AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Bajo la lluvia [César Snow]
2 participantes
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Bajo la lluvia [César Snow]
Recuerdo del primer mensaje :
¿Te has dado cuenta de que la salvación, al igual
que las llaves del coche , las encuentras generalmente donde
y cuando menos te lo esperas?
que las llaves del coche , las encuentras generalmente donde
y cuando menos te lo esperas?
Me encontraba vagando nuevamente por los bosques de esta hermosa ciudad, lo cierto es que sin dudas es una de mis actividades favoritas, no solo por el hecho de sentir como la naturaleza a mi alrededor me da la bienvenida, como el viento me acaricia suavemente mientras recorro el lugar, como puedo ser yo misma sin la necesidad de esconderme de nadie… El sentirme completamente llena de vida, llena de paz y en sintonía con la naturaleza era algo que a pesar de cualquier problema me ponía irremediablemente de buen humor.
Claro, además estaba el hecho que desde que a los catorce años cuando el fantasma de Luna me había dicho que me rencontraría con César, el hombre a quien estaba destinada y que nos pertenecíamos desde el principio de los tiempos y con quien en cada vida de correspondía estar para ser feliz, me encantaba salir a dar caminatas por los bosques pues ella había dicho que así lo encontraría, caminando por el bosque un día lluvioso jugando con mi don, y claro desde ese día salía al menos cuatro o cinco veces al mes a rondar por los boscajes con la esperanza de encontrarlo; claro que hasta ahora nunca había pasado nada, y continuaba buscándolo, pues según Luna lo reconocería al verlo, aunque según mi amiga él no lo haría al instante, tardaría en darse cuenta quien era yo, pero eso no importaba, lo que realmente importaba era el hecho de que lo encontraría y aunque Luna no me había dado muchos detalles del futuro, me había dicho que en esta vida si todo salía como estaba “escrito” si podríamos estar juntos y eso me hacía muy feliz.
En definitiva amaba este país, estar aquí me hacía sentir tranquila y aunque ya me había dado cuenta de que había sobre población de criaturas sobrenaturales, de alguna manera París y sus alrededores me hacían sentir feliz, y estaba segura que en este lugar era donde encontraría a César, no era que pudiera ver el futuro ni nada por el estilo, era el simple hecho de sentirlo en el fondo de mi corazón, y eso sin dudas me llenaba de alegría, algo que no podía controlar y que hacía que me dieran ganas de hacer feliz a todo el mundo, y bueno lo intentaba, siempre estaba ayudando a los demás o llevando comida a los niños pobres o vagabundos que lo necesitaran.
Había hasta pensado acoger a unos niños desamparados, un niño como de doce años con tres hermanitas una niña de cinco años y unas gemelas de dos añitos, que vivían en un parque en el centro de París, pero el niño se había negado diciendo que me podían llevar a la hoguera si los recogía sin tener un esposo que me respaldara y cuidara, y por mucho que me doliera el pequeño tenía razón, solo esperaba encontrar a César pronto para poderles dar un hogar a esos pequeños, aunque claro por el momento siempre les llevaba comida, no me gustaba que sufrieran tanto, siendo tan pequeños.
Seguí caminando internándome más en el bosque mientras jugaba con mi don y provocaba enormes cantidades de viento haciendo que los árboles se sacudieran, amaba tener y sentir tanta libertad y paz, amaba tocar los árboles y sentir la vida dentro de ellos, amaba sin dudas estos lugares tan alejados de la cuidad y cuidados por nuestra madre naturaleza, nuestra madre Gaia.
No paso mucho tiempo para que dejara que la lluvia azotara el lugar, me encantaba acabar completamente remojada, con el vestido sucio, pesado, pero sin lugar a dudas era una sensación única el agua cayendo sobre mi rostro, mojando mi cabello, acariciándome lentamente y llenando el bosque de vida, además siempre me había imaginado que el primer beso entre César y yo en esta vida sería en medio de la lluvia, pues el clima era parte de mí y yo parte de el, y aunque me ponía nerviosa el hecho de que César no me reconociera al instante, siempre me preguntaba si seguía siendo humano, pues por más que le había dado vueltas a las palabras de Luna, no encontraba muchas maneras de reconocerlo al instante, más que el hecho de que fuese vampiro o fantasma, y pensar que pudiera ser un fantasma me hacía sentir triste pues nunca estaría en paz, como se supone que debería estarlo, y bueno si era vampiro me preocupaba la vida que hubiese tenido todos estos años ¿y si había sufrido mucho?
No en definitiva no quería pensar en eso, pues como Luna se había negado a decirme que era, también podría ser humano y yo reconocerlo al reconocer su alma, dios, darle vueltas a esto siempre me ponía nerviosa, yo solo quería encontrarlo, decirle que lamentaba mucho haberlo dejado a solo una semana de nuestra boda, pues para bien o para, mal desde muy pequeña recordaba mi vida pasada, y como había muerto en manos de una vampiresa sedienta que no podía controlar su sed, recordaba como ella se había disculpado conmigo y dicho que no sabía cómo detenerse…. Yo recordaba todo, aunque no le guardaba rencor, amaba esta vida en la que había renacido.
Claro que al pensar en César y nuestro rencuentro me hacía sentir algo raro en el estómago además de ansiedad y claro que siempre el clima se ponía como mi estado de ánimo, bastante intranquilo y no tardaba mucho en empezar con los relámpagos justo como ahora; sin dudas realmente estaba nerviosa pues el relámpago se había escuchado bastante fuerte, cercano y aunque había descubierto hace años que estos no me causaban daño, si quemaban mi ropa, así que tenía que controlarme o cabía la posibilidad que me rencontrara con César medio desnuda.
Sin mucho ánimo de que esto sucediera empecé a detener mi caminar para poder respirar profundo y calmar mis nervios respirando profundo varias veces hasta que logre sentirme mucho mejor y mire al cielo, aún continuaba lloviendo pero era ligeramente, la lluvia había disminuido al disminuir mis nervios.
Y allí de pie miré al cielo sonriendo, volvía a llenarme de paz y felicidad y sin más motivo que el de continuar jugando con mi don y disfrutar del momento hice que la lluvia volviese a caer fuertemente mientras y me encontraba allí en medio del bosque rodeada arboles gigantes, completamente mojada de los pies a la cabeza y hasta algo sucia bailándole a la vida, a la naturaleza a los árboles, a los cielos, jugando con el clima y el don que se me había dado en esta vida.
Claro, además estaba el hecho que desde que a los catorce años cuando el fantasma de Luna me había dicho que me rencontraría con César, el hombre a quien estaba destinada y que nos pertenecíamos desde el principio de los tiempos y con quien en cada vida de correspondía estar para ser feliz, me encantaba salir a dar caminatas por los bosques pues ella había dicho que así lo encontraría, caminando por el bosque un día lluvioso jugando con mi don, y claro desde ese día salía al menos cuatro o cinco veces al mes a rondar por los boscajes con la esperanza de encontrarlo; claro que hasta ahora nunca había pasado nada, y continuaba buscándolo, pues según Luna lo reconocería al verlo, aunque según mi amiga él no lo haría al instante, tardaría en darse cuenta quien era yo, pero eso no importaba, lo que realmente importaba era el hecho de que lo encontraría y aunque Luna no me había dado muchos detalles del futuro, me había dicho que en esta vida si todo salía como estaba “escrito” si podríamos estar juntos y eso me hacía muy feliz.
En definitiva amaba este país, estar aquí me hacía sentir tranquila y aunque ya me había dado cuenta de que había sobre población de criaturas sobrenaturales, de alguna manera París y sus alrededores me hacían sentir feliz, y estaba segura que en este lugar era donde encontraría a César, no era que pudiera ver el futuro ni nada por el estilo, era el simple hecho de sentirlo en el fondo de mi corazón, y eso sin dudas me llenaba de alegría, algo que no podía controlar y que hacía que me dieran ganas de hacer feliz a todo el mundo, y bueno lo intentaba, siempre estaba ayudando a los demás o llevando comida a los niños pobres o vagabundos que lo necesitaran.
Había hasta pensado acoger a unos niños desamparados, un niño como de doce años con tres hermanitas una niña de cinco años y unas gemelas de dos añitos, que vivían en un parque en el centro de París, pero el niño se había negado diciendo que me podían llevar a la hoguera si los recogía sin tener un esposo que me respaldara y cuidara, y por mucho que me doliera el pequeño tenía razón, solo esperaba encontrar a César pronto para poderles dar un hogar a esos pequeños, aunque claro por el momento siempre les llevaba comida, no me gustaba que sufrieran tanto, siendo tan pequeños.
Seguí caminando internándome más en el bosque mientras jugaba con mi don y provocaba enormes cantidades de viento haciendo que los árboles se sacudieran, amaba tener y sentir tanta libertad y paz, amaba tocar los árboles y sentir la vida dentro de ellos, amaba sin dudas estos lugares tan alejados de la cuidad y cuidados por nuestra madre naturaleza, nuestra madre Gaia.
No paso mucho tiempo para que dejara que la lluvia azotara el lugar, me encantaba acabar completamente remojada, con el vestido sucio, pesado, pero sin lugar a dudas era una sensación única el agua cayendo sobre mi rostro, mojando mi cabello, acariciándome lentamente y llenando el bosque de vida, además siempre me había imaginado que el primer beso entre César y yo en esta vida sería en medio de la lluvia, pues el clima era parte de mí y yo parte de el, y aunque me ponía nerviosa el hecho de que César no me reconociera al instante, siempre me preguntaba si seguía siendo humano, pues por más que le había dado vueltas a las palabras de Luna, no encontraba muchas maneras de reconocerlo al instante, más que el hecho de que fuese vampiro o fantasma, y pensar que pudiera ser un fantasma me hacía sentir triste pues nunca estaría en paz, como se supone que debería estarlo, y bueno si era vampiro me preocupaba la vida que hubiese tenido todos estos años ¿y si había sufrido mucho?
No en definitiva no quería pensar en eso, pues como Luna se había negado a decirme que era, también podría ser humano y yo reconocerlo al reconocer su alma, dios, darle vueltas a esto siempre me ponía nerviosa, yo solo quería encontrarlo, decirle que lamentaba mucho haberlo dejado a solo una semana de nuestra boda, pues para bien o para, mal desde muy pequeña recordaba mi vida pasada, y como había muerto en manos de una vampiresa sedienta que no podía controlar su sed, recordaba como ella se había disculpado conmigo y dicho que no sabía cómo detenerse…. Yo recordaba todo, aunque no le guardaba rencor, amaba esta vida en la que había renacido.
Claro que al pensar en César y nuestro rencuentro me hacía sentir algo raro en el estómago además de ansiedad y claro que siempre el clima se ponía como mi estado de ánimo, bastante intranquilo y no tardaba mucho en empezar con los relámpagos justo como ahora; sin dudas realmente estaba nerviosa pues el relámpago se había escuchado bastante fuerte, cercano y aunque había descubierto hace años que estos no me causaban daño, si quemaban mi ropa, así que tenía que controlarme o cabía la posibilidad que me rencontrara con César medio desnuda.
Sin mucho ánimo de que esto sucediera empecé a detener mi caminar para poder respirar profundo y calmar mis nervios respirando profundo varias veces hasta que logre sentirme mucho mejor y mire al cielo, aún continuaba lloviendo pero era ligeramente, la lluvia había disminuido al disminuir mis nervios.
Y allí de pie miré al cielo sonriendo, volvía a llenarme de paz y felicidad y sin más motivo que el de continuar jugando con mi don y disfrutar del momento hice que la lluvia volviese a caer fuertemente mientras y me encontraba allí en medio del bosque rodeada arboles gigantes, completamente mojada de los pies a la cabeza y hasta algo sucia bailándole a la vida, a la naturaleza a los árboles, a los cielos, jugando con el clima y el don que se me había dado en esta vida.
Alice Castiel- Hechicero Clase Alta
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Re: Bajo la lluvia [César Snow]
¿Te has dado cuenta de que la salvación, al igual que las llaves del coche, las encuentras generalmente donde y cuando menos te lo esperas?
Me sentía realmente adormilada, su compañía me brindaba la suficiente seguridad como para dejarme ir al mundo de Morfeo por momentos a pesar de saber lo importante que era este momento, sobre todo que él no me considerase una mujer que andaba ofreciéndose o comportándose de esta manera con los hombres, él era el único con quien toda mi vida había soñado “yo sé que acabamos de conocernos, también sé que no es correcto estar aquí así y que se alguien nos viera podría ser algo extraño, pero mientras no sea así quedo a tu merced esta noche” dijo respondiendo a mis disculpas y beso mi frente mientras me abrazaba, cosa que me hizo sentir feliz aun y con lo adormecida que me encontraba.
Si bien era cierto que me encontraba medio dormida estaba al pendiente de las emociones de César, no quería incomodarlo en mi necesidad de tenerlo conmigo aunque él mismo hubiese dicho que estaba a mi merced. Realmente se sentía muy bien estar abrazándolo, lo había anhelado tanto que era una sensación gratificante y reconfortante – No estés triste – susurre aun medio acorrucada en él al sentir sus emociones y miedos – no sé qué nos deparé el futuro, lo que si tengo claro es que lo quiero a tu lado si tu así lo deseas… – termine de decir adormilada.
La lluvia había cesado por completo, la noche volvía a empezar a mostrarse más cálida, tal cual estaba antes de que yo empezase con mi juego de tormenta y todo se sentía tan en su lugar que realmente me estaba costando demasiado trabajo no dormirme abrazada a él, o quizás si me dormía a momentos pues alcanzaba a darme cuenta que mis pensamientos no tenían algún tipo orden – Te quiero – susurre enderezándome un poco acercándome a sus labios besándolo con dulzura, inocentemente sin ser completamente consiente de mis palabras y acciones mucho más dormida que despierta.
El beso era dulce, casto, poco más que un simple roce de labios que transmitía todos mis sentimientos por él, no solo como Sarah sino también como Alice, impulsado más por un deseo oculto, un anhelo grabado en mi alma a lo largo de los años que podía mucho más que las barreas del tiempo y del espacio de una vida y otra que se enlazaban en mi estado de seminconsciencia al haber quedado completamente dormida en el pecho de él mientras lo abrazaba con la naturaleza de testigo cuidándonos.
Si bien era cierto que me encontraba medio dormida estaba al pendiente de las emociones de César, no quería incomodarlo en mi necesidad de tenerlo conmigo aunque él mismo hubiese dicho que estaba a mi merced. Realmente se sentía muy bien estar abrazándolo, lo había anhelado tanto que era una sensación gratificante y reconfortante – No estés triste – susurre aun medio acorrucada en él al sentir sus emociones y miedos – no sé qué nos deparé el futuro, lo que si tengo claro es que lo quiero a tu lado si tu así lo deseas… – termine de decir adormilada.
La lluvia había cesado por completo, la noche volvía a empezar a mostrarse más cálida, tal cual estaba antes de que yo empezase con mi juego de tormenta y todo se sentía tan en su lugar que realmente me estaba costando demasiado trabajo no dormirme abrazada a él, o quizás si me dormía a momentos pues alcanzaba a darme cuenta que mis pensamientos no tenían algún tipo orden – Te quiero – susurre enderezándome un poco acercándome a sus labios besándolo con dulzura, inocentemente sin ser completamente consiente de mis palabras y acciones mucho más dormida que despierta.
El beso era dulce, casto, poco más que un simple roce de labios que transmitía todos mis sentimientos por él, no solo como Sarah sino también como Alice, impulsado más por un deseo oculto, un anhelo grabado en mi alma a lo largo de los años que podía mucho más que las barreas del tiempo y del espacio de una vida y otra que se enlazaban en mi estado de seminconsciencia al haber quedado completamente dormida en el pecho de él mientras lo abrazaba con la naturaleza de testigo cuidándonos.
Alice Castiel- Hechicero Clase Alta
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Fecha de inscripción : 22/04/2014
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Re: Bajo la lluvia [César Snow]
"no sé qué nos deparé el futuro, lo que si tengo claro es que lo quiero a tu lado si tu así lo deseas" dijo ella - sólo si me enseñas todo lo que me quieras decir sobre ti - no me refería a que fuera en ese momento si no cuando ella quisiera, no iba a forzarla y menos en este momento que estaba adormilada.
Dejé de sentir la lluvia caer y miré al cielo aún abrazado de ella, pude ver algunas aves nocturnas que se secaban las plumas en las ramas de los árboles y a varios murciélagos que salían de sus cuevas, escuché a los ciervos sacudiéndose el agua y un par de osos pelear por una presa, todo en un par de segundos. Miré a Alice que se estaba quedando dormida y sonrío, luego se acercó y me besó, ese beso traía algo mas, como un deseo o anhelo claro correspondí el beso y se quedó dormida abrazada de mi.
Acaricié su cabello y me quedé flotando manteniendo nos a ambos en la superficie - descansa - susurré bajo para no despertarla, me iba a quedar así si era necesario hasta una hora antes del amanecer donde tendría que despertarla para llevarla a su casa y ocultarme del sol, miré a nuestro al rededor, todo era pacífico y me sentí relajado, no había otro lugar en el mundo donde quisiera estar en ese momento y obviamente no había otra persona con quien deseara estar.
Dejé de sentir la lluvia caer y miré al cielo aún abrazado de ella, pude ver algunas aves nocturnas que se secaban las plumas en las ramas de los árboles y a varios murciélagos que salían de sus cuevas, escuché a los ciervos sacudiéndose el agua y un par de osos pelear por una presa, todo en un par de segundos. Miré a Alice que se estaba quedando dormida y sonrío, luego se acercó y me besó, ese beso traía algo mas, como un deseo o anhelo claro correspondí el beso y se quedó dormida abrazada de mi.
Acaricié su cabello y me quedé flotando manteniendo nos a ambos en la superficie - descansa - susurré bajo para no despertarla, me iba a quedar así si era necesario hasta una hora antes del amanecer donde tendría que despertarla para llevarla a su casa y ocultarme del sol, miré a nuestro al rededor, todo era pacífico y me sentí relajado, no había otro lugar en el mundo donde quisiera estar en ese momento y obviamente no había otra persona con quien deseara estar.
César Snow- Vampiro Clase Alta
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Re: Bajo la lluvia [César Snow]
¿Te has dado cuenta de que la salvación, al igual que las llaves del coche, las encuentras generalmente donde y cuando
menos te lo esperas?
menos te lo esperas?
Estaba demasiado dormida, por mucho que intentaba recuperar un poco de conciencia no me era posible lo más que intentaba despertar mi cuerpo estaba demasiado cansado, y el agua era demasiado acogedora, si a esto se le agregaba mi paz espiritual al por fin haber encontrado a César no era para menos que ni mi cuerpo ni mi mente quisieran abandonar mi mundo de sueño “Descansa” escuche lejanamente segundos después de que en mi sueño le hubiese besado y dicho que lo quería. Había sido un sueño ¿no? O ¿lo había hecho en realidad? No… estaba soñando y en mis sueños siempre lo besaba, siempre me cuidaba…
La verdad no me podía quejar, estaba realmente cómoda, calientita, no estaba muy segura de porque sentía agua a mi alrededor pero esto solo me adormecía más y por más que quería despertarme para poder pasar más tiempo con César mi cuerpo no respondía, la energía que gaste en nuestro encuentro era demasiada, generalmente dormía por horas ante un espectáculo similar al de esta noche. Sin embargo y a pesar de lo cansada que me sentía y lo mucho que me adormecía tanto el agua cálida corriendo con la corriente como la cascada que estaba cercana mi cuerpo se negaba a relajarse por completo, parte de mi cerebro se mantenía alerta manteniéndome abrazada a César sin querer ni poder soltarlo.
Sabía que estaba soñando, siempre, desde muy pequeña lograba distinguir entre el sueño y la realidad, y este sueño era tranquilo, hermoso, pacifico, estaba en un prado, era muy temprano, todavía no amanecía y yo me había escapado para ver el amanecer, me encantaba ver como cuando la noche se volvía más oscura y todo se sentía perdido, era en ese preciso momento cuando el alba se anunciaba y la mañana empezaba a cobrar vida. Pronto me di cuenta de que no era un sueño, era un recuerdo de cuando era Sarah, uno que era nuevo para mí, no estaba segura del tiempo que era pero en pocos instantes César se unió a mi trayéndome una taza de café caliente y acostándose a mi lado para contemplar como el día empezaba y el sol se anunciaba, cerciorándose que me tomase el café pues el clima estaba frio mientras disfrutábamos a solas el espectáculo que nos ofrecía la naturaleza.
Abrí los ojos lentamente no sabía cuánto tiempo me había quedado dormida, de lo que si estaba segura era de que sin dudas no era poco tiempo, aunque aún me sentía bastante agotada y confundida por lo que segundos antes estaba recordando – César – susurre recordando de golpe donde estaba y con quien – me quede dormida – dije más para mí misma que para él – ¡qué vergüenza! Y encima en el agua semi desnudos – susurre muy bajito, con la esperanza de que él no me escuchara, escandalizándome a mí misma por la situación ahora que ya estaba un poco más descansada – Perdóname – dije después de respirar profundo para tomar valor y verlo a los ojos – yo jamás había hecho algo así - declare seriamente mirándolo y recordando de pronto mi sueño donde lo besaba y le confesaba mis sentimientos - Oh por dios – susurre abriendo los ojos sin dejar de mirarlo – No fue un sueño ¿verdad? – me atreví a preguntar pasando saliva sintiendo como mi corazón palpitaba rápidamente en mi pecho – Yo… ¿yo te besé dormida? Y… además te dije… oh por dios – susurre yo no quería presionarlo a que sintiese algo por mi o que lo dijese, yo entendía que él no me conocía y no pretendía eso ni nada parecido y lo había hecho.
Respire profundo varias veces intentando no hiperventilar mientras él me miraba – Yo… perdóname, prometo que no volverá a pasar, yo no te besaré ni diré nada… yo – me calle, pis pensamientos volaban y si pensaba en irse, si creía que yo era así con todo el mundo, él no me conocía y como Sarah nos habíamos besado hasta que el me confeso su amor, o de lo contrario hubiese sido hasta nuestra noche de bodas… dios y yo ahora lo había besado varias veces y una de ellas dormida… – yo, no soy así, y entiendo si quieres irte después de… eso… yo me disculpo – dije con un nudo en la garganta… pero qué diablos me había picado… todas mis acciones, besarlo repetidamente y dormirme abrazada a él… tenía suerte de que no me hubiese sacado del agua, acostado en el césped y dejado ya… yo… sabía que todo eso estaba mal, pero lo extrañaba y necesitaba… y él era… simplemente siempre había soñado con sus labios, con sus besos… ¿eso estaba tan mal realmente?
Alice Castiel- Hechicero Clase Alta
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Re: Bajo la lluvia [César Snow]
Cuando despertó su reacción me hizo sentir un poco culpable - no, perdóname tu a mi - miro a otro lado avergonzado, mirando a la noche, cuando preguntó por el beso y lo que había dicho no quise decir nada para que no sintiera peor y aunque era posible que sospeche de mi silencio me quede callado sin saber que decir o hacer para que no se sintiera así.
Otra vez me había cegado al no ver venir eso, no entendía por que ya era la segunda vez en la noche en la que no pude pensar mas allá del momento, mis experiencias como humano me indicaban que debía haberme ido, pero no quería hacerlo, le había prometido que no me iba a alejar, el momento era confuso y por unos segundos me quedé como mudo escuché su corazón latir rápidamente y mi mente se quedó como un lienzo en blanco por el momento.
La miré algo confundido - no... yo no me iba a ir... solo que... - trataba de encontrar alguna palabra o escusa para hacer que no se sintiera mal, mire hacia la noche con la mirada perdida y un poco confundido - Alice, no te vayas - respire profundo tranquilizando mis pensamientos y sostuve su rostro en mis manos - tranquila, no pasó nada - respiré profundo varias veces mas, me puse nervioso y la miro a los ojos - yo soy quien te pide disculpas pues yo... yo no quería... - realmente no quería decirlo, no quería confesar el porque me sentía sucio pero debía hacerlo en algún momento... aunque tal vez no fuera el indicado, intenté decirlo de nuevo pero las palabras no salieron de mi boca y cerré los ojos - solo no te vayas y haré lo que sea - dije con temor a que no hiciera caso a mis palabras y miraba hacia otro lado.
Mi mente estaba llena de preguntas sin respuestas y no quería pensar en eso ahora pues tenía todo el día que venía para poder resolver eso, pero las preguntas seguían invadiendo mi mente mas no mi concentración, mi prioridad en ese momento era no dejarla ir a menos que ella de verdad quisiera alejarse, que no me quisiera y se fuera sin decir mas
Otra vez me había cegado al no ver venir eso, no entendía por que ya era la segunda vez en la noche en la que no pude pensar mas allá del momento, mis experiencias como humano me indicaban que debía haberme ido, pero no quería hacerlo, le había prometido que no me iba a alejar, el momento era confuso y por unos segundos me quedé como mudo escuché su corazón latir rápidamente y mi mente se quedó como un lienzo en blanco por el momento.
La miré algo confundido - no... yo no me iba a ir... solo que... - trataba de encontrar alguna palabra o escusa para hacer que no se sintiera mal, mire hacia la noche con la mirada perdida y un poco confundido - Alice, no te vayas - respire profundo tranquilizando mis pensamientos y sostuve su rostro en mis manos - tranquila, no pasó nada - respiré profundo varias veces mas, me puse nervioso y la miro a los ojos - yo soy quien te pide disculpas pues yo... yo no quería... - realmente no quería decirlo, no quería confesar el porque me sentía sucio pero debía hacerlo en algún momento... aunque tal vez no fuera el indicado, intenté decirlo de nuevo pero las palabras no salieron de mi boca y cerré los ojos - solo no te vayas y haré lo que sea - dije con temor a que no hiciera caso a mis palabras y miraba hacia otro lado.
Mi mente estaba llena de preguntas sin respuestas y no quería pensar en eso ahora pues tenía todo el día que venía para poder resolver eso, pero las preguntas seguían invadiendo mi mente mas no mi concentración, mi prioridad en ese momento era no dejarla ir a menos que ella de verdad quisiera alejarse, que no me quisiera y se fuera sin decir mas
César Snow- Vampiro Clase Alta
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Re: Bajo la lluvia [César Snow]
¿Te has dado cuenta de que la salvación, al igual que las llaves del coche, las encuentras generalmente donde y cuando menos te lo esperas
- Música:
Estaba demasiado alterada, me preocupaba demasiado perderlo tan poco tiempo después de haberlo encontrado, yo no sabía bien cómo actuar, mi madre siempre me dijo que me dejase llevar por lo que dictase mi corazón, que normalmente en cualquier persona eso era lo correcto pero que en mi al ser una bruja poderosa, nacida de una familia que siempre había tenido magia corriendo por sus venas, el dejarme llevar por lo que sentía no solo era lo correcto sino el camino que debía seguir, y siempre lo hacía, mas ahora tenía miedo, no quería bajo ningún motivo perderlo de nuevo, no después de casi un siglo separados y una vida buscándolo.
Escuche como era él quien se disculpaba, podía sentir su confusión, mas no la entendía, yo me había comportado como una cualquiera, sin embargo yo no sentía su rechazo, sus emociones no me decían eso, él solo… me necesitaba y cuando me dijo “Alice no te vayas” sosteniendo mi rostro entre sus manos mi cuerpo se relajó, él no me dejaría y eso me deba calma, sin embargo ahora era él quien tenía conflictos emocionales “tranquila, no pasó nada” comentó aun mirándome y luego me dijo algo que no comprendí “yo soy quien te pide disculpas pues yo... yo no quería...” No lo entendía, ¿Por qué se disculpaba? ¿Él no quería que? ¿Acaso no quería quedarse conmigo? Empecé a tratar de razonar sus palabras cuando lo siguiente que me dijo me sorprendió más “solo no te vayas y haré lo que sea” dejándome callada y confundida por sus emociones, él estaba confundido y realmente temía que lo fuera.
Lo miré a los ojos algo desconcentrada, no pillaba lo que quería decirme, suponía que se disculpaba por algo que yo no sabía pues no tenía sentido que me pidiese perdón porque yo lo hubiese besado, además él no debía disculparse, no me había hecho nada malo – Shhhh – susurre poniendo mi dedo en sus labios antes de que dijese algo más – No me voy a ir, te he buscado toda mi vida… tendrás que huir de mi si quieres volver a ser libre, sé que apenas nos conocemos y que no estamos comprometidos ni somos nada como hace un siglo, pero aun así eres mío – empecé a explicar sonriéndole ante el atrevimiento de mis últimas palabras – Tendrás que ser tu quien me pida que me vaya para que te deje ir – continúe diciendo – Sé que ahorita mismo solamente te gusto y también sé que eres sincero cuando me dices que quieres conocerme, yo también quiero conocerte, saber que ha pasado en este siglo… Puedo adivinar que has tenido mujeres en tu lecho este tiempo – susurre intentando no ponerme roja – eres un hombre muy guapo y amable, humanas o no, sé qué a habido mujeres que te han tenido y no me agrada pero lo entiendo… yo morí antes de poder complacerte y aunque se me dio la oportunidad de renacer pronto sé que has estado solo mucho tiempo por mi culpa y de verdad que lo siento – continúe hablando acariciando su rostro sin dejar de mirarle o los ojos - No tienes de nada que disculparte a menos que vayas a dejarme – termine de decir viéndolo a los ojos y transmitiéndole calma por medio de mis caricias.
Yo quería decirle tantas cosas, entre ellas mis sentimientos por él, pero temía que fuese más de lo que César pudiese manejar y yo realmente deseaba que se enamorara de mí y poder cumplir con los planes que alguna vez, hace mucho tiempo atrás habíamos tenido… Casarnos, una familia, bueno, debido a su condición sabía que no podría tener hijos pero, si él aceptaba, podríamos quedarnos con los pequeños que estaban en el parque… pero debía calmarme, mis pensamientos iban muy rápido y ni siquiera estaba segura de que esto fuese a funcionar – Pero si quieres hacer lo que yo quiera… – empecé a decir nuevamente pero ahora completamente seria intentando no oírme tan nerviosa como lo estaba – Bésame – pedí – pero antes de cualquier cosa coloque mi mano en sus labios – pero bésame a mí, a Alice, no al recuerdo de Sarah, pues si algo comparto con ella es lo importante que son para mí los besos, por eso espere toda mi vida para besarte sin hacerlo con nadie más – continúe diciendo sintiendo que mi corazón se saldría de mi pecho – pero antes de decidir cualquier cosa, si me besas hazlo porque lo sientes aquí dentro – exclame tocando su corazón por unos instantes antes de regresar mi mano a sus labios – bésame por decisión no por obligación – acabe de decir en un susurro cerrando los ojos suplicándole al viento, que empezaba a correr con fuerza, que quitase mi mano de su boca y me besase… no por miedo a perderme sino porque en verdad le atraía y quisiese comenzar algo conmigo…
Alice Castiel- Hechicero Clase Alta
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Re: Bajo la lluvia [César Snow]
Pude sentir su confusión y quería explicarle cuando puso su dedo en mis labios y me silenció, la miré y escuché sus palabras cuando me dijo que no se iba a ir y el porque sentí un gran alivio, esa era mi principal preocupación de momento, lo siguiente que dijo lo escuché atento hasta que llego a la parte cuando dijo "Puedo adivinar que has tenido mujeres en tu lecho este tiempo" me sorprendió que haya adivinado lo que quería decirle, el porque me sentía sucio y traidor, cerré los ojos culpable y lo que dijo después que entendía me sorprendió, abrí los ojos y la miré, cuando acarició mi rostro sentí su calma y también me calmé, de alguna manera cada vez que me tocaba de esa manera me relajaba.
Me impresionaba lo comprensiva que había sido, la mire ya mas calmado y pude sentir que algo rondaba en su mente , "Pero si quieres hacer lo que yo quiera…" dijo y asentí curioso pasando por alto su nerviosismo, "Bésame" me pidió y explicó su razón, sentí su corazón acelerarse de nuevo y continuó "si me besas hazlo porque lo sientes aquí dentro" tocó mi pecho donde esta mi corazón muerto, si mi corazón latiera aún de seguro habría dado un brinco en ese instante, pero no era así, claro que me gustaba como Alice, aunque no la conocía del todo el tiempo que había estado con ella me había bastado para quererla y el beso que me había dado dormida me había hecho resucitar mi pasión.
Quité su mano de mi boca y la besé, era un beso suave y tierno, era nuestro primer beso consciente como Alice y César - Alice - susurré y abrí los ojos lentamente - nunca fue por obligación - sonreí y recargué mi frente en la suya sintiendo el viento chocar contra mi espalda y acaricié su rostro
Me impresionaba lo comprensiva que había sido, la mire ya mas calmado y pude sentir que algo rondaba en su mente , "Pero si quieres hacer lo que yo quiera…" dijo y asentí curioso pasando por alto su nerviosismo, "Bésame" me pidió y explicó su razón, sentí su corazón acelerarse de nuevo y continuó "si me besas hazlo porque lo sientes aquí dentro" tocó mi pecho donde esta mi corazón muerto, si mi corazón latiera aún de seguro habría dado un brinco en ese instante, pero no era así, claro que me gustaba como Alice, aunque no la conocía del todo el tiempo que había estado con ella me había bastado para quererla y el beso que me había dado dormida me había hecho resucitar mi pasión.
Quité su mano de mi boca y la besé, era un beso suave y tierno, era nuestro primer beso consciente como Alice y César - Alice - susurré y abrí los ojos lentamente - nunca fue por obligación - sonreí y recargué mi frente en la suya sintiendo el viento chocar contra mi espalda y acaricié su rostro
César Snow- Vampiro Clase Alta
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Re: Bajo la lluvia [César Snow]
¿Te has dado cuenta de que la salvación, al igual que las llaves del coche, las encuentras generalmente donde y cuando menos te lo esperas
Mi corazón latía con fuerza con fuerza mientras esperaba la decisión de César, pues a pesar de ser un petición algo simple en teoría ya en la práctica era algo que nos iba a unir y estaba segura que ambos lo sabíamos, más cuando él quito mi mano de sus labios y se acercó a mi lentamente juntando nuestros labios, besándome de manera suave, tierna, delicada y con cariño, pues era nuestro primer beso como Alice y como César y fue en este instante donde me di cuenta de que Luna tenía razón y que en esta vida estaríamos juntos sin importar lo que pasase, pues si bien él aún no me amaba sabía que iba a hacerlo, después de todo en esta ocasión César había decidido empezar a formar algo conmigo, la vez anterior nos obligaron a ambos y aun así habíamos terminado completamente enamorados.
Al susurrar mi nombre en sus labios sentí como me estremecía completamente, él me había escogido a mí y luego mirándome a los ojos me decía que anteriormente no me beso por obligación haciendo que mi corazón palpitara con emoción, luego junto nuestras rostros, nuestras frentes quedando uno frente al otro – Gracias por elegirme a mí – murmure casi en sus labios sin moverme de aquella posición en la que habíamos quedado.
Por primera vez, desde que mis padres habían muerto de aquella letal enfermedad, me sentía completamente feliz, si bien era cierto que yo aceptaba su partida de esta vida y que me sentía agradecida por haberlos tenido como padres aún los extrañaba, más aún cuando salía a los bosques a pasear y buscar a César y regresaba sin éxito, en el pasado y aunque era más pequeña mi madre siempre me recibía con la chimenea prendida, ropas secas y una manta para que entrase en calor, aún a sabiendas de que no la necesitaba, luego llegaba mi padre y los tres nos quedábamos enfrente de la lumbre hasta que me vencía el sueño y me llevaban a la cama.
Mis padres… Ellos siempre me habían entendido y nunca me juzgaron, nunca dudaron de mi cuando les hablaba de mis sueños con César y cuando tuve la edad suficiente me explicaron porque veía todo eso; sin dudas desde que murieron lo que más extrañaba y me podía eran esas noches que sin palabras me consolaban por llegar sola a casa, y ahora que lo encontraba no tenía con quien llevarlo.
Ahora era mayor de edad, ya estaba grande según las normas de la sociedad para contraer un buen matrimonio pues tenía que darle oportunidad a las mujeres más pequeñas de las familias acaudaladas de la región, a mí ciertamente no me importaba eso, sin embargo y teniendo a César conmigo la cosa empezaba a ser diferente, mas por ahora eso no importaba – Siéntate a mi lado – pedí saliendo de la burbuja en la que estábamos donde nada más nos mirábamos, él me sonrió y se puso a mi lado sentándose en el tronco conmigo y entrelazo nuestras manos con una mueca que recordaba era posesiva, aunque él siempre había jurado que no se percataba de ese gesto, que era algo involuntario – Cuéntame algo de ti – pedí mirándolo tratando de despejar la tristeza que había sentido al recordar las noches especiales con mis padres – Sé que eres un vampiro y que bueno tienes más de cien años, sé que no puedes salir al sol y que te alimentas de la sangre de las personas, aunque espero que no las mates, al menos que sean malas personas – deduje más para mí que para él pero aunque miraba hacia el horizonte le sonreía – dime que paso cuando morí ¿encontraron mi cuerpo? ¿Por qué no intentaste volver a casarte? – pregunte, siempre había tenido la duda de si había contraído matrimonio, sin embargo cuando nos besamos por primera vez pude ver que no fue así, que no contrajo matrimonio – ¿Cómo te convirtieron? ¿Qué has hecho todos estos años? ¿Cómo llegaste a París? ¿Cómo me encontraste? – segui preguntando hasta que me di cuenta de que eran de– lo siento, es que tengo tantas dudas demaciadas preguntas - y voltee a verle sonrojada dije intentando explicarme – pero para que veas que soy buena – comente divertida – después de que me contestes tú también puedes preguntarme lo que quieras – declare sonriéndole y juntándome hacia el poniendo mí cabeza en su hombro y recargándome en él mientras observaba la naturaleza y esperaba su respuesta.
Alice Castiel- Hechicero Clase Alta
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Re: Bajo la lluvia [César Snow]
Sentí su tristeza y me pidió que me sentara junto a ella, así lo hice y me pidió contarle de mi vida escuché cada pregunta que hizo y sonreí - tranquila, responderé a todo... yo trato de no matar a nadie a menos que lo merezca, procuro que solo sea gente indeseable de la sociedad como los ladrones - miré hacia la noche recordando para responder a la siguiente pregunta "dime que paso cuando morí ¿encontraron mi cuerpo? ¿Por qué no intentaste volver a casarte?" - tu cuerpo... el cuerpo de Sarah fue encontrado en las afueras de la cuidad cerca del bosque en un día de cacería, no quise verlo pues ya me habían descrito como estaba cuando lo encontraron y todos dedujeron que había sido un animal, pasé noches en las afueras tratando de encontrar al animal que había hecho eso pero no tuve suerte - recordaba una noche en específico cuando un lobo me encontró solo en medio del bosque y me había atacado dejándome inutilizada una pierna durante un mes, al final había matado al lobo creyendo que era el animal que asesinó a Sarah, pero la mordida del lobo no se parecía a la marca que había dejado la criatura en su cuerpo.
Volví la mirada y miro nuestras manos entrelazadas - no quise volver a casarme porque no amaba a las otras mujeres que me presentaban, algunas eran agradables, pero no estaba listo para abrir mi corazón a otra mujer, fue una tortura que siempre me molestaban con eso en las fiestas y banquetes y por eso decidí meterme en las competencias, así tenía una excusa que decirle a la gente - reí pensando en lo poco convincente que había sido la excusa de las competencias, que tal vez por eso casi nadie me creía - me convirtieron en una noche de cacería con el esposo de mi tía, el era casi un padre para mi pero cuando me convirtieron fue el primer humano al que bebí su sangre... huí de casa por 5 años y al regresar vi a mi madre morir en mis brazos - el recuerdo de ver a mi madre morir, sonriendo de volver a verme por última vez sin saber el porque me había ido ni lo que era, que al momento en que la abracé ella suspiró su último aliento, eso me hizo sentir algo triste pero procuré que no se notara, voltee a otro lado y cambié el tema - llegué a Paris de casualidad, pues planeaba venir hasta dentro de 3 años, pero algo me decía que debía estar aquí, esa sensación era fuerte y ese algo me llevó hasta aquí contigo - sonrío olvidando lo de mi madre - es tu turno, ¿dime como aprendiste a controlar el clima así? - seguía pareciéndome algo impresionante su habilidad para controlar el clima y quería saber si lo aprendió o reencarnó con esa habilidad.
Volví la mirada y miro nuestras manos entrelazadas - no quise volver a casarme porque no amaba a las otras mujeres que me presentaban, algunas eran agradables, pero no estaba listo para abrir mi corazón a otra mujer, fue una tortura que siempre me molestaban con eso en las fiestas y banquetes y por eso decidí meterme en las competencias, así tenía una excusa que decirle a la gente - reí pensando en lo poco convincente que había sido la excusa de las competencias, que tal vez por eso casi nadie me creía - me convirtieron en una noche de cacería con el esposo de mi tía, el era casi un padre para mi pero cuando me convirtieron fue el primer humano al que bebí su sangre... huí de casa por 5 años y al regresar vi a mi madre morir en mis brazos - el recuerdo de ver a mi madre morir, sonriendo de volver a verme por última vez sin saber el porque me había ido ni lo que era, que al momento en que la abracé ella suspiró su último aliento, eso me hizo sentir algo triste pero procuré que no se notara, voltee a otro lado y cambié el tema - llegué a Paris de casualidad, pues planeaba venir hasta dentro de 3 años, pero algo me decía que debía estar aquí, esa sensación era fuerte y ese algo me llevó hasta aquí contigo - sonrío olvidando lo de mi madre - es tu turno, ¿dime como aprendiste a controlar el clima así? - seguía pareciéndome algo impresionante su habilidad para controlar el clima y quería saber si lo aprendió o reencarnó con esa habilidad.
César Snow- Vampiro Clase Alta
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Re: Bajo la lluvia [César Snow]
¿Te has dado cuenta de que la salvación, al igual que las llaves del coche, las encuentras generalmente donde y cuando menos te lo esperas?
Lo primero que me contesto haciendo que le sonriera fue que contestaría todas mis preguntas, y luego me explico que trataba de alimentarse solo de la escoria de la sociedad, cosa que yo veía bien pues los ladrones en esta época hacían mucho daño a sus víctimas, más si eran mujeres, suspiré, era bueno que él no matase personas inocentes, pues lo conocía y batallaría mucho para lidiar con esa pena.
César continuo contestando mis preguntas en orden, así que luego me dijo que mi cuerpo, bueno del de Sarah, como lo encontraron me dio algo de tristeza, pues mi vida había acabado demasiado pronto, antes de cumplir cualquier sueño, lo bueno era que él no me fue a verme ya en ese estado, aunque me dolía el hecho de que hubiese pasado tiempo buscando y culpando a un pobre animal de mi partida, volví a suspirar cuando un recuerdo de César matando a un lobo me invadió, quizás nuestro lazo seria permanente, aun así no le di importancia a eso, el tiempo lo diría, lo que si me lastimaba era el dolor en sus ojos en ese recuerdo que para bien o para mal estaba apreciando desde afuera de él.
Lo único que podía hacer ante sus respuestas era apretar su mano en el momento indicado y brindarle tranquilidad con mi don, y algo me decía que aún no pillaba que era yo quien le transmitía tranquilidad, después de su explicación del encuentro de mi cuerpo me contesto una de las cosas que más me daba curiosidad; él miro nuestras manos y me explico que nunca quiso casarse porque no amaba a esas mujeres aunque fueran amables, me dijo haciéndome sentir amada de una manera muy profunda que nunca estuvo listo para volver abrir su corazón a otra mujer, que por eso se metió a competencias, para zafarse de las fiestas y banquetes, sonreí, estaba segura de que las mujeres lo habían rondado e insistido para un matrimonio, después de todo en nuestra clase social, era y sigue siendo una de las cosa más importantes para estar bien con la sociedad. Aunque claro que la excusa que se invento era la más mala que he escuchado en ambas vida a lo que no pude evitar sonreírle traviesa, pues el imaginarlo escondiéndose y huyendo de los bailes era divertido aunque de cierta manera triste a la vez, pues siempre había disfrutado de las fiestas mientras estaba conmigo.
Sabía que quizás no debía haberle preguntado sobre su conversión, pero era un tema que teníamos que hablar, César era lo que era y eso no lo podíamos cambiar, al contrario, teníamos que buscar la manera de encajar ambos en esta sociedad si él decidía empezar una relación conmigo, y aunque mis padres había dejado un escrito donde se establecía que yo estaba comprometida con él en matrimonio, sabía que nuestra clase social podría ser muy cotilla, por ellos mis padres habían hecho ese documento previendo que ellos ya no estuvieran aquí cuando lo encontrase, aun así de darse nuestro noviazgo sería un poco complicado que nos dejasen en paz en un principio, por ese motivo le había preguntado de su conversión, aunque luego me arrepintiese al sentir sus emociones al contarme como es que su primer alimento fue su tío, como huyo de su casa y como regreso para ver morir a su madre, eran cosas que realmente le podían, pero era mejor hablarlas pues estaba segura que con nadie más lo habría hablado, lo único que podía hacer al respecto era brindarle la tranquilidad que necesitaba ayudándolo con mi don.
La explicación de cómo llego a París, de como algo lo llamaba me hizo ponerme un poco roja, pues yo había descubierto un hechizo hace poco para llamar a lo perdido, modificándolo un poco, añadiéndole un poco de mi sangre y quizás solo quizás eso era por eso que se sintió atraído por la cuidad, yo ya vivía aquí al llamarle, claro que eso lo contaría otro día… si salía el tema claro…. Aun así me daba gusto que lo sintiese pues uno solo podría recuperar algo perdido que fuese nuestro, yo me había arriesgado a que alguien más acudiese a mi llamado sin embargo ya no tenía por qué pensar en eso, las cosas salieron como se supone deberían salir.
Me encantaba oírlo hablar, sobre todo con el acento inglés que aún poseía, lo hacía verse un hombre de mundo, alguien con quien valía la pena conversar. Cuando contesto todas mis preguntas me sonrió diciéndome “es tu turno, ¿dime como aprendiste a controlar el clima así?” Desvié mi mirada, no me esperaba que esta fuese su primera pregunta, y aunque sabía por sus emociones que a él realmente le parecía algo “bueno” no dejaba de recordar que el mundo opinaba lo contrario, que era el don que más debía de cuidar y controlar, pues un descuido y podía acabar siendo cazada y llevada ante la santa inquisición – Yo – suspire aún sin atreverme a mirarlo solo apretando nuestras manos entrelazadas – Yo nací con este don, dice, bueno decía mi madre que gracias a dios siempre fui una niña muy buena y educada, porque… ellos se dieron cuenta de que podía controlar el clima cuando tenía tres años, mi madre estaba en la cocina y mi padre dando un paseo en caballo cuando me quede encerrada en un baúl mientras me escondía de mi nana que quería bañarme… Dice mi madre que el cielo se puso negro, que la lluvia caía a raudales, que el cielo rugía como nunca antes lo había escuchado, tanto que obligo a mi padre a volver a casa para encontrarse con la noticia de que no me encontraban… Yo me escondí en ese baúl en un sótano que teníamos, había escaleras para llegar a ese lugar, por eso tardaron mucho tiempo en encontrarme, y lo hicieron de casualidad pues escucharon mi llanto, mis gritos de desesperación donde ya no podía respirar, cuenta mi madre que fue un milagro pues con la tormenta afuera… solo un milagro los llevo ahí, pero que sorpresa que se llevaron que en cuanto abrieron en baúl, cuando mi madre me cargo y mi padre nos abrazó a ambas mi llanto termino y la tormenta mágicamente acabo… se fue así de rápido como llego – le conté recordando como mi madre le encantaba contarme esa historia, sobre todo cuando estaba triste.. y aunque no pude evitar que mi voz se quebrara al final recordando a mis padres volteé a verlo – Vengo… nací en una familia que a tenido magia en sus venas desde siempre, así que siempre me educaron y enseñaron a controlar mis dones - le dije, era la primera vez que le hablaba a alguien de lo que podía hacer pues sabía que las personas le temían a gente como yo… y no podía evitar preguntarme que pensaba él de mí, de lo que le acababa de decir y de contar…
Alice Castiel- Hechicero Clase Alta
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Re: Bajo la lluvia [César Snow]
No quería hacerla sentir incómoda con la pregunta y cuando desvió la mirada agaché la cabeza, ella contó la historia que le decía su madre y escuché atento hasta al final cuando su voz se quebró - tal vez la gente común tema a las personas que no entienden porque los ven diferentes a ellos que se creen normales, pero no solo por eso debes de temer usar tus dones... te otorgaron uno o unos poderes maravillosos en esta vida y que tus padres te enseñaran seguro fue algo grandioso - besé su mano - me hubiera gustado conocerlos - susurré, no quería que se volviera a sentir triste y desistí de preguntar sobre ellos... aunque tal vez sería de mala educación - la verdad tengo muchas preguntas, pero no se con cual empezar - miré al cielo y a la luna, la noche era lo único que veía desde casi un siglo atrás y conocía las estrellas como conocía mi hogar en Londres.
Recordé esa noche en la que mirando a la luna le supliqué a dios que me volviera mortal de nuevo o que me matara, ya no soportaba vivir de esa manera y ansiaba la muerte, la idea de que jamás podría volver a ver un amanecer como solía hacerlo con Sarah, que jamás podría comer o beber otra cosa que no fuera sangre y la idea de que nunca podría tener una familia en ese estado era perturbadora en esa noche, incluso había pensado en quedarme afuera hasta que saliera el sol y me hiciera cenizas pero eso había sido hace 70 años, era algo que ya había superado y ahora que tenía a Alice conmigo era solo un mal recuerdo.
Respiré hondo y la miro - si no me hubieras encontrado, si de casualidad algo me hubiera pasado y hubiera muerto... ¿que hubieras hecho? ¿habrías desistido? - las palabras salieron de mi boca sin pensarlo, aunque en verdad era algo que me daba curiosidad pues ese recuerdo que tuve e hizo pensar en como hubieran cambiado las cosas - no tienes que responder si no quieres, es solo una pregunta curiosa - sonreí nervioso pues creía que era una pregunta un tanto incómoda para el momento, pero no podía borrar las palabras y aunque pudiera, no lo hubiera hecho.
Recordé esa noche en la que mirando a la luna le supliqué a dios que me volviera mortal de nuevo o que me matara, ya no soportaba vivir de esa manera y ansiaba la muerte, la idea de que jamás podría volver a ver un amanecer como solía hacerlo con Sarah, que jamás podría comer o beber otra cosa que no fuera sangre y la idea de que nunca podría tener una familia en ese estado era perturbadora en esa noche, incluso había pensado en quedarme afuera hasta que saliera el sol y me hiciera cenizas pero eso había sido hace 70 años, era algo que ya había superado y ahora que tenía a Alice conmigo era solo un mal recuerdo.
Respiré hondo y la miro - si no me hubieras encontrado, si de casualidad algo me hubiera pasado y hubiera muerto... ¿que hubieras hecho? ¿habrías desistido? - las palabras salieron de mi boca sin pensarlo, aunque en verdad era algo que me daba curiosidad pues ese recuerdo que tuve e hizo pensar en como hubieran cambiado las cosas - no tienes que responder si no quieres, es solo una pregunta curiosa - sonreí nervioso pues creía que era una pregunta un tanto incómoda para el momento, pero no podía borrar las palabras y aunque pudiera, no lo hubiera hecho.
César Snow- Vampiro Clase Alta
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Re: Bajo la lluvia [César Snow]
¿Te has dado cuenta de que la salvación, al igual que las llaves del coche, las encuentras generalmente donde y cuando menos te lo esperas?
Después de contarle mi historia a César me quede callada pues sabia de manera instintiva que él no me juzgaba, y no solo era la empatía, era algo más, aunque aún no lograse definir bien que era. Me acorruque en él y solo escuche su respuesta, como me decía que no debía de temer a mis dones solo porque las personas normales no los tuvieran. La verdad era que no les temía, mis padres me habían enseñado a amarlos y manejarlos, es solo que gran parte de mi le temía y demasiado a la inquisición.Estaba demasiado cómoda para estar aun dentro del agua, aunque claro que podía ser normal pues el tener a César conmigo, la temperatura del río y mi cansancio podrían estar jugando a favor de que me sintiese cómoda en este lugar. Sonreí cuando mi vampiro me dijo que tenía muchas preguntas y que no sabía que preguntarme, aun así me quede acorrucada en él y cerré los ojos, en algún momento se le ocurriría que preguntarme, aunque momentos después me percaté de que sus emociones se volvieron triste, mas apenas iba a preguntarle qué pasaba cuando volvieron a la normalidad haciendo que solo me volviese a relajar acomodada en él.
Bostece una vez y con algo de vergüenza me volví a echar un poco de agua después de que César me preguntase “si no me hubieras encontrado, si de casualidad algo me hubiera pasado y hubiera muerto... ¿qué hubieras hecho? ¿Habrías desistido?” para luego decirme que no tenía que contestar, más el bostezo me había servido como una buena excusa para mojarme pues quería estar completamente despierta para contestarle.
Me baje del tronco y me moví lo suficiente para quedar enfrente de él y mirarlo a los ojos sintiéndome completamente despierta por primera vez en un buen rato. Tome sus manos y lo mire a los ojos – De no encontrarte hoy te hubiese seguido buscando, como todos estos años en que te he buscado, cada vez que salía tenía la esperanza de encontrarte y siempre volvía a hacerlo, no me hubiese rendido nunca y si te hubiese pasado algo, si fueras un fantasma o un humano, de ser yo, de llevar magia en mí y recordarte te hubiera buscado, hubiese invocado a quien fuese necesario para saber de ti, quien eras, como te encontraría… pero te perdí una vez, no volvería a dejar que sucediese – conteste claramente, sin dudas, mirándolo fijamente – Sabía que te iba a encontrar, no tenía idea de cuándo pero no me importaba, quizás dolía por la mañana después de mi regreso de tu búsqueda, pero a valido la pena – termina de decirle mirándole a los ojos.
Me mantuve mirándole, era tan apuesto, más de lo que recordaba, quizás eso era porque en su naturaleza debía ser atractivo para atraer a su comida, sin embargo yo lo veía mucha más allá de eso, solo era algo que me decía que estaba bien estar con él, buscar una vida a su lado. Sonreí ante este pensamiento y sintiéndome completamente atraída a él no solo por la intensidad de mis emociones sino también por lo que acababa de decirle, me acerque a él, apoyándome un poco en el tronco envolví mis brazos alrededor de su cuello y lo atraje hacia mí para besarlo lentamente, sintiendo como mi corazón latía rápidamente y como mis emociones hacia él se desbordaban, mas no me importaba y aunque él beso aún era demasiado tímido ante mi falta de experiencia lo sentía correcto así que cerré los ojos y deje que él me guiase o se retirase si era su deseo.
- Holi:
- Ejemm... realmente lamento la tardanza... no tengo muchas escusas y espero que con la facu no me pase muy seguido pero intentare contestarte lo mas pronto posible como antes
Alice Castiel- Hechicero Clase Alta
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Re: Bajo la lluvia [César Snow]
Cuando ella dijo que seguiría buscando me dio algo de paz. Me gustaba escuchar su voz, sentir su cálido cuerpo, oler su suave aroma y oír el latir de su corazón, todo me daba cierta tranquilidad como si perteneciera a ello.
La noche y el cielo estrellado ocultaban muchas cosas a la vez, mucha gente se encontraba en los bares y tabernas, algunos disfrutaban bailando o platicando en alguna fiesta, otros pocos solo disfrutaban de un paseo nocturno, pero también había criaturas de la noche que buscaban un bocadillo fresco o compañía de algún tipo, pero en el bosque todo estaba tranquilo salvo por los animales eramos los únicos, casi como si hubiera sido planeado pero claro que yo no lo creía así.
Sentí sus brazos en mi cuello, sus labios contralos míos y su corazón latiendo con rapidez, la tome de la cintura con un brazo y acaricie su rostro con la otra mano, dándole un beso sincero aunque corto y recordé mi promesa que le hice de que esta noche quedaba a su merced, me quede en el tronco sentado y sonrío - la noche te sienta tan bien - dije en un susurro, en ese momento el cielo y el infierno no eran nada para mi mas que promesas vacías, incluso había dejado de ver mi mundo tan oscuro y frío, viejos fantasmas del pasado se iban desvaneciendo a través de la noche parecía un sueño pero eso ya no importaba.
César Snow- Vampiro Clase Alta
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Re: Bajo la lluvia [César Snow]
¿Te has dado cuenta de que la salvación, al igual que las llaves del coche, las encuentras generalmente donde y cuando menos te lo esperas?
César me respondió el beso sinceramente, algo en sus emociones se movía y no era el amor que sentía por Sarah, era algo que empezaba a nacer, algo que yo le inspiraba y eso me daba alegría, paz, una tranquilidad que hasta a mí me resultaba extraña pues aunque siempre soñé con su toque la sensación que me producía era como electricidad pura, y en ciertos momentos aun podía ver recuerdos de nuestra vida anterior y de alguna extraña manera me daba cuenta que todo estaba en perfecta armonía.
Después de terminar el beso César me comenta que la noche me sienta muy bien cosa que me hace sonreír pues no quería ni tener la menor idea de cómo me veía en estos momentos – Seguramente me he de ver hermosa – conteste divertida – despeinada, semidesnuda y faltando a todas las reglas de la sociedad, además de que me conozco pequeño – le dice con cariño acariciando su rostro – cuando me desvelo soy un desastre – termina de decir divertida ante los hechos.Lo mire entre sonriente y seria – el que se ve realmente bien y le sienta excelente la noche es a ti – le dije sincera mirándolo a los ojos y conteniendo un suspiro que estaba por salir de mi ya que todo parecía surrealista, por fin lo tenía conmigo, tal como el fantasma de Luna me había dicho y eso me hacía feliz, todo salió como ella lo describió, jugaba con mi don mientras apareció de la nada, aunque claro, yo estaba consiente que la situación la provoque yo, pues desde que ella me dio la predicción siempre me internaba en el bosque jugando con mi poder.
Le seguí mirando mientras hacía que corriese una suave brisa fresca mientras le sonreía, me sentía como en mi vida pasada cuando lo veía pero a la vez era distinto, ahora todo era muy distinto, sin embargo el seguía causando una gran conmoción en mí, sonreí traviesa y de la nada el cielo se iluminó en un gran relámpago seguido de un poderoso rayo logrando que César se sorprendiera y asustase un poco cosa a la que sonreí juguetonamente – uppsss – dije sin poderme aguantar la risa - ¿no fue mi intensión? – Dije sin poder evitar seguir sonriendo, era pésima para mentir y me divertía el hecho de poderlo sorprender.
Me quede callada mientras me miraba, sus emociones estaban revueltas y yo me sentía divertida pero con sueño, así que sin pensarlo mucho continúe con la lluvia que refrescaba mi rostro ya que aunque sentía agradable el agua del río porque estaba calientita sabía que al salir del agua tendría frío por unos minutos, además debía cubrirme rápidamente, volví a suspirar esperando la reacción del vampiro del que tenía mis manos entrelazadas mientras lo miraba traviesamente tratando de no reírme demasiado por mi anterior broma con el relámpago y el rayo, aunque claro también estaba tentada en volverlo a hacer, pero estaba claro que no lo pillaría desprevenido así que no era tan divertido, además no sabía de cuanto faltaba para el amanecer, no estaba muy consciente de la hora que era y estaba segura de que la diversión no podría seguir por mucho tiempo más, sin embargo disfrutaría de estos momentos al máximo, pues aún no tenía muy claro que haríamos al salir del agua…
Alice Castiel- Hechicero Clase Alta
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Re: Bajo la lluvia [César Snow]
Su respuesta me dejo sin palabras, no era lo que esperaba y reí – el que se ve realmente bien y le sienta excelente la noche es a ti – dijo después, sonreí pero no dije nada. El rayo que cayó cerca me tomó por sorpresa, di un paso hacia atrás y me puse alerta, me hizo pensar en un ataque cuando escuché una risa – uppsss ¿no fue mi intensión? – reí al captar la pequeña broma - ¿en serio? - pregunté en tono divertido y mire al cielo, los primeros rayos del sol estaban por salir en aproximadamente una hora o mas.
Voltee de nuevo a verla - me tomaste por sorpresa - sabía que estaba cansada y que debíamos salir y volver a nuestros mundos en poco tiempo pues el sol no se iba a detener por nadie - ¿podré volver a verte mañana? - tal vez no era necesario preguntarlo, pero quería escucharla decir que si o no y donde.
La noche estaba acabando y pensé que al salir del agua todo esto acabaría hasta la noche siguiente o mas, era como cuando haces un viaje y no puedes esperar a que llegue ese día, pero seguía preguntándome que sería lo siguiente - creo que deberíamos irnos - dije mirando al cielo y temí un poco pero no era algo que no haya pasado, la lluvia era relajante y recordé lo de la broma lo cual hizo que sonriera un poco, siempre me habían gustado las bromas y supuse que ella lo sabía
Voltee de nuevo a verla - me tomaste por sorpresa - sabía que estaba cansada y que debíamos salir y volver a nuestros mundos en poco tiempo pues el sol no se iba a detener por nadie - ¿podré volver a verte mañana? - tal vez no era necesario preguntarlo, pero quería escucharla decir que si o no y donde.
La noche estaba acabando y pensé que al salir del agua todo esto acabaría hasta la noche siguiente o mas, era como cuando haces un viaje y no puedes esperar a que llegue ese día, pero seguía preguntándome que sería lo siguiente - creo que deberíamos irnos - dije mirando al cielo y temí un poco pero no era algo que no haya pasado, la lluvia era relajante y recordé lo de la broma lo cual hizo que sonriera un poco, siempre me habían gustado las bromas y supuse que ella lo sabía
César Snow- Vampiro Clase Alta
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Fecha de inscripción : 25/04/2014
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