|| Hay personas llenas de amigas. Otras que las poseen || Privado +18 Sangriento

Habia salido corriendo de casa a la llamada de un viejo amigo,un amigo de confianza al que le habia demostrado que podia confiar en mi y en mis poderes cuando cure a una de sus "empleadas" y cuando hablo de curar,hablo de aliviarle el dolor que aquel desalmado le habia producido al golpearla salvajemente ante su negativa de someterse a su placer, algo para lo que ella en concreto no estaba contratada.Yo estaba aquel dia paseando cuando la encontre llorando bajo un arbol,desolada por la cruel marca que habia dejado en su cara,algo que haria que su sueldo, el cual dependia de su fisico, disminuyese notoriamente y no pudiese atender con suficiencia a su hijo.Calme su dolor con unas hierbas y disimule la cicatriz con otras cuantas,ademas de paciencia y constantes curas.Cuando el la vio de nuevo, no dudo en pedirme ayuda para otra chica,y otra,y otra, todas con problemas,todas con remedios pues afortunadamente se me daba bien el tema de la sanidad,cosa que agradecia a mi abuela, ya que de ello obtenia mis propios beneficios.

Asi pues, aquella noche volvi a ser llamada para atender a una futura madre que sufria de terribles dolores en el vientre,pues pensaban que solo eran molestias tipicas del embarazo,pero por desgracia no era asi.Aquel niño non nato llevaba muerto varias semanas en el interior de su madre y estaba provocandole infecciones interiores bastante graves.Hubo que sacarlo...por la fuerza.Aquella mujer pario un hijo muerto.Por suerte lo habia "visto" en unas de mis visiones e iba muy bien preparada,con calmantes y un potente somnifero que le administre en cuanto el feto salio fuera y me quede con ella hasta que hizo efecto,hasta que sus rios de lagrimas se calmaro y hallo consuelo en los brazos de morfeo,que la arrastraron a la fuerza por mi poderoso conjuro.Al niño se lo llevaron a enterrarlo como la joven y destrozada madre habia deseado antes de dormir y yo,aun estando avisada, no halle consuelo y llore junto a ella, pues para mi la vida y la naturaleza eran poderosas,por eso no entendia la muerte de algo tan puro como un bebe.

Con lo ojos rojos y llorosos baje de las habitaciones de las chicas,las cuales me consolaban con cariño,pues ya me conocian y me trataban con cariño por todo el dolor que habia aliviado a sus compañeras e incluso a ellas mismas.Yo lo agradecia con una leve sonrisa y una inclinacion de cabeza,deseando poder llegar a casa para dejar que el dolor saliese de mi interior,de mi pecho,que dejase de atosigarme.

Asi pues,sali a la sala principal y aguarde al dueño del local, esperando la parte economica que me correspondia, la cual a pesar de todo aceptaba pues era mi unica forma de aumentar mi economia sin que mis padres me controlasen ya que lo desconocian del todo.

Pase al lado de un hombre,un hombre al que reconoci al instante pues de ninguna forma pasaria inadvertido,su sola aura llenaba todos mis sentidos y la reconoceria aun sin verle directamente.Trate de buscar otro camino alternativo para no cruzarme directamente con el,ya que, aunque dudaba de que la reconociese habian coincidido en varios eventos publicos de la alta sociedad y no estaria bien visto que ella se hallase alli.Al no encontrar otra opcion, se escondio tras la capucha y con la mirada al suelo paso por su lado intentando parecer una pordiosera mas, inclinando levemente la cabeza a modo de respeto y siguiendo su camino hasta la barra donde le aguardaba su recomensa.

-Muchas gracias por haber venido señorita Sunder.- Dijo el dueño.- Lamento el mal rato que ha tenido que pasar por nuestra culpa, pero no conociamos a nadie que pudiese hacerlo mejor que usted.

Le escuche atentamente rezando porque hubiese hablado lo suficientemente bajo como para que nadie hubiese oido su apellido y con un suave susurro le respondio.

-Le ruego y repito que exijo discrecion, no vuelva a nombrarme por mi nombre ¿Entendido?.-Mi tono suave pero mortifero y cargado de odio le recordo quien era y lo que podia hacer.-Sabe que puede contar conmigo para curar a sus chicas,pero sea discreto, es todo lo que pido.

Aquel hombre palidecio pues sabia perfectamente que no debia hacerme enfadar, era una mujer dulce pero mis cambios de humor me hacian inestable,por lo que los enfados eran frecuentes y solian acabar de mala manera.

-Lo siento mucho, no se preocupe señorita, no volvere a dejarla al descubierto, dejeme que le convite a algo, es lo minimo que puedo hacer tras todos sus servicios.

-Mmm....-Me lo pensé,pues realmente estaba sedienta y sin duda alguna bebida fuerte me haria olvidar parte de mis pena, pero era tarde,y no debian notar mi ausencia en la casa.

Y entonces ocurrio.Él lo llamo.Y yo lo vi todo.

Pierre fue directo a la mesa de aquel hombre con el rabo entre las piernas cual perro acudiendo a la llamada de su amo para ser apaleado y tras un leve discurso,mas bien ordenes, el hombre que antes me pagaba vino a mi lado de nuevo con la vista al suelo y mas blanco aun de lo que se habia puesto al escuchar su nombre de boca del caballero.Grandes gotas de sudor caian por su frente y se retorcia las manos en señar de nerviosismo,el cual en este caso estaba presente por la amenaza de que lo echasen a la calle.Se acerco a mi y no pude evitar sentir pena al escuchar su voz temblorosa decirme aquellas palabras que ya sabia que diria.

-Señora...por favor...¿seria usted tan amable de sentarse en la mesa de aquel señor?Ya sabe quien es y que puede pasarme si no lo hace...apelo a su comprension y a la vez a su compasion.Si no quiere hacerlo por mi hágalo por las chicas que se iran a la calle y...

Le interrumpi levantando la mano.Mis ojos echaban chispas y no me agradaba en ningun modo acudir como si fuese cualquier otra chica del local, aun asi sabia que el no tenia la culpa de nada y que por el bien de las chicas debia hacerlo pues, si las echaban de alli,acabarian como prostitutas en cualquier lugar de la calle.Mire la cogorota del hombre que me aguardaba,entrecerrando los ojos para conseguir distinguir su aura pero no me gusto nada lo que vi.

-Mi señora...sea prudente por favor...-Interrumpio mis pensamientos.-De usted depende nuestro futuro en este local.Mi señor es autoritario y yo debo hacer que sus ordenes se cumplan.

-No te preocupes, sere una autentica damisela.-Susurre enfurruñada.Y tras dirigirle a Pierre una ultima mirada de odio, de la cual me senti culpable porque sabia que no era suya la culpa,me aleje de la barra.

Camine despacio,pues no tenia prisa por reunirme con aquel hombre,pero sabia que el camino no era eterno pues estaba a unos cuantos pasos nada mas.En mi mente repasaba todos los hechizos de proteccion y realice uno para ocultar mi magia a ojos de cualquiera que pudiese verla y para proteger mi misma apariencia.No me gustaba el rumbo que estaba tomando aquella noche pero no me quedaba mas opcion que acudir si no deseaba mas revuelo aun.LLegue a la mesa donde el se encontraba y tras una leve inclinacion de cabeza,la cual ocultaba aun con la capa junto a mis ojos enrojecidos por el llanto ya calmado, dejando solo ver la nariz y los labios susurre a sabiendas de que me oiria.

-Buenas noches caballero,espero que todo este siendo de su agrado en esta noche tan bonita.He oido que requeria mi presencia y aqui estoy como el señor ha pedido,¿puedo ayudarle en algo?

Alce una ceja al escuchar su aclaracion y tras sentarme ligeramente sobre el borde de la silla cruzando los tobillos,ladeando ambas piernas y posando las manos sobre estas de forma sutil, tal y como me habian enseñado,me apresure a aclararle.

-Lamento su confusion señor, pero aunque desease mi compañia en ese ambito me temo que no podria concederle el deseo pues no trabajo aqui.

Mire todo lo dispuesto en la mesa sin tocar nada, ni siquiera creo que lo probase, pues habia escuchado las historias de como aliñaban las bebidas a las mujeres para luego hacerles cosas horribles, desde viles violaciones hasta el asesinato.Asi pues escuche atentamente su ofrecimiento y ladee la cabeza extrañada.¿Que podria querer aquel hombre de mi?Ademas su cambio de tono tambien me asombro bastante,pues paso de el desprecio a la educacion en tan poco tiempo como me habia llevado llegar hasta el sitio.Ya sentada y viendole sentarse delante de mi espere a que siguiese hablando,me intrigaba bastante la idea de que pudiesemos ayudarnos "mutuamente" como el habia indicado, pues dudaba de que el supiese de mis poderes pero, ¿que podria ofrecerme el?

-No logro imaginar que puede ayudarle una señorita a un hombre de su clase, aun asi no le niego mi interes por escuchar su oferta.Siempre me han atraido los tratos y no dudo de que alguien como usted, con la gran fama que posee, puede ofrecerme algo...la mar de interesante, si puede llamarse asi.

Uno de mis rizos estaba luchando contra las horquillas por salir de aquel recogido infernal que tanto me estiraba la piel del rostro,hasta que al final lo consiguio, cayendo por este mientras se dejaba ver a ojos de cualquiera.Con un movimiento suave y elegante consegui recolocarlo tras mi oreja,enganchandolo en el zarcillo para evitar nuevas fugas.Aproveche la cercania para recolocarme la capucha tapandome nuevamente ante sus ojos.

-Asi pues, le escucho.

Mi capucha cayo hacia atras y ya al descubierto mi rostro le mire fijamente,dejandole ver mi clara molestia al haber hecho eso.

-Muy osado por su parte eso,aunque no dudo que tarde o temprano acabaria pasando, asique lo dejare pasar, pero por favor no vuelva a acercarse a mi mas de lo justo y necesario para los tratos que aqui me tienen.

Mire atentamente el plato y aunque tenia buena pinta, dudaba mucho de que mi estomago soportase sustancia alguna tras el mal rato que habia pasado, ese que aun guardaban mis ojos enrojecidos.Aun asi por educacion corte un pequeñisimo trozo y me lo lleve a la boca,masticandolo suavemente y rezando por no vomitarlo.Me ayude a tragar con un largo sorbo de agua,la cual me parecio refrescante y sabrosa tras el largo periodo de sequia.Volvi a mirarle directamente a los ojos, unos ojos que si no tenias cuidado podian atraparte.Sonrei levemente.

-Caballero, creo que ambos tenemos edad suficiente para no andarnos por las ramas .-Mi impaciencia siempre estaba presente.- Aun asi, usted es el jefe,y supongo que el que manda, pero me gustaria saber que le interesa de mi persona, es una intriga que se incrementa a cada segundo que paso con usted.

¿Asi que quieres ver mi alma no?Pues ahi la llevas...Pense socarrona.Le deje ver de mi los datos menos irrelevantes como podian ser mis dones, mis datos personales y alguna que otra historia de la cual, como era costumbre, siempre salia triunfante.No me importaba si ya sabia de mi mostrarle mas, no era una mujer de muchas palabras pues en el silencio que solia guardar a menudo adivinaba muchas mas cosas observando.Bebi un trago de vino, imitandole para conseguir asi que se mostrase un trato cordial, si el comia yo podia fiarme.Le mire directamente a los ojos para demostrarle que no era miedo lo que le tenia, sino respeto, el mismo respeto que le podia tener a cualquier persona.

-Veo que ha hecho muy bien sus deberes,Mark, ¿me permite llamarle asi?No creo que le importe cuando usted mismo me ha llamado por mi nombre de pila. -El juego habia empezado y a mi se me daba muy bien mover mis cartas.En su rostro descubri facciones bellas, atractivas,y no pude evitar que una sonrisa ladeada saliese de mis labios mientras alzaba la ceja.Sabia que era una mujer hermosa, y que por ello los hombres caian a mis pies haciendo cuanto yo quisiese, pero no era eso lo que deseaba de el.Me intrigaba profundamente lo que tenia que ofrecerme, tal vez demasiado.

-Me temo que no he podido investigar tanto como usted lo ha hecho conmigo, aunque si me lo permite...-Dije extendiendole la mano.- Tal vez podria saber un poco mas ¿Que le parece?Creo que seria un trato justo saber de usted lo mismo que sabe de mi.

Deje la mano extendida, invitandole a que la rozase.Mis visiones siempre aparecian al contacto con algo, necesitaba un estallido que la provocase,aunque no siempre tenia que ser el roce con alguien, podia ser el roce hasta con una gota de lluvia.

Al frente, mujeres ligeras de ropa, bailaban para complacer a todos los hombres, solteros y casados, que acudian con bastante frecuencia a pasar las noches,deleitandose con sus cuerpos semidesnudos y sus movimientos extravagantes.

Mire mi mano extendida y vacia para cerrar los dedos lentamente y retirar la mano ante su evidente negativa.

-Mefistófeles...he oido hablar de usted, siempre de forma no muy agradable he de decir,pero hay que tener en cuenta que con la gente de mi clase no esta de muy buen ver estos lugares...aunque siempre lo visitan...hipocritas.


Termine de cenar y de nuevo di un largo trago al vino, ese que ya empezaba a recorrer mis venas y hacia sonrojar las mejillas de una forma natural y encantadora.Limpie los labios de color carmin suavemente con la servilleta, a toques ligeros como toda buena dama hacia y volvi a colocar las manos sobre mi regazo.

-La cena ha sido una delicia, he de admitirlo, muchas gracias por ella...y por el vino. -Se me escapo una risita y cogi la copa por el talle para darle otro trago, esta vez mas largo. -Suave...y refrescante,sabia eleccion si me permite decirselo.Ojala mi compañia no le resulte aburrida.

Agache la cabeza en forma de agradecimiento.Volvi a mirarle y alce la ceja esperando a que dijese mas.

Negue con la cabeza lentamente.

-Malinterpreta mis palabras,querido.LLamo hipocritas a aquellos que le juzgan de "mala persona" y luego acuden a usted y a sus damas a buscar lo que llama un soplo de aire fresco.Aprendi hace mucho a no juzgar a las demas personas,a no meterme en sus vidas,pues tampoco quiero que se metan en la mia.

Cuando tomo mi mano miles de imagenes vinieron a mi mente, de su pasado,su presente y su futuro, tan solo unos segundos que quedaron reflejados en mis ojos,pues perdian la capacidad de ver lo que realmente tenia delante de mi.Escuche sus palabras con antencion,una sonrisa ladeada y una ceja alzada.Lentamente me acerque a su oido y susurre pegando mis labios a este.

-La vida consiste en disfrutar, de una cena por ejemplo,¿que mas le da si es juego o es realidad?Disfrute,monsieur,ya dejaremos las adivinanzas para otro momento.

Volvi a apoyar la espalda en el asiento alejandome de el.Cogi la copa con suavidad y bebi de nuevo mientras dejaba vagabundear la mirada por las damas que alli danzaban.

Solte una risotada seca y unica

-¿Y de verdad le extraña que hablen mal de usted..Mark?
.-Remarque su nombre en una extraña mezcla de reto u juego. -Creame, si supiese que mi marido viene aqui tambien lo haria.

Le guiñe un ojo y volvi la mirada hacia ellas, hacia las chicas que habia tratado mas de una vez y a las cuales conocia en su mayoria. Muchas me habian contado su historia, desahogandose conmigo creyendome consejera.Yo las escuchaba con atencion y a menudo conseguia hacerlas sonreir aunque fuese menor que algunas de ellas.Las consideraba mujeres de verdad,llenas de fuerza y valentia.

-Son hermosas todas ellas,tiene un gran gusto para elegirlas.¿Jerarquia dice?No entiendo muy bien a que se refiere, pues no solemos hablar del trabajo que realizan aqui.

Le mire algo extrañada y la curiosidad acudio de nuevo a mi mente Tal vez seria por el vino, o porque realmente estaba empezando a sentirme comoda en aquel lugar, pero mis hombros se destensaron y adopte una postura mas comoda en aquel asiento.Apoye los codos en la mesa,entrelazando los dedos y apoyando el menton dulcemente sobre ellos le pregunte.

-Cuenteme mas,si no le importa,¿que idea es la que deberia gustarme?

Sus manos, tiernas y calidas abrazaron las mias permitiendome ver en profundidad sus deseos.Para ser sincera no me escandalizo ni sorprendio, sabia y comprendia perfectamente los deseos y necesidades de un hombre, pues su naturaleza los llamaba a voces, aunque tambien conocia las de una mujer,pues tampoco eramos sordas.Aun asi ¿por que yo?

-Me extraña que alguien como el gran Mefistófeles se halla fijado en una mujer tan sencilla y humilde como yo,y mas teniendo a todas esas bellezas a su al rededor, trabajando para usted y sin ninguna duda ansiosa por lanzarse a sus brazos para ser complacidas como se merecen,pues sin duda, es usted un gran amante.

Sonrei con malicia y gire sus manos dejandolas boca arriba,lo cual me daba acceso a ellas.Trace de forma suave y delicada las lineas que la formaban,aquellas que segun la tradicion gitana describian la vida, el amor y la salud,aquellas que a mi no me servian para nada pues no era mi metodo de adivinacion.Repose la mano sobre la suya comparando el tamaño de ambas,fijandome en como sus dedos sobresalian de los mios y negue con la cabeza aun incredula.

-Digame ¿por que yo?quiero saber que desea exactamente de mi.

Su repentino acercamiento me pillo con la guardia baja asique no me dio tiempo a retirarme.Su aliento entro en mi garganta con un dulce sabor a vino y a especias de la carne que minutos antes ambos habiamos degustado con mucho placer.Mis ojos se concentraron en sus labios, esos que tenia tan cerca que provocaba morderlos.

-Mal dia en el que decidi ser curiosa...-Susurre levantandome.-Es usted realmente intrigante.

Rompi el acercamiento volviendo a ponerme la capucha y eche a andar hacia la barra,donde el mesero me volvio a dirigir una mirada de disculpa a la cual conteste con una sonrisa desganada pero tranquilizadora,no estaba en peligro.Gire la cabeza lo justo y necesario para que pudiese oirme.

-Usted dira a donde quiere ir.