blakely se volvía roja. Angelo contaba las pulsaciones del reverendo en la vena del cuello del hombre frente a el. Los ojos de Carl vieron del pastel a Angelo y a las cámaras.

Angelo le dio al fanático hijo de perra una gran sonrisa que el tenia en su arsenal. “Espero que esto pueda dejar todas nuestras diferencias en el pasado.”

El sabía que eso era una gran mentira, pero lo estaba disfrutando. El idiota frente a el había hecho su mejor esfuerzo para mandar al diablo la vida de Angelo. El merecía ser humillado por la ‘buena voluntad de los raros’.

“Gracias pero no como pasteles. Si me disculpas,” Blakely gruño entre dientes antes de cerrar la puerta en la cara de Angelo.

El se giro ante las cámaras todavía sosteniendo el pastel en las manos. “Bueno, nosotros tratamos. Solo espero que el Reverendo Blakely pueda ver en este gesto el espíritu de lo que significa.”

Talboth se limpio la garganta y Angelo le dio a la cámara la mas inocente de sus sonrisas.

“El dijo que me contrataría a menos que le llevara el diploma de la preparatoria. La verdad es que solo tenía dieciséis en ese momento. Mi papá es un borracho que no puede mantener un trabajo. El corrió a mi mamá dos años después de que naciera mi hermana Maria. Sin dinero, no tuve elección deje la escuela y trate de cuidar a mis hermanos y mi hermanita.”

“Creo que eso es admirable. Si trabajas con él desde entonces, no puedo creer que no haya descubierto tu verdadera edad.”

Marco sacudió la cabeza. “Kent no sabe nada de mi. El nunca se ha molestado en conocerme realmente.”

“Entonces ¿que cambio?”

“La bebe, Maria, tiene ya diez años. Yo pase diez años ayudando a criarla entonces, ahora ella ya tiene edad para poder dejarla con Bruno o Nicky.” Marco sacó una hoja de papel de su bolsa. “Yo fui a la escuela nocturna y tomo el examen GED, y lo pasé. Nosotros tuvimos nuestra ceremonia hoy. Se que probablemente suene trillado, pero yo quería subir al escenario frente a mis hermanos y hermana y que ellos vieran que nunca se es demasiado viejo para una educación.”

Para cuando Marco termino, el feliz hombre de hace un momento tenia lagrimas en los ojos. Angelo jalo a su amigo a sus brazos y palmeo su espalda. “Apuesto que ellos están orgullosos de ti.”

Marco asintió.

Dejo que Marco conociera su perspectiva de las cosas. “Esta bien, primero que todo, no hay manera de que tenga a Talboth alrededor de mi dedo.”

“¿En serio? Estoy equivocado o el llevo un jodido pastel al interior de una casa de virtuales extraños por ti.”

“Ellos no son extraños, el ya los ha visto antes.”

Marco asintió. “¿El esta aquí por ti?”
“Si.”

“Entonces quizás debas pensar en quedarte aquí por el.”

Angelo iba a abrir la boca pero Marco levanto la mano. “Yo no voy a decir nada de esto.”

Angelo asintió y tomo el paquete de doce cervezas del asiento trasero. “¿Quieres una cerveza?”

Marco negó y camino hacia la casa a lado de Angelo. “No. tengo trabajo en la mañana, Se supone que debería terminar un trabajo pero lo suspendí por la ceremonia y se lo prometí a Kent.” Marco se detuvo y levanto la mano. “Es un lío. No me prestes atención.”

Angelo golpeo con su cadera a Marco. “Yo siempre te presto atención.”

Marco sonrió y abrió la puerta del frente. “Gracias.”

El diviso a Talboth en el comedor tratando de ayudar a colocar los juegos del poker. Angelo sentía que su estomago se revolvía. El llevo a su amor a la cocina mientras dejaba la cerveza.

Fuertes brazos lo envolvieron por detrás y unos calidos labios besaron su cuello. “¿Arreglaron las cosas, afuera?”

Angelo dejo las cervezas en el mostrador y se inclino contra su amante. “Si. Espero que algún día Marco me deje decirlo, pero por ahora le prometí cerrar mis labios.”
Talboth giro a Angelo y se inclino. “Espero que eso no incluya cerrarlos para mis besos.”

“Nunca.” Angelo se abrió voluntariamente para probar la lengua de Talboth.

“Bueno Dios, Hay mucho de eso en estos juegos de poker últimamente,” Kent dijo entrando al cuarto.

Angelo se aparto y señalo con su dedo al jeje de la constructora. “Tu solo espera. Tu tiempo llegara.”

Kent negó. “Tu nunca me veras traer una cita a la noche de poker.”

“Nosotros vamos a tener que conseguirte una silla grande,” Bobby remarco viendo a Talboth.
Talboth se encogió de hombros ante el comentario. “Yo uso estas.”

Ellos tomaron un descanso del juego para ir al baño y Angelo fue a la cocina con Kent para rellenar los platos de botanas. Talboth noto que Marco mantenía su mirada en él. El no conocía al tipo bien y odiaba sonar rudo, pero empezaba a ponerlo nervioso. “¿Tienes algo que quieras decirme?”

Marco lo estudio por unos segundos antes de abrir la boca. “¿Solo que vas a hacer para que no nos deje?”

Talboth tomó un gran trago de su cerveza antes de contestar. La pregunta le molesto, pero el sabia que eran los amigos de Angelo. “El necesita un trabajo. Créeme, yo no quiero que se vaya, y he hablado con el sobre esto, pero creo que ambos sabemos que a Angelo no se le da bien recibir ordenes.”

“Tienes toda la maldita razón,” Angelo agregó, tomando asiento a lado de Talboth.

Talboth se inclino y le dio a su amante un beso, ellos lo mantuvieron casto, pero Talboth toco con la punta de la lengua los labios de Angelo en promesa de las cosas por venir. El tomo la cerveza de Angelo y la dejo a un lado.

“¿Estaban hablando de mi?” Angelo le murmuro al oído a Talboth.

“Marco parece un poco molesto por que te deje que te mudes.”

Angelo vio hacia Marco. “Todavía no se porque estas molesto por eso. Básicamente las únicas veces que nos vemos es durante las noches de poker. Si me voy, todavía planeo regresar un par de fines de semana al mes.”

“Entonces, ¿Tu estas pensando quedarte?” Bobby preguntó.

Talboth sostuvo la respiración. El amaba mas que nada tener a Angelo a diario con él. El vio a Angelo ruborizarse. Dios el era tan lindo.

“Yo todavía estoy pensando un par de cosas. Solo que todavía no se que hacer para vivir si me quedo.”

“¿Has incluso pensado en iniciar tu propia agencia de ventas?” Jules preguntó.

“¿Que podría vender?”
Jules sacudió la cabeza. “No me veas a mi. Tú eres mucho más que solo vendedor. Yo puedo pensar qué varias de tus ideas de publicidad fueron usadas por tus clientes. Estoy seguro que hay un gran numero de propietarios de negocios en la comunidad GLBT que podrían hacer uso de tu publicidad en sus compañías.”

“Suena como algo que deberías considerar,” Talboth opinó. El se agarraría de la paja si eso significaba que el hombre del que estaba enamorado se quedara.

Sin fichas, Angelo perdió las dos ultimas rondas de cartas. A pesar de que perder apestaba, le dio tiempo a Angelo de pensar. Mientras el veía a sus amigos reírse e interactuar con los otros, el se dio cuenta que el no quería irse a ningún lado.

El pensó acerca de la idea del negocio que Jules le había comentado. Eso podría ser difícil, y el no estaba seguro de que fuera algo que quisiera hacer, pero el tenia que pensarlo. Claro que el amaba su trabajo en la estación de radio, pero el realmente nunca había hecho otra cosa. Quizás eso era algo nuevo que el pudiera hacer.

Talbot dejo sus cartas en la mesa. “Estoy fuera.”

Angelo vio a la mesa la enorme pila de fichas frente a Marco. A pesar de que era el único en la mesa que conocía las circunstancias de su amigo, Angelo no pudo desear un mejor ganador.

El capto la atención de Marco y le guiño un ojo. Marco sonrió y bajo otra mano ganadora. El sintió un suave beso en su sien y se giro para encontrarse a Talbot parado a lado de él. “¿Listo para irte?”

Talbot asintió. “¿Tu?”

Angelo sonrió pensando acerca de lo que podía esperar cuando regresara a la casa de Talbot. Esperando que las cosas con Blakely hubieran terminado y el pudiera regresar a la comodidad de su casa. Solamente que en lugar de su casa como solía ser, el podía imaginar a Talbot en ella también. El se preguntaba si su amante pudiera considerar dejar su departamento.

Angelo se puso de pie y llevo los platos sucios a la cocina con el caliente Talbot en sus talones. Después de tirar los platos de papel en el bote de basura y las latas en el bote de reciclaje, el se giro y envolvió en sus brazos a su amante.

El planeo decirle su decisión a Talbot una vez que estuvieran en su casa, pero el no podía esperar otro minuto. “Si Steve llama acerca del trabajo en Los Ángeles, no lo aceptare.”

“¿Huh?”

Angelo asintió. “Realmente habrá alguna cosa que encuentre que puedo hacer en San Francisco.”
Talbot lo abrazo más fuerte y se inclino para besarlo. Angelo se abrió inmediatamente, sintiendo la húmeda lengua de su amante.

“¿Estas seguro que es el momento, ¿Verdad?” Talbot pregunto después de que quebró el beso.

“Positivamente, aunque tengo una pregunta.”

“Bien.”

“¿Por favor dime que tienes tus propios pares de tenis?”