¿Damisela en peligro? lo dudo [libre]

por **Layla J. Kristiansen** Miér Mayo 11, 2011 1:43 pm

Recuerdo del primer mensaje :

El sonido del galopar de los caballos y las ruedas de los carruajes siendo tirados por esos animales, hacía eco por los callejones de la ciudad.
Me sentía exhausta, y jadeaba a medida que corría mirando al frente a y atrás, doblando en cada esquina y esquivando cada puesto de venta de la plaza.

-¡atrapen a ese ladrón! –gritaba un hombre robusto de aproximadamente 1.90 de alto, de tez oscura y cabello tupido negro, con una larga barba de chivo. Blandía un cuchillo de cocina al igual que los otros dos hombres.

Corrí y la capa se fue deslizando por mi cabellera dejando al descubierto la maraña que se iba ondeando con las ráfagas del viento. Era media –tarde y después del espectáculo circense, había estado haciendo una que otra “recolección”, nada de que avergonzarme, simplemente había tomado un reloj de oro y unas cuantas monedas de oro, algo que esos hombres maliciosos no extrañarían.

Doblé en el callejón, pero este estaba sin salida, además, cuando me di cuenta, el crepúsculo estaba cayendo justo encima de mi cabeza. Eso estaba mal

-Deberían sentiros avergonzados –dije jadeando, dejando salir mi voz melodiosa mientras retrocedía y me ponía en guardia. Recordad, nunca subestiméis a una gitana. Jamás.

-oh…vaya, nuestro ladronzuelo terminó siendo una mujercita –dijo el cabecilla de todos ellos

Chasqueé mi lengua y solté una sonrisa burlona, dejando ver la picardía astuta y temeraria que me caracterizaba. Me salió un perfecto mohín burlón.

-¿mujercita?, esos calificativos dudo que se vea bien en un hombre tan respetado como usted… ¡oh! pero mil disculpas… olvidé que usted…no es un hombre respetado... -dije elevando mi voz una octava más, y seguido, retrocedí hasta chocar contra el muro de piedra maciza que anunciaba que estaba tan acorralada como un pájaro en temporada de caza.

El hombre gruñó a sus compinches quienes no contuvieron la risa de la mofa que hice hacia él. Llamadme loca, o simplemente lengua suela, tal vez lo que tenia de belleza lo tenia de temeraria, pero ¿acaso esa cualidad de libertad no era cosa de mi gente?

-Puta -Espetó y entonces se acercó a carrera hacia mí.
Yo era menuda, y delgada, frágil a simple viste, pero tantos años de supervivencia no habían pasado por nada. A mis escasos 18 años, podía defenderme, y vaya que sí. Primero muerta antes que me tocara una sola de mis hebras.

Saqué la daga de la funda que estaba debajo de mi capa, enroscada en el borde superior de mi falda y la empuñé con fuerza, apuntando justo hacia adelante
-Te metiste con la ladronzuela equivocada, mi lord –dije mordiendo mi labio inferior, a pesar de ello, mis piernas me temblaban y estaba con todas mis fuerzas tratando de que mi voz no se quebrara

por **Layla J. Kristiansen** Mar Mayo 24, 2011 8:14 pm

-El ser joven o no, no te hace sabio o experto, ni te hace una persona que no deba tener sentimientos ya de mayor edad...-expliqué, con el ceño levemente fruncido. No estaba en contra de él, ni siquiera podía enojarme con él. Simplemente no podía engullir el perdón por un ser repudiable como....ese...
-Más que rencor...es como un veneno que me carcome cuando...pienso en esa...cosa....-dije y tragué saliva. No me di cuenta que abrazaba mi propio cuerpo y mis uñas se clavaban inconscientes en mi piel, intentando arrancarme la piel sucia.
-...Pero...él tuvo su merecido...por eso digo...el ser humano no es nada diferente a un no-humano. -dije detenidamente, alejada de mis pensamientos para cuando el hincón de mi tobillo se hizo presento, y mi piel enrojeció.

-Nunca diría que usted al ser hombre no lo entendería...pero realmente..no puede entender el orgullo de una mujer....-dije avergonzada.
Jamás le había contado aquello a nadie, ni siquiera a Marianne, que era como una tía para mí.

por Invitado Miér Mayo 25, 2011 4:12 pm

Era triste escuchar a alguien con tan pocos años vividos hablar así, o tal vez era yo quien pecaba de ingenuidad al creer que todavía se podía encontrar bondad de las personas a pesar de todo lo que me ha pasado con los años, suspiré y no dije nada por un rato, escuchándola pero sobre todo, mirándola, era como si al decir todo aquello le doliera y sus palabras no me quedaron claras. Me detuve y ella hizo lo mismo, por la impresión de mi repentino cambio después de estar caminando, aproveché para quedar de frente, tomarla por los hombros y agacharme un poco para mirarla a los ojos.

-No te preocupes -le dije sonriendo -no, no podría entender a una mujer por... por obvias razones -reí un poco -pero entiendo ese veneno del que hablas -me enderecé y miré un punto en el horizonte -yo mismo lo sentí hace mucho tiempo, y no conduce a nada -la volví a mirar, no esperaba que me entendiera, pero era algo que tenía que decir, porque aún dolía.

por **Layla J. Kristiansen** Jue Mayo 26, 2011 10:51 pm

Lo miré e inconscientemente apoyé mi frente en su pecho, y resoplé dejando oculta mi cara en su pecho, mientras las lagrimas se ahogaban y se deslizaban por mis mejillas.
-¿Como hago para olvidar y perdonar?-musité -Es tan difícil cuando alguien te arrebata tu virginidad, te pisotea, te usa, te trata como un animal..es...denigrante...y sientes que eres una basura...-dije ácida, desgarrando mi garganta con cada palabra.
Jadeé
-Dime, Danny, ¿que hago?....-susurré, supliqué, y me abrí por completo a él.
Nunca me había puesto en ese plan con nadie mucho menos con un vampiro, o con un hombre, pero él era tan reconfortante que sentía que me podría defender de todo, incluso de mí misma.

por Invitado Vie Mayo 27, 2011 11:15 am

De pronto la sentí recargarse, por la diferencia de alturas me quedaba a la altura del pecho y así, tan pequeña y desvalida me desarmó, sabía que su relación con los hombres no era la mejor pero me atreví a abrazarla, primero con temor, temor de recibir un empujón o un insulto, algo que yo me hubiese ganado por mi atrevimiento, pero al no recibir rechazo pude hacerlo con más seguridad, escuchándola sollozar y decir todo aquello, todo eso con lo que podía relacionarme, que podía entender tan bien.

La escuchaba preguntarme con tanto desamparo y el corazón se me hizo añicos al no poderle dar las respuestas que estaba buscando.

-No sé -respondí y besé su cabello-, yo también quisiera saber -yo sólo me había acostumbrado, había aprendido a mantener a raya a las bestias de mi consciencia, no las había podido aniquilar como hubiese querido, habían conseguido su inmortalidad al mismo tiempo que yo, tantos años vividos sólo habían conseguido que me acostumbrara a su presencia, jamás pude deshacerme de todo lo que mancha el alma. La separé un poco, rompiendo el abrazo y la tomé por los hombros, me agaché para quedar a su altura-, lo que te hicieron... -ahora me quedaban claras varias cosas por lo que te había dicho -no tiene perdón, pero hay algo que se llama justicia divina, y todo se paga... aquí, en esta tierra, no al momento de morir, todo se paga en vida, sé que no es consuelo pero esas personas recibirán su merecido, y tú... -la volví a abrazar -tú eres muy joven y bella, tienes un camino por delante, trata de andarlo sin miedo y rencores.

por **Layla J. Kristiansen** Dom Jun 05, 2011 12:40 am

En otro tiempo o momento, era mas que seguro que hubiese reaccionado de otra manera, tal vez golpes, insultos, una que otra escapada fortuita o resultada con algunos rasguños leves, pero esta vez, no.
Me sentí tan protegida por él, que más bien me consolaba, me daba paz, era una sensación que a mis 18 primaveras, recien, y empezaba a experimentar.

-Señor Danny...no lo entiendo...eso de la justicia divina...-murmuré, sollozando, tratando de que mi voz no sonara tan quebrada -Es tan duro cuando te quitan algo preciado...cuando te pizotean y te tratan como basura...Sr. Danny...esos hombres...-dije, y tragué saliva -Son los que me han hecho como soy...-jadeé y hundí más mi rostro, avergonzada, por primera vez, despues de tanto tiempo, dejaba salir todo el dolor que tenia reprimido dentro de mí.

Spoiler:

por Invitado Mar Jun 07, 2011 11:11 pm

La abracé más fuerte, no tenía nada más por hacer, era tan joven y hablaba con tanta zozobra que me partía a mi el corazón, si acaso lo único que me quedaba era hacerla sentir un poco mejor. Me separé un poco y la tomé con ambas manos por el rostro y lo alcé para que nuestros ojos se encontraran. Si en mis manos hubiera estado el poder suficiente, habría hecho que esos hombres de los que hablaba pagaran, pero cómo iba a hacerlo si ni siquiera pude cobrarles a los que me hicieron daño a mi.

-¿Me creerías si te digo que todo va a estar mejor y que no todos son como esos que te hicieron daño? -no esperaba una respuesta, no de inmediato al menos, le sonreí con timidez, esperaba que ella hiciera lo mismo, no quería verla con esa congoja en su gesto-. Yo no te haré daño -luego le aseguré -y me encargaré que nadie te lo vuelva a hacer a ti -era una chica a la que acababa de conocer pero parecía tan desesperada por un anclaje a este mundo que quise ser yo, yo dárselo, quería cumplir esa promesa ya que nunca pude hacerlo con mi familia, tal vez ahí radicaba toda mi necesidad por ayudar, porque no pude hacerlo con quienes más me importaban.

Spoiler:

por **Layla J. Kristiansen** Miér Jun 08, 2011 12:04 am

Lo miré, con tal sumisión y tal inocencia que pensé perdida, estaba al borde nuevamente del llanto, pero como buena gitana, me contuve. Lo miré, preguntándole con mis orbes si podía confiar en él. Tenía un nudo en mi garganta que terminó cediendo
-Puedo creer, que usted no es como ellos-afirmé, era, por el momento, lo mejor que podía ofrecer
Mordí mi labio inferior, y entonces lo abracé, con todas mis fuerzas, mi menuda estatura contrastaba con su estatura alta, al menos, lo era en comparación con mi 1.65
-Puedo creer que usted dice la verdad Sr. Danny-dije, completamente segura
-Yo también no permitiré que le hagan daño señor-dije, era una gitana, podía saber cosas, no solo mirar el futuro. -Por eso por favor, sálveme...por favor...

por Invitado Miér Jun 08, 2011 5:54 pm

Una risa inocente se me escapó cuando ella me ofreció lo mismo que yo le ofrecía. A pesar de las apariencias, de verdad necesitaba a alguien que me salvara, ¿cómo había sobrevivido más de 400 años con tanta tristeza a cuestas?, quién sabe, era un misterio, era una pregunta que me hacía a menudo.

Al sentirla ceñirse más a mi hice lo mismo y acaricié su espalda, como la hace un padre, no más allá, otra de las sensaciones que jamás conocería, la de tener descendencia, pero supuse que esta fuerza externa que te obliga a proteger a alguien es similar, cerré los ojos y fruncí el ceño. "Por favor, sálvame"

-Sí -fue con tanta contundencia que dije eso que no había lugar a dudas-, te salvaré, pero dime ¿qué quieres que haga? -no sabía con exactitud de qué o quiénes quería que la salvara y necesitaba preguntar eso, tal vez ya no quería regresar a su carpa, no lo sé, pero como se lo había dicho, prometido sin palabras, yo la iba a salvar.

por **Layla J. Kristiansen** Miér Jun 15, 2011 11:20 pm

¿Que qué quiero? ¿Eso me preguntaba?
¿De qué quería que me salvara? ¿De quién? ¿Tal vez de mí misma? Sí, de mi misma.
Su caricia en mi espalda, deslizandose por encima de la tela, me hizo sonreír, como esa caricia que debería dar un padre a su hija...una caricia que nunca experimenté...
Inconscientemente, esbocé una delicada sonrisa, suave y realmente divertida
-Es muy inocente Sr. Danny-le dije, suavemente rodeando su cintura con mis brazos, mirándolo desde abajo -Era algo metafórico...-le dije riendo -pero...creo que tiene que salvarme de mí misma...-musité, sonrojada, algo dudosa -Sabe, no soy una buena influencia para mí....no soy delicada, ni siquiera soy prudente, y ni se diga de mis modales...soy una gitana...me enorgullezco de serlo pero...a veces...si le soy sincera...a veces...quisiera desaparecer...y eso me aterra...me aterra sentir...asco de mi misma...y me aterran los hombres...más que cualquier cosa...-musité, era algo ambigua mi confesión puesto que estaba abrazando a uno, pero...él era definitivamente, una excepción.

por Invitado Jue Jun 16, 2011 5:05 am

La tomé por los hombros y me agaché para buscarle la mirada, puse ese gesto mío y que Mihai tanto odia, de condescendencia pura, pero no es algo que estudie o haga apropósito, es en estos momentos que el Daniil que en verdad soy sale a relucir, el que quiere ayudar, el que quiere salvar, no sólo quien se lo pide, sino a quien considera que lo necesita, y Layla... ella me lo estaba pidiendo y lo necesitaba.

-Pero mírame, soy un hombre, y lo estás haciendo bastante bien -le dije con ganas de animarla un poco, sonriendo de lado, no quería que un rostro tan bello como el de ella estuviera más plagado por la angustia.

-Pues incluso de tus metáforas te voy a salvar -bromeé sin apartarla, dejando que se acercara a mi, si a mi lado se sentía bien y segura, podía quedarse ahí todo el tiempo que quisiera.

Seguramente nos veíamos como un par de locos abrazados en la calle en medio de la noche. No dije o hice nada por un largo rato, esperando que ella decidiera qué quería hacer, por desgracia no podía prometerle algo como ver el amanecer a su lado, aunque me hubiera encantado, ¿hace cuánto que no veo uno?, los extraño.

por **Layla J. Kristiansen** Jue Jun 16, 2011 9:48 am

Sonreí, sonrojada. Daría todo por ser su apoyo, daría todo por defenderlo, daría todo por quitarle los siglos de sufrimiento....
Yo, que a los hombres repudiaba, estaba ahora tan colgada por uno, tan deslumbrada, y tan deseosa de ser su familia, de poder saber más de él, y poder tener más conversaciones con él. ¿Era loco que una gitana deseara algo que nunca podría tener? Un verdadero amigo.

Me reí, algo incrédula de que hiciera esas bromas. Pero me reí con ganas y moderación.

-Jajaja Sr. Danny, usted realmente es...una persona encantadora...y créame, viniendo de mi eso es mas que un cumplido -dije haciendome la importante, rompiendo a reír -Cielos...creo que esta noche le he dado muchos problemas...-comenté, algo apenada, soltando su cintura y haciendo mi cabello hacia atrás de mis orejas -Pero....creo que conocerlo fue lo mejor que me ha pasado en mis 18 años de vida....-dije, mirandolo, dulcemente

por Invitado Vie Jun 17, 2011 1:10 am

Conforme sus palabras llegaban a mis oídos fui sonriendo más y más, todo en ella me parecía tan frágil, tan necesitado de protección, tan sincero y transparente que no había necesidad que yo fuera el educado médico, sentía que en compañía de esta chica yo podía ser lo que yo era, por supuesto, educado y caballeroso, pero también terriblemente solo, igual que ella, necesitado de protección, porque puedo tener toda la fuerza de un vampiro, pero por dentro no soy más que un desastre. Desde que me llamara "Danny" hasta su gestos inocentes, todo era cautivador.

-¿Problemas? -pregunté retórico -desde luego que no, y me alegra ser merecedor de uno de tus halagos -quería hacérselo saber, que eso que me decía me llenaba de dicha, que no importaba que pareciera insignificante, para mi no lo era. Lo que dijo después... me tomaba con la guardia abajo, no estaba listo para un gancho tan certero al sitio donde se supone está el corazón-, y conocerte a ti, a pesar de mis siglos, también ha sido maravilloso -le contesté con la verdad desnuda, no lo decía por compromiso, lo dije porque lo sentía.

por **Layla J. Kristiansen** Mar Jun 21, 2011 8:43 pm

Esperé, tenía miedo de que lo que había dicho hubiera sido demasiado fuerte, o algo que le molestaría ¿Estaba siendo una carga? Esperaba que no, era lo menos que quería ser, solamente..quería que lo supiera, porque era verdad.
Yo no era abierta en ese tipo de cosas...pero por primera vez...sentí tanta paz que me daban tantas ganas de llorar que no sabía bien como lo hacía para contener las lágrimas...

Cuando me dijo aquello, no pude evitar sonreír, completamente aliviada, el Sr. Danny, no era de las personas que mentiría, eso lo sabía, eso estaba definitivamente segura de que nunca me mentiría.

-¡que bien!-jadeé y lo abracé, eufórica, tan dulce y sincera, a pesar de que el abrazo no fue fuerte en poder, fue realmente cargado de amor -¡Que bien! ¡me alegra! ¡me alegra!-dije, y sollocé, mi voz se quebró suavemente -Dioses....hoy ha conocido el lado llorón de esta gitana...-murmuré, mordiendo mi labio inferior, tratando de ahogar los hipeos.

por Invitado Miér Jun 22, 2011 1:30 am

Reí al escucharla decir todo aquello, qué más daba cómo la había conocido, lo importante es que nuestros caminos se habían cruzado oportunamente, que había podido salvarla y no sé si era el estrés de la situación o qué lo que la hacía llorar pero no importaba, yo iba a estar ahí para ella porque aunque no me lo dijera, aunque no lo supiera incluso, esta chica me necesitaba, o a alguien al menos que le hiciera compañía y la escuchara; yo estaba dispuesto a tomar ese puesto.

-No importa –dije sincero –pero también me gustaría conocer a la gitana alegre que estoy seguro que eres –tan joven y llena de vida, debía tener una risa hermosa, contagiosa y dulce, también quería ver esa parte en ella.

-¿Quieres que sigamos caminando? –le pregunté, seguíamos en ese sitio sin movernos, sería bueno caminar y platicar, o eso supuse. Me separé un poco de ella y le ofrecí mi mano para de ese modo seguir nuestra caminata, esta mujer tan hermosa era distinta a las tantas otras que ya me había topado en París, lo que me hacía sentir, estoy seguro, era ese instinto paternal que nunca logré desarrollar por mi constante fracaso en el amor y mi posterior inmoralidad.

por **Layla J. Kristiansen** Jue Jun 30, 2011 9:14 am

Sonreí dulcemente, ese hombre era definitivamente único. Si pudiera meterlo en una cajita para que nadie le haga daño, estoy segura que permanecería una eternidad cuidándolo.
¿Quién se atrevió a hacerle tanto daño? ¿quién fue?...o ¿quienes fueron?
No me atrevía a preguntar, no quería ver su expresión de dolor, ni de nostalgia...si algo sabía..era que incluso con los años...las heridas seguían allí, al menos...las marcas...nunca se borrarían.

-¿Alegre? pues !creo que se empalagará de lo cándida que pudo llegar a ser...!-dije y giré mi cuerpo grácilmente dando una vuelta meneando mi vestido para cuando acenté mi pie lastimado y me tambaleé torpemente, y cojeé -Aunque creo que será cuando mi doctor me cure -dije dulcemente -Ah., pero sigue no siendo gratis, prometí que le pagaría, y lo haré-dije firme, un gitano nunca tenía palabra. Esta sí.

Caminar....era una excelente idea si mi tobillo no estuviera a punto de salirse de su articulación, y si la noche no hubiese caído a altas horas. Seguro y el Sr. Danny amaba la noche....el "anochecer" ¿Irónico no? "Amaba a Layla"
Reí divertida, y me sonrojé cuando me di cuenta de que reía sola

-Am..caminar suena bien pero....creo que mi tobillo está un poco reacio...-dije riendo -¡¿podemos ir a su casa Sr. Danny?! ¡me gustaría conocerla! ¡ah! pero...no se preocupe! no cogeré nada ni romperé nada, palabra de....-me callé, de seguro y él sabría que la palabra de un gitano, valía lo mismo que nada.-Palabra de Layla Kristiansen

por Invitado Mar Jul 05, 2011 12:33 am

De pronto me pareció verla con más luz y eso me iluminó el corazón. Era increíblemente fuerte en su ingenuidad, esa era la sensación que me daba, y para mí era un presente su sola compañía, sabía que andar defendiendo a los débiles como solía hacerlo daba sus frutos, no siempre, pero cuando la recompensa llegaba, llegaba de este modo tan contundente, como Layla.

Cuando dio aquel giro y estuvo a punto de caer di un paso al frente para sostenerla pero pudo mantenerse de pie por sí sola. Reí cuando comenzó a hablar, con todas esas palabras revueltas, y con un dejo cálido.

-Sólo recuerda que me pagarás cuando puedas y como puedas –dije, ratificando mi propuesta de ayudarla. La miré intrigado cuando rió de aquel modo, como si estuviera maquilando una travesura, lucía encantadora, pequeña y dulce-. Tienes razón -caminar no era una opción prudente, me quedé pensando cuando ella me tomó por sorpresa al pedirme ir a mi casa, lo demás que prometió no importaba, no creía que me fuera a robar o a romper algo, no tenía muchas cosas de valor aquí en París en todo caso, todo lo importante se quedaba en Rusia.

-¡Claro que podemos ir! –le dije con firmeza y miré a un lado y luego a otro-, sólo hay problema, mi casa está un poco lejos –al decir aquello me di cuenta de cuánto había caminado aquel día sin darme cuenta hasta llegar al sitio donde la había encontrado, me quedé pensando cómo podríamos hacerle para poder llegar de forma rápida y segura-, y no te preocupes, confío en ti –le sonreí al decir esas palabras, cualquier otro no le hubiera dicho una sentencia como esa a un gitano, pero yo, bueno, está demostrado que no soy como “cualquier otro”

por **Layla J. Kristiansen** Miér Jul 06, 2011 11:00 pm

Sonreí, aliviada, esta noche había sido de alivios, de dejar mis cargas atrás, de poder ser otra...me preguntaba...si ser lo que él era...¿lo habría cambiado? ¿Y si asi fue? Al menos a mi, me alegraba que el fuese un ser de la noche...puesto que así, pude conocerle en este siglo...
¿Como los llamaban? No lo recordaba...nuestro apelativo hacia ellos no era uno que me gustaría pronunciarlo...no para el Sr. Danny, no para él.
-¿Si? Pues bien!-exclamé, y mi voz sonó suave y delicada -Aunque creo que aunque esté lejos...podré caminar...-dije, firme, no muy segura, pero si el dolor valía el ir a la casa del Sr. Danny pues definitivamente iba a resistirlo.
Di una sonrisa al saber su seguridad hacia mí, y eso hizo que sonriera más ampliamente, sonrojada, feliz, radiante en pleno anochecer, en plena negrura.
-Por primera vez en mi vida...amo mi nombre...-susurré delicadamente

por Invitado Vie Jul 08, 2011 3:35 pm

Una sonrisa sincera se dibujó en mi rostro al ver su entusiasmo, al notar cómo poco a poco Layla dejaba de ser una chica insegura y atormentada por un pasado tan terrible que no podía culparla para pasar a ser esta radiante mujer que lo único que sabe provocar en mi es sonrisas. Asentí cuando dijo que podía caminar, claro que no la iba a dejar sola, iría a su lado, muy cerca, tomándola del brazo, no iba a dejar que cayera bajo ninguna circunstancia.

Aquel comentario sobre su nombre terminó por derrotarme, quedar rendido ante ella, ante su inocencia y su fragilidad.

-Te lo dije –la miré de soslayo pues estábamos listos para comenzar a caminar uno al lado del otro-, me gusta tu nombre –porque para mí cargaba otros significados, porque aunque fue impuesto a ella como una especie de castigo, había resultado para mí una bendición-. Me gustan los nombres que significan algo –dije por decir algo, con tono vago, con algo de evocación-, el mío sólo significa “Dios es mi juez” –comenté y suspiré, incluso en mi nombre llevaba mi cruz, si a Él le tocaba juzgarme yo ya sabía el veredicto, luego pensé en aquellos que portaban el mismo nombre que yo, profetas y santos, sacudí la cabeza y miré a Layla.

-Vayamos pues -le dije –y una vez que estemos allá, ¿qué quieres hacer?, verás… soy un médico aburrido sin muchas diversiones en su casa –le dije mitad broma mitad verdad.

por **Layla J. Kristiansen** Vie Jul 08, 2011 9:22 pm

Reí ruborizándome suavemente, siempre vi mi nombre como algo de mal augurio, como una maldición que los míos, me habían puesto sin siquiera darme tiempo a reprochar, simplemente cargando el pecado de mis padres, y ahora, mis propios pecados.

-"Dios es mi juez" Es un nombre realmente bonito...mejor dicho...su significado....Tómalo con que puedes estar libre de culpas o de dudas, puesto que solo tendrás un juez...es realmente reconfortante...-comenté, algo confusa ante las palabras que había usado. Era mala expresándome con palabras a pesar de que con acciones era muy buena haciéndolo, en especial cuando estaba de malas.

-¿Ah? No, no, no, para nada¡¡ al contrario!! creo que podremos hacer muchas cosas interesantes...ah...como...oh sí! puedo bailar...aunque...no tan bien con mi pie lastimado pero puedo hacerlo! -dije, entusiasta -O puede contarme alguna de sus historias...creo que tiene muchas....am....y puedo hacerle algo rico de comer aunque....esto...-dije, y me detuve, sonrojada, no estaba muy informada acerca de su...linaje...por lo que había oído, ellos se alimentaban de....sangre....y eso era algo que recién había caído en cuenta -Sé hacer dulces deliciosos...aunque son caseros y procedentes de mi tierra...-proseguí suavemente

por Invitado Lun Jul 11, 2011 3:14 am

La miré con expresión complicada ante sus palabras, entorné los ojos por un segundo y luego simplemente sonreí, si yo había cargado su nombre de un significado nuevo, de uno más reconfortante para ella, Layla me había pagado con la misma moneda, ahora lo vería de ese modo, o al menos lo haría en mis horas menos obscuras, pero era bueno tener esa luz, aunque fueran sólo las palabras de una gitana a la que había salvado, para mí eran mucho más que eso.

Reí ante su entusiasmo, nunca nadie había mostrado tanta alegría por ir a mi casa.

-No, no –negué con la cabeza –bailarás hasta que tengas bien tu pie –le dije con firmeza, antes que otra cosa era médico y como tal no podía permitir un descuido de ese tamaño-, podrás bailar para mi, si quieres, pero hasta que tengas bien tu pie –insistí, mi tono se suavizó, pero mi postura era firme al respecto.

-Me encantaría contarte historias, he visto muchas cosas –esa idea me parecía más adecuada, tenía muchos pequeños relatos de todo tipo, ninguno con alguna lección, no eran fábulas, eran desventuras de un vampiro roto como yo-, y bueno… -dudé –como comprenderás yo no como comida como los demás, pero… -pausé y reflexioné –no estaría mal que me prepararas dulces de tu tierra, puedo probarlos –no me iban a hacer daño, la comida era ahora un concepto extraño para mi, supongo que como para un humano lo era beber sangre.

Caminamos, yo mirando su paso de cerca para que no cayera y a la vez guiando pues después de todo yo era quien sabía el camino, ofrecí mi brazo para andar de ese modo.

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