Los Dulces alegran la Vida [Camila de Rose]

por **Larisa Navratinova** Mar Oct 02, 2012 11:12 pm

Recuerdo del primer mensaje :

Se limitó a revolver con cuidado su té con leche, a la vez que miraba hacia el frente de la calle.

Larisa había llegado recién al café, tan puntual como un reloj inglés. Al no ver a su invitada en ningún lado, se limitó a pedirle su orden al camarero y esperar a que Camila acudiera lo más pronto posible. Si había algo que a la joven Rusa le molestaba sobremanera era la impuntualidad. Por algo la gente se organizaba a cierta hora, ¿o no?

Bueno, Larisa, no te enojes. La gente normal tiene cosas que hacer. Tú eres la única ociosa en este lugar y por eso tienes tiempo de llegar a las horas acordadas.

Ésa era una buena excusa para no enojarse. No sabía en qué trabajaba Camila, pero posiblemente la mantuviera lo suficientemente ocupada como para demorarse. Y al final, por muy enojada que estuviera, sabía que la iba a terminar perdonando. Su naturaleza no daba abasto para la ira, ciega o totalmente racional.

Al ver una figura conocida que se le acercaba, olvidó toda su molestia y se limitó a sonreír y saludar con la mano. Al parecer, la invitada, Camila de Rose, había llegado. Cinco minutos después de la hora, pero lo había logrado.

por **Larisa Navratinova** Sáb Oct 20, 2012 3:53 pm

Larisa asintió con energía. Amaba las aventuras, aunque ella misma no quisiera vivirlas y prefiriera su tranquilo estilo de vida en el campo. Nunca había tenido los nervios o la disposición para vivir cosas más allá, a diferencia de sus hermanos mayores. Oh, como amaban las aventuras esos dos. Especialmente Ilya...

-Me gusta oír sobre aventuras. Si mi hermano mayor estuviera aquí, de seguro escucharía con la mejor de las disposiciones, al igual que yo.

Recordaba aquellos días, cuando eran pequeños, en los cuales querían recorrer el mundo- y obviamente Larisa no tomaba parte de aquel sueño, tímida como era-. Cuando se imaginaban combatiendo contra tigres y elefantes, o encontrando tesoros perdidos, o navegando en aguas peligrosas pero hechizantes. Pequeñas ensoñaciones de niños que luego se fueron para que su realidad se estableciera. En el caso de Vladimir, la herencia familiar. En el de Ilya, una posible carrera en el ejército, que se truncó ante la muerte del primero.

Para la joven, aquella idea de "aventura" era buena, pero prefería los relatos más reales, los acontecimientos del día a día. y era por eso que las historias que le contó Camila al principio le habían gustado. Y por lo mismo, la que le iba a contar ahora también la atraparía.

por **Thalie De Rose** Sáb Oct 20, 2012 7:51 pm

Sonreí puesto que contar historias me agradaba y si aquello era algo que alegraba a Larisa entonces sería mil veces mejor de lo que esperaba, quiza aquello que mi boca iba a dejar salir no era de lo mejor pero valia la pena o al menos esa era mi forma de pensar.

- Bueno solo espero no decepcionarte con mis historias ya que podrian resultar un tanto bobas - suspire y me acomode bien en aquella silla para comenzar el relato - Verás la primera vez que fui a Marsella tenía apenas 10 años así que no me dejaban salir por mi cuenta, me tenian seriamente vigilada pues desde que vi el puerto quise ir a conocerlo pero tu sabes palabras de los padres de "eres muy pequeña", "puede pasarte algo" y esa clase de cosas; así que pedí salir al patio a jugar un rato y estuve ahi hasta que poco a poco dejaron de vigilarme, una vez paso esto corri lo más veloz que pude y me trepe a un árbol que estaba cerca del barandal que separaba la casa de la calle, una vez estube arriba salte hacía el barandal y depués directo a la calle.
La gente en la calle me observo pero no me importo asi que comence a correr a lo más que daban mis piernas hasta alejarme de aquella casa, una vez me senti segura de que nadie me seguia camine como si supiese perfectamente a donde me dirigia y la verdad es que no tenía ni la menor idea de donde estaba por lo que me detuve y le pregunte a una señora que lucía muy amable y ella me indico como llegar hasta el puerto.
Camine y camine, el camino me parecio eterno, pero una vez llegue al puerto - en esa parte de mir relato guarde silencio y cerre los ojos, recordando todo aquello y sintiendo como si volviese a estar en aquel puerto por primera vez - todo era tan unico, el olor del mar, la gente caminando y pensar que llegue sola hasta aquel sitio me hizo la niña más feliz del mundo en aquellos instantes estoy segura de eso - abri los ojos y observe a Larisa para depues entrecerrar mis ojos y continuar - y ¿sabes que paso después?... oi la voz de mis padres resulta que cuando notaron que desapareci se fueron inmediatamente al puerto y aunque intente correr mi padre mi atrapo, ya te imaginaras la reprimenda que me lleve ese día pero todo había valido la pena y al siguiente me dejaron ir por mi misma al puerto - sonrei - esa fue mi primer aventurilla por mi misma, por eso le guardo tanto aprecio.

por **Larisa Navratinova** Dom Oct 21, 2012 8:14 pm

Larisa escuchó, absorta. Era una historia hermosa. Era su primera aventura. La comparó con su vida, encerrada en su casa, y deseó haber estado allí, sintiendo lo mismo que sintió su amiga la primera vez que vio el puerto.

En contraste con aquello, ella siempre había permanecido enclaustrada, temerosa del mundo que le rodeaba. Siempre acompañada por los dulces sonidos de su piano, o de aquellos libros que hacían volar su imaginación. Nunca le había gustado salir más allá de San Petersburgo, a veces amaba Moscú, pero nunca quiso salir de los límites de Rusia, hasta ahora.

La vida de Camila había sido más emocionante. O simplemente la había sabido aprovechar mejor.

-Vaya. Es una historia muy bonita. Debiste haberte sentido... Libre.

Libertad. Algo que Larisa ansiaba y rehuía a la vez. Libertad de mente. Que aquel recuerdo de su hermano dejara de perseguirla día y noche. La libertad de cuerpo le importaba poco. Lo único que quería era estar tranquila.

-Me pregunto... ¿Qué se sentirá la libertad?- musitó, pensativa.

por **Thalie De Rose** Dom Oct 21, 2012 11:41 pm

- Libre - mencione la palabra disfrutando mientras salía de mi boca - más que eso creo que me senti independiente ya que uno nunca sabe lo que pueda pasar - gire mi rostro de nuevo hacia otro lado - creo que fue eso sabes, lo que más me gustó saber que yo podía hacer las cosas por mi cuenta no tanto la sensación de libertad que no te niego fue tan increible como no tienes idea, pero dentró de mi esta orgullosa de mi logro, sabía ahora que podía con lo que se viniera sobre mi y que mis padres aún con mi juventud no deberian preocuparse más por mi, puesto que sabrian que era capaz de logar lo que me proponía - hice una pausa y tome aire - considero que por eso al día siguiente me permitieron salir por mi cuenta; ellos debieron de darse de cuenta de exactamente lo mismo que yo - volvi mi rostro a Larisa y la observe escuchando atentamente las palabras que dijo a continuación y me sorprendi.

- ¿No sabés como se siente? - para mi persona algo como eso era inconsevible, la mayor parte de mi vida me la pasaba con esa sensación de libertard y simplemente el oir la pregunta de Larisa me sorprendía - pues no es algo que pueda describirse con palabras, creo que debe ser algo que experimentes por ti misma y creo que jamás es tarde para intentarlo - sonreí - y si en algún punto esta humilde amiga que tienes frente a ti puede ayudarte en algo no dudes en pedirmelo.
Haría lo que estuviera a mi disposición por mi amiga Larisa, incluso sabía que en el momento adecuado y despues de más tiempo incluso le contaría sobre mi pequeño no tan pequeño secreto y esperaba cuando el momento llegase ella reaccionara bien.

por **Larisa Navratinova** Lun Oct 22, 2012 11:23 pm

-Entonces, ¿Puedes ayudarme a ver qué se siente la libertad?- saltó de pronto la joven, con un aspecto casi de posesa. Luego, midiendo sus palabras, se sentó, algo avergonzada-. Perdón. No quise saltar de esa forma. Es sólo que... siento curiosidad.

Curiosidad. Aquella curiosidad infantil siempre movía a Larisa, buscando aquellas cosas que su mente no había asimilado aún. Esa ansia que tienen los niños por aprender de todo lo que ven, de todo lo que sienten. Pasaba lo mismo con aquella chica, que a sus cortos diecinueve años apenas sabía del mundo que la rodeaba. Estaba perdida en una tierra que no conocía, y que por lo mismo le ponía las cosas muy difíciles.

Quería dejar de ser la chica inútil que siempre había sido, liberarse de las cadenas que aún la ataban a un pasado que no quería rememorar. Dejar atrás todos esos días en los que pasó sentada, esperando un milagro que jamás ocurriría. Esperando el regreso de alguien que hace mucho tiempo estaba en la tumba, descansando de su dolor.

-Yo... de verdad quiero saber qué se siente ser libre de las cadenas que te impiden moverte a tu gusto por esta vida- finalizó, bajando la cabeza.

por **Thalie De Rose** Mar Oct 23, 2012 1:37 pm

Me sorprendi sobremanera cuando salto y lo primero que vino a mi mente fue que algo malo había sucedido o se había lastimo más al oir sus palabras y verle tomar asiento de nuevo guardando la compostura que hasta entonces le caracterizaba al estar a mi lado, parecía que aquellos pequeños brotes de la Larisa que deseaba hacer locuras eran escasos e incluso que le avergonzaban un tanto, pero para mi aquella escena había sido totalmente encantadora.
Le observe como cuando veía a los pequeños jugar con cosas nuevas o saber que sus padres les compran algo genial y no temen mostrar su emoción, asi lucía ella y eso le daba un encanto que simplemente no podía expresar.

-Descuida luciste hermosa haciendo eso - sonreí ya que mis palabras eran totalmente sinceras - además cosas como esa son ls que precisamente te haran comenzar a sentir un poco más libre, demostrar las cosas de la forma que quieres, sin finjir lo que no; claro que como todo habra ocasiones en las que deberemos finjir para salvarnos a nosotros mismos pero bueno en esos casos seran supervivencia.

Mostrarle como era sentirse libre, claro que lo haría pero despues de todo aquel no era un sitio y sobre todo su joven acompañante no estaba acostumbrada a hacer cosas como las que ella solía hacer y por un momento se recordo a si misma corriendo por las calles mientras jugaba con un grupo de niños y rio.

- Creo que lo primero sería comenzar con liberarte a ti misma, pero sería muy repentino si comenzamos aqui, por lo que para iniciar deberemos buscar un lugar tranquilo y un tanto solo - sonrei - sera como si fuesemos niñas pequeñas otra vez por lo que el espacio sera requerido, eso si aceptas hacer unas cuantas locuras a mi lado claro esta - sonrei y bebi de mi nuevo café esperando la respuesta.

por **Larisa Navratinova** Miér Oct 24, 2012 8:30 pm

La chica se sonrojó ante el halago de Camila. Le recordó a Noah cuando la había llamado "Ángel", pero fue más por el hecho de que era un cumplido inmerecido más que una verdad universal. No eran imparciales con ella.

Luego, la confusión. ¿Liberarse a sí misma? Bueno, no podía decir que era "libre", por lo menos mentalmente. Físicamente sentía que tenía la libertad suficiente. Lo que más quería era que su conciencia la dejara en paz. Tranquila. Que la liberara de aquella prisión que rememoraba y rememoraba y rememoraba sin descanso un hecho que había pasado hace ya muchos meses atrás. Que se lo recordaba mientras caminaba, mientras comía, mientras dormía. Estaba en plena batalla de emancipación consigo misma.

Y de ninguna manera aceptaría la derrota. No en esta vida.

-¿A dónde quieres llevarme, Camila?- preguntó, en apariencia tímida, pero en su cabeza ya tenía la decisión bien tomada.

Lucharía consigo misma por su libertad.

por **Thalie De Rose** Miér Oct 24, 2012 11:12 pm

La verdad era que aún no tenía ni la más minima idea del lugar al que llevaría a Larisa por lo que permanecío en silencio unos instantes analizando los lugares más aptos para su pequeño "juego de niñas" y repentinamente sentí como mis ojos brillaron, había recordado el lugar al que solía ir con mi amigo de la infancia a jugar cuando el patio de mi casa o de la suya no era lo suficientemente amplió para nuestros juegos infantiles, así que sin sentirlo la sonrisa llego a mis labios e incluso pude sentir como se extendía por mi rostro más de lo usual.

- Tengo el sitió perfecto aunque no se que te parezca a ti - cambie mi sonrisa por una expresión de duda, mas aún asi le dije- el lugar es un sitio cercano al bosque a las afueras de París, los árboles forman una especie de circulo y en el centro solo hay pasto y flores, yo solía ir ahi de pequeña con un amigo, esta en un lugar seguro y la gente no pasa por ahí pero repito todo sera tu desición - sonreí y espere a que mi compañera respondiera a la pregunta pero antes de que lo hiciera le interrumpi - claro que iremos cuando tu quieras y te sientas lista, si no podemos busacr un lugar en el que te sientas más comoda - mencione esto para después callar y esperar.

No había lugar que yo conociese mejor por lo que Larisa estaría segura, además de niña había ido un montón de veces y jamás me había sucedido nada y ahora menos, despues de todo siempre había sido capaz de protegerme a mi misma y mucho más a quienes me rodearan.

por **Larisa Navratinova** Vie Oct 26, 2012 9:23 pm

Pasto. Flores. Para la muchacha, aquellas eran realmente palabras mágicas. Hace mucho que no veía la naturaleza en sí, la verdadera belleza de los campos y la vegetación. No tuvo que pensar más.

-Si hay pasto y flores, y es un lugar agradable, no dudes que iré contigo- contestó, de manera totalmente decidida. Conocía el poder sanador de los espacios abiertos, y no dudaría en usarlo en su provecho esta vez.

Si se ponía a reflexionar, hacía mucho tiempo que no salía de los seguros muros de su mansión. Posiblemente por eso se sentía más atada a su pasado. Quizá en verdad necesitaba aquel paseo, liberarse de esas cadenas que la oprimían en forma de un recuerdo repetitivo.

-Espera a que termine mi pastel y te acompañaré a donde me digas- dijo la joven, apresurándose a comer el trozo de torta y medio atragantándose en el intento. Sabía que era un espectáculo, pero no le importó mucho. Estaba a punto de liberarse, de volver a ser la muchacha tranquila que era antes, o por lo menos una sombra de lo que fue.

por **Thalie De Rose** Vie Oct 26, 2012 11:56 pm

La desición de Larisa me impulsaba a querer verla absolutamente feliz, una joven con tanto carisma y entrega como ella merecía ser feliz y libre por sobre todas las cosas y yo daría lo que estuviera en mi poder por lograr eso; no dudaria en nada por ayudar a Larisa.
- Bien - sonreí mientras la veía comer rapidamente todo su pastel - pero tranquila Larisa que el lugar no se ira de donde esta, va a esperarnos asi que descuida y disfruta de tu comida con calma, además - señale el café - yo tampoco he terminado aún así que con calma que no quiero que te atragantes antes de que salgamos de aqui - reí ya que parecía una niña que nunca en su vida había visto comida.

- No te garantizo nada - la verdad era que no sabía de que quería liberarse Larisa - más que un muy buen rato y tal vez algo de libertad - dio un gran sorbo a su taza, levanto la mano y pidió la cuenta al mesero en lo que la joven terminaba - En cuanto nos traigan la cuenta, pague y estes lista nos iremos.
El mesero volvió con la cuenta rapido por lo que pague veloz y ahora solo me restaba esperar a a que mi joven acompañante me dijera que nos fuesemos de ahi, claro que nos iriamos caminando pues nada mejor que caminar para liberar la mente de pensamientos absurdos, pero eso o diria hasta que nos pusiesemos en marcha.

por **Larisa Navratinova** Vie Nov 02, 2012 11:56 am

El mesero trajo la cuenta bastante rápidamente, como palpando en el aire que ambas jóvenes querían retirarse rápido. No fue demasiado caro, para alegría de Larisa, que no quería hacer gastar a Camila más de lo que tenía. Ambas se levantaron con presteza y comenzaron a caminar hacia el lugar donde su joven amiga le ayudaría a liberarse de sí misma.

A pesar del silencio que al parecer reinaba entre las dos, la cabeza de Larisa estaba llena de ruido. Pensaba en todo lo que había pasado hasta ahora, en toda la buena disposición de Camila y en cómo podría agradecerle toda la preocupación que al parecer mostraba por ella. Era algo que la mantenía en un constante dilema. ¿Cómo darle las gracias? La joven tenía muchas cosas que ofrecer, especialmente materiales, pero no le gustaba mostrar opulencia con regalos demasiado caros. Si iba a darle algo, iba a salir de su corazón y no de su bolsillo.

Sus dedos tamborileaban al compás de su confundida cabeza. ¿A dónde la llevaría? ¿Qué clase de lugar sería? ¿Se sorprendería demasiado, o quedaría más bien maravillada, o indiferente? No pudo evitar que una parte de sus pensamientos saliera al aire, en forma de pregunta.

-¿Cuánto falta, Camila?

por **Thalie De Rose** Vie Nov 02, 2012 9:56 pm

La velocidad de la atención en aquel sitió era muy buena por lo que rapidamente salimos del café y me encamine con mi compañera entre las calles buscando la ruta más rapida y menos transitada para llegar a aquel sitió tan ansiado por ella y que esperaba fuese el inicio de la lioberación de Larisa.
Ni ella ni yo hablamos, pareciamos sumidas en la misión que teniamos en mente, aunque para mi no podía dejar de preguntarme que le hacía llegar al punto de saber como se sentía ser libre, la duda me carcomia por dentro pero no quería incomodar a mi compañera, sabía que en algun punto yo terminaria preguntando después de todo soy un felino y soy curiosa por naturaleza pero bueno no es como si aquello fuese malo, solo que uno nunca sabe hasta donde le llevara la curiosidad y en que pueda terminar eso.

Iba tan sumida en esos pensamientos mientras caminaba que sus plabras me tomaron por sorpresa.
- No falta mucho - le sonreí - solo unas calles más y estaremos en las afueras, de ahi solo andaremos otro tramo y listo.
Las ultimas calles las cruzamos como un suspiro y una vez a las afueras la sensación de libertad y gozo comenzo a invadirme a tal punto que sonrei y la sonrisa permaneció en mi rostro.
- Ven Larisa - tome la mano de mi amiga y la lleve entre una zona que parecía no tener lugar por el cual pasar ya que los árboles cerraban el paso, pero con calma y cuidado la lleve por entre estos hasta que al girar en una especie de pared de árboles llegamos a nuestro destino - este es el lugar - suspire- solo que no hay tantas flores como en otras ocasiones, pero aún así es un buen lugar para relajarse ¿no crees?.

El lugar secreto:

por **Larisa Navratinova** Sáb Nov 10, 2012 4:30 pm

La chica simplemente no podía creerlo.

Aquel lugar parecía sacado de un cuento de hadas, más parecido a un bosque encantado que a algo real. Aquel pasto, verde y mullido, era especial para sentarse. Los árboles, grandes y frondosos, proporcionaban sombra fresca. Y las flores... todas de distintos y vivos colores, cada una con su particular forma.

Definitivamente tenía que agradecerle a Camila el haberle mostrado este lugar.

-Cielos, Camila, este lugar es... un sueño. ¡Es bellísimo! Muchísimas gracias por mostrármelo.

La joven, aún encantada, corrió a sentarse a la sombra de uno de los árboles, y señaló a su acompañante para que se sentara junto a ella, a disfrutar de la belleza y el frescor de aquel paraje escondido del mundo.

por **Thalie De Rose** Sáb Nov 24, 2012 12:17 am

No creía haber hecho gran cosa como para que me agradecieran aquello, solo era un lugar qiue por casualidad había descubierto tiempo atras y en el cual solía descargar frustraciones o simplemente ir a relajarme, esperaba además que Larisa recordara el camino de esa manera ella podría ir ahi siempre que le pareciese correcto y lo necesitara.

Veloz se aparto de mi y fue en busca de refugio bajo un árbol desde donde me indico que le hiciera compañia, sonreí y camine en su dirección.
Una vez llegue me sente a su lado, llena de felicidad por haberle mostrado aquel sitio a mi joven amiga.

- Me agrada que te guste, lo encontre por casualidad una vez que paseaba y no me sentía de humor para nada, fue como si este sitio estuviese esperando por mi y para que le descubriera. - suspire - Adoro este sitio, además esta lo suficientemente apartado como para hacer cualquier cosa - reí - y es bueno de vez en cuando perder la clase y la cordura y volverse siemplemente lo que uno quiere ser, a mi me gusta dejar salir aqui mi niña interna - aquellas palabras las dije por si ella tenía ganas de hacer alguna infantilería la hiciera y no dudara para nada en hacerla puesto que no sería juzgada por mi.

por **Larisa Navratinova** Vie Dic 07, 2012 12:16 pm

La chica sonrió. Era, en verdad, el lugar perfecto para hacer cualquier cosa. Aunque ella no era de demasiados arrebatos. Siempre se había comportado de manera calma y bastante racional, en parte por su educación, y en parte porque su temperamento era así. Tranquilo, tímido, casi silente.

Quizá aquella jovencita no estaba hecha para abrazar la libertad de manera inmediata, sino que debía acercarse lentamente a ella, saludarla y darle la mano. Las cosas demasiado precipitadas la asustaban, no iban de acuerdo a su personalidad. Prefería que todo se fuera dando de a poco, pero con paso seguro. Y el camino hacia una mente libre no era la excepción. Apenas estaba dando el primer paso. Luego vendrían otros más seguros a pisar con determinación su camino.

-Gracias, pero supongo que no soy demasiado demostrativa- dijo, con una sonrisa de pena. Quizá hasta decepcionaría a su amiga si no tenía un ataque inmediato de libertad, pero así era ella.

A pesar de eso, la tranquilidad del lugar se estaba haciendo presente en su cabeza, trayéndole una paz que hace tiempo no experimentaba.

por **Thalie De Rose** Vie Dic 07, 2012 6:58 pm

Me lo había supuesto desde un principio, yo estaba acostumbrada a ir a aquel sitio y ser simplemente libre, Larisa parecía ser bastante diferente y calma pero algunas veces yo me dejaba llevar por el momento y la sensación de libertad.
Sonreí asintiendo a sus palabras.

- Es que yo me dejo llevar cuando estoy en lugares como este Larisa, pero me es inevitable es… parte de mi naturaleza supongo - precisamente eso era, mi naturaleza era andar por lugares como aquel, y algunas veces me preguntaba si era por que era una cambiaformas simplemente o si hubiese sido así a pesar de no tener esa cualidad tan característica de mi. Y si hubiese sido una persona normal, como hubiese transcurrido todo, muy diferente en definitiva, no hubiese conocido a Larisa ni a ninguna de las personas que ya había conocido, hubiese conocido solo a los amigos que hice antes de irme de ahí, y hubiese envejecido al igual que ellos. Si todo hubiese sido completamente diferente de ser yo una persona normal, justo como Larisa; pero prefería lo que era ya que gracias a eso era capaz de conocer a personas diferentes y en tiempos muy diferentes.

Mire a mi amiga, estar en aquel lugar con ella era bastante relajante, más de lo que me había imaginado y de lo que alguna vez había sentido ese lugar.

- Larisa - mi propio tono de voz me resulto extraño pues sonó serio pues sentía como estaba a punto de revelarle lo que yo era, entonces el silencio llego a mi y simplemente la mire diciendo otra cosa completamente opuesta pero que me salía del corazón - eres una gran amiga y siempre voy a cuidarte - en algún punto sabía le revelaría la verdad pero no en esos momentos, no es ese lugar.

por **Larisa Navratinova** Jue Dic 13, 2012 8:45 pm

Larisa le dedicó una brillante sonrisa en respuesta. También la sentía cercana, como si más que amigas fueran familia.

-Tú también eres una gran amiga, Camila. Siempre que me necesites estaré allí para ayudarte. Es una promesa.

Dicho esto, Larisa se sintió mucho mejor de lo que había estado en meses. Su amiga le había devuelto parte de la vitalidad perdida, parte de la esperanza en el futuro. A pesar de que aún tenía miedo, al menos este se había apaciguado de manera bastante rápida. Sólo quedaba una sombra pequeñísima de temor, escondida muy en el fondo y esperando no volver a salir a la luz bajo ninguna circunstancia.

Cerró los ojos por un momento. Aquel lugar le traía una paz inmensa, casi imposible. Era como si la aplastara bajo un peso agradable, que no quería apartar. ¿Desde hace cuánto no se sentía así? Posiblemente mucho, mucho tiempo. Estaba disfrutando de aquel día. Y todo gracias a Camila.

-De verdad necesitaba este lugar…

por **Thalie De Rose** Miér Dic 19, 2012 11:10 pm

Sonreí al escuchar aquellas palabras. Larisa era sincera, estaba sumamente segura de ello, además era muy inocente y linda; cuando la observaba algunas veces recordaba la perfección que tienen las muñecas con piel de porcelana. A muchas personas no se porque no les gustaban las muñecas pero a mi me gustaban, irradiaban cierta paz y tranquilidad difícil de encontrar en una expresión humana, excepto claro en Larisa.

- Me alegra saber que este lugar te hace bien, de verdad - me mantuve después silente, observando todo. Parecía ser aquel un momento de completa relajación por lo que sentía que hacer cualquier cosa rompería la paz y la tranquilidad que el lugar brindaba al momento. Lo único que me parecía correcto en aquellos momentos era dormir.

Reí - Me esta dando algo de sueño y eso es bastante extraño - efectivamente para mi era un suceso no muy común querer dormir entre esas horas, pero lo quería en aquellos momentos incluso aunque pareciera descortés lo cual no intentaba que fuera - tal vez la combinación del café y este lugar - volví a reír - no puedo entender como hay gente a la que el café le quita el sueño, conmigo no parece funcionar para nada - arranque una pequeña flor de aquel campo y la contemple.

por **Larisa Navratinova** Sáb Ene 05, 2013 9:10 pm

-A mí tampoco me sirve el café- esta vez, Larisa rió-. De hecho, me hace sentir pésimo. Es por eso que simplemente no puedo beberlo. A veces no puedo creer cómo las personas pueden beber tanto café sin siquiera inmutarse.

La conversación iba tomando derroteros un poco más afables, luego de toda aquella tensión por la libertad. ¿La verdad? A Larisa le bastaba con la tranquilidad que se apoderaba de ella. Si podía seguir sintiendo esa paz interior, de muy buena gana sacrificaría el ser libre, para vivir así el resto de sus días. Y es que ella no estaba hecha para grandes aventuras o cosas ilustres. Si la vida hubiese sido un poco más amable y le hubiera permitido quedarse en Rusia, posiblemente se habría casado con un Boyardo y viviría plácidamente entre los campos.

Aunque eso no significaba que aborreciera su situación actual. De hecho, agradecía a Dios el hecho de estar viva y haber conocido tanta gente bondadosa. Era feliz a su manera, no completamente, pero lo era. La pérdida de aquel ser querido no le estaba impidiendo divertirse en este momento. Y era precisamente esa pérdida la que la impulsaba a tratar de ser feliz.

-Creo que no quiero irme de este lugar por un buen rato. Te quedarás, ¿cierto?- preguntó a Camila. Esperaba que su amiga recordara que era muy dada a perderse.

por **Thalie De Rose** Mar Ene 08, 2013 5:48 pm

- Supongo que pasa lo mismo que con las cosas dulces - deje la flor en el pasto y lleve un dedo a mis labios mirando al aire intentando contar el número de personas que en algún punto me dijeron que los dulces les daban demasiada energía y no podían comer muchos - pero como a mi los dulces no me hacen ni cosquillas pues no tengo ni la menor idea. Y a ti Larisa? Los dulces te llenan de energía?

Que conversación tan más banal parecíamos haber tomado pero parecía ser justo lo necesario en aquellos momentos, algo que dejara todo lo demás de lado, incluso el hecho de que había estado a punto de decirle lo que yo era.

- Claro que me quedare Larisa, si yo te e traído aquí y sería incapaz de dejarte - Sonreí, no sabía que era exactamente lo que pasaba por su mente al decir aquello, pero que le dejaría ahí jamás! Me quedaría a su lado el tiempo que ella quisiera y después la llevaría al café donde antes estábamos, la pondría a salvo. Incluso sería capaz de acompañarla a su casa, tal vez no directamente pero como gato era capaz de todo. Reí ante esa idea y me obligue a callarme pues luciría como una loca riendo de la nada - Nos quedaremos el tiempo que quieras, yo no tengo prisa por irme de aquí.

Acabando de decir aquellas palabras observe como una mariposa de alas blancas se posaba en el cabello de Larisa y ladeo su rostro perdida en la imagen. Aquello era tan hermoso, la mariposa parecía pertenecer al cabello de Larisa, como si ahí hubiese nacido y ahí estuviese destinada a morir.
Mire aquello intentando grabarlo en mi memoria por siempre, era lo que creía que la gente solía llamar un momento perfecto y sonreí incluso si Larisa no se daba cuenta de porque en mis labios aparecía aquella torpe expresión, igual y si me lo preguntaba se lo diría pero por esos momentos nada perturbaría aquel lindo momento.

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