Close to the midnight [Santana]

por **Sinnove Lindstrom** Dom Jul 15, 2012 3:37 pm

Recuerdo del primer mensaje :

Llevaba caminando por las calles un buen rato, sin ningún destino en concreto al que ir, ni ningún objetivo que alcanzar. Simplemente caminaba por caminar. No estaba "trabajando" en este momento, ya que había tenido una mañana y una tarde extenuantes y necesitaba tomarme un descanso. Sin embargo, no podía aparecer por el burdel, ya que eso implicaría la asignación rápida de un nuevo cliente, así que simplemente desaparecí, perdiéndome entre la gente.
Sentí como todo el mundo me miraba con recelo al pasar por su lado, como las mujeres intentaban evitar que sus maridos me mirasen (no les culpaba), como los hombres me desnudaban con los ojos. Y es que una vez más, mi indumentaria me delataba. En ocasiones soñaba estar en los zapatos de cualquier otra muchacha de mi edad, sentir la sensación de pasear por la calle sin que nadie se molestase siquiera en observarme de reojo.

A medida que las horas fueron pasando la gente fue desapereciendo de las calles; primero los niños, luego las mujeres y finalmente los hombres, hasta que solo quedaron unas cuantas almas vagabundeando por la zona. Me gustaba imaginarme a dónde se dirigirían todas esas personas a estas horas de la noche... ¿de vuelta a sus casas? ¿a la taberna? ¿ladrones? Quién sabe.
En parte me era agradable caminar por París por la noche, ya que eso implicaba un menor número de miradas hacia mi persona. Mi sonrisa era incluso algo más natural que la que se mantenía dibujada en mi rostro durante todo el día.

Repentinamente me quedé parada en mitad de la acera y llevé mi mirada hasta el cielo, observando las estrellas. Con la luz de la ciudad no es que se pudiesen avistar demasiado bien, pero siempre era un espectáculo precioso.

por **Sinnove Lindstrom** Lun Jul 23, 2012 5:52 am

Durante unos instantes miré al cielo, tratando de atisbar algo de claridad que pudiese indicar el inicio del amanecer. Por suerte, aunque no sabía durante cuanto tiempo más se mantendría, el cielo continuaba uniformemente negro, con las famosas estrellas alumbrando como si de pequeñas velas se tratasen.

Había perdido la cuenta de los besos que habíamos compartido a partir del primero, pero seguía sintiendo que no eran suficientes. Por eso, recibía sus labios gustosa cada vez que me buscaban y buscaba yo los suyos cuando pasaban demasiados segundos sin que nuestras bocas se hubiesen unido.

Sonreí contenta, aún acomodada sobre su regazo. A pesar de lo comprometedor de la postura, no podía evitar sentirme dichosa por la cercanía con Santana, más allá del mero placer carnal.

—Estaré gustosa de descubrir todo aquello que quieras enseñarme mientras que permanezcas a mi lado—era una condición facilmente cumplible, ¿no? De cierta manera, me entusiamaba pensar en la posibilidad de poder ver mundo, conocer más cosas de las que había visto hasta ahora.

No podía haber mejor "guía" en este pequeño viaje que Santana. Y bueno, en la medida de lo posible, yo también trataría de mostrarle a ella todo lo que pudiese aportarle.

por **Santana López** Lun Jul 23, 2012 6:31 am

Cualquiera que pasara en ese momento por allí, podría ver una bonita estampa, dos jóvenes descubriéndose en la noche en una postura un tanto comprometedora. Santana no podía dejar de mirar esos ojos, sus hermosos ojos... ni el mar ni el cielo se comparan con su azul, debería crearse un nuevo tono, un nuevo color para poder definir esos ojos que me traen loca no pudo evitar pensar cosas así mientras seguía mirandola embobada.

-No te preocupes, no tengo pensado alejarme de tu lado nunca...-susurró sonriente y dejó un beso en su frente. Notaba como sus labios ardían si no rozaban los labios de ella o su piel.

Recostó su cabeza en el hombro de ella, justo en el hueco del cuello cerrando los ojos, donde de vez en cuando dejaba algún leve beso. Sentía el calor que provenía de su cuerpo, le daba una sensación meramente satisfactoria. Escuchaba su respiración, ahora más calmada, y los latidos de su corazón que ya no iba desbocado. Era una sensación muy relajante.

Allí estaban ellas, sentadas en un banco en medio de la noche oscura, cuando esa tarde Santana salió de su casa nunca se pudo imaginar lo que encontraría, normalmente sus paseos eran aburridos y monótonos. Salía, paseaba, esperaba a que la gente se fuera, buscaba algo para comer y volvía a casa.
Pero esa noche, había vuelto a vivir gracias a una preciosa rubia que se hachaba sentada en su regazo.

por **Sinnove Lindstrom** Lun Jul 23, 2012 7:20 am

Por momentos pasé a estar completamente relajada en brazos de Santana. La calentura, aunque siempre latente en mi cuerpo, se fue evaporando para dejar paso a un sentimiento de tranquilidad y seguridad.
Mis labios rozaban ocasionalmente su cabeza y su pelo, permitiendo que su dulce aroma no dejase de llegar una y otra vez a mi nariz. Ella era extasiante. Los pequeños besos que seguía depositando sobre mí lo eran.

Siempre había estado sola, sin nadie que se preocupase por mi, ni nadie por quien preocuparme. Sin embargo, ahora que había experimentado durante unas horas lo que era la verdadera compañía de otra alma, sabía que sería doblemente duro el momento en el que tuviese que estar conmigo misma de nuevo.
Esta línea de pensamientos llevó a que una nueva cuestión apareciese por mi mente. No sabía si la incomodaría, pero no perdía nada en tratar de satisfacer mi curiosidad.

—Se que ella era lo más importante para ti pero... ¿después de su muerte ha habido alguien más? ¿Alguien que te espere en casa?—el momento me había cegado y no me permitía ver la realidad. Realidad en la que desgraciadamente las normas sociales lo decían muy claramente: hombres con mujeres y no de otra manera.

Era imposible que dos mujeres pudiesen estar juntas abiertamente. Aunque todo el mundo lo supiese, siempre existía algún tipo de tapadera que pudiese justificar el romance a ojos de la opinión pública.
Santana había pasado toda la noche fuera de su casa, aquí conmigo, pero eso no me aseguraba que no existiese familia, marido e incluso hijos... No era algo que importase realmente, pero si que veía de vital importancia saberlo.

Si queriamos seguir adelante con esto y seguir viéndonos, ibamos a tener que jugar nuestras cartas con cuidado.

por **Santana López** Lun Jul 23, 2012 7:45 am

Su pregunta la tomó desprevenida, la verdad es que no se hubiera imaginado en que podría preguntarle algo así. Esa cuestión la hizo pensar sobre ello, después de la muerte de ella, ni siquiera se planteó en volver a conocer a nadie por ello cogió el camino malo y duró unos años así intentado morir por su propio pie hasta que fue convertida y vio la posibilidad de morir un tanto lejos, por lo que se refugio en la esperanza de que las historias que había escuchado de pequeña fueran cierta y así volvió a centrarse.

Si bien es cierto, que durante todos los años no se había privado de encuentros casuales, algunos se repetían pero nada más era eso, encuentros casuales. No permitía que nadie pisara su casa, siempre era en la casa de la persona afortunada o algún otro lugar. Dejando un lado sus pensamiento, levantó la cabeza de donde la tenía apoyada y todavía tardo un minuto en responder.

-Haber ha habido, pero no eran más que personas pasajeras, no más de una noche o dos como mucho...pero con el sentido en que tú me preguntas, no ha habido nadie más-sonrió un poco nostálgica pues a veces si que se había sentido un tanto sola-con respecto a que alguien me espere en casa, pues si-rió un poco entre dientes-un par de personas que se encargar del cuidado de mi casa y una gata...

Acarició su mejilla lentamente pues sabia por donde iban esas preguntas, sabia que para la sociedad era inadmisible que dos mujeres estuvieran juntas y lo demostraran en público, realmente que asco de sociedad...hace años los romanos y griegos estaban todos con todos y lo veían normal, ¿Por qué ahora que somos más civilizados, o eso se supone, no lo entienden? Frunció el ceño ante la realidad de sus pensamientos.

por **Sinnove Lindstrom** Lun Jul 23, 2012 8:38 am

Escucharla me hacía experimentar un fuerte sentimiento de celos, no justificados, pero que no podía evitar sentir. Y si yo me sentía así, no podía hacerme a la idea de como podría estar sintiéndose ella sabiendo que mis conquistas probablemente doblarían e incluso triplicarían las suyas.
Esto solo me daba aún más ganas de mostrarle que yo podía marcar la diferencia respecto a todos los demás, y que desde luego ella lo haría conmigo.

Lo mirases por donde lo mirases, nadie daría ni un solo franco por nosotras, pero desde este mismo momento, y hasta que Santana quisiese, estaba dispuesta a luchar por ella. Siempre había sido una luchadora, o por lo menos eso me habían dicho cuando empecé a trabajar en esto. Una superviviente. Y ahora que tenái un motivo para seguir respirando, lo sería más que nunca.

Y en cuestión de segundos, mi expresión pasó de ser la de una mujer adulta a la de una niña ilusionada. Era un detalle curioso sobre mi persona.

—¿Tienes una gata?—inquirí con tono emocionado. Los animales habían sido una constante en mi vida, siempre en contacto con ellos al haberme criado en la calle, pero nunca había podido tener una mascota propiamente dicha

por **Santana López** Lun Jul 23, 2012 9:12 am

Rió con ganas al ver como se ilusionó, su rostro pasaba de tener apariencia de mujer a ser el de una niña, no se explicaba bien como podía hacerlo pero le resultaba encantador y fascinante, en su mente no cabía la idea de que una mujer pudiera tornar a pensar como una niña, pero con ella se dio cuenta de todo lo contrario, y ahora le pasaba igual con Sinnove.

-Si, se llama Miss Muffet-asintió sonriendo divertida por como le brillaban los ojos al nombrar a la gata y se encogió de hombros, todavía no sabia por que le puso ese nombre un tanto raro para una mascota, pero nunca se había puesto a darle una razón.

El atisbo de preocupación que hubo al principio de la pregunta que le hizo desapareció por completo, ahora tenía el rostro iluminado. Definitivamente seguía siendo una niña, pero se le olvidaba cuando le hablaba con tanta madurez.

Todavía recordaba cuando era pequeña que quería tener una mascota pero sus padres se lo prohibieron y hasta hace dos años que vió la oportunidad de obtener a la gata nunca llegó a tener mascota propia. Parece que mascota y dueña estaban hechas para ambas, eran más o menos parecidas, claro está que una era un vampiro y la otra una gata, pero aun así tenían semejanzas en cuanto al carácter.

por **Sinnove Lindstrom** Lun Jul 23, 2012 9:51 am

No me hacía a la idea de como podría ser la pequeña minina, pero si que tenía la certeza de que sería muy distinta a cualquiero otro gato que yo hubiese visto antes. Los animales callejeros estaban escuálidos, sucios, asalvajados, y era completamente imposible que la mascota de Santana pudiese ser así. Por un momento incluso me la imaginé con la misma expresión facial que su dueña. Reí tontamente.

—Quiero conocerla algún día—pedí con determinación, como si fuese un asunto de vital importancia para el curso del universo—Hace unos años tuve una serpiente. Se llamaba Lucille—añadí tras unos segundos de silencio, divagando en mis recuerdos de nuevo—Cazaba ratones para ella y los dejaba siempre en el mismo sitio y ella venía y se los comía. Por desgracia cuando me trasladé al burdel no pude seguir alimentándola, así que no volvió a venir y no la volví a ver—me habían tratado de explicar mil veces que las serpientes no entendían de sentimientos humanos, y que Lucille solo acudía a donde pudiese encontrar comida, pero yo estaba convencida de que no era así.

Tosí un par de veces mientras que notaba como mi cara se volvía rosada de nuevo, solo que estaba vez por el sentimiento de verguenza al darme cuenta de la estupidez que acababa de confiarle a Santana.
La gente solía mirarme con lástima cuando decía cosas como esa, una pena, tan atractiva y tan ignorante. No quería que ella pensase eso mismo de mí.

por **Santana López** Lun Jul 23, 2012 10:21 am

Sonrió escuchándola como si el asunto fuera la cosa más importante del mundo. Cuanto más la observaba más interesante le parecía, solo alguien como ella podía cuidar de una serpiente sin tenerle ningún miedo.

-El día que aceptes venir a mi casa la conocerás, tengo que advertirte que no es muy sociable, pero supongo que tú serás la excepción...-dijo con sinceridad y se encogió de hombros. Al animal no solía caerle bien nadie, casi ni los encargados del servicio se le acercaban.

Rió de nuevo cuando notó que se había rubirorizado al contarle su pequeña historia-interesante, nunca hubiera imaginado que tuvieras una serpiente...-sonrió, sin duda tenía que ser un animal tan peculiar como ella.

Tenía claro que la historia que le acababa de contar era una de las muchas ocurrencias que podía llegar a oír de sus labios, y eso le encantaba, echaba de menos esa inocencia, la gente con la que solía relacionarse nunca tuvo tal inocencia ni nada parecido.

por **Sinnove Lindstrom** Lun Jul 23, 2012 10:46 am

Fruncí el ceño durante unos segundos, sopesando lo que acababa de escuchar. Si una gata era el primer posible obstáculo entre Santana y yo, creo que podría superarlo con éxito.

—Me esforzaré por agradar a Miss Muffet, pues—concluí, sonriendo con convicción.

Aunque mis amistades eran pocas, mis enemigos eran aún menos. Los problemas no iban conmigo. Siempre me había preocupado por mí misma, sin involucrar a nadie más, lo que me había convertido sin quererlo en una persona bastante sociable, ya que no causaba conflictos de ningún tipo. El tener un caracter amable y una cara bonita hacían el resto del trabajo.

Reí con ella, encogiéndome de hombros ante sus palabras, ya que ni yo misma sabía como había acabado en ese situación con la serpiente. Me preguntaba que habría sido de ella en estos cuatro años...
Y sin darme cuenta, ahí estaba de nuevo el efecto hipnotizante de su risa, eliminando cualquier rastro de coherencia de mi mente. Como si me deslumbrase cada vez que la miraba.

Volví a mirar al cielo. El tiempo se nos estaba acabando.

por **Santana López** Lun Jul 23, 2012 11:11 am

Volvió a reír al ver como fruncía el ceño y por la seguridad con la que dijo que agradaría a la gata, sin duda seria la excepción, nadie podría resistirse a esa cara y a esos ojos, y sin dudarlo a esa sonrisa amable.

-¿Qué piensas?-preguntó observando que se quedó en otro mundo y miraba al cielo de vez en cuando. Tomó su rostro entre las manos para que dejara de mirar el cielo y la mirara a ella.

Dejó de ejercer sus manos sobre su rostro cuando se quedó mirandola, sabia perfectamente la razón de su mirada al cielo. Suspiró ligeramente pero no perdió la sonrisa. Poco tiempo les quedaba y no se podía hacer nada para evitarlo, quería apurar hasta el ultimo segundo, ya luego se las arreglaría para llegar a su casa.

por **Sinnove Lindstrom** Lun Jul 23, 2012 11:43 am

Sentí algo moviéndose de nuevo en mi interior cuando tomó mi rostro entre sus manos, centrando mi atención en ella. No respondí inmediatamente a su cuestión, ya que existían multiples opciones para poder hacerlo y ninguna me parecía lo suficiente adecuada para expresar lo que estaba pasando por mi mente.
Entonces, mirando más profundamente en sus ojos, pude darme cuenta de que Santana sabía exactamente la respuesta a su propia pregunta. El suspiro que escapó de sus labios solo confirmó mis sospechas.

Besé sus labios suavemente y a continuación hice algo que no había hecho hasta entonces, y que hacía años que no hacía en general. La abracé. Tan simple como eso. Rodeé lo que pude de su cuerpo con mis brazos y apoyé mi frente en el hueco de su cuello. Solté un suspiro suave, casi placentero, aspirando su aroma por enésima vez. No quería dejarla marchar, lo que me hacía sentir una gran frustración con el mundo.

Después de unos segundos fui alejándome, rompiendo el abrazo para poder mirarla de nuevo a los ojos. Siempre intentaba tener mis emociones escondidas, ya que eso era algo vital para mi supervivencia en este mundo, pero en esta ocasión estaba más que segura de que mi expresión me estaba delantando por completo.

—¿Cuándo voy a poder verte de nuevo?—pregunté, mordiéndome el labio levemente. Me daba igual empezar a perder clientela por no trabajar por las noches si ella deseaba verme. Me daba igual todo. Has enloquecido por completo, Sinn.

por **Santana López** Lun Jul 23, 2012 12:04 pm

Respondió el beso lentamente, esto de separarse le iba a costar más de lo que creía. El abrazo la tomó por sorpresa, pero no tardó en corresponderle, notó como apoyó su frente en su cuello y aprovechó para besar su cabello y aspirar su aroma.

Cuando se separaron y miraron a los ojos, Santana no pudo evitar desviar la mirada un poco, parecía que la joven podía leer a través de sus ojos y no quería mostrarse vulnerable, era un acto reflejo, además de que no podría aguantar ver la expresión de ella que no seria de mucha felicidad.

-Cuando tu quieras verme, dime lugar y hora, y allí estaré...-susurró y sonrió tristemente-y espero que sea pronto, no se cuanto tiempo aguantaré sin ver tus ojos...-volvió a susurrar sin darse cuenta, diciendo en voz alta sus pensamientos, soltó una risita nerviosa pues no estaba acostumbrada a decir lo que sentía o pensaba respecto a ciertos temas.

Volvió a mirarla a los ojos cuando ya su expresión se había relajado y se acercó a sus labios llegando a rozarlos- tampoco creo que aguante mucho sin poder besarte...-esta vez sonrió pícaramente y volvió a rozarlos intentando grabar en su memoria como se sentía. No esperó más y la besó con lentitud.

Santana seguía abrazándola para que no se despegaran sus cuerpos y poder sentir el latido de su corazón aunque fuera un minuto más, necesitaba alargar el momento todo lo que pudiera. Cuando terminó el beso, juntó sus frentes y cerró los ojos esperando que le dijera cuando volverían a verse.

por **Sinnove Lindstrom** Lun Jul 23, 2012 1:15 pm

Era un momento agridulce, ya que constituía el fin de esta noche, pero el posible inicio de un nuevo camino en común. No sabía ni que sentir, ya que aunque tenía claro por encima de todo lo que Santana había significado para mí, había experimentado demasiadas emociones desconocidas en un corto periodo de tiempo. Seguía estando asustada por el futuro, pero tenía la certeza de que iría viviendo el presente para poder llegar a él.

Correspondí a su beso gustosa, cerrándo los ojos para poder perderme en las sensaciones que sentía cada vez que sus labios rozaban los míos. No dejaba de maravillarme por eso. Cuando nos separamos dejé que mis ojos continuasen cerrados, sin ninguna razón en especial.

—Siempre estoy en el burdel. Algunas noches como esta salgo a probar suerte en las calles—y desde luego, no podía quejarme de mi buena fortuna—pero generalmente pasó mis horas y mis días allí metida. No se donde puedo encontrarte, pero tú siempre podrás buscarme allí. Puedes ir cuando quieras, o cuando tengas un momento... Yo estaré esperándote.

Sabía que no era el lugar más agradable del mundo, pero si el más seguro. Allí nadie juzgaba nada ni decía nada. Lo que pasaba en burdel se quedaba en el burdel. Santana no correría el peligro de ser señalada por la calle si alguien la veía en mi compañía.

—También puedo ir a donde me digas...—añadí con cierta timidez, abriendo los ojos para poder enfrentar su respuesta.

por **Santana López** Lun Jul 23, 2012 1:38 pm

Sin poder evitarlo frunció el ceño, no le gustaba el detalle de que estuviera todo el día en el burdel ya que sabia lo que significaba eso. Se quedó un momento callada y con la cabeza baja, no le importaba ir allí, le daba igual donde estuviera si era con ella, pero no quería que ella estuviera siempre en el burdel.

-Ven a mi casa...-susurró todavía con la cabeza baja, seria la primera persona en pisar su propia casa. Levantó la mirada poco a poco- no me gusta que estés tanto tiempo allí...-volvió a susurrar y a bajar la mirada, no tenía ningún derecho a pedirle nada, pero no podía evitar sentir rabia y celos, al pensar que mientras estuviera allí dentro cualquiera podría tocarla.

Después de lo ultimo dicho no tenía el suficiente coraje para volver a levantar la cabeza, apretó los dientes con fuerza y cerró los ojos, no quería que sus pensamientos fueran por ese camino, no era nadie para reprocharle nada y no lo iba a hacer, pero tenía claro que borraría cada roce o beso que le hubieran dado que no fuera suyo.

La idea de ir a su casa era la mejor, allí ambas estarían seguras, una segura de esos pervertidos y la otra segura de que la luz se hiciera presente. Además así podría mandar que prepararan una buena cena, o incluso hacerla ella misma, pues tenía claro que sus comidas no serian las mejores.

-Solo si quieres claro...yo...yo mandaría a alguien a por ti y...podrías, quizás...podrías venir a cenar...solo si quieres claro...-en ese momento deseaba darse cabezazos contra la pared, desde cuando tartamudeaba para pedir algo, nunca le había costado tanto decir algo, todo por miedo a que dijera que no.

por **Sinnove Lindstrom** Lun Jul 23, 2012 2:19 pm

Automáticamente supe que mi propuesta no le había gustado en absoluto. Su rostro y su cuerpo la delataron por completo, y sus palabras lo hicieron a los pocos segundos.

Lo peor es que no podía culparla, aunque sí que sentí una dolorosa punzada en el pecho al ver por primera vez las consecuencias de lo que mi pasado podía hacernos. ¿Cómo podía pedirle a Santana que estuviese de acuerdo en compartirme con cualquiera, aunque fuese solo en cuerpo? La respuesta era sencilla. No podía pedírselo, o por lo menos no a largo plazo. Tenía que hacer lo posible para cambiar de vida. Si no era por mí, al menos por ella.
Trataría de conseguir otro trabajo, salir poco a poco de esto aunque significase ganar menos dinero, hasta que finalmente no tuviera que volver a llevar ni esta ropa ni seguir este estilo de vida.

Levanté su rostro tomándola por el mentón y silencie sus tartamudeos con un beso en los labios, lo más dulce, cuidadoso y lento que pude. Después de unos segundos separé nuestras bocas, pero dejando nuestras frentes unidas, un gesto que se había vuelto habitual en nosotras.

—Iré a tu casa—dije, completamente convencida, no dejando lugar a dudas—Y te prometo que dejaré de hacer lo que hago lo antes posible... solo necesito un poco de tiempo y... y... se que a lo mejor te estoy pidiendo demasiado pero necesito que intentes comprenderme durante el tiempo que aún tenga que hacerlo—mi voz fue volviéndose más débil a medida que iba hablando, hasta el punto de empezar a temblar. Me mordí el labio con fuerza.

por **Santana López** Lun Jul 23, 2012 2:36 pm

Seguía con la mirada baja hasta que ella tomándola por el mentón hizo que la mirara callándola con un beso. Terminado el beso siguieron con las frentes juntas, era algo reconfortante no perder del todo el contacto, mientras seguía con los ojos cerrados escuchándola hablar. Al principio le gusto lo que había escuchado, pero luego no tanto. Se separó de ella y abrió los ojos.

-No tienes que prometerme nada, ni yo tengo que comprender nada, escúchame, te quiero por como eres no por quien eres...no tienes que pedirme nada, me da igual el tiempo que tenga que esperar si puedo verte...si bien es cierto que no me gusta pensar que cuatro babosos te toquen, pero prometo borrar cada roce y cada beso...-la miró a los ojos sin despegarse durante todo el pequeño discurso.

Ni siquiera se dio cuenta cuando pronunció aquel "te quiero", sus nervios no le dejaban pensar bien y solo decía lo que sentía. En ese momento no estaba muy tranquila, y verla así no la ayudaba. Acarició su rostro y sus labios haciendo que dejara de morderselo.

Necesitaba sacarla de esa vida, le daba igual que no consiguiera otro trabajo, pero entendía que necesitaría su independencia. Esperaba que la contrataran en ese cabaret que le había mencionado esa noche.

por **Sinnove Lindstrom** Lun Jul 23, 2012 3:00 pm

Cualquier cosa que pudiese decirme quedó opacada por esas dos palabras que escaparon de sus labios, imaginé que no de manera demasiado consciente. Mi boca se abrió, formando una O perfecta. ¿Acaba de decir lo que acababa de decir?

Ahora más que nunca, sentí como si de repente el tiempo se parase, el viento dejase de soplar. Ya no había ni estrellas, ni banco, ni absolutamente nada. No sabía explicarlo pero era algo completamente deconocido. El corazón se me puso a mil por hora a pesar de que no había movido ni un solo músculo, y esas dos palabras se repetían una y otra vez como un eco en mi cabeza.

—¿Me... me quieres?—susurré con un hilo de voz. Se me había olvidado hasta como respirar en este preciso momento.

Mis ojos se clavaron sobre los de Santana, buscando algo, lo que fuese, que me dijese que no me había vuelto loca y me había inventado lo que acababa de escuchar.
Por un momento me sentí pequeña a su lado, mirándola con temor a lo que pudiese contestarme. Por favor no digas que me lo he inventado...

por **Santana López** Lun Jul 23, 2012 3:13 pm

Ahora si que deseaba darse cabezazos contra la pared, si rememoraba su vida, nunca se había puesto tan nerviosa como en ese instante, sintió calor por todo su cuerpo, no paraba de parpadear y humedecer sus labios, incluso había dejado de respirar.

-Yo...si...puede que pienses que es pronto para que alguien diga algo así...pero...pero...si...te quiero...me he enamorado de ti...-susurró cada palabra y volviendo a tartamudear, seguía muy nerviosa, no sabia si había cometido un error o no.

Lo único claro que tenía en ese momento era que estaba segura de lo que había dicho. Cualquier le hubiera dicho que estaba loca, que era imposible que alguien se enamorara en una noche y con simples conversaciones, pero le daba igual, si algo tenía claro eran sus sentimientos.

Volvió a bajar la mirada, el silencio la estaba matando, no sabia donde mirar ni que hacer ni decir, lo dicho ya no se podía negar, y aunque lo hiciera no seria verdad, así que mejor soltarlo de una vez. Cuando se acordó de volver a respirar empezó a morderse el labio un tanto fuerte.

por **Sinnove Lindstrom** Lun Jul 23, 2012 3:26 pm

Ella te quiere. Esta enamorada de ti. Elle te quiere. Te quiere.

Estaba casi en shock. Sentí como las lágrimas comenzaban a agolparse en mis ojos, creando una sensación de presión cuando traté de reprimirlas.
Si hacía unos segundos parecía que el corazón se me iba a salir del pecho, ahora había sentido como si hubiera hecho un ¡PUM! muy fuerte y se hubiese detenido por completo, al igual que mi respiración.
Cuando sentí que me quedaba sin aire mis pulmones volvieron a moverse de nuevo de manera rápida y superficial.

Pestañeé un par de veces, centrando la mirada, ya que aunque no me había movido ni un solo segundo de sus ojos, por un momento había estado mirando a Santana pero sin mirarla realmente. No llores, Sinn.
Cuando vi que ella bajaba la cabeza me di cuenta de que no había emitido ni un solo sonido. Ella me había dicho algo sumamente importante y yo no había abierto la boca al respecto.

—Es la primera vez que alguien me dice que me quiere—susurré, con la voz completamente temblorosa, vulnerable como nunca lo había estado hasta ahora.

A continuación, con mi labio inferior aún temblando, algo parecido a una sonrisa se dibujó en mi rostro. No sabía ni que decir, porque cuando decía "nadie" verdaderamente me refería a nadie. Hasta ahora.

por **Santana López** Lun Jul 23, 2012 3:38 pm

La veía en shock sin que dijera nada, estaba ya que ni siquiera podía moverse también se había quedado en shock, necesitaba que dijera algo que la rechazase o cualquier cosa, pero no podía aguantar más el silencio.

Cuando por fin habló se volvió a quedar sin respirar, no se podía creer que nadie jamás le hubiera dicho algo como eso, aunque si ella se había tirado más de los años que tenía la joven sin escucharlo, no le parecía tan descabellado.

-Pues será la primera de muchas, porque pienso recordártelo cada vez que pueda...-fue sonriendo cuando vio como sonreía ella, al menos sabia que no era rechazo, volvió a subir la cabeza, si seguía así iba a tener un dolor tremendo al dia siguiente aunque no fuera posible.

-Es lo que tiene ser de sangre latina, suelo decir las cosas que siento o pienso...-se le escapó una risita nerviosa, se encogió de hombros y acarició su rostro ahora con las dos manos acariciando su todavía tembloroso labio. Todavía seguía nerviosa, incluso se podía decir que tenía un poco de temblores.

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