Close to the midnight [Santana]

por **Sinnove Lindstrom** Dom Jul 15, 2012 3:37 pm

Recuerdo del primer mensaje :

Llevaba caminando por las calles un buen rato, sin ningún destino en concreto al que ir, ni ningún objetivo que alcanzar. Simplemente caminaba por caminar. No estaba "trabajando" en este momento, ya que había tenido una mañana y una tarde extenuantes y necesitaba tomarme un descanso. Sin embargo, no podía aparecer por el burdel, ya que eso implicaría la asignación rápida de un nuevo cliente, así que simplemente desaparecí, perdiéndome entre la gente.
Sentí como todo el mundo me miraba con recelo al pasar por su lado, como las mujeres intentaban evitar que sus maridos me mirasen (no les culpaba), como los hombres me desnudaban con los ojos. Y es que una vez más, mi indumentaria me delataba. En ocasiones soñaba estar en los zapatos de cualquier otra muchacha de mi edad, sentir la sensación de pasear por la calle sin que nadie se molestase siquiera en observarme de reojo.

A medida que las horas fueron pasando la gente fue desapereciendo de las calles; primero los niños, luego las mujeres y finalmente los hombres, hasta que solo quedaron unas cuantas almas vagabundeando por la zona. Me gustaba imaginarme a dónde se dirigirían todas esas personas a estas horas de la noche... ¿de vuelta a sus casas? ¿a la taberna? ¿ladrones? Quién sabe.
En parte me era agradable caminar por París por la noche, ya que eso implicaba un menor número de miradas hacia mi persona. Mi sonrisa era incluso algo más natural que la que se mantenía dibujada en mi rostro durante todo el día.

Repentinamente me quedé parada en mitad de la acera y llevé mi mirada hasta el cielo, observando las estrellas. Con la luz de la ciudad no es que se pudiesen avistar demasiado bien, pero siempre era un espectáculo precioso.

por **Sinnove Lindstrom** Sáb Jul 21, 2012 6:38 am

Fruncí el ceño ante sus palabras, nada convencida y dispuesta a indagar para descubrir aquello tan divertido que me estaba ocultando. Pero entonces Santana jugó sucio, ciertamente, ya que justo cuando iba a cuestionar su respuesta, ella atacó el lóbulo de mi oreja, borrando cualquier pensamiento coherente de mi mente.
Mi cuerpo tembló de manera completamente visible, ya que sin ella saberlo acababa de encontrar uno de mis puntos más sensibles.

Cerré los ojos, conteniendo la respiración mientras que mis labios se quedaron entreabiertos, hasta que su boca volvió a reunirse con la mía. Y por si no había sido suficiente, al volver a abrir los ojos me encontré frente a frente con una sonrisa que jamás había visto antes. ¡Y vaya sonrisa!
Mi mirada fue subiendo por su rostro, analizando cada centímetro de manera minuciosa, y finalmente todo en conjunto, quedándome practicamente sin aliento. ¿Qué me estás haciendo, Santana?

—Estoy empezando a sentirme un poco...—la frase se quedó en el aire, ya que me olvidé de lo que estaba diciendo cuando mi mirada volvió a posarse sobre sus labios. En concreto el labio que ella acababa de atrapar entre sus dientes—Sabes que no soy de piedra, ¿verdad?—murmuré, sin despegar mis ojos de su boca.

En este momento, mi vida como cortesana me jugaba realmente malas pasadas, ya que aunque nunca había disfrutado realmente ninguno de mis encuentros con mis clientes, me había servido para aprender unos cuantos trucos entre las sábanas... y claro, mi imaginación, teniendo a Santana frente a mí, me estaba volviendo completamente loca.

por **Santana López** Sáb Jul 21, 2012 7:19 am

Objetivo cumplido, había conseguido su principal cometido, hacer que olvidara la curiosidad sobre la razón de sus risitas, y de regalo había conseguido dejarla sin aliento ante sus provocaciones, cosa que solo hizo que se ensanchara su sonrisa. Alzó una ceja y volvió a ponerse cerca de su oreja.

-Termina la frase...empiezas a sentirte un poco...-susurró lentamente y procurando que su aliento al hablar la rozara- ¿Que pensamientos recorren esa mente tuya?-preguntó alzando una ceja y volviéndose a poner frente a frente sin dejar esa sonrisa.

Santana tampoco era de piedra y sus raíces no ayudaban a que lo fuera, estaba loca por volver a besarla, pero tenía que seguir en su juego, le gustaba demasiado ser ella la que mandara y sabia que si entraban en contacto sus labios acabaría perdiendo. Al menos ya había averiguado un poco débil de ella, la oreja. Solo esperaba que la joven tardara en encontrar el suyo, porque si no ya no tendría ningún control sobre ella ni sobre la situación.

Debía usar sus armas con inteligencia, no quería usarlas todas y las mejores en la primera oportunidad, siempre hay que dejar un poco reservado. En ese instante maldecía su vestido por la poca movilidad que le daba, bastante le había costado ya ponerse en la posición que estaba, pero necesitaba moverse, con lo nerviosa que podía llegar a ser, no le gustaba estar en la misma posición todo el rato.

por **Sinnove Lindstrom** Sáb Jul 21, 2012 8:18 am

Definitivamente me estaba tentando más de la cuenta, con sus roces, la ceja alzada y su expresión pícara permanentemente dibujada en su rostro.
Mi cuerpo volvió a experimentar un escalofrío. Tuve que humedecerme los labios un par de veces, ya que la garganta y la boca se me estaban quedando completamente secas. Mi mirada volvió a centrarse en la suya, reflejando el deseo que sentía por ella en mis ojos. Di un pequeño suspiro.

Quité mis brazos de alrededor de su cuello y retrocedí unos centímetros. Sin despegar mi mirada de la suya, dejé que la chaqueta poco a poco se deslizase por mis hombros, hasta quedar tirada sobre el banco, detrás de mi. A continuación volví a acercarme, siendo mi turno de provocar que mis labios rozasen los suyos.

—Digamos que por ahora podré prescindir de tu chaqueta...—me relamí los labios una vez más.

Las rodillas empezaban a dolerme de estar en la misma posición, así que aprovechándome una vez más de mi vestido, volví a sentarme sobre el banco. Esta vez con las piernas abiertas, apoyando mis pies en suelo a cada lado del banco, y siempre frente a Santana.

por **Santana López** Sáb Jul 21, 2012 8:43 am

Dejó de sonreír pero no quitó esa mueca picara de su rostro cuando deslizó su chaqueta por sus hombros. Observó fijamente como su propia chaqueta dejaba al descubierto sus hombros sus brazos, dejando ver su piel nívea. Notó como se habría ligeramente su boca sin poder evitarlo.

No podía articular ninguna palabra coherente por el momento, así que mejor quedarse callada antes de decir ninguna incongruencia. Alzó sus brazos y acarició sus brazos manteniendo su mirada, no podía dejar de ver esos ojos, aunque a veces alternaba mirando sus labios.

Cuando cambió de postura, ahora si sentía que la mandíbula le llegaba al suelo y que había dejado de respirar. Tana, mente fría mente fría... Gracias a su, ahora oportuna, conciencia cerró su boca humedeciendose los labios y aunque intentaba reaccionar de alguna forma no podía.

Solo podía acariciar su piel ahora que había quedado al descubierto y mirar su ojos y labios. Quien lo iba a decir, Santana López desarmada con solo un simple gesto... Aunque no le gustara darle la razón a su conciencia, era cierto la había dejado desarmada y sin habla, no podía decir mucho aunque lo intentaba de vez en cuando articulando alguna palabra pero sin decir nada claro.

por **Sinnove Lindstrom** Sáb Jul 21, 2012 9:38 am

Sonreí levemente, alzando el mentón con gesto orgulloso y alagado. Orgullosa por haber podido dejarla literalmente con la boca abierta, alagada al comprobar que había conseguido llamar la atención de una mujer como Santana.

Al haberme quitado la chaqueta, la brisa fresca de la madrugada chocó rápidamente con la piel expuesta de mi escote, hombros y brazos, con la diferencia de que ahora mismo el frío tenía un efecto agradable. Refrescante, incluso.
Aunque no tanto como el roce de los dedos de Santana por mi piel. El vello se me iba erizando por los lugares por los que ella iba pasando, volviendo a su estado normal unos segundos más tarde.

Pasé la punta de mi dedo índice por sus labios, ya que después de haberlos humedecido acababan de captar mi completa atención de nuevo.
Sin perder más tiempo volví a inclinar mi cuerpo hacia adelante, atrapando su boca con la mía, y dejando que mi lengua tuviese el placer de probar su sabor una vez más.

por **Santana López** Sáb Jul 21, 2012 10:03 am

Cerró los ojos cuando pasó su dedo indice por sus labios, dejó de sentir el roce de su dedo para sentir ahora sus labios. Ahogó un suspiro en su boca, acababa de perder el poco control que le quedaba sobre ella, no hizo otra cosa que llevar sus manos a su cuello y abrazarla.

Sentía sus cálidos labios sobre los suyos y su lengua recorriendo su boca. Tenía claro que era la joven la que llevaba el compás y que no tenía voluntad para contradecirla, se sentía bien dejarse dominar por una vez en la vida.

Acarició su nuca con la yema de los dedos suavemente y enredaba las manos en su cabello para hacer que no se separa ni un milímetro de su boca. Necesitaba sentirla más cerca. Sentir su lengua abrazarse a la suya, era la más exquisita de las sensaciones, si sentía eso con un beso, no quería imaginar que otras cosas podría llegar a sentir.

Sonrió sin dejar de besarla un solo momento, era increíble lo potente que podía llegar a ser su imaginación y lo que podía crear en cuestión de segundos, su mente para un rato que pensaba no le ayudaba a mantenerse en frío, solo consiguió que su sangre se moviera más deprisa.

por **Sinnove Lindstrom** Sáb Jul 21, 2012 10:29 am

No tenía lógica alguna, cómo ella había logrado cambiar mi percepción de la realidad en apenas unas horas, en una noche, en un paseo, con un beso.

De vez en cuando se reproducía en lo más profundo de mi mente una voz que me decía que seguía sin conocer a Santana de nada, que podía ser todo una farsa, que me estaba equivocando. Pero rápidamente el corazón contestaba que daba igual, porque las almas gemelas no necesitaban ese tipo de trámites banales para poder entrar en sincronía.

Tal vez estaba siendo una ilusa. Tal vez tenía razón.

No pude evitar emitir un pequeño gemido ahogado en sus labios a medida que el beso iba subiendo de intensidad. Ahora si que estaba segura de que mi cara tendría que estar volviéndose completamente de color carmín, simplemente por el calor que sentía recorriendo todo mi cuerpo.

Estaba segura de que si ella pegaba su torso al mío podría sentir los latidos de mi corazón a través de mi piel, y ese pensamiento solo hizo que los latidos aumentansen aún más su velocidad.

por **Santana López** Sáb Jul 21, 2012 10:48 am

Desde esa distancia podía oír perfectamente como los latidos de su corazón iban en aumento, por un momento deseo que el suyo estuviese igual, pero no era posible. En un momento de lucidez mental cruzaron miles de pensamiento no muy positivos.

Fue terminando el beso, por mucho que le gustase estar pegada a sus labios, necesitaba saber cierta cosas, y estando como estaban no era posible. Abrió sus ojos y tomo su rostro con las dos manos, su sonrisa se apagó y le entró miedo.

-Soy una completa desconocida para ti...puede que conforme me vayas conociendo haya cosas que te desagraden bastante y que no soy capaz de contarte en este momento por miedo a perderte...¿No te importa eso?-seguía mirandola a los ojos asustada, si tenía que acabar que acabara cuanto antes.

Que pasaría si supiera lo que es, tendría que saberlo algún dia, pero no quería que fuera ahora. Quería disfrutar del momento. Un miedo enorme de apoderó de toda ella, miedo a perder a alguien que acababa de conocer esa misma noche, pero que en verdad conocía desde que tenía memoria.

por **Sinnove Lindstrom** Sáb Jul 21, 2012 11:20 am

Al terminar el beso esperaba encontrarme otra mirada ardiente, un nuevo tipo de sonrisa, pero definitivamente no una expresión de miedo.
Una sensación de pánico recorrió mi cuerpo. ¿Habría sobrepasado el límite? ¿Algo iba mal? Estaba a punto de disculparme cuando sus palabras se escucharon claramente en el silencio de la noche.

Me quedé en silencio, sopesando los pros y los contras, y reflexionando sobre lo que acababa de escuchar. De cierta manera, era el mismo miedo que yo sentía, miedo a poder perderla por las cosas que había experimentado a lo largo de mi vida, aunque en ese momento hubo un instinto que me dijo que lo que ella me estaba ocultando era mil veces peor que nada de lo que yo pudiera contarle.
Sin embargo, no creía que nada pudiese cambiar la idea que yo me había hecho de ella. Esa sensación de seguridad al estar entre sus brazos. Las ya famosas mariposas en el estómago. No. Nada podría cambiar eso.

—Soy puta, Santana—era la primera vez que decía esa palabra en voz alta frente a ella. Aún me dolía el pensar en mí de esa manera—No sé que será eso tan terrible que no puedes contarme aún pero... Si tú hiciste caso omiso a los prejuicios cuando te acercaste a mí, entonces creo que seré capaz de soportar cualquier secreto que quieras compartir conmigo. Ahora o cuando llegue el momento—finalicé, mirándola fijamente a los ojos, con expresión seria. Llevé mi manos hasta su mejilla, dejando por un momento la lujuria a un lado, y acariciándola con dulzura—Se que hace unas horas no te había visto en mi vida, pero yo tampoco quiero perderte...

por **Santana López** Sáb Jul 21, 2012 2:51 pm

Dejó a un lado su preocupación y miedo, tan solo unas palabras pudieron disipar sus dudas, todavía quedaba algún temor, pero casi invisible. Poco a poco se fue formando otra vez esa sonrisa de felicidad en su rostro, junto sus frentes y cerró los ojos.

-Gracias...gracias por aparecer...gracias por quedarte mirando las estrellas...gracias por escuchar las locuras de esta ahora no tan desconocida...-susurró sonriente- y por favor-se separó de su rostro y abrió los ojos- no te vuelvas a llamar así...-la miró dulcemente y acarició su rostro.

-Si antes tenía claro que las almas gemelas existían, ahora si que no tengo ninguna duda, a la mía la tengo justo delante...-rió entre dientes y negó con la cabeza, cualquiera que las viera pensaría que estaban un poco locas, pero que más lo que pensara la gente, lo único que importaba era lo que pensara la una de la otra.

-Siento haberte estropeado el momento, espero poder compensarte...-susurró volviéndose a acercar a su rostro mientras se mordía el labio, era una mueca que nunca fallaba. Colocó de nuevo sus manos en alrededor de su cuello enredando su dedos en esa cabellera rubia que desde el primer instante llamó su atención.

por **Sinnove Lindstrom** Sáb Jul 21, 2012 4:39 pm

Su sonrisa fue motivo suficiente para hacerme sonreir a mí también. No creía que ella tuviese que agradecerme nada, si no todo lo contrario, pero no iba a ponerme a discutir sobre eso, o por lo menos no ahora. Cerré los ojos ante su caricia, apoyando mi mejilla en su mano durante el tiempo que duró el contacto.
Volví a abrir los ojos, perdiéndome en los suyos una vez más. Comencé a reirme suavemente, no sabía por qué ni tenía una razón concreta, simplemente era feliz.

—Mon âme soeur—mi alma gemela. ¿De verdad podía considerarla mía? ¿Tan pronto? Aunque tal vez no era pronto, si no dieciseis años tarde.

Reí de nuevo, haciendo un gesto de como si de verdad estuviese considerando el perdonarla, para a continuación dejar de hacerlo y poder besarla de nuevo, sintiendo sus dedos enredados en mi pelo una vez más.

por **Santana López** Sáb Jul 21, 2012 5:03 pm

Le puso ojitos cuando ella hizo el ademán de pensarlo y sonrió cuando volvió a besarla. Como pudo se acercó más a ella tanto como su incordio de vestido de permitió llegando a pegar sus torsos, sintiendo los latidos de su corazón retumbar en su cuerpo.

Definitivamente se estaba volviendo loca por ella, con simples palabras lograba dejarla sin saber que decir o hacer y ya ni hablamos de sus caricias o besos. Daba gracias a quien hubiera sido la persona que había hecho que se encontraran.

Saboreaba esos labios de los que se había vuelto adicta con suavidad pero a la vez con pasión, pasión reprimida durante años que ahora tenía dueña. Una palabra, un gesto, una simple mirada o sonrisa y hacia que se le formara un felicidad en su interior.

No solo sus ojos y su cabello la habían engatusado, también su voz, jamás olvidaría aquel cumplido que le dedicó en su lengua natal. En este beso intentaba transmitirle todo lo que le había hecho sentir en una corta noche.

por **Sinnove Lindstrom** Sáb Jul 21, 2012 5:31 pm

Esta nueva cercanía entre nosotras volvió a lograr que mis pensamientos se disparasen. Mi corazón, que se había calmado levemente durante nuestra pequeña charla, volvió a acelerarse.
Volvimos a besarnos de nuevo, solo que esta vez sentí como si hubiesemos atravesado una barrera invisible y hubiésemos conseguido estar un poco más cerca la una de la otra. Yo quería seguir adelante con lo que fuese que se hubiera formado entre nosotras esta noche y ella también. Y ahora ambas lo sabíamos.

Definitivamente tenía que ser cosa del destino, algo sobrenatural. Ya que, ¿qué posibilidad había de que, entre toda la gente que habitaba en París, Santana me hubiese encontrado en la calle? Por no mencionar el hecho de que el que dos mujeres pudiesen hacer lo que nosotras estábamos haciendo podía tener terribles consecuencias... ¿A quién le importa? Siendo cortesana yo no tenía mucho que perder, sin embargo temía por Santana. Pero luego ella me daba un beso como este que estábamos compartiendo y los pensamientos coherentes desaparecían de mi mente.

Cuando rompimos el contacto para poder tomar algo de aire, vi la oportunidad para realizar mi siguiente movimiento. Mi cuerpo me lo estaba pidiendo a gritos, así que no pude negarme.
Me pusé en pie, indicándole con gestos a Santana que volviera a sentarse de manera normal en el banco. Cuando lo hizo me subí de rodillas encima de su regazo, colacando mis piernas a cada lado de su cuerpo, sobre el banco. Mis brazos rodearon su cuello de manera automática, consiguiendo una distancia ínfima entre nosotras.

por **Santana López** Sáb Jul 21, 2012 5:50 pm

Cuando se puso en pie la miró con una ceja alzada intentando adivinar que quería, pero sin mucho existo. Hasta que le indicó que volviera a sentarse como al principio, sin dominio de su cuerpo hizo lo que le indicó. Cuando se colocó en su regazo dejó escapar un suspiro, ahora si que casi no había espacio que las separara, y eso solo hacia que rondaran ideas un tanto poco adecuadas para levarlas a cabo en medio de la calle, por lo que tendrían que esperar.

-¿Qué me estas haciendo?...me estas volviendo loca...-dijo cerrando los ojos y besando levemente su cuello que ahora quedaba más a su disposición. Sus manos fueron acariciando sus brazos y bajaron por sus costados hasta llegar a su cintura aferrandose a ella.

¿Podía ser demasiado pronto para llamarlo amo. La respuesta era sencilla, no, dos almas que están predestinadas siempre se amaran y en el momento en el cual se reencuentren ese amor volverá a surgir y nunca se le debe cuestionar. O al menos era todo lo que pensaba Santana para sus adentros.

A pesar de tener era coraza de mujer dura y fría, si alguien traspasaba esa barra podía comprobar que solo había alguien que quería sentirse protegida o amada. Encontró una vez a esa persona, a la única que conseguía entrar en esa coraza, y la perdió. Y ahora la había encontrado otra vez, y haría todo lo que fuera para no perderla esta vez. Dicen que no hay que desperdiciar las segundas oportunidades...

por **Sinnove Lindstrom** Sáb Jul 21, 2012 6:16 pm

A pesar de que estaba disfrutando demasiado de esta nueva postura, no pude evitar sentir cierto arrepentimiento, ya que me había puesto una trampa a mí misma de la que no iba a tener voluntad para salir a menos que Santana me detuviera. Era joven, estaba acostumbrada a llegar siempre hasta el final y con Santana la tentación había sido insoportable desde el primer segundo a su lado.

Eché la cabeza hacia atrás, arqueando ligeramente la espalda, para darle un mejor acceso a mi cuello. De nuevo los suspiros ahogados salieron de mis labios, perdiéndose en el silencio de la noche. Mis dedos acariciaban su cuello y la piel de su nuca, dibujando patrones sin sentido sobre su piel dorada.

Había experimentado al lujuria en diversas ocasiones, sin embargo, ahora había algo más. Algo que no había sentido antes, algo que no podía reconocer ni nombrar. Un sentimiento que aún no lograba entender, pero que me moría de ganas de vivir junto a ella. ¿Amor? Eso no existía... ¿o tal vez había estado equivocada todo este tiempo? Tal vez es que ella era la única capaz de producirlo en mí, nadie más.

—Dime que pare y trataré de hacerlo...—susurré con voz entrecortada.

por **Santana López** Sáb Jul 21, 2012 6:30 pm

Recorría su cuello lentamente y con detenimiento, saboreando su piel. Notaba dibujos sin sentido en su nuca, caricias que la hacían estremecerse de pies a cabeza. Sinceramente deseaba hacerla totalmente suya, pero no quería ser un recuerdo más, y entre otras cosas no era el sitio idóneo.

-No puedo pedirte algo que no quiero, y que no creo que ni yo pueda cumplir...-susurró sin dejar de degustar su cuello- pero pienso que no estamos en el mejor sitio, para saciar la sed que creo, ambas tenemos...-sonrió son suficiencia y mordió ligeramente su mentón- ¿O acaso me equivoco en algo?

Puso en práctica el mejor de su autocontrol y separó sus labios de ella, se relamió los mismo y la miró como memorizando cada facción de rostro, de su cuello, de sus hombros, cada mínimo detalle.

por **Sinnove Lindstrom** Sáb Jul 21, 2012 6:51 pm

Estaba sufriendo una fuerte lucha interna en este momento. Luchando por no seguir mis instintos, empujar a Santana sobre el banco y demostrar que nuestros cuerpos podían ser igual de gemelos que nuestras almas. Pero ella tenía razón, por supuesto que la tenía... solo que era extremadamente dificil resistirse.

Solté un pequeño gruñido cuando sus labios se despegaron de mi cuello, aunque en parte lo agradecí, ya que era una manera de calmar un poco las cosas, lo que nos hacía falta a ambas.
La miré atentamente, mordiendome el labio por la impaciencia y la frustración, ya que mi mente alterada por tanta estimulación seguía jugándome malas pasadas con la dirección que tomaban mis pensamientos.

—Esto no es lugar para ti—le di la razón, ya que era una verdad innegable. Santana era una dama. Ella era lo único que me importaba, y se merecía algo más—Cuando pase quiero que sea especial... Un momento que puedas recordar para siempre—añadí con una sonrisa, acariciando sus mejillas una vez más, su nariz, sus labios, todo. Como si quisiera memorizar su rostro con los dedos.

No sabía si podría cumplir eso que acababa de decir, pero al menos haría lo posible por lograrlo. Incluso si eso implicaba acabar la noche marchándome ardiendo en excitación.

por **Santana López** Sáb Jul 21, 2012 7:12 pm

Sonrió dulcemente cuando empezó a sentir las caricias por cada parte de su rostro. Cerró los ojos, manteniendo la calma, no quería acabar atacando sus labios sin compasión y terminar lo que habían empezado, cogió aire lentamente y volvió a abrirlos.

-No es lugar para ninguna de las dos...pero déjame decirte que contigo, siempre seria especial, ya fuera aquí o en un palacio, y seria algo que recordaría por siempre, tenlo por seguro-subió sus manos hasta sus hombros y se entretuvo acariciandola suavemente y con delicadeza- déjame también decirte que yo también quiero que sea especial para ti, que no pienses que voy a ser una mas en tu cama, que recuerdes cada segundo, cada detalle...y pienso cumplirlo.

Sonrió nuevamente y le dio un pequeño beso en los labios. Seguía acariciando sus hombros y ahora también recorría sus brazos mientras seguía sin despegar la vista de su rostro. A pesar de su calentura, debía pensar en hacerlo bien, no en dejarse llevar, ya lo había hecho por muchos años y las cosas no le habían salido bien.

por **Sinnove Lindstrom** Dom Jul 22, 2012 5:15 pm

Una vez más, sus palabras conseguían introducirse en lo más profundo de mi alma, resonando en mi mente como si de una preciosa melodía se tratasen. Y una vez más, el tacto de sus dedos sobre la piel de mis hombros conseguía que se me pusieran los pelos de punta.

—Nunca serás una más en mi cama, de eso no tengas duda—afirmé con una seguridad rotunda en lo que estaba diciendo. No importaba donde acabase esto que acababamos de iniciar, ya que pasase lo que pasase entre nosotras, Santana ya se había ganado un hueco especial en mi corazón.

¿Sería capaz de poder compartir algo más que mi cuerpo con ella? Estaba segura de que la respuesta a esa pregunta sería afirmativa. No tenía duda alguna.
Si alguna vez me había planteado la posibilidad de poder entregarle mi alma a alguien, la única candidata era Santana. La única que llegado el momento tendría la posibilidad de poser mi corazón y mi cuerpo a partes iguales, privilegio que nadie había tenido hasta ahora.

—Desearía que esta noche no acabase nunca. Poder recuperar el tiempo perdido—susurré, correspondiendo a su beso con otro beso. Definitivamente, la historia de las almas gemelas se había grabado a fuego en mi memoria, y desde hoy, sería la única verdad absoluta de mi vida.

por **Santana López** Dom Jul 22, 2012 5:34 pm

Eso era lo que ella también deseaba desde que había empezado a hablar con la jove, que esa noche no acabara nunca, pero por desgracia eso no iba a ser posible, llegaría la mañana pero también llegaría otra noche, como le dijo, esa noche iba a ser la primera de muchas.

-Yo también deseo lo mismo a pesar de no ser posible , pero no te preocupes recuperaremos el tiempo perdido, recuerda que esta noche es la primera de muchas-volvió a darle un corto beso y por impulso dejo suaves besos por todo su rostro.

-Tengo deseos de enseñarte tantas cosas...-frunció el ceño sin darse cuenta, le molestaba de sobremanera que a su temprana edad no hubiera disfrutado los caprichos de la vida, pero todavía quedaba tiempo para poder enseñarle algunos.-solo si tu me dejas que te las enseñe claro...

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