Constelaciones [libre]

por **Guillermina Danverinne** Mar Oct 04, 2016 6:58 pm

Annette se encontraba en los bosques aquella tarde. Había estado actuando de un modo demasiado extraño para poder ser la de siempre. Primero se había levantado de su cama de un modo extraño, como si no fuera consciente de donde estaba, pero al rato era ella misma de nuevo. Después paso unas horas normal y estuvo todo el rato parada de pie, observando al vacío y lo siguiente que hizo fue correr hacia una dirección en concreto, como si algo la persiguiera, pero

¿el qué?

Repentinamente dejo la leña en el suelo para salir corriendo por donde sus pies pudieran pasar o seguir corriendo sin cesar. Astoria sabia de su pasado pero no quería recordar o tenerlo en cuenta. Cuando paró de correr se detuvo cerca de un lago. Vio a los lados y solamente suspiró. Le había vuelto a pasar. Solamente le pasaba entrando a de la tarde a la noche. Ahora estaba perdida en mitad del bosque, no sabía por dónde regresar. Era cierto que ya era un tiempo de conocerse las fronteras y bosques de Paris, pero era bastante despistada cuando tenía miedo en su interior.

No conseguía concentrarse al cien por cien, caía siempre rendida ante el desorden hasta que venía alguien a socorrerla. Bien, pero ¿Qué pasaría ahora mismo? Estaba completamente sola, lo único que podría hacer es seguir hacia delante, mirar a los lados y esperar que algo pasara que la ayudara a salir de aquel problema. Al cabo de dos horas Astoria decide estar sentada debajo de la copa de un árbol. No tiene con que darse calor, tiene mucho frío y solo tiene sobre sus hombros una tela de crochet y tela gruesa pero que aquello incluso poco hace para cubrirle del frio de primavera.

Estuvo esperando un rato más pero se levantó para poder permitirse al menos buscar algo que le permitiera entrar en calor como un cuerpo humano, un animal o algo que la protegiera de los peligros y la noche estaba cercana. La noche era cobijo de las sombras y los demonios que hacia maldades. Ella les llamaba demonios a las personas convertidas en animales, convertidas en siervos de los astros lunares, a eso le llamaba demonios pues no tienen manera de ser o de responder ante las plegarias.

Recordó aquella vez en el campamento; aquella vez que lobos y vampiros convirtieron su hogar en su campo de batalla, aquella vez cuando muchos de sus compañeros de campamento morían por culpa de ambos que pelearon sin percatarse de quien mataban a su paso. Esperaba más ahora ya se ponía en marcha.

por **Soren Kaarkarogf** Mar Dic 13, 2016 11:38 pm

Su situación no había cambiado mucho desde hacía ya casi un año que había despertado de su letargo bajo la tierra, se había prometido así mismo que pondría su vida la derecho otra vez y que no permitiría que una relación fallida le consumiera y le destruyera por completo (ya habían pasado más de 3 años en los que, sólo había podido culparse así mismo por todo lo que no había hecho y eso lo había llevado a hundirse en la tierra como un cobarde), aún así la vida continuaba lentamente sin muchos cambios importantes, seguía viviendo en esa cabaña abandonada en medio del bosque, con unas cuantas de las pertenencias que había podido salvar de su antigua casas en París.

Todas las noches se despertaba temprano, tan temprano como un Vampiro podía, se organizaba frente el pedazo de espejo quebrado que había encontrado en un rincón de la cabaña, afeítandose como podía la descuidada barba que volvía a crecer durante el día a una velocidad vertiginosa. Se ajustó las gafas , se colocó un abrigo de lana color verde olivo, se enfundó los guantes y se hecho una bufanda al rededor del cuello. Realmente no sentía el frío con la misma intensidad que los mortales, pero la costumbre de vestir acorde a la estación para no levantar sospechas estaba bien arraigada dentro de su ser.

No tenía un plan fijo para esa noche, pero tenía claro que debía conseguir un trabajo honesto en cuanto antes, lo poco que ganaba con las tutorías que daba a niños ricos no le alcanzaba para rentar una casa ni los suburbios más alejados, por eso decidió que volvería a la zona comercial en busca de alguna vacante nocturna.

Caminó por el bosque sin mucho afán, el sol acababa de esconderse tras las montañas y no tardó en detectar el olor de un ser humano en la dirección hacía la cual caminaba. Era fácil notar el olor de una persona cuando era la única en un lugar desolado como ese, el olor de la hierva húmeda, los búhos y uno que otro roedor escondiéndose bajo la tierra eran apenas suaves rocíos en comparación al fuerte aroma que provenía de la mujer.

No tardó en verla, al lado de un árbol, podía sentir muchas cosas de ella, sin ni siquiera cruzar palabra, conforme se acercaba más, pudo escuchar el constante palpitar de su corazón y su respiración cálida que contrastaba con el frío del ambiente.

- Buenas noches madame - Exclamó cuando ella lo notó llegar - ¿Se encuentra perdida? - Era lo más natural asumir que una mujer sola en esa parte del bosque, estaba perdida, además no vestía como el tipo de persona que viviría en una cabaña.

por **Guillermina Danverinne** Mar Dic 20, 2016 7:18 pm

Ella misma se encontraba sorprendida por quien se encontro con ella. Un joven, parecia algo descuidado, penso en que sus ropas le dirian otra cosa pero se haria la tonta. Se miro a si misma, nego en silencio, haciendose la tímida - no..n-o, no me he perdido - metio un mechon tras su oreja al momento que agachaba su cabeza.

Observó la vestimenta inferior ajena. No parecia de ser alguien de lejos o de la ciudad - Oh bueno si -alzo la mirada de nuevo - Estaba con un grupo, con una chica y otros, me fui a buscar leña y me perdi de vista el alzamiento de la flor roja - dijo refiriéndose al fuego de la hoguera - esto esta oscuro...también para usted, algo podria cazarnos, un...animal salvaje posiblemente - Dijo encogiendo los hombros, aún con su actuación de niña buena y santa que nunca ha roto un plato en su vida.

Recuerda algunos casos anteriores en los que en su vida tuvo que valerse de si misma, trabajos que costaban una barbaridad acostumbrarse y que al fin y al cabo adquieres habilidades secundarias, algunas te gustan más que otras, algunas hasta las quieres mantener contigo, no querer perderlas nunca, que se queden contigo hasta más allá de la tumba y los secretos que te puedas llevar a la muerte.

El aire comenzo a resoplar, removiendo los cabellos sueltos de Guillermina, observo el brillante astro que la figura ajena ocultaba con su figura, sonrio sintiendose en calma, estaba compoetamente brillante, increible sensación de paz y armonía - ¿Como os llamais? -Pregunto su nombre cual inocente cervatilla pero de algun modo, en su cintura, un pequeño puñal estaba escondido....Tenia una sensación incómoda.

Insegura.....Amenazante para su existencia.

por **Soren Kaarkarogf** Mar Dic 20, 2016 9:02 pm

Soren arqueó una ceja al escuchar la respuesta de la mujer, decía que se había separado de un grupo, pero Soren no podía oler o escuchar voces humanas en la distancia, sus sentidos agudizados le permitían capar sonidos que podían ser imperceptibles para las personas, sin embargo todo lo que escuchaba eran lechuzas y uno que otro roedor escondiéndose entre las hojas secas. Claro que cabía la posibilidad de que se había separado demasiado de ese grupo, en otras palabras, Si que estaba perdida.

El bosque no tenía senderos claros y era fácil perderse si no se sabía guiar por las estrellas o si no se tenía una brújula. Aquella mujer no le pareció del tipo que supiera sobrevivir en la intemperie, lucía inocente y estaba demasiado bien vestida como para vivir cerca al bosque.

-No soy un experto cazador, pero se defenderme de animales – Le explicó, quizás para tranquilizarla, aunque no lograba sentir miedo proviniendo de parte de ella – Oh... disculpe mi falta de delicadeza – Agregó cuando ella le preguntó el nombre – Me llamo Soren Kaarkarogf – Agregó inclinándose en una elegante venia como se acostumbraba en la época - Vivo en una cabaña así que se como actuar en caso de que algún animal aparezca, en realidad muchos animales nos temen más a nosotros que nosotros a ellos – Continuó desviando la mirada hacía los matorrales – Inclusive los lobos, que atacan en manada, se lo pensarán mejor antes de atacar a una persona, no somos parte de su dieta, así que sólo atacarían si por ejemplo, entramos en su territorio o les hacemos sentir amenazados -

por **Guillermina Danverinne** Vie Ene 20, 2017 7:31 pm

Estaba queriendo ponerse de lado del hombre que le explicaba sobre los lobos en el bosque y como reaccionaban entre varias especies. Asintió y cruzo los brazos por detrás de su espalda, observando la distancia que había desde su posición hacia el interior de los bosques.

– Se ve que sabe demasiado, Monsieur sobre el tema –Dijo como alagando la sabiduría de su acompañante, Soren – Por cierto –consigue sonreír aunque sea un poco – Me llamo o me llaman Guillermina, pero suelen llamarme Mina, más corto y cómodo supongo aunque dicen que si se da un nombre a otra persona, puedes sentirse como una especie de conexión entre dos personas, solo con un nombre – ladeo el rostro - ¿Usted qué piensa? Ah, estaba con un grupo pero he debido de separarme sin darme cuenta. En estas noches no suelo estar bien, soy o tengo algo de sonambulismo, vaya de mí que torpeza – Un ligero rubor salió en su rostro por algo que conto de su personalidad.

Tomando en cuenta el hecho de que todo el mundo la creía por su rostro angelical, prefirió seguir haciéndose la inocente – Me separé de mi grupo pero no tengo miedo. Si…tuviera miedo, me temo que cualquier de esos animales salvajes lo olerían y me tomarían por sorpresa – dijo queriendo sonar como si fuera una sabia consejera – pero si nos comportamos con seguridad en nosotros mismos puede que se alejen – termino riendo por la sarta de mentiras que estaba diciendo. Su cabello se lo retiro hacia atrás, ladeando la mirada fija puesta en Soren -¿Vive solo? Debe de sentirse demasiado solitario en estos bosques tan grandes, yo al menos me sentiría así…aunque bueno, si tuviera familia….ahora solo tengo un piso en Paris, con un hermoso gato y un salario medio al trabajar en una floristería…- tosió un poco y le dio un tirón en el pie - ¡Ay! –Se sentó en una piedra. Se cogió el pie y comenzó a darse un leve masaje que no pasaba – ay como duele – Claro, estaba descalza y posiblemente estaba cogiendo algo de frio.

Las noches de invierno en los bosques de Paris eran matadores.

Esa noche Guillermina estaba en una pequeña exploración del terreno, que se vio envuelta en un pequeño problema con un campamento gitano y que después adopto esa apariencia pero sin perder su apariencia de buen ver aun yendo vestida como una gitana. Estaba siendo un poco loca. Desde luego tenía ese piso para este tipo de ocasiones y su mansión que era donde de verdad descansaba su mente y alma, dentro de una cómoda y hermosa cama con dosel y cortinas blancas, pero claro, sin embargo aún tenía que seguir con un poco más de farsa.

Algo en Soren le hacía aun desconfiar. Debía de estar haciéndose imaginaciones por el frio que estaba entrándole por los pies.
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por **Soren Kaarkarogf** Dom Ene 22, 2017 1:34 am

Le escuchó decir que no tenía miedo y que se había separado del grupo, le pareció extraño que no estuviera preocupada por encontrar a sus compañeros o de regresar a la ciudad. No estaban muy alejados de los barrios pobres que lindaban con el borde del bosque, pero tardarían alrededor de una hora en regresar caminando.

- Guillermina es un bonito nombre - Comentó simplemente alzándose de hombros y luego ladeó un poco la cabeza cuando ella dijo que no se sentía bien y que sufría de sonambulismo - ¿Entonces se encuentra mal de salud? - Preguntó sin comprender muy bien lo que ella decía, esa mujer hablaba de manera extraña, como si no pudiera articular las ideas de una forma coherente y se contradecía constantemente.

- Vivo sólo si - Respondió un tanto incómodo pues no quería dar detalles de su vida personal a una extraña - Es algo temporal, cuando ahorre lo suficiente, pienso rentar un piso en la ciudad, es mucho más conveniente que vivir en una cabaña - Admitió llevándose las manos a los bolsillos, de repente notó que la chica estaba descalza. ¿Cómo era posible que no llevara botas en pleno invierno? Los pies se le pondrían azules y terminaría por perder los dedos si los exponía al gélido clima.

- ¿Donde están sus zapatos? ¿Los ha perdido? - Preguntó con expresión alarmada - Se enfermará si sigue pisando el suelo frío - Agregó mirándo en varias direcciones por si veía los zapatos. Aquella era sin duda una situación extraña, porque Guillermina había dicho que venía con un grupo, que no estaba perdida, pero luego decía que si se había separado de ellos sin darse cuenta ¿Y ahora resultaba que también había perdido los zapatos?. - ¿Quiere que le ayude a encontrar el camino de regreso? La temperatura sólo seguirá bajando conforme avanza la noche -

por **Guillermina Danverinne** Dom Feb 19, 2017 6:52 pm

Observo los gestos faciales de su acompañante por lo que después de un largo suspiro y de terminar de masajearse los pies, le indujo a la historia completa – No-No estoy mal de salud…es que… -suspiró- hace tres días, fui con un grupo de gente a dar un paseo por los bosques y de paso a tener un picnic. No somos de aquí, y nos encontramos con unos gitanos que nos atracaron, nos capturaron y nos quitaron todas nuestras pertenencias – imito una voz de congoja y como si estuviera asustada recordando falsos testimonios.

– Conseguí separarme del grupo, me vestí como una gitana de aquel campamento y me fui corriendo por el bosque en busca de ayuda. – Miro hacia otro lado para después mirarle a los ojos – Yo…no quería contarle esto pues apenas le conozco y pensé que era mejor decir distracciones para poder…-negó con la cabeza- No-no importa….hace dos días que deje a mis acompañantes en aquel campamento, probablemente ya estén muertos – Dijo finalmente entre lágrimas que corrían por sus mejillas, como interpretando a una mujer afectada por el miedo de ser encontrada por sucios gitanos y ser violada.

- N-No recuerdo donde estaba el hotel en Paris, supongo que en el Hotel Des Arenes, pero ahora mi memoria no llega a su máxima rendición – Por una parte su historia podría haber sido inventada pero lo que sentían sus pies en ese preciso momento no era para nada falso. Estaba congelándose de abajo arriba. Llevaba un escueto traje de gitana en lo que poder camuflarse y espiar a algunas personas, pero solo llevaba eso y sus pies estaban completamente descalzos por lo que no tenía apenas ropa de abrigo con la que cubrirse.

– No le conozco de nada, pero le estaría muy, pero que muy agradecida en que me pueda llevar de vuelta al hotel si es que tengo alguna habitación allí todavía –Guillermina se hizo un ovillo encima de donde estaba sentada sobre la roca, comenzaba a soplar una leve brisa que la llevo a estremecerse completamente – L-Lamento no haberle contado la verdad desde el principio….pero…tenía que asegurarme de que no e-era un gitano intentando de engañarme para que volviera al campamento y ….vi-viol-la-larme- El frio estaba completamente haciendo mella en ella, se le estaban helando los huesos si no encontraba alguna fuente de calor de inmediato. Ahora cree que no debió de haber usado la tapadera de gitana para espiar en el campamento, pero ahora se había creado otra identidad que jugar.
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por **Soren Kaarkarogf** Dom Feb 19, 2017 8:34 pm

Le escuchó contar la historia de como los gitanos les habían atacado y robado. De repente su actitud, sus ropas y en general toda la situación tomaba sentido. Soren, a pesar de ser Vampiro, no era muy astuto, solía confiar fácilmente en la gente y siempre esperaba que la gente le dijera la verdad, pocas veces lograba desentrañar un engaño o una mentira, pues siempre esperaba lo mejor de las personas. Además ¿Porqué habría de sospechar de una mujer indefensa perdida en un bosque?, para él, todo lo que decía era simplemente creíble.

-Lamento escuchar lo de sus compañeros... espero que se encuentren bien – Comentó cuando ella terminó de hablar – Seguro podrá reportarlo a la policía en París – Agregó, aunque no estaba muy seguro de como podrían los detectives dar con el paradero de sus compañeros si ella no recordaba muchos detalles de sus captores.

-Se donde queda el hotel Des Arenes – Comentó y se agachó para rápidamente sacarse las botas, se quedó en sus medias de lana pisando el gélido piso del bosque – Póngase las mías mientras tanto – Le indicó ofreciéndole las botas – Se que le quedarán grandes y a lo mejor será un poco incómodo para caminar, pero es mejor que congelarse los dedos – Le explicó, no era doctor, pero no había que saber mucho de medicina para darse cuenta de que el frío acabaría por enfermarla y que corría el peligro de perder los dedos si le daba hipotermia.

En el momento no pensó que ese era el único par de botas que tenía, había perdido muchas de sus pertenencias cuando se había enterrado bajo tierra 6 años atrás. No tenía dinero para comprar otras, sin embargo estaba más preocupado con el hecho de que esa pobre mujer pudiese perder los dedos de los pies, que en su propia situación, después de todo, ser inmortal traía sus ventajas, él no sentía el frío de la misma forma que los humanos y podía caminar en ese bosque congelado sin miedo a enfermarse.

- Puedo llevarla de regreso a la ciudad, sígame – Finalizó con expresión amable, no sonreía, pero sus ojos denotaban amabilidad.

por **Guillermina Danverinne** Dom Mar 19, 2017 5:29 pm

La sorpresa que obtuvo cuando vio a Soren quitarse sus botas – Oh por dios...no...ha.…bueno…muchas gracias –Dijo para ponerse las botas de inmediato y propino a Soren con un beso en la mejilla – Gracias por ser tan bueno – Dijo con una sonrisa afable. Ya no es que estuviera interpretando un papel, es que en verdad se estaba congelando los pies – Vayamos rápido y asi no se te congelarán los pies ya que has tenido que prestarme las botas – Dijo con la sonrisa aun puesta en su rostro, comenzó a caminar haciendo que las horas que pasaba junto a Soren parecían ser un poco eternas sin apenas conversación, pero por lo que podía sentir en ese momento que estaba andando, su cuerpo se había alejado del frio y por fin albergaba algo de calor corporal.

Podía ver las afueras de Paris llegar a un límite, ya parecían estar cerca de la entrada de la ciudad y aun sabiendo el camino hacia el Hotel, decidió seguir el juego, era divertido hasta se sentía cómodo sentirse ayudada por alguien. Siempre había sido ella o alguien de la inquisición quien la había ayudado a resolver algun problema de mayor gravedad, pero ahora estaba con alguien que se había encontrado en el bosque por la noche y que podría ser lo que su mente no pudiera imaginarse, por lo que cayendo en la cuenta, pensó que era mejor ir en cuidado.

– Bueno…eh…La noche…parece muy solitaria, apenas veo a gente por las calles de Paris – Y era verdad, no había nadie de gente, pensándolo bien, era algo extraño. Inconscientemente se aferró detrás de Soren, como si tuviera miedo, pero ella era una inquisidora, bueno, era una espía y eso significaba que no estaba muy dada a las peleas y enseguida el Hotel estaba delante de sus narices – Vaya, sí que estaba cerca esto – Dijo mirando hacia los lados a la vez que pretendía estar alerta por si hubiera alguna amenaza pero no tendría ninguna forma de defenderse ya que su armamento estaba en la habitación de su hotel.

Guillermina se giró hacia Soren y le tomo de la mano - ¿quieres venir a mi habitación y te sirvo algo caliente? En agradecimiento por tomarte tiempo conmigo y por prestarme tus botas –estrujo más la mano – Por favor, compláceme, sería un honor devolverte el favor… -Esperaba Guillermina que Soren le cumpliera sus deseos más precisamente que ahora ella quería agradecerle el cuidarla de una manera tan atenta cuando ni siquiera sabía lo que era ella.

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por **Soren Kaarkarogf** Lun Mar 20, 2017 8:08 pm

La mujer pareció bastante sorprendida por que le hubiese prestado las botas, en realidad Soren no había pensado mucho al respecto, simplemente le pareció que sería lo correcto dadas las circunstancias. Originalmente no había pensado pasar la noche de esa forma, pero afortunadamente esa noche en particular no tenía ninguna tutoria y pensaba ir a París de todas formas. Quizás visitaría la biblioteca, que era uno de los sitios en los que casi siempre terminaba cuando no tenía un plan específico.

Sin embargo le había prometido acompañarla al hotel de Arenes y eso hizo, de vez en cuando pretendiendo tener frío, abrazándose así mismo y estornudando. Como Vampiro, el frío en sus pies desnudos no le afectaría la salud, pero no podía dejar de fingir esa fachada de humanidad si no quería meterse en problemas. Por eso fue que, cuando llegaron al hotel y ella le invitó a tomar algo caliente, tuvo que aceptar. ¿No sería demasiado sospechoso si le decía que no? Una persona con los pies fríos en pleno invierno nunca se negaría a tomar una bebida caliente cerca a una chimenea.

-Esta bien, gracias – Aceptó entrando detrás de ella en el ernome recinto, no conocía el hotel por dentro que no tenía idea de hacía donde seguir, por lo que esperó a que ella lo guiara – Un... café si es posible – Inquirió, porque a parte de la sangre, el café era la única bebida que toleraba – Entonces... ¿No vive en París? Supongo que si se está quedando en un hotel, usted está de viaje – Comentó observando las ostentosas decoraciones en las paredes del salón principal, había poca gente, apenas unos sirvientes ya que era pasada la media noche, sin embargo estaba claro que la apariencia de Soren no era la adecuada para tan lujoso recinto ya que los mismos sirvientes lo miraban con recelo.

– Yo llevo varios años viviendo en este país... pero quizás por mi acento, haya notado que no soy Francés – Comentó algo intimidado con las miradas de los sirvientes, a lo mejor estaban pensando que él era un ladrón o un mendigo, ese hotel era demasiado costoso y probablemente una persona vestida como él nunca había pisado esos lustrosos pisos de mármol.

por **Guillermina Danverinne** Miér Abr 19, 2017 6:06 pm

Guillermina se alegró muchísimo en que Soren aceptase acompañarla hasta su habitación, por un lado porque quería en verdad agradecerle por cuidarla y por otro lado, porque quería saber con quién estaba comunicándose y ofreciéndose parte de su confianza – Me alegra que aceptes, Soren, ya verás, te gustará el café del hotel, es bastante bueno y….-Seguiría hablando si el encargado del Hotel no se le habría acercado.

-Señorita Danverinne…-Dijo al principio el encargado mientras miraba minuciosamente a Soren – Eh…sa-sabe que no puede entrar gente…ya sabe

-Viene conmigo….y estamos de manera encubierta para no levantar sospechas…-dijo lo primero que se le vino a la mente y entonces el encargado hizo un asentimiento afirmativo, entendiendo lo que quería decir Guillermina – Tráenos el café a mi habitación, ya sabes cuál es –Dijo antes de que agarrara del brazo con suavidad a Soren para dirigirlo hacia donde estaba su habitación – Perdóname Soren – conforme andaba se disculpó por la vergüenza que había pasado – Que situación mas vergonzosa por parte del encargado de verdad….Tampoco me gusta mucho que juzguen a la gente así, de esta manera… - dijo para cuando llegaron de inmediato a la habitación. No había cogido llaves, pues como igualmente no se fiaba de los encargados del hotel, se agachó con cuidado de no mostrar demasiada carne corporal con el escueto vestido de gitana y así poder coger de debajo de la moqueta las llaves de su habitación – Si se pregunta porque las escondí aquí, es porque me fio poco de los encargados de este hotel y de los robos en habitaciones….-rio con aire sarcástico, abrió la habitación y empujó con suavidad a Soren en el interior de la habitación para así poder cerrarla con rapidez.

- Y respondiendo a tu pregunta, no…pero me gustaría vivir en París… -suspiró- Tengo ganas de comprarme una casa por aquí cerca…-Se quitó las botas para ponerlas cerca del sofá – Gracias por las botas… y bueno, ahora estaba una semana por aquí...con….bueno…-bajo el rostro triste, recordando a aquellos que había inventado para su cuento inventado – con las personas que vine…pensábamos comprar una casa por aquí y estábamos o íbamos a estar una semana aquí para seguir viendo casas….-encogió los hombros lentamente – Oh…me…pondré algo más….-se señaló al cuerpo – más cubierto –Terminó riendo mientras observaba a Soren – Por favor, ponte cómodo….¿sí?

Acabando con otra de sus sonrisas afables, se introdujo en su habitación y cuando cerró la puerta para poder ponerse un vestido sencillo y la bata de seda rosa pálido, se quedó pensando un poco sobre si debería empezar con las tretas para saber con quién estaba realmente, pero….le resultaba un poco difícil, nadie te ofrece unas botas cuando te estás congelando de frio, más bien te deja morir de frío en lo que respecta se puso unos leotardos blancos a media pierna, para finalmente salir de la habitación – Bueno…ya estoy….-Sonrió - ¿quieres una manta? Antes parecías haber estornudado…espera…-Rápidamente se fue a un armario y sacó una manta la cual estiró y colocándose frente a Soren, se la colocó sobre los hombros, que estuviera bien cubierto y….cuando le miró, por un instante se quedó paralizada, tuvo que parpadear para poder reaccionar, notó como un rubor subió a sus mejillas teniendo que evitar su mirada e ir a sentarse a un sofá mientras esperaba a que subieran el café a su habitación.

por **Soren Kaarkarogf** Sáb Abr 22, 2017 3:33 am

Le pareció extraño cuando Guillermina le había dicho al sirviente que estaban encubiertos, ¿Qué quería decir con eso? Su naturaleza tranquila le hacía confiar en las personas fácilmente, casi nunca esperaba algo malo de la gente, por lo general solía pensar que la gente tenía buenas intenciones con él, pero no podía evitar comenzar a sospechar de todo el asunto, especialmente por lo que la palabra 'encubierto' podía significar. La mujer se disculpó y Soren la siguió hasta la habitación, pero esta vez se apresuró a observar todo con minucioso detalle, si necesitaba una ruta de escape en caso de que las cosas se tornaran complicadas, debía tener en cuenta las puertas y ventanas.

Una vez dentro de la habitación, Guillermina le explicó que pensaba comprar una casa en París y que había venido con otras personas con esa intención. El Vampiro entrecerró los ojos recordando que ella había dicho que les habían atacado y robado, Guillermina se escuchaba muy calmada y compuesta para alguien que hubiese experimentado una situación traumática. Cuando volvió a la habitación, Soren decidió confrontarla.

-Guillermina... no se cuales sean los motivos por los que tengas que hacerlo pero... - Comenzó a decir desviando la mirada al suelo, ella estaba siendo muy amable, ¡Inclusive le había traído una manta! Y se sentía culpable de acusarla de mentirosa – La forma en la que actúas... es sospechosa... desde la historia que me contaste en el bosque, la forma en como le hablaste al sirviente y el hecho de que tengas que esconder las llaves de tu propia habitación en un hotel de tanto prestigio como este... es obvio que escondes algo -

Se llevó las manos a los hombros para abrazarse con la manta, fuese lo que fuese que Guillermina ocultaba, el Vampiro tenía la impresión de que ella era una buena persona, quería confiar que tenía un buen corazón, a pesar de las circustancias.

- Quizás no deba entrometerme... pero al mismo tiempo... puedo notar que te esfuerzas por seguir manteniendo esta mentira – Continuó, hablar del tema le hacía sentir un tanto avergonzado – Pero... creo que puedes confiar en mi... aunque entiendo que no quieras confiarme la verdad – Se encogió de hombros – Al fin y al cabo sólo soy un desconocido -

por **Guillermina Danverinne** Sáb Abr 22, 2017 9:50 am

Guillermina le escuchaba desde el sofá en el que estaba sentada y mientras le escuchaba atentamente, su garganta se paralizo, intento buscar una solución y entonces solamente suspiró – Desde luego que puedo confiar en ti, me has dejado tus botas para que no pase frio de camino al hotel…y lo que dije al encargado del hotel…pudo sonar raro, lo sé, pero fue lo primero que se me ocurrió, lo primero que me vino a la cabeza…-encogió los hombros – de todas maneras las pintas en las que llegamos era por qué vino a recriminarnos…no teníamos una buena apariencia ….así que improvisé un poco.

Guillermina se levantó del sofá para ir a su tocador en la otra habitación de la suite y volvió al lado de Soren con una fotografía de con quienes “había ido” hace unas horas por el bosque y con quienes buscaba una casa – Mira, estas cuatro personas, además de yo sentada aquí –se señaló a sí misma en una fotografía – y este de aquí –señalo a un hombre a la derecha de la foto – es bueno, creo que tiene sentimientos hacia mí, o eso sospecho. Es algo tímido… y estos de aquí –señalo al resto de la foto – uno es un guía y estos otros dos son mis primos….-se quedó en silencio un rato, recordando lo que conto en los bosques – Según lo que te conté….de lo que pasó con los gitanos…de estos de aquí yo…he sido la única que pudo escaparse o correr del campamento gitano…

Dejo la fotografía en una superficie de una mesa que había en la suite y llamaron a la puerta, en donde en cuanto la abrió vio al mayordomo de antes con café y unas tazas acompañado de unas pastas – Gracias por el café…- Dijo para después disculparse por no poder tener algo de propina. Cuando se quedaron de nuevo a solas, Guillermina cerró la puerta- Guardo las llaves….debajo del felpudo porque no me…fio…-encogió de nuevo los hombros – Siempre lo he hecho en Verona cuando era pequeña…-miro hacia un lado mientras cruzaba los brazos a la altura de su cintura como si estuviera avergonzada de dar tantas explicaciones.

La bola de nieve parecía estar haciéndose mucho más grande de lo imaginable hasta que en algún momento se chocaría en su contra, la bola de mentiras o más bien de una actuación estaba poniéndola nerviosa pero no quería quedarse sola o no quería que por su culpa o simplemente por su manera de no decirle aún que era una inquisidora espía buscando venganza contra su padre y que encima ahora quería ser amiga de Soren. Bueno, lo iba a intentar de una manera sutil – Desde que mi padre…-llevo el café cerca de la mesa de café - falleció no confiaba en nadie, ¿Leche? – Pregunto sobre el café a la vez que interrumpía una anécdota de su pasado – Ni siquiera confiaba en la servidumbre….personas que hacen lo que sea por sobrevivir y no terminen en la horca…o al menos eso pasaba en mi familia…hasta que me llevaron con mi tía cerca de Myokos – Sonrió cuando volvió a coger la lechera para ver si Soren quería leche - ¿Leche, Soren? –Pregunto de nuevo, sin darse cuenta de que su vestido se le había manchado el escote con unas gotas de leche.

por **Soren Kaarkarogf** Lun Abr 24, 2017 12:13 am

El Vampiro escuchó la explicación de ella sobre el porqué había dicho que iban 'encubiertos' a la dependienta del hotel y viéndolo desde esa perspectiva, tenía sentido, era un hotel muy costoso y era normal que los sirvientes se alteraran si veían a un huésped vistiendo ropas inadecuadas y fuera de eso acompañado de alguien que se veía claramente como de la clase o baja. Luego le había mostrado una fotografía y le había explicado sobre las personas con las que había llegado a Francia.

No podía evitar seguir pensando en que era sospechosa su historia, inclusive él que solía ser engañado fácilmente por la gente, sentía algo extraño en esa historia. Sin embargo prefirió callar y escucharla solamente para no parecer irrespetuoso. El café llegó más pronto de lo esperado y Guillermina comenzó a hablarle sobre la muerte de su padre.

-Lamento tu perdida – Se apresuró a decir, aunque para él la muerte de las personas ya no tenía el mismo significado – No gracias, lo tomaré negro – Respondió cuando ella le ofreció leche, tomó la taza entre sus dedos y disfrutó del contraste entre la tibieza de la porcelana y su piel fría – Entonces... ¿Piensas ir a denunciar a la policía lo que le ocurrió a tu grupo? - Le preguntó volviendo sus ojos a ella.

-Esas personas parecen importantes para ti... quizás la policía pueda dar con su paradero y hayan logrado escapar de los gitanos – Agregó llevándose la taza de café a los labios, le parecía lo más lógico que se pudiese hacer en ese momento, Guillermina no tenía más remedio que confiar en la policía.

-Yo solía desconfiar de la gente también... pero me cansé de estar prestando demasiada atención en lo que la gente hace, prefiero llevar una vida más relajada y sinceramente... me gusta esperar lo mejor de las personas, después de todo... todos los humanos somos capaces de hacer el bien y el mal...- Concluyó.

por **Guillermina Danverinne** Lun Mayo 22, 2017 7:14 pm

Escuchaba atentamente a Soren a quien observaba sujetar la taza con el café. Se preguntaba un montón de cosas pero en ese momento prefirió hablar hasta que vio la oportunidad. Se rio cuando le hablo de los policías, si iba la delatarían – por eso fui a buscarlos sola por el bosque. Porque la policía en un principio me ha tomado por loca por lo que volví a adentrarme en la búsqueda de mis acompañantes – suspiro y dio un sorbo a su café – Nos encontramos en los bosques pero lo he intentado todo –encogió los hombros, mirando a un lado para demostrar credibilidad.

- Sin embargo así es. Todos tenemos una balanza que nos dicta como poder ser o por qué lado inclinarnos. ¿Sabes? Te conozco de poco pero veo que eres alguien que le gusta hacer el bien –encoge de nuevo los hombros, gira la taza varias veces sobre sus manos en busca de calor mientras sonríe – Seguro que si vuelvo a la policía, estos me volverán a tomarme como loca, me dijeron que era algo que ocurría a menudo e incluso uno de los oficiales me echo una mirada lasciva. Me trataron tan mal que me aventuré en busca de aquel campamento, me costó un poco encontrarlo pues se había movido pero no vi a mis acompañantes…-suspiró-….y estuvieron de volver a cogerme por lo que fue cuando nos encontramos – Dio de nuevo un sorbo a su taza y cogió una de las galletas que había para picar la cual partió por la mitad y cogió un trozo para metérselo en la boca con pocas ganas, de manera pasiva, como si no estuviera nada a su gusto – Lo siento…pensarás que son muchas cosas como para creerme y te entiendo –le miro – apenas me conoces y tienes todo el derecho a desconfiar de mi si así lo prefieres Soren – Dijo mirándole con firmeza, casi con una suave sonrisa.

La noche podría ser misteriosa para algunos, solitaria y silenciosa que a lo mejor, uno se quiere quedar seguro en el interior de su hogar. Sin poder dejar de temblar por la repentina vuelta de frio, se arropó más con la bata que vestía en ese momento y se dio cuenta de que había una ventana abierta. Se levantó y para cuando fue a cerrar la ventana había sangre en el marco de la ventana - ¿Qué? –Se preguntó a sí misma, ¿Quién era el causante de esto? – Soren… ¿te has cortado o algo? Aquí hay un poco de sangre…-Enseguida fue al baño, cogió una toalla húmeda y limpio el marco de la ventana antes de cerrarla por completo – En fin, quien sabe, lo mismo una paloma herida o algo así –Sin embargo, además de llevar un disfraz, era también inquisidora y por ello se mantuvo alerta sin que su acompañante se diera cuenta - ¿te…te aburro Soren? –Pregunto con inseguridad, torciéndose las manos de los nervios.

por **Soren Kaarkarogf** Miér Mayo 24, 2017 9:18 pm

Era una verdadera lástima que la policía no la hubiera creído en sus palabras, pero Soren sabía que la palabra de una mujer, pocas veces era tomada en serio, especialmente si la mujer en cuestión no era la esposa o la hija de algún importante varón de la alta sociedad, así eran las cosas en la sociedad, por lo que la explicación le pareció creíble.

-Afortunadamente te encontré – Dijo como respuesta, su mirada compasiva, aunque no sonreía – Quien sabe si habrías encontrado el camino de regreso o te habrías congelado los pies – Comentó con tono afable, entonces ella dijo que él parecía una persona que hacía el bien, se revolvió algo incómodo, como Vampiro habían muchas cosas que no podía controlar, aunque intentase ser correcto y benevolente, así que siempre tenía ese duelo mental entre lo que estaba bien y en lo que sus instintos asesinos le mandaban.

Se giró algo desconcertado cuando ella le preguntó si se había cortado pues había encontrado sangre en la ventana, por unos momentos no procesó la información, pues aún estaba pensando en la conversación que acababan de tener. Entonces sin aviso previo, una enorme criatura rompió el vidrio de la ventana y cayó en medio de la habitación. Todo pasó tan rápido que Soren no alcanzó a moverse y fue sólo cuando el hombre lobo se levantó sobre sus dos patas y quedó con la cabeza casi tocando el techo de la habitación, que el Vampiro pareció reaccionar.

El hombre lobo por suerte no había caído sobre la mujer, de haberlo hecho, probablemente la habría matado con el golpe, pero si había roto la ventana esparciendo fragmentos de vidrios por todas partes a su alrededor. No era la primera vez que se enfrentaba a un Licántropo, sin embargo la apariencia monstruosa de los Lobos transformados siempre le producía el mismo terror. ¡No tenía enemigos! ¿Porqué había aparecido un lincántropo de repente en esa habitación?

El hombre lobo rugió en dirección a Guillermina, enseñando los dientes y las garras afiladas.

por **Guillermina Danverinne** Jue Jun 22, 2017 4:14 pm

Menudo momento para aparecer en mitad de la noche, precisamente cuando tenía algo parecido a invitados en su casa, pero ella misma estaba en el suelo, con las manos apoyadas en el suelo como punto de apoyo mientras miraba con firmeza a la criatura, pero en realidad estaba petrificada. Era cierto que en su tiempo de inquisidora había oído hablar de los licántropos pero nunca se había enfrentado a uno, por lo que en verdad estaba en peligro.

Sabía que no les gustaba la plata y que un mordisco o arañazo era el comienzo de una vida maldita - ¡AAAAGGH!! – Su grito retumbo en toda la habitación que hizo reacción en el monstruo que tenía delante de su cara, la bestia gruño aún más intentando intimidar a Guillermina cosa que lo hizo pero ¿Qué podía hacer? – aaahgg…- Cada vez intentaba alejarse más y más de la criatura feroz que tenía delante suya, miro a Soren pidiendo ayuda, después su mirada volvió hacia la criatura que tenía delante de ella y lo primero que agarro fue un mueble para poder levantarse del suelo a pesar de que sus piernas apenas le respondían de los nervios por los que estaba pasando.

– So-Sore…. ¿Qué hacemos? -Pregunto a Soren que estaba en la otra punta de la habitación, Guillermina lentamente se movía intentando meterse en su habitación pero la bestia no se lo permitía tras intentar acertarla con un zarpazo cosa que falló en ese momento – Maldita sea…-Trago saliva como pudo. Los nervios la estaban traicionando y no podía moverse del miedo que tenía en ese momento.

– So-soren… ¿tú sabes que es esta criatura?

La increíble bestia feroz intento dar otro zarpazo pero Guillermina se movió hacia la izquierda esquivando el golpe y rodó por el suelo con torpeza que se dio en la cabeza contra la esquina del rodapiés, dejándola aturdida en bata y en camisón.

La bestia parece que vio su oportunidad, los ojos de la bestia y su pelaje relucían al brillo de las luces de la habitación y cuando estaba con las garras afiladas en alto, apunto de tomar por carne viva a Guillermina, la puerta de la habitación del hotel se abrió de repente dejando entrar a varios hombres vestidos con ropajes negros que enseguida se ocuparon de la bestia, algunos fueron despedidos fuera de la habitación, Guillermina comenzaba a entrar en consciencia y cuando su frente toco con la mano, esta estaba sangrando por lo que no sabía que estaba haciendo ahí mismo y miró a un chico joven, rubio y con lentes – Quien ere… -AAAGGGH!! –Guillermina volvió a gritar del miedo volviéndose a dar contra la pared, esta vez quedándose inconsciente en una esquina.

por **Soren Kaarkarogf** Jue Jun 29, 2017 8:10 am

La reacción de Guillermina era de esperarse, lucía aterrada y la adrenalina que salía de su cuerpo le estaba afectando directamente a él, como Vampiro podía oler el miedo (literalmente) en los humanos y era algo que indudablemente despertaba su sed, sin embargo dada la situación en la que estaban era obvio que no podía dejarse llevar por ese instinto, era más importante sobrevivir.

El hombre lobo parecía tener algo en contra de Guillermina, pues ignoró completamente a Soren, a pesar de que como Vampiro representaba una amenaza para él. Mientras le veía intentar alcanzar a la humana, Soren pensaba desesperadamente en una forma de luchar contra el lobo sin acabar inconsciente o con todos los huesos fracturados. La última vez que había peleado con uno, había terminado con varias costillas rotas.

Afortunadamente para él, unos hombres entraron en la habitación al cabo de pocos minutos, traían armas de fuego y ballestas, no parecían ser policías normales, tenían un buen manejo de esas armas y sabían a lo que se enfrentaban. Un humano común intentaría huir de un licántropo sin pensarlo dos veces, por lo que lo único que se le ocurrió es que esos hombres fueran cazadores. La situación estaba cambiando dramáticamente, si ellos eran cazadores, eso significaba que Soren también estaba en peligro si su naturaleza Vampírica era relevada.

- Gracias al altísimo por su ayuda - Exclamó hacía uno de los hombres que estaba cerca de Guillermina quien había caído inconsciente, los demás hombres seguían luchando contra la bestia - Llevaré a esta pobre madame al hospital - Agregó buscando una excusa para salir de ahí, el hombre asintió mientras gritaba órdenes a los otros que seguían disparando, acorralándo al hombre lobo.

Tomó a Guillermina en brazos y salió de la habitación hacía el lobby del hotel, La gente corría en todas direcciones gritando, al parecer alguien había alertado sobre la presencia del monstruo. Corrió con el cuerpo inconsciente de Guillermina hacía la calle en busca de un carruaje para llevarla al hospital más cercano.

por **Guillermina Danverinne** Sáb Jul 22, 2017 4:47 pm

“Vivirás para contarlo, le dijeron, ignorando que sería al contrario. Lo contaría, para sobrevivir.”

Las horas del reloj de arena se habían ralentizado de manera excesiva para Guillermina esa noche. Habían pasado demasiadas cosas como para contarlas todas y luego ella se había quedado inconsciente, siendo llevada a manos de su nuevo amigo, Soren. La noche parecía fría, más fría que las demás. Guillermina seguía inconsciente pero en cuanto se fijaron en ella médicos y enfermeras, la atendieron de inmediato.

Las gracias dieron al joven que la trajo hasta el hospital y tras examinarla detenidamente, una enfermera le dijo al joven que Guillermina estaba fuera de peligro. Un poco más y probablemente no hubiera corrido la misma suerte para su cerebro. La enfermera de uniforme blanco reluciente explicó brevemente que Guillermina había sufrido un golpe en la zona occipital pero que había sido superficial y que posiblemente no habría consecuencias tras el golpe.

La enfermera se quedó observando al joven – Tienes que tomar tu ración…tienes tu aura hecho un desastre…–Levanto las cejas hacia el muchacho para luego mostrarle sutilmente al muchacho los colmillos de esta para luego esconderlos en una sonrisa cerrada – Puedes esperar aquí –miro a ambos lados y rápidamente se fue hacia donde guardaban la sangre y cuando volvió, volvía con el líquido vertido en un recipiente, para entregárselo al muchacho que acompañó a Guillermina hasta el hospital – Por traer a la Srta. Danverinne y tira el recipiente en los desperdicios, por favor– Dijo con sequedad para después darse la vuelta e ir hacia donde pedían de su ayuda.

Unas horas pasaron hasta que por fin Guillermina salió del quirófano y la llevaban hacia las habitaciones. Fue cuando otra enfermera informo al joven de que podía subir hacia la habitación si este lo deseaba. El ambiente para entonces estaba completamente deshabitado. Los pacientes estaban durmiendo en sus habitaciones, algunos despertándose posiblemente de algún coma, pero Guillermina estaba en su habitación, observando con ojos abiertos el ambiente en el que estaba. El médico de turno estaba tomando notas. Ella estaba asustada por lo que el médico pudiera decirle. Finalmente se enteró de que aquellas personas del grupo de la fotografía, habían llegado antes que ella al hospital mutiladas y torturadas, que cuando llegaron al hospital, estas murieron en el acto y los médicos no pudieron hacer nada por salvarles.

Aquello entristeció a Guillermina. Prácticamente se quedaba sin compañeros y sin amigos.

por **Soren Kaarkarogf** Lun Ago 07, 2017 4:46 am

Aquella había sido una noche larga, se sorprendió que una enfermera en el hospital compartiera su misma naturaleza, era algo que no esperaba, aunque teniendo en cuenta que su propio Sire era un doctor, no debía sentirse tan sorprendido de que una enfermera también lo fuera. Aceptó la sangre sin remilgar, no estaba muy hambriento, pero era bienvenida, además le ahorraba el tedio de tener que cazar.

Al cabo de un par de horas se acercó a la habitación y esperó en la puerta a que el médico terminara de hablar con Guillermina quien se encontraba en la cama, parecía estar recuperándose bien, había sido afortunada de que el lobo no le hubiese mordido, la mordida de un lobo podía partir huesos fácilmente y podía infectar la carne con la saliva. Soren lo había experimentado de primera mano años atrás.

- ¿Te sientes mejor? - Le preguntó acercándose a la cama - El doctor me dijo que estás fuera de peligro y que no ha sido grave el golpe - Comentó con voz amable - Supongo que luego de todo lo ocurrido tendrás muchas preguntas al respecto... - Comenzó a decir, no sabía como abordar el tema del hombre lobo, no sabía si Guillermina sabía de la existencia de las criaturas sobrenaturales - ¿Habías visto a un hombre lobo antes? - Decidió preguntar con cierta cautela.

Pronto amanecería y sería mejor que regresara a su refugio, pero quería asegurarse que Guillermina estaría bien y tenía que salir de la duda sobre el porqué de ese inesperado ataque canino.

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