El principio de una nueva vida.

por **Cristine Goodrich** Miér Jun 18, 2014 10:43 pm

Había puesto fin a mis asuntos en Inglaterra, y no había pisado mi pueblo natal ni siquiera una vez, para evitar caer en la desesperación que me causaba recorrer aquellas callejuelas húmedas. El problema era que no sólo mi pueblo me producía esa sensación, si no que, todos los pueblos e incluso algunas ciudades estaban causando eso en mí y por supuesto no podía permitirlo ni permitírmelo.

El viaje ya duraba más de 300 años, buscando algo que pudiese calmar mi cabeza, buscando algo que pudiese cambiar el destino que se había escrito para mí. Un destino que sólo estaba escrito con líneas rojas y tan oscuras como la muerte. Es obvio pensar que la muerte siempre rodeará a los de mi especie, pero incluso ella, la muerte había sido una protagonista en mi vida como humana.

Hoy llegaba a una gran ciudad. París me daba la bienvenida con los brazos abiertos y de la mejor forma; llovía a cántaros y eso para mí, era el cielo. Caminé por sus callejones de piedra resbaladiza esperando que nada ni nadie arruinara ese momento. Una de mis manos jugueteaba con el pendiente que me había regalado mi madre hace tantos años atrás, su forma de alas puntiagudas y color opaco era lo más valioso que podría traer conmigo. Por un momento pensé en lo desastroso que podría ser perderlo o que alguien me lo arrebatara, no podría siquiera mantenerme en calma. El demonio saldría una vez más y definitivamente no quería que el olor de la sangre llegara nuevamente a mis narices.

Sentí la añoranza de recordar cómo era sentir frío y que mi madre me arropara en su calor. Balbucee un poco quitando aquellos pensamientos de mi cabeza, y me senté sin más a disfrutar la lluvia sonriendo como le gustaba a él.

-Si tan sólo estuvieses aquí...- murmuré con voz baja cerrando los ojos.

por **Arianrhod Dankworth** Jue Jun 19, 2014 2:15 pm

Sabía que no era una buena idea salir hoy a recorrer el bosque en busca de algunas cosas que me estaban haciendo falta en cuanto vi lo nublado que estaba el cielo, y más aún al notar la negrura de dichas nubes, pero aún así me convencí a mi misma que sería rápido y que volvería antes de que se desatara la lluvia.

A pesar de realizar una lista de lo que necesitaba de manera más urgente para hacer mi viaje más rápido y expedito, en cuanto me vi con todo lo de la lista poco a poco fui recordando o dudando respeto a lo que tenía listo, así fue como mi pequeño paseo se alargó más de la cuenta y pronto las gotas comenzaron a caer, aunque agradecí el hecho de que fuera solamente algo suave, una llovizna inofensiva que me daría el tiempo suficiente para regresar sin verme afectada por esta.

...

Me equivoqué, tardé más de lo pensado; me equivoqué y ahora estaba corriendo por las calles de París esperando llegar luego a mi hogar para poder cambiar mi ropa y secar mi cuerpo en busca de algo de calor que gracias a las frías gotas que provienen del cielo me había abandonado casi por completo.

Finalmente entré corriendo a un sector de callejones de la gran ciudad de París y fue entonces cuando, cual ratón me fui escabullendo por estos buscando pequeñas techumbres o estructuras que sobresalieran de las paredes en las cuales pudiera refugiarme por unos momentos antes de acabar congelada y más empapada de lo que estaba -si es que era aquello posible.

— Vamos, lluvia, detente unos minutos -susurré antes de echar a correr nuevamente entrando a un nuevo callejón.

Detestaba el hecho de que mis pasos resonaran por el lugar anunciando mi llegada o partida -dependiendo del punto de referencia que se tomara-, además de que aquellas piedras se encuentran sumamente resbaladizas en estos momentos, si no tengo cuidado terminaré con el rostro o la retaguardia pegada al suelo.

por **Cristine Goodrich** Jue Jun 19, 2014 5:27 pm

Cada vez que sentía la presencia de alguien más, venían a mi una serie de pequeños escalofríos. Hacía más de dos horas que venía sintiendo la presencia de muchos seres, sobretodo de mi especie. Así que no tomé en cuenta aquél ser que se aproximaba bastante a mi, pero sin embargo, dudé un poco en esconderme. Había un pequeño portal entre los callejones perfecto para esconderse así que tomé de mis ropas ya mojadas con la lluvia y me dirigí hacia aquél lugar esperando que este ser no se diera cuenta de mi presencia. Iba a tener muy mala suerte si aquella persona me encontrara y yo no sería capaz de controlar mi sed.

Giré inconscientemente mi cabeza recordando la última vez que bebí aquél elixir que me hizo perder la razón. Era posible también que cometiese un error y que no tenga más remedio que alimentarme, de alguna forma me había entrenado para soportar la sed más que cualquier otro vampiro. 500 años eran suficientes para encerrar el demonio.

Podía escuchar perfectamente lo que murmuraba y sus pasos intranquilos me llamaban la atención. Era el primer ser que había sentido huir de la lluvia, como si le tuviese miedo. Ni pensar de aquél olor que emanaba de ella, me parecía un poco familiar, pero se mezclaba con el olor a humedad que había en París a esa hora. Esperé tranquila a que siguiese de largo y no se diese cuenta de que estaba allí, a sólo pasos de mí.

por **Arianrhod Dankworth** Jue Jun 19, 2014 7:31 pm

Volví a guarecerme de la lluvia, parecía que este pequeño temporal no daría tregua, ni mucho menos me daría en el gusto deteniendo su intensidad el tiempo suficiente para terminar mi viaje de vuelta a casa. Si me quedaba parada acá tampoco lograría llegar a ninguna parte, por lo que solté un suspiro cansado y salí de mi escondite para continuar corriendo.

Todo parecía ir bien hasta que me distraje con un aura algo extraña que se escondía un poco más adelante, a unos metros de donde me encontraba en ese momento. Aquella distracción de a penas unos segundos fue suficiente para dar un paso en falso y de un momento a otro pisar un charco, salté sobresaltada por la excesiva cantidad de agua en mi pie y fue entonces cuando terminé -como había deducido anteriormente- con la espalda pegada al suelo.

— En estos momentos dudo si el verme en el piso fue una idea que vino o una premonición de que caería por distraerme -pensé irónicamente. Intenté pararme rápidamente pero un pequeño tirón en la espalda me obligó a recostarme unos segundos más mientras pasaba el dolor.

— ¿Ouh? -solté con un suspiro, luego un gruñido y me rendí bajo la lluvia- Si ya estoy toda mojada, ni modo -dije cerrando los ojos mientras esperaba que el dolor de la espalda decreciera un poco, debido a que las piedras que conformaban esa calle eran más duras e incómodas de lo que ya a simple vista parecían.

por **Cristine Goodrich** Jue Jun 19, 2014 8:16 pm

Escuché su pensamiento y quedé helada, hace muchísimo tiempo que no me cruzaba con una bruja. De alguna forma me hacía sentir más calmada porque sólo con las brujas me sentía más o menos cómoda, ya que ellas entendían mis poderes y podían contrarrestarlos un poco. Las brujas me hacían parecer más débil y eso al contrario de muchos me gustaba.

El suelo duro y mojado hizo que ella se cayera lastimándose y sin pensarlo dos veces cree una ilusión pequeña para que su dolor se fuese de a poco. Caminé despacio hacia ella para no asustarla mientras que me sacaba la capucha para ofrecérsela a ella.

-Buenas noches, señorita.- Le dije suavemente inclinándome para ponerle mi capucha para evitar que se siguiera mojando. -Permiso.- Puse una de mis manos en su espalda transmitiéndole un poco de calor ilusorio.

La miré fijamente a los ojos y sonriéndole un poco le dije: -Si no te gusta la lluvia deberías detenerla.- Ella era increíblemente hermosa y sus rasgos eran delicados. Pocas mujeres brillaban bajo la lluvia así que quise que se sintiese cómoda y que por ningún motivo pensara que quería beber de ella. Ya habría oportunidad de alimentarme, pensé clavando durante unos segundos la mirada al suelo.

por **Arianrhod Dankworth** Jue Jun 19, 2014 9:04 pm

De pronto una voz rompió el silencio que había en el lugar sobresaliendo entre sonido que provocaban las gotas de agua al chocar contra el suelo al cual ya me había acostumbrado, rápidamente abrí los ojos y pude mirar a una muchacha que aparentaba un par de años más que yo, claro que solo lo aparentaba. El aura de una persona puede proporcionar demasiada información de vez en cuando.

Poco a poco el dolor fue desapareciendo aunque tenía claro que mañana por la mañana ese golpe dolería... sí, definitivamente lo haría, pero ya podría hacer algún hechizo de curación entonces.

Volviendo al tema de la muchacha que se acercaba se inclino a mi lado y con su capucha me cubrió de la lluvia. Me miró a los ojos y volvió a hablar "Si no te gusta la lluvia deberías detenerla." Aquello solo me causó una risa que no pude evitar soltar.

— Lamento decepcionarte, pero el control del clima no es una de las cosas que heredé de mi madre, así que eso de detener la lluvia o hacer que salga un sol radiante no es algo que se me dé a mí -comenté más tranquila mientras agradecía el tacto que la -no sabría si decir joven- muchacha proporcionaba a la parte trasera de mi cuerpo que había recibido el impacto con el suelo e intentaba sentarme ya que no me gustaba hablarle desde aquella posición, era algo extraño-. Como sea, ya decía yo que estaba percibiendo un aura extraña; si me permites culparte, tu aura fue lo que me distrajo y acabó por traerme al piso -comenté riendo, ahora que lo pensaba mejor el golpe no había estado tan mal. Me había dado la oportunidad de saciar mi curiosidad y de paso conocer a un vampiro, una hermosa chica vampiro-, como sea, gracias por la ayuda.

por **Cristine Goodrich** Jue Jun 19, 2014 9:41 pm

Me encogí de hombros y sólo le sonreí de vuelta. -Lo siento mucho...- Callé un momento porque no sabía su nombre. -¿Cómo te llamas?, por cierto me llamo Cristine y acabo de llegar a París.- Mientras le hablaba no pude evitar estudiar cada rasgo de ella, pero por sobre todo, su mente. Su mente divagaba bastante, y sus pensamientos no paraban. Eso me hacía doler la cabeza y tuve que esforzarme bastante para no oírla. Fruncí el ceño, la lluvia de todas formas estaba empezando a decaer.

Ya era muy tarde, y necesitaba buscar un lugar donde quedarme y pasar la noche, ya se me ocurriría que hacer al otro día. Calculé más menos cuando su dolor decaería y saqué mi mano, si ella necesitaba hacer alguna especie de hechizo, lo haría mañana. -Tendrás que ver eso...- Le susurré indicando su espalda y me levanté estirándome un poco.

-¿Sabes si por aquí haya alguna posada?- Le pregunté ofreciéndole mi mano para que pudiese levantarse.

por **Arianrhod Dankworth** Jue Jun 19, 2014 10:17 pm

— Gracias -respondí tomando su mano para ponerme de pie-, y no te preocupes, al fin y al cabo fui yo la que se distrajo. Respecto a mi espalda, sí... ya lo veré mañana cuando sea necesario, por ahora solo quiero llegar a casa y cambiarme estos trapos mojados por algo de ropa seca que me ayude a volver a entrar en calor. Por cierto, soy Arianrhod, un gusto Cristine.

Pensé en sacudirme un poco la suciedad, pero ya que estaba toda mojada desistí de la idea casi al mismo instante en que esta llego a mi mente, mi menté voló rápidamente a mi casa, y la sola idea de cambiarme ropa y recostarme en mi cama logró relajarme un poco a la vez que me impacientaba por volver a emprender mi camino; aunque antes debía ayudar a Cristine... ¿una posada? Conocía algunas aunque no se realmente si a estas horas y con la lluvia que se desató hace un rato sigan a puertas abiertas recibiendo gente.

— En estos momentos no podría recomendarte ninguna posada a ojos cerrados, lo siento -dije algo complicada. Analicé su aura por unos segundos más, intentando asegurarme de su ánimo y estado actual, el cual deduje que estaba bien, estaría a salvo... eso era suficiente para mí-. Aunque si lo deseas y no te incomoda, no me molestaría para nada recibirte en mi casa. Tengo espacio extra.

por **Cristine Goodrich** Jue Jun 19, 2014 10:34 pm

Suspiré un momento, como tratando de recordar en qué momento alguna bruja me hubiese invitado a su casa. Era 1759, había huido a Alemania alejándome de la sangre. Inglaterra estaba atestada de vampiros en clanes y para ser parte de esos clanes había que matar, lo que justamente me negaba a hacer. Cuando tenía hambre, trataba de dejar el menor rastro posible, pero esos demonios se las ingeniaban en que todo pareciese un teatro y si había mucha sangre era mil veces mejor. Me repugnaba ese escenario, quería paz... Y justamente Alissa, una bruja muy poderosa logró ayudarme en mi cometido: Ser capaz de tranquilizar mi demonio interno. Por un momento me fui recordando aquella época y le contesté que sería muy amable de su parte darme espacio en su casa.

Otra cosa que me preocupaba era justamente alimentarme. Tendría que hacerlo en algún momento y no quería dañarla. Ya para mí era demasiado hacer que se accidentara, y su bondad al ofrecerme su casa... No, simplemente no podía hacer eso.

La miré sonriente -Tu me indicas por donde ir. De todas formas, no pienso molestarte por mucho tiempo...-

por **Arianrhod Dankworth** Jue Jun 19, 2014 11:11 pm

— No te preocupes que como ya dije no es ninguna molestia. Tu aura me agrada, así que eso es suficiente para mi -le dije mientras volvía a emprender el camino esperando que Cristine me siguiera los pasos.

Comencé a avanzar por los callejones intentando no arrastrar demasiado los pies. Una fría corriente de aire se cruzó en nuestro camino y fue entonces cuando una comezón comenzó a hacerse presente en mi nariz que me hizo dejar de avanzar para iniciar una respiración algo apresurada por la boca para finalizar no con uno, ni con dos, si no que con tres molestos estornudos.

— ¿Quién iba a predecir que se pondría a llover de esa manera en primavera? -me quejé mentalmente-, quizá una bruja con premoniciones -ironizó mi subconsciente de manera inmediata.

por **Cristine Goodrich** Jue Jun 19, 2014 11:42 pm

¿Mi aura? Siempre me pregunté que significaba eso. Para mí sólo era un demonio en el cuerpo que se había quedado estancado en el tiempo, estancado en sus problemas y sus tristezas. -¿Así que no te da miedo andar con un vampiro porque según mi aura, todo está bien?- Pausé un momento para ver su reacción mientras caminábamos hasta su casa.

-Y si tengo hambre, ¿podrías hacerme frente? ¿Podrías defenderte lo posible?- Pregunté con demasiada curiosidad, ella me hacía sentir cómoda con estos temas. Nunca le mencioné a nadie sobre esto, eran temas incómodos para mí... a pesar de tantos años. Sin embargo mi curiosidad no llegaba hasta ahí, de pronto sentía la necesidad de conocer todo de ella y me preguntaba si alcanzaría a hacerlo. Porque hacía unas cuantas noches soñaba; o lo que creía que podrían ser alucinaciones o juegos que me hacía mi cabeza, era que iba a morir pronto. Cada sueño era diferente, cada escenario me mostraba una manera diferente de morir.

Nuevamente sacudí un poco mi cabeza alejando aquellos pensamientos y me callé esperando su respuesta. La lluvia había dejado de caer para dar paso al frío. Ella estará bien, pensé.

por **Arianrhod Dankworth** Vie Jun 20, 2014 12:30 pm

— Exacto, si tu aura muestra que está todo en orden es porque lo está... el aura no miente -dije girando medianamente para dirigirle una sonrisa sincera y tranquilizadora-. El aura, al menos para mi, son colores que rodean a las personas, van con ellos a todas partes y pueden mantener un color todo el tiempo o ir cambiando, cada aura me transmite un mensaje... estado de ánimo, un poco de la personalidad, y un par de cosas más; según aquello puedo ver si el hecho de acercarme a alguien tendrá una respuesta hostil o si aquella persona puede ser de confianza. Lamentablemente para mí, el aura es muy importante y me dejo llevar por ella la mayor parte del tiempo -intenté explicarle-. Por ejemplo en estos momentos tu aura se muestra algo atormentada, pero aún así tranquila, por lo que sé que no me harás daño.

Solté una risa silenciosa y di un par de saltitos antes de continuar. Su siguiente pregunta quedo dando vueltas en mi cabeza ¿podría hacerle frente a un vampiro hambriento? Aquello era algo a lo que jamás me había enfrentado, ni siquiera había tenido un trato tan cercano con un vampiro anteriormente.

— No lo sé -respondí sinceramente luego de pensar bastante y darle muchas vueltas al asunto-, pero si llego a estar en peligro puede que tu aura me lo advierta antes de que tu misma notes lo que esta sucediendo. Hacerle frente, no lo sé... sé crear ilusiones, pero no sé si pueda hacer una tan poderosa como para calmar tu sed, nunca he intentado con alguien de tu... condición. Ni siquiera se si haría efecto -respondí pensativa cruzándome de brazos, con el derecho en posición vertical mientras golpeaba suavemente mis labios con mis dedos, una extraña manía que había adquirido hace poco.

Antes de que lo notara ya nos encontrábamos a una calle de mi casa -¡Sí! ¡Al fin! -celebré mentalmente. Aceleré el paso sonriente, si, a veces podía ser un poco infantil.

por **Cristine Goodrich** Vie Jun 20, 2014 5:26 pm

Me tranquilicé un poco con sus respuestas, tenía que dejar de preocuparme tanto y empezar a vivir mi vida en paz. Pero claro, es más fácil decirlo que hacerlo. De alguna forma sabía que todo lo que me había esforzado por saber controlarme ya había dado frutos, si no, ella ya no estaría con vida.

Reí un poco al saber que compartíamos el mismo don. -Nunca en mi larga vida me había topado con alguien que tuviese el mismo don que el mío. El de la Ilusión.- Le dije despacio creando una pequeña ilusión donde los árboles se movían graciosamente como dándonos la bienvenida.

Después empecé a buscar algo en mi pequeño bolso mientras veía las reacciones de aquella hermosa bruja que había sido tan amable conmigo. -Tengo algo que me gustaría obsequiarte, lo llevo siempre conmigo... Me lo dió una bruja que conocí hace tiempo, ella era muy poderosa.-Extendí mi mano con un pequeño frasco que contenía una especie de aceite. Nunca le había preguntado qué era, seguramente ella podría decirme.

-Muchas gracias, por dejar quedarme en vuestra casa.- Le dije mostrándole una gran sonrisa.

por **Arianrhod Dankworth** Vie Jun 20, 2014 6:06 pm

— Arboles danzantes -dije sonriente , aquello me produjo algo de nostalgia ya que recordé mi niñez, cuando aún estaba en Inglaterra junto a mis padres, solía jugar con mamá a la escondida entre los árboles danzantes. Comenzó como una idea para hacer trampa y poder seguir escondida de ella, pero luego se volvió en nuestro juego especial, nuestro pequeño secreto. Sacudí mi cabeza y me apresuré a llegar frente a la puerta de mi casa, para abrir la puerta y dejarle espacio para que mi invitara entrara primero.

En ese instante recibí el pequeño frasco que me estaba ofreciendo con un suave "gracias" mientras me preocupaba de analizar qué es lo que contenía, a simple vista era un aceite, pero no sabría decir a ciencia cierta de qué tipo de aceite se tratara, existen muchos tipos, ya sea para hechizos, como para protección.

— No agradezcas, no es ninguna molestia, algo de compañía en este lugar no me vendría mal -dije antes de volver a centrar mi atención en el recipiente entre mis manos. Descorché el frasco y el olor que llego a mis narices me sorprendió-. Tienes que estar bromeando -dije totalmente emocionada-, dame cinco minutos para comprobar que esto es lo que creo que es.

Me adentré a la cocina y salí después de un par de minutos con unos pocillos y otros frascos con líquidos. Mezclé unos cuantos en un pocillo hondo y entonces volví a descorchar el frasco que me habían regalado minutos atrás.

— Por favor, por favor, por favor -dije antes de dejar caer una gota de este aceite entre la mezcla que había creado y fue entonces cuando se produjo una chispa anaranjada y una pequeña nube de humo morado subió un par de centímetros creando la imagen de una flor que se difuminó segundos después.

por **Cristine Goodrich** Vie Jun 20, 2014 6:30 pm

Entre a su casa despacio, era grande y muy hogareña, la verdad es que me sentí bastante cómoda y eso que sólo habían pasado unos cuantos minutos. Arianrhod al parecer le había encantado mi regalo, tras unos momentos regresó de lo que al parecer era la cocina con un montón de frascos para hacer mezclas. La observé mientras me sentaba en uno de los sillones de la sala de estar, acomodando mi vestido mojado de manera que no mojase su sillón.

Al parecer aquél aceite hacía cosas fenomenales, y pude ver como ella se entretenía con ello como si fuese una pequeña. Eso me generó mucha ternura. Vaya qué mujer me había encontrado tan pronto al llegar a París.

Por un momento me puse a pensar qué haría mañana, o qué aventuras me depararía el destino. Sería estupendo ser una bruja y divertirme como lo hacía ella. -¡Increíble!, ¡hazlo de nuevo!.- Reí estrujando una parte de mi vestido. Era extraño, me estaba divirtiendo.

por **Arianrhod Dankworth** Vie Jun 20, 2014 7:07 pm

Reí al ver la reacción de Cristine ante la reacción que causó le aceite al caer en la mezcla, y luego recordé que continuábamos con nuestras ropas mojadas.

— Esto que ves acá -dije señalando el frasco- es nada más ni nada menos que aceite de flor de Iris, esta esencia es utilizada para revitalizar y restaurar el alma, consigue una armonía con la naturaleza... aunque este parece ser más poderoso que alguno que haya visto anteriormente, el color de la nube fue bastante fuerte -comenté antes de rociar la mezcla con aceite de calabaza para proteger la reacción. Coloqué en el pocillo una pequeña flor de manzanilla y un trébol y los dejé reposar antes de dejar caer otra gota provocando que nuevamente una chispa -esta vez verde- apareciera para formarse una flor de color morado, le arrojé un pequeño puñado de tierra azul y listo.

Vertí el contenido del pocillo en el frasco, posicionando delicadamente ambas plantas dentro de éste para luego taparlo con un corcho y ofrecérselo a mi acompañante.

— Ten, cada vez que viertas una gota de esto en algún líquido verás como se forma aquella flor. Además, solo para tu información, debería transformar dicho líquido en un elixir con propiedades tranquilizadoras, logrando una armonía interior... Por cierto ¿gustas algo de ropa seca? -ofrecí mientras evaluaba nuestro aspecto.

por **Cristine Goodrich** Vie Jun 20, 2014 7:29 pm

-Ahora entiendo...-Susurré levemente al escuchar sobre aquél aceite. ¿Habrá sabido ella que me encontraría con otra bruja en algún momento de mi vida? Recibí el pequeño frasco y lo guardé en mi bolso.

-Bueno, si vas a dejarme vivir unos días aquí, tendrás que cobrarme algo o puedo trabajar para ti.- Reí de nuevo, mientras me levantaba del sillón para recorrer su casa. Vaya, me hubiese gustado tener una. Siempre iba de posadas en posadas, me quedaba un par de noches, me alimentaba... dejaba un par de muertos por ahí, a mi pesar y nuevamente debía tomar mis cosas y seguir el viaje. Miré mis manos por un momento; esas manos habían hecho más daño que otra cosa, y no me sentía orgullosa de ello.

Arianrhod me ofreció ropas secas por lo que asentí de inmediato. -Me gustaría tomar una ducha caliente, por favor.- Pedí amablemente esperando que no le incomodara.

por **Arianrhod Dankworth** Vie Jun 20, 2014 7:49 pm

— Oh por supuesto -dije regañándome mentalmente por no haberle ofrecido aquello-, sígueme por favor, te indicaré donde está el baño.

La comencé a guiar por las instalaciones y le indiqué donde se encontraba el baño.

— Tu puedes entrar mientras voy a encender la caldera, adentro encontrarás toallas limpias. Deja tu ropa a un costado y luego vendré por ella y de paso te dejaré algo seco. Por cierto, no permitiré que me pagues por quedarte acá... aunque te dejaré ayudarme en la tienda, si te sientes más tranquila con eso -le dije con una sonrisa y mientras la miraba directamente a los ojos.

Me apresuré en mi camino a la caldera y la encendí lo más rápido que pude para volver a decirle a Cristine que estaba listo para que comenzara con su baño

por **Cristine Goodrich** Vie Jun 20, 2014 8:10 pm

Sonreí y asentí a todo lo que me decía.

Entré al cálido baño que tenía un gran espejo de pared a pared y comencé a sacarme toda la ropa mojada. No me gustaba mucho lo que veía ahí: un cuerpo de todas formas bello pero lleno de cicatrices, eran las marcas que me recordaban cuanto había sufrido mi última noche como humana. Aquella noche donde un vampiro sediento de sangre nos atacó y sólo yo "sobreviví". Tenía marcas de mordidas en los brazos, cerca del pecho, estómago y piernas. Mis vestidos ocultaban muy bien aquello feo que quedaría para siempre. Cerré los ojos sollozando un poco, lamentándome por lo que acababa de ver.

-Odio esto...-susurré muy despacito. Me dolía el centro del pecho, haciendo que vinieran a mi pequeños temblores. -Ya basta...- Pensé, agarrando mi pendiente para poder tranquilizarme. -Basta...-

Estuve así por un par de minutos y no podía calmarme, aquellos temblores eran ahora más fuertes y tuve que aferrarme a una de las paredes del baño para no caerme, sentía las rodillas pesadas y sentía las articulaciones débiles. Comencé a respirar hondo y tuve que ocupar mi mente para crear un escenario diferente, un escenario parecido a la lluvia en un campo de Inglaterra y fue justo en ese momento que sentí cómo la puerta del baño se abría y sentí la voz de Arianrhod. Cerré fuertemente los ojos y la ilusión desapareció, de inmediato y como pude me cubrí un poco con mi vestido.

por **Arianrhod Dankworth** Vie Jun 20, 2014 8:33 pm

Entré a la habitación de baño y me encontré a Cristine parada frente al espejo, admirando su cuerpo, el cual lucía una gran variedad de marcas y cicatrices, sus piernas temblaban, sus brazos afirmaban su cuerpo aferrándose a la pared de una manera asustada, casi desesperada, mientras que su respiración era fuerte y apresurada.

En cuanto me escuchó entrar cerró fuertemente los ojos y tomó su vestido mojado para cubrir su cuerpo semi-desnudo.

— ¡Lo siento! -dije rápidamente mientras me daba la vuelta para acabar dándole la espalda-, no pensé que te habrías desvestido para cuando entrara, debí haber tocado la puerta -susurré algo sonrojada con la mirada fija en el espacio entre mis pies y la puerta frente a mi-. Disculpa mi intromisión pero... ¿te sientes bien? Si gustas puedo prepararte alguna infusión o algún hechizo que pueda ayudarte -ofrecí algo preocupada por el estado en el que la encontré al entrar al cuarto-. Hemm... la caldera ya esta lista para que tomes tu ducha.

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