Extraviada [Doreen Caracciolo]

por **Averno** Dom Ago 03, 2014 10:52 pm

Recuerdo del primer mensaje :

Una humana es como la buena literatura, al alcance de todos, pero incomprensible para los estúpidos

Los humanos son demasiado molestos algunas veces, tanto que logran destrozar incluso la paciencia del propio vampiro, hace unas semanas unos sujetos tocaron la puerta de su alejada vivienda avisando la fundación de una granja cerca de sus aposentos, no vio problema alguno en ello hasta que el día en el cuál iniciaron las obras de edificación, tener tantos corazones por ahí latiendo de cerca de él resultaba realmente fastidioso, había escogido ese lugar precisamente para estar alejado de los humanos y ahora tenía a unos cuantos revoloteando por ahí y por allá perturbando su paz. No pudo evitar preguntarse porque fueron tan estúpidos en el hecho de edificar aquí una empresa alimenticia, probablemente porque en la ciudad no deseaban este alboroto, lo peor de todo eran las carretas que venían y salían de aquel improvisado camino de piedras que guiaba a las carretas usualmente para moverse por la zona, el vampiro fue capaz de aguantar dos noches pero no pudo más a la tercera, no pretendía interrumpir el trabajo de aquellos humanos por el simple hecho de que tan solo atraería la atención de más de estos el hecho de que todo fuera destruido por arte de magia y que hubiera un par de muertos, pero sin duda aplastar sus cabezas para obtener tranquilidad era lo que más deseaba hacer. Algunas veces el ser sabio antepone lo correcto a sus deseos para un bien común, en este caso anteponía lo más prudente ante su básica necesidad de reacción, después de todo dejarse llevar por un impulso es siempre lo que ha tratado de alejar de su rumbo, la fuerza que entrega el autocontrol es la más útil de todas, incluso más valiosa que su propia fuerza sobrehumana, destruir es lo único que se logra con fuerza bruta, pero manipular es algo que solo una mente equilibrada y serena puede lograr, y es tan difícil mantenerse sereno y equilibrado para él, tanto que deberían premiarlo por no haber matado en más de mil ocasiones cuando lo ha deseado. La mejor opción que descifró fue salir y pasar la noche en otro lugar, se podría decir que se vio obligado por la situación pero pensarlo de esa manera tan solo le podría poner más furioso aún pues jamás haría algo que no fuera impulsado por su propia voluntad. Ir a la ciudad tan solo implicaría encontrarse de los seres que busca alejarse por ende ese no sería su destino particular, por el contrario decidió tomar su caballo y partir hacia el bosque que no se encontraba nada alejado de sus aposentos. No el lugar más interesante sin lugar a dudas, pero como todo en el mundo tenía lo suyo y solo por ese mínimo detalle ya valía la pena ofrecer una oportunidad, después de todo las sorpresas existen.

Tan solo le tomó un par de minutos preparase con la ropa adecuada, diferente a lo usual, no llevaba su traje negro impecable junto a su sombrero y bastón, por decirlo de una manera sutil vestía algo más deportivo, pantalones adecuados para montar, botas de cuero y la parte superior cubierta por una camisa holgada, y esta camisa cubierta por un abrigo negro de lana bastante fina, simplemente para lucir “pertinente” dado que el frío azotaba sin prudencia por la zona, una vez sobre su negro corcel azoto las riendas contra la piel apretando firme las piernas en la montura y partió hacia su destino, bastante inmenso el bosque y espeso, demasiado fácil perderse dentro de él y muy propenso para los accidentes, ¿tendría algo que ver todo aquello con su elección? Tal vez. Ya dentro del bosque pudo notar una actividad bastante particular, un poco exagerada para la actual, algunos seres que usualmente no verías por los bosques estaban rodando, es cierto que esta zona nunca la había visitado antes, por lo tanto al ser desconocida quizás esto era común pero no para él, no era algo que le causara problema alguno la verdad, simplemente se encontraba en la búsqueda de un lugar solitario para poder estar consigo mismo y toda su verborrea de dolor y odio. El camino natural le llevo hacía una cabaña vieja en medio del bosque, parecía un lugar abandonado a primera impresión, pero era algo extraña, es como si hubiera sido puesta ahí a propósito en ese estado para simular realmente que fuera una cabaña vieja y abandonada. Bajó de su bestia sin soltarle las riendas, avanzó solo un poco y pudo notar los corazones latir de los habitantes, el vampiro amarró a su corcel en una valla endeble y avanzó por el lugar, la concentración de seres se encontraban por la parte de atrás, al no tener nada mejor que hacer simplemente decidió enfrentarlos directamente para ver a qué tipo de humanos se encontraba, ¿serían ladrones de caminos o refugiados sin hogar quizás? En este preciso momento no deseaba apostarle a la probabilidad, su humor quizás no era el más adecuado para estar jugando hoy, algo poco común en el vampiro sin duda, pero ya se ve que el estrés no afectaba solo a los vivos. Una vez estuvo en la parte trasera notó a las figuras mas no a todas – Buenas noches – dijo simplemente esperando una respuesta.

por **Averno** Vie Ago 29, 2014 10:13 am

Ella sabía que el vampiro se iba a retirar pronto, y Averno estaba consciente de que el sol pronto aparecería, por fortuna todo lo que deseaba dejar en claro ya había quedado más que el agua misma, en su interior el vampiro estaba muy consciente de que no necesitaba amenazar de vuelta o dominar verbalmente a la humana, está ya se encontraba domada, pero no solo por él, sino por ella misma, justo como él había deseado, no existe para el hombre nada más fuerte que sus propios dilemas morales, o sus felicidades, nada más íntimo que pueda moverles u orillarse a hacer algo diferente de su rutina, el caballero simplemente había apretado el botón que da inicio a la maquina humana de la rubia, está por inercia, como si fuera un robot actuaría, con dudas sí, realmente las tendría y mil temores más, se notaban a leguas las carencias y fortalezas de este existir con agradable elixir, no habían pasado ni veinte minutos desde que Averno había bebido algo de la sangre de la humana y este ya deseaba volver a tomar de ella, no obstante la mesura y la precaución para el momento imperaban sobre sus acciones, como ya es usual en el vampiro dejo que el silencio incomodo se apoderara de la atmosfera hasta cierto punto, los pensamientos inexorable de las mentes retumban más profundo en la penumbra oscura y vacía, a pesar de tener unas cuantas velas encendidas por el lugar podía sentirse que la atmosfera estaba pesada y muy opaca a pesar de realmente no estar pasando nada, al menos físico claro puesto que las mentes de los actores estaban chocando una contra otra sin poder evitarlo, Averno rompió el silencio abriendo la puerta que chirreó con fuerza al ser movida, se notaba que había sido usada bastante – Está equivocada y a la vez en lo correcto madame Doreen – Esta fue la segunda vez que usa su nombre – Nunca menosprecio a ningún ser, por el contrario, le analizo al detalle, tanto que podría parecer enfermizo si le dijera que tan lejos llevo esto, pero lo que sirve de hacerlo es que te das cuenta de qué pueden y de qué no pueden hacer, ¿comprende? No le menosprecio para nada, tan solo he deslumbrado hasta donde va su potencial y créame si se esfuerza hasta quizás pueda ir más allá de la escala en la cual la tengo parada en estos momentos, pero está bien que guste de aprender y que realmente sienta el interés, le prometo que compartiré con usted algo de sabiduría que cualquier humano no podría obtener por el simple hecho de desearlo, sienta afortunada y a la vez alagada, y por ende recuerde que yo cobraré caro, muy caro, pero ambos sabemos que no tendrá otra más que pagar por ello – Si fuera con dinero sería tan sencillo, ¿verdad? Obviamente Averno infravaloraba lo monetario a más no poder, él se servía con otro tipo de cambio, uno que la humana era capaz de entregar indefinidamente.

El rumbo del vampiro cambió bruscamente, se acercó a la humana, le tomó por la cintura estrujando la tela de sus prendas, le atrajo en un menos de un segundo contra su cuerpo y le observo directamente a los ojos, invadiendo por completo su privacidad y espacio personal, incurriendo en otro abuso de su estado Averno capturó los labios de la humana, algo que sabía que le iba a mover del piso y por eso mismo lo estaba haciendo, incrustó los colmillos con levedad sobre los labios y bebió de estos con finura unos instantes, los retiro quizás luego de cinco segundos y lamió ambos labios esparciendo el metálico sabor por todas partes en ambas bocas, le miró una vez más y luego le soltó – Tiene razón, los hechos valen más que mil palabras, porque de ruegos, consejos y esperanza nada se consigue, ya se lo dije antes, es cómo cuando le reza a su Dios, puede pasarse años en ello, en cambio sí me da su sangre y me pide algo a cambio probablemente no demore más de una noche en complacer su pedido – Obviamente como ya antes le había dicho, si este pedido no iba en contra de lo que Averno deseaba y planteaba constantemente para ella y su futuro a expensas de él. La muchacha tenía razón, Averno esperaba como siempre tener lo mejor, no cualquier recibiendo, en dos días tendría que hacer su mayor esfuerzo la humana – En dos días, lleve sus mejores ropas, en su mejor domicilio, no se preocupe, en dos días sabré muchas cosas más de su pasado, y su nombre completo, y sin usar un solo poder aclaro, y ya podré hincar más en su pasado también, ambos sabemos que no es rosa, es más bien gris y teñido por la sangre, puedo olfatearlo incluso. Así que prepárese mentalmente, desarrolle fuerza, sáquela de donde no la tenga, rompa ese esquema que ha sido mencionado durante esta noche más de una vez y entonces veremos cómo sobrevivirá a la noche que se avecina, le juro que será inolvidable para su existir y quedará marcada en su cuerpo para el resto de sus días que aún no se deciden cuantos serán – Ciertamente lo decía pues era verdad, no había decidido nada respecto a este ritual en específico, simplemente por el momento estaba gozando de lo presente y planeando ligeramente el futuro, el ejemplo claro este de los dos días, el vampiro tenía planificado ya un conjunto de acontecimientos y acciones predeterminados que claro podrían variar en el fuego de la noche, pero a la larga se cumplirían – Es momento de dejarle, descanse su mente, su cuerpo, cure sus heridas, y si puede las de su corazón, yo necesito todo el espacio posible para poder invadir su ser – Se inclinó – En todo sentido. Siga siendo asertiva y lo pasará mejor que hoy, déjese llevar por su directiva moral y propio estúpido camino ideal y tan solo obtendrá desgracia – Lo estaba dejando más que claro, debía olvidar todo aquello, irrelevante a fin de cuentas. Sin demasiado aspaviento, tras varios pasos el vampiro se alejó hasta llegar a su caballo y se perdió.

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Finalizado

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