Desire Night ~ Privado [+18]

por **Naitiri Zahir** Mar Mar 22, 2016 10:15 am

Recuerdo del primer mensaje :

Me quedé observando junto a la ventana las gotas que, a través de la luz de la farola, podía distinguir perfectamente. El repiquetear de estas contra la ventana era el único sonido que se escuchaba en la habitación, hacía una noche horrible. Aparte del frío que hacía aquella noche se le había sumado también la lluvia, creando una atmósfera mucho más fría de lo normal. Coloqué mejor aquella bata que llevaba por encima y froté mis brazos queriendo entrar en calor, ya que notaba algo de frío por el cuerpo. Miré hacia la bañera que había al final de la habitación y me dieron ganas de llenarla con agua caliente, desnudarme y meterme para entrar en calor lo que me quedaba de noche… pero no podía hacerlo, al menos no de momento.

En realidad de lo único que tenía ganas era de irme a casa, darme una ducha y meterme en la cama. Había sido un día horrible, en todos los sentidos. Empezando con que uno de los clientes había intentado propasarse más de la cuenta con una de las chicas, y si no llega a ser porque la Madame había interferido junto con uno de sus ‘amantes’… seguramente la joven habría resultado herida. El hombre había sido sacado a golpes por aquel joven, y se le había negado la entrada de por vida. Aquel incidente le había hecho pensar a la Madam que quizá necesitaría a alguien que estuviera para controlar todo aquello, porque de no haber estado… Mark, creo que se llamaba, quizás la cosa hubiera llegado a mayores.

Me senté en la butaca que había delante de un tocador y comencé a peinar mi pelo intentando entretenerme con algo y que mi cabeza no divagara demasiado. Aunque no podía evitarlo, era como si mi mente intentara traicionarme y viajara a aquel momento hacía ya más de un mes… y mis noches no habían sido lo mismo. ¿Volvería a verlo alguna vez? Esperaba que sí.
Cerré los ojos y dejé el cepillo en el tocador, lanzando un suspiro. Unos golpes en la puerta hicieron que se disiparan aquellos pensamientos, encontrándome con una de las chicas.

-Nai, ¿puedes ayudarme con esto? –sonreí levantándome para abrocharle aquel traje que llevaba, ciñéndole el corsé a su cuerpo. No pasé por alto aquel pequeño morado que tenía en un hombro.
-Diane, ¿no crees que le dejas hacer demasiado? –pregunté pasando mi mano por donde tenía aquel morado, sintiendo cómo suspiraba por el toque y apartaba el hombro.
-¿Y Alessia, no está aquí? –suspiré frustrada por aquello al ver que cambiaba de tema y no me respondía. Se giró para mirarse en el tocador por unos segundos y la evalué con la mirada, pensando si la Madam sabría de aquello. Se notaba que no quería hablar del tema.
-Está en casa, con Isis. La mandé hace un par de horas a casa, le dije que sacara a la perra y que se quedara en casa hasta que llegara. Y si era muy tarde, que se acostara. –Sentí su mirada en mí, y sabía lo que estaba pensando- Es demasiado joven para que ande en un burdel –Diane se encogió de hombros y me dio un beso en la mejilla cuando pasó por mi lado.
-Gracias Nai, me voy que mi próximo cliente espera –la vi salir por la puerta contoneando sus caderas y no pude evitar reírme entre dientes ante aquello. Volví a sentarme de nuevo frente al tocador y suspiré, quería irme a casa, coger a Isis y dormir con ella en la cama calentita. Era como mi peluche personal y me hacía una compañía enorme. ¿Cuánto quedaría para poder irme? Esperaba que no fuera mucho.

por **Naitiri Zahir** Vie Abr 08, 2016 6:13 am

Enarqué una ceja mientras lo miraba metido dentro de la bañera, su comportamiento más bien me recordaba al de un niño pequeño que se enfada si no obtenía lo que quería. En principio el baño iba a ser para él, pero si quería que me metiese… no me iba a negar. Era lo que él había pedido, así que no tenía ningún problema en meterme con él, así también disfrutaba algo más de él. Me hizo mucha gracia que comenzara a tirarme agua cuando dijo que era también mi baño, y me metí finalmente poniéndome sobre él. Se rió por mi comentario cuando le llamé mi Dios y me besó, buscando su lengua con la mía, mientras notaba como tenía casi el pelo completamente mojado. Le miré con una sonrisa cuando se separó.

-Oh, ¿soy tu princesa? Tendré que adorar a mi Dios –reí por aquello y dejé pasar cómo es que sabía de dónde era, vaya ojo que tenía, había acertado de pleno. Sus siguientes palabras fueron seguidas de su mano llevando la mía hacia su miembro, y le miré comenzando a moverla en un sube y baja, pegando mi pecho al suyo y negar con la cabeza por sus palabras- Qué sutil que eres, Gael. Podías haber dicho “Princesa, toma a tu Dios en esta bañera” y habrías quedado mucho mejor –sonreí sin dejar de mover mi mano, me coloqué mejor sintiendo mi pelo pegarse en mi espalda al estar mojado, y me incliné para besarle antes de comenzar a bajar sobre él sintiendo como me introducía su miembro a medida que bajaba. Me separé de sus labios soltando un gemido cuando estuvo dentro de mí por completo y cerré los ojos unos segundos, haciéndome a el, le miré y pasé un brazo por su cuello arqueando mi cuerpo hacia el de él, y mordí sus labios– Voy a adorarte un rato –reí por aquello antes de comenzar a moverme sobre él, de esa forma era yo la que controlaba las penetraciones, moviendo mi cadera subiendo y bajando sobre él, antes de que quisiera marcar otro ritmo diferente. Subía sin que su miembro saliera de dentro de mí y bajaba hasta que estuviera dentro por completo, repitiéndolo todo el rato, comenzando a incrementar poco a poco la velocidad

por **Gael Lutz** Sáb Abr 09, 2016 8:24 am

¿De verdad existía Dios? O era una invención de algún lumbreras para crearse su propio legado con el paso de los años, para así sentirse importante y ser recordado, adorado como el único Dios capaz de haber creado el mundo a su imagen y semejanza... Pero si de verdad existía ese Dios y había creado a su imagen y semejanza a Adán y a Eva, los únicos humanos que él había creado... ¿De donde había salido la gente de raza negra? Había cosas que no tenían sentido en ese "cuento". Salpiqué el agua, molesto por mis pensamientos ¿Que hacía pensando en eso ahora? Miré a Naitiri metiéndose en el agua y sonreí.

—Vale, adórame, bella princesa.— Besé sus labios cuando bajé su mano hasta mi miembro, el cual estaba erecto bajo el agua. Cerré los ojos y me reí por sus palabras ¿Qué más le daba? El fin era el mismo. Se movió hasta que se puso encima mía y se introdujo mi miembro dentro de ella. Dejé escapar un suspiro y eché mi cabeza hacía atrás. Se sentía tan bien... El placer que me proporcionaba era tanto que comencé a dejar escapar unos gemidos ¿Que pasaba? ¿Ya? ¿Tan pronto? —Nai nai nai...— Pronuncié su nombre con urgencia y la saqué de mí. —Ya.— Miré al agua, estaba completamente avergonzado. ¿Cómo había podido acabar tan pronto? Noté mi miembro que ya estaba flácido. Mascullé una palabrota, maldito alcohol.

por **Laetitia Voclain** Lun Abr 11, 2016 7:20 am

Cuando comencé a tocar a Sean, su miembro reaccionó casi al instante, lo cual me hizo sonreír, pues había perdido la esperanza de que este no se levantase debido al alcohol, pero me llevé una grata sorpresa, estaba deseosa de que se metiese dentro de mí y poder disfrutar de él. Me agarró por las nalgas y me subió más encima de él, lo que produjo que nuestros sexos comenzasen a rozarse mientras su boca implacable, martirizaba a uno de mis pechos. De mis labios escaparon leves gemidos, se le daba muy bien usar la lengua, tenía una lengua maestra. De repente, sin dejarme opción a decir nada más, me penetró con fuerza a lo que gemí en sus labios mientras estos me mordían.

Los movimientos que él hacía me provocaban un sentimiento en mi interior que me gustaba, me hacían volver a sentirme viva por unos instantes, un calor que transformaba mi sangre en pura lava y me hacía gemir despacio, en gemidos pausados... Giró sobre si mismo, dejándome a mí al mando de todo esto. Comencé a mover mis caderas mientras sentía su miembro al completo en mi interior. Besó mis labios con fiereza a la vez que su orgamos me llenaba por dentro. Gemí sobre sus labios y suspiré, había sido un orgasmo muy duro. Me separé de él y lo miré con una sonrisa. -¿Me está retando, señor Sean?- Me gustaban los retos y este al parecer, era uno de ellos.

Volví a sentarme sobre él, notando de nuevo como su miembro se metía al completo dentro de mí. Moví mis caderas en círculos, como si fuese un baile. -Venga Sean, cuando quieras te dejo que me rompas... ¿Serás capaz?- Alcé una ceja divertida mientras lo miraba. Se veía agotado pero a la vez excitado y borracho... Una imagen digna de ver.

por **Jensen** Mar Abr 12, 2016 8:32 am

El alcohol hablaba por sí solo pero no podía aceptar que ganase esta guerra. Sus ojos azules se centraron en el cuerpo ajeno, recorriéndolo despacio y sin prisa, sintiéndola dentro de él, a horcajadas. Sonrió de medio lado, dándole la respuesta a ese “reto”…una especie de reto que estaba dispuesto a ganar como perder pues de ambos sacaba algo mucho mejor.

Rió por lo bajo, relamiéndose y mordiéndose el labio inferior al notar cómo se movía sobre él de aquella manera deliciosa. Se unió a sus movimientos, intensificándolos y entrar aún más en ella. Se incorporó, tomando uno de sus pechos con la boca, mirándola y sin avisar, tomarla de las nalgas incitado por sus palabras. No le dio tiempo a reaccionar, volvió a quedar sobre ella y no perder ni un segundo a moverse como un diablo entre sus piernas.

-¿Te parece esto un reto? -lamió su cuello, mordisqueándolo a su paso y aumentar el ritmo, no podía parar… estaba tan encendido que no midió las fuerzas. Tuvo que agarrarse al cabecero de la cama el cual cedió y dejar escapar un rugido cuando volvió a llegar, riendo contra sus labios -¿Preparada?murmuró lamiendo su boca de una pasada y salir de ella de golpe

Su lengua lamió desde entre sus pechos, su vientre y antes de hacerlo, hundió su lengua en su sexo, succionando, volverse loco en el lugar y no parar hasta haberla hecho estallar de placer. Rió, dejando pequeñas lamidas, mordiendo su punto de placer y volver a quedar a su altura, quedando sobre ella.

-No es suficiente-murmuró y tomarla de la cintura, para obligarla a quedar a cuatro patas en la cama. Y como la primera vez, entró en ella de golpe, no dando tregua, moviéndose como un condenado, mordiendo su espalda…enredando los dedos en sus cabellos y tirar un tanto.

No podía parar de moverse, el alcohol tenía que ver, no podía medir la fuerza ni de sus movimientos, ni de aquellas palabras que salían de su boca. Volvió a llegar, cayendo sobre su espalda, sin hacer presión para hacerle daño.

-Mmmmm ¿buen reto? ¿seguimos o me traes otra copa? Sigo teniendo sueño… pero… -mordió su mejilla y rió por lo bajo - Eres preciosa…¿cómo te llamas? -susurró bajito…dejándose vencer en su espalda.

por **Naitiri Zahir** Mar Abr 12, 2016 1:22 pm

Por suerte el agua de la bañera estaba lo suficientemente templada como para que no notara el cambio de temperatura con el exterior, donde hacía más frío, y agradecía haberla llenado de esa temperatura. Había pensado en agua bien fría para despejarlo y me alegraba no haberlo hecho, sino me habría costado horrores entrar. No la había llenado del todo por lo que, lo más seguro, es que no sobresaliera el agua ni incluso con los dos dentro y… moviéndonos. O más bien, moviéndome.

Él estaba tan a gusto recostado en la bañera y era yo quién esta vez me movía sobre él sintiendo como me mojaba hasta cierto punto mientras bajaba, y más bajo cuando subía, mientras el agua se movía al compás de mis movimientos, como si fueran pequeñas olas que iban ganando fuerza a la par que comenzaba a moverme más rápido. Cerré los ojos y me dejé llevar disfrutando hasta que oí que me llamaba de aquella forma, abrí los ojos y noté que me sacaba y… ¿ya? ¿Había acabado ya? Intenté no reírme por aquello, haciendo fuerza mientras lo miraba.

-Vaya, qué buena soy –me reí intentando quitarle hierro al asunto sentándome sobre él, y lo vi de aquella forma y maldecir, y me mordí el labio. Parecía que se sentía avergonzado, era la pesadilla de cualquier hombre. Me incliné para mirarlo mejor– Eh, Gael –le levanté el rostro con mis manos para que me mirara y sonreí- Sé que ha sido por culpa del alcohol y me sorprende que no estés durmiendo ya, en verdad –besé sus labios y le miré- Te has tomado dos ruletas de chupitos y a saber qué más, ¿qué esperabas? -le mordí el labio- Será nuestro secreto –le sonreí y me recosté a su lado apoyando mi cabeza en su hombro y lo miré- ¿Te encuentras mejor?

por **Gael Lutz** Miér Abr 13, 2016 1:29 pm

¿Qué me había pasado? No conseguía poder ponerme erecto de nuevo, tenía a la mejor mujer en mi regazo y no había manera de que aquello funcionase. Una vez. Una sola vez de ¿Cuánto? ¿Cuánto había durado este super magnífico polvo? ¿Un minuto? ¿Dos como mucho? Estaba asqueado conmigo mismo, avergonzado, enfadado por no haber terminado con ella... Y me daba asco, me parecía a algunos clientes que seguro que tenía, calvos, gordos y que duraban un minuto en la cama y después, pagaban y se iban. Que asco de personajes, y yo en estos momentos me estaba pareciendo a ellos, pero con pelo y un poco menos de dinero.

Golpeé en el agua mientras fruncia el ceño. Miré a Naitiri, la cual me levantó la cabeza y la miré, aunque desvié la mirada enseguida. ¿Porque estaba aquí? ¿Porqué no se había ido por ahí con otro cliente que sí que la satisfaciera? Que asco. ―Soy un asco. Si quieres ir a buscar otro cliente vete. ― Suspiré y continué escuchándola... Sí, quizás hubiera sido por el alcohol... Quién sabe. Dejé que me besase en los labios y sonreí tímidamente. ―Sobre todo no se lo digas a Sean, se reirá de mí. ― Volví a suspirar y negué con la cabeza.

La moví despacio para no hacerle daño y salí de la bañera, me estaba quedando más arrugado que un churro. Cogí uno de los albornoces que allí había y me lo puse. Me giré para mirarla. ―¿Quieres quedarte ahí más? Yo me voy a tumbar en la cama. No me encuentro muy bien. ― Me sentía triste y decaído, así que no esperé a su respuesta y me dejé caer boca a bajo en la cama.

por **Laetitia Voclain** Jue Abr 14, 2016 7:22 am

Bajé mis ojos hasta los suyos mientras no dejaba ni un segundo de mover mis caderas para que el placer que estaba provocándonos a ambos no cesase en ningún momento, el había llegado al orgasmo un par de veces, pero yo aún no... Lo que me sorprendía era la rapidez en la que llegaba, seguramente por el alcohol que tenía en el cuerpo. ¿Qué tal le estaría yendo a Naitiri con Gael? Esperaba que al menos ella disfrutase tanto como l estaba haciendo yo en estos momentos.

Observé como se mordía el labio y di un giro más rápido que todos los que había hecho anteriormente con mis caderas, dándole a entender que sí, esto era un reto. Dejé que lamiera mi cuello, el cual estiré para que pudiese lamer más zonas, aunque eso me daba cosquillas y me ponía aún más excitada. En ese momento, se puso él de nuevo encima de mí, al parecer ya había descansado lo necesario como para darme mi merecido. Alcé una ceja divertida. - Estoy preparada. Adelante, vaquero.- Sonreí y me dejé hacer, colocando mis piernas al rededor de su cintura, haciendo que mi sexo estuviese más cerrado y eso aumentase el placer.

Salió de repente y lo miré sin comprender ¿Porqué salía ahora? Estaba disfrutando tanto... Suspiré cuando comenzó a lamer mi cuerpo hasta llegar a mi zona erógena y me mordí el brazo, no quería montar un escándalo, pero esto se notaba tan bien... Se notaba tan bien que llegué al orgasmo. Una ola de placer me inundó por completo, dejando escapar leves gemidos de mi boca.

Al parecer él quería más. ¿Cuántos íbamos a echar? ¿Mil quinientos? Me reí y le obedecí en todo, hasta quedarme a cuatro patas sobre la cama. Su cadera implacable me martilleaba tanto que tuve que cerrar los ojos, pues iba a volver a explotar de placer... Y él también. Ambos llegamos juntos a un orgasmo que me dejó exhausta. Me dejé caer boca a bajo en la cama con él encima. -Pido tregua Sean. Tengo que descansar unos minutos.- Me reí por su voracidad, sí que era incansable este hombre. Salí de debajo de él y me coloqué boca arriba en la cama, sin dejar de mirarlo. - Mi nombre es Sophie.- Nunca decía mi nombre verdadero, y menos si se trataban de hombres de clase alta. Tenía que mantener mi secreto a salvo de mi padre.

por **Jensen** Lun Abr 18, 2016 5:46 am

Nunca era suficiente. Quería más. Y lo mostró, lo demostró cuando la hizo llegar ese par de veces , estaba preparado para un nuevo asalto pero no era lo mismo por parte de la chica. sonrió de medio lado, dejando escapar un suspiro. Si por él fuese , ahora que el alcohol había quedado un tanto de lado , disfrutar de aquel momento de placer…culminar esa noche como se merecía y qué mejor manera que terminar al igual que cómo la empezó.

Gruñó y se quejó por lo bajo ¿una tregua? En serio, se suponía que él marcaba los tiempos y demás pero tampoco había sido para tanto, ¿o sí? Se echó hacia un lado, quedando boca abajo y esperar a que la rubia se tomase su tiempo, cosa que dudaba pudiese seguir. Aún, no había encontrado a nadie que le siguiese el mismo ritmo. Era un experto en saber si alguien mentía y esa chica acababa de hacerlo.

-Sophie. Claro. Vamos… puedes engañarme pero no tan descarada. -se encogió de hombros, girándose y quedar boca arriba, sus ojos azules, se nublaron entre el cansancio y el alcohol. -Ahora que le había cogido el ritmo , vuelvo a… tener sueño. -cerró un tanto los ojos, susurrando palabras que no podían entenderse -Pues Sophie, me pienso dormir si sigues descansando…iba a pagarte el doble y darte otro poco más…na…ña…ñe.. -

Suspiró, dejando escapar un largo sus piro, le daba tiempo…sí pero era mejor que tan siquiera lo pensase. No iba a despertarle ahora ni aunque el techo se le cayese encima, así que, se revolvió el cabello a tientas y con las manos en la cabeza, se dejó vencer a los brazos de Morfeo. A ver quién era el listo que lo despertaba ahora.

Lo más gracioso y lo mejor es que su miembro seguía duro, esperando cualquier cosa, lo que estuviesen dispuesto a darle. No todo iba a acabarse ahí, no al menos desde que Sean estuviese en aquella cama, con ella.

-Mientes... Sophie, no...te llamas de otra manera ¿A qué sí? -rió rontamente, girándose y quedando de lado, dándole un leve cachete en el trasero.

por **Naitiri Zahir** Lun Abr 18, 2016 1:02 pm

Tan rápido como el alcohol les había echo efecto y les había subido ahora, pasado un tiempo, estaba haciendo el efecto contrario. Les estaba, o al menos a Gael, dando el bajón de todo lo que habían bebido… y le estaba dando de una forma que no me gustaba, porque no quería verlo mal. Ni siquiera me miró cuando cogí su rostro con mis manos para que entendiera que no pasaba nada, que no lo iba a tomar en cuenta y que no lo iba a decir a nadie y, sin embargo… me salía con aquello. Fruncí el ceño mientras lo veía salir de la bañera y apoyé mis brazos en el borde de esta mirando cómo se dejaba caer en la cama, como si fuera un peso muerto.

Suspiré frustrada con aquel hombre que intentaba animar un poco pero no se dejaba, ¿por qué me iba de ir con otro cliente? No quería irme con otro cliente, y era algo que no pensaba hacer. Cerré los ojos y salí finalmente de la bañera quitando el tapón para que se llevara el agua y comencé a secarme, para luego ponerme la bata que estaba en el suelo y abrocharla. Me acerqué a la cama y me tumbé a su lado quedando recostada de lado, acaricié su pelo y lo miré estando con los ojos cerrados.

-Gael –lo llamé e hice una pequeña pausa- No eres un asco y no voy a ir a buscar otro cliente, quiero quedarme aquí contigo aunque no hagamos nada, te quedes callado, hables o incluso te duermas. Solo saldré de aquí cuando tú amigo venga a buscarte, no antes –esperaba que le quedara claro. Me incliné para dejar un beso en su frente, jugando con su pelo, y me quedé cerca de él observándolo- ¿Me has oído, Adonis? –Bajé un dedo por su frente, nariz y labios y sonreí- O puedo ser una osita amorosa y darte mimos –le di un beso y pasé mi brazo por su cuello- No pienso moverme –besé sus labios y lo miré. No me gustaba verle tan alicaído.

por **Gael Lutz** Mar Abr 19, 2016 11:20 am

La cabeza cada vez me daba menos vueltas, el efecto del alcohol se estaba suavizando al menos un poco y ya era capaz de hablar unas cuantas frases sin tener que estirar las palabras para que se me entendiese. La cama era mullida, era la de siempre, era nuestra cama, donde todo empezó meses atrás. Sonreí aspirando el olor que desprendía y me quedé con los ojos cerrados, hasta que ella vino a mi lado.

Escuché las palabras que iba diciendo y sonreí ¿Cómo podía ser tan adorable? Era una prostituta, y yo un mal cliente... Estaba en todo su derecho de marcharse si lo quería así. Suspiré algo más animado cuando empezó a besar mi frente, sus palabras siempre me hacían sentirme bien, al mismo tiempo que sus actos, era una joya esta chica. Reí mirándola cuando me llamó Adonis. ―Me ha quedado claro, princesa.― La atraje contra mi cuerpo y la apreté fuerte, estaba mimoso y quería pasar lo que quedase de noche abrazado a ella, para que al marcharme su esencia me acompañase hasta mi habitación. ―¿Nunca te has emborrachado?― Pregunté curioso, seguramente sí que lo hubiese hecho, aunque no muchas chicas llegaban a coger tal pedo como el mío y el de Sean. Besé sus labios y le acaricie el brazo con el pulgar mientras no dejaba de mirarla a los oscuros ojos, tan oscuros que me hacían querer saltar por ellos a un abismo que solo ella conocía.

por **Laetitia Voclain** Jue Abr 21, 2016 7:20 am

Lo escuché suspirar ¿Estaría enfadado porque le había dicho que parase? Había alcanzado el orgasmo cuatro veces por lo menos ¿Y quería más? Ninguno de mis clientes aguantaban tanto, siempre solían acabar una vez y ya no había manera de levantar su palo. ¿Se debería al alcohol? O quizás se trataba de otra cosa... Lo miré divertida, con una sonrisa curiosa, mientras acariciaba su torso con una de mis manos. -¿Con cuantas mujeres os habéis acostado? Tengo mucha curiosidad por conocer ese dato, sois todo un fiera en la cama y en las artes amatorias.- Dejé un beso en un pectoral y me recosté, inclinada para poder seguir mirándolo, era realmente guapo este muchacho y rico.

Fruncí el ceño sin quitar mis ojos de sus labios. ¿Cómo sabía que mentía? No solían ver cuando estaba mintiendo, ya que lo hacía constantemente sin importar el motivo. Negué con la cabeza, no podía decirle mi verdadero nombre, podía suponer un peligro para mi verdadera identidad, si esto llegaba a oídos de mi padre era chica muerta. -El nombre es lo de menos Sean, no te preocupes. Puedes llamarme como quieras.- Le concedí, sabía que mentía y esto iba a resultar inútil, ni él iba a aceptar el nombre que yo le daba ni yo le iba a dar el verdadero.

Me reí por el cachete que me acababa de dar en el culo y me coloqué encima de él, besando sus labios. -¿Cuánto estáis dispuesto a pagar? Tienes que pagarle también a tu amigo su chica. ¿Que crees que estarán haciendo?- Bajé por su torso, dejando suaves besos, hasta que llegué a su duro miembro y me lo introduje en la boca, así seguramente no se iba a quedar dormido.

por **Jensen** Miér Abr 27, 2016 6:05 pm

Estar, no es que estuviese ahora mismo ni allí, ni en condiciones de responderle a la pregunta de con cuántas se había acostado. Cuando estaba borracho se olvidaba de todo, muchas noches no sabía ni en qué mundo vivía ¿cómo iba a saber a cuántas había probado? Pero seguro que a muchas, las suficientes para volverse loco y arrancar uno y otro orgasmo.

-No sé cariño, no sé con cuántas pero no tan bonitas como tú, seguro… -rió por lo bajo, dejando escapar un suspiro, estirándose en la cama, cada músculo. Sus huesos hicieron eco en el lugar, ese crujido seco -Preciosa -murmuró acariciando torpemente su cabello rubio, sus mechones acariciaban sus propias yemas -Está bien, te llamaré como quieras ¿te gusta lo que ves? No dejas de mirarme fijamente -abrió un ojo, mordiéndose el labio inferior junto con esa sonrisa picara y juguetona.

Se encogió de hombros, lo que Gael estuviese haciendo o no, no le importaba. Lo más importante es que se habían evadido por esa noche, se lo estaban pasando bien…al menos él. ¿Si le tenía que pagar a él? Pues le pagaría ya dijo que no habría problema. Carraspeó, cerrando los ojos, estaba tan cansado…el sueño desde luego le había vencido….le estaba vencido.

-Yo solo quiero dormir. Ya fue suficiente…aunque esto quiera más, el alcohol …-dio una cabezada, una que no tardó en recuperar cuando notó los labios de la joven en torno a su miembro -Pequeña ¿Es que quieres más? que no quiero dejarte a medias… no sé cuanto aguante y… -gimió por lo bajo , cerrando los ojos y dejar escapar un suspiro de puro alivio al ver que no se detenía y no, no pudo controlarlo, las caderas del hombre no pararon de unirse a su baile hasta que volvió a llegar.

Ahora sí que cayó rendido, boca arriba en la cama, con una sonrisa amplia en sus labios… ese hombre más no podía hacer…el alcohol le había golpeado bien fuerte…

por **Naitiri Zahir** Jue Abr 28, 2016 11:31 am

Esperaba que al menos ahora comenzara a sentirse poco a poco mejor, porque no me gustaba verle de aquella manera, y si podía hacer algo para ayudarlo a estar mejor no me lo iba a pensar dos veces. Sonreí cuando finalmente vi que se reía y me miraba tras haberlo llamado Adonis, tumbada a su lado quedando algo recostada para poder verle mejor, y me volvía a llamar princesa haciendo que riera entre dientes. Me dejé arrastrar hacia su cuerpo mientras me apretaba contra él con fuerza y yo dejaba mi rostro en su cuello, cerrando los ojos aliviada de que se encontrara mejor y oliendo aquella esencia que desprendía su cuerpo.

Reí por su pregunta de que si nunca me había emborrachado y dejé un beso en su cuello antes de separarme y mirarlo mientras seguía riéndome, claro que me había emborrachado, aunque la verdad no es que lo haya echo muchas veces, más bien pocas. Dejé que me besara en los labios y me quedé mirando sus ojos azules como dos mares, cerca de él, sintiendo su dedo acariciar mi brazo.

-Claro que me he emborrachado, un par de veces, pero no hasta tal punto como te has emborrachado tú –dejé un beso en su nariz y lo miré, preguntándome qué le había llevado a hacerlo él aquella noche- ¿Por qué lo has hecho tú esta noche? –terminé preguntando, mordiéndome el labio sin dejar de mirarlo, y recorriendo su rostro con uno de mis dedos sin separarme de él. Era algo idílico y difícil de creer que estuviéramos en aquella cama de nuevo, los dos juntos, y que no estuviéramos haciendo nada. Salvo estar así, pegados el uno al otro y simplemente, hablar. Suspiré mientras lo observaba no teniendo ningún problema en quedarme así el resto de la noche- ¿Sabes? Te he echado de menos –dije de forma bajita, como si fuera un secreto, le miré y sonreí- ¿Y tú amigo? Parecía mucho más afectado que tú cuando habéis llegado.

por **Gael Lutz** Jue Abr 28, 2016 12:13 pm

Me gustaba estar de esta forma con ella, era una persona con la que se podía hacer de todo, charlar, reír, bañarse, follar... Y me gustaba mucho poder hacer todo con ella. Desde el primer día que pisé este burdel y la pedí, supe que jamás pediría a otra que no fuese ella. La acaricié por todas partes y cerré los ojos, estaba cansado por la noche de alcohol que me había pegado. Mañana sufriría las consecuencias de ello.

Se rió entonces por mi pregunta y sonreí, no estaba mirándola pero podía imaginar la cara que estaba poniendo al reír. Le di una nalgada rápida, casi tierna. Abrí un ojo para poder mirarla, mientras pensaba porqué me había emborrachado esta noche. No lo recordaba. Tampoco sabía porque me había hecho amigo de Sean, teníamos una conexión que no había tenido nunca con ningún amigo... Me encogí de hombros. ―No lo sé. Yo tenía mi botella, de repente a aparecido Sean y hemos empezado a beber. Pero no recuerdo el motivo. ― El susurro que dijo a continuación me hizo sonreír. Yo también la había echado de menos. ―Yo también a ti, princesa.― Me incorporé un poco cuando mencionó a Sean. ¿Cuántas horas llevábamos ya aquí? Tenía sueño y aunque me muriese de ganas por dormir con ella, eso no podía ser. ―Voy a vestirme. Tengo que irme. No puedo dormir aquí.― Comencé a vestirme despacio.

Una vez vestido, miré a la morena que tenía en la cama y como la primera vez, me dieron ganas de volver a desnudarme y estar con ella otro rato más. Me giré, me acerqué a la pared del final y comencé a aporrearla, seguro que Sean y la rubia estaban ahí. ―¡Eh Sean! Tenemos que irnos. ― Esperaba que me hubiera oído. Volví mientras a sentarme en la cama, esperando a que ambos vinieran a la habitación para marcharnos.

por **Laetitia Voclain** Miér Mayo 04, 2016 12:40 pm

Se me escapó una sonrisa sincera, la primera de hacía un tiempo, nunca un cliente antes me había hecho sonreír tan sinceramente como Sean acababa de producirme. ¿Por qué me había sonreído de verdad? Porque era todo un hombre. Seguramente la frase que me acababa de decir a mí, se las había dicho a muchas otras chicas antes que yo. Era un hombre atractivo, tenía que tener un repertorio de frases neutrales para encandilar a las muchachas. -Obvio que me gusta lo que veo, Sean. Son pocos los hombres atractivos y que realmente me gusta admirar... He sido afortunada esta noche.- Besé su mejilla.

Mi lengua recorrió su cuerpo, hasta centrarme en su miembro, el cual comenzó a mover, pese a que estaba ya adormilado. Terminó y sonreí, con esto podía considerarse que habíamos concluído nuestro encuentro, pues estaba con los ojos cerrados y su respiración era tranquila pese a que acababa de terminar en un orgamo. Me tumbé a su lado y estuve un poco mirando al techo, pensando en cosas de casa, hasta que escuché unos golpes en la pared contigua y lo desperté. - Me parece que tu amigo quiere marchar ya. Tienes que irte Sean. Ha sido un placer conocerte.- Me levanté de la cama y me coloqué una bata de color negro, no me apetecía ponerme ningún tipo de ropa. Abrí la puerta cuando Sean ya estaba vestido y esperé, esperaba volver a verlo, o al menos, tener clientes parecidos a él.

por **Jensen** Lun Mayo 09, 2016 1:22 pm

La noche había sido toda una aventura de la mano de aquel hombre. Jamás imaginó haber acabado tan borracho y un burdel, maldito Gael. La verdad es que apareció justo cuando más necesitaba desconectar del mundo real, dejarse vencer por los placeres de la carne y el vicio del alcohol. Ni supo cuántas veces había llegado al orgasmo… ni tampoco la hora que era pero sí, maldijo a todos los dioses y demonios al oír esos golpes.

-Ya…ya voy -murmuró aún con los ojos cerrados, echándose el brazo por encima -Mierda, ¿quieres parar de intentar echar la puerta encima, joder? -tacos y seguramente, no estaba solo y eso impulsó al cazador a quedar sentado en la cama, abriendo sus ojos azules por completo y…contemplar a la joven con quien había pasado la noche.

¿Su reacción? Dedicarle la más elegante de las reverencias y una mirada de disculpa, no solía ser tan rudo, tampoco recordaba bien si lo había sido con ella… por lo que intentaba apremiarla de algún modo. Se revolvió el pelo buscando su ropa, no tardó demasiado en vestirse…lo suficiente para que al abrir la puerta , encontrarse con la mirada medio adormilada de Gael.

-Ya estoy. Te invito a un café, doble, muy cargado.. rió por lo bajo pero antes de abandonar la habitación, se acercó a la rubia…tomando su mano y dejar un beso en el dorso, ante todo, un caballero -Merci por sus servicios señorita, tenga por seguro que si vuelvo…volveré a buscarla -sonrió picaro y travieso… guiñándole un ojo antes de salir de la habitación y cerrar la puerta.

Dos golpes en la espalda de Gael antes de tomarlo de uno de sus hombros. Apenas habían intercambiado palabras pero de nuevo, era como si se conociesen de …mucho tiempo antes. La sensación seguramente era mutua, lo supo por la forma en la que ambos intercambiaban esas miradas cómplices entre compañeros.

-Pagaré y te invito al café, espero lo hayas pasado bien… me jodiste con tanto chupito de mierda. Me vengaré la próxima vez… la habrá -sí, lo dio más que por hecho, quizás entre ellos, acababa de surgir una amistad…una que solo podía cambiar sus vidas.

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