AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
Espacios libres: 11/40
Afiliaciones élite: ABIERTAS
Última limpieza: 1/04/24
En Victorian Vampires valoramos la creatividad, es por eso que pedimos respeto por el trabajo ajeno. Todas las imágenes, códigos y textos que pueden apreciarse en el foro han sido exclusivamente editados y creados para utilizarse únicamente en el mismo. Si se llegase a sorprender a una persona, foro, o sitio web, haciendo uso del contenido total o parcial, y sobre todo, sin el permiso de la administración de este foro, nos veremos obligados a reportarlo a las autoridades correspondientes, entre ellas Foro Activo, para que tome cartas en el asunto e impedir el robo de ideas originales, ya que creemos que es una falta de respeto el hacer uso de material ajeno sin haber tenido una previa autorización para ello. Por favor, no plagies, no robes diseños o códigos originales, respeta a los demás.
Así mismo, también exigimos respeto por las creaciones de todos nuestros usuarios, ya sean gráficos, códigos o textos. No robes ideas que les pertenecen a otros, se original. En este foro castigamos el plagio con el baneo definitivo.
Todas las imágenes utilizadas pertenecen a sus respectivos autores y han sido utilizadas y editadas sin fines de lucro. Agradecimientos especiales a: rainris, sambriggs, laesmeralda, viona, evenderthlies, eveferther, sweedies, silent order, lady morgana, iberian Black arts, dezzan, black dante, valentinakallias, admiralj, joelht74, dg2001, saraqrel, gin7ginb, anettfrozen, zemotion, lithiumpicnic, iscarlet, hellwoman, wagner, mjranum-stock, liam-stock, stardust Paramount Pictures, y muy especialmente a Source Code por sus códigos facilitados.
Victorian Vampires by Nigel Quartermane is licensed under a
Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.
Creado a partir de la obra en https://victorianvampires.foroes.org
Últimos temas
Una inesperada visita a la casa de Dios
2 participantes
Página 2 de 2.
Página 2 de 2. • 1, 2
Una inesperada visita a la casa de Dios
Recuerdo del primer mensaje :
Las campanadas de la catedral anunciaban el comienzo del atardecer, pasadas las ocho de la tarde en horario de verano o, concretamente, primavera. Cada vez el sol se ocultaba más tarde. La brisa fresca de ese día, sin embargo, no disminuyó en ningún momento. Aun sin el sol continuaba siendo igual de apetecible. El piar de los pájaros, el sonido de las golondrinas que volaban hacia el puerto. En ese momento era todo de lo que Adam disfrutaba.
Tumbado a la sombra de un arbol y con los ojos cerrados el joven muchacho ponía todos sus sentidos en escuchar lo que le rodeaba. A simple vista, cualquier diria que estaba solo, sin embargo, era incorrecto. La naturaleza le rodeaba ¿y esque a caso no debiamos considerarla como un ser vivo? los arboles y la hierva crecian, con ayuda y buenos cuidados o corrian la mala suerte de corromperse, exactamente, igual que el alma humana. Si, porque aunque una persona no pudiera pudrirse físicamente, si lo podía hacer interiormente.
- ¡Maldito cabrón! ¡Tú eres el de ayer! - los ojos de Adam se abrieron, hipsofacto, volteando el rostro hacia donde había escuchado que le gritaban. Problemas. Problemas serios. Un cliente insatisfecho, concretamente. Un hombre desesperado al que la noche anterior había rechazado pues se las había dado de prepotente con su fajo de billetes. Había veces que los toleraba pero ese no había sido uno de esos días. Además por lo que parecía, era rencoroso.
Se levantó con rapidez y corrió hacia lo primero que pudiera darle cobijo, la catedral que estaba situada tras el jardinal en el que había estado descansando toda la tarde. Siempre le gustaba ponerse cerca de allí pues el sonido de las campanas lo tranquilizaba.
La puerta estaba abierta así que sin más entró, observando que el hombre que le perseguía se había despistado, sin embargo, debía ocultarse o facilmente lo encontraría. Aquel lugar era muy grande. Y pensar que solo había entrado allí por obligación. - ¡¿Donde estás?! ¡Cobarde, da la cara! - el gritó le saco de su ensimismamiento - Joder que pesado - susurró para si mismo, revolviendose el pelo con una mano y mirando hacia la iglesia. Había varias puertas, pero la cuestion era ¿en cual estaría más seguro?. Sin más entró en la primera, con prisa, pues se escuchaban los pasos del "ogro" y con una suerte del diablo encontró una especie de caseta, no sabía que pintaba ahí pero abrió la puerta y se introdujo en su interior.
- Dios mio, ya que estoy en tu casa, haz el favor de salvarme y te lo compensaré - murmuró cual crio con las manos entrelazadas y mirando hacia el cielo, obviamente, una promesa totalmente falsa pero común en aquel tipo de situaciones.
Las campanadas de la catedral anunciaban el comienzo del atardecer, pasadas las ocho de la tarde en horario de verano o, concretamente, primavera. Cada vez el sol se ocultaba más tarde. La brisa fresca de ese día, sin embargo, no disminuyó en ningún momento. Aun sin el sol continuaba siendo igual de apetecible. El piar de los pájaros, el sonido de las golondrinas que volaban hacia el puerto. En ese momento era todo de lo que Adam disfrutaba.
Tumbado a la sombra de un arbol y con los ojos cerrados el joven muchacho ponía todos sus sentidos en escuchar lo que le rodeaba. A simple vista, cualquier diria que estaba solo, sin embargo, era incorrecto. La naturaleza le rodeaba ¿y esque a caso no debiamos considerarla como un ser vivo? los arboles y la hierva crecian, con ayuda y buenos cuidados o corrian la mala suerte de corromperse, exactamente, igual que el alma humana. Si, porque aunque una persona no pudiera pudrirse físicamente, si lo podía hacer interiormente.
- ¡Maldito cabrón! ¡Tú eres el de ayer! - los ojos de Adam se abrieron, hipsofacto, volteando el rostro hacia donde había escuchado que le gritaban. Problemas. Problemas serios. Un cliente insatisfecho, concretamente. Un hombre desesperado al que la noche anterior había rechazado pues se las había dado de prepotente con su fajo de billetes. Había veces que los toleraba pero ese no había sido uno de esos días. Además por lo que parecía, era rencoroso.
Se levantó con rapidez y corrió hacia lo primero que pudiera darle cobijo, la catedral que estaba situada tras el jardinal en el que había estado descansando toda la tarde. Siempre le gustaba ponerse cerca de allí pues el sonido de las campanas lo tranquilizaba.
La puerta estaba abierta así que sin más entró, observando que el hombre que le perseguía se había despistado, sin embargo, debía ocultarse o facilmente lo encontraría. Aquel lugar era muy grande. Y pensar que solo había entrado allí por obligación. - ¡¿Donde estás?! ¡Cobarde, da la cara! - el gritó le saco de su ensimismamiento - Joder que pesado - susurró para si mismo, revolviendose el pelo con una mano y mirando hacia la iglesia. Había varias puertas, pero la cuestion era ¿en cual estaría más seguro?. Sin más entró en la primera, con prisa, pues se escuchaban los pasos del "ogro" y con una suerte del diablo encontró una especie de caseta, no sabía que pintaba ahí pero abrió la puerta y se introdujo en su interior.
- Dios mio, ya que estoy en tu casa, haz el favor de salvarme y te lo compensaré - murmuró cual crio con las manos entrelazadas y mirando hacia el cielo, obviamente, una promesa totalmente falsa pero común en aquel tipo de situaciones.
Jean-Luc Tessier- Prostituta Clase Baja
- Mensajes : 510
Fecha de inscripción : 16/05/2011
Edad : 32
Localización : Encima o Debajo de tí ¿qué prefieres?
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Una inesperada visita a la casa de Dios
La actitud del monje fue ciertamente divertida para Adam. No había entendido para nada de sus palabras y sin embargo él mismo acabó por darse cuenta de que se había echo un completo lio e incluso casi llegando al punto de la insinuación. Claro que el pobre chico no tenía ni idea de esos temas, pudo darse cuenta en cuanto observó el nerviosismo que le había entrado de repente al encontrarse en el cuarto. Para él cada vez que hablaban de algo relacionado con la cama ya se le encendía su parte "oscura" del cerebro, su parte peligrosa.
Sonrió y antes de que se marchara le acorraló contra la puerta, por la espalda de manera que el gesto quedar disimulado - Antes de que se vaya, solo decirle que el té me agrada con azucar - murmuró desde la parte trasera acercandose un poco más - Espero no sea una molestia - acabó por susurrar y tras eso apartó las manos, alejandose unos centímetros hasta caer sobre la cama. A proposito haciendo el ruido de los muelles. - Yo aquí le espero, no tarde - se mantenía una pequeña sonrísa pícara en su rostro al hablar, aunque claro, él no podría verle pues todavía se mantenía de espaldas.
Una vez solo se estiró por completo en aquella cama. No dudaba que fuese cierto lo que Laurent le había dicho y además se notaba que no le habían dado mucho meneo a esos muelles. ¿Tal vez habría llegado el momento?. - ¡No! - exclamó en un susurro para si mismo pero en voz ligeramente elevada ¿En que estaba pensando? El era un monje y dudaba que por tener no tuviera ni relaciones heterosexuales ¿Cómo podía pensar en tener homosexuales?.
Se puso las manos de almuhada bajo la cabeza y entrecerró los ojos. Podía parecer estar dormido más su mente estaba bien despierta debatiendo interiormente sobre la situación en la que se encontraba. Bastante confusa.
Sonrió y antes de que se marchara le acorraló contra la puerta, por la espalda de manera que el gesto quedar disimulado - Antes de que se vaya, solo decirle que el té me agrada con azucar - murmuró desde la parte trasera acercandose un poco más - Espero no sea una molestia - acabó por susurrar y tras eso apartó las manos, alejandose unos centímetros hasta caer sobre la cama. A proposito haciendo el ruido de los muelles. - Yo aquí le espero, no tarde - se mantenía una pequeña sonrísa pícara en su rostro al hablar, aunque claro, él no podría verle pues todavía se mantenía de espaldas.
Una vez solo se estiró por completo en aquella cama. No dudaba que fuese cierto lo que Laurent le había dicho y además se notaba que no le habían dado mucho meneo a esos muelles. ¿Tal vez habría llegado el momento?. - ¡No! - exclamó en un susurro para si mismo pero en voz ligeramente elevada ¿En que estaba pensando? El era un monje y dudaba que por tener no tuviera ni relaciones heterosexuales ¿Cómo podía pensar en tener homosexuales?.
Se puso las manos de almuhada bajo la cabeza y entrecerró los ojos. Podía parecer estar dormido más su mente estaba bien despierta debatiendo interiormente sobre la situación en la que se encontraba. Bastante confusa.
Jean-Luc Tessier- Prostituta Clase Baja
- Mensajes : 510
Fecha de inscripción : 16/05/2011
Edad : 32
Localización : Encima o Debajo de tí ¿qué prefieres?
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Una inesperada visita a la casa de Dios
La actitud del príncipe de repente se tornaba distinta, comenzaba a sentir diferentes sus palabras aunque aún no estaba muy seguro de que era lo distinto en particular. Era simplemente como una sensación de que estás siendo observado por un depredador o algo así. Supuse que los conejos debían sentirse de manera similar cuando eran asediados por los zorros.
No puedo negarlo ; me sentí nervioso cuando se acercó tanto y quedé allí indefenso contra la puerta, sus palabras fueron de lo más normales, más yo seguía teniendo esa extraña sensación en mi cuerpo. Me apuré por el té y más me valía tener azúcar, de lo contrario quien sabe que demonio interior desataría en Adam.
Rebusqué en la cocina con afán pero lograba dar con el azúcar, yo no solía beberlo con azúcar, de hecho disfrutaba de su sabor amargo. Puse la tetera y pronto el agua estuvo hirviendo, saqué las hojitas del te y las vertí dentro con cuidado. Regresé con la tetera en una mano y con un par de tazas en la otra, haciendo malabares para no ir a dejarlas caer.
- Aquí está - Exclamé poniendo la tetera sobre la mesita de madera y ambas tazas también - Pero aún no encuentro el azúcar... - Me disculpé ¿Porqué me estaba sintiendo así de cohibido?. Mi boca se cerró en un puchero involuntario observando al chico plácidamente recostado en mi cama.
Ciertamente era la primera vez que había alguien en mi cama.
No puedo negarlo ; me sentí nervioso cuando se acercó tanto y quedé allí indefenso contra la puerta, sus palabras fueron de lo más normales, más yo seguía teniendo esa extraña sensación en mi cuerpo. Me apuré por el té y más me valía tener azúcar, de lo contrario quien sabe que demonio interior desataría en Adam.
Rebusqué en la cocina con afán pero lograba dar con el azúcar, yo no solía beberlo con azúcar, de hecho disfrutaba de su sabor amargo. Puse la tetera y pronto el agua estuvo hirviendo, saqué las hojitas del te y las vertí dentro con cuidado. Regresé con la tetera en una mano y con un par de tazas en la otra, haciendo malabares para no ir a dejarlas caer.
- Aquí está - Exclamé poniendo la tetera sobre la mesita de madera y ambas tazas también - Pero aún no encuentro el azúcar... - Me disculpé ¿Porqué me estaba sintiendo así de cohibido?. Mi boca se cerró en un puchero involuntario observando al chico plácidamente recostado en mi cama.
Ciertamente era la primera vez que había alguien en mi cama.
Diodore Pomeroy- Humano Clase Baja
- Mensajes : 314
Fecha de inscripción : 10/04/2011
Localización : El orfanato
Re: Una inesperada visita a la casa de Dios
Para cuando acertó a quitarse todos esos pensamientos oscuros de la cabeza escuchó la voz del monje y la puerta abrirse. Enseguida entreabrió uno de sus ojos para observarle, no parecía cohibido ni nada por el estilo. Había dos posibilidades; una era que las ideas que se le pasaban a él por la cabeza fueran tan descabelladas para Laurent que nisiquiera habia acertado a imaginarselos y la segunda era que en realidad si había notando esas pequeñas indirectas pero quería aprentar frente a él. Tal vez pensandose que eran cosa únicamente suya dado que una relación entre hombres por la iglesia estaba bastante mal vista. Y en general las relaciones entre sexos iguales lo habian considerado siempre como algo antinatural, esa era una de las muchas cosas que no soportaba de ellos.
Antes de volverse a quedar perdido en su mundo Adam levanto su torso, cruzandose a la vez las piernas para poder mantenerse sentado y recto en la cama, preparado para tomar su té. - ¡Ah! Muy mal guerrero mío, y yo que pensé que podías conseguirlo todo.. - cerró los ojos y agachó la cabeza mientras suspiraba, en señal de decepción. Tal vez decepción muy exagerada pero claro, era todo fingido para continuar con la broma.
Finalmente rió y volvió a mirarle con una sonrisa - No te preocupes Laurent, puedo tomarlo sin azucar. Eso solo era... - se quedó a mitad de la frase pues no podía soltarle que había sido una excusa para acercarse a él -.. un capricho - rió de nuevo disimulando así ese breve parón que cualquier buen observador habría acertado a adivinar lo que escondía. Por suerte para él el monje no era tan bueno.
Antes de volverse a quedar perdido en su mundo Adam levanto su torso, cruzandose a la vez las piernas para poder mantenerse sentado y recto en la cama, preparado para tomar su té. - ¡Ah! Muy mal guerrero mío, y yo que pensé que podías conseguirlo todo.. - cerró los ojos y agachó la cabeza mientras suspiraba, en señal de decepción. Tal vez decepción muy exagerada pero claro, era todo fingido para continuar con la broma.
Finalmente rió y volvió a mirarle con una sonrisa - No te preocupes Laurent, puedo tomarlo sin azucar. Eso solo era... - se quedó a mitad de la frase pues no podía soltarle que había sido una excusa para acercarse a él -.. un capricho - rió de nuevo disimulando así ese breve parón que cualquier buen observador habría acertado a adivinar lo que escondía. Por suerte para él el monje no era tan bueno.
Jean-Luc Tessier- Prostituta Clase Baja
- Mensajes : 510
Fecha de inscripción : 16/05/2011
Edad : 32
Localización : Encima o Debajo de tí ¿qué prefieres?
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Una inesperada visita a la casa de Dios
Estaba comenzando a sentirme nervioso de verdad con la situación, pero entonces la voz de Adam logró el efecto contrario: Me arrancó una enorme sonrisa que terminó en una risita, que tuve que reprimir llevándome una mano a los labios o iba a terminar en una risotada muy impropia para alguien como yo. Hay que recordar la imagen de lo que yo represento, no sería muy apropiado.
- Lo siento mucho principe, pero el azucar estaba al otro lado del valle de las lágrimas y debía subir la montaña de los Orcos... quizás en otra ocación, podría conseguirla para su alteza - Respondí divertido con la broma.
Tomé la taza del té que había servido para él y me acerqué quedando de pie en frente suyo, quien aún continuaba sentado, le ofrecí la taza con una venia exagerada, parodiando a los sirvientes más íntimos de la realeza. Volví a erguirme y decidí hacer algo que, quizás en otro contexto habría sido inapropiado.
Pero fue de esas cosas que le salen a uno de improvisto y sin que uno pueda detenerlas. Mi mano izquierda se posó en la cabeza del chico y mis dedos se perdieron entre su cabello del color de la cocoa, los revolví por unos instantes en un gesto muy propio de un hermano mayor mientras mantenía mi sonrisa - Encantador principe - Murmuré.
(( perdona el retrazo, estaba fuera de la ciudad ))
- Lo siento mucho principe, pero el azucar estaba al otro lado del valle de las lágrimas y debía subir la montaña de los Orcos... quizás en otra ocación, podría conseguirla para su alteza - Respondí divertido con la broma.
Tomé la taza del té que había servido para él y me acerqué quedando de pie en frente suyo, quien aún continuaba sentado, le ofrecí la taza con una venia exagerada, parodiando a los sirvientes más íntimos de la realeza. Volví a erguirme y decidí hacer algo que, quizás en otro contexto habría sido inapropiado.
Pero fue de esas cosas que le salen a uno de improvisto y sin que uno pueda detenerlas. Mi mano izquierda se posó en la cabeza del chico y mis dedos se perdieron entre su cabello del color de la cocoa, los revolví por unos instantes en un gesto muy propio de un hermano mayor mientras mantenía mi sonrisa - Encantador principe - Murmuré.
(( perdona el retrazo, estaba fuera de la ciudad ))
Diodore Pomeroy- Humano Clase Baja
- Mensajes : 314
Fecha de inscripción : 10/04/2011
Localización : El orfanato
Re: Una inesperada visita a la casa de Dios
La carcajada del monje hizo reir también a Adam junto con su excusa y representación tan teatral, empezaba a pensar que se estaban tomando aquello bastante al pie de la letra ¿tal vez demasiado? No para tanto, después de todo solo era un juego entre ambos, un juego que ahora que pensaba lo había comenzado el muchacho. El muchacho con esas fantasías de principes y guerreros que le habían resultado a él tan divertidas en un principio. Todavía le hacían sonreir más ya se iba acostumbrando a ello poco a poco, sin perder la gracia por ello. Únicamente iba conociendo mejor a su acompañante.
Tomó la taza alzando la cabeza de manera altiva, represantando porsupuesto el papel que le tocaba en aquella pequeña obra que se habían montado - Oh guerrero ¿debo interpretar entonces que esa montaña es un problema para tí? Un luchador de tu embergadura debería poder llegar hasta ese lugar sin ningún problema. - Entreabrió uno de los ojos que habían permanecido cerrados mientras hablaba, dándole así un aire de superioridad aún mayor.
Le repasó de arriba a abajo y ante su "atrevimiento" de tocarli de aquella manera, le agarró de la mano en un movimiento tal vez algo brusco sentandole a su lado en la cama. Bastante pegado a él - ¡Qué osadía! Tocar a vuestro príncipe de esta manera... - dejó la taza de te sobre la mesita para evitar que pudiera derramarse y volteó su cuerpo ligeramente - Creo que tendreis que compensarme por tal atrevimiento - lo miró fijamente a los ojos, haciendo todo lo posible porque su rostro reflejara seriedad, enfado en lugar de divertimento - Y bien ¿Qué pensáis hacer? - alzó una ceja y se cruzó de brazos haciendose el interesante.
Tenía muchas ganas de reir si, pero también de que él le respondiera esperando que le siguiera el juego. La cercanía podía ser otra indirecta, posiblemente perdida, más ¿qué haría?.
((No has tardado! xD))
Tomó la taza alzando la cabeza de manera altiva, represantando porsupuesto el papel que le tocaba en aquella pequeña obra que se habían montado - Oh guerrero ¿debo interpretar entonces que esa montaña es un problema para tí? Un luchador de tu embergadura debería poder llegar hasta ese lugar sin ningún problema. - Entreabrió uno de los ojos que habían permanecido cerrados mientras hablaba, dándole así un aire de superioridad aún mayor.
Le repasó de arriba a abajo y ante su "atrevimiento" de tocarli de aquella manera, le agarró de la mano en un movimiento tal vez algo brusco sentandole a su lado en la cama. Bastante pegado a él - ¡Qué osadía! Tocar a vuestro príncipe de esta manera... - dejó la taza de te sobre la mesita para evitar que pudiera derramarse y volteó su cuerpo ligeramente - Creo que tendreis que compensarme por tal atrevimiento - lo miró fijamente a los ojos, haciendo todo lo posible porque su rostro reflejara seriedad, enfado en lugar de divertimento - Y bien ¿Qué pensáis hacer? - alzó una ceja y se cruzó de brazos haciendose el interesante.
Tenía muchas ganas de reir si, pero también de que él le respondiera esperando que le siguiera el juego. La cercanía podía ser otra indirecta, posiblemente perdida, más ¿qué haría?.
((No has tardado! xD))
Jean-Luc Tessier- Prostituta Clase Baja
- Mensajes : 510
Fecha de inscripción : 16/05/2011
Edad : 32
Localización : Encima o Debajo de tí ¿qué prefieres?
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Una inesperada visita a la casa de Dios
La broma parecía no tener fin y aunque me sentía agusto y me divertía, me preguntaba cuando ibamos a hablar en serio, porque uno necesitaba hablar en serio ¿No?, bueno eso era lo que se me había enseñado en la Abadía, para ser franco yo nunca había tenido mucho tiempo para jugar y para hacer las tonterías que todo niño y adolecente hace a diario.
En la Abadía yo me limitaba a leer la biblia y a rezar, también a aprenderme los sermones. Sólo con Cyrille tuve una relación de amistad más cercana como la de los hermanos y muy de vez en cuando teníamos espacio de tontear, pero era todo muy limitado para ser franco. En esos momentos me di cuenta de que no quería que la broma con Adam se acabara pronto.
Cuando se terminara volvería a ser el aburrido sacerdote al que la gente sólo acude si tiene problemas, pero al que nadie tiene en cuenta como a un amigo.
- Oh... perdone mi imprudencia su alteza real - Exclamé llevándome una mano a la boca con fingida sorpresa por lo que acababa de hacer - Y de inmediato me arrodilé arremangándose la sotana y le miré con cara de cachorrito anesteciado (muy convincente por cierto) - Haré todo lo que me pidaís su excelencia, cualquier cosa para pagar mi ofensa -
(( xD me pareció que tardé todo el fin de semana, es que soy muy intenso! ))
En la Abadía yo me limitaba a leer la biblia y a rezar, también a aprenderme los sermones. Sólo con Cyrille tuve una relación de amistad más cercana como la de los hermanos y muy de vez en cuando teníamos espacio de tontear, pero era todo muy limitado para ser franco. En esos momentos me di cuenta de que no quería que la broma con Adam se acabara pronto.
Cuando se terminara volvería a ser el aburrido sacerdote al que la gente sólo acude si tiene problemas, pero al que nadie tiene en cuenta como a un amigo.
- Oh... perdone mi imprudencia su alteza real - Exclamé llevándome una mano a la boca con fingida sorpresa por lo que acababa de hacer - Y de inmediato me arrodilé arremangándose la sotana y le miré con cara de cachorrito anesteciado (muy convincente por cierto) - Haré todo lo que me pidaís su excelencia, cualquier cosa para pagar mi ofensa -
(( xD me pareció que tardé todo el fin de semana, es que soy muy intenso! ))
Diodore Pomeroy- Humano Clase Baja
- Mensajes : 314
Fecha de inscripción : 10/04/2011
Localización : El orfanato
Re: Una inesperada visita a la casa de Dios
La expresión de Adam continuaba aparentando altivez ante los movimientos del monje, el cual parecía seguirle la corriente a la perfección. Estaban interpretando su propia obra, a su manera y además totalmente original. Ellos eran los únicos directores, los únicos actores y los únicos que escribían el guión. Y lo escribían a medida que avanzaban los minutos de manera totalmente improvisada. Tanto que Adam no supo que hacer ante su pregunta, él como siempre pensaba mal ¡Qué cabeza la suya! Necesitaba un buen jarro de agua fria para despejar esos pensamientos de su mente. Desviarlos lejos y que Laurent nunca supiera de ellos o acabaría por avergonzarse.
Se cruzó de brazos y abrió sus ojos, mirando fijamente al monje desde su posición y con el rostro impasivo. Como si en ese momento se estuviera pensando el si redimirle por sus pecados o bien por otra parte pensando un castigo que hacerle acatar por sus acciones. Más en la mente de Adam se debatía la respuesta a la pregunta que le había echo y el autocontrol como para no echarse a reir por el teatrito, que ganas no le faltaban.
Finalmente carraspeó poniendose una mano en forma de puño sobre su boca de manera que lo disimulara y volteó ligeramente su cuerpo hacia él, es decir, poniendolo recto - Bien bien, veo que estás dispuesto a ser perdonado - murmuró con un cierto aire de misericordia, alargando uno de los brazos hasta poner la mano de éste sobre la cabeza ajena, bordeandola de manera que acabara por agarrarle del mentón.
Le giró primero hacia la izquierda; luego hacia la derecha. Simulaba mirarle ambos perfiles - No estáis nada mal, súbdito mío - comentó y seguidamente con algo de rudeza volvió a colocarla en el frente, obligando a que le mirara - Decidme ¿seríais capaz de satisfacerme en el lecho para compensar vuestra injuria? - alzó una ceja junto a la pregunta y su rostro se acercó acortando la distancia.
Ya se había lanzado, aunque por suerte, si la cosa no salía bien siempre tenía una vía de escape a la que aferrarse.
((Nah, esque yo no contesto los fines de semana por eso aunque estuviste ausente yo te contesté el lunes & solo tardaste unas horas xDD))
Se cruzó de brazos y abrió sus ojos, mirando fijamente al monje desde su posición y con el rostro impasivo. Como si en ese momento se estuviera pensando el si redimirle por sus pecados o bien por otra parte pensando un castigo que hacerle acatar por sus acciones. Más en la mente de Adam se debatía la respuesta a la pregunta que le había echo y el autocontrol como para no echarse a reir por el teatrito, que ganas no le faltaban.
Finalmente carraspeó poniendose una mano en forma de puño sobre su boca de manera que lo disimulara y volteó ligeramente su cuerpo hacia él, es decir, poniendolo recto - Bien bien, veo que estás dispuesto a ser perdonado - murmuró con un cierto aire de misericordia, alargando uno de los brazos hasta poner la mano de éste sobre la cabeza ajena, bordeandola de manera que acabara por agarrarle del mentón.
Le giró primero hacia la izquierda; luego hacia la derecha. Simulaba mirarle ambos perfiles - No estáis nada mal, súbdito mío - comentó y seguidamente con algo de rudeza volvió a colocarla en el frente, obligando a que le mirara - Decidme ¿seríais capaz de satisfacerme en el lecho para compensar vuestra injuria? - alzó una ceja junto a la pregunta y su rostro se acercó acortando la distancia.
Ya se había lanzado, aunque por suerte, si la cosa no salía bien siempre tenía una vía de escape a la que aferrarse.
((Nah, esque yo no contesto los fines de semana por eso aunque estuviste ausente yo te contesté el lunes & solo tardaste unas horas xDD))
Jean-Luc Tessier- Prostituta Clase Baja
- Mensajes : 510
Fecha de inscripción : 16/05/2011
Edad : 32
Localización : Encima o Debajo de tí ¿qué prefieres?
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Página 2 de 2. • 1, 2
Temas similares
» Visita Inesperada (Fabianne)
» Visita inesperada
» Visita inesperada
» Una visita inesperada [ Giselle]
» Visita inesperada [Wesh]
» Visita inesperada
» Visita inesperada
» Una visita inesperada [ Giselle]
» Visita inesperada [Wesh]
Página 2 de 2.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér Sep 18, 2024 9:16 am por Afiliaciones
» REACTIVACIÓN DE PERSONAJES
Mar Jul 30, 2024 4:58 am por Frederick Truffaut
» AVISO #49: SITUACIÓN ACTUAL DE VICTORIAN VAMPIRES
Miér Jul 24, 2024 2:54 pm por Nigel Quartermane
» Ah, mi vieja amiga la autodestrucción [Búsqueda activa]
Jue Jul 18, 2024 4:42 am por León Salazar
» Vampirto ¿estás ahí? // Sokolović Rosenthal (priv)
Miér Jul 10, 2024 1:09 pm por Jagger B. De Boer
» l'enlèvement de perséphone ─ n.
Sáb Jul 06, 2024 11:12 pm por Vivianne Delacour
» orphée et eurydice ― j.
Jue Jul 04, 2024 10:55 pm por Vivianne Delacour
» Le Château des Rêves Noirs [Privado]
Jue Jul 04, 2024 10:42 pm por Willem Fokke
» labyrinth ─ chronologies.
Sáb Jun 22, 2024 10:04 pm por Vivianne Delacour