AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
Espacios libres: 11/40
Afiliaciones élite: ABIERTAS
Última limpieza: 1/04/24
En Victorian Vampires valoramos la creatividad, es por eso que pedimos respeto por el trabajo ajeno. Todas las imágenes, códigos y textos que pueden apreciarse en el foro han sido exclusivamente editados y creados para utilizarse únicamente en el mismo. Si se llegase a sorprender a una persona, foro, o sitio web, haciendo uso del contenido total o parcial, y sobre todo, sin el permiso de la administración de este foro, nos veremos obligados a reportarlo a las autoridades correspondientes, entre ellas Foro Activo, para que tome cartas en el asunto e impedir el robo de ideas originales, ya que creemos que es una falta de respeto el hacer uso de material ajeno sin haber tenido una previa autorización para ello. Por favor, no plagies, no robes diseños o códigos originales, respeta a los demás.
Así mismo, también exigimos respeto por las creaciones de todos nuestros usuarios, ya sean gráficos, códigos o textos. No robes ideas que les pertenecen a otros, se original. En este foro castigamos el plagio con el baneo definitivo.
Todas las imágenes utilizadas pertenecen a sus respectivos autores y han sido utilizadas y editadas sin fines de lucro. Agradecimientos especiales a: rainris, sambriggs, laesmeralda, viona, evenderthlies, eveferther, sweedies, silent order, lady morgana, iberian Black arts, dezzan, black dante, valentinakallias, admiralj, joelht74, dg2001, saraqrel, gin7ginb, anettfrozen, zemotion, lithiumpicnic, iscarlet, hellwoman, wagner, mjranum-stock, liam-stock, stardust Paramount Pictures, y muy especialmente a Source Code por sus códigos facilitados.
Victorian Vampires by Nigel Quartermane is licensed under a
Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.
Creado a partir de la obra en https://victorianvampires.foroes.org
Últimos temas
Café de medianoche.
Página 1 de 2.
Página 1 de 2. • 1, 2
Café de medianoche.
-Se había enamorado locamente de una joven, y se había casado con ella en una especie de éxtasis de felicidad. Tras un año de una felicidad sobrehumana y de una pasión inagotada, ella había muerto repentinamente de una enfermedad cardíaca, muerta por su propio amor, sin duda. Él había abandonado su casa de campo el mismo día del entierro, y había acudido a vivir a su casa en Ruán. Ahora vivía allí, solitario y desesperado, carcomido por el dolor, tan miserable que sólo pensaba en el suicidio-Escuché cerca de donde me encontraba esperando a que me sirvieran un café bien calentito y que me pudiera quitar el frío de la calle.
-Ya han pasado tantos años, he crecido, y cuando pensaba que viviría para siempre con la intriga en mi alma por saber qué fue lo que pasó justo me lo encuentro a él; estaba de pié en la mitad de la plaza del desolado pueblo con la cabeza inclinada hacia atrás mirando hacia arriba las campanas de la iglesia.-Escuche a un hombre que estaba cerca de mí y que hablaba con la otra persona que estaba al lado opuesto del hombre que tenía al lado.
La noche estaba siendo traicioneramente fría y todavía el frío no abandonó mi cuerpo que temblaba sin cesar. Junté ambas manos y exhale aire caliente para calentar mis manos, pero el frío volvía de nuevo. Me puse los guantes de cuero negros y me froté los muslos para entrar en calor, pero se iba al instante.
Por alguna razón algo iba a pasar y....-¿Donde estaba mi café?-Pense de repente al recordar la ausencia de un recipiente redondeado que contiene cafeina y que huele de maravilla. Cuando ya no podía aguantar más, el camarero pareció acercarse a una mesa cercana, pero en realidad ya traía mi café y llevaba consigo unas pastas que tenían una pinta deliciosa.
-Aqui tiene, Madmoiselle-Dijo el camarero.-Lamento el retraso.
-No hay problema.-Dije con una sonrisa al camarero.-Gracias.-El camarero se fué tras agradecerle en que haya traido el café y de repente el sonido de la puerta sonó muy fuerte. Mi vista cambio de dirección hacia una bella joven de pelo negro como el azabache, un rostro dulce y al parecer una señorita muy refinada.
Todos nos quedamos mirandola, pero yo por educación, dejé de mirarla y fijé mi mirada en las dulces pastas que el camarero me trajo junto con el café. Cogí una lentamente y a los pocos segundos, se deshizo en el plato en migajas. Cogí las migajas disimuladamente, intentando ignorar la vista de aquella mujer que había entrado y que me estaba mirando hacia mi. Al ver que la pasta se deshacía mi mirada fue un segundo a mirar a la mujer pero luego fue a la pasta deshecha. Pero estaba riquisima las pastas incluso si se deshacian en la mano.
-Ya han pasado tantos años, he crecido, y cuando pensaba que viviría para siempre con la intriga en mi alma por saber qué fue lo que pasó justo me lo encuentro a él; estaba de pié en la mitad de la plaza del desolado pueblo con la cabeza inclinada hacia atrás mirando hacia arriba las campanas de la iglesia.-Escuche a un hombre que estaba cerca de mí y que hablaba con la otra persona que estaba al lado opuesto del hombre que tenía al lado.
La noche estaba siendo traicioneramente fría y todavía el frío no abandonó mi cuerpo que temblaba sin cesar. Junté ambas manos y exhale aire caliente para calentar mis manos, pero el frío volvía de nuevo. Me puse los guantes de cuero negros y me froté los muslos para entrar en calor, pero se iba al instante.
Por alguna razón algo iba a pasar y....-¿Donde estaba mi café?-Pense de repente al recordar la ausencia de un recipiente redondeado que contiene cafeina y que huele de maravilla. Cuando ya no podía aguantar más, el camarero pareció acercarse a una mesa cercana, pero en realidad ya traía mi café y llevaba consigo unas pastas que tenían una pinta deliciosa.
-Aqui tiene, Madmoiselle-Dijo el camarero.-Lamento el retraso.
-No hay problema.-Dije con una sonrisa al camarero.-Gracias.-El camarero se fué tras agradecerle en que haya traido el café y de repente el sonido de la puerta sonó muy fuerte. Mi vista cambio de dirección hacia una bella joven de pelo negro como el azabache, un rostro dulce y al parecer una señorita muy refinada.
Todos nos quedamos mirandola, pero yo por educación, dejé de mirarla y fijé mi mirada en las dulces pastas que el camarero me trajo junto con el café. Cogí una lentamente y a los pocos segundos, se deshizo en el plato en migajas. Cogí las migajas disimuladamente, intentando ignorar la vista de aquella mujer que había entrado y que me estaba mirando hacia mi. Al ver que la pasta se deshacía mi mirada fue un segundo a mirar a la mujer pero luego fue a la pasta deshecha. Pero estaba riquisima las pastas incluso si se deshacian en la mano.
Invitado- Invitado
Re: Café de medianoche.
Noche de martes. Después de la luna llena merecía yo una buena copa y como yo siempre hago lo que quiero hacer, me dirigí hacia la taberna abriendo la puerta de manera violenta sin reparar en las miradas que me lanzaban en cuanto puse un pie dentro del establecimiento. ¿Qué tenía de raro? Una mujer en la taberna, ahí estaban las chicas de la vida alegre. ¿Porqué no podía estar yo ahí también? Tomé asiento en una de las mesas apartando de un manotazo el montón de ropa que hacían las faldas de mi vestido y que para mi eran estorbosas e inútiles. Tomé asiento y miré alrededor para ver que los ojos estaban puestos en mi. Menudo día. Chasqueé la lengua sin ningún tipo de modales y esperé al mesero a que se acercara. -Un whisky doble en las rocas- Mencioné claramente porque ya me sabía lo que seguía, la cara de sorpresa y la pregunta de lo mismo que había pedido ya. Alcé las cejas esperando a que se fuera y me dediqué a tamborilear los dedos sobre la madera de la mesa.
Si se tardaba más de quince minutos me iría, yo seguía sin entender qué tanto le ponen a las bebidas que se tardan horrores en servírtelas si sólo era ponerlas en un maldito vaso. Suspiré clavando mi mirada en una chica que comía galletas y que me llamó la atención. Café y galletas en una taberna. Alcé las cejas porque yo tenía pensado incluso pedir un puro por el simple gusto de ver casi morirse del infarto al mesero cuando una 'dama' le pidiera eso. Sonreí con malicia antes de sacudir la cabeza y volver a mirar hacia el lugar donde preparaban las bebidas y levantando la mano troné los dedos un par de veces rápidamente. -Que me hago vieja aquí sentada- Cosa que sinceramente no me importaba porque tenía crecimiento desacelerado por mi condición pero me divertía verlos correr para traerme mi vaso. Me quedé mirando a otro hombre que me miraba de regreso y alcé un poco el mentón en forma de pregunta. -¿Le puedo ayudar en algo?-
Si se tardaba más de quince minutos me iría, yo seguía sin entender qué tanto le ponen a las bebidas que se tardan horrores en servírtelas si sólo era ponerlas en un maldito vaso. Suspiré clavando mi mirada en una chica que comía galletas y que me llamó la atención. Café y galletas en una taberna. Alcé las cejas porque yo tenía pensado incluso pedir un puro por el simple gusto de ver casi morirse del infarto al mesero cuando una 'dama' le pidiera eso. Sonreí con malicia antes de sacudir la cabeza y volver a mirar hacia el lugar donde preparaban las bebidas y levantando la mano troné los dedos un par de veces rápidamente. -Que me hago vieja aquí sentada- Cosa que sinceramente no me importaba porque tenía crecimiento desacelerado por mi condición pero me divertía verlos correr para traerme mi vaso. Me quedé mirando a otro hombre que me miraba de regreso y alcé un poco el mentón en forma de pregunta. -¿Le puedo ayudar en algo?-
Antonella Giordano- Licántropo Clase Alta
- Mensajes : 361
Fecha de inscripción : 11/03/2011
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Café de medianoche.
Veía a una mujer que se sentó en una mesa cerca de la mesa en la que me había sentado a tomar mi café. La observé de vez en cuando y cuando podía, apartaba la mirada de ella. Las farolas de la calle comenzaron a parpadear y de repente la calle bañada en luces anaranjados se quedo en negro por completo. Me levanté alarmada y miré de lado a lado.
Nada, la gente se había quedado quieta en la calle y confusa. Las luces volvieron a iluminar las calles de París y mi inquietud desapareció. Iba a volverme pero un sonido de una silla cerca de la ventana, se movió lejos de la mesa y pude escuchar que unos pies ligeros andaban cada vez más fuerte hacia mí. El taconeo cesó y entonces me giré sin problema alguno. Una joven de cabellos castaños me miraba con aire serio. Yo la miraba con poco interés pero una de las dos tendría que romper el hielo. Vi a un camarero que se acercaba a la mesa de donde se había levantado la joven con un café o algo para que se le calentara el cuerpo. El café estaba recién hecho y cuando miré hacia el mesero, la chica joven se giró lentamente sin quitar su mirada... ¿Bicolor? Tendría que ser imaginaciones mías. Me di la vuelta y me dirigí hacia mi sitio y me senté con gracia y elegancia. Tomé una de las galletitas que me habían servido con el café y vi a la chica observándome.
Comenzaba a inquietarme por dentro, pero por fuera, intentaba mostrar calma. Mi pelo azabache estaba recogido aquella noche en un gracioso moño, no estaba muy alto, pero era elegante, dos mechones me caían a los lados que me endulzaban el rostro. Miradas y más miradas nos apuñalaban a ambas y cuando la miré, ella pareció fruncir los labios. Hay personas a las que no les gusta ser observadas. A mí no me importa, hasta llegar a cierto límite.
Pasó un rato largo y habían entrado varias personas, algunos eran parejas jóvenes. -¿Qué es el amor? ¿Qué se siente?--Pensé nada más ver a una pareja que se comían con la mirada de los enamorados que estaban.
Aparté mi mirada y me desanimé al sentir de nuevo la soledad junto a mí. El café estaba caliente, pero no puede reemplazar el calor de una persona por mucha cafeína que tuviera el café. El calor de mi familia apenas lo sentía a mi alrededor. ¿Quién puede oírme?-Pensé para mi intentando ser fuerte y evitar que comenzaran a brotar de mis ojos varias lagrimas que amenzaban con salir a flote.
Nada, la gente se había quedado quieta en la calle y confusa. Las luces volvieron a iluminar las calles de París y mi inquietud desapareció. Iba a volverme pero un sonido de una silla cerca de la ventana, se movió lejos de la mesa y pude escuchar que unos pies ligeros andaban cada vez más fuerte hacia mí. El taconeo cesó y entonces me giré sin problema alguno. Una joven de cabellos castaños me miraba con aire serio. Yo la miraba con poco interés pero una de las dos tendría que romper el hielo. Vi a un camarero que se acercaba a la mesa de donde se había levantado la joven con un café o algo para que se le calentara el cuerpo. El café estaba recién hecho y cuando miré hacia el mesero, la chica joven se giró lentamente sin quitar su mirada... ¿Bicolor? Tendría que ser imaginaciones mías. Me di la vuelta y me dirigí hacia mi sitio y me senté con gracia y elegancia. Tomé una de las galletitas que me habían servido con el café y vi a la chica observándome.
Comenzaba a inquietarme por dentro, pero por fuera, intentaba mostrar calma. Mi pelo azabache estaba recogido aquella noche en un gracioso moño, no estaba muy alto, pero era elegante, dos mechones me caían a los lados que me endulzaban el rostro. Miradas y más miradas nos apuñalaban a ambas y cuando la miré, ella pareció fruncir los labios. Hay personas a las que no les gusta ser observadas. A mí no me importa, hasta llegar a cierto límite.
Pasó un rato largo y habían entrado varias personas, algunos eran parejas jóvenes. -¿Qué es el amor? ¿Qué se siente?--Pensé nada más ver a una pareja que se comían con la mirada de los enamorados que estaban.
Aparté mi mirada y me desanimé al sentir de nuevo la soledad junto a mí. El café estaba caliente, pero no puede reemplazar el calor de una persona por mucha cafeína que tuviera el café. El calor de mi familia apenas lo sentía a mi alrededor. ¿Quién puede oírme?-Pensé para mi intentando ser fuerte y evitar que comenzaran a brotar de mis ojos varias lagrimas que amenzaban con salir a flote.
Invitado- Invitado
Re: Café de medianoche.
Cuando las luces se fueron tan sólo me limité a mirar por la ventana, la oscuridad no era precisamente algo que me diera miedo, era lo que habitaba la oscuridad de lo que yo debía temer y yo era una de esas cosas que habitaban la oscuridad. Una vez que volvió la luz, volvió con mi bebida y pagué de inmediato para poder largarme cuando quisiera, así no me quedaba atrabada. Siempre sucedía, pedías bebidas, te encontrabas a alguien, para cuando te dabas cuenta era casi de mañana y no habías pagado, y entonces tenías sólo una alternativa: Salir sin pagar. Pero hoy me sentía generosa y decidí que quería pagar, basta de robar por hoy, si quería soltar un poco de ira contenida, preferiría abrir un boquete en la pared o ponerme a tirar las botellas del bar, alguna cosa se me ocurriría antes de que me fuera.
Me distraje un momento mientras miraba a la chica. ¿Qué se supone que estaba mirando? Aun así, me tomé mi tiempo para beber casi la mitad de mi vaso de un solo trago para luego volver a mirarla, se movía elegante y con clase. ¿Porqué demonios siempre me topaba con gente de la clase alta? Debía ser algún tipo de vibración estúpida que me había quedado de cuando yo era parte de esa sociedad. Momento. Yo seguía siendo parte de esa sociedad, la bolsa de dinero que traía colgada entre mis enaguas lo decía, el montón de dinero que tenía guardado en casa también lo decía. Era solamente que yo había decidido no aceptar ningún tipo de invitación a nada de eso, y podía hacer lo que me viniera en gana.
Pero volvamos a la chica, estaba calmada, yo me preguntaba cuánto aguantaría antes de decirme algo. ¿Y si tomábamos el tiempo? Intenté no reirme y coloqué el codo sobre la mesa para recargar mi mentón en el dorso de mi mano mirándola descaradamente sin muchas ganas de quitarle los ojos de encima mientras contaba los segundos.
Uno... dos... tres... cuatro...
Tomé un momento sin dejar de contar para beber de mi vaso pero me distraje con la parejita de novios que pasó junto a nosotras. Amor. Asco de cosa. Cielos, cada vez que salía me encontraba con cosas más desagradables: vampiros, novios... ¿Qué faltaba? ¿Una pareja de vampiros? Sería el acabose. ¿En qué iba yo?
...cinco... seis... siete...
Me distraje un momento mientras miraba a la chica. ¿Qué se supone que estaba mirando? Aun así, me tomé mi tiempo para beber casi la mitad de mi vaso de un solo trago para luego volver a mirarla, se movía elegante y con clase. ¿Porqué demonios siempre me topaba con gente de la clase alta? Debía ser algún tipo de vibración estúpida que me había quedado de cuando yo era parte de esa sociedad. Momento. Yo seguía siendo parte de esa sociedad, la bolsa de dinero que traía colgada entre mis enaguas lo decía, el montón de dinero que tenía guardado en casa también lo decía. Era solamente que yo había decidido no aceptar ningún tipo de invitación a nada de eso, y podía hacer lo que me viniera en gana.
Pero volvamos a la chica, estaba calmada, yo me preguntaba cuánto aguantaría antes de decirme algo. ¿Y si tomábamos el tiempo? Intenté no reirme y coloqué el codo sobre la mesa para recargar mi mentón en el dorso de mi mano mirándola descaradamente sin muchas ganas de quitarle los ojos de encima mientras contaba los segundos.
Uno... dos... tres... cuatro...
Tomé un momento sin dejar de contar para beber de mi vaso pero me distraje con la parejita de novios que pasó junto a nosotras. Amor. Asco de cosa. Cielos, cada vez que salía me encontraba con cosas más desagradables: vampiros, novios... ¿Qué faltaba? ¿Una pareja de vampiros? Sería el acabose. ¿En qué iba yo?
...cinco... seis... siete...
Antonella Giordano- Licántropo Clase Alta
- Mensajes : 361
Fecha de inscripción : 11/03/2011
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Café de medianoche.
Ay el amor, que cosa más privilegiada. Lamentablemente existen muchas personas que no sienten estima por uno mismo, y darían lo que fuera por encontrar a alguien a quien consolar aunque sea por unos momentos, en cierto momento de mi vida hubiese dado hasta lo que no tenía por ir tomado de la mano de un hombre o alguien que me hiciera sentir especial, pero la falta de estima, hacia que me escondiera, personalmente me sentí representada por el cuento que nunca encuentra un final feliz para mi historia. En el pasado, había pasado un bache que costó muchas vidas inocentes. Había perdido a mi familia y me había quedado sola. Me mudé a París con el motivo de rehacer mi vida. Me gustaba cuidar niños y cuando tuviera un marido, me gustaría ser una condesa feliz, viviendo en su castillo y con una familia numerosa. Simplemente ahora tenía que ser prudente, pero sin dejar mi lado dulce del cual había olvidado estos días a causa del temporal de hace unos días.
Hoy hacía una noche tranquila a las afueras de la cafetería. Un camarero vino a mi mesa y me tomó nota por si quería algo más, pero dije que no. Bueno, pedí una cosa más y era que me sirvieran más de esas galletas ricas que había comido antes.
No me olvidé en ningún momento de la muchacha a la que había mirado, pero un apoyo en mi pecho, me decía que yo moviera la primera ficha del ajedrez. Sonreí a mi amiga la intuición que a veces llevaba razón y me había salvado o empeorado la vida alguna vez, pero ahí estaba siempre para avisarme de todo. El camarero volvió a mi mesa con un plato con varias galletas y de nuevo un té. Yo no pedí un té.
-El té corre por nuestra cuenta, madame-Dijo el camarero con amabilidad.
-Vaya, muchas gracias,-Dije al camarero contenta-Están muy ricas estas galletas, gracias.
Cogí una de las galletas a la atenta mirada del camarero y de la joven de la mesa cerca de la ventana, me metí una de las galletas dentro de mi boca y mil pedazos de migas se cayeron dentro de mi boca a la vez que las saboreaba con ganas.
Hoy hacía una noche tranquila a las afueras de la cafetería. Un camarero vino a mi mesa y me tomó nota por si quería algo más, pero dije que no. Bueno, pedí una cosa más y era que me sirvieran más de esas galletas ricas que había comido antes.
No me olvidé en ningún momento de la muchacha a la que había mirado, pero un apoyo en mi pecho, me decía que yo moviera la primera ficha del ajedrez. Sonreí a mi amiga la intuición que a veces llevaba razón y me había salvado o empeorado la vida alguna vez, pero ahí estaba siempre para avisarme de todo. El camarero volvió a mi mesa con un plato con varias galletas y de nuevo un té. Yo no pedí un té.
-El té corre por nuestra cuenta, madame-Dijo el camarero con amabilidad.
-Vaya, muchas gracias,-Dije al camarero contenta-Están muy ricas estas galletas, gracias.
Cogí una de las galletas a la atenta mirada del camarero y de la joven de la mesa cerca de la ventana, me metí una de las galletas dentro de mi boca y mil pedazos de migas se cayeron dentro de mi boca a la vez que las saboreaba con ganas.
Invitado- Invitado
Re: Café de medianoche.
Ocho... nueve... diez... once...
]Me quedé mirándola un buen rato habiendo olvidado a la parejita y bostezando realmente aburrida, comer galletas, recibir té gratis de los camareros, ¿Sería que la muchacha tenía altas influencias en la sociedad? Su vestimenta denotaba dinero sin dudarlo, y su peinado y demás. La observé detenidamente, desde su moño hasta la punta de los pies, miento, la punta de los pies quedaba escondida bajo el mantel de la mesa. Suspiré dejando de contar. Incordiar a alguien que no se dejaba incordiar era muy molesto sí que dejé de hacer tonterías y llamé al mesero después de beberme la segunda mitad de mi bebida en un solo trago. Casualmente, el mesero que me atendía a mi era el mismo que la atendía a ella. -Otro whisky... Dije esperando a que anotara y se llevara el pago con él. -Y puedo asegurar que nada va a venir por cuenta de la casa Al menos podría traer maní con la copa.
Me recargué en el respaldo de la silla bajando la mirada a mi bolsa de dinero y abriéndola para contar lo que me había gastado. Necesitaba comprar comida porque comer en restaurantes era bastante caro. Volví a cerrar la bolsa manteniéndola en mi mano y mirando alrededor para ver si nadie había visto lo que estaba haciendo, al fin y al cabo estábamos en una taberna y había gente de la mala vida aquí, gente que sería muy capaz de robarme mi bolsa o de esperar a que saliera para atracarme. Ilusos. Y es que como lo que yo era, podía deshacerme de estos tipos muy fpácilmente, a menos que fueran licántropos, eso sí que era una pelea reñida... o vampiros, que contaban con la ventaja de que no me podía acercar sin que me diera asco su aroma natural.
Rrecibí mi copa con un asentimiento de cabeza y confirmé que si aquí no venía la Reina de Inglaterra, no ibas a conseguir nada gratis. Chasqueé la lengua sin que eso arruinara mi humor de taberna y miré nuevamente alrededor, parejas, hombres, cortesanas, la chica esta que parecía ser dueña del mundo, a veces se me olvidaba en qué país había yo caído sin querer.
]Me quedé mirándola un buen rato habiendo olvidado a la parejita y bostezando realmente aburrida, comer galletas, recibir té gratis de los camareros, ¿Sería que la muchacha tenía altas influencias en la sociedad? Su vestimenta denotaba dinero sin dudarlo, y su peinado y demás. La observé detenidamente, desde su moño hasta la punta de los pies, miento, la punta de los pies quedaba escondida bajo el mantel de la mesa. Suspiré dejando de contar. Incordiar a alguien que no se dejaba incordiar era muy molesto sí que dejé de hacer tonterías y llamé al mesero después de beberme la segunda mitad de mi bebida en un solo trago. Casualmente, el mesero que me atendía a mi era el mismo que la atendía a ella. -Otro whisky... Dije esperando a que anotara y se llevara el pago con él. -Y puedo asegurar que nada va a venir por cuenta de la casa Al menos podría traer maní con la copa.
Me recargué en el respaldo de la silla bajando la mirada a mi bolsa de dinero y abriéndola para contar lo que me había gastado. Necesitaba comprar comida porque comer en restaurantes era bastante caro. Volví a cerrar la bolsa manteniéndola en mi mano y mirando alrededor para ver si nadie había visto lo que estaba haciendo, al fin y al cabo estábamos en una taberna y había gente de la mala vida aquí, gente que sería muy capaz de robarme mi bolsa o de esperar a que saliera para atracarme. Ilusos. Y es que como lo que yo era, podía deshacerme de estos tipos muy fpácilmente, a menos que fueran licántropos, eso sí que era una pelea reñida... o vampiros, que contaban con la ventaja de que no me podía acercar sin que me diera asco su aroma natural.
Rrecibí mi copa con un asentimiento de cabeza y confirmé que si aquí no venía la Reina de Inglaterra, no ibas a conseguir nada gratis. Chasqueé la lengua sin que eso arruinara mi humor de taberna y miré nuevamente alrededor, parejas, hombres, cortesanas, la chica esta que parecía ser dueña del mundo, a veces se me olvidaba en qué país había yo caído sin querer.
Antonella Giordano- Licántropo Clase Alta
- Mensajes : 361
Fecha de inscripción : 11/03/2011
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Café de medianoche.
La chica que parecía un poco inquieta, por no decir rebelde, pidió otro whisky y el camarero que me atendió iba temblando a la mesa de aquella muchacha. Se calmó y la mire curiosamente por un rato. Dejé de mirarla y me metí las galletas envueltas en una servilleta y las metí con cuidado dentro de mi bolsa. Los niños del orfanato estarán contentos, sobre todo la pequeña Gabrielle que le gustaban mucho las galletas de chocolate.
El camarero vino con una caja de metal con una cara sonriente.
-Madame, puede meterlas aquí, si así lo prefiere-Dijo el camarero calmado tras haber pasado la mesa de la muchacha.-Y no se mancha su bolsa de chocolate y de otras sustancias que no se puedan lavar.-Dijo para finalizar.
-Oh, es usted muy amable-Dije con una sonrisa en mi cara-Una cosa-Dije. El camarero se agacho a una debida altura para que pudiera hablarle al oído.-Aquella muchacha no para de mirarme, ¿Sabe quién es?-Pregunté con curiosidad.
-Con el debido respeto, no sabemos quién es.-Me respondió el camarero. Este se fue dejándome con la duda en la boca y no me quedó otra que mover mi ficha en el tablero de juego.
Cuando metí las galletas dentro de la caja metálica, me iba a acercar a la muchacha pero algo a través de la ventana me paró en seco. Una sombra de un ser de la noche, andaba hacia la luz de la farola hasta que quedó al descubierto por completo. Mi cuerpo respondía al peligro de aquel ser, no se movía. Intenté ir hacia la izquierda, pero este mismamente me repitió los pasos. Parecía que iba a entrar a la fuerza o bien a través de la ventana. Al parecer era un imán para estos seres al ser de clase alta y de una posición el cual todos querrían tener si se les presentaba la oportunidad.
El camarero vino con una caja de metal con una cara sonriente.
-Madame, puede meterlas aquí, si así lo prefiere-Dijo el camarero calmado tras haber pasado la mesa de la muchacha.-Y no se mancha su bolsa de chocolate y de otras sustancias que no se puedan lavar.-Dijo para finalizar.
-Oh, es usted muy amable-Dije con una sonrisa en mi cara-Una cosa-Dije. El camarero se agacho a una debida altura para que pudiera hablarle al oído.-Aquella muchacha no para de mirarme, ¿Sabe quién es?-Pregunté con curiosidad.
-Con el debido respeto, no sabemos quién es.-Me respondió el camarero. Este se fue dejándome con la duda en la boca y no me quedó otra que mover mi ficha en el tablero de juego.
Cuando metí las galletas dentro de la caja metálica, me iba a acercar a la muchacha pero algo a través de la ventana me paró en seco. Una sombra de un ser de la noche, andaba hacia la luz de la farola hasta que quedó al descubierto por completo. Mi cuerpo respondía al peligro de aquel ser, no se movía. Intenté ir hacia la izquierda, pero este mismamente me repitió los pasos. Parecía que iba a entrar a la fuerza o bien a través de la ventana. Al parecer era un imán para estos seres al ser de clase alta y de una posición el cual todos querrían tener si se les presentaba la oportunidad.
Invitado- Invitado
Re: Café de medianoche.
Bebí de mi copa distraidamente aunque sin perder detalle de la conversación entre la 'madame' y el mesero alzando las cejas a cada palabra que decían hasta que tuve que fruncir el ceño. ¿Que quién era yo? Casi me atraganto con el whisky pero me mantuve serena escuchando la respuesta del mesero. Ya me encargaría yo de decirle a todos quién era yo. No sabía porqué estaba molesta pero suponía que se trataba de haber visto lo del té y lo de la caja en menos de veinte minutos. ¿No se daban cuenta que eso era totalmente elitista? Suspiré para no dejarme llevar por la ira y chasqueé la lengua. Bien podía largarme de ahí en ese justo momento.
Me levanté echando la silla hacia atrás por el impulso, vi a la mujer que se levantaba y la enfrenté cara a cara, su cara denotaba miedo pero yo no había hecho nada de lo que pudiera temer, me bebí lo que quedaba de la copa y justo en ese momento sentí el olor a vampiro picarme la punta de la nariz y llegar hasta mi cerebro provocando no sólo que se me revolviera el estómago sino también que escupiera todo el whisky que mantenía en la boca al suelo tosiendo un par de veces. El acabose de mi vida social, definitivamente y ni hablar de que la próxima vez me regalaran un té. -Agh, ¡Que desagradables son! Murmuré.
Cuando sentí que alguien se movía junto a mi, miré a la mujer llevándome la mano a la nariz para evitar olores desagradables, vi sus pasos a un lado y luego seguí su mirada fijándome en el hombre que estaba del otro lado de la ventana. Ese tenía ser el apestoso. Un gruñido salió instintivamente desde mi garganta y enseñé los dientes para que se fuera. No era por salvar a la mujer, era para evitar vomitar ahí y que me sacaran a rastras. "Largo o vas a tener problemas" Si era cierto eso de que podían leer la mente, esperaba que mi amenaza sonara lo suficientemente convincente para que se largara. Estúpidos vampiros.
Me levanté echando la silla hacia atrás por el impulso, vi a la mujer que se levantaba y la enfrenté cara a cara, su cara denotaba miedo pero yo no había hecho nada de lo que pudiera temer, me bebí lo que quedaba de la copa y justo en ese momento sentí el olor a vampiro picarme la punta de la nariz y llegar hasta mi cerebro provocando no sólo que se me revolviera el estómago sino también que escupiera todo el whisky que mantenía en la boca al suelo tosiendo un par de veces. El acabose de mi vida social, definitivamente y ni hablar de que la próxima vez me regalaran un té. -Agh, ¡Que desagradables son! Murmuré.
Cuando sentí que alguien se movía junto a mi, miré a la mujer llevándome la mano a la nariz para evitar olores desagradables, vi sus pasos a un lado y luego seguí su mirada fijándome en el hombre que estaba del otro lado de la ventana. Ese tenía ser el apestoso. Un gruñido salió instintivamente desde mi garganta y enseñé los dientes para que se fuera. No era por salvar a la mujer, era para evitar vomitar ahí y que me sacaran a rastras. "Largo o vas a tener problemas" Si era cierto eso de que podían leer la mente, esperaba que mi amenaza sonara lo suficientemente convincente para que se largara. Estúpidos vampiros.
Antonella Giordano- Licántropo Clase Alta
- Mensajes : 361
Fecha de inscripción : 11/03/2011
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Café de medianoche.
Cuando vi que el vampiro seguía observándome por la ventana de la taberna, se puso en modo de ataque y cuando giro mi vista hacia la muchacha, estaba cerca de ella, vi algo en su cara, una expresión desafiante estaba echando a aquel vampiro. Parecía que la había alterado. Lo que me sorprendió, es que del interior de ella, pude ver más o menos o creí ver unos colmillos cortos pero afilados. Dios mío, pero al ver los del vampiro eran diferentes. Entonces no me sorprendí. Dentro de un momento a otro se iba a presenciar una probable batalla entre un vampiro y un licántropo justo delante de mis narices y de toda la taberna.
Pasó un buen rato y la muchacha se estaba quedando más tranquila cuando volvió a amenazar al vampiro que había a las afueras de la taberna. Me senté en una de las sillas que había en la mesa donde la muchacha había estado tomando un whisky, pero la muchacha seguía de pie hasta que el vampiro se perdió de vista y se fue de una vez por todas. La hermosa joven, me miró con cara seria, pero al parecer solo era una llamada de que me alejara de ella si no quería sufrir daño. O eso fue lo que pensé en este momento.
En las escaleras de la casa de al lado, justo enfrente del gran escaparate de la taberna, había una luz encendida. Con la mirada en blanco, la miré atentamente y cuando llegaron unos cuantos policías, la puerta de madera se abrió. Apareció una señora mayor, abrigada con una pequeña capa de lana. Los policías intentaron hablar con ella pero otro policía que venía de la derecha, les dijo que no lo intentaran, que no podía hablar del shock que tenía tras haber visto a un ser de la noche en mitad de la calle y precisamente justo enfrente de su puerta. Los policías que estaban delante de la anciana, se bajaron por las escaleras y se reunieron con el policía que había llegado.
Nadie sabría lo que allí pasó solo porque tres policías asustadizos no iban a decir palabra. Iban a dejar a la pobre anciana sin protección y mi estomago se revolvió al notar pena por la anciana. Volví a mirar de nuevo a la muchacha.
-¿Crees que es justo dejar sin protección a la gente mayor?-Pregunté intentando romper el hielo a la vez que me dirigía hacia ella.
(Off:Disculpa por responder tan tarde...=___= Me gusta hacer las cosas bien y esforzarme para que al otro le guste el post...)
Pasó un buen rato y la muchacha se estaba quedando más tranquila cuando volvió a amenazar al vampiro que había a las afueras de la taberna. Me senté en una de las sillas que había en la mesa donde la muchacha había estado tomando un whisky, pero la muchacha seguía de pie hasta que el vampiro se perdió de vista y se fue de una vez por todas. La hermosa joven, me miró con cara seria, pero al parecer solo era una llamada de que me alejara de ella si no quería sufrir daño. O eso fue lo que pensé en este momento.
En las escaleras de la casa de al lado, justo enfrente del gran escaparate de la taberna, había una luz encendida. Con la mirada en blanco, la miré atentamente y cuando llegaron unos cuantos policías, la puerta de madera se abrió. Apareció una señora mayor, abrigada con una pequeña capa de lana. Los policías intentaron hablar con ella pero otro policía que venía de la derecha, les dijo que no lo intentaran, que no podía hablar del shock que tenía tras haber visto a un ser de la noche en mitad de la calle y precisamente justo enfrente de su puerta. Los policías que estaban delante de la anciana, se bajaron por las escaleras y se reunieron con el policía que había llegado.
Nadie sabría lo que allí pasó solo porque tres policías asustadizos no iban a decir palabra. Iban a dejar a la pobre anciana sin protección y mi estomago se revolvió al notar pena por la anciana. Volví a mirar de nuevo a la muchacha.
-¿Crees que es justo dejar sin protección a la gente mayor?-Pregunté intentando romper el hielo a la vez que me dirigía hacia ella.
(Off:Disculpa por responder tan tarde...=___= Me gusta hacer las cosas bien y esforzarme para que al otro le guste el post...)
Invitado- Invitado
Re: Café de medianoche.
Gruñí. A veces no podía evitarlo, era como si ese sonido amenazante se abriera paso en mi garganta y peleara contra las palabras de humano normal para salir por mi boca como una advertencia. Los ojos del no muerto me miraban mientras yo intentaba no vomitarle en los zapatos al mesero. Fue una pelea semi-muda, un par de advertencias por parte de los dos y a través de la ventana, en realidad sólo nos separaba un frágil vidrio y la adrenalina de mi cuerpo ya se había disparado haciéndome etar dispuesta a dar pelea. Al fin se fue, no lo adjudiqué a que se sintiera amenazado, sino a que no quería problemas, tal vez tenía pensado beberse a alguien esa noche pero hubiera preferido no hacer tanto alboroto. De todas maneras el mal ya estaba hecho. Regresé a mi mesa con las ganas de beberme otras dos copas de whisky pero me encontré con la chica sentada en el mismo lugar donde yo estaba y fruncí el ceño.
La vi que no me estaba mirando y seguí la dirección que tomaban sus ojos para ver a los policías que no iban a darle protección a la anciana dueña de la casa. Personalmente no me importaba, si yo hubiera sido la anciana, le hubiera clavado una estaca en el corazón, y si no me causaran tanto asco, lo habría mordido. Hice una mueca soltando una exclamación al ver a los policías y luego a la chica que me preguntó sobre la justicia de la vida. -La vida nunca es justa... Comenté con una sonrisa socarrona sentándome en la otra silla volviendo a mirar a la ventana y encogiéndome de hombros mientras llamaba la atención de un mesero. -Pero esos policías son gilipollas, si era a lo que te referías-
Chasqueé la lengua pidiendo otra copa de whisky y pagándola de inmediato dejando el asunto del vampiro apestoso de lado y mirando a la chica acordándome de su pregunta al mesero. -Soy Nell Me presenté dejando que la duda de qué tendría ella en contra de un vampiro se evaporara, eso sinceramente no era de mi incumbencia y no iba a hacer nada más por protegerla, si ni siquiera al principio lo hacía por ella.
La vi que no me estaba mirando y seguí la dirección que tomaban sus ojos para ver a los policías que no iban a darle protección a la anciana dueña de la casa. Personalmente no me importaba, si yo hubiera sido la anciana, le hubiera clavado una estaca en el corazón, y si no me causaran tanto asco, lo habría mordido. Hice una mueca soltando una exclamación al ver a los policías y luego a la chica que me preguntó sobre la justicia de la vida. -La vida nunca es justa... Comenté con una sonrisa socarrona sentándome en la otra silla volviendo a mirar a la ventana y encogiéndome de hombros mientras llamaba la atención de un mesero. -Pero esos policías son gilipollas, si era a lo que te referías-
Chasqueé la lengua pidiendo otra copa de whisky y pagándola de inmediato dejando el asunto del vampiro apestoso de lado y mirando a la chica acordándome de su pregunta al mesero. -Soy Nell Me presenté dejando que la duda de qué tendría ella en contra de un vampiro se evaporara, eso sinceramente no era de mi incumbencia y no iba a hacer nada más por protegerla, si ni siquiera al principio lo hacía por ella.
Off: No te preocupes ^^ yo también me tardo en postear xDD y si que me gustan tus posts *-*
Antonella Giordano- Licántropo Clase Alta
- Mensajes : 361
Fecha de inscripción : 11/03/2011
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Café de medianoche.
Me quede sorprendida por cómo había llamado a los policías. Decidí olvidarlo, iba a ser lo mejor. Oí que me dijo su nombre.
-Es un nombre muy bonito-Dije con una sonrisa.-Y debo decir que esos policías no creo que sean lo demasiado valientes para proteger a la anciana con un número tan inferior de tres personas. De hecho, tendrían que ser más.-Dije terminando dejando caer las palabras. Vi que pedía de nuevo otro whisky y lo pagaba al instante. Al parecer de cómo iba vestida, parecía ser de una posición social bastante igualada a la mía. Tenía una cabellera espesa y morena, muy cuidada al igual que se podía ver en su piel. La tenia perfecta y sus ojos me sorprendí disimuladamente al ver el color de sus ojos. Eran bicolores. Uno era de color azul y el otro de color verde. Pero era la primera vez que veía unos así. No me quede mirándola como una maniaca, seguía recorriéndola con la mirada, mirándola de vez en cuando los ojos y mi vista se giró hacia el camarero.
-Por favor...-Vino un mesero a la mesa y entonces pedí lo que quería.- Póngame un café por favor.
-Enseguida Madame.-Dijo el mesero antes de volver detrás de la barra. El mesero de repente parecía tener prisa dado que se le cayó la taza al suelo haciendo un ruido seco y se escucho como la taza se rompió en mil pedazos detrás de la barra.
-¡OH DIOS MIO!-Dije a la vez que me levantaba a ver qué había pasado detrás de la barra. Conforme me iba acercando a la barra, un hilo de sangre sobresalía de debajo de la madera que separaba la barra de las mesas de la taberna.
Del rastro de sangre mi mirada se paró en la mirada seria de Nell. Vi como daba un trago al whisky de nuevo y miraba hacia otra parte. Me quede a cuadros, entonces decidí adentrarme dentro del bar, pero enseguida me caí al suelo quedándome a espaldas de la puerta de la taberna. Un hombre alto, con colmillos y con la boca manchada de sangre, me miraba con aire lascivo y parecía que yo iba a ser su próximo postre con galletas.-Nell...-Dije por lo bajo pero lo justo para que me escuchara Nell desde la corta distancia que nos separaba. Lo que si tenía claro, era que un maldito atrayente para vampiros.
-Es un nombre muy bonito-Dije con una sonrisa.-Y debo decir que esos policías no creo que sean lo demasiado valientes para proteger a la anciana con un número tan inferior de tres personas. De hecho, tendrían que ser más.-Dije terminando dejando caer las palabras. Vi que pedía de nuevo otro whisky y lo pagaba al instante. Al parecer de cómo iba vestida, parecía ser de una posición social bastante igualada a la mía. Tenía una cabellera espesa y morena, muy cuidada al igual que se podía ver en su piel. La tenia perfecta y sus ojos me sorprendí disimuladamente al ver el color de sus ojos. Eran bicolores. Uno era de color azul y el otro de color verde. Pero era la primera vez que veía unos así. No me quede mirándola como una maniaca, seguía recorriéndola con la mirada, mirándola de vez en cuando los ojos y mi vista se giró hacia el camarero.
-Por favor...-Vino un mesero a la mesa y entonces pedí lo que quería.- Póngame un café por favor.
-Enseguida Madame.-Dijo el mesero antes de volver detrás de la barra. El mesero de repente parecía tener prisa dado que se le cayó la taza al suelo haciendo un ruido seco y se escucho como la taza se rompió en mil pedazos detrás de la barra.
-¡OH DIOS MIO!-Dije a la vez que me levantaba a ver qué había pasado detrás de la barra. Conforme me iba acercando a la barra, un hilo de sangre sobresalía de debajo de la madera que separaba la barra de las mesas de la taberna.
Del rastro de sangre mi mirada se paró en la mirada seria de Nell. Vi como daba un trago al whisky de nuevo y miraba hacia otra parte. Me quede a cuadros, entonces decidí adentrarme dentro del bar, pero enseguida me caí al suelo quedándome a espaldas de la puerta de la taberna. Un hombre alto, con colmillos y con la boca manchada de sangre, me miraba con aire lascivo y parecía que yo iba a ser su próximo postre con galletas.-Nell...-Dije por lo bajo pero lo justo para que me escuchara Nell desde la corta distancia que nos separaba. Lo que si tenía claro, era que un maldito atrayente para vampiros.
Invitado- Invitado
Re: Café de medianoche.
Hice una mueca con el halago que recibí, ni siquiera era mi verdadero nombre pero no me daba la gana que todo el mundo empezara a llamarme como quisiera, prefería especificarles que me podían llamar Nell y así se quedaba todo. Alcé el mentón sólo dirigiendo mis ojos hacia los policías y me encogí de hombros, no entendía porqué minimizaba la forma en que debíamos llamarles, "no lo demasiado valientes" no valía para describirlos. -No servirían para nada aunque fueran un ejército, así de inútiles son- Bajé la voz con la última parte de mi frase. Bebí de mi whisky mirándola cuando soltó semejante expresión y la seguí con la mirada. ¿Qué demonios?
No era muy dada a ayudar a la gente, y menos a la que yo terminaba de conocer y el simple hecho de que ella fuera buscando su propia perdición me hizo hacer una mueca cuando dijo mi nombre. Me giré para decirle que ella se lo había buscado solita pero un olor desagradable me llenó las fosas nasales. ¿Otra vez esa alimaña? Me tapé la nariz luchando contra las ganas de vomitar y me levanté de la silla buscando a la chica. ¿A dónde se había metido?
Fruncí el ceño adentrándome en el bar donde el olor era aún más potente y casi me doy de bruces en el suelo al tropezar con ella y quedar frente a frente al vampiro haciendo un gesto de asco. -¿Porqué demonios no se bañan? Tomé una botella de licor de la barra y azotándola contra la orilla la enarbolé como una espada hacia el vampiro sin soltarme la nariz y dando bandazos para herirlo de alguna manera. ¿Los vampiros sangraban?, ¿Porqué Jamal parecía tan preocupado cuando preguntó si me había enfrentado a un vampiro?, ¿Acaso en serio eran tan temibles? Aproveché un momento de su distracción para embestirlo fuertemente y quitarlo de encima de ella. -¡VETE! Grité mientras forcejeaba en el piso con el sujeto y trataba de herirle en la cara. ¿De dónde saco ahora una maldita estaca?
No era muy dada a ayudar a la gente, y menos a la que yo terminaba de conocer y el simple hecho de que ella fuera buscando su propia perdición me hizo hacer una mueca cuando dijo mi nombre. Me giré para decirle que ella se lo había buscado solita pero un olor desagradable me llenó las fosas nasales. ¿Otra vez esa alimaña? Me tapé la nariz luchando contra las ganas de vomitar y me levanté de la silla buscando a la chica. ¿A dónde se había metido?
Fruncí el ceño adentrándome en el bar donde el olor era aún más potente y casi me doy de bruces en el suelo al tropezar con ella y quedar frente a frente al vampiro haciendo un gesto de asco. -¿Porqué demonios no se bañan? Tomé una botella de licor de la barra y azotándola contra la orilla la enarbolé como una espada hacia el vampiro sin soltarme la nariz y dando bandazos para herirlo de alguna manera. ¿Los vampiros sangraban?, ¿Porqué Jamal parecía tan preocupado cuando preguntó si me había enfrentado a un vampiro?, ¿Acaso en serio eran tan temibles? Aproveché un momento de su distracción para embestirlo fuertemente y quitarlo de encima de ella. -¡VETE! Grité mientras forcejeaba en el piso con el sujeto y trataba de herirle en la cara. ¿De dónde saco ahora una maldita estaca?
Antonella Giordano- Licántropo Clase Alta
- Mensajes : 361
Fecha de inscripción : 11/03/2011
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Café de medianoche.
Hice caso de lo que Nell me dijo. Allí estaba luchando cuerpo a cuerpo con una botella de vino rota contra el vampiro y olía a cloaca. Mire alrededor al ver que Nell era la que estaba ahora en problemas e intenté recordar sobre como matar un vampiro. Recordé la noche que pasé junto a Janelle y enseguida me puse a buscar los materiales. Busque y busque y lo único que encontré fue una puerta de madera que estaba entreabierta. Eché un vistazo rápido y lo único que vi fue madera rota y sucia, llena de polvo y pelusas por el suelo de mármol. Sillas y maderas rotas se amontonaban en la estrecha habitación de lo que parecía un cuarto trasero con basura.
Me acerque con cuidado, poco a poco fui adentrándome dentro del cuarto y observe patas de sillas rotas, una mesa partida en dos, trozos de madera de roble malgastados por el tiempo. Intenté visualizar algo que pudiera servir para Nell pero no veía nada. Solo vi que la pata de una silla, estaba rota, pero el final de la pata esta en pincho, pero estaba sujeta a la tabla que forma el asiento de la silla. Intenté tirar de la pata puntiaguda, pero mis fuerzas no eran muchas. Desistí, pero cuando escuche un grito femenino, mi mente volvió a tener prisa y a pensar algo enseguida. Miraba y miraba pero nada. Salí del cuartito y fue cuando vi a Nell que estaba sujeta por el brazo por aquel vampiro. La prisa y el miedo no me dejaron moverme a mas de donde estaba. Miré por los alrededores y vi que estaba en la cocina. Vi un cuchillo encima de la encimera y esperaba que diera resultado. Intenté apuntar con el cuchillo al corazón del vampiro, pero un tirón en el brazo me dio de lleno en todo el músculo. Escuche otro grito de Nell y era ahora o nunca. Apunté con precisión al bazo del vampiro, justo a la altura de su hígado, y de un disparo en seco, lancé el cuchillo y fue directo a las costillas, incrustándoselo de lleno y cuando comenzó a gritar de dolor, un humo blanco comenzó a salir de la herida. Al parecer el cuchillo era de plata y de algo servía el arma. Me acerqué corriendo a Nell y me puse delante del vampiro, quitando sus sucias manos de Nell. La abracé y la saqué de aquel desastre en la cocina.
Cuando salíamos de la cocina, varios meseros y miradas curiosas nos acechaban con curiosidad. No me importaban, de hecho algunos fueron a cubrir los desperfectos. Senté con cuidado a Nell y la mire.
-¿Estás bien Nell?-Pregunté con un tono de preocupación.
Me acerque con cuidado, poco a poco fui adentrándome dentro del cuarto y observe patas de sillas rotas, una mesa partida en dos, trozos de madera de roble malgastados por el tiempo. Intenté visualizar algo que pudiera servir para Nell pero no veía nada. Solo vi que la pata de una silla, estaba rota, pero el final de la pata esta en pincho, pero estaba sujeta a la tabla que forma el asiento de la silla. Intenté tirar de la pata puntiaguda, pero mis fuerzas no eran muchas. Desistí, pero cuando escuche un grito femenino, mi mente volvió a tener prisa y a pensar algo enseguida. Miraba y miraba pero nada. Salí del cuartito y fue cuando vi a Nell que estaba sujeta por el brazo por aquel vampiro. La prisa y el miedo no me dejaron moverme a mas de donde estaba. Miré por los alrededores y vi que estaba en la cocina. Vi un cuchillo encima de la encimera y esperaba que diera resultado. Intenté apuntar con el cuchillo al corazón del vampiro, pero un tirón en el brazo me dio de lleno en todo el músculo. Escuche otro grito de Nell y era ahora o nunca. Apunté con precisión al bazo del vampiro, justo a la altura de su hígado, y de un disparo en seco, lancé el cuchillo y fue directo a las costillas, incrustándoselo de lleno y cuando comenzó a gritar de dolor, un humo blanco comenzó a salir de la herida. Al parecer el cuchillo era de plata y de algo servía el arma. Me acerqué corriendo a Nell y me puse delante del vampiro, quitando sus sucias manos de Nell. La abracé y la saqué de aquel desastre en la cocina.
Cuando salíamos de la cocina, varios meseros y miradas curiosas nos acechaban con curiosidad. No me importaban, de hecho algunos fueron a cubrir los desperfectos. Senté con cuidado a Nell y la mire.
-¿Estás bien Nell?-Pregunté con un tono de preocupación.
Invitado- Invitado
Re: Café de medianoche.
Esto era sumamente ridículo, es decir, yo había venido a beber un whisky tranquilamente, yo estaba por irme cuando el caos se desató. ¿Porqué sentía que a donde quiera que fuera olía a vampiro?, ¿Ahora se haría una costumbre eso de pelearme con ellos? Forcejeaba con él sintiendo sus dientes en uno de mis brazos y la piel romperse haciendo que soltara una maldición en italiano. Me giré junto con él para que quedara debajo de mi escupiéndole en la cara cuando se atrevió a mirarme lascivamente. -Calma tus instintos, pedazo de porquería- ¡Por Dios! Que se supone que éramos enemigos. Alcancé a conectar un golpe de mi puño en su mandíbula pero eso sólo logró que se enojara más y me empujara azotándome contra el otro lado de la barra sintiendo mi visión nublarse por el golpe en la nuca.
Creí que había gritado pero no podía estar segura, y sacudí la cabeza cuando lo vi levantarse para ir hacia mí, me moví hacia un lado evitando su ataque y alcancé a pegarle en la cara con la botella rota haciendo que su sangre saliera y casi vomitando del olor. Asco, asco, asco. Cerré los ojos volviendo a mover la mano para pegarle donde pudiera hasta que la botella volvió a impactarse contra él. Esperé a escuchar el grito del vampiro antes de dejar de luchar y dejarme relajar por un momento abriendo los ojos para ubicarme de nuevo en el tiempo y el espacio. Di un bote con el abrazo de la chica y cuando me sacó de ahí hacia la taberna.
Tardé en darme cuenta de que estaba abrazándome y me deshice del gesto mirando mi brazo con sangre seca en el y la herida cerrándose gracias a mi condición. -Estoy bien, no pasa nada- Sölo estaba destanteada, el golpe en la nuca me había dejado algo atontada. Aun así no pude evitar mirar a la gente que nos miraba y fruncí el ceño. -No hay nada qué ver, cotillas... se terminó el espectáculo... Dije de mala gana mirando a la chica y mordiéndome la lengua cuando las palabras luchaban por salir. Cielos, no me esperaba todo esto. -¿Te hizo daño? Una cosa era yo que podía sanar rápidamente pero si a ella le habían hecho daño tendría que ir al hospital.
Creí que había gritado pero no podía estar segura, y sacudí la cabeza cuando lo vi levantarse para ir hacia mí, me moví hacia un lado evitando su ataque y alcancé a pegarle en la cara con la botella rota haciendo que su sangre saliera y casi vomitando del olor. Asco, asco, asco. Cerré los ojos volviendo a mover la mano para pegarle donde pudiera hasta que la botella volvió a impactarse contra él. Esperé a escuchar el grito del vampiro antes de dejar de luchar y dejarme relajar por un momento abriendo los ojos para ubicarme de nuevo en el tiempo y el espacio. Di un bote con el abrazo de la chica y cuando me sacó de ahí hacia la taberna.
Tardé en darme cuenta de que estaba abrazándome y me deshice del gesto mirando mi brazo con sangre seca en el y la herida cerrándose gracias a mi condición. -Estoy bien, no pasa nada- Sölo estaba destanteada, el golpe en la nuca me había dejado algo atontada. Aun así no pude evitar mirar a la gente que nos miraba y fruncí el ceño. -No hay nada qué ver, cotillas... se terminó el espectáculo... Dije de mala gana mirando a la chica y mordiéndome la lengua cuando las palabras luchaban por salir. Cielos, no me esperaba todo esto. -¿Te hizo daño? Una cosa era yo que podía sanar rápidamente pero si a ella le habían hecho daño tendría que ir al hospital.
Antonella Giordano- Licántropo Clase Alta
- Mensajes : 361
Fecha de inscripción : 11/03/2011
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Café de medianoche.
-Estoy perfectamente-Dije mientras me sentaba y sacaba un pañuelo grande de mi bolsa. Me acerqué un poco a Nell, pero cuando le puse el pañuelo en su brazo, pegó un brinco y entonces le agarre con suavidad el brazo y comencé a limpiarle la sangre seca que tenia aun por el brazo. Su herida había sanado increíblemente rápido y era obvio de lo que era. Al encontrarte por la calle con seres en el cementerio, de noche, una emboscada en el pasado, un encuentro excitante, pues no me sorprendió mucho. Lo unico que me sorprende es que sea tan valiente. La mayoria de las damas de la nobleza, se acobardan con el miedo de romperse una uña. Esta chica al parecer era diferente y por mucho que se empeñara en quitarme el brazo de delante, no se lo iba a permitir.
-Nell, no puedes ir por la calle con un brazo sangrando.-Dije advirtiendola de lo que pasaría.-Imaginate que diria la gente al encontrarte en este estado, suerte que con el botellazo y mi puntería con la que hemos golpeado al ese ser haya servido para algo-Dije mientras mantenia la mirada fija en una mancha recta en diagonal sobre el brazo de Nell. Cuando ya acabé de limpiarla, le solté el brazo poco a poco.-Ya estas querida-Le dedique una sonrisa dulce, pero Nell solo mostraba seriedad. Cuando la miré mi rostro se apagó de repente. Un ruido de unas puertas hizo que mi mirada girara y viera a dos meseros con sacos que al parecer contenían los restos del desastre de hace un rato.
-¿Porque no lo carbonizan?-Dije un poco confusa. Me levante y me asomé un poco, pero un mesero me tapo y no pude ver nada. Me volví hacia donde estaba Nell, con la mirada perdida y la miré.
-Nell...Quizas esto no es lo que planeabas, pero ya ha pasado todo, ¿de acuerdo?-Dije mirando a Nell en busca de una respuesta.
(Siento que sea tan corto....>3<)
-Nell, no puedes ir por la calle con un brazo sangrando.-Dije advirtiendola de lo que pasaría.-Imaginate que diria la gente al encontrarte en este estado, suerte que con el botellazo y mi puntería con la que hemos golpeado al ese ser haya servido para algo-Dije mientras mantenia la mirada fija en una mancha recta en diagonal sobre el brazo de Nell. Cuando ya acabé de limpiarla, le solté el brazo poco a poco.-Ya estas querida-Le dedique una sonrisa dulce, pero Nell solo mostraba seriedad. Cuando la miré mi rostro se apagó de repente. Un ruido de unas puertas hizo que mi mirada girara y viera a dos meseros con sacos que al parecer contenían los restos del desastre de hace un rato.
-¿Porque no lo carbonizan?-Dije un poco confusa. Me levante y me asomé un poco, pero un mesero me tapo y no pude ver nada. Me volví hacia donde estaba Nell, con la mirada perdida y la miré.
-Nell...Quizas esto no es lo que planeabas, pero ya ha pasado todo, ¿de acuerdo?-Dije mirando a Nell en busca de una respuesta.
(Siento que sea tan corto....>3<)
Invitado- Invitado
Re: Café de medianoche.
Bajé la vista para ver mi brazo que ya no tenía nada más que la sangre que ella estaba limpiando con su pañuelo pero eso era innecesario, en cuanto llegara a algún lugar tranquilo podría limpiarlo. Hice una mueca frunciendo los labios y negué a eso que me decía. -Ya no está sangrando... sólo está sucio- Solté una exclamación de disgusto, si era por mi, me importaba un rábano lo que diría la gente sobre mi brazo sangrante, seguramente sólo murmurarían a mis espaldas y luego se olvidarían de mi, no era de esas personas que se quedaban en la mente de las personas por mucho tiempo, era alguien que en realidad preferían olvidar al instante. Aún así sonreí ante su comentario sobre cómo habíamos terminado con el vampiro. Tuve que reírme porque aunque no lo esperaba, un corrientazo de adrenalina nunca estaba mal para mi.
Moví el brazo de un lado al otro cuando lo soltó verificando que ya estuviera bien e hice una mueca de asco al recordar que me había mordido. Menos mal que no había hecho nada más, ni siquiera sabía si yo podía convertirme en una cosa de esas. ¿Mi sangre no los dañaba? Me retorcí al pensar qué hubiera hecho yo de haber probado su sangre, eso era asqueroso. Giré mirando sobre mi hombro cuando ella pareció dejar de mirarme a mi y seguí con la mirada a los meseros que se llevaban el cadáver del vampiro que nos había hecho pasar tan mal rato. -Si no lo queman no servirá de nada- Me quedé mirando el punto por donde se iban asintiendo distraidamente a la chica cuando regresó a ponerme atención.
Tardé todavía unos segundos en dejar de estar ausente y mirarla directamente y sonreír de lado en un gesto que no denotaba precisamente felicidad pero que cambiaba mi expresión seria y la hacía al menos una pizca más amigable. -¿Lo conocías? Porque parecía estar dispuesto a bebérsela entera de no haber intervenido yo... aunque ahora que lo pensaba, habíamos hecho un buen equipo, un equipo de cazadoras de vampiros de... ¿La clase alta? Fruncí el ceño mirando sus ropas de nuevo recordando de pronto que yo había estado criticándola cuando apenas había llegado y que era a quien quería molestar y además quien había preguntado mi nombre al mesero. ¡Cielos! Parecía que habían pasado años desde entonces.
Moví el brazo de un lado al otro cuando lo soltó verificando que ya estuviera bien e hice una mueca de asco al recordar que me había mordido. Menos mal que no había hecho nada más, ni siquiera sabía si yo podía convertirme en una cosa de esas. ¿Mi sangre no los dañaba? Me retorcí al pensar qué hubiera hecho yo de haber probado su sangre, eso era asqueroso. Giré mirando sobre mi hombro cuando ella pareció dejar de mirarme a mi y seguí con la mirada a los meseros que se llevaban el cadáver del vampiro que nos había hecho pasar tan mal rato. -Si no lo queman no servirá de nada- Me quedé mirando el punto por donde se iban asintiendo distraidamente a la chica cuando regresó a ponerme atención.
Tardé todavía unos segundos en dejar de estar ausente y mirarla directamente y sonreír de lado en un gesto que no denotaba precisamente felicidad pero que cambiaba mi expresión seria y la hacía al menos una pizca más amigable. -¿Lo conocías? Porque parecía estar dispuesto a bebérsela entera de no haber intervenido yo... aunque ahora que lo pensaba, habíamos hecho un buen equipo, un equipo de cazadoras de vampiros de... ¿La clase alta? Fruncí el ceño mirando sus ropas de nuevo recordando de pronto que yo había estado criticándola cuando apenas había llegado y que era a quien quería molestar y además quien había preguntado mi nombre al mesero. ¡Cielos! Parecía que habían pasado años desde entonces.
Antonella Giordano- Licántropo Clase Alta
- Mensajes : 361
Fecha de inscripción : 11/03/2011
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Café de medianoche.
Solo quería tomarme un descanso y beber algo caliente para alejar el frio de mi cuerpo, pero al final de la velada, creo haber conseguido mi objetivo. Escuche una risa que resulto ser miel para mis oídos de lo dulce que resonó en el ambiente. Al escuchar la pregunta, me quedé en blanco e intente buscar alguna relación con el vampiro, pero no me venía ninguna idea la cual pudiera coincidir con la pregunta de Nell. Me había gustado el equipo que habíamos formado al habernos defendido del vampiro. Pero de algún modo, sentía que Nell se ponía un escudo protector para resguardarse de la vida. Probablemente si no hubiera sido por la ayuda que Nell me ofreció, ahora estaría muerta.
-Disculpa mis modales-Dije avergonzada de repente. No recordaba en qué momento había dicho mi nombre y llegué a la conclusión que no se lo había dicho.-Me llamo Lenneth, disculpa que no te lo haya dicho antes.-Dije a la vez que la sonreía.-Me...-Un sonido seco de las puertas de madera de la cocina se abrieron de golpe, saliendo un hombre con un trozo de madera que hacía de antorcha.-Pues ya lo van a hacer.-Dije triunfante. Estuve mirando a Nell un buen rato y me dispuse a ordenar los volantes de mi falda. La noche aun reinaba en la zona.
-¿Tienes a donde ir?-Pregunte dado que era ya muy tarde.-Mi carruaje esta cerca, si quieres que te lleve a algún lugar...-Me quedé esperando a ver que decía Nell, pero al verla pensativa, me levante y cogí la caja de galletas que me había dado el mesero, la abrí mientras volvía junto a Nell y le ofrecí una galleta. Era de menta y vainilla. Espero que no la rechazara. El mesero se acercó a nosotras y nos puso en la mesa un te para cada una con mas de esas galletitas deliciosas que ponia la taberna de vez en cuando.
-Invita la casa,-Dijo mirando a ambas.-¿Esta usted bién, señorita?-Pregunto mirando preocupado a Nell, que estaba avergonzado por el desastre que había ocurrido esta tarde. En verdad la atacada en este caso había sido Nell y todo por mi culpa. Pedí ayuda a Nell cuando a lo mejor podria haberme defendido sin su ayuda, pero el miedo en ese momento me estaba sujetando por unas cuerdas invisibles a las cuales no pude reaccionar.
-Gracias, Nell...-Dije en seco. Ambos me miraron y miraba a Nell con la cabeza alta.
-Disculpa mis modales-Dije avergonzada de repente. No recordaba en qué momento había dicho mi nombre y llegué a la conclusión que no se lo había dicho.-Me llamo Lenneth, disculpa que no te lo haya dicho antes.-Dije a la vez que la sonreía.-Me...-Un sonido seco de las puertas de madera de la cocina se abrieron de golpe, saliendo un hombre con un trozo de madera que hacía de antorcha.-Pues ya lo van a hacer.-Dije triunfante. Estuve mirando a Nell un buen rato y me dispuse a ordenar los volantes de mi falda. La noche aun reinaba en la zona.
-¿Tienes a donde ir?-Pregunte dado que era ya muy tarde.-Mi carruaje esta cerca, si quieres que te lleve a algún lugar...-Me quedé esperando a ver que decía Nell, pero al verla pensativa, me levante y cogí la caja de galletas que me había dado el mesero, la abrí mientras volvía junto a Nell y le ofrecí una galleta. Era de menta y vainilla. Espero que no la rechazara. El mesero se acercó a nosotras y nos puso en la mesa un te para cada una con mas de esas galletitas deliciosas que ponia la taberna de vez en cuando.
-Invita la casa,-Dijo mirando a ambas.-¿Esta usted bién, señorita?-Pregunto mirando preocupado a Nell, que estaba avergonzado por el desastre que había ocurrido esta tarde. En verdad la atacada en este caso había sido Nell y todo por mi culpa. Pedí ayuda a Nell cuando a lo mejor podria haberme defendido sin su ayuda, pero el miedo en ese momento me estaba sujetando por unas cuerdas invisibles a las cuales no pude reaccionar.
-Gracias, Nell...-Dije en seco. Ambos me miraron y miraba a Nell con la cabeza alta.
Invitado- Invitado
Re: Café de medianoche.
La miré sin entender porqué se disculpaba pero entendí después a lo que se refería. Lenneth. Repetí su nombre en mi mente un montón de veces para recordarlo antes de mirar hacia la cocina de donde salían con algo para incinerar el cuerpo. Si tuviera que recordar, ¿No teían que cortarle la cabeza? Tenía que hacer una guía para matar vampiros que llevara conmigo en lugar del carnet de baile. Los carnet de baile eran sinceramente obsoletos y yo ni siquiera bailaba así que ese tipo de cosas me sobraba. Prefería tener algo útil conmigo.
Negué con la cabeza sin saber exactamente a qué parte de su pregunta me negaba, si bien era cierto que no tenía un apartamento podía siempre ir con Pablo a dormir pero no necesitaba un carruaje, ¿O si? Estaba pensando en qué sería mejor para mi en ese momento cuando la caja de galletas apareció ante mis ojos y yo las miré sin expresión en el rostro. Tomé una de ellas y la mordí con los dientes de enfrente notando el sabor en la lengua y cómo se deshacía al contacto con mi saliva. Estaban deliciosas.
Miré incrédula al mesero que se acercaba con el té y con las galletas y que luego además se preocupaba por mi. ¿Era en serio?, ¿En qué momento había yo subido el escalafón de la sociedad para recibir semejantes actitudes? Miré a Lenneth y supe que en el momento en que la había defendido me había ganado mi té y mis galletas por parte de la casa. Aún así me turbé un poco y asentí. -Ajam Fue lo único que pude contestarle, al fin y al cabo era cierto, yo estaba bien. Acompañé mi expresión con un asentimiento mientras me metía en la boca lo que quedaba de galleta y luego miré a Lenneth alzando las cejas. -No fue nada pero deberías tener a alguien que te cuide las espaldas, esas cosas son tan... desagradables... Hice una mueca comiendo otra galleta, de pronto me había dado tanta hambre que pude haberme comido todo el restaurante en ese momento. -Podría ir a la zona residencial... me... me queda cerca mi casa Si se había ofrecido... ¿Qué podía hacer yo?
Negué con la cabeza sin saber exactamente a qué parte de su pregunta me negaba, si bien era cierto que no tenía un apartamento podía siempre ir con Pablo a dormir pero no necesitaba un carruaje, ¿O si? Estaba pensando en qué sería mejor para mi en ese momento cuando la caja de galletas apareció ante mis ojos y yo las miré sin expresión en el rostro. Tomé una de ellas y la mordí con los dientes de enfrente notando el sabor en la lengua y cómo se deshacía al contacto con mi saliva. Estaban deliciosas.
Miré incrédula al mesero que se acercaba con el té y con las galletas y que luego además se preocupaba por mi. ¿Era en serio?, ¿En qué momento había yo subido el escalafón de la sociedad para recibir semejantes actitudes? Miré a Lenneth y supe que en el momento en que la había defendido me había ganado mi té y mis galletas por parte de la casa. Aún así me turbé un poco y asentí. -Ajam Fue lo único que pude contestarle, al fin y al cabo era cierto, yo estaba bien. Acompañé mi expresión con un asentimiento mientras me metía en la boca lo que quedaba de galleta y luego miré a Lenneth alzando las cejas. -No fue nada pero deberías tener a alguien que te cuide las espaldas, esas cosas son tan... desagradables... Hice una mueca comiendo otra galleta, de pronto me había dado tanta hambre que pude haberme comido todo el restaurante en ese momento. -Podría ir a la zona residencial... me... me queda cerca mi casa Si se había ofrecido... ¿Qué podía hacer yo?
Antonella Giordano- Licántropo Clase Alta
- Mensajes : 361
Fecha de inscripción : 11/03/2011
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Café de medianoche.
-Puedo cuidarme por mi sola, aunque dado lo que está pasando últimamente, debería tener a alguien...-Dije apoyando la propuesta de Nell, pero me ocuparía de eso mucho más tarde.-pues Nell, si quieres te llevo, para mí sería un placer llevarte a tu hogar, ¿cuál es la dirección? –Pregunte interesada para poder luego decírselo a mi cochero, pero antes de que me dijera nada, el mesero volvió y retiró la taza de té que me había terminado y se volvió detrás de la barra.
-Pues si estás lista, creo que deberíamos irnos, ¿No crees?-Dije con una sonrisa en la corta pregunta. Me fui levantando poco a poco pero Nell seguía quieta en la silla como si se tratara de una visión que tuviera delante de ella. Puse una mano sobre su hombro con cuidado y lo acaricié poco a poco para que despertara de un trance el cual se había metido sola.
-Nell...no pasa nada, para mí es un placer llevar a una nueva amiga en mi carruaje-Dije con severidad aunque pude notar un poco de dulzura en el tono de la voz. La miré y su mirada se cruzó con la mía y por poco me emociono al ver aquellos ojos bicolores que tanto me habían gustado. Nell era especial, eso lo podía intuir incluso a más distancia, pero conmigo no tiene que temer nada, dado que mi corazón y mi voluntad en ayudarla estarán de su parte.-Nell-Me acerque cerca de su mirada-No temas....si eso es lo que está pensando esa cabecita aventurera que tienes encima de tus hombros-Dije terminando en una sonrisa.
El reloj marcaba que era casi medianoche. Cuando entré, eran solamente las diez de la noche y la luna brillaba en todo su esplendor. Se hacía tarde y dos damas como nosotras no deberiamos deambular por las calles de París a estas horas, unas damas de clase alta que por poco no llegan a contar la experiencia que acabamos de tener. Pero había un tema que se había cruzado en mi mente y era sobre Nell.
-Nell...espero que lo que te vaya a preguntar a continuación, no te ofenda en absoluto, pero...-Dije un poco temerosa. Cogí aire y me disponía a decirle lo que mi buena voluntad queria hablar por si solo.
-Pues si estás lista, creo que deberíamos irnos, ¿No crees?-Dije con una sonrisa en la corta pregunta. Me fui levantando poco a poco pero Nell seguía quieta en la silla como si se tratara de una visión que tuviera delante de ella. Puse una mano sobre su hombro con cuidado y lo acaricié poco a poco para que despertara de un trance el cual se había metido sola.
-Nell...no pasa nada, para mí es un placer llevar a una nueva amiga en mi carruaje-Dije con severidad aunque pude notar un poco de dulzura en el tono de la voz. La miré y su mirada se cruzó con la mía y por poco me emociono al ver aquellos ojos bicolores que tanto me habían gustado. Nell era especial, eso lo podía intuir incluso a más distancia, pero conmigo no tiene que temer nada, dado que mi corazón y mi voluntad en ayudarla estarán de su parte.-Nell-Me acerque cerca de su mirada-No temas....si eso es lo que está pensando esa cabecita aventurera que tienes encima de tus hombros-Dije terminando en una sonrisa.
El reloj marcaba que era casi medianoche. Cuando entré, eran solamente las diez de la noche y la luna brillaba en todo su esplendor. Se hacía tarde y dos damas como nosotras no deberiamos deambular por las calles de París a estas horas, unas damas de clase alta que por poco no llegan a contar la experiencia que acabamos de tener. Pero había un tema que se había cruzado en mi mente y era sobre Nell.
-Nell...espero que lo que te vaya a preguntar a continuación, no te ofenda en absoluto, pero...-Dije un poco temerosa. Cogí aire y me disponía a decirle lo que mi buena voluntad queria hablar por si solo.
Invitado- Invitado
Re: Café de medianoche.
Hice una mueca cuando afirmó que podía cuidarse sola, lo mismo decía yo siempre y aunque no dudaba de sus capacidades, si dudaba de que pudiera hacer algo en contra de un vampiro, o peor, muchos vampiros en su contra. Alcé las cejas empezando a negar porque en realidad no solía dar mi dirección a cualquiera que me lo preguntara. ¿Irnos ya? La miré sin saber si levantarme o no llevando después mi vista hacia su mano en mi hombro sintiéndome un poco rara con esa invasión a mi privacidad de espacio vital. No estaba demasiado segura de que ya hubiera un lazo fuerte entre las dos. -En realidad sólo necesito llegar a la zona residencial y eso es todo... mi casa está al inicio Daba lo mismo si llegaba o no a mi casa, después de todo tenía ganas de vagar todavía.
-No tengo miedo Era verdad, el miedo sólo me atenazaba las entrañas cuando eran muy altas horas de la madrugada y yo estaba metida en mi cama con las mantas hasta el mentón y el vacío de la soledad se posaba sobre mi cabeza, ese era precisamente el momento en que el miedo me paralizaba pero era sólo cuestión de minutos y después todo volvía a la normalidad, la barrera se levantaba y yo podía estar tranquila. -Y acepto tu invitación de llevarme a las residencias, gracias Me levanté por fin para darle a entender que íbamos hacia su carruaje y tomé otra de las galletas metiéndola completa en mi boca y saboreándola mientras la miraba.
¿Porqué las preguntas que todo el mundo esperaban que no fueran ofensivas eran precisamente eso? Me estaba preparando para cualquier cosa después de esa advertencia y sinceramente no me gustaba por dónde iba el rumbo pero al fin y al cabo era sólo una pregunta, una pregunta que bien podía no contestar e irme de ahí indignada. Ahora que lo pensaba, probablemente mi mal humor era la mejor barrera que tenía contra la gente. -¿Pero...? Busqué su mirada alzando las cejas a manera de interrogación para que continuara. No iba a dejarme en ascuas, ¿verdad?
-No tengo miedo Era verdad, el miedo sólo me atenazaba las entrañas cuando eran muy altas horas de la madrugada y yo estaba metida en mi cama con las mantas hasta el mentón y el vacío de la soledad se posaba sobre mi cabeza, ese era precisamente el momento en que el miedo me paralizaba pero era sólo cuestión de minutos y después todo volvía a la normalidad, la barrera se levantaba y yo podía estar tranquila. -Y acepto tu invitación de llevarme a las residencias, gracias Me levanté por fin para darle a entender que íbamos hacia su carruaje y tomé otra de las galletas metiéndola completa en mi boca y saboreándola mientras la miraba.
¿Porqué las preguntas que todo el mundo esperaban que no fueran ofensivas eran precisamente eso? Me estaba preparando para cualquier cosa después de esa advertencia y sinceramente no me gustaba por dónde iba el rumbo pero al fin y al cabo era sólo una pregunta, una pregunta que bien podía no contestar e irme de ahí indignada. Ahora que lo pensaba, probablemente mi mal humor era la mejor barrera que tenía contra la gente. -¿Pero...? Busqué su mirada alzando las cejas a manera de interrogación para que continuara. No iba a dejarme en ascuas, ¿verdad?
Antonella Giordano- Licántropo Clase Alta
- Mensajes : 361
Fecha de inscripción : 11/03/2011
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Página 1 de 2. • 1, 2
Temas similares
» Medianoche
» Medianoche, el fin de la jornada.
» Encuantro a medianoche (Ariadna)
» Campanadas... Medianoche *Libre*
» "Un entierro a medianoche" [François]
» Medianoche, el fin de la jornada.
» Encuantro a medianoche (Ariadna)
» Campanadas... Medianoche *Libre*
» "Un entierro a medianoche" [François]
Página 1 de 2.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér Sep 18, 2024 9:16 am por Afiliaciones
» REACTIVACIÓN DE PERSONAJES
Mar Jul 30, 2024 4:58 am por Frederick Truffaut
» AVISO #49: SITUACIÓN ACTUAL DE VICTORIAN VAMPIRES
Miér Jul 24, 2024 2:54 pm por Nigel Quartermane
» Ah, mi vieja amiga la autodestrucción [Búsqueda activa]
Jue Jul 18, 2024 4:42 am por León Salazar
» Vampirto ¿estás ahí? // Sokolović Rosenthal (priv)
Miér Jul 10, 2024 1:09 pm por Jagger B. De Boer
» l'enlèvement de perséphone ─ n.
Sáb Jul 06, 2024 11:12 pm por Vivianne Delacour
» orphée et eurydice ― j.
Jue Jul 04, 2024 10:55 pm por Vivianne Delacour
» Le Château des Rêves Noirs [Privado]
Jue Jul 04, 2024 10:42 pm por Willem Fokke
» labyrinth ─ chronologies.
Sáb Jun 22, 2024 10:04 pm por Vivianne Delacour