Encallar en el muelle de tus labios (Rayner Andrews) +18!

por **Yulianna Fiódorovna** Miér Mayo 11, 2011 9:06 am

Recuerdo del primer mensaje :

Yulianna lo llevó hasta su casa. Cierto es que estaba a las afueras, pero por suerte se había encontrado con un amigo y los había acercado. Así que allí estaban. En la humilde aunque gran mansión Osolin. Sería toda para ellos. Nunca solía llevar a nadie, era cómo su refugio... su guarida secreta. Un lugar dónde estar tranquilos.

Entraron tras cruzar el camino del jardín. La ama de llaves tenía el día libre, pero estaba el mayordomo y el servicio, aunque no les molestarían. Cómplice de la mirada de Rayner lo llevó hasta su lugar favorito: su habitación. Toda decorada en tonos rojos y dorados. Le encantaba. Y ahora era toda para ellos. Sólo de los dos. Yulianna, presa de la timidez, le ofreció una copa de vino, esperando que la aceptase, y después se le acercó besándole cálidamente.

-Estamos solos... el resto del mundo se me olvidó.-Y de nuevo le besó.

por **Yulianna Fiódorovna** Jue Mayo 12, 2011 5:10 pm

La besa despacio, le hace sentir, sentía su tacto y su olor. Brotaban en su ser un cúmulo de sensaciones, sólo provocadas por él. El único, el primero, y quien sabía si el último.

Cuando notó el roce intenso de su miembro, sabía que eso era el principio del fin. Le vió que la miraba. Parecía preocupado, quizás temeroso de hacerle daño, pues el parecía saber que ella era virgen. ¿Tan inexperta se había mostrado? No lo sabía, ni quería pensarlo, al menos por ahora. En esos momentos solo quería besarle, sentir más, ser amada. Aunque sólo fuese por esa noche.

Y tras un tierno beso, al fin ocurrió. Yulianna dejó de ser virgen. Era suya, totalmente. Y esperaba que se sintiese afortunado por ello, pues ella lo había guardado como un tesoro todos aquellos años. Y ahora se lo había entregado. Quería que supiese lo intenso que había sido para ella conocerlo, pues había sido muy importante. Él, en unas pocas horas había conseguido lo que nadie, llegar a su alcoba, a lo más íntimo. Y ahora estaban los dos solos, en el hecho del amor. Sintiéndose el uno al otro. Y ella al sentir ese intenso dolor mordió su labio, y apretó su mano aún entrelazada con la suya. Pero después dejó de sentirse tensa. Había pasado. Y se atrevió a moverse un poco hacia delante, para que ese dolor cesase; para que entrase completamente en ella.
Entonces, cuando se sintió segura, sencillamente fue hasta su oído, quería susurrar pero... el problema era que siempre había esperado ese momento como mágico, con la persona amada, que le susurrase que la quería pero... Rayner aunque por sus peculiaridades era único, le hablaba desde el respeto, únicamente, y ella... ¿qué era lo que Yulianna sentía por ese hombre? La confusión la llenó en el peor momento. Miró a su amante, pero le sonrió. Él era sencillamente perfecto. Y no pudo más que besarle con intensidad, buscando su lengua, recorriendo su boca con cariño. Haciéndolo suyo.

por Invitado Jue Mayo 12, 2011 8:23 pm

Suspiro un poco y suelto sus manos, me sostengo con las palmas, poniéndolas a los lados de su cabeza. Empujo las caderas hacia ella, su vagina parece forcejear negando la mí entrada a ella, desacostumbrada completamente y temerosa del cuerpo extraño que acaba de visitarla. Despacio sigo con el movimiento, sintiendo como su calor se acerca y luego se va.
Me esfuerzo para no dejar todo mi peso contra ella y no introducir mi miembro completamente. La beso continuamente, usando solo los labios para pasarle la lengua por sus labios, saboreándola. Su sabor a miel se mantiene aun cuando he llenado su boca de besos.

-Que hermosa es señorita-le digo sin detener mis movimientos, manteniéndolos lentamente. No puedo evitar alterar mi respiración, el aire que exhala de mi nariz mueve su cabello al posar mi rostro en su hombro derecho.

por **Yulianna Fiódorovna** Vie Mayo 13, 2011 1:17 am

Ahora sus manos estaban a los dos lados del rostro de Yulianna. Ella ya no sentía dolor, sólo una pequeña molestia, y agradecía que la tratase con tanta delicadeza. Eso se lo demostró con un dulce y tímido beso que depositó en sus labios.

Cuando los movimientos eran menos prudentes y más satisfactorios, esperaba para ambos, sonrió con ternura, y le miró intensamente a los ojos. Ese momento estaba siendo muy importante para ella, y aún no se creía que se tratase de él, de Ray. Que esa fuese la persona que en esos momentos la estaba poseyendo.

Le ayudó a hacer los movimientos más produndos, y llevó una de sus manos a la espalda de él. Sentía ahora más placer, y necesitaba tocarle.

-Ray... -susurró en su oído.

por Invitado Vie Mayo 13, 2011 4:28 pm

Poco a poco su cuerpo se va adaptando, su sexo parece abrirle las puertas al mío y darle la espalda al dolor, recibiendo al placer que nos damos mutuamente, cambiando sus expresiones que parecían algo incomodas por otras más relajadas. Quiero que se acostumbre primero antes de intentar algo mas nuevo para ella.

Tomo sus muslos suavemente y sosteniéndola de ellos me acomodo recto frente a ella, ahora comienzo el movimiento de adelante hacia atrás. Una vez acostumbrada en este punto, me permite dejarme llevar por la pasión y empujar más hacia dentro de ella, la siento completa. Su cuerpo estremecerse con cada penetración, su respiración alterándose, sus gemidos desesperados por escapar de sus labios.
No puedo dejar de ver sus ojos, entrecerrándose con cada embestida que da mi cuerpo contra el suyo, su rostro tornándose un poco más rojo con cada explosión de placer que tenemos. Sólo estamos ella y yo en un universo para los dos.

Suelto sus muslos y llevo mis manos a sus pechos, que aprieto levemente, poniendo entre mis dedos sus pezones que muevo al ritmo de mis embestidas, que siguen buscando profundidad dentro de ella.

por **Yulianna Fiódorovna** Vie Mayo 13, 2011 4:47 pm

Yulianna cada vez se siente más cómoda. Ya no siente dolor, aunque si una pequeña molestia. Pero él hace los movimientos apasionados; sus embestidas eran cada vez más profundas y satisfactorias para ella, hasta el punto de que la vergüenza desapareció, dejando paso a los gemidos que no pudo reprimir más.

Ese día para ella era especial, único y sería inolvidable puesto que por primera vez sentía deseo por otro cuerpo, y desease que los movimientos de Rayner no cesasen, que fuese solo suyo, al menos por esa noche.

Yulianna se amoldó completamente al cuerpo y la posición de él. Sentía el calor florecer en sus mejillas, y veía pequeñas gotas de sudor en la frente de Rayner, lo que le hizo pensar que el esfuerzo era grande. Decidida, se giró. Sus sexos seguían unidos, y el cambio de postura le había dolido, pero cuando se vio encima de él solo pudo hacer una cosa: mirarle, y después besarle. Por último sonrió levemente, se sentía cómoda, y segura de sí misma. Ahora era ella quien había tomado el mando, era ella quien se movía de manera continua sobre él, observando su bello rostro. Deslumbrada por su belleza.

Comenzaba a sentir cosas por él que no sabía explicar, o que en ese momento no quería pensar... pero estaba segura de una cosa...

"Rayner... le quiero"- Susurró para sus adentros. No podía decirlo, pero lo sentía.

por Invitado Vie Mayo 13, 2011 5:01 pm

Al escucharla no puedo evitar emocionarme.

-La quiero también, señorita- le digo entre suspiros.

Tomo sus caderas y ayudo en el movimiento de su cuerpo, moviéndola de adelante hacia atrás, permitiendo que mi miembro se mueva dentro de ella y la acompañe en el movimiento. Mis pulgares acarician su piel suavemente mientras siento sus caderas perderme en un mar de placer.
Me levanto inclinándome y beso sus pechos, lentamente y pasando por toda su piel hasta llegar a su pezón derecho y presionarlo con los labios para luego soltarlo y pasarle la lengua de abajo hacia arriba. Lo acaricio con la punta de la lengua, siento como su textura suave es ahora dura por la excitación de su cuerpo contra el mío.

Paso a su pezón izquierdo haciendo lo mismo, moviéndolo con mis labios, sintiendo su dureza por el placer que nos damos mutuamente. Nuestro sudor se mezcla en nuestra piel, nuestro placer se expresa en nuestro calor, con nuestra pasión.

por **Yulianna Fiódorovna** Vie Mayo 13, 2011 5:13 pm

Yulianna sonrió al escuchar que la quería. ¿Sería realmente cierto, o un sentimiento creado por el momento? Ahora no quería pensar en ello, sólo quería continuar siendo presa de su cuerpo, de todo su ser, de su alma tan pura. De él. Y se incorporó, impidiéndole continuar con su juego en sus senos; ahora ella quería mandar, así pues, mordió levemente su cuello, sintiendo su sexo entonces más duro, como si le hubiese excitado. Y continuaba moviéndose, incluso creía estar alcanzando el éxtasis, pues un placer completo la inundaba, y un gran sentimiento.

Entonces pensó que quizás estuviese mal enamorarse tan pronto. Acababa de conocerle, y sentía que hacía desde hace siglos, y aunque no era así, ella necesitaba de sus besos, de todo lo que solamente él podía ofrecerle. Quería todo su cariño en esa noche de pasión.

por Invitado Sáb Mayo 14, 2011 11:51 am

Al alejarse dejo sus pechos y llevo mis manos a sus caderas. Parece como si quisiera mandar, creo que la emoción del momento le ha dado ese privilegio.

Siento su mordida en mi cuello y hago un rostro de dolor, jugando con ella, seguido por una sonrisa. Siento su sexo apretar el mío, como negando el hecho que pueda llegar a salir de ella. Veo su bello rostro que cambia en cada movimiento que hace, dejándome el calor como disfruta nuestra primera noche juntos, esta que no quiero que acabe, que siga hasta que el sol salga al siguiente día.

Me inclino levemente y beso su pecho justo entre sus senos y regreso a mi posición de antes, dejando que ella se deje llevar por el placer y la pasión, que vaya siguiendo sus instintos en los movimientos y así descubra lo le espera si decide que se repita este momento.

por **Yulianna Fiódorovna** Sáb Mayo 14, 2011 5:39 pm

Sonrió al sentir sus manos sobre sus caderas. Eso la ayudaba a continuar con el movimiento, que a veces, al ser tan profundo resultaba un poco molesto, pero finalmente toda incomodidad desapareció, dejando paso al placer más grande que Yulianna Fiódorovna Osolin había sentido. Sencillamente se sentía atrapada; tanto cuerpo como alma, mente y corazón eran de Rayner. Él la había poseído por primera vez, y quien sabía si volvería a hacerlo, pero estaba segura de que no le dejaría irse, no por esa noche. Sabía que sería alguien importante, esencial en su vida. Quería a Rayner.

Cuando vio que su cuerpo se tensaba por completo, apretó con fuerza la mano derecha de él, y le besó con ternura. Tras eso se derrumbó sobre el cuerpo de Rayner. Exhausta. Cansada. Suya. Feliz. Y tras unos segundos de tranquilidad le miró profundamente, buscando sus palabras entre la respiración agitada que en esos momentos le poseía.

Ella, por su parte, nunca había imaginado que ese acto fuese tan maravilloso.

por Invitado Lun Mayo 16, 2011 4:40 pm

Siento sus espasmos aumentando, su sexo apretando el mío y su rostro alterándose por la excitación. En un desgarro de tensión llega su éxtasis creado por mí, que espero que sea el primero de muchos que le brindare con el tiempo.
Cae a mi pecho exhausta y siento su respiración alterada, haciendo ritmo con la mía, pecho contra pecho. Sus pechos suavizándose por fin anta la calma que viene después de la tormenta de placer que acá de sentir.
La abrazo por la espalda, acariciándola despacio, mientras beso su cabello con ternura, un momento de calma después de todo lo anterior.

-¿Está bien?-le pregunto con ternura, acercándome a su oreja-descanse un momento.

Busco sus labios y la beso tiernamente, para volver a llevar mi rostro a su cabello, hundiéndole en el de ella. Sintiendo como su cuerpo se relaja poco a poco y su sexo deja de apretar el mio que sigue dentro de ella.

por **Yulianna Fiódorovna** Mar Mayo 17, 2011 9:27 am

Yulianna yace en su pecho. Totalmente agotada, sudorosa, pero al fin feliz. Él, por su parte, le pide amablemente que descanse.
Sus sexos, aún unidos, parecen haberse entendido a la perfección, y ella ya no siente molestias. Está alegre por lo que ahí acababa de ocurrir. Al fin había el llegado el momento, y sin duda Rayner había sido la persona adecuada.

-Eres encantador... -dijo en un suspiro. -Me ha encantado -declaró, y entonces alzó su mentón y le besó tiernamente, aunque durante unos segundos. Le unía más que una atracción hacia él.

Minutos después, el temor se apoderó de ella. Aún estaban juntos, él la abrazaba, y ella comenzaba a sentir frío, debido a un escalofrío que acababa de recorrer su espalda.

-Rayner... ¿pasará la noche aquí? -dijo ella. Espero su respuesta temiendo que fuese negativa. Sólo pensaba que él no se conformaría con eso que la mayoría de los hombres tienen, sino que querría algo más, y eso esperaba ella.

-¿Desea darse un baño? -Salió de él, aún teniendo cuidado. Y sonrió ahora más calmada. Se puso su camisola de seda, que trasparentaba su cuerpo y le miró sensualmente. -¿Me acompaña? -Tocó la campana para que alguien viniese. Además no era demasiado tarde, sino la hora del baño. Llegó Marieta, una jovenzuela humilde y trabajadora, pero no entró a la alcoba sino al servicio, pues la casa de Yulianna estaba distribuida de ese modo. -¿Me llena la bañera? Y encienda unas velas... deseo relajarme. -Pidió con una sonrisa. Y después pasó a la habitación, en busca de la respuesta de Ryner.

por Invitado Mar Mayo 17, 2011 4:56 pm

Sentir su calor es exquisito, el tiempo que duro ese abrazo, pareció como los preciados minutos en el paraíso. Después de que se aleja de mi, siento la como si a mi cuerpo se le quitara una extremidad nueva y hermosa-que mujer-piensos suspirado de gusto.

-Si usted me permite, señorita, seria encantador pasar la noche con usted, sintiendo el fino aire de su respiración, eso me bastaría para soñar con ángeles.

Me levanto y me pongo la ropa interior solamente, un poco torpe al principio debido al cansancio del que todavía no me recupero del todo.

-Disculpe, así como usted se pone su bata, me cubro por el momento-le digo sonriendo seductoramente- Aunque me lo quitare, por supuesto, para nuestro baño juntos, señorita.

Me inclino haciendo una reverencia, en plan de broma.

-Parece que las reverencias no sirven mucho cuando estas medio desnudo-me rio un poco al hablar.

por **Yulianna Fiódorovna** Mar Mayo 17, 2011 5:36 pm

Se cubrió aunque de todos modos estaban en desigualdad de condiciones, puesto que la bata de ella cubría muy poco, pero eso no importaba puesto que en unos instantes ella y él estarían en la bañera llena de espuma, con incienso y velas a su alrededor. Yulianna ansiaba ese momento. Le encantaba la idea, muchas veces había soñado con compartir un momento así con alguien.

-¿Me acompaña entonces? -Y cuando lo vio lo suficientemente cerca de ella, no dejó tan siquiera que la rozase. Ella estaba aprendiendo el arte de la seducción, a amar, a sentir cosas nuevas. A compartir nuevas emociones, nuevas situaciones y momentos. Y todo junto a él. El primero y probablemente el último. O eso pensaba ella.

Dejó que la bata de seda se deslizase por su piel, de manera lenta, sensual, excitante incluso. Y luego le miró de reojo, agitando levemente su cabello rubio, y se metió en el agua. Cuando ésta cubrió sus pechos cerró los ojos y se acomodó, esperando la presencia de él a su lado. ¿Seguiría deseándola como hacía unos minutos? La idea rondaba su cabeza, y de nuevo ansiaba rozar sus labios.

por Invitado Miér Mayo 18, 2011 8:58 pm

Suspiro al ver su caminar y pensar que hace unas horas apenas y podía aguantar el dolor que le cause al desvirginarla. La veo caminar a la bañera e incluso se mete a ella de una manera tan excitante que es difícil aguantar la tentación de correr hacia ella y hacerla mía de nuevo.
Camino después de ella, asegurándome el verla ahí relajada dentro del agua, no despego mis ojos mientras me aproximo hasta llegar a tocar la bañera con mis piernas. Me despojo de la ropa y entro frente a ella.

-Sabe como convencerme el que la acompañe, pienso que no tenia que haberlo ni pedido con esa forma tan sensual con la que entro a la bañera hubiera bastado-le digo acercándome suavemente.

Le beso las mejillas despacio pasando de una a otra, rosando mis labios con los suyos para después de un rato quedándome mirándola de frente a los ojos con nuestros labios a milímetros de distancia.

por **Yulianna Fiódorovna** Jue Mayo 19, 2011 6:41 am

Sonrie al sentirle cerca, al escuchar la ropa caer al suelo, al notar como entra en el agua. Y luego le habla, pero ella se hace la dura. Sencillamente le gusta jugar, y permanece con los ojos cerrados.

-Pero si sólo le hubiese invitado no hubiese sido tan excitante. -Dice con una sonrisa, para después sentir sus besos en ambas mejillas, y el leve roce de sus labios contra los suyos.

Yulianna poco a poco abrió los ojos y le mira, tan cerca de ella, y sin poder resisitirse a esa mirada, le besa. Se va acercando cada vez más a él, saliendo lentamente del agua y quedando de rodillas, colocando sus brazos alrededor de su cuello, haciendo el beso más intenso y sensual, para poco a poco caer sobre él, rozando sus sueves pechos con su piel. Se sentía de nuevo llena por centro, tan solo con un beso suyo.

por Invitado Jue Mayo 19, 2011 3:43 pm

La abrazo contra mí, sintiendo sus pechos haciendo presión contra el mío, sus pezones endureciéndose al contacto con mi piel caliente por ella. Juego con su cabello en su espalda para que mis dedos pasen a recorrerla, hundiéndose bajo el agua no parando su labor de sentirla, de demostrarle que es mía.

-Parece que haremos hervir el agua, señorita-le digo sonriente entre carcajadas ligeras.

Me separo de ella y comienzo a besarle los hombros, suavemente, pasando de una a otro, asegurándome de acariciar su piel con mis labios en cada cambio que hago de los extremos de su cuerpo. Mis manos no se cansan de pasar por su espalda, como si fuera la nueva tierra para los dedos exploradores que la recorren, un paraíso maravillo que se estremece a mi contacto.
La beso despacio, que sienta mi caricia de labios contra los suyos, que sea un proceso lento, que sus ganas vayan aumentando al ritmo de mis caricias para al final se deje llevar de nuevo por la pasión explosiva de mi cuerpo contra el suyo.

-Sera una noche larga-le digo sonriendo, pegando mi frente contra la suya-una maravillosa noche larga.

por **Yulianna Fiódorovna** Jue Mayo 19, 2011 4:03 pm

La lleva hacia él. Eso hace que se extremezca. Yulianna, ella, tan tímida, tan pura... ¿qué le pasaba cuando se unía a Rayner? Quizás era eso: la unión. El cariño.
Y continuó tan cerca de él, de nuevo se besaron. Con ternura, luego ella lo convirtió en pasión. Buscó por primera vez su lengua, quería jugar con ella. Amarle. Ese era el fin de la señorita Osolin en esa estupenda velada que parecía no acabar. No había fin posible para esa unión. Pasión, cariño, dulzura, atracción, amor... ¿quién sabe? Ellos, solamente dos almas que se querían a la luz de las velas, en ese cuarto, en esa bañera. Ambos atraídos como si de dos polos se tratase.

Aumentó el ritmo de sus besos. A veces dejaba de besarle, sencillamente bajaba hasta su cuello. Estaba encima de él, y poco a poco se colocó de la manera correcta. Estaba dentro de ella otra vez. Esperaba que lo hubiese sentido. Tan espontáneo, tan sensual, tan sencillo; como era ella.

Le miró y entonces no pudo evitar morderse el labio. Sentía una ardiente pasión dentro de su ser. Quería ser suya de nuevo, sentir su cuerpo, sus labios, su dulce piel, sus perfectas caricias, escuchar sus palabras... Quería quererle para siempre.

Y comenzó a moverse. Fue justo en ese momento cuando Yulianna, presa de esa locura gimió. Nunca lo había hecho, pero no pudo evitarlo. Y comenzó a moverse lentamente, con sus manos colocadas alrededor de su cuello.

-Rayner... -susurra, siendo ya presa de él. Otra vez.

por Invitado Sáb Mayo 21, 2011 9:43 pm

Sonrío ante su primer gemido y la beso en un signo de felicitación, sintiendo sus movimientos que han dejado la timidez atrás, para que pase sólo la pasión y la lujuria.

-Yulianna-le digo viéndola mientras pasa sus manos alrededor de mi cuello, siendo la primera vez que le hablo por su nombre nada mas.

Pongo mis manos en sus caderas y dejo que se muevan con su cuerpo, sin moverla yo mismo dejo que ella encuentre la forma de moverse a su gusto, de disfrutar y dejarse llevar.

La beso despacio, sólo viéndola tiernamente. Mis manos se mueven despacio hasta su espalda y bajan hasta la parte trasera de su cintura cerca de sus glúteos sin tocarlos.
Hago una media sonrisa y muevo las caderas hacia arriba, haciendo que entre mas en ella, levantándola un poco para salir lentamente acomodándome de nuevo al estar sentado

.

por **Yulianna Fiódorovna** Dom Mayo 22, 2011 10:02 am

Abre los ojos, los cuales habían permanecido cerrados. Entonces le ve sonreír. Le mira, coqueta, sensual, y gime de nuevo. Le encanta sentirlo dentro de ella. De aquella forma, especial, auténtica, romántica. Rayner la volvía loca. Desde el primer momento que vio su sonrisa, que le escuchó tocar, que le rozó la mano, que le besó. Que la hizo suya. Por primera vez.

Continuó movimiéndose, llegando él a estar totalmente dentro de ella. Ahora disfrutaba mucho más puesto que el dolor se había escapado. Entre ellos solo había pasión.

Se acercó a él, movió su cabello. Rozó su cara con él, y se acercó a él, elevando sus pechos a la altura de sus dulces labios. Al mismo tiempo aprovechó para ir a su oreja. La mordisqueó levemente, y finalmente susurró en él: "No se aparte de mi". Pidió en un acto desesperado mientras sentía un placer absoluto.

Él la llamó por su nombre. Era la primera vez que lo hacía, y eso hizo que se estremeciera, hasta tal punto que aumentó el ritmo de sus movimientos, y enloqueció de pasión. Sin duda Rayner tenía un don especial sobre ella. La hacía disfrutar, sentirse bien, y al mismo tiempo hacía que le quisiese como nunca antes había querido a nadie.

por Invitado Lun Mayo 23, 2011 2:40 pm

Le sonrío al escuchar sus palabras, la abrazo fuerte contra mí y la beso con pasión, con mi lengua buscando la suya y enredándose como queriendo ser una sola. La miro por un momento a los ojos mientras siento el aumento de sus movimientos.
La tomo por las caderas y hago que estos sean aun más rápidos, llevando a que el agua salga de la bañera, que se creen burbujas repentinas que suben por el lugar. Uso mi magia casi inconscientemente, y las burbujas se multiplican en el aire, haciéndose pares suben por la habitación sin tocarse entre ellas o contra las paredes, flotan como si una brisa invisible las guiara. Pronto son cientos de ellas adornando el espacio sobre nosotros.

-No me iré de ti-le digo hablándole de tú, entre el placer olvide hacerlo.

La abrazo contra mí, sin dejar de ayudar en sus movimientos y pronto mi miembro se dilata dentro de ella, anunciando mi primera llegada de la noche, que explota dentro de ella con fuerza, dándole algo de mi calor. Casi al mismo tiempo gimo en signo de satisfacción y lo que de seguro a ella el causa gusto de haber logrado que llegara a mi primer orgasmo de la noche, un triunfo para ella de seguro.

En el instante donde pierdo la concentración, las burbujas pierden su gracia y bajan rápidamente sobre nosotros, cubriéndola a ella y a mí. Su bello cabello se cubre de ellas, que se comienzan a romper una a una, haciendo que se moje, lo mismo pasando en mi rostro.

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