AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Vann stein (privado)
Recuerdo del primer mensaje :
Tras una noche de jarana la mañana fue resacosa pero temprana, las luces del alba despuntaron como cada día marcando nuestros pasos.
Hoy embarcaríamos rumbo a Escocia, la bruja había visto el lugar exacto donde estaba la piedra que del templo había sido sustraída, así que no había duda alguna de que ese era nuestro destino y la inmediatez de nuestro acto es que Randulf no descubriera nuestros planes pues no eramos los únicos que contábamos con hechiceros entre nuestras filas.
Por el pasillo acabando de anclar los correajes de mi armadura tachonada me encontré con Kala que bostezaba con el pelo enmarañado pero vestida como todos para la guerra.
Al verme se lanzó a mi espalda juguetona mientras yo me reía.
-¿aun borracha? -pregunté arrastrando su cuerpo por el pasillo.
-No, pero lo podemos solucionar con unas jarras.
Atharal salio de su cámara hacha en mano.
-¿Habláis de Jarras? -preguntó con cara ansiosa.
Kala y yo nos echamos a reír mirándolo, Atharal siempre dispuesto a beber y a comer, claro que también a luchar.
-Nos esperan en el puerto -les dije sin detener mi paso mientras ambos se reían dándose codazos.
No tardamos en llegar ante el barco que con la rampa preparada y las velas izadas nos esperaba. La pirata miró a los rezagados con cara de pocos amigos, algo que me hizo reír mientras me encogía de hombros como única escusa.
-Quita esa cara mujer, hemos quedado al amanecer -señalé el sol -y ha amanecido ¿no?
Lund pese a haber bebido anoche como el resto se había dado prisa en llegar junto a ella, algo que me hizo reír aun mas mientras Kala me empujaba para que me callara y este fruncía el ceño.
Ulf y Giuliana fueron los últimos en llegar al barco, Ulf también había pillado una buena cogorza anoche con nosotros y algo me decía por la cara que traía la bruja que habían tenido por la noche algo mas que palabras cuando llegó a casa.
-¡vamos pirata, Ulf ya ha hecho bastante con llegar, a su mujer es mas fácil traerla rodando que andando!.
Un capón es lo que me llevé de Giuliana, algo que me hizo reír de nuevo.
Ahora que ya estábamos todos podíamos zarpar.
-Capitán -le dije a Daniella sin borrar la picara sonrisa de ms labios -haga los honores.
Tras una noche de jarana la mañana fue resacosa pero temprana, las luces del alba despuntaron como cada día marcando nuestros pasos.
Hoy embarcaríamos rumbo a Escocia, la bruja había visto el lugar exacto donde estaba la piedra que del templo había sido sustraída, así que no había duda alguna de que ese era nuestro destino y la inmediatez de nuestro acto es que Randulf no descubriera nuestros planes pues no eramos los únicos que contábamos con hechiceros entre nuestras filas.
Por el pasillo acabando de anclar los correajes de mi armadura tachonada me encontré con Kala que bostezaba con el pelo enmarañado pero vestida como todos para la guerra.
Al verme se lanzó a mi espalda juguetona mientras yo me reía.
-¿aun borracha? -pregunté arrastrando su cuerpo por el pasillo.
-No, pero lo podemos solucionar con unas jarras.
Atharal salio de su cámara hacha en mano.
-¿Habláis de Jarras? -preguntó con cara ansiosa.
Kala y yo nos echamos a reír mirándolo, Atharal siempre dispuesto a beber y a comer, claro que también a luchar.
-Nos esperan en el puerto -les dije sin detener mi paso mientras ambos se reían dándose codazos.
No tardamos en llegar ante el barco que con la rampa preparada y las velas izadas nos esperaba. La pirata miró a los rezagados con cara de pocos amigos, algo que me hizo reír mientras me encogía de hombros como única escusa.
-Quita esa cara mujer, hemos quedado al amanecer -señalé el sol -y ha amanecido ¿no?
Lund pese a haber bebido anoche como el resto se había dado prisa en llegar junto a ella, algo que me hizo reír aun mas mientras Kala me empujaba para que me callara y este fruncía el ceño.
Ulf y Giuliana fueron los últimos en llegar al barco, Ulf también había pillado una buena cogorza anoche con nosotros y algo me decía por la cara que traía la bruja que habían tenido por la noche algo mas que palabras cuando llegó a casa.
-¡vamos pirata, Ulf ya ha hecho bastante con llegar, a su mujer es mas fácil traerla rodando que andando!.
Un capón es lo que me llevé de Giuliana, algo que me hizo reír de nuevo.
Ahora que ya estábamos todos podíamos zarpar.
-Capitán -le dije a Daniella sin borrar la picara sonrisa de ms labios -haga los honores.
Höor Cannif- Realeza Neerlandesa
- Mensajes : 976
Fecha de inscripción : 21/09/2016
Localización : el placentero infierno de tus piernas.
Re: Vann stein (privado)
El colgante con las siglas no era precisamente una brújula pero actuaba como tal, al no saber qué estaban buscando, su hermana le había provisto de un buen número de extraños objetos, la mitad de ellos ni siquiera sabía para qué servían. El interior del objeto, de un rojo oscuro, regurgitaba y zozobraba cuanto más se acercaba a la ciénaga, no había duda de la dirección que debían tomar. Krystha miró hacia delante. Estaban ya muy cerca del centro, donde los olores y el lodo se volvían más espesos, el ambiente era completamente gris, a pesar de ser pleno día, como si las nubes hubieran decidido concentrarse allí.
La cazadora volvió a caminar, ya no había vuelta atrás de todas formas. Un vaho extraño y rojizo cubría toda la tierra dándole un aura fantasmal. Los troncos podridos daban el último toque a un olor ya de por sí insoportable y las nubes de mosquitos se concentraban con tanta intensidad como para tapar la vista. Era incómodo caminar por allí, en cualquier momento podría aparecer cualquier cosa. El aire transportaba susurros, susurros que no se lograban entender y era difícil discernir si eran en verdad voces arrastradas o el viento arrancando sonidos a los árboles huecos.
La cazadora miró hacia los árboles al escuchar sonidos que le llamaron la atención: Una colección de huesos colgaban de una de las ramas y se mecían. Al principio, no les dio la menor importancia, pero unos cuantos metros más hacia delante volvió a escuchar el sonido y cuando levantó la vista buscando el origen, encontró otra colección de los graciosos huesecillos, al afinar la vista, se percató de que estaban colgados a cierta distancia unos de otros, pero que la ciénaga estaba plagada de ellos y no se escuchaba ninguno más, solo por el que ella había pasado.
No necesitó palabras, el ambiente era tan lúgubre que no quería romper el silencio con ellas. Señaló a su tía hacia los huesos colgados, no le dio más explicaciones porque sabía que su tía llegaría a sus propias conclusiones sin necesidad de ayuda. Esas brujas no eran tontas, si alguien entraba en su territorio, los huesos actuarían como aviso para saber exactamente de dónde venían los intrusos y, probablemente, cuántos eran.
Krystha estaba dejando pasar a un cocodrilo con seis patas, cuando escuchó de nuevo el sonido de los huesos. Frunció el ceño y se giró, pensando que había sido ella o su tía, cosa que le extrañaba todavía más pero, un nuevo sonido le alertó, no demasiado lejos de ellas y el cocodrilo no había saltado la alarma. Allí había más gente..¿Las brujas? ¿Intrusos como ellas? De nuevo hizo señales sordas a su tía, primero quería observar e idear un plan, antes de lanzarse a ciegas a una batalla que perdería con toda certeza. A fin de cuentas, ellas eran dos y las brujas estaban en su terreno.
Empezó a rodear el terreno, teniendo cuidado de no activar ningún señuelo más, para averiguar quién demonios estaba entrando allí como si fuera un elefante en una cacharrería.
La cazadora volvió a caminar, ya no había vuelta atrás de todas formas. Un vaho extraño y rojizo cubría toda la tierra dándole un aura fantasmal. Los troncos podridos daban el último toque a un olor ya de por sí insoportable y las nubes de mosquitos se concentraban con tanta intensidad como para tapar la vista. Era incómodo caminar por allí, en cualquier momento podría aparecer cualquier cosa. El aire transportaba susurros, susurros que no se lograban entender y era difícil discernir si eran en verdad voces arrastradas o el viento arrancando sonidos a los árboles huecos.
La cazadora miró hacia los árboles al escuchar sonidos que le llamaron la atención: Una colección de huesos colgaban de una de las ramas y se mecían. Al principio, no les dio la menor importancia, pero unos cuantos metros más hacia delante volvió a escuchar el sonido y cuando levantó la vista buscando el origen, encontró otra colección de los graciosos huesecillos, al afinar la vista, se percató de que estaban colgados a cierta distancia unos de otros, pero que la ciénaga estaba plagada de ellos y no se escuchaba ninguno más, solo por el que ella había pasado.
No necesitó palabras, el ambiente era tan lúgubre que no quería romper el silencio con ellas. Señaló a su tía hacia los huesos colgados, no le dio más explicaciones porque sabía que su tía llegaría a sus propias conclusiones sin necesidad de ayuda. Esas brujas no eran tontas, si alguien entraba en su territorio, los huesos actuarían como aviso para saber exactamente de dónde venían los intrusos y, probablemente, cuántos eran.
Krystha estaba dejando pasar a un cocodrilo con seis patas, cuando escuchó de nuevo el sonido de los huesos. Frunció el ceño y se giró, pensando que había sido ella o su tía, cosa que le extrañaba todavía más pero, un nuevo sonido le alertó, no demasiado lejos de ellas y el cocodrilo no había saltado la alarma. Allí había más gente..¿Las brujas? ¿Intrusos como ellas? De nuevo hizo señales sordas a su tía, primero quería observar e idear un plan, antes de lanzarse a ciegas a una batalla que perdería con toda certeza. A fin de cuentas, ellas eran dos y las brujas estaban en su terreno.
Empezó a rodear el terreno, teniendo cuidado de no activar ningún señuelo más, para averiguar quién demonios estaba entrando allí como si fuera un elefante en una cacharrería.
- Spoiler:
- Spoiler:
- Puto Höor, me voy a acordar de este nombre toda mi jodida vida. ¿No había otro?
Fin del comunicado
Krystha E. Blackmore- Cazador Clase Alta
- Mensajes : 46
Fecha de inscripción : 13/09/2017
Re: Vann stein (privado)
No era una bruja ni un "intruso" propiamente dicho, era un oso grizzly de pelaje marrón chocolate que chapoteaba en los charcos de la ciénaga hundiendo las patazas y reculando cuando se le antojaba demasiado profundo. Era una mole inmensa de ojos pardos que se movía con toda la parsimonia del mundo, aunque era bien sabido que los osos cuando corrían y cogían velocidad había que temerles.
Le había dejado su ropa a Angus que la portaba junto a la Claymore mientras él exploraba el terrotorio un poco más adelantado que el resto. Por sus ollares salía el vaho blanco en contraste con la neblina helada de aquella tierras. Elevó el hocico y le vino un olor extraño que no era el de carroña descompuesta sino el del perfume a lilas de Aveline. Giró la cabeza y siguió sus instintos hacia donde estaban ambas cazadoras con los ojos pardos fijos en los árboles de retorcidas raíces que las ocultaban. Aprovechó una de las raices para rascarse el trasero donde tenía las picaduras, ¡malditas pulgas! y siguió olisqueando y acercándose despacio. El ruidito de los huesos al chocar le pareció extraño, pero con las brujas nunca se sabía.
Le había dejado su ropa a Angus que la portaba junto a la Claymore mientras él exploraba el terrotorio un poco más adelantado que el resto. Por sus ollares salía el vaho blanco en contraste con la neblina helada de aquella tierras. Elevó el hocico y le vino un olor extraño que no era el de carroña descompuesta sino el del perfume a lilas de Aveline. Giró la cabeza y siguió sus instintos hacia donde estaban ambas cazadoras con los ojos pardos fijos en los árboles de retorcidas raíces que las ocultaban. Aprovechó una de las raices para rascarse el trasero donde tenía las picaduras, ¡malditas pulgas! y siguió olisqueando y acercándose despacio. El ruidito de los huesos al chocar le pareció extraño, pero con las brujas nunca se sabía.
Stan McQuinn- Cambiante Clase Alta
- Mensajes : 75
Fecha de inscripción : 19/09/2017
Re: Vann stein (privado)
Stan se adelantó al resto moviendo ese culo peludo mientras chapoteaba ante la enarcada mirada de Lund que negaba llevando la mano a su bolsillo interior y sacaba una pipa que prendió.
-No creo que a las brujas les importe ¿no?
Negué riéndome mientras seguía avanzando comprobando la estabilidad de aquellas aguas estancadas llenas de mosquitos.
-Señoritas brujas si fueran tan amables de sacarnos de esta ciénaga se lo agradeceríamos encarecidamente -dije con cierto tono burlón como si intuyera que podían vernos ahora mismo.
Hundí la espada dándome cuenta de que podía profundizar, pero a su vez, la punta chocaba con algo duro.
Giré mi cabeza hacia Dani que conversaba en ese momento con Lund, nuestras miradas se cruzaron un instante, justo ese en el que tomé aire y sin pensármelo me hundí buscando aquello que había chocado contra mi bastarda.
Ahí abajo no se veía una mierda, a tientas palpé aquello que con mi espada había chocado intentando descubrir que cojones era. La superficie era plana, las burbujas de aire escaparon de mis labios al forcejear con una especie de cavidad que había en ella, como si pudiera encajar de algún modo los dedos y rodar una pieza circular.
Apreté los dientes mientras lo haca y sentí que una especie de aguja gruesa se hundía en mi palma al tiempo que aquello giraba con un soniquete metálico, como si acabara de activar algo.
La ciénaga vibró, o quizás era mi cuerpo que empezaba a quedarse sin aire.
Un ultimo tirón y el circulo cedió alzándose hacia el exterior.
Sentí que tiraban de mi desde fuera, tomé impulso para emerger a la superficie, entre toses y arcadas por lo que había tragado fije mis ojos en los de Lund que había soltado la pipa para sacarme de ahí abajo.
-He abierto algo aseguré, era como un mecanismo -dije con la respiración entrecortada mientras la sangre que goteaba de mi mano flotaba entre las negruzcas aguas creando un sendero.
Dani se acercó para con un trozo de tela cortar la hemorragia.
-No, espera, mirar -les dije apretando mas el puño para sangrar, marca un sendero ¿fijaos?
-No creo que a las brujas les importe ¿no?
Negué riéndome mientras seguía avanzando comprobando la estabilidad de aquellas aguas estancadas llenas de mosquitos.
-Señoritas brujas si fueran tan amables de sacarnos de esta ciénaga se lo agradeceríamos encarecidamente -dije con cierto tono burlón como si intuyera que podían vernos ahora mismo.
Hundí la espada dándome cuenta de que podía profundizar, pero a su vez, la punta chocaba con algo duro.
Giré mi cabeza hacia Dani que conversaba en ese momento con Lund, nuestras miradas se cruzaron un instante, justo ese en el que tomé aire y sin pensármelo me hundí buscando aquello que había chocado contra mi bastarda.
Ahí abajo no se veía una mierda, a tientas palpé aquello que con mi espada había chocado intentando descubrir que cojones era. La superficie era plana, las burbujas de aire escaparon de mis labios al forcejear con una especie de cavidad que había en ella, como si pudiera encajar de algún modo los dedos y rodar una pieza circular.
Apreté los dientes mientras lo haca y sentí que una especie de aguja gruesa se hundía en mi palma al tiempo que aquello giraba con un soniquete metálico, como si acabara de activar algo.
La ciénaga vibró, o quizás era mi cuerpo que empezaba a quedarse sin aire.
Un ultimo tirón y el circulo cedió alzándose hacia el exterior.
Sentí que tiraban de mi desde fuera, tomé impulso para emerger a la superficie, entre toses y arcadas por lo que había tragado fije mis ojos en los de Lund que había soltado la pipa para sacarme de ahí abajo.
-He abierto algo aseguré, era como un mecanismo -dije con la respiración entrecortada mientras la sangre que goteaba de mi mano flotaba entre las negruzcas aguas creando un sendero.
Dani se acercó para con un trozo de tela cortar la hemorragia.
-No, espera, mirar -les dije apretando mas el puño para sangrar, marca un sendero ¿fijaos?
- nombrecito:
- Me place informarle que ese pantano existe en Noruega , pero puedes acordarte de mi todo lo que quieras
Höor Cannif- Realeza Neerlandesa
- Mensajes : 976
Fecha de inscripción : 21/09/2016
Localización : el placentero infierno de tus piernas.
Re: Vann stein (privado)
Krystha estaba agazapada entre unos arbustos viendo al oso frotarse el culo contra un árbol, por fortuna estaba con el viento en contra, pero era demasiado...Normal. Era un oso de tamaño considerable, pero los únicos seres vivos que había visto eran reptiles, anfibios y un millón de especies de insectos y ninguna de las tres especies eran muy normales. Ese oso no pegaba nada con el ambiente, pero dejó de prestarle atención en cuanto vio al resto de hombres. Era un pequeño séquito y permaneció inmóvil, con la única intención de observar, por el momento. Así que estos eran los que estos eran los elefantes cacharreros.
Decidió dejarles a su aire, a ese ritmo no iban a llegar lejos, dio lentamente un paso hacia atrás para alejarse sigilosamente cuando escuchó el mecanismo activarse. La tierra retumbó un instante, como si las entrañas del pantano hubieran recibido un duro golpe. Por un momento no ocurrió absolutamente nada y Krystha esperó en tensión que algo apareciera, pero en vez de eso el viento arrastró las voces que llegaban a través de los árboles.
- Höor Cannif. Estábamos esperándote… -Una risa perturbó la seriedad de la voz desconocida.- Estamos deseando verte, al fin. Venid a mi. Hace mucho que no comemos..Carne.-De nuevo una risita se difuminó en el aire.- Marchaos……. Fuera….... Dejadnos en paz.
El aire se sobrecargó y los árboles empezaron a zozobrar, empujados por algo que hizo a los cuervos salir despavoridos al mismo tiempo y hacia la dirección contraria. Las patas de la bestia se hundieron en los pozos del cenagal y el vaho de sus ollares levantó nubes de mosquitos antes de fijar la vista en aquel que había dejado su sangre como sacrificio. Lanzó un fuerte mugido y salió disparado hacia Höor Cannif.
Decidió dejarles a su aire, a ese ritmo no iban a llegar lejos, dio lentamente un paso hacia atrás para alejarse sigilosamente cuando escuchó el mecanismo activarse. La tierra retumbó un instante, como si las entrañas del pantano hubieran recibido un duro golpe. Por un momento no ocurrió absolutamente nada y Krystha esperó en tensión que algo apareciera, pero en vez de eso el viento arrastró las voces que llegaban a través de los árboles.
- Spoiler:
- Höor Cannif. Estábamos esperándote… -Una risa perturbó la seriedad de la voz desconocida.- Estamos deseando verte, al fin. Venid a mi. Hace mucho que no comemos..Carne.-De nuevo una risita se difuminó en el aire.- Marchaos……. Fuera….... Dejadnos en paz.
El aire se sobrecargó y los árboles empezaron a zozobrar, empujados por algo que hizo a los cuervos salir despavoridos al mismo tiempo y hacia la dirección contraria. Las patas de la bestia se hundieron en los pozos del cenagal y el vaho de sus ollares levantó nubes de mosquitos antes de fijar la vista en aquel que había dejado su sangre como sacrificio. Lanzó un fuerte mugido y salió disparado hacia Höor Cannif.
- Spoiler:
Última edición por Krystha E. Blackmore el Vie Oct 20, 2017 10:57 am, editado 5 veces
Krystha E. Blackmore- Cazador Clase Alta
- Mensajes : 46
Fecha de inscripción : 13/09/2017
Re: Vann stein (privado)
- Cazadora :
- Deja de pensar en mi..creo que no pillaste como esperaba que lo hicieras y no era con un ciervo carnívoro corriendo hacia mi
Höor Cannif- Realeza Neerlandesa
- Mensajes : 976
Fecha de inscripción : 21/09/2016
Localización : el placentero infierno de tus piernas.
Re: Vann stein (privado)
La madre que los parió. Podía discutirle el acero a un vampiro, podía pelearse con los gigantes de Hati metiéndoles una bala entre las cejas, podía echarles encima los barriles a los falsos druidas...pero un Hell-Bambi eso ya era otro cantar. ¿Por qué narices les atacaban siempre cosas raras y espeluznantes? ¿para cuando unos pocos soldados humanos y nada más? estaba empezando a pensar que a los "Cinco furiosos de Akhersus" les perseguían todas las criaturas raras, viscosas y deformes del universo. No lo pudo evitar y dio unos pasos colocándose detrás de Lund. Vale, eso era un poco cobarde, pero nadie dijo que un pirata tuviera que ser un héroe y colocarse en primera fila.
¿Y cómo demonios se mataba eso? ¿Nadie se había dado cuenta de la risita macabra que se escuchaba mientras el monstruo salía? Eso nunca era bueno. ¡Nunca! La regla número uno de los piratas era: si parece malo, seguramente lo sea, así que lárgate.
— Joder Höor!! la próxima vez mete los deditos en otro sitio más productivo!!
¿Y cómo demonios se mataba eso? ¿Nadie se había dado cuenta de la risita macabra que se escuchaba mientras el monstruo salía? Eso nunca era bueno. ¡Nunca! La regla número uno de los piratas era: si parece malo, seguramente lo sea, así que lárgate.
— Joder Höor!! la próxima vez mete los deditos en otro sitio más productivo!!
- Día de bautismo:
- Si, he llamado Hell-bambi al bicho porque me sale del churro. O sea, ya que esto va de poner nombrecitos molones a las cosas, para mi el monstruo ese es un Bambi infernal. Y sobre "Los 5 furiosos de Akhersus" comentar que son Höor, Atharal, Lund, Khayla y Ulf.
Danielle Morgan- Humano Clase Media
- Mensajes : 245
Fecha de inscripción : 21/08/2017
Re: Vann stein (privado)
El oso merodeaba en busca del olor a lilas que le había dejado algo loco, ese mismo perfume lo había olido al llevar unas cajas de whisky a un sitio pijo donde la gente tomaba té, sería una fragancia de esas extendidas en la alta sociedad. Pero con la interrupción del Hellbambi en escena, giró su cabezota en la dirección de la monstruosidad y corrió bamboleando ese potente culo recubierto de gruesa piel y tupido pelo. Gruñó sonoramente y se plantó al lado de Höor en posición bípeda con las fauces abiertas de las que colgaban unas babas furibundas, abrió las manazas con sus garras curvas preparadas para moler carne y despedazar músculos.
Qué ganas tenía de estirarse un poco en su forma animal, llevaba meses sin cambiar y le apetecía una barbaridad masticar entrañas y roer huesos. Su parte salvaje y desatada se acababa de despertar. Los osos eran los más "sabios" y tranquilos entre los cambiaformas, pero un oso enfadado o hambreinto no tenía nada de tranquilo. Se lanzó sin pensarlo contra la criatura parando la embestida que iba a propinarle a Höor. De la inercia ambos animales rodaron por el fango. Sus garras se hundieron en la piel grimosa del Hellbambi provocando la primera sangre y éste rugió desgañitadamente mientras trataba de cornearlo sin piedad. Sus astas eran afiladas y tenían pinta de transmitir toda la podredumbre del mundo, de seguro que cogía sífilis y peste si le rozaba alguno de sus apéndices.
Qué ganas tenía de estirarse un poco en su forma animal, llevaba meses sin cambiar y le apetecía una barbaridad masticar entrañas y roer huesos. Su parte salvaje y desatada se acababa de despertar. Los osos eran los más "sabios" y tranquilos entre los cambiaformas, pero un oso enfadado o hambreinto no tenía nada de tranquilo. Se lanzó sin pensarlo contra la criatura parando la embestida que iba a propinarle a Höor. De la inercia ambos animales rodaron por el fango. Sus garras se hundieron en la piel grimosa del Hellbambi provocando la primera sangre y éste rugió desgañitadamente mientras trataba de cornearlo sin piedad. Sus astas eran afiladas y tenían pinta de transmitir toda la podredumbre del mundo, de seguro que cogía sífilis y peste si le rozaba alguno de sus apéndices.
Stan McQuinn- Cambiante Clase Alta
- Mensajes : 75
Fecha de inscripción : 19/09/2017
Re: Vann stein (privado)
Elevé la mirada hacia el engendro que emergió del pantano, una especie de ciervo carnívoro que me triplicaba en tamaño.
-¡Joder! -gruñí llevando la mano al mango de la bastarda que asomaba por la espalda esperando el encontronazo de bestia y acero.
Escuché a Dani a mis espaldas y ladeé la sonrisa, quizás porque la respuesta que se me pasó por la cabeza hubiera resultado inapropiada.
-Ya te explicaré algún día donde me gustaría meter los dedos y lo que no son los dedos pirata.
Las voces que tintineaban como música de fondo eran una invitación en toda regla para danzar con ellas, pero todo a su tiempo, de momento me tocaba bailar con la mas fea.
Apreté los dientes agachándome ligeramente para hundir mi acero en su cuerpo aprovechando la embestida, cuando Stan y su culo apestoso se metió en medio llevándose el oso el golpe inicial.
Choque de titasen que cayeron en una refregar por el suelo, no pensaba dejarle que se llevara todo el merito, así que corrí hacia allí, salté elevándome por los aires con sendas manos en el mango de mi bastarda y con esta de punta me dejé caer sobre la bestia que mordía dispuesta a desgarrar el duro pelaje de mi amigo el escoces.
La espada se clavó en su cuarto trasero haciendo a la bestia gritar de dolor y aflojara el mordisco, lanzó su mugrienta cabeza hacia mi posición mientras yo hundía de nuevo la espada en su mugrosa carne tirando para desgarrarla.
El oso mordía su yugular para mantener su cabeza lejos de mi, pero el engendro mágico era fuerte.
-¡Joder! -gruñí llevando la mano al mango de la bastarda que asomaba por la espalda esperando el encontronazo de bestia y acero.
Escuché a Dani a mis espaldas y ladeé la sonrisa, quizás porque la respuesta que se me pasó por la cabeza hubiera resultado inapropiada.
-Ya te explicaré algún día donde me gustaría meter los dedos y lo que no son los dedos pirata.
Las voces que tintineaban como música de fondo eran una invitación en toda regla para danzar con ellas, pero todo a su tiempo, de momento me tocaba bailar con la mas fea.
Apreté los dientes agachándome ligeramente para hundir mi acero en su cuerpo aprovechando la embestida, cuando Stan y su culo apestoso se metió en medio llevándose el oso el golpe inicial.
Choque de titasen que cayeron en una refregar por el suelo, no pensaba dejarle que se llevara todo el merito, así que corrí hacia allí, salté elevándome por los aires con sendas manos en el mango de mi bastarda y con esta de punta me dejé caer sobre la bestia que mordía dispuesta a desgarrar el duro pelaje de mi amigo el escoces.
La espada se clavó en su cuarto trasero haciendo a la bestia gritar de dolor y aflojara el mordisco, lanzó su mugrienta cabeza hacia mi posición mientras yo hundía de nuevo la espada en su mugrosa carne tirando para desgarrarla.
El oso mordía su yugular para mantener su cabeza lejos de mi, pero el engendro mágico era fuerte.
- deditos:
- Hare algo productivo con mis deditos lo prometo XDDDD
Höor Cannif- Realeza Neerlandesa
- Mensajes : 976
Fecha de inscripción : 21/09/2016
Localización : el placentero infierno de tus piernas.
Re: Vann stein (privado)
Dani se metió tras de mi, cuando una bestia bastante fea emergió de las profundidades del pantano dispuesta a terminar con Höor.
Corrí en su ayuda cuando vi al oso chocar con un ruido sordo contra el cuerpo de la bestia, ambos cayeron enredados a la ciénaga evitando con ese acto que Höor se llevara ese primer impacto.
Höor salió disparado hacia allí y de un salto se elevó por los aires espada en mano mordiendo la carne del ciervo carnívoro.
La cornamenta de este casi empala a un Höor dispuesto a dar muerte a la bestia, de no ser porque mi espada se cruzó en la trayectoria de las astas librando a mi amigo de un buen agujero y seguramente de coger la peste o la rabia.
Höor aprovechó ese momento para ladeando la bastarda encontrar el lateral, hundió su acero entre las costillas buscando el corazón para trincharlo como un pavo.
La bestia aullaba de dolor mientras el oso la desgarraba con las zarpas y yo mantenía su cornamenta lejos de ambos.
El bicho se sacudía enérgico, posiblemente herido de muerte por el acero que el conde había hundido.
Corrí en su ayuda cuando vi al oso chocar con un ruido sordo contra el cuerpo de la bestia, ambos cayeron enredados a la ciénaga evitando con ese acto que Höor se llevara ese primer impacto.
Höor salió disparado hacia allí y de un salto se elevó por los aires espada en mano mordiendo la carne del ciervo carnívoro.
La cornamenta de este casi empala a un Höor dispuesto a dar muerte a la bestia, de no ser porque mi espada se cruzó en la trayectoria de las astas librando a mi amigo de un buen agujero y seguramente de coger la peste o la rabia.
Höor aprovechó ese momento para ladeando la bastarda encontrar el lateral, hundió su acero entre las costillas buscando el corazón para trincharlo como un pavo.
La bestia aullaba de dolor mientras el oso la desgarraba con las zarpas y yo mantenía su cornamenta lejos de ambos.
El bicho se sacudía enérgico, posiblemente herido de muerte por el acero que el conde había hundido.
Lund Around- Humano Clase Alta
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Fecha de inscripción : 22/09/2017
Re: Vann stein (privado)
El oso rugió con furia desatada, descargó las garras y los tremendos colmillos sobre la bestia cornuda, desgarró piel y c arne, mordió la yugular con saña cubriéndose entero con la sangre del enemigo, lo cual lo exaltó todavía más. Sangre y carne, Hellbambi iba a ser su primer tributo de sangre a los dioses animales, a su totem Gurahl desde hacía mucho tiempo. No se había encontrado muy motivado a cambiar de forma, para los osos era un proceso muy desgastante y una vez se convertía en oso, el cuerpo le pedía permanecer así durante días o incluso semanas.
Angus ya estaba acostumbrado a verlo así, pero no dejaba de ser un espectáculo demoledor, esa enorme masa de carne y pelo desgarrando y royendo como una máquina, como una trituradora de carne. Un frenesí tan potente que cualquier enemigo debería temerlo. Cuando la criatura expiro, siguió lacerando su cuello hasta que resoplando vaho se calmó y se giró hacia el grupo. Estaba completamente cubierto de sangre, así que regresó a su postura de cuatro patas y se hundió en un charco revolcándose en él para quitarse el hedor putrefacto de esa sangre maldita. Sí, hoy era un buen día para permanecer en forma úrsida, se quedaría así un rato más.
Angus ya estaba acostumbrado a verlo así, pero no dejaba de ser un espectáculo demoledor, esa enorme masa de carne y pelo desgarrando y royendo como una máquina, como una trituradora de carne. Un frenesí tan potente que cualquier enemigo debería temerlo. Cuando la criatura expiro, siguió lacerando su cuello hasta que resoplando vaho se calmó y se giró hacia el grupo. Estaba completamente cubierto de sangre, así que regresó a su postura de cuatro patas y se hundió en un charco revolcándose en él para quitarse el hedor putrefacto de esa sangre maldita. Sí, hoy era un buen día para permanecer en forma úrsida, se quedaría así un rato más.
Stan McQuinn- Cambiante Clase Alta
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Fecha de inscripción : 19/09/2017
Re: Vann stein (privado)
Cuando los tres dejaron al monstruo tendido y agonizante en el suelo avanzaron hacia el resto del grupo y parecía que les había cagado y regurgitado un demonio, así de llenos de barro, mierda, fluidos y sangre se encontraban. El oso hizo lo más lógico, lavarse en el agua turbia del pantano con NOMBRE IMPRONUNCIABLE que apuntaría en mi cuaderno de bitácora para no olvidarlo.
Enarqué una ceja cuando los vi venir, si Lund creía que le iba a dar un besito de bienvenida, lo tenía claro. A mi que no se me acercase oliendo a estercolero de monstruo.
— Eh! Eh! un paso atrás. Hueles a Randulf en un día de diarrea, así que ni se te ocurra...— no puede decir nada más porque ¡Cómo no! se me echó encima para pringarme. ¡Oh, sí! que divertidas eran las bromas... esa me la iba a pagar.— ¡Quieto!! Nooo! suelta!! joder Lund!!!
Khayla soltó una carcajada y Angus, el primo de Stan también se divirtió lo suyo. ¡Qué poco respeto! era capitana de un barco, era una leyenda del mar... y acababan de llenarme de mierda de ciervo carnívoro. Seguró a Sirius le encantaría la historia cuando se la contase.
Enarqué una ceja cuando los vi venir, si Lund creía que le iba a dar un besito de bienvenida, lo tenía claro. A mi que no se me acercase oliendo a estercolero de monstruo.
— Eh! Eh! un paso atrás. Hueles a Randulf en un día de diarrea, así que ni se te ocurra...— no puede decir nada más porque ¡Cómo no! se me echó encima para pringarme. ¡Oh, sí! que divertidas eran las bromas... esa me la iba a pagar.— ¡Quieto!! Nooo! suelta!! joder Lund!!!
Khayla soltó una carcajada y Angus, el primo de Stan también se divirtió lo suyo. ¡Qué poco respeto! era capitana de un barco, era una leyenda del mar... y acababan de llenarme de mierda de ciervo carnívoro. Seguró a Sirius le encantaría la historia cuando se la contase.
Danielle Morgan- Humano Clase Media
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Fecha de inscripción : 21/08/2017
Re: Vann stein (privado)
La bestia fue vencida exhalando su ultimo aliento de vida. El oso seguía aun así desgarrando su carne mientras Lund con una ladeada sonrisa se acercaba a la pirata que reculaba para que no la cogiera y ambos se reían.
Finalmente hundió su hombro bajo su vientre alzándola como un saco mientras le daba unos manotazos y la llenaba de sangre oscura y putrefacta.
Ella se resistía dándole patadas y el la llamaba Capitán Morgan con un deje un tato cómico.
Devolví mi vista a la criatura y de un golpe seco separé la cabeza del cuerpo del animal con desprecio, pensaba llevarles una ofrenda a esas brujas ya que me habían pedido carne, eso tendrían.
Me enseñaron a ser educado y a no acudir a casa ajena sin ofrendas de por medio.
Ladeé la sonrisa en una mueca un tanto sádica, las brujas podían sacar todas las bestias mágicas que quisieran pero antes del ocaso estaría frente a ellas.
Apreté el puño de nuevo, la herida no cerraba y la sangre fluía escurriéndose hasta la oscura agua del pantano.
Al entrar en contacto esta brillaba en un tono ambarino marcando el sendero a seguir nuestros pasos.
Emprendí la marcha, hundiendo mis botas en aquel fango parduzco mientras arrastraba por los cuernos mi tributo.
Caminaba con la putrefacta cabeza cuando una oscuridad nublo mi mirada, pestañeé varias veces, pensaba que era cosa de las malditas brujas y sus trucos sucios mas lejos de eso me vi en un árido páramo congelado.
En mi mano no portaba cabeza alguna ni atrás estaban mis compañeros de aventura, estaba solo en aquel lugar que identifiqué como Hel y la risa de una mujer no se hizo de esperar.
Mis músculos se tensaron ,preso del desconcierto mi mano sobrevoló la distancia que me separaba de la empuñadura de mi bastarda.
-¿Buscas esto guerrero? -preguntó una voz femenina que rodeó mi cuerpo con la gelidez de un espectro sin quitarme la vista de encima.
En sus manos mi acero, su risa emitía el graznido de un cuervo, bella como una diosa se detuvo frente a mi mirada parda, sus dedos acariciaron lentos mi mejilla.
-No es necesario salvador que os diga quien soy, pues lo sabéis, Hela es mi nombre, reino en Hel y nací de Loqui y de la giganta.
Su risa era repetitiva, aunque acariciaba de algún modo mis sentidos.
-¿Que hago aquí? -pregunté con altivez.
Si algún día moría seria espada en mano, no seria a su páramo al que fuera si no al Valhalla.
-pequeño guerrero no sufras, no estas muerto -susurró arrastrando las palabras -vengo a mostrarte algo que necesitas saber y que forjara tu sino.
Enarqué una ceja ¿por que ayudarme alguien como ella?
Su mano en mi frente, rugí de dolor al sentir el quemazón, ante mis ojos desfilaron una consecución de imágenes que no entendía, pero que se sucedían entre el fuego de unas llamas, oscura la melena de una mujer y una marca en la espalda grabada a fuego que no había visto en mi vida.
Muerte, caos, destrucción...
Abrí los ojos de golpe, como si hubiera sido una pesadilla, un sudor frio me invadía, la espada a mi espalda, el pantano bajo mis botas y la cornamenta del ciervo carnívoro en mi mano.
-Sigamos -dije sin mas al ver la cara de preocupación de algunos de los que me acompañaban
Finalmente hundió su hombro bajo su vientre alzándola como un saco mientras le daba unos manotazos y la llenaba de sangre oscura y putrefacta.
Ella se resistía dándole patadas y el la llamaba Capitán Morgan con un deje un tato cómico.
Devolví mi vista a la criatura y de un golpe seco separé la cabeza del cuerpo del animal con desprecio, pensaba llevarles una ofrenda a esas brujas ya que me habían pedido carne, eso tendrían.
Me enseñaron a ser educado y a no acudir a casa ajena sin ofrendas de por medio.
Ladeé la sonrisa en una mueca un tanto sádica, las brujas podían sacar todas las bestias mágicas que quisieran pero antes del ocaso estaría frente a ellas.
Apreté el puño de nuevo, la herida no cerraba y la sangre fluía escurriéndose hasta la oscura agua del pantano.
Al entrar en contacto esta brillaba en un tono ambarino marcando el sendero a seguir nuestros pasos.
Emprendí la marcha, hundiendo mis botas en aquel fango parduzco mientras arrastraba por los cuernos mi tributo.
Caminaba con la putrefacta cabeza cuando una oscuridad nublo mi mirada, pestañeé varias veces, pensaba que era cosa de las malditas brujas y sus trucos sucios mas lejos de eso me vi en un árido páramo congelado.
En mi mano no portaba cabeza alguna ni atrás estaban mis compañeros de aventura, estaba solo en aquel lugar que identifiqué como Hel y la risa de una mujer no se hizo de esperar.
Mis músculos se tensaron ,preso del desconcierto mi mano sobrevoló la distancia que me separaba de la empuñadura de mi bastarda.
-¿Buscas esto guerrero? -preguntó una voz femenina que rodeó mi cuerpo con la gelidez de un espectro sin quitarme la vista de encima.
En sus manos mi acero, su risa emitía el graznido de un cuervo, bella como una diosa se detuvo frente a mi mirada parda, sus dedos acariciaron lentos mi mejilla.
-No es necesario salvador que os diga quien soy, pues lo sabéis, Hela es mi nombre, reino en Hel y nací de Loqui y de la giganta.
Su risa era repetitiva, aunque acariciaba de algún modo mis sentidos.
-¿Que hago aquí? -pregunté con altivez.
Si algún día moría seria espada en mano, no seria a su páramo al que fuera si no al Valhalla.
-pequeño guerrero no sufras, no estas muerto -susurró arrastrando las palabras -vengo a mostrarte algo que necesitas saber y que forjara tu sino.
Enarqué una ceja ¿por que ayudarme alguien como ella?
Su mano en mi frente, rugí de dolor al sentir el quemazón, ante mis ojos desfilaron una consecución de imágenes que no entendía, pero que se sucedían entre el fuego de unas llamas, oscura la melena de una mujer y una marca en la espalda grabada a fuego que no había visto en mi vida.
Muerte, caos, destrucción...
Abrí los ojos de golpe, como si hubiera sido una pesadilla, un sudor frio me invadía, la espada a mi espalda, el pantano bajo mis botas y la cornamenta del ciervo carnívoro en mi mano.
-Sigamos -dije sin mas al ver la cara de preocupación de algunos de los que me acompañaban
Höor Cannif- Realeza Neerlandesa
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Fecha de inscripción : 21/09/2016
Localización : el placentero infierno de tus piernas.
Re: Vann stein (privado)
Krystha ni siquiera se molestó en inmiscuirse en la pelea, cuando vio que el oso tomaba parte y que el resto no se amedrentaba por semejante bestia, decidió que era un buen momento para dejarles atrás, no necesitaba un grupo de ignorantes haciendo ruido, podía seguir sola, conseguir la información sobre su objetivo y volver por donde había venido, no era buena idea juntarse con desconocidos. No se fue enseguida porque quería estudiar al bicho, parecía fuerte pero ellos eran demasiados y no mediocres, la cazadora observó para tener constancia de las debilidades del extraño animal, pero en cuanto las tuvo se alejó de la zona cuidadosamente para seguir su camino cuando lo escuchó.
En su último aliento de vida, antes de que Höor le decapitara, exhaló un último mugido que retumbó por todo el maldito pantano. Sabía que esa no era buena señal, se quedó petrificada mirando a su tía, porque suponía que ella también se había dado cuenta de que era un sonido diferente a los que habían escuchado hasta ahora, parecían ser las únicas, más acostumbradas a batirse con seres de ese calibre, porque escuchó las chanzas y los gritos. ¿En serio estaban gritando en esa situación? No supo por qué, podía haberles dejado allí lidiar con lo que se les venía encima mientras ella aprovechaba el momento, pero no era así. Era una cazadora, no solo por la emoción de la caza y la lucha, si no porque había prometido proteger al mundo de influencias como aquella, de ser el brazo armado de la humanidad ignorante.
Miró a La Parca, con un gesto de hastío pero ambas sabían que su naturaleza le impediría irse sin más. Empezó a caminar de vuelta, cuando el suelo empezó a retumbar bajo sus pies. Höor estaba teniendo un extraño trance, del que no terminaba de salir, cuando dos hellbambis salieron de distintas zonas del pantano, levantando el extraño vaho rojizo bajo sus patas, junto con barro y musgo podrido que salía despedido. Iban con las cabezas gachas, directos a investir al grupo desde diferentes ángulos, con Höor aun en ese extraño trance del que justo había despertado, encontrándose con una de las bestias embistiendo hacia el grupo de Lund y Dani, mientras hacía el idiota y el otro, hacia el oso que había derribado a su compañero.
A punto estuvieron las bestias de chocar de nuevo, pero Krystha lo impidió subiendo por una de las patas delanteras del enorme ser, hasta su cuello, donde clavó una daga, dentro del oído. El animal gritó furibundo y tuvo que levantar la cabeza intentando evitar ese dolor, obligando a la cazadora a evitar sus cuernos. El animal perdió el equilibrio y su inmenso cuerpo amenazó con aplastar al oso bajo él.
En su último aliento de vida, antes de que Höor le decapitara, exhaló un último mugido que retumbó por todo el maldito pantano. Sabía que esa no era buena señal, se quedó petrificada mirando a su tía, porque suponía que ella también se había dado cuenta de que era un sonido diferente a los que habían escuchado hasta ahora, parecían ser las únicas, más acostumbradas a batirse con seres de ese calibre, porque escuchó las chanzas y los gritos. ¿En serio estaban gritando en esa situación? No supo por qué, podía haberles dejado allí lidiar con lo que se les venía encima mientras ella aprovechaba el momento, pero no era así. Era una cazadora, no solo por la emoción de la caza y la lucha, si no porque había prometido proteger al mundo de influencias como aquella, de ser el brazo armado de la humanidad ignorante.
Miró a La Parca, con un gesto de hastío pero ambas sabían que su naturaleza le impediría irse sin más. Empezó a caminar de vuelta, cuando el suelo empezó a retumbar bajo sus pies. Höor estaba teniendo un extraño trance, del que no terminaba de salir, cuando dos hellbambis salieron de distintas zonas del pantano, levantando el extraño vaho rojizo bajo sus patas, junto con barro y musgo podrido que salía despedido. Iban con las cabezas gachas, directos a investir al grupo desde diferentes ángulos, con Höor aun en ese extraño trance del que justo había despertado, encontrándose con una de las bestias embistiendo hacia el grupo de Lund y Dani, mientras hacía el idiota y el otro, hacia el oso que había derribado a su compañero.
A punto estuvieron las bestias de chocar de nuevo, pero Krystha lo impidió subiendo por una de las patas delanteras del enorme ser, hasta su cuello, donde clavó una daga, dentro del oído. El animal gritó furibundo y tuvo que levantar la cabeza intentando evitar ese dolor, obligando a la cazadora a evitar sus cuernos. El animal perdió el equilibrio y su inmenso cuerpo amenazó con aplastar al oso bajo él.
- Spoiler:
- Te compro el hellbambi C:
Krystha E. Blackmore- Cazador Clase Alta
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Fecha de inscripción : 13/09/2017
Re: Vann stein (privado)
Bajaba a Dani buscando su boca cuando el suelo volvió a temblar, Höor parecía en trancé lo que me hizo enarcar una ceja, hubiera acudido en su ayuda de nos ser porque dos nuevas bestias cornudas emergieron del suelo.
Con la cabeza gacha ambas decidieron proclamar la república independiente del pantano y embestirnos para que nos largáramos.
Una hacia el oso, otra directa hacia nosotros, empujé hacia atrás a Daniella mientras desenvainaba la espada que silbo dispuesta a morder la carne de la bestia.
Tomé impulsó hendiendo mi espada en su pecho con rudeza, su impacto me hizo caer sobre el lodo salpicando agua negra mientras la bestia rugía de dolor con mi acero clavado en su interior.
Había decidido morir matando, así que su cornamenta dirigida hacia mi pecho en ese ultimo halo de vida que le quedaba buscaba ensartarme como a un cerdo.
El hacha providencial de Höor lanzada e incrustada en la nuca de la bestia la hizo caer muerta antes de cornearme.
Con la respiración erratica elevé la mirada buscando a Dani, por suerte con mi empujón la había puesto a salvo.
Me alcé del suelo sacando mi acero de su vientre y apoyando el pie en su cornamenta tiré del ahcha corta de Höor.
Una chica rubita se había unido a la fiesta ¿que cojones hacia alguien como ella en estos lares de mierda.
-¿Quien eres tu? -preguntó Höor adelatandose a preguntar lo que se pasaba por mi cabeza.
Me acerqué a Danielle rodeando su cintura con mi brazo como si nada pasara y en parte así era, eramos vikingos, la muerte y la vida tenían un significado bien distinto en nuestra cultura.
-¿estas bien? -le pregunté en un susurro sobre su oído .
Con la cabeza gacha ambas decidieron proclamar la república independiente del pantano y embestirnos para que nos largáramos.
Una hacia el oso, otra directa hacia nosotros, empujé hacia atrás a Daniella mientras desenvainaba la espada que silbo dispuesta a morder la carne de la bestia.
Tomé impulsó hendiendo mi espada en su pecho con rudeza, su impacto me hizo caer sobre el lodo salpicando agua negra mientras la bestia rugía de dolor con mi acero clavado en su interior.
Había decidido morir matando, así que su cornamenta dirigida hacia mi pecho en ese ultimo halo de vida que le quedaba buscaba ensartarme como a un cerdo.
El hacha providencial de Höor lanzada e incrustada en la nuca de la bestia la hizo caer muerta antes de cornearme.
Con la respiración erratica elevé la mirada buscando a Dani, por suerte con mi empujón la había puesto a salvo.
Me alcé del suelo sacando mi acero de su vientre y apoyando el pie en su cornamenta tiré del ahcha corta de Höor.
Una chica rubita se había unido a la fiesta ¿que cojones hacia alguien como ella en estos lares de mierda.
-¿Quien eres tu? -preguntó Höor adelatandose a preguntar lo que se pasaba por mi cabeza.
Me acerqué a Danielle rodeando su cintura con mi brazo como si nada pasara y en parte así era, eramos vikingos, la muerte y la vida tenían un significado bien distinto en nuestra cultura.
-¿estas bien? -le pregunté en un susurro sobre su oído .
Lund Around- Humano Clase Alta
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Fecha de inscripción : 22/09/2017
Re: Vann stein (privado)
Las dos cazadoras hacían un tándem letal, no podía recordar las innumerables veces que había entrenado a su sobrina, posiblemente más que a nadie en la Orden, siempre exigiéndole el máximo de ella, el cien por cien, como no podía ser menos si iba a heredar el rango de su padre. Ella era una leyenda viva de esa orden, pero su vista ya no era la misma con casi cincuenta primeras, aunque se movía endiabladamente bien. Humana y orgullosa de serlo, portaba el apellido de su familia por estandarte; su hijo había salido hechicero como su padre y no habían sido bendecidos con más descendencia, así que Faith se volcó en Krys que era para ella como una hija y estaba muy orgullosa de todo lo que había conseguido.
La bestia era fea y cornuda, no era de lo peor que había visto en su vida, pero quizás sí de lo más grande, su especialidad eran los vampiros y los licántropos, no los engendros del averno, pero bueno. Estaba casada con Stein Ackerman, había visto muchas cosas raras a lo largo de su vida. Krys trepó hasta hundir su daga en el bicho y Faith se dirigió hacia el otro lado del Hellbambi y hundió en su hígado una espada de dos filos que tenía empuñadura trenzada en el centro. Rajó hacia abajo al bicho descendiendo por su propio peso agarrada al arma y cuando puso un pie en el suelo rodó con una elegante voltereta que la alejó convenientemente del desparrame de tripas que sucedió cuando la cavidad abdominal se vio expuesta.
El monstruo sufrió una convusión previa a la muerte y la inglesa se retiró un mechón de la cara com si acabase de aplastar un caracol.
— Vaya...Höor Cannif, me alegro de verte, veo que los años te han tratado bien. No sé si me recordarás soy la hermana del capitán de la Orden, Aveline Blackmore.
Lo había conocido en la boda de Elora y había estado repasando su expediente porque se había visto investigado por la Orden por asuntos turbios relacionados con una vampira llamada Lakme, aunque luego archivaron la carpeta.
La bestia era fea y cornuda, no era de lo peor que había visto en su vida, pero quizás sí de lo más grande, su especialidad eran los vampiros y los licántropos, no los engendros del averno, pero bueno. Estaba casada con Stein Ackerman, había visto muchas cosas raras a lo largo de su vida. Krys trepó hasta hundir su daga en el bicho y Faith se dirigió hacia el otro lado del Hellbambi y hundió en su hígado una espada de dos filos que tenía empuñadura trenzada en el centro. Rajó hacia abajo al bicho descendiendo por su propio peso agarrada al arma y cuando puso un pie en el suelo rodó con una elegante voltereta que la alejó convenientemente del desparrame de tripas que sucedió cuando la cavidad abdominal se vio expuesta.
El monstruo sufrió una convusión previa a la muerte y la inglesa se retiró un mechón de la cara com si acabase de aplastar un caracol.
— Vaya...Höor Cannif, me alegro de verte, veo que los años te han tratado bien. No sé si me recordarás soy la hermana del capitán de la Orden, Aveline Blackmore.
Lo había conocido en la boda de Elora y había estado repasando su expediente porque se había visto investigado por la Orden por asuntos turbios relacionados con una vampira llamada Lakme, aunque luego archivaron la carpeta.
Aveline Blackmore- Cazador Clase Alta
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Fecha de inscripción : 07/01/2017
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Re: Vann stein (privado)
Al escuchar mi nombre de la extranjera me gire para enfrentar sus azules, me costó un poco recordarla, quizás porque apenas la había visto un par de veces. Una cuando había visitado a Elora en su boda. Acudí a felicitarla, así como a darle mi regalo pero que me largué antes de la ceremonia pues iba a producirse en un barco y era consciente de que no era bienvenido en ese navío.
Su mujer y yo nunca hicimos buenas migas, supongo que Elora siempre estuvo entre ambos, como del mismo modo Valeria y Elora jamas habían encajado.
Pero eso es otro asunto que no atedia a la realidad de este momento y que aparté de mi mente con rapidez.
La segunda vez creo que fue una navidad y poco mas.
Ladeé la sonrisa acercándome a ella, soltando antes la cabeza de la bestia.
-Te diría lo miso pero el tiempo te ha sentado mal ¿donde te has metido cazadora? -pregunté estrechando su mano tras limpiar los restos de sangre en el camal de mi pantalón -¿que te trae por mis tierras mujer? -le pregunté observando el acero de us mirada.
Podía aparentar mas años de los que debía tener, mas esa mujer era letal, había escuchado hablar de ella a Lakme, sabia que una había investigado a la otra y viceversa.
Dos depredadores que no tendían a soltar presa, estaba claro que Lakme era una amiga para mi y que pese a haberme traicionado en su día, seguía procesandole respeto, cariño y protección.
Esperé su respuesta sin dejar de mirarla, era una cazadora y no me extrañaría que la caza de esas brujas fuera una prioridad para ella, pero no estaba muy seguro de ello, a fin de cuentas convivía con un brujo y Elora era una de ellas.
Su mujer y yo nunca hicimos buenas migas, supongo que Elora siempre estuvo entre ambos, como del mismo modo Valeria y Elora jamas habían encajado.
Pero eso es otro asunto que no atedia a la realidad de este momento y que aparté de mi mente con rapidez.
La segunda vez creo que fue una navidad y poco mas.
Ladeé la sonrisa acercándome a ella, soltando antes la cabeza de la bestia.
-Te diría lo miso pero el tiempo te ha sentado mal ¿donde te has metido cazadora? -pregunté estrechando su mano tras limpiar los restos de sangre en el camal de mi pantalón -¿que te trae por mis tierras mujer? -le pregunté observando el acero de us mirada.
Podía aparentar mas años de los que debía tener, mas esa mujer era letal, había escuchado hablar de ella a Lakme, sabia que una había investigado a la otra y viceversa.
Dos depredadores que no tendían a soltar presa, estaba claro que Lakme era una amiga para mi y que pese a haberme traicionado en su día, seguía procesandole respeto, cariño y protección.
Esperé su respuesta sin dejar de mirarla, era una cazadora y no me extrañaría que la caza de esas brujas fuera una prioridad para ella, pero no estaba muy seguro de ello, a fin de cuentas convivía con un brujo y Elora era una de ellas.
Höor Cannif- Realeza Neerlandesa
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Re: Vann stein (privado)
Sonrió irónicamente, claro que el tiempo había pasado por ella, pues venía del futuro. Ya sabía que él no era un novato respecto a esos menesteres, Elora y Höor habían hecho algo impensable que precipitó las cosas en su momento al viajar al futuro donde Xaryne había muerto a manos de Stein. Ese futuro era horrible y se propusieron cambiarlo. Desde luego lo habían conseguido, el brujo era ahora suyo y no dejaría que tocase un pelo a su hermana ni a su cuñada, porque aunque Ackerman había cambiado, seguía habiendo oscuridad en él.
— No somos de este tiempo, lince. Esta es mi sobrina, Krystha, la primogénita de mi hermano, sí, ya sé que en esta época ni siquiera se ha casado, pero supongo que andas muy ocupado aquí lidiando con estos bichos como para estar al tanto de lo que sucede en París. No me preguntes por tu futuro porque no lo sé, y además ya sabes que puede cambiar, que pueden haber varios.— Las Blackmore no se andaban con muchos rodeos, así que le dio la explicación escueta y directa a Höor a la par que estrechaba su mano y le presentaba a Krys.
Dejaría que fuera ella la que dijese o no, qué es lo que andaban buscando en aquel pantano, a fin de cuentas era la que mandaba en esa misión, como habían quedado. Desde luego el comienzo de esa aventura había sido muy infructuoso, llevaban días buscando en vano y ahora que empezaban a acercarse a Pandemonium se encontraban con aquel grupo pintoresco, pero al menos a Cannif lo conocía y podía confiar en su hospitalidad y colaboración.
— No somos de este tiempo, lince. Esta es mi sobrina, Krystha, la primogénita de mi hermano, sí, ya sé que en esta época ni siquiera se ha casado, pero supongo que andas muy ocupado aquí lidiando con estos bichos como para estar al tanto de lo que sucede en París. No me preguntes por tu futuro porque no lo sé, y además ya sabes que puede cambiar, que pueden haber varios.— Las Blackmore no se andaban con muchos rodeos, así que le dio la explicación escueta y directa a Höor a la par que estrechaba su mano y le presentaba a Krys.
Dejaría que fuera ella la que dijese o no, qué es lo que andaban buscando en aquel pantano, a fin de cuentas era la que mandaba en esa misión, como habían quedado. Desde luego el comienzo de esa aventura había sido muy infructuoso, llevaban días buscando en vano y ahora que empezaban a acercarse a Pandemonium se encontraban con aquel grupo pintoresco, pero al menos a Cannif lo conocía y podía confiar en su hospitalidad y colaboración.
Aveline Blackmore- Cazador Clase Alta
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Fecha de inscripción : 07/01/2017
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Re: Vann stein (privado)
En el centro del pantano, el suelo de madera de la cabaña elevada sobre el agua del cenagal sufría los saltos de excitación de la pequeña de las moiras. Skogull observaba las aguas cambiantes de su puchero en silencio pero se rompió con un fiero gruñido cuando la morena salió de la cabaña hecha un auténtico basilisco. El fuerte golpe de la puerta al chocar contra el quicio de la misma hizo que uno de los cocodrilos de seis patas, que hasta entonces había permanecido con la cabeza sobre el regazo de Ingrid, saliera a toda prisa y se escondiera en las profundidades del agua. El resto de reptiles que se hallaban cerca hicieron lo mismo.
- Tus bestias no han funcionado, Ingrid.-La susodicha estaba sentada en el porche y levantó la vista con un suspiro.- No me digas que no te importuna que tus bestias mueran como si fueran conejos, querida.-Antes de poder hablar, Ingrid sintió la presión del aire en su cuello impidiéndole respirar. Brilda empezó a saltar y a dar palmas, acompañada de una risa aguda contemplando el poder de la mayor.-Siempre te disgusta que usemos a tus bichos y ahora resulta que no mueves un dedo por ellos, ¿Qué tramas hermanita?-Ingrid separó los labios, intentando recuperar el aire, Skogull le dejó sentir la agonía de la falta de oxígeno antes de liberarla y la chica empezó a toser, llevándose una mano al cuello por inercia. No se molestó en enterrar el enfado que sentía. Lejos de ofenderse, Skogull parecía divertida.- Las bestias han cumplido con su cometido.- ¿Y cuál es ese, hermana? -El de guiarlos hacia aquí.- ¿Hacía aquí, para qué? ¿Es que quieres que nos enfrentemos?- Si queréis la sangre del Cannif necesitáis que se acerque y cogerla mientras está vivo, os lo he explicado mil veces. Luego..-Si, luego el ritual.- ¿No podemos jugar con él?- Mientras que no lo mates, Brilda, puedes hacer lo que quieras.- ¡Tengo tantas ganas de verle! Pero y el resto qué, ¿A esos si puedo?- Ingrid se puso en pie suspirando y caminó hacia el interior de la cabaña, era amplia y en medio una olla inmensa bullía.- ¿No te gusta ninguno para quédartelo?- Brilda miraba la olla fijamente.- Tal vez el oso, ¿No decían que cada vez había menos? ¿Y si no tengo otra oportunidad? Me comeré un pedacito, el resto lo puedo dejar entero, ¿Tu sabes cómo encerrarlo? Eh, Ingrid, ¿Tu sabes?- Si,lo se.- Brilda volvió a saltar alegre.- Entonces me pido al oso, lo quiero entero, bueno entero no, vivo, con las partes justas me conformo. ¿Cómo estará mejor? Nos queda azafrán y canela, tal vez un poco de..-¿Y ahora qué, Ingrid?
La mujer se alejó del caldero, después de ver cómo Höor cortaba la cabeza del primer ciervo, se giró en silencio, a punto de salir de la cabaña de nuevo, solo que por otra puerta.- Solo espera Skogull, te los traeré hasta aquí.- Es arriesgado, son muchos, ¿Crees que soy tonta?-No, pero vendrán igualmente, mejor que sepamos a qué nos enfrentamos y tener la ventaja de saber cuándo aparecerán. Os los traeré hasta aquí, les haré pasar por la Dama, te sugiero que te concentres y controles a Brilda antes de que los haga pedazos. Solo observa.
Ingrid desapareció por la segunda puerta, esta conducía a la nada, al menos al principio, pero tan solo era una ilusión, existía un cobertizo, donde guardaban víveres, algunos animales de granja, hierbas y todo tipo de botecitos y tarros, algunos colgando del techo y otros posados sobre infinitas estanterías. En uno de los rediles, un corro de niños se levantó cuando vieron a Ingrid y esta se metió entre ellos. Estaban asustados y alterados, comenzaron a hablar todos a la vez, la bruja se colocó a su altura.- Necesito silencio ahora, niños. Silencio. Todo irá bien. Solo tenéis que..-Estar callados.- Eso es. Venid.- ¿Nos cantas?-Si querida..Ven.-Ingrid se sentó sobre la paja, los niños se arremolinaron y se acomodaron a su alrededor para escucharla. La bruja sacó algo de uno de los bolsillos de su vestido hecho de retales, se concentró y segundos después empezó a entonar una canción.
Una canción que fue transportada por el aire, la ciénaga se impregnó de ella, la transmitía en un tono fantasmagórico pero insistente. El cenagal, se calló, hasta los mosquitos desaparecieron, no hubo ningún sonido, hasta que no apareció un niño. En un principio, parecía un niño de lo más normal, salvo porque le habían cortado una de las orejas. Les hizo una señal, para que le siguieran.
- Tus bestias no han funcionado, Ingrid.-La susodicha estaba sentada en el porche y levantó la vista con un suspiro.- No me digas que no te importuna que tus bestias mueran como si fueran conejos, querida.-Antes de poder hablar, Ingrid sintió la presión del aire en su cuello impidiéndole respirar. Brilda empezó a saltar y a dar palmas, acompañada de una risa aguda contemplando el poder de la mayor.-Siempre te disgusta que usemos a tus bichos y ahora resulta que no mueves un dedo por ellos, ¿Qué tramas hermanita?-Ingrid separó los labios, intentando recuperar el aire, Skogull le dejó sentir la agonía de la falta de oxígeno antes de liberarla y la chica empezó a toser, llevándose una mano al cuello por inercia. No se molestó en enterrar el enfado que sentía. Lejos de ofenderse, Skogull parecía divertida.- Las bestias han cumplido con su cometido.- ¿Y cuál es ese, hermana? -El de guiarlos hacia aquí.- ¿Hacía aquí, para qué? ¿Es que quieres que nos enfrentemos?- Si queréis la sangre del Cannif necesitáis que se acerque y cogerla mientras está vivo, os lo he explicado mil veces. Luego..-Si, luego el ritual.- ¿No podemos jugar con él?- Mientras que no lo mates, Brilda, puedes hacer lo que quieras.- ¡Tengo tantas ganas de verle! Pero y el resto qué, ¿A esos si puedo?- Ingrid se puso en pie suspirando y caminó hacia el interior de la cabaña, era amplia y en medio una olla inmensa bullía.- ¿No te gusta ninguno para quédartelo?- Brilda miraba la olla fijamente.- Tal vez el oso, ¿No decían que cada vez había menos? ¿Y si no tengo otra oportunidad? Me comeré un pedacito, el resto lo puedo dejar entero, ¿Tu sabes cómo encerrarlo? Eh, Ingrid, ¿Tu sabes?- Si,lo se.- Brilda volvió a saltar alegre.- Entonces me pido al oso, lo quiero entero, bueno entero no, vivo, con las partes justas me conformo. ¿Cómo estará mejor? Nos queda azafrán y canela, tal vez un poco de..-¿Y ahora qué, Ingrid?
La mujer se alejó del caldero, después de ver cómo Höor cortaba la cabeza del primer ciervo, se giró en silencio, a punto de salir de la cabaña de nuevo, solo que por otra puerta.- Solo espera Skogull, te los traeré hasta aquí.- Es arriesgado, son muchos, ¿Crees que soy tonta?-No, pero vendrán igualmente, mejor que sepamos a qué nos enfrentamos y tener la ventaja de saber cuándo aparecerán. Os los traeré hasta aquí, les haré pasar por la Dama, te sugiero que te concentres y controles a Brilda antes de que los haga pedazos. Solo observa.
Ingrid desapareció por la segunda puerta, esta conducía a la nada, al menos al principio, pero tan solo era una ilusión, existía un cobertizo, donde guardaban víveres, algunos animales de granja, hierbas y todo tipo de botecitos y tarros, algunos colgando del techo y otros posados sobre infinitas estanterías. En uno de los rediles, un corro de niños se levantó cuando vieron a Ingrid y esta se metió entre ellos. Estaban asustados y alterados, comenzaron a hablar todos a la vez, la bruja se colocó a su altura.- Necesito silencio ahora, niños. Silencio. Todo irá bien. Solo tenéis que..-Estar callados.- Eso es. Venid.- ¿Nos cantas?-Si querida..Ven.-Ingrid se sentó sobre la paja, los niños se arremolinaron y se acomodaron a su alrededor para escucharla. La bruja sacó algo de uno de los bolsillos de su vestido hecho de retales, se concentró y segundos después empezó a entonar una canción.
- Spoiler:
Una canción que fue transportada por el aire, la ciénaga se impregnó de ella, la transmitía en un tono fantasmagórico pero insistente. El cenagal, se calló, hasta los mosquitos desaparecieron, no hubo ningún sonido, hasta que no apareció un niño. En un principio, parecía un niño de lo más normal, salvo porque le habían cortado una de las orejas. Les hizo una señal, para que le siguieran.
Ingrid Östberg- Hechicero Clase Baja
- Mensajes : 55
Fecha de inscripción : 18/10/2017
Re: Vann stein (privado)
Enarcó una ceja cuando vio a Höor y a Lund lanzarse hacia el monstruo del averno sin más. Esos dos eran muy idiotas, ¡es que acaso pensaban arrebatarle su asiento en la mesa? por sus ovarios que iba a sentarse al lado de Odín y nada ni nadie le arrebataría la gloria, pero cuando desenfundó dos sarracenas que llevaba a la espalda escuchó el crujido tras ella y vio a las dos mujeres abalanzarse hacia la bestia, no tenía ni idea de quénes eran ni qué pintaban allí pero se movía como dos diablas en celo sedientas de sangre y muerte.
La capitana y el escocés que portaba la ropa del oso se miraron entre ellos y la vikinga se encogió de hombros, debería intervenir pero al parecer se las apañaban muy bien, así que frunció el ceño y cuando cortaron la cabeza de la criatura y destriparon a la otra les gritó a pleno pulmón.
- ¡Sois unos cafres! no me habéis dejado mi ración.- apuntó con el dedo a Lund y al conde.- ¡valientes idiotas! el próximo es mio, y como os metáis en medio os arranco los huevos. ¡Y eso también va por el oso!.
El animal gruñó perezosamente como si hubiera entendido el comentario, el escocés podía dar fe de su ferocidad, la noche que pasaron en la posada no lo dejó insatisfecho precisamente.
La mayor de las dos extrañas se presentó hablandole con familiaridad al conde, posiblemente lo conocía de sus viajes a París. Pues ya era casualidad encontrarse en aquel pantano apestoso, un lodazal perdido de la mano de dios. Se cruzó de brazos y cuando Lund se aproximó se llevó un capón de la guerrera, iba a echarle más bronca cuando esuchó una voz en el aire, venía flotando como un cántico.
- shhh. Callad.- se apartó unos pasos y notó como el viento gélido se le colaba por las costuras de su armadura produciéndole un escalofrío.- ¿lo escucháis? es como una canción.
Iba a decir algo más pero cayó en el encantamiento de las voces. Dejó el grupo avanzando por el pantano sin mirar donde pisaba, presa de un estado hipnótico que la llevab a alejarse y a no hacer ningun caso a las voces de sus amigos que la estaban llamando.
La capitana y el escocés que portaba la ropa del oso se miraron entre ellos y la vikinga se encogió de hombros, debería intervenir pero al parecer se las apañaban muy bien, así que frunció el ceño y cuando cortaron la cabeza de la criatura y destriparon a la otra les gritó a pleno pulmón.
- ¡Sois unos cafres! no me habéis dejado mi ración.- apuntó con el dedo a Lund y al conde.- ¡valientes idiotas! el próximo es mio, y como os metáis en medio os arranco los huevos. ¡Y eso también va por el oso!.
El animal gruñó perezosamente como si hubiera entendido el comentario, el escocés podía dar fe de su ferocidad, la noche que pasaron en la posada no lo dejó insatisfecho precisamente.
La mayor de las dos extrañas se presentó hablandole con familiaridad al conde, posiblemente lo conocía de sus viajes a París. Pues ya era casualidad encontrarse en aquel pantano apestoso, un lodazal perdido de la mano de dios. Se cruzó de brazos y cuando Lund se aproximó se llevó un capón de la guerrera, iba a echarle más bronca cuando esuchó una voz en el aire, venía flotando como un cántico.
- shhh. Callad.- se apartó unos pasos y notó como el viento gélido se le colaba por las costuras de su armadura produciéndole un escalofrío.- ¿lo escucháis? es como una canción.
Iba a decir algo más pero cayó en el encantamiento de las voces. Dejó el grupo avanzando por el pantano sin mirar donde pisaba, presa de un estado hipnótico que la llevab a alejarse y a no hacer ningun caso a las voces de sus amigos que la estaban llamando.
Khayla- Humano Clase Alta
- Mensajes : 42
Fecha de inscripción : 26/09/2017
Re: Vann stein (privado)
Khayla como de costumbre rugía por haberse quedado sin su presa, algo que nos hizo reír a ambos por los improperios que la rubia nos soltaba.
Dos mujeres se inmiscuyeron en esto, yo no las conocía de nada y tentado estuve de plantarles cara, dudaba que en ese puto pantano encontráramos aliados, pero para mi sorpresa una de ellas conocía a Höor lo que me hizo ladear la sonrisa regresando al lado de la guerrera que no paraba de bufar maldiciéndonos.
Fue entonces cuando una música empezó a sonar, una que al parecer abducía a Khayla, pues por mas que le decía que volviera, no me hacia ni puto caso. No es que eso no fuera normal en ella, pero de escucharme me hubiera sacado un preciosos dedo como respuesta.
Di unas zancadas alcanzándola, pero en ese momento me pareció ver a un niño, centré en él la atención.
-Höor – le llamé, tendría que dejar la interesante conversación con la rubia del mono apretado para luego.
Caminé tras el puto crio al que le faltaba una oreja y que de sobra sabia so llevaba a una trampa, pero ¿acaso no queríamos llegar ante las brujas para pedir la reliquia?
Bajo mis botas el agua cenagosa iba burbujeando, estaba claro que nos acercábamos a algo.
Dani se acercaba seguida del resto del grupo, alcé la mano para que se detuvieran al ver al niño corretear en circulo, como si nos esperara.
-Nos esta guiando a la entrada, nos esperan -aseguro Höor.
El oso se rascaba como podía el culo, al parecer las pulgas aun le picaban, eso le pasaba por ir con falda. ¡Por Odin! ¡Ni nuestras mujeres llevaban falda!
Al llegar todos a la misma altura el niño emprendió de nuevo el camino, la música no había dejado de sonar, era atrayente.
-Preparar la verga, las brujas nos esperan.
Dos mujeres se inmiscuyeron en esto, yo no las conocía de nada y tentado estuve de plantarles cara, dudaba que en ese puto pantano encontráramos aliados, pero para mi sorpresa una de ellas conocía a Höor lo que me hizo ladear la sonrisa regresando al lado de la guerrera que no paraba de bufar maldiciéndonos.
Fue entonces cuando una música empezó a sonar, una que al parecer abducía a Khayla, pues por mas que le decía que volviera, no me hacia ni puto caso. No es que eso no fuera normal en ella, pero de escucharme me hubiera sacado un preciosos dedo como respuesta.
Di unas zancadas alcanzándola, pero en ese momento me pareció ver a un niño, centré en él la atención.
-Höor – le llamé, tendría que dejar la interesante conversación con la rubia del mono apretado para luego.
Caminé tras el puto crio al que le faltaba una oreja y que de sobra sabia so llevaba a una trampa, pero ¿acaso no queríamos llegar ante las brujas para pedir la reliquia?
Bajo mis botas el agua cenagosa iba burbujeando, estaba claro que nos acercábamos a algo.
Dani se acercaba seguida del resto del grupo, alcé la mano para que se detuvieran al ver al niño corretear en circulo, como si nos esperara.
-Nos esta guiando a la entrada, nos esperan -aseguro Höor.
El oso se rascaba como podía el culo, al parecer las pulgas aun le picaban, eso le pasaba por ir con falda. ¡Por Odin! ¡Ni nuestras mujeres llevaban falda!
Al llegar todos a la misma altura el niño emprendió de nuevo el camino, la música no había dejado de sonar, era atrayente.
-Preparar la verga, las brujas nos esperan.
Lund Around- Humano Clase Alta
- Mensajes : 50
Fecha de inscripción : 22/09/2017
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