¿Quién decía que estaba yo solicitado?

por **Jean Louis Mercier** Lun Mayo 23, 2011 5:16 pm

Recuerdo del primer mensaje :

Aquella noche todavía nadie había pedido mis servicios así que me quedé tranquilo, en una de aquellas habitaciones que nadie estaba usando aún. El tiempo parecía pasar más lento mientras estaba solo, pero en realidad así lo prefería. Me deshice de la bata que llevaba y la dejé sobre la cama, para acercarme al espejo que había por allí, junto a una pequeña pila llena de agua limpia y fresca. Le di la espalda a mi reflejo y traté de observar la cicatriz que allí tenía. Me llegaba más abajo de lo que me gustaría, aunque por suerte el cuello me lo dejaba libre de mancha ni cicatriz y era menos preocupante. Me toqué la quemadura un poco, por encima del hombro y luego dejé de observarme, para ir a tapar mi espalda de nuevo con la bata. Llevaba unos finos pantalones de color oscuro, que no se veían desarreglados para nada pero era obvio que no eran de demasiado buena tela. Con unas cuantas copas de más y una luz ténue dában batante el pego. Me humedecí los labios y me asomé a la ventana, viendo que todo estaba oscuro y pocos transeuntes paseaban por la calle. Algunos entraban al local, otros pasaban de largo dándo miradas furtivas a la entrada del burdel. Cerré las cortinas y bajé, a por una copa, para ayudarme a llevar la noche, que se iba a hacer larga si nadie quería pasarla conmigo.

por **Jean Louis Mercier** Mar Mayo 24, 2011 8:18 am

Me encogí de hombros cuando me recomendó lo de dedicarme tiempo a mí mismo. ¿Y qué iba a hacer dándome tiempo? Gracias daba de poder disponer de un baño caliente de vez en cuando, ese era mi tiempo para mí y... algún que otro paseo a la luz del crepúsculo.
- Podrían echarme si no ayudo los días que no tengo nada que hacer. - contesté, mientras él me tocaba una mejilla. Le miré a los ojos, colorado, volvían a brillar de una manera rara a la luz de las velas. Era extraño no saber cómo se veía aquella persona a la luz del sol pero... nunca podría llegar a saberlo, era una pena. Me respondió que no era que hubiera estado ocupado, solo investigando por la ciudad, claro, investigando. Asentí con la cabeza y sonreí un poco, aún cohibido cuando me dijo que era obvio que me había echado de menos, con otras palabras, claro. No solían decirme que me habían echado de menos, ni siquiera los clientes. Sonreí mirándole y abrí la boca levemente sorprendido cuando me sugirió que me podría invitar a cenar. Ladeé la cabeza, parpadeando varias veces. - ¿Invitarme a cenar? - repetí. Bueno, era raro, básicamente porque él no necesitaba cenar. - ¿Me invitariais a cenar? - repetí, de nuevo, como un tonto. ¿Dónde me invitaría a cenar? La taberna no era un sitio como para "invitar a cenar a alguien", además, no me gustaba ese sitio.

por **Adelbert Ducovich** Mar Mayo 24, 2011 9:12 am

Sonreí un poco cuando dijo que sino ayudaba en su tiempo libre podrian echarle y suspiré suavemente, sacudiendo la cabeza con levedad y asintiendo después. Era un tostón, ¿no era su tiempo libre? De todas formas, al parecer no tenia demasiado que hacer. Preferí no decir nada al respecto y me quedé mirandole mientras el pensaba en sus cosas, dándome cuenta de que al parecer y después de todo, fuera de allí no hablaba con mucha gente. ¿La gente no solia decirle que le echaba de menos? - Pues raro, monsieur, porque sois adorable - murmuré a pesar de que no lo habia dicho en voz alta, viendo la cara que ponia ante mi invitación de cenar - Pensé que seria lo más apropiado, además yo puedo comer comida, aunque no me haga falta - añadí, guiñandole levemente un ojo y oyendo su siguiente pregunta. Pensé un poco, pero allí en París no conocía demasiado lugares - No lo sé, monsieur.. Pero investigaría un buen restaurante para hacerlo, claro - dije, pensativo, antes de asentir. En una hora estaría hecho.

por **Jean Louis Mercier** Mar Mayo 24, 2011 1:20 pm

Le miré algo sorprendido porque me dijera aquello, como si respondiera a mis pensamientos. Claro que respondía a mis pensamientos, podía oírlos. Mira que era tonto yo a veces, no me lo explicaba. Apreté los labios levemente, me había vuelto a llamar adorable. Desvié la mirada, cohibido, tratando de no sonreír con satisfacción porque aparetemente le gustaba a alguien como él. Y por culpa suya, estaba casi, casi seguro, que él también me gustaba a mí. Me humedecí los labios, mirándolo de nuevo ante lo del restaurante. ¿Sería apropiado? Quise preguntarle si no le sentaría mal o algo comer un típico menú de "clase alta". Tal vez no, pero... ¿no sería raro? Tenía la sensación de que si él comía algo así, podría sentirse hinchado y pesado, como cuando uno comía más de la cuenta (cosa que no solía pasarme a menudo). No conté con que él oiría toda esa parafernalia y seguramente se reiría de mí. Siguió hablando y sugirió eso de ir a un restaurante.
- ¿Un restaurante? - oh... un restaurante. Fruncí el ceño con gesto preocupado - Pero no tengo nada que pueda ponerme para ir a un restaurante. - dije, viendo como él se ponía pensativo. Bajé un poco la mirada, vale sí, me sentía avergonzado de no tener nada que ponerme para ir a un restaurante, pero es que la gente como yo no iba a restaurantes.

por **Adelbert Ducovich** Mar Mayo 24, 2011 1:30 pm

Sonreí un poco, con suavidad y reí levemente, acercando mi copa a los labios sin querer hacer ningún comentario sobre aquellos pensamientos suyos. No es que los escuchara a propósito, pero eran de lo más divertidos, habia que reconocerlo... Ladeé la cabeza - ¿Por qué no iba a ser apropiado, monsieur? Es solo una cena, ¿no cenáis? - pregunté algo juguetón, ladeando la cabeza y poniendo los ojos en blanco ante su *humana* curiosidad - No os preocupeis, no me voy a poner malo.. - añadí, bebiendo un poco y bajando la copa después, mirandole fijamente y alzando las cejas al oir que no tenia nada para ir a un restaurante. ¡Uhm! - Bueno, ¿vos queréis ir? Si queréis ir yo me encargaré de que tengáis algo que poneros - resolví en seguida, sonriendo amablemente después - Y sino queréis ir pues... podemos ir a otro lugar, aunque aqui en París yo no conozco muchos lugares a los que se pueda ir a cenar... - dije, torciendo la boca levemente y pasandome la lengua por los colmillos, fijandome en su cuello durante un instante y dejando la copa por allí cerca, en una mesilla, sin levantarme, tan solo estirando el brazo

por **Jean Louis Mercier** Mar Mayo 24, 2011 2:01 pm

Oye, que yo no había dicho que no fuera a ser apropiado, ¿lo había pensado? No recordaba haberlo pensado. Tragué saliva y asentí con la cabeza cuando preguntó si no cenaba.
- Claro que ceno. - no mucho, pero sí cenaba. Se puso a leerme la mente de nuevo, como deduje cuando me dijo que no se iba a poner malo, como si mis pensamientos hubieran sido en voz alta, totalmente en voz alta para él. Bebí, terminando el contenido de mi vaso después que él y dejándolo entre mis manos, así podría tener algo a lo que mirar sin parecer estúpido del todo. - Oh, no es que no quiera... No tengo modales para ese tipo de sitio tampoco. - Pero no era que no quisiera, ¿quién no quería una buena educación, dinero y un buen sitio donde vivir? Él en poco, resolvió que podíamos ir a otro sitio si no quería ir al restaurante. - Yo tampoco conozco ningún sitio elegante como vos... - respondí, negando con la cabeza. Bajé la mirada y así evité darme cuenta de la mirada que me echaba al cuello mientras se toqueteaba los colmillos. Me quedé mirando mi vaso vacío, escuchando el sonido del suyo sobre la madera de una de las mesas. - No podeis embrujar a la gente, con solo mirarles, ¿verdad? - pregunté entonces, sin pensar en lo que decía, barbaridades seguro, sí barbaridades.

por **Adelbert Ducovich** Mar Mayo 24, 2011 2:09 pm

Le miré con expresión amable y sonreí cuando dijo que claro que cenaba - ¿Entonces? - quise saber, juguetón, mirandole y dándome cuenta de que estaba un poco cohibido. Qué mono. Al oirle asentí un poco y sonreí de nuevo cuando dijo que no tenia modales - Monsieur, no seais tonto. Basta con saber coger los tenedores... y creedme cuando os digo que hay gente que va a esos sitios y seguramente tenga menos modales que vos - respondí, acariciandole el pelo y sacudiendo la cabeza - No necesito ningún lugar elegante, monsieur. Me conformo con un lugar en el que os apetezca cenar y estéis cómodo. ¿Conocéis alguno? - pregunté, antes de mirar su copa, vacía - De haber sido otra época, os habría propuesto ir al campo, pero lamentablemente ya no puedo salir de dia - añadí, sujetando su vaso y cogiendole un mano, besandosela - ¿Queréis más? - pregunté. levantandome sin esperar a que me contestara y dirigiendome hacia donde estaba la botella, llenando la copa tranquilamente y escuchando después su pregunta. Vaya. Le miré de reojo y me giré después, con la copa ya llena - Monsieur... Aunque pudiera hacerlo, yo jamás lo haria con vos - le dije, tendiendole la copa con una reverencia, sonriendole con suavidad

por **Jean Louis Mercier** Mar Mayo 24, 2011 2:41 pm

Me encogí de hombros cuando quiso saber que por qué me daba reparo. Pues porque yo no pegaba en un sitio así, era obvio. Fruncí los labios con carita de pena y escuché que decía que en aquellos sitios había gente con menos modales que yo. Ya... que no fueran educados en algunos sitios no significaba que no supieran comportarse en los sitios públicos, la gente de clase alta solía ser muy cuidadosa con su imagen pública, aunque luego todos supieran que no eran tan buenos como aparentaban.
- ¿Algún lugar donde esté cómodo? - repetí. Apreté los labios un poco, conocía lugares donde estaba cómodo, pero allí no se podía cenar, que yo supiera. - Es una pena, seguro que sería bonito ir con vos, monsieur... - comenté, antes de que él se pusiera todo tontorrón y me quitara el vaso de las manos, besándome una de ellas y sin dejarme contestar llenármela de nuevo. Me encogí un poco y ya no respondí a eso. Me dio la sensación de que mi pregunta le sorprendió un poco, ay, ¿le habría ofendido? Yo no quería ofenderle. - Está bien, lo siento. - agaché la mirada, pero él no me dejó ya que hizo una reverencia entregándome el vaso, lleno de wisky otra vez. - Muchas gracias. - dije, tomándolo y dándole un traguito para no quedar muy mal. ¿Querría emborracharme? Huummm no, no podía ser, ¿para qué querría emborracharme si podía conmigo estando sobrio?

por **Adelbert Ducovich** Mar Mayo 24, 2011 2:48 pm

Le miré divertido ante sus pensamientos. Si el supiera.. habia visto gente en esos restaurantes comiendo como auténticos cerdos - No te creas, monsieur.. - respondí antes de sonreir un poco, asintiendo.. pero no conocía ningún lugar donde estar comodo y cenar a la vez fuera posible. Una pena, si... - Como gustéis, monsieur... Supongo que entonces, eso es un no - resolví en seguida, sacudiendo la cabeza un poco, decepcionado. El ya no me respondió ante lo de la copa, asi que sonreí suavemente y se la entregué, negando - No os preocupeis, monsieur, no me habeis ofendido... De hecho, puedo hacerlo. Por decirlo así. Puedo influir en la opinión de los demás, pero lo notariais - le conté, sentandome de nuevo a su lado y negando cuando me dio las gracias, de nuevo - No hace falta que las deis - dije, quitandole importancia al asunto y riendo un poco - Puedo con vosotros ebrio y no intento emborracharos, pero admito que la idea de veros un poco más achispado me llena de curiosad, Jean Louis - confesé juguetón, tocandole el pelo y desabrochandome la chaqueta, quitandomela - ¿Os importa..?

por **Jean Louis Mercier** Mar Mayo 24, 2011 3:32 pm

Me dio la sensación de que le decepcionaba por mis palabras. Jo, no era culpa mía no conocer ningún sitio donde se pudiera cenar. Daba gracias si podía cenar ahora. Apreté los labios levemente tratando de buscar una solución para esa cara que había puesto, era demasiado guapo para poner cara de decepción de esa manera.
- ¿Y... y un picnic? - pregunté, alzando un poco la voz cuando se me ocurrió. - No sé si os gustará pero siempre pensé que sería bonito hacer un picnic a la orilla del río... - bajé la mirada un poco. Quizás no le gustaba la idea. Aunque fuera de noche, seguro que había muchos enamorados cenando a la luz de las velas en un sitio romántico como ese. Me di cuenta de que estaba pensando en poner velas y cosas de esas también y traté de dejar de pensar en eso, para centrarme en lo que él decía. No estaba ofendido, ¿por qué? Ah, claro, por lo que le había preguntado antes, sí, claro, por supuesto. - ¿Cómo lo notaría? - traté de acercarme un poco más a él, sin darme cuenta y se rió de mí, diciendo que no pretendía emborracharme pero sí ponerme achispado. ¿No era lo suficientemente divertido sobrio? Bajé un poco la mirada y miré el vaso mientras él me toqueteaba el pelo. Volví a mirarle cuando me preguntó si me importaba. ¿Importaba el qué? Oh, la chaqueta. Negué con la cabeza enérgicamente y me llevé el vaso a los labios, tratando de acabármelo de golpe, no pude, casi me atraganté.

por **Adelbert Ducovich** Mar Mayo 24, 2011 3:43 pm

Le miré amable y sonreí un poco con suavidad. El chico no podia leer la mente, pero desde luego era bastante perspicaz. Le observé y alcé las cejas sorprendido cuando dijo que podiamos hacer un pic-nic. ¡Uhm! Un pic-nic denoche a la orilla del rio.. Hice un ruido como de aprobación y sonreí levemente después, asintiendo - Si, si, me gusta. Me parece bien, parece un sitio cómodo y estoy seguro de que tenéis ropa para ir a comer al rio - bromeé un poco, acariciandole el pelo, riendo entre dientes al oir lo que pensaba - Yo llevaré las velas, monsieur, dejad de preocuparos por ellas - añadí juguetón, guiñandole un ojo con suavidad y viendo como se me acercaba un poco, sin darse cuenta ni el mismo, preguntando - Digamos que, aunque no sabriais que lo estoy haciendo, sabriais que algo pasa ahí - le dije, acariciandole el pelo levemente y tocando un poco el cuello de la bata, sonriendo al notar el tacto de la tela. Le sentaba realmente bien aquello. - Oh.. acabo de recordar. ¿Qué hicisteis con mi pañuelo, monsieur? ¿Lo usais? - pregunté divertido, doblando la chaqueta pulcramente y dejandola junto al pañuelo que anteriormente me habia quitado

por **Jean Louis Mercier** Mar Mayo 24, 2011 3:52 pm

Mi idea de hacer un picnic una noche en el río le gustó, así que sonreí. Me mordí el labio inferior dejando que me acariciara el pelo. Hummm, eso me gustaba mucho. Me humedecí los labios, dejando de morderlos y me sorprendí un poco cuando comentó lo de las velas... Yo... Seguro que enrojecí ¡y a demás me guiñó un ojo! Bajé la mirada de nuevo. ¿Cómo se me ocurría pensar cosas así delante de él? Estaba realmente tonto. Traté de no darle demasiada importancia y suspiré asintiendo y prestándole atención cuando me explicó aquello.
- Suena extraño. - comenté, cerrando los ojos un par de segundos mientras él toqueteaba el cuello de mi nueva bata, que él me había regalado y seguro que había escogido especialmente para mí. Sonreí levemente, aún cohibido por culpa suya. Después de casi atragantarme con el wisky carraspeé un poco y terminé el vaso finalmente, para luego escucharle preguntar por su pañuelo. - ¿El pañuelo? - repetí, ladeando la cabeza y toqueteando el vaso con las dos manos. Aguanté la copa con una sola de mis manos y metí la otra en el bolsillo, sacando su pañuelo, bien doblado y prefumado con una colonia algo más masculina, él había dicho que la colonia masculina me sentaría mejor. - Aquí está, lo llevo siempre conmigo, ¿lo quereis de vuelta? - pregunté, ladeando la cabeza. Le observé, la chaqueta le quedaba bien, pero también estaba realmente bien sin ella.

por **Adelbert Ducovich** Mar Mayo 24, 2011 3:59 pm

Le miré divertido, viendo como se sonrojaba bastante cuando comenté lo de las velas. Pobre, pero.. ¡no podia haberlo evitado! Le acaricié la cara y le besé después la frente, sonriendo - Encantador - le dije, alzando las cejas. Asentí cuando dijo que sonaba extraño, dándole la razón porque debia serlo. Yo habia hecho la prueba con bastantes humanos, algunos que hablaban conmigo -allí en Viena- y habian tratado de explicarme lo que sentían... pero daba igual. Asentí ante lo del pañuelo, viendo como lo sacaba de su bolsillo, por lo que sonreí divertido y le miré, negando y dándole unos golpecitos en la mano - Claro que no, monsieur, es para vos - respondí contento, riendo un poco y mirandole con bastante diversión, aunque sin querer reirme de él - ¿Os gusta mi chaqueta también, monsieur? - pregunté, girandome un poco hacia él y colocandole bien la bata, con suavidad. Vaya... - La mayoria de la gente de París es más pálida que vos, monsieur. Nacisteis aqui, ¿verdad?

por **Jean Louis Mercier** Mar Mayo 24, 2011 4:16 pm

Me besó en la frente, haciendo que me sintiera más cohibido aún y añadió un nuevo halago. Jo, siempre era tan así que hacía que me pusiera colorado y me diera verguenza hasta respirar, por su culpa. Me moví un poco y busqué un sitio donde dejar el vaso, para que no me molestase en las manos. Con las tres copitas ya no necesitaba algo que hacer con ellas, seguro que se me ocurría. Sostuve el pañuelo con la mano mientras él me daba unos golpecitos en ella.
- Está bien, monsieur. - volví a guardar el pañuelo en mi bolsillo. Quizás pensaba que era raro pero era una de las pocas cosas de valor que tenía y no quería dejarlo por allí tirado para que cualquiera me lo cogiera y se lo quedara. Le escuché reír y negué con la cabeza mientras él me colocaba la bata. - No... es que... me gusta como le queda a vos, monsieur. - respondí, tratando de no ponerme colorado, bueno, más colorado aún. Le escuché, calladito, para luego responder. - Sí, nací a las afueras. - Me encogí de hombros levemente. - Supongo que es por que me gusta tomar el sol. - respondí, sonriendo un poco, la verdad es que últimamente no tomaba demasiado el sol. - Cuando vivía en el monasterio, con las monjas, trabajaba en un pequeño huerto que tenían. - Y como estaba escondido tras unos muros y a ellas no les gustaba ir a trabajar allí, solía quitarme la camisuela que llevaba para estar más agusto.

por **Adelbert Ducovich** Mar Mayo 24, 2011 4:30 pm

Le miré amable cuando se puso todo tímido. Para algunas cosas no, pero para otras el chico, con una mirada se ponia de aquella guisa. Le observé curioso, callandome y reí levemente cuando me hizo caso y me dijo que mi chaqueta le gustaba porque la llevaba puesta yo - Vaya, gracias Jean Louis, que halago - murmuré, inclinando la cabeza con bastante educación. No es que no me halagaran nunca, pero oye... nunca estaba de más ser educado. Le acaricié el pelo cno tranquilidad y le observé con atención cuando se puso a contarme el por qué de su tez morenita. Asentí a medida que iba a hablando y finalmente osnreí - Ya veo, asi que os gusta tomar el sol... - dije y reí un poco, besando de nuevo su piel morenita - Me parece que ésto va a ser lo más cerca de él que esté, ¿uhm? - bromeé un poco, alzando una mano y apoyandola sobre la suya para ver el contraste - Si que estoy blanco.. Normalmente no se nota tanto, pero vos me haceis parecer más blanco todavía...

por **Jean Louis Mercier** Mar Mayo 24, 2011 4:58 pm

Negué con la cabeza cuando me dio las gracias. ¿Por qué se ponía así? Él me estaba halagando siempre a mí, para una vez que le halagaba yo a él no hacía falta que se inclinara ni nada de eso. Cerré los ojos de nuevo, unos segundos mientras él me acariciaba el pelo. Asentí con la cabeza cuando afirmó que me gustaba tomar el sol. Sí, me gustaba. Me besó, no en los labios, pero me pilló de imprevisto y me acaloré un poco. ¿Por qué me acaloraba? Ni siquiera era un beso en los labios. Sonreí, un pelín incómodo, sin entender mi comportamiento
- Vuestra piel es muy bonita, así blanquita. - comenté colocando mi otra mano sobre la suya, acariciándo su fria piel, me gustaba. - ¿Qué pasa exactamente si os toca el sol? - pregunté, frunciendo un poco el ceño. Sabía que le hacía daño y que no les gustaba, pero no estaba seguro qué podía pasarle a un vampiro si le tocaba el sol. ¡No es que quisiera que a Adelbert le pasase algo, al contrario, no quería que se hiciera daño, me gustaba demasiado como para que ahora se muriera o algo así! Tomé su mano entre las mías y la llevé hasta mi mejilla, para que me refrescase, tenía calor en ambas mejillas por su culpa. Me hacía sonrojar y ponerme tímido y eso hacía que me pusiera nervioso y me acalorara.

por **Adelbert Ducovich** Mar Mayo 24, 2011 5:15 pm

Le miré con expresión amable, viendo como se ponia y de nuevo empezaba con su retaile de pensamientos extraños. Y más que extraños divertidos. Cuando le besé, evité echarme a reir por la manera en la que se puso, acaloradito y rojito, como si fuera un niño tímido. ¿Y aquel chico era cortesano? Debía ser un show verle trabajar si es que se ponia así con todos. Cuando dijo que mi piel le gustaba sonreí un poco y asentí después, amable - Gracias Jean Louis, aunque yo prefiero la vuestra. La mia es demasiado blanca, parece que estoy enfermo - dije, sonriendo un poco y mirando mi brazo, subiendome un poco las mangas de la camisa y doglandolas suavemente, dejando a la vista mis antebrazos, que ya de por si estaban bastante musculados, blancos como la leche. Cuando oí su pregunta le miré curioso, riendo levemente por la curiosidad de siempre del chico, que ya iba a ser uno de sus rasgos característicos - Si me toca el sol me hace daño en la piel, y si me expongo demasiado a él, muero - respondí, oyendo los pensamientos del muchacho y sonriendo un poco, dejando que colocara mi mano sobre su mejilla y acariciandola levemente - Siento incomodaros, no es mi intención que os pongais asi... - me disculpé, refiriendome a su constante sonrojo

por **Jean Louis Mercier** Miér Mayo 25, 2011 3:35 am

Se soltó del agarre de mis manos así que las bajé hasta mi regazo escuchando como decía que parecía que estuviera enfermo, negué con la cabeza observando su gesto, viendo como se subía las mangas y me enseñaba los antebrazos, como si lo hiciera a posta. Traté de no salirme de mis cabales ante aquello y volví a mirarle a los ojos, escuchándole reír por mi curiosidad. Me encogí de hombros.
- Trataré de que no le toque nunca el sol, monsieur. - dije, convencido completamente de que no quería que nada malo le pasase a él. En realidad no tenía ni idea de por qué me comportaba así con él, ni tampoco el por qué de esa obsesión que me había dado por saber de él y no querer que se hiciera daño, ni nada parecido. Con su mano en mi mejilla escuché como decía que me incomodaba. Tampoco es que fuera él, era... mi actitud. Bajé un poco su mano, viendo como dejaba que la llevase como yo quería y rocé sus dedos con mis labios, como si no me diera cuenta. Bajé la mano del todo y dejé que hiciera lo que quisiera con ella, que para eso era su mano. - Yo.... normalmente no me pongo así, no sé qué me pasa con vos... - comenté, bajando la mirada hasta el suelo, viendo la alfombra algo desgastada y con unos dibujos algo feos. - Solo con vos, monsieur, me comporto como un adolescente. - añadí, algo incapaz de mirarle a los ojos después de haberle dicho aquellas cosas.

por **Adelbert Ducovich** Miér Mayo 25, 2011 4:46 pm

El negó ante mi insinuación de que parecia estar enfermo, asi que supuse -y supe- que mi piel no le desagradaba. Era bueno saberlo, en realidad. Sonreí cuando dijo bastante amablemente que intentaria que no me diera el sol y asentí - Es bueno saberlo, monsieur, que hablais en serio - respondí, inclinando la cabeza como manera de agradecerlo. Se puso a meditar sobre el por qué de su comportamiento y después de unos segundos movio mi mano, rozando sus labios, probablemente a posta. Sonreí de nuevo - Tenéis unos labios muy suaves, monsieur - le halagué, apartandola después paran o resultar maleducado y viendo como se ponia, bajando la vista y diciendo aquello como si se estuviera disculpando o le diera vergüenza - No me molesta, monsieur.. - le aclaré, antes de ladear un poco la cabeza, apoyandome un poco en mis piernas - Además... Es que sois un adolescente, ¿teniais 19 años, cierto? - le recordé, algo divertido, sacudiendo la cabecita

por **Jean Louis Mercier** Miér Mayo 25, 2011 5:00 pm

Sonreí un poco cuando se inclinó, como si me agradeciera el hecho de que pensara que no me gustaba la idea de que se hiciera daño. Me encogí un poco de hombros, mirándole y luego haciendo aquello con su mano, dándome cuenta que me miraba y sonreía, para luego añadir que tenía unos labios suaves. Sonreí algo coqueto, bajando la mirada.
- Gracias, monsieur, seguro que los suyos también son suaves... - respondí como halago, sonriendo y sin pensar. Estaba seguro que aquella respuesta había sido culpa del alcohol, que me estaba volviendo loco, como una cabrita loca. Alcé la vista cuando respondió que no le molestaba mi comportamiento. - Ya lo sé, os parece divertido, me lo dijisteis... - añadí yo, inclinándome un poco hacia delante, para luego decir que era un adolescente, como si con 19 años uno aún lo fuera. - Sé que soy como un niño, comparado con vos, monsieur. - quizás no le gustaba yo lo suficiente y me trataba bien porque le recordaba a un hijo o... a él cuando tenía mi edad. Aunque su vida y la mía parecían no tener nada que ver la una con la otra.

por **Adelbert Ducovich** Miér Mayo 25, 2011 5:10 pm

LE miré amablemente viendo la carita que ponia y reí con suavidad cuando se puso a decir que seguramente mis labios también eran suyos, como los suyos - ¿Queréis comprarlo, monsieur? - pregunté divertido, dándole suavemente un toquecito en la nariz con expresión amable antes de asentir cuando me recordó que yo habia dicho que era divertido, sonriendo de nuevo cuando señaló muy inteligentemente que comparado conmigo, era un niño - Es cierto, monsieur.. Aunque yo dije que lo que me parecia divertido eran vuestros pensamientos.. - puntualicé, alzando las cejas y observando sus ojos - Oh, no deberiais preocuparos porque os trate como un niño, monsieur, me gustais lo suficiente - le confesé sin ningún reparo, sonriendo de buen humor y apoyando las manos sobre el colchón, después - Si pudierais, ¿os gustaría poder leer mi mente, monsieur? - pregunté con curiosidad, analizandole con la mirada, bastante curioso al respecto. No a todos los humanos les agradaba aquello...

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