AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
Espacios libres: 11/40
Afiliaciones élite: ABIERTAS
Última limpieza: 1/04/24
En Victorian Vampires valoramos la creatividad, es por eso que pedimos respeto por el trabajo ajeno. Todas las imágenes, códigos y textos que pueden apreciarse en el foro han sido exclusivamente editados y creados para utilizarse únicamente en el mismo. Si se llegase a sorprender a una persona, foro, o sitio web, haciendo uso del contenido total o parcial, y sobre todo, sin el permiso de la administración de este foro, nos veremos obligados a reportarlo a las autoridades correspondientes, entre ellas Foro Activo, para que tome cartas en el asunto e impedir el robo de ideas originales, ya que creemos que es una falta de respeto el hacer uso de material ajeno sin haber tenido una previa autorización para ello. Por favor, no plagies, no robes diseños o códigos originales, respeta a los demás.
Así mismo, también exigimos respeto por las creaciones de todos nuestros usuarios, ya sean gráficos, códigos o textos. No robes ideas que les pertenecen a otros, se original. En este foro castigamos el plagio con el baneo definitivo.
Todas las imágenes utilizadas pertenecen a sus respectivos autores y han sido utilizadas y editadas sin fines de lucro. Agradecimientos especiales a: rainris, sambriggs, laesmeralda, viona, evenderthlies, eveferther, sweedies, silent order, lady morgana, iberian Black arts, dezzan, black dante, valentinakallias, admiralj, joelht74, dg2001, saraqrel, gin7ginb, anettfrozen, zemotion, lithiumpicnic, iscarlet, hellwoman, wagner, mjranum-stock, liam-stock, stardust Paramount Pictures, y muy especialmente a Source Code por sus códigos facilitados.
Victorian Vampires by Nigel Quartermane is licensed under a
Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.
Creado a partir de la obra en https://victorianvampires.foroes.org
Últimos temas
Las cosas que no se pueden explicar con palabras [Anuar]
2 participantes
Página 3 de 5.
Página 3 de 5. • 1, 2, 3, 4, 5
Las cosas que no se pueden explicar con palabras [Anuar]
Recuerdo del primer mensaje :
Habían pasado casi tres meses. Aquel era el día 89 y aunque para el vampiro fuese una cantidad pequeña, le daba la impresión de que hubieran pasado décadas sin verle. Nunca se imaginó que llegaría a añorar tanto la compañía de una persona, desde siempre había estado con Erkki y aunque había sido su único amigo (o al menos lo más cercano a uno que podría tener), si su mentor no estaba cerca, no sentía la necesidad de buscarle, no le hacía falta verlo con frecuencia y no le preocupaba el hecho de que pasaran años entre una visita a otra.
Quizás era la diferencia de tiempos lo que lo hacía tan diferente, la posibilidad de que Anuar pudiese morir, el hecho de que se hacía viejo y que sus metabolismos iban a diferentes velocidades, de cualquier modo, aquella noche, la número 89 de esa larga espera, Soren se encontraba sentado en el borde del techo del edificio donde vivía Anuar. Eran casi las 5 y el sol saldría muy pronto, el vampiro había esperado pacientemente que su presa se fuera a dormir y cuando estuvo completamente seguro de que el pintor estaba profundamente perdido en el mundo de morfeo, se deslizó como una silenciosa serpiente por la pared, hasta alcanzar su piso y se introdujo por una de las ventanas rotas.
Caminó por la sala, sus pies apenas si se sintieron en la madera vieja, porque un depredador por excelencia era experto en pasar desapercibido, en no dejar rastro de si mismo sin importar la situación. Y aquella era una importante misión, probablemente la más importante de toda su vida, su cuerpo temblaba conforme dejaba la pequeña caja con una manivela para darle cuerda de metal en una esquina de la sala. Una vez la dejó allí, sacó de su bolsillo derecho una tiza blanca, de las que usaba para escribir en los tableros de la universidad y comenzó a dibujar pequeñas flechas que señalaban la caja, generando un camino a seguir, que atravesaba toda la sala, hasta la habitación donde el chico dormía tranquilamente.
Entrar en el cuarto de Anuar fue más difícil de lo que esperó, verle allí acostado fue aún peor, quiso saltar sobre él y llenarle el rostro de besos, pero se contuvo y se limitó a dibujar más flechas desde su cama hasta la puerta, esperando que cuando se despertara al despuntar el alba, las viera y las siguiera hasta la caja que descansaba en la sala.
De la misma manera silenciosa como había entrado, abandonó el lugar con el corazón antes muerto latiendo imaginariamente como una locomotora imparable en su pecho, regresó a la sala y entonces dejó al lado de la caja un cuadrado de 40cm por 40cm cubierto por cartón, bajo él se escondía un lienzo que le había costado como un demonio pintar y que esperaba pudiera expresar todo lo que él no podía en palabras ni en actos.
Le dio un último vistazo a todo y cuando creyó que estaba de acuerdo a lo planeado, salió con la misma facilidad con la que entró por la ventana y trepó al techo, para después correr tan rápido como podía, pues casi podía sentir los rayos del sol pisándole los talones y amenazándo con quemarle la piel.
(( a este tipo de cajas me refiero: http://image.shutterstock.com/display_pic_with_logo/169/169,1254034229,1/stock-photo-surprise-box-toy-37773526.jpg ))
Habían pasado casi tres meses. Aquel era el día 89 y aunque para el vampiro fuese una cantidad pequeña, le daba la impresión de que hubieran pasado décadas sin verle. Nunca se imaginó que llegaría a añorar tanto la compañía de una persona, desde siempre había estado con Erkki y aunque había sido su único amigo (o al menos lo más cercano a uno que podría tener), si su mentor no estaba cerca, no sentía la necesidad de buscarle, no le hacía falta verlo con frecuencia y no le preocupaba el hecho de que pasaran años entre una visita a otra.
Quizás era la diferencia de tiempos lo que lo hacía tan diferente, la posibilidad de que Anuar pudiese morir, el hecho de que se hacía viejo y que sus metabolismos iban a diferentes velocidades, de cualquier modo, aquella noche, la número 89 de esa larga espera, Soren se encontraba sentado en el borde del techo del edificio donde vivía Anuar. Eran casi las 5 y el sol saldría muy pronto, el vampiro había esperado pacientemente que su presa se fuera a dormir y cuando estuvo completamente seguro de que el pintor estaba profundamente perdido en el mundo de morfeo, se deslizó como una silenciosa serpiente por la pared, hasta alcanzar su piso y se introdujo por una de las ventanas rotas.
Caminó por la sala, sus pies apenas si se sintieron en la madera vieja, porque un depredador por excelencia era experto en pasar desapercibido, en no dejar rastro de si mismo sin importar la situación. Y aquella era una importante misión, probablemente la más importante de toda su vida, su cuerpo temblaba conforme dejaba la pequeña caja con una manivela para darle cuerda de metal en una esquina de la sala. Una vez la dejó allí, sacó de su bolsillo derecho una tiza blanca, de las que usaba para escribir en los tableros de la universidad y comenzó a dibujar pequeñas flechas que señalaban la caja, generando un camino a seguir, que atravesaba toda la sala, hasta la habitación donde el chico dormía tranquilamente.
Entrar en el cuarto de Anuar fue más difícil de lo que esperó, verle allí acostado fue aún peor, quiso saltar sobre él y llenarle el rostro de besos, pero se contuvo y se limitó a dibujar más flechas desde su cama hasta la puerta, esperando que cuando se despertara al despuntar el alba, las viera y las siguiera hasta la caja que descansaba en la sala.
De la misma manera silenciosa como había entrado, abandonó el lugar con el corazón antes muerto latiendo imaginariamente como una locomotora imparable en su pecho, regresó a la sala y entonces dejó al lado de la caja un cuadrado de 40cm por 40cm cubierto por cartón, bajo él se escondía un lienzo que le había costado como un demonio pintar y que esperaba pudiera expresar todo lo que él no podía en palabras ni en actos.
Le dio un último vistazo a todo y cuando creyó que estaba de acuerdo a lo planeado, salió con la misma facilidad con la que entró por la ventana y trepó al techo, para después correr tan rápido como podía, pues casi podía sentir los rayos del sol pisándole los talones y amenazándo con quemarle la piel.
(( a este tipo de cajas me refiero: http://image.shutterstock.com/display_pic_with_logo/169/169,1254034229,1/stock-photo-surprise-box-toy-37773526.jpg ))
Soren Kaarkarogf- Vampiro Clase Baja
- Mensajes : 2734
Fecha de inscripción : 05/06/2010
Localización : Entre libros de historia y lienzos manchados.
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Las cosas que no se pueden explicar con palabras [Anuar]
De alguna manera, Soren sabía que Anuar no le traicionaría, luego de lo ocurrido la noche de su cumpleaños, luego de esa entrega tan maravillosa, el vampiro estaba seguro de que no habría una traición por parte el humano ¿Entonces porque temía? Su temor, era frente al hecho de que al aparecer una mejor persona, el sería capaz de alejarse y permitirle a Anuar tener una mejor vida al lado de esa persona, se creía capaz de sacrificar su felicidad por la del chico, estaba completamente seguro.
-Si que he aprendido algo importante – Respondió casi inmediatamente – Aprendí lo que se siente, perderte – Susurró como si lo que estuviese diciendo fuera pecado – viví muchos años solo y no me hacías falta... pero luego de que entraras en mi vida... ya no puedo volver al pasado y ser quien era... ya no puedo imaginarme una vida sin tu presencia – Le explicó, aquellas noches que pasó sentado en la cornisa del techo y las clases en las que había estado continuamente distraído, le habían hecho valorar a Anuar como nunca imaginó que podría.
- El mismo vampiro que aún se aterra de aceptar sus sentimientos y aún le cuesta ponerlo en palabras... el mismo vampiro torpe que no logra comprenderte y que no puede escapar de ti – Le completó la frase y sus ojos se abrieron enormemente al escuchar su agradecimiento, sus manos reaccionaron rápidamente al sentir la cercanía del chico contra su pecho bordeándolo y abrazándolo como a un infante.
-¿S...sortijas? - Exclamó sorprendido y casi rió tomándo por los hombros a Anuar para separarlo y mirarlo al rostro - ¿Es que acaso me imaginabas con vestido blanco y un ramo de flores? - Le preguntó y dejó escapar una risita – ¿No crees que me vería un poco ridículo con el velo? ¿O es que acaso te imaginabas cargándome hasta la habitación en la luna de miel? - De sólo imaginarlo ya le parecía de lo más espeluznante - O quizás querías tu llevar el vestido...- Agregó en broma – Te preocupaba haber subido un par de kilos y no caber en el corsé – Entonces juntó su frente con la de él, seguía estando rechazado, pero ahora sentía como si no hubiese perdido nada.
Que curiosa sensación de plenitud era esa.
-Si que he aprendido algo importante – Respondió casi inmediatamente – Aprendí lo que se siente, perderte – Susurró como si lo que estuviese diciendo fuera pecado – viví muchos años solo y no me hacías falta... pero luego de que entraras en mi vida... ya no puedo volver al pasado y ser quien era... ya no puedo imaginarme una vida sin tu presencia – Le explicó, aquellas noches que pasó sentado en la cornisa del techo y las clases en las que había estado continuamente distraído, le habían hecho valorar a Anuar como nunca imaginó que podría.
- El mismo vampiro que aún se aterra de aceptar sus sentimientos y aún le cuesta ponerlo en palabras... el mismo vampiro torpe que no logra comprenderte y que no puede escapar de ti – Le completó la frase y sus ojos se abrieron enormemente al escuchar su agradecimiento, sus manos reaccionaron rápidamente al sentir la cercanía del chico contra su pecho bordeándolo y abrazándolo como a un infante.
-¿S...sortijas? - Exclamó sorprendido y casi rió tomándo por los hombros a Anuar para separarlo y mirarlo al rostro - ¿Es que acaso me imaginabas con vestido blanco y un ramo de flores? - Le preguntó y dejó escapar una risita – ¿No crees que me vería un poco ridículo con el velo? ¿O es que acaso te imaginabas cargándome hasta la habitación en la luna de miel? - De sólo imaginarlo ya le parecía de lo más espeluznante - O quizás querías tu llevar el vestido...- Agregó en broma – Te preocupaba haber subido un par de kilos y no caber en el corsé – Entonces juntó su frente con la de él, seguía estando rechazado, pero ahora sentía como si no hubiese perdido nada.
Que curiosa sensación de plenitud era esa.
Soren Kaarkarogf- Vampiro Clase Baja
- Mensajes : 2734
Fecha de inscripción : 05/06/2010
Localización : Entre libros de historia y lienzos manchados.
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Las cosas que no se pueden explicar con palabras [Anuar]
Le escucho con la atención que pocas veces llegaba a otorgar, porque no podría equivocarse nuevamente al interpretar sus palabras podría aquello resultar en una catastrófica calamidad –mi vampiro torpe y cegatón- rio por lo bajo y aquello irónicamente no sonó a una burla, no y en efecto porque los adjetivos que le otorgaba no fuesen poco agradables, en efecto lo eran, sino por el meloso y aterciopelado tono de voz que mano de sus labios como de una fontana de ensueños, ligera y constante. Solo añoraba que no necesitasen reconstruir aquel momento pues la carga le agobiaba ¿y su capacidad humana? Los días le venían abajo.
-el mismo al cual amo…y al que tengo ante mí- aquel mal estar que como demonio alado intentaba subir por su tráquea era devorado ahora por los jugos gástricos o algún parecido, aquella sensación de nauseas e inconformidad se disipo dando paso a un sentimiento parecido y no así idéntico al que sentía en su presencia antes de su partida.
Sus mejillas no tardaron en volverse ígneas por sus cuestionamientos y el rápido movimiento que le había separado de el, bajo su mirada hasta que esta cayó sobre los botones de la camisa del vampiro y con rapidez comenzó a contarlos de ida y vuelta, de vuelta e ida y una vez más por si se le llegaba a olvidar –me imaginaba que la gente preguntaría…y yo podría decir que estaba casado y una sonrisa que nadie lograría descifrar pintaría entonces mi rostro…porque ellos jamás sabrían a quien le pertenecía- respiro profundamente encogiéndose de hombros, una utopía demasiado romántica, un romántico y fatalista, un soñador y vaya catastrófica combinación.
-aunque tus ideas también son buenas- sonrió de medio lado aunque cierto era y no mentir decir que, el joven pelirrojo no pensaba ni llegaría jamás a introducir su cuerpo en alguna prenda femenina, tener por una vida manos delicadas era tortura suficiente. Mantuvo su frente estrecha y su mirada baja perdida en algún punto inexistente de los labios del vampiro –pero…no necesitas una escusa para ponerte vestido si eso es lo que deseas puedes hacerlo- bromeo ¿bromeo? Quizás por segunda o tercera vez en toda su existencia. Sonrió, de forma cálida y sincera.
-el mismo al cual amo…y al que tengo ante mí- aquel mal estar que como demonio alado intentaba subir por su tráquea era devorado ahora por los jugos gástricos o algún parecido, aquella sensación de nauseas e inconformidad se disipo dando paso a un sentimiento parecido y no así idéntico al que sentía en su presencia antes de su partida.
Sus mejillas no tardaron en volverse ígneas por sus cuestionamientos y el rápido movimiento que le había separado de el, bajo su mirada hasta que esta cayó sobre los botones de la camisa del vampiro y con rapidez comenzó a contarlos de ida y vuelta, de vuelta e ida y una vez más por si se le llegaba a olvidar –me imaginaba que la gente preguntaría…y yo podría decir que estaba casado y una sonrisa que nadie lograría descifrar pintaría entonces mi rostro…porque ellos jamás sabrían a quien le pertenecía- respiro profundamente encogiéndose de hombros, una utopía demasiado romántica, un romántico y fatalista, un soñador y vaya catastrófica combinación.
-aunque tus ideas también son buenas- sonrió de medio lado aunque cierto era y no mentir decir que, el joven pelirrojo no pensaba ni llegaría jamás a introducir su cuerpo en alguna prenda femenina, tener por una vida manos delicadas era tortura suficiente. Mantuvo su frente estrecha y su mirada baja perdida en algún punto inexistente de los labios del vampiro –pero…no necesitas una escusa para ponerte vestido si eso es lo que deseas puedes hacerlo- bromeo ¿bromeo? Quizás por segunda o tercera vez en toda su existencia. Sonrió, de forma cálida y sincera.
Anuar Dutuescu- Humano Clase Baja
- Mensajes : 1801
Fecha de inscripción : 25/06/2010
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Las cosas que no se pueden explicar con palabras [Anuar]
Torpe y cegatón, sonaba muy bien en la boca de Anuar, de hecho aunque fueran defectos, le parecía más bonito y agradable que cualquier halago rebuscado digno de un poeta, a veces las cosas eran mejores cuando eran simples y reales, la belleza escondida dentro de las cosas cotidianas y mundanas, era más difícil de apreciar, pero no menos primorosa. Ser etiquetado de esa manera no sabía amargo en su boca sino más bien, se le antojaba como el algodón de azúcar que vendían en las ferias y cerca al circo.
- ¿Te gustaría tener una sortija? - Le preguntó al escuchar lo que Anuar decía sobre tener dicho objeto en su dedo corazón y lo que pensaría la gente, pero entonces recordó justo después de preguntar que eso no podría ser ya que el mismo Anuar había dicho que no a la propuesta. Soren no entendía muy bien porque se encontraba sonriendo y porque el humano parecía tranquilo y contento, no colérico como momentos antes, si de todas formas nada se había concretado. ¿Moriría ese tema esa noche o debía volver a intentarlo de otra manera?.
- ¡Te he pillado! - Exclamó y fingió indignación retirándose de él y llevándose las manos a la cintura - Me has rechazado porque no fui a pedírtelo vestido de 'novia' - Le acusó, se quedó mostrando su mejor cara de indignación que le hacía parecer como un ofendido profesor cuando su alumno cometía alguna indisciplina y segundos después sonrió, la sola imagen de si mismo en su cabeza, vestido de novia era demasiado ridícula y jocosa ¿Una novia barbuda y con anteojos? ¡Que horror!.
- ¿Sabes algo?... nunca imaginé que le pediría a alguien que se casara conmigo - Le confesó dejando escapar un suspiro y encogiéndose de hombros en el duro sofá - Cuando era joven y bello como tu, pensaba que las relaciones y especialmente el matrimonio eran una completa perdida de tiempo, de hecho, cuando mi hermana menor Annika se casó con un Barón de un reino cercano, tuve una tremenda discusión con mi hermano y mi madre... realmente deseaba quedarme escondido en algún lugar donde nadie me viera y así perderme la ceremonia... - Sacudió la cabeza de manera negativa - Ese día... me di cuenta de cuanto amaba a mi hermana...muy en el fondo, claro está... y ese mismo día la perdí, pues como dicta la tradición, se fue a vivir al otro reino con su esposo -
- ¿Te gustaría tener una sortija? - Le preguntó al escuchar lo que Anuar decía sobre tener dicho objeto en su dedo corazón y lo que pensaría la gente, pero entonces recordó justo después de preguntar que eso no podría ser ya que el mismo Anuar había dicho que no a la propuesta. Soren no entendía muy bien porque se encontraba sonriendo y porque el humano parecía tranquilo y contento, no colérico como momentos antes, si de todas formas nada se había concretado. ¿Moriría ese tema esa noche o debía volver a intentarlo de otra manera?.
- ¡Te he pillado! - Exclamó y fingió indignación retirándose de él y llevándose las manos a la cintura - Me has rechazado porque no fui a pedírtelo vestido de 'novia' - Le acusó, se quedó mostrando su mejor cara de indignación que le hacía parecer como un ofendido profesor cuando su alumno cometía alguna indisciplina y segundos después sonrió, la sola imagen de si mismo en su cabeza, vestido de novia era demasiado ridícula y jocosa ¿Una novia barbuda y con anteojos? ¡Que horror!.
- ¿Sabes algo?... nunca imaginé que le pediría a alguien que se casara conmigo - Le confesó dejando escapar un suspiro y encogiéndose de hombros en el duro sofá - Cuando era joven y bello como tu, pensaba que las relaciones y especialmente el matrimonio eran una completa perdida de tiempo, de hecho, cuando mi hermana menor Annika se casó con un Barón de un reino cercano, tuve una tremenda discusión con mi hermano y mi madre... realmente deseaba quedarme escondido en algún lugar donde nadie me viera y así perderme la ceremonia... - Sacudió la cabeza de manera negativa - Ese día... me di cuenta de cuanto amaba a mi hermana...muy en el fondo, claro está... y ese mismo día la perdí, pues como dicta la tradición, se fue a vivir al otro reino con su esposo -
Soren Kaarkarogf- Vampiro Clase Baja
- Mensajes : 2734
Fecha de inscripción : 05/06/2010
Localización : Entre libros de historia y lienzos manchados.
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Las cosas que no se pueden explicar con palabras [Anuar]
-me gustarían muchas cosas- y con aquello no decía todo más tampoco decía nada, una respuesta vaga y quizás demasiado amplia con infinitas posibilidades de respuesta y un centenar de incógnitas más ¿Cómo decir que si después de haberle rechazado? ¿Cómo decía que no cuando anhelaba un si? Mejor, indefinir la respuesta como una lejana posibilidad -¿te gustaría a ti?- le cuestiono y en voz baja porque seria más fácil escuchar su respuesta a intentar plantear la propia.
Abrio los parpados de hito en hito y dio un suave respingo en el asiento ante su exclamación, por poco y debía admitir y no se levantaba como resorte del sillón. Rió, una risa que se ahogo en una amplia sonrisa que deformo sus labios y pinto su rostro en los colores de la alegría y diversión –claro…con vestido blanco y velo…-¿Qué mas cosas habían en las bodas? No estaba del todo seguro ¿habia asistido alguna vez a una? Tampoco estaba seguro de aquello. Se lo imagino entonces con un corsé ceñido a su inexistente busto y cintura semi curveaba, sin caderas anchas ni piernas redondetas y la imagen se le antojo desagradable porque no era aquel el cuerpo que deseaba, por lo menos no censurado bajo las prendas que no le pertenecían.
-¿de que hablas?...no aparentas ni un año más que yo- y la verdad le supo amarga porque en dos o tres años la diferencia comenzaría a notarse como un augurio de muerte que siseante daba aviso de sus primeros pasos ¿y en diez años que pasaría? -¿jamás volviste a hablar con ella?- le cuestiono en voz baja, el mismo no estaba seguro de que actitud tomaría si Angeliqué llegaba un día a decirle que se casaría, saltaría quizás de alegría al saber que su hermana dejaría aquella vida infra moral o si por el contrario sería aquel motivo de discusiones porque quizás dicho hombre no le amase en la medida necesaria ¿hombre? ¿y si amaba a una mujer? Suspiro ampliamente apoyando su espalda contra el respaldo contrario ante el cual Soren yacia.
Abrio los parpados de hito en hito y dio un suave respingo en el asiento ante su exclamación, por poco y debía admitir y no se levantaba como resorte del sillón. Rió, una risa que se ahogo en una amplia sonrisa que deformo sus labios y pinto su rostro en los colores de la alegría y diversión –claro…con vestido blanco y velo…-¿Qué mas cosas habían en las bodas? No estaba del todo seguro ¿habia asistido alguna vez a una? Tampoco estaba seguro de aquello. Se lo imagino entonces con un corsé ceñido a su inexistente busto y cintura semi curveaba, sin caderas anchas ni piernas redondetas y la imagen se le antojo desagradable porque no era aquel el cuerpo que deseaba, por lo menos no censurado bajo las prendas que no le pertenecían.
-¿de que hablas?...no aparentas ni un año más que yo- y la verdad le supo amarga porque en dos o tres años la diferencia comenzaría a notarse como un augurio de muerte que siseante daba aviso de sus primeros pasos ¿y en diez años que pasaría? -¿jamás volviste a hablar con ella?- le cuestiono en voz baja, el mismo no estaba seguro de que actitud tomaría si Angeliqué llegaba un día a decirle que se casaría, saltaría quizás de alegría al saber que su hermana dejaría aquella vida infra moral o si por el contrario sería aquel motivo de discusiones porque quizás dicho hombre no le amase en la medida necesaria ¿hombre? ¿y si amaba a una mujer? Suspiro ampliamente apoyando su espalda contra el respaldo contrario ante el cual Soren yacia.
Anuar Dutuescu- Humano Clase Baja
- Mensajes : 1801
Fecha de inscripción : 25/06/2010
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Las cosas que no se pueden explicar con palabras [Anuar]
El vampiro se encogió de hombros respecto a las sortijas. No le gustaban mucho los simbolismos humanos, no le gustaba seguir las tendencias, porque a través de los años había aprendido que las personas idolatran objetos e ídolos falsos sólo porque el resto lo hace, pero sin tener un verdadero conocimiento, no quería tener que usar sortijas o realizar una ceremonia tal cual lo dictaba la tradición, cuando ni siquiera lo comprendía bien. - La verdad...no - Comentó echándose para atrás, recostando su cabeza en el borde del sofá - No... soy muy fanático de las tradiciones... por decirlo de alguna manera-
Cierto era que no aparentaba muchos años más que Anuar, aunque tuviera esas profundas y oscuras ojeras bajo sus ojos, aunque no hubiesen arrugas, su piel no era tersa y fresca como la del pintor, más bien era como una austera pared que parecía recién pintada, pero sin mayor gracia o bueno, al menos así era como se sentía a diferencia de otros vampiros que se maravillaban de tener sus pieles juveniles para el resto de la eternidad y se obsesionaban por lucir perfectos.
- No... - Casi susurró y entonces revivió el momento de la despedida, era una mañana de primavera, no muy caliente porque en su patria nunca hacía mucho calor, pero si cálida, recordaba haber entrado en la habitación de su hermana, porque su madre le había enviado a no se que y entonces ella, le había dejado sin habla, impactado para el resto de su vida - Si te cuento... probablemente pienses que... éramos una familia extraña... - Continuó dándole largas al asunto - El día de su vida, temprano en la mañana, fui a su habitación donde las esclavas le acicalaban el pelo y organizaban el vestido, nos dejaron a solas y por primera vez ella hizo algo que... me dejó desconcertado y sorprendido - Le relató cruzándose de piernas y apoyando ambas manos sobre las rodillas - Se veía preciosa, como una verdadera princesa con sus rubios bucles cayendo en ondas y todas esas flores traídas desde la India adornando su melena... entonces ella se acercó a mi y me abrazó... cosa que nunca había hecho, no recuerdo que nos hubiésemos 'tocado' nunca, ni siquiera de pequeños -
Hizo una pausa, sobrecogido por poder recordar aquello con tanta claridad, aún cuando habían pasado centenares de lunas - Entonces... me besó... en los labios... como se besa a un amante, no como se besa a un hermano... - Continuó, avergonzado, sin mirar al humano a su lado - Yo no sabía que hacer... porque nunca había besado a una mujer y eso que tenía 23... - Volvió a suspirar, arrugando la nariz por que de repente le picó - Y me dijo que me quería... luego se casó y se fue con el Baron Kirsmink y nunca más la volví a ver … apuesto que estás pensando en lo raro y pecaminoso que suena… –
(( se me fue la mano escribiendo sorry Dx tuve q cortarlo ahí *zapea a Soren por hablador*))
Cierto era que no aparentaba muchos años más que Anuar, aunque tuviera esas profundas y oscuras ojeras bajo sus ojos, aunque no hubiesen arrugas, su piel no era tersa y fresca como la del pintor, más bien era como una austera pared que parecía recién pintada, pero sin mayor gracia o bueno, al menos así era como se sentía a diferencia de otros vampiros que se maravillaban de tener sus pieles juveniles para el resto de la eternidad y se obsesionaban por lucir perfectos.
- No... - Casi susurró y entonces revivió el momento de la despedida, era una mañana de primavera, no muy caliente porque en su patria nunca hacía mucho calor, pero si cálida, recordaba haber entrado en la habitación de su hermana, porque su madre le había enviado a no se que y entonces ella, le había dejado sin habla, impactado para el resto de su vida - Si te cuento... probablemente pienses que... éramos una familia extraña... - Continuó dándole largas al asunto - El día de su vida, temprano en la mañana, fui a su habitación donde las esclavas le acicalaban el pelo y organizaban el vestido, nos dejaron a solas y por primera vez ella hizo algo que... me dejó desconcertado y sorprendido - Le relató cruzándose de piernas y apoyando ambas manos sobre las rodillas - Se veía preciosa, como una verdadera princesa con sus rubios bucles cayendo en ondas y todas esas flores traídas desde la India adornando su melena... entonces ella se acercó a mi y me abrazó... cosa que nunca había hecho, no recuerdo que nos hubiésemos 'tocado' nunca, ni siquiera de pequeños -
Hizo una pausa, sobrecogido por poder recordar aquello con tanta claridad, aún cuando habían pasado centenares de lunas - Entonces... me besó... en los labios... como se besa a un amante, no como se besa a un hermano... - Continuó, avergonzado, sin mirar al humano a su lado - Yo no sabía que hacer... porque nunca había besado a una mujer y eso que tenía 23... - Volvió a suspirar, arrugando la nariz por que de repente le picó - Y me dijo que me quería... luego se casó y se fue con el Baron Kirsmink y nunca más la volví a ver … apuesto que estás pensando en lo raro y pecaminoso que suena… –
(( se me fue la mano escribiendo sorry Dx tuve q cortarlo ahí *zapea a Soren por hablador*))
Soren Kaarkarogf- Vampiro Clase Baja
- Mensajes : 2734
Fecha de inscripción : 05/06/2010
Localización : Entre libros de historia y lienzos manchados.
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Las cosas que no se pueden explicar con palabras [Anuar]
Le escucho con atención porque quizás en sus palabras encontrase su pasado, y en su pasado una respuesta a su presente, pues a su parecer todo lo que hoy dia sucedía se debía a algún suceso pasado, trascendental, con un seguimiento a veces invisible ante los ojos humanos, hechos que de una u otra forma se guardaban en su subconsciente dirigiendo su actitud en las próximas ocasiones en que se presentase un hecho parecido, guiándole por un camino y alejándole de otros tantos, sembrando duda, temor y valentía.
¿Raro y pecaminoso? Se quedaba corto ante lo que pensaba en aquellos instantes ¿se imaginaba a si mismo besando a Angeliqué? Tenerla entre sus brazos le resultaba lo suficientemente extraño como para idear algo tan fantasioso, mas no podia negar de su belleza radical y escultural cuerpo ¿Qué pasaría si la pequeña se le insinuaba? ¿pequeña? Lo habia dejado de ser hacia tanto…-no puedo juzgarte por ello…no quiero hacerlo- asevero en voz baja como si el simple hecho de pronunciarlo fuese costoso ¿Cómo evitar decir lo aberrante que le resultaba aquello? ¿cómo quedarse callado?
Llevo su mano a la pierna del vampiro, masajeando de forma distraída por encima de su tobillo, observaba el cielo raso con seriedad, pensando ¿se habia percatado entonces que la quería cuando le habia besado? El mismo se sentía incapaz de pensar en su propia hermana de esa manera, porque no podia negar que al abrazarla se habia extraviado en sus curvas mas aquello no implicaba que hubiese anhelado un contacto mas cercano el la veía aun como la pequeña que habia quedado atrás hacia cuatro años.
-¿entonces la primera mujer a la que besaste fue a tu hermana?- le cuestiono confundido, aquello no sonaba bien y mucho menos en sus labios, su lengua tenia ahora un sabor parecido al de las semillas de limón y su ceño se frunció hasta fundir sus cejas en una sola –que extraño…- susurro sin atreverse a decir más nada porque si el vampiro decidia contarle algo tan intimo lo que menos debía hacer era juzgarle por ello, juzgar, el mismo acto que en antaño habia procurado evitar hasta el cansancio, no empezaría ahora por la persona que menos se merecía ser juzgada por el.
-¿entonces no sabes si tienes tatara nietos o algo asi?- le cuestiono analizandolo, podria tener toda una descendencia a la cual desconocia aun.
¿Raro y pecaminoso? Se quedaba corto ante lo que pensaba en aquellos instantes ¿se imaginaba a si mismo besando a Angeliqué? Tenerla entre sus brazos le resultaba lo suficientemente extraño como para idear algo tan fantasioso, mas no podia negar de su belleza radical y escultural cuerpo ¿Qué pasaría si la pequeña se le insinuaba? ¿pequeña? Lo habia dejado de ser hacia tanto…-no puedo juzgarte por ello…no quiero hacerlo- asevero en voz baja como si el simple hecho de pronunciarlo fuese costoso ¿Cómo evitar decir lo aberrante que le resultaba aquello? ¿cómo quedarse callado?
Llevo su mano a la pierna del vampiro, masajeando de forma distraída por encima de su tobillo, observaba el cielo raso con seriedad, pensando ¿se habia percatado entonces que la quería cuando le habia besado? El mismo se sentía incapaz de pensar en su propia hermana de esa manera, porque no podia negar que al abrazarla se habia extraviado en sus curvas mas aquello no implicaba que hubiese anhelado un contacto mas cercano el la veía aun como la pequeña que habia quedado atrás hacia cuatro años.
-¿entonces la primera mujer a la que besaste fue a tu hermana?- le cuestiono confundido, aquello no sonaba bien y mucho menos en sus labios, su lengua tenia ahora un sabor parecido al de las semillas de limón y su ceño se frunció hasta fundir sus cejas en una sola –que extraño…- susurro sin atreverse a decir más nada porque si el vampiro decidia contarle algo tan intimo lo que menos debía hacer era juzgarle por ello, juzgar, el mismo acto que en antaño habia procurado evitar hasta el cansancio, no empezaría ahora por la persona que menos se merecía ser juzgada por el.
-¿entonces no sabes si tienes tatara nietos o algo asi?- le cuestiono analizandolo, podria tener toda una descendencia a la cual desconocia aun.
Anuar Dutuescu- Humano Clase Baja
- Mensajes : 1801
Fecha de inscripción : 25/06/2010
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Las cosas que no se pueden explicar con palabras [Anuar]
Notó la incomodidad respecto al tema de Anuar, no porque su lenguaje corporal lo pusiera en evidencia (Soren no era muy bueno interpretando ese tipo de cosas) sino por el lazo de sangre, Anuar había bebido bastante sangre la última vez y la conexión se mantenía todavía fuerte, por lo tanto, se podría decir que el vampiro casi podía sentir lo que el humano sentía si se estaba lo suficientemente atento y sin distracciones, justo como en ese momento.
- Si... - Respondió con cautela, aunque Anuar dijera que no podía juzgarlo, Soren sabía o más bien 'sentía' que no era así. - Realmente los Kaarkarogf éramos una familia... un tanto atípica - Le explicó, recordar cosas sobre su familia ya no dolía como si había dolido los primeros 50 años, ahora era como contar la historia de un cuento ajeno - No se si en Rumania... la gente sea muy cariñosa, pero en Suecia... tenemos fama de ser fríos y distantes, inclusive dentro de la misma familia, así que como podrás imaginar yo no tuve una relación cercana con mis hermanos, recuerdo por ejemplo que cuando mi hermano mayor me molestaba o se burlaba de mi y mis libros, Annika sólo nos ignoraba y seguía jugando en silencio con sus muñecas... realmente aprendimos a cerrar nuestros corazones y a nunca expresar afecto entre nosotros -
La cuestión no era solamente de ellos, al fin y al cabo los niños se moldeaban gracias a las costumbres y actitudes de sus padres. Pocas veces Soren recordaba haber sido abrazado por su madre y menos aún por su padre y esto era igual con el resto de sus hermanos. Simplemente así es como era la cultura.
- Por eso aún luego de tanto tiempo, me cuesta adaptarme a la gente Francesa... a toda hora quieren besarte y acercarse demasiado, te tocan sin motivo alguno... en mi opinión... desagradable... por eso siempre llevo guantes aún en verano - Le explicó, no muy seguro de que Anuar alguna vez lo hubiese notado - Pero volviendo al tema... yo realmente me sentí extraño con aquel beso... imagínate... nunca tener contacto con una persona con la que vives y de repente ¡PUM! te besa... - Agregó estirando los brazos y haciendo la mímica con una expresión de sorpresa - Obviamente yo no sentía nada más allá que un cariño de hermano... y supongo que ella también... quizás sólo fue una manera errónea de expresarlo - Finalizó encogiéndose de hombros - No se si tenga descendencia... no había pensado en eso... ¿Y Como es tu relación con Angeliqué? -
- Si... - Respondió con cautela, aunque Anuar dijera que no podía juzgarlo, Soren sabía o más bien 'sentía' que no era así. - Realmente los Kaarkarogf éramos una familia... un tanto atípica - Le explicó, recordar cosas sobre su familia ya no dolía como si había dolido los primeros 50 años, ahora era como contar la historia de un cuento ajeno - No se si en Rumania... la gente sea muy cariñosa, pero en Suecia... tenemos fama de ser fríos y distantes, inclusive dentro de la misma familia, así que como podrás imaginar yo no tuve una relación cercana con mis hermanos, recuerdo por ejemplo que cuando mi hermano mayor me molestaba o se burlaba de mi y mis libros, Annika sólo nos ignoraba y seguía jugando en silencio con sus muñecas... realmente aprendimos a cerrar nuestros corazones y a nunca expresar afecto entre nosotros -
La cuestión no era solamente de ellos, al fin y al cabo los niños se moldeaban gracias a las costumbres y actitudes de sus padres. Pocas veces Soren recordaba haber sido abrazado por su madre y menos aún por su padre y esto era igual con el resto de sus hermanos. Simplemente así es como era la cultura.
- Por eso aún luego de tanto tiempo, me cuesta adaptarme a la gente Francesa... a toda hora quieren besarte y acercarse demasiado, te tocan sin motivo alguno... en mi opinión... desagradable... por eso siempre llevo guantes aún en verano - Le explicó, no muy seguro de que Anuar alguna vez lo hubiese notado - Pero volviendo al tema... yo realmente me sentí extraño con aquel beso... imagínate... nunca tener contacto con una persona con la que vives y de repente ¡PUM! te besa... - Agregó estirando los brazos y haciendo la mímica con una expresión de sorpresa - Obviamente yo no sentía nada más allá que un cariño de hermano... y supongo que ella también... quizás sólo fue una manera errónea de expresarlo - Finalizó encogiéndose de hombros - No se si tenga descendencia... no había pensado en eso... ¿Y Como es tu relación con Angeliqué? -
Soren Kaarkarogf- Vampiro Clase Baja
- Mensajes : 2734
Fecha de inscripción : 05/06/2010
Localización : Entre libros de historia y lienzos manchados.
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Las cosas que no se pueden explicar con palabras [Anuar]
Intento recordar la clase de infancia que había llevado, su madre la arropaba a veces y le regalaba algunas vacías sonrisas por otro lado la calidez con que le hablaba a su hermana contrarrestaba completamente con el trato superfluo que se le daba a el de modo que, no podia asegurar que en Rumania fuesen o no de relaciones distantes, por lo menos por las calles la gente no solia acercarse más de lo necesario y su humor variaba dependiendo la época del año, en invierno se volvían mas sociales, como si el espíritu navideño y el arribo de un nuevo comienzo moviese algo en sus interiores, en primavera eran indiferencia y en verano, en verano la gente tendía a irritarse con facilidad, no eran inusuales los gritos y burlas en aquellas épocas quizas porque el calor llegaba a incomodarles, ciertamente el prefería el otoño, una estación más bien calma, de trato cordial y opacos colores.
-no si se desagradable…- susurro, cierto era decir y no un engaño de sus labios que la cercanía si bien incomoda no le resultaba aberrante y repulsiva como llegaban a serlo otras cosas como la lujuria, podia soportar el roce de los hombros y los codazos que tendían a darle en el puerto, sus manos habían tocado mil otras en aquellos meses, porque inevitable era al llevar pesados cargamentos que al cambiar de dueño tocasen estos sus manos. Lo soportaba más no de igual forma le agradaba dicha cercanía. Aunque si de aquella forma se le había criado y con aquel criterio se había formado no podía decirle, después de trescientos años que estaba equivocado. Pues en su razón el lo estaba.
Se acomodo en su lugar cerrando los parpados, con su mano aun encima de la pierna ajena –podrían haber sido muchos motivos más supongo que no es bueno hurgar tanto en el pasado- sonrió porque aquellas palabras las decía el, quien sino hasta haber visto nuevamente a su hermana se había permitido un descanso de cuestionamientos y teorías –hay lugares en que eso es normal ¿cierto? Que la familia se bese de esa forma- pensó el mismo Soren lo habia dicho instantes atrás al salir del teatro, el por otra parte no estaba del todo enterado de aquellas cosas.
-¿te gustaría tenerla?- se imagino al vampiro rodeado de pequeños de rubios y coloridos ojos, con adultos de amplias y espesas barbas, mujeres con cuerpos mas bien anchos y ancianos, quizás uno que pudiese contar su historia, como si abuelo o quizás aun más atrás habia escapado del castillo y como más nadie lo habia vuelto a ver, quizás en aquellos extraños hundidos por la sangre pudiese encontrar el rostro de conocidos, familiares y hermanos, quizás el propio plasmado en un pequeño.
-no la he visto desde hace meses, solo espero que este bien- suspiro sonoramente ¿Qué haría si la volvia a perder? Aunque sentía que lo habia hecho ya.
-no si se desagradable…- susurro, cierto era decir y no un engaño de sus labios que la cercanía si bien incomoda no le resultaba aberrante y repulsiva como llegaban a serlo otras cosas como la lujuria, podia soportar el roce de los hombros y los codazos que tendían a darle en el puerto, sus manos habían tocado mil otras en aquellos meses, porque inevitable era al llevar pesados cargamentos que al cambiar de dueño tocasen estos sus manos. Lo soportaba más no de igual forma le agradaba dicha cercanía. Aunque si de aquella forma se le había criado y con aquel criterio se había formado no podía decirle, después de trescientos años que estaba equivocado. Pues en su razón el lo estaba.
Se acomodo en su lugar cerrando los parpados, con su mano aun encima de la pierna ajena –podrían haber sido muchos motivos más supongo que no es bueno hurgar tanto en el pasado- sonrió porque aquellas palabras las decía el, quien sino hasta haber visto nuevamente a su hermana se había permitido un descanso de cuestionamientos y teorías –hay lugares en que eso es normal ¿cierto? Que la familia se bese de esa forma- pensó el mismo Soren lo habia dicho instantes atrás al salir del teatro, el por otra parte no estaba del todo enterado de aquellas cosas.
-¿te gustaría tenerla?- se imagino al vampiro rodeado de pequeños de rubios y coloridos ojos, con adultos de amplias y espesas barbas, mujeres con cuerpos mas bien anchos y ancianos, quizás uno que pudiese contar su historia, como si abuelo o quizás aun más atrás habia escapado del castillo y como más nadie lo habia vuelto a ver, quizás en aquellos extraños hundidos por la sangre pudiese encontrar el rostro de conocidos, familiares y hermanos, quizás el propio plasmado en un pequeño.
-no la he visto desde hace meses, solo espero que este bien- suspiro sonoramente ¿Qué haría si la volvia a perder? Aunque sentía que lo habia hecho ya.
Anuar Dutuescu- Humano Clase Baja
- Mensajes : 1801
Fecha de inscripción : 25/06/2010
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Las cosas que no se pueden explicar con palabras [Anuar]
- Si... en Rusia los hermanos se besan, creo que hasta las amigas y amigos - Explicó, porque todo el mundo hablaba mal de los Rusos en Suecia, no sólo por las diferencias políticas sino también por las culturales que los separaban entre si de manera casi abismal. Desvió su mirada hacía la mano de Anuar que aún seguía en su rodilla, la conversación se había desviado del tema principal o más bien del problema principal, hacía otras cosas y parecía que se hubiesen olvidado ambos de que hacía unos momentos atrás el apocalipsis de la relación se había formado.
- No se... la verdad deje de pensar en ella desde hace....ummm cien años o algo así - Explicó con sinceridad - Se que debo sonar como un maldito... hablando tan a la ligera de mi propia familia, pero la verdad es que, nunca tuvimos una relación muy calurosa ni cercana, mis padres por ejemplo, nunca llegaron a conocerme... me atrevo a decir con toda seguridad que mi esclavo Personal Izzak, me conocía más a fondo que cualquiera de ellos -
Hablar de su familia, de repente lo hizo sentir nostálgico, la nostalgia no era algo que sentía muy a menudo, por lo menos no respecto a personas vivas, otras cosas le ponían nostálgico, como por ejemplo los cambios de moda, diseño, tendencias de arte y arquitectura, pero definitivamente no el recordar a su familia. Fue inevitable que se preguntara: ¿Como se sentiría Anuar si lo convirtiera en vampiro? aquello significaría arrebatarle a Angelique. Anuar tendría que sacrificarlo todo, sólo por una promesa de felicidad de sus labios.
- Oye... ¿Puedo preguntarte algo?- Musitó con la mirada fija en sus rodillas - ¿Porqué... te fijaste en alguien como yo en primer lugar? - Preguntó y de nuevo el rubor acudió a sus mejillas - La noche en que nos conocimos... esa misma noche me besaste mientras te llevaba por el bosque hasta el hospital... apenas si nos conocíamos... siempre me he preguntado... porque alguien como yo -
- No se... la verdad deje de pensar en ella desde hace....ummm cien años o algo así - Explicó con sinceridad - Se que debo sonar como un maldito... hablando tan a la ligera de mi propia familia, pero la verdad es que, nunca tuvimos una relación muy calurosa ni cercana, mis padres por ejemplo, nunca llegaron a conocerme... me atrevo a decir con toda seguridad que mi esclavo Personal Izzak, me conocía más a fondo que cualquiera de ellos -
Hablar de su familia, de repente lo hizo sentir nostálgico, la nostalgia no era algo que sentía muy a menudo, por lo menos no respecto a personas vivas, otras cosas le ponían nostálgico, como por ejemplo los cambios de moda, diseño, tendencias de arte y arquitectura, pero definitivamente no el recordar a su familia. Fue inevitable que se preguntara: ¿Como se sentiría Anuar si lo convirtiera en vampiro? aquello significaría arrebatarle a Angelique. Anuar tendría que sacrificarlo todo, sólo por una promesa de felicidad de sus labios.
- Oye... ¿Puedo preguntarte algo?- Musitó con la mirada fija en sus rodillas - ¿Porqué... te fijaste en alguien como yo en primer lugar? - Preguntó y de nuevo el rubor acudió a sus mejillas - La noche en que nos conocimos... esa misma noche me besaste mientras te llevaba por el bosque hasta el hospital... apenas si nos conocíamos... siempre me he preguntado... porque alguien como yo -
Soren Kaarkarogf- Vampiro Clase Baja
- Mensajes : 2734
Fecha de inscripción : 05/06/2010
Localización : Entre libros de historia y lienzos manchados.
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Las cosas que no se pueden explicar con palabras [Anuar]
¿Un maldito? Realmente no habia pensado aquello pues el mismo podia asegurar que al hablar de su padre nada más que indiferencia y recuerdos difusos expedía de sus labios en ausencia de cariño y nostalgia, conocía entonces aquella indiferencia al hablar de su familia y creía poseer solo cariño y anhelo para Angeliqué, aquella por quien hubiese dado la vida y mucho más y que ahora le resultaba también lejana mas aquello no quitaba su valor, porque aquel cariño jamás perecería.
-Izaak- repitió en voz baja era aquel el hijo de la mora que le habia enseñado a preparar tan exquisita sopa de verduras, la misma que habia intentado replicar y los resultados habían sido variados y desastrosos, incluyendo huevo y agua burbujéate por los sueños y quemaduras de primer grado en sus dedos, que dichoso fuese aquel que le habia acompañado tanto tiempo, que dichoso fuese aquel que habia escuchado sus primeras dudas y recelos. Y se cuestiono si hablar de fantasmas del pasado no le agobiaba hoy dia, quizas mas de lo que aparentaba, quizas menos de lo que suponía.
Le volteo a ver cuando aquellas palabras tocaron el ambiente y se depositaron sutilmente en el corazón de su oído, bajando con lentitud como una dosis letal para curiosidad -¿por qué me cuestionas tanto?...yo vi lo que habia ahí dentro…y me encanto lo que descubrí- sonrio de medio lado apretando con suavidad su rodilla, como si pudiese ser aquello de alguna extraña forma una muestra de estancia y apoyo –senti que era lo que debía hacer, porque de no hacerlo hubiera tenido que vivir con el hubiese- porque recordaba aquella noche con claridad, moribundo en sus brazos habia descubierto que sus labios ansiaban tocar aquellos ajenos, que sus labios ansiaban a una persona de carne y hueso y no solo un artista que se escondía tras sus palabras o sus cuadros -¿por qué aun después que te bese no me dejaste?...esa misma noche conoci la parte que tanto escondes de mi- asevero en voz baja con curiosidad al asecho.
-Izaak- repitió en voz baja era aquel el hijo de la mora que le habia enseñado a preparar tan exquisita sopa de verduras, la misma que habia intentado replicar y los resultados habían sido variados y desastrosos, incluyendo huevo y agua burbujéate por los sueños y quemaduras de primer grado en sus dedos, que dichoso fuese aquel que le habia acompañado tanto tiempo, que dichoso fuese aquel que habia escuchado sus primeras dudas y recelos. Y se cuestiono si hablar de fantasmas del pasado no le agobiaba hoy dia, quizas mas de lo que aparentaba, quizas menos de lo que suponía.
Le volteo a ver cuando aquellas palabras tocaron el ambiente y se depositaron sutilmente en el corazón de su oído, bajando con lentitud como una dosis letal para curiosidad -¿por qué me cuestionas tanto?...yo vi lo que habia ahí dentro…y me encanto lo que descubrí- sonrio de medio lado apretando con suavidad su rodilla, como si pudiese ser aquello de alguna extraña forma una muestra de estancia y apoyo –senti que era lo que debía hacer, porque de no hacerlo hubiera tenido que vivir con el hubiese- porque recordaba aquella noche con claridad, moribundo en sus brazos habia descubierto que sus labios ansiaban tocar aquellos ajenos, que sus labios ansiaban a una persona de carne y hueso y no solo un artista que se escondía tras sus palabras o sus cuadros -¿por qué aun después que te bese no me dejaste?...esa misma noche conoci la parte que tanto escondes de mi- asevero en voz baja con curiosidad al asecho.
Anuar Dutuescu- Humano Clase Baja
- Mensajes : 1801
Fecha de inscripción : 25/06/2010
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Las cosas que no se pueden explicar con palabras [Anuar]
La noche en que se conocieron, había sido sumamente confusa y desconcertante. Y no precisamente por el lobo que amenazó sus vidas irrumpiendo en la penumbra, una de las cosas más desconcertantes, fue el hecho puntual de que él, un vampiro se hubiese preocupado por salvarle la vida a un humano que no conocía, alguien con quien no tenía ningún vinculo en lo absoluto. Soren no era una madre de caridad que anduviera por la vida salvando gente, mucho menos de su enemigo natural número uno.
El beso había sido lo siguiente desconcertante de la noche, un beso que en ningún momento esperó, sus labios no yacían tan secos como antes, pues hacía unos meses, luego de llegar a Paris había conocido a Claire y había caído en la seducción de sus ojos, guiado además por la curiosidad de esos contactos físicos desconocidos para él hasta el momento. Pero haber sido besado por un desconocido, era definitivamente lo más extraño.
- Tengo que... confesar... que todo lo que pasó esa noche fue guidado por el instinto - Explicó sintiéndose incómodo por tocar el tema, pero ya que el chico había pedido que le hablara con la verdad, esa noche lo haría - Deseaba tu sangre... la necesitaba ya que había perdido mucha en la pelea... entonces no pude controlarme y fui seducido por tus labios y por la promesa del alivio que esa sangre me otorgaría -
¿Debía decirle también que no se había sentido atraído por él como persona? ¿Que en ese momento no le había importado nada más que la sangre? Se revolvió incómodo sin saber como explicarlo - Luego de haberte mordido... me sentí comprometido... yo... te había revelado mi naturaleza y me sentía responsable de lo que pasara contigo, aún más luego de haber bebido de ti, así que no podía dejar las cosas así...no podía permitir que te fueras... entonces te propuse la cita -
Y con la cita, había perdido la cabeza. En la cita, había comenzado a sentir que, la atracción por ese pintor no se debía sólo a la sangre.
El beso había sido lo siguiente desconcertante de la noche, un beso que en ningún momento esperó, sus labios no yacían tan secos como antes, pues hacía unos meses, luego de llegar a Paris había conocido a Claire y había caído en la seducción de sus ojos, guiado además por la curiosidad de esos contactos físicos desconocidos para él hasta el momento. Pero haber sido besado por un desconocido, era definitivamente lo más extraño.
- Tengo que... confesar... que todo lo que pasó esa noche fue guidado por el instinto - Explicó sintiéndose incómodo por tocar el tema, pero ya que el chico había pedido que le hablara con la verdad, esa noche lo haría - Deseaba tu sangre... la necesitaba ya que había perdido mucha en la pelea... entonces no pude controlarme y fui seducido por tus labios y por la promesa del alivio que esa sangre me otorgaría -
¿Debía decirle también que no se había sentido atraído por él como persona? ¿Que en ese momento no le había importado nada más que la sangre? Se revolvió incómodo sin saber como explicarlo - Luego de haberte mordido... me sentí comprometido... yo... te había revelado mi naturaleza y me sentía responsable de lo que pasara contigo, aún más luego de haber bebido de ti, así que no podía dejar las cosas así...no podía permitir que te fueras... entonces te propuse la cita -
Y con la cita, había perdido la cabeza. En la cita, había comenzado a sentir que, la atracción por ese pintor no se debía sólo a la sangre.
Soren Kaarkarogf- Vampiro Clase Baja
- Mensajes : 2734
Fecha de inscripción : 05/06/2010
Localización : Entre libros de historia y lienzos manchados.
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Las cosas que no se pueden explicar con palabras [Anuar]
Escucho con atención observando bajo los párpados que recubrían ahora sus melados orbes, se encontraba en las tinieblas y en las tinieblas se sentía bien –comprendo- asevero en voz baja, no podía culparle por haber sido aquella noche lo que todas las demás debía haberlo sido también, un vampiro y un predador. Aquella noche no podía culparle por haber bebido de el cuando el mismo se había entregado tan fácilmente a la acción y en sus labios había conocido por vez primera el pecado.
Se encogió en su lugar cruzando sus brazos sobre su pecho ¿por qué aun logrando comprender lo que decía le parecía que su interior se enfriaba? Comprendía y aceptaba aquello, porque a fin de cuentas era su naturaleza y no podría molestarse por haber sido anhelado como una presa y un embase de sangre en primera instancia y no por la persona que realmente era, aquella esencia que dentro de el yacía había pasado a un segundo plano.
¿Hasta qué momento debía pensar entonces que aquel sentimiento de culpabilidad y responsabilidad había comenzado a mutar? Porque había mutado ¿cierto? –Comprendo- repitió ¿por qué que mas podría decir? Toda palabra que pudiese salir de sus labios le parecía burda e innecesaria, sentía que todo lo que dijese en aquel momento se quedaría suspendido en el aire, cayendo por el peso mismo que llevaba y una vez en el suelo nadie mas las recordaría sino que, como tapete, pasarían sobre ellas una y otra vez hasta desgastarlas y desaparecerlas, palabras innecesarias que no el aire debía conocer.
-¿cuidabas entonces que no fuese a decirle nada a nadie?- le cuestiono apretando los parpados con fiereza, había sido entonces un gesto innecesario ¿de que le hubiese servido contarlo? Habría terminado y no dudaba de aquello metido en algún manicomio sedado continuamente por las historias de demonios y hombres lobos que por las noches gritaría a los cielos, porque por las noches tendría temor de ser atrapado.
Retrajo sus piernas hasta que las suelas de los zapatos se posaron sobre la tela del sillón como suelo y una v invertida se dibujo en las mismas, pensar que antes de ser visto como persona habia sido apreciado como contenedor de sangre, aquello que tiempo después de conocerle le habia pedido no ser asi, podría entonces ahora desear la sangre de cualquier otro por encima de la suya, porque la propia no era ya embriagante y no mucho sabia el al respecto -¿Cuál ha sido la primera?...¿la del circo?- intento acomodar en orden cronológico sus encuentros en su mente.
Se encogió en su lugar cruzando sus brazos sobre su pecho ¿por qué aun logrando comprender lo que decía le parecía que su interior se enfriaba? Comprendía y aceptaba aquello, porque a fin de cuentas era su naturaleza y no podría molestarse por haber sido anhelado como una presa y un embase de sangre en primera instancia y no por la persona que realmente era, aquella esencia que dentro de el yacía había pasado a un segundo plano.
¿Hasta qué momento debía pensar entonces que aquel sentimiento de culpabilidad y responsabilidad había comenzado a mutar? Porque había mutado ¿cierto? –Comprendo- repitió ¿por qué que mas podría decir? Toda palabra que pudiese salir de sus labios le parecía burda e innecesaria, sentía que todo lo que dijese en aquel momento se quedaría suspendido en el aire, cayendo por el peso mismo que llevaba y una vez en el suelo nadie mas las recordaría sino que, como tapete, pasarían sobre ellas una y otra vez hasta desgastarlas y desaparecerlas, palabras innecesarias que no el aire debía conocer.
-¿cuidabas entonces que no fuese a decirle nada a nadie?- le cuestiono apretando los parpados con fiereza, había sido entonces un gesto innecesario ¿de que le hubiese servido contarlo? Habría terminado y no dudaba de aquello metido en algún manicomio sedado continuamente por las historias de demonios y hombres lobos que por las noches gritaría a los cielos, porque por las noches tendría temor de ser atrapado.
Retrajo sus piernas hasta que las suelas de los zapatos se posaron sobre la tela del sillón como suelo y una v invertida se dibujo en las mismas, pensar que antes de ser visto como persona habia sido apreciado como contenedor de sangre, aquello que tiempo después de conocerle le habia pedido no ser asi, podría entonces ahora desear la sangre de cualquier otro por encima de la suya, porque la propia no era ya embriagante y no mucho sabia el al respecto -¿Cuál ha sido la primera?...¿la del circo?- intento acomodar en orden cronológico sus encuentros en su mente.
Anuar Dutuescu- Humano Clase Baja
- Mensajes : 1801
Fecha de inscripción : 25/06/2010
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Las cosas que no se pueden explicar con palabras [Anuar]
Soren había sentido muchas cosas esa noche; rabia, decepción, dolor, tristeza, ganas de matar y ahora era el turno de la vergüenza. Aceptar que en un comienzo había visto a Anuar sólo como una presa era vergonzoso y un verdadero pecado para su propio código moral, el vampiro había forjado unas reglas muy precisas y estrictas desde tiempos inmemoriales, pera su conducta y con Anuar las había transgredido casi todas, no podía más que sentir vergüenza al recordar aquellas cosas.
- Honestamente... si tuve miedo de que dijeras algo... pero no fue esa mi mayor preocupación, al fin y al cabo, pocos tomarían en serio tus palabras en caso de que dijeras algo... la gente suele ser escéptica en estos tiempos frente a las cosas que no puede ver y que no comprende -Comentó y observó el movimiento de Anuar, como se recogía como si estuviese tratando de ocultarse o alejarse de él, creando algo así como una nueva barrera invisible.
- Si... me refiero al circo - Continuó y sintió el impulso de abrazar a Anuar para consolarle, pero ¿Consolarle de que? Que situación más extraña era aquella en donde ambos sentían la necesidad de ser consolados, ¿Cómo dar confort a otra persona cuando tu mismo deseas desesperadamente se abrazado? - Esa noche te bese... porque quise hacerlo y no porque deseara beber de ti - Explicó recordando aquel inusual beso, en medio de serpientes venenosas que reptaban por sus tobillos y hombres armados con machetes que les perseguían.
- Al principio... me dabas miedo - Dijo al fin y decir aquello le resultó tan ridículo teniendo en cuenta lo que él era, que le provocó reír - Siempre parecías un paso más adelante de mi y me intimidabas...-
- Honestamente... si tuve miedo de que dijeras algo... pero no fue esa mi mayor preocupación, al fin y al cabo, pocos tomarían en serio tus palabras en caso de que dijeras algo... la gente suele ser escéptica en estos tiempos frente a las cosas que no puede ver y que no comprende -Comentó y observó el movimiento de Anuar, como se recogía como si estuviese tratando de ocultarse o alejarse de él, creando algo así como una nueva barrera invisible.
- Si... me refiero al circo - Continuó y sintió el impulso de abrazar a Anuar para consolarle, pero ¿Consolarle de que? Que situación más extraña era aquella en donde ambos sentían la necesidad de ser consolados, ¿Cómo dar confort a otra persona cuando tu mismo deseas desesperadamente se abrazado? - Esa noche te bese... porque quise hacerlo y no porque deseara beber de ti - Explicó recordando aquel inusual beso, en medio de serpientes venenosas que reptaban por sus tobillos y hombres armados con machetes que les perseguían.
- Al principio... me dabas miedo - Dijo al fin y decir aquello le resultó tan ridículo teniendo en cuenta lo que él era, que le provocó reír - Siempre parecías un paso más adelante de mi y me intimidabas...-
Soren Kaarkarogf- Vampiro Clase Baja
- Mensajes : 2734
Fecha de inscripción : 05/06/2010
Localización : Entre libros de historia y lienzos manchados.
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Las cosas que no se pueden explicar con palabras [Anuar]
-¿entonces a que le habías temido tanto como para decidir tener una cita conmigo?- le cuestiono y sus palabras le sonaron mal cuando llegar al corazón de su oído aunque no con aquel sentido las había dicho, la curiosidad le carcomía las entrañas porque no deseaba idear un inicio perfecto en su cabeza cuando la realidad distaba mucho de aquello -¿una cita lo cambio todo?- torció los labios pensando en ello.
Sus labios se crisparon en una sonrisa de medio lado que se deformo ante una diminuta y casi insonora risotada, inundo el ambiente con una descarga de alegría y algo más –que raro es escucharte decir eso- asevero con tranquilidad porque en antaño podría haberse sentido ofendido ahora si bien no del todo conforme sus palabras le obligaron a aflorar aquella risa más bien trabada, porque sus labios parecían no acostumbrados a aquella acción –con el tiempo uno aprende…que a veces no demostrar emociones es mejor- se encogió de hombros observando nuevamente el cielo raso ante el recuerdo de un poco condescendiente padre, había aprendido gracias a el la fórmula para evitar ser dañado.
-¿y ya no luzco así?- le cuestiono en voz baja aunque suponía de aquella respuesta como de muchas otras prefería escuchar las palabras manar de sus labios como una única y anhelante verdad que podría difundir la enredadera de incertidumbres y curiosidades que se alzaba por su tarea apretando su pecho con fiereza. Qué extraño suponía ser aquello porque Soren no le había intimidado en ningún momento siquiera en aquellos instantes en que su otro yo, o el yo reprimido salía a flote tomando el control no solo de su cuerpo sino de su relación, confiaba aun de aquella forma en su vampiro cegatón como en nadie más podía confiar.
Ladeo el rostro para ver el ajeno por un lado de sus rodillas que se alzaban ahora sobre el sillón como dos montañas de tierra negra como el carbón y del otro lado, el cielo –deberíamos tener a menudo esas citas…aunque supongo que será ahora más difícil- porque la gente que fuera del teatro les habia visto besarse podrían verlos en otro lado y gritar a los cuatro vientos el pecado que habían cometido.
Sus labios se crisparon en una sonrisa de medio lado que se deformo ante una diminuta y casi insonora risotada, inundo el ambiente con una descarga de alegría y algo más –que raro es escucharte decir eso- asevero con tranquilidad porque en antaño podría haberse sentido ofendido ahora si bien no del todo conforme sus palabras le obligaron a aflorar aquella risa más bien trabada, porque sus labios parecían no acostumbrados a aquella acción –con el tiempo uno aprende…que a veces no demostrar emociones es mejor- se encogió de hombros observando nuevamente el cielo raso ante el recuerdo de un poco condescendiente padre, había aprendido gracias a el la fórmula para evitar ser dañado.
-¿y ya no luzco así?- le cuestiono en voz baja aunque suponía de aquella respuesta como de muchas otras prefería escuchar las palabras manar de sus labios como una única y anhelante verdad que podría difundir la enredadera de incertidumbres y curiosidades que se alzaba por su tarea apretando su pecho con fiereza. Qué extraño suponía ser aquello porque Soren no le había intimidado en ningún momento siquiera en aquellos instantes en que su otro yo, o el yo reprimido salía a flote tomando el control no solo de su cuerpo sino de su relación, confiaba aun de aquella forma en su vampiro cegatón como en nadie más podía confiar.
Ladeo el rostro para ver el ajeno por un lado de sus rodillas que se alzaban ahora sobre el sillón como dos montañas de tierra negra como el carbón y del otro lado, el cielo –deberíamos tener a menudo esas citas…aunque supongo que será ahora más difícil- porque la gente que fuera del teatro les habia visto besarse podrían verlos en otro lado y gritar a los cuatro vientos el pecado que habían cometido.
Anuar Dutuescu- Humano Clase Baja
- Mensajes : 1801
Fecha de inscripción : 25/06/2010
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Las cosas que no se pueden explicar con palabras [Anuar]
-Temía... perder la oportunidad de conocer a alguien que quizás... podría ser lo que buscaba... aunque en realidad no estuviera buscando algo en especial... simplemente, sentía curiosidad porque eras diferente a otras personas que conocí en el pasado – Continuó explicando, tenía miedo de 'meter la pata' aunque esa noche de revelaciones, parecía que todo se valía. Todo tipo de ataques sin tener que pensarlo dos veces.
La risa de Anuar le tomó por sorpresa, para Soren no era raro verle sonreír o reír, porque siempre lo hacía cuando estaban juntos, sin embargo nunca terminaría por acostumbrarse a la calidez que manaba de sus labios con ese sonido, de las ganas que esa sonrisa le daba de besarlo y apretujarlo contra si y que siempre lograra contagiarse y terminara riendo él también. Su sonrisa se hizo evidente pues y rió por lo bajo llevándose la palma de la mano en un acto inconsciente por ocultar los colmillos.
-Un poquito... - Murmuró aún con la mano en sus labios y mirándolo de reojo – Pero luego del pacto de sangre... si me concentro lo suficiente y presto atención... puedo sentir tus emociones, así tu rostro no exprese nada... así que por lo menos puedo entenderte un poco más – La realidad era que, ese poder que ahora tenía no era tan fácil como sonaba al decirlo, no podía interpretar cosas complejas o leerle el pensamiento, simplemente era la 'sensación' como cuando a uno se le revuelve el estómago o se le oprime el pecho frente a diferentes situaciones.
- Podemos tener mil citas a nuestro modo... - Comentó y se atrevió agregar – Tantas citas como... el tiempo nos lo permita – La cuestión del tiempo siempre era difícil de tratar, ahora que Anuar había decidido mantenerse humano y rechazar la propuesta de estar juntos el resto de la eternidad, Soren se imaginaba que estaría junto a él hasta el último respiro de su vida, de hecho en un principio lo había pensado así, le acompañaría aún cuando no pudiera caminar con rapidez y prefiriera pasar el tiempo mirando por la ventana o dando paseos tranquilos como la mayoría de los abuelos.
La risa de Anuar le tomó por sorpresa, para Soren no era raro verle sonreír o reír, porque siempre lo hacía cuando estaban juntos, sin embargo nunca terminaría por acostumbrarse a la calidez que manaba de sus labios con ese sonido, de las ganas que esa sonrisa le daba de besarlo y apretujarlo contra si y que siempre lograra contagiarse y terminara riendo él también. Su sonrisa se hizo evidente pues y rió por lo bajo llevándose la palma de la mano en un acto inconsciente por ocultar los colmillos.
-Un poquito... - Murmuró aún con la mano en sus labios y mirándolo de reojo – Pero luego del pacto de sangre... si me concentro lo suficiente y presto atención... puedo sentir tus emociones, así tu rostro no exprese nada... así que por lo menos puedo entenderte un poco más – La realidad era que, ese poder que ahora tenía no era tan fácil como sonaba al decirlo, no podía interpretar cosas complejas o leerle el pensamiento, simplemente era la 'sensación' como cuando a uno se le revuelve el estómago o se le oprime el pecho frente a diferentes situaciones.
- Podemos tener mil citas a nuestro modo... - Comentó y se atrevió agregar – Tantas citas como... el tiempo nos lo permita – La cuestión del tiempo siempre era difícil de tratar, ahora que Anuar había decidido mantenerse humano y rechazar la propuesta de estar juntos el resto de la eternidad, Soren se imaginaba que estaría junto a él hasta el último respiro de su vida, de hecho en un principio lo había pensado así, le acompañaría aún cuando no pudiera caminar con rapidez y prefiriera pasar el tiempo mirando por la ventana o dando paseos tranquilos como la mayoría de los abuelos.
Soren Kaarkarogf- Vampiro Clase Baja
- Mensajes : 2734
Fecha de inscripción : 05/06/2010
Localización : Entre libros de historia y lienzos manchados.
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Las cosas que no se pueden explicar con palabras [Anuar]
Buscar sin buscar, que extraño le pareció aquello mas se limito a observar el alto cielo raso pintado con obscuros y neutros colores, en aquella zona del piso, que por piso se menciona la estancia completa y no solo la galería, el suelo y las paredes no yacían como cuadros de pruebas, con brochazos azules aquí y alla, rojos pardos y amarillos intensos como el ocaso, negros borrascosos y verdes tan intensos como la hierba en Abril, en aquel lugar los grises y negros reinaban, en frontera con todo lo demás.
-te sigues cubriendo los labios- susurro pues su mirada habia sido atraída como por un imán cuando sus labios habían comenzando a cantar, con aquella dulce melodía con la cual se le antojaba comenzar cada nuevo día –no creo que sea lo mejor todo el tiempo hay emociones que no merecen la pena ser mencionadas, mucho menos que también tu las sientas- asevero negando, más ya nada podía hacer para evitarlo y no del todo le molestaba aquel aspecto.
-el tiempo es un tirano, si nos basamos en el una vida no sera suficiente mejor…tantas citas como queramos y podamos- dudo entre apoyarse nuevamente en el o quedarse en el lugar que estaba porque era un joven testarudo de aquello no había duda. Contuvo el aire unos segundos no importándole arrastrar por toda la tela las suelas de sus zapatos de igual forma no creía que volviese a usar aquel objeto. Apoyo su mejilla sobre el hombro del vampiro, ubicando su cuerpo en un diminuto espacio vacio, sus piernas sobresalían varios centímetros mas allá de la punta de los zapatos del vampiro -¿recuerdas que estaba haciendo la noche que nos vimos en la estación?- le cuestiono en voz baja sonriendo de medio lado.
-quiero volver a casa- susurro como si aquello pudiese ser la aseveración mas errónea que podría haber dicho ¿volver? Para conocer el inicio o el fin de su padre, su condena o su redención, volvía porque el pensar en la eternidad le agobiaba ¿y si después seria demasiado tarde? En aquellos instantes podía ser ya demasiado tarde y en sus manos correría la sangre no de un ser amado más de su padre –pero no puedo volver solo- ¿a quién más podría pedirle compañía? A nadie más a su lado quería solo en aquellos brazos anhelaba la compañía su padre fácilmente creería que se trataba de un conocido de París el mayor problema que su mente podía formular era el lugar donde dormiría porque obvio era pensar que de día no podría salir y suponía estarían tan poco tiempo que no les daría tiempo de alzar sospechas.
Frunció el ceño no hasta entonces había pensado con claridad en ello ¿Dónde dormiría?
-te sigues cubriendo los labios- susurro pues su mirada habia sido atraída como por un imán cuando sus labios habían comenzando a cantar, con aquella dulce melodía con la cual se le antojaba comenzar cada nuevo día –no creo que sea lo mejor todo el tiempo hay emociones que no merecen la pena ser mencionadas, mucho menos que también tu las sientas- asevero negando, más ya nada podía hacer para evitarlo y no del todo le molestaba aquel aspecto.
-el tiempo es un tirano, si nos basamos en el una vida no sera suficiente mejor…tantas citas como queramos y podamos- dudo entre apoyarse nuevamente en el o quedarse en el lugar que estaba porque era un joven testarudo de aquello no había duda. Contuvo el aire unos segundos no importándole arrastrar por toda la tela las suelas de sus zapatos de igual forma no creía que volviese a usar aquel objeto. Apoyo su mejilla sobre el hombro del vampiro, ubicando su cuerpo en un diminuto espacio vacio, sus piernas sobresalían varios centímetros mas allá de la punta de los zapatos del vampiro -¿recuerdas que estaba haciendo la noche que nos vimos en la estación?- le cuestiono en voz baja sonriendo de medio lado.
-quiero volver a casa- susurro como si aquello pudiese ser la aseveración mas errónea que podría haber dicho ¿volver? Para conocer el inicio o el fin de su padre, su condena o su redención, volvía porque el pensar en la eternidad le agobiaba ¿y si después seria demasiado tarde? En aquellos instantes podía ser ya demasiado tarde y en sus manos correría la sangre no de un ser amado más de su padre –pero no puedo volver solo- ¿a quién más podría pedirle compañía? A nadie más a su lado quería solo en aquellos brazos anhelaba la compañía su padre fácilmente creería que se trataba de un conocido de París el mayor problema que su mente podía formular era el lugar donde dormiría porque obvio era pensar que de día no podría salir y suponía estarían tan poco tiempo que no les daría tiempo de alzar sospechas.
Frunció el ceño no hasta entonces había pensado con claridad en ello ¿Dónde dormiría?
Anuar Dutuescu- Humano Clase Baja
- Mensajes : 1801
Fecha de inscripción : 25/06/2010
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Las cosas que no se pueden explicar con palabras [Anuar]
Retiró su mano y fue consciente de que lo había vuelto a hacer cuando Anuar lo había mencionado – Dije que si me concentro lo suficiente... no significa que todo el tiempo lo este sintiendo... sería muy raro de ser así – Le aclaró, no lograba imaginarse lo confuso que sería estar sintiendo lo mismo que Anuar todo el tiempo, seria una locura manejar y entender tantas cosas al mismo tiempo.
Cuando el rostro de Anuar se posó en su hombro, Soren supo que era momento de romper la distancia, varios intentos había hecho el chico por acercarse y él los había ignorado olímpicamente ¿había algo de rencor en su interior por lo ocurrido en el teatro horas antes? Intentó alejar esas cuestiones, porque no tenía una clara respuesta para ellas. - Esta bien - Murmuró a lo que decía sobre el tiempo y paseó su brazo por debajo de la cabeza de Anuar y por encima de sus hombros para estrecharlo en un abrazo contra su costado, el vampiro inclinó su cabeza y su larga nariz se perdió entre la melena rojiza del humano. Olía muy diferente, pero era definitivamente su Anuar.
Iré contigo – Murmuró entre su cabello y depositó un beso allí, ya había pensado en ello por largas noches y temía dejarle ir solo por si algo malo pudiese pasarle, además, juzgando por las cosas que había podido vislumbrar en sus recuerdos, aquella visita no sería fácil, quería estar ahí, para lo que fuera que necesitara. - Debemos planearlo bien, viajar puede llegar a ser un gran problema, teniendo en cuenta que tu puedes hacerlo durante el día y yo no... me temo que tendríamos que ir por separado... a no ser que quieras viajar de noche conmigo, los carruajes, normalmente no viajan después del atardecer – Comentó.
Se quedó unos momentos en silencio, sintiendo como una cosita por dentro le picaba, algo en él seguía insatisfecho, no podía dar por terminado el tema anterior así tan fácil. Él había sido sincero y había expuesto su alma desnuda, pero Anuar aún no le justificaba ese 'no' que aún seguía rondando en su cabeza zumbándole como un enorme abejorro negro.
- Anuar... yo también quiero saber... porqué – Comentó entonces sin soltarle, se sentía cómodo en esa posición y con su tibieza – Porqué... has dicho que no, sin tan siquiera dudarlo -
Cuando el rostro de Anuar se posó en su hombro, Soren supo que era momento de romper la distancia, varios intentos había hecho el chico por acercarse y él los había ignorado olímpicamente ¿había algo de rencor en su interior por lo ocurrido en el teatro horas antes? Intentó alejar esas cuestiones, porque no tenía una clara respuesta para ellas. - Esta bien - Murmuró a lo que decía sobre el tiempo y paseó su brazo por debajo de la cabeza de Anuar y por encima de sus hombros para estrecharlo en un abrazo contra su costado, el vampiro inclinó su cabeza y su larga nariz se perdió entre la melena rojiza del humano. Olía muy diferente, pero era definitivamente su Anuar.
Iré contigo – Murmuró entre su cabello y depositó un beso allí, ya había pensado en ello por largas noches y temía dejarle ir solo por si algo malo pudiese pasarle, además, juzgando por las cosas que había podido vislumbrar en sus recuerdos, aquella visita no sería fácil, quería estar ahí, para lo que fuera que necesitara. - Debemos planearlo bien, viajar puede llegar a ser un gran problema, teniendo en cuenta que tu puedes hacerlo durante el día y yo no... me temo que tendríamos que ir por separado... a no ser que quieras viajar de noche conmigo, los carruajes, normalmente no viajan después del atardecer – Comentó.
Se quedó unos momentos en silencio, sintiendo como una cosita por dentro le picaba, algo en él seguía insatisfecho, no podía dar por terminado el tema anterior así tan fácil. Él había sido sincero y había expuesto su alma desnuda, pero Anuar aún no le justificaba ese 'no' que aún seguía rondando en su cabeza zumbándole como un enorme abejorro negro.
- Anuar... yo también quiero saber... porqué – Comentó entonces sin soltarle, se sentía cómodo en esa posición y con su tibieza – Porqué... has dicho que no, sin tan siquiera dudarlo -
Soren Kaarkarogf- Vampiro Clase Baja
- Mensajes : 2734
Fecha de inscripción : 05/06/2010
Localización : Entre libros de historia y lienzos manchados.
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Las cosas que no se pueden explicar con palabras [Anuar]
Escucho sus palabras que le parecieron distantes ante las posibilidades que su volátil imaginación comenzaba a idear como imágenes borrosas en su mente de lóbregos y opacas tonalidades –no quiero llegar solo, puedo llegar antes pero no ire a mi…casa sin ti- porque no podia llamarle hogar nunca lo habia sido y no comenzaría a serlo ahora que comenzaba a entender a donde realmente pertenecía. Arrugó la nariz ideando un encuentro perfecto y uno catastrófico, realmente no seria un encuentro sino una notificación y de ser aquello debería vivir el resto de su vida con el recuerdo de haber podido y no haber hecho nada más allá de huir.
Le hubiese agradado haberse podido quedar dormido en aquel preciso instante, justo antes de que dichas cuestiones manasen de labios del vampiro porque al parecer sus motivos no le serian suficiente ni hoy ni nunca, expresarse no era lo que mejor se le daba más nada le impedía intentarlo “lo mejor que puedas hacerlos era siempre suficiente” inspiro profundamente acomodando las palabras en su mente antes de que su lengua las dejara escapar –hoy cuando desperté y vi las flechas y me encontré con la caja musical me sentí como en navidad- aunque el no mucho al respecto sabia, solia recibir ropa o alguna cosa que su padre prefería darle en aquella época para no gastar después en ello –pero…cuando leí la carta por un segundo pensé en no ir, porque me aterraba verte y no sentir nada ¿Qué pasaría entonces? – seria el ser mas detestable sobre la faz de la tierra de eso no abría duda y le abría robado el corazón y el alma a la persona que mas amaba.
-decidí ir porque quería saber si las mariposas aun vivian y lo hacen pero…no viven en una propuesta por lejanía…en la distancia fue que decidiste hacer eso ¿por qué no cualquier otro día después de haber estado juntos?...supongo que me asustó pensar que lo que anhelabas era la compañía por rito y no sentido, que la distancia te habia incitado ¿y por qué no la cercanía?- suspiro profundamente frunciendo el ceño, definitivamente jamás podría acostumbrarse a expresar sus sentimientos en palabras.
Le hubiese agradado haberse podido quedar dormido en aquel preciso instante, justo antes de que dichas cuestiones manasen de labios del vampiro porque al parecer sus motivos no le serian suficiente ni hoy ni nunca, expresarse no era lo que mejor se le daba más nada le impedía intentarlo “lo mejor que puedas hacerlos era siempre suficiente” inspiro profundamente acomodando las palabras en su mente antes de que su lengua las dejara escapar –hoy cuando desperté y vi las flechas y me encontré con la caja musical me sentí como en navidad- aunque el no mucho al respecto sabia, solia recibir ropa o alguna cosa que su padre prefería darle en aquella época para no gastar después en ello –pero…cuando leí la carta por un segundo pensé en no ir, porque me aterraba verte y no sentir nada ¿Qué pasaría entonces? – seria el ser mas detestable sobre la faz de la tierra de eso no abría duda y le abría robado el corazón y el alma a la persona que mas amaba.
-decidí ir porque quería saber si las mariposas aun vivian y lo hacen pero…no viven en una propuesta por lejanía…en la distancia fue que decidiste hacer eso ¿por qué no cualquier otro día después de haber estado juntos?...supongo que me asustó pensar que lo que anhelabas era la compañía por rito y no sentido, que la distancia te habia incitado ¿y por qué no la cercanía?- suspiro profundamente frunciendo el ceño, definitivamente jamás podría acostumbrarse a expresar sus sentimientos en palabras.
Anuar Dutuescu- Humano Clase Baja
- Mensajes : 1801
Fecha de inscripción : 25/06/2010
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Las cosas que no se pueden explicar con palabras [Anuar]
-Iremos juntos, no te preocupes – Le aseguró, a Soren tampoco le importaba mucho tener que esperar, si llegaba primero, eso era lo de menos, lo importante es que Anuar llegara bien para poder afrontar lo que fuera que se viniera luego de visitar a su padre. Contuvo la inexistente respiración conforme el humano le revelaba el porqué de su negativa, le escuchó con atención sin interrumpirlo, quería entender, porque si entendía sus motivos, el dolor sería más soportable y desaparecería mucho más rápido. ¿Verdad?
-Entonces... dudaste que tu cariño se hubiese acabado – Aseveró una vez Anuar había terminado de hablar – Yo... también temía eso – Confesó, había sido su mayor miedo todo el tiempo, imaginarse que al volver, Anuar le rechazaría y de hecho la realidad no había sido muy distinta, en el momento se sintió como en su peor pesadilla, pero ahora que lo tenía a su lado y tenía la certeza de que continuarían juntos, parte de ese miedo había desaparecido.
-Cuando estábamos en el teatro... realmente creí que habías dejado de quererme en sólo 3 meses y no podía... me negaba a creerlo, algo se rompió muy profundo dentro de mi, lo escuché claro como una porcelana rompiéndose en mi cabeza... - Explicó y se llevó una mano a la cabeza, metiendo los dedos entre su cabello cenizo. Cerró los ojos unos instantes , queriendo alejar esos recuerdos de su cabeza.
- Pero lo importante es... que estas conmigo aquí y ahora – Continuó abriendo los ojos, girándose para mirar a Anuar – Esta bien si no quieres... esta bien... yo seguiré aquí – Posó sus manos en el contorno del rostro de su compañero, para conducir su rostro hacía el suyo – Una relación se construye entre dos... la decisión no puede ser sólo mía – Acercó su rostro tanto que su nariz chocó contra la de él, simplemente no podía enojarse con él, dijera lo que dijera o pasara lo que pasaba, todo dejaba de tener importancia si sentía la calidez de su piel o su aliento cosquilleando contra sus propios labios.
-Entonces... dudaste que tu cariño se hubiese acabado – Aseveró una vez Anuar había terminado de hablar – Yo... también temía eso – Confesó, había sido su mayor miedo todo el tiempo, imaginarse que al volver, Anuar le rechazaría y de hecho la realidad no había sido muy distinta, en el momento se sintió como en su peor pesadilla, pero ahora que lo tenía a su lado y tenía la certeza de que continuarían juntos, parte de ese miedo había desaparecido.
-Cuando estábamos en el teatro... realmente creí que habías dejado de quererme en sólo 3 meses y no podía... me negaba a creerlo, algo se rompió muy profundo dentro de mi, lo escuché claro como una porcelana rompiéndose en mi cabeza... - Explicó y se llevó una mano a la cabeza, metiendo los dedos entre su cabello cenizo. Cerró los ojos unos instantes , queriendo alejar esos recuerdos de su cabeza.
- Pero lo importante es... que estas conmigo aquí y ahora – Continuó abriendo los ojos, girándose para mirar a Anuar – Esta bien si no quieres... esta bien... yo seguiré aquí – Posó sus manos en el contorno del rostro de su compañero, para conducir su rostro hacía el suyo – Una relación se construye entre dos... la decisión no puede ser sólo mía – Acercó su rostro tanto que su nariz chocó contra la de él, simplemente no podía enojarse con él, dijera lo que dijera o pasara lo que pasaba, todo dejaba de tener importancia si sentía la calidez de su piel o su aliento cosquilleando contra sus propios labios.
Soren Kaarkarogf- Vampiro Clase Baja
- Mensajes : 2734
Fecha de inscripción : 05/06/2010
Localización : Entre libros de historia y lienzos manchados.
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Las cosas que no se pueden explicar con palabras [Anuar]
“Iremos juntos”
Y aquella palabras le parecieron místicas, de alguna forma que no logro descifrar ni comprender fue como si de alguna forma le hubiese regalado el mejor momento de toda la velada porque y hasta aquel instante la lejanía, no de sus cuerpos sino de algo mas, parecía agobiarle el alma, como si en cualquier instante de sus labios fuese a escapar aquella promesa de lejanía y desconsuelo, aquel tiempo de olvido y final le pareció tan próximo que solo aquellas palabras logaron apaciguar sus miedos.
-dude por tres meses que sería ante tu regreso…dude de tu regreso- confeso apretando la camisa del vampiro entre sus ásperas manos. Sonrió, con una sonrisa temblorosa que manifestó todo aquello que dentro de el seguía escondiéndose –solo dentro de tu cabeza- asevero y por un segundo se le antojo tener boca de profeta y que aquellas palabras fuesen verdad, que fácil sería entonces y que simple la relación, la simpleza les llevaría a la monotonía y la monotonía no podía ser jamás buena, quizás entonces comenzarían las falacias y los engaños y una cosa llevaría a la otra, y la otra no le resultaba un buen final siquiera una buena parada.
Bajo la mirada hasta toparse con aquellos labios bien conocidos y a los cuales sin embargo le parecía descubrir algo más ante cada roce –quiero que sea verdad…no quiero que me digas que está bien…y que después rehúyas de mi cercanía- el pecho le pareció temblar en un frenético baile de ansiedad sus manos se sujetaban a su vientre aunque una de aquellas pasaba por debajo de su brazo sujetando su hombro con suavidad –no quiero que tus labios me digan algo que tu mirada no puede colaborar- entreabrió sus labios observando aun los ajenos y le pareció percibir como su aliento se introducía como furtivo soñador.
Entreabrió sus labios atrapando en el acto los del vampiro y como una furia que le fue difícil apaciguar se separo, un beso efímero que le pareció digno de cualquier novela romántica –no sabes cuánto te extrañe…-
Y aquella palabras le parecieron místicas, de alguna forma que no logro descifrar ni comprender fue como si de alguna forma le hubiese regalado el mejor momento de toda la velada porque y hasta aquel instante la lejanía, no de sus cuerpos sino de algo mas, parecía agobiarle el alma, como si en cualquier instante de sus labios fuese a escapar aquella promesa de lejanía y desconsuelo, aquel tiempo de olvido y final le pareció tan próximo que solo aquellas palabras logaron apaciguar sus miedos.
-dude por tres meses que sería ante tu regreso…dude de tu regreso- confeso apretando la camisa del vampiro entre sus ásperas manos. Sonrió, con una sonrisa temblorosa que manifestó todo aquello que dentro de el seguía escondiéndose –solo dentro de tu cabeza- asevero y por un segundo se le antojo tener boca de profeta y que aquellas palabras fuesen verdad, que fácil sería entonces y que simple la relación, la simpleza les llevaría a la monotonía y la monotonía no podía ser jamás buena, quizás entonces comenzarían las falacias y los engaños y una cosa llevaría a la otra, y la otra no le resultaba un buen final siquiera una buena parada.
Bajo la mirada hasta toparse con aquellos labios bien conocidos y a los cuales sin embargo le parecía descubrir algo más ante cada roce –quiero que sea verdad…no quiero que me digas que está bien…y que después rehúyas de mi cercanía- el pecho le pareció temblar en un frenético baile de ansiedad sus manos se sujetaban a su vientre aunque una de aquellas pasaba por debajo de su brazo sujetando su hombro con suavidad –no quiero que tus labios me digan algo que tu mirada no puede colaborar- entreabrió sus labios observando aun los ajenos y le pareció percibir como su aliento se introducía como furtivo soñador.
Entreabrió sus labios atrapando en el acto los del vampiro y como una furia que le fue difícil apaciguar se separo, un beso efímero que le pareció digno de cualquier novela romántica –no sabes cuánto te extrañe…-
Anuar Dutuescu- Humano Clase Baja
- Mensajes : 1801
Fecha de inscripción : 25/06/2010
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Página 3 de 5. • 1, 2, 3, 4, 5
Temas similares
» Busco 2 cosas (PUEDEN CERRAR)
» [Libre] Las cosas siempre pueden ir a peor... O no.
» Pueden pasar muchas cosas en una noche(Filiberto)
» Palabras van, palabras vienen. Tan solo palbras.....
» Seleccionar entre las cosas viejas es como inventar cosas nuevas [Libre]
» [Libre] Las cosas siempre pueden ir a peor... O no.
» Pueden pasar muchas cosas en una noche(Filiberto)
» Palabras van, palabras vienen. Tan solo palbras.....
» Seleccionar entre las cosas viejas es como inventar cosas nuevas [Libre]
Página 3 de 5.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér Sep 18, 2024 9:16 am por Afiliaciones
» REACTIVACIÓN DE PERSONAJES
Mar Jul 30, 2024 4:58 am por Frederick Truffaut
» AVISO #49: SITUACIÓN ACTUAL DE VICTORIAN VAMPIRES
Miér Jul 24, 2024 2:54 pm por Nigel Quartermane
» Ah, mi vieja amiga la autodestrucción [Búsqueda activa]
Jue Jul 18, 2024 4:42 am por León Salazar
» Vampirto ¿estás ahí? // Sokolović Rosenthal (priv)
Miér Jul 10, 2024 1:09 pm por Jagger B. De Boer
» l'enlèvement de perséphone ─ n.
Sáb Jul 06, 2024 11:12 pm por Vivianne Delacour
» orphée et eurydice ― j.
Jue Jul 04, 2024 10:55 pm por Vivianne Delacour
» Le Château des Rêves Noirs [Privado]
Jue Jul 04, 2024 10:42 pm por Willem Fokke
» labyrinth ─ chronologies.
Sáb Jun 22, 2024 10:04 pm por Vivianne Delacour