El inicio de la oscuridad -Past- {Kazu}

Detestaba las reuniones que tenían que ver con la Corona. Las odiaba porque no se podía negar a asistir. Justo ahora, ese era el problema. Siendo un noble le habían invitado a ese lugar y no habría podido negarse sin ganarse como mínimo un largo interrogatorio por esos hombres que le trataban como su igual.

Iba vestido de negro. Siempre la había gustado ese color, aunque a veces se inclinaba por colores más brillantes, todo dependía del país y la moda que estuviese vigente en la época en la que estuviese viviendo. Pero el negro era un color que le parecía elegante y sobrio. Y esas características le hacían sentir bien al usarlo.

El lugar que le habían indicado estaba cerca. Seguro que los demás habían llegado en carruajes o algo que les hiciese ver su status. Él por su parte, había llegado literalmente volando, por lo que le verían llegar a pie o mejor, no le verían llegar.

Ahora que lo pensaba, debía agradecer que las reuniones se hiciesen casi siempre por las noches. Y aunque la invitación de ahora le indicaba que debía llegar cuando aún dominaba la luz del día, él se excusaría diciendo que tenía algún compromiso o inventando cualquier cosa que sonase ligeramente convincente. No había nadie allí que pudiese cuestionarle sus actos, a excepción del rey, claro estaba. Y si realmente intentaba ahondar en ello, simplemente confiaba en que su poder de persuasión, que había ido perfeccionando a lo largo de los siglos. Incluso cuando era un humano podría haberlo logrado.

Ah… por fin había llegado. Si era posible, intentaría pasar desapercibido y luego se presentaría como si nada entre ellos. Dirían algo como ‘No te he visto llegar’ y él contestaría ‘No tiene mucho que lo hice, pero no quería interrumpirles’. Era lo clásico y convencional.

Le gustó el momento en el que puso sus pies en el suelo. La sensación era tan diferente en un lugar alejado de la ciudad como aquel. Aún cuando también fuese un sitio lleno de lujos y suntuosidad.

El cielo se veía hermoso ese día y dio una vuelta por los alrededores antes de decidirse a ir al sitio en el que se encontraba el resto, siempre era bueno tener información del entorno en el que estaría. Cuando observó la primera figura en su camino no pudo evitar sonreír. Era aquel muchacho. El príncipe al que muchos de los presentes odiaban. No sabía bien los detalles, no se había permitido profundizar mucho en aquel tema.

Solo estaba seguro de una cosa. Le gustaba su mirada, aunque le causaba una extraña sensación. Como si ocultara algo. Pero con su clásica indiferencia, no se molestó en intentar averiguar antes el por qué. Su interés nacería después de esa noche. Y eso cambiaría el rumbo que había fijado para su
larga y solitaria existencia.

Se movió haciendo ruido a propósito mientras hiroshi le veía bajar del árbol sin ninguna dificultad.

-¿Qué estás pensando Kei?
No esperaba una respuesta, lo había dicho en voz alta solamente. Se quedó en su sitio sin moverse mientras le observaba. Kei tenía una apariencia bastante atrayente, tenía rasgos finos y tenía buen carácter la mayoría del tiempo. Se preguntó qué era lo que le pediría aquel muchacho. Esperaba que aquella situación no se tornase más complicada aún.

-¿Qué es lo que quieres pedir?

Arqueó una ceja al preguntar, aún no estaba frente a él. Pero suponía que le había escuchado y que sabía la dirección en la que aparecería. Claro estaba que había cosas que no permitiría que sucediesen. Pero había que ver qué era lo que iba a decirle.

Se giró a ver a Hiroshi que le veía con cierta desconfianza dese lo alto. ¿Por qué ponía esa cara, ni que fuese a hacer algo descabellado. Le hizo una señal de que no interviniera sin importar lo que pasar. El chico hizo un además de que no lo haría, que le importaba poco. Aunque la verdad estaba a punto de reírse de él por actuar de aquel modo y lo peor era que lo sabía...

-Eso que pides es relativamente fácil... Ella no tendría ningún problema estando aqui... Puedo asegurarlo...
Se acercó y le observó a los ojos directamente.
-¿A dónde piensas ir? claro, si es que puedo saberlo...

Había leído su mente, así que lo sabía, no dijo nada porque entonces aquello tomaría otro rumbo. Quería que le dijera o no podría decir mucho al respecto sin revelarle que podía ver a través de él.
Hiroshi al ver su actitud bajó cautelosamente del árbol acercándose un poco, hasta donde supo no le notarían.

Koizumi... esas reacciones tuyas... Nadie lo hubiese notado, pero el había estado casi toda su vida a su lado, pordía darse cuenta de ciertas cosas que otros pasarían por alto. Kei tenía algunas manías al hablar y moverse que hacían evidentes ciertas cosas. En este caso, el tono de su voz, aunque imperceptiblemente, había cambiado. Él era un asesino, aquello no se le podía pasar por alto.

-Entonces decides regresar a ese sitio... ¿acaso tienes miedo de hacer tu vida lejos de eso? Me pediste que te sacara y lo hice... pero no pienso dejarte regresar ... Te quejaste y dijiste todo aquello anoche... pero ahora vienes y me dices que vas a volver a ese sitio...

Ni siquiera había notado que le había tomado del brazo. Se le quedó viendo. Si había notado eso es porque sintió la cercanía de Hiroshi.
Le soltó y suspiró.

-Eso no tiene ningún sentido para mi... no lo entiendo... ¿quieres vivir así? ¿de verdad?

Le observó con el rostro impasible, como si no ocurriese nada en su interior y eso, sin duda, no era así.

Kazu lo escucho y solot las palabras que poiblemente le habian costado mas decir en toda su vida- lo se...y...te pido perdon... te hice hacer todo esto por nada y te juro... que cuando llegue el momento te dare todo cuanto quieras de mi si con eso puedo resarcir un poco lo que te eh hecho hacer... los pocos minutos en que men senti libre... fueron preciosos y es suficiente- hablo sin darce cuenta que al decir aquello hechaba a perder la mentira que habia planeado soltarle- y... tal vez, tal vez no soy mas que un cobarde que no concibe la vida fuera de las comodidades del castillo, un niño mimado que no soporta abandonar todo el dinero y la opulencia, despues de todo es todo ese privilegio por el simple y sensillo hecho de abrir las piernas cada noche.

Se quedo callado un segundo, no queiendo atragantarce con el asco de sus propias palabras, la verdad es que no tenia miedo de dejar la comodidad, de hecho la duresa de la cama de tablas y la apenas decente cobija que le habian dado era mil veces mejor que la amplia y mullida caa del rey cuando tenia que tenerlo sobre el. Pero no tenia fuerzas para empezar un nuevo regimen, para acostumbrarce y tener que soportar a los sirvientes de aquel sujeto mirando,lo por encima del hombro. En el castillo nadie le tocaba era una basura a los ojo de los demas pero era la basura consentida del rey, bajaban la cabeza en su precensia y el podia sobrevivir a su maldita existencia simplemente con poder levantar la cabeza sin problemas.

No iba a quedarce en el lugar al que kei le habia llevado, no iba a quedarce en un lugar donde era apenas nada, no iba a soportar las miradas de condecendencia como las de hiroshi, las de desconfianza y recelo como las de la gente que le habia visto llegar a la abadia y mucho menos...queria tenr que soportar las miradas como las que habia recibido del tipo que le habia sacado del castillo, estaba claro que no aprobaba que kei hiciera todo aquello por alguien como el y con lo locos y obsesivos que estaban por aquel vampiro toda esa gente dudaba que alguno fuee a haceptarlo... y no iba a quedarce a intentarlo, no cuando no tenia nada en que apoyarce y mucho menos... iba a exponer a su nana a un ambiente en el que se preocupase pñor el aun mas que antes. Clases... reglas... ese lugar le habia empezado a asficxiar nada mas entrar... lo menos que queria al huir de el castillo era una nueva carcel...

Habia escapado si, queria tener una vida tranquila para el y su nana hasta el dia en que ella lo dejace, ese habia sido su deceo desde el pricipio y por el se habia marchado tambien de la habadia... pero era una locura querer escapar del rey por si mismo... No queria luchar... estaba cansado de luchar, lo habia hecho toda su vida en el castillo y no le quedaba orgullo para hacerlo fuera de el. Su nana se veia feliz con su sobrina, cuando le contara la historia que habia inventado seguramente al final se quedaria tranquila ahi... y el...el podria tener al menos la felicidad de saber que ella pasaria tranquila sus ultimos dias. Al regresar al castillo lloraria un poco a los pies de su padre, le diria lo mucho que le extraño, que habia hecho una estupidez y despues de algunas horas de castigo, un par de azotes irian a la cama. Pasados un par de dias le convenceria de que le dejace visitar a su nana... todo estaria bien...

Por alguna razón, aquellas palabras y los pensamientos que logro vislumbrar le hicieron enfadar.

-Así que prefieres regresar a esa vida que tenías... no me digas que lo sientes... no me pidas perdón porque eso no tiene ningún sentido...
No se dio cuenta de que se había acercado y le había tomado por la camisa hasta que una mano le hizo soltarle.

Hiroshi había avanzado hacia ellos al ver aquella chispa en los ojos de Koizumi, interviniendo a pesar de que había decidido mantenerse al margen de aquella conversación, solo que le parecía que ya no era solo una plática...

-Lo que tienes es miedo -dijo viéndo al muchacho fijamente, ignorando la presencia del que era su mano derecha -si lo que quieres es que alguien te domine, bien puedo hacerlo... puedo mantenerte encerrado y a mi merced...

Se detuvo, no era lo que quería decir exactamente, solo estaba molesto y era incapaz de controlarse en ese justo instante. Antes de decir alguna cosa más se dio la vuelta y se alejó un par de pasos intentando recuperar la compostura.

No quería decir algo que pudiese herirle profundamente y la mirada reprobatoria de Hiroshi sobre él había sido una advertencia.

Hiroshi se quedó viendo al chico. No quiso decir nada, pero se mantuvo cerca de Kazu, le puso la mano en el hombro, aún cuando sabía que su presencia era innecesaria para él.
Nunca había visto a aquel vampiro actuar de esa manera, nunca le había visto enfadarse o alterarse tan rápidamente por las palabras de alguien.

Le observó, pero solo podía ver su espalda, sabía que estaba intentando tranquilizarse y al cabo de un par de minutos le vio girarse, viéndoles a ambos. Su mirada había cambiado. Aunque pocos podía decirlo, Hiroshi le había estado observando casi toda su vida y casi podía asegurar que aquello que veía en él era cierta confusión. No quería dejarle marchar, pero no se creía en el derecho de detenerle. Pero podía verlo... No pensaba dejar que se marchase... Eso era lo que aquella mirada le dejaba vislumbrar... Se preguntaba si estaba en lo correcto.

(se me borro la respuesta de esto y me dio flojera reescribirlo todo como estaba)

Kazu le vio y sus labios se entreabrieron para pedir perdón nuevamente, para decirle que, que espera? había crecido en ese lugar, había vivido ahí durante toda su vida y le había costado aprender a defenderse, iniciar de nuevo en otro lugar le aterraba, ahí afuera estaba indefenso, no conocía a nada ni a nadie ni tampoco `poseía medio para protegerse... sus ojos mostraban su vulnerabilidad cuando vislumbro al sujeto que se acercaba e inmediatamente su gesto se endureció apartándose un poco del vampiro.
Cuando le soltó aquellas palabras simplemente frunció el ceño- y que si necesito alguien que me domine?- sonrió con ironía en un gesto torcido- al menos el rey me humilla en privado - viosu rostro y supo que no le había gustado su respuesta pero no le importaba no iba a mostrar debilidad ahora.

Sintió la mano en su hombro y se aparto apenas suavemente, no quería la lastima de nadie; cuando había escapado del castillo no había esperado descubrir que su nana tenia familia y que podía ser feliz con ella, al menos algo había ganado con aquella huida- como te dije cumpliré con mi palabra por lo que has hecho por mi, me iré y a menos que vayas a “encerrarme” esta conversación termina aquí.
No quería seguir discutiendo, si lo hacia corría el riesgo de mostrar cosas de si mismo que no quería mostrar.

Aquel vampiro se giró a ver a su subordinado, el cual inmediatamente entendió aquella orden silenciosa...
Márchate, Hiroshi... Eso fue lo que escuchó claramente en su mente. Y aunque estuvo a punto de decir algo al respecto, al ver sus ojos tomar ese color miel, decidió simplemente obedecer. Retrocdeió un par de pasos antes dehacer una reverencia y desaparecer entre las sombras.

Kei se acercó a él y lo arrinconó entre él y uno de aquellos frondosos árboles. Le veía fijamente a los ojos.
-Si eso es lo que debo hacer... bien... entonces que así sea...
Le tomó por uno de los brazos jalándole hacia él.
Aún era consciente de lo que hacía, pero eso no impedía que se dejase llevar por aquel sentimiento que empezaba a formarse en su interior. Estaba molesto y justo ahora no le importaba demostrarlo.

¿Cuando se dio cuenta de que en realidad se le había ido de las manos? Cuando se vio a si mismo besándole para darle a probar su sangre... Aún no debía probar la suya, porque seguro que se dejaba llevar si bebía de él ...

¿En qué estaba pensando? Tal vez Hiroshi tenía razón sobre sus razones para llevarle hasta allí... solo que ni él mismo se había dado total cuenta de todo aquello.

Se separó de él lentamente, soltándole. Podía escuchar el latir de su corazón. Por su parte él parecía haberse tranquilizado de alguna extraña manera...

Off: esto no era lo que tenía en la cabeza O_o pero se me deschabetaron las ideas... lo siento...

De su rostro no se borro la molestia pero ver al otro sujeto marcharse le tranquilizaba un poco, lo menos que quería era montar una escena frente a aquel sujeto. Nada mas irse su mirada se dirigió al hombre que tenía enfrente y fue entonces cuando noto lo cerca que estaba, quiso decir algo. Lo que sea pero la voz se le fue cuando el vampiro le arrincono contra un árbol, un sentimiento de excitación le invadió el cuerpo y tembló contra el cuerpo que robo un beso de sus labios, un simple beso que le estremeció más que todas las sesiones de sexo que había tenido con su padre… los ojos le pesaron y una exclamación se ahogo en su garganta.

Y respondió, sus labios respondieron a los fríos ajenos y si no se abrazo a él fue simplemente porque su cerebro se había desconectado y su cuerpo no le obedecía, solo reacciono cuando el vampiro se separo. Sus ojos se abrieron despacio y lo que vio fue a un vampiro mucho más tranquilo que antes…

Tardo aun unos segundos en reaccionar antes de alejarlo de él con fuerza- que soy? Tu juguete?!- hablo limpiándose la boca con energía, aquel imbécil podía besarlo y quedarse tan tranquilo…

No, no es que lo considerase su juguete ni nada por el estilo. Más bien era que le había tomado un extraño 'cariño' , por así decirlo.

-Simplemente, no pude evitar... ese día ni ahora sentir que debía alejarte de esa vida que llevabas... -se refería a aquella noche en la que él había observado aquella escena desde lo alto de aquel árbol.

Su voz se había tornado un poco más baja y hablaba casi en un susurro. No había una razón para ello, pero la sensación que le había dejado el besarle aún no se había ido y eso le inquietaba. Eran sus instintos que querían despertar.

Le vio limpiarse los labios con fuerza y no pudo evitar sonreír. De un momento a otro la seriedad volvió a él cuando iba a contestar aquella pregunta.
-No eres mi juguete... solamente que no quisiera que tuvieras aquella expresión en tu rostro de nuevo... Aún si lo que hago no es lo correcto...

Trataba de decirle algo que no sabía con completa certeza. Parecía que se había estado engañando a sí mismo, pero había algo que no tenía seguro. ¿Qué tan lejos estaba dispuesto a llegar con él? Porque se había dicho muchas cosas, había prometido otras tantas... y justo ahora venía a romper con muchas.

Kazu le miro con rencor.

- y para eso necesitas besarme? No eres mas que un engreído que cree que debe rescatar al niño desvalido, pero sabes que? Eh sobrevivido así toda mi vida, ese castillo es mi mundo no hay nada para mi fuera de el, ese infierno, esa tortura constante es lo único que tengo- sintió que las lagrimas se agolpaban en sus ojos pero se negó a llorar reteniendolas donde estaban- te parece divertido besarme? Te parece que eso me ayuda? No quiero la lastima ni la condescendencia de nadie, eh aguantado mucho para no ser mirado por debajo del hombro y no voy a permitir que tu y tus aires de héroe vengan a descolocar mi mundo.

Y es que tal vez mas que enfrentarse a un mundo completamente desconocido lo que mas le asustaba de todo aquello era la forma en la que aquel vampiro descolocaba su mundo y lo distorsionaba todo. Cuando estaba con el su cabeza era un lio y su corazón era aun peor....no podía controlarse y todo era una constante maraña de confusión...

Quería regresar al castillo, así tuviese que pagar con la compañía de su padre quería protegerse necesitaba hacerlo, su corazón ya había tenido ilusiones y le habían costado muy caro, no quería sueños no quería cariño, solo había deseado vivir en paz con su nana el tiempo que le quedaba, solo eso...solo estar con ella y que su alma estuviese tranquila hasta que lo dejara...después simplemente dejarse ir en las puertas de la muerte, ese había sido su único deseo y ya se había ido al infierno.

kazu le vio y se mentuvo entero, no iba a dejar que nada le desmoronara en esos intantes.

- que es lo que quieres de mi?- pregunto directamente- que diablos buscas en mi? si no es lastima y desde luego no es cariño que carajo quieres de mi? diversion? te gusto para divertirte? por que desde luego me dejas pocas posibilidades- se dejo caer recostandose de un arbol- tranquilidad junto a mi nana, no mas rey no mas aristocratas, gente sintiendose superior ni gente sintiendo lastima... solo eso queria... estar en paz con ella, el tiempo que aun le queda conmigo... solo eso te pedi... tal vez pedi demaciado- sus ojos se perdian en el cielo.

Tal vez estaba exigiendo demaciado a quien no tenia ninguna responsabilidad. Pero era el el que se habia ofrecido quien habia dicho que cumpliria sus deseos y el habia dicho el unico que un alma muerta y un cuerpo marchito como el suyo podian tener...si el hiciese la misma pregunta de nuevo en esos instantes... quien sabe que pediria...felicidad? cariño? solo estupideces...ojala nunca hubiese dejado su sensillo mundo para entrar en aquel remolino de sentimientos inutiles.

Preocuparse tanto no era lo suyo, empezaba a marearse de aquella discusión. Esuchó sin interrumpir lo que tenía que decir y una vez hubo terminado simplemente le atrapó en un abrazo. Uno normal, en el que su fuerza vampírica no hacía lujo de presencia.

-Te estás equivocando... y no has pedido demasiado...
En realidad podría haberle pedido muchas otras cosas y probablemente no le habría costado cumplirlas.

-Lo que quiero... es que aprendas a disfrutar tu vida... no solo a resignarte a vivir de ese modo...
Si, eso en gran medida era lo que quería. Aunque había otra cosa que no estaba diciendo... Cuando se había hecho aquel trato... cuando le había pedido su sangre... aquellas intenciones ocultas en él ya habían tomado forma...
Lo que Hiroshi había dicho ese día en el que había vuelto dando órdenes por doquier....
.-.-.-.-
-¿Qué pasa Koizumi? ¿Es que has encontrado algo interesante? -eso era lo que había dicho, pero más bien era como lanzar un señuelo y ver si salía algo con eso.
Él no le había contestado, dispuesto a irse a descansar, pues los rayos del sol en el exterior ya estaban haciendo acto de presencia, pero ese muchacho a veces era bastante perspicaz.
-¡Ah! - Se había sentado a un lado de aquel ataúd mientras le veía acomodarse -... ¿Es que acaso piensas convertirlo?

-¿De dónde sacas esas ideas, Kimura? - le había dicho sin preocuparse mucho de sus palabras, aunque notó que no le quitó la vista de encima en ningún momento -Ve a descansar que llevas muchos días sin hacerlo... -fue lo que dijo antes de cerrar la tapa... pero justo antes de djear de verle para hundirse en aquella oscuridad, le vio sonreír y le escuchó decir algo.

-Estas por romper tu propia promesa, Koizumi Kei... Me apostaría la vida en ello...
.-.-.-.-
Y eso había sido lo más relevante de aquella conversación. Y es que aunque creyó que no era verdad, ahora se daba cuenta de que había más razón en ello ahora que antes.

Sin embargo, no podía hacerlo ahora. No, creía que aún no era el momento, así que por eso se guardó aquello. Probablemente le daría a elegir, eso había sucedido con su propia situación.

El había decidido entrar en esa existencia de noches eternas. Lo único que no pensaba hacer era eliminar su propia existencia dejando atrás a un ser inmortal creado por él mismo. Ya había decidido, aún sin saber si aquella oportunidad se daría o no.

Kazu sintio que le abrazaba y no se aparto, era una abrazo normal, sin forzar y a el le gusto la sensacion.

- para mi eso seria disfrutar de la vida...- hablo y decia la verdad, despues de lo que era su vida siemplemente estar tranquilo con su nana; sin preocupacion ni caretas era un idilio para el. Tal vez la gente buscaba omplicaciones mas grandes, vidas llenas de riqueza, llenas de amantes lujos y placeres el solo queria estar trnquilo, sin tener que complacer a los demas simplemente ser el y ya....

La noche estaba mas oscura que nunca, dicen que cuando la noche esta mas oscura es por que esta por amanecer.. seria cierto? una vez tocado forndo solo se puede ir hacia arriba pero el...el lo habia tocado? no estaba seguro... de hecho no lo creia, se podia legar mas bajo y el llevaba evitando eso durante todos aquellos años.

- quiero tranquilidad... es todo... -recargo un poco la cabeza contra el torso ajeno y cerro los ojos... aquellos brazos extraños posian ser reconfortantes y calidos; muy a pesar de su piel helada.

Suspiró y recargó la cabeza sobre la del muchacho desúés de darle un ligero beso en la frente.
-Quédate aquí, nadie te molestara, no necesitas fingir, ni decir o hacer nada que no quieras... Sólo quédate conmigo...

¿Por qué lo decía de esa forma? La verdad es que no encontraba otro modo de decirlo. No quería dejarlo ir y eso era lo que estaba ya claro. SI había hecho todo aquello era por algo, no pensaba dejar que su obstinación le complicara las cosas. Se conocía a sí mismo y entre una cosa y otra sabía que si se ponía con su necedad de decir las cosas de manera en la que ocultase sus egoísmo esto iría de mal en peor.

Hasta ahora no había necesitado compañía que le hiciese sentir bien, nunca había sentido el querer transformar a alguien en lo que él se había convertido tanto tiempo atrás... pero en ese momento, sabía que lo que quería era mantener a aquel joven cerca, bajo su tutela y tal vez, cambiar su existencia si se daba esa posibilidad. Era extraño, porque sabía que se había prometido no darle su sangre a nadie de aquella manera. ¿Qué hacía a este chico especial? No lo sabía, pero no iba apensar las cosas demasiado, en este tipo de cuestiones eso salía sobrando.

¿Qué pasaría después? No era de los que pensaban en el futuro, pero si tenía algo por seguro, no sabía cuánto tiempo estarían juntos, si lo que durase su vida humana, si al final eso era lo que sucedía o si compartiría su inmortalidad con él... si lo hiciese las posibilidades de que se separasen en algún punto eran más que probables, pero preocuparse por eso antes de que sucediera era algo que él no iba a hacer.

Esa era la forma en la que hacía las cosas.. Tomar una decisión y seguir en el camino que se trazara conforme a ella...

¿A dónde llegaría? Ahí estaba lo interesante de todo ello... sobre todo, porque esta vez las decisiones no eran solo suyas... lo que esta persona que ahora sostenía en sus brazos optara por hacer estaba fuera de lo que él podía controlar... Eso lo volvía aún más interesante, porque jamás se había ligado a ola existencia de otro ser antes.

Y ahora, justamente era lo que buscaba hacer... crear un lazo... sin que se diese cuenta, ya había comenzado a formarse desde la primera vez que prestó atención en aquellos ojos que le miraban con atención y con aquel mensaje tan claro que no pudo ignorar.

Spoiler:

Soltó el aire contenido sin apartar al otro y sintiendo como su frio le helaba y le envolvía reconfortándolo de alguna forma extraña.

-dijiste que tendría que seguir las reglas que no podías hacer nada- le reprocho suavemente pero solo apoyo un poco su cabeza contra el otro y finalmente se abrazo a si mismo aun cerca del otro- la verdad no quería regresar… aunque ya debes saberlo…- murmuro cerrando los ojos sintiendo un alivio que le inundaba el alma. No quería regresar con su padre… en verdad no quería…solo pensar en que había estado apunto de volver a sus brazos, de fingir arrepentimiento.

De soportar sus castigos y seguramente un buen par de violaciones violentas le helaba la sangre… - gracias….- murmuro por fin comportándose mas como un niño desvalido que como el niño caprichoso que normalmente interpretaba. Podía sentir un lazo con aquel ser a pesar del poco tiempo. Un lazo que le reconfortaba.

CERRADO