A la hora de la cita. [James]

por Invitado Jue Ago 26, 2010 3:22 pm

¿Como me había metido en esto?, ¡ah si!, gracias a mi magnifica forma de ganarme la vida, robando. Eran las seis y media de la tarde y yo seguía dando vueltas por el mercado, me encontraba muy nerviosa, como una niña pequeña, o una artista en su debut, pero yo ni era una niña, ni una artista; era simplemente una pobre gitana caminando nerviosa por las calles parisinas.

¿Cuantas veces había estirado ya mi falda negra y sujetado mejor mi camisa blanca?, pfff perdí la cuenta. Era presa del pánico en esos instantes y lo peor de todo es que no sabía por qué, "solo voy a quedar con un nuevo amigo, no con el rey de Francia" me repetía a mí misma una y otra vez. Pero lo cierto es que la idea de volver a ver a James me alteraba ligeramente, en el buen sentido, claro.

Él había sido tan amable conmigo a pesar de que yo intentara robarlo, nunca me había encontrado con nadie tan amable en mi vida, aun que a mi solo me rodeaban mi hermano Sasha y la vieja Valeria, la curandera del clan gitano a la cual ayudaba en el puestos de flores del mercado; fue ella quien nos encontró vagando por las calles de Calais e interfirió por nosotros para ingresar al clan, eso siempre se lo agradecería, le tenía mucho cariño y formaba parte de mi vida.
Pero ayer por alguna razón decidí robar al hombre más bueno con el que jamás me haya topado y él en vez de castigar mi acto, me premió, por así decirlo, invitándome a cenar y ofreciéndome su dinero, ¡su dinero! , recordé, cuando me abrazó le había dejado ese dinero en uno de sus bolsillos sin que se diese cuenta, para hoy ya se habría dado cuenta que no me quedé con él, ¿se enfadaría conmigo?, espero que no.

Esos pensamientos inundaban mi cabeza mientras caminaba ausente por las calles, mirando mis pies al andar. Cuando me dí cuenta que había llegado a la zona comercial, subí la mirada y me encontré con una carpintería, a lo alto de ella se leía perfectamente un cartel que decía "Carpintería Hoffman", sonreí para mi misma y dudé unos segundos antes de acercarme al portal.
Me decidí por fin a entrar, una campanilla en lo alto de la puerta hizo notoria mi entrada, con una cierta timidez me adentré del todo en la amplia habitación.

-¿Hola?- pregunté a la nada, alzando levemente mi voz para que se hiciera notoria. Me quedé de pie frente a la puerta esperando que alguien apareciera y ese alguien quería que fuera James.

por **Narim** Jue Ago 26, 2010 6:00 pm

Las horas trabajando aquel día parecían ralentizarse conforme tallaba diversas formas en la mesa de mi taller. No dejaba de virar mis ojos hacia la ventana para observar el sol mecerse en el cielo, esperando que indicara las 7 de la tarde. La calle estaba plagada de relojes de sol, pero tantos años trabajando en el mismo lugar me habían enseñado a acostumbrarme y guiarme simplemente por la distancia del astro respecto a los tejados de los edificios contiguos.

Había comido apresuradamente como si Nadezhda fuera a aparecer de repente en mi puerta por sorpresa. A veces hasta me olvidaba de que habíamos quedado horas más tarde. Tras cumplir todos los pedidos para el día, una inspiración repentina me invadió. Una imagen muy clara surgió en mi mente. Alcancé un trozo de madera y comencé a cortar, a lijar, a darle forma a un objeto singular. Horas más tarde, me lo guardé en el bolsillo. Miré el sol. Una hora exacta antes de que ella llegara. Perfecto.

Salí apresuradamente. Ni siquiera me molesté en cerrar con llave. ¿Quien demonios querría robar en una carpintería? Visité dos tiendas muy concretas, y cuando regresé con un paquete en la mano a penas me dio tiempo a darme cuenta de que llevaba unos pantalones desgastados y una camisa manchada de diferentes resinas. Corrí a la trastienda y deposité lo comprado sobre una mesa. Me desvestí y me puse los pantalones que había traido previamente de casa como si mi vida se estuviera acabando. No podía ir hecho un asco cuando yo era el que había invitado a Nadezhda y ella estaba a punto de llegar.

Rebusqué en un pequeño armario. Demonios. ¿Dónde narices estaba mi camisa? Bien. En el almacén junto al espejo y la corbata. Salí descalzo y sin camisa en busca del resto de la ropa. La cogí sin miramientos y me dirigí de nuevo a la trastienda. Un "hola" titubeante interrumpió mi paso y me hizo girar la vista. Allí estaba ella, preciosa, como una ilusión, y allí estaba yo con la camisa en la mano y el pelo despeinado. Sonreí estúpidamente.

-H-hola- dije un tanto cohibido- Discúlpame. Me he retrasado con... una cosa.

Me acerqué a ella mientras metía la mano en la manga de mi camisa y me colocaba el cuello de ésta, aun abierta, correctamente. Jugueteé con la corbata en la mano mirándola extasiado.

-Estas... guapísima- sonreí y besé su mano. Después corrí hacia la trastienda y me coloqué los zapatos tomando el paquete bajo el brazo. Aparecí de nuevo abotonándome la camisa apresuradamente-. Tengo una sorpresa. Ya que no quieres aceptar mi dinero, el cual encontré anoche en mi bolsillo... espero que al menos aceptes un regalo. Has hecho que interrumpa mi trabajo solo para pensar cómo agradarte y que no me lo tires a la cabeza.

por Invitado Jue Ago 26, 2010 6:37 pm

Dirigí mi mirada a una esquina de la habitación, en busca de que allí estuviera alguien, mis ojos se encontraron con él, a medio vestir y con la camisa en mano. Di un pequeño bote en el mismo lugar sin que se diera cuenta, a causa de la sorpresa, sonreí estúpidamente al ver que se acercaba a mi.

-H-hola. Discúlpame. Me he retrasado con... una cosa. - dijo un tanto cohibido, yo bajé ligeramente la mirada y apreté los labios para no reír.Él se acercó a mi mientras terminaba de ponerse la camisa, jugueteando con la corbata en su mano.

-Estas... guapísima- volvió a decir cogiendo mi mano y besándola, aquello hizo que lo mirara algo sorprendida y bastante ruborizada. ¿Guapísima? ¿Yo?, dio media vuelta y corrió hasta otra habitación indicándome que lo esperara allí, cuando desapareció de mi vista me tapé la boca con una mano y reí levemente, su comentario me hizo gracia y no pude evitar esa reacción. Apareció de nuevo abotonándose la camisa apresuradamente y dirigiéndose hacia mi-. Tengo una sorpresa. Ya que no quieres aceptar mi dinero, el cual encontré anoche en mi bolsillo... espero que al menos aceptes un regalo. Has hecho que interrumpa mi trabajo solo para pensar cómo agradarte y que no me lo tires a la cabeza.

Lo miré ladeando la cabeza a un lado sonriendo levemente, ¿se había tomado la molestia de comprarme algo por no aceptar su dinero?, no pude evitar mirarlo con ternura, ¿qué desconocido se tomaba tantas molestias con una gitana?.

-No hacía falta, yo... digo.. no, no te lo tiraré a la cabeza, pero no tenías que molestarte- titubeé varias veces jugando con un trozo de tela que llevaba en las manos, retorciéndolo y mirando al suelo. Quería esconder mis mejillas sonrojadas y evitar perderme en sus profundos ojos azules.

por **Narim** Vie Ago 27, 2010 4:26 am

-Shh, no digas tonterias, no ha sido ninguna molestia- dije mirándola mientras notaba que tenía una emoción contenida en el pecho-. Tengo muchas ganas de que lo abras... pero he pensado... que si te lo doy ahora te irás corriendo y me dejarás aquí solo.

Todo, obviamente volvía a ser broma, pero había aprendido que con Nadezhda, decir las cosas ocultas entre ironías era más sencillo que ir al grano. Y lo que quería decir tras aquellas palabras era que quería que se quedara conmigo. ¿O no? "Maldito carpintero soñador. Conoces a una chica y ya estás perdido en su aroma". Definitivamente, tendría problemas si se enamoraba de verdad de la joven, porque en dos días, lo que sentía era una atracción muy fuerte, y cariño. Si, seguramente sufriría indefinidamente como Nadezhda me comenzara a evitar o simplemente no me correspondiera. Decidí en ese instante tomármelo con calma y no agobiarla.

- Asi que vamos a dar una vuelta y... después de lo daré - sonreí divertido-. Es pronto aun para tomar el té. ¿Alguna sugerencia?

Busqué en mis bolsillos. Me topé con el objeto que había tallado, pero lo esquivé para tomar las llaves y cerrar la puerta de la carpintería. Hice malabares con el paquete, pero conseguí que no se cayera. Comencé a andar sin rumbo por la acera a la espera de que Nad contestara. Evité mirarla mucho tiempo seguido pues tarde o temprano, saldría corriendo y yo, no podría evitar seguirla para mirarla otra vez a los ojos. "Estúpido carpintero..." Repetí para mis adentros.

por Invitado Vie Ago 27, 2010 9:28 am

-Shh, no digas tonterias, no ha sido ninguna molestia.- me calló y continuó hablando, intenté no mirarlo, pero mis ganas eran más fuerte que mis esfuerzos por no hacerlo, -Tengo muchas ganas de que lo abras... pero he pensado... que si te lo doy ahora te irás corriendo y me dejarás aquí solo- "¿dejarlo?, jamás te dejaría solo", no podría decírselo, quedaría como una niña tonta colada por el primer chico que ve, ¿colada? ¿en qué demonios estás pensando Nadezhda?, definitivamente tú no piensas...

- Asi que vamos a dar una vuelta y... después de lo daré. Es pronto aun para tomar el té. ¿Alguna sugerencia?- sonrió divertido y yo imité estúpidamente esa sonrisa. Salimos fuera de la carpintería, para dirigirnos a algún lugar. Comenzamos a andar sin saber a donde dirigirnos y evitando cruzar miradas.

-No tengo idea a donde ir, a decir veerdad- me decidí a mirarlo y una sonrisa tonta apareció en mis labios. -Pero caminar sin rumbo al atardecer también suele ser divertido- me encogí de hombros. Una reacción involuntaria me sorprendió a mi misma, tomé su mano sin miramientos y seguimos andando sin saber a donde dirigirnos.

por **Narim** Vie Ago 27, 2010 9:55 am

Mientras caminábamos, guardé en una bolsa que me colgaba del hombro diagonalmente hasta la cintura el paquete que aun llevaba bajo el brazo. Después hice lo mismo con la corbata, que al final había preferido ignorar para mi comodidad. Abrí los dos primeros botones de la camisa para no sentirme agobiado y decidí relajarme.

Mi empeño por ocultar los sentimientos que empezaban a aflorar en mi corazón casi se vio desmoronado cuando sentí la fría mano de Nadezhda aferrarse a la mia, y de reojo incluso distinguí una sonrisilla por su parte. Dios mio, nunca había sentido un nudo en la garganta ni un revoloteo extraño en el estómago. Respiré profundamente girando la cabeza hacia otro lado mientras cerraba los ojos y reía suavemente, tan bajo que ni ella pudo oirlo. ¿Cuanto tiempo iba a aguantar aquello? Lo único que pretendía era respetarla, mantener la distancia para darle la oportunidad a ella de romperlas cuando quisiera. Y cuanto deseaba que lo hiciera.

-Bien, pues... si te parece bien, creo que en vez de ir a pasear al atardecer vamos a ir a ver el atardecer- dije matizando el verbo mientras entrelazaba mis dedos con los suyos y la guiaba con tranquilidad por París.

Nora me había enseñado sitios completamente desiertos de gente en el bosque, y me había confesado que a veces acudía allí a pensar y a relajarse, ya que eran hermosos. No dudé en elegir uno de ellos para esa noche. A Nadezhda le encantaría y por razones que aun se me escapaban de las manos deseaba fervientemente complacerla y hacerla sonreir. Poco a poco, nos fuimos acercando al río que atravesaba la ciudad. Si lo seguíamos, llegaríamos a un mirador abandonado. Bajo él, un lago que parecería un mar de no ser por los árboles que lo rodeaban en forma de "u" reflejaba los últimos rayos de sol cada día.

por Invitado Vie Ago 27, 2010 10:54 am

-Bien, pues... si te parece bien, creo que en vez de ir a pasear al atardecer vamos a ir a ver el atardecer- dijo, entrelazando sus dedos con los míos, yo asentí tontamente y me dejé guiar por él.

Íbamos caminando tranquilamente, nos acercábamos más al río que atravesaba la ciudad, yendo muy cerca del bosque.
Entramos en un desierto lugar siguiendo el camino del río, cubierto por los árboles, donde apenas llegaba la luz del sol, el cual empezaba a esconderse. Cuando alcé la vista me dí cuenta que se trataba de un mirador a lo lejos; mientras más nos acercábamos a él más hermosa era la vista desde allí. Pude distinguir perfectamente un lago muy grande y con aguas cristalinas, lo rodeaban una hilera de árboles dándole una perfecta forma de "U".

Sin duda se trataba de un lugar mágico, apuré un poco más el paso para verlo mejor, quería observarlo todo, cada esquina de ese lugar y guardármela en la cabeza.
-Es... precioso- musité y me solté de la mano de James corriendo por el prado para acercarme al lago, el cielo, los árboles y los últimos rayos de sol se reflejaban perfectamente en esas puras aguas, reí abrumada por la belleza del lugar y me giré para mirarlo a él.

-¿Como has descubierto este lugar tan mágico?- pregunté sonriente, cada centímetro de ese lugar me parecía realmente bello y no quería perderme nada, todo cuanto nos rodeaba me daba la impresión de ser mágico, era como un lugar de cuentos o el retrato de algún artista famoso.

por **Narim** Vie Ago 27, 2010 6:40 pm

Liberé a Nadezhda para que pudiera disfrutar por si misma del lugar. No tardó en adelantarse a mi para contemplar con emoción lo que teníamos delante. Yo por mi parte, la observé sin sonreir, pero con cariño, disfrutando con su expresión y su sonrisa sincera. Me desvié levemente hacia el mirador, que estaba a más altura que el lago. Desde él veía a Nadezhda un poco más abajo descendiendo por el prado y mirando con admiración el lago. Apoyé los codos en una barandilla de madera y junté las manos como si fuera un mero espectador de la situación. La risa de la joven tintineó en mis oidos como un recuerdo lejano, de mi hermana, pero ese día no volvería a asaltarme la nostalgia. Sonreí.

-Me lo enseñó Nora. Ella viene aquí cuando quiere estar sola... y desde hace tiempo yo también, aunque por otros motivos- dije sin dar muchas explicaciones.

Había tantas preguntas de las que me encantaría obtener respuesta... que a veces me bloqueaba por la desesperación de no saber, de no conocer. De comprender que algo se alzaba ante mi y yo era tan insignificante que no lograría obtener todos los datos que lo componían. Suspiré sintiendo el cosquilleo de la curiosidad, pero esa vez no por temas banales, si no por ella, por la joven gitana que se alzaba metros más abajo que yo, divertida e inocente por su juventud.

-¿Te gusta de verdad?- dije deseando oir sus palabras-. En primavera es más hermoso... todo está lleno de flores y a veces algunos ciervos vienen a beber. Quizás quieras venir conmigo entonces...

por Invitado Vie Ago 27, 2010 7:01 pm

No oí muy bien las explicaciones de James, así que me dirigí hacia él para no hacer tanto esfuerzo en escucharlo, mis pasos se hacían pesados conforme subía la pendiente, cuanto más me acercaba mejor oía sus palabras.

-¿Te gusta de verdad?. En primavera es más hermoso... todo está lleno de flores y a veces algunos ciervos vienen a beber. Quizás quieras venir conmigo entonces... -
Dijo con expresión serena, yo sonreí de nuevo, aun que en realidad no podía dejar de hacerlo, su simple presencia me alegraba el día. Al llegar hasta él imité su postura en la barandilla, observando el paisaje a nuestro alrededor.

-Será un placer acompañaros entonces, monsieur- dije con un tono divertido y enfatizando la última palabra. Observé el rostro de James sin percatarme que me volvía a perder en sus ojos, si el joven pensara que soy una tonta, tendría toda la razón; una sola de sus palabras me sacaba una sonrisa y su mirada me llevaba a recorrer su alma.

por **Narim** Vie Ago 27, 2010 7:14 pm

El olor de Nadezhda volvió a sacudirme como una tormenta en el desierto. Quise cerrar los ojos y dejarme llevar por la tentación... hundir las manos en su pelo y aproximarla a mi para sentirla mejor, pero no lo haría. Necesitaba sentirme seguro conmigo mismo, sentirme seguro con mis decisiones, y Nad parecía querer que perdiera el control y actuara improvisadamente.

Tuve que mirarla a los ojos cuando ella se colocó en mi misma posición, y eso por poco me cuesta un momento de sopor notable.

-Creo que acabas de concederme otra cita sin quererlo- dije esbozando una sonrisa.

Unas ganas incontrolables de tocar su piel me asaltó. Me aparté de la barandilla y aferré el borde con las manos. Bajé la mirada como para controlarme, y sin querer la posé en sus labios. Un fiero deseo me asaltó. "No lo harás" me dije a mi mismo. Aunque sería solo un beso, un experimento digamos..."Es una mujer, sería grosero por tu parte" bien, me había autoconvencido. Necesitaba traer el humor de por medio para librarme de la tensión. Me aclaré la garganta y desvié la mirada hacia el lago. "Ideas, ideas Hoffman" me animé.

-¿Has visto el brillo del agua... Nadezhda?- pregunté mientras me acercaba a ella con una brillante idea en la cabeza. Sonreí pícaro esperando a que entendiera lo que iba a hacer a continuación- No parece estar muy fría.

por Invitado Vie Ago 27, 2010 7:32 pm

-Creo que acabas de concederme otra cita sin quererlo- dijo con una sonrisa, sonrisa que me volvía loca por momentos.

-Pero para eso aún queda mucho tiempo- dije con un deje de tristeza fingida, noté como hacía caso omiso de mis palabras y cambiaba de posición, su mirada se fijó en el lago y luego volvió la mirada hacia mi.

-¿Has visto el brillo del agua... Nadezhda? No parece estar muy fría.- dijo acercándose a mi con una sonrisa pícara en sus labios, desvié mi mirada hacia el mismo lugar donde antes apuntaba la suya y me tapé la boca para no reír como una loca, empezaba a entender su idea y me hacía gracia.

-¿Qué sugiere señor Hoffman?- Lo miré dubitativa, con la sonrisa aún en mis labios esperando que dijera lo que ya sabía. Sin pretenderlo fui acercándome a él, cuando me dí cuenta lo que estaba haciendo baje levemente el rostro, observando el paquete que llevaba bajo el brazo, si lo volvía a mirar a los ojos lo más probable sería que cometería una tontería y no quería arruinar aquel momento.

por **Narim** Sáb Ago 28, 2010 6:51 am

Me tomé mi tiempo para responder a la pregunta. Era como mantener la tensión de algo que ella sabía... y en el último momento decidí cambiar los planes. Así sería más divertido. Me quité con lentitud la bolsa que llevaba colgada al hombro donde el regalo de Nad asomaba y recoloqué mi camisa mientras dejaba dentro de la bolsa el pequeño paquete que llevaba en el bolsillo. Después volví a alzar la mirada hacia Nadezhda, tornándola indiferente.

-Sugiero... que vais a desear con todas vuestras fuerzas una toalla- dije esbozando lentamente una sonrisa y terminando de acortar las distancias. Por un momento dejé de respirar, pero pude disimularlo bien porque en ese momento, tomé a Nadezhda en brazos y eché a correr prado abajo riendo por sus patadas, sus gritos y sus protestas.

Frente a mi, adentrándose en el lago, un camino de baldas de madera flotaban sobre el agua a medio metro de altura. Allí se sentaban antaño los pescadores, y ahora nadie lo utilizaba. Llevé a Nadezhda hasta el mismo borde, como si fuera una especie de trampolín y la sostuve deleitándome con su risa nerviosa y entre quejas y demás. La muy inteligente se había agarrado a mi cuello como si la vida le fuera en ello, pero ni de lejos saldría seca de aquello.

-Acabaréis en el agua de una forma o de otra madame- aseguré entrecortadamente por mi respiración agitada-. Si yo fuera vos no me resistiría a lo inevitable.

por Invitado Sáb Ago 28, 2010 7:56 am

-Sugiero... que vais a desear con todas vuestras fuerzas una toalla- dijo y en ese momento me tomó en brazos y echó a correr, de la sorpresa no tuve tiempo a reaccionar como debía, así que en el primer instante no me resistí.

-¡No lo hagas! ¡bájame! ¡BÁJAME!-- chillé entre risas y pataleos todo lo que pude pero fue inútil. Me sujeté muy fuerte de su cuello, aferrándome a él como si la vida me fuera en ello, el corría todo lo que sus piernas le permitían a causa del peso que llevaba en brazos, nos acercábamos al lago, James se dirigió a unos caminos de baldas, que daban la sensación de ser una especie de trampolín; negué varias veces con la cabeza y me aferré aún más a él.

-Acabaréis en el agua de una forma o de otra madame. Si yo fuera vos no me resistiría a lo inevitable- volvió a decir yo reí nerviosa y negué de nuevo con a cabeza.

- Pero usted acabará allí dentro conmigo, os lo aseguro - dije con un tono simpático intentando parecer amenazadora. Volví a retorcerme en sus brazos intentando zafarme pero me era imposible; acabar en el lago no entraba dentro de mis planes, pero sí dentro de los suyos, no pude evitar soltar una carcajada y mirarlo con un deje de ruego en mis ojos.

por **Narim** Sáb Ago 28, 2010 8:31 am

Intenté soltar sus manos de mi cuello, pero dioses, se aferraba de forma sobrehumana. Me puse serio (realmente era todo un teatro muy bien montado) y bufé sonoramente poniendo los ojos en blanco.

-Sois muy aburrida. Solo quería mojaros un poco... nada más- di un paso hacia atrás y solté a la muchacha, que quedó de pie en el suelo- deberiais confiar un poco más en mi...

Nadezhda me miró acusadoramente, y noté cómo le costaba soltarse de mi. Gran error.

-O no...- y dicho esto, la empujé hacia atrás riendo.

Nadezhda calló al agua chapoteando, y al principio me preocupé porque no le había preguntado si sabía nadar. Lo había dado por supuesto, pero gracias a dios vi su cabeza emerger a los pocos segundos. Puse cara de "no he roto un plato en mi vida" y me senté en las baldas de madera, con los pies colgando casi rozando el agua. Apoyé los codos en las rodillas y la cabeza en las manos y miré a Nadezhda.

-¿Qué?, ¿está buena el agua?- sonreí pícaramente y le saqué la lengua, al fin y al cabo, yo tenía apenas un año más que ella.

La noche había caido sobre nosotros, pero la luna iluminaba el lugar. No obstante, lo que más me llamaba la atención eran los ojos de la joven, que brillaban. El aspecto de ella empapada era una visión... excitante para mi. Si, qué demonios. Era un hombre y no podía evitar sentir esas cosas. Además, ella me gustaba y eso lo empeoraba todo. Maldije por lo bajo.

por Invitado Sáb Ago 28, 2010 9:05 am

-Sois muy aburrida. Solo quería mojaros un poco... nada más, deberiais confiar un poco más en mi...- dijo él y mi rostro se tornó decepcionado y mis labios se entreabrieron ligeramente, pero aún así no quise soltarme de él, hasta que...

-O no.. - volvió a decir y de un empujón caí al agua, oí sus risas como un tintineo en mis oídos, había caído de pleno en el agua y a causa de la sorpresa me costaba concentrarme en una sola cosa, o salir de allí o reír. Saqué la cabeza al exterior y lo vi allí, sentando en las baldas con cara de "no he roto un plato en mi vida" , clavé mi mirada en la suya en señal de reprimenda pero no pude aguantarla mucho más ya que él me incitaba a reír descontroladamente con esos ojos, ojos que me traían tonta desde hacía bastantes horas.

-¿Qué?, ¿está buena el agua?- sonrió pícaramente y me sacó la lengua, eché la cabeza hacia atrás y me aproximé a él en nado. La noche ya estaba haciendo su aparición y nosotros seguíamos allí, yo en busca de venganza y él burlándose de mi.

-Deberías probarla...- y dicho esto estiré con todas mis fuerzas de sus piernas, aprovechando su distracción para que no pusiera resistencia, y así fue, cayó de pleno en el agua. Aquello hizo que soltase una carcajada, lo vi emerger y reí aún más. -Ahora puedes saberlo por ti mismo- volví a decir guiñándole un ojo y chapoteando para majar su rostro como una simple broma de niños pequeños.

por **Narim** Sáb Ago 28, 2010 10:04 am

Reí cuando Nadezhda se aferró a mis piernas, porque por extraño que pareciera no me había esperado aquello. Para no rasparme la espalda contra la madera me impulsé levemente con los brazos y me dejé caer al agua. Así, ella estaría contenta. Emergí del agua sacudiendo la cabeza, y por ello me llevé una ola de agua por parte de mi compañera. Me limpié la cara como pude y solté una carcajada baja.

-No está mal- dije siguiéndole el juego y salpicándola yo a ella-. Ha sido muy divertido oir tus gritos.

Volví a reir mientras me acercaba un poco a la orilla para tocar pie. El agua me cubría hasta el pecho. Despeiné mi pelo y me quité la camisa. Era estúpido tenerla puesta en el agua. Así se secaría un poco. La dejé sobre el improvisado trampolín y miré a Nadezhda, y después la luna.

por Invitado Sáb Ago 28, 2010 10:27 am

Sus ojos se posaron en la luna tras haberse quitado la camisa, esa mirada y ese rostro pensativo le daba un cierto aire de misterio. Por simple curiosidad imité su acción, observando también la luna.

-¿En qué piensas?- pregunté entonces acercándome a él, no movió un músculo y ni siquiera me miró, no quise sacarlo de su trance, ciertamente me encantaba observarlo, sin decir nada ni, simplemente perderme mirándolo.

Intenté llegar al suelo con el pie, así que tuve que acercarme a la orilla lo más que pude; lo cierto era que las ropas mojadas adquirían peso dificultando mi movilidad, pero no quise quitarme nada, más por vergüenza que por comodidad, eso estaba claro.

por **Narim** Sáb Ago 28, 2010 10:48 am

"En que tu hermano me mataría si oyera mis pensamientos" pensé para mi mismo, y reí con voz queda. Ciertamente, había desviado la mirada hacia la luna para dejar de mirar a la chica sin contemplaciones. Me aturdía observar sus gestos, y sentía cierto anhelo de aquel abrazo que la había dado el día anterior. ¿Cómo es posible que una atracción tan fuerte hubiera surgido en aquellas pocas horas juntos? Lo ignoraba.

Intenté pensar una respuesta rápida a esa pregunta sin levantar sospechas, pero me era imposible. No estaba concentrado como para mentirla y que se lo creyera. Suspiré. "Pensaba en que tengo ganas de besarte" Ensayé para mis adentros. "¡No seas imbécil, no te atreverás a decirla eso!"

-Pensaba...- dudé unos instantes- en... que la luna se refleja en tus ojos y... es muy bello observarte.

No era del todo mentira, bien James. Titubeé cuando la miré a los ojos, y esbocé una sonrisa más segura de lo que me sentía yo. Me sumergí en el agua para evitar que tuviera que responder y buceé hasta que me alcancé la tarima. Me elevé en ella sin mucho esfuerzo y me volví a sentar en ella completamente calado, observando a Nadezhda mientras me secaba.

por Invitado Sáb Ago 28, 2010 11:04 am

-Pensaba... en... que la luna se refleja en tus ojos y... es muy bello observarte. - dijo y me sonrió, aquellas palabras me mataron, por así decirlo, un hueco se formó en mi pecho y me tuve que tapar el rostro cuando él se sumergió en el agua, no evité sonreír, al contrario lo hice con más ánimo que antes.

Observe como se elevaba en la tarima, cuando se sentó sus ojos volvieron a los míos y definitivamente mis mejillas se encendieron como las llamas de una hoguera. Nadé con esfuerzo hasta donde se encontraba él, las ropas mojadas dificultaban mis movimientos, haciéndolos torpes e imprecisos. Estiré una mano y con la otra me sujeté en una de las vigas de madera.

-¿Me ayudas?- pregunté tontamente a James, poniendo ojitos de corderito empapado, sonreí levemente y esperé a que asiera mi mano. Mirarlo a los ojos me mataba, podía estar así el día entero, sin decir una sola palabra, pero tal vez el me tomaría de loca... aun que loca ya me estaba volviendo por su culpa.

por **Narim** Sáb Ago 28, 2010 11:26 am

Observé a Nadezhda nadar hacia mi. No intenté descifrar su rostro, me daba miedo ver en él una cara indiferente ant mis palabras. Únicamente la miré cuando me pidió ayuda, y ladeé la cabeza poniendo los ojos en blanco como si estuviera harto de ella, pero después sonreí y la cogí de ambas manos levantándola en vilo. A pesar del vestido que pesaba mucho al estar mojado, la fuerza de mis brazos era suficiente para levantarla sin problemas. La senté a mi lado y me apoyé en los brazos para atrás. Gracías al agua la temperatura era agradable. Si no, haría demasiado calor para mi gusto. Sacudí la cabeza mojándo a Nadezhda y reí para mis adentros. Después alcé la mano y le coloqué el pelo detrás de la oreja.

-Espero que no te hayas enfadado conmigo por tirarte al agua- dije tumbándome en las tablas. Puse los brazos bajo mi cabeza y miré a Nad de reojo.

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A la hora de la cita. [James]

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