¿Quién decía que estaba yo solicitado?

por **Jean Louis Mercier** Lun Mayo 23, 2011 5:16 pm

Recuerdo del primer mensaje :

Aquella noche todavía nadie había pedido mis servicios así que me quedé tranquilo, en una de aquellas habitaciones que nadie estaba usando aún. El tiempo parecía pasar más lento mientras estaba solo, pero en realidad así lo prefería. Me deshice de la bata que llevaba y la dejé sobre la cama, para acercarme al espejo que había por allí, junto a una pequeña pila llena de agua limpia y fresca. Le di la espalda a mi reflejo y traté de observar la cicatriz que allí tenía. Me llegaba más abajo de lo que me gustaría, aunque por suerte el cuello me lo dejaba libre de mancha ni cicatriz y era menos preocupante. Me toqué la quemadura un poco, por encima del hombro y luego dejé de observarme, para ir a tapar mi espalda de nuevo con la bata. Llevaba unos finos pantalones de color oscuro, que no se veían desarreglados para nada pero era obvio que no eran de demasiado buena tela. Con unas cuantas copas de más y una luz ténue dában batante el pego. Me humedecí los labios y me asomé a la ventana, viendo que todo estaba oscuro y pocos transeuntes paseaban por la calle. Algunos entraban al local, otros pasaban de largo dándo miradas furtivas a la entrada del burdel. Cerré las cortinas y bajé, a por una copa, para ayudarme a llevar la noche, que se iba a hacer larga si nadie quería pasarla conmigo.

por **Jean Louis Mercier** Miér Mayo 25, 2011 5:21 pm

"Sí" pensé. Claro que quería comprobarlo. Pero eso no se lo podía decir, me tomaría por loco y yo ya había dicho que no quería tratarlo como a un clinete. Aunque... ser un poco cariñoso con una persona que me gustaba no... no significaba que le estuviera tratando como a un cliente. Con los clientes no me comportaba de aquella manera, así que él era diferente. Arrugué la nariz ante su toquecito y me encogí un poco. ¿Habría escuchado aquello? Que miedo me daba.
- ¿Por qué os resultan divertidos mis pensamientos, monsieur Adelbert? - pregunté, algo consternado por todo lo que no sabía aún de él. Me di cuenta que en mi mente albergaba la esperanza de que él me dejaría conocerle más a fondo, como si estuviera interesado en mí de manera algo más profunda, lo dudaba. Tal vez solo le entretenía y le parecía bonito de cara y me usaba como entretenimiento ~~como no había tele ni internet~~. Asentí con la cabeza cuando me confesó que no iba a tratarme como a un niño y que yo le gustaba lo suficiente como para que eso fuera así. Apreté un poco los labios y observé sus manos, sobre el colchón. Apoyé una de las mías también, cerca de él. - ¿Leer vuestra mente? - me quedé pensativo unos instantes ante aquella pregunta. - En... en realidad no creo que me gustase. - me quedé callado unos segundos. - Pero... sí me gustaría saber cómo reaccionariais ante algún gesto... - miré hacia sus manos otra vez, tan largas y bonitas.

por **Adelbert Ducovich** Miér Mayo 25, 2011 5:27 pm

Le observé bastante divertido, ladeando la cabeza un poco. Dios mio... Aquel chico era todo un puzzle, se cuestionaba absolutamente todo y le daba cincuenta vueltas en la cabeza al mismo tema, ocasionando que terminara penasndo algo totalmente diferente. Sonreí ante su pregunta - Porque sois divertido, monsieur. Vuestra cabeza tiene algunas cosas interesantes. Por ejemplo ese "Si" a querer comprobar la suavidad de mis labios, ¿por qué no me lo decís cuando os lo pregunto, monsieur? - pregunte amablemente, acercandome un poco a él y ensanchando mi sonrisa cuando me di cuenta de que queria conocerme más a fondo. ¡Un encanto! Le observé en silencio durante unos instantes, percatandome de que se acercaba a mi, también, y alzando una mano, acariciandole el pelo y echandoselo un poco hacia atrás, mientras el me contestaba - Ahá.. ¿Y por qué no os gustaría? - quise saber, curioso, indagando un poco en el intrínseco cerebro del jovencito - ¿Y.. a qué gestos os referís? Os lo puedo decir yo mismo, no me da ningún reparo..

por **Jean Louis Mercier** Miér Mayo 25, 2011 5:42 pm

Me quedé callado esperando a que me respondiera a la pregutna. Quizás lo decía solo por decir algo y no era verdad que le resultaba divertido. Traté de no parecer inseguro ante aquello y alcé las cejas cuando respondió que yo era divertido y que mi cabeza tenía cosas interesantes. Oh claro, ¿ves? Si tenía que sacar el tema de que sí, me estaba muriendo por tratar de besarle, pero no lo había hecho claramente. Oh espera, claro, eso también lo había oído y era todo culpa del alcohol, seguro.
- Yo... pensé que no sería apropiado. - dije en voz alta, a pesar de que sabía todo lo que había pensado yo con anterioridad, era para suicidarme. Iría y me colgaría de algún árbol, lejos, para que no me encontrase nunca más. Apreté los laibos, tratando de disimular mi tontería y tuve que volver a mirarle cuando me acarició el pelo, echádnomelo hacia detrás, como si tratase de ver mi cara mejor. No me había obligado a mirarle, pero... vale, no podía evitar querer hacerlo, ¿era culpa mía ser tan débil mentalmente? - ¿Por qué no? - repetí, abriendo la boca y cerrándola un par de veces más antes de saber qué contestar. - No... me gustaría invadir vuestra intimidad y... estoy seguro que algunos pensamientos no deberían compartirse. - añadí, asintiendo con la cabeza, sintiéndome algo mareado por algún motivo extraño. Extraño no, el wisky. ¿Si bebía otra copa me emborracharía del todo? Solo había bebido tres copitas, no muy grandes... - Gestos... pues... como si yo me lanzase sobre vos, ahora mismo o... quisiera meter las manos bajo su camisa... - después de decir eso me dic uenta de lo que acababa de hacer y bajé la mirada, completamente rojo.

por **Adelbert Ducovich** Miér Mayo 25, 2011 5:50 pm

Reí con suavidad ante lo que pensó sobre querer besarme, sin poder evitarlo, y después asentí varias veces, asimilandolo. ¿Quería besarme? Pues.. para ser un cortesado, era muy tímido. ¿Por qué le daba vergüenza hacerlo conmigo? Quizás lo que tenia era miedo... Le miré fijamente y sonreí - Monsieur, ni voy ni yo somos damas, lo que querais hacerlo, podeis intentarlo - le recordé tranquilamente, apartando mi mano de su pelo cuando me gustó como le quedó, oyendo atentamente la explicación que me dio sobre lo de leer mi mente. ASentí - Estoy de acuerdo, sabéis que si pudiera manejarlo de alguna manera yo también pararía - señalé, haciendo referencia a que yo, a diferencia de él, si que podia leer mentes. Seguí escuchando lo que pensaba y clavé mi vista en la botella - ¿Queréis whisky? - pregunté curioso, antes de mirarle fijamente cuando me respondió, riendo un poco. Apoyé de nuevo lasmanos un poco por detrás de mi, en el colchón, inclinandome por tanto levemente hacia atrás - Pues estoy esperando, monsieur... Si queréis saber como reaccionaré, ¿por qué no lo intentais? - quise saber, sin dejar de sonreir - Aunque si os tirais encima de mi tened cuidado, ya sabeis que mi piel es algo dura y no me gustaría que os hicierais daño, monsieur

por **Jean Louis Mercier** Miér Mayo 25, 2011 6:00 pm

Apreté un poco los puños cuando pareció darme permiso para intentar besarle o violarle o lo que fuera. Moví los labios, nerviosamente y me quedé mirándolo, ya que acaba de apartar la mano de mi pelo y me miraba como si me leyera el pensamiento. Asentí con la cabeza ante su respuesta, ya me había dicho que no podía hacer nada para pararlo y.... yo había confiado que si hubiera alguna remota posibilidad de que pudiera dejar de escucharme, lo haría. Apreté un poco los labios también y negué con la cabeza cuando me sugirió si quería wisky.
- Me emborracharía del todo... monsieur. - le respondí - Creo que ya estoy haciendo bastante el ridículo. - añadí viendo como se inclianba hacia detrás y las mangas de la camisa se le subían un poco más. Volvió a decir que me daba permiso para besarle y... y... hacerle todo tipo de cosas y yo no supe cómo reaccionar. Sus últimas palabras parecieron una broma, pero yo no estaba seguro de todo aquello, era complicado de saber, si realmente no se iba a enfadar o algo. Le miré a los ojos, sin decir nada más. Quería preguntarle si me dejaría besarle, pero no me atreví. Me incliné un poco hacia él, apoyando una de mis manos cerca de la suya y quise apoyar la mano en su estómago, pero no me atreví.

por **Adelbert Ducovich** Miér Mayo 25, 2011 6:08 pm

Le miré divertido pues, a epsar de que le habia dado permiso para hacer lo que quisiera, él parecia no querer moverse. Evité reir y tan solo le sonreí amablemente, mirandole como si estuviera esperando algo hasta que dijo aquello de que no queria más alcohol porque terminaria de emborracahrse y ya estaba haciendo suficientemente el ridículo - Qué exagerado sois, a mi me pareceis encantador, la verdad. - respondí, inclinando la cabeza - Además, esta resultando interesante - añadí divertido, alzando las cejas y mirandole fijamente hasta que se dignó a moverse un poco hacia mí y sonreí de nuevo - Monsieur, tenéis mi permiso para besarme, dejad de preguntaroslo, hablo en serio - le recordé, escuchando sus pensamientos y moviendo una de mis manos, cogiendo la suya y apoyandola en mi pecho como él parecia querer. Los humanos eran muy aficionados a eso, habia que darles un empujoncito para que se pusieran en marcha aun a pesar de poder hacer lo que querian.

por **Jean Louis Mercier** Miér Mayo 25, 2011 6:21 pm

Él se me quedó mirando con gesto amable, como si tratase de no reírse de mí. Jo, ¿tan estúpido parecía yo? Me llamó exagerado y dijo que yo parecía encantador y todo estaba siendo interesante. ¿Interesante el hacerme parecer un idiota? Vaya, super interesante. Me repitió que tenía permiso para besarle y así sin dejarme reaccionar cogió mi mano y la apoyó en su propio pecho. Abrí bastante los ojos y asentí con la cabeza, sin decir nada. Seguro que si hablaba de neuvo se reiría de mí. Apreté los labios un poco y me incorporé un poco, sin apartar la mano de su pecho y poniendo la otra en su hombro. Tal vez estuviera nervioso y temblase por eso, pero ya que me había dado permiso, disfrutaría aquel momento, que tal vez fuera único. Sonreí levemente, con timidez, mirándole y luego pegué mis labios a los suyos, rápidamente, para no darme tiempo a segundos pensamientos macabros. Moví la mano que había puesto en su hombro hasta su nuca, enredado mis dedos levemente entre su pelo. Moví mis labios contra los suyos, sin pensar en ello, instintivamente. Eran suaves y aunque él decía que su piel era dura, me parecieron los labios más tiernos que había besado en mucho tiempo. Unos segundos después necesité algo de aire, pero no quise separarme, sus labios eran lo mejor del mundo ¿por qué querría separarme de ellos?

por **Adelbert Ducovich** Miér Mayo 25, 2011 6:30 pm

El chico se pensó que me estaba riendo de él o algo así, pero no dije nada al respecto, puesto que en seguida decidió que, ya que le estaba dando permiso, iba a hacerlo. ¡Bien hecho! Sonreí un poco y dejé que se apoyara en mi levemente, alzando mi rostro hacia él, un poco, y apoyando una de mis manos en su cara, con suavidad, sonriendo cuando noté sus labios. Como me esperaba eran muy tiernitos y calientes, además de suaves. ¡Uhm! Genial. Le rodeé la cintura levemente, con el otro brazo, y dejé que hiciera, apartandome un poquito cuando supe que el chico necesitaba respirar. Aparentemente, sino lo hacia yo no lo iba a hacer él - Vuestros labios son incluso mejores de lo que parecian, monsieur - murmuré aterciopeladamente, acariciandolos con cuidado con la mano - Sois adorable, ¿sabeis? Podeis besarme todas las veces que gustéis - sentencié, asintiendo, antes de adelantarme un poco y besar su frente con cariño, acariciandole un poco el pelo y alejando un poco mi rostro para mirarle a la carita de niño que tenia

por **Jean Louis Mercier** Jue Mayo 26, 2011 3:39 am

Después de unos segundos él decidió que necesitaba apartarse. Tal vez se había dado cuenta que yo me estaba quedando sin respiración. O tal vez no le había gustado el beso. Esa última posibilidad no me gustó nada y me dejé caer un poco a su lado, en el colchón, notando su mano en mi cintura, firme, sin dudas. Me mordí el labio inferior mirándole, para luego escuchar como me decía que mi slabios eran mejor de lo que habían parecido. Entreabrí los labios para decir algo, pero no fui capaz en ese mismo instante, por lo que solo sonreí tontamente, él me acarició los labios un poquito y luego me dijo que era adorable y que si quería besarle más veces, podía. Amplié un poco la sonrisa y asentí, bajando la mirada hasta su pecho, donde estaba mi mano, que no se había movido. La moví en ese instante, con intención de palpar un poco su pecho, curioso. En realidad me hubiera gustado verle sin camisa pero no se lo dije, quizás era ya demasiado. Aunque no hacía mucho se lo había insinuado y no me había dicho que no. Tal vez podía utilizar la excusa de que estaba medio borrachillo para hacer esas cosas... y a lo mejor no se enfadaba.
- Muchas gracias, monsieur. - dije, alzando la mirada otra vez, hasta sus ojos, notando como me acariciaba un poco el pelo, despues de besar mi frente, como si fuera un padre cariñoso. En realidad no quería que él se comportara como un padre, no me gustaban demasiado las familias, las envidiaba.

por **Adelbert Ducovich** Jue Mayo 26, 2011 7:19 am

Le miré con una sonrisita amable, escuchando sus pensamientos como siempre. Parecia un chico inseguro, este Jean Louis... El también sonrió, con ganas de decir algo pero sin poder hacerlo, antes de acariciarme el pecho un poco -o más bien palparlo- a lo que yo no puse ninguna pega, aunque mi sonrisa se ensanchó sola cuando escuché aquello de que queria verme sin camiseta - Estáis hecho un pillo, monsieur... Pero aunque lo escuché, sino me lo pedís, no voy a hacer nada - le dije, algo divertido, antes de oir como me daba las gracias. Negué y le besé de nuevo, cerca de la frentecilla - Gracias a vos, monsieur, sois muy dulce - le halagué con expresión dulzona, oyendo sus pensamientos nuevamente y frunciendo levemente el ceño - ¿No os gustan las familias, monsieur? - pregunté antes de sonreir un poquito, acariciandole el pelo con cara algo rara - Me recordais un poco a mi, Jean Louis... yo tampoco tengo familia, ¿sabeis? Como es lógico murieron todos hace ya muchos años - comenté algo serio, sin dejar de tocarle el pelo

por **Jean Louis Mercier** Jue Mayo 26, 2011 7:32 am

Apreté un poquito los labios cuando dijo aquello, que yo estaba hecho un pillo. Observé su sonrisita, mientras hablaba y bajé la cara, con un poco de cara de pena.
- Sois cruel, quereis hacerme pasar vergüenza... - me quejé cuando me dijo que no pensaba hacer nada si no lo decía en voz alta. Jopé. Me volvió a besar en la frente, me dijo que era muy dulce y me dio las gracias a mí, no estaba seguro de por qué. - ¿Os... vos... os quitarías la... la camisa? - le pregunté, sin estar convencido de que aquella preguntita tímida le sirviera al vampiro. Seguro que no y quería que lo dijera directamente, porque quería verme con la cara aquella, haciendo el ridículo. Negué con la cabeza cuando me preguntó si no me gustaban las familias. No añadí ningún comentario a aquello, quizás era un poco obvio el porqué no me gustaban, pero tenía la sensación de que él no lo sabía del todo... o quizás sí y lo había visto en mi cabeza, pero no dije nada. Observé sus ojos que también sonreían, para luego poner cara rara. - ¿Le recuerdo a vos? - repetí en voz muy bajita, para no interrumpirle demasiado. - Pero seguramente vos pudisteis disfrutar de una familia que le quería, monsieur, yo solo recuerdo que me odiaban. - respondí yo. Seguramente él, durante el tiempo que había estado con su familia había sido feliz, yo no había podido gozar de la misma suerte, era como si nunca hubiera tenido una familia con la que contar.

por **Adelbert Ducovich** Jue Mayo 26, 2011 7:44 am

Abrí un poco la boca cuando me acusó de cruel y negué con la cabeza suavemente sonriendo pero sin llevarle la ocntraria con palabras. Solo queria que me lo dijera, hmobre. Cuando escuché su pregunta. tímida, sonreí aun más ampliamente y le acaricié el pelo de nuevo - Sois encantador, monsieur - murmuré, bastante complacido, antes de asentir - Por supuesto que si, me la quitaré si gustais.. - dije, bastante amable, separando mi mano de su piel. Me puse bien las mangas y después desabroché los botones con una habilidad sobrehumana (y no habia mejor palabra para describirla). Me la quité tranquilamente y después la dejé junto a mi chaqueta, mirando al chico seguidamente y sonriendo un poco - ¿Está vuestra curiosidad satisfecha, monsieur? - pregunté aterciopeladamente, girandome un poco hacia él y oyendo lo que me decia sobre las familias. Sonreí un poco hirónico - De acuerdo, no me odiaban, pero monsieur... si me preguntan por mi padre no lo describiré como una persona amorosa, era muy estricto, ¿sabeis? Tan frio que si hubiera aparecido por casa de esta manera estoy seguro que hubiera intentando acabar conmigo - le conté, asintiendo - Eran gente importante, supongo que ese comportamiento es propio de esa clase social, supongo... - reflexioné antes de sacudir la cabeza - De cualquier manera... si, creo que me querian. Pero aun así me recordais a mi - añadí, sonriendole un poco

por **Jean Louis Mercier** Jue Mayo 26, 2011 8:07 am

Finalmente accedió ante mi pregunta y no me hizo hacer más el ridiculo, ¡bien! No era tan cruel como yo había pensado. Sonreí un poco, tratando de no poner cara de ansiedad por ver cómo era su pecho. Aparté la mano y la apoyé en mi regazo. Él me había visto prácticamente desnudo a mí, era lo justo. Me mordí el labio inferior y le observé todo el rato, sin decir nada, para luego clavar los ojos en su pecho, blanco como la nieve. Sonreí levemente, complacido y volvía esturar mi mano, para acariciar con un par de dedos su pecho, desde arriba, hasta su estómago, la aparté rápidamente después, cuando preguntó si mi curiosidad estaba satisfecha.
- Sí... - respondí en voz baja, aunque ahora se me ocurrían otras cosas que quería saber sobre él, o mejor dicho, sobre su pecho. Pero no dije nada y escuché lo que decía sobre su padre y su familia. Apoyé mis dos manos en mi regazo y subí una de mis piernas a la cama, como si tratase así de estar más cerca de él. - Oh... supongo que tampoco fue tan agradable como yo pensaba. - aparté la mirada, sabiendo que me había equivocado sobre su familia. Al menos había tenido una. - ¿No teníais hermanos? - pregunté, ya que aunque los hubiera tenido, estarían ahora muertos. Añadió de nuevo, que yo le recordaba a él. ¿Era tan propenso a hacer el ridículo como yo, frente a alguien que le gustaba? Lo dudaba mucho. Moví una de mis manos y tomé la suya, queriendo tener algo de contacto con él.

por **Adelbert Ducovich** Jue Mayo 26, 2011 8:13 am

Le miré con fijeza mientras él acaariciaba mi pecho y sonreí suavemente, dejandome hacer, pues no mem olestaba nada. Ladeé la cabeza suavemente y cuando apartó la mano y me confirmó que estaba satisfecho asentí - Me alegro, monsieur - respondí tranquilo, viendo después como me prestaba atención y alzando las cejas levemente, con suavidad, sonriendo después un poco y encogiendome de hombros - No os preocupeis, monsieur, tampoco fue mala - dije, por si acaso le daba por ponerse dramático y sentirse mal. Negué ante su pregunta - No, era hijo único, monsieur... El único heredero de toda su fortuna - comenté, apretando un poco su mano cuando me la cogió y alzandola para besar su dorso con mimo, dejando mis labios pegados a su piel un poco más de lo que era "educado". Levanté la vista, sonriendo un poco - ¿Os gusto? - pregunté divertido ante su pensamiento sobre mi parecido con él. ¡Qué tontorrón era!

por **Jean Louis Mercier** Jue Mayo 26, 2011 8:24 am

Sonreí un poco cuando dijo que se alegraba de que yo me sintiera satisfecho. Vamos, tampoco era... para tanto. Bueno sí, su pecho sí era para tanto, con aquella piel tan suave y unos músculos bien formados. Jo, quién tuviera alguien así para él solito. Cuando dijo que tampoco había sido una vida mala junto a su familia sonreí levemente. Mejor que la mía tal vez. Pero yo lo pasé bien con las monjas, me cuidaron con mucho mimo y también eran muy estrictas. Me dijo que no tenía hermanos y que había heredado toda la fortuna de su familia. Vaya.
- ¿Vuestros padres sabían de vuestra condicion, monsieur? - quizás él se había presentado en forma de vampiro a ellos y se los ahbía comido. Pero no, eso era imposible, él decía que no era un asesino y yo le creía. Cuando tomé su mano él besó la mía y me hizo sonreír tontamente. No me negué que la sostuviera más de lo necesario, porque me había acabado gustando su gesto, al igual que él, que se dio cuenta de ello. Apreté un poco los labios, con timidez, cuando preguntó. Asentí con la cabeza. - No os molesta, ¿verdad? - fruncí el ceño levemente, a ver si ahora le iba a molestar que me gustase de verdad y no quería volver a verme nunca más

por **Adelbert Ducovich** Jue Mayo 26, 2011 8:32 am

Le miré con expresión amable cuando se puso a pensar cosas sobre mi pecho y evité reir para no avergonzarle. Me limitñe a sonreir un poco, amable, y le acaricié el pelo con mi mano libre, escuchando su pregunta y riendome, ahora si, por su inocencia. Qué monada... - Monsieur... Después de darme cuenta de lo que era jamás volví a aparecer por casa - respondí, mirandole fijamente con expresión algo seria - Ya os he dicho que si mi padre me hubiera visto así hubiese intentado acabar conmigo - le recordé, negando con la cabeza - Aun así, por lo que supe, me dejaron la herencia esperando a que apareciera, asi que ténicamente su fortuna es mia. Bien es cierto que no la ncesito... - añadí, ladeando la cabeza un poco y riendo cuando me preguntó si me molestaba - ¿Por qué iba a molestarme, monsieur? - pregunté, sacudiendo la cabeza - No me molesta.. - dije tranquilo, sonriendole y sujetando aun su mano, tranquilamente, observandole y analizandole con la mirada

por **Jean Louis Mercier** Jue Mayo 26, 2011 8:44 am

Me contestó que nunca más había vuelto a aparecer por casa después de convertirse en un ser de la noche. Vaya, eso era triste. Apre´te los labios un poco y sacudí la cabeza. ¡Hubiera intentado acabar con él!
- Oh... pensé que os referiaís a sin camisa... - contesté, mirando hacia la puerta, sintiéndome tonto por haber pensado lo que no era. Asentí con la cabeza cuando añadió que la fortuna de sus padres era suya, pero que no la necesitaba. Claro, él había ganado mucho dinero. ¿Que habría hecho para ganar tanto dinero? Porque decía que tenía mucho y además lo desperdiciaba conmigo. Claro, tampoco le importaba el dinero, siendo immortal podía hacer lo que quisiera, tal vez atracara bancos y le daba el dinero a los pobres... aunque eso sería demasiado poético. Cuando le pregunté si me molestaba se rió y me preguntó de vuelta. - No lo sé. - respondí, encogiéndome de hombros. Pero añadió que no le molestaba, así que me sentí algo aliviado. Sonreí yo también, devolviéndole la mirada. - ¿Yo también os gusto, monsieur? - pregunté, con curiosidad. Quizás yo le gustaba y... Tal vez, solo tal vez, pudiera enamorarse de mí, alguien como él. Pero lo dudaba mucho. ¿Quién querría enamorarse de un prostituto, pobre y marcado por una enorme cicatriz? Nadie.

por **Adelbert Ducovich** Jue Mayo 26, 2011 8:54 am

Sonreí pero no pude evitar reir un poco cuando dijo aquello de "sin camisa" - No hombre no, sin camisa no me mataría.. - sacudí la cabeza, divertido - Es más, si fuera humano hubiera presumido de mi... era un hombre extraño, mi padre. - comenté, asintiendo, aunque empezaban a borrarseme los recuerdos de ellos, porque ya hacia demasiado tiempo de aquello, y se me mezclaban unas cosas con otras pero.. eso ya no se lo dije. - He trabajado en distintos lugares, pero si, no te voy a negar que hay veces que he robado dinero, a ladrones - confesé con una sonrisita divertida - Aun así, no para mi.. - añadí, porque si hubiera sido para mi hubiera cogido el dinero de mis padres, claro.. Le observé con atención y sonreí levemente escuchando los pensamientos de su cabecita, oyendo después su pregunta - Vos.. me gustais, si - resolví, asintiendo y besando su mano nuevamente - Aunque, ¿seguro que querríais enamoraros de mi, o que yo me enamorara de vos? Voy a estar así siempre, monsieur, y vos vais a crecer...

por **Jean Louis Mercier** Jue Mayo 26, 2011 1:27 pm

Él se rió de mí ante mi ocurrencia y... obviamente no me quejé, claro, ¿cómo no se iba a reír ante la estupidez que yo había soltado, así como así? Me quedé colorado y asentí con la cabeza cuando comentó que su padre había sido un hombre extraño. Me quedé algo cabizbajo, pensando en cosas y luego me comentó algo relacionado a lo qeu yo había estado pensando. ¡Ves! Había robado, pero a ladrones... eso estaba bien, mejor cuando añadió que no había robado para él mismo. Él era buena... persona. Suspiré un poquito y sonreí un poco ante su beso y su respuesta. Aunque se lo había tenido que pensar, había dicho que yo le gustaba. Le observé, con gesto algo serio cuando me preguntó si yo querría enamorarme de él o que él se enamorara de mí. Añadió que yo envejecería (muy sutilmente) y él se mantendría joven, hermoso y elegante. Lo miré a los ojos, sin saber qué decir.
- Yo... no me he enamorado nunca. - no contesté directamente a su pregunta, porque en realidad me gustaría enamorarme, de él y que él se enamorara de mí. - ¿Os cansareis de mí cuando yo empiece a envejecer? - pregunté, bajando la mirada, apenado ante esa posibilidad. Ya era difícil que quisiera mantenerse conmigo, más difícil aún si yo me volvía viejo, cansado, feo y fofo.

por **Adelbert Ducovich** Jue Mayo 26, 2011 1:36 pm

Le miré fijamente y sonreí un poco cuando empezó a pensar en mi y en lo buena persona que era. Aquel chico, qué inocente era... Le acaricié el pelo un poco y le miré de nuevo, prestandole atención al ver lo serio que se ponia. Wo.. Esperé a que me contestara y alcé las cejas levemente y cuando dijo que no se habia enamorado nunca sacudí la cabeza - No pregunté eso, monsieur - murmuré a pesar de que habia oido la respuesta en su cabecita. Observé sus ojos con fijeza y me quedé callado después, oyendo como añadí aquello otro. Sacudí la cabeza - Pues claro que no, monsieur, no se trata de eso - respondí, acariciandole la cara con gesto suave - Pero no habeis pensado que vos... ¿morireis? Yo voy a permanecer así, siempre, y no me gustaria veros morir, monsieur Jean - le expliqué, para hacerle entender lo que pensaba. Ya habia visto morir a muchos amigos, como para ver morir a un amante, debia ser horrible, la verdad. Salí de mi mundo y le observé de nuevo, acariciandole la cara con una mano y apretando un poco los labios - ¡Bueno! Cambiemos a un tema más alegre, monsieur, no tiene importancia...

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