Comienzo sin sentido. [Rol Privado]

por **Dago Ravarotto** Dom Dic 16, 2012 5:47 pm

Recuerdo del primer mensaje :

Noche fría y seca en el bosque, con aroma a muerte, el sonido de las lechuzas y uno que otro lobo aullando se escuchaban en el lugar, un ambiente cálido y agradable para Dago, todo era como el lo deseaba, ya daban más de las 11 de la noche, aunque solo que había cansancio y decepción en el, un oasis de emociones era en el que el joven vampiro se encontraba tras la persecución de el para con la mortal, distraído empezó a andar tras suyo perdiendo su sigilo, y haciendo ruido a su paso.
-Dago, Dago, ¿Qué estás haciendo?-
Se decía a si mismo cuando iba tras de ella, ahora sigiloso nuevamente, cansado de siempre lo mismo sin obtener ningún resultado decidió cambiar su plan, ya había pasado mucho tiempo desde que comenzó a seguirle pensando que ella le llevaría a su objetivo real, pero al parecer la chica no iría hacia donde el deseaba, o tal vez esta desconocía el paradero del hombre al que Dago buscaba.
-De acuerdo, ya me cansé!-
Murmuro yendo directamente hacia la joven, pensó que si se mostraba agresivo o si dejaba ver sus verdaderas intenciones, esta jamás le diría nada, la mejor opción era llegar como un hombre sin rumbo alguno, en busca de compañía, así podría ganar su confianza mas fácilmente; sin dudarlo mas coloca su mano sobre el hombro de la chica detrás de ella.
-¡Demonios!- Pensó, Al darse cuenta de lo sigiloso que fue al acercársele, el cansancio le hacia perder su sentido de lógica, por lo que decide desaparecer antes de que ella voltease y lo viera, debía actuar distinto, por lo que decidió aparecer unos pasos delante suyo, sentado sobre una roca esperando a que se percatara de su presencia; solo con la oscuridad del lugar, el brillo tenue de la luna y el aire frío del bosque.
-Buenas noches... Querida-
Saludo con muestra de desprecio antes de su pausa, para luego terminar con una sonrisa fingida con mucha lucidez.

por **Dago Ravarotto** Dom Ene 06, 2013 1:28 am

Había observado que se había quedado dormida sobre el, por lo tanto era mas que obvio que no le escucho nada de lo que le había dicho.

-Vaya...-

Pensó para si mismo, sabía que la joven estaba cansada, pero no creía que lo estaba tanto como para quedarse dormida; ella se bajo de su espalda para seguir caminando, pudo notar como cojeaba en su paso lento, Dago camino hasta llegar a ella, y colocándose al frente suyo llevo una mano a la mejilla de ella, para secarle el rastro de una lágrima que le cayó.

-Debió haber sido feo el sueño que tuviste, no?-

Pregunto sonriendo, para luego abrazarle, debía ayudarle a calmarse para poder seguir avanzando.

-Descuida que yo estoy aquí para protegerte-
Observandole tomo su mano y le susurro.

-No es buena idea que camines, estas muy cansada, colocate detrás de mi para llevarte cargada, si?-

por **Elene Rossato** Miér Ene 09, 2013 4:23 pm

Me quedé atrapada entre sus brazos, eran grandes y fuertes, mi cuerpo estaba encajado con el de él y no pude evitar posar mi rostro sobre su pecho y respirar tenuemente mientras Dago hablaba de protegerme. Tragué saliva y por un momento mi rostro palideció, nuevamente traía a mi cabeza esos recuerdos de gritos, aullidos, golpes de ramas y de más. Sollocé y asentí con la cabeza cuando el me había mencionado que si había sido un sueño feo, -No era un sueño..... Era una pesadilla... pensé para mi misma.

El viento entró como ventisca reveladora, como ladrón a media noche y se apoderó del ''nosotros'', las hojas caían una tras otra mientras la brisa que venía del lado Este de nuestra posición traía consigo una fría lluvia que podía oírse a la lejanía. Como ráfaga andante las copas de los árboles anunciaban la venidera lluvia y nos quedamos ahí, empapados.

Dago me había ofrecido subir nuevamente a su espalda, ¡Qué penoso!, ya había descansado y me sentía plenamente bien para caminar, cuando la estridente lluvia nos tomó por sorpresa. Frente a él sin decir nada, poco a poco nuestras ropas iban humedeciéndose y mi rostro parecía aún llorar, inundado de tristeza.

-C-Creo que tenías razón, Dago- mientras trataba de cubrir con mis manos inútilmente la lluvia que caía sobre mi -¿Y, ahora qué hacemos?- solté una sonrisa apenas pudiendo ver el rostro de él. No pude evitar notar como se mojaban sus ropas, mientras lo observaba me daba cuenta que, llevaba conmigo vestido de color blanco, de encajes altos y poco pomposo, dentro de mi misma me dije ¡No puede ser!. Me observé con reserva porque no quería que Dago notara como el corsee morado lila que llevaba puesto se iba marcando en las empapadas ropa. Poco a poco me fui ruborizando hasta que no podía verle a la cara, ¡Qué pena! esto no solía ocurrirle a una dama distinguida pero qué era lo distinguido ¿qué últimamente había sucedido? y es que nunca antes un hombre me había visto en dichas circunstancias.

....¿Dónde está la llave?...

por **Dago Ravarotto** Jue Ene 10, 2013 11:08 pm

La lluvia había comenzado, y las gotas de agua empezaron a caer sobre ellos, a pesar de que la lluvia cubría sus cuerpos Dago podía observar como se mezclaban con las lágrimas que dejaba salir la joven.
-Tranquila, que no fue nada mas que eso, no era real, ni lo sera!-
Dijo abrazándole, intentando calmarle, para cuando intentaba hacerlo la lluvia comenzó a tomar mas intensidad, ahora podía ver bajo su vestido de color blanco, de encajes altos y poco pomposo el corsee morado lila que llevaba, intento no mirar de su cuello para abajo, no quería que ella se diera cuenta de algún tipo de muestra de interés físico de su parte.
-Esta lloviendo un poco fuerte...-
Hace una pausa y comienza a ver a su alrededor, sonríe, había tenido una idea que le ayudaría a ganar mas tiempo, y debía intentarlo.
-Por aquí cerca hay un lugar donde podemos refugiarnos, no es mio, pero conozco a su propietario, y esta algo.... Lejos de aquí-
No podía decirle que era la cabaña de una de sus víctimas sangrientas, eso no le ayudaría en sus avances para nada.
-Podemos esperar allí hasta que pase la lluvia, o hasta que podamos descansar y recuperar energías-
Había tomado sus manos, y esperando su respuesta se quedo viendo su rostro fijamente, sabía que ella estaba apenada con el por la situación que había causado la lluvia en su vestimenta, por lo que para no incomodarla no dejaba de verle del cuello para arriba, aunque por un momento desvío su mirada hacia su cuerpo y su corsee de color deslumbrante.

por **Elene Rossato** Vie Ene 11, 2013 12:59 pm

Podía notar como Dago se percataba de mi ropa íntima aún así hacia un gran esfuerzo por no mirarme -¡Qué educado!- sonreí embobada mientras de su mano no me apartaba, íbamos a una especie de casa campestre de uno de los amigos de él, la lluvia que continuaba empapándonos me mostraba cuan certera había sido mi decisión de aceptarle a Dago la propuesta de pasar la noche ahí.

Subimos cinco escalones, los conté, el lugar se miraba aterrador y pacífico, parecía todo muy solitario. -¿Estas seguro que podemos estar aquí? ¿No crees que el dueño se moleste?- le exclamé a Dago con voz temerosa, mis manos apretaban la suya y su brazo se entaponaba entre el medio de mis dos senos, estaba justo detrás de él y podía sentirme protegida. Mientras estábamos frente a la puerta de entrada recordaba lo que Dago recién me había dicho -Tranquila, que no fue nada mas que eso, no era real, ni lo sera!- no pude evitar reposar mi boca en su hombro mientras él siempre seguía sosteniendo mi mano buscando con la que tenía libre las llaves de la puerta en el bolsillo de su pantalón. Sacó un manojo inmenso de llaves -¿Por qué tantas?- me dije y se me esfumó este pensamiento sacando una sonrisa de mi rostro, un rubor rosa y un suspiro de alivio, la puerta se había abierto.

.....¿Qué hay ahí dentro?.....

por **Dago Ravarotto** Vie Ene 11, 2013 7:25 pm

Habían llegado ya a la casa, cuando escucho la pregunta que le hizo la joven, si era seguro estar allí, el no lo dudaba, pero con respecto a si le molestaría o no el que ellos irrumpieran en su casa, le daba igual, ya que los muertos no pueden hacer nada después de la muerte.
-Tranquila-
Dijo mientras entraba junto con ella a la casa, tomados de las mano, la guió hacia adentro, y encendiendo los candelabros del lugar le pidió a ella que le esperase sentada, subió a las habitaciones y comenzó a buscar en el ropero por algo para darle a Elene, algun tipo de ropa que le sirviera para que se pudiera cambiar, sin lograr encontrar nada para ella ni para el, bajo y se colocó al frente suyo.
-No pude encontrar nada de ropa para cambiarnos, si quieres puedes subir a una de las habitaciones, te quitas la ropa allí y descansas hasta mañana, mientras yo espero aquí abajo.-
Tomando de su mano prosiguió hablándole suavemente.
-Puedes estar tranquila, este lugar es seguro, de igual manera estaré aquí abajo cuidando el lugar por si llega a suceder algo-
Debía idear algo mientras ella descansaba, el tiempo seguía adelante con un poco más de prisa de lo normal, y no podía perder ni un segundo.

por **Elene Rossato** Vie Ene 11, 2013 8:38 pm

Subía cada uno de los escalones de aquella casa, era fría y un poco tenebrosa, Dago me había explicado que no había ropa para ninguno de los dos así que amablemente había decidido cederme única habitación del lugar para que me secara y descansara. En cada paso el crujir de aquellas escalones era tétrico, una ola de aire helado calaba los huesos y por fin estaba frente a la puerta de la pequeña casa de habitación.
Observé por la ventana ciertos rayos iluminaban y para mi suerte llevaba conmigo un candelabro que Dago me había dado, él lugar estaba aparentemente sucio y muy abandonado podía sentir el polvo que navegaba en el aire. Una a una fui desprendiendo las cintillas de mi vestido y lo tiré a una silla quedando solo con el corsee morado lila que me costó trabajo desamarrarlo sola pues siempre tenía sirvientas de apoyo, me quité los finos zapatos que había comprado en la Vie de France y las medias colocándolas en donde ya había puesto las ropas anteriores, sacudí aquella cama y cerré las cortinas del gran ventanal, no soporto la luz para dormir.
Solté mi cabello para que éste pudiera secarse y lo cepillé con la misma peineta que llevaba puesta. Posé mi cabeza en la almohada y acobijé mi cuerpo ya era tiempo de descansar cuando me disponía a unirme con el sueño cuando sentí alguien detrás mio, lentamente abrí mis ojos y mi respiración se aceleró, me suspendí como haz de luz de la cama y no pude evitar gritar.

-¡DAGOOOO! ¡AUXILIOOO!-

.... La luz siempre ha sido más rápida que el sonido....

por **Dago Ravarotto** Vie Ene 11, 2013 9:00 pm

Observaba como subía cuidadosamente por los escalones del lugar, no pudo evitar reír suavemente, ella exageraba con su delicadeza, era cierto que la casa llevaba mucho tiempo sin nadie adentro, y el polvo había aparecido cubriendo los objetos y la superficie de alli, pero no era para caminar de esa forma; al ver como entraba en la habitación, se dirigió hacia uno de los muebles de la sala de estar, permaneció sentado allí pensando en lo que podía hacer para retrasar la salida de ellos del lugar, pero por mas que intentara no encontraba la manera de hacerlo.
-¡Lo que me toca hacer con esta criatura!-
Negando con la cabeza, dirigió su mirada hacia arriba, hacia la puerta de la habitación donde ella se encontraba.
-¿Cómo es posible que me demore tanto en sacarle información a esta mujer?-
Empezó a recordar todo lo que tuvo que hacer desde el comienzo para seguirle, hasta ese día, el momento de la lluvia, y la transparencia que otorgaba su ropa dejando mostrar lo que llevaba abajo de esta.
-Calma Dago, calma!-
Decía para si mismo en voz baja, cuando de repente escucha el grito de Elene llamándole, parecía asustada y debía subir rápidamente para ver que sucedía, subió las escaleras rápidamente, y al abrir la puerta de golpe le pregunta.
-¿Qué sucede Elene?-
Cuando de repente la observa asustada parada al frente suyo, completamente desnuda, sorprendido y un poco excitado no pudo apartar la mirada de su cuerpo, pero luego de entrar en razón inmediatamente volteo su mirada para hacerle entender a la joven como se encontraba.

por **Elene Rossato** Vie Ene 11, 2013 9:22 pm

-¡¡D-DAGOOO!!- grité eufóricamente al verle a él entrar por la puerta, un alivio me invadió y le vi con calma cuando de repente note que sus ojos se posaban de una manera inhabitual hacia mi. Estaba desnuda para frente a él y no sabía en qué momento me había parado de esa forma de la cama. Traté mi cubrir mi cuerpo con mis manos pero no me daban a basto para ''tapar'' todo lo que quería, o era una cosa u otra.
Salí corriendo hacia la cama rápidamente a cubrirme con las sábanas de la cama y no podía estar apenada, lo peor me había sucedido.

-D-Dago, ¡Lo siento mucho! D-De verdad no esperaba que me encontraras en estas circunstancias.... mientras tapaba mi boca al hablarle, él seguía de pie en la puerta. -¡Por favor, sigue lloviendo aún y hace frío, quédate conmigo y descansa aquí, la verdad no quiero estar sola y la lluvia no parece ceder- dije arropándome toda en la sábana blanca como la nieve, -Quítate la ropa y recuestate conmigo, sólo para que estés más cómodo, te advierto que está no es ninguna propuesta indecorosa... sonrojada como tomate mientras movía mi cuerpo para hacerle lugar. Y mi corazón no paraba de latir.

....Mi Inmortal....

por **Dago Ravarotto** Vie Ene 11, 2013 9:57 pm

Después de haberle visto desnuda, y correr llena de pena a la cama, no pudo evitar sonreír.
-Descuida que no sucede nada-
Empezó a caminar por toda la habitación en búsqueda de que estuviese todo en orden, al parecer todo había sido un susto causado por su imaginación, su reacción al no haber encontrado nada y ver que había subido en vano, hubiese sido de ira y enojo sino fuera porque llego a ver a Elene conpletamente desnuda.
-Bueno, ya me voy de vuelta para abajo-
Dijo dispuesto a irse, cuando escucho como la joven le pedía que se despojara de su ropa por lo mojado que la llevaba, y que se acostase a su lado para cuidarla, decidió tomar su propuesta, por lo que comenzó a quitarse la ropa quedando totalmente desnudo, no pudo evitar sonreír al ver como Elene quedaba viéndole, y se fijo como su mirada desvariante se dirigía en veces a su entrepierna.
-De acuerdo!-
Dijo acostandose en la cama tranquilamente, sin dejar de sonreír levanto la sabana que ella tenia y tomo una parte para acobijarse, y abrazandola le dijo con un guiño.
-Por el frío-
Sus cuerpos desnudos estaban rozando, pero a pesar de ello Dago no llevo sus manos a ninguna parte escencial de Elene.

por **Dago Ravarotto** Vie Ene 11, 2013 9:58 pm

Después de haberle visto desnuda, y correr llena de pena a la cama, no pudo evitar sonreír.
-Descuida que no sucede nada-
Empezó a caminar por toda la habitación en búsqueda de que estuviese todo en orden, al parecer todo había sido un susto causado por su imaginación, su reacción al no haber encontrado nada y ver que había subido en vano, hubiese sido de ira y enojo sino fuera porque llego a ver a Elene conpletamente desnuda.
-Bueno, ya me voy de vuelta para abajo-
Dijo dispuesto a irse, cuando escucho como la joven le pedía que se despojara de su ropa por lo mojado que la llevaba, y que se acostase a su lado para cuidarla, decidió tomar su propuesta, por lo que comenzó a quitarse la ropa quedando totalmente desnudo, no pudo evitar sonreír al ver como Elene quedaba viéndole, y se fijo como su mirada desvariante se dirigía en veces a su entrepierna.
-De acuerdo!-
Dijo acostandose en la cama tranquilamente, sin dejar de sonreír levanto la sabana que ella tenia y tomo una parte para acobijarse, y abrazandola le dijo con un guiño.
-Por el frío-
Sus cuerpos desnudos estaban rozando, pero a pesar de ello Dago no llevo sus manos a ninguna parte escencial de Elene.

por **Elene Rossato** Lun Ene 14, 2013 9:05 pm

Su cuerpo frío estaba justo frente al mío ¿Qué acababa de hacer?, no lo sabía pero Dago me atraía. Mantuve mi vista alejada de sus ojos, sentía que si éste clavaba su mirada en mi moriría de algún ataque cardíaco. Respiraba despacito para que no se diera cuenta de lo nerviosa que estaba al contar con su presencia en la cama era la primera vez que alguien miraba mi cuerpo de esa manera y eso me intimidaba por otra parte en las afueras de aquella casa seguía la incesante lluvia que prendía y acaloraba la noche, que contradictorio, ¿Qué eran esas sensaciones de fuego dentro de mi?. Tragué saliva y miré a Dago fijamente -¿E-Estás cómodo? ...Dago yo... se aceleraron los latidos de mi corazón casi sentía como golpeaba la cama y él podía darse cuenta -Yo jamás había estado en una situación como esta.... Me disculpo si sueno impertinente- toqué su rostro y estaba tan frío, por un momento pensé que yo la que tenía fiebre. Estaba tan cubierto mi cuerpo con las sábanas que éstas delineaban mi figura y se podía notar la punta de los pezones sobresaltados y trataba de mover mis piernas de lado a lado en un roce mágico ¿Acaso estaba experimentando la excitación por primera vez?.

por **Dago Ravarotto** Mar Ene 22, 2013 4:12 pm

Sonriendo observo como la joven llena de pena se encontraba nerviosa, sabia por su mirada que ya ella sentía atracción por el, podía ver al ras de la sabana como delineaba su cuerpo desnudo y como resaltaban sus pezones, sintiendo su mano sobre su rostro susurro.
-¿Estás un poco caliente, no?-
Rió un poco, y tomando su mano continuo.
-Pero de la buena manera claro esta-
Volteo su mirada alrededor de ellos, observando toda la habitación, para percatarse de que realmente no hubiera nada ni nadie, llevando su mano dentro de las sábanas comenzó a recorrer su cuerpo con sus dedos, rozando su vientre subía a la punta de sus pezones en sus senos, para luego bajar a sus piernas y dirigirse con suavidad a su entrepierna.
-Ahora si estoy cómodo...-
Sonrió palpando su sexo, rozando sus labios inferiores con sus dedos podía notar su humedad.. Al notar que aun seguía nerviosa se detuvo, y al oído susurrando le dijo.
-No debes estar nerviosa, sabes que debe confiar en mi.-
Al terminar de decir eso, Dago tomo de la cintura a la joven para colocarla de lado a el, posicionandose ambos de frente, juntando sus cuerpos y sintiendo la piel de los dos, sintiendo su excitación y la suya empezó a mover su cintura colocando su entrepierna junto a la de ella, para así rozarle, queriendo llevar ese juego sexual a algo más.

por **Elene Rossato** Miér Ene 23, 2013 2:05 pm

Mi cara tan blanca como la sábana se había colocado de un color rojo carmesí al oír a Dago hablarme, la lluvia azotaba la ventana como queriendo adentrarse a nuestro mundo, observar que era lo que iba a pasar. Dago comenzó a tocarme ¡Qué sensación más espectacular! jamás había alguien tocado mi cuerpo, podía sentir como sus dedos se derretían en tanto a la humedad de mi ser y como me forzaba para negarle mis caras de placer a éste. Mecí mis piernas un rato y podía estrujar la espalda de Dago ¿Qué era lo que sentía?. Uní mi cuerpo más al suyo, aún más de lo que ya se encontraba y pude sentir como su respiración apenas perceptible se encajaba con la agitada mía y mis senos comenzaban a crecer bajo su mano.

-D-Dago, yo jamás había hecho esto.......- susurré bajo su oído mientras soltaba un quejido de placer -Por favor sé gentil conmigo....- añadí mientras rogaba porque su sexo se uniera al mío, besaba su cuello, sus mejillas y finalmente llegué a su boca, estaba entrando en una especie de frenesí extasiada. Masajeaba su cabello y comencé a besarle suavemente. -¿Es así como seremos de ahora en adelante? mientras mordí su labio.

... ¿Se había despertado una fiera?.........

por **Dago Ravarotto** Miér Ene 23, 2013 4:47 pm

La temperatura había subido a niveles mas elevados debido a la excitación, aunque la piel de Dago aun seguía fría por su condición de vampiro; observaba como la cara de Elene se tornaba de un rojo brillante a la vez de que le escuchaba decir que era su primera vez, que jamás había hecho eso y que deseaba que fuese gentil con ella, sonriendo le dijo
-Lo se... Seré....-
Haciendo una pausa se coloca sobre su cuerpo comenzando a besarle desde el cuello, bajando por sus suaves senos, yendo a su cintura y anclando en su sexo, pero antes de continuar sigue con lo que decía.
-Seré cuidadoso contigo y tu cuerpo-
Para cuando termino de decir esto comenzó a besar su sexo, rozando con su lengua sus labios inferiores, marcando un camino dentro de ellos topandose con lo que parecía ser su excitado y erecto clítoris, con el cual empezó a jugar, rozandole alrededor con su lengua, para luego succionarle suavemente, se levanta para seguir con su juego de besos y caricias, sube nuevamente por su cintura llegando a sus senos nuevamente, los cuales muerde con suavidad, para empezar a jugar ahora con sus pezones mientras rozaba su sexo con el suyo sintiendo la humedad exorbitante de ambos, subiendo ahora a su cuello sigue besandole y susurrando le responde.
-De ahora en adelante seremos así, y mucho más-
Dijo para luego introducir su sexo dentro del suyo suavemente y luego sacarlo, dejándolo afuera rozando su glande con su clítoris.
-Mucho mas...-
Susurro acariciando su mejilla y besando su cuello.

por **Elene Rossato** Miér Ene 23, 2013 5:19 pm

Sentía el rozar de su cuerpo contra el mío, sus fríos, cálidos y húmedos besos para conmigo, estaba llena de sí, sus palabras apenas y eran procesadas por mi cabeza, no podía de dejar pasar las sensaciones de excitación que Dago me hacía sentir por mi primera vez, le estaba entregando todo, mi cuerpo, mi alma y mi confianza en esa noche que apenas y podía denotarse el nerviosismo que me invadía cada uno de los centímetros de mi cuerpo, me estremecía con cada palpación de su miembro sobre mi clítoris, soltaba gemidos bajos y cada vez más a menudo.

-D-Dago, ¿estarás conmigo por siempre?- me aferré apenas y podía a su espalda y rogaba porque este me hiciera suya de una vez. Mientras alocadamente relamia el lóbulo de su oreja y suspiraba con él. Poco a poco mis piernas se iban abriendo y dejando encajar el miembro de Dago demostrando que no había nada que ocultarle.

-Quiero ser tuya Dago, hazme tuya, después de esto seré para siempre tuya....- apenas y podía repetírselo a su oído mientras deshacía sus labios en cada pequeña mordida que daba en todo su pecho.

por **Dago Ravarotto** Miér Ene 23, 2013 5:50 pm

- ¿Para siempre?...-
Pensó; ¿Acaso Dago se estaba desviando de su objetivo principal? A pesar de que sabia lo que debía hacer, ganarse la confianza de ella, ya lo había conseguido, pero al parecer algo había despertado, un interés por ella, podía ser producto de la excitación... No, ya lo había hecho antes... Muchas preguntas rondaban su cabeza, pero la excitación le bloqueaba y le hacia interesarse mas por el acto, por tomarla y hacerla suya.
-Si Elene, estaré contigo para siempre-
Dijo tomando sus brazos, llevando sus manos junto a las suyas, entrelazandolas con las de ella; sintiendo como relamia su lóbulo y mordía su pecho no pudo evitar soportar mas el momento, al ver como abría sus piernas dejando encajar su sexo con el de ella, susurra a su oído levemente.
-Dime cuando desees que me detenga-
Besando sus labios deslizó su miembro por su sexo, para luego introducirlo dentro de ella suavemente, podía sentir su humedad, podía sentir como era suave y ajustada por dentro, apretando sus manos ligeramente comenzó con el vaivén de sus sexos, llevando su lengua a su cuello, siguió saboreandole, su piel tersa y delicada le excitaba junto con la humedad y suavidad de su interior.

por **Elene Rossato** Miér Ene 23, 2013 7:06 pm

Me había dicho que de ahora en adelante iba a estar siempre conmigo, acaso podía dejar atrás la soledad que tanto me embargaba y poder ser feliz, no lo sabía porque mi pensamiento fue interrumpido por la entrada de su mástil en mis entrañas, estaba tan húmedo, grueso y grande que no podía distinguir entre si sentía placer o dolor era increíble la presión que sentía por dentro y casi podía reventar.
-¡D-Da-Dago!- casi gritaba con cada penetración de el para conmigo, sujeté su mano con fuerza y con la otra clavaba mis uñas y aruñaba de placer, mis caderas pegadas a tal punto de sentir el sudor se movían junto a él, danzaban el baile del placer, poco a poco el dolor fue cediendo y convirtiéndose en placer puro, podía sentir el recorrer de sus fluidos dentro de mi vagina y la compenetrancia era perfecta.
-¿L-Lo estoy...- mordí mis labios y luego lamí su cuello mientras le besaba -...haciendo bien? con la respiración entrecortada y mi rostro muy apenado por se dirigía a Dago, quien me estaba convirtiendo en toda una mujer en ese instante. Mis manos trataban de alcanzar sus nalgas para así masajearle y respirar cerca y susurrarle -Tengo miedo Dago- dije mientras salía una lágrima de mi rostro y le besé pausadamente sus labios.

por **Dago Ravarotto** Miér Ene 23, 2013 8:43 pm

Sentía como clavaba sus uñas en su espalda, sus gemidos ensimismados de placer y dolor hacían crecer más la excitación que tenia, tanto así que de repente aparecieron en el hasta deseos de succionar su sangre, llevo su boca a su cuello para morderle, pero cuando iba a hacerlo, se detuvo, eso arruinaría sus planes.

-Calma Dago, calma...-

Dijo para si mismo, olvidando sus deseos de sangre, siguió en su apogeo sexual con Elene, llenando su cuerpo del suyo, mezclando sus fluidos con los de ella, y sintiendo mas y mas placer tras cada segundo que pasaba, llevo sus manos a sus piernas juntando mas su miembro con su vagina, siguiendo con su vaivén suave, húmedo y excitante.

-Si lo estas haciendo bien Elene, tu cuerpo es el mejor, tan suave, tan delicado...-

Llevando una mano a sus senos empezó a jugar con ellos masajeandolos suavemente, mientras seguía penetrandole.

-Oh, Elene-

Dijo susurrando su nombre entre gemido y gemido de placer que sentía con ella, quería llegar mas a fondo de su sexo, así que llevando las manos a sus glúteos, la tomo mas firmemente introduciendo su miembro completa y enteramente dentro de ella, sintiendo como los fluidos que salían de el llegaban a dar a las paredes vaginales de ella, mezclandose con la humedad de ambos, cuando de repente observa que de ella cae una lágrima y le escucha decir que tenia miedo... Se detiene un momento, y con su mano borra delicadamente la lágrima que caía de su mejilla.

-¿Por que? ¿De que tienes miedo Elene?-

Pregunto acariciando su mejilla y viéndole fijamente para borrar de inmediato cualquier rastro de lágrima que cayera por su rostro

por **Elene Rossato** Jue Ene 24, 2013 2:01 pm

Dago amablemente había parado después de oír mis sollozos, era todo un caballero y callando un momento le besé -Tengo miedo de que todo esto sea un sueño..- Restregué mis ojos para luego acurrucarse en su regazo. -Te he abierto mi cuerpo, mi alma, mi pensamiento, todo. No quiero amanecer sola y ser para ti lo que pasó un rato y ya.- Miré sus ojos oscurecidos y tome sus frías manos, el calor de mi cuerpo compensaba el suyo, besé nuevamente sus labios para desplazarme por su cuello, regresando a su oído y susurrándole nuevamente.
-Quiero ser tuya por toda la eternidad, Dago.- uniéndome a su cuerpo para continuar el ritual santísimo esperando que Dago respondiera a mi favor. Mis caderas se encontraban un poco entumecidas por el acto coital entre ambos, siendo la primera vez que esos impulsos, esas bombas de fuerza entraban en todo de sí y un por un momentos los sentidos se me nublaban.

por **Dago Ravarotto** Jue Ene 24, 2013 7:19 pm

Escuchando todo lo que le había dicho, no pudo hacer más que besar su frente, acariciar su mejilla y decirle que nada de eso era un sueño.
-Te entiendo, pero descuida, nada de esto es un sueño, siempre estaré contigo y...-
Besandole suavemente hace una pausa para seguir.
-Siempre serás mía, completa y enteramente-
Llevando una mano a su mejilla para acariciarle observó como se acoplaba a el, uniendo su cuerpo con el suyo para seguir en el acto, Dago respondió a esto con un profundo beso, mientras unía su sexo, introduciendolo suavemente dentro de ella, hasta llegar completamente hasta adentro, debía ser cuidadoso, aunque el placer que sentía le hacia querer ser salvaje con ella, no podía, la suavidad y delicadeza eran una exigencia debido a que era la primera vez de Elene.
-Elene, cuando desees que deje la delicadeza y sea mas rápido, dimelo-
Susurro entre pequeños gemidos que le dejaban mostrar el placer que tenia al sentir su sexo penetrando y humedeciendose con los fluidos que generaba la excitación que le hacia sentir.

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