... Darkness... {Asagi}

Bueno, no parecía que fuese a golpearle o hacer nada en ese estado.
Suspiró y se sentó a su lado, aunque no muy cerca, solo por si acaso.
¿Cómo es que habían terminado discutiendo así? ah, si... era su culpa. Por decir aquello. No le hubiese costado nada contestar con la verdad, pero de algún modo no quiso hacerlo. Siguió viendo le cielo.
Ten´+ia cierta fascinación por quedarse viendo el firmamento.

Pudo haberlo evitado, cuando le vio acercarse de ese modo se dio cuenta de que algo en la situación había cambiado. Pudo evitarlo, pero al final no podía hacerlo, porque había sido él quien dijese aquellas palabras y no pensaba retractarse. No sabía si era orgullo o alguna otra cosa la que se lo impedía.

Aún con los primeros movimientos que hizo, al acorralarle, escuchó esa voz interior que le decía que saliese de aquel lugar, pero a pesar de todo simplemente la ignoró. No opuso resistencia, y tal vez el único momento en el que su mirada se volvió ligeramente diferente fue cuando sintió aquella herida en sus labios.

Había sonreído de una manera un tanto arrogante. No supo si lo notó o no, porque ahora esta persona parecía simergido en sus propias ideas.

Cuando sintió el frío del suelo en su rostro no tuvo mucho tiempo antes de escucharle decir aquello. Y como en automático, cierta presunción se hizo notoria en él.

Podía hacerle lo que quisiera, eso no significaba que se doblegaría a él con facilidad. Aquel beso le distrajo y estuvo a punto de soltar un gemido ahogado al sentir su piel desgarrarse, y solo un poco después la calidez de aquella sangre que había ofrecido sin objeción alguna.

No es que no hubiese sentido nada cuando sus colmillos mordieron sus labios o en ese momento en que sus garras rasgaron su cuerpo, era solo que no pensaba dejarle saber abiertamente si le causaban dolor o no, al menos mientras pudiese controlarlo.

Esa también era la razón por la que no había dicho nada desde que el regresara sobre sus pasos, eso y porque lo había visto en sus ojos. No creía que decir algo fuese a servir en ese instante.

El dolor físico lo había sentido antes... pero lo que estaba pasando ahora no. Era por aquella sensación que nacía en su interior.

Los golpes y las heridas que estaba provocando en su cuerpo sanarían rápido, probablemente no quedaría rastro de ello en algunas horas, sin embargo sí que quedaría grabado en su mente. Eso era inevitable. No tendría forma alguna de olvidarlo.

Se estremeció debajo de él. Le empujo sin mucha fuerza cuando las sensaciones le sobrepasaron. No podía luchar, aún cuando sabía que podía hacerlo... cuando sabía que si quería podría librarse de aquello...

Aún cuando esa voz en su interiro le decía que lo hiciera, simplemente no pudo hacerlo. Había sido él mismo quien se había metido en ello. Huir... no podía hacerlo...

Sintió sus propias lágrimas surcar su rostro. Cerró los ojos en un intento por detenerlas. No recordana haber derramado lágrimas desde que se había transformado en lo que era ahora, incluso siendo un simple humano, las ocasiones en que aquel suceso había ocurrrido eran más que contadas.

¿Por qué le dejaba hacer todo eso? Ni el lo sabía con demasiada certeza en ese momento. Su orgullo, que no era poco, le pedía detenerlo... pero ya había decidido no hacerlo...

Esa conmoción en su interior no le gustaba, era como si le indicase que algo no estuviese bien y eso era lo que le hacía sentir que ya no podía hacer más...

Destrózame si eso es lo que quieres... hazlo si eso apacigua tu mente...

Se quedó allí sin moverse por un rato. No supo cuánto fue. Cuando sintió que las heridas habían comenzado a cerrar, se incorporó lentamente. Se acomodó la ropa, aunque la camisa estaba totalmente hecha jirones. La lluvia limpió la sangre. Tocó ligeramente sus labios con la yema de sus dedos. Ya no había rastro en su cuerpo de aquellas lesiones, sin embargo, su mente era otra cosa.

¿Qué debía hacer ahora? Suspiró mientras se ponía de pie, sentía que sus movimientos eran torpes. Se sintió como un simple mortal en ese instante. El agua se había llevado los rastros de ls lágrimas, la sangre y cualquier cosa que dejase de forma evidente ante los ojos de otros lo que había sucedido.

Caminó sin pensar... no pensó en seguirle, simplemente lo hizo. Aquellas últimas palabras que le había dirigido seguían escuchándose en su cabeza.
Habría sonreído de haber podido. No es que pudiese olvidarlo fácilmente de buenas a primeras. Si alguien le veía caminar de ese modo, no sabía lo que estarían pensando de él, bien podía pasar por un vagabundo o un loco. Su cabello empapado ocultaba su rostro. Avanzaba sin ver lo que estaba frente a él.

Se detuvo de golpe al sentir su presencia. Le vio allí, y su cuerpo perdió la fuerza que le impulsaba. Se dejo caer allí mismo, se desplomó no muy lejos del lugar en el que él se encontraba. Aquel sentimiento que nacía en su interior le hizo ir hasta allí, eso fue lo que pensó antes de que su conciencia empezara a desvanecerse.

Ya no tenía fuerza en ese instante. Se dejó vencer por aquella oscuridad que estaba apoderándose de él en ese instante.

Entre aquel estado de inconsciencia o lo que fuese, sintió algo extraño... No fue hasta un rato después que sus sentidos empezaron a darle la información necesaria, pero era aún incapaz de reaccionar.
Con todo, su mente se perdía por momentos en la completa oscuridad... Era como una señal intermitente, por momentos captaba una que otra cosa, pero no demasiado.

¿Qué estaba pasando? No estaba seguro... había notado que ya no sentía las gotas de lluvia caer sobre él y en algún momento creyó oír voces.

Cuando por fin su cuerpo pareció responderle ligeramente se movió y fue cuando notó la suavidad de la tela ¿En dónde estaba? Abrió lentamente los ojos al sentir una caricia en su rostro. Le costó un poco enfocarle y de golpe los recuerdos vinieron a él cuando distinguió su rostro. Parpadeó y le observó fijamente. Sus labios se entreabrieron, pero no sabía que decir.

Aún se sentía un poco desubicado pero antes de que él apartara su mano, él cerró los ojos y la atrapó con la suya. Aquel ligero tacto se sentía bien. Eso fue lo único que su mente pudo procesar en ese instante...

Suspiró, se sentía débil como pocas veces, parecía que no tenía más energía...No quería pensar y moverse conllevaba una concentración que no tenía en ese justo momento. Así que se quedó inmóvil en ese sitio.

¿Estaba bien hacer esto? No lo sabía, solo hacía lo que le parecía mejor, aunque su juicio podía ser extraño a veces. Dejando que hiciesen lo que quisieran con él... y luego esto... No sabía qué era lo que estaba haciendo... solo había una cosa que tenía segura y era que el hecho de estar dejando que aquellas cosas sucedieran tenía una sola causa. Esa persona que estaba frente a él revolvía sus pensamientos y lo que sentía. Por eso es que actuaba de aquel modo errático y se aercaba a él de ese modo.

Era como si le buscara inconscientemente. El no era una persona imprudente y no le faltaba sentido común... no en circunstancias normales.

Abrió los ojos una vez más, una mirada profunda directamente a aquellos ojos que en este instante le parecían las puertas a otro mundo. Uno en el que podía perderse totalmente...

Le observó moverse con aquella fascinación extraña que no podía evitar. Pensó en detenerle, pero no lo hizo. No tenía por qué hacerlo, ¿no era así? También quiso contestar a sus palabras, pero cerró los ojos, los sentía demasiado pesados... por otro lado no podía permitirse quedarse allí por mucho rato...

Sólo un poco se dijo a sí mismo... no tenía energía para levantarse en ese instante, sus ánimos no habían hecho acto de presencia en ningún momento... Solo unos minutos, se levantaría y se marcharía mientras la noche aún reinaba sobre aquella ciudad... Al menos eso era lo que pensaba era lo mejor...

Abrió los ojos un rato después, sin prestar demasiada atención a su alrededor y haciendo acopio de la fuerza que le quedaba se levantó, se vistió con calma, tal vez demasiado lentamente...

No supo en qué momento se había marchado, le dió la impresión de que había permanecido más tiempo del que había sido capaz de darse cuenta, pues se había dejado vencer por aquella oscuridad que le había atrapado justo antes. Creyó eso porque aún podía captar su aroma y lo que su presencia allí había dejado, aunque era algo invisible, sus sentidos desarrollados le hacían sentirlo. O tal vez él no se había desconectado del mundo durante tanto rato... No podía saberlo con certeza... Observó el reloj de péndulo que colgaba de una de las paredes, pero la hora no le decía nada... no tenía idea de cuánto tiempo había permanecido allí...

Se sentó en la cama una vez que estaba listo para marcharse. ¿Su apariencia? Nadie notaría que algo había pasado, a menos de que se hubiesen fijado con qué salió puesto y con qué estaba regresando, lo cual era bastante dudoso...

Se puso de pie y observó por la ventana. Pasó los dedos lentamente por el buró de madera que se encontraba cerca de él en ese momento. Se giró y finalmente salió de la habitación que había estado a oscuras. Aquella luz en el pasillo era tenue, pero le hizo sentir como si hubiese entrado en otro lugar... una simple sensación....

Se habría ido así nada más, pero dado el lugar en el que estaba pensó que lo mejor era ir y notificar su salida de aquel sitio. Caminó tan lenta y pesadamente como lo haría un humano, pero esta vez no disfrutó del sonido de sus pasos como solía hacerlo la mayoría de las veces...

Se acomodó el cabello antes de echar un vistazo a aquel lugar. Dio media vuelta y viendo que aún tenía tiempo decidió hacer parte del camino a pie, justo ahora no tenía ninguna prisa...

Aún llovía... Había notado el rostro de las personas cuando salió sin importarle ese hecho. .. pero aquella sensación que le provocaba el agua le gustaba, siempre había sido así... entonces ¿por qué sentía aquello?
Su vista se fijó en el frente, de pronto avanzó con paso firme y decidido. No era tiempo de ponerse así, de eso estaba seguro... De un momento a otro, cuando supo que nadie le observaba levantó el vuelo...